Instrucciones para ser retratado por Diego Velรกzquez
Ana Montecucco
Llegada a Velazquez Tomar un vuelo a Madrid, desde el aeropuerto de Madrid, tomar la línea 8 del metro hasta la estación “Mar de cristal”, de ahí la línea 4 hasta la estación “Goya” y de ahí la línea 2 hasta la estación “Banco de España”. Caminar por la Calle de Alcalá hasta el Paseo del Prado, doblar a la derecha y caminar hasta el Museo Nacional del Prado. Ingresar por la puerta principal, subir la escalera que se encuentra a la derecha y, ya en el primer piso, entrar a la primer sala a la derecha. A su izquierda reconocerá el cuadro “Las Meninas”, obra del artista Diego Velázquez, quien realizará su retrato.
El artificio Lamentablemente, hoy en día uno no puede acercarse demasiado a las obras exhibidas en museos, mucho menos pegarles un espejo encima. Necesitará un artificio transportable que permita transformar al espejo representado en la pintura, en un espejo real. Este artificio debe constar de un espejo de 13 x 19,2 cm sostenido por un caño retráctil que le permita variar su altura, posado sobre una base firme.
Coloque el artificio de manera que el espejo real quede exactamente a 1mt. de distancia de la obra, luego, colóquese a 2,15mt. del artificio y ajuste la altura de manera que, cerrando un ojo, pueda ver al espejo real en el exacto lugar en el que se encontraría el espejo representado. Note como en este momento ya no hay espejo real ni espejo representado, verá que Diego Velázquez lo está observando.
Su ojo Usted tiene un ojo cerrado, Diego lo retratará con un ojo cerrado. Cierre su ojo Este es el momento en el que el artista se acerca al lienzo y trabaja en su retrato. Cuanto más tiempo permanezca con sus ojos cerrados, más tiempo estará el artista dedicado a la pintura y más rápido concluirá con su retrato. Abra su ojo También es de suma importancia dejar que el artista observe a su modelo, por lo tanto, abra su ojo cada cierta cantidad de tiempo y permítale al artista observarlo, de esto dependerá la fidelidad del retrato. Teniendo en cuenta la espontaneidad de Diego Velásquez y la manera diluída con la que trabaja sus pigmentos, podemos asumir que el artista requiere de: 4 horas de labor pictórica (momento de cierre de ojo), intercaladas con 2 horas de observación (momento de apertura de ojo). Lo que resulta en un total de 6 horas de trabajo
(tener en cuenta esto al planear la visita al museo, que abre sus puertas de lunes a sábados hasta las 20 hs. y dias domingos y feriados hasta las 19 hs.)
Frecuencia ideal de apertura y cierre Pueden identificarse claramente tres etapas en el proceso pictórico que requieren diferentes frecuencias de apertura y cierre. A saber: Planteo general. En esta primera etapa, el artista plantea un bosquejo estructural de su rostro, requiriendo mayor tiempo de observación en relación al tiempo de pintura. Duración total: 40 minutos Tiempo total de apertura: 30 minutos Tiempo total de cierre: 10 minutos Intermitencia: Mantenga sus ojos abiertos durante 3 minutos, luego ciérrelos durante 1 minuto. Repita esto 10 veces Desarrollo. En esta segunda etapa, si bien el artista está profundizando en la observación de sus rasgos particulares, también aumenta la presición y concentración que debe dedicarle a la labor pictórica, por lo que, en relación, es menor el tiempo dedicado a la observación. Duración total: 260 minutos Tiempo total de apertura: 60 minutos Tiempo total de cierre: 200 minutos Intermitencia: Mantenga sus ojos abiertos durante 3 minutos, luego ciérrelos durante 10 minutos. Repita esto 20 veces Detalles/Retoques. En esta tercera etapa, el artista trabaja de manera extremadamente ágil, observando al modelo y pintando casi al unísono, dedicándole a las dos instancias la misma cantidad de tiempo. Duración total: 60 minutos Tiempo total de apertura: 30 minutos Tiempo total de cierre: 30 minutos Intermitencia: Pestanée durante 60 minutos
Terminado el proceso, guarde su artificio y retĂrese del museo.
Buenos Aires Enero 2014