Cuentos Latinoamericanos

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CuentoS LatinoamericanoS


Proyecto de Cátedra para la materia Diseño Digital III Segundo Parcial – Diagramación de Libro de Cuentos Docente: Vanessa Michelle Vargas Autor / Autores Cuento 1 – Cristina Rodríguez Lomba (adaptación) Cuento 2 – Cristina Rodríguez Lomba (adaptación) Cuento 3 – Cristina Rodríguez Lomba (adaptación) Cuento 4 – Cristina Rodríguez Lomba (adaptación) Extraído de: (www.mundoprimaria.com) Diseño y Diagramación: Andrea González Ilustraciones: Andrea González


Dedicatoria El Salvador es un país que necesita más seres humanos como ustedes, su trabajo como Organización no Gubernamental en pro de los niños y jóvenes en situaciones vulnerables es admirable. Dedico mi proyecto de Cátedra, realizado con mucho cariño y profesionalismo a todos los coordinadores, formadores, Mamás SOS y principalmente a los niños que viven en estos hogares. Gracias por dejarme ser parte de tan bello proyecto, espero de todo corazón que los niños aprendan y se sientan orgullosos de su raíces. Espero que más niños se sientan interesados en el hábito de la lectura, para que el día de mañana puedan cumplir sus sueños y metas como personas de bien y hacer del mundo un lugar mejor. ¡Nunca se den por vencidos, nunca dejen de soñar!



INDICE Las Cabras Testarudas ............11

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El Pájaro Carpintero y el Tucán

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¿Por qué los perros se huelen la cola? La leyenda del Maíz

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Las Cabras Testarudas

Las Cabras Testarudas

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ivía en la isla de Puerto Rico un muchacho que trabajaba como pastor. Cada día salía al campo con su rebaño de cabras para que comieran hierba y corrieran libres por el monte. Al caer la tarde el chico silbaba y todos los animales se acercaban a él para regresar a la granja formando un pelotón. En una ocasión, a última hora, cuando la luna comenzaba a asomar entre las nubes, el pastorcillo las llamó como de costumbre, pero algo extraño sucedió: por más que silbaba y hacía gestos con las manos, las cabras le ignoraban. No entendía nada y comenzó a gritar como un descosido:

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Las Cabras Testarudas

– ¡Vamos, vamos, venid aquí, tenemos que irnos ya! Nada, las cabras parecían sordas. El chico, desesperado, se sentó en una piedra y comenzó a llorar. Al ratito un lindo conejo se paró ante él y le preguntó: – ¿Por qué lloras, amigo? – Lloro porque las cabras no me hacen caso y si no regreso pronto mi padre me va a castigar. – ¡No te preocupes, tranquilo, yo te ayudaré! ¡Ya verás cómo las hago caminar!

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El conejo empezó a saltar y a gruñir entre las cabras para llamar su atención, pero ellas continuaron pastando como si fuera invisible. Abatido, se sentó en la piedra al lado del pastor y comenzó a llorar junto a él. En eso pasó una zorra que, viendo semejante drama, se atrevió a preguntar: – ¿Por qué lloras, conejito? – Lloro porque el pastor se puso a llorar porque sus cabras no le hacen caso y si no regresa pronto su padre le va a castigar. – Tranquilo, os echaré una mano ¡Voy a ver qué puedo hacer!

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Las Cabras Testarudas El zorro se acercó a las cabras con cara de malas pulgas y respiró una gran bocanada de aire; unos segundos después salieron de su boca unos cuantos aullidos de esos que ponen los pelos de punta al más valiente. A pesar de que resonaron en todo el valle ¿sabes qué sucedió?… Pues que las cabras ni se giraron para ver de dónde venían los escalofriantes sonidos.

El zorro, con la moral por los suelos, se unió a la pareja con los ojos llenos de lágrimas. Al cabo de un rato salió de entre la maleza el temido lobo. Se quedó muy sorprendido al ver un chico, un conejo y un zorro juntos llorando a mares. Sintió mucha curiosidad por saber qué les entristecía tanto y le pareció oportuno preguntar al zorro.

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Cuentos Latinoamericanos – Perdona si te parezco un metomentodo, zorro, pero ¿por qué lloras? – Lloro porque el conejo llora porque el pastor se puso a llorar porque sus cabras no le hacen caso y si no regresa pronto su padre le va a castigar. – Bueno, pues no parece tan difícil… ¡Voy a intentarlo yo!

El lobo pegó un brinco y sacó los colmillos para asustar a las cabras, pero fracasó. Los blancos y apacibles animales no se movieron ni medio metro de donde estaban. Pensando que con la vejez había perdido toda su capacidad de atemorizar, se hizo un hueco en la piedra y también empezó a lloriquear como un bebé.

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Las Cabras Testarudas Una abejita que volaba cerca se quedó muy sorprendida al ver el curioso grupo de animales llorando a lágrima viva. Intrigadísima, se acercó zumbando y, sin posarse, preguntó al lobo: – ¿Por qué lloras, lobo? ¡No es propio de ti! – Lloro porque el zorro llora porque vio llorar al conejo que llora porque el pastor se puso a llorar porque sus cabras no le hacen caso y si no regresa pronto su padre le va a castigar. – Estaos tranquilos ¡yo haré que se vayan! Por primera vez todos dejaron de sollozar y, al unísono, estallaron en carcajadas. El pastorcillo, sin dejar de reír, le dijo: – ¿Tú, con lo pequeña que eres? ¡Qué graciosa! Si nosotros no lo hemos conseguido tú no tienes ninguna posibilidad.

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El pequeño insecto se sintió dolido, pero no se dio por vencido. – ¿Ah, ¿no?… ¡Ahora veréis! Sin perder tiempo se fue hacia el rebaño y comenzó a zumbar sobre él. Las cabras, que tenían un oído muy fino, se sintieron muy molestas y dejaron de comer para taparse las orejas.

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Las Cabras Testarudas Entonces, la abeja llevó a cabo la segunda parte del plan: sacó su afilado y brillante aguijón trasero y se lo clavó en el trasero a la cabra más anciana, que era la líder del grupo. Al sentir el picotazo la vieja cabra salió corriendo hacia la granja como alma que lleva el diablo, y todas las demás la siguieron atropelladamente. El pastor, el conejo, el zorro y el lobo contemplaron atónitos cómo, una tras otra, atravesaban el cercado y se reagrupaban. Después, miraron sonrojados a la pequeña abeja y el pastor se disculpó en nombre de todos:

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Cuentos Latinoamericanos – Perdona, amiga, por habernos reído de ti ¡Nos has dado una buena lección! ¡Gracias por tu ayuda y hasta siempre! La abejita sonrió, les guiñó un ojo, y se fue zumbando por donde había venido. Y así es cómo termina esta pequeña historia que nos enseña que lo importante no es ser grande o fuerte, sino tener confianza en uno mismo para afrontar los problemas y las situaciones difíciles ¡Si te lo propones, casi todo se puede conseguir!

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El Pรกjaro Carpintero y El Tucรกn

El Pajaro Carpintero y el Tucan

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ace muchísimos años, en la selva amazónica, vivía un pequeño pájaro carpintero que iba a ser papá. Los días habían pasado rápido y sus crías estaban a punto de nacer. Necesitaba fabricar un nido en un lugar seguro, lejos de los depredadores; por este motivo, eligió la parte alta de un tronco centenario, lejos de miradas indiscretas. Como no disponía de mucho tiempo, se dedicaba día y noche a picotear sin descanso la corteza del árbol ¡Tenía que hacer un agujero grande y confortable para los huevos! El sonido de su pico golpeando la madera se extendió por los alrededores y llamó la atención de un tucán. Al principio, el ave de colores no encontraba de dónde salía ese repiqueteo, pero indagó un poco y descubrió al pájaro carpintero trabajando, oculto por el follaje de los árboles. – ¡Hola, amigo! Veo que estás haciendo un nido para tu familia. – Sí, así es. Tengo que terminarlo cuanto antes porque mis pequeñuelos llegarán al mundo de un momento a otro. El tucán estaba fascinado. Nunca había visto a nadie trabajar con tanto interés y decidió hacerle una proposición. – ¿Sabes? Yo no tengo casa y me veo obligado a anidar a la intemperie y en cualquier lugar. Nunca me siento seguro y paso bastante frío. Me preguntaba si podría contar contigo para que fabriques un nido para mí.

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El Pájaro Carpintero y El Tucán

El pájaro carpintero dejó por un momento de picar la madera y le miró muy interesado. Sus ojos se posaron en el pecho del tucán, un ave realmente hermosa y colorida. – ¡Se me ocurre una idea! Si te parece bien, yo me comprometo a fabricar tu nido y a cambio, tú me regalas algunas de tus preciosas plumas rojas ¡Creo que serían el adorno perfecto para mi cabeza! – ¡Fantástico! Es un trato justo para los dos ¡Cuenta con ello!

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Cuentos Latinoamericanos En cuanto el pájaro carpintero terminó de construir su nido, se puso a taladrar otro agujero en un árbol vecino para el tucán. Al finalizar la obra, el tucán le felicitó por su buen hacer, se quitó unas cuántas plumas, y se las colocó a su nuevo amigo en la cabeza. Después, los dos volaron hasta una charca que habían formado las lluvias de la mañana. El pájaro carpintero se inclinó un poco para verse y se encontró guapísimo.

– ¡Oh, ¡qué bien me quedan! Muchas gracias, amigo ¡Son preciosas! – Gracias a ti por construir mi nuevo hogar.

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El Pájaro Carpintero y El Tucán Se abrazaron y entre ellos se creó una amistad para toda la vida. Dice la leyenda que, desde ese día, los pájaros carpinteros lucen orgullosos un simpático penacho de plumas y que los tucanes siempre encuentran agujeros para vivir, pues sus amigos los pájaros carpinteros se los ceden para que puedan guarecerse y anidar.

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Por que los perros se huelen la cola?

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¿Por qué los Perros se Huelen la Cola?

n un pueblo de Centroamérica existe una vieja leyenda que cuenta que hace muchísimos años, los perros se sentían muy tristes. Según esta historia, los cachorritos, desde que nacían, se comportaban de manera bondadosa con los humanos, les ofrecían su compañía sin pedir nada a cambio y siempre trataban de ayudar en las tareas del campo hasta que la vejez se lo impedía.

Desde luego, los hombres y mujeres de las aldeas no podían quejarse, pues no había en el mundo amigos más fieles y generosos que ellos. La razón de su desconsuelo era que, a pesar de todo eso, algunas personas los trataban mal y no les daban ni un poco de cariño. Con toda la razón, consideraban que merecían un trato más digno y respetuoso por parte de la raza humana.

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Cuentos Latinoamericanos Un buen día, varias decenas de perros se reunieron en un descampado para poner fin a esa situación tan injusta. Hicieron un gran corro y debatieron largo y tendido con el fin de encontrar una solución. Después de deliberar y estudiar los pros y los contras, llegaron a una conclusión: lo mejor era pedir ayuda al bueno y poderoso dios Tláloc. Él sabría qué hacer y tomaría medidas inmediatamente.

Redactaron una carta para entregársela al dios y el perro más anciano la firmó en nombre de todos. Después, se hizo una votación. Salió elegido un perro negro de cuerpo musculoso y famoso por tener muy buen olfato para llevar a cabo la importante misión: recorrer cientos, quizá miles de kilómetros, hasta encontrar al dios Tláloc y entregarle el mensaje. ¡Qué orgulloso se sintió el joven perrito de poder representar a su comunidad y de que todos confiaran en sus capacidades! Sin embargo, cuando estaba listo para partir, surgió un pequeño problema: ¿Dónde debía guardar la carta?

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¿Por qué los Perros se Huelen la Cola? En las patas era imposible porque necesitaba las cuatro para caminar día y noche; tampoco podía ser en el hocico, ya que el papel llegaría húmedo y además tendría que soltarlo cada vez que quisiera comer o beber ¡El riesgo de perderlo o de que se lo llevara el viento era muy alto!

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Cuentos Latinoamericanos Al final, todos se convencieron de que lo mejor sería que guardara la carta bajo la cola, sin duda el lugar más seguro. El perro aceptó y se despidió de sus amigos con tres ladridos y una sonrisa. Desgraciadamente, han pasado muchos años desde ese día y el pobre perro aún no ha regresado. Se cree que el dios vive tan lejos que todavía sigue caminando sin descanso por todo el mundo, decidido a llegar a su destino. Después de tanto tiempo, sucede que los demás perros ya no se acuerdan muy bien de su cara ni del aspecto que tenía; por eso, cuando un perro se cruza con otro al que no conoce, le huele la cola para comprobar si esconde la vieja carta y se trata del valeroso perro negro de cuerpo musculoso y buen olfato que un buen día partió en busca del dios Tláloc para pedirle ayuda.

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La Leyenda del MaĂ­z

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leyenda Maiz

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Cuentos Latinoamericanos

ace varios siglos, antes del descubrimiento de América, en México vivían los aztecas. Cuenta la leyenda que se alimentaban de raíces de plantas que iban encontrando y de los animales que conseguían cazar cada día. Su mayor deseo era comer maíz, pero no podían porque crecía escondido detrás de unas altas y escarpadas montañas, imposibles de atravesar.

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La Leyenda del Maíz Un día, pidieron ayuda a varios dioses y éstos, deseando prestar ayuda a los humanos, probaron a separar las gigantescas montañas para que pudieran pasar y llegar hasta el maíz. No sirvió de nada, pues ni los dioses, utilizando toda la fuerza que tenían, lograron moverlas. Pasó el tiempo y, estaban tan desesperados, que suplicaron al gran dios Quetzalcóatl que hiciera algo. Necesitaban el maíz para hacer harina, y con ella poder fabricar pan. El dios se comprometió a echarles una mano, pues su poder era inmenso. A diferencia de los otros dioses, Quetzalcóatl no quiso probar con la fuerza, sino con el ingenio. Como era un dios muy inteligente, decidió transformarse en una pequeña hormiga negra. Nadie, ni hombres ni mujeres, ni niños ni ancianos, comprendían para qué se había convertido en ese pequeño insecto.

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Sin perder tiempo, invitó a una hormiga roja a acompañarle en la dura travesía de cruzar las altas montañas. Durante días y con mucho esfuerzo, las dos hormiguitas subieron juntas por la dura pendiente hasta llegar a la cumbre nevada. Una vez allí, iniciaron la bajada para pasar al otro lado. Fue un camino muy largo y llegaron agotadas a su destino, pero mereció la pena ¡Allí estaban las doradas mazorcas de maíz que su pueblo tanto deseaba!

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La Leyenda del Maíz

Se acercaron a la que parecía más apetitosa y de ella, extrajeron uno de sus granos amarillos. Entre las dos, iniciaron el camino de regreso con el granito de maíz bien sujeto entre sus pequeñas mandíbulas. Si antes el camino había sido fatigoso, la vuelta lo era mucho más. La carga les pesaba muchísimo y sus patitas se doblaban a cada paso, pero por nada del mundo podían perder ese granito del color del sol.

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Los aztecas recibieron entusiasmados a las hormigas, que llegaron casi arrastrándose y sin aliento ¡Qué admirados se quedaron cuando vieron que lo habían conseguido! La hormiga negra, que en realidad era el gran dios, agradeció a la hormiga roja el haberle ayudado y prometió que sería generoso con ella. Después entregó el grano de maíz a los aztecas, que corrieron a plantarlo con mucho mimo. De él salió, en poco tiempo, la primera planta de maíz y, de esa planta, muchas otras que en pocos meses poblaron los campos.

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La Leyenda del Maíz A partir de entonces, los aztecas hicieron pan para alimentar a sus hijos, que crecieron sanos y fuertes. En agradecimiento a Quetzalcóatl comenzaron a adorarle y se convirtió en su dios más amado para el resto de los tiempos.

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MINI GLOSARIO Abatido: Que ha perdido el ánimo, las fuerzas. Bocanada: Cantidad de aire, de humo o de líquido que se toma en la boca o se expulsa de ella de una sola vez. Metomentodo: Que acostumbra entrometerse en asuntos ajenos. Sollozar: Llorar con sollozos. Rebaño: Grupo numeroso de animales de ganado doméstico, especialmente lanar, que se crían juntos. Atónito: Que está sorprendido, asombrado o desconcertado ante algo poco habitual, y no comprende lo que pasa ni sabe cómo reaccionar. Corro: Círculo formado por un grupo de personas, especialmente para hablar o rodear algo o a alguien. Tláloc: De los dioses toltecas, dios del rayo o dios de la lluvia. Aztecas: Cultura originaria de Aztlan. Quetzalcóatl: O la Serpiente emplumada, es una de las deidades principales del Panteón de los indios de Mesoamérica.


BIBLIOGRAFIA Cuento 1- Las Cabras Testarudas Adaptación del cuento popular de Puerto Rico. Autor: CRISTINA RODRÍGUEZ LOMBA Información proporcionada por: https://www.mundoprimaria.com/cuentosinfantiles-cortos/las-cabras-testarudas Cuento 2- El Pájaro Carpintero y El Tucán Adaptación de la leyenda del Amazonas Autor: CRISTINA RODRÍGUEZ LOMBA Información proporcionada por: https://www.mundoprimaria.com/mitos-yleyendas-para-ninos/el-pajaro-carpintero-y-el-tucan Cuento 3- ¿Por qué los Perros se Huelen la Cola? Adaptación de una antigua leyenda de México Autor: CRISTINA RODRÍGUEZ LOMBA Información proporcionada por: https://www.mundoprimaria.com/mitos-yleyendas-para-ninos/los-perros-se-huelen-la-cola Cuento 4- La Leyenda del Maíz Adaptación de la leyenda mexicana (azteca) Autor: CRISTINA RODRÍGUEZ LOMBA Información proporcionada por: https://www.mundoprimaria.com/mitos-yleyendas-para-ninos/la-leyenda-del-maiz



Esta ediciรณn se terminรณ de imprimir en los talleres de Imprenta Innovaciรณn Digital, Centro

Comercial Loma Linda, Local 12A San Salvador, San Salvador. Marzo de 2019




Proyecto de Cátedra Diseño Digital III - Andrea González


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