Coproducción después de un incendio forestal urbano. Lautaro Ojeda, Gozalo Bacigalupe, Andrea Pino.

Page 1


MEDIO AMBIENTE Y URBANIZACION es propiedad del Instituto Internacional de Med io A m b i en t e y De s a r ro l l o I I E D -Am é r i c a La t i n a

Nº90-91 Julio 2019 Director Ana Hardoy Editores Responsables de este número Mila Freire, Pablo Gutman, Jorge Karol, Teresa del Pilar Lozano, Juan Carlos Pergolis, Mónica Rosenfeld y Tova Solo Comité Editorial Florencia Almansi, Adriana Clemente, Mila Freire, Ana Hardoy, Jorgelina Hardoy, David Satterthwaite y Tova Solo Propiedad Intelectual: 378849 Diseño Leonardo Tambussi Armado Dominique Cortondo Foto de tapa: Quito, Ecuador. Erik Vergel Tovar Impresión Marcelo Kohan / Tel: 4553-4544 Dirección Ramallo 1975 1°D, C1429, CABA, Argentina. Tel: 54 11 47 43 48 87 Email: iied-al@iied-al.org.ar Web:www.iied-al.org.ar Las opiniones expresadas en Medio Ambiente y Urbanización son independientes y no reflejan necesariamente las del Comité Editorial. Se permite reproducir material publicado siempre que se conozca la fuente.

Medio Ambiente y Urbanización recibe apoyo del:

Human Settlement Group


Medio Ambiente y Urbanización Índice 5

Presentación. Tova Solo.

7

La Ciudad Vivible. Tova Solo.

9

Repensando la Infraestructura en América Latina. Entrevista con Marianne Fay.

29

La Energía de las Aguas: Cuatro Proyectos Innovadores por Empresas de Agua Urbana en América Latina. Un reportaje de Katy Lackey y Lauren Filmore.

53

¿Es la densidad suficiente? Análisis de la relación entre la densidad poblacional y la demanda de pasajeros en los sistemas de transporte público masivo tipo BRT (Bus Rapid Transit) en Curitiba, Quito y Bogotá. C. Erik Vergel-Tovar.

83

(De)construcción de gobernanza del agua urbana en Lima. La experiencia del Consejo de Recursos Hídricos. Jérémy Robert.


111 123

Institucionalizando la gestión de los gobiernos municipales en la resolución de conflictos por la tierra en Guatemala. Peter Loach, Carlos Aquino, Miguel Arnoldo Balán Teni. La ciudad resiliente. Teresa del Pilar Lozano.

127

Gestión del riesgo y adaptación en Manizales: Una estrategia de desarrollo para lograr que una ciudad en transición sea resiliente, sostenible y competitiva. Omar-Darío Cardona A.

169

Adaptación al cambio climático en ciudades con altos niveles de riesgo social y ambiental: el caso de dos barrios populares en Tegucigalpa, Honduras. Alfredo Stein.

205

Coproducción después de un incendio forestal urbano: reconstrucción posterior a un desastre de un asentamiento informal en Chile. Lautaro Ojeda, Gonzalo Bacigalupe y Andrea Pino.

235

La ciudad sociopolítica. Jorge Karol

239

El Oleaje del Municipalismo en América Latina: cambio y continuidad. Fernando Carrión M.

271

La desconstrucción de la democracia social y de la ciudadanía urbana en Brasil. Sonia Fleury, Carlos Eduardo Santos Pinho.

305

Derechos y resistencias ciudadanas en la ciudad de Buenos Aires: el Observatorio del derecho a la ciudad en contexto. Jonatan Emanuel Baldiviezo, Sandra Inés Sánchez.

329

NOTICIAS


presentación

Presentación

Este número de MAyU está dedicado a La Ciudad Latinoamericana y presenta una colección de artículos agrupados en tres temas, • La ciudad vivible, reúne artículos sobre temas de acceso a tierras y al manejo de infraestructura y servicios urbanos • La ciudad resiliente, reúne artículos sobre respuestas urbanas a desastres naturales y cambio climático. • La ciudad sociopolítica, reúne artículos sobre políticas y conflictos urbanos Mas adelante, los editores de cada tema discuten brevemente el contenido de estas secciones y solo quisiéramos destacar aquí el carácter realmente latinoamericano de este número, que presenta artículos sobre Argentina,


Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Honduras, Perú y Uruguay, amén de otros de escala regional. Por supuesto, La Ciudad Latinoamericana evoca también temas que no han tenido cabida en este MAyU. Entre otros, economía urbana, perspectivas de género, medio ambiente, cultura, salud y muchos otros que han sido tratados en números anteriores de MAyU o que esperamos abordar en números futuros. Nos queda agradecer a todos los autores que presentaron artículos originales, por su interés en colaborar con MAyU 90-91, y por su buena voluntad y compromiso a lo largo de varios ciclos de revisión para responder a las sugerencias y comentarios de revisores y editores. Igualmente agradecer a los editores invitados – Mila Freire, Pablo Gutman, Jorge Karol, Teresa Lozano, Juan Carlos Pergolis, y Monica Rosenfeld - que nos ayudaron a definir las áreas temáticas de este número, y durante diez meses se dedicaron incansablemente a contactar potenciales autores, a revisar y editar artículos y a acompañar a los autores en sus (re)escrituras. Tova Solo Editora


presentación

La Ciudad Vivible

Para esta sección hemos solicitado la colaboración de autores que observan, estudian, o manejan servicios públicos urbanos, y también a autores que discuten el acceso a los recursos y la gobernanza municipal. Comenzamos con una visión general de la infraestructura urbana, energía eléctrica, agua, alcantarillado y transporte en las ciudades de la región mediante una entrevista con Marianne Fay, principal autora de la publicación “Repensando la Infraestructura en América Latina” De allí continuamos con dos artículos que observan más detalladamente experiencias recientes. En “La Energía de las Aguas - Cuatro Proyectos Innovadores por Empresas de Agua Urbana en América Latina”, Katy Lackey de la Fundación para Investigación en Aguas describe avances en la sostenibilidad y eficiencia


8

Presentación

que ofrecen lecciones aplicables a los sistemas municipales de agua y alcantarillado de la región. Analizando el transporte urbano, Erik Vergel-Tovar, profesor de desarrollo urbano en la Universidad del Rosario en Bogotá, Colombia, pregunta, ¿“Es la densidad suficiente? Análisis de la relación entre densidad poblacional y la demanda de pasajeros en los sistemas de transporte público masivo tipo BRT (Bus Rapid Transit) en Curitiba, Quito y Bogotá”. El artículo describe sus investigaciones con el fin de optimizar la eficiencia y alcance de sistemas de transporte público masivo. Los últimos dos artículos introducen otro punto de vista en esta conversación. En “(De)construcción de gobernanza del agua urbana en Lima. La experiencia del Consejo de Recursos Hídricos” Jérémy Robert analiza el cambiante marco institucional y las tensiones a que da lugar la necesidad de conciliar la demanda de agua de una gran metrópoli – Lima- y las demandas de otros usuarios rurales y urbanos que se abastecen de la misma cuenca. Finalmente, Resolviendo los conflictos de la tierra a nivel local, una experiencia de gestión municipal en Guatemala por Peter Loach, Carlos Aquino y Miguel Arnoldo Balán Teni, describen un proyecto efectuado por la ONG Mercy Corps durante los últimos quince años. En él, los autores discuten los problemas heredados de los conflictos en la distribución y tenencia de la tierra en Guatemala, y proponen soluciones con base en el manejo local que pueden ser relevantes en otros países de América Latina. Con respecto a la ciudad vivible, reconocemos que quedan historias valiosas para conocer y analizar. Esperamos que nuestros lectores compartan sus experiencias y contribuyan sus ideas a futuros números de MAyU y, más importante, a mejorar la calidad urbana en América Latina. Tova Solo Editora


presentación

La Ciudad Resiliente

La acelerada urbanización de las ciudades afecta su sostenibilidad y su capacidad de resiliencia ante distintos tipos de amenazas. La comprensión e incorporación de la gestión integral del riesgo en los procesos de planificación e inversión territorial y sectorial sigue siendo un paradigma para las ciudades. Los desastres causados por amenazas naturales siguen aumentando y generando inestabilidad en las condiciones económicas, sociales y ambientales. En esta sección, se presentan tres casos prácticos de cómo tres diferentes grupos poblacionales buscan ser resilientes ante distintos tipos de amenazas que las hace vulnerables en el entorno en que viven. Son diferentes aproximaciones de cómo se pueden afrontar procesos para disminuir la vulnerabilidad ante los


124

riesgos, con el soporte teórico y metodológico que ha implicado: un caso para Manizales (Colombia), una ciudad de aproximadamente 400.000 habitantes; otro para dos barrios en Tegucigalpa (Honduras); y uno en Valparaíso (Chile). En primer lugar, Omar Darío Cardona en su artículo “Gestión del riesgo y adaptación en Manizales: una estrategia de desarrollo para lograr que una ciudad en transición sea resiliente, sostenible y competitiva”, presenta un marco conceptual que explica la noción de riesgo de desastres en una sociedad y cómo se vincula con el nivel de desarrollo de las ciudades. Así introduce entonces el caso de una ciudad como lo es Manizales, donde ya se muestran logros de cómo se ha convertido en una ciudad resiliente frente a distintas amenazas, principalmente de origen natural. La comprensión teórica ha cambiado en los últimos años y ha llevado a entender que la intervención del Estado en el tema de desastres no solo debe estar orientada a la atención y respuesta sino a la prevención y mitigación. Bajo este marco conceptual, el autor explica la gestión integral del riesgo como “el conjunto de elementos, medidas y herramientas dirigidas a la intervención de la amenaza o de la vulnerabilidad, con el fin de disminuir el riesgo existente y aumentar la resiliencia”. El autor presenta el caso de Manizales, Colombia, cuya población es vulnerable ante eventos sísmicos y deslizamientos de tierra principalmente, como ejemplo de una ciudad que tiene la capacidad de anticiparse y absorber eventos severos con las menores consecuencias posibles. Después de varias décadas de trabajo mancomunado entre la comunidad, las autoridades y los equipos técnico-científicos, se evidencian logros que hacen de Manizales un laboratorio de implementación de la teoría a la práctica, y el autor presenta, entre otros, los procesos de planificación y sistematización que esto ha implicado. En segundo lugar, Alfredo Stein en su artículo “Adaptación al cambio climático en ciudades con altos niveles de riesgo social y ambiental: el caso de dos barrios populares en Tegucigalpa, Honduras”, hace un recuento


125

metodológico, conceptual y práctico de cómo estos barrios vulnerables a deslizamientos en Tegucigalpa, se integran a la planificación estratégica de la ciudad mediante procesos participativos, con el fin de lograr una reducción de la vulnerabilidad en la cual estaban viviendo por deslizamientos de tierras. El autor presenta en detalle el resultado de cómo llegan estas comunidades a organizarse y a plantear e implementar iniciativas propias de adaptación que son legal, técnica, financiera y socialmente aceptables: mejoramiento de cosechas de aguas lluvias y construcción de muros de retención con llantas usadas. En el tercer artículo titulado “Coproducción después de un incendio forestal urbano: reconstrucción posterior a un desastre de un asentamiento informal en Chile”, Lautaro Ojeda, Gonzalo Bacigalupe y Andrea Pino, presentan una revisión del proceso de reconstrucción de viviendas sociales luego de la destrucción en Valparaíso (Chile), de un asentamiento informal debido a un incendio forestal urbano. En este caso se evalúa en especial la coproducción como una dinámica participativa e innovativa de taller de diseño colaborativo, en vez de la adopción de un modelo jerárquico de reconstrucción que es lo que habitualmente se usa después de un desastre. Los autores presentan el marco teórico bajo el cual se fundamenta la vivienda centrada en las personas y la coproducción urbana en procesos de reconstrucción. Proponen este mecanismo participativo como una contribución a la eficiencia en los procesos futuros de recuperación y/o reconstrucción post-desastre, que fortalece la capacidad y la resiliencia de la comunidad.

Teresa del Pilar Lozano Editora


Lautaro Ojeda a Gonzalo Bacigalupe b Andrea Pino c Palabras clave: asentamiento informal, Chile, coproducción, reducción del riesgo de desastres, gobernanza de la reconstrucción urbana, reconstrucción.

Coproducción después de un incendio forestal urbano: reconstrucción posterior a un desastre de un asentamiento informal en Chile 1

Abstract

Los desastres no son solo el resultado de eventos naturales extremos, sino que también se ven afectados por complejos escenarios de gobernabilidad, vulnerabilidad social, infraestructura existente y políticas de reconstrucción de viviendas. Este artículo examina un proceso de construcción de viviendas sociales después de la destrucción en Valparaíso (Chile) en 2017 ocasionada por un incendio forestal urbano en un asentamiento informal y compara este proceso, en toda su complejidad, con el incendio muy destructivo ocurrido en la misma zona tres años antes. En lugar de adoptar el modelo jerárquico a. Lautaro Ojeda es arquitecta e investigadora principal en CINVIT Universidad de Valparaíso (Centro de Investigación de Vulnerabilidad e Informalidad Territorial), y profesora en la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Valparaíso. Es investigadora en CIGIDEN (Centro de Investigación para la Gestión Integrada del Riesgo de Desastres). lautaro.ojeda@uv.cl b. Gonzalo Bacigalupe es investigador principal de CIGIDEN y profesor en la Universidad de Massachusetts, Facultad de Educación y Desarrollo Humano. gonzalo.bacigalupe@cigiden.cl c. Andrea Pino es arquitecta e investigadora asociada en CINVIT Universidad de Valparaíso y en CIGIDEN. andreapino.v@gmail.com. 1. Este artículo fue publicado en inglés en la revista Environment and Urbanization en agosto, 2018.


206

Lautaro Ojeda - Gonzalo Bacigalupe - Andrea Pino

estándar de reconstrucción de viviendas sociales que a menudo sigue a un desastre, este proceso más reciente desarrollado en Valparaíso, en respuesta a una nueva política nacional de 2016, intentó hacer uso de la coproducción, especialmente a través de un taller de diseño colaborativo. Este artículo examina todo el proceso de reconstrucción de viviendas sociales, en particular el del taller y evalúa el grado en que la coproducción se ha introducido con éxito en este proceso.

Introducción

Chile está continuamente sometido a eventos naturales y antropogénicos extremos con consecuencias catastróficas y graves pérdidas humanas y materiales2. Sin embargo, el marco gubernamental del país para la gestión del riesgo de desastres se queda corto de varias maneras. La estrategia de acción contra desastres excluye la participación de los ciudadanos, carece de coordinación entre las instituciones gubernamentales, se enfoca en la emergencia (en lugar de las condiciones que contribuyen a ella) y se basa en un escaso conocimiento de los territorios afectados (Concha-Saldias, Micheleletti, Olivares-Larrain y Rasse-Figueroa, 2015; también

Imilan, Fuster y Vergara, 2015). La Política Nacional sobre Gestión de Riesgos de Desastres, promulgada en 2016, tiene como uno de sus principios “considerar objetivos y plazos que incluyan la realidad local de cada territorio” (ONEMI, 2016). Chile todavía necesita mejores instrumentos de planificación que favorezcan la coordinación intergubernamental y herramientas que hagan que la participación ciudadana en escenarios de desastre sea vinculante en las decisiones de las agencias gubernamentales. La participación ciudadana en el desarrollo de la vivienda ha tendido a ser consultiva, con los beneficiarios como observadores pasivos de proyectos prediseñados.

2. 27-02-2010: terremoto y tsunami 27F, al sur de Chile, 211.009 casas dañadas (8.8 Richter); 01-04-2014: Terremoto, Arica y Parinacota y Taparacá, 13.116 viviendas. (8.2 Richter); 12-04-2014, incendio en ocho colinas en Valparaíso, 3.582 casas; 23-03-2015, Inundaciones, Atacama y Regiones de Antofagasta 10.000 casas. 2-05-2015, Calbuco, Erupción del volcán, 655 casas; 16-11-2015, terremoto en Canela y tsunami en Coquimbo (8.4 Richter), 6.763 casas. 03-01-2017, incendio en Puertas Negras, Valparaíso, 215 casas; 26-01-2017, incendio en Santa Olga 1.000 casas. TOTAL 246.340 viviendas dañadas.


Coproducción después de un incendio forestal urbano...

Este artículo describe, después de un incendio en Valparaíso en 2017, el intento de hacer uso de un enfoque más colaborativo que involucra a los hogares en su propia reconstrucción, como parte de un proceso de coproducción. Este esfuerzo se pone en contexto al compararlo con un proceso de reconstrucción anterior que siguió a un incendio aún más destructivo en la misma área en 2014. El objetivo del documento es describir el componente de vivienda social de estos dos procesos de reconstrucción y luego evaluar la medida en que el proceso de 2017 pudo implementar un enfoque más coproductivo.

Marco Teórico: Vivienda centrada en las personas y coproducción urbana en recuperación de desastres

La coproducción urbana puede entenderse como un escenario en el que un grupo heterogéneo logra un objetivo común, a través de un proceso al que Duque Gómez y Jaglin han denominado “co-aprendizaje y micro-negociaciones que ayudan a producir la alineación cognitiva ne-

207

cesaria para la gestión de servicios” (Duque Gómez, Jaglin, 2017). La coproducción, como señala Mitlin, “rara vez se ha considerado como una ruta a través de la cual los pobres urbanos organizados pueden optar por consolidar su base organizativa local y aumentar su capacidad para negociar con éxito con el estado” (Mitlin, 2008). La literatura sobre coproducción posterior al desastre se centra en iniciativas lideradas por organizaciones de base y ONG, (Hardoy, Pandiella y Velásquez Barrero, 2011) centradas en dos dimensiones: ayudar a los sobrevivientes de una emergencia y preparar a la comunidad para futuros desastres. La definición predominante de resiliencia en la literatura sobre la coproducción en los procesos de reconstrucción es el concepto de Build Back Better –BBB’ reconstruir mejor (Clinton, 2006 también Comerio, 2014, Kenedy, Ashmore, Babister y Keiman, 2008, Mannakkara Wilkinson, 2013 y 2014 y Wisner, 2017). Esto propone un enfoque holístico para la reconstrucción y lo entiende, según Mannakkara y Wilkinson, como “una forma de utilizar el proceso de reconstrucción para mejorar


208

Lautaro Ojeda - Gonzalo Bacigalupe - Andrea Pino

las condiciones físicas, sociales, ambientales y económicas de una comunidad para crear una comunidad más resiliente” (Mannakkara Wilkinson, 2014). Sin embargo, en la mayoría de las reconstrucciones de viviendas posteriores al desastre, las comunidades no están en el centro del proceso de toma de decisiones o en el proceso de diseño de sus propias casas. Un enfoque de arriba hacia abajo prevalece, acompañado por una lógica de reconstrucción impulsada por el donante, (Lyons, Schilderman y Boano, 2010) donde la participación está restringida a la selección de un modelo de vivienda prediseñado por un tercero. En este contexto, el concepto de recuperación de viviendas centrada en las personas – RVCP (PCHR, por sus siglas en inglés) (Maly, 2017) presenta una alternativa, ya que respalda los procesos coproductivos de diseño, financiamiento y construcción de viviendas en escenarios posteriores a desastres. RVCP, según Maly, “puede clasificarse en múltiples escalas de recuperación de viviendas: 1) políticas y desarrollo en la escala general de área de desastre; 2) la participación en los procesos de toma de decisiones a

escala comunitaria, y 3) el diseño, la forma y la construcción de viviendas individuales a escala familiar (Maly, 2017). El proceso de RVCP propone que las personas afectadas por un desastre sean los principales responsables de la toma de decisiones en el proceso de gobierno que rodea la reconstrucción. RVCP promueve la coproducción de viviendas cuando se integra un proceso de gobernanza de reconstrucción urbana con un enfoque centrado en las personas (Lyons, Schilderman y Boano, 2010), especialmente en la reconstrucción de asentamientos informales donde existe un patrón de coproducción comunitaria de espacios públicos y viviendas. Un ejemplo de RVCP es el RAPIDO (http://www.rapidorecovery.org) aplicado en el Valle del Río Grande (EE.UU.) Después del huracán Dolly de 2008. RAPIDO promueve una dinámica de abajo hacia arriba donde las personas afectadas por un desastre influyen directamente en la ubicación e instalación de un módulo base prefabricado en sus parcelas. Desde esa base, evalúan con el equipo de RAPIDO las posibles extensiones o ampliaciones que podrían aplicarse


Coproducción después de un incendio forestal urbano...

para adaptar el diseño de la casa a las necesidades de las familias. Esta dinámica permite que las personas se involucren en el proceso de diseño de la casa ampliada. Sin embargo, no proporciona herramientas para que diseñen sus hogares, ni el modelo está integrado en un proceso de gobierno de reconstrucción urbana (como es el caso en el ejemplo que se analiza en este documento). Por supuesto, los éxitos de los modelos RVCP dependen de la calidad de la gobernanza local y, como sostienen Barten y sus colegas, la gobernanza urbana es un “concepto multifacético y mal definido”. Puede entenderse como una “relación que existe entre el Estado y la sociedad civil con respecto a los problemas y las políticas nacionales de interés público” (Barten, Montiel, Espinoza y Morales, 2002, también Roy, 2005). En el caso de los asentamientos informales, esta relación responde a las tensiones resultantes de las políticas y los enfoques de gobierno con respecto a la informalidad urbana: su erradicación o reestructuración de asentamientos, (Gouverneur, 2015). En algunos asentamientos informales del Sur global donde se han lleva-

209

do a cabo procesos de coproducción urbana para mejorar la infraestructura y / o la vivienda, se han generado escenarios donde los ciudadanos se convierten tanto en compañeros de trabajo como en clientes del servicio coproducido (Mitlin, 2008, también Roy, 2005). En 2002, ONU-Hábitat, en su Campaña Mundial sobre Gobernanza Urbana, utilizó el concepto de “buena gobernanza urbana”, entendiendo esto como “la diferencia entre un ciudad bien administrada e inclusiva y una que está mal administrada y exclusiva” (UN-Habitat, 2002). Swapan, analizando el concepto de buena gobernanza, definió cuatro modelos de gobernanza urbana (1. autoritario, 2. burocrático, 3. político, 4. democrático). Cada modelo tiene una etapa de participación (1. informando, 2. consultando, 3.involucrando, 4. empoderando) (Swapan, 2016). En Chile y otros países, la participación social y el empoderamiento de la comunidad en el contexto de gobernanza de la reconstrucción urbana tiende a permanecer en la fase de consulta, a pesar de ser un tema recurrente en la administración pública (Maly, 2017). En la práctica, la participación de la comu-


210

Lautaro Ojeda - Gonzalo Bacigalupe - Andrea Pino

nidad en el diseño de la recuperación de viviendas es muy baja o inexistente (Hardoy, Pandiella y Velásquez Barrero, 2011). Los beneficios de la coproducción entre la sociedad civil, el gobierno y las empresas privadas son claros. Los miembros de la sociedad civil a menudo carecen de las herramientas y los recursos financieros para modificar las condiciones físicas de su entorno de manera que les permita reducir el riesgo de desastres (Hardoy, Pandiella y Velásquez Barrero, 2011), y las agencias gubernamentales no poseen necesariamente el conocimiento local que les permita actuar con mayor precisión y certeza. Por lo tanto, en los escenarios de reconstrucción posteriores al desastre, es práctico generar procesos de coproducción que vinculen a todos los participantes en un resultado negociado. Además de mejorar la calidad de la reconstrucción, este proceso podría influir en la comprensión de las amenazas y vulnerabilidades de los asentamientos afectados, promoviendo capacidades colectivas que reduzcan el riesgo de desastres (Sandoval y Voss, 2016).

El Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres de 2015 establece que las comunidades, en colaboración con las instituciones públicas, deben proporcionar conocimientos específicos y orientación pragmática en el desarrollo y la aplicación de marcos regulatorios para la reducción de desastres, (UNISDR, 2015). Las instituciones públicas y académicas deben participar en la gobernanza urbana para la creación de planes y estrategias locales, nacionales, regionales y globales, fomentando una cultura de prevención y educación sobre la gestión del riesgo de desastres con las comunidades. La evidencia científica es sólida en relación con la importancia del capital y la cohesión social, relacionada con la reducción de la vulnerabilidad social a lo largo del ciclo de gestión del riesgo de desastres y, de esta manera, el apoyo a las comunidades en los escenarios posteriores a desastres, (Peters, Buscher, Fearnley, Helsloot, Kockerols y Twigg, 2017). La responsabilidad compartida del gobierno y los ciudadanos en la gestión integrada del riesgo de desastres se ha incorporado estratégicamente en las políticas públicas de algunos países, (Haworth, Bruce y Middleton, 2015).


Coproducción después de un incendio forestal urbano...

Las agencias gubernamentales deben promover la participación ciudadana a través de la gobernanza urbana en los procesos de prevención, preparación y reconstrucción, diseñando y facilitando las herramientas necesarias para autogestión de la comunidad en el ciclo de gestión de desastres y permitiendo una mejor comunicación entre las instituciones de protección civil y la población (Aoki, 2016). Aquí se presenta un ejemplo de un proceso de coproducción de vivienda social integrado en la gobernanza de reconstrucción urbana de un área afectada por incendios urbanos y forestales en la ciudad de Valparaíso en 2017, un proceso que combinó visiones de abajo hacia arriba y de arriba hacia abajo. Una de las contribuciones particulares de este documento es su discusión sobre la aplicación de herramientas didácticas para el diseño de la vivienda de las familias individuales en un escenario posterior al desastre con un enfoque de RVCP. Para contextualizar esta experiencia local, revisamos las acciones gubernamentales y los procesos comunitarios autogestionados en otra área en la misma ciudad que fue destruida por un incendio catastrófico en 2014.

211

Antecedentes: Incendio en asentamientos informales en Valparaiso

Los incendios en Valparaíso son un evento recurrente. El “mega incendio” del 12 de abril de 2014, se extendió por varias áreas y fue el incendio más grande en la historia de la ciudad (3.582 viviendas destruidas 11.000 habitantes afectados). Sin embargo, también fueron significativos los incendios en las Colinas de La Cruz en 2008, (100 viviendas destruidas y 400 habitantes afectados), el Rodelillo - Placeres en 2013, (284 viviendas destruidas y 994 habitantes afectados) y Puertas Negras en Playa Ancha (215 viviendas destruidas y 960 habitantes afectados). El 82% de todos los brotes de incendios entre los años 2000 y 2017 fueron en plantaciones forestales cercanas a la periferia de la ciudad (Atisba, 2017) y la mayoría de los asentamientos informales de la ciudad están ubicados junto a estas áreas forestales. Los asentamientos informales son una parte fundamental del patrón de crecimiento urbano en Valparaíso. Pino y Ojeda señalan que “han sido la principal forma de generación de


212

Lautaro Ojeda - Gonzalo Bacigalupe - Andrea Pino

hábitat ... a través de la cual la ciudad ha crecido y se ha consolidado”(Pino y Ojeda, 2013). Estos asentamientos informales se desarrollan de acuerdo con una estrategia familiar transgeneracional, llevada a cabo gradualmente por pequeños grupos, a diferencia de los asentamientos informales en la Región Metropolitana de Santiago, que han sido una manifestación de la acción colectiva, política y sincronizada de un grupo de personas, tomando de repente el control de un área. Desde 2007, el gobierno de Chile ha utilizado el concepto de campamento (barrio de chabolas) para definir asentamientos informales, que son “preferiblemente urbanos, con posesión irregular de la tierra, compuestos por más de ocho familias cuyas casas están agrupadas y contiguas” (MINVU, 2013). En 2017, de 162 asentamientos informales en la región de Valparaíso, 52 estaban ubicados en la ciudad, con un total de 2.354 familias (http://chile. techo.org/cis/monitor). Las familias que habitan en estos asentamientos informales no son propietarias de la tierra, sólo tienen tenencia informal. Sin embargo, han construido las viviendas que ocupan. Una de las formas en que

pueden convertirse en propietarios de la tierra que habitan es mediante la regularización de su tenencia de conformidad con el Decreto Ley 2695 de 1979 del Ministerio de Propiedad Nacional, que establece estándares para pequeñas propiedades. El artículo 2 estipula que aquellos que quieran legalizar un sitio del cual están en posesión funcional deben demostrar que lo han ocupado durante al menos cinco años. Otro camino hacia la propiedad, en el caso de la presencia de grandes campamentos que cumplen con el requisito de tiempo para la ocupación, implica la adquisición eventual de la tierra por parte del gobierno para el desarrollo de viviendas colectivas a las que los habitantes pueden trasladarse. Casi el 70 % de los asentamientos informales en Valparaíso están ubicados en áreas de riesgo con fuertes pendientes y barrancos, donde los mayores peligros físicos están asociados con deslizamientos de tierra e incendios (MINVU, 2013). Sin la urbanización formal y la infraestructura pública, estas comunidades no pueden mitigar estos riesgos de manera efectiva y garantizar una rápida recuperación pos-desastre. El área afectada por el mega incendio de


Coproducción después de un incendio forestal urbano...

2014, por ejemplo, combinó este tipo de geografía peligrosa3 con la vulnerabilidad social y la falta de infraestructura urbana: el 28% de las partes asentadas del territorio devastado eran asentamientos informales, 52 %

213

fueron asentamientos de origen informal4, y el 20% fueron asentamientos formales5. El incendio de 2017 ocurrió en Puertas Negras, un área en el barranco de Fábrica (Figura1). El incendio afectó a tres de sus cinco

Figura 1 Total de áreas desvastadas y áreas residenciales afectadas por los incendios de 2014 y 2017. Fuente: CINVIT UV. 3. 37 % del espacio construido estaba localizado en barrancos y en pendientes superiores a 40 % (la planificación urbana y ordenanza de construcción define pendientes mayores de 40% como áreas de riesgo). 4. Asentamientos de origen informal son asentamientos donde los habitantes se apropiaron de algunos sitios informalmente y progresivamente han regularizado su tenencia a través de las agencias de gobierno. Sin embargo, las casas no son regularizadas bajo los estándares de habitabilidad requeridos por planificación urbana y ordenanzas de construcción. 5. El Centro de Investigaciones de Vulnerabilidades e Informalidades territoriales de La Universidad de Valparaíso, Chile (CINVIT UV) realizó este análisis.


214

Lautaro Ojeda - Gonzalo Bacigalupe - Andrea Pino

barrios, dos informales (Emilio Re- Entrevistas abiertas semiestruccabarren y Los Lancheros del Bongo) turadas: para comprender el procey uno de origen informal (Picasales). so de gobierno de la reconstrucción urbana, se realizaron entrevistas semiestructuradas con profesionales de la agencia gubernamental de viMetodología vienda (SERVIU), quienes participaPara este estudio, el equipo empleó la ron en la reconstrucción posterior al recolección de datos tanto cualitativos incendio en 2014 y 2017. Cinco de como cuantitativos, así como el uso de estos profesionales eran arquitectos datos secundarios. Para comprender que, en el proceso de 2014, estaban el mega incendio de 2014, utilizamos a cargo del desarrollo y la construcdatos empíricos del Ministerio de Vi- ción de viviendas a través de la auvienda y Desarrollo Urbano de Chile toconstrucción asistida (ASC). Ha(MINVU) que analizan el proceso de blamos también con el profesional a reconstrucción posterior al incendio, cargo del equipo de reconstrucción junto con estudios territoriales y de te- de SERVIU, que participó en los pronencia de tierras realizados en la Uni- cesos de reconstrucción tanto para el mega incendio 2014 como para otro versidad CINVIT de Valparaíso. Para el incendio de 2017 en Puer- incendio en Rodelillo en 2013. Dos tas Negras, utilizamos datos primarios de los profesionales entrevistados y secundarios. Centrándonos específi- eran ingenieros de construcción que camente en el barrio de Picasales de estaban a cargo de la contabilidad fiorigen informal, utilizamos el estudio nanciera para las casas de ASC del de tenencia de la tierra CINVIT y el proceso de 2014 y un profesional fue análisis de la Hoja de Datos Básicos el trabajador social del programa de de Emergencia (FIBE) producida por reconstrucción, a cargo de las relael gobierno de Chile, además de utili- ciones con la comunidad. A través zar un estudio sociodemográfico y en- de estas entrevistas, se obtuvieron trevistas semiestructuradas, y observa- datos cuantitativos detallados (por ejemplo, los detalles de la FIBE) de ciones etnográficas. ambos procesos de reconstrucción,


Coproducción después de un incendio forestal urbano...

215

que no aparecen en los informes del Resultados MINVU. También entrevistamos a los líderes de las 29 familias de Pica- El proceso de reconstrucción de 2014 sales que optaron por ASC. la encuesta, realizada con sobrevivientes del incendio de Puertas Negras 2017 en el vecindario de Picasales, preguntó la composición de la familia y la red social, la propiedad de la vivienda y el subsidio que recibieron como parte del proceso de reconstrucción (consulte la Sección Vb). Entre el 3 y el 8 de febrero de 2017, 81 jefes de las familias afectadas del barrio de Picasales respondieron a la encuesta. Encuesta sociodemográfica:

Observación de los participantes:

durante el proceso de coproducción, el equipo observó diferentes fases del proceso de reconstrucción de la casa, con un énfasis especial en las sesiones de taller de diseño conjunto. Se tomaron notas cuidadosas para registrar las acciones tanto de los beneficiarios como de los profesionales del MINVU. Además de registrar nuestras observaciones, produjimos notas de campo que relacionan nuestras observaciones con la teoría de la coproducción.

Tras el incendio de 2014, que, como se señaló anteriormente, eliminó los asentamientos informales que cubrían 49,02 hectáreas, el gobierno declaró el área como una zona de catástrofe y delegó sus poderes a un representante presidencial. Este dirigió un grupo de trabajo intersectorial para la reconstrucción con un presupuesto especial. Después del incendio, 1.320 personas se mudaron a refugios patrocinados por el gobierno u ONG. Otros 513 (SECPLA, 2014) comenzaron a instalar tiendas de campaña, ejerciendo una soberanía comunal sobre sus parcelas (Pino, 2015) para evitar la posible invasión de forasteros. En las primeras semanas, varias entidades, entre ellas el gobierno, ONG, voluntarios individuales y organizados, investigadores y estudiantes, y empresas privadas, participaron en la remoción de escombros, la recolección y distribución de donaciones de alimentos y en apoyar los refugios de emergencia. Estas intervenciones


216

Lautaro Ojeda - Gonzalo Bacigalupe - Andrea Pino

fueron en su mayor parte destinadas a las comunidades en general, mientras que intervenciones posteriores (atención primaria de salud y vivienda de emergencia) se dirigieron a familias e individuos. El gobierno y las agencias privadas pusieron a disposición 346 viviendas de emergencia (proporcionadas por la ONG TECHO). Ninguna de estas casas, sin embargo, fue diseñada para ser mejorada o ampliada a través de la autoconstrucción. Más allá de la fase de emergencia, el proceso de reconstrucción presentó una serie de barreras y dificultades reglamentarias para el gobierno: • La no disponibilidad de subsidios para residentes de asentamientos fuera del límite de la ciudad. • La falta de subsidios para los residentes que no eran dueños de las parcelas en las que estaban sus casas. Esto incluía el 30 % de la población en los 12 asentamientos informales afectados6. • La prohibición de construir en zonas restringidas (fondos de barrancos). • Los altos costos de las obras de mitigación para viviendas ubicadas en áreas de riesgo.

• Obstáculos sectoriales que impiden la ejecución de proyectos de mitigación urbana que integran vivienda, equipamiento público y espacio público. MINVU otorgó cuatro tipos de subsidios a los sobrevivientes: • Vivienda estándar (SH): proyectos prediseñados por empresas de construcción y certificados por el MINVU. Estas casas son rápidas de construir (dos meses) y no necesitan cumplir con las ordenanzas locales. Subsidio por hogar: US$ 11.382 para la mitigación de desastres + US $ 25.799 para vivienda; total = US$ 37.181. • Autoconstrucción asistida (ASC):

proyectos diseñados por el beneficiario y un asesor técnico certificado por el MINVU y construido por el beneficiario o un constructor privado. US$ 11.382 para mitigación + US$ 25,799 para vivienda, total = US$ 37.181. • Reparaciones domésticas (HR):

un subsidio centrado en hogares con daños reparables. Subsidio por hogar: US $ 2.500 para reparaciones. • Subsidio de reubicación de vivienda

un subsidio para comprar una casa en el parque de viviendas SERVIU.

(HRS):

6. Estos 12 asentamientos informales afectados fueron: Mesana, La Ruda, Manuel Rodríguez, Cristo Redentor, Francisco Vergara, Visión de Crecer, Tiro Al Blanco, El Vergel Alto, Villa El Peral, Nueva Esperanza, Gran Futuro, y Pampa Ilusión.


Coproducción después de un incendio forestal urbano...

Subsidio por hogar: US$ 34.146 para comprar una casa nueva o US$ 26.558 para comprar una casa usada. Estas subvenciones se agruparon en dos modalidades: una que involucraba la reubicación y otras tres que implicaban permanecer en el lugar. Los residentes afectados que poseían la tenencia de sus sitios podían optar por cualquier modalidad (SH, ASC, HR o HRS); aquellos que no, solo pudieron optar por un subsidio de reubicación en otra ciudad (HRS). En total, el 60 % optó por la reubicación y el 40 % por reconstruir sus hogares en el mismo lugar. Algunos de los habitantes de los asentamientos informales decidieron no aceptar el subsidio de reubicación, y se quedaron en el lugar, reconstruyendo sus hogares sin ningún tipo de financiamiento gubernamental o fundamentos legales. La mayoría de ellos pudieron regresar a la “normalidad” dentro de los seis meses, (Siembieda, Johnson y Franco, 2012) superando con creces la velocidad de respuesta del gobierno en las áreas residenciales afectadas, donde solo hubo una recuperación del 1% después de ocho meses, y donde el

217

proceso continuó durante los cuatro años posteriores. La magnitud de la respuesta requerida por la excepcionalidad del mega incendio de 2014, la necesidad de velocidad y los obstáculos regulatorios inherentes a las agencias gubernamentales hicieron que estas agencias trabajaran sin una coordinación efectiva. También significó que se privilegió la asistencia individual sobre la participación de la comunidad en el proceso de toma de decisiones. El Ministerio de Vivienda y Desarrollo Urbano (MINVU), el organismo encargado de entregar y administrar todos los subsidios de vivienda fue desafiado por las realidades de los asentamientos informales. Muchos habitantes habían tomado tierras ilegalmente o tenían posesión legal del sitio, pero estaban en áreas de riesgo o áreas restringidas. Otros propietarios legales tenían dos o tres viviendas en un sitio donde la Ley permitía solo una. El Ministerio gestionó 2.920 casos de los 3.582. De estos, 832 recibieron asistencia de vivienda estándar rápida (SH), 335 optaron por la autoconstrucción asistida (ASC), 21 recibieron reparaciones domésticas (HR) y 1.711 recibieron subsidios de reubicación


218

Lautaro Ojeda - Gonzalo Bacigalupe - Andrea Pino

de vivienda (HRS) en un municipio cercano (reubicación por incentivo). Las viviendas típicas alcanzan los 50 metros cuadrados en la mayoría de los casos; las casas del ASC tenían un promedio de 85 metros cuadrados. El proceso de recuperación después del catastrófico incendio de 2014 sufrió no solo por la acción descoordinada por parte de las agencias gubernamentales y su lento progreso, sino también por la construcción de viviendas de baja calidad por parte de las empresas privadas, así como por una considerable confusión y descontento en la comunidad. Claramente, aquellos que reconstruyeron de manera independiente lograron recuperar sus vidas más rápidamente.

2017: el proceso de reconstrucción en la Quebrada la Fábrica, Puertas negras, Valparaíso

El incendio que se desató en Puertas Negras en enero de 2017 fue mucho más pequeño que el incendio de 2014. Pero destruyó 215 viviendas y dejó a 360 familias afectadas. Setenta y

cuatro de estas familias imitaron a las personas afectadas por el incendio de 2014 y se instalaron en tiendas en sus sitios para garantizar la seguridad de sus propiedades, ya sean formales o informales (figura 2). Los líderes de uno de los vecindarios afectados por el incendio de 2014 ofrecieron asesoramiento a los afectados por el incendio de 2017 sobre las ventajas de los diferentes subsidios de vivienda y cómo organizarse frente a posibles conflictos, tanto con agencias gubernamentales como con ONG, voluntarios y empresas de construcción. Mientras tanto, dados los múltiples desafíos posteriores al incendio de 2014, se habían realizado algunos cambios en el proceso de reconstrucción. Si bien todos aquellos cuyos hogares fueron destruidos todavía podían optar por al menos uno de los cuatro tipos de subsidio (propietarios: asentamiento y no propietarios: reubicación), se tomó la decisión de duplicar el valor de los subsidios de reconstrucción existentes en reconocimiento de los altos costos de edificación en la difícil topografía de los cerros de Valparaíso. El MINVU

7. En el caso del Barranco de Fábrica, el asentamiento más antiguo (Picasales) participó en “sitio de operaciones” 1964-1970, involucrando la regulación de la tierra ocupado informalmente. Residentes de Picasales, por lo tanto, tienen posesión legal de sus tierras y los de Emilio Recabarren y los Lancheros del Bongo no.


Coproducción después de un incendio forestal urbano...

219

Figura 2 Comparativa de los espacios de apropiación e instalación de carpas durante los incendios de 2014 y 2017. Fuente: CINVIT UV.

también decidió fomentar un proceso participativo que incluyera a los hogares afectados por el incendio. Después de determinar que el 82% del área ocupada del Barranco de Fábrica consistía en asentamientos informales o de origen informal7, los funcionarios del gobierno informaron a aquellos que tenían tenencia de sus sitios (81 familias) que podían optar por un subsidio de construcción en el lugar (SH, ASC, HR); se recomendó a los que no lo hicieron (134 casos) que solicitaran un subsidio de reubicación (HRS) para obtener una

vivienda pública dentro de la región o un apartamento en un proyecto de vivienda. El fomento de la reubicación por parte del gobierno fue informado por una evaluación que concluyó que los asentamientos informales estaban casi todos en áreas restringidas, zonas de prohibición, áreas verdes no construibles, zonas de riesgo y áreas nacionales de uso público propiedad del gobierno, todo lo cual solo se modificaría a través de cambios a las restricciones de zonificación de terrenos municipales, un proceso que llevaría al menos un año


220

Lautaro Ojeda - Gonzalo Bacigalupe - Andrea Pino

en completarse. El territorio afectado fue dividido en tres zonas. El municipio, junto con el programa Quiero Mi Barrio - MINVU, fue responsable de las zonas informales 1 y 2 (Emilio Recabarren, Los Lancheros del Bongo) y SERVIU fue responsable de Picasales, el asentamiento de origen informal (zona 3) (Figura 3). Cabe señalar que, aunque los habitantes de Picasales habían regularizado su permanencia en la década de 1960, sus casas nunca alcanzaron los estándares requeridos por la ordenanza de planificación urbana y construcción, razón por la cual permanecieron esencialmente “informales”. El acceso a los servicios bási-

cos también era débil o inexistente, y no había infraestructura pública ni espacio público. En todos los aspectos, excepto la tenencia, el barrio de Picasales tenía las mismas condiciones de vida que los otros dos asentamientos informales afectados.

Recuperación de viviendas centradas en las personas (RVCP)

Dado el compromiso del Ministerio con un proceso participativo, las agencias gubernamentales relevantes estaban abiertas a compartir y trabajar en el enfoque de colaboración

Figura 3 Subdivisión del territorio en los alrededores de La Fábrica Ravine. Fuente: CINVIT UV.


Coproducción después de un incendio forestal urbano...

horizontal que caracteriza la reconstrucción centrada en las personas. La coproducción puede entenderse como una distribución equilibrada del poder entre el gobierno y los ciudadanos (Imilan et al., 2015). El ejemplo de coproducción presentado en este documento se integró en un proceso con ocho etapas consecutivas, que no ofrecieron un enfoque coprocultivo por igual para todos y que tenían niveles muy diferentes de distribución de autoridad. En general, sin embargo, esto podría verse como un esfuerzo que apoya la recuperación de viviendas centradas en las personas -RVCP. Una vez que cada familia seleccionó su subsidio, SERVIU – MINVU comisionó a un equipo de consultores externos (compuesto por un investigador, arquitectos y psicólogos sociales) para implementar una estrategia participativa para el co– diseño del código de viviendas unifamiliares o multifamiliares como parte del proceso de coproducción de la modalidad ASC. El equipo (que incluyó al primer autor de este documento) comenzó a desarrollar esta metodología participativa bajo el concepto de RVCP.

221

Un objetivo central de esta metodología de investigación participativa fue crear una estrategia de diseño arquitectónico que generaría y apoyaría un proceso de abajo hacia arriba de coproducción espacial de viviendas de reemplazo en varias de las ocho etapas del proceso. Los beneficiarios diseñarían sus hogares utilizando un conjunto de bloques de construcción de tipo LEGO y luego acordarían la modalidad de cofinanciamiento. El juego permitió a las familias expresar sus necesidades y requisitos espaciales visualmente, y junto con un arquitecto certificado por el gobierno, desarrollar los planes finales y comenzar el proceso de autoconstrucción bajo la supervisión del MINVU. Como paso preliminar, el equipo encuestó a representantes de las 81 familias afectadas de Picasales. Fue principalmente una encuesta demográfica, aunque también incluyó preguntas sobre su elección inicial del tipo de subsidio. El 30 % de estas familias tenía dos miembros, casi la mitad tenía cuatro o más miembros (47 %) y el 23 % tenía tres miembros. El 24% tenía menos de 14 años, el 31% entre 15 y 29 años, el 14% entre 30 y 40 años, el 15% entre 41 y 59 años y


222

Lautaro Ojeda - Gonzalo Bacigalupe - Andrea Pino

el 16% más de 60 años. Solo el 9 % de los mayores de 15 años reportaron estar desempleados. En al menos el 27 % de las familias, había un miembro con una discapacidad física. La mayoría (57 %) era dueña de su sitio. Casi la mitad de los hogares (44%) había vivido en el vecindario durante más de 45 años, y había pasado por un proceso de regularización de su asentamiento ocupado informalmente mediante la compra de la tierra durante el gobierno de Eduardo Frei Montalva (1964–1970). Como resultado, la comunidad tenía experiencia previa con la formalización a través de un proceso negociado entre el gobierno y la comunidad. Después del incendio, de las 81 familias afectadas, 18 optaron por vivienda estándar (SH), 39 por autoconstrucción asistida (ASC) y 24 por subsidios de reubicación de vivienda (HRS). Cincuenta y dos de estas 81 familias habían construido sus viviendas dañadas, y la encuesta encontró que el 65 % de ellas tenía un familiar que trabajaba en la construcción, lo que podría explicar por qué tantas personas eligieron la modalidad ASC. En contraste, el 27 % de las familias 8. El costo de una vivienda emergencia era de US$9.500

afectadas por discapacidades funcionales tenían una mayor necesidad de resolver rápidamente su problema de vivienda; esto podría haber contribuido a los números (42 de las 81 familias) que inicialmente optaron por viviendas estándar o subsidios de reubicación de viviendas (figura 4). La descripción del proceso incluye reflexiones sobre las formas en que podría continuar evolucionando y mejorando.

Las ocho etapas del proceso RVCP en Puertas Negras. El proceso de selección del subsidio

Esta etapa duró hasta la evaluación del proyecto regulatorio municipal (tres meses). Todos los participantes con tenencia habían instalado en sus parcelas una vivienda de emergencia8 de 22 metros cuadrados entregada por el gobierno. Esta unidad se construyó mal (por ejemplo, tenía filtraciones) y no se conectó a un suministro regular de agua o aguas residuales durante los primeros dos meses. Si bien podría haber aumentado el costo inicial, habría tenido


Coproducción después de un incendio forestal urbano...

223

Figura 4 Subdivisión del territorio en los alrededores de La Fábrica Ravine. Fuente: CINVIT UV. El proceso de co-producción de construcción de vivienda social. Fuente: Lautaro Ojeda, Andrea Pino y Gonzalo Bacigalupe.

Las 81 familias, como se señaló ansentido que la vivienda de emergencia se diseñara con miras a incorpo- teriormente, habían inicialmente optararla a la vivienda permanente como do por un tipo particular de subsidio. Pero, a medida que crecía la desconuna unidad central.


224

Lautaro Ojeda - Gonzalo Bacigalupe - Andrea Pino

fianza de las familias hacia las agencias gubernamentales, hicieron varios cambios en sus opciones de subsidio durante el período inicial. Habría sido útil incluir un elemento más participativo en esta etapa, informando a las familias sobre las ventajas y limitaciones de los subsidios y dándoles herramientas para que decidan de una manera más consciente. Los talleres de co-diseño del hogar.

En el transcurso de una semana, se realizaron cinco talleres, cada uno con una duración de un día y con un máximo de 10 familias por sesión. El propósito era establecer una plataforma para el diálogo entre los beneficiarios, los funcionarios gubernamentales y los arquitectos consultores que participan en el proceso de coproducción de las casas. De las 81 familias, 50 decidieron participar en este proceso de co-diseño. De estas familias, 39 eligieron el modo de autoconstrucción asistida. Otras 11 eligieron el modo de alojamiento estándar, pero querían una oportunidad para evaluar si el modo ASC podría realmente tener más sentido para ellos. Los beneficiarios, que tenían considerable autonomía en este

proceso de diseño, planearon sus casas junto con los profesionales de las agencias gubernamentales de vivienda dentro de un intercambio informado por sus propios conocimientos y prioridades. Hicieron modelos, utilizando piezas de escala tridimensional que representan los recintos que podrían componer sus viviendas. Luego organizaron sus modelos en una representación a gran escala del barrio de Picasales. Esto hizo posible ver los modelos de cada uno en contexto y visualizar cómo se vería el vecindario. Una vez que se completaron los talleres, de las 50 familias, 29 optaron por continuar con el modo ASC, 11 todavía preferían la vivienda estándar (SH) y 10 decidieron cambiarse a un subsidio de reubicación de vivienda (HRS). El taller tuvo la ventaja adicional de aclarar sus preferencias cuando vieron cuánto trabajo les quedaría por delante. El tiempo destinado para estos talleres fue breve y no permitió a las familias llevar a cabo una evaluación exhaustiva y una revisión de sus planes. Tuvieron un solo taller para hacer su modelo, y no se les dio el modelo final para que pudieran revisarlo más detenidamente con sus fa-


Coproducción después de un incendio forestal urbano...

225

Las tensiones surgieron a medida que la revisión y evaluación de los proyectos se llevó a cabo en tres reuniones siguientes. En muchos casos, un miembro de la familia diferente asistió al taller de diseño, generando puntos de vista diferentes y, a veces, contradictorios sobre el diseño del hogar. Como resultado, 10 de los 29 casos tardaron dos semanas más que los otros en completar esta fase de desarrollo técnico. Idealmente, estas dos etapas conEl desarrollo técnico de los proyecsecutivas deberían haber incorporatos de vivienda Durante esta etapa, los funcionarios do una etapa intermedia para que las de vivienda (los cinco arquitectos) te- familias discutieran y adaptaran sus nían mayor poder de decisión, ya que modelos tridimensionales en el conse suponía que solo podían aplicar las texto de las restricciones reglamenregulaciones requeridas por las orde- tarias locales y también a la luz de nanzas locales y estudiar la viabilidad una discusión familiar más completa técnica, la ingeniería y el presupuesto sobre las prioridades. para la ejecución de los planes preliminares realizados por los hogares. La aprobación social de los proyecAdemás, los modelos simplificados tos iniciales de vivienda desarrollados en los talleres de diseño Esta etapa consistió en una exposicarecían de detalles (ventanas, reves- ción pública de todos los planos de la timientos, colores, etc.), por lo que los casa diseñados por los beneficiarios y arquitectos tenían que interpretar las luego desarrollados técnicamente por intenciones detrás de estos modelos y los arquitectos (figura 5). Esta expocompletar el proceso de diseño para sición, que duró 15 días y se llevó a generar proyectos construibles. cabo en el edificio del Gobierno de milias y proponer posibles cambios. Este paso adicional podría haber extendido el valor del taller al anclar el diseño final en un proceso de negociación familiar. Otra deficiencia fue el hecho de que los participantes no fueron informados previamente sobre las formas en que las regulaciones podrían afectar sus planes. Esto será discutido más adelante.

9. https://www.youtube.com/watch?v=WGw_jCkHC3c.


226

Lautaro Ojeda - Gonzalo Bacigalupe - Andrea Pino

Figura 5 Modelos de proyectos arquetectónicos diseñados por el Ministerio de vivienda y urbanismo y los residentes. Fuente: Lautaro Ojeda, Andrea Pino y Gonzalo Bacigalupe.

Valparaíso9 y consistió en la presentación de los modelos de los beneficiarios junto con una hoja de normas arquitectónicas. Los beneficiarios, por lo tanto, podían comparar sus proyectos entre sí y pedir a los arquitectos asistentes los cambios relevantes. Esta exposición tuvo cobertura de los medios masivos y permitió a los líderes de los vecindarios gestionar con el gobernador fondos para mejorar las vías públicas en el sector, un proceso altamente exitoso. Sin embargo, esto también podría haberse mejorado con una sesión preliminar entre los participantes para analizar

el diseño general del vecindario y el potencial de medidas de mitigación de desastres. La evaluación de la cofinanciación del proyecto

Esta etapa consistió en desarrollar los contratos entre los beneficiarios y los profesionales de SERVIU-MINVU; se acordó que cualquier costo que excediera el subsidio debía ser financiado por los hogares involucrados. Si ellos mismos eran constructores, podrían usar el 40 % del presupuesto de subsidio destinado a pagar la mano de obra para comprar materiales adicio-


Coproducción después de un incendio forestal urbano...

227

la vivienda tenían que someterse al rigor administrativo del proceso de aprobación municipal. Este período estuvo marcado por un distanciamiento natural entre los participantes y la agencia de vivienda, y hubo incertidumbre sobre el proceso, que tomó en promedio unos dos meses. Por el contrario, las solicitudes de vivienda estándar (SH) se aprobaron en dos semanas y su construcción comenzó rápidamente. La desconfianza se generó en parte por el hecho de que los participantes no entendieron las acciones no coordinadas de las agencias gubernamentales. La tensión aumentó aún más cuando los habitantes que optaron por el modo ASC comenzaron a darse cuenta de que a las viviendas estándar (SH) no se les aplicaba el mismo nivel de rigor administrativo y estaban exentas de cumplir normativas urbanísticas y arquitectónicas. Por otro lado, los constructores de ASC reconocieron las ventajas: aunque tenían que cumplir con las regulaciones, sus casas poLa etapa de evaluación del proyecto dían ser más altas y espaciosas, y podían tener características tales como normativo municipal. Esta fue la etapa menos participati- ventanas y balcones adicionales en va y más conflictiva. Las familias no comparación con sitios vecinos (figutenían poder y los profesionales de ra 6). Claramente, los conflictos y las

nales. Como resultado, los proyectos podrían superar los 75 metros cuadrados estándar, alcanzando los 100 metros cuadrados. Este proceso estuvo marcado por una serie de reuniones con los oficiales de finanzas de SERVIU, quienes explicaron que el monto total del subsidio por hogar de US$ 37.181 se dividió en US $11.382 para la mitigación más US$ 25.799 para la vivienda. Uno de los principales conflictos que surgieron en este punto fue en torno a la exigencia de que los materiales tenían que comprarse con un cupón de las empresas proveedoras certificadas por el MINVU. Esto significaba que el costo de los materiales era más alto de lo que los habitantes estaban acostumbrados a pagar. Si bien, es comprensible que las autoridades necesitaran fijar ciertos estándares para los materiales que estaban pagando, una discusión preliminar con los beneficiarios podría haber resultado en la aprobación de una gama más amplia de proveedores.


228

Lautaro Ojeda - Gonzalo Bacigalupe - Andrea Pino

Figura 6 Progreso comparativo entre autoconstrucción asistida y vivienda estándar (febrero 2018). Fuente: Lautaro Ojeda, Andrea Pino y Gonzalo Bacigalupe.

frustraciones de esta etapa podrían haberse minimizado informando a los participantes al comienzo del proceso acerca de las regulaciones que tendrían que cumplir. Si hubieran estado plenamente informados, habrían estado en condiciones de adaptar sus diseños iniciales a las restricciones a las que luego serían sometidos. En cambio, invirtieron sus esfuerzos en una visión que luego podría frustrarse en el proceso de escrutinio oficial. En lugar de generar la confianza y la colaboración que se pretendía al introducir un proceso de coproducción, esta característica del proceso reforzó un modo de gobierno más autoritario,

contribuyendo a la sensación de que los funcionarios eran arbitrarios y caprichosos. El proceso de autoconstrucción

La distribución de responsabilidades fue más equilibrada durante la fase de construcción, ya que los habitantes de ASC se encargaban de comprar los materiales y llevar a cabo la construcción de sus casas. Los técnicos de vivienda solo se encargaban de garantizar el correcto desarrollo de los proyectos, entregando cuotas de subsidios para asegurar un progreso satisfactorio. Sin embargo, esta etapa estuvo marcada por conflictos re-


Coproducción después de un incendio forestal urbano...

lacionados con la forma en que cada uno entendía las normas y regulaciones de construcción. La mayoría de los beneficiarios construyeron sus viviendas pensando en futuras ampliaciones, y por esta razón algunos de los ambientes de las viviendas se construyeron con la posibilidad de ser fácilmente desmantelados para permitir el crecimiento espacial de la casa. Esto apunta nuevamente al valor de establecer un entendimiento preliminar compartido sobre estos temas. Otro conflicto estaba relacionado con el requisito municipal de que los residentes destruyan sus viviendas de emergencia. De hecho, en la mayoría de los casos, esta vivienda ya estaba muy dañada, por lo que solo en algunos casos los materiales fueron realmente reutilizables. Una vez más, una estrategia incremental que incluyera el uso de viviendas de emergencia de mayor calidad como un núcleo para la vivienda permanente podría haber reducido los costos e ineficiencias generales.

229

case el cumplimiento de los planes aprobados en la etapa de evaluación del proyecto de regulación municipal. Esta inspección se centró en analizar la distancia de las propiedades vecinas, los metros cuadrados construidos, las conexiones a los servicios básicos y los tamaños y posiciones de las ventanas. Posteriormente, los beneficiarios y los técnicos municipales trabajaron juntos para estudiar los cambios que debían realizar y luego llevar a cabo las modificaciones necesarias para la aprobación final de las viviendas

Un resumen de las lecciones aprendidas durante el proceso de coproducción.

1) Para el proceso de selección de subsidios, un taller inicial para beneficiarios debe incluir una discusión de las ventajas y desventajas de cada uno de los subsidios ofrecidos por la agencia gubernamental de vivienda. La aprobación municipal de cons- Esto permitiría a cada familia simular posibles escenarios para cada trucción. Las aprobaciones municipales esta- subsidio y así tomar decisiones más ban supeditadas hasta que se verifi- informadas sobre su elección.


230

Lautaro Ojeda - Gonzalo Bacigalupe - Andrea Pino

2) Las viviendas de emergencia deben construirse, en términos de calidad del material y diseño, de manera que se conviertan en parte de la vivienda permanente diseñada por los habitantes durante los talleres de co-diseño. Estos talleres podrían luego enfocarse en determinar ampliaciones prácticas de la unidad central. 3) Los talleres de co-diseño de viviendas deben realizarse en dos etapas. Primero, la comprensión de las regulaciones municipales y las aprobaciones de construcción que son un factor en las evaluaciones municipales deben ser parte de una unidad de aprendizaje inicial. La segunda etapa debe consistir en dos talleres de diseño, entre los cuales los beneficiarios podrían llevarse sus modelos 3D a casa para revisarlos junto con otros miembros de la familia y pensar en posibles modificaciones. 4) La etapa de desarrollo técnico debe incluir un análisis participativo del modelo diseñado por los futuros propietarios, el cumplimiento de las regulaciones y cómo su cumplimiento puede afectar sus planes. Paralelamente, sería necesario incluir una sesión explicativa sobre las modalidades de pago, los procesos de ad-

quisición de materiales de construcción y la rendición de cuentas, a fin de mejorar la etapa de evaluación del cofinanciamiento del proyecto. 5) Durante la aprobación de los proyectos iniciales de vivienda, es imperativo integrar factores a nivel de vecindario, permitiendo el diseño de medidas de mitigación de desastres a nivel del asentamiento que podrían reducir los costos individuales. 6) Finalmente, el proceso de autoconstrucción debe comenzar con un taller donde se expliquen todas las posibles contingencias, relacionadas con las regulaciones y la construcción, junto con sus soluciones adecuadas. El objetivo sería minimizar los cambios después de la revisión de los proyectos, ya que ignorar estas regulaciones podrían llevar a una autoconstrucción que finalmente no sea aprobada por el municipio.

Conclusiones

Los complejos escenarios posteriores al desastre que surgen en asentamientos informales son ideales para aplicar procesos de coproducción implícitos en la gobernanza de reconstrucción


Coproducción después de un incendio forestal urbano...

urbana centrada en las personas, ya que, en los territorios de autoconstrucción, la cohesión social es esencial para cualquier proceso que implique la mejora de los asentamientos o la mejora social. Como sitio para nuevas formas de gobierno potencialmente efectivas, estos asentamientos informales, que normalmente escapan a las regulaciones y ordenanzas locales, requieren requisitos administrativos y reglamentarios más flexibles para todos los tipos de subsidios de vivienda para la reconstrucción posterior al desastre. Para evitar que una lógica de mercado domine la reconstrucción colectiva de estos asentamientos informales, es esencial integrar esta reconstrucción en un modelo de apoyo de la gobernanza urbana. Los derechos y servicios básicos de los habitantes deben estar garantizados, mientras negocian con el gobierno local y las empresas privadas sobre cómo mejorar sus entornos urbanos. La dimensión lúdica de los talleres de diseño conjunto, un proceso colectivo en el que todos poseían las mismas herramientas para diseñar sus hogares, facilitó la resolución de conflictos de intereses y diferencias. Las soluciones resultantes se enmarcaron

231

en un proceso colectivo que establece las reglas para los procesos futuros de autoconstrucción (individuales y / o colectivos). Idealmente, sin embargo, este proceso de diseño debe incluir atención a la escala del vecindario. El juego también demostró que, aunque se esperaba que los modelos tridimensionales resultaran en un equilibrio entre la expectativa y la necesidad, prevaleció la lógica de la autoconstrucción. Es decir, los participantes estaban más enfocados en pensar en futuras extensiones que en las restricciones presupuestarias del subsidio otorgado. Esto muestra que esta forma de coproducción, al ser un proceso dialógico, funciona como una herramienta prospectiva para innovar en la situación existente, después del desastre, y no como un medio retrospectivo de recrear lo que existía antes del desastre, aunque los beneficiarios podrían haber sido llevados a replicar lo que habían perdido. Finalmente, este juego arquitectónico, como componente de un proceso de coproducción, generó un escenario socioeducativo, donde las opiniones afectivas y subjetivas de quienes perdieron sus casas se combinaron con las visiones técnico-administrativas de los funcionarios estatales y sus asesores ex-


232

Lautaro Ojeda - Gonzalo Bacigalupe - Andrea Pino

ternos, un punto de partida convincente para diseñar la gestión integral del riesgo de desastres en escenarios urbanos complejos. El proceso de coproducción es una parte de un proceso mayor de gobernanza urbana participativa de reconstrucción posterior al desastre que combina visiones de abajo hacia arriba y de arriba hacia abajo y su implementación. Este ejemplo nos moviliza para repensar las formas de participación y acción de los involucrados, no solo durante el proceso de diseño, sino a lo largo de toda la reconstrucción. En el caso que hemos revisado aquí, los usuarios pasaron de ser sujetos de un enfoque de bienestar de mono-producción en 2014 a participar en una dinámica de coproducción mucho más colaborativa. Todavía hay limitaciones, ya que la ausencia de una agencia gubernamental que pueda sistematizar y analizar estos procesos socava el potencial para aprovechar estas experiencias en futuras reconstrucciones post desastre. El proceso de coproducción puede ofrecer un enfoque innovador para un programa de recuperación de viviendas después de un desastre que fortalezca la capacidad y la resiliencia de

la comunidad. El diseño conjunto, si se ejecuta dentro de un marco más participativo, podría llevar a mejorar el uso de los recursos y la planificación para las comunidades y las personas. La coproducción también puede ser parte de un gobierno más fuerte en el que los líderes nacionales, locales y comunitarios puedan colaborar en la construcción de hogares resilientes. Del mismo modo, hay lecciones en este proceso relacionadas con los planes de vivienda de emergencia y vivienda permanente. Las familias tienen fuertes incentivos para permanecer en sus sitios, lo que exige crear un enfoque que incorpore las unidades de emergencia en el proceso final de co-construcción. Un experimento de co-construcción requiere un cambio en el enfoque sectorial y jerárquico de la reconstrucción, pero también puede ser, en su forma piloto, una manera de experimentar con nuevas formas de gobierno que requieren el mismo proceso de reconstrucción. Las lecciones aprendidas de este proceso de coproducción podrían contribuir a la eficiencia de los futuros esfuerzos de recuperación, y a la evolución continua de formas más maduras de gobernanza participativa en el con-


Coproducción después de un incendio forestal urbano...

texto de la recuperación de desastres. Informar e involucrar a los beneficiarios de manera más completa en cada etapa, aumentaría el costo del proceso participativo, pero esto se vería más que compensado por mayor eficiencia en la línea y por las implicaciones de una gobernanza más colaborativa Financiamiento

233

Comerio, M. C., (2014). “Housing recovery lessons from Chile”, Journal of the American Planning Association Vol 80, No 4, pages 340–350. Concha-Saldias, C. M., S. Micheletti, R. Olivares-Larraín y A Rasse-Figueroa, (2015). “Reconstrucción post-terremoto en la ruralidad del Maule”, Bitácora Urbano Territorial Vol 25, No 1, pags 89–98. Duque Gómez, C. y S. Jaglin, (2017). “When urban modernisation entails service delivery coproduction: a glance from Medellin”, Urban Research & Practice Vol 10, No 1, pags 43–62.

1. FONDECYT (Fondo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico de Chile) No. 11140546, “Estudio de apropiaciones urbanas informales”. 2. CIGIDEN (Centro de Investigación para la Gestión Integrada del Riesgo de Desastres), CONICYT / FONDAP / 15110017.

Gouverneur, D., (2015). Planning and Design for Future Informal Settlements: Shaping the Self-constructed City, Routledge, 292 pags.

Bibliografía

Haworth, E. Bruce y P. Middleton, (2015). “Emerging technologies for risk reduction: assessing the potential use of social media and VGI for increasing community engagement”, Australian Journal of Emergency Management Vol 30, No 3, pags 89–98.

Aoki, N., (2016). “Adaptive governance for resilience in the wake of the 2011 Great East Japan Earthquake and Tsunami”, Habitat International Vol 52, pags 20–25. Atisba, (2017). Reporte Monitor Zonas de Riesgos Incendios, Valparaíso, 19 pags. Barten, F., R. P. Montiel, E Espinoza y C Morales (2002). “Democratic governance-fairytale or real perspective? Lessons from Central America”, Environment and Urbanization Vol 14, No 1, pags 129–144. Clinton, William J., (2006). Lessons Learned from Tsunami Recovery: Key Propositions for Building Back Better, Office of the UN Secretary-General’s Special Envoy for Tsunami Recovery, New York, 28 pags.

Hardoy, J., G. Pandiella y L. S. Velásquez Barrero, (2011). “Local disaster risk reduction in Latin American urban areas”, Environment and Urbanization Vol 23, No 2, pages 401–413.

Imilan, W. A., X. Fuster y P. Vergara, (2015). “Postdisaster reconstruction without citizens and their social capital in Llico, Chile”, Environment and Urbanization Vol 27, No 1, pages 317–326. Kennedy, J., J. Ashmore, E. Babister y I. Kelman, (2008). “The meaning of ‘build back better’: evidence from post-tsunami Aceh and Sri Lanka”, Journal of Contingencies and Crisis Management Vol 16, No 1, pags 24–36. Lyons, M., T. Schilderman y C. Boano, (2010). Building Back Better: Delivering PeopleCentered Housing Reconstruction at Scale, Practical Action, Rugby, 388 pags.


234

Lautaro Ojeda - Gonzalo Bacigalupe - Andrea Pino

Maly, E. (2017). “Building back better with people centered housing recovery”, International Journal of Disaster Risk Reduction Vol 29, pages 84–93. Mannakkara, S. y S. Wilkinson, (2013). “Build back better: lessons from Sri Lanka’s recovery from the 2004 Indian Ocean tsunami”, International Journal of Architectural Research Vol 7, No 3, pags 108–121. Mannakkara, S. y S. Wilkinson, (2014). “Reconceptualising “Building Back Better” to improve post-disaster recovery”, International Journal of Managing Projects in Business Vol 7, No 3, pags 327–341.

Pino, A., (2015). Quebradas de Valparaíso: Memoria Social Autoconstruida, Santiago, 250 pags. Pino, A. y L. Ojeda, (2013). “Ciudad y hábitat informal: Las tomas de terreno y la autoconstrucción en las quebradas de Valparaíso”, Revista INVI Vol 28, No 78, pags 109–140. Roy, A., (2005). “Urban informality: toward an epistemology of planning”, Journal of the American Planning Association Vol 71, No 2, pags 147–158. Sandoval, V. y M. Voss, (2016). “Disaster governance and vulnerability: the case of Chile”, Politics and Governance Vol 4, No 4, pags 107–116.

MINVU, (2013). Mapa Social de Campamentos Vol 339, Ministerio de Vivienda y Urbanismo Gobierno de Chile, Santiago, 179 pags.

SECPLA, (2014). Diagnóstico y Propuesta para la Reconstrucción, Incendio abril 2014, Secretaría Comunal de Planificación, Ilustre Municipalidad de Valparaíso, Valparaíso, 57 pags.

Mitlin, D., (2008). “With and beyond the state— coproduction as a route to political influence, power and transformation for grassroots organizations”, Environment and Urbanization Vol 20, N.2 pags. 339-360

Siembieda, W., L. A. Johnson y G. Franco, (2012). “Rebuild fast but rebuild better: Chile’s initial recovery following the 27 February 2010 earthquake and tsunami”, Earthquake Spectra Vol 28, No S1, pags S621–S641.

ONEMI, (2016). Política Nación de Gestión del Riesgo de Desastre, Oficina Nacional de Emergencia del Ministerio del Interior del Gobierno de Chile, Santiago, 65 pags.

Swapan, M. S. H. (2016). “Participatory urban governance in Bangladesh: a study of the gap between promise and realities”, Environment and Urbanization ASIA Vol 7, No 2, pags 196–213.

Peters, K., M. Buscher, C. Fearnley, I. Helsloot, P. Kockerols y J. Twigg, (2017). “Preparedness and response”, in Poljanšek K, M Marin Ferrer, T De Groeve and I Clark (editors), Science for Disaster Risk Management 2017: Knowing Better and Losing Less, European Union, Luxembourg, pags 465–474. Pilo, F., (2017). “Co-producing affordability’ to the electricity service: a market-oriented response to addressing inequality of access in Rio de Janeiro’s favelas”, Urban Research & Practice Vol 10, No 1, pags 86–101.

UN-Habitat, (2002). “The Global Campaign on Urban Governance: concept paper”, United Nations Human Settlements Programme, Nairobi, 43 pags. UNISDR, (2015). Sendai Framework for Disaster Risk Reduction 2015–2030, United Nations Office for Disaster Risk Reduction, 38 pages. Wisner, B., (2017). “Build back better?” The challenge of Goma and beyond”, International Journal of Disaster Risk Reduction Vol 26, pags 101–105.


presentación

La Ciudad Socio-Política

Los tres artículos que componen esta sección se focalizan sobre dos transiciones significativas. La primera –en el plano internacional– se refiere a la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible que combina (i) la continuidad, actualización, desagregación y especificación de los 8 Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM, 2000-2015) a través de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS, 2016-2030) con (ii) la Nueva Agenda Urbana (Habitat III, Quito, 2016), expresión operativa del ODS # 11, “ciudades y asentamientos humanos inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles”. La actual redefinición de las políticas públicas urbanas, en proceso en casi toda América Latina - se funda, en buena medida, sobre las singulares adaptaciones locales de los países de la región a esta combinación.


236

Presentación

La segunda opera en el plano regional – específicamente, en el Cono Sur de América Latina –donde, a lo largo de los últimos 30-35 años, se sucedieron (i) la reinstalación de regímenes democráticos tras el fin del ciclo más reciente de dictaduras militares, (ii) la singular convergencia regional de varios gobiernos de orientación de centro izquierda que impulsaron políticas progresistas y redistribucionistas en favor de sectores populares y , en los últimos años, (iii) la sustitución de algunos de éstos por gobiernos civiles de centro-derecha o derecha, elegidos –por primera vez en la historia– mediante el voto ciudadano en elecciones libres. Los tres artículos que componen esta sección se instalan precisamente sobre la intersección entre ambos ‘ciclos’, con la pretensión de entender algunas de las principales contradicciones y tensiones que estas transiciones implican e indagando y discutiendo algunas de las dimensiones urbanas –políticas y gestionarias, sociales y territoriales– en las que se expresan. Fernando Carrión se focaliza en un análisis histórico comparativo de cuestiones de gobernancia y modalidades de construcción de instituciones, reglas de juego y modelos de gestión de los gobiernos municipales en América Latina, que son – argumenta - los principales protagonistas políticos y operativos de la construcción de los modelos de ciudades que el ODS 11 reclama pero que, sin embargo, están ausentes de la Nueva Agenda Urbana, la que se convierte así en un paradigma de ciudades sin representación política ni ciudadana, ciudades sin sujetos históricos. En base al reconocimiento de la heterogeneidad de los territorios, a través de la representación de las complejas sociedades locales y bajo el lema “devolver la polis a la ciudad”, Carrión propone pensar en un nuevo orden mundial de base urbana, para el que postula un conjunto de capacidades, vínculos y articulaciones –intraurbanas, interurbanas, metropolitanas y transurbanas– que los gobiernos municipales deberían recuperar, construir e inventar hacia el futuro. Los dos artículos siguientes analizan las expresiones urbanas de las trasformaciones radicales en la orientación ideológica y el signo político de los gobiernos de dos países paradigmáticos del Cono Sur: Brasil y Argentina.


237

Sonia Fleury y Carlos Pinho analizan críticamente procesos de deconstrucción de políticas, programas, instrumentos, instituciones, normas y soportes urbanos que durante las presidencias de Lula da Silva (2002-2010) y Dilma Rouseff (2011-2016) del Partido dos Trabalhadores (PT) contribuyeron a resolver la pobreza de millones de personas, fortaleciendo la democracia y consolidando derechos sociales que concretaron avances en la construcción de la ciudadanía urbana en Brasil. Muchas de las condiciones esenciales para la resolución de la pobreza y de la reducción de las desigualdades sociales se anclan en las ciudades. (La ciudad industrial – sostuvo tempranamente M. Castells - es la sede espacial y el soporte territorial del proceso de reproducción de la fuerza de trabajo). Así, la progresiva incorporación y accesibilidad a la tierra y a la vivienda, a las centralidades urbanas, a los espacios públicos de calidad, a las infraestructuras y sistemas de movilidad, a las redes de servicios públicos domiciliarios, a mejores puestos y condiciones de trabajo, a mejores ingresos, a mejor alimentación y al cuidado de la salud, a la educación y a la seguridad social de los trabajadores y sus familias son funciones socio-territoriales que típicamente caracterizan y definen a las ciudades en economías emergentes. En otras palabras, la organización y la funcionalidad de las ciudades industriales respaldan la incorporación de sectores populares al desarrollo económico y al territorio. Fleury y Pinho argumentan que esos soportes físicos y territoriales de las condiciones de vida son el costado urbano de la democracia y la ciudadanía. Finalmente, Jonatan Baldiviezo y Sandra Sánchez abordan la dimensión propiamente territorial y local de conflictos sociales y políticos urbanos en el ámbito de la ciudad de Buenos Aires, contraponiendo las políticas y proyectos de expansión y renovación de sectores urbanos desplegados por el Gobierno desde una lógica de mercado con el paradigma fundante del Derecho a la Ciudad propuesto por H. Lefebvre. El instrumento operacional con que esa contraposición es puesta en acto es la articulación de un colectivo de organizaciones sociales territoriales dedicado a monitorear e interpelar políticas públicas del Gobierno y determinadas actividades privadas


238

Presentación

y a defender –a través de diversos mecanismos– derechos ciudadanos eventualmente vulnerados. El Observatorio del Derecho a la Ciudad - expresión local de un dispositivo institucional relativamente reciente en ámbitos territoriales y en clara expansión en varias ciudades argentinas y en algunos países latinoamericanos - despliega uno de esos mecanismos y estrategias: brinda soporte, asistencia y colaboración técnica y jurídica a organizaciones sociales y territoriales, participa de discusiones y debates urbanos e impulsa proyectos de ley y políticas públicas en busca de soluciones a conflictos urbanos generados en ámbitos temáticos tan diversos como la urbanización de villas y asentamientos precarios, desalojos de población, ventas de tierras e inmuebles públicos al sector privado, concesiones de la gestión de redes de servicios públicos domiciliarios y cuestiones ambientales, pivoteando esencialmente sobre las condiciones de la participación ciudadana en la elaboración de códigos urbanísticos, presupuestos comunales y territoriales, planes urbanos y ambientales. Demas esta agregar que los análisis que se presentan aquí expresan las posiciones y las ópticas políticas de sus autores y no representan necesariamente las posiciones de MAyU, cuyo objetivo editorial es compartir ideas y experiencias y estimular el diálogo entre diferentes puntos de vista. Jorge Karol Editor


Noticias Julio 2019 Eventos

• Abril 2019 La Tercera Reunión del Foro de los Países de América Latina y el Caribe sobre el Desarrollo Sostenible se llevó a cabo en Santiago, del 24 al 26 de abril de 2019. Con anterioridad al inicio de la Reunión del Foro, los días 22 y 23 de abril se realizaron actividades de la sociedad civil y otros actores relevantes. Sitio web: https://foroalc2030.cepal. org/2019/es/informacion-evento Mayo 2019 • Congreso anual de LASA (Latin America Studies Association) en Boston (USA) El tema de este congreso fue “Nuestra América: Justicia e Inclusión”. Sitio web: https:// lasaweb.org/es/lasa2019/ • Congreso internacional de Parques Urbanos, Monterrey, México. Sitio web: https://congresoparques.com/ • Plataforma Global para la Reducción del Riesgo de Desastre, 2019. Ginebra, Suiza, 13 – 17 de Mayo. https://www.unisdr.org/conference/2019/globalplatform/home Junio 2019 • Congreso Mundial de la Organización de Ciudades Patrimonio Mundial: Cracovia, Polonia. Sitio Web: https://www.ovpm.org/ es/2018/05/16/congreso-mundialde-cracovia-2019/ • XI Seminario Internacional de Investigación en Urbanismo, Barcelona y Santiago de Chile. Sitio web: https://www.archdaily.co/co /905437/xi-seminario-internacional-de-investigacion-en-urbanismo

• XIV Congreso Internacional de Ciencias Sociales Interdisciplinares - Universidad Autónoma Metropolitana Ciudad de México, México. Sitio web: https://interdisciplinasocial.com/congreso-2019 Agosto 2019 • III Seminario CACAL Cultura, Arquitetura e Ciudade na América Latina, Brasilia. Sitio web: http:// vitruvius.com.br/jornal/selections/ read/1422

tio web: https://nuestras-ciudades. blogspot.com/2018/12/convocatoria-seminario-internacional.html Noviembre 2019 • II Congreso Iberoamericano de Historia Urbana: Ciudades los Procesos Urbanos de Iberoamérica en su Historia, México DF. Sitio web: http://2cihu.unam.mx/ • Congreso Mundial de Ciudades y Gobiernos Locales, Durban, Sud África, Sitio web: https://proyectoallas.net/2018/11/14/borradorautomatico/

Setiembre 2019 Diciembre 2019 • XI Seminario Internacional de Investigación en Urbanismo, Santiago de Chile. Sitio web: http://www. fau.uchile.cl/noticias/149597/convocatoria-xi-seminario-internacional-de-investigacion-en-urbanismo • Tercera conferencia Internacional sobre Ciudades Costeras y su Futuro Sustentable, Roma, Italia. Sitio web: https://www.wessex.ac.uk/conferences/2019/coastal-cities-2019 • Congreso Ciudad Compacta Versus Ciudad Difusa, Guadalajara, México. Sitio web: http://ocs. editorial.upv.es/index.php/ISUFh/ ISUFh2019

XXXII CONGRESO INTERNACIONAL Asociación Latinoamericana de Sociología (ALAS) Lima. Sitio web: http://sociologia-alas. org/xxxii-congreso-internacionalalas-peru-2019-2/ Marzo 2020 • Conferencia global sobre ciclismo urbano y recreativo: Velo-City, México DF. Sitio web: https://forociudadesmadrid.com/2018/12/15/ ciudad-de-mexico-organizara-en2020-velo-city-la-conferencia-global-de-ciclismo-urbano/

Octubre 2019 • Ciudades Sustentables 2019: XIII Conferencia Internacional sobre Regeneración Urbana y Sustentabilidad, Valencia, España. Sitio web: https://www.iccrom.org/classifieds/ classified-event/sustainable-city2019-13th-international-conference-urban-regeneration • Habitar en las Ciudades Latinoamericanas: Nuevos Enfoques e Interdisciplinariedad en la Investigación Urbana. Paris, Francia. Si-

2019 y 2020 Foro Social Mundial de Confluencia de las Economías Transformadoras, Barcelona. Sitio web: http:// www.ripess.org/iniciando-lospreparativos-del-foro-social-mundial-de-confluencia-de-las-economias-transformadoras-barcelona2019-2020/?lang=es


Noticias

Noticias y Publicaciones Recientes

• En 2018 Montería en Colombia, Santiago de Chile, Guadalajara en México; Pachalum, en Guatemala; Quito en Ecuador; Belo Horizonte en Brasil y Magdalena Del Mar en Perú, fueron destacadas por su labor para enfrentar el cambio climático. Sitio web: http://wwf.panda.org/ our_work/projects/one_planet_cities/one_planet_city_challenge

Libro: Autoconstrucción. Por una autonomía del habitar. Escritos sobre vivienda, urbanismo, autogestión y holismo

• En 2020 Rio de Janeiro, se convertirá en la primera Capital Mundial de la Arquitectura, un proyecto conjunto de la Unesco y de la Unión Internacional de Arquitectos (UIA) que busca llevar al nivel de las comunidades el necesario diálogo entre sostenibilidad y urbanismo. Sitio web: https://www.arquitectura ydiseno.es/arquitectura/rio-janeiroprimera-capital-mundial-arquitectura-unesco_2289 • CEPAL (2018) Propuesta de Plataforma Urbana y de Ciudades de América Latina y el Caribe Este documento preparado por CEPAL, en cooperación con otras agencias internacionales en el marco de la colaboración para la implementación de la Nueva Agenda Urbana en la región de América Latina y el Caribe, propone la construcción de una Plataforma Urbana y de Ciudades de América Latina y el Caribe como un instrumento para facilitar el seguimiento y monitoreo del desarrollo urbano en la región y para promover el fortalecimiento de capacidad y el intercambio de experiencias y prácticas entre pares. Sitio web: https://www. cepal.org/es/publicaciones/44158propuesta-plataforma-urbana-ciudades-america-latina-caribe

El libro de John F C Turner: Autoconstrucción. Por una autonomía del habitar. Escritos sobre vivienda, urbanismo, autogestión y holismo”, (Logroño: Pepitas de Calabaza, 2018) trata, como dice el propio John Turner en el prefacio, “de la construcción de barrios y comunidades por parte de gente que ha superado las barreras financieras e institucionales mediante la ocupación y la construcción de sus propias casas y barrios”. Una selección de diez textos de John Turner busca acercar al lector de habla hispana a escritos poco conocidos del arquitecto; textos que abarcan todo su recorrido y que apenas han sido traducidos al castellano, algunos

incluso inéditos en inglés. Estos incluyen informes para agencias internacionales, artículos de prensa política y reflexiones nunca publicadas sobre la construcción del lugar. Hablan por supuesto de autoconstrucción, la faceta más conocida de Turner, pero amplían las claves fundamentales de su pensamiento insistiendo en su visión relacional de la vivienda y una constante reflexión holística sobre la construcción del espacio inspirada en Patrick Geddes. Su interés por una concepción amplia y creativa del habitar, por una concepción de la construcción de “lugar” como proceso, no se ha detenido hasta hoy. Se incluyen tres textos de los editores (sobre aspectos biográficos de Turner, sobre las barriadas de Lima en la actualidad y sobre el desarrollo del ideario de Geddes por Turner, además una bibliografía completa cierra el volumen. El volumen es el resultado de largas horas de conversación y consulta de la biblioteca y del archivo en de Turner y en el Max Lock Archive de la Westminster University. Desde las primeras conversaciones con Turner se hizo evidente su pensamiento holístico, su preocupación por el ambiente y una visión de la arquitectura y del urbanismo que no olvidan su relación con los usuarios. http://periferiesurbanes.org/?p=7953


Noticias

La Conservación y Restauración de las estructuras arquitectónicas de las Fuentes Públicas de Olinda: São Pedro, Quatro Cantos, Rosário

general en un estado de degradación por contaminación de las fuentes de agua, vandalismo, mal uso, etc. También incluye propuestas para la conservación y restauración de fuentes y su entorno y concluye con una hoja de ruta de acciones preventivas, parte de un proceso que tiene como objetivo salvaguardar un bien patrimonial de forma permanente. El libro es de Novas Edicoes Academicas. Si bien es una publicación de 2016 consideramos interesante su difusión en los países de la región en tanto aporta a la preservación y usos del patrimonio arquitectónico y cultural de las ciudades.

Este libro de Vania Avelar de Alburqueque es un estudio sobre el estado, conservación y restauración de las fuentes públicas de Olinda: São Pedro, Quatro Cantos, Rosário y sus alrededores. Estas fuentes, parte del conjunto arquitectónico, urbanístico y paisajístico de la ciudad, no son sólo monumentos históricos, sino que también cumplen hoy en día, aunque de forma precaria, la función de abastecer de agua a los más humildes de la ciudad. El estudio analiza el estado actual de estas fuentes, las cuales se encuentran por lo

Nota: (Esta es una lista parcial, basada en información provista por colaboradores de MAyU. Si usted quiere sugerir que a futuro listemos un evento, publicación o noticia relevante a la temática de MAyU por favor envié un email a mayu@iied-al.org.ar con título “listado de eventos” y un texto descriptivo de no más de 5 líneas incluyendo el sitio web donde se encuentra mas información.)


View publication stats


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.