BORÍS MIJAILOV
Boris Mikhailov nació hace setenta y tres años en Jarkov (Ucrania). Ex ingeniero, lleva ya más de cuarenta y cinco años trabajando sin cesar en el mundo de la fotografía, desarrollando su propio lenguaje y afinando una visión diferente frente a la imagen consentida que parte del idioma de los estados que comunican el comunismo con el capitalismo.
Mikhailov fue —junto a muchos de los artistas de su época en la antigua URSS— un creador que hacía uso de un lenguaje privado, de una contemplación interna con una riqueza surrealista, alegórica, manipuladora y con un fuerte diálogo interior. Y esto dio lugar a unas pobres imágenes, colmadas de momentos vacíos de heroísmo, y al triunfo de lo colectivo. Sus trabajos están lastrados de una dimensión testimonial y crítica, comprometidos y proyectados desde la experiencia de vivir y sentir la atmósfera de su época, con la intención de alinear un repertorio inmortal sobre lo visual de su mundo.
La mujer, lo erótico y el sexo son la energía de la vida y viajan por todos los trabajos de Mikhailov, dilatando el clímax y los poros del contenido. Todas sus imágenes se conjuran para posarse en otro estadio de lo personal, del conocimiento y de la estética que formula conceptos políticos caducados. Las imágenes y las historias que las acompañan las percibimos con fisuras a través de las cuales el espectador puede emerger para reencontrarse con otras perspectivas, en otro nivel.
PROYECTOS
TrĂptico de la serie
"The Wedding" 2005 - 2006
trĂptico "Blue Girl"
"Look at me I look at water"
ENTREVISTA
Boris aprendió de manera autodidacta el mundo de la fotografía, él ve la fotografía como el campo donde podía expresarse como ciudadano y como ser humano. Para él era importante hacer fotos que explicasen que era la Unión Soviética. Tenía que centrarse en lo real y en crear su propia identidad. Decía que para hacer buenas fotografías había que entender la vida. Que “si tienes buena cabeza, puedes hacer buenas fotos”
Sus proyectos parten de su vida y aconseja que así sean , ya que no ve las fotografías como algo externo al fotógrafo. No le gusta mezclar estilos asi que lo más lógico era hacer series. Intenta que cada foto sea buena, llega a decir que a veces la foto que él creía mala resulta que era la mejor