Minucias de una memoria

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Minucias de una Memoria Sergio Flores Armida

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Ya puedo entonar el canto; Se han abierto las palabras y las flores. CUICAPICQUI

(El poet a)

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Para mi esposa Marina. Para mis hijos: Claudia Elvira, Sergio Eduardo y Alejandra. Por todo lo que me han dado. Mi profundo agradecimiento a mi nieta MarĂ­a Fernanda, pues sin ella, no hubiese podido realizar estas minucias. A MelitĂłn Morales DomĂ­nguez, siempre unidos por la amistad.

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Minucias de una Memoria Sergio Flores Armida

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oy a contar hechos que sucedieron en la intemporalidad de la historia; algunos los viví, otros me los contaron, y otros más, los conocí a través de la lectura, ejercicio intelectual, tan necesario para aprender a saber y a equivocarnos menos en el mundo y, sobre todo para tener en la vida una mejor convivencia con el entorno y la sociedad. Para el caso evoco, al nobel de literatura, Gabriel García Márquez, cuando en sus memorias escribió: “Que la vida no es lo que uno vivió, sino la que uno recuerda y cómo la recuerda para contarla”. Nací en un pueblo en la gotera del Sotavento, relativamente cerca de la eterna y heroica ciudad de Veracruz. “Puerto bullente que ha desbordes y grescas anima” como escribió en su poema, el bardo veracruzano, Salvador Díaz Mirón. Cotaxtla es el nombre, antigua Cuetaxtlán cuya historia data desde antes de la conquista, nombre Náhuatl que tiene diversas connotaciones: “Tierra de coyotes”…”Tierra de labradores”…”lugar donde se curten cueros”. En este lugar agreste, alegre y pintoresco bañado por las aguas del Río Cotaxtla, sucedieron hechos poco conocidos pero de cierta manera relevantes, tanto para la prolífica historia de Veracruz, como para la azarosa historia de México, pues es bien sabido que nuestra Patria en su largo recorrido por reconstruirse, ha encontrado como Sísifo una cima difícil de escalar a grado tal que todavía hoy el cura Miguel Hidalgo tiene las botas puestas.

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lfonso Medellín Zenil, Antropólogo e historiador, cuenta que la primera revolución popular en Mesoamérica, se registró en Cotaxtla. Señala el investigador que estudios realizados por connotados historiadores, entre ellos Diego Durán, hace saber que el movimiento social de aquel tiempo se generó a raíz de la constante lucha, que ese pueblo sostenía con militares del Señorío de Atzayacalt, lucha que diezmaba en grandes proporciones a la comunidad. Levantados en busca de la paz y la tranquilidad, fueron hasta las cuevas donde sus jefes se escondían exhibiéndolos, como cobardes ante las autoridades a quien le entregaban tributos. En esa forma los macehuales (gente del pueblo), lograron controlar la matanza que entre ellos hacían los ejércitos de la triple alianza, y que fue originada por la desobediencia que los gobernantes tuvieron para Atzayacalt, encabezados por “Pinotl”, gobernante de Cuetaxtlan, quién posteriormente diera la bienvenida a Hernán Cortés y sus huestes, en las playas de Chanchihuecan. Cómo consecuencia de la entrega de los jefes Macehuales se registró el primer juicio político de la historia en Tenochtitlán. Añadió que los precursores de la Revolución fueron conquistados por los aztecas hacia los años 1450 -1475; y la cultura que floreció en Cotaxtla fue la Olmeca Histórica. 11


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Relat o2

a monja Alférez, nace en España, cuyo verdadero nombre era el de Catalina Erazo, personaje singular del siglo XVI, fue tan atractiva su vida y sus correrías, que incluso la diva del cine nacional, María Félix la interpretó en una película en el año de 1944. Pues este personaje murió en Cotaxtla. Entre duelos y conquistas en el sentido Donjuanistico del término, deja una Huella de fuego por donde pasa; combate contra los indomables araucanos al arrebatarles el pendón español gana su titulo de Alférez, lucha contra los corsarios Holandeses, es herida en duelo, mata a su hermano que ignora la identidad y el sexo de quien lo hiere. Vuelve a ser monja, escapa, regresa a Europa y logra del rey pensión por servicios militares y del Papa Urbano VIII el permiso excepcional para usar ropa masculina. Con el nombre de Alonso Ramírez de Guzmán, se dedica a la arriería actividad en esa época muy rentable, y en uno de esos viajes muere en Cotaxtla agobiada por una enfermedad. Es sepultada en Orizaba por los religiosos juaninos, encargados del hospital de San Juan de Dios, a los que siempre favoreció con especial munificencia.

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Relat o3

ntonio López de Santa Ana, once veces presidente de México en el siglo XIX, nació en Xalapa capital del Estado de Veracruz. Recorrió a lo largo de su aventura política, todos los matices del federalismo y de su contraparte el centralismo, sin ser nunca, propiamente, otra cosa que llana y sencillamente Santanista. Por eso, y por otras cosas, fué y es considerado “El gran traidor de la patria”. En los albores de la independencia gobernaba al país, el primer presidente de México, Miguel Antonio Fernández Félix, conocido en la historia con el pseudónimo de Guadalupe Victoria, nacido en Tamazula Durango en el año de 1786. Militó en las filas insurgentes, siendo en la guerra de independencia, donde cambio su nombre por el de Guadalupe Victoria, queriendo simbolizar en el primero a la patrona de México, bandera de la insurgencia, y en el segundo, a la fortuna que lo acompañó siempre en sus combates contra los españoles. Al terminar su periodo presidencial se retiró de la vida pública y, gravemente enfermo se instaló en Perote Veracruz donde murió el 21 de mayo de 1843. Llama la atención, que en aquellos años se instaló en Cotaxtla una aduana cuyo objetivo era cobrar contribuciones a los viajeros a efecto de recuperarla mandaron a Santa Ana, con ese fin, y el 20 de octubre de 1816 a las 8:00 am 15


sorprende a los rebeldes, se apodera de sus pertenencias, caballos, armas y familiares, prendiendo fuego, por último, a la aduana. Terminada la acción, el virrey concedió al teniente López de Santa Ana el grado de capitán, y a los subtenientes Manuel López de Santa Ana, hermano, y Joaquín Arizmendi el grado de teniente. Hasta donde se sabe, Santa Ana pudo celebrar su ascenso tranquilamente, pues en los meses restantes de 1816 no hubo ya, encuentros importantes y menos en 1817 cuando funge como ayudante del virrey Apodaca. Hasta aquí lo que escribió, don Enrique González Pedrero en su magnífica obra “El México de Santa Ana, País de un solo hombre”; y hasta aquí también algunos de los relatos que sucedieron de refilón en ese caluroso, y a veces infernal pueblo de Cotaxtla.

“Cómo entender la historia que siguió hoy, si no se entiende lo que pasó antes”

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Relat o4

l relato siguiente, por inverosímil, pareciera sacado de una novela negra o costumbrista, sin embargo, no es así, sucedieron en mi pueblo, los vi, y los viví, son personajes de carne y hueso, tienen nombre y apellido.

En las noches frescas y apacibles, solíamos jugar a los encantados en la calle, que en esa época, era el lugar común para entretenernos; en esas estábamos, cuando intempestivamente vimos a un hombre correr, y a otro detrás de él disparándole alevosamente, vimos como cayó inerte y sin vida casi en frente de nosotros, asombrados salimos corriendo despavoridos, con rumbo a nuestras casas, gritando con angustia: “mataron al Canoero”… “mataron al Canoero”… El silencio llegó, sepulcral, envolvió la noche, acompañada por el leve zumbido de los rumores, y así continuó hasta el amanecer. Poco tiempo después, nos enteramos que el autor material de tan proditorio crimen, había sido el comandante municipal del ayuntamiento. El muerto era la persona que en tiempos de agua, cuando el rio crecía, prestaba el servicio con una canoa trasladando a la gente de una orilla a otra del río. Nunca supimos su nombre, pues siempre lo conocimos como “el Canoero”.

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Relat o5

ra niño, escasos 4 o 5 años de edad, me encontraba jugando en el lugar común que era la calle, como ya lo dije anteriormente, cuando pasó junto a mí un hombre temulento, y con el machete que traía me dio un piquete en la entrepierna, empecé a llorar por el dolor, arrastrándome logré llegar al corredor de la casa, ahí mi hermana Lilia me cargó y me llevó a una mesa, donde me hicieron las primeras curaciones, afortunadamente la herida no fue grave, la libré, y aquí estoy para contarla. Años después, supe que el hombre aquél se llamó Juventino Osorio, campesino, que en estado de ebriedad había cometido tal atrocidad. En esos momentos, y en ese tiempo, por mi escasa edad, no supe por qué sucedían esas cosas, no las entendía, ni me las explicaba, ya mayor, cuando empecé a discernir, las entendí, me las expliqué, y logré hasta ahora, superar esa adversidad.

“Para soltar la mano, con eso basta”

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Relat o6

lvira Armida Acevedo, mi madre, mujer de mirada sosegada y triste, sonrisa tímida y alma generosa hasta lo sublime, siempre dispuesta a ayudar, si alguien iba a solicitar consejo, ayuda o apoyo, nunca se iba con las manos vacías, mi mamá estaba presta a auxiliar a la gente que se acercaba a ella. Era el bálsamo de muchas familias que residían en el pueblo. En su prolífica vida, tuvo trece hijos: Eduardo, Oscar, Gayetano, María Cristina, Lilia, Linda, Celia, María del Carme, Maximino, Roque, Josefina, Cira, incluyéndome a mi; casi todos fallecidos, solamente sobrevivimos tres en este momento que estoy redactando estas minucias. Mi madre, tenía fama de ser una extraordinaria cocinera, a grado tal, que el Obispo de Xalapa, Pío López, cada vez que venía a Cotaxtla a las confirmaciones, comía en la casa los opíparos banquetes que mi mamá le preparaba, después de disfrutarlos, le decía a mi mamá en tono agradecido: “Usted doña Elvira debería haberse llamado Gloria, porque hasta los frijoles, le saben a eso, a gloria”. Los hermanos Zapata Vela, Joaquín y Carlos originarios de Córdoba Veracruz, venían seguido a la casa de Cotaxtla a disfrutar también las viandas 21


que Elvira Armida preparaba. El primero, Joaquín, era el presidente del tribunal superior de guerra, y el segundo, Don Carlos, embajador de México, en Rusia. Era común ver en mi casa a personajes de la vida política, social e intelectual, por ahí desfilaron el General Mangue, comandante de la zona militar de Veracruz, intelectuales como el profesor José Luis Melgarejo Vivanco, antropólogo e historiador de prestigio internacional, el investigador y arqueólogo social, Alfonso Medellín Zenil; escritores como Jorge Cuesta, quien por cierto se suicidó; políticos, los gobernadores, Ángel Carbajal, Antonio M. Quirazco, Fernando López Arias, Rafael Murillo Vidal, Rafael Hernández Ochoa, inclusive, pasó por ahí también Félix Díaz, sobrino de Don Porfirio, e integrante del complot que asesinó a Francisco I. Madero; estuvo también el General Gallán, Villista, quien derrotó a los Carrancistas ahí en Cotaxtla, y en venganza cuando triunfa la facción constitucionalista, mandan a quemar al pueblo. Murió en Orizaba el 10 de agosto de 1965, cuando ella falleció, aprendí que lo único real y verdadero de la vida, era la muerte. En mi memoria mientras yo viva, ella vivirá para siempre.

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duardo Flores Vázquez, mi padre, hombre de carácter fuerte, autodidacta, su orfandad la vivió con un cura, el padre Peniché, esa relación, le dio oportunidad de leer a los padres de la iglesia, así como también a los enciclopedistas franceses. Siempre de me decía: “Acuérdate hijo, que entre más importante te sientas, más pendejo serás”.

Considerado el patriarca de Cotaxtla, gracias a sus influencias, se realizaron en el pueblo, obras importantes de trascendencia social: se estableció el sistema de agua potable, se introdujo la luz eléctrica, se construyó el palacio municipal y también el local de la asociación ganadera, de la cual, fue fundador; se hizo el edificio de la escuela primaria, la carretera de 6 Km de la cabecera municipal a entroncar con la carretera nacional Veracruz – México. Su devoción por la virgen de Guadalupe, lo llevó a construir la capilla anexa a la nave principal de la iglesia de San Pedro. Desde luego, todas estas obras no hubieran sido posibles sin el apoyo de la gente del pueblo. Hombre ocurrente y gran conversador, por las noches después de la cena, nos quedábamos a escucharle pasaje de la historia de México, vivencias de la Revolución, y comentarios de la Segunda Guerra Mundial, hecho traumático que estaba sucediendo en Europa. 23


Un mediodía conviviendo entre botanas y cervezas, con un grupo de amigos, el cacique del pueblo, que también se encontraba ahí, le dice a mi papá, “Eduardo estoy preocupado pues me están acusando en Xalapa que estoy eliminando mucha gente, ¿Qué hago Eduardo?”, a lo que mi papá contestó, ocurrente como era, “Pues vamos agrandando el panteón”, los ahí presentes se echaron a reír, para festejar la ocurrencia. Sus conocimientos del derecho, sin ser licenciado, su autoridad moral y política, lo convirtieron en un personaje a quien tenían que acudir necesariamente cuando se les presentaba algún problema: “Vete a ver a Eduardo, decía la gente, él te resuelve tu asunto”. Alegre como era, disfrutaba mucho la fiesta, en los días previos a su cumpleaños, me preguntaba, “¿vas a traer la música?, para prepararme con la comida”, y desde luego se hacía la gran pachanga; amenizaban “los pregoneros del recuerdo” de Don Carlos Pitalúa, la danzonera, y a demás, el arpa y la janara de Andrés Huesca. Murió a los 100 años de edad, después de comerse un caldo de robalo, se acostó a dormir la siesta y ya no despertó, falleció sin enfermedades, como un cirio que se le acabó la cera. Hoy descansa junto a mi madre en el viejo cementerio, que él construyó, en el pueblo de Cotaxtla.

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Relat o8

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n Cotaxtla, aprendía mis primeras letras en una escuela comunitaria, no existía en esa época primaria completa, motivo por el cual, tuve que emigrar a Orizaba, cabizbajo y triste, como Juan Cristóbal, el personaje de la novela de Román Rollan. Sin embargo, aprendí a solazarme con el libro “ROSAS DE LA INFANCIA” de María Enriqueta. Estuve un año y después me vine a Veracruz mi segunda tierra de quien me enamoré y aprendí a respetar, y dije Como el Mariscal francés D’anjou cuando llegó a Camarón: “Aquí estoy, y aquí me quedo”, y se quedó en Camarón ante las balas heroicas del ejército mexicano. Pues bueno, así me dije, “Aquí llegué y aquí me quedo” y me quedé, a disfrutar los nortes, los calores y las bondades, de Veracruz. Ya jovencito, empecé a integrarme a la vida social de los veracruzanos, participar en esa fiesta desenfrenada de máscaras y alegría del Carnaval. Había un grupo de jóvenes que año con año, nos disfrazábamos “de diablo”, “presidiarios”, etcétera, etcétera, algunos nombres de aquella palomilla, los hermanos Aguilar, Fortín y Joaquín, el Lic. Cárdenas alias “el pituco”, Carlos Duych, Ismael “Mayel Ruiz”, Leopoldo Hernández Ramón, Carlos Martínez Sandiel, José Luis Morfín, José Prieto Montes de Oca, Alberto “Beto” Laborde, y otros más. 25


Concurrir a los salones de baile, a las tertulias a Villa del Mar los domingos, con la orquesta del maestro Blanco Cansino, la danzonera del Chato Rojas, y la inolvidable Sonora Veracruz, de Toño Barcelata; al CENTRO SOCIAL DE LOS EMPLEADOS DE COMERCIO, donde alternaban las mejores orquestas venidas de Cuba, así se podía bailar con Arturo Núñez, “El caballero antillano”, con sus cantantes, Chico Andrade, Toño Jiménez y Tony Camargo; la Orquesta “América” de Ninón Mondejar, y Enrique Jorrín, creadores del chachachá. Ahí vino a tocar, por primera vez, el creador del mambo, Pérez Prado, acompañado de las esculturales bailarinas las Dolly Sisters. Cómo olvidar al gran Benny Moré, “El bárbaro del ritmo”, fundó el “Dueto fantasma” con el veracruzano Lalo Montané, tuvieron tanto éxito, con la canción “Mucho Corazón”, de la compositora María Elena Valdelamar, que en su tumba, allá en la Habana, en el panteón Colón, tiene por epitafio, precisamente, “Mucho corazón”. En 1964 debutan en televisión independiente de México, en el programa “Rapsodia Mabarak” conducido por Nelson Juárez y Manolo Lorenzo, el conjunto musical denominado “Los jóvenes del 30”, encabezados por el caballeroso Jerónimo Vera, en paz descanse, Ernesto Ruiz, alias el “Flaco Neto”, Luis Tún tún Montero, Rodolfo Escalante, Jaime Patrarca, y José “Tapatío” Macías, que venía del D.F, después de haber estado con “El Son Clave de Oro”, posteriormente, se incorporó al grupo “El Chino Sanoja”. El grupo llegó a triunfar y a tener resonancia no solo en el puerto, si no, en otras partes del estado, tristemente, muchos de ellos ya se han ido a mejor vida, solamente quedan de la vieja guardia tres, “El Chino Sanoja”, el “Flaco Neto” y “Tún tún”, les pasó como la canción de los perritos, que tan bien interpreta el “Flaco Neto”: “y ya nomás nos quedan tres”. En cuanto al nombre, de ser los “Jóvenes del 30”, terminaron ahora por llamarse “Los Viagra Boys”. Quién no llevó serenata con el “Negro Peregrino”, tremendo tresillista, hermano de la inmortal “Toña la Negra”; quién no disfrutó las melodías románticas con el “Trío Veracruz”, integrado por “Chencho”, “Pochencho” y “Juanelo”; el “Trío Azul” y la voz de la veracruzana María Elisa Covarrubias; quién no recuerda, el piano romántico de “Memo Salamanca” compositor Tlacotalpeño, que se arraigó aquí en Veracruz, y le compuso la magnífica canción “Lindo Veracruz”, a Federico Sánchez, pianista integrado al conjunto musical “Anacaona”.

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Recuerdo en aquellos años, los grandes bailes, en las terrazas del Hotel Mocambo, amenizados por la orquesta de Juan García Medeles, y el cantante Jorge Ledesma, alternando con la orquesta local del maestro “Gaby Moreno”; los bailes en los patios de la escuela preparatoria con Luis Alcaráz, interpretando sus propias composiciones; así mismo, en la facultad de medicina, ir a bailar “Con los solistas de Agustín Lara”; los bailes de la escuela naval, por cierto que como eran de a gratis, difícil era lograr la entrada; los saraos en el Casino Español, después de haber celebrado la Covadonga en el Parque España, y por último los bailes en la Loja Mercantil. Una de las características de los veracruzanos, es su pasión por la música y el baile, sobre todo, por el danzón, y el son cubano, aquí, se arraigaron con tal fuerza, que hasta la fecha se siguen bailando, en los callejones y en el propio zócalo de la ciudad. Surgen en consecuencia, conjuntos criollos veracruzanos que alegran con sus interpretaciones, el espíritu de los jarochos, así, tenemos a los “pregoneros del recuerdo” de Carlos Pitalúa, “El quinteto Mocambo” de Rafael Santos Zamorano, “Son como son” del “Gordo Villegas”, y el prestigiado grupo “De Moscovita y sus Guajiros”, “El Matacoco” conjunto integrado por músicos veracruzanos: “Benny Gómez”, “Pazos”, Hugo Cevallos, “El Gordo Villegas”, “Torombolo” y “Araujo”. Menciono por último, “Al Coloso del trópico” “Tony Farfán”. Existían así mismo para bailar lugares, como “El CORSARIO” ubicado en las playas de Mocambo, y amenizado por el conjunto tropical “ANACAONA”, decían por ahí, que de repente se escapaba por ese salón, el inolvidable Agustín Lara; “RINCON BRUJO”, el “Salón Bahía”, y en el centro, el “YATE”, ubicado en los bajos del hotel Prendes, el “Candilejas”, el “RAINBOW ROOM”, y “Las Gaviotas” en el último piso del Hotel Veracruz. En el puerto se acostumbraba en los años 50, que las familias veracruzanas, sacaran sus mecedoras tlacotalpeñas por la tarde-noche, para platicar y comentar sobre los acontecimientos cotidianos. Después del cine, ir a cenar a los “Filetes Manolo”, restaurant ubicado en las calles “Los dos Panchos”, pues ahí confluían la avenida Francisco I. Madero y la calle Francisco Canal. Los cines que existían, eran: “El Eslava”, “Díaz Mirón”, “Reforma”, “Variedades”, y posteriormente se agregó el “Cine Veracruz”.

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Disfrutar los panuchos del “Diablo”, los tacos de cochinita pibil, con su respectiva horchata del “Yucateco”, las tortas “Del gallo” y el vaso de leche, el lechero y la canilla en “El Gran Café de la Parroquia”, de perdida, un vaso de agua fría que regalaban diariamente en El Gran Café. Los cocteles de mariscos “PICALAGUA” y las tradicionales gordas y picadas que se vendían en el Barrio de la guaca, ahí mismo, los chocomilk’s de “Pantaleón”. Había la costumbre sana, de ir los domingos al zócalo de Veracruz, a dar vueltas en el parque, las damas en un sentido, y los caballeros en sentido contrario, (La Retreta), mientras la banda municipal interpretaba un danzón o noche criolla del maestro Lara. Que deleite subirse al tranvía, a dar un paseo por todo el boulevard Manuel Ávila Camacho, transporte ecológico, no contaminante, y fresco en su interior para comodidad del pasajero; el servicio de taxis de primera, recuerdo aún, el sitio “Pingüinos”, con sus coches último modelo prestaban un servicio eficaz. Ir al Baseball, al Parque Deportivo Veracruzano de 20 de noviembre, a ver jugar al glorioso “Águila de Veracruz” con los cubanos Santos Amaro, Lino Donoso y Mario Ariosa, y los veracruzanos “Charrazcas Ramírez”, “Huevito Álvarez”, los hermanos López, Bernardo y Memo. De repente se aparecía por ahí, el maestro Agustín Lara, con su sombrero de palma y atildado en sus guayaberas de lino, cuando el público se percataba de su presencia, se volcaba en aplausos, para el inolvidable “Flaco de Oro”. En ese mismo parque, disfrutar las emociones de los Tiburones Rojos del Veracruz, quienes, encabezados por el veracruzano Luis “Pirata Fuente”, el “Pelón González”, “Chito García”, Lazcano, Aparicio, Lecca, Grimaldo, y otros más, hacían de las tardes veracruzanas un aquelarre de discusiones y disputas. Fungía como alcalde de Boca del Río, se acerca a mí un grupo de aficionados del club Tiburones Rojos, y me piden que para perpetuar la memoria de “Luis Pirata Fuente” se le ponga su nombre al coloso del fraccionamiento Virginia; encabezados por Gustavo Frike Rivas, Ricardo Guerra Meza, Carlos Calderón, Manuel Rodríguez, Manuel Carús Suarez, Juan Villa Puig. Por el club deportivo Veracruz AC, encabezan la petición su presidente el Lic. Gabriel Fuster Jiménez, Juan Núñez Sánchez, Roger Posadas y el C.P. Jorge Remes Ripoll; también se agrega la liga veracruzana de Futbol, con su presidente Alberto Cazares Ponce, Francisco Torres Oliva, como secretario y Daniel Enríquez

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tesorero. Accedimos de inmediato a su petición y en sesión de cabildo se autorizó que en adelante, el estadio mencionado, llevara el nombre de “Luis Pirata Fuente”, futbolista excepcional que le dio brillo al futbol y prestigio y gloria a su ciudad natal, Veracruz. Transitar por los “portales de Veracruz”, escuchando la marimba y los diversos conjuntos de música que por ahí pululaban, era placentero, los portales de Diligencias del Hotel Veracruz, donde existía buena cocina y buenos tragos, los menyules que hacía el barman Villa en el Diligencias eran memorables; transitar por el PRI, no dije mal, así le decían a los bares “Prendes”, “Regis” e “Imperial”, la flota que ahí convivía, era única, además de folclórica, destilaban gracia y simpatía, ahí conocí a muchos de ellos, hasta la fecha sigo conviviendo con los pocos que aún viven. El Lic. Pérez de León, rey del carnaval, con el nombre de “Popocha primero”; Alfredo Sánchez, como “El Pinolillo”, y Bonosso Santiesteban como “Bonosso Primero”. Los demás, también fueron reyes, pero de la golfería, el “Negro Mora”, de quien decían que si antes no trabajó, menos ahora; Avelino Gabito, dueño del centro nocturno “Tropicana”, mientras lo administró traía para beneplácito de los veracruzanos las mejores variedades de México; Carlos López Turincio “Cara e Pollo”, simpático y muy hábil para las relaciones públicas, y Miguel Ángel Valenzuela, alias “Zague”, tlacotalpeño que cayó bien en Veracruz. Con Pérez de León, desde que nos conocimos, mantuvimos una amistad permanente hasta que falleció, viajamos juntos al carnaval de la Habana, al carnaval de Río de Janeiro, y muchas veces a la Ciudad de México, fue compadre del famoso compositor Agustín Lara y cronista gráfico durante muchos años de esta Heroica Ciudad de Veracruz. El doctor Román Garzón Arcos, veracruzano por los cuatro costados, alegre, vacilador y decente, siempre hubo entre nosotros una genuina calidez, fuimos amigos hasta que falleció y todavía lo recuerdo con mucho afecto. Pues bien, era presidente municipal de Veracruz, se salía de su despacho, se asomaba al balcón del palacio, y le gritaba a Carlos López Turincio, que se encontraba en la barra del hotel Prendes, gritándole “tráeme dos tortas, una de pierna y otra de jamón”, estos detalles solo lo ves en Veracruz, y con su gente. Don Fernando Pazos Sosa, otro veracruzano todo corazón, promotor del deporte, era dueño de la arena Veracruz, en las calles de Rayón, construcción de madera, donde los miércoles se realizaban peleas de box entre las glorias 29


veracruzanas de ese deporte, ahí peleaban los hermanos Cuary, “El baby” y “Beto”, Pedro Soto, Lucio Torres, Manuel Luna alias “El mono luna”, que después resultó campeón gallo estatal, Gayetano Pérez, Lalo Rergis y Félix Martínez, Alavez González poeta decimero y además tranviario. Quiero señalar, que Beto Coary y Pedro Soto pelearon con el “Ratón Macías”, en esos momentos el ídolo de México. En esa arena, había luchas libres, con “El Santo”, “Cavernario Galindo”, “Tarzán López”, “Gory Guerrero”, “Bobby Bonales”, y desde luego los enmascarados “Blue Demond”, “Black Shadow” y la “Tonina Jackson”. Don Fernando dueño de la principal radiofusora XEU, la más importante, promovía el danzón y todos los días al cuarto para la una de la tarde, se escuchaba tocar a la danzonera “Alma de Sotavento”, al mismo tiempo que anunciaba las fiestas populares y las carreras de caballos que se celebraban en los diversos municipio aledaños a Veracruz. Lo siguiente, es con el único afán de mostrar una de las facetas de los veracruzanos, una muestra de la idiosincrasia, de un pueblo amante de la alegría, la jocosidad y la algazara: El jarocho se preguntó ¿Qué es Veracruz? Y se respondió: “Una fila de palmeras, una mar de agua salada, una bola de chismosos y un calor de la chingada”. Siguen bastos, el cónsul Italiano Dallaluna que en tiempos de la segunda guerra mundial, después de haber sido concentrado en Perote, en su calidad de extranjero, regresó a este Puerto y nada más llegando a los portales, le dijo a sus amigos: “Acuérdense muchachos, hace tiempo que no oigo una mentada, ¡Miéntenmela! Adiós hijo… De la vieja Roma, y lleno de emoción contestó: Gracias muchachos, recuerdo la suya”. Aquí hicieron ambiente, “El mariscal” siempre comentando de su poderosa flota aérea invencible y de sus minas de oro y piedras preciosas.

“Tanislao” deambulaba por las calles de Veracruz, con un largo tubo de metal, dizque interpretando melodías. “La Chilorio”, mujer obesa y simpática, con gracia, usaba lentes como de fondo de botella, vendía cacahuates en 5 de mayo y Cortés gritando a todo pulmón: “cacahuates con chilorio o sin chilorio” de ahí, su sobrenombre. 30


Francisco Rivera Ávila “Paco Píldora”, prolífico escritor, poeta y decimista, hombre culto y jarocho bien nacido, fueron famosas sus rimas en la columna “Longaniza jarocha” y sus poesías a Veracruz. Una probadita de su vena poética: / Nací por suerte y por fortuna mía/ / en este puerto noble y bullicioso/ / Veracruzano soy, proclámelo orgulloso / / y delante de un rey lo gritaría/. Y esta otra: / Veracruz novia del mar, gigante y recia Atalaya/ / que naciste en la playa, a la sombra de un palmar / / hoy yo te vengo a cantar, con voz modesta y sencilla/ /pues no tiene mi trovar, la exquisita maravilla, ni ese retumbar sonoro/ / del verso engarzado en oro, de Pepe Luis Díaz Castilla. Esta fue una pequeña nostalgia, de lo que fue el Veracruz que ya no existe, y que los jóvenes de hoy sepan, que hubo un Veracruz alegre y bullanguero donde no existían la violencia y la incertidumbre, donde podías ir a disfrutar las reconocidas playas de Mocambo, Villa del Mar, Regatas y el Playón, y caminar por el Malecón o el Boulevard recibiendo la brisa Marina, o admirando el Golfo de México.

“Nada más feliz que pensar en los que ya no son; por ese pensamiento regresan, y es como si uno triunfara, probando la dulzura de vencer un tiempo las tinieblas”.

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studiaba en Xalapa la carrera de licenciado en derecho, me quedo un fin de semana, me invitan a un baile que se celebraba en el club de charros, era el año de 1959, en pleno invierno y con neblina y chipichipi, asisto para distraerme, y conozco ahí a una jovencita de nombre Marina Sosa Campillo, y desde ese entonces hasta hoy, hemos logrado permanecer juntos a pesar de los problemas y vicisitudes, tan normales en una relación de tantos años. En ese camino, logramos procrear tres hijos: Claudia Elvira, Sergio Eduardo y Alejandra, sintetizo el concepto, que de ellos tenemos Marina y yo. “Son el orgullo de nuestra existencia”, y agrego lo que dijo Facundo Gutiérrez “Tío Cundo”, en su poema Sotaventino: “Toda mi ambición será, que vivan en la decencia, pues es la única herencia que les deja su papá”.

Armando Fuentes Aguirre “CATÓN” en uno de sus libros, escribió algo interesante sobre los nietos, manifestando: “Cuando la vida que das se renueva, ya no tienes miedo de morir, porque en verdad no hay muerte, un nieto es un seguro a la inmortalidad”, nacieron nuestros nietos, y con ellos renacimos marina y yo; fuimos agraciados con 7 nietos, que con sus inocentes sonrisas y alegres ocurrencias, han venido a estimular el amor por la vida en el ocaso de nuestra existencia.

“No sé qué significa, que yo sea tan tristemente un cuento, de los viejos tiempos que no acabo de olvidar”. –Henrich Heine. 33


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Anécdot a2

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hí mismo en Xalapa, salía de cenar del restaurante “La Princesa”, ubicado en el Callejón del Diamante, llego a la calle de Enríquez, y me encuentro a un grupo de personas, entre ellas mi amigo Armando Quirazco, sobrino en ese entonces del Gobernador, y compañero en la facultad de derecho, me pide que los acompañe al restaurante, y regreso con ellos; ya instalados me los presenta, Sergio Galindo, director de la editora del Gobierno, Álvaro Mutis, escritor colombiano, Francisco Cervantes, joven poeta, y al novel de literatura Gabriel García Márquez, en ese entonces muy poco conocido o mejor dicho casi desconocido, recuerdo bien, que se sentó junto a mí y empezó a fumar como chacuaco. Nunca imaginé que años después sería los que fué, el gran escritor del “Realismo Mágico”, prolífico novelista y gran cuentista, de los más grandes escritores de las letras universales. Ahora me pregunto: ¿Para haber sabido?, pues nunca lo volví a ver en persona, solamente a través de sus novelas. Traigo a colación por oportuno, lo que dijo el presidente Juárez,

“Nadie sabe hoy, lo que mañana podrá ser el hombre más oscuro”.

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Anécdot a3

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n la facultad de derecho, la generación a la que pertenecí, resultó ser una de las generaciones más completas y brillantes que ha habido en la historia de esta Institución; solo basta mencionar que muchos de los licenciados que han actuado en la vida pública, han llegado a sobresalir extraordinariamente. Curioso es, que el licenciado Guillermo Ortiz Mayagoitia llegara a ser Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, y al mismo tiempo, aquí en Veracruz, el Licenciado Reynaldo Madruga Picazo, ocupara el cargo de Presidente del Tribunal Superior de Justicia, es de señalar, que esa generación, además de los antes mencionados, produjo un Rector de la Universidad, el Lic. Emilio Gidi Villareal; un Procurador General de Justicia, el Lic. Rubén Gallegos Vizcarra, así como también dentro del poder judicial federal, hubo magistrados: Lic. José Pérez Troncoso, Lic. Lucio Lira Martínez, Lic. Gilberto González Bozieri. En lo político, este grupo de licenciados se destacó preponderantemente, pues el Lic. Virgilio Cruz Parra, Lic. Efrén López Meza, y el Lic. Adalberto Tejeda Patraca fueron alcaldes en diferentes administraciones de aquí del Puerto de Veracruz. Llama la atención que cuando Virgilio fue alcalde en Veracruz, al mismo tiempo, yo lo era en Boca del Río. Y así en diversas actividades de la vida política, hubo Diputados Federales, Diputados Locales, Notarios exitosos. Eso solamente para mostrar la trascendencia de esta generación; reconocida después por el Dr. Raúl Arias Lobillo, Rector de la Universidad Veracruzana, en un evento celebrado en el aula magna de la facultad de derecho. 37


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Anécdot a4

J

esús Reyes Heroles, mexicano, patriota, de Tuxpan Veracruz, para orgullo nuestro. Autor del “Liberalismo Mexicano”, “Un regalo de la vida”, decía siempre el político veracruzano, Mario Vargas Saldaña, sobre su vida y su obra, se ha escrito mucho, solo me limitaré a transcribir por acertado, un artículo que sobre él escribió el periodista Ricardo Raphael: “Un ser humano que poseyó una inteligencia demoledora, era también supersticioso, que tenía por deporte, renunciar a sus cargos cuando algo no le parecía y que podía pelearse con los presidentes, para luego sobrevivir a la osadía”. Reyes Heroles, fue hombre que en el mar ingrato de la política mexicana, pudo ensayar una y otra vez con la honestidad, no confundía los registros morales y sin embargo salió ileso. Apostó por la fuerza de las ideas y los argumentos cuando en ese terreno, “casi todo era confusión”. Rechazó ser candidato a la presidencia ante las insinuaciones, del presidente Díaz Ordaz, argumentando que no era hijo de padre mexicano, pues la Constitución General de la República, establecía, en ese entonces, como requisito, que los padres fueran mexicanos, Reyes Heroles, observador celoso de la constitución y de la ley, nunca aceptó. Grave error, pues este país fuera otro, otro gallo nos cantara. 39


Nombrado secretario de gobernación, inicia de inmediato la reforma política, y nombre como sus colaboradores, entre otros: al Lic. José Luis de la Madrid, Subsecretario de Gobernación, al Lic. Ignacio Vázquez Torres, Oficial Mayor de la propia dependencia, a Mario Vargas Saldaña, Director de Investigaciones políticas y sociales, y al Lic. Rodolfo Duarte Rivas, le encarga la Dirección de asuntos Jurídicos. Ya integrado el gabinete, en el cabús de ese tren, me subo y me dan el nombramiento de Coordinador Interestatal del Registro Nacional de Electores en los Estados de Oaxaca, cuyo gobernador era el General Eliseo Jiménez Ruiz, Puebla, el Dr. Toxqui Fernández de Lara, en Veracruz, el bien recordado Rafael Hernández Ochoa, y por último en Tlaxcala, Don Emilio Sánchez Piedra, hombre de izquierda, respetable y honesto. Aquellos colaboradores, del Secretario de Gobernación, tenían un denominador común: la honestidad como premisa en el servicio público, ejercían el poder para tratar de resolver los problemas de la gente; lejos estaban de pretender, yates, mansiones y cuentas bancarias, vivieron siempre modestamente y en la austeridad. Pues bien, el grupo aquel le organizó una comida con motivo de su cumpleaños a Don Jesús Reyes Heroles, me encargaron la tarea de organizarla, para el caso hablé con Mario Valerio y su esposa, que tenía fama de ser buena cocinera de la comida criolla veracruzana, nos fuimos a México en una camioneta cargando desde aquí de Boca del Río con todos los mariscos y pescados, que se habrían de guisar para el convivio. En el edificio de Bucareli había cocina y comedor, y ahí se realizó el ágape, terminado este, Don Jesús agradeció el gesto, y nos dijo: “Esta comida es de concurso, además, para ganarlo, con esta comida no se pierde nunca”. Me agradeció los puros Partagas, que disfrutaba y se dio por concluida la reunión, poco después renuncia al cargo con motivo del discurso que pronunció en la Quinta Reunión de la República, celebrada en Acapulco. Discurso que muchos analistas consideraron como su testamento político. Siempre imprescindible para el País, por el patriotismo y prestigio de que gozaba, al arribar a la Presidencia Miguel de la Madrid lo nombra Secretario de Educación Pública, me trepo nuevamente en el cabús, y soy designado delegado de la S.E.P. aquí en el Puerto y 38 municipios más. 40


Como en el juego de la vida y del destino, nada es para siempre, estando en el cargo fallece Don Jesús a edad temprana, terminando así una vida dedicada al servicio de México. En el intercambio de las condolencias, le comento al maestro José Luis la Madrid que la muerte de Don Jesús, es una pérdida irreparable para México, me contesta, “así es joven Sergio”, y agrega, “también es una pérdida grave para nosotros”, y así fue, lamentablemente.

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Anécdot a5

F

rancisco Martínez de la Vega, periodista, hombre culto y honesto, ex gobernador de San Luis Potosí, perspicaz y agudo, considerado la columna vertebral de la REVISTA SIEMPRE, semanario que se había ganado el respeto de sus lectores, por la pluralidad de las plumas que ahí colaboraban, y que, sin censuras, podían libremente expresar sus opiniones.

Lo conocí en la casa de mi compadre Ángel Álvaro Peña, y a partir de ahí, establecimos una cordial y cálida amistad. Esporádicamente, cuando iba a la Ciudad de México, compartíamos el pan y la sal en algún restaurante de los tantos que hay allí, en una de esas reuniones, me comenta preocupado, que le habían detectado problemas cardiovasculares, y le recomendaban salirse un tiempo del D.F, le ofrezco que viniera a Veracruz, está una temporada, se recupera y regresa a México a sus actividades normales. Una tarde nos encontrábamos, en el lobby del Hotel Veracruz, llega a saludarlo el Lic. Arturo Llorente González, acompañado por la célebre lideresa Amparo del Castillo, se inicia la conversación y se comenta sobre las declaraciones que había hecho el presidente López Portillo, en el sentido “de defender el peso como perro”, irónico y agudo como era, Don Francisco nos dijo, tajante “que lo defienda como Presidente, como perro no vale”.

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Me regaló un libro de su autoría “PERSONAJES”, me envió una carta de agradecimiento, que hasta la fecha conservo como si fueran trofeos. Luis Spota, prolífico escritor, muchos años presidente de la comisión de Box, ahora revivido porque el fondo de cultura económica, va a reeditar sus obras, “LAS COSTUMBRES DEL PODER”, que tratan sobre la sucesión presidencial. En el periódico el Heraldo de México, publicaba una columna “Pasaporte”, en una de ellas, hace un breve comentario sobre mi administración: “Sorprendente ha sido la transformación real del antiguo villorio de Boca del Río, conurbado de hecho con el Puerto de Veracruz, su alcalde Sergio Flores Armida, es el artífice de ese progreso urbanístico”. Desde luego, le agradecí el gesto, inmerecido por cierto, pues siempre he considerado que es obligación de todo funcionario público cumplir con sus obligaciones, en este caso, sirviendo a la comunidad.

“Para Sergio Flores Armida, en el principio de la amistad”, con afecto. 1981. Es la frase con que el reconocido escritor me dedicó su última novela, “la Víspera del trueno”, y que guardo en los estantes de mi librero, con orgullo y presunción. Francisco Liguori: Epigramista genial, sus trabajos eran publicados en la revista “SIEMPRE” de Don Pepe Pagés Llergo. Hombre alegre, chispeante y divertido, Orizabeño de origen, y un orgullo de las letras mexicanas. Bueno para el trago y la disipación, siempre decía a quien lo quería oír: “Bebí con singular tesón, fervor inusitado y loco frenesí”. Lo conocí y nos hicimos buenos amigos, siendo alcalde de Boca del Río, de vez en cuando, se descolgaba a saludarme, nos íbamos a comer mariscos que degustaba con singular alegría, y ya, con unos tragos entre pecho y espalda, expresaba: “Buena comida y bebida solo con Flores Armida, y estando con él… me importa madre la vida”. Bueno, pues este poeta de la Ciudad de las aguas alegres, causó estuporo, cuando en 1974, sucedió un hecho, que sacudió las estructuras políticas nacionales, llamado “El Carbonelazo”, había sido destapado para candidato a gobernador el Lic. Manuel Carbonell de la Oz, sin embargo, Jesús Reyes Heroles, desde las oficinas del PRI nacional, declara: “Como veracruzano, no he votado por él”, consecuentemente, se cae Carbonell, pero también Don Jesús. Aprovechando ese escándalo, surge el genio epigramista de Pancho Liguori, y escribe

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para la historia de Veracruz, lo siguiente: “Carbón no cristalizado, nunca llega a ser diamante / y éste, para ser diamante necesita ser tallado / talló un cacique a un diamante / con localista troquel / y quiso el cacique aquél / destapar fino brillante / mas éste no era diamante, pues solo era carbón él”. En ésa época, en la era del PRI hegemónico, quien decidía las candidaturas de los aspirantes a gobernar, era indiscutiblemente el presidente de la República, en esas condiciones, quien quitó a Carbonell fue el propio Presidente, por eso el Lic. José Luis la Madrid, expresó: “Dios lo puso y Dios lo quitó”.

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Anécdot a6

M

ario Vargas Saldaña, político Veracruzano, alcalde del Puerto, de los mejores que ha tenido la Ciudad, siempre cercano a los periodistas, apasionado de la política, a la que consideraba su vital necesidad. Fue Delegado del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, en varios Estados de la República: Sonora, Nuevo León, Puebla y Yucatán. Estando en este último Estado, gobernado por el Lic. Carlos Loret de Mola, quien traía pleito cazado con el Lic. Víctor Cervera Pacheco, líder de la Liga de Comunidades Agrarias. Nos cuenta Don Carlos Loret, en una comida, que estando en Tizimin, en un acto agrario Víctor Cervera le organizó una tremolina con huevos, bolsas de agua e inclusive piedras, ante tal situación, tuvieron que salir corriendo del local, ya en plena huida, su Secretario Particular que iba atrás de él, le gritaba desesperado: “¡Señor!… ¡Señor!, ¿por qué corre usted?”, a lo que Don Carlos le preguntaba sin dejar de correr: “Cabrón porque no se volar”. Desde entonces, nos dijo refiriéndose a Víctor Cervera Pacheco, “le voy a publicar, lo que le se y lo que le voy a inventar”. Don Carlos, también ejercía el periodismo, escribía en la revista “SIEMPRE”, me regaló y dedicó un libro de su autoría “Mil días con Quetzalcóatl”.

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Acompañaba a Mario Vargas en Yucatán, él como delegado del PRI Nacional y yo como Auxiliar en la Campaña del Dr. Francisco Luna Kan, quien era el candidato a la Gubernatura del Estado; destapan al José López Portillo para presidente, y relevan a Don Jesús Reyes Heroles de la presidencia del PRI Nacional, lo sustituye Porfirio Muñoz Ledo, esperamos inquietos y con incertidumbre las consecuencias de esos cambios. Llega Porfirio Muñoz Ledo a Yucatán, en su carácter de líder del partido, se encuentra con Mario y le dice que continúe auxiliándolo como delegado, así las cosas, seguimos con las actividades políticas. Le organizan a Porfirio una audición privada del espectáculo “LUZ Y SONIDO” en Uxmal, el autor de la música fue Don Daniel Ayala Pérez, fundador, por cierto, de la Escuela De Música en esta Ciudad, hospiciana desde luego por el presidente municipal de ese entonces Arturo Llorente González. Tengo entendido que, en reconocimiento a su actividad musical, la orquesta infantil de música lleva el nombre de Daniel Ayala Pérez. El destape de José López Portillo para la presidencia de la República, se llevo a cabo del 27 de septiembre de 1975, nos cuenta Don Francisco Luna Kan que un mes antes comió con López Portillo en Mérida Yucatán, en dicha comida Don José López Portillo le hace una caricatura a Luna Kan, y le dice: “Consérvala que te vas a acordar de ella”, efectivamente, López Portillo arriba a la presidencia del país y Luna Kan llegó a ser parte integrante del Gabinete como Secretario de Salud, y Don Jesús Reyes Heroles se incorpora como Secretario de Gobernación. No cabe duda, la política y su esoterismo, sus gestos y sus señales, siempre mandando mensajes y retruécanos, que hay que descifrar para poder entenderla.

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Anécdot a7

F

roylan Flores Cancela, premio nacional de periodismo, de Misantla Veracruz, omnívoro lector, me encauzó, por la lectura cuando estudiaba en la facultad de Derecho. Generoso hasta el tuétano, nos hicimos amigos, tan pronto arribé a Xalapa, y desde entonces, hemos conservado esa relación, más allá de cualquier discrepancia, o desavenencia, seguimos siendo amigos muy cerca a lo familiar, sin serlo, a pesar de que ambos nos apellidamos Flores.

“Glosario del Momento”, columna que escribía en el Diario de Xalapa, adquirió tanto respeto, y credibilidad, que necesariamente había que leerla para estar enterado de lo que pasaba en el mundo político, social y económico de la entidad. Todas las mañanas, los funcionarios públicos y xalapeños en general, esperaban impacientes el Diario de Xalapa, para leer la columna, “Glosario del Momento” de Froylan Flores Cancela. Recuerdo bien, que recién había triunfado la revolución cubana, nos íbamos por las noches a las faldas del cerro Macuiltepetl, a escuchar los discursos de Fidel Castro, en un radio que tenía de tres bandas. Muchos años después, antes de que se enfermara, me invitaba a su casa a jugar billar, el salón y su despacho se encontraban llenos de libros, mudos 49


testigos de su polivalente y sólida formación intelectual. Después de jugar, me ponía a leer ensayos o pasajes de los muchos escritores, que admiraba. Como reportero, le publicaron en el Excélsior en primera plana y a 8 columnas, la entrevista que le hiciera al General Cándido Aguilar, después de haber salido de la prisión, donde ingresó por cuestiones políticas, pues se le había jugado con el General Enríquez Guzmán para la Presidencia de la República. Terminó su ciclo en el Diario de Xalapa, e inició uno nuevo, fundando su propio periódico llamado “Punto y Aparte”: “No por haber triunfado, si no para volver a intentarlo”, como escribió el insigne periodista Salvador Alvarado en la revista SIEMPRE. El periódico a demás de publicar su prestigiada columna, se dedicó en sus páginas a comentar cuestiones culturales, a las que tanto era proclive mi estimado Froylan. Admirador del novel de literatura Gabriel García Márquez, siempre creí que el nombre “Punto y Aparte” que le puso al periódico, se debió al fervor que Froylan sentía por éste gran escritor, pues en sus inicios como periodista, el gran Gabo, escribía una columna en el Informador de Bogotá, con el nombre “Punto y Aparte”. Para salir de la duda, le pregunté si estaba en lo cierto, me contestó que no, que el nombre se lo había sugerido el Dr. Juan Pablo Prom, su paisano y amigo entrañable. Se celebraban elecciones municipales en el Estado, era Presidente del PRI el Lic. Manuel Ramos Gurrión, en el municipio de Álamo Temapache, contendía como candidato a la Presidencia Municipal, Alfredo Ruiseñor Rocha. Froylan con la fina ironía que lo caracterizaba, comenta en su columna: “Glosario del Momento”: “surgen las aves canoras, Gurrión apoya a Ruiseñor”. Hoy me entristece saber que mi amigo se encuentra postrado en su casa, víctima de una extraña enfermedad, que le impide caminar por las pendientes y quebradas calles de Xalapa, como acostumbraba a hacerlo; admirar en sus recorridos la belleza natural del Parque Juárez, y sus alrededores.

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Anécdot a8

M de la Luz.

i pasión por la música, me llevó a conocer y relacionarme con muchos de los célebres cantantes, que por esa época nos hacían soñar y extasiarnos con sus bellas interpretaciones: Pepe Jara, Manolo Muñoz, Gualberto Castro, José José, Marco Antonio Muñiz, a los cantantes cubanos José Antonio Méndez y César Portillo

En uno de mis viajes a la Habana, me encontré con la grata sorpresa que ambos cantantes, actuaban en el “Rincón del Feeling” del Hotel SANT JHON, fuimos para allá, los saludamos, me presentó con Cesar Portillo de la Luz, y empezó a cantar José Antonio Méndez “La gloria eres tú” de su autoría, terminando, le pidió a Cesar Portillo de la Luz que interpretara “Contigo en la Distancia”, canción de mis preferidas. Fue tan grande mi emoción, que aplaudimos a rabiar, los invité a cenar y continuamos en la Bohemia. Al otro día, José Antonio Méndez, me fue a buscar al Hotel Nacional donde me encontraba hospedado, sorpresa me llevo cuando en el lobby del hotel me encuentro a un grupo de veracruzanos que iban llegando a la Habana, encabezados por el Flaco Neto, Ramón Álvarez, Pérez de León, “el Negro Crispín”, “Zague”, “Tún Tún” y Jerónimo Vera, se los presento, se toman la fotografía del recuerdo y nos despedimos. Continuamos José Antonio Méndez y yo disfrutando las delicias de la Habana. 51


En 1975, se le organiza en Madrid España, un homenaje al inolvidable Agustín Lara, esto por haberle cantado como nadie a la Madre Patria, recordemos las canciones “Madrid”, “Granada”, “Valencia”, “Novillero”, “Españolerías”. Admirador, como era de él, me entusiasmé, y me fui a Madrid al homenaje. De repente me vi en el Barrio del “Lavapie”, en la develación de la estatua que en su honor, se había hecho, para perpetuar su memoria. Por la noche, en la “Corrala”, se hizo el evento musical, con el que culminarían los festejos al Flaco de Oro; la vida te da sorpresas, me encuentro llegando a ese lugar, al famoso veracruzano Carlos López Turincio, solícito me lleva donde se encontraba Naty Mistral, Alejandro Algara, Jacobo Zabludovski y Miguel Alemán Velazco, y desde ahí disfrutamos el gran festival. Al otro día, fui a conocer el famoso Restaurante Bar “Perico Chicote”, estando ahí, le pregunto al capitán que quería saludar al propietario, que le dijera que era un veracruzano, venido de México y que tenía interés en darle un abrazo; me recibió en su privado, muy enfermo en silla de ruedas, nos saludamos, me presumió su colección de botellas, se despidió, pero antes le dijo al capitán invítele al veracruzano un “Macharnudo de la Viuda” y se retiró a sus aposentos. Poco tiempo después falleció, y como consecuencia también desapareció el famoso e histórico “Perico Chicote”, solamente quedará grabado para siempre, en la famosa canción “Madrid” del veracruzano Agustín Lara. Marco Antonio Muñiz, “El lujo de México”, el mejor intérprete del compositor Boricua Rafael Hernández; venía a Veracruz contratado por Avelino Gabito, dueño del Night Club “Tropicana”, lo buscaba, lo invitaba comer a nuestra casa, y en la noche iba al Tropicana a disfrutar el show, una de las noches le comenté que traía problemas con mi esposa Marina, a la que él ya conocía, necesito que me ayudes le dije, que le llevemos serenata, se quedó callado, no me dijo nada, terminada su actuación agarró su guitarra y me dijo “vámonos”, y nos fuimos a mi casa a dar la serenata, cuando empezó a cantar los vecinos se dieron cuenta, quién estaba cantando, empezaron a amotinarse, y nos tuvimos que meter; ya adentro, siguió la serenata, mi hijo Sergio que estaba pequeño, escasos dos años de edad, se despertó, salió de su recámara, Marco lo vio y empezó a cantarle las canciones de “Cri Cri”. Así, terminó la serenata, desde luego salió mejor, porque maté dos pájaros de un tiro, pues por un lado le cantó a Marina, y por el otro a mi hijo Sergio.

“Al cobijo de la música, se desliza el fragor de la existencia” J.Sh.G. 52


Anécdot a9

Á

ngel Álvaro Peña, mi entrañable compadre, celebraba su cumpleaños con memorables fiestas, en su casa de la calle de Amores de la Colonia Del Valle, en la Ciudad de México, residencia, por cierto, que había pertenecido al General Dámaso Cárdenas, hermano del General Lázaro Cárdenas. Asistían la crema y nata del periodismo nacional: Jacobo Zabludovski, Joaquín López Dóriga, Pedro Ferris y su hijo de nombre Pedro, Alberto Peniche Blanco, Miguel Reyes Razo, Francisco Martínez de la Vega, Don Manuel Buendía, autor de la respetada columna “Red Privada”, Eduardo Valle “El Búho”, el General Godínez, en ese entonces Jefe del Estado Mayor Presidencial. Concurrían así mismo, personalidades del Espectáculo y la Farándula, la polifacética Carmen Salinas, Sonia Infante, sobrina del inmortal Pedro Infante, Lorena Velázquez, Elizabeth Aguilar, Ignacio López Tarzo, el cantante Marco Antonio Muñís, y Luis Miguel cuando era niño. Es oportuno decir “Que los amigos son como las sombras, surgen cuando el sol brilla”, en ese momento mi compadre era jefe de Giras Presidenciales, del Presidente José López Portillo, por lo tanto, el sol que brillaba y provocaba las sombras. Me desempeñaba como Presidente Municipal de Boca del Río, en ese carácter, me invitan al Aeropuerto “Heriberto Jara Corona”, a la recepción del Pre53


sidente López Portillo, acompaño al Gobernador y a las Autoridades Militares, se cumple con el protocolo, pero por alguna razón el Presidente y su comitiva deciden continuar su periplo hacia el Sureste en helicóptero, da la instrucción el Estado Mayor Presidencial, que mi compadre Ángel Álvaro Peña, alcance al Presidente, en Minatitlán, en el avión “Quetzalcóatl”, me pide que lo acompañe, nos vamos, y tengo la oportunidad de viajar y conocer, la portentosa aeronave en que se desplazaba por todo el mundo el Jefe de las Instituciones Nacionales. Agrego que el piloto del avión era el General Jorge Chapa, de Empalme Sonora, amigo mío que había conocido, cuando estuvimos juntos en la escuela Militar Ignacio Zaragoza en la ciudad de Puebla.

“En la amistad está toda virtud en compendio, vivir sin amigos es morir sin dejar recuerdos”.

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Anécdot a 10

E

l haber recorrido los caminos azarosos de la Vida Pública, me dio oportunidad de conocer, tratar y colaborar, con personajes políticos, que en su momento gobernaron Veracruz, siendo estudiante de derecho el Lic. López Arias nos invitó a su campaña a mí, y a un grupo de jóvenes veracruzanos, entre ellos Antonio Vázquez Figueroa, Diego Fernández Luna, Mario Vargas Saldaña, Pastor Murguía, Rodolfo Reus Mariscal, que posteriormente llegaron a ser connotados funcionarios del Gobierno de López Arias. Inicia la campaña en el norte del estado, en la Huasteca Veracruzana, llegamos a Chicontepec con muchas dificultades, por las condiciones inaccesibles del camino, 30 Kms de San Sebastián a ese lugar, López Arias se compromete a construir la carretera, y manifiesta: “Que aunque sea lo único que haga en su gobierno, les hará la carretera”, compromiso que cumplió, apenas llegó al poder, y que sirvió para promover el desarrollo de la Huasteca Veracruzana. Preocupado por la educación, promovió ésta, y el deporte, pues construyó aulas e instalaciones deportivas en todo territorio del Estado. Murillo Vidal. Prudente, tolerante, tranquilo y honesto, continuó con la obra de López Arias; gobernó sin sobresaltos, con humildad, jamás con guaruras, recorría las calles de Xalapa con dos o tres amigos, venía a Veracruz, iba 55


al futbol sólo acompañado por Don Pepe Lajud, el Dr. Román Garzón Arcos, entonces Presidente Municipal, José Pérez de León, y su inseparable chaperón Carlos López Turincio, después del juego se iban al Gran Café de la Parroquia a disfrutar el lechero. Es recordado por su sencillez y bohonomía. Rafael Hernández Ochoa, hombre venido del campo, orgullosamente ranchero, sensible a las necesidades populares, promovió el desarrollo del campo, la ganadería y la industria cañera, por su contacto con la naturaleza, sentía gran pasión y preocupación por el medio ambiente; en su gobierno creó una Dirección de Ecología, y expidió leyes para la protección de la Naturaleza, fue pionero en ese tema, y considerado, por lo tanto el Gobernador Ecológico. A la distancia nos damos cuenta que cuánta razón tenía en ese aspecto Don Rafael Hernández Ochoa. Agustín Acosta Lagunes, el gran constructor de Veracruz, se obstinó en hacer realidad su lema de campaña “Veracruz, Granero y Yunque de la Nación”. Construyó puentes, carreteras, caminos vecinales, obras públicas por toda la geografía Veracruzana, embelleció las Ciudades más importantes y promovió el desarrollo de Veracruz, incorporándolo a la modernidad. Después de él, poco se ha hecho por Veracruz. Fernando Gutiérrez Barrios, político, cuajado en los entretelones siempre del poder, pacificó el Estado que ya empezaba a descomponerse por el surgimiento del caciquismo, mano firme, el diálogo siempre por delante, sin atropellos y arbitrariedades, el Estado vivió en paz y en un ambiente de tranquilidad. Desde luego todos ellos, tuvieron fallas, cometieron errores, muy difícil no tenerlos o no cometerlos en el ejercicio del poder, pero por encima de eso, trataron siempre de cumplir, en lo posible, con su responsabilidad.

“La política es el equilibrio permanente, en el cambio incesante, tarea de hombres apasionados y falibles”. – J.R.H

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Anécdot a 11

P

articipaba como candidato a la Presidencia Municipal de Boca del Río; como en toda contienda política, existían inconformidades, en mi caso no podía ser la excepción, me acusaban de no tener residencia. El Lic. Fortunato Álvarez Crespo era el delegado del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, preocupado vino a verme a mi casa, y me dice: “Sergio, te están acusando que no tienes residencia”, de inmediato le contesto, “Esto que estás viendo ¿no te parece que sea una residencia?”, a tiempo que le señalaba la casa donde vivía, se tiró la carcajada, y siguió la campaña. La ocurrencia por aguda, levantó ámpula y fue motivo, de comentarios en diversos medios de comunicación, así lo hizo mi amigo Yayo Gutiérrez en su Periódico “Política”; Jesús Robles Martínez, en el “Diario del Ismo” y Ángel Trinidad Ferreira en su columna “La Rueda del Poder”, en el periódico “El Universal” de México. Quedando guardada para siempre por su “Hilaridad” en el anecdotario “De la Política”.

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Anécdot a 12

M

e encontraba hospedado en el Hotel Excélsior, ubicado en la Vía Venetto de Roma, listo para bajar a desayunar, entra una llamada al cuarto y me dice el administrador: “Le hablan de parte de Valentina Alazrraki”, periodista conocida y reconocida, por ser La Vocera del Vaticano y corresponsal de Televisa, extrañado me pregunto “¿y ahora qué?”, contesto, y a bote pronto, pregunta “¿se van a establecer las relaciones con el Estado Vaticano?”, desconcertado le contesto, en un juego de palabras, que me está confundiendo, que yo no soy la persona que piensa que soy, que soy simplemente un turista mexicano que anda recorriendo la maravillosa y eterna Ciudad de Roma. Aclarada la confusión nos despedimos, y continué mis vacaciones por la Italia de los Césares. Explico la confusión: el Lic. Antonio Carrillo Flores Secretario de Relaciones Exteriores del Gobierno de México, había estado con el Papa un día antes, coincidentemente ese mismo día lo había saludado en el salón privado del Vaticano, los apellidos Flores que ambos llevamos seguramente, dieron pie a la anecdótica confusión.

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T

ermino estas minucias con un fragmento de la carta de Arturo Coba, personaje de la Novela “La Vorágine”, del escritor Argentino Eustaquio Rivera.

“Los que en un tiempo creyeron que mi inteligencia irradiaría extraordinariamente cual una aureola de mi juventud; los que se olvidaron de mi apenas mi planta descendió al infortunio; los que al recordarme alguna vez, piensen en mi fracaso y se pregunten ¿por qué no fui lo que puede haber sido?, sepan que el destino implacable me desarraigó de la prosperidad incipiente y me lanzó a las pampas, para que ambulara vagabundo, como los vientos sin dejar más que ruido y desolación”. Melancólico y certero, es el anterior pensamiento que nos obliga, a reflexionar pues muchos de nosotros, en nuestro camino hacia el final, hemos vivido esas amargas experiencias que nos dieron oportunidad, de conocer las complejas y diversas facetas del ser humano. Por mi parte siempre he sido, un tipo alegre, positivo y optimista que ha buscado la amistad y tendido la mano a quién la ha necesitado, y remato con lo que dijo el poeta: “yo soy un hombre con suerte, soy un afortunado, cuando me lleve la muerte ¿quién me quitará lo bailado?”. Estas son las breves minucias, que por ser breves son mejores y que quise compartir, para cumplir con aquello que dice: “Que hay que tener un hijo, sembrar un árbol y escribir un libro”. A demás hay que decir lo que sientas, porque nadie te recordará por los nobles pensamientos secretos.

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Memoria

grafica Sergio Flores Armida

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De niĂąo con mis padres y mis hermanos, en la casa de Cotaxtla.

La casa en que nacĂ­ en Cotaxtla. 64


Adolescente en la Calle de Zapata, de Barrio de la Huaca.

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Con mis nueve hermanos.

Eduardo, Roque y Maximino, mis hermanos varones. 66


Piña, Armando Quirazco, Garcimarrero, Raymundo Flores Bernal, Fernando Ortíz Ramírez, Sergio Flores Armida, Francisco Aguirre Beltrán y Francisco Zamudio, Dirigentes de la Federación Estudiantil Veracruzana.

Profa. Eva Sámano de López Mateos, esposa del Presidente Adolfo López Mateos 67


El Lic. Rómulo Campillo, Director de la Facultad de Derecho, dándole la bienvenida al Dr. En Filosofía del Derecho Luis Recassens Siche, acompañado de los dirigentes estudiantiles Raymundo Flores Bernal, Virgilio Cruz Parra y Sergio Flores Armida.

Recibiendo la carta de pasante de Lic. En Derecho del Gobernador del Estado Fernando López Arias. 68


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La generación de abogados a la que pertenezco, en la reunión anual en la casa del Lic. Guillermo Ortíz Mayagoitia, Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.


En el Privado del “Perico Chicote” en Madrid, España.

El cantante Gualberto Castro acompañado por Ma. Del Carmen Sosa Campillo, Cecilia Castro de Flores y Gloria Olivares de Fernández, “En la Quinta las Mariposas”, celebrando el bautizo de la niña Alejandra Flores. 70


Marco Antonio Muñiz firmándome el disco dedicado al inmortal Agustín Lara.

Con “Mr. Llamarada”, Manolo Muñoz.

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Con el canta-autor cubano José Antonio Méndez, en la Habana, Cuba. 72


Con el “Trovador Solitario” Pepe Jara. 73


El Trío “Canta recio” del Bar “Floridita” de la Habana, Cuba.

En la campaña por la Presidencia Municipal de Boca del Río.

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Dando la bienvenida al candidato a la Gubernatura, Li. Agustín Acosta Lagunes.

El presidente López Portillo inaugurando la obra Ruiz Cortines, durante mi administración, acompañado por el gobernador Agustín Acosta Lagunés, el Secretario de Marina Ricardo Cházaro, Ramón Aguirre Jefe del departamento del D.F. en ese acto estuvo a cargo del Prof. Antrop. José Luis Melgarejo Vivanco. 75


En el banquete celebrado después de la inauguración de las obras, con el Presidente José López Porillo y el Secretario de Marina Ricardo Cházaro.

Saludando al Lic. Luis Donaldo Colosio, fallido candidato a la Presidencia de la República. 76


Con el Lic. Rafael Hernรกndez Ochoa, Gobernador del estado de Veracruz. 77


Con el gobernador Rafael Murillo Vidal y el Lic. José Pérez de León

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Con el Lic. AgustĂ­n Acosta Lagunes, Gobernador del Estado de Veracruz. 79


El Lic. Agustín Acosta Lagunes Gobernador del estado, despide al Presidente de la República José López Portillo en el Aeropuerto Heriberto Jara, mientras yo espero a corta distancia.

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Firmando un convenio con el Dr. Gonzalo Aguirre Beltrán, Subsecretario de Educación Pública.

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Con el profesor Guillermo Zúñiga Martínez Secretario de Educación y Cultura, y el reconocido periodista Ángel Trinidad Ferreira.

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Lic. Oscar Baylรณn Chacรณn, delegado del PRI Nacional, y mi inolvidable amigo Dr. Romรกn Garzรณn Arcos.

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Reconocimiento al Dr. Joaquín Perea Blanco, respetable maestro de la escuela secundaria y Bachilleres de Veracruz, observa la escena el Dr. Hernández Viderique, la Lic. Lolita Contreras, y la prestigiada periodista Gema Odila Garzón.

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En el Club de Leones con el Afamado PolĂ­tico Profesor Rafael Arriola Molina.


Con mi compadre Ángel Álvaro Peña y el periodista Ricardo Vázquez Olivares.

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Mi familia, Marina Sosa Campillo esposa y mis hijos Alejandra, Claudia Elvira y Sergio Eduardo.

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