Cerca de la posibilidad «en el comienzo,…era la nada, o cuando menos el cúmulo material más parecido a la nada: el escombro y los infinitos caminos que lo surcan.» [Patxi Lanceros]
E l arte lleva en sí la posibilidad, da la ocasión a que algo ocurra; cuando decimos algo referimos que lo que nos importa no es la cosa en sí, sino la ocasión. Las obras que conforman esta exposición ofrecen la ilusión de haber hecho ocurrir algo nuevo sobre el cúmulo más parecido a la nada del comienzo, toman el relato ordenado para volverlo escombro, ofreciéndonos las partes diseminadas e incompletas, o se apropian del desorden existente con el fin de abrir sitio a nuevos ordenes posibles. Las obras advierten escombros en diferentes sentidos, unas refieren lo más íntimo y dicen preguntarse por el recuerdo, las herencias como ruinas genéticas sobre las que estamos construidos, otras hablan del cuerpo que se engaña a sí mismo, un cuerpo afectado que se debe a los hábitos y el simulacro. El hundimiento va en aumento y aparecen obras que nos remiten al carácter destructivo en su premisa de liberar espacio; desastres que son asumidos por los artistas como detonantes, entonces, no hay nostalgia ni melancolía, sino tarea que carga en sí matiz constructivo y crítico. Obras de artistas que usan sobre todo los pies para caminar y quisieran, tal vez, ser ellos mismos como muros, envidiando los estratos, las capas de ruido y tiempos problemáticos que les permitan comprenderse en situación. Esta edición del Salón Traslude de Arte Contemporáneo convoca obras que dialogan con la imagen de la ruina y el escombro, donde el vacío se ofrece como ocasión para hacer ocurrir algo, para edificar nuevas posibilidades. Obras cuya labor de hacer escombros de lo existente, reconoce en las ruinas presencias que es posible recuperar, que se asumen como recurso no sacrificado en el altar del progreso, y que constituyen desplazamientos y rupturas, culturalmente significantes, para ser interpretadas, en un intento por rescatar aquello que amenaza con desaparecer irremisiblemente, a un ritmo que es prescrito por la naturaleza, porque tiene que tomarle la delantera, de lo contrario será ella la que emprenda la destrucción. No podemos saber, sin embargo, si se logrará el rescate o si el intento se limitará al ámbito de lo posible, después de todo no hay que olvidar que se trabaja con cosas en vía de desaparición y que decir cerca está todavía muy lejos de haber llegado. Para la historiadora Beatriz Amelia Mejía, “La interpretación dada por parte de los artistas a la propuesta curatorial se da en varias direcciones, pues las obras en sí mismas no hablan de la posibilidad sino de hacer posible lo imposible. Esto implica la manipulación de técnicas y la búsqueda de temas que, aunque ya han sido transitados, se apropian y se reinventan con resultados diversos, a través de una búsqueda consciente y a veces inconsciente de elementos de la cultura urbana (el accidente, la descreencia, la falta de utopías, el azar). Sin embargo, aparece un sentido crítico incipiente que apenas emerge esbozado, frente a las circunstancias del mundo contemporáneo. Fundamentalmente, se usan objetos encontrados, acciones provocadas o fortuitas, que nutren en diversos sentidos el juego de lo posible. Al mismo tiempo se utilizan situaciones del entorno urbano, al cual no le interesa mucho el resultado de los experimentos, sino la práctica en sí misma. Queda, entonces, una propuesta por desarrollar.” Daniela Argüelles Gómez / Curadora
Cerca de la Posibilidad Alejandro Múnera Ramírez Andrés Castellanos Andrés Cuartas Suarez Andres Felipe Gallo Celine Billard Daniel Montoya Daniel Sánchez Arango Gustavo Toro Jorge Agudelo López Juan David Chica Luna Aymara de los Ríos Mario Alejandro Tobar Hincapié Mauricio Suárez Ricardo Muñoz Izquierdo