FUNDACIÓN EL LIBRO FERIA DEL LIBRO INFANTIL DE BUENOS AIRES R20; PROPUESTA PARA EL MÓDULO DR21; EXPERIENCIA R11
Marta Mensa Docente-Narradora Coordinadora de Talleres marta.a.mensa@gmail.com
EXPERIENCIA EN ESPACIOS COMUNITARIOS “NARRAR ES ABRIR LA PUERTA PARA IR A LEER” Primeros pasos de la Experiencia: En l998 di nacimiento al Proyecto “Abuelos Encantadores de Niños”, pensado específicamente para Adultos Mayores que creyeran en la premisa: “Siempre se puede aprender algo más”. El objetivo era utilizar eficazmente el poder de la Narración Oral para, tendiendo un puente entre los dos extremos de la línea etárea: Raíces y Alas, recuperar para los Abuelos su lugar de Referentes Necesarios, y brindar a los niños todo un mundo de anécdotas, tradiciones, vivencias y relatos en una voz que rescatara la lengua materna. En ese mismo año presenté el Proyecto en la Biblioteca Juan José Castelli de Gral. Pacheco, cuyas autoridades me ofrecieron un cálido espacio para desarrollarlo. Contar las vivencias fue el primer paso, dotándolas de la magia necesaria para evitar frases poco felices como: ¿Otra vez Abuelo…? ¡Ya me lo contaste Abuelita! Los encuentros se tornaron amistosos y muy productivos. Los medios de Comunicación Locales nos apoyaron y la experiencia se hizo conocida. Fue así como comenzamos a recibir propuestas e invitaciones. A los primeros cuentos autobiográficos se sumaron los cuentos de autor. Hubo entonces que incorporar nuevas técnicas, más recursos, colocar la voz y poner en cuerpo en lo narrado. Todo un gran desafío que los pioneros María del Cármen, Mary, Alicia y Ariel, y Ester asumieron con entusiasmo y con enorme generosidad. Nuestra labor que comenzó humildemente en la plaza frente a la Biblioteca, recorrió Escuelas y Jardines de Infantes, Comedores Escolares y Barriales, Inauguración de Bibliotecas,
Ferias del Libro y cualquier otro evento al que fuéramos invitados. Los Abuelos contaron sus cuentos en programas radiales. El trabajo del Taller se prolongó por tres años, que parecieron muy cortos. Las cuestiones de la vida de las personas y la edad de los Abuelos, hizo que, después de ese tiempo, paulatinamente, el taller se fuera disolviendo. Va a ser eterno mi agradecimiento a todas estas personas de quienes tanto aprendí. Al acercarme a la Biblioteca Mariano Moreno, que estaba en los inicios de una nueva etapa, con la incorporación de la Bibliotecaria Alejandra Castro, comencé a colaborar con ella en distintos proyectos de Extensión Cultural, y allí surgió la posibilidad de dar espacio a un nuevo Programa que compartiríamos: “Cajas Viajeras de la mano de Abuelas Narradoras”. Convoqué entonces a los Adultos Mayores de Don Torcuato, nuestra Localidad, y así comenzó, casi sin interrupción, el nuevo Taller “Abuelos Encantadores de Niños”, con la participación de mis queridas y admiradas Beatríz, Alicia, Azucena, Laura y las recientemente incorporadas Ana, María Angélica y Zulma. Poseedoras de una actitud ética y solidaria poco comunes. Muchas otras señoras pasaron por el Taller y de todas ellas hemos aprendido y nos han dejado su afecto, porque sabemos que no es fácil sostener el compromiso. Además no perdemos las esperanzas de que algún Abuelo torcuatense se anime a acompañarnos.
Fundamentos del Taller, que pretende “abrir las puertas para ir a leer”: Creemos que el primer paso para salir a la búsqueda de “lectores placenteros”, es la recuperación de la palabra, “porque la palabra oída -escribió Ana Pelegrín- construye el mundo auditivo-literario del niño” (1). Y si otorgamos al lenguaje su función de tejedor de redes neuronales primarias y de constructor del Yo, esa creación es ya “un arte narrativo” (3), en esa etapa crucial, de la apropiación simbólica, por la que pasan los niños. Momento de la infancia, en que los estímulos culturales y sociales son de capital importancia, y que nosotros aportamos a través del cuento y del contacto afectivo que él provoca. Es nuestro cometido tratar de contrarrestar los efectos de esta sociedad posmoderna y globalizada, donde el predominio de la imagen y el individualismo conducen a la incomunicación. Para ello debemos dar de hablar y dar de escuchar, tanto como Daniel Penac aconsejó “dar de leer” (4).
Nos propusimos, las Abuelas y yo, ambas labores desde el abordaje de la oralidad cotidiana a través del cuento, en la escuela, que debiera ser una continuación de la tarea de la casa, en el uso de la lengua materna primero, en todos sus matices: nanas, canciones de cuna,
arrullos,
jitanjáforas
,
disparates,
cuentos
de
nunca
acabar,
retahílas
y
trabalenguas. Para desarrollar más adelante la atención en el encanto de contar-escuchar cuentos, “que no sólo imprimirá en la mente del niño los aspectos fundamentales de la lógica narrativa, sino que ayudará a los procesos de identificación y proyección” (5), tan importantes en su desarrollo madurativo y su consolidación intelectual. Y que afectan al niño en su formación total, por que como manifestara Walter Ong “las palabras habladas siempre constituyen modificaciones de una situación existencial, total, que invariablemente envuelve al cuerpo” (6). Llegados a la etapa de la escritura, “la estructura del cuento se constituye en un pre-escrito que permite la más correcta y libre expresión”, según afirmara Marie Bonnafe (7). En su último libro Berta Braslavsky, escribió que “los problemas de comprensión de la lectura se vinculan al fracaso escolar” (8), reflejado en las estadísticas en cifras de repitencia y deserción. Y es en este problema, el que nos preocupa y nos ocupa, sobre el que centramos nuestros esfuerzos, para humildemente contribuir a evitarlo.
Del trabajo de las Abuelas: El trabajo que nos proponemos en el taller no es sencillo. Lo primero es sentar las bases éticas y estéticas de lo que serán las presentaciones. Durante los Encuentros la tarea tiene varias facetas definidas: •
Permanentemente cargamos “la mochila del Narrador”, con conocimientos de algunas disciplinas que puedan acrecentar nuestros “saberes” y desarrollar nuestras aptitudes de narradoras.
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La ejercitación de la creatividad posibilita una mayor flexibilidad en la preparación del cuento y un mejor acercamiento al mundo de la infancia.
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El trabajo de selección de cuentos es arduo, porque nos importan los mensajes que vamos a dejar al contarlos. Y hay que investigar sobre el autor y sus circunstancias para una mejor interpretación y valoración del texto. Se trabaja preferentemente, con los libros del corpus que aporta la Biblioteca, en cada Caja Viajera, preparadas por niveles.
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El proceso de preparación de los cuentos, respetando las individualidades de estilo y la incorporación propia de recursos, lleva un tiempo considerable pues se debe revisar el
léxico y hacer las adaptaciones pertinentes, así como leer e interpretar las imágenes para incorporarlas al texto. Somos muy respetuosas de la labor del escritor y valoramos a los ilustradores y sus aportes. •
La clínica final del cuento, con la crítica cálida y generosa de todas, es lo que posibilita poner un cuento en circulación.
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El comentario luego de cada presentación permite evaluar las actuaciones, corregir errores y descubrir otras posibilidades.
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Las clínicas periódicas evitan caer en vicios o lugares comunes, descubrir otras formas de narrar y poner en juego nuevos recursos.
Algunas premisas para las presentaciones: •
Las Abuelas tienen que pedir la presencia del docente durante la “contada” y no pueden hacerse cargo de la disciplina.
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Deben presentarse y entablar un breve diálogo con los chicos para propiciar el acercamiento.
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Para narrar es conveniente sentarse a la altura de los niños.
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Una de las actitudes más valoradas en una contada es el imprescindible contacto visual, que trasmite las emociones y que se logra estando a la altura de los chicos.
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La presencia de los libros es indispensable durante la “contada”.
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No se mostrarán las imágenes, porque somos partidarias del respeto por la formación de la “propia imagen” original y candorosa. No mostrarlas mantiene, además, el misterio y hace que el niño tenga deseos de acercarse a eso que lo intriga.
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Al final de la narración se muestra el libro y según las edades se nombra al autor. Lo importante es hacer que los niños reparen en la tapa del libro y sus detalles, para que lo recuerden y puedan identificarlo.
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Siempre se sugiere que pidan de regalo un libro para que vayan formando su propia biblioteca.
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Somos partidarias de dejar que la magia del cuento quede en la atmósfera, por lo que, obviamente, desechamos las moralejas y las frases explicativas portadoras de un único mensaje de adulto. Tenemos la firme convicción que el cuento todo lo puede. Nada debe ser explicado y nada puede ser requerido.
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Nos hacemos partícipes del pedido de los autores: Los cuentos valen por sí mismos y no deben “servir para nada”.
En la actualidad el Taller continúa, sosteniendo el Programa de las Cajas Viajeras. Las Abuelas, este año, comienzan a contar cuentos en el primer ciclo de EGB y para ello han abordado textos con mensajes más complejos y de mayor extensión. En algunos las imágenes aportan muchos datos importantes, en otros por la falta de ilustraciones que lo complementen, las Abuelas deben poner de sí, todos los recursos, que los revelen. En este nuevo desafío se encuentran con una problemática diferente: los niños pierden, en muchos casos, la práctica de la escucha adquirida en Inicial, y la complejidad de la estructura requiere la incorporación de nuevas técnicas para mantener la atención, que debe acrecentarse paso a paso.
En conclusión: He presentado una síntesis de la doblemente delicada labor que realizamos: a) Tratamos con lo que es más importante para nosotras: los chicos y los escritores. b) Fomentamos la unión de abuelos y nietos, a través de la magia de la palabra oral y la maravillosa comunicación con la mirada, portadora de emociones.
En cuanto a mi actividad como Coordinadora, he trabajado todos estos años con lo que para mí representa la base fundamental de mi labor: Estos maravillosos Adultos Mayores que me premian con su confianza. Los Chicos que me refrescan el alma con su candor y mis Entrañables Amigos, a través de los libros, los escritores. No puedo dejar de compartir con Uds. la frase que mueve mis acciones, escrita por uno de los mentores en que me apoyo, el Pedagogo italiano Gianni Rodari (8): “El uso total de la palabra para todos me parece un buen lema, de bello sonido
democrático. No para que todos sean artistas, sino para que nadie sea esclavo.”
Referencias: (1) La Aventura de Oír - Ana Pelegrín- Ed. Cincel (2) La Fábrica de Historias – Jerome Bruner- FCE (3) Como una Novela – Daniel Penac- Anagrama
(4) Palabras que superan la brecha generacional –A. M. Machado – Conferencia 28º Congreso IBBY Internacional 2002 (5) Oralidad y Escritura. Tecnología de la Palabra – W. Ong – FCE (6) Artículo – Marie Bonnafe – Espacios para la Lectura- FCE (7) Enseñar a entender lo que se lee- Berta Braslavsky- FCE (8) Gramática de la Fantasía – Gianni Rodari – Ed. Colihue
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