Año 1 Núm. 1 Mayo 2015
A partir de la Revolución industrial, las naciones han dependido cada vez más de un suministro constante de hidrocarburos para poder funcionar adecuadamente. Sin la energía obtenida a partir de su quema, los sistemas económico, político y social de cualquier gobierno colapsarían. Por ello, la seguridad energética se ha convertido en una prioridad para los gobiernos a nivel mundial. Durante la última década, Venezuela ha consumido sus reservas probadas de petróleo y gas sin sustituirlas, poniendo en riesgo la seguridad energética del país. Una situación que, de continuar, podría ser catastrófica, pues una nación que no es capaz de producir la energía que consume, se verá obligada a importarla de otros países, vulnerando su economía. Por otra parte nuestro planeta ha sufrido ciclos de calentamiento y enfriamiento a lo largo de su historia geológica producidos por causas naturales, los actuales procesos de Cambio Climático y Calentamiento Global tienen su origen en el siglo XVIII como consecuencia de la Revolución Industrial, que no solo incrementó la cantidad de gases de invernadero (dióxido de carbono, metano, óxido nitroso) en la atmósfera, sino que también aceleró la destrucción de ecosistemas a fin de contar con materias primas y tierras para la conquista colonial. Aunque ninguna tecnología es por sí misma la panacea a nuestra crisis energética, la suma de sus posibilidades puede configurar un futuro más sustentable para nuestro país y el mundo. REVISTA DE EFICIENCIA ENERGÉTICA Eficiencia Energética No. 1 Mayo 2015 Editores e Ilustradores Ing Ana Peña (ampcorry1@hotmail.com) Ing Yulibeth Garcia (yulibethgarcia@gmail.com)
No es posible continuar con la misma configuración respecto a la producción, distribución y consumo de energía.
El modelo Energético Actual es Insostenible
Con la implementación de la Ley de Uso Racional y Eficiencia de la energía Venezuela pasará a formar parte de las naciones que promueven el ahorro de la electricidad y el correcto beneficio de los recursos naturales. El director general de Energía Alternativa del Ministerio de Energía eléctrica, Alberto Urdaneta, explicó que el objetivo del instrumento jurídico es orientar y guiar a los consumidores en el uso racional y eficiente de la electricidad y en la protección del medio ambiente.
"La eficiencia energética debe convertirse en un hábito de la población venezolana", señaló. Datos del despacho de Energía Eléctrica venezolano detallan que el consumo por habitante en el país es 14% más alto que el promedio de América Latina. En 2010, el consumo per cápita de energía en Venezuela se ubicó en 3.900 kilovatios hora (kWh), lo que representa un 85% más que el consumo de Brasil (2.100 kWh); 254% más que Colombia (1.100 kWh); 25% más que Argentina (3.100 kWh) y un 11% más que Chile (3.500 kWh). Urdaneta indicó que la ley incluye a
todos los sectores de país (comunidades, grandes usuarios y entes gubernamentales) y prevé el desarrollo de un plan nacional para el sector eléctrico, certificaciones de electrodomésticos, un programa educativo y la aplicación de incentivos. Refirió que, por más de 2 décadas, varios países de América Latina han aplicado proyectos y promulgado legislaciones para promover el uso eficiente de la energía. Eficiencia Energética en América Latina Brasil, en los últimos 20 años, ha implementado una serie de planes de eficiencia energética, entre los que resalta el Programa Nacional de Conservación de la Energía (Procel),que abarca las áreas de saneamiento, sector industrial, gestión energética municipal, iluminación pública, educación, edificaciones y etiquetado de equipos de uso eléctrico. De acuerdo a cifras de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), Procel generó durante el 2007, un ahorro de 28,5 teravatios por hora (TWh) en la red eléctrica brasileña. También en esta nación se desarrolló el Programa de Eficiencia Energética de las Concesionarias y Distribuidoras (PEE), gracias al cual las compañías anualmente asignan el 0,25% de sus ingresos operativos, para la sustitución de calentadores de agua eléctricos por calentadores de agua a energía solar, y promueven el cambio de refrigeradores y sistemas de iluminación altamente consumidores de energía y la adecuación de instalaciones residenciales. En la actualidad, los esfuerzos de Brasil por aumentar la eficiencia energética se dirigen al Plan de Energía Nacional 2030, que proyecta ahorros de entre 4 gigas vatios (GW) y 15,5 GW en capacidad de generación adicional durante los próximos 20 años. Asimismo, en México se creó la Comisión Nacional para el Uso Eficiente de la Energía
(Conuee), que tiene por objeto impulsar la eficiencia energética y actuar como un órgano de carácter técnico, en materia de aprovechamiento sustentable de la energía. Esta comisión, constituida a partir de la entrada en vigencia de la Ley para el Aprovechamiento Sustentable de la Energía, en noviembre de 2008, lleva a cabo el registro de usuarios (personas o instituciones) certificados como energéticamente responsables. Asimismo, cuenta con la potestad de emitir recomendaciones a las entidades federales, municipios y particulares, con relación a las mejores prácticas en materia de aprovechamiento sustentable de la energía. De la misma manera, Costa Rica ejecuta desde 1999 y hasta 2015, el Programa Nacional de Uso Racional y Eficiente de la Energía, que es dirigido por la Compañía Nacional de Fuerza y Luz, y cuenta entre sus responsabilidades: coordinar y desarrollar proyectos, actividades y programas que busquen la promoción y ejecución de las políticas de eficiencia, desarrollo energético y conservación de la energía en armonía con el ambiente. Rol de la Energía en Venezuela La disponibilidad de servicios energéticos, constituye uno de las prerrequisitos esenciales para el desarrollo de los países. En efecto, la energía es la fuerza primaria que activa todas las actividades económicas y sociales (Shahid Alam, 2006). Si además, los países disponen de recursos naturales energéticos propios, puede anticiparse que existen condiciones favorables para alcanzar tasas de crecimiento económico deseables, siempre que además se conjuguen otros factores de carácter: institucional, social, técnicos y las políticas públicas apropiadas. Las relaciones entre el desarrollo nacional y el uso de la energía, son múltiples y en algunos casos complejas. A continuación se pasa revista a las
principales relaciones que ayudan a entender el rol de la energía en el desarrollo nacional. 1. Cantidad de energía usada en un país en términos per cápita y su nivel de desarrollo. Con abundancia de estadísticas puede demostrarse que a mayor provisión y uso de energía, mas elevado será el grado de desarrollo, expresado éste en términos de ingreso per cápita. Por ejemplo, una correlación grafica para los diferentes países, entre consumo energético e ingreso, ambos en términos per cápita, configuran una relación bien definida. En otras palabras, existe una relación de causalidad entre la provisión y uso de la energía y el desarrollo. Esa relación puede, no obstante, modificarse en situaciones excepcionales, como ha sido el caso de Venezuela. Mientras Brasil y México aumentaron en 300% el tamaño de sus economías y el consumo energético entre 1971 y el 2000, Venezuela en igual periodo solo pudo incrementar su economía en un 165%, aunque su consumo energético continuo aumentando hasta triplicarse (UNEP-Grid Arendal, 2013). Por otra parte, la relación anteriormente expuesta, también puede modificarse en la medida que se alcanzan en los países niveles más elevados de progreso humano (Toman y Jemelkova, 2002). En estos resultados juega un papel determinante el nivel de industrialización asociado a la fase de desarrollo: en general, a mayor dimensión del sector industrial, mayor consumo energético per cápita. 2. Consumo energético y la generación de empleo. Se ha demostrado que los incrementos en el consumo de energía en los países van generalmente acompañados de un aumento en la creación de empleos, aspecto crucial para un desarrollo con equidad. Por eso suele dársele tanta prioridad en los países en vías de desarrollo, a la expansión de los servicios de electricidad, tanto en el medio urbano como el rural, ya que se ha constatado que estos
inciden tangiblemente a corto y mediano plazo, en aumentar la oferta de empleo. 3. Uso de la energía en un país y su Producto Interno Bruto (PIB). ¿Cuántas unidades de energía se requieren para generar un dólar de PIB? Dicha relación expresa lo que se ha denominado la intensidad energética de la economía. Dado que históricamente se ha visto que la eficiencia energética tiende a aumentar, debido principalmente al mejoramiento de las tecnologías productivas utilizadas, ocurre que la cantidad de energía empleada por una economía para producir la misma cantidad de riqueza disminuye con el tiempo. Tal situación pudo constatarse en algunos países, a raíz de la crisis petrolera de los años setenta del siglo pasado, cuando a pesar de la reducción en el consumo de energéticos que generó la elevación brusca de sus precios, pudieron mantener su producción de bienes y servicios y aun continuar aumentándola. Por otra parte, esa reducción de la intensidad energética o incremento de su eficiencia en tal sentido, tiene repercusiones importantes desde la perspectiva ambiental al verse disminuidas las emisiones a la atmosfera por cada unidad del producto generado. En el aumento de la eficiencia energética están puestas una buena parte de las esperanzas de reducir la contribución de los países al fenómeno de cambio climático. La situación en Venezuela desde la perspectiva de la intensidad energética es contraria a lo que indican históricamente los países más exitosos, donde dicho índice tiende a disminuir con el tiempo; esto es, las economías se hacen más eficientes energéticamente. Para 1980 de acuerdo a estadísticas suministradas por el Ing Nelson Hernández, el consumo en BTU por año para producir un dólar de PIB fue de 16229,43. En el año 2010 dicho índice fue de 18892. 4. Consumo energético y el crecimiento económico. Hay una tendencia casi intuitiva a pensar que aumentado la producción o el consumo de energía en un país, debe
expandirse el crecimiento económico y esto no es necesariamente así, ya que depende de que se den también otras condiciones adicionales. Por ejemplo, puede darse el caso de un aumento en la capacidad de generación de energía, sin que la demanda se incremente y por ende no aumente la tasa de crecimiento de la producción de bienes y servicios la cual va asociada al mayor consumo. Esto puede ocurrir porque las políticas económicas no sean convenientes o porque las tecnologías empleadas no son las más apropiadas, o porque ocurra derroche de energía o los impactos ambientales generados tengan una incidencia negativa en la economía, aunque éstos generalmente no son evaluados en las cuentas nacionales. 5. Disponibilidad y calidad de los servicios energéticos y el desarrollo humano de la población. Desde la perspectiva social esta es una relación muy importante. Los servicios de energía son clave para mejorar el confort humano en los hogares y en los sitios de trabajo; tienen incidencia directa en las condiciones de salud entre otras razones por permitir la refrigeración de los alimentos y contribuir a eliminar la contaminación intrahogareña por sustitución de la leña como combustible para cocinar; el uso de tecnologías médicas avanzadas; el suministro de agua cuando esta no es asequible por gravedad; la iluminación requerida para poder estudiar y educarse mejor cuando la luz del día oscurece y para transportarse y comunicarse, entre otros muchas ventajas. Si se gráfica, por ejemplo, la relación entre el índice de desarrollo humano (IDH) de las Naciones Unidas, para cada país y el consumo energético de la población, en términos per cápita, se observa una correlación bien definida. 6. Consumo energético y la sustentabilidad ambiental del desarrollo. Dada la matriz de energía existente en el mundo y en particular en Venezuela, en la cual el consumo de
combustibles de origen fósil es prevalente, el sistema de suministro energético desempeña un papel importante en la calidad ambiental atmosférica, especialmente en los medios urbanos. La producción de energía y su uso por los vehículos de transporte constituyen una fuente de contaminación atmosférica que incide negativamente sobre la sustentabilidad del desarrollo. Ahora bien, el acumulado de las emisiones atmosféricas liberadas por la producción y uso de energía de origen fósil, contribuyen al proceso de cambio climático, que constituye la causa individual más importante de deterioro ecológico planetario. De allí el poderoso eslabón existente entre consumo energético y la sustentabilidad ambiental del desarrollo. El reconocimiento de esta relación es en la actualidad un factor estimulante de múltiples políticas públicas que tendrán incidencia en el cambio de los patrones energéticos prevalecientes. Enunciadas las diversas relaciones entre energía y desarrollo nacional, se pasa revista a lo que podría denominarse a grandes rasgos el itinerario energético de Venezuela, en su marcha hacia el progreso económico y social. A principios del siglo pasado, cuando Venezuela era todavía un país muy pobre y atrasado, el ciudadano promedio utilizaba diariamente no más de unos 30 a 100 kWh de energía. Esto puede aseverarse a pesar de la carencia de estadísticas. Abordar el tema del rol de la energía en el desarrollo nacional, requiere considerar las condiciones presentes, pero sobre todo los escenarios futuros en los cuales los factores tecnológicos es de gran incidencia.
Es una medida del Gobierno Bolivariano diseñada para disminuir la demanda y cultivar el uso racional y eficiente de la electricidad en el sector residencial de la población venezolana, a fin de combatir los efectos del cambio climático, enmarcado en el 5to objetivo del Plan de la Patria. El uso racional y eficiente de la energía eléctrica (UREE), fue el protagonista del último día de las II Jornadas Estratégicas del Sector Eléctrico 2015, donde se discutieron temas que apuntan a la intensificación de las Políticas que lleva a cabo el Estado venezolano, a través del Ministerio del Poder Popular para la Energía Eléctrica (MPPEE) y sus entes adscritos, en las que se suman esfuerzos para el cumplimiento del 5to Objetivo Histórico del Plan de Patria 2013 – 2019, “salvar la vida en el planeta y la especie humana”. En nuestro día a día el UREE es de suma importancia. Nosotros debemos pensar en todo aquello que podemos hacer hoy en función de lo que será un beneficio para nuestros hijos, nietos y el planeta en el futuro. En eso se enmarca la estrategia que el ciudadano ministro, Jesse Chacón, ha emprendido con el Plan Banda Verde, es un diseño que se ha hecho en función de una reducción de los subsidios a los muy altos consumidores, con el incentivo de que estos bajen a unos niveles de consumo promedio mucho más bajo y con éstos evitar el consumo innecesario de este recurso, que cuesta ser generado. La campaña “Soy Consciente, Consumo Eficiente”, tomando en cuenta que su tercera fase se basa en continuar impulsando el cambio de cultura del pueblo hacia una que contribuya a la preservación del ambiente a través de la Banda Verde. “hasta el momento tenemos poco tiempo de haber iniciado este plan, sin embargo hay resultados que creemos
son muy exitosos. El consumo promedio que venía con un crecimiento vertiginoso, el año pasado se encontraba en 7,1% en comparación con el año anterior, este año está por los niveles de 1,7%. Cabe destacar que esto no solo se logra con la aplicación del Plan Banda Verde. Esto es un trabajo integral que va acompañado de una fuerte campaña comunicacional”, apuntó el director de Estudios Eléctricos.
Los beneficios del Programa Nacional de Sustitución de Lámparas Incandescentes por Fluorescentes Compactas Autobalastradas en localidades de hasta 100,000 habitantes
El pasado 1 de enero entró en vigor la tercera fase de la NOM 028-ENER-2010 Eficiencia Energética para lámparas de uso general. Con ello, se completó la reducción gradual en la comercialización de lámparas de baja eficiencia energética. Concretamente, la NOM estableció el retiro de las lámparas ineficientes de 100 watts en diciembre de 2011, las de 75 watts en diciembre de 2012 y, por último, las de 60 y 40 W en diciembre de 2014, dando un gran paso para avanzar en la transición a tecnologías de iluminación más eficiente en todo el país. La adopción de este tipo de tecnologías constituye uno de los mecanismos más rápidos, efectivos y relativamente baratos para incrementar la eficiencia energética en los países y reducir las emisiones de bióxido de carbono a la atmósfera. A pesar de ello, a
nivel mundial no se le ha dado toda la atención que merece. Hasta ahora, la mayoría de los países –el nuestro incluido– ha concentrado sus esfuerzos en el incremento de la generación de energía en detrimento de la promoción de una mejor utilización de la infraestructura ya existente, mediante la eficiencia energética. En México, el sector doméstico representa una oportunidad de ahorro de energía eléctrica considerable. Esto debido a su contribución al consumo total de energía eléctrica del país, que equivale al 25%. De este porcentaje, tan sólo la iluminación representa un 26% (Sener, 2013). Basta imaginar cuánto ahorro se generará si todos los hogares en el territorio contaran con lámparas que consumen hasta 75% menos de energía.
El Cambio Climático es un cambio significativo y duradero de los patrones locales o globales del clima, las causas pueden ser naturales, como por ejemplo, variaciones en la energía que se recibe del Sol, erupciones volcánicas, circulación oceánica, procesos biológicos y otros, o puede ser causada por influencia antrópica (por las actividades humanas), como por ejemplo, a través de la emisión de CO2 y otros gases que atrapan calor, o alteración del uso de grandes extensiones de suelos que causan, finalmente, un calentamiento global. El Calentamiento Global es un aumento de la temperatura de la atmósfera terrestre que se ha estado observando desde finales del siglo XIX. Se ha observado un aumento de aproximadamente 0.8 ºC desde que se realizan mediciones confiables, dos tercios de este aumento desde 1980. Hay una certeza del 90% (actualizada a 95% en el 2013) de que la causa
del calentamiento es el aumento de gases de efecto invernadero que resultan de las actividades humanas como la quema de combustibles fósiles (carbón, gasolina, gas natural y petróleo) y la deforestación. Ya con el paso de los años y el aumento del interés científico y político ante el cambio climático, los datos, el sustento y la evidencia del cambio climático (calentamiento global) es cada vez más clara. Obviamente existen poderes interesados en mantener el statu quo, en tratar de esconder la realidad, en menospreciar, hasta ridiculizar, el peligro y el problema al que nos enfrentamos todos como sociedad y civilización. A continuación un gráfico que compara muestras atmosféricas extraídas de núcleos de hielo y las mediciones directas más recientes, que entregan datos concisos de que el CO2 ha aumentado desde la revolución industrial.
Aller, José Manuel (2013) Un Vistazo a la Historia del Sistema Eléctrico Venezolano. [Documento en línea] Disponible en http://jaimevp.tripod.com/Elect_Vzla/Cadafe/historia01.htm [Consulta mayo 2015] Hernández, N. (2008) Una aproximación futurológica a la energía en Venezuela. Charla en Sociedad Venezolana de Ingenieros de Petróleo. Caracas [Documento en línea] Disponible en: http://www.slideshare.net/energia/una-aproximacion-futurologica-a-laenergia-envenezuela- 356130 [Consulta mayo 2015] Revista de Eficiencia Energética [Documento en línea] Disponible en: http://www.fide.org.mx/images/stories/revista/eficiencia_energetica_5/i ndex.html#6 [Consulta mayo 2015] Cambio Climático [Documento en línea] Disponible en: http://cambioclimaticoglobal.com [Consulta mayo 2015]