GASTON COUTÉ Los electores
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Los electores
¡Ah! ¡Hay carteles en las puertas de las granjas! ¿Será que hoy domingo habrá unos artistas Que bailan sobre cuerdas en medio de la plaza? ¡No, no es eso! … Esta tarde se vota en el ayuntamiento Y el viento trae grandes palabras a mis oídos: ¡Abnegación! … ¡Interés! … ¡República! … ¡Patria! … Es el pueblo soberano que lee los carteles y los vuelve a leer... (Las vacas, las ovejas, las ocas, los pavos Se van al campo igual que cada día Cagando de vez en cuando a lo largo de los carteles del pueblo.) Los electores van a votar sacando pecho, «¡Venga!... ¡Vamos a votar! ¡Vamos buena gente!... ¡Ahora somos nosotros quienes tiramos el arado, Quienes decidimos si vamos rápido o despacio! ¡Nada de abstención! … Os llaman vuestros ideales... ¡Aprovechad que tengamos el sufragio universal!»
(Las vacas, las ovejas, las ocas, los pavos Pacen las pajas de cebada tranquilamente Sin pensar que están privados de sus derechos civiles.) Hay el señor Fulano, y el señor Mengano como candidatos. Los electores no tienen las mismas gafas: —¡Yo votaré por este!... ¡Pues yo no le votaré!... ¡Es un maldito sinvergüenza!... ¡Es una persona honesta!... ¡Es un colectivista!... ¡Es un cornudo!... ¡No es verdad!... ¡Dicen que educa a su hijo en un cole de curas!... ¡Es un blanco!... ¡Es un rojo!...— dicen los electores: Los ciegos se pelean en cuanto a los colores. (A las vacas, a las ovejas, a las ocas, a los pavos Les da igual que su pastor se llame Pablo o Pedro Que sea moreno como un topo o pelirrojo como una zanahoria Mugen, balan, cloquean igual que los electores Pero no saben lo que es gritar «¡Viva el señor alcalde!») ¡Fue elegido Fulano!... Los electores van a beber Algunos como si fuera una boda, otros como si fuera un funeral, Y por la noche el pueblo soberano vuelve a casa tambaleándose... ¡Hay viento! ¡Hay viento que hace caer las peras! (Las vacas, las ovejas, las ocas, los pavos Se hartan de árboles y de grano todos los días de la semana Y no empiezan a caer por tener la panza llena.)
Las elecciones ya acabaron, como quien dice Que ya se hicieron las faenas y que estamos esperando la cosecha... Los electores tienen que sacar sus moneditas blancas y amarillas Para llevarlas al recaudador de su comarca; Los pequeños arroyos se van a perder en el gran río del Presupuesto Donde los listos pescan, donde navegan los gordos. Los electores hacen sus faenas, rompen piedras * En la carretera cuando sus representantes pasan, en carroza, Con caballos que se complacen, los cabrones, En sembrar excrementos a medida que el pueblo soberano barre... (Las vacas, las ovejas, las ocas, los pavos Se dejan despojar de sus huevos, de su lana y de su leche Igual que si hubieran participado en las elecciones.) ¡Bum! … ¡Llega la guerra! … Los tambores suenan la carga... Llevando la bandera, los electores con sus botas Van a apretujar los campos de trigo que ya no cosecharán. —¡Fuego! —les dicen— ¡Y disparan! —¡Adelante! ¡Marcha!— Y tanto como puedan marchan, y marchan, y marchan... Los grandes cañones vomitan lo que les ponen en la barriga, Las balas caen como ciruelas cuando el viento sacude los ciruelos Los muertos se amontonan y bajo ellos, la sangre sale como el vino Cuando cuatro puños fuertes aprietan el tornillo de la prensa. ¡Aquí tiene paté!... ¡Aquí tiene paté de pueblo soberano! (Las vacas, las ovejas, las ocas, los pavos Por beneficio del granjero se dejan morir ¡Sin más ni menos!... sin tambores ni banderas.)
* Forma de pagar la tasa sobre carreteras y caminos: hacer tareas de mantenimiento en vez de pagar dinero.
… ¡Y ya está! … Sin embargo a veces los animales se rebelan A veces, el toro le da cornadas al matarife... Pero los pobres electores no son animales como los demás: Cuando se acerca la tormenta y el viento es de rebelión...
¡Ellos votan!
Gaston Couté (1899)
Fuente: Gaston Couté Traducción: L(A)Ruche La Congregación [Anarquismo en PDF]