Lj30 by Andrés Vera

LíderJuvenil

REVISTA ESPECIALIZADA

LiderJuvenil.com

Un recurso de EspecialidadesJuveniles® AÑO 08 NRO. 30 SEPT-OCT ‘15 DISTRIBUCIÓN GRATUITA

ADULTOS JÓVENES ¿CÓMO TRABAJAMOS CON ELLOS?

METROPLEX

TEOLOGÍA

CARÁCTER DEL LÍDER

INFORME CENTRAL

Lucas Leys

Alan Perdomo

Walter Heidenreich

Eliezer Ronda

CONTENIDO 5

EDITORIAL

«Eventos puntuales vs amistades espirituales» por Howard Andruejol

Una propuesta práctica a la hora de pensar una estrategia de trabajo con adultos jóvenes.

TEOLOGÍA

«Apuntes teológicos para padres de familia» por Alan Perdomo

Fundamentos acerca de la identidad y el quehacer de los padres.

CARÁCTER DEL LÍDER

«Envejecer con gracia» por Walter Heidenreich

Etapa en la que también debemos dirigir nuestros corazones al cielo.

OJO PASTORAL

«Integridad, planta exótica pero necesaria» por Luciano Jaramillo

El esfuerzo por vivir en integridad no debe cesar ni un instante.

CONSEJOS DESDE EL FRENTE

«Adultos jóvenes: ¿por qué los perdemos?» por Juan Shimabukuro

El Director de EJ Perú comparte sus observaciones y propuestas para el trabajo con adultos jóvenes.

ZONA 12-15

«¿Cómo le enseño a los adolescentes a amar su adolescencia» por Yadira Arriaza

Dos ideas prácticas para disfrutar con los chicos el significado de esta etapa de la vida.

INFORME CENTRAL

«De la transición a la madurez en el ministerio juvenil» por Eliezer Ronda

Algunos temas puntuales para los adultos jóvenes

COLUMNISTA INVITADO

• «Me perdieron» por David Kinnaman • «Trabajar con adultos jóvenes, una deuda que acumula intereses»

• «¿Perdí la esperanza» por Marco Mayen

• «¿Cómo ayudar al adulto joven a reformar su mentalidad financiera» por Hilario Mendoza

por Katia Ost

Aprendizajes y desafíos para cuestiones del corazón. OTRO HEMISFERIO

«Reunión de adultos jóvenes: ¿oportunidad o entretiempo?» por Annette Gulick

Problemáticas, trampas y propuestas para trabajar con adultos jóvenes.

ENLACE MUSICAL

«Música cristiana en la era digital» por Dave Gómez

El uso práctico de las listas de reproducción para desarrollar ministerio.

BIBLIOTECA DE IDEAS

LIBROS

Ideas y recursos útiles para líderes juveniles. por Rebeca Mansilla

- Recomendados - Hechos en casa

CITAS CITABLES

por Ricardo Vásquez

ASISTENTE EDITORIAL Pilar Suárez, María Paula Guzmán pilar@liderjuvenil.com DIRECCIÓN DE DISEÑO Juan Shimabukuro PUBLICIDAD ventas@liderjuvenil.com FOTO DE PORTADA Martin Piñeyro COLUMNISTAS Lucas Leys, Emmanuel Espinosa, Jim Burns, Annette Gulick, Felix Ortiz, Alan Perdomo, Dave Gómez, EnlaceMusical.com, Kristy Motta, Walter Heidenreich, Camilo García, Pilar Suárez, Salvador Marroquín, Rebeca Mansilla, Luciano Jaramillo, Alex Chiang, Juan Shimabukuro.

WEBS

PÁGINA ABIERTA

por Salvador Marroquín

«Vivimos en una vitrina» por Gerardo Guerra

Un llamado a la autenticidad en las redes sociales.

CONTÁCTENOS info@liderjuvenil.com Tel. 954. 447. 6838 8410 NW 53rd Terrace. Suite 103 Miami, FL 33166 USA

ISNPIRARTE

«Jesús con los brazos abiertos» por David Ruiz

Poema inspirado en Juan 3:1-13

por Lucas Leys

• «Jóvenes adultos, adultos jóvenes»

CO-EDITOR Juan Shimabukuro

BOARD Mark Oestreicher, Jim Burns, Felix Ortiz, Junior Zapata, Rich Van Pelt, Esteban Fernandez, Valeria Leys, Esteban Obando, Aarón Arnold, Willy Gómez.

Freses memorables, y a veces controversiales, que pueden despertar conversaciones profundas con los jóvenes.

• «¿Joven para siempre?» por Andrés Santibañez

EDITOR EJECUTIVO Howard Andruejol editorial@liderjuvenil.com

TRADUCCIÓN Ariel Castillo

por Rafael Zelaya

MASTERMIND Lucas Leys

por Alan Perdomo

• «Nuevos reclutadores y reclutas»

por Pedro Grauvilardell

SEPTIEMBRE-OCTUBRE / 2015 AÑO 08 | NÚMERO 30

ELLAS

«Déjalo en visto... por un ratito»

STAFF

METROPLEX

«Punto final» El ministerio juvenil debe prestar atención a delimitar la adolescencia, para dar la bienvenida a la adultez.

DECLARACIÓN DE MISIÓN

LíderJuvenil® existe para servir a quienes trabajan con jóvenes ofreciéndoles reflexión e información que les ayude a madurar espiritualmente y a crecer en efectividad en sus ministerios. Los artículos publicados en esta edición representan la opinión de sus autores y no necesariamente la de los editores. Las personas que aparecen en la fotografías que ilustran los artículos no guardan necesariamente relación con su contenido. Autorizamos el uso del contenido de LiderJuvenil® siempre y cuando su fin no sea lucrativo y se dé crédito al autor, así como al número y volumen de LiderJuvenil®.

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EDITORIAL

Howard Andruejol EDITOR EJECUTIVO

@hac4j

Eventos puntuales vs Amistad espiritual N ALGUNAS OCASIONES, me han abordado líderes de jóvenes con una preocupación genuina por los adultos jóvenes de su iglesia. Específicamente me han hablado de su interés por el programa para adultos jóvenes. No tenían uno y querían escuchar mis sugerencias para ello. Piensan que es responsabilidad del ministerio juvenil -como departamento de la iglesia- hacer algo al respecto. Decían que la otra opción era que fuese un asunto de los adultos, pero veían que esto no funcionaría. Por tal razón, ellos se sentían con el deber de crear algo. No es sorpresa conversaciones como estas. En la mayoría de nuestras iglesias, tampoco sabemos qué hacer. Posiblemente ha existido algún intento pero la complejidad de agendas, horarios e intereses de esa etapa de vida, hacen que poco a poco se apague la llama que inició las reuniones. Sin embargo, persiste la inquietud; alguien debe hacer algo. No existe mucho escrito al respecto, ni hay tantos modelos a dónde ver. Más bien, ha sido una de aquellas situaciones donde hacemos sentir a las personas que no son ni de aquí ni de allá. Regresando a mis conversaciones con líderes de jóvenes, procuro ofrecer el mejor consejo que puedo pensar al respecto: «Por favor, no empiecen un programa, no intenten reuniones», es lo que digo convencido de que es lo que nuestros adultos jóvenesnecesitan. Ellos escucharon con atención, y creo que captaron el mensaje. Sin embargo, estoy a la espera de enterarme cuándo será el primer evento. No lo digo porque quiera desacreditar su liderazgo, sino porque el sistema es demasiado fuerte como para ser flexible, mucho menos orgánico. ¿Cuál sistema? El de la activitis aguda de muchas iglesias. Creemos que las reuniones curan heridas, cambian vidas, alientan el alma y producen discípulos. Los programas son buenos cuando conducen a las personas a los propósitos. Pero programas no son precisamente reuniones planificadas en un calendario, públicas y masivas. Un programa que conduce a una persona a un propósito puede ser una conversación individual y oportuna. Mi sugerencia giró alrededor de mentores. Quizás en el momento de vida de los adultos jóveneslo que pueda dejar una huella son conversaciones significativas con adultos que quieran invertir en ellos sabiduría. No es un evento, es una relación. Así como los buenos amigos reaccionamos a las situaciones que vivimos, pasamos tiempo juntos, reímos, lloramos, hablamos, vamos y venimos. Es orgánico, fluido, flexible, espontáneo, profundo y significativo.

Nuestros adultos jóvenespodrían mostrar gran apertura a los consejos de viejos. Tal vez sea en temas financieros, de negocios, empresa o bien familia, matrimonio, soltería. Quizás son conversaciones sobre vida espiritual, tentaciones, ministerio. El tema no es lo principal, es la amistad espiritual. Contar con personas sabias, maduras, que nos brindan su confianza y estabilidad en las turbulencias de la vida. Cuando veo el texto, sigo convencido que esta clase de ministerio intergeneracional es vital para la formación de discípulos (Tito 2:2-7). ¿Qué propongo entonces? Busquemos adultos que estén en la disposición de tomar la iniciativa para establecer comunicación con uno o dos de nuestros adultos jóvenes. Veamos cómo se forjan las relaciones. Si no existen puntos de conexión, está bien; de repente sí los haya con alguien más. Intentémoslo, aún si parece lento y poco glamuroso. Tal vez más adelante, con muchas relaciones sólidas podríamos probar una reunión por aquí y por allá. Al fin de cuentas, lo importante no es el programa para adultos jóvenes, lo importante son ellos mismos.

EDITORIAL

TEOLOGÍA

Alan Perdomo @alanperdomo4j

Alan es originario de Honduras. Reconocido maestro de Teología e Historia. Por muchos años trabajó como profesor en el Seminario Teológico Centroamericano (SETECA) en Guatemala. Autor del libro para jóvenes «¿Y tú, qué crees?»

Apuntes teológicos para padres de familia

A BIBLIA TIENE MUCHO QUE DECIRLES A LOS PADRES, aunque la mayoría de veces pensamos que estas enseñanzas se limitan solo a consejos para educar hijos o disciplinarlos. Sin embargo, también es cierto que existen fundamentos teológicos que orientan la labor de los padres, y a la vez colocan en la perspectiva correcta su importancia dentro de los planes del Señor.

FUNDAMENTOS TEOLÓGICOS ACERCA DE LA IDENTIDAD DE LOS PADRES 1. El título es un privilegio. Simplemente el ser llamados «padres» ya es

una distinción admirable. La razón es que este es un título utilizado por Dios mismo. La labor paternal es utilizada para expresar en palabras humanas el carácter nada menos que del Creador mismo. Él es el Padre por excelencia y el modelo de todo progenitor humano. Así, el título refleja el gran amor de Dios por sus hijos (1 Juan 3:1), su cuidado tierno y esmerado (Deut. 1:31) y además la autoridad superior del Señor sobre todos los creyentes (Mat. 23:9). Quizá la razón por la que muchas personas no depositan su confianza en el Señor es que al escuchar que Él es como un Padre, traen a su mente la imagen falible y negligente de sus padres terrenales ¡Qué responsabilidad! Los padres y las madres son un reflejo de estos aspectos en los que Dios muestra su tierno interés a favor de sus hijos.

2. Guiadores; no dueños. Al utilizar la frase «estos son mis hijos», mu-

chos padres o madres parecen afirmar que ellos son de su propiedad, como si pudieran hacer con ellos lo que quieran, como lo hacen con un mueble de sala o un CD de música. La Biblia nunca afirma que los padres tengan derecho de propiedad sobre sus hijos, sino que deben considerarlos una valiosa bendición para sus vidas (Sal. 127:3). En todo momento, la Escritura hace énfasis en las responsabilidades de los padres con los hijos y viceversa, presentándolas como la satisfacción de alguien que ama a un ser querido y desea verlo feliz y realizado; no como una carga o molestia. Los padres guían a sus hijos por el camino recto, no para obtener un egoísta beneficio, sino para tener el deleite de verlos triunfar en la vida.

3. Una sola autoridad en el hogar. Muchos tienen el concepto de que

en el hogar el padre es quien manda sobre sus subalternos, los cuales son la esposa y los hijos. Sin embargo, la Escritura tiene una perspectiva muy diferente. El gran mandamiento que ordena honrar a los padres (Éx. 20:12) coloca al padre y a la madre en el mismo nivel de dignidad. Ambos merecen la misma honra. Los Proverbios exhortan a los hijos a escuchar las enseñanzas

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del padre y de la madre en los mismos versos, sin hacer distinciones de autoridad entre ellos (Prov. 1:8; 6:20). Lo anterior significa, entre otras cosas, que ambos padres tienen autoridad para corregir e instruir a sus hijos. Implica que ambos deben ponerse de acuerdo a la hora de corregir a sus hijos para presentarles una sola y coherente opinión.

4. Pecadores, pero redimibles. La Biblia afirma con

diáfana claridad que no existe ni una sola persona que haga lo bueno y se pueda salvar por sí misma (Rom. 3:10-12). Esto incluye a los padres y también a los hijos. Por lo tanto, es de esperarse que unos y otros cometan pecados y errores constantemente. Los padres que pretenden obsesivamente que sus hijos sean siempre los mejores en todo, ya sean calificaciones, deportes o la vida espiritual, exponen a sus hijos a una presión que podría, tarde o temprano, dañar su autoimagen y volverlos personas frustradas u obsesivas. No hay que olvidar que los seres humanos fuimos rescatados por medio del sacrificio perfecto de Cristo para que fuésemos libertados de la condenación y el poder del pecado. Los padres no deben volverse pesimistas o aun cínicos en cuanto al potencial de sus hijos, como cuando dicen «tú no sirves para nada». Es cierto que no son perfectos, pero también es verdad que, si son hijos de Dios, están en el proceso de santificación por medio de la gracia y el ministerio del Espíritu Santo. Lo mismo aplica a los padres. Un hijo o una hija no pueden esperar que sus padres tengan siempre las respuestas correctas. A veces se equivocarán, pero lo importante es que el amor familiar, el perdón y la paciencia sean los lazos que sostengan y dirijan las relaciones en la familia.

TEOLOGÍA

Los dos elementos que debe incluir la disciplina del Señor son: el amor y la firmeza. 5. La familia, ilustración de la iglesia. Al anunciar los privi-

legios que los gentiles poseen como miembros del pueblo de Dios, el apóstol Pablo concluye, en Efesios 2:19, que ellos «ya no son extraños ni extranjeros, sino conciudadanos de los santos y miembros de la familia de Dios». La frase hace referencia a una nueva relación entre los creyentes gentiles y Dios; una relación tan íntima y cercana que se compara con la relación familiar. Dicho de otro modo, la manera en la que padres e hijos se deben relacionar en un sano ambiente de cuidado mutuo, respeto y amor, es un reflejo de las nuevas relaciones entre Dios y sus hijos, los creyentes. Este enorme privilegio coloca en perspectiva la importancia de las relaciones familiares en el plan de Dios para el mundo. Es tan especial la familia que se utiliza para referirse al nuevo vínculo que existe en Jesucristo entre el Señor y la humanidad. ¡Qué privilegio más sublime! ¡Quiera el Señor que como familias hagamos honor a esta figura tan íntima!

FUNDAMENTOS TEOLÓGICOS ACERCA DEL QUEHACER DE LOS PADRES 1. Los padres como maestros. Una de las principales funciones

de los padres, a la luz de la Palabra de Dios, es la de enseñar a sus hijos. Vez tras vez, la Biblia llama a los hijos a seguir las enseñanzas tanto del padre como de la madre. Los Proverbios usan una variedad de términos para hablar acerca de este ministerio paternal: «correcciones», «enseñanzas» (Prov. 1:8; 6:20), «palabras», «mandamientos» (Prov. 2:1; 4:4), «instrucción» (Prov. 4:1), «consejos» (Prov. 4:20), entre otros. Efesios usa la frase «amonestación del Señor». Un detalle que se debe notar es que el tipo de instrucción del que habla la Escritura hace referencia a hablar y estimular la mente de los hijos. No se trata de una enseñanza por la fuerza sino que utiliza las herramientas del diálogo y el razonamiento. No es una educación que solamente repite mecánicamente conceptos e información, sino que busca desarrollar convicciones propias en los hijos. Esa es la clase de maestros que los padres deben ser.

2. Los padres como formadores. . El pasaje de Efesios, dentro

del contexto de los deberes familiares, señala que una de las funciones de los padres es «criar» a sus hijos por medio de la disciplina y la amonestación de parte de Dios. La frase «criar» proviene de una raíz que significa «llevar hacia la madurez». En otras palabras, una de las funciones propias de los padres es estimular el desarrollo de sus hijos para llevarlos a ser personas maduras. De hecho, la Biblia de Jerusalén traduce el mandato como «formadlos», interpretando la palabra utilizada por el apóstol. Lo anterior implica, por un lado, que no es suficiente que los padres den de comer y vistan a sus hijos, sino que deben pensar en sus valores, sus actitudes y convicciones como parte de su formación como personas completas. No es suficiente, entonces, proveer cosas materiales, sino que los padres deben convertirse en discipuladores de sus hijos. El diálogo, el juego, la enseñanza y la provisión para sus necesidades integrales son los medios que los padres usan para alcanzar esta elevada meta.

3. Los padres como intercesores. Muchos estudiosos pien-

san que Job es el libro más antiguo de la Escritura. Al inicio de esa obra, se presentan los hijos de Job como un grupo entusiasta y alegre de muchachos que acostumbraban a celebrar constantes banquetes y fiestas. El texto agrega que, pasados los banquetes, su padre Job, acostumbraba a purificar a sus hijos y ofrecía holocaustos «por cada uno de ellos» ( Job 1:5). Esta práctica cotidiana de interceder por cada uno de sus hijos les recuerda a los padres de familia la responsabilidad de actuar como sacerdotes y mediar por cada uno de sus hijos ante el Señor. Quizá este es uno de los más grandes privilegios del que los padres disfrutan: presentar a sus hijos ante el Señor, rogando por sus actividades diarias, por la pureza de su corazón y el desarrollo sano de sus convicciones y personalidad. Más que comprar juguetes o regalos materiales, esta función hará un impacto en la vida de cada niño o joven.

4. Los padres como dispensadores de amor firme. La Pa-

labra del Señor tienen mucho que decir acerca de la disciplina en la que los padres deben ejercitar a sus hijos. Sin embargo, el Señor señala el ambiente en el cual se ejerce la disciplina: el amor. Proverbios 3:12 y Hebreos 12:5-7 afirman que los padres que aman a sus hijos los disciplinan. Por eso dice Hebreos, que se debe apreciar en gran manera la disciplina del Señor y de los padres. Sin embargo, se debe recordar que, en términos generales, incluso los castigos que el Señor envió a su pueblo fueron con el objetivo que sus rebeldes hijos se volvieran a él y cambiaran su conducta. Así, Amós 4:6—11, cuando Dios les recuerda a los israelitas los múltiples y duros castigos que les había mandado, también repite de manera dramática el reclamo «ustedes no se volvieron a mí». La disciplina de Dios busca una transformación de vida. La enseñanza bíblica señala de manera clara que los padres deben, entonces, evitar dos extremos: por un lado, criar hijos sin límites y consentidos, los cuales terminarán avergonzando a sus padres (Prov. 29:15); pero también, por otro lado, no se debe ejercer una disciplina tan severa como que se destruya el alma del muchacho (Prov. 19:18, RV60). Los dos elementos que debe incluir la disciplina del Señor son: el amor y la firmeza. El amor no es alcahuetería o sentimentalismo blando; pero la firmeza no es severidad desmedida. El amor del padre lo lleva a ser firme al establecer límites sensatos y sanos, y, a la vez, la firmeza lo lleva a amar incondicionalmente y a expresar ese amor de manera adecuada a las necesidades del hijo. ¡Ese equilibrio es el que los hijos necesitan para crecer integralmente! En resumen, la teología cristiana provee un andamio firme sobre el cual los padres ejercen su ministerio formativo y orientador de una manera más efectiva y de acuerdo a lo que el Señor desea. Tanto en el ser como en el quehacer, la sana reflexión bíblica proveerá de un marco seguro y ofrecerá dirección práctica a aquellos responsables de la crianza de personas valiosas para el Señor ¡A pensar, queridos padres! Sus hijos lo agradecerán.

TEOLOGÍA

CARÁCTER DEL LIDER

Walter Heidenreich

Walter es argentino, pastor general de Iglesia Nazaret Central en Guatemala. Licenciado en Ministerio Pastoral del Seminario Bíblico Río Grande en Texas, con maestría en Liderazgo Pastoral de SETECA. Doctor en Ministerio Pastoral graduado del Seminario Teológico de Dallas.

Envejecer con gracia O ES AGRADABLE DECIRLO, pero envejecer no es opcional, pues todos estamos envejeciendo. Pero lo que sí es opcional es aprender a envejecer con gracia. Cuando los hijos miran a los papás de cuarenta años creen que son viejos. Pero los abuelos miran a sus hijos de cuarenta años y los consideran jóvenes. Los niños quieren crecer, los adolescentes llegar a jóvenes, los jóvenes a la edad de casarse. Los casados quieren tener hijos y ser abuelos, y cuando ya son viejos, se viven quejando de sus dolencias. Usted va a una reunión de gente anciana, y el tema que sobresale ¿sabe cuál es?: las enfermedades. Por eso yo no quiero envejecer. Pero ya me doy cuenta que no tengo veinte años. Hace dos décadas atrás, estudiaba en la mañana y trabajaba en la tarde para mantener el estudio (pues éramos pobres respecto al dinero) y de noche iba a las prácticas de fútbol para el equipo en el cual jugaba en mi país natal. Hoy me pregunto, ¿de dónde sacaba tanta energía para nunca descansar? Muy simple, de la juventud. Pero hoy no podría seguir ese ritmo. No obstante, el tiempo pasa. Lo mismo sucede contigo; nada detendrá por completo tu llegada a la vejez, te guste o no. (Lo triste es que a más años, más molestias) Por lo tanto, no neguemos la realidad de la vejez. Hay que admitirlo y prepararse para ello. Es más, debemos aprender a envejecer con gracia y darle la bienvenida a esos años pues es parte del plan de Dios. Tal vez usted piense, «el pastor Walter tuvo una semana depresiva por eso habla de la vejez.» No, para nada. Lo único que quiero es que afrontemos la realidad, y como dice el Salmo 90:12; «Enséñanos a contar bien nuestros días, para que nuestro corazón adquiera sabiduría.» Pero lo lindo de todo es que hay esperanza. 2 Corintios 12:10 dice: «…cuando soy débil, entonces soy fuerte». Él es nuestra fuerza aunque tengamos 20 años o 70 años. Por eso, Él debe ser el centro. Salmo 71:9; «No me rechaces cuando llegue a viejo; no me abandones cuando me falten las fuerzas.» Cuando uno es joven nunca imagina que envejecerá. Pero todos estamos envejeciendo. Ahora bien, cuando esta etapa llega, con sus enfermedades y luchas, recordemos dirigir nuestros corazones al cielo. Allí estaremos rebosando de eterna juventud perfecta por los siglos de los siglos. Si pensamos en el cielo, el cual será un lugar perfecto donde no habrá más lágrimas, ni dolencias, ni muerte… yo quiero ir pronto, ¿Y usted? Isaías 65: 17-21; «Presten atención, que estoy por crear un cielo nuevo y una tierra nueva… Alégrense más bien, y regocíjense por siempre, por lo que estoy a punto de crear: Estoy por crear una Jerusalén feliz, un pueblo lleno de alegría. Nunca más habrá en ella niños que vivan pocos días, ni ancianos que no completen sus años. Construirán casas y las habitarán; plantarán viñas y comerán de su fruto.» Lo mejor viene, aunque envejezcamos, sí lo mejor está por venir.

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CARÁCTER DEL LÍDER

OJO PASTORAL

Luciano Jaramillo

Luciano es autor, periodista y orador colombiano de prestigio mundial. Teólogo, pastor de Iglesia Prebisteriana Cumberland, profesor del Centro de Estudios Teológicos del Sur de la Florida, en Miami. Fue coordinador del Comité de Traducción de la Nueva Versión Internacional (NVI). Director de Traducciones para Biblica (SBI).

Integridad, planta exótica pero necesaria A INTEGRIDAD SE DEFINE COMO «EL ESTADO DE SER COMPLETAMENTE UNIFICADO». Moralmente soy íntegro cuando mis palabras, pensamientos y actos concuerdan perfectamente. Soy quien soy no importa dónde esté o con quién esté.

La integridad está en crisis en todos los niveles de la sociedad. Ser un hombre o una mujer íntegra se hace cada vez más raro; y esta virtud se ha convertido en una especie de planta exótica en nuestro medio y mundo postmodernos. Sin embargo, se sigue requiriendo al menos teóricamente como cualidad indispensable para ejercer cualquier puesto de responsabilidad.

La integridad tiene mil enemigos. Uno de ellos es la búsqueda del éxito o las ganancias a toda costa por la vía más rápida y sin importar los medios. La hipocresía es otro enemigo de la integridad, porque es como el manto del disimulo y la apariencia que cubre la deshonestidad y hace aparecer como «bueno» y «justo» lo que en realidad es «malo» o «injusto». La hipocresía encubre la realidad deformada de una personalidad doble. La apariencia, duplicidad y doblez se oponen directamente a la integridad definida como «el estado del ser completamente uno y unificado», porque desdobla la personalidad en dos repliegues: lo que aparentamos ser y lo que en realidad somos. Lo grave de la falta de integridad es que se roza con la mentira y la falsedad. Si fuéramos honestos hasta el heroísmo, tendríamos que reconocer, por ejemplo, que muchos de los deseos, planes o pensamientos que pasan por nuestra mente, si los realizáramos de alguna manera, merecerían severos castigos al punto que cuando se nos pregunta si nunca hemos sido arrestados, deberíamos responder que no, porque nunca nos han sorprendido o agarrado en nuestras maquinaciones. En realidad, ser honesto a toda costa y en cualquier circunstancia es grandioso, pero riesgoso. Ser honesto e íntegro implica vivir auténticamente, a la luz de la verdad, sin tapujos o disimulos. «Pues todo el que hace lo malo aborrece la luz, y no se acerca a ella por temor a que sus obras queden al descubierto. En cambio, el que practica la verdad se acerca a la luz, para que se vea claramente que ha hecho sus obras en obediencia a Dios.» ( Juan 3:20,21)

El pecado y el vicio visten sus mejores galas para tentarnos. Y entre más alto estemos en las instancias de la dirección y poder de nuestras instituciones, como por ejemplo, la iglesia, más sutilmente se nos insinúan y presentan. Nunca antes como hoy suena tan real y verídica la petición que Jesús nos enseñó al recitar en el Padrenuestro: No nos dejes caer en la tentación (Mateo 6:13). Las tentaciones, aunque no son en sí pecado, sí son atentados que nos tiende el maligno contra nuestra integridad. Y la lucha del hombre y la mujer que quieren conservar su integridad es por vencerlas, no caer en ellas. Por eso la anterior petición del Padrenuestro se complementa con la siguiente, con la que cierra Cristo su oración: No nos dejes caer en tentación… sino líbranos del maligno (Mateo 6:13). Ser íntegros es trabajar permanentemente para dar la medida de Cristo. Es dejar obrar la gracia de Dios en nosotros de modo que la misma, con nuestra cooperación, vaya construyendo en nosotros una personalidad auténtica de cristianos «hijos de Dios» y discípulos de Cristo. El esfuerzo por vivir en integridad no debe cesar ni un instante. Todo se encamina, según Pablo, a revestirnos de Cristo o a formar a Cristo en nosotros (Gálatas 4:19). Esta formación de Cristo en nosotros es progresiva; pero debemos pasar de ser como niños a ser una humanidad perfecta que se conforme a la plena estatura de Cristo (Efesios 4:13).

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OJO PASTORAL

¿No tienes tiempo ni para leer este anuncio? BIEN. VAMOS AL GRANO. Sabemos que estás súper ocupado. Encuentra un equilibrio bien razonado entre no hacer nada y hacerlo todo. En este libro, el autor y pastor Kevin DeYoung te ayudará a poner fin al problema de estar demasiado ocupado. Y no con el típico arsenal de consejos sobre la administración del tiempo, sino con las herramientas bíblicas que necesitas para descubrir la causa del problema y eliminarlo de raíz. Este libro es muy práctico y súper corto.

www.portavoz.com

CONSEJOS DESDE EL FRENTE

Juan Shimabukuro @JuanShima

Juan es Director de Especialidades Juveniles Perú. Co-Editor de la Revista www.LiderJuvenil.com. Representante para Perú de Bíblica. Diseñador Gráfico y Productor de Eventos. Cursó estudios teológicos en el Ins. Bíblico Buenos Aires (IBBA).

Adultos jóvenes:

¿por qué los perdemos? N MI EXPERIENCIA VEO QUE MUCHOS LÍDERES JUVENILES pasan por esta situación: pierden a muchos de los adultos jóvenes. Muchas veces no podemos entender el porqué. Las etapas de cambios en la vida de las personas son difíciles de afrontar, ya sea el inicio de la adolescencia o el final de ella. Lo curioso es que, si pudiéramos medir el nivel de conexión con la iglesia, diríamos que muchos de los jóvenes están en su pico más alto de compromiso con el ministerio (muchos son líderes de grupo, dirigen la alabanza o colaboran con la escuela de niños). En poco tiempo dejan todo, y su nivel de conexión disminuye considerablemente, y en varios casos se desconectan por completo. Para el ministerio juvenil hay dos grandes propósitos al trabajar con los jóvenes. Uno de ellos es ayudarles a encontrar su identidad, y el otro descubrir o reforzar la vocación. Esto responde a las dos grandes preguntas de la vida: ¿Quién soy? ¿Para qué existo? (¿Cuál es el propósito de mi vida?) Aunque estamos constantemente construyendo nuestra identidad aun cuando ya llegamos a la adultez, la adolescencia y juventud es el momento más crítico en cuanto a la búsqueda de este desafío. Con relación al descubrimiento de la vocación, es en la etapa del adulto joven donde comienza a tomar sentido responder el «qué voy a hacer con mi vida». Ellos están tomando decisiones en torno a sus proyectos de vida. Muchos de ellos se encuentran en pleno proceso de formar su profesión, trabajo o en proyectos de establecer una familia. Para muchos la iglesia no está interesada en las cosas que en este momento les son primordiales, sino que solo «exigen» cumplir con las rutinas eclesiásticas sin importar sus etapas o intereses en la vida. No todos transitan de la misma manera las diferentes situaciones de sus vidas. A algunos les costará más la adolescencia con los trastornos habituales de la edad, otros la juventud y lidiar con las nuevas tendencias de pensamientos y otros cuantos la universidad es un tiempo difícil por el mucho tiempo de concentración, estudios, exámenes, informes, etc. Como iglesia tenemos que ayudar a las personas a lograr la madurez en todas las áreas de la vida. Lucas Leys en su libro «Ministerio juvenil efectivo», indica los cinco carriles del desarrollo por donde

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toda persona va experimentando su crecimiento durante su adolescencia hasta la adultez. La iglesia no debe ser ajena a estos aspectos: físico, emocional, social, intelectual y espiritual. Si bien una sana espiritualidad va a equilibrar todos los demás carriles, no solamente debemos enfocarnos en lo espiritual sino en el ser como un todo. A la vez tenemos las cinco necesidades básicas para que el joven llegue a la madurez, estas son: sentido de identidad, ganar independencia, relaciones significativas, cultivar valores sanos y descubrir o reforzar vocación. Mi percepción es que la iglesia solo se ha concentrado en desarrollar la parte espiritual de las personas salpicando sin demasiada intensión al resto de los carriles y descuidando peligrosamente el desarrollo intelectual o el desarrollo de la vocación. «El propósito de Dios para las personas solo es espiritual, Dios no se involucra en tu vida secular-profesional, la carrera que elijas, la vocación que mueve tu corazón. Eso es parte de tu vida secular y no forma parte del propósito de Dios para tu vida.» Al menos ese es el mensaje que se puede percibir de muchos líderes. He sentido varias veces que desde el púlpito se les increpa a los jóvenes universitarios que para Dios es más importante que vengas al culto el domingo a que estén estudiando para el examen final de la semana en la facultad. Muchos de estos jóvenes hacían esfuerzos para no faltar al culto, estar sentados en las bancas de la iglesia las dos horas medio dormidos por haber amanecido estudiando, todo para no sentirse culpables por el dedo acusador del predicador de turno. No solo los universitarios pasan por esta crisis. También lo sufren los que tienen inclinaciones artísticas. En una de las iglesias que estuve, me di cuenta que cuando llegué no había adulto jóvenes; todos eran ancianos, adultos mayores y jóvenes adolescentes. Eran contados con los dedos de una mano los que quedaron. En esta época había un grupo musical dando vueltas por los canales de televisión, se había hecho muy popular, y había logrado firmar con un sello musical internacional importante. Resulta que este grupo esta

formado por todos los músicos de la iglesia que se habían desconectado de ella. Hasta el día de hoy no volvieron; la iglesia perdió talentos artísticos increíbles. Ellos no eran incentivados ni desafiados a ser más que solo «músicos de alabanza», lamentablemente, en la iglesia no hay otro lugar que la alabanza para ellos. El movimiento de secularización ha rechazado el rol de la iglesia en la sociedad, relegándolo solo al terreno espiritual. En el pasado la iglesia era parte integral de la comunidad. Por ejemplo, en los últimos tiempos se está promoviendo una nueva forma de dividir las eras de la humanidad. Ya no más antes y después de Cristo, sino antes o después de la Era Común. Hoy en día, cada vez más se está apartado a Dios de la vida cotidiana de las personas. La iglesia ha sido partícipe de este movimiento, se ha relegado de la sociedad y la vida cotidiana de las personas. Así lo expresa David Kinnaman en su libro «Me perdieron»: «Una característica de estos jóvenes es su sentimiento de que su vocación (o llamado profesional) está desconectado de su experiencia con la iglesia. Su trasfondo cristiano no los preparó para trabajar o vivir efectivamente en la sociedad. Su fe está «perdida» de lunes a viernes. El cristianismo que han aprendido no habla de una manera significativa en los campos de la moda, las finanzas, la medicina, la ciencia o los medios de comunicación a donde son atraídos.»

La religiosidad nos juega en contra Debemos conectar su vocación, su desarrollo profesional, el propósito de vida con su fe. El propósito de Dios va mucho más allá de lo que ellos van a hacer «en la iglesia». Los propósitos de Dios encierran todo su ser. El problema es que hemos desconectado la vida espiritual de las personas de su vida cotidiana. Les hemos enseñado a ser cristianos solo en las actividades eclesiales. Comprendemos que servir a Dios va mucho más allá de lo que hago los fines de semana en las actividades de la iglesia, pero esa verdad no pasa más de un mero conocimiento intelectual. Y de hecho, muy pocas veces lo decimos y poco lo practicamos. Pretendemos que estén en los cultos, ocupándolos en las actividades de la iglesia. Creemos que eso nos va a demostrar qué tan comprometidos están con Dios. Si no estás convencido de lo que digo, te hago un desafío. Tal vez solo puedes hacerlo mentalmente. Piensa un por un momento con toda franqueza, si dejaras todo lo que haces como actividades de la iglesia, si no sirvieras en la iglesia, ¿qué sentirías? Estoy seguro que sentirías culpa, remordimiento, sentirías que no estas sirviendo a Dios. Este ejercicio lo he realizado varias veces y lo que recibo

como respuesta son sonrisas cómplices. ¡Nuestra religiosidad nos juega en contra! ¿Cómo podemos ayudar a los adutos jóvenes a que sirvan a Dios más allá de las cuatro paredes de la iglesia si nosotros mismos no nos creemos ese discurso? Hacemos sentir a los jóvenes es que su formación profesional no le compete a Dios. No es algo que la iglesia me puede ayudar a desarrollar. Es por ello que prefieren hacer una pausa a la iglesia y seguir en busca de su proyecto de vida. Lo único que consiguen en la iglesia es una carga de culpas e indiferencia.

¿Cómo ayudarles? Necesitamos cambiar nuestro paradigma en cuanto al servicio. Si podemos creer y vivir que el propósito a Dios y mi servicio a Él, va más allá del ámbito eclesiástico, podremos entender que el tiempo de formar la vocación es una preparación al servicio en una esfera mucho más influyente. También debemos motivar y ayudar a los adultos jóvenes a descubir su vocación y su desarrollo profesional (sea en las ciencias, artes, deportes, política, etc.). Dios está sumamente interesado en desarrollar su potencial y llevarlos a un nivel de influencia mucho más allá de las cuatro paredes del templo. Te dejo unos puntos que pueden ayudarte a trabajar con ellos:

• Tiempo: Lo que más le falta a un aduto joven serio es tiempo.

Así que debemos responder a esa necesidad con programas eficientes en tiempo. Debemos entender que su ausencia por períodos largos no significa que se «enfriaron», sino que tienen que usar una cuota extra de tiempo para poder aprobar su curso de ecuaciones diferenciales o enfocarse en objetivos laborales.

• Relevancia: Aprenderán lo que sea relevante para ellos en términos de conexión con su vida diaria. Si algo es de su interés, lo aprenderán.

• Relaciones significativas: Ellos necesitan que existan más

adutos jóvenes con sus mismos intereses y en la misma etapa del descubrimiento de su vida.

• Comunicación: Se vuelven muy demandantes de la capacidad

de comunicación del que presenta el mensaje. Eso es bueno porque hace que el grupo pueda atraer a personas con un nivel de juicio crítico mayor.

CONSEJOS DESDE EL FRENTE

ZONA 12-15

Yadira Arriaza @Yaxiom

Yadira es docente del curso «Desarrollo integral del adolescente» y staff del Instituto Especialidades Juveniles en Guatemala. Licenciada en Pedagogía con Maestría en Educación. Especialista en técnicas y modelos educativos. Con más de 10 años de experiencia en educación cristiana y desarrollo juvenil.

¿Cómo le enseño a los adolescentes a amar su adolescencia? ACE UNOS DÍAS REVISANDO ALGUNOS FOROS DE ADOLESCENTES EN LA WEB, encontré una interesante pregunta que hacía una chica de 13 años: «¿Qué tiene de lindo ser adolescente?», en las dos líneas que seguían como explicación a su pregunta, relataba que aunque constantemente escuchaba a los adultos diciéndole que estaba entrando a la mejor etapa de su vida, ella no lo percibía así, y que siendo ella quien lo estaba viviendo, no estaba muy cómoda ni feliz en este trayecto de vida. Las respuestas que otros adolescentes daban a su pregunta y uno que otro adulto que participó, nos puede revelar a todos que para los adultos resulta complicado descubrir cómo celebrar y disfrutar esta etapa. Como resultado, para los adolescentes puede ser complejo aprender a amar, aceptar, disfrutar y vivir en plenitud este proceso. Si a esto le sumamos la sobrestimulación de la que son víctimas, es fácil entender por qué esta nueva generación desea vivir etapas y procesos para los que no están preparados y que pueden alejarlos de un desarrollo integral y feliz. Gracias a Dios por el privilegio de poder disfrutar con los adolescentes y enseñarles a ser adolescentes.

Conviértelos en expertos en adolescencia Los primeros que deben estudiar la adolescencia como trayecto de vida son ellos, los adolescentes. Es muy probable que en ninguna otra etapa de la vida una persona se enfrente a la tremenda confusión que tantos cambios les producen, por eso no es suficiente con que tu sepas cuáles son esos cambios y comportamientos normales y necesarios en la adolescencia, debes estudiarlo con ellos. Necesitan saber que a veces está bien no «sentirse bien» con su propia forma de pensar. Necesitan saber que no serán los mismos chiquillos olvidadizos toda su vida. Necesitan saber que es normal en un momento querer llorar y a los minutos quere sonreír. Necesitan saber que está bien tener preguntas y que pueden y deben hacer todas las que necesiten. Necesitan saber qué procesos biológicos está sufriendo su cerebro, y qué comportamientos produce esta transformación. Cuando ellos entienden su propio desarrollo, tienen paz, aprecian la presencia adulta y aprenden a discernir entre crisis necesarias para crecer y conductas que pueden dañar su vida e integridad. También es bueno que investiguen juntos el origen del término «Adolescencia»; encontrarán que aunque la palabra nos da la idea de «dolor», realmente su origen es honroso y lleno de esperanza.

14 LiderJuvenil.com

Anímalos a cultivar amistad Las relaciones son fundamentales para los adolescentes. Muchas veces los amigos que hacen en este trayecto serán los que tendrán mayor presencia e influencia el resto de la vida. Por eso, en donde sea que hagas ministerio con adolescentes (casa, escuela, iglesia, equipo de fútbol, etc.), genera espacios para «hacer amigos», involucra a muchos adultos y permite que tengan el tiempo suficiente y los recursos necesarios para desarrollar relaciones. ¡No existe un mejor lugar para hacer amigos que el lugar donde también se reunen a estudiar el texto bíblico! Recuerda que el ministerio con adolescentes no se hace durante dos horas a la semana sino es una constante y significativa relación con ellos durante toda la semana.

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INFORME CENTRAL

De la transici贸n a la madurez en el ministerio juvenil

INFORME CENTRAL

Eliezer Ronda @EliezerRonda

a vida es una gran peregrinación que en las venas de la juventud se observa con entusiasmo, posibilidades y un gran sentido de esperanza donde los eventos que pueden identificarse en el presente no siempre se observan como realidad, sino como puntos de partida que pueden ser transformados mediante la potencia y el sueño de un porvenir mejor en la sociedad y la realización de cada persona. No obstante, los diversos desafíos de la vida suelen minar el vigor que muchos jóvenes añoran alcanzar, puesto que les invaden avalanchas de comentarios pesimistas con frustraciones que no se traducen en apoderamiento para enfrentar con herramientas y esperanza el futuro. Cuando el joven entra al ambiente universitario y aún cuando sale de él, se encuentra entre la realidad de ver la vida ya no como se la cuentan, sino como la descubre. Si el descubrimiento no es similar a lo contado, viene la frustración y el desencanto. Comienza un viaje que intenta buscarse a sí mismo, ya no como el adolescente en saber quién es y para qué es la vida, más bien busca responder a lo incongruente con expresiones de quien ha entendido que es como persona. En ocasiones surgen desalientos con la fe y en muchas ocasiones el abandono de ella. Tal vez, porque no ha podido conversar genuinamente de sus preocupaciones y también de sus ocupaciones. Hoy podemos decir que uno de los retos mayores que posee la iglesia a nivel general es poder atender con pertinencia los desafíos que tiene la nueva generación para poder elaborar una formación de fe que sea robusta y madura para emprender un desarrollo eclesial que no se circunscriba meramente a los eventos programáticos de la iglesia, sino que pueda responder las preguntas, preocupaciones y esperanzas que poseen los adultos jóvenes.

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Cuando el joven sale de la adolescencia y entra a la transición de la vida de asimilar las experiencias y retos de la adultez, ya la fe no es medida en cuanto a lo que ha sentido en el culto o el retiro de fin de semana. No es medida únicamente por las actividades divertidas de una reunión. El adulto joven aspira a un encuentro de una fe que pueda dar entendimiento y diálogo para manifestar las grandes contradicciones de la vida. Si la etapa de la adolescencia temprana es donde ocurre el génesis de las preguntas que nos llevan a todos los seres humanos a considerar: ¿quiénes somos? ¿para qué estamos en la tierra?, ¿qué esperan los demás de mí? la pregunta en este transcurso estriba ¿en dónde está Dios ante las situaciones que ocurren a nuestro alrededor? Es el surgimiento del escepticismo ante lo que le cuentan y no convence. Ante lo que suena pero no encaja. Lastimosamente, no solemos dialogar con los jóvenes con los temas que les preocupan y les ocupan en su fe, y por lo tanto la tarea y propuesta pastoral queda rezagada a simples pautas que no producen significados. Andrew Root, en su libro «Taking Theology to Youth Ministry» destaca que «el ministerio juvenil ha tomado una gran atención en cómo el pastor de jóvenes debe actuar en el ministerio. Sin embargo, no se le ha dado la misma atención a un entendimiento de la acción de Dios. Ha carecido de profundidad teológica, justificando su acción a través de algunos recuadros de versos bíblicos y de literatura de las ciencias sociales de lo que es el desarrollo del adolescente en oposición a buscar el misterio de Dios como en la zarza ardiente. El ministerio juvenil ha estado muy preocupado con juegos, modelos ministeriales y gráficas organizacionales en vez, del mismo misterio de la acción de Dios en el mundo». Con este planteamiento no descartamos la recreación, diversión ni mucho menos la importancia de aprender versos bíblicos, sino cómo podemos ver la reflexión de las escrituras con pertinencia, de tal forma que el joven pueda verse como sujeto de la acción de Dios y no solamente como objeto de ella. Lo expuesto por el poeta Rubén Darío describe acertadamente lo que ocurre con nuestros jóvenes en nuestras iglesias locales.

En sus brazos tomó mi ensueño y lo arrulló como a un bebé… Y te mató triste y pequeño, alto de luz, falto de fe… Juventud, divino tesoro, ¡te fuiste para no volver! Cuando quiero llorar, no lloro… y a veces lloro sin querer… -Rubén Darío

Podemos observar cómo cada vez los vemos faltos de fe y lo que nos resta es llorar por no haber podido engranar. En ese caso, si no podemos elaborar una propuesta que pueda responder a las preguntas personales de los adultos jóvenes, nuestros esfuerzos cada vez se dirigirán a hacer programas que solo satisfacen el papel en donde se escribe, más que atender al interior de las personas que tanto intentan definirse en quiénes son y sobre todo para qué sirve la fe en aquello que desean ser para aportar. Hay aspectos que debemos considerar para reflexionar en a dónde aspiramos caminar con esta generación para forjar una fe madura que no sea rehén de supersticiones ni amuletos de buena suerte. Los adultos jóvenes ansían por alcanzar razón en las respuestas ante los conflictos de la vida y estos no pueden ser ignorados. Debemos auscultar cuál es la aspiración que tiene la iglesia para su proyecto de ministerio, si es que aspira a una iglesia que afirme el lema de ecclesia reformata, semper reformanda. La tarea de auto-examen debe hacerse con humildad y honestidad.

Llegó la hora cero, la que separa a los niños de los hombres Cuando era adolescente y jugaba beisbol (en Puerto Rico jugamos otros deportes diferentes al fútbol, ¡Ja!) recuerdo varios discursos que nos hacía nuestro dirigente antes de juegos importantes. Ese mensaje servía de motivación para lo que íbamos a enfrentar. En particular, puedo recordar que siempre que íbamos a una serie final para disputar el campeonato de la liga, comenzaba diciendo: «Bueno chicos, ha llegado la hora cero, la que separa a los niños de los hombres. Lo que hicimos en la serie regular pasó, aquí todo comienza en cero». Se que esto es el típico discurso de todos los deportes. No es que lo hecho en la serie regular no fuera importante, sino que en la nueva etapa había que examinar nuestro juego y dar lo mejor de nosotros en el terreno para ganar el campeonato. Sin embargo, no creo que en el ministerio juvenil con adultos jóvenes hagamos esta transición con efectividad. Pareciera que todavía nos estamos quedando en dejar un ministerio de niños sin entrar a la adultez como nueva etapa de vida. Siguen siendo las mismas personas, como es el caso de una serie de campeonato, pero el momento es distinto y requiere otras reflexiones. No se trata de descartar los principios del evangelio, sino ponerlos de manifiesto ante el nuevo escenario de fe y vida que tiene esta generación.

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Hoy vivimos en una sociedad plural. Algunos sociólogos la han llamado la época poscristiana, donde los postulados de la iglesia se tornan en meras respuestas de la institución que ha confinado la juventud a códigos de normas y conductas. Son cada vez más los temas sociales los que ocupan el corazón del adulto joven y en ocasiones se ha limitado el evangelio del código moral del pecado personal para dejar fuera los pecados colectivos en los cuales muchas veces somos copartícipes. Nos corresponde verificar de qué manera podemos ayudar al adulto joven a responder a las dinámicas sociales de manera inteligente y sobria, de tal forma que puedan abrir el mar rojo que nos lleve hacia la tierra prometida para sus corazones. Entonces, el desafío está en cómo podemos ayudar a la nueva generación a ver la acción de Dios en el mundo para que puedan ser parte de ella como su pueblo.

¿Qué temas son puntuales para el adulto joven?

Las causas justas – Al exponerse a la vida luego de la adolescencia y entrar al mundo laboral, el adulto

joven necesita ver de qué manera la iglesia puede generar los espacios de conversación para la transformación del entorno. Si ciertamente el pecado es un tema que no debemos abandonar en la proclamación del evangelio, no podemos dejar de lado los pecados institucionales que marcan nuestro ambiente. Hay muchos atropellos que el adulto joven ve desde el macro hacia las minorías y desea ver un mundo mejor. Cuando el discurso se trata de qué se tiene que hacer para llegar al reino de los cielos como elemento del futuro y no del presente, el adulto joven sentirá que la fe se ha vuelto coja y no puede caminar adecuadamente. Para el adulto joven la fe necesita salir del templo para hacer reino de Dios. No se siente cómodo con experiencias solamente, anhela ver principios llevados a la acción, donde se pueda mostrar a Dios como uno que se identifica con quienes son ignorados por las altas estructuras de poder. Para el adulto joven, el reino de Dios es necesario abordarlo en el presente hacia los demás tal como Pablo destacó «porque el reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo»(Romanos 14:17, RVR).

Lugar de inclusión, jamás de exclusión – Si el reino de Dios es asunto del presente, también debe tener como principio que sea un espacio para incluir a quienes han sido rechazados por la iglesia por costumbre. Hoy más que nunca vemos los esfuerzos mediáticos en cómo la iglesia pareciera ser un lugar interesado solamente en el dinero de las personas y no en el corazón. Muchos adultos jóvenes ven con dolor, cómo la iglesia se ha tornado en un lugar exclusivo para los que oran, cantan y saben biblia, pero que no es un lugar donde aceptarían a las personas tales como ellas se conciben así mismas.

Me gusta resaltar que la gracia de Dios nos deja saber que no hay nada que podamos hacer para que Dios nos ame más, ni nada que podamos hacer para que Dios nos ame menos. Cuando Jesús estuvo junto a sus discípulos en la última cena no excluyó a Judas a pesar de su eventual traición, ni tampoco a Pedro de su eventual negación. Simplemente los incluyó en el proyecto de su misión y desde ahí les mostró amor en medio la confrontación de sus corazones. El ministerio con adultos jóvenes necesita ser un lugar inclusivo y no exclusivo para otros. Recordemos que el evangelio está lleno de referencias de personas que fueron rechazadas por la institución, pero que estaban en la agenda de Dios, «por que no hay acepción de personas para Dios» (Romanos 2:11,RVR). Así como el mismo Jesús, con inclusión de los gentiles en su misión, debemos emular el ministerio con los adultos jóvenes.

Espacio para la duda y el diálogo – Para el adulto joven la duda es natural en cuanto se desarrolla su

análisis crítico de la vida. Toda idea y principio de inteligencia parte del cuestionamiento y la pregunta por saber más. Es triste cuando en el ministerio juvenil se demoniza la duda y se señala como falta de fe. El adulto joven más que nadie, requiere de conversaciones para aprender y aprehender los principios del evangelio. El espacio de formación académico rodeado de investigaciones y modelos de cuestionamiento le empujan a desarrollar su análisis crítico en la fe. Si el ministerio rechaza sus dudas y las ignora, ha rechazado al adulto joven. No necesitamos responderlo todo, la iglesia requiere escucharlo todo para conversar sobre lo presentado. Cuando Jesús se le acercó a sus discípulos luego de la resurrección, notamos que «los once discípulos se fueron a Galilea, al monte donde Jesús les había ordenado. Y cuando le vieron, le adoraron; pero algunos dudaban» (Mateo 28:16-17, RVR). Justo antes de la encomienda de la gran comisión, le obedecen y le adoran, pero Jesús no los negó. Les comisionó para la misión destacando que la duda es parte de la vida y es la mejor oportunidad para el discipulado cristiano. Un discipulado fundamentado en la instrucción sin conversación, es manipulación. Al adulto joven no le gusta ser manipulado, desea ser escuchado, amado y aceptado.

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– Desde el momento de la adolescencia, los chicos constantemente escuchan que Dios tiene propósitos con ellos y un llamado para sus vidas. Con ello despertamos anhelo para servir. El inconveniente ocurre cuando eso pareciera que es un asunto a largo plazo; de 10 a 15 años cuando esté casado y con hijos. El adulto joven ya está en esa etapa y no desea verse como alguien que solamente escucha qué podrá hacer en el futuro porque para él y para ella, el futuro ya ha llegado. Demandan ver sus vocaciones puntuales para servir con provecho.

4 El aporte de la vocación hoy

El ministerio hacia el adulto joven debe forjar que la vocación que cada uno ya tiene establecida pueda ser útil y tangible para la misión hoy y no solamente mañana. Debemos instarles a nunca perder la visión de futuro, comprendiendo que el futuro está entre nosotros hoy. Los adultos jóvenes deben verse como personas retadas no solo en su conocimiento, sino en su potencial para servir y desarrollo como emprendedores de cambios. No podemos perder el consejo bíblico: «Por lo cual te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti por la imposición de mis manos. Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio» (2 Timoteo 1:6-7, RVR).

Más que hipster o geeks, ser promotores de sabiduría No podemos ignorar que en muchos casos los adultos jóvenes han abandonado la iglesia porque hemos perdido la capacidad de actualizarnos. La actualización no es solamente más y mejor tecnología en los cultos. La actualización incluye racionalización y renovación de los modelos de formación. En una generación donde ser «hipster» y «geek» está de moda, debemos dar pasos hacia ser más y mejores promotores de diálogo sobre los temas de interés de esta generación desde la esencia de Cristo como referente. Estudiar con ellos y por nuestra cuenta es obligatorio y no puede ser opcional. Luego que el consejo de Pablo a Timoteo fue que ninguno tuviera en poco su juventud, le dejó dicho que «entre tanto que voy, ocúpate en la lectura, la exhortación y la enseñanza» (1 Timoteo 4:13, RVR). Me parece que el llamado es a que nos capacitemos e incluyamos los temas de interés en esta generación para dar respuestas conforme a un evangelio transformador que no quede entretenido en reuniones solamente. Destaco que debemos ocuparnos en esos detalles porque hay una gran tentación a ocuparnos por lo trivial y dejar de lado lo fundamental: preparar más a los adultos jóvenes que a las reuniones del ministerio. Si no nos ocupamos en la lectura de materias de fe, cultura y llamado, no podremos tener un buen espacio para la exhortación y la enseñanza. David Kinnaman destaca en su libro Me Perdieron que hay una gran cantidad de jóvenes que son pródigos porque han perdido conexión con la fe, otros son nómadas porque no encuentran su lugar en la institución y otros son los exiliados porque se sienten perdidos entre la cultura evangélica y el mundo que ellos viven. Con estos subgrupos en mente, te invito a que consideres cómo hacemos el ministerio con los adultos jóvenes. No lloremos como Rubén Darío faltos de fe, sin dejarles saber a los adultos jóvenes que son un divino tesoro. Nos toca «ocuparnos en estas cosas; permanecer en ellas, para que nuestro aprovechamiento sea manifestado a todos» en el ministerio juvenil y de esa manera forjar los cambios y mejoras que tanto añora esta generación.

20 LiderJuvenil.com

La iglesia que no atrae La iglesia que no atrae es la que no tiene tiempo de escuchar a los jóvenes; no los quiere ver con guitarras, condena sus ropas y actitudes, y raramente los elogia por los valores que demuestran. …es aquella que sabe que hacer con los niños hasta los trece años …los abandona después de los quince hasta el día del matrimonio. …es la que les habla a los jóvenes con el idioma de ayer cuando ya ellos están soñando con el idioma de mañana …que deja hablar a un joven durante quince minutos para luego escucharle hablar por dos horas. …es aquella que se acerca a los jóvenes con bellas palabras solo en el tiempo de hablar de vocaciones, pero después no está junta con ellos. … que sabe entusiasmar a la juventud en tres días,pero luego no saber acompañarla …y después pierde contacto con ella. …es aquella que considera bueno al joven que obedece y no contesta, no duda, y no cuestiona; y considera pillo a quien osa discordar con el liderato, sin tener palabras de explicación y de respuesta. … es la que cree tener pastoral juvenil sólo porque nombre una persona para que haga el trabajo …es la que ruega al Señor por las vocaciones, pero no dialoga con los jóvenes sobre el Señor. —Carlos Negrón Sánchez

Eliezer Estudió Sociología en la Universidad de Puerto Rico y posee una Maestría en Divinidad en el Seminario Evangélico de Puerto Rico y Post-grado en Fuller Theological Seminary. Es el director de Especialidades Juveniles Puerto Rico y Pastor de la Iglesia Discípulos de Cristo en Borinquen de Caguas.

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COLUMNISTA INVITADO

David Kinnaman @DavidKinnaman

David es presidente del Grupo Barna, una compañía privada de investigación.Es un requerido orador de temas como: Cambio cultural, adultos jóvenes, adolescentes, vocación y liderazgo. David y su esposa, Jill, tienen tres hijos.

Me perdieron OSPECHABA QUE NUESTRA INVESTIGACIÓN descubriría una de las razones principales de que los adultos jóvenes se desconectaran de la iglesia o se alejaran de su fe (tal vez dos o tres de ellas). Esperaba encontrar, por ejemplo, que ir a la universidad era muy perjudicial para la fe cristiana, pero resultó que ese no era el caso para la gran mayoría de estos jóvenes.

En lugar de uno o dos «grandes» problemas, descubrimos una amplia gama de perspectivas, frustraciones y desilusiones que obligaban a los jóvenes veinteañeros a desconectarse. No había una única razón que predominara en la deserción de los adultos jóvenes. Cada persona tenía su conjunto único y mundano de razones (es decir, motivos tanto profundamente personales como bastante ordinarios). Sin embargo, la cotidianidad de estas razones no las hace menos importantes o poco interesantes. Cada nómada, pródigo y exiliado de la iglesia tiene una historia personal. Y cada historia importa. Mientras exploramos las razones por las que muchos jóvenes se desconectan, ten en cuenta que nuestra investigación examina principalmente sus percepciones de las cosas que han salido mal. La investigación no es infalible y requiere una interpretación. La mayoría de las personas no están por completo conscientes de qué es exactamente lo que hace que abandonen la iglesia o la fe, y parte de nuestro trabajo como investigadores es analizar todas las respuestas y buscar los temas que surgen. De este modo, utilizamos no solo nuestra experiencia profesional, sino también nuestro discernimiento espiritual. Este es el resultado de nuestros mejores esfuerzos para identificar las razones por las que los adultos jóvenes se desconectan y contiene nuestras humildes recomendaciones de cómo el cuerpo de Cristo puede responder en amor y pensando en la misión.

IDENTIFICANDO LA DESCONEXIÓN Al analizar los resultados de nuestra investigación y las historias individuales, hemos sido capaces de identificar seis temas que capturan de forma adecuada el fenómeno global de la desconexión entre la próxima generación y la iglesia. Quiero reiterar que la gente en cada generación puede experimentar sentimientos similares. Sin embargo, la combinación de nuestro momento cultural y la discontinuidad de la próxima generación hace que estas actitudes de los adultos jóvenes sean como combustible. Muchos veinteañeros no dudan, al igual que las generaciones anteriores, en «romper la tradición espiritual» que una vez heredaron de sus padres. He aquí las razones generales que ofrecen para la deserción. Ellos encuentran que la iglesia es:

1. Sobreprotectora: Los impulsos hacia la creatividad y el compromiso cultural son algunas de las características definitivas de la generación de mosaicos que resultan más obvias. Esta nueva generación desea reinventar, volver a crear, reflexionar, así como ser emprendedores, innovadores e iniciadores de cosas nuevas. Para los mosaicos, la expresión creativa es de inestimable valor. La iglesia se considera como una asesina de la creatividad, donde correr riesgos o involucrarse en los asuntos de la cultura es un «anatema».

El desafio: ¿Cómo puede la iglesia eliminar su resistencia y dar

espacio para asumir riesgos en cuanto a la creatividad y la expresión personal, cosas tan valiosas dentro la próxima generación?

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En sus propias palabras

Porcentaje de jóvenes de 18 a 29 años que tienen un transfondo cristiano

Completamente o en su mayor parte cierto

Los cristianos demonizan todo lo que esté fuera de la iglesia

23%

La iglesia ignora los problemas del mundo real.

22%

Mi iglesia esta muy preocupada porque las películas, la música y los videojuegos son dañinos.

18%

La iglesia no les ofrece oportunidades a los artistas y las personas creativas.

13%

Estoy involucrado en causas sociales que a la iglesia no parece importarles.

23% Grupo Barna | 2011 | N=1.296

COLUMNISTA INVITADO

2. Superficial La percepción más común de las iglesias es que son aburridas. Los temas superficiales, las demasiadas pruebas y comprobaciones, las fórmulas y consignas, tienen anestesiados a muchos adultos jóvenes, dejándolos sin conciencia de la gravedad y el poder de seguir a Cristo. Muy pocos jóvenes cristianos puede conectar su fe con sus dones, habilidades y pasiones. En otras palabras, el cristianismo que han recibido no les da un sentido de «llamado». El desafio: ¿Cómo puede la iglesia fomentar una fe profunda e integral en Cristo, que abarque todos los ámbitos de la vida?

3. Anticientífica Muchos jóvenes cristianos han llegado a la conclusión de que la fe y la ciencia resultan incompatibles. Sin embargo, son conscientes del papel que la ciencia juega en el mundo en que habitan (en la medicina, la tecnología personal, los viajes, el cuidado de la naturaleza y otras áreas). Es más, la ciencia parece mucho más accesible que la iglesia; la ciencia parece darle la bienvenida a las preguntas y el escepticismo, mientras que los asuntos de fe parecen impenetrables. El desafio: ¿Cómo puede ayudar la comunidad cristiana a la próxima generación a interactuar con la ciencia de una manera positiva y hasta profética?

En sus propias palabras

Porcentaje de jóvenes de 18 a 29 años que tienen un transfondo cristiano

Completamente o en su mayor parte cierto

Parece que Dios falta en mi experiencia en la iglesia.

31% 24% 23% 23% 23% 20%

Los cristianos están demasiado seguros de que saben todas las respuestas.

35%

Las iglesian están fuera de sintonía con el mundo científico en el que vivimos.

29%

El cristianismo es anticiencia.

25% 23%

La iglesia es aburrida. La fe no es relevante para mi carrera o mis intereses. Mi iglesia no me prepara para la vida real. Mi iglesia no me ayuda a encontrar mi propósito. No se enseña la Biblia claramente o no lo suficiente.

Me siento cansado del debate creción vs evolución.

El cristianismo es anti-intelectual.

20% 18%

No quiero seguir todas las reglas de la iglesia.

25%

Quiero más libertades en la vida, y no puedo encontrarlas en la iglesia.

21%

He cometido errores y me siento juzgado en la iglesia a causa de ellos.

17%

Tengo que vivir una «doble vida» entre mi fe y la vida real.

12%

Soy sexualmente activo y como resultado estoy menos interesado en la fe.

12%

Aunque hay límites a lo que esta generación está dispuesta a aceptar, también debemos recordar que ha sido formada por una cultura que considera vital la apertura de mente, la tolerancia y la aceptación. De este modo, los reclamos del cristianismo a la exclusividad son difíciles de «vender». Ellos quieren encontrar puntos en común, incluso si eso significa restarles importancia a las diferencias reales. El desafio: ¿Cómo puede la comunidad cristiana establecer un vínculo entre la naturaleza singular y única de Cristo, y las formas radicales por medio de las cuales él buscó e incluyó a los de «afuera»?

La iglesia no está aceptando a los homosexuales.

38%

Los cristianos sienten miedo por las creencias de otras religiones.

29%

Me siento obligado a escoger entre mi fe y mis amigos. La iglesia es un club privado solo para miembros.

22% 22%

Nunca he sido aceptado genuinamente por la gente de la iglesia

14%

6. Sin posibilidad para la duda

No siento que pueda hacer las preguntas más apremiantes de mi vida en la iglesia.

36%

Tengo dudas intelectuales significativas sobre la fe.

23%

Mi fe no me ayuda con la depresión u otros problemas emocionales.

20%

Tengo o he tenido una crisis en mi vida que ha hecho que dude en mi fe.

18%

Las experiencias universitarias han hecho cuestionar mi fe.

11% 10%

4. Represiva La religión es dominante. En especial en cuanto a las costumbres sexuales. Esta ahoga la mentalidad individualista de los adultos jóvenes. Como consecuencia, se percibe a la iglesia como represiva. La sexualidad crea desafíos profundos para el desarrollo de la fe de los jóvenes. El desafio: ¿Cómo puede la iglesia contextualizar su enfoque acerca de la sexualidad y la cultura dentro de una visión más amplia de las relaciones restauradas?

5. Exclusiva:

Los jóvenes cristianos y también los cristianos antiguos afirman que la iglesia no es un lugar que les permita expresar sus dudas. Ellos no se sienten seguros admitiendo que la fe no siempre tiene sentido. Además, muchos creen que las respuestas de la iglesia para sus dudas resultan triviales y enfocadas en los hechos, como si las personas pudieran ser disuadidas de tener algún tipo de duda. El desafio: ¿Cómo puede la comunidad cristiana ayudar a esta generación a encarar sus dudas y a integrar sus preguntas a una vida de fe sólida?

El cristianismo hace cosas complejas muy sencillas.

No tengo permitido hablar sobre mis dudas en la iglesia.

Grupo Barna | 2011 | N=1.296

COLUMNISTA INVITADO

COLUMNISTA INVITADO EL GIRO HACIA LA CONEXIÓN Una vez que comenzamos a entender los problemas que la próxima generación experimenta con la iglesia y el cristianismo, nuestra segunda tarea es determinar cómo estas áreas de desconexión están desafiando a la comunidad cristiana al cambio. ¿Las luchas de la próxima generación nos obligan, de alguna forma, a cambiar nuestro pensamiento y prácticas? Si ignoramos o descartamos las experiencias y vivencias espirituales de los adultos jóvenes, podríamos correr el riesgo de perdernos un nuevo mover de Dios en nuestro tiempo. La relación espiritual entre generaciones es un tema común en las Escrituras. Como ejemplo, veamos la historia de Elí (la generación más antigua) y Samuel (la generación más joven), la cual se describe en 1 Samuel 3. Posiblemente recuerdes el episodio. En medio de la noche, Dios llama a Samuel, pero el joven profeta confunde el llamado de Dios con el de su mentor Elí en repetidas ocasiones. Al final, Elí (cuyo sueño ha sido interrumpido varias veces) instruye a su alumno a responderle a Dios: «Habla, Señor, que tu siervo escucha». Una vez escuché a un líder moderno —Jack Hayford— decir que la generación más joven necesitaba a la generación más vieja para que la ayudara a identificar la voz de Dios (al igual que Samuel recibió esa ayuda de Elí a fin de conocer que era Dios quien lo estaba llamando). Hayford también observó que ayudar de esta manera requiere que reconozcamos —como lo hizo Elí— que Dios le está hablando a las generaciones más jóvenes. Si eresun cristiano joven, esto significa que es tu turno de escuchar. Si eres un cristiano maduro, quizás es el momento de confiar de una manera más profunda en la obra de Dios dentro de la próxima generación.

24 LiderJuvenil.com

Millones de jóvenes cristianos se están desconectando de la iglesia en su transición hacia la adultez. Ellos son personas reales, no solo estadísticas, cada uno tiene una historia que contar.

COLUMNISTA INVITADO

Pedro Grauvilardell

Pedro es un argentino viviendo en Santiago de Chile. Sus amigos lo conocen como Piter. Junto a su esposa Betsy dirige la Escuela de Música y Adoración de su iglesia local. Músico. Le apasiona cocinar. Ingeniero Civil de profesión. Staff de EJ Chile.

Trabajar con adultos jóvenes: Una deuda que acumula intereses O SUELE SER FÁCIL ENCAJAR AL JOVEN ADULTO EN UN RANGO EXACTO DE EDAD, sin embargo me atrevo a definirlo como aquellos jóvenes que actualmente tienen entre 25 y 35 años (nacidos entre 1980 y 1990), Generación del Milenio o Generación y, siendo muy distintos a sus antecesores: Generación X.

ESTEREOTIPOS � Es quizás la generación con mayor nivel de estudios profesionales y con más probabilidad que sus padres de tener una mejor posición económica, además baraján entre sus posibilidades la continuidad de estudios de posgrado.

� Se enfrentan a problemas más graves que los que se enfrentaron sus padres a la misma edad: crisis económica, enfermedades venéreas, amplia brecha social, violencia y crimen, etcétera.

� Están expuestos a tomar las decisiones más radicales de su vida, en su mayoría relacionados con la formación de una familia.

� Le dan mucha importancia a las relaciones y eso se demuestra a través de las redes sociales, donde más de la mitad de los perfiles de Facebook les pertenecen.

� Traspasan la barrera de la diversidad. Algunos adultos jóvenesdisfrutan escuchar a Coldplay y The Beatles en el mismo playlist, aunque éstos sean artistas con casi cuatro décadas de diferencia.

� Amplian su red de conexión tanto en la universidad como en el trabajo, y eso les permite tener una mirada más extensa de su mundo, sometiendo todo aprendizaje en la niñez y adolescencia a nuevos criterios.

� Parecieran ser inconformistas, pero debajo de todo pelaje se encuentran jóvenes con gran conciencia social y de valores. Son apasionados. El trabajo de un líder juvenil que trabaja con adultos jóvenesdebería estar enfocado en suplir esas necesidades. Es decir, guiarlos a formar relaciones sanas y duraderas, enseñarles a tener valor para tomar las mejores decisiones, a ser buenos esposos o esposas, fieles y comprometidos y luego a ser buenos padres, y si tuviésemos padres solteros en el grupo, animarles a redoblar sus esfuerzos y equilibrar los roles.

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EL TRABAJO DE LA IGLESIA El adulto joven comúnmente no encaja en las tradiciones de la iglesia. Dado que son personas que quieren socializar, necesitan otro espacio donde logren desarrollar las capacidades aprendidas, conversar acerca de sus proyectos, y comunicar su desarrollo social, laboral y profesional, sus sueños de estudiar una segunda carrera o de comenzar un emprendimiento. Necesitan conversar y ser escuchados. El Ministerio Juvenil al trabajar con estos adultos jóvenes debería tener muy en cuenta estos estereotipos. Debido a que las necesidades son muy distintas a la de los adolescentes, la estrategia de pastoreo también debe ser distinta. ¿Por qué insistir en programas donde adolescentes y adultos jóvenes estén juntos todo el tiempo? Dependiendo del tamaño de tu congregación es recomendable pastorear a esos dos grupos con diferentes estrategias y en dos contextos distintos. Si como líderes no logramos relacionarnos sinceramente con cada adulto joven interesándonos en sus necesidades, ellos buscarán otro grupo de contención que los escuchen y entiendan. Como iglesia debemos reconocer que tenemos una deuda pendiente con el adulto joven, pero no deberíamos dejar pasar más tiempo para saldarla porque en pocos años nos enfrentaremos a la misma problemática pero con la generación que los sucede.

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Como Iglesia debemos reconocer que tenemos una deuda pendiente con el adulto joven, pero no deberíamos dejar pasar más tiempo

En la Biblia tenemos la historia del joven Timoteo. Timoteo servía a Dios codo a codo con el Apóstol Pablo, y además recibía un constante cuidado pastoral de parte de él. Sus consejos llenos de sabiduría eran muy prácticos y lo animaban a que nadie tuviera en menos su juventud y que no descuidara el don que le fue dado por profecía con la imposición de las manos del presbiterio (1 Timoteo 4:12). Pablo guíaba a Timoteo, pero de Timoteo era la gran responsabilidad de realizar un trabajo que glorificara el nombre de Dios. Tú como lider juvenil necesitas tomar este rol de Pablo con los adultos jóvenes. Guíalos, anímalos, escríbeles.

IDEAS Y SUGERENCIAS PARA TRABAJAR CON Adultos jóvenes: � Promociona el trabajo en hogares con una estructura no tan tradicional y siempre buscando la guía del Señor en su Palabra. Conversen con mucha honestidad acerca de sus vidas, sus luchas y frustraciones y sus victorias ganadas. Oren los unos por los otros.

� No temas en organizar este tipo de reuniones en otros lugares más abiertos: parques, plazas, café o restaurantes o en el bowling.

� Organiza actividades sociales como: ayudar a niños de un orfanato, visitar regularmente un asilo de ancianos o ayudar con voluntariado en tu comunidad utilizando su oficio o profesión.

� Si a alguno le gusta cocinar, organiza una noche especial con su comida favorita; el estómago siempre atrae y además se pasa un buen tiempo.

� Si las condiciones económicas te lo permiten, no te prives de ir a un buen concierto o a un encuentro deportivo.

� Motiva la preocupación constante de uno por el otro, asegúrate que ninguno quede aislado.

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Rafael Zelaya @RafaelZelaya

Rafael es pastor de jóvenes con años de experiencia. Trabaja con los adultos jóvenesen su iglesia local. Staff del equipo local de EJ Costa Rica, y es consultor en reclutamiento de recursos humanos para varias corporaciones multinacionales.

Nuevos reclutadores y reclutas A ESTRATEGIA MINISTERIAL DE JESÚS FUE MUY PARTICULAR: reclutó a un grupo de jóvenes que impactaron su mundo de tal forma que hoy seguimos sus pasos. La sociedad actual tiene una gran necesidad de reclutadores y reclutas que hagan una transformación en nuestra época. Transformación que impacte no solo el pensamiento, las relaciones, la tecnología, los estilos de vida sino también el futuro del cristianismo. He tenido la oportunidad de conversar con líderes de diferentes iglesias que desean organizar un espacio solo para los adultos jóvenes. Existen otras personas con las mismas interrogantes—y tristemente, muchos otros que ni siquiera se dan cuenta de esa necesidad. Pero, ¿por dónde empezar? Déjame sugerirte algunos puntos que puedes tomar en cuenta:

1.OBJETIVO:

¿Para qué quiero hacer algo solo para esa población? ¿Para qué los vamos a reunir? ¿Para ser un club, para hacer servicio social, para conseguirle novia a algunos? El trabajar con adultos jóvenes debe responder a una estrategia de iglesia, no a una agenda personal. Habla con los líderes de la iglesia y/o el pastor principal, y juntos definan si ese grupo es necesario en la iglesia—debería serlo. El trabajar con esa población debe ser estratégico para la congregación, y necesitan invertir en ello. En conjunto, pueden llegar a una estrategia para trabajar.

2. OBREROS:

Creo firmemente que los adultos jóvenes deben ser organizados por reclutadores matrimonios jóvenes. Los muchachos necesitan ejemplos de personas que estén más delante que ellos en las decisiones de la vida pero no tanto como para no guiarlos de manera efectiva. Personas que puedan entenderlos y ayudarlos a llevar sus luchas. Invita algunos matrimonios y desafíalos a invertir sus vidas para que se conviertan en pastores de esta generación. No te preocupes si solo son 1 o 2 matrimonios, eso es suficiente para iniciar un proceso de crecimiento. En el camino puedes incluir otros. Es también recomendable que quien esté a la cabeza del grupo sea alguien casado, eso para los adultos jóvenes es muy relevante, porque pueden verle como alguien con experiencia y podrán acudir a esa persona.

3. NECESIDADES:

Los adultos jóvenes tienen sus necesidades particulares y debes aprender a leerlas. En nuestra iglesia nos encontramos con una necesidad puntual en nuestro grupo: había un buen porcentaje de parejas de novios pensando seriamente en la siguiente etapa, el

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matrimonio. Fue entonces cuando Dios me guió a iniciar un discipulado enfocado solo para estas parejas. Nos reunimos constantemente, estudiamos la biblia y la aplicamos a temas que tienen que ver con sus relaciones; le agregamos la experiencia personal y con ello buscamos guiarlos a establecer relaciones mucho más saludables, que les permitan tener una mejor plataforma. Debes aprender a leer las necesidades de tus adultos jóvenes. Eso te dirá por cuál dirección ir.

4. CALENDARIO:

Quien no sabe para dónde va cualquier lugar puede ser su destino. Es importante plantearse metas para el grupo y que esas metas tengan actividades para lograrse. También, esas actividades deben responder a un calendario. Prepara un calendario de actividades en el cual consideres festividades locales, vacaciones, intereses particulares de los adultos jóvenes, y otras locuras que le impregnen energía a los muchachos. El calendario debe ser atractivo, dinámico, variado y agradable para participar. Ponlo por escrito, constrúyelo con el equipo de obreros, hagan una lluvia de ideas, pregunten a los muchachos, sueñen juntos y trabajen entre todos.

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5. BIBLIA:

Hacer de la biblia algo aburrido debería ser considerado un pecado. Cuando vas a la biblia puedes encontrar tantas historias, acontecimientos, personajes, situaciones, personalidades y eventos más emocionantes que El Señor de los Anillos y Matrix juntos. Un estudio bíblico aburrido responde a una persona que no estudió de verdad lo que está enseñando o gente que no tiene el don para enseñar. Te animo a que te prepares, o que animes a otros reclutadores del equipo a prepararse de manera más profunda para enseñar. Del grupo de adultos jóvenes puedes quitar las películas, los juegos, las dinámicas, pero no quites el estudio profundo de las Escrituras y la oportunidad de desarrollar relaciones sanas entre ellos. Necesitan desarrollar convicciones más fuertes fundamentadas en la persona de Jesús y Su palabra. Hay muchas formas dinámicas de estudiar la biblia (concursos, competencias, etc.) pero no permitás que solo sea cuestión de juego o diversión, sino un canal para que los adultos jóvenes vayan a la palabra y encuentren a Jesús por medio de ella.

6. PERSONALIZACIÓN:

Si algo caracterizó a Jesús fue que tuvo algunas experiencias con las masas de gente pero invirtió la mayor parte de su tiempo en algunos pocos. Pasó momentos muy significativos con un grupo más pequeño. Por amor a los muchos, Jesús se enfocó en los pocos. Que no te desvele tener un grupo inmenso. Enfócate en los pocos para que esos pocos lleguen a los muchos. Pasa tiempo con ellos, personaliza tu tiempo en sus vidas, invierte en cada uno (celebra sus cumpleaños, visítalos, vayan al cine, tómense un chocolate, invítalos a tu casa, etc.). Poder compartir con algunos de ellos momentos individuales te ayudará a impactar más y mejor sus vidas. En caso que el grupo ya sea muy grande, forma grupos pequeños que se reunan en casas, guiados por los matrimonios. Seguí el ejemplo de Jesús y la iglesia primitiva.

7. IGLESIA:

Uno de los grandes errores que cometemos algunos líderes y pastores de jóvenes es que hacemos una iglesia dentro de la iglesia. Es necesario identificar al grupo de adultos jóvenes como una parte de la iglesia: hablen de los valores que los identifican como iglesia,

compartan la declaración de misión, repítanla, memorícenla. Es súper importante que ellos asistan a las reuniones generales de iglesia, que se integren y relacionen con otros adultos maduros en la fe.

8. MISIONES:

Formar adultos con mentalidad global es un desafío. Necesitamos incentivar a los adultos jóvenes a ser la solución para una necesidad en el mundo. El cristianismo tiene que ser más que solo ir al templo, hablar con otros cristianos e ir a campamentos. Boyan Slat –holandés de 19 años— ha creado una manera de limpiar nuestros océanos del plástico que llega a convertirse en basura. Este invento tendrá un impacto mundial en los próximos años. Malala Yousafzai, joven paquistaní ganadora del premio nobel de la paz en el 2014, se ha convertido en una de las voces más influyentes en lo que respecta a la educación infantil, especialmente en países donde el extremismo religioso les quita a las mujeres ese derecho universal. Necesitamos adultos jóvenes que piensen y actúen de maneras que impacten el mundo con el mensaje de Jesús y supliendo otras necesidades reales.

9. DISCIPULADO:

Cada adulto joven debe estar siendo discipulado, y a su debido tiempo, estar discipulando a otros. Esa es la razón de ser y hacer lo que hacemos. Organiza a los muchachos y desafíalos a tener un mentor, alguien con quien estudiar la biblia y profundizar en sus conversaciones, alguien a quién rendirle cuentas. Adultos jóvenes que estén siendo discipulados difícilmente van a abandonar a Jesús. Adultos jóvenes discipulados tienen el potencial de cambiar una vida, una familia y hasta más allá. Recuerda: discipula a unos pocos por amor a los muchos. Agrega otros mentores que te ayuden en esta importante labor. Trabajar con adultos jóvenes responde a un llamado. En esa área deben estar los que realmente aman a los muchachos y tienen un don para trabajar con ellos. En la medida que seamos efectivos para trabajar con cada población, la iglesia será mejor edificada, y entonces juntos llegaremos a la madurez que queremos lograr.

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Andrés Santibañez

Andrés es esposo y padre feliz. Ingeniero en Administración y estudiante de Teología. Director Nacional de Educación en la Iglesia Pentecostal de Chile. Autor de «Peligro, Desvíos en el ministerio Juvenil» y «Didaktikos». Staff de Especialidades Juveniles Chile.

¿Joven para siempre? UANDO ALGUIEN DE 30 AÑOS DICE «nosotros los jóvenes» al interior del ministerio juvenil, casi inmediatamente es material de bromas y risa fácil para todos los adolescentes, encontrando respuestas como: «querrás decir ustedes los jóvenes»; «recuerda que te quedan horas para la jubilación»; «¿cómo tanta personalidad?». Pero más allá de las bromas, este grupo de personas que pasan la barrera de los 30 años (inclusive antes) ya son considerados como los «históricos». ¿Quién definió que la juventud se termina a determinada edad? ¿Será que la juventud está más relacionada a la acumulación de cumpleaños que a la actitud del corazón? Los líderes juveniles no deben desatender por ningún motivo a este rango de edad. No porque ya sean más independientes significa que necesitan menos orientación y acompañamiento espiritual. Las necesidades claramente son diferentes y se requieren otras estrategias para alcanzarlos en forma eficiente. Sus desafíos y complejidades de vida no son los mismos que los de los adolescentes; ellos ya no luchan con las espinillas, luchan por llevar el sustento a casa con su familia; ya no están tan preocupados por armarse un buen panorama, ahora buscan desesperadamente tiempo libre para descansar un poco; tienen mochilas mucho más grandes que antes, algunos ya llevan un matrimonio, hijos, carreras profesionales en desarrollo, estudios de postgrado, el vivo deseo de la pasión ministerial; todo eso en un torbellino de 24 horas. Así como nadie los preparó para ser adolescentes de un día para otro, nadie los preparó para convertirse en adultos con un espíritu joven. Sus desafíos son tan complejos y vinculantes que no se solucionan con una reunión de día sábado en la tarde ni con una salida de convivencia. Ellos despiertan todos los días con una realidad que es distinta pero tan o más cambiante que la que vivieron años pasados.

¡Necesitan un cuidado especial! ¿Cómo lo hacemos? Inevitablemente llegamos a la gran pregunta; si esta vida moderna trae consigo tanta demanda y exigencia, ¿cómo los ayudamos sin recargar más sus agendas? Si bien existen diferentes formas de abordar esta pregunta, la que propongo es cuestionándola desde un inicio antes de responderla ¿Se necesita más de lo mismo o cambiar (reinventar) la forma de trabajar con ellos? Las escrituras nos dan una potente señal que nos orienta de forma efectiva sobre este punto. La historia de Caleb entrega un excelente parámetro y ejemplo del cual los líderes de jóvenes deben aprender. Caleb (de 45 años) de la tribu de Judá es nominado para explorar la tierra de Canaan junto a otros once hombres. Todos llegaron después de cuarenta días con el esperado informe. Diez de ellos asustados y temerosos se quedan en los complejos detalles de la conquista, sin embargo los otros dos ( Josué y Caleb) dijeron que era posible (Números 13:30). El capítulo 14 da cuenta de la decisión de Dios en dejarlos 40 años vagando en el desierto, sin embargo con la viva promesa que estos hombres volverían a conquistar lo que vieron con sus ojos (14:24). Así pasaron todos esos años y llegó el momento de cobrar la promesa, claro que ya la edad ni las fuerzas eran las mismas, sin embargo, Caleb no dejó que sus 85 años fueran

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impedimento para tomar lo que se le había prometido, sus palabras lo dicen mejor: • «Todavía mantengo la misma fortaleza…» ( Josué 14:11) • «Dame pues la región montañosa que el Señor me prometió…» (14:12a) • «Los expulsaré de ese territorio…» (14:12b) Los líderes no deben apagar o cambiar las pasiones ministeriales de la juventud simplemente porque ya se está viviendo en otra etapa. No se debe cambiar lo bueno por lo menos malo simplemente porque ahora es «más difícil hacerlo». Te imaginas a Josué diciéndole a Caleb: «Querido amigo, Dios te entregó esa tierra pero si no la alcanzaste cuando eras joven ¿cómo crees que la alcanzarás ahora que ya eres de la tercera edad? Confórmate con vivir según la etapa de vida que te corresponde». Gracias a Dios Josué respondió correctamente: «Entonces Josué bendijo a Caleb y le dio por herencia el territorio de Hebrón» (14:13). Un líder juvenil guiado por Dios inspira y no hace las cosas más fáciles para ganar popularidad, remueve las brazas y aviva el fuego, sabe reconocer el corazón de sus dirigidos y los orienta para que escojan los caminos correctos que los llevarán a encontrar los reales propósitos que Dios ha puesto en sus vidas. Ser un adulto joven solo es señal de que se logró sobrevivir lo suficiente como para concretar los planes que Dios ha marcado en el corazón… ¿Quieres ser parte de su historia?

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CAPACITACIONES

{

as Capacitaciones Intensivles de Especialidades Juveni

POR UNA GENERACIÓN DE LÍDERES QUE SIRVEN A

JESÚS INFLUENCIANDO A LA JUVENTUD

CONFERENCIAS POR LIBRO

SUPER CURSOS

Especialidadesjuveniles.com/eventos

}

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Ricardo Vásquez

Ricardo es bachiller en teología con Maestría Pastoral con énfasis en misión urbana en FATELA. Casado con Ruth y padre de Dámaris y Moisés. Asesor Espiritual y Consejero del Equipo EJ-Chile. Fue pastor de jóvenes y adolescentes por 15 años en Chile y consejero nacional del ministerio juvenil de su iglesia a nivel nacional.

Jóvenes adultos, adultos jóvenes S UN HECHO QUE LOS JÓVENES VIVEN DISTINTOS PROCESOS Y CAMBIOS EN SU VIDA. Primero pasan de la niñez a la adolescencia, de esta etapa llegan a ser jóvenes, luego jóvenes-adultos y el salto más crítico es hacia la adultez. Todos los que hemos sido líderes de jóvenes, investigado en literatura especializada y asistido a diversas capacitaciones, hemos entendido algo fundamental que puede sintetizarse en el siguiente concepto: debemos acompañar a los adolescentes hacia la madurez. Esto es un gran desafío lleno de altos y bajos, de triunfos y derrotas, de alegrías y frustraciones, pero lleno de esperanza en lo que Dios puede hacer en cada una de estas etapas. Por otro lado, es una realidad que los líderes de ministerios juveniles sufren con estas «transiciones», las cuales son inevitables. Por más que nos esforcemos en retener a los jóvenes en nuestros ministerios locales, tarde o temprano seguirán su camino, y quizá no los tengamos nunca más a nuestro amparo. Se casarán, terminarán sus carreras universitarias, llegarán a ser profesionales, asumirán nuevos desafíos, tendrán otro tipo de problemas, lucharán con la cesantía y la incertidumbre laboral. Obviamente sentirán la presión de un mundo capitalista y quizá duden de lo que han estudiado, y querrán volver a estudiar una nueva carrera, ya sea porque no son felices o porque esa carrera no les da seguridad económica. He conocido líderes que sufren con estas transiciones y ya no quieren trabajar con adolescentes o jóvenes, porque según ellos siempre están al borde del fracaso. Los cambios que experimentan los jóvenes son muy abrumadores. ¡Esto es una realidad! Es habitual que «los números» regulen el éxito de nuestros ministerios, por eso se llega a pensar que mientras más personas asistan a nuestras actividades, o más jóvenes haya en nuestros grupos, entonces somos buenos líderes. El problema es cuando los jóvenes llegan a la etapa de adultos jóvenes y ya no quieren estar en los ministerios juveniles. No tienen el mismo interés que los adolescentes y jóvenes, entonces desisten de participar en nuestras actividades, incluso muchos ya no van a la iglesia.

ENTONCES ¿QUÉ HACEMOS COMO LÍDERES DEL MINISTERIO JUVENIL FRENTE A ESTA REALIDAD? 1. Cada líder juvenil debe, aunque le cueste, aceptar que estos cambios se presentarán siempre. Esto es evidente en la vida de nuestros jóvenes. Negarlo sería encerrarse en una burbuja que solo traerá frustraciones.

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2. Negar esa realidad producirá un estancamiento o paralización del crecimiento espiritual y social de los jóvenes. Cada etapa exige darles el alimento adecuado que les permita crecer sanamente.

3. El acompañamiento hacia la madurez involucra pre-

pararlos adecuadamente para enfrentar estos cambios. Si como líderes juveniles comenzamos a trabajar en la adolescencia con ellos, debemos prepararlos para que sirvan en la obra de Dios, y no solo para que sirvan en nuestros ministerios juveniles. Si son bien preparados, no hay duda que habrá hermosos resultados que bendecirán la iglesia donde estén, y quizás lleguen a ser grandes diáconos, líderes y pastores de jóvenes.

4. Nunca debemos olvidar que en este proceso nosotros

como líderes somos un eslabón más en esta cadena de formación. Me atrevo a decir que una parte muy relevante de la cadena, porque podemos dejarle a la iglesia adultos jóvenes desnutridos espiritualmente o sin visión de Reino. Evitemos la tentación de creer que seremos los únicos que influiremos en la vida de los jóvenes y recordemos las palabras del Apóstol Pablo en 1 Corintios 3:5-7 «A fin de cuentas, ¿quién es Apolo?, ¿quién es Pablo? Simplemente servidores, por medio de los cuales ustedes han llegado a la fe. Cada uno de nosotros hizo el trabajo que el Señor le señaló: yo sembré y Apolo regó, pero Dios es quien hizo crecer lo sembrado. De manera que ni el que siembra ni el que riega son nada, sino que Dios lo es todo, pues él es quien hace crecer lo sembrado».

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5. Las iglesias deben preocuparse de formar ministerios juveniles sólidos, que no estén centrados en las actividades o eventos, sino en las personas y sus procesos. Esto porque los eventos y actividades se terminan, pero las personas siguen su desarrollo natural.

Recuerdo que un joven me preguntó en mis primeros años de ministerio: Pastor ¿Qué soy yo para usted, un numero o una persona? Debo ser sincero, la pregunta me descolocó. Me avergonzaba decirle que era un número, una estadística más para demostrar a la iglesia que estaban llegando jóvenes al grupo. Lo reconocí y le pedí perdón. Pero fue cuando comprendí que los adolescentes y jóvenes son personas que Dios ama, que un día serán adultos. Entonces cobró mucho sentido lo que dice Pablo, yo debía sembrar, preparar a esta generación para los desafíos futuros, pero la iglesia debía comenzar a replantearse cómo seguiría el acompañamiento de los jóvenes que caminaban hacia la adultez. Creo que ahí radica el problema de la iglesia, no tenemos programas que sean parte de un proceso, que ayude a los adultos jóvenes a involucrarse naturalmente en el desarrollo de la comunidad. Debemos abrirnos a la posibilidad de crear un nuevo movimiento de adultos jóvenes que respondan a las nuevas necesidades que ellos enfrentan.

El camino que sugiero es el siguiente:

� Formar buenos líderes que entiendan su rol en cada etapa de la vida, que tengan una comprensión clara de lo que es el servicio y el discipulado.

� Establecer un plan de trabajo que comience desde la niñez, de tal manera que en cada transición los que van creciendo se sientan acompañados.

� Que los ministerios juveniles aprovechen la experiencia de los adul-

tos jóvenes para que trabajen favor de las nuevas generaciones. Lo que ellos vivieron en su adolescencia ayudará para acompañar a otros adolescentes que pueden aliviar su dolencia. Los adolescentes no tienen porqué sufrir lo que nosotros sufrimos.

� Por último, crear un espacio distinto para adultos jóvenes, sin des-

conectarlos del trabajo con el ministerio juvenil, pero un espacio que les permita sentirse acompañados.

Agradezco al Señor por permitirme acompañar durante 15 años a los adolescentes y jóvenes de la iglesia en la cual trabajo, gracias a cada uno de ellos por bendecir mi vida y porque aunque son adultos jóvenes siguen sirviendo a las nuevas generaciones.

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Marco Mayen Marco Antonio es Comunicador y Licenciado en Administración de Negocios. Fundador y Pastor de Ministerios La Luz y del Centro de Entrenamiento para Líderes CeLider en Guatemala.

¿Perdí la esperanza? lgunos asocian el esplendor de la vida con la juventud, aquella etapa de la vida donde la energía y la motivación de conquistar el mundo están en apogeo. Hasta existe aquella historia de la «fuente de la juventud» que si lo pensamos mejor nos recuerda que la juventud indefectiblemente termina. ¿Cuándo inicia el ocaso de la juventud y su esplendor? ¿Qué pasa si ya estamos en esta etapa y no hemos logrado «conquistar el mundo» y alcanzar nuestros sueños más íntimos? La sociedad ya le puso nombre a esta etapa o a la persona que la vive: adulto joven. Para algunos adultos jóvenes esta etapa puede convertirse en uno de los principales retos de su vida, ya que al sentir cómo el ocaso de su juventud inicia y no se ha logrado cumplir metas personales como el matrimonio y la familia, los sentimientos pueden guiarlos a preguntarse: «¿acaso perdí la esperanza?». Según la psicología, «perder la esperanza» o el sentimiento de «desesperanza» es un estilo atribucional que se caracteriza por una tendencia a explicar los sucesos negativos a partir de causas internas, así como a presentir consecuencias negativas. Esto conlleva a concluir que, si dichos sucesos negativos han tenido lugar, significa que algo falla en uno mismo. De hecho, es posible tener un sentido o interpretación fatalista pensando que no existe ninguna solución y que los resultados afectan todos los ámbitos de la vida; que no existe solución. Estudiosos del carácter afirman que el papel que juegan los pensamientos en los sucesos diarios de la vida llegan a definir uno de los conceptos psicológicos más importantes de los últimos años: la desesperanza aprendida. Este es un estado en el que el individuo no emite respuestas para evitar la estimulación aversiva, porque no encuentra ninguna motivación interna a escapar psicológicamente de este estado. Tal estimulación puede llevar a los individuos a perder la motivación, la esperanza de alcanzar metas y renuncia a toda posibilidad de que las circunstancias mejoren. La ciencia puede explicar a través de muchos términos técnicos el estado de un joven o una señorita que tal vez ha perdido toda esperanza de lograr muchos de los sueños que naturalmente Dios ha puesto en él y ella como casarse y formar una familia; sueños perdidos que los han situado en un estado de no poder ver más allá de un muro o unos barrotes mentales que no permiten la libertad. ¡Pero quién más que el creador de la psicología y del ser humano, para restaurar el estado emocional y psicológico, que se ha perdido por cualquier causa!

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«El ocaso de una gran esperanza es como el ocaso del sol; con ella se extingue el esplendor de nuestra vida» Henry Wadsworth Longfellow

¿Cómo restaurar la esperanza? Si la esperanza es esperar el bien, en primer lugar debo considerar lo siguiente: 1. Los planes que Dios tiene para mí siempre son de bien y para darme un futuro de esperanza, según Jeremías 29:11. 2. El efecto de su Palabra nunca pasará, según Mateo 24:35. Todo puede pasar, pero nunca su Palabra. 3. Dios está dispuesto a pelear esta batalla por mí, ya que en situaciones de miedo y desesperanza Él mismo tomará cartas en el asunto, según 2ª Crónicas 20:15 donde dice que: «esta guerra, no es de ustedes, sino de Dios» El vivir con un sentimiento de desesperanza puede provocar un estado de cautiverio, que no le permitirá al adulto joven la libertad de soñar y vivir nuevamente los buenos planes que Dios tiene. Según Ezequiel 9:8, este estado de cautiverio puede ser vencido únicamente buscando un sitio seguro: «en su santuario». No hay mejor lugar para restaurar la esperanza que la presencia de Dios donde podremos encontrar, para empezar un «respiro», un momento de descanso, para luego iniciar el proceso de restauración de una nueva esperanza. Esta nueva esperanza no será solo terrenal sino eterna, ya que proviene de Dios mismo. Busquemos ayudar a los adultos jóvenes a ser libres en Su presencia a través de renovar todos los días los pensamientos en su Palabra. Allí encontramos un descanso para nuestra alma, y Él mismo pondrá una nueva esperanza en nuestro espíritu, alma y cuerpo. Recordemos siempre lo que dice Salmos 62:5: Sólo en Dios descansa mi alma, de él viene mi esperanza.

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Hilario Mendoza @HilarioMendozaR

Hilario es entrenador en Liderazgo, Pastor, Orientador Académico en Leadership Training International. Autor del libro Reformando nuestra mentalidad financiera.

¿Cómo ayudar al adulto joven a reformar su mentalidad financiera? En el 2010 mi reclamo a Dios fue por «las bendiciones prometidas a los fieles», cuando realicé el análisis de más de 10 años de ministerio pastoral y descubrí que las bendiciones me fueron dadas día a día, mes por mes, pero no supe aprovecharlas. Reflexioné y comprendí que no tenía la mentalidad correcta para aprovechar las provisiones de Dios. Así comencé a luchar por formar en mi una mentalidad financiera efectiva, una mentalidad que permita la correcta mayordomía de los recursos asignados.

Comienza a construir riqueza paulatina, paso a paso, trazando la ruta por donde deseas caminar. Aprende a invertir, no a gastar, pues ya eso lo aprendimos «sin querer queriendo». No importa el tamaño de tu proyecto, lo valioso es el potencial de la semilla.

Si reformas tu mente lo tienes todo, pero si no, aun lo que crees tener, lo perderás. Las industrias invierten millones de dólares creándonos necesidades que solo ellos pueden satisfacer. Las plazas comerciales son paraísos en la tierra. Es de vital importancia entrenar nuestra mente. El uso correcto de nuestras capacidades mentales constituye un desafío para poder enfrentar los condicionamientos colectivos que impiden que actuemos conscientemente. Todos tenemos derecho al bienestar, y todos podemos alcanzarlo en diversos grados, pero hay muchos, incluyendo cristianos, que dejan su futuro a la suerte, a su fe. Como latinos, tenemos actitudes inadecuadas para conseguir bienestar, dando paso a la formación de la mentalidad de lotería, de lo fácil, de lo místico, de la buena y mala suerte, y no de un futuro planeado intencionalmente. Lo fácil no forma, no tiene entrenamiento en sí, carece de escuela. Si queremos una Latinoamérica próspera, tendremos que fajarnos a construirla. Nadie vendrá a crearnos bienestar, es nuestra responsabilidad. Los países desarrollados son construidos por mentalidades desarrolladas.

Descubre, identifica y potencializa tu mejor talento. Dios puso en ti diversos talentos, enfócate en

CONSEJOS BÁSICOS PARA LA ETAPA DE VIDA DE LOS ADULTOS JÓVENES: Debes construir tu proyecto de vida. Si no estás dirigiendo tu vida con

un plan orquestado, planificado, pensado y bien analizado, te aseguro que estás construyendo una pesadilla para ti y los demás, te estás comportando como un «arruina vidas».

Desarrolla una correcta mentalidad financiera solo así tendrás con-

ciencia de riqueza, sabrás el justo valor de un centavo, sabrás aprovechar las provisiones de Dios, tendrás claridad en tu mente para entender que una semilla de Dios, por pequeña que parezca, es potencialmente generadora de riquezas.

Cultiva un estilo de vida de austeridad. Warren Buffett, el segundo

hombre más rico de USA, es el modelo de austeridad por excelencia. Sin embargo, muchos de nosotros sin poseer grandes recursos económicos hemos construido un estilo de vida de ricos, insostenible, con hábitos y gustos caros. Es necesario aprender a posponer las complacencias de ciertos gustos para cuando estés posicionado y así no generes «noches amargas ni días de llantos».

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No tomes decisiones económicas basándote en sentimientos y emociones, te aseguro que no funcionará. La riqueza usa fórmulas matemáticas. Por eso requiere de análisis y de juicio.

desarrollarlos. No pierdas energías codiciando lo ajeno. Concentra esas energías en tus propios objetivos. ¡Así se materializan los sueños!

Aprende a usar las cosas, los recursos, pero NO los ames. Si logras cultivar esta actitud, tendrás tesoros

en el cielo, y usarás todo en la tierra, sin atar tu corazón a lo perecedero. ¿La pobreza es carencia de recursos económicos? ¿se trata de carencia de ideas? o ¿es una convergencia de elementos? Para mi la riqueza y la pobreza son mentales, enseñadas, aprendidas, aprehendidas, conductuales, construidas. A muchas personas les secuestraron su derecho a soñar, fueron sometidos a una realidad económica, social y mental que no eligieron, que no construyeron. Son herederos de desgracias, deudas y crisis de alto nivel. Necesitan reeducar su mente para transitar las vías del desarrollo. El ser «buenos creyentes» no nos garantiza bienestar económico. Las riquezas materiales están sujetas a principios, la mayoría de dichos principios se encuentran en la Biblia y tienen como requisito el SUDOR y la buena mayordomía. Por encima de esto, muchos se han levantado como empresarios de la fe, aprovechando la plataforma de una pobre formación financiera y las ambivalencias teológicas que en su momento histórico marque el péndulo, donde en un extremo se encuentra la llamada teología de la pobreza y en el otro la teología de la prosperidad. Y, de cara a estas realidades te encuentras tú, responsable de las actitudes que asumas o deseches frente al llamado de reformar tu mentalidad financiera.

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ELLAS

Katia Ost @Katia_tellez

Katia es junto con Timmy, directores de Especialidades Juveniles Mexico. Tiene una pasion inextinguible por ayudar a chicas de manera incansable. Dirige el movimiento llamado «Insolita», enfocado a ayudar a chicas solteras en los desafíos de la vida.

Déjalo en Visto… por un ratito UANDO ERA SOLTERA ME CONVERTÍ EN LÍDER DE JÓVENES por tres años. Fue una de las experiencias más desafiantes que he tenido, y también de las mejores lecciones en la vida. Ser líder de jóvenes no es fácil, pero ser líder de jóvenes y además soltera, conlleva más desafíos de los normales. Fue ahí donde encontré mi pasión por ser parte y ayudar en la vida de las chicas que tenía a mi cargo. En ese momento era yo quien estaba ahí para ayudarlas en la aventura de la soltería y la búsqueda del amor de su vida. Yo también atravesaba esa aventura, así que hubo momentos de caos. Ya sea que estés trabajando con chicas y quieras un poco de ayuda para saber darles buenos consejos respecto a su corazón, o que seas esa líder soltera que muchas veces necesita palabras de ánimo como me sucedió a mí; te quiero hablar de tres aprendizajes y desafíos.

El corazón no está en un estado de urgencia De las peores cosas que podemos hacer, cuando se refiere al corazón, es tomar decisiones a prisa como si solo tuviéramos esa oportunidad, porque creemos que si no la tomamos «se nos va el tren y cualquier otro tipo de transporte que se supone nos lleve a encontrar a ese hombre». He aprendido que cuando se trata de sentimientos, las cosas se toman con calma y requieren paciencia. Los planes de Dios nunca se ven retrasados por el tráfico de trenes, ni mucho menos nos da solo 5 segundos para decidir antes de que se vaya. Habacuc 2:3 dice: «Pues la visión se realizará en el tiempo señalado; marcha hacia su cumplimiento, y no dejará de cumplirse. Aunque parezca tardar, espérala; porque sin falta vendrá». Dios no se ha olvidado de ti. Solo es cuestión de disfrutar el trayecto y todo lo que con él venga. Aunque a tu parecer ya tardó demasiado, el tiempo indicado y perfecto está por llegar. Así que, cuando llegue el momento de decidir, toma tu tiempo para saber si está dentro de los planes de Dios y decidir con sensatez.

¿Qué nombre tiene tu esperanza? Recuerdo que una vez platicaba con una chica y me decía: «Decidí poner mi esperanza en «Fulanito» porque Dios sabe que él es lo que quiero». Una chica poniendo todos sus sueños, su propósito y su esperanza en el tal «Fulano» y de él dependía toda su vida. Cuando el nombre donde tienes tu esperanza deja de ser Jesús, las cosas no estarán nada bien. Cuando depositas tus sueños, anhelos y corazón en Dios, él se encarga de

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ponerlo todo en el lugar correcto. El único hombre donde vas a encontrar todo lo que necesitas es Jesús, y si tu esperanza está depositada en él, te dará más de lo que sueñas.

Saca el vestido de la cajuela Existe alguna chica que guarda el vestido de novia en la cajuela para usarlo cuando tenga alguna posibilidad con alguien, y no perder más tiempo. Suena chistoso, pero sucede más frecuentemente de lo que pensamos. Escuché a un pastor decir: «Las niñas persiguen, las mujeres se dejan perseguir» Muchas veces tomamos nosotras la iniciativa de hacer lo imposible por atraer y enamorar al chico. Nuestra función es dejarnos enamorar. El hombre fue creado con un instinto de conquista, así que les llama la atención lo que no pueden tener fácil. Les gustan los retos, sentir que alcanzaron algo más allá y que se lo merecen porque pelearon por ello. No les gusta nada regalado. Así que no tomes su lugar, porque tal vez perderá el interés rapidamente. Valora lo que eres y espera a que llegue el hombre que se esfuerce por ti, pero que no desista por estar con una de las hijas del Rey. Eres valiosa pero no inalcanzable, alguien vale lo que tu vales. Cuando dos personas igual de valiosas se unen, no solo funden sus vidas, también unen su propósito, así que espera por alguien que sume a los sueños que Dios te ha entregado y que te acerque más a cumplir tu llamado. Cuando llegue el hombre correcto, Dios te va a dar la seguridad de saber que esa es la persona indicada, siempre y cuando te tomes el tiempo de escuchar lo que Él te quiere decir. «Donde hay amor no hay miedo. Al contrario, el amor perfecto echa fuera el miedo». 1 Juan 4:18

ELLAS

OTRO HEMISFERIO

Annette Gulick @TimandAnnette

Annette ha pastoreado la juventud principalmente en los EEUU y México. Trabaja con el ministerio SEPAL. Capacita líderes a través de www.ParaLideres.org y los Institutos Especialidades Juveniles.

Reunión de adultos jóvenes: ¿oportunidad o entretiempo? «HOLA… NO TE HABÍA VISTO AQUÍ,» me dijo una chica unos años más grande que yo cuando entré al cuarto de lavar ropas en mi posgrado. Le respondí en lo que situaba mis canastas de ropa sucia junto a maquinas vacías: «Pues, solamente vengo cuando ya no tengo nada limpio para ponerme y puedo durar unos quince días». Me imagino que reía un poco cuando le explique mi estrategia para minimizar mi tiempo en el lavadero. «Increíble», respondió. «Tal vez de soltera podía haber hecho esto pero entre la ropa deportiva de mi marido y la gran cantidad de ropa sucia que producen mis dos niños, yo estoy aquí cada día».

¿De qué forma son jóvenes? � ¿Tienen todavía mucha energía? � ¿Tienen más libertad en cuanto a qué hacen

con su tiempo, sus talentos y su dinero precisamente porque no tienen pareja e hijos que dependen de ellos?

� ¿Les faltan algunos signos externos de ser un adulto, como independencia económica y un hogar propio?

Hablamos un poco más mientras pusimos nuestra ropa a lavar y después volví al departamento que compartía con otras dos estudiantes. Al encontrarme con ellas les conté del encuentro indignada. «Jamás quiero tratar a alguien así otra vez» declaré.

� ¿No demuestran la estabilidad emocional

No es que me había tratado mal. La verdad es que había sido muy amable conmigo. El problema es que su amabilidad se focalizó en pensar en cuales de los varios amigos no-casados de su marido podrían ser interesantes para mí. Ella estaba tan feliz como mujer casada, que lo que más le interesaba era ayudarme a encontrar este tipo de felicidad.

� ¿Agregamos esta palabra solamente para decir

En cambio, por mi parte, confieso que yo le sentía lastima. Mientras yo disfrutaba de estudiar y aprender, ella pasaba sus días cocinando y lavando ropa, lo que me parecía salir de la plenitud. Desde entonces, creo que me he mantenido fiel a mi convicción de no tratar a alguien que no está casada como si fuera una persona incompleta. Y aunque reconozco que esta postura puede hacerme insensible al deseo que tienen otros de encontrar a su «media naranja» y casarse con él o ella, creo que es fundamental no definir a las personas por lo que no son o no tienen (en mi caso era una pareja) e ignorar sus activos e intereses personales. Pensando en la diferencia entre enfocarse en lo que la gente es en vez de lo que le falta, surge la pregunta, ¿por qué les llamamos adultos jóvenes? ¿Es una forma indirecta de decir que alguien no está casado? ¿lo usamos para destacar características importantes? Aquí hay algunas preguntas que pueden ayudarte a evaluar la realidad de los integrantes de tu grupo.

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y madurez de «adultez» sino se comportan como «adultescentes»?

¿De qué forma son adultos? que son mayores de edad?

� ¿Viven de forma autónoma en cuanto a su

capacidad de decisión sobre sus planes y compromisos?

� ¿Tienen una situación laboral que les permite la autoadministración de los recursos?

� ¿Son responsables y dignos de la confianza? � ¿Han ganado experiencia y pericia en el ámbito laboral?

Pero, si los adultos jóvenes tienen la energía y libertad de un joven, combinado con la experiencia y responsabilidad de un adulto ¿por qué muchas veces resulta difícil encontrarle la vuelta a este ministerio? Al observar diferentes grupos de este tipo alrededor del mundo he visto que muchas de las problemáticas comunes parten de trampas que impiden que los participantes y los grupos lleguen a su plenitud.

OTRO HEMISFERIO

Si Jesús formara parte de nuestra congregación, Él estaría en el grupo de los «adultos jóvenes» y de ser así, no le imagino satisfecho con reunirse una vez por mes para un estudio bíblico y otra vez para ver una película. Problemática 1 EL GRUPO QUE NO FUNCIONA Trampa: Pretendemos suplir las necesidades de un grupo heterogéneo con un trabajo uniforme. Propuesta: Implementar una pastoral que utilice la gama completa de acercamientos educativos, es decir grupo grande, grupo pequeño, acompañamiento personal, tiempo concentrado y servicio. ¿Acaso no es, en tu ámbito, el grupo de «adultos jóvenes» uno de los grupos más variados que conoces? Algunos participantes recién salieron de la universidad y sienten su futuro como hoja en blanco para llenar. Otros están divorciados y su presente está repleto con las secuelas de su pasado. Unos están muy comprometidos con Dios y se nota una madurez forjada con años de servicio ministerial. Otros están solos porque se niegan a comprometerse, ni con una persona ni con Dios. Algunos vienen al grupo porque les cuesta relacionarse y allí han encontrado personas que se interesan por ellos. Es imposible, vuelvo a repetir, imposible, suplir las necesidades de un grupo de personas tan variadas con una simple reunión. Muchas congregaciones sienten que el grupo de adultos jóvenes no funciona, porque es así, no funciona. Queremos buenos rendimientos con una inversión mínima. Más sobre este tema: El libro y las clases animadas que se encuentran en especialidadesjuveniles.com/raices

Problemática 2 DESÁNIMO Y BAJA PARTICIPACIÓN Trampa: Visualizamos al grupo como gente estancada en un entretiempo hasta que pasen a la siguiente etapa de su vida. Propuesta: Trabajar el crecimiento personal de los integrantes por medio de mentoreo y coaching. La adolescencia es una etapa de muchos cambios y oportunidades. En cambio, cuando la gente tiene 20 y 30 años, muchas cosas en la vida se estabilizan, lo cual pude producir una sensación de estancamiento. El antídoto no es buscar cosas nuevas y diferentes, sino restaurar heridas del pasado y potenciar lo que ya tienen. En Juan capitulo 4 vemos cómo Jesús usó el diálogo uno a uno, el «mentoreo,» para ayudarle a la mujer samaritana a sanar etapas

anteriores de su historia para avanzar en su vida personal, y poder crear de su pasado una oportunidad para el futuro. El coaching es una herramienta fantástica para acompañar a personas en lo que descubren y maximizan cómo Dios los ha creado. Cuando esto pasa, en vez de ser rutinaria, la vida es una sorpresa constante. Más sobre este tema: El Modelo COACH Para Líderes Cristianos: Unas aptitudes de liderazgo eficaces para resolver problemas, alcanzar objetivos y desarrollar a otros. Keith Webb, Felix Ortiz.

Problemática 3 UN GRUPO ENSIMISMADO Trampa: Verles como simple recipientes. Propuesta: Potenciar su participación en la gran misión mundial de Dios. Como un organismo unicelular no hace mucho más que sobrevivir y flotar donde la corriente le lleva, no nos debe sorprender que los grupos de adultos jóvenes se ensimismen cuando no se visualiza como una célula en todo el cuerpo de Cristo. Si Jesús formara parte de nuestra congregación, Él estaría en el grupo de los «adultos jóvenes» y de ser así, no le imagino satisfecho con reunirse una vez por mes para un estudio bíblico y otra vez para ver una película. Sigamos su ejemplo, capacitemos y apoyemos a personas para que puedan hacer discípulos, empezando en «Jerusalén» (donde viven y están en su zona de confort), en Judea (un poco más allá que su zona de influencia diaria), «Samaria» (los lugares donde entran en contacto con gente diferente y tal vez desagradable en términos religiosos), y hasta los fines de la tierra. Más sobre este tema: Organizaciones de visión y capacitación para hacer discípulos transculturales como COMIBAM (comibam.org/ es) o Movida (movida-net.com/es) El apóstol Pablo vio a los solteros como un recurso valiosísimo de la Iglesia precisamente porque ellos pueden preocuparse de las cosas del Señor y de cómo agradarlo (1ª Corintios 7: 32-34). Me emociona pensar en lo que puede pasar si los adultos jóvenes fueran potenciados como un recurso sumamente estratégico e importante para el Reino de Dios, ya que efectivamente lo son.

OTRO HEMISFERIO

ENLACE MUSICAL

Dave Gómez @EnlaceMusical

Música cristiana en la era digital ara nadie es un misterio que la manera de distribuir y difundir las producciones musicales ha migrado desde el entorno físico al entorno virtual a una velocidad vertiginosa en la última década.

Dave es profesor de Tecnología en el Colegio Bautista de Temuco, Chile, además de Director Ejecutivo de EnlaceMusical.com, Director de KB Medios, y Gerente Técnico de SurXtremo Expediciones

Las grabadoras de casetes y los tocadiscos ya pasaron a engrosar las listas de los museos, junto a los fonógrafos y gramófonos. Si a comienzos de los ‘80s nos asombraba la claridad del sonido obtenido desde un disco compacto digital – pasando de la tecnología magnética a la óptica – hoy en día nos abruma la sobreabundancia de archivos digitales en pleno reinado de la música «en la nube», con acceso a través de Internet desde cualquier dispositivo adecuado, y desde virtualmente cualquier punto del planeta. Esto ha implicado que el enfoque del mercado musical también vaya cambiando, desde el antiguo esquema de lanzar un álbum y anunciar giras para promover la venta de discos, a la nueva norma de lanzar una gira y «viralizar» canciones para promover la venta de entradas.

Tampoco es un descubrimiento reciente que los estilos musicales van evolucionando en el tiempo y ganando admiradores de un cierto rango de edad, como también se van entremezclando entre si, dando origen a nuevas expresiones tanto regionales como internacionales. Hace unos días mi esposa buscó en YouTube algo de «música cristiana juvenil» y la lista de reproducción que encontró contenía muchas canciones de hace 5 o más años atrás, bastante lentas y conservadoras para mi gusto, pero que seguramente en su momento resultaron innovadoras o revolucionarias para quien las seleccionó.

Aunque las clasificaciones por humor/modo/ánimo son bastante inexactas, la radio en Estados Unidos y el Reino Unido – principalmente – han marcado la historia con designaciones genéricas como «CHR» (Contemporary Hit Radio) o «top 40», que corresponde al cúmulo de música más popular y aceptada socialmente a nivel universal (incluyendo estilos pop, rock, urbano, etc.), y «AC» (Adult Contemporary), que en general corresponde a la música melódica y las baladas, y que en el caso del góspel tradicional, más conservador, también se asocia con la designación «Inspo» (Inspirational). Por supuesto que hay muchas otras designaciones intermedias, variantes y transiciones que puedes conocer a través de las listas de Nielsen Soundscan o de Billboard. También la era digital nos entrega cada vez más herramientas para compartir música legalmente y cada vez son más los artistas que ponen a nuestra disposición sus contenidos basados en la fe a través de distribuidores formales y redes sociales. Esta verdadera «explosión» de nueva música cristiana disponible – en los más variados estilos musicales – es auspiciada por la gran facilidad para realizar grabaciones con equipos computacionales y micrófonos de bajo costo. Pero afortunadamente la mayoría se da cuenta de que esta fórmula sirve como primer peldaño solamente y luego es muy recomendable mejorar el nivel de producción incorporando instrumentos musicales orgánicos y nobles, procesamiento análogo en vez de digital, mezcla y masterización, todo en busca de la excelencia en el resultado. Pero en la práctica, ¿qué usos podríamos darles a las listas de reproducción en Apple Music, Spotify, SoundCloud, YouTube y otras? Se me ocurre que los equipos de adoración de las congregaciones podrían organizar su repertorio y tener allí las canciones que más tocarán, para que los músicos, cantantes, proyeccionistas y directores las repasen durante la semana. Incluso cada creyente puede aportar su gota de agua en el océano con colecciones de canciones que sirvan de alternativa a las bandas y artistas populares, usando las etiquetas (tags) adecuadas para que el usuario general se encuentre con ellas. Sin duda la creatividad ayudará a encontrar otras opciones, como también lo harán las eventuales mejoras a estos servicios por parte de los proveedores, recordando que los medios no son buenos o malos en sí mismos, sino que son simples herramientas a las que puede dárseles buen uso, idealmente.

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ENLACE MUSICAL

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BIBLIOTECAS DE IDEAS

RECURSOS PARA TU MINISTERIO Los Zorros y los Cazadores

¡Sin Quemarse!

Materiales: Pañuelos, o recortes de tela de 30 cm por 30 cm aproximadamente.

Ubica a tus jóvenes en fila y escoge una letra. Después se ponen de acuerdo si se van a nombrar ciudades, personas, objetos, verbos o simplemente palabras que empiecen con la letra selecciona. El primer jugador de la fila enciende un fósforo, lo sostiene entre sus dedos y va diciendo, en voz alta, palabras hasta que se apague el fósforo, luego sigue otro. Gana el que mayor número de palabras dijo correctamente sin quemarse.

Forma dos equipos de más de 10 personas cada uno, cuando estén listos, dentro de cada equipo se deben juntar por parejas, formando jinete y caballo, uno arriba del otro. Un equipo serán cazadores, y el otro equipo zorros. Los zorros, tendrán un pañuelo como cola en su pantalón. En un determinado tiempo, los cazadores, deberán conseguir la mayor cantidad de colas. Luego, se invertirán los papeles. Gana el equipo que haya logrado atrapar mayor número de colas en el tiempo estimado.

También puedes poner otro reto de caminar una distancia determinada y gana el que llegue con el fósforo encendido. En cualquier caso, ¡ten mucho cuidado con que nadie se lastime!

Ensalada De Frutas Para este divertido juego necesitas sillas, la cantidad depende del número de jóvenes que estén. Por ejemplo, si son 10 personas necesitas 9 sillas, siempre una menos. Para empezar debes asignar una fruta a cada participante (piña, manzana, pera, mango, etc.). Cuando ya tengan las frutas ubica las sillas en un círculo y pide que los participantes se sienten, quedando uno sin silla parado en la mitad del círculo. Cuando estén listos grita el nombre de una fruta. En ese momento todos los que tienen esa fruta asignada se deben mover hacia las sillas que están libres. Igual el participante que estaba fuera. Siempre debe quedar uno afuera. En algún momento puedes gritar «ensalada de frutas» y todos deben moverse.

Tigre, Rifle, Muro Tigre: estiran los brazos hacia arriba. Rifle: apuntan con ambas manos en forma de pistola una detrás de la otra. Muro: firme con los brazos hacia abajo pegados al cuerpo. Explica al grupo las posiciones y divide el grupo en dos. Da la indicación a ambos grupos que deben reunirse y decidir cuál posición tomarán. Cuando ya estén todos de acuerdo, ubica los grupos en fila, uno frente al otro. A la cuenta de tres, ambos grupos toman la posición que decidieron. Si un integrante hace otra posición, el punto se le asigna al otro grupo. Se suma un punto según la siguiente prioridad: muro gana al rifle, rifle gana al tigre, tigre gana al muro. Puedes acordar un puntaje máximo para definir el equipo ganador.

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La Manta Materiales: cuatro sillas y una manta o cobija. Con este juego podrás lograr que los jóvenes se conozcan de una manera muy entretenida ya que puedes escoger una característica de ellos mismos, por ejemplo el nombre, la edad, el apellido, el color favorito. Cuando elijas qué categoría usar pide a todos los participantes que digan su nombre, por ejemplo, para que todos lo recuerden. Divide el grupo en dos. Pídele a dos líderes que se paren en una silla cada uno y tomen la manta de tal manera que ningún grupo pueda ver al otro. Coloca una silla al frente de la manta a cada lado. Después pide que cada grupo escoja un participante que se sentará en la silla. A la señal de uno de los líderes se deja caer la manta y el primero en decir el nombre, en este caso, del participante del otro grupo anota un punto. La idea es que todos los jóvenes participen para poder integrarse. Siempre es bueno algún premio o reconocimiento para el equipo ganador.

Basketball Materiales: una pequeña cesta u aro de baloncesto/basketball, utilizado para niños y que se puede pegar en alguna pared o incluso en un tablero de corcho o madera. Una pelota mini de basket, si puedes conseguir más de una, ¡mejor! Pistolas de agua, silbatos, espanta suegras, linternas y todo lo que sirva para hacer ruido y estorbar. Participantes: 2 o más jovenes voluntarios. Y el resto serán los expectadores y fanáticos. Puedes iniciar diciéndoles que hoy habrá ShowTime o espectáculo, que se imaginen que están en un famoso Forum o Gimnasio para un espectacular concurso de Basketball, y tienes a los mejores jugadores de la temporada, y presentas a los participantes. Cada jugador debe tratar de encestar la mayor cantidad de veces en 30 segundos (puedes hacerlo hasta en 1 minuto, depende de cuánto tiempo tengas). La primera vez ambos judadores lo harán con el apoyo de los presentes, que te aseguro que lo incentivarán a encestar. Anota cuántos aciertos tuvo cada uno. La segunda vez cada uno intentará lo mismo pero en esta ocasión, le habrás entregado a los expectadores, las pistolas de agua, los silbatos, linternas, etc, y estos deberán estorbar y distraer a los jugadores en cada uno de sus intentos, durante el mismo tiempo que usaste la primera vez. Anota los aciertos de cada uno, que seguramente serán menos que en el primer intento. Entrégale un premio al mayor anotador.

Esta dinámica te puede ayudar a presentar una enseñanza, sobre cuál es el efecto de las distracciones, con preguntas cómo: ¿Qué pasó en el segundo intento? ¿Por qué no fueron tan efectivos como en el primer intento? ¿Qué causó que fallarán tanto en la segunda vez? ¿Cuando pudieron lograr mejor el objetivo? Llévalos a aplicar esto a nuestra vida espiritual, �� ¿cuál es nuestro objetivo?�� ¿Cuáles son las distracciones que entorpecen el lograr nuestro objetivo? ¿Quién no quiere que nosotros logremos nuestros objetivos, metas, ministerios, llamados? Haz que el grupo saque las conclusiones de la experiencia: el diablo es el padre de las distracciones y trata de entorpecer nuestra labor como cristianos, y si no las sabemos detectar, caeremos en ellas y fallaremos. Dios nos ha llamado y quiere cumplir su propósito en nosotros, y nosotros no debemos desviarnos de nuestro propósito con distracciones vanas o pecaminosas. Busca pasajes que apoyen estas conclusiones.

BIBLIOTECA DE IDEAS

LIBROS RECOMENDADOS

por Rebeca Mansilla

La misión de Dios ¿Has desempeñado alguna tarea en la que crees que te va muy bien y que puedes controlar pero repentinamente algo te detiene y te das cuenta que la manera en que la has realizado no es tan acertada y debes corregirla? Eso me sucedió algunos años atrás. Después de mucho tiempo de estar trabajando en el ministerio juvenil y aunque todo lo que realizaba era con mucho amor y pasión, creo que en algún momento sin darme cuenta, empecé a no tener muy claro el objetivo o la meta. Preguntas como: ¿por qué hago lo que hago? y ¿cuáles son las motivaciones detrás de lo que hago?, me llevaron a una auto confrontación. Justo en ese momento llegó a mis manos un excelente libro que me recordó cuál debe ser la filosofía ministerial correcta. Ese libro trataba del estudio de la misión de Dios. Al leerlo fue como despertar de nuevo, es decir, refrescó mi vida entera; me ayudó a volver al texto bíblico y así redescubrir la misión para la cual fui creada. A partir de ese suceso, inicié una serie de lecturas para entender y vivir la misión. Y todavía hay mucho por leer, aprender y desaprender. En ese proceso como aprendices, estamos tú y yo. En esta edición te recomiendo algunos de los libros más destacados acerca del estudio de la «Misión de Dios». Te animo a invertir en ellos y que disfrutes la hermosa aventura de vivir misionalmente. Si tenemos claro que debemos vivir para realizar la misión, iremos por el camino correcto.

La Misión de Dios

Descubriendo el gran mensaje de la Biblia. Christopher Wright Certeza Unida, 2006. Este excelente y sobresaliente libro te ayudará a captar el panorama completo de la misión de Dios y la manera en que cada parte de las Escrituras encuentra lugar en la extraordinaria narrativa bíblica. Esta obra enseña el enorme significado del llamado misionero de la Iglesia.

¡Vive en misión!

Juntos en la misión de Dios. Dustin Willis y Aaron Coe Editorial Mundo Hispano, 2014 Un material muy práctico y fácil de entender. De manera muy amena y apasionada los autores hacen un llamado a la acción. El punto central es que los creyentes entiendamos o recordemos que la misión no es solo para unos pocos ‘elegidos’, sino para la totalidad de la Iglesia. Un motivador material para unirnos, involucrarnos y vivir intencionalmente.

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Misión en transformación

Cambios de paradigma en la teología de la misión David Bosch Libros Desafío, 2005. Una obra magistral que compila una enorme cantidad de datos históricos y teológicos. Es una especie de enciclopedia de la teología de la misión. Este no es un libro para leer una sola vez, de hecho, es una material de referencia al que se debe acudir con frecuencia.

Ser Iglesia en la «Era del vacío» Harold Segura Mundo Hispano, 2011.

Viviendo en una época en la que predomina el individualismo, se hace fácil y cómodo olvidar el propósito de ser Iglesia, es decir, ser una comunidad que vive para desarrollar la misión. Por lo tanto, es muy importante y urgente retomar el camino para actuar de acuerdo al plan de Dios, y esto es lo que Harold Segura desea con esta publicación.

El vacío en nuestro evangelio

La transformación de la iglesia

Actualmente es tan común ver cómo muchos cristianos vivimos un evangelio mutilado, lo cual tristemente refleja acomodamiento y egocentrismo en alto grado. Pareciera que hay partes de la Biblia que nos molestan y quisiéramos borrarlas porque nos demandan acciones y responsabilidades que no queremos asumir. Este libro nos reenfoca en vivir un evangelio integral.

Una lectura amena, práctica y profunda que hace un llamado a volver a esencia original de la Iglesia; a ser una comunidad de fe, visión y misión transformadora en nuestro mundo. Te ayudará a prepararte más para la tarea tanto local como mundial de la Iglesia. Además, hace énfasis en la construcción de iglesias ‘fuertes’, que son aquellas que producen discípulos incondicionales. Refrescará tu filosofía de vida.

Cómo comprender la misión

Iglesia única.

Richard Stearns Grupo Nelson, 2011.

Samuel Escobar Certeza Unida, 2008.

Representa un desafío a no olvidar a los que diariamente se pierden sin conocer a Cristo. El autor expresa y comparte la necesidad de que los cristianos volvamos a amar la tarea misionera cruzando todo tipo de barreras con el evangelio. ¡Excelente libro!

Vida, trabajo y vocación

Una teología bíblica del quehacer cotidiano Darrow L. Miller Editorial JUCUM, 2012. Muchos cristianos creen que nuestras ocupaciones diarias como trabajo, estudios y otras actividades que realizamos, están desconectadas de la misión que Dios nos ha confiado. Y lo que es peor, algunos ni siquiera saben por qué hacen lo que hacen. ¿Has evaluado y definido tus motivaciones? ¿Has comprendido cómo tu vocación, trabajo o profesión te deben llevar al cumplimiento de la misión de Dios?

David Ruiz COMIBAM, 2006.

Cómo los líderes misionales desarrollan visión, captan la cultura y crean movimientos Will Mancini Editorial Vida, 2014. Este es uno de los materiales que ayuda a las iglesias locales a reenfocarse en la vida misional. Podría decirse que es un mapa que guía a descubrir, desarrollar y transmitir la visión única de una congregación, sin perder el enfoque en la misión de Dios.

Iglesia Centrada

Cómo ejercer un ministerio equilibrado y centrado en el evangelio en la ciudad Timothy J. Keller Editorial Vida, 2013. Es un libro sin igual, profundo y retador. Keller anima a que todo ministerio encuentre un balance en tres aspectos que abarcan toda la misión del cuerpo de Cristo: Evangelio - Ciudad - Movimiento. Este no es un libro para leer en un fin de semana, contiene conceptos teológicos profundos y reflexiones en torno a la iglesia y su misión. Si eres un líder de jóvenes que quiere ir mucho más allá, seguro deberás hacer de este, uno de tus principales textos de referencia.

LIBROS RECOMENDADOS

HECHOS EN CASA

LIBROS RECOMENDADOS DE

PARA PADRES

Padres extraordinarios

PARA JÓVENES

Vidas conectas Matías Paterlini

Mark Matlock

Uno de los mejores libros acerca de la paternidad. Matlock nos recuerda la importancia de desarrollar una cosmovisión (entender los valores y propósito de la vida) desde el lente de Dios, por medio de su Palabra. Ser padres extraordinarios no se trata de técnica ni de métodos para arreglar a los jóvenes y lograr conductas cristianas externas. Es más bien equipar a nuestros hijos a una vida comprometida con Dios, en el mundo real que los rodea. Pero todo comienza con nosotros: nuestra forma de ver la vida determina nuestra manera de vivirla. ¡Equipemos a los padres con la perspectiva de Dios y así dejarán un legado eterno en sus hijos!

PARA CLASE

Lecciones Bíblicas Creativas en Génesis

Germán Ortíz y Howard Andruejol Leer el texto bíblico como si fuera la primera vez nos ayuda a prestar atención al mensaje principal de la Biblia: quién es Dios, cuál es su plan, y qué espera de nosotros. Génesis representa las primeras escenas de esa relación eterna de Dios y el hombre; nos da a conocer desde los primeros capítulos ese carácter divino, su voluntad, y cómo hemos respondido nosotros. En este libro podrás estudiar pasajes seleccionados de Génesis y aplicarlos a la vida de los jóvenes hoy. Una herramienta para generar conversaciones acerca del propósito de Dios, el pecado, la gracia.

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Un líder de jóvenes y experto en redes sociales nos presenta el desafío que la iglesia tiene hoy frente a la Generación Conectada. Con espíritu emprendedor, Matías propone ideas que rompen la barrera del miedo y nos mueven hacía el máximo aprovechamiento de las nuevas tecnologías para el ministerio. Al mismo tiempo, advierte al liderazgo acerca de los peligros que acechan la red. Si quieres estar al día en las oportunidades, ¡no dejes de consultar esta guía!

PARA LÍDERES

Me perdieron David Kinnaman

Al salir del grupo de jóvenes, cuando llega la edad adulta, la iglesia está perdiendo a muchos creyentes. Algunos abandonan incluso la fe. ¿Cuál es el problema? ¿Es el mundo, la universidad, la independencia? Quizás esta problemática común se explica mejor al saber que muchos jóvenes tienen interrogantes que nunca fueron respondidas por la iglesia. Ellos exploran, repiensan la fe, pero lejos de la verdad. Este es un llamado de atención a los líderes para ayudar a los jóvenes a desarrollar creencias firmes. No se trata de decirles qué creer, se trata de que entiendan por qué creemos lo que creemos.

HECHOS EN CASA

CITAS CITABLES

por Alan Perdomo

«La risa, en el caso del ser humano, especialmente del ser humano urbano, es una especie de válvula de escape y de contención a lo que es la angustia de la sobrevivencia». Daniel Rabinovich

(1943-2015), humorista argentino - Les Luthiers.

«Caballeros, quiero recordarles que mis posibilidades de éxito aumentan con cada nuevo intento».

«El que quiera ser líder debe ser puente».

John Forbes Nash,

(1928-2015), matemático estadounidense.

Proverbio galés.

«Carácter firme es aquel que puede pasar sin éxitos». Ralph Waldo Emerson

(1803-1882), escritor y filósofo estadounidense.

«No me gusta estudiar. Odio estudiar. Me gusta aprender. Aprender es hermoso». Natalie Portman,

(1981-), actriz y productora estadounidense.

A veces, cuesta mucho más eliminar un solo defecto que adquirir cien virtudes. Jean de la Bruyere

(1645-1696), escritor francés.

«Todavía no se han «Todo niño tiene algo para levantado las vallas que lo que es bueno, y uno espera que lo encuentre y le digan al talento: ‘De que sea atraído hacia ello». aquí no pasarás’». Tina Fey

(1970-), actriz y escritora estadounidense.

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Ludwig Van Beethoven

(1770-1827), músico y compositor alemán.

CITAS CITABLES

por Salvador Marroquín @svdmarro

WEB RECOMEDADOS

99u Todo líder debe tener presente la importancia de mantenerse actualizado, aprendiendo e inspirado. Gracias a la etapa de la historia en la que vivimos encontramos una infinidad de recursos a través de internet que nos permiten acceder a material relevante. En 99u, encontramos uno de los mejores recursos de aprendizaje e inspiración para el líder juvenil innovador y creativo. 99u, un proyecto de Behance (compañía enfocada para «hacer que las ideas ocurran»), busca proveer a sus lectores y usuarios de artículos y vídeos con conferencias enfocadas en el liderazgo, trabajo en equipo, creatividad, innovación, manejo de proyectos, entre otros temas ideales para desarrollar tu liderazgo estratégico a otro nivel. http://99u.com

Youth Ministry Media.CA Youth Ministry Media.CA es uno de los blogs más completos para el ministerio juvenil, desarrollado por Kolby Milton, líder juvenil radicado en Canadá. Su contenido siempre fresco y actualizado con las tendencias cada vez más rápidas y fugaces, te permitirá acceder a posts relevantes en tu trabajo como líder juvenil, así como recursos, infografías de datos que a veces pasamos por alto, juegos, herramientas para redes sociales, revisión de libros y recursos gratis. Una página que debes guardar en las webs favoritas de tu navegador. http://www.youthministrymedia.ca/

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Gerardo Guerra

¿Eres líder juvenil y te gusta escribir? Envíanos tus artículos a info@liderjuvenil.com y se parte de esta Página Abierta excusiva para nuestros lectores.

Gerardo es autor del libro ‘Más que Saliva’. Le encanta escuchar y compartir buenas historias a través de la radio, su blog o tomando un café con amigos. Sigue fascinado en servir en diferentes partes del mundo. Vive junto con su esposa al sur de Taiwan y esperan su primer bebé.

Vivimos en una vitrina AS REDES SOCIALES ES EL LUGAR DONDE TODOS PUEDEN SABER DE NOSOTROS. Allí estamos expuestos a muchas miradas. Amigos con quienes alguna vez discutimos ideas y sueños que teníamos en el pasado, ahora pueden fácilmente compararlo con lo que hemos obtenido. Puede ser triste o inspirador de acuerdo a la manera como cada uno haya respondido.

Madurez no es cuánto sabes, sino cuánto de lo que sabes te ha cambiado. — Lecrae

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Es fácil mostrar una buena cara y sentarte con amigos a plantear tus opiniones en medio de la conversación. Pero cuando los demás te ven pasar por una situación difícil, observarán cómo la enfrentas y verán tus opiniones en la práctica; aquello que dijiste creer. Se evidenciará tu entereza o incongruencia.

Esto me sucedió antes de venir a servir en Taiwan. Me asusté por la respuesta que un amigo dio a una situación donde yo esperaba él respondiera mejor. Lo vi perder el control enfurecido por la equivocación de otra persona quien buscó reparar su error contra él. Mi amigo escogió perder la amistad y hacer lo posible por recuperar una cantidad de dinero que no valía la pena. Al hablarle del asunto, le pregunté si estaba enojado; su rostro lo decía todo. Hasta ese momento, él siempre había sido alguien a quien yo consideraba maduro, aunque nunca lo había visto responder ante una situación de alta tensión… hasta ese momento. En la balanza de sus intereses el bien material prevaleció por encima de la amistad, tristemente. Otros perciben nuestras acciones, ven los resultados de nuestras decisiones, evalúan cómo respondemos cuando las cosas no salen a nuestra manera, y en silencio hacen sus propias conclusiones. Nos toman en serio o ven que nuestras palabras y argumentos son como las de todos los demás. Pablo lo mencionó bien «Nuestras cartas sois vosotros, escritas en nuestros corazones, conocidas y leídas por todos los hombres.» (2 Corintios 3:2). Se nos conoce por nuestros resultados, o como dice el Maestro «Por sus frutos los conocerán» (Mateo 7:16). No importa cuánta felicidad y filtros alguien aplique a sus fotos en Instagram, cuántas obras de caridad compartamos en Facebook, versículos bíblicos en Twitter u opiniones acerca de algún tema controversial del que la mayoría está hablando. La gente a nuestro alrededor sabe quiénes somos en realidad no solo por nuestras palabras, sino por nuestras acciones. Quizás pensamos que seremos vistos como débiles o menos espirituales si compartimos con otros las batallas que estamos enfrentando y nos mostramos vulnerables, pero es sucede todo lo contrario. ¡Justamente ahí otros serán animados! Al compararse con nuestras tribulaciones verán esperanza y se sentirán, más que nunca, parte de este ejercito de hombres y mujeres que no caminan con todas las respuestas, sino que caminan en fe, creyendo sin ver, con la certeza de quién va delante de ellos. Quizás Jacob caminando frente a su hermano rico, después de aquella pelea con el ángel, no se veía muy bendecido porque cojeaba, pero iba con el favor y bendición de Dios por delante. Es un arduo trabajo ser totalmente coherentes con lo que decimos aquí en la tierra por más que nos esforcemos siempre será un arduo trabajo ser totalmente coherentes con lo que decimos aquí en la Tierra, pero podemos ser discípulos de la verdad, exfoliando nuestra piel espiritual cada día a través de la Palabra de Dios, luchando por ser luz en medio de la oscuridad, no solo al compartir imágenes con frases lindas y pensamientos de autores que no conocemos. No se trata de cuánto sabemos, sino cuánto de eso ha «Mientras más crezco, cambiado nuestra manera de vivir y tratar a los demás, al preferirlos menos escucho lo que otros por encima de nosotros mismos (Filipenses 2:3-4). Lo decía Jesús, si quieres ser el mayor sirve a los demás. Ese es el mejor perfil, el fruto dicen y más veo a lo que más enriquecedor, el que otros puedan ver nuestras vidas y sentir el hacen.» amor de Dios, no por nuestras palabras solamente, no solo a través de la vitrina de las buenas fotos y filtros, sino al saber que somos genui— Andrew Carnegie nos. Honestos en nuestras batallas, buscando ser más como Cristo.

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Mural: Krystel Sotero, artista visual

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@KrystelSotero COLUMNISTA INVITADO

David Ruiz

Jesús con los brazos abiertos Hoy vi a Jesús con los brazos abiertos, estaba en la cruz más resucitado, mostrando el dolor que ha experimentado; camino va hacia los cielos abiertos. Recuerda que estábamos todos muertos, presas de Satán y en nuestro pecado. Más Él afirma que lo ha derrotado, Y que por su sangre somos libertos. Veo aquí que Cristo está coronado, en vez de espinas, regia es su corona; viendo está hacia el mundo que ahora perdona. ¡Es a mi a quien ve el que está coronado! Dice que con su muerte me perdona Y como testigo, al mundo hoy me dona.

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David, buscando en su corazón inspiración, encontró que no hay razón para esconder que escribir es su placer. Se propuso tomar ocasión de un asalto de inspiración, para las manos poner en este sagrado deber.

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Lucas Leys @lucasleys

Lucas es el director internacional de Especialidades Juveniles y uno de los oradores y escritores más influyentes entre la juventud hispana. www.lucasleys.com

Punto final l ministerio con jóvenes representa una de las etapas críticas en la formación de carácter. Por ello prestamos atención a las necesidades fundamentales y los carriles del desarrollo en esta transición de la niñez a la adultez. Nuestro objetivo es acompañar a cada uno a la madurez, en todas las facetas de su vida. De forma clara, aunque a veces variable en edad, entendemos que un acontecimiento definitivo que marca este momento de cambio sucede en la pubertad. Comienza esa emocionante aventura, con sus distintos altibajos, avances y retrocesos. Se extiende por varios años, hasta llegar a la edad adulta. La iglesia aprendió a ponerle un comienzo a la juventud, pero no un final. ¿En qué momento consideramos que los jóvenes son ya adultos? Si no tenemos claro ese punto de inflexión, habrá consecuencias.

Un nuevo paradigma Es importante en el desarrollo humano celebrar las nuevas etapas, marcar los puntos de llegada y partida. Hasta ahora, el ministerio juvenil no ha prestado mucha atención a este punto final; a delimitar la adolescencia. Sabemos dónde comienza, pero quién sabe dónde termina. Deberíamos poder decirles «¡Hey, felicidades! ¡Ya sos todo un adulto!» con toda confianza, con todo entusiasmo, celebrando la graduación de este período. Por lo general, alguien sale del grupo de jóvenes cuando se casa, ¿cierto? Es evidente que ha comenzado una nueva época en la historia de su vida. El matrimonio nos muestra un inicio que no podemos esconder o ignorar. Es una marca, un milestone en la vida que debemos festejar. Salen del mundo del ministerio juvenil para introducirse en el de los adultos; y debemos darles la más cordial bienvenida. ¿Pero qué de aquellos que, ya siendo adultos, siguen solteros? No saben qué son. Les seguimos aceptando en el grupo de jóvenes, pero ya no lo son. Hasta ahora, les hemos permitido mantenerse en una zona indefinida, totalmente gris, incómoda, incierta. Ya no son jóvenes, no se sienten así, pero tampoco se consideran adultos, no los vemos así. Incluso, llegamos a llamarlos «adultos jóvenes» como si fueran jóvenes con un adjetivo más. Les hacemos un daño al perpetuar la adolescencia. No obstante, seamos claros: son adultos. Son totalmente adultos, aunque jóvenes de edad. Aún si son solteros o casados, los expertos nos dicen que a los 24 años alcanzamos la madurez física. El proceso madurativo del cuerpo termina a esa edad (indistintamente del convenio social, en el que algunos parecen escoger un estilo de vida adolescente quizás hasta los 30 o un poco más). A los 24, llegamos a la plenitud del desarrollo físico y somos adultos.

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La iglesia debe graduar oficialmente a nuestros jóvenes hacia el nuevo mundo que les espera. Debemos definir este punto de llegada, para dar vuelta a la página de un capítulo nuevo. A los 24, coincidentemente cuando muchos están terminando la universidad, siendo parte del mundo laboral, con nuevas responsabilidades y privilegios, es el momento oportuno para retarles: «¡Hey felicidades! ¡Ya sos todo un adulto! Compórtate como tal».

Un nuevo proceso Sin sonar despectivo, hablo de sacarlos del ministerio juvenil a los 24. Cuando no hacemos esto, les hacemos mal; perpetuamos la adolescencia. Hablo entonces de hacer una ceremonia de despedida, de graduación oficial, de haber culminado una fase para comenzar otra. Al mismo tiempo, me refiero a delimitar ese momento en el que los adultos juegan un rol distinto en el proceso de crecimiento y les ayudan a entrar a la adultez. El desafío es crear una atmósfera que abrace y de la bienvenida a estos adultos jóvenes. Los mayores, debemos incluirles, tomarles en cuenta en nuestra comunidad espiritual, tratarles como uno de nosotros. Somos compañeros de jornada y apoyo los unos de los otros. El proceso de graduación y de bienvenida será distinto de ministerio en ministerio. Cada uno deberá diseñar ese «cómo». ¿Cómo lo hacemos bien? ¿Cómo les damos la bienvenida? Eso es proceso, pero viene después de un cambio de paradigma. Mientras no podamos comunicar con determinación que a los 24 son adultos, estaremos estorbando su proceso de maduración. Así como podemos celebrar cuando un niño se vuelve joven, es menester celebrar cuando los jóvenes se vuelven adultos. Debemos crear un ritual de cambio, un acto especial y simbólico, significativo y desafiante para ayudarles a ser lo que Dios espera que sean. Las zonas grises deben terminar, hay que ponerles un punto final.

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