Crowdfunding en el arte ecuatoriano

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Crowdfunding: un trabajo de locos

Taller de InvestigaciĂłn. AndrĂŠs Mafla y Ana Segovia


Definición del Tema y Problema de Estudio En los circuitos del arte contemporáneo ecuatoriano se dan distintas dinámicas para la generación de contenido creativo. En nuestro país, el arte se considera una profesión muy sacrificada que, si bien puede brindar reconocimientos, también está estigmatizada con la idea de un modelo económico voluble y una remuneración baja. Producir obra aquí es un verdadero reto, tanto para artistas emergentes como para aquellos que han consolidado una trayectoria, ciertamente, financiar procesos artísticos no es fácil en ningún lugar del mundo, pero estas dificultades se dan explícitamente en el Ecuador debido a diferentes factores a los que nos aproximaremos en el transcurso de esta búsqueda. En torno a esta indisposición social, el modelo de crowdfunding, conocido en español como financiación colectiva, se instauró hace no mucho en el país, con dos plataformas líderes en este tipo de iniciativa. Catapultados y HazVaca son las dos páginas web intermediarias que vinculan proyectos artísticos, con contribuyentes interesados en aportar económicamente a una campaña que se encuentre en levantamiento de dinero. Dado que ambas plataformas llevan poco tiempo en circulación, la conceptualización de lo que realmente significa este tipo de aportación social en nuestro contexto todavía se encuentra en proceso de consolidación y difusión, pues se poseen escasos datos y poco conocimiento a nivel nacional. Debido a la inexistente información local sobre el tema especializado en arte, decidimos investigar el financiamiento colectivo y sus características, enfocadas en el estudio de caso de varias campañas positivas para los entornos culturales. En el siguiente estudio se analizará cuál ha sido el rol de las plataformas ecuatorianas de financiación colectiva, y cómo estas convergen acompañando a los artistas en sus campañas y direccionando sus contenidos hacia el público objetivo. La finalidad de esta investigación es evidenciar todos los puntos esenciales para abordar este tipo de dinamismo económico, en un sector que necesita mayor promoción y participación. Como estudiantes de arte contemporáneo consideramos relevante la recolección de información al respecto, pues es una herramienta que en nuestra generación digital debe ser analizada como una alternativa para emprender sin acudir a instituciones, si no apelando a la voluntad de los consumidores de arte y cultura en el Ecuador. De esta manera, ¿Será la financiación colectiva otra forma de fortalecer y


potenciar los vínculos y los compromisos económicos para con las personas que se interesan en la gestión y el contenido artístico? 1. Marco Teórico. Es vital para la investigación que se está llevando a cabo, definir conceptualmente el crowdfunding y, sobre todo, establecer el tipo de crowdfunding que se está estudiando. Con respecto a la definición de crowdfunding que será empleada, vale la pena mencionar que fue extraída de un texto digital, el cual tiene como eje funcional un modelo que plantea resolver propuestas a partir de tres fases: el reto, el conocimiento imprescindible y las soluciones. El nombre del texto se titula, ¿Qué es y cómo gestionar el crowdfunding?, y dedica gran parte de su primera fase a llegar a entender el concepto de crowdfunding y su efecto sobre la organización (empresas). Para ello, los autores abren paso a la discusión, diciendo que: “Actualmente el crowdfunding está revolucionando el panorama financiero y se plantea como una alternativa de financiación muy interesante para emprendedores” (Gallardo, Torreguitart & Torres: 2015, p. 8). Causalmente, los autores añaden a la definición inicial del crowdfunding, que “se trata de un sistema de financiación colectiva por medio del cual, proyectos empresariales pueden ver la luz gracias a las microaportaciones que los inversores particulares realizan”. (Ibíd.) Razón por la cual, se da por entendido que el fenómeno económico a ser estudiado resulta muy atractivo para iniciativas empresariales y sociales, donde los sujetos que acceden a esta clase de financiamiento son parte de una fuente de financiación diferente a la ofrecida tradicionalmente por los bancos. Una vez entendido el crowdfunding como una alternativa actual del campo financiero, donde los emprendedores pueden llevar a cabo sus proyectos gracias a microaportaciones particulares por medio de las nuevas tecnologías de comunicación, la siguiente sección del texto se enfoca en distinguir los diferentes tipos de crowdfunding. Es entonces cuando los autores empiezan a revisar los cuatro tipos de crowdfunding entendidos como: crowdfunding de donación, de préstamo, de recompensa y de inversión. Sin embargo, debido a que se decidió tomar como principales sujetos de estudio a HazVaca y Catapultados, el único tipo de crowdfunding que se refiere en concreto al funcionamiento de ambas plataformas, es el crowdfunding de recompensa. Para complementar la principal partida de investigación que se ha estado desarrollando, el texto Alternativas de Financiación: Microcréditos y Crowdfunding sirve de gran aporte para concluir con lo que se respecta al tipo específico de


financiamiento que hemos denominado, crowdfunding de recompensa. En dicho texto, se da por entendido que, “en esta modalidad de crowdfunding, que además es la que goza de más popularidad, el mecenas sabe de antemano la recompensa que obtendrá a cambio de su financiación” (Álvarez, Sancho & Vega: 2013, p. 36). Finalmente, se describe al crowdfunding como la oportunidad de que la sociedad se implique en todo tipo de proyectos a partir de cuatro escenarios de campañas, entre los cuales, el escenario que concuerda con el tema de estudio vendría a ser el proyecto enfocado a la financiación, donde el emprendedor se concentra en obtener una cantidad de dinero en un tiempo específico y el aportante solo se involucra en el proyecto para financiarlo. Brian Rubinton menciona en su ensayo, Desintermediated Investment Banking, el giro que han tenido los sectores comerciales con la llegada del internet y la autogestión por medio de plataformas especializadas. Según el autor estas son tecnologías que trabajan por una producción descentralizada basada en las relaciones sociales y no en mercados o jerarquías. “Customers are no longer the classic kings to be waited upon, but are more like co-workers, who assume specific elements of a production process that remains ultimately under the control of a commercial enterprise” (Rubinton, 2011:5). En este contexto, la llegada del consumidor que trabaja o co-worker, es un concepto clave en el eje de la investigación. Este nuevo público forma parte de la llamada “economía de la integración” que incluye a los consumidores en la cadena de valores. Crowdfunding es una plataforma ejemplar de esta economía compartida. En este proceso de doble flujo el intercambio se da por una forma de valor para ambas partes, en nuestro modelo de estudio la recompensa y la gratificación personal son los motores de estas acciones. De acuerdo a esto, si una persona provee financiamiento, se espera que el gesto simbólico de retorno sea uno previamente informado y concordado vía la plataforma web. Por otro lado, algo que se notó en el estudio de campo con los artistas, es que todos ellos consideraron a sus inversores como una comunidad próxima, familiares, amigos, fans, afiliados, defensores o activistas, todos ellos recordados como más que simple partidarios. El público se convierte en el sostén de un proyecto, generando coherencia y apertura en el proceso artístico. Cuando los inversores contribuyen con una obra de arte en construcción, ellos hacen que directamente la pieza se haga realidad, pues participan en el proceso de distribución de recursos y cubren los gastos de los artistas a los que desean ayudar, a través de este modelo solidario. Claramente la financiación colectiva no será rápidamente instaurada como un ideal usado por la


mayoría, sin embargo, rescatamos la potencia de la noción de pro-sumidor, que proyecta al espectador o aficionado al arte como un miembro activo del campo. En su ensayo Debating the Sharing Economy, Juliet Schor explica que estas plataformas sin fines de lucro operan para un beneficio público, de esta forma pueden también funcionar como bienes públicos: “The uniqueness of this new sharing economy is that it mobilizes technology, markets, and the “wisdom of crowds” (2014, p.7). Desde el auge del internet las sociedades evolucionan imparablemente, así mismo el sector financiero que no puede quedarse atrás, busca implementar nuevos modelos que se adapten a estos cambios de matriz. Los autores de Next Generation Finance: Adapting the Financial Services

Industry

to

Changes

in

Technology,

Regulation

and

Consumer

Behaviour aseguran que el futuro de las finanzas es social: People are now able to find other traders based on their performance statistics, experience in specific markets and level of engagement within the community. People can consult with others on investment ideas and performance levels of other traders before making an investment decision. (Lempka & Stallard, 2013:125). Los consumidores forman parte de una red activa que da feedbacks, se involucran con aquello que adoptan en su estilo de vida, quieren estar mayormente vinculados y son más conscientes de las formas en que la información se intercambia y comparte recíprocamente. Por ende, Crowdfunding es un proceso social e incluyente que representa un posible futuro en el mercado de inversiones. Esta evolución de los mercados y el involucramiento de los nuevos consumidores, nos demuestran la relevancia de la financiación y sus estrategias de acción. Una economía diversa para el arte implicaría de esta forma una innovación del sistema financiero, una mirada que cubra sus necesidades. Para ampliar este concepto consideramos la entrevista realizada al profesor de economía en la Universidad San Francisco de Quito, Luis Espinosa, como una importante fuente de referencia. Se concluyó que es posible investigar cómo los aspectos sociales exclusivos del país afectan directamente en el proceso de financiamiento participativo. Según el docente Luis Espinosa: El problema de toda inversión es la confianza. Las plataformas te dan en primer lugar el link de confianza y normalmente quien financia a una artista es alguien que en segundo o tercer grado le conoce. A lo mejor no le conoce directamente, pero los círculos del arte en el Ecuador son pequeños. (Entrevista Espinosa, 2017).


Entonces, esto nos lleva a pensar que en efecto el círculo social al que las campañas de crowdfunding se dirigen, son actualmente particulares y reducidos. Sin embargo, Espinosa afirma el giro positivo que estas plataformas promueven, partiendo de la democratización de los contenidos hacia la actitud más pro activa de los consumidores. Además, nos compartió su punto de vista que explica como este tipo de iniciativa también puede abordar un cambio de paradigma en la manera de concebir la producción de un proyecto de arte. 3. Descripción y Justificación Metodológica. La investigación que se presenta aquí fue trabajada desde un enfoque cualitativo, puesto que el crowdfunding es un tema que se inserta en nuestra sociedad, como una realidad por descubrir, construir e interpretar. Con un recorrido por varios proyectos que han sido financiados desde el 2014, buscamos dispersar y expandir las redes de información generadas en estas plataformas digitales. Creemos que, en la investigación cualitativa, se da un elemento necesario para entender este fenómeno relacional, como precisa Mertens (2005) citado por Sampieri: “la reflexión es el puente que vincula al investigador y a los participantes” (2010, p.11). Por ende, realizamos un análisis en torno a la presencia de estas tecnologías mediadoras, para de esta forma emitir una mirada con respecto a estas nuevas maneras de vincularse con los públicos consumidores y ahora co-productores del mercado artístico ecuatoriano. El método que fue utilizado es el estudio de caso inductivo, pues partimos desde la entrevista con la artista visual Sofía Acosta y continuamos, abarcando un panorama más general, con una observación que reconstruye a este modelo de financiación colectiva. A medida que entrevistamos a profundidad, a más miembros activos del crowdfunding, nuevas señales aparecían sobre los temas, de cada caso estudiado obtuvimos el perfil y el significado que queríamos transmitir de cada proyecto exitoso, la investigación fue diversa y no influenciable desde una sola variable pues las múltiples versiones de nuestros sujetos de estudio nos permitieron entender cuántas otras posibilidades para la interpretación existen. Sin embargo, hemos direccionado nuestra investigación hacia la reciente estrategia del crowdfunding en el arte, abarcándolo como una disyuntiva en el tradicional plan de financiación ecuatoriano. Nuestro afán con este proceso cualitativo fue entender como un modelo económico puede ser también abordado desde una perspectiva discursiva, poniéndolo de esta forma en diálogo con los saberes sensibles que se incluyen en los caminos del arte. Este trabajo es el reflejo de una línea


investigativa basada en una filosofía mejor explicada por Taylor y Bogdan, “el problema de la verdad planteado no como en un interés por la verdad per se, sino por sus perspectivas” (1994, p.126).

4.- El contexto del crowdfunding en el Ecuador El punto de partida propicio para desarrollar esta investigación se encuentra inmerso en los complejos sistemas del mercado del arte. Tal como menciona Ana María Garzón, curadora de arte y docente universitaria, “¡No es tan caro comprar arte! ¿Cuánta gente compra arte? Se cree que es costoso y de difícil acceso, cuando te das cuenta que es simple y asequible” (entrevista grabada, 2017). Se da por sentado que la comunidad artística, por lo menos en el Ecuador, no es lo suficientemente extensa como para que se genere un mercado con el arte. Son los fondos públicos, y últimamente los grandes auspiciantes, quienes se han encargado de financiar las propuestas artísticas en el Ecuador, caso que se puede evidenciar en el reciente proyecto dirigido por Ana María Garzón, Jaime Izurieta y Rosa Jijón. Museo Nómada es el resultado de un emprendimiento visionario e innovador para la esfera del arte nacional, emprendimiento que en un principio recibió fondos provenientes del sector privado para efectuar su primera exhibición llamada Derivas. En vista de que el presupuesto no iba a ser suficiente, los encargados del proyecto decidieron presentar una campaña de crowdfunding a través de la plataforma Indiegogo. Luis Espinosa Goded, profesor de economía en la Universidad San Francisco de Quito, define al crowdfunding como “una nueva palabra para una nueva tendencia que en realidad lleva mucho tiempo ocurriendo pero que las nuevas tecnologías han permitido hacerlo mucho más fácil” (entrevista grabada, 2017). Por diversas razones los bancos no suelen financiar ciertos proyectos, no obstante, las personas empezaron a darse cuenta que a través de las redes sociales podían llegar a un gran grupo de gente que sí está dispuesta a financiar los emprendimientos que las instituciones financieras rechazan. “Anteriormente, el crédito era mediado únicamente por los bancos o instituciones de préstamo. Sin embargo, con la intermediación de plataformas financieras como crowdfunding, en la actualidad, se considera que hubo una ruptura con los bancos.” Lo que Espinosa señala aquí coincide con las conclusiones de Disintermediated Banking en las que Rubinton define lo siguiente: “Crowdfunding is a dilated model of what disintermediated banking could look like […] as equity markets evolved so should capital markets in all shapes and sizes” (2011, p.12)


Siguiendo esta lógica, se generaron nuevas figuras como los business angels, que eran nada más y nada menos que inversores con dinero. En nuestro contexto local podemos hablar de ImpaQto Coworking o Media Lab Quito, empresas con proyectos específicos que buscan intereses similares de parte de algún inversor, emprendimientos que se vinculan al networking en búsqueda de nichos. Con las redes este atractivo campo de experimentación, comienza a apelar a la democratización de los contenidos culturales. Para extrapolar esta información sobre la delicada producción de los contenidos culturales, se toma en cuenta la postura del profesor y teórico Edward Said quien establece que “es en la cultura en donde podemos buscar el rango de significados e ideas transmitidos por los términos perteneciente a o de un lugar, entendiéndose por en casa y en un sitio.” (p.20, 2004) Siguiendo esta línea, entendemos que la cultura siempre está coartada por jerarquías, pues el poder que pueda generar un entorno cultural, es en potencia una herramienta del estado. Para romper con este elemento coercitivo, se deben buscar alternativas con una renovada mirada histórica a las respuestas que ejercen los distintos grupos sociales. Solo cuando el ciudadano-público es consciente de su papel en la cultura, se empieza a pensar en él como un miembro de una audiencia pro-activa que ejerce su crítica y deseo, de lo que busca sea considerado su cultura, esta será algo que le identifique o represente como ecuatoriano, pero que debe surgir necesariamente de un lúcido debate por parte de sus integrantes. Con el crowdfunding, es precisamente esta generación de público la que se necesita considerar en Ecuador, una actitud de afiliación al arte, que apoye iniciativas que suceden por medio de otras plataformas, de otros sitios. El crowdfunding en estos casos de estudio, se presenta como una fuerza dinámica que despierta a los pequeños sectores creativos que se ven inmovilizados por la falta de recursos. Permite a estas micro historias representarse, y si se habla de representación, este financiamiento colectivo, si representa a sus aportantes y líderes, pues conjuntamente es una construcción que refleja la participación recíproca de unos y otros, por ende, ambas partes se verán simbolizadas a través de los proyectos. Descripción de plataformas y formas de pago Fueron dos las plataformas en funcionamiento que se lograron contactar durante la inmersión en el campo, Hazvaca y Catapultados. Ambas plataformas son de las primeras en consolidarse a nivel nacional, y hasta el momento, cada una ha lanzado más de 20 proyectos. Tanto Catapultados como Hazvaca han recibido propuestas para emprendimientos de todo tipo, alentando a que todos los proyectos con potencial de


éxito se atrevan a compartir su campaña con el país. La necesidad de identificar cómo funcionan las plataformas de crowdfunding en el Ecuador es inminente, pues de esta forma se dará a conocer el rol que estas desempeñan dentro del financiamiento colectivo y porque son tan importantes para llegar al público que está en condiciones de aportar. Hazvaca es una plataforma de crowdfunding ecuatoriana, la cual se caracteriza por su flexibilidad a la hora de aceptar proyectos, eso sí, sin dejar de brindar seguridad y confianza al usuario. Emmanuel Lepoutre, actual CEO de la plataforma y con quien se tuvo la suerte de reunirnos, deja en claro que el paso primordial para constituir su empresa fue el año entero que se dedicó a estructurar la compañía de manera que esta se acople al marco legal y tributario del país. Además de pasar meses enteros definiendo la razón social de la empresa, el director ejecutivo se las arregló para integrar soluciones de pago de instituciones financieras, como Diners Club y Produbanco, que ofrecen rapidez y seguridad al momento de efectuar las contribuciones. Hazvaca también recibe tarjetas de crédito provenientes de otros países, esto con el fin de que los usuarios accedan a una base mundial de posibilidades para financiar su campaña. La comisión que la plataforma cobra por publicar los proyectos es el 15% del monto que se logre recaudar, sin embargo, existe el incentivo de que esta comisión se reduzca al 12% siempre y cuando la campaña supere la meta de financiación. Hazvaca permite cargar los proyectos de manera gratuita y también brinda lineamientos y retroalimentación constante sin ningún costo adicional. Catapultados, por su parte, se define como una vibrante comunidad de personas que trabajan juntas con el propósito de lograr que los proyectos ecuatorianos cobren vida. Son 1826 personas las que han participado con su contribución en los 25 proyectos que hasta el momento han sido catapultados, alcanzando a reunir más de 90 mil dólares para financiar discos musicales, cortometrajes, películas, y hasta viajes turísticos. Durante la entrevista concedida por Jorge Galarza, director y fundador de la plataforma, nos enteramos que Catapultados es la compañía es pionera del crowdfunding en el Ecuador, desde el 2014, y que la financiación del último disco de Guardarraya fue el primer proyecto lanzado en la plataforma. Al igual que Hazvaca, Catapultados consta con un sistema de recompensa para retribuir a cada uno de los colaboradores. Jorge concuerda con que las recompensas son pieza clave del proceso de financiación, ya que estas representan el vínculo entre el proyecto y la comunidad que contribuye para que el emprendimiento se vuelva realidad. Su empresa gestiona una comunicación activa con su comunidad a través de redes sociales, y a partir de talleres y charlas que tratan sobre


estas nuevas formas de trabajar en pro de una generación de contenido sociocultural y de una financiación colectiva.

Artistas Emergentes en las Redes La Suerte, es una artista urbana nacida en la ciudad de Quito, cuya producción dentro del arte capitalino tiene una trayectoria de aproximadamente nueve años. Entre sus proyectos más destacados, la muestra Esencial que realizó en el 2016, fue financiada a través de una plataforma llamada, La Vaca Digital. Sofía Acosta, como suelen también llamar a esta artista, menciona que el “crowdfunding no se mueve por sí solo” (entrevista grabada, 2017) , es clave pensar detenidamente en el presupuesto que la campaña va a necesitar, el equipo de producción, el tiempo que requerirá, si se acudirá o no a la empresa privada, cuál plataforma elegir para difundir la campaña, entre otros. Además, la presentación del proyecto debe ser muy planificada, por ejemplo, no se eligen plataformas extranjeras para proyectos con interés de inversión local pues limitan al público ecuatoriano por el tipo de requerimientos que dificultan las transacciones con tarjeta electrónica, sumando la desconfianza que se tiene a los pagos en línea. En realidad, mucho esfuerzo fue dirigido hacia el contacto empresarial o a los benefactores que aportan grandes cantidades, las piedras centrales. No obstante, la dirección de la campaña fue importante para encontrar a esas personas que querían contribuir, con tiempo o pequeñas sumas, eran quienes aportaban con la formación de conocimientos en torno a las semillas y pigmentos que Sofía investiga y difunde como saber, miles de conexiones cumplidas por medio de un guion digital que es el crowdfunding o financiamiento participativo. La cadena de involucrados todos son una comunidad junto a Sofía Acosta, no son simplemente inversionistas. Y este proceso de investigación acordó que La Suerte fue una temprana muestra de referencia. Su acuerdo con la transformación social como un motivador importante en su trabajo, es una pieza que suma a la construcción de un modelo sólido en el país. Judith Schore explica “today’s sharing platforms facilitate sharing among people who do not know each other and who do not have friends or connections in common” (2014, p.7) ciertamente aquello que llama la atención es la movilización de todo el aspectro en sí, la dinámica viva del crowdfunding, donde se fortalecen los sectores en cooperación, por medio de un enfoque diverso y colectivo, involucrados en el marketing de su valor, y con la


tecnología abierta como una vitrina a cientos de artistas y amantes del arte. Hay un gran valor económico nuevo que se está generando en las plataformas. Dado a que se trata de una productora musical recién graduada de la Universidad San Francisco de Quito, nos reveló detalles que se remiten a la primera experiencia dentro del financiamiento colectivo, y de cómo en estos casos, se suelen dejar por alto ciertos factores elementales para satisfactoriamente llevar a cabo el objetivo del proyecto. Enfocándonos en la información que fue recolectada a partir de la entrevista realizada a Gala Khalifé, los temas más relevantes tienen que ver con el tiempo que se invierte en financiar un proyecto a través de plataformas de crowdfunding y los círculos sociales que están dispuestos a aportar. La artista relata que es necesario tener en cuenta, que el promocionar un proyecto por medios de comunicación, requiere de horarios extensos dedicados únicamente a la difusión del objetivo principal. Evidentemente, la disposición temporal no es el único requerimiento para llegar con éxito a la meta económica planificada. En definitiva, los altos niveles de dedicación y entrega que se deben aplicar en el desarrollo del proyecto, son un factor clave que hay que tener en cuenta antes de pensar en acceder a estos métodos de economía participativa. Además de tener en cuenta que aproximadamente el plazo de recolección de donativos es de dos meses, también hay que pensar en la fecha escogida para lanzar la promoción en los medios de comunicación. Dependiendo de si el proyecto necesita apoyo de entidades corporativas o no, es probable que las fechas en las que las empresas se dediquen a financiar proyectos de plataformas crowdfunding se encuentren entre los seis primeros meses del año, pues así lo recomienda Gala: “A fin de año las empresas no tienen plata, ya no pueden buscar proyectos en los que invertir. El rato que me reuní con las empresas les parecía excelente el proyecto, pero un mes antes de cerrar el año fiscal no hay nada que puedan hacer”. (entrevista grabada, 2017). Finalmente, Gala mencionó que no necesariamente los proyectos son financiados por empresas privadas, sino que, para sumarle a la causa, el círculo social puede verse ampliado y solidarizado: Todo el dinero vino de la gente. Al principio era mi círculo, familia y amigos, porque es lo más directo. Pero ahora hay un montón de herramientas que te ayudan a compartir. Hice un montón de entrevistas, tuve apoyo de algunas radios, Diego Oquendo me ayudó mucho en su programa y grabé un mensaje que tenía en replay en la


radio. (entrevista grabada, 2017) En el anterior caso, del testimonio de la artista, se confirma la relevancia que tiene el aprender acerca de la construcción de las relaciones basadas en la tecnología, pues estas técnicas ofrecen soluciones estratégicas ante las amenazas al crecimiento de la economía tradicional e incluso con un mismo desafío en la economía compartida. A diferencia de La Suerte, el álbum de Gala Khalifé fue promocionado en la plataforma HazVaca, mediante la cual obtuvo los ingresos para pagar a los músicos que participaron en su producción. En el caso de la cantante, su campaña no alcanzo la meta esperada, pero se resolvió como el sólido paso de una joven con increíble talento. Reconociendo los círculos participativos El discurso alternativo de una generación interesada en el crowdfunding también puede ser síntoma de una peculiaridad en un grupo social, ya que esta aseveración optimista en torno al crowdfunding advierte Juliet Schor “puede emplear un universalismo falso que puede alienar a las personas que han mantenido una práctica no-digital en su vida cotidiana” (2014, p.5) Por eso el primer énfasis del profesor Espinosa hacia el cerrado círculo en el mercado ecuatoriano. Esta actividad que busca apoyo para financiar proyectos se basa principalmente en los círculos sociales y las generaciones de consumo, los conceptos tendencia de la web. La pregunta importante que ha surgido a lo largo de este trabajo investigativo es ¿quiénes son finalmente los contribuyentes que podrían financiar proyectos artísticos?, pues las campañas de sí buscan llegar a los sentimientos de las personas para generar empatía y así crear un interés para promover una posible aportación, ya que sencillamente no cualquier persona va a querer financiar el proyecto de un artista no tan difundido, o en ocasiones desconocido. De esta forma, las redes han comenzado a trabajar precisamente ese elemento, generando credibilidad y legitimidad por medio de estrategias de imagen y comunicación. En un breve resumen con Espinosa, el segundo énfasis es el factor de lo impredecible, característica común para cualquier tipo de iniciativa que se enfrente a un entorno no tan desarrollado y además con un mercado que se ve definido por la vorágine de las redes sociales y los medios web. Además, este tipo de economías compartidas no son muy conocidas en el país, lo que indica que realmente son ciertos grupos muy determinados los que están al tanto del tema. Grupos específicos, como gente que viaja y habla inglés, por ejemplo. Por ende,


los primeros retos a los que Espinosa nos adentra son el precario uso del internet y de las redes sociales, y la inseguridad que se siente en torno a los pagos virtuales. Se desconoce ampliamente del tema en general, y hay una noción alrededor de la confianza entre ecuatorianos, que es constantemente un punto de reflexión. Esto complica las cosas, para las iniciativas que salen cada año vía crowdfunding en Ecuador. A todo esto, hay que sumarle las mismas complicaciones que se suman con el reto de la nueva industria, la del ganador se lleva todo, mucha gente lo prueba, y son pocos los casos de éxito que sobresalen. Sin embargo, la pérdida o el sacrificio no son tan considerables, como dijo el entrevistado, es más bien un “desgaste social”, un probar y fallar que se presenta como un riesgo que siempre enseñará una buena lección a quien lo intente. Dado que no se invierte mucho para la asesoría del proyecto en Catapultados, y nada en HazVaca, los costes de producir una campaña en las plataformas son casi nulos. Cuando se habla de desgaste social, por lo tanto, se refiere al cansancio por el constante trabajo de relaciones públicas que debe hacerse, es una repetición continua que, en caso de no funcionar simplemente, dependiendo las plataformas, devuelve los aportes a sus benefactores, o colecta el monto que fue alcanzado para el artista. Dentro de todo el crowdfunding en el arte se trata más de un llamado a la autogestión y a la atención especial hacia el público. Si hay una demanda por medio de estas plataformas, el arte tiene la posibilidad de mejorar en torno a la dependencia con sus inversores, con los fans que apoyan la obra. Al minuto, gracias a las redes, es posible saber lo que está gustando. Allí entra la esencia del crowdfunding, el elemento de cambio en la manera de consumir contenido cultural, el espectador no es pasivo pues él es quien decide, y no ya el Estado otorgando fondos según su juicio. Para corroborar varios puntos que Luis Espinosa menciona, entrevistamos a Natalia Madrigal quien es miembro de los Swing Original Monks y a Daniel Adum, artivista de Guayaquil quien viene de terminar su libro Litro X Mate. Al intentar por la plataforma Kickstarter no funcionó porque la gente aquí no quiere usar su tarjeta de crédito o no tiene, juntamos ahí como 8 mil dólares, pero no llegamos a la meta, entonces se regresa el dinero a todos. En Catapultados funcionó perfecto porque las personas aquí están acostumbradas a hacer transferencias bancarias para todo. (entrevista grabada, 2017) Natalia Madrigal, nos explica que los principales aportantes para la Banda que Mezcla Todo fueron los amigos, los familiares y los fans del proyecto. Para difundir su mensaje


utilizaron mails, mensajes internos, reuniones, redes sociales y medios tradicionales, además de que fue un gran trabajo de comunicación y un acercamiento personal hacia su círculo privado. Cuando respondió sobre las ventajas no tan obvias del crowdfunding, aseguró que lo gratificante es “comprobar el poder del trabajo en equipo y quitarnos de la cabeza eso de esperar a que llegue una empresa que te apoye, la gente fue nuestra disquera.” Por ende, se dio un cambio en el sentir de la banda, ahora son conscientes de una responsabilidad que involucra aún más al público, por el apoyo enorme que recibieron de ellos. Daniel Adum, por su parte, trae a la discusión un término que desencadena una acción del público guayaquileño como miembros coworker o co-partícipes de un evento creativo en las calles de la ciudad. El artista hizo uso del crowdworking o trabajo colectivo, y en este elemento de análisis, se puede encontrar un uso muy positivo de las prácticas relacionales para generar un espacio público y la espontánea participación social. Litro X Mate se presenta como un libro de artista que surgió en búsqueda de financiación por medio de Catapultados: La idea de LxM, además de continuar con el plan de aportar con arte a la ciudad, fue dividir el costo económico y el esfuerzo físico que implica intervenir espacios públicos con arte emulando la forma en la que los municipales censuran las expresiones en la calle. (Página web de artista, 2016) Este libro logró su cometido y este año se dará el lanzamiento en Guayaquil. Adum asegura que repetiría esta experiencia, aunque preferiría antes buscar otras formas económicas de sustentar su producción, pues como otros artistas, comenta que el trabajo es pesado y demandante y las recompensas son un trabajo que a ratos parece interminable. Sin embargo, concluye que su decisión depende del tipo de proyecto que este en juego, quizás lo más seguro es que haría una combinación entre varias formas de financiamiento de acuerdo a las necesidades que surjan con el proyecto. Una audiencia atenta ¿Qué necesita la audiencia? - ¿Qué prefiere la audiencia? Con Ana María Garzón, se amplió el espectro del mercado del arte en Ecuador. Su Museo Nómada creo una sección llamada Amigos del Museo, con este club buscan gente que quiera afiliarse a la causa, benefactores, amantes del arte e inversionistas. Después de recibir las aportaciones de varios amigos y auspiciantes, el Museo Nómada siente que tiene un compromiso con sus seguidores, la gente se sumó a la iniciativa, les


preguntan en qué están trabajando y los llaman por una segunda edición. Así, lo confirma Ana: El recibir dinero te compromete, te crea una consciencia de lo que haces, pues no es solo para ti, sino que implica a una comunidad, que necesita lo que estás haciendo, porque le interesa lo que estás haciendo. (entrevista grabada, 2017) Y ahora luchando nuevamente para sostener el proyecto, Ana María Garzón comparte: “No nos va bien pero tampoco es malo, te prueba la imposibilidad de comunicar, o cómo no hemos generado una capacidad de comunicación de estos temas, y cómo si podemos seguir trabajando en eso”. En esta parte de la entrevista es elemental recordar las bondades tecnológicas que permitieron que fenómenos como el crowdfunding tomaran impulso, dicho esto es necesario recordar como así mismo, estas herramientas, pueden también ser los medios que reaviven la discusión que surge en torno al aportar o no a una campaña de financiamiento participativo. Pero, a fin de cuentas, ¿quiénes utilizan crowdfunding?, pues si no es por apoyar a un artista conocido, realmente ¿cuántos de ustedes están dispuestos a ayudar a producir aquello que quieren ver? si la demanda de una práctica artística en el país no es urgente. No obstante, cada vez se suman más proyectos y en cuenta al prometedor número de proyectos artísticos, debatimos con Ana en torno a la saturación que puede o no existir en el mercado ecuatoriano si la oferta de proyectos empieza a crecer. Ella cree que el sector es pequeño y no hay mucha gente dispuesta a pagar por arte. “No hay una impresión de que se pueda generar un mercado con el arte pues parecería que la cultura no tiene un costo de elaboración, y si tiene”. Este es un tema de valoraciones, pues depende del consumo cultural de las familias ecuatorianas y es un tema muy subjetivo. Lo que sucede en Ecuador es que hay mercado de productos culturales por ciertos intereses generacionales. Pero este es un tema macro, pues a la final la concepción socio-cultural y económica que tengan estas plataformas, dependerá mucho de cómo se comunican los cuentos de los artistas, sus intenciones y objetivos. Si los medios no profundizan, no hay un interés real, por ende, al momento de pedir dinero, nadie entiende, no se suma nada y no se construye. Ana María Garzón concluye citando a Virginia Wolf cuando habla del refugio de la cultura como un recogimiento en esos otros espacios, “Un cuarto para ti mismo” como diría Wolf. “Esa pequeña porción de arte, es tú consumo, un gusto que te constituye como sujeto.” (entrevista grabada, 2017) De esta forma, un artista debe amar su proyecto, pues ese tiempo de producción de las cosas es un tiempo compartido, durante ese lapsus se generan pequeños espacios de


convivencia y del diálogo que hace falta en el oficio del arte. Las causas sociales mueven más, la consciencia del cuidado por el otro, es esa consciencia la que debe volverse hacia el plano cultural. El artista hace trabajo de hormiga, el público también Ana María Garzón comparó al artista y su paciente trabajo de enseñanza, con el de una hormiga. No es que de repente el crowdfunding vaya a ocasionar un cambio económico en el sector, pero algo que se puede comenzar a digerir, es como poco a poco se han volcado nuevas ideas en torno a la participación colectiva.

Urge cerrar esta

investigación con un caso que presenta una interesante estructura en continuo dinamismo y auto-gestión. Particularmente, se presenta la décimo quinta edición de los EDOC en el 2016, aclarada gracias a un miembro del equipo, Galo Pérez. La comunidad de aportantes de esta entrega, ayudó mediante aportes acumulativos que reunieron casi 20.000 dólares. Ellos cubrieron la brecha que faltaba, pues ese año el ministerio de cultura estaba en crisis y no pudo financiar los Encuentros Documentales de Otro Cine y para que un festival de este calibre suceda, se necesita la ayuda estatal. La idea de crowdfunding surge del apoyo del público, pues cuando se rumoreó una posible cancelación, su audiencia ofreció mucho apoyo para que la campaña recolecte dinero. Galo Pérez considera que estas plataformas son una iniciativa interesante para el arte y sí las recomienda. Esta no es una mejor alternativa para el financiamiento de las obras, sino que deben existir diversas formas de financiar producto cultural: “Deben convivir ambas, el mercado y el apoyo nacional, en cultura no se puede pensar como una empresa, si se lo hace la obra tiende a ser exclusivista y solo para unas élites.” (entrevista vía mail, 2017) Con los EDOC el sector creativo aprende exactamente eso, como una organización cultural ya establecida, lidia con los acontecimientos públicos y privados, que le permitirán definir sus próximos lineamientos financieros. Este último ejemplo de campaña con contenido cultural, fue organizado en torno al cariño y ánimo de los espectadores que formaban parte de esta economía del deseo, consumir cine documental se volvió una necesidad, una vez que ya habían pasado catorce ediciones previas. Porque precisamente las campañas de crowdfunding que han sido presentadas en la investigación, supusieron en su momento, la construcción de un público y la imaginación de un mundo solidariamente interesado en el otro. Por ende, no se trata de que este financiamiento participativo tenga como fin un arte social, sino que debe


comprometer a sus miembros en un entramado de relaciones nuevas y cooperativas, que entiendan la vida política que envuelve el estar próximos a los conocimientos estéticos, y el estar involucrados en la generación de las propias formas de auto-denominación cultural. Mediar estas relaciones de oferta y demanda, es principalmente lo que hacen las plataformas a las que se investigó, son estas las que interpelan el contenido, lo difunden y generan en el usuario, una complicidad con la obra de arte que aún no existe en esta realidad, sino que está pendiendo de un hilo tejido por varios miembros de una cultura. El espectador, puede entonces, ser miembro activo de la construcción de esa posible realidad, que dependerá de la empatía de todo un público dispuesto a apadrinar un proyecto artístico. Trabajo de hormiga el artista realiza en su larga labor por conseguir recursos, trabajo de hormiga del público, que ofrece una mínima contribución en pro de un objetivo. Conclusión Retomando el inicio, nos referimos a estas plataformas de crowdfunding, como a las vitrinas donde se exhiben estos proyectos en construcción. Las vitrinas con láminas finas y transparentes de información, que proyectan un mensaje, apelando a despertar un interés en quien se cree que consumirá y aportará a este tipo de trabajo artístico y cultural, los prosumidores quienes se benefician a través de esta confianza mutua. Ciertamente no todo lo que se expone en una vitrina necesariamente será bueno, allí está la decisión individual de cada miembro afiliado al crowdfunding, decidir cuáles son los proyectos que merecen ser financiados. Y aunque en el país se estén apenas generando estos círculos de afiliados y atentos espectadores, los avances han sido enormes y el crowdfunding va para adelante pues cada año se suman más proyectos. En este sentido la atención de la investigación estuvo dirigida al elemento socio-cultural que acompañan al emprendimiento creativo a través de nuevos canales de financiamiento. Nuestros argumentos son corroborados en el sentido de que es un modelo ya replicado y con pruebas locales de consecución. Todavía consideramos que es un proceso social democrático que representa un posible y alterno futuro en el mercado de inversiones. Hemos comprendido que existen elementos impredecibles que repercutirán en la recepción de una campaña que busca financiarse, las redes funcionan como soportes y a través de esta información, los intereses pueden comenzar a forjar una visión realista gracias a soluciones colectivas. Sin embargo, no es posible olvidar que a pesar de los


mejores resultados que puedan esperarse, los aportantes continúan siendo una pequeña minoría. Si un artista decide primero experimentar las plataformas nacionales, estas serán una excelente manera de entender de a poco cómo funcionan los circuitos mercantiles aquí, pues no existe un mercado de arte establecido. Pasada esta experiencia, las posibilidades de las redes son tan relevantes que los artistas tienen realmente la oportunidad de comunicarse con grupos muy semejantes, en otros lugares del mundo, que van tras los mismos objetivos y con los cuales se puede iniciar un trabajo coordinado de participación. Por lo tanto, las economías compartidas si representan una importancia para grupos que se interesan en promover la difusión artística cultural, pues dicho de otra forma se trata de crear un valor a lo individual. No obstante, como se comprobó mediante el análisis de la tesis facilitada por el SENESCYT: El posible peligro que puede sufrir el Crowdfunding es que haga aún más popular lo que ya es llamativo de por sí y acabe siendo un complemento al mercado. Aunque, en ocasiones el Crowdfunding ha servido para que comunidades hicieran visibles la necesidad de financiación y distribución de creaciones que de otra manera no se habrían conocido, sin duda el Crowdfunding no es suficiente para cubrir las necesidades de las áreas de producción cultural y pensamiento contemporáneo. (2013, p.57) El financiamiento participativo es otra forma de fortalecer y potenciar los vínculos entre artistas y consumidores de contenidos culturales. Ciertamente, también resultó ser una excelente forma de probar las relaciones dentro de un equipo de trabajo, al mismo tiempo se verificó cómo los medios de comunicación, complementarios a las plataformas, eran una clave para la difusión del festival, álbum, exhibición, libro y museo, todas estas plurales manifestaciones en búsqueda de recursos. Los compromisos económicos de igual forma se ven expandidos en el crowdfunding, las redes permiten que tanto artistas emergentes como aquellos con mayor trayectoria, puedan infiltrarse en los mecanismos de financiamiento con la única condición de que los proyectos propuestos, sean de calidad y de interés para la mayor cantidad de personas interesadas en aportar a una causa de eje cultural y social. Los artistas trabajaban por estos aportes que deben probar merecer, la cadena de valores es justa y recíproca, pues el esfuerzo de promocionar una campaña se equipara a cualquier otro trabajo a tiempo completo.


Tanto las personas que se interesan en los sistemas de financiamiento alternativos, las activas economías digitales y las ramas que se vinculen con el público ecuatoriano en el sector artístico, encontrarán en esta investigación una profunda duda resuelta. El crowdfunding se presenta hoy en el país, como una herramienta con un desafío, que, si bien ha promovido iniciativas a corto y mediano plazo, también debe ingeniárselas para ir ganando terreno en las comunidades digitales de las nuevas generaciones.


5. Anexos:

Anexo 1.- Imagen oficial de CATAPULTADOS

Anexo 2.- Imagen oficial de HAZVACA


Anexo 3.- ¿Qué no es el crowdfunding?


Anexo 4.- Claves para una campaña exitosa

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