Amorim News 32 nº2 - Pasión por la innovación

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Pasión por la innovación Tapones de corcho que no necesitan sacacorchos, compuestos de corcho con biopolímeros que crean formas nunca antes alcanzadas, soluciones para césped natural que al sustituir la tradicional turba reducen en un 40 % las lesiones de los jugadores de fútbol. Tecnología quepermiteunfuncionamientodeTCA(Tricloroanisol)nodetectable en un análisis tapón a tapón, tarimas flotantes sostenibles, totalmente a prueba de agua y sin PVC, aplicaciones innovadoras para la industria aeroespacial, la construcción, los transportes, la energía o el diseño. Reduccióndelprimerciclodeextraccióndelcorcho,secuenciacióndel genomadelalcornoque,riegoporgoteo. Economíacircular,productos verdes, eficiencia energética. Bienvenidos al mundo Amorim.


3 Editorial

João Pedro Azevedo

4 AMORIM Cork Italia gana Premio de Responsabilidad Social Empresarial 5 Corcho en la Bienal de Arquitectura de Venecia en 2021 6 El corcho no debe quedar escondido.

Debe quedar a la vista.

Eduardo Souto de Moura

9 Corticeira Amorim: Pasión por la innovación 18 Cuando no hay espíritu de sacrificio,

no hay pasión

Familia Cardoso

20 Taboadella: en la viña del Dão, como en la vida 22 Residencia de Mayores

António Ferreira de Amorim

10º aniversario de Bagos d'Ouro

23 150 años: Tercer acto NEWS

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De un modo genérico y transversal, para Corticeira Amorim, innovación es la capacidad de desarrollar sistemáticamente nuevos materiales, productos, aplicaciones y procesos que exploran áreas competitivas estratégicas, donde las características del corcho sean muy valoradas por los clientes, lo que genera la creación de valor para la empresa y para el resto de partes interesadas.

niveles de creación de valor suficientemente interesantes y alineados con la puesta en valor esperada por el accionista.

Empecemos por el final. Uno de los rasgos que más marca y distingue al Grupo Amorim es su fuerte orientación hacia los resultados. La inversión de más de ocho millones de euros, que se realiza anualmente en innovación, debe presentar resultados tangibles y significativos; de lo contrario sería un puro desperdicio de recursos: sin resultados, no cabe innovación.

En quinto lugar, la puesta en valor de la innovación acometida la realiza, de manera pura y dura, el mercado, calculada en ventas y márgenes, y este debe ser el punto de partida y el punto de llegada.

En segundo lugar, hemos de ser capaces de hacerlo sistemáticamente, año tras año, consistentemente y garantizando una previsibilidad positiva a nuestros clientes, colaboradores y accionistas. En tercer lugar, como líderes de mercado que somos, tenemos que asumir la actitud y el riesgo de aportar novedades. En los tres últimos años, Corticeira Amorim ha presentado 14 solicitudes de registro de patentes, ha creado una fábrica de innovación (i.cork factory), ha constituido dos empresas conjuntas (joint ventures) para llevar a cabo planes de negocio en aplicaciones que no existían cuatro años atrás, y ha registrado un peso creciente en las ventas de nuevos productos y aplicaciones en su surtido global. En cuarto lugar, el corcho siempre será el elemento distintivo y diferenciador, que abarca las dimensiones sensorial, eco y funcional del material. Si no existe una razón de peso para el corcho en una determinada aplicación, nunca lograremos alcanzar AÑO 37 NÚMERO 2 JULIO 2020

Redacción Editorial Inês Silva Dias

Sede Rua de Meladas 380 4536-902 Mozelos VFR Portugal

Opinión João Pedro Azevedo

Propiedad Corticeira Amorim Coordinación Rafael Alves da Rocha

Edición Corticeira Amorim Proyecto gráfico Studio Eduardo Aires Studio Dobra (paginación)

En Amorim Cork Composites, los nuevos productos presentan un margen medio superior a diez puntos porcentuales con relación al margen medio del surtido global. Es fundamental que los nuevos productos enriquezcan el porfolio y no lo contrario.

La decisión tomada, hace ya unos años, en Corticeira Amorim de dejar que los departamentos de innovación de las diferentes unidades de negocio fueran autónomos ha reforzado realmente la capacidad de entender los problemas y oportunidades de cada segmento y aplicación. ¿Podríamos tener productos como Neutrocork, Wise, Corkeen o presenciar toda la revolución de procesos que tenemos hoy por delante en Amorim Florestal, sin una visión centrada en los problemas concretos y específicos de cada unidad de negocio? Lo dudo. Con la mirada puesta en el futuro, no habrá crecimiento sin una profunda capacidad de entrega a la innovación. La eficiencia operativa es una condición necesaria para el éxito, pero no es una condición suficiente, para ninguna de las unidades de negocio, y, por lo que personalmente conozco y veo a diario, nunca he vislumbrado tantas oportunidades para el corcho como en el momento actual. Ahora, solo depende de nosotros hacer que suceda. João Pedro Azevedo Director General Amorim Cork Composites

Traducción inglés Sombra Chinesa Traducción alemán, español, francés Expressão Impresión y acabados Lidergraf – Artes Gráficas, S.A. Distribución Iberomail Correio Internacional, Lda.

Empaquetadora Porenvel Distribuição, Comércio e Serviços, S. A. Periodicidad Trimestral Tirada 22.000 ejemplares Depósito legal 386412/15

Corticeira Amorim, S. G. P. S., S.A. se compromete a proteger y respetar su privacidad. Podrá dejar de recibir Amorim News en cualquier momento. Para ello, envíenos un correo a press@amorim.com. Para más información sobre nuestras prácticas de privacidad, así como sobre el ejercicio de sus derechos sobre sus datos personales, consulte nuestra política de privacidad, disponible en www.amorim.com AÑO 37 / NÚMERO 2

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Amorim Cork Italia gana premio de responsabilidad social empresarial Amorim Cork Italia (ACIT) ha sido distinguida recientemente con el premio BBS, de la Biblioteca Bilancio Sociale, una de las distinciones más importantes en el marco de la responsabilidad social empresarial en Italia. NEWS

ETICO, el programa de reciclaje de tapones de corcho de ACIT, fue el proyecto en la competición que quedó en segundo puesto en términos absolutos. Desde 2011, ETICO implica a diferentes asociaciones e instituciones que, a su vez, movilizan a cerca de mil voluntarios y gestionan más de cinco mil puntos de recogida de tapones por todo el territorio italiano. En los cinco últimos años se ha recogido una media de 100 toneladas de tapones. Tras nueve años de existencia, esta ha sido la primera vez que ACIT decidió presentar este programa pionero al premio BBS. Carlos Santos, director general de Amorim Cork Italia, explica que, «al no existir nada de este tipo, tuvimos que legalizar operaciones como el almacenamiento, el transporte y la granulación. Hoy contamos con un proceso maduro y de confianza. Por ello, creímos que este sería el momento idóneo para presentarnos».

En 2019, se recogieron 115 toneladas de tapones que, de las manos de dos arquitectos italianos, dieron origen a la colección SUBER. Los tapones reciclados han sido transformados en pequeños gránulos de corcho que, tras combinarse con otros materiales, han dado vida a nuevos objetos, como sistemas de iluminación, mesas, bancos, paragüeros y percheros con un diseño distinto. Ahora, el objetivo consiste en llevar la colección SUBER «al público general, a las tiendas, a la red Amorim en el contexto mundial» y también a las bodegas, indica Carlos Santos. «Queremos que los tapones de corcho usados retornen a la bodega como objeto de diseño y decoración». El director general de ACIT destaca que el objetivo principal pasa por dar «aún más importancia y protagonismo al corcho y al gesto de abrir una botella de vino».

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Corcho en la Bienal de Arquitectura de Venecia en 2021

El arquitecto libanés, Hashim Sarkis, comisario de la próxima edición de la Bienal de Arquitectura de Venecia, planteó esta pregunta: How will we live together?

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La respuesta es simple: In Conflict, el proyecto del colectivo de arquitectos de Oporto depA escogido para liderar el comisariado de representación portuguesa en la 17ª Bienal de Arquitectura de Venecia que, debido al contexto de pandemia, se pospuso a 2021. La propuesta ganadora cuenta con el respaldo de Corticeira Amorim (CA), que facilitó 100 metros lineales de aglomerado de corcho fino producidos por Amorim Cork Composites. El material permitirá dar vida a los 14 paneles expositivos que componen la instalación. De este modo, In Conflict se suma a otros proyectos anteriormente respaldados por CA que, a lo largo de los últimos años, han permitido llevar el corcho a uno de los escenarios más importantes del arte mundial. Nos referimos a «Trafaria na Praia» de Joana Vasconcelos, proyecto presentado en la bienal de arte de 2013, y, más recientemente, a las instalaciones de Leonor Antunes y Nacho Carbonell presentadas en las bienales de arte de la ciudad italiana en 2017 y 2019, respectivamente. La propuesta del estudio portugués busca

responder directamente a la pregunta How will we live together?, aprendiendo con procesos caracterizados por el conflicto, que cuestionan la problemática de habitar en sus dimensiones física y social. A través de la exposición y de debates, desde depA quieren «repensar el papel de la arquitectura como disciplina artística, pública, política y ética». Ciertamente, la exposición trae a un primer plano un Portugal estrenando la democracia, empobrecido y en proceso de descolonización. Un país marcado por la destrucción material, el desplazamiento social y la participación social. Desde este escenario, se plantean en la discusión otros proyectos relacionados con la problemática y «se construye un panorama amplio y transversal de los primeros 45 años de democracia portuguesa a través de su reflejo en la arquitectura portuguesa». Teniendo en cuenta el contexto de salud pública vivido, la 17ª Bienal de Arquitectura, inicialmente prevista para este año, se realizará en 2021. Por consiguiente, la Bienal de Arte tendrá lugar en 2022.

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El corcho no debe quedar escondido. Debe quedar a la vista. En la arquitectura de Eduardo Souto de Moura, es evidente su fascinación por los materiales, su belleza y autenticidad. Desde la escala doméstica a los proyectos urbanos, su arquitectura siempre ha sido un encuentro entre inteligencia y sensibilidad, atenta al contexto, y aportando un sentido histórico al presente. En una brillante conversación, el arquitecto portugués, ganador del Premio Pritzker, revela… ¿Cuál es su primer recuerdo del corcho? Pienso que mi primera idea sobre el corcho fue un tapón de corcho. El primer contacto que tenemos con el corcho. Son los tapones. Cuando era niño y abría el bote de la lejía, del aceite… ¿Pensaba ya de pequeño que el corcho podría ser más que un tapón? No. Ni me lo planteaba. Aún tengo dudas hoy en día. Fundamentalmente [el corcho], son tapones de corcho. A ese respecto, es un material insuperable. Ni me lo planteaba. Es imposible. En el caso de los aislamientos, ya hay debate. El primer contacto que tuve fue el tapón de corcho y es totalmente eficiente. No hay debate posible. Quien quiera discutirlo tendrá que callarse porque está comprobado, desde hace siglos, que así es. ¿Cómo usa el corcho en su vida profesional? Recuerdo a una administrativa del Hospital de S. João (Oporto). Cuando estaba enfermo o me dolían los dientes y tenía que ir al hospital, recuerdo que las escaleras del hospital eran de corcho. Y entonces me preguntaba: ¿cómo puede ser que el corcho que toco en un tapón sea blando y aquí soporte el tránsito de miles y miles de personas? Unos años más tarde me AÑO 37 / NÚMERO 2

fui a Suecia. Un taller noruego se puso en contacto conmigo para hacer el aeropuerto de Lisboa. Ellos hicieron el aeropuerto de Gotemburgo con corcho de Amorim. Y si hay un sitio donde haya una circulación brutal de personas es en el aeropuerto. Millones de personas al día, y el corcho portugués estaba allí. ¿Cuál es la propiedad del corcho que considera más importante? Como he dicho: el aislamiento. Existe un factor que descubrí en los EE. UU. cuando entré en la que quizás sea la casa más conocida del mundo, que es Fallingwater House, la casa de la cascada del arquitecto Frank Lloyd Wright. Visitamos la casa y luego abrí la puerta y vi que los baños tenían corcho pegado en las paredes. Toqué con la mano y me pareció que resultaría maravilloso estar duchándose y apoyarse contra la pared. El azulejo es frío. Esto tiene un tacto superagradable. Luego, fruto de ello, cuando desde Amorim me pidieron que diseñase un objeto de corcho, hice un tirador. Fue porque recordé esa casa Fallingwater, puse las manos en las paredes y era muy, muy agradable.

¿En qué año fue? ¿Recuerda cuántos años hace? Fue en 2011 cuando gané el Pritzker. Por la mañana fui a ver la casa y por la noche gané el Pritzker… ¿Fue entonces cuando se percató de que un material tan portugués, una materia prima portuguesa, podría tener un uso tan democrático? Sí, por poder, podría. Ahora bien, no sé si es lo correcto. Hoy en día se usa y abusa del corcho. A mí no me gusta nada tener un móvil forrado de corcho. Opino que el corcho posee elementos positivos y todo cuando es bueno lo es dentro de un campo acotado. Si algo sirve para todo, a fin de cuentas, no sirve para nada, y a mí no me gusta eso. Y estoy defendiendo mi corcho portugués. Veo corcho en tantas cosas. Vestidos de corcho, carteras de corcho, móviles de corcho, bolsos de corcho… me parece excesivo. ¿Qué recuerdos tiene del pabellón de Hannover? En el pabellón de Hannover se empezó en el exterior. Fue una sugerencia, hubo obras que me impresionaron mucho, con láminas de piedra como la pizarra y luego con el tema, pensamos: ¿por qué no hacer láminas 7


«Desde mi punto de vista, la arquitectura es una cuestión global. No existe arquitectura ecológica, no hay arquitectura inteligente, ni sostenible: únicamente hay buena arquitectura. Siempre ocurren problemas que no podemos dejar de lado: por ejemplo, la energía, los recursos, los costes, los aspectos sociales, debemos prestar atención a todos ellos».

de corcho? Es un edificio hecho a medias con Siza. Lo hicimos. Salió bien. En la parte técnica, conté con un apoyo extraordinario de Amorim. Inventamos un bloque, un aglomerado que podía ser de hormigón, un bloque de corcho extraordinario. Y sobre la exposición en el Centro Cultural de Belém, ¿dónde se usaron bloques de corcho? En el CCB, quería hacer unas siete células para proyectar siete vídeos. Necesitaba siete espacios delimitados con bloques, ladrillos. Es evidente que pensé que el corcho era mejor, aislaba, absorbía y la gente podía sentarse a ver las películas. Es fácil de transportar y también de montar. Entonces hice toda la instalación de corcho. Desde Amorim tuvieron la amabilidad de ofrecerme el corcho para la exposición (que luego recuperaron, ya que no se había estropeado). Estuvo bien. Me gustaría indicar que Amorim, si hablamos de mecenazgo, siempre es impecable. Yo nunca tuve que pedir nada. Siempre que uso el corcho, Amorim lo considera un mecenazgo. En Portugal es poco habitual. En Portugal casi no hay mecenazgo. Los dos aspectos que quiero destacar de Amorim son: disponibilidad y profesionalidad. Es una empresa con una profesionalidad que en Portugal es muy poco habitual. ¿Y cómo fue su participación en el proyecto METAMORPHOSIS de Amorim? Hice la manilla y el pasamanos. Fue tan pronto vine de los EE. UU. y me quedé impresionado. Conocía el corcho en maquetas, al tacto, pero nunca lo había aplicado directamente en la arquitectura en donde, inconscientemente, se toca y se usa (en los baños). Me quedé impresionado y apliqué directamente el material que vi por el tacto: el pasamanos y el tirador. Desconozco si se está comercializando o no. A mí me gustaría que sí. De hecho, me parece muy bonito. Siguiendo con el tirador, el arquitecto presta siempre mucha atención a este tipo de detalles. Le resultan fundamentales en la construcción como un todo. No solo tiene que ver con el corcho, sino también con su forma de estar, de diseñar y proyectar… El detalle es la guinda del pastel. Buenas ideas, el infierno está lleno de buenas intenciones. Materializar las ideas y ponerlas en práctica no es fácil. Resulta muy difícil. Ponerlas en práctica luego con coherencia en el todo y en lo particular es muy difícil. Por lo tanto, el tilín, la diferencia, se produce realmente en el detalle.

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¿Y qué decir que la sostenibilidad inherente al corcho? Claro que el corcho es sostenible, pero hoy en día todo es un negocio. Por consiguiente, siempre manda el precio. Es horrible, pero es la realidad. No vale la pena que seamos románticos y nos encanten ciertas cosas… el cliente dice no, yo quiero este, el más barato. Y punto. Cuando hablo de la sostenibilidad, no estoy hablando de las cualidades físicas o químicas del material. Hablo del índice económico de su aplicación. En el supuesto de que no hubiera techo de gasto, cuando tiene la puerta abierta, mi pregunta es: ¿considera el corcho un material noble, orgánico, sostenido, reciclable...? Voy a ser sincero y honrado. Puede que me equivoque, pero el corcho no debe quedarse escondido. Debe quedar a la vista. Es una pena, los alcornoques y aquellas cortezas cuando paso por el Alentejo no veo alcornoques cubiertos de cemento. Por consiguiente, esa imagen es algo que me resulta repugnante. Pienso que el corcho es bonito por su color, su textura, su naturalidad y por ello el pabellón de Hannover resultó un éxito. Primeramente, es bonito y, en segundo lugar, le aporta una identidad. Ahora, tenemos que estudiar su eficacia. Una cosa es que nos encante el material, pero ¿no le da pena que un material que tarda 45 años en hacerse, se ponga en una pared y luego se cubra? Tiene que ser muy bien racionado.

Eduardo Souto de Moura nació en Oporto en 1952. Formado en Arquitectura por la Escuela de Bellas Artes de Oporto, empezó su carrera colaborando con Álvaro Siza, cuando aún era estudiante. En 1981, recién licenciado, gana el concurso del Centro Cultural de la Secretaría de Estado de Cultura en Oporto e inicia su actividad de forma independiente. Entre sus proyectos más conocidos destacan la torre Burgo, en Oporto, el estadio municipal de Braga y la Casa de las Historias – Paula Rego, en Cascais. Aparte de practicar la Arquitectura, Eduardo Souto de Moura es profesor en la Universidad de Oporto y profesor invitado en Ginebra, París-Belleville, Harvard, Dublín, ETH Zúrich y Lausana. En 2011, Eduardo Souto de Moura se vuelve el segundo arquitecto portugués que gana el Premio Pritzker, y en 2018 ganó el León de Oro de la Bienal de Venecia. 8


Corticeira Amorim Pasión por la innovación Si la curiosidad mueve el mundo, la innovación es la fuerza que permite avanzar e ir más lejos. En Corticeira Amorim, el I+D es una estrategia central del grupo, decisiva para consolidar el liderazgo y transversal a todas las unidades de negocio. La innovación transforma sueños en realidades, hace lo imposible real, encuentra nuevas aplicaciones para un material milenario y añade capas de sentido al corcho. Sin embargo, la pregunta persiste: ¿de qué materia se hace este impulso innovador? AÑO 37 / NÚMERO 2

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Hace 150 años que la ambición de Corticeira Amorim es elevar el perfil del corcho. Esto solo es posible mediante un compromiso fuerte, sostenible y firme con la innovación. Aún sabiendo que está claro que el corcho es, por naturaleza, un material fuera de serie, que añade un conjunto de propiedades y características únicas que ningún material artificial ha sido capaz de replicar, la verdad es que solo el conocimiento científico y la investigación tecnológica, aliados a un pensamiento estratégico y creativo, permiten llevar el corcho más lejos, desarrollar nuevas aplicaciones para un material 100 % sostenible y explorar caminos nunca imaginados, que exaltan lo que la naturaleza ha creado. Partiendo de las características naturales del corcho y su enorme potencial, el desafío para Corticeira Amorim ha sido siempre desarrollar nuevas aplicaciones, capaces de hacer la diferencia y añadir valor. De este modo, se abre, a través de la innovación, un campo de posibilidades ilimitado para el corcho, que se materializa en un catálogo sin igual en el sector, que pasa por todas las unidades del grupo. Lo que empezó como un primer laboratorio especializado en control de calidad, de producción y procesos (Labcork, creado en 1983), alcanzó tal dimensión que la I+D+i abarca, en la actualidad, una inversión media anual de más de ocho millones de euros, aparte de la inversión en proyectos autónomos de tecnología de última generación y en procesos de producción exclusivos. Como resume António Amorim, presidente y director ejecutivo de Corticeira Amorim, «gracias a una inversión sin precedentes en I+D+i, a la incorporación de tecnología de última generación que fomenta la capacidad productiva y a una postura de capacidad emprendedora, rigor, creatividad y calidad, hemos otorgado una nueva dimensión a lo que en el siglo XIX empezó siendo un pequeño negocio de tapones de corcho. Abrimos las puertas a la innovación del producto, pasando de lo tradicional a las aplicaciones más sofisticadas, capaces de responder a los desafíos técnicos y medioambientales de algunos de los sectores más exigentes del mundo». Durante años, el impulso innovador de Corticeira Amorim estuvo centrado, especialmente, en el corcho. En las próximas décadas, el reto es seguir expandiendo el potencial de este material sin igual, al tiempo que se profundiza en el conocimiento del árbol que está en su origen: el alcornoque. Ciertamente, de unos mejores alcornoques dependerá un mejor corcho, en cantidad y calidad suficientes para responder a los

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enormes desafíos que se avecinan en el sector del vino, y en otros. Este viaje de descubrimiento empieza con el conocimiento empírico, vivido en el terreno y seleccionando la mejor materia prima. También se vive en los bosques, donde el corcho se extrae y en las fábricas, aprendiendo de los que más saben y desarrollando nuevos materiales y soluciones con el corcho para ampliar su abanico de aplicaciones.

Vanguardia en la economía circular

Para esta expansión y diversificación de posibilidades del corcho fue decisiva la apertura, en 1963, de una unidad especialmente creada para aprovechar los restos de la producción de tapones de corcho. La fecha marca, de un modo indeleble, la historia de Corticeira Amorim como grupo cuya misión es añadir valor al corcho, desarrollando el potencial de este material tan noble y único, y ampliando su espectro de aplicaciones. Asimismo, marca de forma clara —y esto es especialmente significativo— la faceta vanguardista del grupo, que ya en la década de 1960 daba sus primeros pasos hacia el modelo de economía circular que hoy es transversal a todas las unidades de negocio que lo integran. El conocimiento empírico fue el inicio del viaje, en el sentido de profundizar en el entendimiento del corcho y, por consiguiente, vislumbrar todo su potencial. La creación de unidades industriales que pudiesen transformar dicha ambición en más valor, materializando dicho potencial, fue el siguiente paso. Aun así era necesario ir más lejos. Por ello, el corcho, cuya historia está vinculada al descubrimiento de la célula, se analizaba con lupa, para que se pudiera revelar todo cuando tenía para ofrecer. En laboratorios, universidades y centros de investigación, pasando por diferentes áreas de conocimiento para responder a cada desafío con creatividad, ingenio y visión, siempre con un profundo respeto por la naturaleza. El resultado de este recorrido apasionante y transformador es que hoy, impulsado por la innovación, el corcho se afirma en todo el mundo como materia prima de elección. En sectores como el del vino, desde luego, pero también en la construcción sostenible, las industrias aeronáutica y aeroespacial, los transportes, el diseño, la moda, la arquitectura y las artes, el paisajismo, el deporte y un sinfín de otras aplicaciones en proyectos de referencia mundial.

AMORIM CORK:

Reinventar el tapón de corcho A finales de los años 90, con la amenaza de los tapones alternativos, la industria de tapones de corcho se enfrentó al mayor desafío en su historia. La cuestión era simple: innovar o desaparecer. La innovación nos mejoró, y hoy el conocimiento, aliado a la tecnología puntera, produce los mejores tapones de corcho del mundo, preferidos por productores de vino y consumidores. De la erradicación del TCA a la interacción entre vino y tapón, en Amorim Cork la innovación lleva la tradición más lejos. Miguel Cabral, responsable de investigación y desarrollo en Amorim Cork, llegó a la empresa a finales de 1999 y se metió directo en el ojo del huracán. «Recuerdo muy bien ese momento clave, muy importante, cuando llegué aquí. Había un ataque significativo al tapón de corcho y era necesario buscar respuestas». La respuesta no se hizo esperar y, en los inicios del siglo XXI, se crearon dos nuevas fábricas, una en Coruche (2000) y otra en Ponte de Sor (2001), que introducían una forma diferente de trabajar, donde la innovación tuvo un papel decisivo, desde las medidas profilácticas al control de calidad. La prioridad era combatir al enemigo público del corcho, el TCA (tricloroanisol), y esto se hacía en tres etapas, por medio de medidas preventivas, curativas y de control. Las medidas preventivas, recuerda Miguel Cabral, eran relativamente fáciles de llevar a cabo en unidades industriales nuevas como las que acababan de nacer en el Alentejo. Con respecto a las medidas de control, se produjo una feliz coincidencia, o un «momento perfecto». Como Miguel Cabral recuerda, en mayo del año 2000, un laboratorio americano presentaba en Portugal los resultados de un estudio sobre control de calidad de tapones de corcho, que no era más que una herramienta que permitía analizar la presencia del TCA de forma objetiva. En 2001, con base en dicha investigación, se realiza la primera cromatografía en las instalaciones de Amorim Cork. «Era extremadamente importante para separar la paja del trigo y distinguir los lotes contaminados», recuerda. Faltaban las medidas curativas, y en este 10


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©Dora Miller

capítulo el sistema ROSA®, un método de extracción de TCA desarrollado y patentado por Amorim Cork, fue decisivo en la lucha contra el TCA: «fue el primer paso hacia delante», subraya Miguel Cabral, «logramos tener lotes mucho más limpios y una reducción de cerca del 80 %». Luego, en 2007, el mismo sistema, hasta ese momento algo exclusivo de los tapones de corcho técnicos, se aplica a los tapones naturales y surge ROSA Evolution®, con una reducción significativa de la contaminación. Sistemas como el ROSA® permitieron aumentar considerablemente la credibilidad en el mercado, pero todavía se podía ir más allá. En 2008, arranca un proyecto absolutamente disruptivo que marcaría un antes y un después en la historia de Amorim Cork, y en la historia de la industria de los tapones de corcho como un todo. Una inversión sin precedentes en I+D+i llevó a la puesta en marcha, en 2016, de un sistema revolucionario de análisis tapón a tapón, el sistema NDTech, que lanzaba el primer tapón de corcho natural con un funcionamiento de TCA no detectable. En 2019, Amorim Cork produjo 57 millones de tapones de corcho NDTech y el sistema se amplió a los tapones de corcho del champán, con el lanzamiento de NDTech sparkling. 57 millones es un número impresionante, pero ¿qué sucede con los restantes tapones de corcho natural? Como líder de la industria, Amorim tiene la responsabilidad de abrir camino, y eso

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solo es posible a través de un compromiso firme con la innovación. No llega con eliminar el TCA de algunos tapones de corcho, es menester erradicarlo, y ese fue el compromiso asumido para el año 2021. «Todos los tapones de corcho técnicos están ya cubiertos, ahora falta extender este funcionamiento a todos los tapones naturales», indica Miguel Cabral.

Tapones de corcho que no necesiten sacacorchos

La erradicación del TCA será, sin lugar a duda, una gran conquista, pero la innovación no acaba aquí. Como Miguel Cabral subraya, «innovación significa resolver aspectos negativos, pero también desarrollar aspectos positivos». Un buen ejemplo es el sistema Helix, que presentó, por primera vez al mundo, un tapón de corcho que prescindía del sacacorchos, reinventando de forma innovadora el binomio corcho-vidrio. En la actualidad, la innovación en Amorim Cork se centra especialmente en proyectos en el área de la interacción vino-tapón, para entender de qué modo el tapón de corcho va a permitir la evolución del vino a lo largo del tiempo. Veinte años atrás, cuando Miguel Cabral entró en la empresa, era difícil explicar lo que se planteaba hacer. «¿Miguel, usted va a investigar la tapa de una botella?» escuchaba a menudo. Ahora, el balance es positivo. «No imaginamos lo que está detrás de un tapón de corcho ni la importancia que el tapón de corcho tiene en la interacción

con el vino, concretamente, cómo puede ayudarlo a envejecer de forma equilibrada en una botella con el paso del tiempo».

AMORIM CORK FLOORING:

La filosofía del diseño como principio orientador Amorim Cork Flooring (ACF) acaba de lanzar Cork Signature, un programa de soluciones para pavimentos, totalmente personalizable, que promete revolucionar el sector. No obstante, la innovación no es noticia en una empresa que adopta la filosofía del diseño como principio orientador. «La innovación está en el corazón del grupo y se extiende a todas las unidades», afirma Jean-Sebastien Moinier, responsable de Innovación de Amorim Cork Flooring, quien enfatiza que, con el cambio de milenio, la innovación asumió un papel realmente central en la empresa. «En ese entonces empezamos a desarrollar una nueva generación de productos que respondía muy directamente a las necesidades emergentes del mercado y a las expectativas de los consumidores». «El proceso de innovación siempre 12


empieza por comprender qué es lo que la gente busca y cuáles son las tendencias del mercado», prosigue Jean-Sebastien Moinier. «Lo que pudimos comprobar es que existe una gran preocupación por el confort doméstico, que cada vez se vuelve más importante. Si quisiéramos resumir, podríamos afirmar que se trata de hallar soluciones sostenibles para las personas y también para el planeta. Por lo tanto, aquí es donde se centra nuestra estrategia: ser la empresa de revestimientos líder en materia de sostenibilidad, porque nuestros productos se fabrican a partir de esta materia prima con credenciales de sostenibilidad únicas que es el corcho», subraya Jean-Sebastien Moinier. La sostenibilidad es, obviamente, una preocupación de los consumidores, pero también lo es la salud, concretamente, la calidad del aire interior. Aquí el corcho representa la gran diferencia. El impacto climático causado por nuestras elecciones es muy relevante, y la manera en la que podemos utilizar los materiales en un contexto de economía circular se vuelve crucial para las empresas. «El corcho nos ofrece al respecto un legado único: es natural, renovable, reciclable y no trae ningún elemento químico a nuestro entorno», explica el responsable de Innovación de Amorim Cork Flooring. «Cuando prestamos atención a esta tendencia de mercado, debemos traducirla en soluciones para suelos y paredes, y eso es lo que hacemos. Paso a paso, seguimos este viaje con un enfoque de cuna a cuna, que se inicia al escoger los materiales llamados saludables».

La innovación invisible

El secreto está en ver la innovación desde otra perspectiva: «estamos habituados a pensar en la innovación algo visible, el último avión, el último smartphone. Aunque la innovación represente algo muy pragmático. Puede ser invisible. Puede estar dentro del producto. Lo que esté dentro del producto será significativo, muy valorado por el consumidor». El segundo pilar de la innovación, para Amorim Cork Flooring, está realmente centrado en el producto, que deberá aportar beneficios claros, ser fácil de usar y, como Jean-Sébastien Moinier indica, ser básicamente una «solución sin problemas». Es decir, algo que dure, de fácil mantenimiento y resistente a las vicisitudes del uso doméstico o al peso del contexto contract. En el proceso de desarrollo de producto, que junta a ingenieros, diseñadores y gestores de proyectos, losinsumos de los AÑO 37 / NÚMERO 2

consumidores, que interactúan con los productos, son fundamentales: «hemos de definir hacia dónde queremos ir y paso a paso alcanzaremos el éxito. No llega con ver lo estándar. Es importante estar cerca de los usuarios, pasar tiempo con ellos, para que haya ese intercambio y para que podamos interpretar y traducir sus necesidades. La relación con los usuarios forma parte del proceso de innovación». El siguiente paso en esta cultura de innovación es precisamente la adopción de este método de filosofía del diseño que, al observar las personas y sus comportamientos, nos dirige a la solución que realmente necesitan. En este sentido, la personalización es el futuro, aunque también el presente y, por ello, Amorim Cork Flooring ha desarrollado el programa de pavimentos Cork Signature que permite 17 000 combinaciones diferentes, a partir de colores, formas, acabados e incluso modos de instalación. El resultado es una solución realmente personalizada, que crea espacios únicos a la medida de las personas. En desarrollo está la versión de este programa para las soluciones de paredes, el programa Dekwall Signature, y también una nueva solución amiga del medioambiente para la categoría LVT – Luxury Vinyl Tile, en el segmento del lujo.

AMORIM CORK COMPOSITES:

Ni el cielo es un límite La innovación está en el génesis de Amorim Cork Composites (ACC), cuyas raíces se remontan a 1963, momento en el que se crea una unidad pensada para producir granulados y aglomerados de corcho, a partir de los restos de la industria de tapones de corcho. Estaba abierto el camino para descubrir un conjunto de nuevas aplicaciones para el corcho. Con una sólida cultura de innovación, esta unidad precursora ya demostró que, para el corcho, ni siquiera el cielo es un límite. Visible, implícita, en el exterior o en el interior, el corcho está presente en los lugares más inesperados y en los productos más increíbles, y si hay empresa que conoce dicha realidad de cerca es Amorim Cork Composites. La cultura de la innovación está en sus genes y el mejor desafío es siempre el siguiente desafío. En la actualidad, ACC opera en 25 segmentos de negocio diferentes y suministra materiales

a algunas de las industrias más exigentes y avanzadas del mundo, en sectores tan diferentes como el aeroespacial, el de la construcción o el de las superficies deportivas, por mencionar solo algunos. «Somos una empresa que busca constantemente nuevas aplicaciones para el corcho, añadiendo siempre valor a nuestra materia prima», explica Eduardo Soares, director de Innovación de ACC. «Desarrollamos muchos proyectos progresivos que responden directamente a las necesidades del mercado, y luego otros, más disruptivos y pioneros». En ambos casos, el desarrollo del producto y el conocimiento de las aplicaciones constituyen una pieza clave. «En realidad, nuestra competencia no se centra, por norma general, en otros productos u otras empresas de corcho, pero sí en tipos de materiales totalmente diferentes», sintetiza Eduardo Soares. «Nosotros intentamos llevar el corcho a otras áreas muy variadas, encontrar nuevas aplicaciones, y, por ello, la innovación aquí es fundamental». Desde luego, dado que es un proceso que exige mucho conocimiento y un área técnica extremadamente competente, capaz de dar respuesta a múltiples áreas de negocio, cada una con sus características, particularidades y desafíos. «Es un aliciente para quien trabaja aquí, porque no hay dos días iguales, y lidiamos con desafíos que proceden de diversos sectores tecnológicos», resume el director de Innovación de ACC.

Generador de ideas

Debido a su posicionamiento en la vanguardia y a su porfolio de materiales innovadores en el área de materiales, ACC es, justamente, percibida como líder. Es una especie de generador de ideas que lanza al mercado nuevos conceptos disruptivos, con un riesgo mayor asociado (el 30 % de los proyectos, de acuerdo con el responsable), o responde directamente a pedidos de clientes, centrándose en lagunas concretas que deben cubrirse (el 70 % de los proyectos). En 2020, una de las grandes apuestas de Amorim Cork Composites es la aplicación del corcho en parques infantiles. La necesidad estaba identificada: crear parques infantiles que fueran seguros, sostenibles y accesibles, y la respuesta fue Corkeen by Amorim, un proyecto que no existiría sin innovación. «Corkeen by Amorim es el gran tema de este año, desarrollamos y patentamos una primera versión que está en el mercado, y diseñamos un modelo de negocio que 13


estamos poniendo en marcha en diferentes países». Simultáneamente, dos áreas en gran desarrollo son las de los underlays y los underscreeds, dentro de la temática de la economía circular. Como Eduardo Soares dilucida, «el underscreed U38 ofrece un funcionamiento superior, claramente en la cúspide de la pirámide, pues recurre a materiales reciclados y al corcho, y, por ello, es natural que la recepción del mercado sea tan animadora». La cuestión de los formatos de los materiales es otro de los grandes vectores de innovación en ACC. Para responder a este desafío que posibilita el desarrollo de nuevos productos susceptibles de sustituir, en gran parte, el uso de plásticos tradicionales, ACC ha desarrollado el programa de materiales Extrucork. Es decir, compuestos de corcho con biopolímeros, que permiten que el corcho sea inyectable, extruible, moldeable y termoformable, que crea formas nunca antes alcanzadas y que abre puertas a más aplicaciones. El ímpetu innovador de ACC es tan fuerte, que en un mundo perfecto la empresa estaría desarrollando productos nuevos todos los días. Para estimular aún más esta capacidad de innovar, desarrollar materiales diferenciados y probarlos, ACC inauguró, en octubre de 2018, i.cork factory, una fábrica-piloto para la innovación, que funciona como laboratorio y espacio de experimentación por excelencia, tanto para nuevos compuestos como para tecnologías pioneras. «i.cork nace con el objetivo claro de acelerar nuestra capacidad de desarrollar materiales y probar nuevas tecnologías para dichos materiales o para renovar nuestros procesos actuales.

«Usamos ese conocimiento que tenemos de la economía circular en la industria del corcho para ir a buscar materiales que no se aprovechan en otros sectores y les damos una nueva vida». Ejemplo de ello es un «proyecto estructurante» en colaboración con Nike, en el que ACC incorpora materiales reciclados para crear nuevos compuestos con innumerables aplicaciones en un claro ejemplo de simbiosis industrial. La cuestión de la sostenibilidad es obviamente central y, en un momento en el que gran parte de las soluciones lanzadas por el sector de los plásticos se vuelven obsoletas, el corcho constituye una excelente alternativa. «Para varios sectores de la industria, el corcho representa la naturaleza, y transportar dicha naturaleza a nuestras aplicaciones más corrientes representa cada vez más el camino», concluye Eduardo Soares.

i.cork hecho: fábrica, laboratorio y centro de pruebas

Desde la creación de la primera unidad de Amorim Cork Insulation, en Silves, en 1967, hasta hoy, mucho ha cambiado en la forma como vivimos, construimos y habitamos. La arquitectura de referencia ya no se concibe sin una perspectiva de sostenibilidad y la búsqueda por materiales y soluciones de construcción sostenible ya no parte solo de los diseñadores, sino también del consumidor final. Por lo demás, la innovación surge como una respuesta a los retos que plantea el mercado desde la fundación de Amorim Cork Insulation, como explica Carlos Manuel, director ejecutivo de la empresa: «nuestro concepto de innovación es un concepto dinámico, lo que significa que estamos siempre atentos a lo que el mercado necesita». En este sentido, las solicitudes específicas de los arquitectos son a menudo

En un entorno mixto entre una fábrica, un laboratorio y un centro de pruebas, con un espíritu claro de práctica, hacemos prototipos de los materiales del mañana y podemos producir preseries con nuevos procesos que queremos escalar para nuestras operaciones», resume Eduardo Soares. En su origen, ACC surge para poner en valor restos de corcho mediante la transformación del 70 % de los derivados de la producción de tapones de corcho granulados, y estos en valiosos aglomerados con los cuales busca darle nuevos usos al corcho. Ese modelo, inscrito en el código genético de la empresa, es más fuerte que nunca. «La economía circular es un eje central en ACC», resalta Eduardo Soares.

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AMORIM CORK INSULATION:

Construyendo las ciudades del futuro En Amorim Cork Insulation (ACI), la innovación es un concepto dinámico, que acompaña a los retos planteados por los que están en primera línea: arquitectos, ingenieros y paisajistas. Desde productos icónicos en el área de la construcción sostenible, como MDFachada, a las nuevas soluciones para césped natural, pasando por las fachadas verdes de las ciudades del futuro, el corcho muestra su cara más innovadora.

el motor de la innovación en Amorim Cork Insulation. En este contexto es donde surge en 2000 un producto totalmente innovador desarrollado por esta unidad, y que se convertiría en uno de los iconos de Amorim Cork Insulation: la solución MDFachada. Se trata de una aplicación innovadora, en la que el corcho queda bien visible, en el exterior de los edificios, y surge como una respuesta al proyecto diseñado por los arquitectos Siza Vieira y Eduardo Souto de Moura para el Pabellón de Portugal en la Expo 2000 en Hannover, Alemania. En 2012, los indicadores de la innovación vuelven a afinarse. El mercado pide nuevas soluciones, con un mayor énfasis en el uso de corcho en el diseño de interiores, y Amorim Cork Insulation responde con productos que permiten dar un uso más decorativo y personalizado al corcho. Estos productos, subraya Carlos Manuel, están destinados al mercado global: Portugal, países europeos, especialmente Italia, que históricamente está a la vanguardia del diseño, y los territorios asiáticos. Los arquitectos y diseñadores explotan todo el potencial del material, invirtiendo en modelos personalizables y diseños a medida.

Corksorb, una respuesta a la catástrofe medioambiental

Pero la innovación en Amorim Cork Insulation va mucho más allá de los dominios de la arquitectura y el diseño de interiores. La empresa busca constantemente nuevas soluciones que amplíen las posibilidades del corcho, contribuyendo al mismo tiempo a proteger el planeta. En este sentido, el producto Corksorb, desarrollado para mitigar los vertidos de hidrocarburos en los océanos, provocados por grandes buques petroleros, surge como una respuesta a una catástrofe medioambiental. Como señala Carlos Manuel: «afortunadamente la situación que se produjo en el origen de la aplicación hoy ya no existe, porque la legislación obliga a estas embarcaciones a tener doble casco. Sin embargo, la solución Corksorb sigue cumpliendo su función absorbente a una escala diferente: se aplica a industrias con fugas de petróleo y otros hidrocarburos». Por sus características, el corcho absorbe solo el crudo, no el agua, y tiene la ventaja de que después puede ser comprimido para recuperar el crudo, es decir, tiene la posibilidad de ser reutilizado. «Hay un concepto — en este caso el uso de granulado de corcho expandido para absorber materiales no deseados — y 14


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luego hay variaciones, adaptadas a las necesidades del mercado», subraya el director ejecutivo de Amorim Cork Insulation. La aplicación de prácticas de la economía circular en el seno de Amorim Cork Insulation también ha producido importantes resultados en términos de innovación. Ejemplo de ello es el aprovechamiento del subproducto del proceso de producción y reciclado en nuevas soluciones para céspedes naturales. Esta innovadora solución viene a sustituir a la tradicional turba, reduciendo sustancialmente el consumo de agua y contribuyendo a reducir en un 40 % las lesiones de los jugadores. Sostenibilidad y seguridad son dos conceptos clave en una solución que fue adoptada durante la Eurocopa de 2016, y es utilizada en España, en los campos de entrenamiento del Real Madrid. Este tipo de aplicación también puede utilizarse en las cubiertas ajardinadas de edificios, constituyéndose como una solución sostenible, que mejora la calidad del aire y potencia el confort térmico. «Es una forma innovadora de valorizar un producto reciclado que se integra perfectamente en el concepto de economía circular», concluye Carlos Manuel.

AMORIM FORESTAL:

Al principio ya existía alcornoque Toda innovación trae el futuro al presente, y en Amorim Forestal el mañana se siembra hoy. Lanzado en 2013, el Proyecto de Intervención Forestal (PIF) es el pilar de innovación forestal de la unidad, y se basa en I+D para garantizar que tengamos más y mejor corcho. Doblemente enfocado en los campos de la investigación científica y la producción forestal, este ambicioso proyecto comienza a dar los primeros frutos, integrando innovación y visión de forma ejemplar. Al principio, la materia prima. El corcho es la base de toda esta industria, y por eso, para pensar en el futuro hay que volver al origen de todo, el alcornoque. Como líder de la industria, Corticeira Amorim es la entidad que más sabe de corcho en el mundo. El reto para los próximos tiempos es convertirse en la entidad que más contribuya al desarrollo y al conocimiento del alcornoque. Y todos los pasos se están dando en esa dirección. Como explica Francisco Carvalho, AÑO 37 / NÚMERO 2

administrador de Amorim Forestal: «hemos asumido el liderazgo en esta área. No creo que nadie tenga al mismo tiempo la dimensión, la capacidad financiera y la visión para hacerlo». Lanzado en 2013, el Proyecto de Intervención Forestal surge entonces como una respuesta a los retos que los factores bióticos y abióticos plantean a los alcornocales, para mejorar el futuro del sector del corcho. A grandes rasgos, el objetivo del PIF es, a través de la investigación científica, trabajar el alcornoque y su biotecnología para que la producción de corcho consiga en el futuro seguir, tanto en calidad como en cantidad, el crecimiento previsible del mercado. La meta es plantar 50 000 hectáreas de alcornoques en los próximos diez años, un aumento del 7 % de la superficie de plantación, lo que permitirá un crecimiento del 35 % de la producción de corcho. Este salto solo es posible con innovación. Antes de concebir el proyecto, los responsables de Corticeira Amorim hicieron un análisis profundo del contexto para comprender cuáles eran las áreas que necesitaban mayor intervención y lo que se podía hacer, a corto y medio-largo plazo. «Teníamos ante nosotros un escenario en el que el mercado exigía cada vez más y mejor corcho, y lo que obteníamos del bosque iba a contracorriente, en una permanente degradación cualitativa y cuantitativa. Durante algunos meses, hemos estado sobre el terreno, conociendo y estudiando otras realidades y percibiendo sus dinámicas, identificando los ámbitos en los que podríamos llevar a cabo una intervención”.

Cuidar del presente y construir el futuro

Desde el principio, quedó claro que la estrategia tendría que dividirse en dos vertientes principales: cuidar el presente y construir el futuro sobre la base de la investigación científica y la transferencia de conocimientos. Rápidamente se establecen protocolos con varias instituciones académicas y científicas, en Portugal (Universidad de Évora, Universidad Católica Portuguesa, e ISA, entre muchas otras) y en el extranjero (CSIC, Generalitat de Catalunya) con el objetivo de ampliar el conocimiento del suelo, en varios ámbitos complementarios. Paralelamente, se inicia el trabajo sobre el terreno, junto a los productores forestales, con el objetivo de implementar y probar nuevas metodologías y enfoques e inyectar una nueva dinámica en el sector. El proyecto se desarrolla en tres fases:

la primera se centra en la investigación científica y en la biotecnología para producir conocimiento sobre la dehesa, el alcornoque y sus plagas. La segunda fase pasa por probar este conocimiento y la experiencia en el terreno, en las plantaciones de Corticeira Amorim y en alianzas. La tercera fase consiste en ampliar ese conocimiento y compartirlo con otros productores forestales para que instalen dehesas más robustas y rentables siguiendo las nuevas metodologías. La reducción del primer ciclo de extracción del corcho era el objetivo más inmediato. A través de metodologías innovadoras en el área del alcornoque, como el riego por goteo en un período inicial limitado y la micorrización (asociación simbiótica del alcornoque a un hongo que lo hace más resistente y robusto), ya fue posible anticipar la primera extracción. La densidad de los asentamientos de alcornoques es otro de los puntos de la agenda en estudio, así como la secuenciación del genoma, la mejora del alcornoque y la lucha contra plagas y enfermedades, como las larvas, y la investigación se prueba sobre el terreno, bien en asentamientos nuevos, bien mediante el monitoreo de asentamientos instalados al principio del PIF, o bien sobre alcornoques adultos. Por lo demás, como explica Nuno Ribeiro, profesor del Departamento de Fitotecnia de la Universidad de Évora, actualmente se trabajan modelos matemáticos que combinan varios factores y que podrían ser una herramienta fundamental para productores forestales.

La parte mágica de la visión a largo plazo

Son pasos indispensables para alcanzar grandes logros. La estrategia es progresiva y siempre hay una diferencia inevitable entre lo que se está haciendo y los resultados. El hecho de que el alcornoque sea un árbol de crecimiento lento plantea retos muy particulares. Hay que saber esperar para ver y medir los resultados. El hecho de que Corticeira Amorim tenga esta visión a largo plazo, con protocolos de varios años, es, según Nuno Ribeiro, «la parte mágica», pues permite a los científicos trabajar con un horizonte muy cómodo. A pesar del tiempo necesario, los progresos son notables en tan solo siete años. El proyecto Regagork, implementado en 2003 y que permitió la primera extracción de corcho virgen a los 12 años, o la secuenciación del genoma del alcornoque, realizada a través del consorcio Genosuber, son ejemplos de ello. 17


«Cuando no hay espíritu de sacrificio no hay pasión» Son 90 años de historia que unen a la familia Cardoso con Amorim. De Mesão Frio a Meladas, de la granja a las fábricas, pasando por el barrio. Recuerdos de bailes, de deshojada del maíz y de excursiones. Décadas de mucho trabajo y dedicación. «Una vida en familia», bastante grande, por cierto. Una familia que, con orgullo todos describen, ha estado «siempre unida». Para contar la historia de la familia Cardoso tenemos que volver a sus orígenes. Ir Duero arriba, hasta Mesão Frio (Vila Real). Es allí donde, en el año 1970, en una de las visitas de negocios a la pequeña villa, José y Joaquim Amorim descubren a Manuel Pinto Cardoso y Ermelinda Lopes. Manuel y Ermelinda «trabajaban los campos, en las granjas de señores que vendían corcho a Amorim». José y Joaquín buscaban cuidadores para la granja de la familia, en Meladas. Así avanzó «lo acordado» que vendría a cambiar el rumbo de la familia Cardoso para siempre. Ese mismo año, Manuel y Ermelinda dejan Mesão Frio con «los hijos menores, que aún no trabajaban»: Fernando, Joaquim, António, Celestino y Francisco. Atrás quedan otros cuatro, Idalina, Alice, José Luis y José Manuel, que pronto se unirían a ellos, en este orden. Ese fue el acuerdo, no se sabe si «por escrito o de palabra»: los Cardoso venían a Meladas con la condición de «traer a los hijos casados y solteros», que irían a ayudar en el campo, «pero tendrían que tener trabajo en las empresas de la familia Amorim». Y así fue. En los primeros años de la década de 1970, con excepción de Celestino y Francisco, todos los hijos varones de Manuel Cardoso y Ermelinda Lopes y los dos yernos, Zé, casado con Alice, y Manuel, casado con Idalina, encontraron trabajo en las fábricas. Uno tras otro, casi todos fueron a

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parar a Corticeira Amorim, actualmente denominada Amorim Cork Composites. Solo Fernando y Antonio permanecieron en la Unidad de Revestimientos, actual Amorim Cork Flooring. José Almeida, uno de los yernos de Manuel y Ermelinda, trabajó en Corticeira Amorim durante 37 años. «Era el señor de la sierra» y «también zapatero del personal». Antonio Martins Pereira, el segundo yerno, trabajó otros tantos en la trituración. José Luís, uno de los hijos mayores, operaba «la prensa del BL2, en ese momento lo llamaban prensa de los bloques». Pasó casi cuatro décadas en la compañía hasta que se jubiló. También en Corticeira Amorim, el hermano, José Manuel, hoy con 74 años, hizo un poco de todo. «Trabajé desde la entrada de la puerta hasta el fondo de la fábrica». «Aún hoy tengo amistades de allí», dice. Amistades de un tiempo donde «la mentalidad y el espíritu eran otros». «Era otra vida. Otra vida donde se trabajaba mucho». Sin embargo, «en la granja se trabajaba más», puntualmente añade José Manuel. «Llegamos a tener 23 bueyes», afirma con orgullo. Los Cardoso «trabajaban en la fábrica y, al final del horario laboral, iban a la granja». Ermelinda y el Sr. Manuel de la granja, como era cariñosamente conocido Manuel Cardoso en el pueblo, no tenían sueldo, pero disfrutaban de todo lo que la granja les daba. «Podían tener el ganado que

quisieran» y ganaban con la venta de los animales y la fruta. Así estuvieron «nueve, diez años», hasta que, con la llegada de la vejez, «ya no podían hacer los campos» y se fueron a vivir a casa de su hija Idalina, en el barrio Amorim. Los recuerdos felices de la granja son "todos", dice José Manuel mientras sonríe. «Conocemos a los hijos de Doña Margarida, de Doña Luzia, del Sr. Américo… iban para allá todos y nosotros tratábamos con ellos». Laurinda, esposa de José Manuel, recuerda que «eran buenos tiempos, sobre todo para los niños».

Los recuerdos de la tercera generación

Los niños era algo que no faltaba en la familia Cardoso. El clan de nueve hijos dio origen a una decena de nietos. Más de una decena de primos Cardoso criados en la granja de Meladas. Aunque, poco a poco, los Cardoso pasaron «a tener sus casitas en el barrio Amorim», las memorias más destacadas fueron pasadas en la granja de Meladas», afirma Luis Cardoso, hijo de José Manuel. «Uno venía a dormir a casa, pero toda la vida se hacía en la granja», recuerda. En el caso de Luis, la afirmación no podía ser más cierta porque, hace 48 años, ese fue el lugar donde nació. «Ya no hubo tiempo para ir al hospital de Oleiros. Teresa y Ana Paula, hijas de Idalina Cardoso, 18


De izquierda a derecha: Teresa Cardoso; João Pedro Cardoso; Maria do Céu Cardoso; Isabel Cardoso; Ana Paula Cardoso; Luís Cardoso

Con «la niña Tininha, se mantuvo siempre una relación muy estrecha mientras vivió», cuenta Maria do Céu. «Yo la quería mucho y ella a mí. La echo de menos, la echo mucho de menos», recuerda Ana Paula. De la decena de primos Cardoso criados en la granja, nueve terminaron trabajando en Amorim Cork Composites (ACC). Hoy trabajan allí siete: Luís, Teresa, Ana Paula, Maria do Céu, Isabel, João Pedro e Ivo. Trabajan en diferentes áreas de la fábrica. Maria do Céu es recepcionista, pero dentro de la empresa ya ha hecho un poco de todo. Entró en Amorim a los 17 años, lleva 32 en la empresa. «Antiguamente las señoras no trabajaban aquí, las pocas que lo hacían eran señoras mayores, hacían bolsas de granulado. Cuando abrieron el pabellón de las juntas fue cuando empezaron a emplear mujeres. Éramos conocidas como las chicas jóvenes, era el sector más joven de Corticeira», recuerda con nostalgia. Fue también en las juntas donde comenzó la prima Ana Paula. Hoy está «en el montaje de memo boards”. Vino para ACC a los 19 años, «para tener derechos», hoy tiene 48. «Cada momento que paso ahí dentro es especial Tininha, las excursiones para mí, me gusta trabajar, me gusta hacer y los bailes lo que hago, todos los días aprendo cosas Aunque nadie de la familia Amorim vivía nuevas». En el mismo sector de la compañía allí en la granja, el lugar «era un punto de encontramos a Isabel y Teresa. Isabel es jefa concentración». Siempre estaba lleno de equipo del área. Tiene 44 años y lleva de gente. «Cedían la granja a colonias», 26 años en el grupo. Sobre trabajar con a los «misioneros». «Todos los años se familiares tiene una filosofía simple: «Dentro organizaban excursiones para la tercera de la empresa no hay primos ni tíos, hay edad. Allí se organizaban monumentales fiestas. Tininha les cedía la granja. Bailes… aún compañeros de trabajo». La prima Teresa lleva 32 años en el sector. «Cualquier duda lo recordamos. Participábamos en todo». Tininha era una de las hermanas Amorim, su que tienen vienen a hablar conmigo». «Me nombre era Albertina, la hermana mediana, gusta mucho lo que hago, esto es lo mío». una figura muy querida por los Cardoso. recuerdan la infancia en la granja con «mucha nostalgia». «Se hacía de todo, bonita época», recuerda Ana Paula. Teresa, hoy con 49 años, tiene imágenes expresivas de esos tiempos. «Ir tirando de los bueyes con las carretas y mi abuelo diciendo: ¡Aguanta, no te muevas! y yo con la varita en la mano y ellos quietos. Recoger fresas silvestres… tiempos bien vividos y la familia siempre unida», concluye. Por su parte, João Pedro, hijo de José Luis Cardoso, se acuerda de su abuela «vendiendo fruta» y «de ir a jugar al fútbol a un campo que había allí». Isabel, hija de Alice Cardoso, e Ivo, hijo de Fernando, no tienen grandes recuerdos. Son dos de los primos más jóvenes. Pero lo que falta en los recuerdos de Isabel, le sobra a Maria do Céu, su hermana mayor. «Tengo un montón de recuerdos! En las vacaciones escolares mi abuelo nos daba una lata y un palo para espantar a los pájaros en el maizal. Recuerdo los carros de bueyes, los cerdos... íbamos con él a coger hierba en el carro de bueyes, muy animados. Solíamos deshojar el maíz. Aquí en la zona la gente iba a ayudar».

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«Se va a quedar para siempre, …»

Del lado de los chicos, encontramos a Luis Cardoso, de 46 años. «Yo siempre decía que no quería venir aquí, no quería venir, pero en el 95, cuando volví del servicio militar, vine aquí a una entrevista y acabé quedándome». Lleva 25 años en ACC. «En este cuarto de siglo, recuerda algunos momentos difíciles, como el año 2009. «Fue entonces cuando me hice cargo de la producción y fue cuando tuvimos aquella crisis mundial. Una época en que «entraba a las 6 de la mañana y salía de noche». Aun así, cree que «cuando no hay espíritu de sacrificio, no hay pasión». Y es exactamente esa pasión que Luís cree que es el secreto de los 150 años del grupo. João Pedro, de 48 años, comenzó a trabajar en ACC a los 14. Salió y volvió en 1994. «Estuve en los cilindros, después fui a las prensas, pasé prácticamente por toda la fábrica y ahora soy chófer». Ivo es el que menos tiempo lleva en la fábrica. «Tengo 30 años, soy casi de otra generación». Comenzó en la unidad de revestimientos, pero en 2005 se unió al resto de la familia. Trabaja en el turno de noche, «en el laminado de bloques». Durante varias décadas de trabajo «muchas cosas han cambiado» en ACC, todos están de acuerdo. «La dimensión de la fábrica», destaca João Pedro, y «la seguridad, que ha sido cada vez más reforzada», añade. Maria do Céu extraña «la unión» y la «complicidad entre compañeros». «Se va a quedar para siempre, son muchos años trabajando en una empresa», concluye Isabel. Hoy en día, los Cardoso se reúnen religiosamente una vez al año, en verano. «Hay bodas con menos gente», dice Maria do Céu. Este año el virus ha arruinado los planes.

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Taboadella: en la viña del Dão, como en la vida Raíces romanas, tradición y futuro. Vinos que son el reflejo de un lugar, inspirados en la ancestralidad de la viña y en su tipicidad intrínseca. En la Quinta da Taboadella, en el corazón del Dão, acaba de nacer un proyecto vitivinícola de excelencia, el primero de la familia Amorim en la región. 40 hectáreas de viñedo, suelos graníticos llenos de carácter. Viñas ancestrales, un legado único, la esencia de un tiempo y un lugar. Pasión por el vino, conocimiento y audacia, y la voluntad de crear un proyecto de referencia en una región vitivinícola muy especial —la primera región demarcada de vinos tranquilos en Portugal y la cuna de la variedad Touriga Nacional— que produce vinos de perfil clásico, que perduran en el tiempo. Estos son los ingredientes reunidos por Luisa Amorim para liderar Taboadella, el último proyecto vínico del grupo y la primera incursión de la familia Amorim en la región del Dão.«El Dão es para nosotros una de las regiones más emblemáticas y prometedoras del país, cuna de grandes vinos de perfil clásico y enorme longevidad, un territorio único que no solo demuestra todo el potencial de Touriga Nacional y del Encruzado, sino también de otras variedades tradicionales portuguesas», resume Luísa Amorim. Para Taboadella, el objetivo es «abrazar otro proyecto de calidad, y ser una referencia en el Dão». Rigiéndose por el mismo objetivo, el de producir vinos excepcionales, capaces de revelar la cultura y la esencia de un lugar, el proyecto de Taboadella se beneficia de la experiencia acumulada por el grupo en la Quinta Nova de Nossa Senhora do Carmo, en el Duero: «Son dos regiones totalmente diferentes y venimos a Dão con un proyecto nuevo. La gran diferencia es que hemos ganado 20 años de experiencia. Son esos conocimientos y experiencia los que podemos aplicar aquí», afirma Luísa Amorim. Taboadella es un proyecto vínico de

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excepción que incluye también una vertiente de enoturismo. En la Wine House, construida en el antiguo granero, es posible reservar una visita a la bodega, hacer una cata de vinos y comprar los vinos a precio de productor y algunos productos gourmet de la región. En 2021, estará lista la Villae 1255, una casa señorial típica del Dão con solo 8 habitaciones y diseño de interiores de Ana Vale. En esta casa de familia, todo fue pensado en detalle para proporcionar una experiencia singular de un lugar, un paisaje y una cultura, en colaboración con artistas y artesanos locales.

Vinos de altitud llenos de frescor, ligereza y transparencia Taboadella se compone entonces de una mancha continua de 40 hectáreas de viña, marcada por una meseta triangular que se desarrolla entre las cotas de 400 a 530 m. Esta inmensidad e impotencia, que se abarca en una sola mirada, desde el balcón bodega, causan un primer impacto impresionante. La propiedad se caracteriza por suaves pendientes hacia el cuadrante suroeste, con una exposición solar privilegiada al sur y al oeste. El macizo montañoso protege la viña de la masa de aire marítimo del Atlántico y de los fuertes vientos de España, resultando en un clima de transición entre marítimo y continental aparentemente templado. Al igual que otros terroirs de grandes regiones vitivinícolas en el Mundo, Taboadella se beneficia de una enorme interacción entre el subsuelo granítico y la topografía del lugar. Durante los meses de verano, las altas temperaturas que se sienten en Taboadella, un poco por encima de las del resto del

Dão, aliadas al drenaje (un «secado» de las aguas traídas por las lluvias, aprovechando la inclinación de las laderas) y el frescor del suelo, permiten una evolución de maduración lenta y homogénea, dando lugar a grandes vinos. La vid tradicional no se riega, perpetuando la calidad ancestral y la tipicidad de las 25 parcelas en modo de producción integrada, caracterizadas por una densidad media de 3500 plantas por hectárea. Este terroir excepcional produce vinos de altitud, llenos de frescor, ligereza y transparencia, que expresan toda la elegancia del Dão. De estos suelos graníticos, ligeros y permeables, pero llenos de energía, nacen vinos llenos de carácter. Los Villae son vinos de tierra sin madera, intensos y delicadamente perfumados. Partiendo de las variedades clásicas (la blanca Encruzado, tan característica de la región, pero también las tintas Jaén, Alfrochero y Touriga Nacional), los Monovarietales Reserva revelan inequívocamente su origen, en vinos singulares y personalizados. Los Gran Villaes son la máxima expresión del alma romana de Taboadella, un tributo a su antepasado.

Alma Romana

Los grandes vinos nacen de lugares irrepetibles y Taboadella no es la excepción. Aquí la viña y el vino tienen raíces ancestrales y un profundo sentido cultural. «Sentí algo diferente cuando llegué aquí y vi esta roca monolítica que más tarde me explicaron que era un lagar de vino romano, por lo visto de naturaleza rupestre y que, según los investigadores, es uno de 20


los vestigios más antiguos de vinificación en el Dão», explica Luisa Amorim. «En Taboadella sentimos el alma de este lugar, de quien pasó por aquí y dejó un legado, como si fuera un camino ya recorrido. En este pedazo de tierra, este entorno inigualable se respira todos los días, y de hecho es lo que realmente nos inspira». El lugar de Taboadella hereda una Villae romana, con un marco único junto a la Ribeira das Fontainhas, una propiedad de clase rural alta, constituida por casa, bodega, granero y otras pequeñas construcciones. Más tarde, en la época medieval, las referencias históricas de Taboadella se remontan a 1255, con las casas de la finca enclavadas en un bosque mixto de pino, roble y castaño, rodeadas por un jardín secular que se extiende a las parcelas de viña. A partir de este legado, se crea un proyecto de futuro que abraza lo mejor de la enología contemporánea. La bodega, diseñada por el reputado arquitecto Carlos Castanheira, presenta un diseño sencillo y funcional, con dos edificios interconectados —la nave de las barricas y la nave de vinificación por gravedad— un total de 2500 m2 perfectamente enmarcados en la meseta del bosque. Los materiales elegidos — madera y corcho— son un homenaje a la naturaleza, el origen del vino y del corcho, e integran magníficamente el conjunto en donde se encuentran. Al mismo tiempo, el dorado de la madera de la estructura y el revestimiento de corcho tienen un carácter ecológico y sostenible. Desde la amplia terraza se observa la casa de Taboadella y es posible abarcar en una sola mirada la magnífica mancha única de viña, como quien disfruta de un gran vino. AÑO 37 / NÚMERO 2

Enología de precisión

Es en esta bodega por gravedad donde se desarrolla una enología de precisión, al nivel de lo que mejor se hace en el mundo de los vinos. La estrella de la bodega es el desengrasador/triturador Pellenc que por vibración mecánica permite retirar la cantidad de pepitas deseada, con el objetivo de vinificar vinos con un perfil más suave, evitando taninos más angulares. Este equipo acoplado con el triturador centrífugo controla la intensidad del despalillado por calibre de las uvas, separando las más secas y verdes, que efectivamente no se encuentren en la perfecta maduración. Otra de las novedades de la bodega son las 11 cubas de cemento, que expresan notas florales y texturas más finas y profundas. «Es una bodega del siglo XXI, una bodega superior que nos permite utilizar la técnica en el buen sentido, con una selección con criterio y vinificación por gravedad», explica Luísa Amorim. Cualquiera que visite Taboadella podrá presenciar parte de ese proceso, caminando por una pasarela sobre la sala de las barricas, con capacidad para 500 barricas de roble francés. Como una escultura suspendida, el Barrel Top Walk es una obra de arquitectura innovadora que permite visualizar el ambiente donde el vino reposa, interactuando en el espacio de una forma natural y auténtica, respetando la estructura y amplitud de los grandes vinos, haciendo que ganen su propia expresión con el tiempo. Una visión única, y contemplativa, para un proyecto singular.

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Residencia de Mayores António Ferreira Amorim A principios de este año, en Santa Maria de Lamas, se inauguró la Residencia de Mayores António Ferreira Amorim. La Asociación Bem-Estar es la institución de solidaridad social responsable del proyecto. El nombre atribuido al recién inaugurado edificio tiene como objetivo agradecer el apoyo concedido por Corticeira Amorim, a través de la Fundación Albertina Ferreira de Amorim, y el apoyo de António Ferreira Amorim, a título personal. La Residencia de Mayores António Ferreira Amorim cuenta con 41 habitaciones para residentes y, además, acoge también a 35 ancianos en régimen de centro de día. Además del apoyo de Corticeira Amorim y António Ferreira Amorim, el proyecto de la Asociación Bem-Estar, que superó los 2,6 millones de euros de inversión, contó también con el apoyo del Ayuntamiento de Santa Maria da Feira. Con la inauguración de la Residencia de Mayores António Ferreira Amorim, la parroquia de Santa Maria de Lamas queda dotada de una estructura de apoyo social que permitirá garantizar el bienestar de los más ancianos y de los más necesitados.

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Bagos d’ouro celebra el 10º aniversario La asociación Bagos d'Ouro cumple diez años y sigue firme en su misión de promover la educación de niños y jóvenes del Duero en situación de pobreza. Diez años de compromiso, entrega e intervención sobre el terreno, en una estrategia de proximidad que siembra sueños y oportunidades donde más hacen falta. La educación es «el arma más poderosa para cambiar el mundo» y es con base en esta premisa que la asociación sin ánimo de lucro Bagos d'Ouro desarrolla un trabajo extraordinario en una de las regiones más bellas y famosas, pero también más necesitadas del país: el Duero. Creada en 2010 por iniciativa de Luisa Amorim y del Padre Amadeu Castro, esta IPSS (Institución Particular de Solidaridad Social) de iniciativa exclusivamente privada ya ha apoyado a más de 100 familias en seis municipios del Duero, acompañando a los niños más vulnerables de una de las regiones más pobres de la Unión Europea a lo largo de todo su itinerario educativo, hasta la integración en la vida activa. Como explica Luísa Amorim, el papel de Bagos d'Ouro es «poner la oportunidad en el seno de cada familia», revirtiendo el ciclo de pobreza y exclusión social. El equipo fijo de la asociación trabaja diariamente en el terreno, siguiendo una estrategia de proximidad que proporciona a cada niño, desde los seis años y hasta alcanzar la mayoría de edad, un acompañamiento personalizado. El equipo funciona casi

como un «padrino o madrina a distancia» trabajando con niños, jóvenes, familias y profesores para crear las condiciones y la armonía necesarias para su pleno desarrollo. Las soluciones se trabajan en conjunto y pasan por cosas aparentemente tan sencillas como conseguir una mochila, unas gafas, o proporcionar apoyo al estudio, clases particulares y encontrar unas primeras prácticas en una empresa. En el contexto de COVID, Bagos d'Ouro se movilizó para encontrar ordenadores para que todos los niños pudieran acceder a la educación no presencial en igualdad de condiciones. Es esta postura de valorización de cada niño, donde todos son responsables y llamados a intervenir en la definición de los objetivos anuales y del trabajo para alcanzarlos (los compromisos Bagos d'Ouro), la que permite desarrollar el potencial único de cada uno y lograr resultados muy positivos como el 89 % de aprobación escolar, el 84 % de los compromisos Bagos d'Oro cumplidos y el 64 % de los niños y jóvenes con rendimiento escolar muy bueno o excepcional (cifras de 2019). Los números son solo una forma de cuantificar el impacto de un proyecto transformador, capaz de cambiar vidas. El sueño de un «Duero más equilibrado, más equitativo y, sobre todo, más inclusivo», que motivó la creación de la asociación está ahora más cerca.

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150 años: Tercer acto

AÑO 37 / NÚMERO 2

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