PsicopatologĂa Del niĂąo adolecente
y
DESARROLLO NORMAL Y ANORMAL
NORMALIDAD Y ANORMALIDAD -Conceptos Normalidad: este término tiene una gran carga semántica de valore y actitudes que no es fácil explicar por qué sigue siendo un tema favorito de la psicopatología. La complejidad del enfermar humano permite adelantar que ningún concepto unilateral de normalidad es aceptable. S. Freud: la normalidad es una ficción ideal La salud mental es la capacidad de amar y trabajar K. Eissler: es imposible alcanzar la normalidad absoluta porque la persona normal debe ser absolutamente consciente de sus pensamientos y sentimientosM. Klein: la normalidad está determinada por la fortaleza del carácter, la capacidad de enfrentarse a conflictos emocionales, la capacidad para experimentar placer sin conflicto y la capacidad para el amor E. Erikson: la normalidad es la capacidad de saber manejar los distintos períodos de la vida L. Kubie: es la capacidad de aprender de la experiencia, de ser flexible y de adaptarse a los cambios del entorno K. Menninger: la normalidad es la capacidad de saber adaptarse satisfactoriamente al mundo exterior y manejar el proceso de aculturación -Criterios para definir la Normalidad Pueden agruparse en unos pocos modelos independientes, pero complementarios. Offer y Sabsin describieron 4 tipos de normalidad: la normalidad como salud, la normalidad como utopía, la normalidad como promedio y la normalidad como proceso. A ellos hay que añadir otros cuatro: la normalidad como bienestar subjetivo, la normalidad como adaptación, la normalidad como ventaja biológica y la normalidad definida legalmente. Normalidad como salud Para la mayoría de los médicos lo normal es la salud. La ausencia de signos y síntomas es indicación de salud. La salud se entiende como un estado funcional razonable más que óptimo
Normalidad como utopía: La normalidad se considera como una mezcla armoniosa y perfecta de los distintos elementos de la mente (ello, yo, superyó) que permiten un funcionamiento óptimo. Normalidad como promedio: Se basa en el principio matemático de la curva en forma de campana (curva de Gauss). Considera normal el rango medio, y ambos extremos se corresponden con las desviaciones de la normalidad. Es l método más utilizado en el campo de la biología y la psicología. Normalidad como proceso: Considera que la conducta normal es el resultado final de una serie de sistemas interactivos. Los cambios temporales son esenciales a la hora de definir la normalidad. Erikson utiliza este enfoque en el desarrollo de la teoría de la personalidad. De esta manera, ha sido posible establecer modelos específicos de adaptación. Normalidad como bienestar subjetivo, personal e individual: Se trata de la propia valoración del individuo respecto a su estado de salud (enfermo es el que va al médico). Pero el que no se siente enfermo, ¿no está enfermo? Éste es un criterio que no puede ser aceptado universalmente. Normalidad como adaptación: Es un criterio social. Luerton define la enfermedad como un modo de adaptación particular del individuo entre objetivos culturalmente aceptados y medios institucionalizados para adaptarlos. Normalidad como ventaja biológica: La enfermedad se definiría por sus consecuencias, es decir, porque produciría una disminución en la expectativa de vida. Normalidad definida legalmente: En relación con los derechos y deberes civiles y penales. -Elementos de la Anormalidad Para definir la anormalidad es necesario tener en cuenta una serie de elementos, que permiten definir un comportamiento como anormal. Sufrimiento: La anormalidad produce sufrimiento. Una persona que està deprimida sufre mucho. El contexto en el que se produce el sufrimiento es determinante para considerar aquello como anormal. Desadaptación: El que un comportamiento sea funcional y adaptativo, es decir, que permita al individuo conseguir unos objetivos, es fundamental para que sea considerado como normal o anormal. Lo anormal interfiere con el bienestar de la sociedad.
Irracionalidad e Incomprensibilidad: Presenta un comportamiento incomprensible, que no tiene un significado racional, se tiende a considerar, tanto a la persona como al comportamiento, anormales. Pérdida de control: Suele esperarse que las personas se controlen a sí mismas y que su comportamiento sea predecible. Excentricidad: La gente reconoce como aceptable y convencional aquellas acciones que ellos mismos harían. Incomodidad para el observador: Cuando una persona viola o no cumple las normas sociales, su comportamiento se considera anormal. Violación de normas morales: El comportamiento no se juzga en función de lo que es convencional y frecuente, sino en función de si cumple las normas morales, lo que quiere decir que uno debe comportarse de cierta manera. -Elementos de la Normalidad Existen seis elementos necesarios para conseguir la normalidad y defenderse de la anormalidad. Actitudes positivas hacia uno mismo: Aceptarse a uno mismo implica que la persona ha aprendido a conocerse a sì misma Crecimiento y desarrollo: Supone el deseo de utilizar las habilidades que uno posee Autonomía: Genera un grado de libertad emocional frente a las demandas sociales y tomar responsabilidad de nuestras propias acciones Percepción adecuada de la realidad: La capacidad de decir no lo sé cuándo no se tiene la información suficiente para juzgar una situación. Competencia ambiental: Ser competente en las diferentes actividades, tanto en el trabajo como en las relaciones personales Relaciones interpersonales positivas: La habilidad para disfrutar de la compañía de los otros, dar y recibir apoyo, respetar al otro. -Anormalidad y Normalidad en las enfermedades mentales Posturas como las de la anti psiquiatría que sostiene que las enfermedades mentales no existen y son un mito, y considera a la esquizofrenia como una defensa ante intolerables presiones de la familia o de la sociedad.
Kurt Schneider, se ocupa de las enfermedades mentales (psicosis), definidas como enfermedades cerebrales, y de unas variaciones del modo de ser psíquico, definidas como los extremos de una distribución normal. Utiliza dos criterios de anormalidad, uno es estrictamente médico (enfermedad cerebral), y otra psicológica definida por la anormalidad estadística y el sufrimiento. En términos generales, los modos de ser y de comportarse distintos de los de la mayoría, son personalidades anormales. Algunas interesan al médico porque producen sufrimiento, y se llaman personalidades psicopáticas o reacciones vivenciales anormales. Las primeras se llaman hoy trastornos de la personalidad, las segundas son las neurosis, hoy llamadas trastornos de ansiedad. https://miryamgap.wordpress.com/2014/03/18/normalidad-y-anormalidad/ Criterios de anormalidad Desviación de la norma estadística: anormalidad como lo infrecuente, lo atípico. La curva tipo campana 2/3 Exacto agresividad, inadecuada inteligencia Desviación de las normas sociales: anormalidad como la falta de conformismo. Relativismo cultural: lo común es lo normal. Los valores de la mayoría son sanos, la conducta que se adecúa a las pautas sociales es siempre beneficiosa para el individuo y para la sociedad. Mal ajuste: ineficacia de respuestas a las demandas del medio físico y social y de sus propias necesidades. Concepto negativo: buen ajuste no significa realización plena. Angustias Personales: la anormalidad como un grave sentimiento de ansiedad, depresión y culpa. Criterio insuficiente porque puede ser patológica y puede ser respuesta normal de dolor o un síntoma de necesidad de cambio. Inmadurez personal: la anormalidad como un comportamiento impropio para la edad e inadecuado a la situación en relación a los recursos con los que se dispone. Es muy difícil usar la madurez como criterio.
CONCLUSIONES 1. Se suele tener remarcada nuestra realidad y que lo patolĂłgico o denominado como tal se manifiesta por salir de los patrones establecidos. La Normalidad y Anormalidad dependen de la persona y como la representa en su realidad la cual es subjetivo. 2. No hay una verdad absoluta o definitiva y que estĂĄs se van adecuando a las realidades de cada persona conjuntamente con las herramientas que proporciona el mundo para asimismo y su entorno.. 3. Concluyo que cada persona decide lo que es normal o anormal en su conducta funcional que debemos meditar previamente de los efectos que nuestra conducta generarĂa de llevar a cabo comportamientos bajo el concepto propio
DISCAPACIDADES INTELECTUALES La discapacidad intelectual (trastorno del desarrollo intelectual) es un trastorno que comienza durante el período de desarrollo y que incluye limitaciones del funcionamiento intelectual como también del comportamiento adaptativo en los dominios conceptual, social y práctico. Se deben cumplir los tres criterios siguientes: A. Deficiencias de las funciones intelectuales, como el razonamiento, la resolución de problemas, la planificación, el pensamiento abstracto, el juicio, el aprendizaje académico y el aprendizaje a partir de la experiencia, confirmados mediante la evaluación clínica y pruebas de inteligencia estandarizadas individualizadas. B. Deficiencias del comportamiento adaptativo que producen fracaso del cumplimiento de los estándares de desarrollo y socioculturales para la autonomía personal y la responsabilidad social. Sin apoyo continuo, las deficiencias adaptativas limitan el funcionamiento en una o más actividades de la vida cotidiana, como la comunicación, la participación social y la vida independiente en múltiples entornos tales como el hogar, la escuela, el trabajo y la comunidad. C. Inicio de las deficiencias intelectuales y adaptativas durante el período de desarrollo.
Especificar la gravedad actual: Leve Moderado Grave Profundo Retraso global del desarrollo Este diagnóstico se reserva para individuos menores de 5 años cuando el nivel de gravedad clínica no se puede valorar de forma fiable durante los primeros años de la infancia. Esta categoría se diagnostica cuando un sujeto no cumple con los hitos de desarrollo esperados en varios campos del funcionamiento intelectual, y se aplica a individuos en los que no se puede llevar a cabo una valoración sistemática del funcionamiento intelectual, incluidos niños demasiado pequeños para participar en las pruebas estandarizadas. Esta categoría se debe volver a valorar después de un período de tiempo. Discapacidad especificada.
intelectual
(trastorno
del
desarrollo
intelectual)
no
Esta categoría se reserva para individuos mayores de 5 años cuando la valoración del grado de discapacidad intelectual (trastorno del desarrollo intelectual) mediante
procedimientos localmente disponibles es difícil o imposible debido a deterioros sensoriales o físicos asociados, como ceguera o sordera perlingual, discapacidad locomotora o presencia de problemas de comportamiento graves o la existencia concurrente de trastorno mental. Esta categoría sólo se utilizará en circunstancias excepcionales y se debe volver a valorar después de un período de tiempo.
Conclusiones En definitiva, la conclusión a la que hemos llegado es que en muchos casos las intervenciones psicoeducativas en el caso de discapacidades intelectuales se quedan más bien en los manuales universitarios, y no es porque no haya necesidad de intervenir, pensamos que tal vez se debe , un poco a la falta de suficiente formación de los profesionales implicados en este tipo de actuaciones , y un poco a la implicación insuficiente de los centros ordinarios en esta clase de educación especial, aunque nunca se debe generalizar y, al fin y al cabo, nosotras solo hemos tenido acceso a una pequeñísima porción de la realidad.
De todo lo anteriormente expuesto en este capítulo se deduce que aunque la discapacidad intelectual es un desorden que no puede ser curado, la comprensión de las anomalías y los mecanismos que subyacen en el origen de la misma, el análisis exhaustivo de cada paciente y la identificación de los factores causales, resultan clave para ofrecer el asesoramiento genético y su posible prevención a posteriori en las familias diagnosticadas, por lo que resulta de capital importancia desarrollar estrategias que permitan en todo lo posible, cerrar la brecha aún existente en el diagnóstico etiológico de la misma.
TRASTORNO COMUNICACION
DE
LA
TRASTORNOS DE LA COMUNICACIÓN
Trastorno del lenguaje A. Dificultades persistentes en la adquisición y uso del lenguaje en todas sus modalidades (es decir, hablado, escrito, lenguaje de signos u otro) debido a deficiencias de la comprensión o la producción que incluye lo siguiente:
1. Vocabulario reducido (conocimiento y uso de palabras). 2. Estructura gramatical limitada (capacidad para situar las palabras y las terminaciones de palabras juntas para formar frases basándose en reglas gramaticales y morfológicas). 3. Deterioro del discurso (capacidad para usar vocabulario y conectar frases para explicar o describir un tema o una serie de sucesos o tener una conversación). B. Las capacidades de lenguaje están notablemente y desde un punto de vista cuantificable por debajo de lo esperado para la edad, lo que produce limitaciones funcionales en la comunicación eficaz, la participación social, los logros académicos o el desempeño laboral, de forma individual o en cualquier combinación. C. El inicio de los síntomas se produce en las primeras fases del período de desarrollo. D. Las dificultades no se pueden atribuir a un deterioro auditivo o sensorial de otro tipo, a una disfunción motora o a otra afección médica o neurológica y no se
explica mejor por discapacidad intelectual (trastorno del desarrollo intelectual) o retraso global del desarrollo. Trastorno fonológico A. Dificultad persistente en la producción fonológica que interfiere con la inteligibilidad del habla o impide la comunicación verbal de mensajes. B. La alteración causa limitaciones en la comunicación eficaz que interfiere con la participación social, los logros académicos o el desempeño laboral, de forma individual o en cualquier combinación. C. El inicio de los síntomas se produce en las primeras fases del período de desarrollo. D. Las dificultades no se pueden atribuir a afecciones congénitas o adquiridas, como parálisis cerebral, paladar hendido, hipoacusia, traumatismo cerebral u otras afecciones médicas o neurológicas. Trastorno de la fluidez de inicio en la infancia (tartamudeo) A. Alteraciones de la fluidez y la organización temporal normales del habla que son inadecuadas para la edad del individuo y las habilidades de lenguaje, persisten con el tiempo y se caracterizan por la aparición frecuente y notable de uno (o más) de los siguientes factores: 1. Repetición de sonidos y sílabas. 2. Prolongación de sonido de consonantes y de vocales. 3. Palabras fragmentadas (p. ej., pausas en medio de una palabra). 4. Bloqueo audible o silencioso (pausas en el habla, llenas o vacías). 5. Circunloquios (sustitución de palabras para evitar palabras problemáticas). 6. Palabras producidas con un exceso de tensión física. 7. Repetición de palabras completas monosilábicas (p. ej., “Yo-Yo-Yo-Yo lo veo”). B. La alteración causa ansiedad al hablar o limitaciones en la comunicación eficaz, la participación social, el rendimiento académico o laboral de forma individual o en cualquier combinación. C. El inicio de los síntomas se produce en las primeras fases del período de desarrollo. (Nota: Los casos de inicio más tardío se diagnostican como trastorno de la fluidez de inicio en el adulto.)
D. La alteración no se puede atribuir a un déficit motor o sensitivo del habla, difluencia asociada a un daño neurológico (p. ej., ictus, tumor, traumatismo) o a otra afección médica y no se explica mejor por otro trastorno mental. Trastorno de la comunicación social (pragmático) A. Dificultades persistentes en el uso social de la comunicación verbal y no verbal que se manifiesta por todos los siguientes factores: 1. Deficiencias en el uso de la comunicación para propósitos sociales, como saludar y compartir información, de manera que sea apropiada al contexto social. 2. Deterioro de la capacidad para cambiar la comunicación de forma que se adapte al contexto o a las necesidades del que escucha, como hablar de forma diferente en un aula o en un parque, conversar de forma diferente con un niño o con un adulto, y evitar el uso de un lenguaje demasiado formal. 3. Dificultades para seguir las normas de conversación y narración, como respetar el turno en la conversación, expresarse de otro modo cuando no se es bien comprendido y saber cuándo utilizar signos verbales y no verbales para regular la interacción. 4. Dificultades para comprender lo que no se dice explícitamente (p. ej., hacer inferencias) y significados no literales o ambiguos del lenguaje (p. ej., expresiones idiomáticas, humor, metáforas, múltiples significados que dependen del contexto para la interpretación). B. Las deficiencias causan limitaciones funcionales en la comunicación eficaz, la participación social, las relaciones sociales, los logros académicos o el desempeño laboral, ya sea individualmente o en combinación. C. Los síntomas comienzan en las primeras fases del período de desarrollo (pero las deficiencias pueden no manifestarse totalmente hasta que la necesidad de comunicación social supera las capacidades limitadas). D. Los síntomas no se pueden atribuir a otra afección médica o neurológica ni a la baja capacidad en los dominios de morfología y gramática, y no se explican mejor por un trastorno del espectro del autismo, discapacidad intelectual (trastorno del desarrollo intelectual), retraso global del desarrollo u otro trastorno mental. Trastorno de la comunicación no especificado Esta categoría se aplica a presentaciones en las que predominan los síntomas característicos del trastorno de la comunicación que causan malestar clínicamente significativo o deterioro en lo social, laboral u otras áreas importantes del
funcionamiento pero que no cumplen todos los criterios del trastorno de la comunicación o de ninguno de los trastornos de la categoría diagnóstica de los trastornos del desarrollo neurológico. La categoría del trastorno de la comunicación no especificado se utiliza en situaciones en las que el clínico opta por no especificar el motivo de incumplimiento de los criterios de trastorno de la comunicación o de un trastorno del desarrollo neurológico específico, e incluye presentaciones en las no existe suficiente información para hacer un diagnóstico más específico. http://atendiendonecesidades.blogspot.com/2015/01/clasificacion-de-lostrastornos-del.html
CONCLUSIONES Un trastorno específico del lenguaje es en donde se tienen problemas en el desarrollo cognitivo, la capacidad interactiva y las competencias lingüísticas formales del niño. Presentan una notable repercusión sobre el aprendizaje de la lectoescritura y una persistencia del problema que llega hasta la vida adulta. Estos niños pueden tener serios problemas en el desarrollo de habilidades de interacción social. La afasia adquirida es cuando se pierde el lenguaje por una lesión hemisférica, la cual afecta la comprensión y la expresión del lenguaje. Existen también trastornos fonológicos en donde está presente el retraso del habla, y como su nombre lo dice, hay un retraso en la adquisición del componente fonológico, es decir, hay una dificultad en la elección de sonidos para construir una palabra. Se habló de retraso del habla y retraso del lenguaje, en donde muchas personas pueden llegar a pensar que es lo mismo, pero no es así ya que en el primero sólo está afectado el nivel fonológico, mientras que en el retraso del lenguaje están todos los códigos afectados.
-Trastorno_de_la_comunicaciÃn.mp4
TRASTORNO APRENDIZAJE
ESPECIFICO
DEL
A. Dificultad en el aprendizaje y en la utilización de las aptitudes académicas, evidenciado por la presencia de al menos uno de los siguientes síntomas que han persistido por lo menos durante 6 meses, a pesar de intervenciones dirigidas a estas dificultades:
1. Lectura de palabras imprecisa o lenta y con esfuerzo (p. ej., lee palabras sueltas en voz alta incorrectamente o con lentitud y vacilación, con frecuencia adivina palabras, dificultad para expresar bien las palabras). 2. Dificultad para comprender el significado de lo que lee (p. ej., puede leer un texto con precisión pero no comprende la oración, las relaciones, las inferencias o el sentido profundo de lo que lee). 3. Dificultades ortográficas (p. ej., puede añadir, omitir o sustituir vocales o consonantes). 4. Dificultades con la expresión escrita (p. ej., hace múltiples errores gramaticales o de puntuación en un oración; organiza mal el párrafo; la expresión escrita de ideas no es clara). 5. Dificultades para dominar el sentido numérico, los datos numéricos o el cálculo (p. ej., comprende mal los números, su magnitud y sus relaciones; cuenta con los dedos para sumar números de un solo dígito en lugar de recordar la operación matemática como hacen sus iguales; se pierde en el cálculo aritmético y puede intercambiar los procedimientos). 6. Dificultades con el razonamiento matemático (p. ej., tiene gran dificultad para aplicar los conceptos, hechos u operaciones matemáticas para resolver problemas cuantitativos).
B. Las aptitudes académicas afectadas están sustancialmente y en grado cuantificable por debajo de lo esperado para la edad cronológica del individuo, e interfieren significativamente con el rendimiento académico o laboral, o con actividades de la vida cotidiana, que se confirman con medidas (pruebas) estandarizadas administradas individualmente y una evaluación clínica integral. En individuos de 17 y más años, la historia documentada de las dificultades del aprendizaje se puede sustituir por la evaluación estandarizada. C. Las dificultades de aprendizaje comienzan en la edad escolar pero pueden no manifestarse totalmente hasta que las demandas de las aptitudes académicas afectadas superan las capacidades limitadas del individuo (p. ej., en exámenes programados, la lectura o escritura de informes complejos y largos para una fecha límite inaplazable, tareas académicas excesivamente pesadas). D. Las dificultades de aprendizaje no se explican mejor por discapacidades intelectuales, trastornos visuales o auditivos no corregidos, otros trastornos mentales o neurológicos, adversidad psicosocial, falta de dominio en el lenguaje de instrucción académica o directrices educativas inadecuadas. Especificar si: Con dificultades en la lectura:
Precisión en la lectura de palabras Velocidad o fluidez de la lectura Comprensión de la lectura Con dificultad en la expresión escrita:
Corrección ortográfica Corrección gramatical y de la puntuación Claridad u organización de la expresión escrita Con dificultad matemática:
Sentido de los números Memorización de operaciones aritméticas Cálculo correcto o fluido Razonamiento matemático correcto Nota: Discalculia es un término alternativo utilizado para referirse a un patrón de dificultades que se caracteriza por problemas de procesamiento de la información numérica, aprendizaje de operaciones aritméticas y cálculo correcto o fluido. Si se utiliza descalcaría para especificar este patrón particular de dificultades matemáticas, también es importante especificar cualquier dificultad adicional
presente, como dificultades del razonamiento matemático o del razonamiento correcto de las palabras. Especificar la gravedad actual:
Leve: Algunas dificultades con las aptitudes de aprendizaje en uno o dos áreas académicas, pero suficientemente leves para que el individuo pueda compensarlas o funcionar bien cuando recibe una adaptación adecuada o servicios de ayuda, especialmente durante la edad escolar. Moderado: Dificultades notables con las aptitudes de aprendizaje en una o más áreas académicas, de manera que el individuo tiene pocas probabilidades de llegar a ser competente sin algunos períodos de enseñanza intensiva y especializada durante la edad escolar. Se puede necesitar alguna adaptación o servicios de ayuda al menos durante una parte del horario en la escuela, en el lugar de trabajo o en casa para realizar las actividades de forma correcta y eficaz. Grave: Dificultades graves en las aptitudes de aprendizaje que afectan varias áreas académicas, de manera que el individuo tiene pocas probabilidades de aprender esas aptitudes sin enseñanza constante e intensiva individualizada y especializada durante la mayor parte de los años escolares. Incluso con diversos métodos de adaptación y servicios adecuados en casa, en la escuela o en el lugar de trabajo, el individuo puede no ser capaz de realizar con eficacia todas las actividades.
CONCLUSION Como hemos podido apreciar, los problemas de aprendizaje por lo general encubren serios problemas de enseñanza, principalmente en los contextos sociales más postergados. Dado que el fracaso escolar resulta ser una problemática educativa sumamente compleja, deben evitarse los análisis simplistas lineales. Para tomar real dimensión de los problemas de aprendizaje que presenta un niño, deben ser contextualizados para poder ser comprendidos en forma cabal, y además deben ser analizados desde una perspectiva social y pedagógica. Claro está que no todos los problemas son de origen social. En muchos casos, los problemas de los niños tienen raíces neurológicas, en enfermedades crónicas o en limitaciones físicas reales que deben ser contempladas. Cualquier problema de aprendizaje ha de ser entendido como un síntoma, cuyo significado debe ser develado a través del tratamiento psicopedagógico.
Trastorno_de_Discapacidad_Intelectual_segÃn_DSM-5.mp4
TRASTORNOS MOTORES
Trastorno del desarrollo de la coordinación A. La adquisición y ejecución de habilidades motoras coordinadas está muy por debajo de lo esperado para la edad cronológica del individuo y la oportunidad de aprendizaje y el uso de las aptitudes. Las dificultades se manifiestan como torpeza (p. ej., dejar caer o chocar con objetos) así como lentitud e imprecisión en la realización de habilidades motoras (p. ej., coger un objeto, utilizar las tijeras o los cubiertos, escribir a mano, montar en bicicleta o participar en deportes). El déficit de actividades motoras del Criterio A interfiere de forma significativa y persistente con las actividades de la vida cotidiana apropiadas para la edad cronológica (p. ej., el cuidado y mantenimiento de uno mismo) y afecta a la productividad académica/escolar, las actividades prevocacionales y vocacionales, el ocio y el juego. C. Los síntomas comienzan en las primeras fases del período de desarrollo. D. Las deficiencias de las habilidades motoras no se explican mejor por la discapacidad intelectual (trastorno del desarrollo intelectual) o deterioros visuales, y no se pueden atribuir a una afección neurológica que altera el movimiento (p. ej., parálisis cerebral, distrofia muscular, trastorno degenerativo).
Trastorno de movimientos estereotipados A. Comportamiento motor repetitivo, aparentemente guiado y sin objetivo (p. ej., sacudir o agitar las manos, mecer el cuerpo, golpearse la cabeza, morderse, golpearse el propio cuerpo). B. El comportamiento motor repetitivo interfiere en las actividades sociales, académicas u otras y puede dar lugar a la autolesión. C. Comienza en las primeras fases del período de desarrollo. D. El comportamiento motor repetitivo no se puede atribuir a los efectos fisiológicos de una sustancia o una afección neurológica y no se explica mejor por otro trastorno del desarrollo neurológico o mental (p. ej., tricotilomanía [trastorno de arrancarse el cabello], trastorno obsesivo-compulsivo). Trastornos de tics Nota: Un tic es una vocalización o movimiento súbito, rápido, recurrente, no rítmico. Trastorno de la Tourette A. Los tics motores múltiples y uno o más tics vocales han estado presentes en algún momento durante la enfermedad, aunque no necesariamente de forma concurrente. B. Los tics pueden aparecer intermitentemente en frecuencia pero persisten durante más de un año desde la aparición del primer tic. C. Comienza antes de los 18 años. D. El trastorno no se puede atribuir a los efectos fisiológicos de una sustancia (p. ej., cocaína) o a otra afección médica (p. ej., enfermedad de Huntington, encefalitis pos vírica). Trastorno de tics motores o vocales persistente (crónico). A. Los tics motores o vocales únicos o múltiples han estado presentes durante la enfermedad, pero no ambos a la vez. B. Los tics pueden aparecer intermitentemente en frecuencia pero persisten durante más de un año desde la aparición del primer tic. C. Comienza antes de los 18 años.
D. El trastorno no se puede atribuir a los efectos fisiológicos de una sustancia (p. ej., cocaína) o a otra afección médica (p. ej., enfermedad de Huntington, encefalitis pos vírica). E. Nunca se han cumplido los criterios de trastorno de la Tourette. Trastorno de tics transitorio. A. Tics motores y/o vocales únicos o múltiples. B. Los tics han estado presentes durante menos de un año desde la aparición del primer tic. C. Comienza antes de los 18 años. D. El trastorno no se puede atribuir a los efectos fisiológicos de una sustancia (p. ej., cocaína) o a otra afección médica (p. ej., enfermedad de Huntington, encefalitis pos vírica). E. Nunca se han cumplido los criterios de trastorno de la Tourette o de trastorno de tics motores o vocales persistente (crónico). Otro trastorno de tics especificado Esta categoría se aplica a presentaciones en las que predominan los síntomas característicos de un trastorno de tics que causa malestar clínicamente significativo o deterioro en lo social, laboral u otras áreas importantes del funcionamiento pero que no cumplen todos los criterios de un trastorno de tics o de ninguno de los trastornos de la categoría diagnóstica de los trastornos del desarrollo neurológico. La categoría de otro trastorno de tics especificado se utiliza en situaciones en las que el clínico opta por comunicar el motivo específico por el que la presentación no cumple los criterios de un trastorno de tics o de un trastorno del desarrollo neurológico específico. Esto se hace registrando “otro trastorno de tics especificado” y a continuación el motivo específico (p. ej., “inicio después de los 18 años”). Trastorno de tics no especificado Esta categoría se aplica a presentaciones en las que predominan los síntomas característicos de un trastorno de tics que causan malestar clínicamente significativo o deterioro en lo social, laboral u otras áreas importantes del funcionamiento pero que no cumplen todos los criterios de un trastorno de tics o de ninguno de los trastornos de la categoría diagnóstica de los trastornos del desarrollo neurológico. La categoría trastorno de tics no especificado se utiliza en situaciones en las que el clínico opta por no especificar el motivo de
incumplimiento de los criterios de un trastorno de tics o de un trastorno específico del desarrollo neurológico, e incluye presentaciones en las que no existe suficiente información para hacer un diagnóstico más específico. http://atendiendonecesidades.blogspot.com/2015/01/clasificacion-de-lostrastornos-del.html CONCLUSIONES Los trastornos motores se producen al ser afectada la vía motora, la cual tiene su punto de inicio en la corteza cerebral prerrománica, lugar donde se encuentran las neuronas motoras cerebrales. Continúa por la vía piramidal, con la participación del sistema extra piramidal y cerebelo. Finalmente, concluye en la unidad motora formada por la moto neurona del asta anterior de la médula, nervio periférico, la unión neuromuscular y el músculo. A partir de lo anteriormente descrito, es posible realizar una diferenciación de los distintos trastornos motores existentes, lo que se constituye como una herramienta fundamental para la realización de una evaluación, diagnóstico y terapia acorde a las diversas necesidades y características particulares de edad, desarrollo del sistema motor y características propias del paciente que pueden ser relacionadas con anomalías a nivel del sistema nervioso central o periférico. La deficiencia motora provoca en la persona que la presenta alguna disfunción en el aparato locomotor. Esto implica ciertas limitaciones posturales, de desplazamiento y de coordinación de movimientos, la que limita la capacidad de acción en el medio y con el medio, condicionando a estos niños realizar actividades determinadas a sus capacidades.
-Transtornos_motores.mp4
Trastorno del espectro autista
Los trastornos del espectro autista (TEA) son una discapacidad del desarrollo que puede
provocar
problemas
sociales,
comunicacionales
y
conductuales
significativos. A menudo, no hay indicios en el aspecto de las personas con TEA que los diferencien de otras personas, pero es posible que quienes tienen un TEA se comuniquen, interactúen, se comporten y aprendan de maneras distintas a otras personas. Las destrezas de aprendizaje, pensamiento y resolución de problemas de las personas con TEA pueden variar; hay desde personas con muy altos niveles de capacidad (dotadas, o gifted en inglés) y personas que tienen muchas dificultades. Algunas necesitan mucha ayuda en la vida diaria, mientras que otras necesitan menos. Actualmente, el diagnóstico de TEA incluye muchas afecciones que solían diagnosticarse por separado e incluyen el trastorno autista, el trastorno generalizado del desarrollo no especificado de otra manera (PDD-NOS, por sus siglas en inglés) y el síndrome de Asperger. Hoy en día, a todas estas afecciones se las denomina trastornos del espectro autista.
Signos y síntomas Las personas con un TEA a menudo tienen problemas con las destrezas sociales, emocionales
y de
comunicación.
Es posible
que
repitan
determinados
comportamientos o que no quieran cambios en sus actividades diarias. Muchas personas con TEA también tienen distintas maneras de aprender, prestar atención o reaccionar ante las cosas. Algunos de los signos comienzan durante la niñez temprana y, por lo general, duran toda la vida. Los niños o adultos con TEA podrían presentar las siguientes características:
No señalar los objetos para demostrar su interés (por ejemplo, no señalar un avión que pasa volando).
No mirar los objetos cuando otra persona los señala.
Tener dificultad para relacionarse con los demás o no manifestar ningún interés por otras personas.
Evitar el contacto visual y querer estar solos.
Tener dificultades para comprender los sentimientos de otras personas y para hablar de sus propios sentimientos.
Preferir que no se los abrace, o abrazar a otras personas solo cuando ellos quieren.
Parecer no estar conscientes cuando otras personas les hablan pero responder a otros sonidos.
Estar muy interesados en las personas pero no saber cómo hablar, jugar ni relacionarse con ellas.
Repetir o imitar palabras o frases que se les dicen, o bien, repetir palabras o frases en lugar del lenguaje normal.
Tener dificultades para expresar sus necesidades con palabras o movimientos habituales.
No jugar juegos de simulación (por ejemplo, no jugar a “darle de comer” a un muñeco).
Repetir acciones una y otra vez.
Tener dificultades para adaptarse cuando hay un cambio en la rutina.
Tener reacciones poco habituales al olor, el gusto, el aspecto, el tacto o el sonido de las cosas.
Perder las destrezas que antes tenían (por ejemplo, dejar de decir palabras que antes usaban)
CONCLUSION Dentro del espacio polémico que ocupa el diagnóstico temprano en los niños con trastornos del espectro de autismo, se encuentra la actualidad desde los criterios del DSM -V. Su expresión en el desarrollo de la comprensión textual dada la complejidad del trastorno y el proceso de evaluación psicopedagógica, demanda la transformación educativa en el proceso de enseñanza-aprendizaje del escolar con TEA. El artículo constituye una guía de apoyo para el conocimiento de los procesos de diagnóstico e intervención del niño con TEA a la luz del DSM-V. En esta investigación concluimos una breve explicación sobre TEA dando las dificultades de adaptación y reacciones pocos habituales en el desarrollo del trastorno.
-Trastorno_del_Espectro_Autista_TEA.mp4
TRASTORNO POR DEFICIT DE ATENCION CON HIPERACTIVIDAD
El déficit de atención e hiperactividad es una condición neurobiológica que se manifiesta con disfunciones en el comportamiento y distorsiones cognitivas. El DAH es un desorden que no se observa únicamente en los niños. En personas adultas quienes sufren de TDAH, es aproximadamente el 60% cuyos síntomas básicos como inatención, impulsividad, irritabilidad, intolerancia y frustración habían tenido inicio antes de los siete años. Según investigaciones españolas, en la etapa adulta, las manifestaciones propias se relacionan más con problemas de concentración, disminución de la capacidad de memoria a corto plazo, falta de organización, dificultades en la autodisciplina, baja autoestima, inquietud mental, frustración, escasas habilidades sociales.. CRITEROS Y DIAGNOSTICOS. A. Patrón persistente de inatención y/o hiperactividad-impulsividad que interfiere con el funcionamiento o el desarrollo, que se caracteriza por (1) y/o (2): 1. Inatención: Seis (o más) de los siguientes síntomas se han mantenido durante al menos 6 meses en un grado que no concuerda con el nivel de desarrollo y que afecta directamente las actividades sociales y académicas/laborales: a. Con frecuencia falla en prestar la debida atención a detalles o por descuido se cometen errores en las tareas escolares, en el trabajo o durante otras actividades (p. ej., se pasan por alto o se pierden detalles, el trabajo no se lleva a cabo con precisión).
b. Con frecuencia tiene dificultades para mantener la atención en tareas o actividades recreativas (p. ej., tiene dificultad para mantener la atención en clases, conversaciones o la lectura prolongada). c. Con frecuencia parece no escuchar cuando se le habla directamente (p. ej., parece tener la mente en otras cosas, incluso en ausencia de cualquier distracción aparente). d. Con frecuencia no sigue las instrucciones y no termina las tareas escolares, los quehaceres o los deberes laborales (p. ej., inicia tareas pero se distrae rápidamente y se evade con facilidad). e. Con frecuencia tiene dificultad para organizar tareas y actividades (p. ej., dificultad para gestionar tareas secuenciales; dificultad para poner los materiales y pertenencias en orden; descuido y desorganización en el trabajo; mala gestión del tiempo; no cumple los plazos). f. Con frecuencia evita, le disgusta o se muestra poco entusiasta en iniciar tareas que requieren un esfuerzo mental sostenido (p. ej., tareas escolares o quehaceres domésticos; en adolescentes mayores y adultos, preparación de informes, completar formularios, revisar artículos largos). g. Con frecuencia pierde cosas necesarias para tareas o actividades (p. ej., materiales escolares, lápices, libros, instrumentos, billetero, llaves, papeles del trabajo, gafas, móvil). h. Con frecuencia se distrae con facilidad por estímulos externos (para adolescentes mayores y adultos, puede incluir pensamientos no relacionados). i. Con frecuencia olvida las actividades cotidianas (p. ej., hacer las tareas, hacer las diligencias; en adolescentes mayores y adultos, devolver las llamadas, pagar las facturas, acudir a las citas). 2. Hiperactividad e impulsividad: Seis (o más) de los siguientes síntomas se han mantenido durante al menos 6 meses en un grado que no concuerda con el nivel de desarrollo y que afecta directamente a las actividades sociales y académicas/laborales: a. Con frecuencia juguetea con o golpea las manos o los pies o se retuerce en el asiento. b. Con frecuencia se levanta en situaciones en que se espera que permanezca sentado (p. ej., se levanta en la clase, en la oficina o en otro lugar de trabajo, o en otras situaciones que requieren mantenerse en su lugar).
c. Con frecuencia corretea o trepa en situaciones en las que no resulta apropiado. (Nota: En adolescentes o adultos, puede limitarse a estar inquieto.) d. Con frecuencia es incapaz de jugar o de ocuparse tranquilamente en actividades recreativas. e. Con frecuencia está “ocupado,” actuando como si “lo impulsara un motor” (p. ej., es incapaz de estar o se siente incómodo estando quieto durante un tiempo prolongado, como en restaurantes, reuniones; los otros pueden pensar que está intranquilo o que le resulta difícil seguirlos). f. Con frecuencia habla excesivamente. g. Con frecuencia responde inesperadamente o antes de que se haya concluido una pregunta (p. ej., termina las frases de otros; no respeta el turno de conversación). h. Con frecuencia le es difícil esperar su turno (p. ej., mientras espera en una cola). i. Con frecuencia interrumpe o se inmiscuye con otros (p. ej., se mete en las conversaciones, juegos o actividades; puede empezar a utilizar las cosas de otras personas sin esperar o recibir permiso; en adolescentes y adultos, puede inmiscuirse o adelantarse a lo que hacen otros). B. Algunos síntomas de inatención o hiperactivo-impulsivos estaban presentes antes de los 12 años. C. Varios síntomas de inatención o hiperactivo-impulsivos están presentes en dos o más contextos (p. ej., en casa, en la escuela o en el trabajo; con los amigos o parientes; en otras actividades). D. Existen pruebas claras de que los síntomas interfieren con el funcionamiento social, académico o laboral, o reducen la calidad de los mismos. E. Los síntomas no se producen exclusivamente durante el curso de la esquizofrenia o de otro trastorno psicótico y no se explican mejor por otro trastorno mental (p. ej., trastorno del estado de ánimo, trastorno de ansiedad, trastorno disocia TiVo, trastorno de la personalidad, intoxicación o abstinencia de sustancias).
Presentación combinada: Si se cumplen el Criterio A1 (inatención) y el Criterio A2 (hiperactividad-impulsividad) durante los últimos 6 meses.
Presentación predominante con falta de atención: Si se cumple el Criterio A1 (inatención) pero no se cumple el Criterio A2 (hiperactividad-impulsividad) durante los últimos 6 meses. Presentación predominante hiperactiva/impulsiva: Si se cumple el Criterio A2 (hiperactividad-impulsividad) y no se cumple el Criterio A1 (inatención) durante los últimos 6 meses. Especificar si: En remisión parcial: Cuando previamente se cumplían todos los criterios, no todos los criterios se han cumplido durante los últimos 6 meses, y los síntomas siguen deteriorando el funcionamiento social, académico o laboral. Especificar la gravedad actual: Leve: Pocos o ningún síntoma están presentes más que los necesarios para el diagnóstico, y los síntomas sólo producen deterioro mínimo del funcionamiento social o laboral. Moderado: Síntomas o deterioros funcionales presentes entre “leve” y “grave”. Grave: Presencia de muchos síntomas aparte de los necesarios para el diagnóstico o de varios síntomas particularmente graves, o los síntomas producen deterioro notable del funcionamiento social o laboral. Otro trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad Especificado
Esta categoría se aplica a presentaciones en las que predominan los síntomas característicos de trastorno por déficit de atención e hiperactividad que causan malestar clínicamente significativo o deterioro del funcionamiento social, laboral o de otras áreas importantes, pero que no cumplen todos los criterios del trastorno por déficit de atención con hiperactividad o de ninguno de los trastornos de la categoría diagnóstica de los trastornos del desarrollo neurológico. La categoría de otro trastorno por déficit de atención con hiperactividad especificado se utiliza en situaciones en las que el clínico opta por comunicar el motivo específico por el que la presentación no cumple los criterios de trastorno por déficit de atención con hiperactividad o de algún trastorno específico del desarrollo neurológico. Esto se hace registrando “otro trastorno por déficit de atención con hiperactividad específico” y a continuación el motivo específico (p. ej., “con síntomas de inatención insuficientes”).
Trastorno por déficit de atención e hiperactividad no especificado Esta categoría se aplica a presentaciones en las que predominan los síntomas característicos de trastorno por déficit de atención con hiperactividad que causan malestar clínicamente significativo o deterioro del funcionamiento social, laboral o de otras áreas importantes, pero que no cumplen todos los criterios del trastorno por déficit de atención con hiperactividad o de ninguno de los trastornos de la categoría diagnóstica de los trastornos del desarrollo neurológico. La categoría de trastorno por déficit de atención con hiperactividad no especificado se utiliza en situaciones en las que el clínico opta por no especificar el motivo de incumplimiento de los criterios de trastorno por déficit de atención con hiperactividad o de un trastorno del desarrollo neurológico específico, e incluye presentaciones en las que no existe suficiente información para hacer un diagnóstico más específico. http://cirrie.buffalo.edu/encyclopedia/es/article/122/ CONCLUSIONES El TDAH es el diagnóstico más frecuente en la infancia, creando problemas secundarios que pudrían persistir en la edad adulta. En la intervención clínica, se hace raro encontrar el TDAH de forma aislada y una comorbilidad significativa de trastornos y de los déficits neuropsicológicos son susceptibles de presentarse. Integrar en sus intervenciones terapéuticas la combinación de métodos efectivos para cada caso. Como también es importante destacar la funcionalidad del paciente.
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Trastorno reactivo de vinculacion de la infancia En algunos casos hablamos del Trastorno del vínculo cuando se han producido rupturas traumáticas en el lazo afectivo niño-madre desde las etapas más tempranas. Diversas pueden ser las causas: abandono, maltrato, separaciones, niños ingresados en centros de acogida y posteriormente adoptados, niños que han estado en incubadoras, etc. La sintomatología se manifiesta desde un retraimiento extremo a conductas disruptivas que cursan con hiperactividad, déficit atencional e impulsividad entre otros. Pero no siempre hacen falta grandes traumas para que un niño pueda desarrollar problemas de vinculación. Las largas horas de trabajo de muchos padres, los sustitutos temporales, la guardería en etapas anteriores a 2 años, no facilitan que se establezcan los tiempos y la calidad de relación que muchos niños necesitan. La mayoría de niños que presentan alteraciones en el vínculo afectivo suelen poner a prueba constantemente el amor de sus padres y los lazos que tienen en común. Lo más paradójico es que lo hacen mediante un proceso sutil de exigencias, manipulaciones, mentiras e, incluso, utilizando comportamientos agresivos y violentos hacia las personas que quieren. También, a veces, contra ellos mismos. Es como si necesitaran constantemente reafirmar la presencia física y la proximidad de los padres, aunque sea para que les riñan. Otros niños presentan somatizaciones frecuentes (dolores de cabeza, supuestas enfermedades para conseguir la atención de la madre). Pueden aparecer manifestaciones verbales del tipo "nadie me quiere" o "me gustaría morirme." De hecho un trastorno del vínculo puede derivar hacia un cuadro depresivo. Algunas veces la sintomatología se presenta de forma tardía durante el crecimiento del niño y cuando la seguridad alcanzada en su momento se pierde debido a algún hecho que irrumpe bruscamente en la vida del niño (enfermedad de la madre, separación de los padres, pérdida de alguno de los padres, cambios repentinos de residencia, etc). Cada niño es diferente y por lo tanto habrá que analizar con cuidado su propia historia y sentimientos así como otros factores de riesgo presentes. Sin embargo, en esta página intentaremos dar algunas herramientas generales para trabajar con todos aquellos niños que de una u otra forma manifiestan problemas derivados de un vínculo afectivo no establecido adecuadamente en su momento o truncado, cuando ya estaba alcanzado, por nuevas circunstancias vitales imprevisibles y que vive de forma dolorosa condicionando su comportamiento.
Criterios para el diagnóstico del Trastorno reactivo de la vinculación de la infancia o la niñez A. Relaciones sociales en la mayor parte de los contextos sumamente alterada e inadecuada para el nivel de desarrollo del sujeto, iniciándose antes de los 5 años de* edad, y puestas de manifiesto por 1 o 2: 1. incapacidad persistente para iniciar la mayor parte de las interacciones sociales o responder a ellas de un modo apropiado al nivel de desarrollo, manifestada por respuestas excesivamente inhibidas, hipervigilantes, o sumamente ambivalentes y contradictorias (p. ej., el niño puede responder a sus cuidadores con una mezcla de acercamiento, evitación y resistencia a ser consolado, o puede manifestar una vigilancia fría) 2. vínculos difusos manifestados por una sociabilidad indiscriminada con acusada incapacidad para manifestar vínculos selectivos apropiados (p. ej., excesiva familiaridad con extraños o falta de selectividad en la elección de figuras de vinculación) B. El trastorno del Criterio A no se explica exclusivamente por un retraso del desarrollo (como en el retraso mental) y no cumple criterios de trastorno generalizado del desarrollo. C. La crianza patogénica se manifiesta al menos por una de las siguientes características: 1. desestimación permanente de las necesidades emocionales básicas del niño relacionadas con el bienestar, la estimulación y el afecto 2. desestimación persistente de las necesidades físicas básicas del niño 3. cambios repetidos de cuidadores primarios, lo que impide la formación de vínculos estables (p. ej., cambios frecuentes en los responsables de la crianza) D. Se supone que el tipo de crianza descrita en el Criterio C es responsable del comportamiento alterado descrito en el criterio A (p. ej., las alteraciones del criterio A empezaron tras la instauración de los cuidados patogénicos que aparecen en el Criterio C). F94.1 Tipo inhibido: si predomina el Criterio A1 en la presentación clínica F94.2 Tipo desinhibido: si predomina el Criterio A2 en la presentación clínica http://www.psicologia-online.com/movil/pir/trastorno-reactivo-de-vinculacion-de-lainfancia.html
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Trastorno del Comportamiento Social Desinhibido Este trastorno puede a menudo confundirse con TDAH, pero el DSM-5 puede reducir la confusión agregándolo a la lista de diagnósticos oficiales. Mientras que los niños con trastorno de compromiso social desinhibido pueden ser desatentos e impulsivos, que se deben a la inadecuada prestación de cuidados y el abandono.
Alrededor de los dos años se manifiesta por una conducta pegajosa (apego) y un comportamiento persistente y disperso de vinculación no selectiva. A los cuatro años las vinculaciones difusas permanecen, pero las conductas de apego tienden a ser sustituidas por una búsqueda de atención y un comportamiento cariñoso indiscriminado. En el período medio y tardío de la infancia los niños afectados pueden haber desarrollado vínculos selectivos, pero el comportamiento de búsqueda de afecto suele persistir y es habitual con los compañeros una relación pobremente modulada. Dependiendo de las circunstancias, pueden presentarse además alteraciones emocionales y del comportamiento. CARACTERISTICAS Y CRITERIOS. Un patrón de comportamiento en el que un niño se acerca activamente e interactúa con adultos desconocidos y presenta al menos dos de los siguientes:
Reducción o reticencia ausente en acercarse e interactuar con adultos desconocidos. Demasiado conducta verbal o física conocida (que no es consistente con culturalmente sancionado y con fronteras sociales apropiadas para su edad). Disminuida o ausente revise de nuevo con el cuidador adulto después de aventurarse lejos, incluso en entornos poco familiares. La voluntad de ir con un adulto desconocido con poca o ninguna vacilación.
Trastornos de Eliminacion ENURESIS Consisten en una incapacidad para controlar de forma voluntaria la emisión de orina o de las heces, en el tiempo que se considera normal. En la mayoría de los casos no se encuentra una causa. La enuresis y la encopresis pueden darse de forma aislada o asociadas entre sí o con otras enfermedades. Si al niño se le recrimina o se le castiga porque ensucia las ropas suyas o de la cama, puede tener sentimientos de culpa o ansiedad. Se entiende por enuresis la emisión involuntaria de orina. La enuresis nocturna es la micción involuntaria durante el sueño, después de la edad en que se considera normal para el control de esfínteres. La enuresis diurna hace referencia a la pérdida involuntaria de orina mientras se está despierto, y es más probable que se encuentre un problema anatómico o biológico de fondo. El término enuresis primaria se utiliza cuando no se ha alcanzado la continencia por periodos prolongados, y secundaria cuando los episodios de enuresis se producen después de un periodo de por lo menos seis meses de un control completo. Se considera una edad normal para controlar la orina durante el sueño, los 5 años. ENCOPRESIS La característica fundamental de la encopresis es la expulsión involuntaria de excrementos formados, semiformados o líquidos, de forma repetida, en lugares inadecuados como, por ejemplo, en el suelo o en la ropa. El niño tiene que tener una madurez que corresponda al menos con los 4-5 años de edad cronológica. Habitualmente el niño no se da cuenta de que se le están escapando las heces, aunque también puede ser un acto voluntario. Para hablar de encopresis, estos incidentes tienen que aparecer al menos una vez al mes durante un mínimo de tres meses. NIÑOS AFECTADOS En el 70% de los casos la enuresis no está diagnosticada Por lo general, la enuresis es el trastorno de la eliminación más común y, por ello, más estudiado. Este trastorno ocurre por igual en menores de ambos sexos, en cambio, la encopresis es más frecuente en niños. La enuresis nocturna afecta al 15% de los niños de cinco años, en el 70% de los casos no está diagnosticada En algunos casos los padres no acuden a la consulta por sentir vergüenza de que sus hijos sigan teniendo pérdidas de orina.
A los cuatro años se les escapan las heces al 3% de los niños una vez por semana y, a los siete años, la encopresis tiene una prevalencia del 2,3% en los niños y del 0,7% en las niñas, según datos de un documento sobre los “Trastornos de la eliminación: enuresis y encopresis. Además, se sabe que un tercio de los niños con encopresis sufre también enuresis nocturna, un 20% enuresis diurna y que un 10% de las niñas padecen infecciones urinarias recurrentes. http://www.centroatc.com/trastornos-de-eliminacion/