ESCRITOS DIVERSOS by Ana Sancho Biesa

ESCRITOS DIVERSOS ACONTECIDOS DESDE UNA REALIDAD OPRESIVA

©Ana María Sancho Biesa

Estamos sometidos a presi贸n medi谩tica y sin resortes en que agarrarnos. La crisis es obra de los salva patrias que ahora recortan sin ton ni son, evitando ver lo que sus est贸magos no podr铆an tragarse.

MISMIDAD LUMINA EL CAMINO QUE NOS ACOMPAÑA / POR LA RUTA DE UNA EXISTENCIA / EXPLORADA A CADA INSTANTE DE LA MISMIDAD / TRANSFORMANDO IMÁGENES DE INTERIORIDADES / ESPECTADAS EN UN SER Y ESTAR / SIN EQUÍVOCOS NO DESDICHOS / ARQUEADOS EN DUDAS Y DESCONFIANZAS ANTE UN MAS ALLA ILUMINARAS EL CAMINO ESTARÁS SENTIRÁS QUE TU SER ES UNO SE CONVERTIRÁ CONTENDRÁS SILENCIOS SENTIRÁS LOS ECOS ESPERARÁS AL QUE EL HUECO ENSIMISMADO DE TU SER SE ANTEPONGA A TODA TEMPORALIDAD

NOS HEMOS DORMIDO Nos hemos dormido con bagatelas y lisonjas. Nos conformamos con lo poco que nos pusieron en las manos. Creímos que nuestras voces habían tirado los muros. Confundimos el abuso que nos llevo al consumo y desmesura con el objetivo cumplido. Nada conseguido. Nos han vencido y de nuevo la sangre de todos nosotros se ha vertido. Ahora con el atentado a la nuestra propia vida. El suicidio. ¿No nos quedan agallas para luchar? ¿Nos damos por vencidos? Olvidamos que mientras hay vida la posibilidad está en las manos unidas de quienes creemos en una posibilidad.

RESPETA LA VIDA Si así lo haces, habrá un mundo mejor cuando te marches. Si cuidas de las personas y su entorno, rechazando todo aquello que atenta en su contra, sumarás positivo y contrarrestarás acciones deplorables de aquellos que sonríen con gesto de suficiencia. La vida es frágil. Deberemos cuidar cada uno de nuestros gestos y acciones para no exponerla.

Prolijos corazones siembran pantallas y esperanzas, en un dĂa que de amor romĂĄntico se celebra.

Escribir es un latir. A veces a bocanadas de aire.

Escribir es un acto individual que si se comparte satisface nuestra necesidad comunicativa, aunque en sĂ es un juego solitario.

¿CÓMO TE QUEDAS? ¿Cómo te quedas? Que pongan ante ti cifras de abundancia cuando las magras carnes se te están quedando en nada. Distracción en esta feria de banalidades. Esto sigue en desplome y despiece. No miro, leo lo que se comenta. No visito la página de los que detentan un poder que equivocadamente les dieron crédulos y crédulas cuando les votaron. Cada día me asqueo más ante los ecos sociales de esos que supuestamente tuvieron lo escogido de la educación de su tiempo. Como educadora me siento decepcionada al comprobar que esa educación les sirvió para burlar y birlar. Mi confianza mermada no sabe a dónde mirar.

ELLOS SIEMPRE ESTÁN ALLÍ Los fantasmas me acompañan. Cada día, cuando me acuesto, reparo en su presencia y les dirijo un gesto propio de las emociones acumuladas en la jornada. Ayer estaba tan estresada que, a no ser porque somos viejos amigos, no hubiera reparado en su presencia. Nadie cree en su existencia. La gente se acostumbra a aquellas cosas que están presentes y deja de advertirlas. Como ellos siempre estuvieron allí, pasan desapercibidos, pero no para mí. Ayer jugaron conmigo para animarme. A ciencia cierta que lo consiguieron. Al fin, dormí a pierna suelta, sabiéndome protegida por su presencia.

NOTICIA Sonó el despertador y sin demora se levantó. Lo hizo como autómata. Todas las mañanas, de lunes a viernes, respondía a él. Hizo los rituales matinales y salió a la calle. Aparentemente, el ritmo era el de siempre. Otras almas habían seguido las rutinas como ella. Personas anónimas que aunque se cruzaban día a día, ni se veían ni se reconocían. Ascendió por la acera inusual. Por la de la derecha. Cuando se vio en ello empezó a pensar, a advertirse en el gesto y movimiento. Pensar era algo que hacía sin rumbo, su mente vagaba en todas las direcciones sin advertirse de sí misma. Abrió su mente a las sensaciones nuevas. Se vio a sí misma desde una nueva perspectiva.

Había dado un rodeo para llegar al mismo punto de siempre, al de la parada del autobús de barrio que la llevaría a su destino. Le sobraba tiempo. Todas las mañanas se lo tomaba para hacer la ruta de ida sin prisas ni precipitación. El autobús no tardaría en llegar. Se sentó en ese banco extraño que queriendo compensar el desnivel de la calle en cuesta pretendía mantener la horizontal. Conectaría en twitter para ponerse al día de las últimas noticias. Seguramente desalentadoras, en un tiempo que mejor sería que nada nuevo pudieran notificar. Los fármacos tomaban el camino ascendente de incrementos que penalizarían más la enfermedad. No sólo serían los descuentos por ausencias y bajas laborales. Tocaría rascarse el bolsillo en esos que ya no entrarían en descuento. El liberalismo aseguraba sus diques. Todo subía sin freno. Ante la noticia, pensó que era tiempo de recuperar la sabiduría popular para sanar. La primera aquella de que a mal tiempo buena cara. No se dejaría amedrentar. La conversación con la conductora, que tenía un rato para esperar la hora de salida, recorrería meandros de relajo y bien estar. Caminar y andar en bicicleta sería su punto de encuentro. Amable para ese día que seguiría su curso como si ninguna amenaza cayera sobre sus espaldas.

ACAPARO

TENGO

Acaparo todos los deseos ocultos en un eco roto del desierto de una existencia difusa alejándose de mí.

Tengo el aliento en tus manos. Alcanzo el aire que respiras. Vengo a tu encuentro. Estoy atenta. Complejo universo atiendo. Entre tú y yo no hay virtualidades, hay encuentros en el aire.

AIRE VICIADO

−¡Os parece bonito! −¡Aquí no hay quien viva! −No os dais cuenta de que no queda aire para respirar. Nosotras nos miramos y con gesto descuidado hicimos un movimiento de hombros, que ella no advirtió porque al tiempo que hablaba iba abriendo una a una las ventanas del estudio. Fue tal el impacto que las dos empezamos a toser. El aire nos ahogaba. Ni se inmutó. Tuvimos que ir como pudimos, a buscar las mascarillas. Ella no advertía aquello porque vivía acostumbrada a esa polución.

REFLEJANDO ESPASMOS Quienes más tienen aportan. Estupefacta hice mi lectura. Habían pagado en tiempos de clandestinidad, grandes sumas para un partido que ahora es el que manda. Recorro el camino de vuelta y advierto que ellos tienen más y consiguen mayorías. Más porque el sistema permite grandes beneficios a una minoría. Tener más lleva a conseguir más. Dinero llama a dinero. En este caso pasando por el poder conseguido democráticamente, con los votos de una mayoría desinformada, que no estudia su decisión, dejándose llevar por el brillo de campañas pagadas a golpe de talón o sobres bajo mano. La transparencia en la financiación de los partidos debería ser una de las bases necesarias en este juego llamado democracia. No es que hayamos caído bajo, es que nos las dan por todos los lados. Estamos en una caseta de feria, bajo el dardo que atina a darnos.

LA MUERTE

La muerte nos asiste a todos. No deja tregua. Triste que no sea un traspaso similar al sueño, aunque también se agradece que podamos tomar ese camino desde un consciente de desapego. Somos parte de un todo. Desde esta realidad pensante no es deseable ese no ser al que tendemos, pero debemos mirar en esa dirección porque es la finalidad de nuestro existir. La vida misma es algo maravilloso. 8

Cada instante es para lazarlo con toda intensidad. Entramos en guiones de vida y nos asimos a ellos. El desapego es el paso previo a la partida. Allí está la clave para encarar lo inevitable. Esencial a la vida es la muerte. Son las dos caras de la moneda.

¡CARROÑEROS! Nuestros/as padres/madres y abuelos/as hicieron posible lo que políticos han derrochado en pocas horas.

Lamentablemente, el votante no recordó ese hecho y dio pie a que sigan quedándose con lo poco que quedaba.

Los mercados son ellos. Hacen su negocio. Se puso al depredador de guardián. Su naturaleza es la que es. No cabía esperar otra cosa.

¡Carroñeros!

MUDANZAS Mudanzas son cambios de pelaje.

En las primeras, seguí los pasos de mis padres. Viví una infancia en suelo de tierra y compañía de animales, pero la reestructuración urbanística que nos amenazaba les incitó a buscar un piso en las inmediaciones. Hubo uno que nunca ocupamos. La razón fue la muerte del abuelo, padre de mi padre. Se había amueblado y preparado una habitación para él. Papá se negó y dijo que podíamos ir, pero que no contáramos con él. Entonces yo era una peque. No recuerdo muy bien si me decepcionó o alegró. Lo cierto es que cuando la mudanza fue ineludible, era una adolescente que vivía las contradicciones propias de mujer y niña. 9

A lo largo de los años he atesorado los primeros como los mejores. La siguiente mudanza fue más personal. Cambié de ciudad. En ella fui de uno a otro rincón, sin llegar a asentarme, durante mucho tiempo. Mis raíces habían quedado en el aire. Ahora me rodean muchos materiales atesorados, la mayor parte de ellos libros. En ellos he ido mudando. El viaje debería aligerarse soltando lastre. Está tomando orientación al último tramo. El de estación término. Allí quisiera llegar ligera y sin enganches. Con desapego. El ideal, que me quemaran con todos esos rastros para que una vez fuera de mí no quedara. Una pira que siempre he querido encender con la posición que da aquello de volver a empezar desde cero. Borrón y cuenta nueva. El tiempo vuelve al origen. Todo y nada en sí.

VENGO DE VUELTA Seguí aquellos mapas ocultos que llevaban al fin del mundo. Allí me encontré con un paraíso. Vengo de vuelta, a recoger mis cuatro cosas y convencer a mis amistades para que vengan conmigo. Lo he intentado, pero nadie cree que lo haya alcanzado. Dejo indicaciones para ver si en el futuro alguien se aventura y viene. No espero más. Allá que voy. Al principio tuve que desprenderme de los deseos vacíos de este mundo fútil. Me costó lo mío. Sudaba y deliraba. Gritaba. Quienes allí habitan me cuidaban. He cogido un espejo pequeño y un ovillo de hilo grueso. Eso me llevo. Quiero mirarme en él cada día que pase, y recordarme en este tiempo de nada. El hilo para anudar los días que pasen.

ALCEMOS EL VUELO

Huyamos. Marchemos. Busquemos un nuevo horizonte. Salgamos de este mal sueño que nos tiene cernidos por los talones. Hagamos realidad esos sueños que sostienen el Universo. Desoigamos los ecos siniestros de perversos mercaderes que hacen de nosotros cuentas de rosarios para sus plegarias falsas, queriendo arrastrarnos a creencias que les dan ganancias.

ENTIENDO QUE Entiendo que mis palabras buscan clavarse como cuadros colgados de paredes en aire. A ellas quiero agarrarme. Son tantos lo sinsentidos que me atañen que el viento golpea en las miriadas de mi arte. Quiero asirlas como a aquellas mariposas expuestas en paneles, clavadas con alfileres. Sentimientos y sentires deshojados enrojan mis mejillas de vergüenzas ajenas y propias. La vida ha pasado a ser un bien inasible y quebradizo en manos extrañas que van arrancando las entrañas de uno a uno, sin que todos contengamos con firmeza su avance. Nos hieren con el hierro que desgarra nuestras carnes. Nos aguijonean con los miedos de un tiempo por venir en peores condiciones. Envejecemos ante la flaqueza de un futuro perdido. Tenemos la rabia y con ella no hacemos nada. Perdemos el tiempo en lamentos sobre muros sordos y huecos.

¿? Reyes Magos En este momento hay sueños logrados. Premios monetarios en una lotería que aporta la suma a las arcas de un gobierno que malbarata. Regalos que estimulan las transacciones comerciales y los lazos emocionales. Juguetes y objetos inútiles. No era suficiente el monto, que además se llevarán el pellizco en premios.

"Hacienda somos todos", pregonan tahúres y expoliadores.

EN TU COMPAÑÍA, PAPÁ Tic tac ininterrumpido. Zumbido. Tiempo perdido el no vivido. Espera. Suspiro. El trance próximo atendido.

REFLEXIONES EN UN AÑO QUE EMPRENDE SU CAMINO La rueda inmola el paso templado de instantes condensados en si mismos.

Chinero. Gener. Enero.

La rueda inmola el paso templado de instantes condensados en sí mismos.

REFLEXIONES PARA UN FIN DE AÑO

El instante es la eternidad. Suma instantes y te bañaras en ella. No temas el olvido. El tiempo transcurre sin movimiento. Mañana escapa de tus manos. Contempla lo que eres. Ser y estar. Esencia y materia. Calendarios que numeran. Internamente el contacto con la esencia de ser. Eso hasta que la nada absorba dediferenciándote. Vivamos intensamente las horas de jolgorio y placer.

MORIR

Morir no es el problema. Es inevitable. La cuestión es cómo vivimos. Allí está el tejido de la esencia de nuestro existir. Muchos adioses me llevan por los meandros tanáticos del pensamiento. Proyecciones de la vida presente en un entorno árido. Paisajes desolados que traspaso buscando el cobijo que no siempre tendré a mi alcance. El horizonte que se pone ante mí flaquea mi mente con sombras que no miro. Envejecer es perder parte de esas energías necesarias para mantenerse a flote. Un entorno hostil orienta el presente de reserva para ese fin. ¿Quién quedará allí? Acompaño en la espera a mis antecesores y me siento frente a mi destino oscuro no queriendo llegar a desear no haber nacido. ¡Tanto empeño perdido! ¡Tanta queja en el vacío!

A LA… A la tristeza le salen alas. 13

Aletas que mueven sus pies hacia el agua. A la añoranza le salen bucles que se enredan en un tiempo que ya no pasa. Zarcillos que buscan asirse en palabras. A la palabra del verso le salen flores perfumadas que adornan tapices para contemplarlas. Aromas que llenan con su aura el ambiente que lustra la esperanza.

¡NADA QUÉ CELEBRAR! Nada que celebrar. Esa fue mi respuesta cuando sugeriste que nos encontráramos es estas fechas festivas. ¿Qué celebrar? Un mito que modela la imagen virgen de la mujer inmácula. Golpe patriarcal, machista, contra nosotras. ¿No es hermosa la maternidad en sí misma? Transformación santoral de lo que era rito pagano. El nacimiento del Sol. No quiero celebra nada, cuando sé que en la calle está el hambre y el frío. Cuando mi corazón sangra por la ausencia de mi amada madre y la soledad de mi padre. Por mi orfandad adulta que no me puedo aplacar. Nada que celebrar, cuando miro a mi alrededor y veo la no voluntad para mejorar el estado de estar de las personas y el despilfarro al que nos quieren arrastrar, para tomarnos los pocos restos de supervivencia que nos puedan quedar.

¡Nada que celebrar!

EN SU MEMORIA En el retorno, camino de vuelta, el niño, la niña que fuiste viene a hacerte compañía. Papá se amansó y amoroseó. Busca el mimo como los niños. Su niñez fue dura. Más de lo que puedo imaginar. El padre, mi abuelo, vio en él los reales que entrarían en la casa familiar. Lo entregó para que durmiera en la paja y atendiera las necesidades de aquellos animales de tiro que hacían el trabajo que hoy hacen máquinas en el campo. Su madre, mi abuela, salía a su encuentro, cuando él iba al campo con esas bestias, para mirarle y abrazarle. Esa madre murió porque la necesidad impidió que comparan la penicilina que la hubiera curado. Esa madre fue enterrada, y él no pudo darle el último abrazo. Le enseñaron que los golpes domaban. Eso pensó que debía hacer cuando a mí me los aplicaba. Hablé de todo esto con mi madre, llorando las dos, hace años. Cuando ella era fuerte y sobrada de salud. Cuando vine a la vida terrena, papá y mamá habían pensado emigrar. No lo hicieron porque no se quisieron separar, y mi alojamiento en un vientre que iba aumentando, no permitiría que mamá pudiera trabajar. Ellos, papá y mamá, tuvieron muchas dificultades en ese mundo en que los pobres eran mirados por encima del hombro. Su pobreza era ser del campo. Los dos procedían de familias que tenían sus tierras y que las sacaban a delante con su propio trabajo. La suerte de mis padres es que tenían una salud envidiable. Esa salud les dejó reservas para la vejez que, a pesar de vivirla con amenazas de enfermedad pudieron afrontar hasta que no quedó más, en el caso de mamá que en estas fechas empezó el declive que la llevo a la tumba, abierta el 4 de febrero. Estas fechas están marcadas con el estigma de su, nuestro calvario. En su memoria.

La llevo en mí.

ELLA Ella Ella quería vivir. Quería descubrir la vida. En casa le decían lo que sí y lo que no. No le complacía. Pasó por la sumisión ante el padre, a base de golpes y gritos. En ella no se quedó. Se negó. Intentó ajustarse ese traje, pero siempre le apretó. No le bastaba pensar que esa vida sería complaciente y suficiente. Se alejó de proyectos que de noviazgo la llevarían a matrimonio. Demasiado pronto para novios. Le quisieron hacer doblegar. Sus ilusiones se hicieron más fuertes. No se dejó gobernar. Cedieron. El tiempo hizo caduco ese amor. Lo dejó. Volvieron a intervenir. Ya era más fuerte, aunque le costó lo suyo. La soledad era un precio muy alto. Rehízo sus emociones e hizo lo que su impulso le indicó. El tiempo de espera le dio su recompensa. Pudo hacerse con las riendas de su vida. La familia tuvo que aceptar el cuento que le iba arguyendo. No se casaría. Esos hombres que fueron entrando en su vida le iban demostrando quien era ella. Una mujer que no se sometería.

Cuando mira a ese tiempo, piensa que tuvo suerte. No fueron malas personas. No sometieron su alma, ni quisieron ser como la mayor parte de los que en ese tiempo dirigían la vida de sus amigas. Seguiría. Se liberaría cambiando sus mudas. Renacería. Nacería en los brazos de la mujer que despertaría en ella deseos desconocidos y sabores no sabidos. Siguió descubriendo el camino de su vida. Nadie por ella la viviría.

APUNTES

__________

Enrosco en mi interior el excremento del dolor.

Cancela deberán darme para que a ti no me arrastre. __________

a muerte al acecho. La mía me responde. Siento hueco el corazón.

Me arrastraré denigrada y desgarrada para alcanzar el espasmo que proviene de tu mano.

Desplantes acodados rompen olas de dolor. Despierto en el ocaso. Atenta la razón.

__________ Ciega quisiera ser para no verme en tus ojos para palparte en los míos y enredarme en tu sonrojo.

No atiendas la llamada. Haz que de ti pase ante este desplante. Dame pues ocasión.

__________ Clava tu pupila en mí. Hiere con ella mi yaga. Extrae el néctar que desangra.

__________

Corresponde a mi deseo un difuso sentimiento. Estás en otro lugar y tiempo. No te alcanzo ni pretendo.

__________

Riza tus cabellos bajo mis dedos. Inhala esencias de deseo. Rompe diques. Ven a dentro. Yo te espero.

En él me asiento. Sin amarre y en tus besos.

__________

y hazte grupa de mi yelmo.

Cortésmente me introduces en los ritos y en los versos. Haces de mí arrebato y deseo.

__________

Carece de substancia el sentimiento. Aire es y no asidero. Voluble como nube que lleva el viento. A él quedamos predispuestos.

Hilo en tus brazos aire que enhebro con mis dedos.

Rompamos reglas. Sirvamos y seamos presas de los deseos. Icemos esa bandera multicolor de todos los tiempos.

__________

Respondo a los tanteos dando pie a la traición y escapando de mi suerte para apretarme a ti bien fuerte.

Cabalgo en tu deseo. __________

Carga sobre mi espalda

Engarzo un universo.

Carezco de la razón para atender los impulsos que me apunta el corazón.

Carpe diem Te venero. Dame aliento. Rompo el cielo.

Y Y Si tus labios borraran mi boca en un gesto difuso encontrado. Y Tuvieras abrazos marcados como cartas de juego aĂąorado. Y En tus ganas viera mi aliento soplĂĄndole al viento en silencio.

DIADA 0NZE DE SETEMBRE - INDEPENDENCIA Un batec al nostre cor. Un desig. Un camí. Un futur per omplir. És demà. Pot ser.

Obrirem. Omplirem. Serem. Lliures. Un nou món. Plenes. Esperances. On vindrà a casa nostra. Nostra!

MEMORIA Mi memoria se sumerge en la tuya. Hemos partidos. ESCUCHA Escucha. Aunque te parezca que nada nuevo pueda decirse, escucha el viento sobre los tejados del alma.

LA RABIA Me apago sin la letra mía. No tengo voz que ampare mi destino sin ella. Me pierdo en el vacío de lo efímero e intangible del tiempo. Siento que la nada se aleja, si tomo en mi mano la palabra. ¿Será ella el paraíso? ¡Será! Adherida en los intersticios de la carne que me martiriza, cobra vida y forma en volutas de aire. Me busco en ella. Quiero encontrarme. Hubiera negado el destino cerrando definitivamente el camino. No ha sido así. Es mucho lo por ver y vivir, aunque tendamos a la negación y nulidad del fin al que nos vemos predispuestos. Se va yendo y yo observo ese traspaso. Me observo en él. Pierdo el sentido de lo terreno y quedo en paréntesis. En un desdoblamiento que mi cuerpo lacera. Psique me puede. Veo pasar accidentes de vida que no quedaran. A veces la rabia se enquista y hiere. El grito animal me sale de dentro. Quisiera saltar al vacío y quedar espectrada en sustancia disuelta en confusa materia difusa. No puedo. Tengo terminales neuronales que quieren volar en paisajes todavía por crear. La rabia anida y sangra. La dejo y marcho buscando fuentes de aguas claras a las que mirar. No todo es tiniebla. Deshaciendo los nudos de lo no tuyo, no consigues tirar del cabo de vela que quieres abrir ante un horizonte de posibilidad.

MARÍA CALLAS – O MIO BAMBINO CARO Esa emoción en mí es la de no poder tener a mamá en mis brazos.

RECUERDO Sonó un aria y mi mente se arremolinó entre las enredaderas del invernadero. Viniste a mi lado, susurrando palabras tiernas. Ahora no estás. Mi sonrisa te cautivaba. No lo supe hasta que pocos días antes de tu partida me pediste que no dejara de sonreír. Aún así, mis gestos son adustos. No consigo soltar las comisuras de mis labios. Estoy triste. Mis recuerdos se oscurecen entre velos de dolor. Tendré que esperar a que la vida me vuelva a alcanzar.

Esta noche tengo techo. Esta noche tengo cama. SentirĂŠ que las estrellas alojan a muchas almas.

HAS VIVIDO

Has vivido. Un buen día miras y ves en tu corazón la que dejaste atrás. Duele. Sangras. Lloras. Te pierdes. La locura llama a tu puerta. La cordura tiende sus brazos hacía ti. Ese día imprevisto te devuelve el tiempo fugaz que borró la memoria. No es un guión narrativo. Es un emoción que lacera y traspasa, arrancando tus entrañas. Mueres en ella. Conoces que la eternidad está en ese instante que viviste antes. Seguirás porque sabes que de todo se sale hasta que se llega al final. No será un toque de felicidad el abismo abierto a los pies que flaquean ante la inmensidad del pulsar en que el Universo te hizo armonizar.

Mi ojo se cierra ante la miseria, queriendo entrar en un sue単o en que nada de lo que ocurre es realidad.

En el horizonte se escriben los recuerdos.

Una sufre el desplante de la vida y, sin embargo, sigue en ella.

Soportas el peso del mundo sobre tu vientre. No cuentas, las mรกs de las veces. Mujer eres. Tus pechos sufren el desgarro que corroe. Eres hermosa, aunque te los extirpen. La vida te regalรณ muchos dones. Los hombres cosificadores no los verรกn nunca. Suelen mirarte como objeto de deseo. Olvidan que de una de tu estirpe vienen.

Rozas con tu piel la mirada de mis besos. Convergen en ti y en mí todos los deseos. Abro mi mano y busco la tuya, para salir juntas en ese vuelo que nuestro encuentro concita. Simplificamos el momento y olvidamos el límite de la carne. Abro velas al viento, en un único movimiento. El susurro del tiempo nos transforma. Somos viajeras en él. Eternas. Para siempre ese instante.

La voz quebrada anuncia la palabra olvidada. Libre el poeta la canta. El viento la expande cual semilla sembrada.

Tantas cosas en mi fuero interno, que s贸lo con trazos pueden empezar a fluir. El silencio del que vengo ha acumulado mara帽as de desmemoria. Retorno a mi rinc贸n. La palabra me espera.

ASOMBRO

Sufro el desgarro y la impotencia.

Si te asomas verĂĄs lo que ocurre a tu lado. Una ventana es el lugar que permite que saques tu mirada a pasear. Estas pantallas son ventanas al mundo que exponemos de uno a otro lado. Unos duermen mientras otras tejen en la tela de araĂąa en que se convierte este entramando de relaciones.

Sento una remor a dins meu. Sento que ploro sense llàgrimes perquè ningú no em sentiria. Cerco paraules per dir-me el dol de ser-hi en un temps sense esperances. SIENTO UN RUMOR DENTRO DE MÍ. SIENTO QUE LLORO SIN LÁGRIMAS PORQUE NADIE NO ME SENTIRÍA. BUSCO PALABRAS PARA DECIRME EL DUELO DE SER EN UN TIEMPO SIN ESPERANZAS.

La mujer rota.

A este lado del espejo la realidad viste capas y velos espesos que intentan ocultar el dolor y la miseria humana. La ficción se asienta en los medios que ponen ante espectadores silenciosos un mundo de aquí no pasa nada. ¡Pasa! Basta salir a la calle y agudizar los sentidos para saber que en la proximidad está el ser caído.

Tomo el cincel de las letra para tallar palabras rociadas de sensibles tanteos sobre el cuerpo desnudo en deseo. Pezones vibrantes en busca de la lengua de la amante. Latidos en hueco aposento. Espera de un encuentro. Amantes en las tardes disipadas de cálidos días de invierno bajo edredones y mantas. El calor de los días veraniegos las alejará mañana. El frío es el tiempo mejor para enredarse los cuerpos. Amarse es un reto. Renovarse en ello, más. Continuar en el descubrimiento de la mismidad en los brazos de la amada. Esperar. Ansiar. Desear.

LA POESÍA Hemos venido de retorno a rasgar en ellas trazos y palabras que quieren dibujarnos. Acaso la poesía puede cincelar otro cuerpo que no sea el del propio poeta.

EL ARTE

El arte debe dar entrada a su observador. Lo inacabado. Lo sugerente. Aquello que se desborda en manos de las miradas otras. Aquello que concluye en ellas, sin cerrarse nunca porque siempre habrá una nueva interpretación y lectura. Cerrar el texto es dejarlo estático. El camino siempre ha de llevar a alguna parte, para el caminante, aunque lo haga en círculo mientras no sea capaz de lanzarse al vuelo que le permita mirarlo desde el aire, para descubrir que forma parte de un laberinto en continuo cambio y movimiento.

LOS OJOS PUEDEN NO VER La niña ciega pintó con sus acuarelas un poblado multicolor al final de un arcoiris. -¿Dónde lo viste? Le preguntó la maestra, estupefacta. -Lo he soñado. El rojo huele intenso. El verde es fresco. El amarillo me hace cosquillitas. El azul me acaricia. Y así, iba llenando el aula con colores que penetraban por las ventanas. Sus compañeras y compañeros bailaban queriendo coger esas motitas brillantes que parecen juguetear en los rayos de luz que atraviesan las pulidas superficies de cristal. Aquella tarde, la sesión de pintura se llenó de magia. Los ojos pueden no ver, pero el alma capta.

MADRE Un día de la madre sin ti. Tres meses desde que te fuiste. A cada instante pienso tu ser, aunque nunca podré alcanzarte. Tantos cariños me entregaste. Llegué a la vida desde ti. En ella estaba papá y mi hermano, pero siempre te sentí mía. De chiquitina, rechazaba que miraras a otros niños o niñas. Eso que tú tenías muchísimo gancho para las criaturas. Pasaste por la vida sabiendo que las personas valían la pena. Tus valores eran tu mejor ropaje.

LA FIERA La fiera La fiera no anda a cuatro patas, ni emite sonidos extraños. Es él o ella. Un ser que desoye el lamento de los despojados. Tiene nombre. Cuando despiertas, y abres los ojos al mundo, está al acecho desde antes. Es implacable. Rompe todo asomo de esperanza. Se adueña de los recursos necesarios para la supervivencia de personas a las que ni mira ni tiene en consideración. Se vanagloria de su hazaña, alzando el gesto en su soberbia arropada en sus creencias. Es el ser despreciable que corona su estirpe con blasones. Es el amo del mundo. Enriqueciendo sus arcas sobradas, sólo por afán de totalitarismo y poder absoluto. Está siempre al acecho. Lo mejor que puede sucedernos es que pase de largo. Los tiempos van pasando, pero su especie se perpetúa porque acapara lo que de la tierra es de todos. Sus ojos se miran a sí mismo. No te ve. Sólo eres un obstáculo o utilitarismo a su servicio. Deberías prevenirte de su engaño. Se disfraza y engaña porque sabe que los humanos valoran la palabra. La enmascara o la da sin atenerse a lo que de ella debería responder. Niega lo evidente y usa un lenguaje confuso en que te enreda. Desde su cuna, recibe instrucción de excelencia para sacar provecho de quienes tiene a su alrededor. Es alimaña.

Se instala en el poder escalando sobre las cabezas de los más débiles o desinteresados. Juega a su favor. Te miente, sacándote lo que tienes. Usa la ley y la norma para romperte las piernas. Es heredera de los de antaño prohombres que ganaron ese sitio en batallas de sangre. Organiza un mercado del que saca provecho y te cobra rendimiento. Tu trabajo llena sus arcas. Primero te quita. Después te regala migajas de lo que te pertenecía. Negocia las normas de juego entre sus semejantes, dejándote desvalido ante la ley, y en precario. Tiene nombre. Tú y yo pensamos hoy en uno, mañana en otro. Siempre tenemos su sombra sobre nosotros, como espada de Damocles.

SANGUIJUELAS EN NUETRAS CARNES Hemos llegado a una situación en que los que suelen santiguarse y darse golpes en el pecho, de pésame señor, son los que pasan por alto la inmoralidad de sus actos. Gobiernan dando privilegios a sus propios sitios de negocio y beneficio. El clero, los mandamases. Cacicadas que ya se denunciaban en otros momentos de nuestra historia. Ceguera de quienes confían en ellos, poniendo la zorra en el gallinero. Campan por a sus anchas. Pandilla de indeseables y sableadores. No hay quien los aguante. Me revuelven las tripas. A punto de ponernos a cuadrar nuestros magros números para hacer la declaración de renta. Hacienda somos todos, para darles nuestros sudores, nuestra sangre. Sanguijuelas en nuestras carnes. Al menos que tengan la decencia de poner a cada uno en su sitio y dejen de poner el cazo con la otra mano.

LA NIÑA Y EL ELEFANTE Susurra la niña al elefante. −No te preocupes. −Por aquí no vendrán los cazadores. −Aquí estoy yo para protegerte. −¿Quieres que te cante? Con la trompa al aire, trompetea al viento, mientras la niña susurra una nana. La que de niña le cantaban, en sueños, los enanitos de la casita de Blancanieves. −No temas al monstruo de la escopeta. −No le temas. −Cuando le veas, un silbidito me hará venir a ti. −Me pondré entre él y tú, y le cantaré la canción de los sin temor. Nadie le tema a la fiera. Ella se desinfla. Nuestra niña crece al lado de su amigo. Él llegó al circo siendo una cría de elefante. Ella se encapricho, diciendo que lo quería para ella. Los del circo, que no hacían números circenses con animales, siguieron con sus malabares. La niña creció. El elefante también. De vez en cuando, la mujer lleva a su hija para que conozca a su amigo. Entre ellos nació el cariño. Cuando su vientre aumentaba, el elefante escuchaba su corazón. Es posible un mundo en que los seres vivos se escuchen. El elefante recuerda que en la selva hubo cazadores que arrancaron el alma de sus madres. Recuerda su trompita al aire llorando lo que no entendía. Recuerda. La niña, y hoy su hija, amansan su dolor con abrazos y caricias. Ellas no saben lo que pasó. Él no querría que sus recuerdos llegaran a ellas. Cuando le vienen, sopla al aire su sentimiento y balancea su pensamiento. 42

LA MUJER ROTA La mujer rota no tiene cicatrices en la piel, las lleva en el alma. Se somete a tacones de aguja y cirugías plásticas en el pensamiento y en el aspecto. Olvida quien es en realidad. Muchas veces casta de una selecta raza que domina y tiene poder. Maquilla sus ideas con fuego, dejándolas tatuadas en su piel. Olvida que voló libre siendo una niña, pero que aprendió a dejar emociones y empatías en el camino, porque con ese lastre debería descabalgarse de su rol. Consiente la vejación del macho dominante y carga contra el débil para sentirse implacable y fuerte. Ella toma puesto de poder en lo externo, porque fue educada para mandar, no para obedecer. Su papel en el mundo es de colaboracionista con un sistema injusto. Reproduce en su descendencia, sus genes selectos porque procede de las damas que antaño fueron jolgorio de los que expoliaron. Con su belleza heredada no ha de escalar lo que de cuna alcanza, pero si mantener esa pose de la mejor, como buena hembra alfa. Aunque su sitio es el dos, luce como luna que refleja el sol, haciendo modelo para las aspirantes a ese trono en que las muñecas de porcelana se rompen. Es la primera dama. Es la que manda. Dejó su alma dentro de una caja de música que depositó en lo más profundo de un océano que no admite lágrimas, sino osadía. Ella pone las reglas que cercenan a otras que la buscan en el espejo de su identidad. Ella desprecia lo inferior, creyéndose superior. Ella nunca respetará la vida solidaria.

En los fractales, como en el mundo que nos rodea, la aproximaci贸n nos lleva al espacio vac铆o. Si quitamos la distracci贸n del color, encontramos el camino.

La voz. La voz es eco del alma.