El poder del verbo leer.
El libro persiste y sobrevive, aunque para muchos “leer” signifique estancarse en un segmento de tiempo que podría aprovecharse de una mejor manera.
El ejercicio físico produce en nuestro cuerpo relajación muscular y respiratoria, una combinación que revitaliza los sentidos. Asimismo, cuando ejercitamos nuestra mente con la lectura, la sencilla sensación de sostener un libro en las manos desencadena una serie de impresiones que junto a la imaginación despiertan los sentidos, por ejemplo el gusto se activa al leer palabras como vinagre, salado o dulce gracias a nuestra memoria sensorial. Igualmente, sentimos tristeza, alegría o rabia gracias a la memoria emocional.
LEER DEFINE TU CONOCIMIENTO EN UNA CONVERSACIÓN entre una o más personas, puedes hablar de política, ciencia o religión, con la seguridad de expresarte apoyado por fuentes fidedignas.