Cultura ciudadana en ibagué by Angela Lopera

Cultura Ciudadana en Ibagué Ensayos

Los textos presentados en esta publicación se desarrollaron en el marco de la asignatura Expresión III, del programa de Comunicación Social y Periodismo de la Universidad de Ibagué. Todos los textos partieron de un proceso de indagación sobre el tema de cultura ciudadana en Ibagué, con el fin de argumentar una postura que nos ayudara a comprender la situación en la que se encuentra la ciudad y la manera como se pueden fortalecer procesos de cultura ciudadana, empezando desde el reconocimiento de la problemática como tal. Las opiniones presentadas en los textos son responsabilidad de los autores y no comprometen a la Institución.

Partieron de un

El ensayo que se presenta como epílogo fue realizado por la docente de la asignatura. Fue socializado con los estudiantes para ayudar a la construcción del texto de cada uno. De este trabajo argumentativo surgió una columna de opinión que fue entregada a diferentes personas en la ciudad de Ibagué, de acuerdo al tema desarrollado. Al final de este trabajo dejamos consignada la experiencia en fotografías.

Tabla de contenido Movilidad y espacio público ............................................................................................ 5 Transporte público en Ibagué: La ruta 22 ................................................................................. 6 Daniela Cujer ................................................................................................................................ Fallas de los semáforos e imprudencia de los peatones ......................................................... 17 Gisela Andrea Quiroga .................................................................................................................. Convivencia ciudadana ................................................................................................. 23 La contaminación auditiva, un problema de cultura ciudadana .............................................. 24 Sebastián Rico Barreto .................................................................................................................. La calidad en la atención al público: Un tema de cultura ciudadana ....................................... 35 Lady Diane Trujillo ........................................................................................................................ Personas con discapacidad física: Tema central para fomentar la cultura ciudadana .............. 42 Diana Carolina Lara Polanco ......................................................................................................... Arte y patrimonio ......................................................................................................... 51 El oasis cultural de la décima ................................................................................................. 52 Gabriel Fernando Mondragón ...................................................................................................... Patrimonio cultural, una pieza del museo en la gran cuidad ................................................... 61 Anggie Julieth González Castrillón ................................................................................................ Medio ambiente ........................................................................................................... 70 Las basuras como obstáculos y contaminación: El caso del barrio Ambalá ............................. 71 Daniela Cleves Bastidas ................................................................................................................ Agua, elemento de vida ......................................................................................................... 79 Lorena González Moreno .............................................................................................................. Los residuos sólidos en la Universidad de Ibagué ................................................................... 86 Santiago Mejía Pascualy ............................................................................................................... Epílogo .......................................................................................................................... 92 El trato a la mujer embarazada: un tema de cultura ciudadana .............................................. 93 Angela Lopera Molano .................................................................................................................. Registro fotográfico – Columnas de opinión ................................................................ 105 ¡Había una vez un Eje Cultural de la Décima! ....................................................................... 106 Fernando Mondragón ................................................................................................................... El patrimonio cultural es de todos. La casa de Jorge Isaacs Ferrer ........................................ 107 Anggie González ............................................................................................................................ Palabras que excluyen ......................................................................................................... 108 Diana Lara .....................................................................................................................................

La contaminación auditiva, un problema de cultura ciudadana en Ibagué ............................ 108 Sebastián Rico ............................................................................................................................... ¿Y la cultura ciudadana del barrio Ambalá en la ciudad de Ibagué? ...................................... 109 Daniela Cleves ............................................................................................................................... ¿Azul, verde o gris? .............................................................................................................. 109 Santiago Mejía .............................................................................................................................. Contaminación, un problema que nos afecta a todos ........................................................... 110 Lorena González ........................................................................................................................... Fallas en los semáforos e imprudencia de los peatones ....................................................... 111 Gisela Andrea Quiroga .................................................................................................................. Caminemos seguros ............................................................................................................. 111 Daniela Varela ...............................................................................................................................

Movilidad y espacio público

Transporte público en Ibagué: La ruta 22 Daniela Cujer

Introducción La ciudad, parte fundamental del hombre, donde se han desarrollado varios aspectos de la sociedad, importantes para que se consolide desde su economía, recreación, seguridad, salud, movilidad y espacio público, entre otros. Además de crear todos estos espacios para la gente que habita allí, es necesario cuidarla a partir de una cultura ciudadana que genere conciencia, sentido de pertenencia, para que estos aspectos se mantengan, y que vivamos por la ciudad y para la ciudad. Por lo tanto, cultura ciudadana se entiende como el Conjunto de costumbres, acciones y reglas mínimas comparativas que generan sentimiento de pertenencia, facilitan la convivencia urbana y conducen al respeto del patrimonio común y al reconocimiento de los derechos y deberes ciudadanos. Consiste en coordinar y desencadenar acciones que inciden sobre la manera como los ciudadanos perciben, reconocen y usan (observación importante: no dice explícitamente “juzgan” entre ellos en tal entorno… una frase final: pertenecer a una ciudad es reconocer

contextos

cada

contexto

respetar

las

reglas

correspondientes (Bromberg, 1997, p.35). A partir de los aspectos nombrados anteriormente, me quiero enfocar en la parte de movilidad y espacio público. El transporte es fundamental, ya que lo necesitamos para ir al trabajo, a la casa, colegio, universidad o simplemente para ir algún lugar a almorzar el domingo o a mercar. Por eso se debe tener en cuenta la integridad y seguridad de las personas en los medios de transporte público, ya que se han incorporado en la ciudad de Ibagué minibuses que no acatan las normas básicas de movilidad, afectando la cultura ciudadana. Cultura Ciudadana en Ibagué 6

Mini autobús por la ciudad de Ibagué, Daniela Cujer, 23 de octubre de 2013.

El tránsito en Ibagué Para Ibagué como Vamos, la movilidad es algo que se debe organizar de una forma adecuada, aunque en esta ciudad sea distinto, existen varios transportes como en cualquier otra parte del mundo. En Ibagué se encuentran varias busetas de un tamaño no apto para las personas, las cuales no han dejado que de cierto modo la ciudad crezca. El problema se ha evidenciado, pero no se ha hecho nada para sacarlas del medio, sino que gracias a la misma gente y por motivos de afán por llegar a sus casas o porque les cogió la tarde, la siguen utilizando. Los mini autobuses son busetas de un tamaño pequeño, caben menos de 12 personas, no hay ningún tipo de silla para las personas con discapacidad y no hay ningún tipo de espacio adecuado para acomodarse. Aunque son varias rutas de la ciudad de Ibagué que utilizan este tipo de buses, me centraré en la ruta 22. Además que es una de las rutas más frecuentes en mi día a día, también he observado a varias personas que no les gusta subirse en este tipo de transporte para llegar a sus casas pero lo seguimos haciendo, me incluyo porque muchas veces lo he hecho, ya que por no pasar otra buseta prefiero montarme en ésta, que seguir esperando. De acuerdo con el programa Ibagué cómo vamos, en el año 2012 se realizaron varias encuestas donde Cultura Ciudadana en Ibagué 7

Ibagué se ubicó en el grupo de ciudades que reportaron en menor porcentaje que los tiempos de desplazamiento se incrementaron en relación al año anterior con un 30%, sin embargo, este porcentaje la ubica también muy cerca de las ciudades que evidenciaron tener mayor dificultad en este aspecto. Otro factor a tener en cuenta aquí es el estado de las vías, que si bien es un tema que puede estar más asociado a la infraestructura de la ciudad, tiene una incidencia directa sobre la movilidad de las personas. Es de resaltar que la percepción sobre el estado de las vías en términos generales es bastante disímil; mientras ciudades como Medellín alcanzan una satisfacción con sus vías del 78%, ciudades como Ibagué no superaron el 11% de satisfacción. Pero además de esto es visible una gran brecha entre las ciudades con mayores niveles de satisfacción (Medellín, Manizales, Pereira y Cartagena) y las de menor satisfacción (Bucaramanga, Cali, Valledupar, Bogotá e Ibagué (p.7).

Según estas cifras se evidencia cómo se ha dejado atrás uno de los aspectos fundamentales en la ciudad, el transporte y cómo ha generado este tipo de insatisfacción en la gente ibaguereña. En este tipo de minibuses de la ruta 22 donde algunas de las normas de la Ley Transporte Terrestre se rompen constantemente, no existe un espacio adecuado para las personas y satisfacción durante el recorrido dentro de la buseta. Como lo dice el artículo 175 “5. Mantener el vehículo en perfectas condiciones de aseo, seguridad, funcionamiento y estado de conservación interior y exterior” (Caldera, 1997). Aunque lo establece la Ley de Transporte Terrestre este artículo no es cumplido en la mayoría de los minibuses de la ruta 22, ya que la seguridad no se siente cuando se está en movimiento, no se respeta el puesto normal para una persona. Rosalbina Rojas de 57 años, cuenta su experiencia: Vive por la Ambalá y para ella es algo cotidiano subirse en esta ruta para desplazarse por la ciudad. “Siento bastante inseguridad al subirme a esta ruta, es muy pequeña y cuando el señor conductor deja subir a muchas personas uno se siente ahogado, ni se puede ver porque camino va la buseta, me subo porque es una de las únicas rutas que me

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sirve para ir donde mi hijos o cuando estoy en el centro me sirve para llegar a la casa otra vez”. Es allí cuando el ciudadano no siente satisfacción por el transporte de su ciudad, perdiendo el sentido de pertenencia, olvidándose de la cultura ciudadana. Aunque me centré en esta ruta por el tipo de mini autobús que se maneja, en la mayoría de transportes públicos de la ciudad de Ibagué se ven estos problemas, sin embargo no es tan malo como en estas busetas, ya que por su tamaño hace de un transporte incómodo, lento e inseguro. Por eso es difícil llegar a entender ¿por qué aún esta ruta sigue en el medio de transporte? cuando existen buses más adecuados o por lo menos con las normas básicas de equipamiento, y permiten tener un espacio apto para buscar un puesto y disfrutar del recorrido hasta su llegada. Autoridad y transporte La autoridad no se hace cargo de estos problemas, pues Colombia es uno de los países que más leyes y normas tiene, pero que muchas no son cumplidas. No es solo decirlo, que esta ruta afecta a la sociedad, es darse cuenta que la misma autoridad deja atrás o sin solución este tipo de problemas, que a ojos de muchos es algo insignificante, pero realmente es grave, porque afecta la integridad de las personas. En el Código Nacional de tránsito se pueden encontrar varios artículos referentes al tema. El artículo 21 numeral C10 “conducir un vehículo con una o varias puertas abiertas”. Pocas busetas cierran sus puertas, además que estos minibuses no tienen un buen equipamiento y por su cupo no sería bueno cerrar las puertas, ya que no habría ventilación en el transcurso del recorrido, además que no tiene puerta trasera, solo la de adelante para los dos usos y sin registradora, ya que su campo es muy pequeño.

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Sin reglas, Daniela Cujer, 23 de octubre de 2013.

En el mismo artículo, el numeral C27 dice que será multado quien conduzca “un vehículo cuya carga o pasajeros obstruyan la visibilidad del conductor hacia el frente, atrás o costados, o impidan el control sobre el sistema de dirección, frenos o seguridad”. Como anteriormente lo mencioné, al no cerrar las únicas puertas, se genera otro problema que es dejar gente de pie y sobre todo en la puerta donde ni siquiera hay seguridad o un espacio para estar erguido durante el camino. En las horas “pico” es donde más se evidencia este tipo de casos, la mini buseta va completa en cupos y no es de ninguna importancia para el conductor seguir metiendo gente allí parada, acurrucada, por el dinero del pasaje. Las autoridades no aparecen, o ¿dónde está la ley? No es cumplida en ningún momento, aunque no solo la culpa la tiene la autoridad, el conductor o la empresa que aún recibe este tipo de transporte para ponerlo en funcionamiento en la ciudad, sino también es de las personas que la utilizan cuando ya tiene el cupo lleno, solo por llegar a sus casas rápido no piensan en su integridad, ni seguridad. En una de las rutas 22 me encontré con Claudia Pérez usuario del servicio, que me dijo “nunca he visto que la autoridad pare un bus de transporte público por que Cultura Ciudadana en Ibagué 10

lleva gente de pie o más de lo que se estipula. Además las mismas personas han hecho que esta costumbre se vuelva parte de la cultura del ibaguereño, pues ya lo vemos normal”.

Flujo vehicular y enfermedad Por medio de encuestas y varios estudios se ha encontrado un tipo de enfermedades que se están desarrollando en el transponerte público, ya sea por su combustible o por la cantidad de personas que se acumulan dentro de las busetas: enfermedades respiratorias y cardiacas.

Congestión en la ruta 22, Daniela Cujer, 23 de octubre de 2013.

La mayoría de las personas a las que entrevisté dentro de la ruta 22, no sabían de aquellas enfermedades que se pueden desarrollar en cualquier ciudadano por el flujo vehicular. Me encontré con Juliana Cardona estudiante de Arquitectura en la Universidad de Ibagué, quien me dijo: “la verdad solo cojo la buseta de la ruta 22 por el afán de llegar a mi casa, después de salir de clase a medio día lo más importante es almorzar, no si la buseta va llena o no”. Cultura Ciudadana en Ibagué 11

Los efectos perjudiciales de la congestión recaen directamente sobre los vehículos que circulan. Pero además de los automovilistas, sufren su efecto los pasajeros del transporte colectivo, generalmente personas de ingresos menores, que no sólo se ven atrasados en sus desplazamientos, sino que a causa de la congestión ven incrementados los valores de las tarifas que pagan. Además, reciben perjuicios todos los habitantes de las urbes, en términos de deterioro de su calidad de vida en aspectos tales como mayor contaminación acústica y atmosférica, impacto negativo sobre la salud y sostenibilidad de las ciudades a largo plazo, todo lo cual hace necesario mantener la congestión bajo control (Bull, 2003, p. 13).

Aunque en Ibagué se ve poco la congestión, a comparación de Bogotá, en las horas del medio día estos mini autobuses se congestionan, ya que a la gente no le importa si va lleno o no. Es primordial mantener este control para que no ocurran accidentes o simplemente no se infrinja la ley, pero ¿con ayuda de quien? La demanda de transporte es ¨derivada¨, es decir, pocas veces los viajes se producen por un deseo intrínseco de desplazarse; generalmente, obedecen a la necesidad de acceder a los sitios en que se llevan a cabo las distintas actividades: trabajo, compras, estudio, recreación, descanso y otros, todas las cuales se realizan en lugares diferentes (Bull, 2003, p. 26).

Es cierto que la mayoría de veces el desplazamiento por la ciudad se hace por la necesidad y no por ocio. El transporte de la ciudad de Ibagué aunque no es de alta tecnología, es utilizado por la mayoría de personas para ir a los lugares que deben frecuentar más durante el día como el trabajo, casa, colegio o universidad.

Mini autobuses en otras ciudades versus transporte público en Ibagué Muchas veces creemos que nuestra ciudad es la única que no ha avanzado en tecnología y organización para el transporte en la ciudad pero algunas ciudades de otros países muestran lo ventajoso que es utilizar los mini autobuses ya que

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han sido implementados para transportar personas que viven en espacios de poco o difícil acceso. “La drástica reducción de aranceles de importación de vehículos, y una mayor liberalización en el tipo y calidad de vehículos a importar fueron factores complementarios que permitieron la expansión de la oferta, en especial de vehículos poco adaptados para el transporte colectivo. Vehículos de menores tamaños y considerablemente más baratos pudieron ser importados, tratándose en muchos casos inclusive de máquinas usadas. Vans, camionetas, jeeps, combis y microbuses fueron importados y adaptados ligeramente al transporte público, en especial en ciudades como La Paz, Lima, Quito, Bogotá, Caracas e incluso México y Buenos Aires, ingresando en muchos casos en el denominado sector informal o ilegal de esta actividad” (Figueroa, 2005).

Pequeño y complicado: ruta 22, Daniela Cujer, 23 de octubre de 2013.

Es así como varios de los buses implementados al transporte público llegaron al país. Aunque por mucho tiempo han sido utilizados para esta actividad de movilidad en varias ciudades, poco a poco las han ido sacando para la mejora del mismo, donde han llegado nuevos tipos de transporte llamado Masivo. Gracias a la implementación de estos mini buses en el transporte público de la ciudad de Cultura Ciudadana en Ibagué 13

Ibagué y en la ruta 22 el problema existe y seguirá existiendo, mientras se siga usando. Transporte masivo El transporte masivo es uno de los medios de transporte más nuevos que están instalados en varias ciudades, reemplazando a los buses. Sin embargo, aunque exista o se implemente un mejor sistema de transporte público, se siguen rompiendo las reglas y creando más congestión, “a diario, un promedio de 100.000 nuevos usuarios utilizan Transmilenio, lo cual ha generado una mayor congestión, caos en la venta de boletos y retrasos en las rutas” (Morales, 2009). El transporte masivo muestra sus falencias en la cogestión que se crea al ser una ciudad grande, ya que cantidades de personas necesitan de este transporte para trasladarse hacia sus trabajos o quehaceres diarios. Aunque hoy en día existen varios transportes masivos implementados en diferentes ciudades de Colombia,

Bogotá es una de las ciudades con mayor congestión. Es un buen ejemplo mostrar por medio de una analogía la congestión que se vive en estos dos transportes. En Bogotá con el Transmilenio y en Ibagué con el mini autobús de la ruta 22, aunque son muy distintos por su tecnología, uno porque tiene buen espacio, acata las normas de seguridad y espacio público en el mismo, el otro porque no existe espacio alguno para ubicarse cómodamente o no tiene en cuenta a personas con alguna discapacidad. Lo único que los une es la congestión que se crea en estos dos buses en ciertas horas. Según el Ministerio Público, la falta de cobertura en el servicio no es el adecuado, hecho por el cual en muchas oportunidades los usuarios resultan afectados en su integridad personal, ante lo cual le solicitó a Transmilenio S.A. tomar las medidas correspondientes para evitar la inconformidad de los pasajeros (El Espectador,2012).

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Ya que los dos fallan en montar todas las personas que quepan dentro sin importar la integridad de la persona y gracias a esto se genera otro problema que es el robo. El índice de robos en los Transmilenios es bastante El Observatorio de Seguridad de Bogotá registra primer semestre de 2011 que solo el 26 % de los encuestados considera seguro el Sistema de Transporte TransMilenio. El 69% del motivo de la inseguridad corresponde a robos, atraco, cosquilleo, ladrones y delincuentes. Durante el primer semestre del mismo año el 3% de los encuestados manifestó haber sido atacado o lesionado en TransMilenio. Históricamente en el periodo comprendido entre el 2002 y el 2007 según información suministrada por la Policía Nacional de Colombia -Metropolitana de Bogotá1, durante el mencionado periodo en los buses de TransMilenio se presentaron 116 casos entre delitos y accidentes y en las estaciones de TransMilenio se presentaron un total de 86 casos por causas similares (concejo de Bogotá, 2012).

Finalmente, al transporte público en la ciudad de Ibagué aún le falta mucho a comparación de varias ciudades de Colombia, que han progresado e implementado los nuevos vehículos articulados para el desplazamiento por las mismas, para una mayor organización y satisfacción de las personas que los utilizan. Sin embargo, se evidencian los mismos problemas que en el mini autobús de la ruta 22 de la ciudad de Ibagué, ¿acaso se ha perdido totalmente la cultura ciudadana? o ¿la sociedad no tiene claro el sentido de pertenencia por ella? Aunque no se tenga grandes tecnologías en el transporte público de Ibagué se debe cuidar y tener conciencia de que es nuestro. Bibliografía -Código nacional de tránsito terrestre (2011). Colombia: Grupo editorial Ibáñez. -Bromberg. P (1997). “¿Cultura ciudadana y los restos del gobierno urbano, o el gobierno urbano y los retos de la cultura ciudadana?”. En Rosas Martínez, D. (Ed), cultura ciudadana y gobierno urbano, (p.35).ciudad: Bogotá. Alcaldía de Bogotá. -Bull, A. (2003). Congestión de tránsito: el problema y cómo enfrentarlo. Naciones Unidas Comisión Económica El Caribe Proyecto: CEPAL.

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-Duran. J (2012) Proyecto de acuerdo 080 de 2012. Recuperado del sitio de internet http://www.alcaldiabogota.gov.co/sisjur/normas/Norma1.jsp?i=46460 -El Espectador (2012) Transmilenio nunca ha calculado demanda de pasajeros: Procuraduría. El Espectador recuperado del sitio de internet http://www.elespectador.com/noticias/bogota/transmilenio-nunca-ha-calculado-demandade-pasajeros-pr-articulo-331355 -Figueroa, O. (2005) Transporte urbano y globalización. Políticas y efectos en América Latina. Eure, 31 (94) ,41-53. -La percepción sobre calidad de vida en diez capitales de Colombia (2012). “movilidad”. Recuperado del sitio de internet de http://www.ibaguecomovamos.org/documentos/informes/ARTICULO%20COMPARATIVO. pdf -Morales, L. (2009) Transmilenio recargado. Revista semana. Recuperado del sitio de internet de http://www.semana.com/nacion/desarrollo-urbano/articulo/transmileniorecargado/100726-3 -Pérez, C. Comunicación personal, 2 de noviembre de 2013. -Pino, A. (2012) Transporte masivo en Colombia ¿en qué estamos? Revista de Logística. Recuperado del sitio de internet de http://www.revistadelogistica.com/transporte_masivo_en_colombia.asp -Rojas, R. Comunicación personal, 4 de Noviembre de 2013.

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Fallas de los semáforos e imprudencia de los peatones Gisela Andrea Quiroga

Todos, pertenecientes a una ciudad, vivimos bajo ciertas normas y leyes que debemos cumplir para un adecuado funcionamiento de la vida en sociedad. Uno de los aspectos más fundamentales y con mejor organización debe ser la movilidad y el espacio público en una ciudad. El tema de movilidad y espacio público han sido motivo de discusiones e irregularidades durante muchos años en todas las ciudades de este país. Para la ciudad de Ibagué el tema de movilidad es tertulia diaria para muchos habitantes; la inconformidad, falta de cultura ciudadana y poca tolerancia por parte de los peatones, las organizaciones encargadas del funcionamiento de la movilidad en la ciudad y los conductores, han ocasionado accidentes y muchos riesgos para la integridad física de las personas. La cultura ciudadana juega un papel muy importante en relación a este tipo de falencias de la ciudad, pues todos como ciudadanos hacemos parte principal y fundamental de ésta. Como dijo Mockus “Cultura ciudadana como política pública, en el medio urbano, es el conjunto de acciones sistemáticamente concebidas para acercar entre sí lo legalmente válido, lo moralmente válido y lo culturalmente válido” (1994). Dentro del marco de la cultura ciudadana, la movilidad es entendida como un proceso de convivencia entre conductores de vehículos y peatones, unidos por ciertos deberes y deberes, incluidos en la Ley. Teniendo en cuenta que su incumplimiento afecta la convivencia, productividad, seguridad y la calidad de vida de las personas. Para la ciudad de Ibagué una de las problemáticas principales de movilidad y espacio público es el mal funcionamiento de muchos de los semáforos. Las grandes falencias en los semáforos de vehículos y peatones han generado Cultura Ciudadana en Ibagué 17

molestias, inconformidades y preocupación por parte de los habitantes, ya que el riesgo de accidentalidad aumenta debido a las fallas que éstos presentan. Un claro ejemplo lo podemos encontrar en la “carrera Tercera con calle 13, el semáforo que da paso a los peatones mantiene siempre en verde, y se cruza con el semáforo vehicular” (Solano, 2013), esto genera desorden por parte de los afectados, más la imprudencia de peatones y conductores que hacen de esto un caos que aumenta el riesgo de accidentes. Ibagué no es la única ciudad que presenta estas anomalías, también se encuentra un ejemplo en la ciudad de Bogotá. El 14 de agosto del presente año la Contraloría presentó un informe que evidenciaba las múltiples fallas en el sistema de semáforos de esta ciudad. El informe decía que se realizó una auditoria física a 383 intersecciones semaforizadas de las cuales el promedio de las fallas fue del 89%, lo que genera más caos vehicular, crecen los trancones y se aumenta el riesgo de accidentalidad. Regresando a la ciudad de Ibagué, muchas zonas se ven afectadas por estas falencias, una de ellas es debido al mal funcionamiento del semáforo ubicado en el Caí Ambalá. Éste, principalmente, afecta a los estudiantes de la Universidad de Ibagué, debido al poco tiempo que dura y al mal uso que le dan los peatones y conductores. La falla principal de esta zona se encuentra en el semáforo de los peatones, pues éste tan solo dura dieciocho segundos en verde para la movilidad de los peatones de un lado de la avenida hacia el otro; siempre se ven las personas corriendo para tratar de cruzar sin antes ser atropellados. A diario la vida de muchas personas, principalmente de estudiantes de la Universidad de Ibagué, se ve expuesta debido a que los semáforos ubicados en este lugar no fueron programados de manera correcta y estos afectan a transeúntes y conductores. Cabe resaltar la imprudencia de conductores al no detenerse cuando el semáforo se encuentra en rojo y de los peatones al cruzar apresuradamente cuando los carros pasan a toda velocidad, teniendo éstos el semáforo en verde. Lo anterior evidencia la poca cultura ciudadana e inteligencia vial que tienen las personas de esta ciudad. Cultura Ciudadana en Ibagué 18

Peatones y conductores imprudentes. Gisela Andrea Quiroga. Septiembre 11, 2013.

Según estadísticas brindadas por la Secretaría de Tránsito de Bogotá, 1.740 personas resultaron heridas y 148 fallecieron por imprudencia al cruzar las calles estando los semáforos en verde. En promedio a diario se registran de 2 a 3 muertes en los accidentes, de las cuales el 70% son responsabilidad de los conductores y el 30% de los peatones. Otras estadísticas dadas por el ministro de Transportes y Comunicaciones, Carlos Paredes, informó que del total de accidentes de tránsito que ocurren en el país, el 95% se concentran en vías urbanas y que más del 85% de los accidentes de tránsito se dan por negligencia del conductor o el peatón. Estas cifras nos evidencian que la falta de conciencia y de cultura ciudadana de los habitantes de una ciudad, sumada a las fallas de los semáforos, hacen de esto una grave problemática, pues no se muestra mejoría ni avances en el aspecto de movilidad de un país entero. La estudiante del programa arquitectura, María Alejandra Muñoz en una entrevista realizada el día 15 de octubre de 2013 en las horas del mediodía, nos cuenta que se siente muy afectada debido al mal funcionamiento que hay en los semáforos que a diario tiene que utilizar, dice que en varias ocasiones ha cruzado estas calles corriendo y sus materiales de estudio se le han caído. Opina que como afectados principales se deberían realizar cartas con quejas para que el problema sea solucionado y no pase a mayores.

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Peatones apresurados. Gisela Quiroga. Septiembre 11, 2013.

Otra estudiante entrevistada fue Paula Rivera perteneciente al programa de Psicología, nos dice que muchas veces ha visto su vida en peligro porque cruza apresuradamente de un lado a otro y se suma que los conductores son muy imprudentes. Pero también reconoce que en muchas ocasiones por el afán, cruza estando el semáforo de los peatones en rojo. También fueron realizadas entrevistas a los conductores, uno de ellos fue Daniel Toloza, quien nos contó que a diario cruza por este lugar y que se asombra de la imprudencia por parte de los peatones, critica el mal funcionamiento de estos semáforos, es consciente del problema, pero asume que ha sido imprudente en varias ocasiones y que los ciudadanos tienen un grave problema de cultura ciudadana. El conductor Yuri Rodríguez dijo que usa frecuentemente estas calles por su trabajo, que ha detectado la problemática de los semáforos para peatones y conductores, pero se considera un buen ciudadano que respeta todas las normas y a los transeúntes. Comparte que debido a un parte le tocó realizar unos cursos y eso mejoró en un 100% su sentido de cultura ciudadana. Cultura Ciudadana en Ibagué 20

Se refleja que la comunidad más afectada por esta problemática de movilidad son los estudiantes de la Universidad de Ibagué, pero estos simplemente saben lo que ocurre, más no toman medidas para comenzar a hacer conciencia y generar un cambio en estos aspectos de la ciudad.

Las autoridades dando mal ejemplo. Gisela Quiroga. Septiembre 11, 2013.

Se puede evidenciar por las entrevistas realizadas que la mayoría de los ciudadanos son conscientes de la problemática y asumen que carecen de cultura ciudadana. Las primeras personas que deberían brindar ejemplo son las autoridades que se supone son las encargadas del buen funcionamiento de la sociedad, pero por el contrario vemos que ellos son los primeros en irrespetar las normas de tránsito para los peatones. Las entidades encargadas del adecuado funcionamiento de los semáforos en la ciudad de Ibagué deberían estar al tanto de estas situaciones y tomar cartas sobre el asunto, para así mismo evitar los accidentes y proteger la integridad de las personas y así brindarles una mejor calidad de vida. Los ciudadanos también deben ser conscientes de esta problemática y así mismo comenzar a forjar cultura ciudadana propia, para que poco a poco la imprudencia Cultura Ciudadana en Ibagué 21

que existe en los conductores y peatones vaya disminuyendo con el tiempo, evitando así cualquier tipo de caos o accidentalidad en las calles de Ibagué.

Bibliografía -El Comercio. (2013, Octubre, 22). Cifras oficiales: 85% de accidentes de tránsito son por negligencia. El comercio. Recuperado de: http://elcomercio.pe/actualidad/1645666/noticia-cifras-oficiales-85-accidentes-transito-sonnegligencia -El Espectador (2013, Agosto, 14). Respuestas por las fallas en los semáforos. El Espectador. Recuperado de: http://m.elespectador.com/impreso/bogota/articuloimpresorespuesta-fallas-los-semaforos -El País. (2013, Octubre, 23). Alarma por cifra de peatones muertos. El País. Recuperado de: http://historico.elpais.com.co/paisonline/notas/Febrero202006/B120N1.html -Solano, F. (2013, septiembre, 11). “Semáforo loco. A la luz pública”. Recuperado de: http://www.alaluzpublica.com/index.php/noticias/2017-semaforo-loco

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Convivencia ciudadana

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La contaminación auditiva, un problema de cultura ciudadana Sebastián Rico Barreto

Introducción La contaminación auditiva es un problema que se hace sentir de forma generalizada en la sociedad. Se genera debido a la abundancia de sonido cuando los seres humanos ejecutan sus acciones cotidianas, afectando la salud y el bienestar de los ciudadanos. Si no se trata con el debido cuidado esta problemática, exactamente en el campo de estudio que sería en este caso la carrera Tercera del centro de la ciudad de Ibagué, puede llegar a ocasionar enfermedades relacionadas precisamente con la parte de la audición y crear dificultad para las personas que transitan a menudo por este sector. Muchas personas no toman en serio el problema del ruido para mejorar la calidad de vida de la ciudad, simplemente porque creen que eso solo afecta a unos cuantos y que los demás están exentos. Desde un principio a los pobladores de la ciudad no les hicieron esa acentuación en conceptos de gran importancia como el de la cultura ciudadana, por ende, probablemente realizarán una simple y llana interpretación del mismo. Según Paul Bromberg en la revista Antípoda publicada por la Universidad de los Andes la cultura ciudadana se define como: Una serie de instrumentos gubernamentales que serían sistemáticamente empleados para inducir campos en comportamientos colectivos, estos incluyen dispositivos pedagógicos, intervenciones especiales, acciones comunicativas, símbolos y nuevos arreglos institucionales (2003, p.4).

La ciudad de Ibagué debe tomar como prioridad llegar a tener una vida cercana a la perfección. Enfocándonos hacia la parte de la contaminación auditiva, debemos tener conciencia de modular los ruidos, porque pasar por este sector y saturarse Cultura Ciudadana en Ibagué 24

con el sonido en altos niveles es totalmente desagradable, fuera de eso, es necesario aplicar a diario las palabras de Paul Bromberg, porque de no ser así se puede hallar una crisis social donde predomine el individualismo.

Ruido humano, Sebastián Rico, noviembre 6, 2013.

Antes de profundizar en la temática a tratar, debemos tener en cuenta las causas por las que se crea la contaminación auditiva, esa misma que genera un ambiente bastante tedioso en el diario vivir. Al hablar de causas podríamos comenzar con la planeación de la ciudad o el tipo de ordenamiento de ésta, que no se hace con eficiencia. A la hora de examinar con exactitud la planeación, toca ser precavido exactamente con la parte del orden del suelo, que se debe hacer razonadamente, teniendo en cuenta que no quede cerca a algún tipo de industria o zona comercial, porque esto aumenta y afecta ese ambiente sonoro, más que todo en sectores residenciales. Aunque la carrera Tercera de la ciudad de Ibagué, ya no es una zona residencial, aún existen personas que habitan en el lugar.

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Respecto a la parte vial hay una falla importante que también afecta a la sociedad con la parte auditiva, y esa se puede ver cuando están realizando el trazado de las redes viales, que pasan muy cerca de las zonas residenciales y hacen que el ruido se multiplique masivamente, esto puede provocar un cambio instantáneamente emocional en las personas que habitan allí, por eso se sugiere crear caminos alternos.

Ambiente sonoro, Sebastián Rico, octubre 23, 2013.

En lo relacionado a las edificaciones, la contaminación auditiva es causada porque a la hora de realizar cualquier tipo de construcción no ponen en acción las Ordenanzas y Normas Tecnológicas de Edificación, estas normas permiten que se produzca un tipo de retiro acústico y se logra gracias a los muros de cerramiento que se construyen de acuerdo al fin que se le dé al inmueble. Los pocos espacios entre un local y otro también influyen dentro de este parámetro, porque diariamente se presentan actividades donde el ruido que se origina en la carrera Cultura Ciudadana en Ibagué 26

Tercera es incontrolable. Muchos dueños de estos lugares creen que no están haciendo ningún tipo de daño, que todo se maneja moderadamente, lo que ellos no han entendido es que ese ruido que se propaga en verdad se extralimita. Mirándolo desde un punto de vista de las fuentes sonoras (parlantes, equipos de sonido, etc.) son una de las causas principales en originar este problema de cultura ciudadana; es necesario saber sobre el volumen moderado al que puede llegar cada instrumento en relación con el lugar donde se quiera poner, quitando elementos que permitan que el sonido se multiplique afectando a las personas. Los decibeles son el sistema de medición del sonido y es importante saber que si se superan los 60 decibeles, los ruidos son realmente dolorosos. En el ser humano las largas exposiciones al ruido generan migraña, problemas auditivos y estrés, entre otras cosas, a continuación presento los niveles de ruido y sus efectos: Tabla 1. Los niveles de ruido y sus efectos. Decibeles

Características

130

Es el nivel percibido a unos 10 metros de distancia de un avión, el ruido es absolutamente insoportable y doloroso. Se hace muy peligroso y se necesita protección del oído. Este ruido es emitido por el reactor de un avión volando a 50 metros. Resultan peligrosos y muy molestos. Son habituales en discotecas y conciertos de rock. Representa un ambiente ruidoso y resulta peligroso si la exposición se produce por largo tiempo. Corresponde a ambientes bastante ruidosos, como el de una calle con tránsito intenso. Suponen un ambiente ruidoso como en el interior de un tren o coche.

120 110 90 80 70 60 50

Equivale a un ambiente poco ruidoso y es el nivel habitual de sonido de la voz en una conversación normal. Representa un ambiente tranquilo aunque todavía interfieren en el sueño, es el nivel habitual en una sala de estudio.

Ambientes calmados y admisibles para el sueño.

Menor o =

Ambiente silencioso.

a 30 Tomado de: Lado B.com.mx

Cultura Ciudadana en Ibagué 27

El informe de Calidad de Vida 2009-2010, realizó un estudio comparativo entre los lugares de mayor propagación de ruido en la ciudad de Ibagué y en Bucaramanga, a continuación presentamos los resultados que se obtuvieron en la ciudad de Ibagué: Tabla 2: Informe calidad de vida 2009-2010. Eje vial

Descripción

Cra. 5 entre la calle 36 y 42 (en ambos sentidos) Calle 15 entre Cra. 3 y 1 (en ambos sentidos) Calle 15 entre Cra. 3 y 5 (en ambos sentidos)

Exposición a niveles

Observaciones

75%

Generado en su mayoría por fuentes móviles (vehículos).

81%

Mayor contaminación en las horas de la tarde.

87,7%

4 La Universidad de Ibagué

72,6%

La Universidad del Tolima

58,7%

Alrededor de Multicentro (en ambos sentidos)

67,5%

5 6

Mayor número de casos de Hipoacusia. Generado en su mayoría por fuentes fijas. Generado en su mayoría por fuentes fijas. Generado en su mayoría por fuentes móviles (vehículos)

Tomado de: Ibagué como vamos año 2010.

Al realizar una analogía entre la ciudad de Ibagué y la ciudad de Bucaramanga se puede llegar a la conclusión que la exposición a los niveles de ruido se dan en altos porcentajes, cuando me refiero a altos porcentajes hablo exactamente en la efectividad de la aparición del ruido y se da en sitios claves de ambas ciudades. Lugares muy frecuentados, a los que acudimos a diario. Además de esta información se le realizó una entrevista a cinco personas que transitan constantemente por la carrera Tercera. La primera pregunta que se les planteó fue sobre la molestia que experimenta por el exceso de ruido de la carrera Tercera. Para Arbey Martínez, “los niveles de sonido son aturdidores y perturban mi tranquilidad como transeúnte”. María Ramírez dijo que, “no me molesta el ruido Cultura Ciudadana en Ibagué 28

porque es lo mínimo que esperar al salir a un sitio lleno de personas y negocios”. Andrea Saganome respondió lo siguiente, “El ruido no me afecta ni me molesta cuando es producido por los vendedores ambulantes, que son quienes están trabajando y luchándola para que no les quiten la mercancía y lo puedan hacer libremente por el sector correspondiente a la carrera tercera”. Giovanny Saavedra opinó que, “la verdad me estresa demasiado tanto grito y tantos pitos”. Y Cristian Lesmes declaró, “El ruido que se presenta en la tercera debido no solo al caos vehicular sino también a los vendedores ambulantes y demás, es molesto para mí porque ocasiona distracciones que interrumpen mi paso por este lugar”.

Incomodidad al transeúnte, Sebastián Rico, noviembre 6, 2013.

La segunda pregunta que se les planteó trata sobre cuál sería la solución a este problema. Para María Ramírez, “es necesario pedirle a las personas mediante campañas de concientización guarden silencio en espacio público, pero también que sean tolerantes, que expliquen las consecuencias de la contaminación Cultura Ciudadana en Ibagué 29

auditiva”. Arbey Martínez manifestó, “más control por parte de las autoridades competentes para que este fenómeno que nos afecta físicamente no se siga dando. Giovanny Saavedra declaró que, “hay que educar a las personas que muchas veces no saben que tanto ruido los puede dejar sordos”. Cristian Lesmes respondió, “es un problema grave, al que se le podría dar no del todo una solución, ya que esta contaminación se presenta siempre. Pero se podrían crear estrategias llamativas para la sociedad. La tercera y última pregunta fue sobre el conocimiento que tienen acerca de algún proyecto que tenga la Alcaldía de Ibagué en relación con el tema. Cristian Lesmes dijo que “no existe un proyecto o programa que se ocupe de dicha problemática”. Giovanny Saavedra dijo que, “la verdad no, pero sería bueno que lo hicieran para que la ciudad mejorara. Andrea Saganome opinó que “como ciudadanos no sabemos de ningún proyecto”. Arbey Martínez declaró: “no tengo ni la más mínima idea”.

Daño al ser humano, Sebastián Rico, noviembre 6, 2013.

Cultura Ciudadana en Ibagué 30

Posteriormente se entrevistaron a las personas que propagan el ruido por la carrera tercera de la ciudad de Ibagué, cabe resaltar que no dieron sus nombres por temor a perder el empleo o por evitar problemas con los almacenes donde trabajan. La primera pregunta que se planteó fue sobre el ruido: ¿usted cree que entre más ruido haga más vende? Todos los vendedores coincidieron en lo mismo con frases como: “sí, porque llama la atención del cliente, así les moleste”; “sí, así se vende más”; “sí, el ruido atrae igual que el poder de la palabra”; “sí porque la gente se entera de los productos” y “sí, se logra vender más rápido la mercancía”. La segunda pregunta se enfocó en las quejas que han recibido sobre el exceso de ruido. Tres de los cinco entrevistados respondieron que habían recibido quejas, especialmente de los residentes del sector y de personas de la tercera edad. Por último se realizó una tercera pregunta en la que se planteó el problema del exceso de ruido como causante principal de un problema auditivo. Las respuestas de los vendedores fueron: “sí, pero lo hago por el trabajo”; “sí, tanto ruido afecta pero toca aprender a manejarlo”; “sí, tanto ruido puede dejar sordo a cualquiera”; “sí, pero antes toca acudir a la policía ambiental para regular el sonido” y para cerrar las entrevistas, el último vendedor contestó, “no, porque las personas se acostumbran con el tiempo”. Los sonidos con gran intensidad que nuestro oído logra captar, hacen que nuestro sentido pierda esa efectividad mucho antes de lo debido, se puede tomar como ejemplo la sordera, la cual provoca problemas digestivos, hipertensión, síntomas de depresión y en algunos casos la pérdida del apetito sexual, que desde mi perspectiva da como consecuencia que la calidad de vida cada vez sea más deplorable. El problema de contaminación auditiva se va incrementando de manera incesante con el pasar de los días, la gente no lo nota, muchos seres humanos creen que a lo mejor somos perfectos, y cuando me refiero a perfectos hago un breve énfasis en la parte de los sentidos, que a lo mejor pensarán las personas que nunca les va

Cultura Ciudadana en Ibagué 31

a llegar a pasar nada, pero el hecho de convivir con el ruido no quiere decir que nos salvemos de esta problemática. Al caminar por nuestras calles y mirar de manera detallada e interpretando la situación, cabe destacar algunos ejemplos del problema de cultura ciudadana que se han estado tratando a lo largo de este escrito y que se presentan constantemente en la carrera Tercera como lo son el motor de los medios de transporte, el pito de los carros particulares o del transporte público al medio día, las construcciones que se realizan, altavoces que son utilizados en almacenes como Vendemás, Surtitodo y Panty Jeans, sin olvidar que los vendedores ambulantes gritan para dar a conocer sus productos a los transeúntes. Para este tipo de casos, puntualmente refiriéndome a la problemática de la contaminación auditiva, existen sentencias y proyectos de ley que permiten establecer un manejo moderado de los ruidos y las consecuencias de hacer caso omiso a éstas. La información que presentaré a continuación nos explicará a fondo lo mencionado anteriormente. La sentencia T-154/13 se basa en las principales prevenciones para tener una calidad de vida bastante alta y bienestar general, pero teniendo como prioridad lo que tiene que ver con la contaminación auditiva y ambiental. En dicha Sentencia se lee: Ante la realización por una empresa o entidad de una actividad económica que pueda producir contaminación del ambiente, resultando ineficaces o insuficientes los controles que por ella misma corresponde implantar, al igual que aquellos radicados en las autoridades competentes para mantener las condiciones básicas ambientales que permitan preservar la calidad de vida y proporcionar un bienestar general, se vulnera el derecho fundamental a la intimidad personal y familiar de quienes resulten afectados por la contaminación en distintas formas, más notoriamente la auditiva y la paisajística en esa perturbación contra la intimidad (Corte Constitucional de Colombia).

El proyecto de ley 40 de 2008 “mediante el cual se adoptan medidas para controlar, vigilar y reducir todo tipo de contaminación acústica en el territorio colombiano”, tiene como prioridad la nivelación de los niveles acústicos por parte Cultura Ciudadana en Ibagué 32

de entidades como el Gobierno Nacional y ministerios de la República de Colombia, en caso de no acatar reglas las autoridades tienen derecho a sancionar. La resolución 0627 de abril 7 de 2006 nos informa sobre el manejo del ruido normal, de ruido ambiental y los horarios permitidos de acuerdo a requerimientos de salud, quien se encarga de ejecutar esto es el Ministerio del Medio Ambiente. Para finalizar, es importante decir que muchas personas no se dan cuenta del daño que pueden estar causando a un sentido tan importante para el ser humano como lo es el de la audición y todo por esa exposición tan desmedida ante el ruido. En la carrera Tercera muchos comerciantes y vendedores ambulantes que se ganan la vida a diario, se exponen desmesuradamente a la propagación del ruido, no tienen en cuenta que este tipo de cosas puede ser perjudiciales para la salud, deteriorando permanentemente el oído externo, oído medio y el oído interno. Cuando el ruido llega a tener un papel importante, se puede apreciar que el daño que provoca se ve desde el niño pequeño que vende cosas por orden de sus padres o simplemente que permanece a menudo por este sector hasta el adulto que muchas veces con pitos, equipos de sonido, grabadoras y micrófonos trata de atraer al público para un mejor rendimiento en el comercio. Para aplicar las normas que generen concientización en las personas, problemática de cultura ciudadana que afecta no solamente a Ibagué sino a todo el país, es necesario informar detalladamente sobre los decibeles que se deben manejar de acuerdo a los espacios en las horas del día y de la noche, solo de esta manera se puede contribuir a la disminución del porcentaje de pérdida de la audición con el paso del tiempo. Aunque en los locales comerciales y sectores cercanos que emitan ruido excesivo no tienen ese control, porque los decibeles que se manejan en ellos superan los Cultura Ciudadana en Ibagué 33

rangos de normalidad y esto a la hora de la verdad causa preocupación porque la gente permanece muy seguido, y ahí es donde comienza a generarse de nuevo la contaminación sonora y sus consecuencias auditivas. Bibliografía -Alonso, A. (2003). “Contaminación acústica y salud”. Observatorio medioambiental, volumen 6,75-76. -Arellano, M. (2013, Abril, 08). ¡Bájale!, el ruido también contamina. Lado B. Recuperado de: http://ladobe.com.mx/2013/04/bajale-el-ruido-tambien-contamina/ -Celis, T. (2012, Noviembre, 02). Cabecera no aguanta tanto ruido. Revista Gente de Cabecera, (11), p.7. -Congreso de la República. (2008). Proyecto de ley 40 de 2008. Recuperado de: http://www.senado.gov.co/ -Consejo Colombiano de Seguridad. (2006). Resolución 0627 de abril 7 de 2006. Recuperado de: http://www.consejocolombianodeseguridad.org.co/doc_static/eventos/cssa/mc_39cssa/arc hivos/trabajos/seguridad/Presentacionnormaruido.pdf -Corte constitucional. (2013). Sentencia T 54/13. Recuperado de: http://www.corteconstitucional.gov.co/relatoria/2013/T-154-13.htm - Ibagué como vamos. (2010). “Informe de calidad de vida 2009-2010”. Recuperado de: http://ibaguecomovamos.org/documentos/informes/Medio_Ambiente.pdf -Morales, C. (2012, Agosto, 21). La exposición al ruido fuerte puede afectar la memoria y el aprendizaje. Alzheimer Universal. Recuperado de: http://www.alzheimeruniversal.eu/2012/08/21/la-exposicion-al-ruido-fuerte-puede-afectarla-memoria-y-el-aprendizaje/ -Pérez, F. (2010, Junio). Laboratorios de reconstrucción urbana: hacia una antropología de la política urbana en Colombia. Antípoda. (10), p. 51.

Cultura Ciudadana en Ibagué 34

La calidad en la atención al público: Un tema de cultura ciudadana

Lady Diane Trujillo

Introducción Cultura ciudadana es un término que muchos conocen pero que casi nadie está dispuesto a apropiarse. Muchas personas no saben la profundidad del término, ni mucho menos de los temas que se ahondan en el mismo. La atención al público es uno de esos temas que pertenecen a la cultura ciudadana. Según el texto “Cultura ciudadana y gobierno urbano” se entiende por cultura ciudadana al Conjunto de costumbres, acciones y reglas mínimas compartidas que generan sentimiento de pertenencia, facilitan la convivencia urbana y conducen al respeto del patrimonio común y al reconocimiento de los derechos y deberes ciudadanos… consiste en coordinar y desencadenar acciones que inciden sobre la manera como los ciudadanos perciben, reconocen y usan los entornos urbanos y cómo se relacionan entre ellos en tal entorno… Una frase final: “Pertenecer a una ciudad es reconocer contextos y en cada contexto respetar las reglas correspondientes” (Bromberg, 1997, p35).

Partiendo de la definición de cultura ciudadana, considero que atender rápida y amablemente al público es prioritario si hablamos de cultura ciudadana. La baja calidad en la atención trae repercusiones sobre la percepción que tenemos de la ciudad. El trato que se tiene al momento de recibir o brindar un bien o un servicio es a lo que va dirigido este escrito.

Cultura Ciudadana en Ibagué 35

Ibagué es una ciudad que presenta este problema. Los verdaderos afectados son el cliente y la ciudad como principal carta de presentación de cada ciudadano, es por ello que se plantea la discusión en una de las papelerías de la ciudad, La Comuna, ubicada en el centro.

Esperando atención, Lady Trujillo, octubre 16, 2013.

Percepciones Cuando una persona no es atendida amablemente y/o rápidamente, ésta empieza a tomar otra conducta como modo de respuesta, lo que llega a generar problemas mayores. Todos sabemos que en algunos sitios nos atienden mal y quizás tardan mucho, pero no vemos lo que hay más allá. Uno de los factores por los que creo que existe una baja calidad en la atención al público es porque el vendedor o el empleado no está haciendo lo que le gusta, sino lo que le toca.

Cultura Ciudadana en Ibagué 36

Arango, A. & Rentería, G. (2008) nos muestran en la siguiente gráfica las razones por las que un empleado está laborando y partiré de la misma para evidenciar y argumentar dichas razones: Gráfico 1. Ponderado de razones por las que se trabaja en Armenia

Bienestar de la familia 46% Servicio al cliente 7% Tradición familiar 3% Uso de Wempo libre 4% Crecimiento económico 40%

Fuente: Diseño de un programa de capacitación en calidad para los tenderos en la ciudad de Armenia, 2008.

De lo anterior podemos deducir que el bienestar familiar y el crecimiento económico son primordiales para cualquier trabajador y de una u otra forma se diría que el resto viene por añadidura. En la gráfica se puede apreciar que el servicio al cliente no es tan importante a la hora de evidenciar las razones por las que se labora, esto indica que existe una falla de los ciudadanos, es decir, que cada persona hace lo que tiene o quiere hacer sin tener en cuenta la calidad con la que presta el servicio. El hecho de que una persona no esté satisfecha con su trabajo, interfiere en el comportamiento que tenga a la hora de laborar y no se le prestaría un buen servicio, quien acude al establecimiento en busca de la satisfacción de una necesidad específica, como lo plantea la siguiente definición: El servicio al cliente está dado por los individuos que prestan servicios para cubrir las necesidades de quien lo requiere, y por ende, planteando la posibilidad de

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convertir al cliente en multiplicador de opinión relacionada con la prestación de un eficiente servicio (Bastene, 2002, p.19).

Otro factor por el que los empleados prestan una baja calidad en el servicio al público sería la falta de un apoyo constante de los superiores, haciendo que éste trabaje mejor y no torne el ambiente pesado y hostil, sino que por el contrario lo vea agradable. Una cultura de mejoramiento continuo, basada en un profundo respeto por el ser humano, cuyas acciones deben orientarse hacia el aumento del nivel de servicio al cliente y esto requiere, como primera medida, un apoyo decidido y participativo de la alta dirección, la cual, en gran parte de las empresas colombianas es difícil de lograr a causa de los esquemas organizativos primordiales que mantienen alejados a los directivos del sistema productivo (Sarache, W., & Tovar, N. 2000, p.51).

Debido al esquema que hay en las diferentes empresas de Colombia, es casi nula la posibilidad que tiene un jefe de interactuar con un operario. Se tiene en cuenta que la comunicación lo es todo, pero necesariamente debe existir un diálogo mejor establecido y que no sea tan ligado a los asuntos laborales, generando así un cambio que traerá repercusiones positivas para la empresa y la percepción de la misma, desde el ambiente social y un contexto ciudadano. La Comuna Una de las sucursales de la papelería La Comuna está ubicada en la ciudad de Ibagué en la Cr.5 # 13-18. Lleva aproximadamente 30 años prestando el servicio de ventas al por mayor y detal de productos de escritorio. Esta miscelánea que también cuenta con una página de ventas virtuales, tiene como defecto no poseer la capacidad de atender rápida y/o amablemente al cliente. En varias ocasiones paso por ahí, regularmente está llena. Recuerdo que debo comprar algo para la universidad e ingreso. Me considero una persona paciente, pero en esa papelería saben cómo agotar mi paciencia. La última vez que fui compré un esfero de 500 pesos por el que me demoré aproximadamente 45 Cultura Ciudadana en Ibagué 38

minutos. No me cabe en la cabeza y se me hace difícil asimilar que entre un cliente y los empleados no se apresuren a atenderlo por estar sentados, con el celular o hablando. Siempre el servicio es demorado y las ganas con las que atienden no son las mejores. Mi caso no es el único, una compañera de la universidad me comentó días atrás el Gráﬁco 2. Frecuencia con la que va a una papelería.

mismo inconveniente. Alejandra Moreno es una estudiante

Fuente: Lady Trujillo, 2013.

Tres veces a la semana o más: 30%

de la Universidad de Ibagué, ella a

Dos veces a la semana: 40%

sobre su experiencia con la papelería

Una vez a la semana: 30%

agosto, ella decidió ir con su mamá a

través de una entrevista me comentó La Comuna. Para inicio del mes de

comprar una agenda para el semestre. Quisieron ir a la papelería La Comuna

porque días atrás su mamá pasó por el lugar y vio unas agendas muy bonitas y llamativas. Cuando llegaron, empezaron a mirarlas y sin ser atendidas buscaban algún empleado que les enseñara algunas de las agendas y sin obtener resultados seguían mirado desde lejos. Pasaron alrededor de 20 minutos y por fin un empleado se apareció, pero ni las atendió debidamente, ni les enseñó las agendas, sólo dijo “¿Buscan agendas? mírelas, están ahí, y se fue” (Moreno, A., 2013). Claramente es una conducta indecente y una respuesta poco amable, así que ellas se retiraron del lugar, inconformes por el servicio No todas las personas piensan de la misma forma, cada uno tiene distintas maneras de ver lo que pasa a su alrededor, por eso decidí hacer una encuesta a un grupo de 20 personas que frecuentan la Papelería, teniendo en cuenta la atención al público. En esta gráfica se puede evidenciar la cantidad de veces por semana que los ibaguereños visitan una miscelánea. Son unas cifras bajas, sabiendo que la mayoría de los encuestados son estudiantes. Cultura Ciudadana en Ibagué 39

En este segundo gráfico se puede Gráﬁco 3. que papelería va

detallar el ponderado de algunas de

Panamericana: 40% Alba: 30% Comuna: 30%

Fuente: Lady Trujillo, 2013.

las papelerías que cada persona acostumbra

frecuentar,

destacaron tres de las principales que existen en la ciudad de Ibagué: Panamericana,

recientemente

inaugurada, Alba y La Comuna.

Cabe resaltar que cuando se realizaba la encuesta se recibieron múltiples comentarios negativos de la papelería La Comuna, junto a algunas de las razones que los hicieron no volver, entre ellas la mala atención al público. La siguiente pregunta, como podemos ver en la gráfica No.3, corresponde a la atención al público. De acuerdo a lo

Gráﬁco 4. ¿Se encuentra sabsfecho con la atención?

que arrojan los resultados, la población estudiantil de la ciudad de Ibagué, sí va

Si: 30%

con frecuencia a las papelerías de la

No: 60%

ciudad con el único fin de satisfacer

No contesto: 10%

necesidades. Fuente: Lady Trujillo, 2013

Aunque en la gráfica no se logre demostrar, la mayoría de los encuestados relacionan la misma idea de la poca y baja atención en la papelería La Comuna. Al momento de llenar las encuestas, muchas personas se quejaron y contaron algunos aspectos similares a la entrevista antes citada, relacionados con la calidad en la atención al público. Algunas empresas piensan que la calidad en el servicio al cliente es algo que no influye mucho, ya que ellos venden lo que el cliente necesita y él no lo compra por ser bien atendido, sino porque lo necesita. De lo anterior se puede afirmar que Cultura Ciudadana en Ibagué 40

El riesgo principal de un buen Servicio Personal es que si lo prestamos una vez nos comprometemos a mantenerlo para siempre. Si un cliente ha recibido un servicio particularmente bueno de nuestra empresa volverá confiado en que el nivel será el mismo y se desilusionará si no lo recibe (Bastene, 2002, p.9).

Si se tiene en cuenta que la ciudad es muestra de lo que somos y de lo que tenemos, se debería considerar la manera de reintegrar esa cultura ciudadana que hemos olvidado; esos modales y esos principios que a medida que vamos avanzando, vamos dejando. La meta es volver a considerar la cultura como un todo, no como una añadidura social. Independientemente del trabajo que sea, se debe intentar tener una mejor relación con el comprador. No sólo es por agradarle al otro o por hacer que se sienta mejor atendido, es porque esta atención tan baja al público se ha convertido en un problema y es tan grande que se involucra directamente con los márgenes económicos que rigen en una ciudad, sabiendo que Ibagué tiene bastante comercio, se debería pensar dos veces antes de generar esa pequeña acción que traerá a largo plazo repercusiones para todos los pobladores, especialmente en la disminución del turismo. Bibliografía -Arango, A., & Rentería, G. (2008). Diseño de un programa de capacitación en calidad para los tenderos en la ciudad de Armenia. Pereira: Universidad tecnológica de Pereira. -Bastene, J. (2002). La atención al cliente en el siglo XXI. Bogotá: Universidad de la Sabana. -Bromberg, P. (1997). “¿Cultura ciudadana y los retos del gobierno urbano, o el gobierno urbano y los retos de la cultura ciudadana?”. En Rosas Martínez, D. (Ed), Cultura ciudadana y gobierno urbano. Bogotá. Alcaldía Bogotá. -Moreno, A. (2013, 9 de septiembre), entrevistado por Trujillo, L., Ibagué. -Sarache, W., & Tovar, N. (2000, enero, febrero, marzo). Justo a tiempo y manufactura modular: una alternativa para mejorar la competitividad en plantas de confecciones. Revista Universidad EAFIT. Recuperado de: http//:www.ingenieria industrial.net/downloads/sarache.pd.

Cultura Ciudadana en Ibagué 41

Personas con discapacidad física: Tema central para fomentar la cultura ciudadana Diana Carolina Lara Polanco

En Colombia las personas con discapacidad física han sido objeto de marginación, discriminación

exclusión

constante.

Cuando

escuchamos

término

discapacidad el primer significado que se nos viene a la mente es la restricción o carencia de la capacidad para realizar una actividad considerada normal para un ser humano. Pero para las personas que afrontan estas limitaciones, lograr cambiar el panorama e intentar que la inaccesibilidad se convierta en accesibilidad, que la desigualdad se convierta en igualdad de oportunidades y que la exclusión se convierta en inclusión, aún lo ven muy lejos. Todas las personas debemos adquirir y aprender a tener conciencia ciudadana y contribuir a mejorar la calidad de vida. Pero, ¿acaso la comunidad ibaguereña tiene claro el concepto de calidad de vida? en Ibagué como vamos, iniciativa de la Cámara de Comercio de Ibagué y la Universidad de Ibagué, se nombran tres objetivos específicos y primordiales: “Propiciar efectividad y transparencia en el gobierno local, Promover una ciudadanía más informada, responsable, respetuosa y participativa, Promover alianzas estratégicas para el desarrollo de políticas que mejoren la calidad de vida en la ciudad”. Es claro que en los dos últimos conceptos se promueve una participación en los ciudadanos, queriendo lograr por medio del respeto una convivencia sana, siendo ésta una parte central frente al problema que se va a tratar. Para la Consejería Presidencial de Programas Especiales Red de Solidaridad Social, “Los derechos de las personas con discapacidad señalan deberes de los Estados y de la sociedad para con ellos y trazan lineamientos de acción para prevenir la

Cultura Ciudadana en Ibagué 42

discapacidad, brindar la atención y generar condiciones de integración social y de superación de cualquier forma de discriminación” (Giraldo, 2006, p.4-5). Por lo tanto, las personas que afrontan una discapacidad física no sólo deben gozar de calidad de vida, sino también el plan de Desarrollo Municipal de Ibagué debe reconocer, incluir, valorar incluir a aquellas personas con discapacidad física.

Cultura ciudadana frente a las personas con discapacidad física Según estadísticas reveladas por la ciudad de Ibagué, “1.675 personas afrontan una discapacidad física y 1.121 sobrepasan los 45 años” (Escandón, 2010). Considerando que uno de los problemas centrales es la falta de cultura ciudadana hacia las personas que presentan una discapacidad física, debido a los escasos elementos y medios que no cuenta la ciudad y el abuso excesivo de sus derechos humanos que se presentan a diario, tomaremos como primera instancia a Antanas Mockus y tendremos como punto de partida el concepto que El Plan de Desarrollo Formar Ciudad define como cultura ciudadana: “conjunto de costumbres, acciones y reglas mínimas compartidas que generan sentimiento de pertenencia, facilitan la convivencia urbana y conducen al respeto del patrimonio común y al reconocimiento de los derechos y deberes ciudadanos” (Bromberg, 2009, p. 35). Es necesario resaltar que al nombrar reglas mínimas se refiere a la manera como actuamos y nos comportamos frente a ellos, buscando mejorar la calidad de vida no solo de las personas con discapacidad física, sino logrando además un beneficio en común. Las reglas mínimas para lograr una sana convivencia son: “Respetar los derechos y las libertades de los demás y ejercer los propios en el marco de la ley; denunciar maltratos, físicos o psicológicos, delitos sexuales o cualquier forma de violencia intrafamiliar, Brindar apoyo a quienes se encuentren en situaciones de debilidad como los enfermos, o con movilidad reducida o disminuciones físicas, sensoriales o mentales, las mujeres gestantes, las personas con menores de brazos; actuar de manera humanitaria en situaciones de calamidad o que pongan en peligro la Cultura Ciudadana en Ibagué 43

vida o la salud de las personas, y auxiliarlas cuando estén en peligro” (Código de Policía Bogotá D.C, 2003). Es necesario que cada uno se autoevalúe y logre aplicar lo que es convivencia ciudadana, ya que estar en el lugar de una persona que afronta una discapacidad no debe ser tarea fácil, debido a que las condiciones de vida que se encuentran en la ciudad no son las más apropiadas.

Fundación Ángeles de Amor, Diana Lara, septiembre 21, 2013.

Construir el concepto de cultura ciudadana no depende de uno, sino de la unión que se pueda lograr entre todos. Por ejemplo, en una ciudad como Medellín se implementó el Plan Municipal de Atención a la Discapacidad en Medellín que tiene como objetivo principal “consolidar una política pública que permita construir una sociedad que, si bien considera la discapacidad como una situación que puede y debe prevenir, a su vez, respete y reconozca las diferencias que de ella se derivan, promoviendo que las personas con discapacidad, la familia, la comunidad y el Estado concurran y estén comprometidos en proveer las condiciones para lograr su máxima autonomía y participación en los espacios cotidianos y de vida

Cultura Ciudadana en Ibagué 44

ciudadana” (2008). Estas normas tan mínimas hacen crecer y resaltar el concepto de cultura ciudadana. De acuerdo con un artículo del periódico El Diario “La Defensoría del Pueblo ha recibido 180 casos de vulneración de derechos humanos contra las personas con discapacidad de los cuales 131 fueron admitidos y tratados vía gestión de la defensoría; además es importante señalar sobre el sexo de los denunciantes, porque la mayor cantidad de los peticionarios son varones con 116 personas, mientras que las mujeres presentaron sus denuncias sólo 64 oportunidades” (2012). Frente a los diferentes problemas que se han presentado en las personas con discapacidad física, es necesario resaltar la lucha constante que estas personas han tenido para lograr ganar un reconocimiento, posicionamiento, respeto y valor frente a la sociedad. Tal es el caso de la señora Marleny Gutiérrez una deportista entregada al ciclismo, quien debido a un accidente automovilístico perdió la movilidad en sus piernas, pero tomó como ejemplo su experiencia de vida para contársela a los jóvenes de la ciudad. Ya que por medio de sus mensajes ha obtenido una percepción distinta en los jóvenes, ganándose el respeto y la admiración.

Movilidad y espacio público “El espacio público lo constituye todos los elementos naturales y construidos destinados a satisfacer los intereses sociales de la comunidad. La accesibilidad en el espacio público, deben garantizar unas adecuadas condiciones de los elementos y los espacios, que las personas utilizan en las diferentes actividades sociales, económicas, administrativas, políticas y culturales, en el entorno de lo colectivo en sus diferentes escalas” (Universidad Nacional, 2000, p.11). Según como lo establece la anterior cita, podemos analizar que en la ciudad de Ibagué no hay elementos que faciliten a las personas con discapacidad el fácil acceso para

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poder movilizarse en la ciudad, o cuenten con espacios públicos adecuados para su disfrute. En Ibagué, por ejemplo, vemos cómo en las avenidas principales, cuando las personas con discapacidad se preparan para cruzar la calle, la mayoría de los ciudadanos no sacan su espíritu colaborador y tampoco algunos conductores, ya sea de buses o taxis, no se detienen. A diario se observa cómo en la carrera 1 desde la calle 15 hasta la 10, se presenta un gran flujo vehicular y mucha presencia de vendedores ambulantes obstaculizando el desplazamiento de las personas con discapacidad fisca, lo mismo sucede en los andenes, ya que la mayoría se encuentran en muy mal estado, la falta de medios que necesitan para su movilidad, como por ejemplo senderos peatonales con fácil acceso. En cuanto a la movilidad existe el caso de la señora Blanca Edilma que entrena natación en las Piscinas Olímpicas; ella presenta dificultades debido a que no hay elementos adecuados para poder salir de la piscina, lo mismo sucede en la parte del gimnasio, ya que las máquinas no están en las mejores condiciones y algunas son muy altas sin poder hacer uso de ésta. Al momento de salir del recinto cuentan únicamente con una rampa que no tiene las medidas necesarias, ocasionándole molestias en sus brazos debido a la fuerza que ejerce para entrar o salir del lugar. Rampas, accesibilidad a las edificaciones de uso público, baños públicos que sean adecuados es con lo que no cuentan universidades como la del Tolima, teniendo ingreso únicamente a la biblioteca y al bloque 33 pisos 1,2 y 3, y la Universidad de Ibagué que no cuenta en su mayoría con lugares adecuados para estas personas. Ausencia de espacios como en la Carrera 5, Avenida Ambalá y Avenida Ferrocarril para que las personas con discapacidad transiten de manera segura, el tiempo de cambio en algunos semáforos es muy corto como por ejemplo el de la Avenida Ambalá con 60, haciendo imposible que las personas con discapacidad alcancen a Cultura Ciudadana en Ibagué 46

cruzarlo. La falta de colaboración de la gente, la imprudencia de las personas que se encuentran a bordo en sus respectivos vehículos, violan las normas de tránsito frecuentemente. Ejemplos como manejar la silla de ruedas por la carretera donde el flujo vehicular es constante y corriendo el riesgo de que sea arroyado por algún conductor imprudente, es a lo que están sometidas a diario estas personas. Como es el caso del señor Juan Pablo Salazar, un habitante de la ciudad, que al momento de dirigirse a su casa se preparaba para cruzar la 42 con carrera 5, cuando de forma sorpresiva el conductor de una buseta de la ruta 11 apareció de manera apresurada para poder alcanzar a cruzar el semáforo que se encontraba en verde, siendo por poco arroyado y dejando en su rostro un aire de angustia y decepción debido a la falta de cultura ciudadana. Una persona con discapacidad busca el camino más fácil para poder maniobrar su silla de ruedas, debido a la cantidad de huecos y desniveles que se encuentran por las aceras, eso sí soportando unos cuantos gritos que le dicen “súbase al andén que para eso están”, pero como no se le presta mucho interés a estas personas, nadie se pregunta la razón por la cual ellos transitan por ese lado de la carretera. Según lo establece el Código de Policía Bogotá D.C 2003, Articulo 43, referente a la protección de las personas con movilidad reducida o discapacidad sensorial, física y/o mental, no se debe “Cometer ni permitir abusos o maltratos contra las personas con movilidad reducida o disminuciones sensoriales, físicas y/o mentales, y debe la policía estar en capacidad de brindar el apoyo oportuno especial a las personas con movilidad reducida o discapacidad sensorial, física y/o mental para cruzar las calles, siendo garantes de su seguridad y las protegerán contra accidentes y cualquier abuso o discriminación. El Distrito Capital actuará en su favor, reconociendo la responsabilidad del Estado y su tarea rehabilitadora”. No obstante, considero que la integridad física de estas personas y el abuso excesivo de sus derechos debe ser un tema central para defenderlos. Por lo tanto y para concluir esta parte, la exclusión que viven y la falta de respeto hacia ellos, radica Cultura Ciudadana en Ibagué 47

en el valor que le demos y las garantías de protección que necesitan para lograr una convivencia sana. Para el señor Juan Carlos Álvarez, vendedor de loterías de la ciudad de Ibagué, las dificultades que presenta al transitar por las calles tomando el riesgo de ser lesionado por algún vehículo, es el pan de cada día. Afortunadamente tiene una silla de ruedas que lo ha acompañado por más de ocho años y que bajo la dirección de un compañero que se dedica a la ornamentación, le ayudó a diseñarla agregándole la parte delantera de una cicla para poder facilitar el desplazamiento dentro de la ciudad y poder recolectar lo de su sustento diario. Según la convención sobre los Derechos Humanos de las personas con discapacidad en el Artículo 8 Toma de Conciencia 2010, se debe llevar a cabo por parte de los Estados y ponerlo en práctica en sus comunidades el siguiente reglamento. Resumo los aspectos principales de éste: a) Sensibilizar a la sociedad […] y fomentar el respeto de los derechos y la dignidad de estas personas; b) Luchar contra los estereotipos, los prejuicios y las prácticas nocivas respecto de las personas con discapacidad; c) Promover la toma de conciencia respecto de las capacidades y aportaciones de las personas con discapacidad; d) Promover programas de formación sobre sensibilización que tengan en cuenta a las personas con discapacidad y los derechos de estas personas.

Conclusión Crear cultura ciudadana no requiere de dinero, es intentar colocarnos en los zapatos de estas personas. Es importante que se cree un cambio a nivel general para poder dar vuelta a la página y abrir otro capítulo nuevo que hable del respeto y la no discriminación hacia ellos. Pero para lograr esto debemos convertirnos en seres humanos, dar la mano, saludarlo de buena manera, tratarlo por igual, ayudarlos a pasar la calle, gestionar proyectos para asegurar la accesibilidad al espacio púbico, al transporte, a la información, a la cultura. Lograr eliminar los obstáculos que están presentes en la Cultura Ciudadana en Ibagué 48

actitud que hacia ellos manifiestan las demás personas, dejar en el olvido los prejuicios que se han posicionado en la sociedad, son pasos que se deben empezar a tomar para lograr brindarles la condición de vida digna que tanto han luchado. Pero se verá realmente el cambio cuando se camine o se cruce por las calles, se entre a un banco o a una EPS, si alguno de los ciudadanos logra entender la relación entre un trato especial en las personas con discapacidad y la cultura ciudadana que debemos recuperar para lograr el sentido de pertenencia y la conciencia ciudadana que tanto hace falta.

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Arte y patrimonio

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El oasis cultural de la décima Gabriel Fernando Mondragón

“El presupuesto para cultura es superior al del Ministerio de Cultura de Colombia, o al de secretarias de cultura de México DF o Río de Janeiro. Los sorprendentes resultados de gestión de la capital antioqueña”

Dinero, 2011. La cultura es hoy por hoy uno de los temas relevantes del diario vivir, sin embargo, también uno de los más olvidados. Al observar la situación de la educación en Colombia hoy y centrándose en un punto de vista muy regionalista e inclusive municipal, puede verse que en la educación inicial (preescolar, primaria y secundaria), no se encuentran materias que presten una especial atención a lo que se conoce como cultura. El acercamiento más notorio a la cultura puede verse en historia, en el área de expresión artística o inclusive en clases de ética, las cuales presentan una mínima intensidad horaria con respecto a las áreas primarias o también conocidas como ciencias. Desde este punto de vista, se puede entender el preocupante panorama que se ve en la mayoría de los jóvenes hoy, a los cuales “la cultura” no logra ser un elemento realmente relevante.

En un contexto más específico y observando el caso de la capital tolimense y haciendo énfasis en un tema relevante, al cual no se le ha prestado la importancia necesaria, resulta preocupante el evidente deterioro presentado por las obras artísticas ubicadas en la ciudad de Ibagué en la calle 10ª, entre carreras 2ª y 3ª, que más allá de mostrar una problemática de orden social, organizativo y político, deja al descubierto un problema latente en la comunidad ibaguereña, la carencia de cultura ciudadana. La invitación consiste claramente en cuidar y conservar estas obras en buen estado, para de esta manera adquirir un sentido de pertenencia y de esta forma conservar el arte en la ciudad. Cultura Ciudadana en Ibagué 52

La ciudad de Ibagué es conocida a nivel nacional con el título de la capital musical de Colombia, lo que debe ser una simple invitación a la conservación, la limpieza, el buen comportamiento y la necesidad de preservar a través del sentido de pertenencia social el arte en la ciudad, sin embargo el panorama resulta un tanto desolador. Antes de realizar una crítica más detallada de la situación que se presenta en la ciudad, resultaría adecuado observar el panorama que se vive hoy, en otras ciudades del país. En la ciudad de Bogotá, se han gestionado recursos con el fin de recuperar el patrimonio cultural: Con una inversión que supera los 22.000 millones de pesos, la Alcaldía Mayor, a través de la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte y el Instituto Distrital de Patrimonio Cultural, avanza con paso firme en su propósito de convertir a Bogotá en una ciudad con una renovada infraestructura cultural (Ciudadviva).

En el caso de otras ciudades como Manizales, se puede ver el buen rumbo establecido por el Gobierno Municipal en el desarrollo de estrategias enfocadas en la generación y promoción de lo que hoy se conoce como cultura ciudadana. Se puede ver cómo los ciudadanos tienen una buena percepción de las políticas, estrategias y programas desarrollados por parte de la Alcaldía Municipal, siendo éste el primer ente de la ciudad con un índice de favorabilidad del 40%, ante la pregunta cuales organismos del Estado realizaban acciones para el mejoramiento en la calidad de vida (Manizales como Vamos). En el caso específico de la ciudad de Ibagué, es lamentable ver que “[…] al tema de cultura ciudadana no se le ha dado la importancia que merece y no se ha entendido su papel como articulador de políticas tendientes a mejorar el bienestar colectivo” (El Tiempo, 2011). A esto se suma el desinterés generalizado por parte de la ciudadanía que no muestra sentido de pertenencia por los espacios de expresión cultural que se encuentran en diversas partes de la ciudad. Lo anterior contrasta con las estadísticas publicadas por El Tiempo donde “[…] en materia de Cultura Ciudadana en Ibagué 53

satisfacción y orgullo por la ciudad, el 72% de los ibaguereños manifestaron sentir orgullo por su ciudad, y el 70% de los ciudadanos se sienten satisfechos con Ibagué” (2011). Sin embargo, basta con deambular por el denominado Eje Cultural para apreciar el evidente deterioro de las obras artísticas que adornan el sector y notar que ese orgullo es prácticamente efímero. Retomando el concepto de cultura ciudadana, resulta importante establecer un concepto en común que nos sirva como referente en el desarrollo del texto. Mockus lo define como un: Conjunto de costumbres, acciones y reglas mínimas compartidas que generan sentimiento de pertenencia, facilitan la convivencia urbana y conducen al respeto del patrimonio común y al reconocimiento de los derechos y deberes ciudadanos… consiste en coordinar y desencadenar acciones que inciden sobre la manera como los ciudadanos perciben, reconocen y usan, [observación importante: no dice explícitamente “juzgan”] los entornos urbanos y cómo se relacionan entre ellos en tal entorno… Una frase final: “Pertenecer a una ciudad es reconocer contextos y en cada contexto respetar las reglas correspondientes (citado por Guzmán et al, s.f. p. 35).

Con lo anterior, sería pertinente que los ibaguereños, transformaran ese orgullo por la ciudad en amor y sentido de preservación por cada uno de los elementos que hacen parte de ésta, como debería ser el caso de las obras ubicadas en el Eje Cultural, que aportan un valor histórico a la ciudad.

Ballet Azul, Las Columnas y El Loto Los anteriores nombres corresponden a las obras más representativas ubicadas sobre el Eje Cultural de la calle 10ª; instaladas durante el Primer Simposio Internacional de Escultura, llevado a cabo en la ciudad de Ibagué en diciembre del 2010. Durante éste se realizó la donación de dichas obras (en el mismo orden mencionado anteriormente) por parte de Gustavo Vélez inspirado en la obra del mismo nombre de Julio Fajardo, el koreano Choi Sung Chul y Germán Botero. El Ballet Azul:

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Con la autorización de la familia y basados en un estudio de la obra que pertenece a la familia Fajardo Castilla, “Ballet azul”, fue reproducida por el artista antioqueño Gustavo Vélez y ubicada en el centro de Ibagué, como un reconocimiento al valor de la obra de Fajardo, en la conmemoración de los cien años de nacimiento de este maestro Tolimense (Museo de Arte del Tolima).

Por otra parte, la obra Las Columnas del artista koreano “[…] tiene un profundo sentido, no sólo por su posición hacia el infinito, sino por su trabajo con los colores, algo que el artista utiliza para transmitir alegría” (MAT). Por último, la obra del escultor tolimense el “‘Loto’ es una réplica de la escultura ‘Loto floreciendo a los cielos’ con la que Botero ganó el ‘Premio de Excelencia’ en una exhibición celebrada en Beijing con el propósito de promover el espíritu olímpico” (MAT). Para la capital tolimense, específicamente en el centro de la ciudad, donde se ubican los más importantes entes gubernamentales y municipales, es un orgullo ver obras que engalanen el sector, ya que éstas pueden ser admiradas por turistas

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y demás, esto sin olvidar que todos estos elementos hacen parte de la iniciativa de convertir el centro de la ciudad en un Eje Cultural. El cual: […] Se propone como un cordón que una los principales hitos culturales, plazas y parques de la ciudad de Ibagué, recuperando el espacio peatonal para crear un pulmón humano que revitalice e impida que se deterioré el centro histórico de la ciudad (Museo de Arte del Tolima).

Lo anterior muestra una clara intención de embellecimiento de Ibagué, donde se ve el deseo de tener en cuenta elementos que contribuyan con la armonía del centro histórico y al mismo tiempo muestren algo de innovación y proyección cultural. Sin embargo, el resultado ha sido adverso. Me atrevería a decir, que a estas obras no se les han dado el valor que se merecen por distintos factores. Primero que todo, se evidencia una falta de información la cual debería provenir de la Alcaldía Municipal y otros entes encargados, los cuales tendrían que comprometerse a establecer mecanismos, herramientas y otros que le permitieran informar, educar y concientizar a la ciudadanía del valor de estas obras y su importancia en el sector. Una herramienta que podría ser utilizada y que se echa de menos es la información. Nicolás Ramírez, quien fumaba un cigarrillo, siendo Cultura Ciudadana en Ibagué 56

Las Columnas su lugar de estancia, dijo: “Sinceramente no conozco lo que representan estas obras”, añadiendo con una leve sonrisa hasta desconocer el nombre de las mismas.

Hace falta que las placas informativas ubicadas en cada obra sean más llamativas, que suministren mayor información a los curiosos, lo que éstas representan; y así generar un primer nivel de conciencia, que sirva para trasformar al individuo en un miembro activo e informado, consciente de su importancia y de la necesidad de conservación, elemento que podría ser el primer escalón hacia el camino de la Cultura Ciudadana. Con lo anterior, resulta lamentable que una vendedora ambulante, quien labora desde hace quince años en el sector, manifieste no tener conocimiento de estas obras: “No tengo idea que hacen esos muñaracos ahí. Solamente sé que un día los pusieron, pero nada más”.

El denominado concepto de Cultura Ciudadana es poco conocido en la ciudad de Ibagué, ya que al realizar una visita al sector, se puede constatar hechos irrisorios: restos de calcomanías pegadas en el Ballet Azul, una enorme mancha de pintura, Cultura Ciudadana en Ibagué 57

unida a salpicaduras de color verde que alteran la armonía y colorido de Las Columnas, y el Loto que presenta un descuido por falta de mantenimiento que preserve la obra en condiciones óptimas. Por si fuera poco, las obras se han trasformado en un punto de encuentro, de tertulia por parte de los ciudadanos, lo cual no se puede considerarse como un problema, hasta el momento en que se observa cómo las obras se trasforman en banquillos, estantes para los comerciantes, sitios para fumar cigarrillo o simplemente un lugar para descansar los pies al servir de “recostadero” de todo aquel que siente el cansancio del diario vivir. De esas cuatro ‘hermosas esculturas’, como en su momento lo afirmó Martha Peña, Secretaria de Apoyo a la Gestión Municipal (Ecos del Combeima, 2010), simplemente se queda en lo segundo, esculturas, producto del estado presentado hoy por las obras.

El concepto de Cultura Ciudadana hoy en día no se le ha dado el valor que merece y por el contrario, ha sido un tema que parece no ser de interés común. Esta situación, no puede ser solamente atribuida a la ciudadanía en general, es necesario ir un paso más allá, ver la actitud general de las principales autoridades del Municipio y del mismo Gobierno Nacional, quienes tienen por prioridad el enfoque a otras actividades de primera necesidad, las cuales por obvias razones muchas veces merecen ser cubiertas, seguridad ciudadana, salud, deporte, educación, entre otros. Cabe recordar las palabras de Margareth Bonilla Morales, Directora del Museo de Arte del Tolima, cuando manifestó que: “La cultura es como el ‘patico feo’ en todo lado, no tiene el mismo apoyo que tienen otras actividades” (Páez). Hecho que lastimosamente ha impedido que se progrese lo suficiente en el tema cultural. No se observan intereses hoy por establecer mecanismos, planes de acción adecuadamente concebidos o proyectos que permitan ir ajustando los presupuestos y los planes de inversión, con controles rigurosos y metas plenamente alcanzables, que a fin de cuentas, permitan aumentar la inversión cultural y el nivel de la ciudadanía en general, lo que puede ayudar en las tareas de cohesión social y lo que sería sin duda un excelente indicador del aumento de nivel de vida de los ciudadanos. Cultura Ciudadana en Ibagué 58

Los líderes y gobiernos locales en general, no motivan a la ciudadanía a valorar y respetar el arte, lo cual es sin lugar a dudas, triste. Máxime que según la Ley 397 de 1997 decretada por el Congreso de la República, que en su artículo 1, inciso 3, afirma que “El Estado impulsará y estimulará los procesos, proyectos y actividades culturales en un marco de reconocimiento y respeto por la diversidad y variedad cultural de la Nación colombiana” (Alcaldía de Bogotá, 1997). Lo cual delega de una manera unívoca, la responsabilidad en la Gobernación del Tolima y la Alcaldía Municipal de Ibagué, entes de mayor importancia del departamento, quienes cumplen las funciones de representación del estado y la institucionalidad. Esto sin olvidar, que el inciso 5, del mismo artículo cita: “Es obligación del Estado y de las personas valorar, proteger y difundir el Patrimonio Cultural de la Nación” (Alcaldía de Bogotá, 1997). Y que aunque no es el caso presentado, sí muestra claramente una nueva inquietud y es la clara necesidad que hoy surge en el país de que no sea solo obligación del Estado y las personas la protección, valoración y difusión del patrimonio cultural de la nación, sino también aplicar las mismas acciones sobre cualquier tipo de expresiones artísticas y de cultura en general.

A pesar que el Estado tiene como obligación cumplir con las distintas funciones misionales, como lo es preservar, fomentar, valorar, difundir la cultura en el país y que éste a su vez delega en cada colombiano como un deber el cumplimiento de las mismas funciones, resulta importante la vinculación de empresas tanto públicas como privadas, quienes pueden aportar en bienes y servicios en las labores de apoyo al fomento de actividades de expresión artístico – cultural. El hecho ineludible es la preservación integral de toda expresión artística, donde el éxito de esta tarea consiste en la unión de esfuerzos mancomunados de entes gubernamentales, empresas públicas y privadas, sin olvidar la ciudadanía, que como grupo cooperen y como individuo sirvan de ejemplo para futuras generaciones.

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Patrimonio cultural, una pieza del museo en la gran cuidad Anggie Julieth González Castrillón

“Isaacs murió en la más absoluta estrechez económica, aunque desde hace 13 años su rostro en púrpura aparezca en los billetes de más alta denominación en Colombia. Se necesitan muchísimos de ellos para restaurar la casona en la que falleció, ubicada en Ibagué, Tolima, pero pocas son las esperanzas de conseguir los dos mil millones de pesos que se requieren para esa tarea. En el papel moneda, el escritor vallecaucano pareciera condenado al silencio”.

Lisandro Penagos, El país.

En Colombia hay ciudades, pueblos y veredas, cada uno de ellos reconocidos por su biodiversidad y por personajes significativos. Pero también por esa historia dolorosa y sangrienta que ha perdurado a lo largo de los años. Muchos lugares son hoy en día emblemas de nuestro país, como el puente de Boyacá, donde el 7 de agosto de 1819 se libró una batalla; monumentos alusivos a grandes artistas, como la gorda de Botero, ubicada en Medellín; las murallas de Cartagena de Indias que fueron construidas por etapas, iniciando en el año de 1586 y finalizando en 1796, con el fin de proteger esta ciudad de continuos ataques; y no podemos olvidar el parque Simón Bolívar, alusivo a nuestro libertador, ubicado en la gran mayoría de ciudades en el país, entre ellas la ciudad de Ibagué; ya que hablamos de Ibagué, encontramos el Conservatorio del Tolima considerado como una de las escuelas de música más importantes de Colombia. Podría seguir nombrando otros lugares que se consideran como parte de nuestro patrimonio cultural, pero quiero detenerme en la casa de Jorge Isaacs (1837-1895), ubicada en el kilómetro 2,4 vía Cañón del Combeima, a 2 kilómetros del parque de Bolívar en Ibagué. Aunque la hemos olvidado, se encuentra ahí, presente en nuestra ciudad como parte de nuestro patrimonio cultural e histórico-literario.

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Cada ciudadano está comprometido y sujeto a derechos y deberes con el resto de la comunidad, en relación a la convivencia y la preservación del patrimonio cultural. La Alcaldía de Samuel Moreno definió cultura ciudadana como “un sistema de comportamientos, hábitos, actitudes, valores y normas mínimas que son compartidas y legitimadas socialmente, porque permiten la convivencia, la solidaridad y respeto por el (la) otro(a), así como el disfrute sostenible de los bienes colectivos. Lo anterior reconociendo a los (las) ciudadanos(as) como sujetos de derechos y deberes y agentes de transformaciones culturales” (2012, p.25). La casa de Jorge Isaacs debe ser acogida, protegida y conservada por la comunidad, con el fin de reconstruir la historia de este hombre escritor y así convertirla en un lugar reconocido como patrimonio cultural. Es importante saber quién fue Jorge Isaacs Ferrer, su trayectoria política pero también literaria, a continuación unos pequeños fragmentos de su bibliografía: A Jorge Isaacs le correspondió vivir en el agitado período de consolidación de la República, de las luchas entre los poderes militar y civil, de las sucesivas guerras civiles en las cuales participó (1854, 1861, 1876, 1880 y 1885); período que va desde la presidencia de José Ignacio de Márquez hasta la de Miguel Antonio Caro, durante el cual se sucedieron y aplicaron tres Constituciones (la radical de 1853, la federal de Rio Negro de 1863 y la centralista de Núñez de 1886) […] Isaacs se opuso a la Regeneración, hasta el punto de encabezar, en un gesto descabellado y romántico, la revolución radical de Antioquia en 1880 (Cristina).

Jorge Isaacs fue un hombre que dedicó gran parte de su vida a la política, pero también a expresar sus diferentes experiencias en libros como, "Mayo" (1860), "El viejo soldado" (1890), "El primer beso" (1864), "La tumba suya" (1861), "La luna en la velada" (1868). “En noviembre de 1864 el general Mosquera nombró a Isaacs subinspector de los trabajos del camino de herradura entre Buenaventura y Cali. Durante el año que desempeñó este cargo, en el campamento de La Víbora, en el clima adverso de las selvas hermosas pero malsanas del Dagua, viviendo como salvaje,

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aprovechando las horas nocturnas y de descanso, inició la redacción de “La María” (Cristina). En el programa “Bogotá positiva” Samuel moreno, ex alcalde de la cuidad de Bogotá, define cultura ciudadana como es el respeto por el otro(a), que permite una convivencia sana, pero también, constituye el poder disfrutar, aprovechar y apropiarse de los bienes colectivos (2012, p.25). Entre estos bienes encontramos: parques, asientos distribuidos por la cuidad, museos, casas representativas que tienen un contenido histórico invaluable, entre ellas la casa de Jorge Isaacs Ferrer, que nos hace sentir “orgullosos de ser colombianos”; Ese orgullo patriótico, colectivo, permanente, que nos identifica en cualquier lugar de mundo.

Valor. Anggie González. 2013.

Existen tantos sitios emblemáticos en nuestra ciudad ibaguereña, que es preocupante ver muchos de ellos como basureros, que se encuentren ubicados en sitios lejanos con poco reconocimiento, lugares que nunca nadie ha mencionado, que se encuentran en el anonimato, “todas las zonas de la ciudad deben estar articuladas por un sistema de espacios públicos y dotados de elementos de monumentalidad que les den visibilidad e identidad. Ser visto y reconocido por los otros es una condición de ciudadanía” (Borja, 2000, p.2). Cuando Borja menciona “elementos de monumentalidad”, hace referencia a que la alcaldía de la cuidad Cultura Ciudadana en Ibagué 63

debe respaldar estos lugares, mantenerlos limpios, pintados, que en su entrada haya un letrero llamativo, que contenga la historia. El papel protagonista del Estado en la definición y promoción del patrimonio se funda en una concepción conservacionista y monumentalista. En general las tareas

del

poder

público

consisten

rescatar,

preservar

custodiar

especialmente los bienes históricos capaces de exaltar la nacionalidad, de ser símbolos de cohesión y grandeza […] (Canclini citado por Aguilar, 1999, p.23).

La casa de Jorge Isaacs Ferrer, se encuentra habitada por personas de bajos recursos económicos, a quienes la señora Lucero Moreno propietaria de la casa, paga para que la cuiden, menciona Alcidiadez un habitante de la zona, quien conoce a las personas que viven en la casa, pero que no menciona sus nombres. Dayana, habitante de la casa, dice: “la dueña de esta casa es Lucero Moreno, ella vive en Bogotá, no es familiar del señor Jorge Isaacs, ella compró esta tierra, nosotros simplemente cuidamos la casa, sé que es patrimonio cultural, pero no han podido arreglarla, porque la señora Lucero Moreno no ha querido vender la casa al estado, quien le ha ofrecido 200 millones de pesos, hasta donde tengo entendido”. Años atrás se han realizado actividades en pro del lugar y para honrar la memoria del escritor, además se ha publicado noticias en los medio de comunicación de la ciudad, donde se habla de la historia de esta casa, como ejemplo tenemos: “La casa en la que murió Jorge Issacs, en Ibagué, está destruida y en el olvido” (el país, 2013), “Las ruinas de la casa donde murió el escritor Jorge Isaacs, amenazan con derrumbarse” (RCN radio, 2012). Aunque la casa de Jorge Isaacs sea un bien histórico que exalta la nacionalidad, que demuestra que grandes escritores han sido engendrados en estas tierras, que no solo somos violencia sino también cultura, arte y literatura. La comunidad ibaguereña no ha tomado conciencia de la importancia y el valor tan preciado que tiene, es necesario que el ciudadano entiende la historia que el escritor vallecaucano escribió en estas paredes.

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La historia en muros. Anggie González. 2013.

En el transcurso del año se realizan diferentes actividades públicas, donde se recopila la historia de Ibagué o tradiciones culturales que se han agregado o modificado a lo largo de los años, como lo son los desfiles de San Pedro y San Juan, la Semana de Música, en lugares aledaños al Conservatorio del Tolima, el cumpleaños de Ibagué y demás, que han tenido una gran asistencia y aceptación por parte de la sociedad, por eso es necesario que entre estas actividades públicas pintorescas que realiza la ciudad, se dé un espacio de acercamiento de la comunidad para con la casa, donde se le reconozca como nuestra, dando a conocer esa gran historia que la envuelve, pero también con el objetivo de demostrar, que cada uno de nosotros hacemos parte de esta sociedad, convirtiéndonos en ciudadanos activos para el desarrollo y mejoramiento de nuestra ciudad. Como lo he mencionado anteriormente Jorge Isaacs fue un escritor representativo en la literatura colombiana, su texto “La María” hace parte del campo académico de todos los colombianos en la escuela primaria, pero, ¿Dónde se conmemora su historia?

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Si la tradición es la herencia del tiempo social en la memoria colectiva, el legado del pasado, lo es también debido a su renovación en el presente; porque la tradición, la transmisión de la cultura entre las generaciones, se construye a partir de

contemporaneidad.

tradición

cobra

pleno

sentido

cuando

los

contemporáneos la reviven y de este modo se la apropian […] De manera que la noción de tradición evoca la idea de un cierto modo de transmisión, de nexo entre generaciones. De aquí, justamente, su versátil capacidad de cambio y de adaptación cultural. La tradición, para ser funcional, está en constante renovación, y se crea, recrea, inventa y destruye cada día (Arévalo, 2009).

Esta indiferencia ante lugares que nos pertenecen a todos, se ve ligado a esa jerarquización que nos hemos inventado, donde cada uno cumple un rol específico, sin poder lograr mejorar su situación financiera, no es posible que nuestro estado económico determine también nuestra historia, el poder decidir si somos colombianos o no lo somos y es que el sentido de pertenencia no existe, simplemente nos hemos preocupado por acumular dinero y construir activos como los centros comerciales, para seguir con el consumo capitalista, cuando lo realmente importante son todos esos sitios que conmemoran nuestra historia. Si bien el patrimonio sirve para unificar a una nación, las desigualdades en su formación y apropiación exigen estudiarlo también como espacio de lucha material y simbólica entre las clases, las etnias y los grupos. Este principio metodológico corresponde al carácter complejo de las sociedades contemporáneas. En las comunidades arcaicas casi todos los miembros compartían los mismos conocimientos, poseían creencias y gustos semejantes, y tenían un acceso aproximadamente igual al capital cultural común. En la actualidad, las diferencias regionales o sectoriales, originadas por la heterogeneidad de experiencias y la división técnica y social del trabajo, son utilizadas por las clases hegemónicas para obtener una apropiación privilegiada del patrimonio común (Canclini citado por Aguilar, 1999, p.18).

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¡Se está cayendo! Anggie González. 2013.

Años atrás, las comunidades o sociedades eran una sola, un mismo sentir, todos caminaban al mismo ritmo, cosechaban, compraban, preparaban alimentos, para el beneficio de todos, pero esa herencia cultural de unidad parece que hoy en día nunca hubiera existido, que eso jamás sucedido, ya no nos llamamos hermanos, ahora son miles de nombres que nos hemos inventado, jefe, amada de casa, indigente, secretaria, dándole así a cada persona un rango o un valor especial y es por esto que no encontramos esa identidad cultural, con lugares como la casona, porque la preocupación es otra, estoy casi que segura que cada ciudadano de Ibagué sigue una rutina a diario, que probablemente se repita hasta los fines de semana; casa, trabajo, casa, trabajo, casa, en el mismo orden todos los días, el compartir en familia, salidas culturales, paseos, poco a poco se están perdiendo, desde el niño de 5 años hasta el adulto mayor de 60 años tiene una esquema de vida, que está sustentada por el “éxito y el dinero” por eso es que cada día más nos alejamos de nuestra cultura y nos enajenamos ante esta gran ola actual de la globalización.

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Cuenta la historia. Anggie González. 2013.

En otros países también se habla de patrimonio cultural, como lo es Ecuador, exponiendo la importancia del pasado y el presente de cada lugar que se encuentra en el país. Carrión (citado por Sonia y Cueva, 2010) habla de la centralidad como característica indispensable para la sostenibilidad del centro matrimonial para mantenerlo vivo. Se refiere a la importancia de no desligarlo del presente para no romper su valor ni cortarle bruscamente la historia que contiene. Piensa al centro histórico como un palimpsesto sobre el que se debe “seguir escribiendo la historia de la ciudad”, para no dejarlo morir convirtiéndolo en un objeto de contemplación, en una pieza de museo. La cuidad es un museo de arte, amor, pasión, entrega, lucha, constancia, historia y grandes memorias, que se constituye por el ciudadano y por los bienes colectivos, cada pieza que se ha construido a lo largo de los años, lo avivamos y lo perduramos o lo destruimos y acabamos, todos somos hermanos, familia, compartimos un mismo terreno pero también una misma historia. La conservación y permanencia de nuestro patrimonio cultural está en nuestras manos.

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Bibliografía: -Aguilar, E. (1999). Los usos sociales del patrimonio cultural. México: consejería de cultura. Junta de Andalucía. -Arévalo, M. J. (2009). “El patrimonio como representación colectiva: la intangibilidad de los bienes culturales”. Recuperado de: http://www.scielo.org.ar/scielo.php?pid=S166880902012000200001&script=sci_arttext -Borja, J. (2000). Los nuevos derechos ciudadanos. Barcelona: Península. -Cristina, M “biblioteca virtual Luis Ángel Arango”. Gran Enciclopedia de Colombia del Círculo de Lectores, tomo de biografías. Recuperado de: http://www.banrepcultural.org/blaavirtual/biografias/isaajorg.htm -Cueva, S. (2010). Espacio público y patrimonio. Ecuador: Flasco. -Guzmán et al. (s.f.) Cultura Ciudadana y Gobierno Urbano. Bogotá, Colombia: Bogotá Positiva. -Penagos, L. (2013) “La casa en la que murió Jorge Issacs, en Ibagué, está destruida y en el olvido”. El país. Recuperado de: http://www.elpais.com.co/elpais/cultura/noticias/casona-olvido

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Medio ambiente

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Las basuras como obstáculos y contaminación: El caso del barrio Ambalá Daniela Cleves Bastidas

Introducción Los residuos orgánicos e inorgánicos que produce la sociedad día a día son producto de lo que usamos en la vida cotidiana, lo cual se convierte en parte de la basura que contamina el medio ambiente. Esta es una grave situación que cada día va creciendo, ya que estos residuos generan aglomeraciones que hacen que el problema ambiental aumente y deteriore la capa de ozono. En todas las ciudades de nuestro país encontramos que esta problemática es algo que es muy difícil de cambiar, ya que está relacionada con la cultura ciudadana de cada uno de nosotros, esta falta de cultura hace que no tomemos conciencia sobre el daño que le estamos haciendo a nuestro planeta tierra. Cultura ciudadana según el libro Cultura ciudadana y gobierno urbano es definida como: Un sistema de comportamientos, hábitos, actitudes, valores y normas mínimas que son comportaditas y legitimadas socialmente, porque permiten la convivencia, la solidaridad y respeto por el (la) otro (a), así como el disfrute sostenible de los bienes colectivos. Lo anterior reconociendo a los (las) ciudadanos (as) como sujeto de derechos y deberes y agentes de transformaciones culturales (pág. 25).

Para que exista calidad de vida, debemos contar con una buena convivencia y acatar todas las reglas impuestas por el estado y la misma ciudadanía. Lo más importante es hacer que las personas cada día sean mejores. También debemos contar con una ciudad limpia y ordenada, para dar ejemplo a las demás, dar una buena imagen para el país y cuidar nuestra salud. Cultura Ciudadana en Ibagué 71

En la capital musical de Colombia esta problemática es muy notable por la falta de compromiso que tenemos hacia nuestra ciudad, ya que las basuras no se sacan en el horario establecido por la empresa recolectora.

Recorrido por las calles del barrio Ambalá. Daniela Cleves Bastidas. Octubre 2013.

Mantener las calles limpias, como las del barrio Ambalá, genera una buena imagen para la ciudad, además se podrán evitar los problemas sanitarios y la contaminación ambiental. La mayoría de los ciudadanos no clasifican sus residuos para que la contaminación disminuya, todo va en una misma bolsa o recipiente. Todos producimos cierta cantidad de basura y no tenemos en cuenta que nos estamos quedando sin espacio para almacenarla, además, no la podemos quemar porque eso es un problema aún más grave, ya que contaminamos el aire y las cenizas pueden ser peligrosas para nosotros. Una de las mejores soluciones es reducirla, usarla otra vez o reciclarla.

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Paso obstaculizado. Daniela Cleves Bastidas. Octubre 2013.

Pero los ciudadanos se preguntarán cómo podemos hacer eso o con qué clase de objetos podemos trabajar, en la actualidad hay muchas personas que usan los envases, papeles o cualquier otro material y hacen de él una obra de arte. Un ejemplo claro de reducirla es comprar objetos que no tengan muchos envases y los que realmente sean necesarios. Además las latas o las botellas se pueden usar otra vez para guardar alimentos u objetos, y los papeles, metales o vidrios se pueden reciclar y ganar un poco de dinero llevándolo a una empresa que recolecte estos productos para desintégralos y volverlos a usar. El Barrio Ambalá El barrio Ambalá, ubicado en la comuna 6 de la ciudad de Ibagué, es una de las zonas donde se encuentra este problema y es muy notable con sus calles llenas de basuras y escombros. Los habitantes de este barrio han puesto quejas sobre esta problemática. Ante estas denuncias, Interaseo que es una empresa dedicada a “atender el servicio de recolección, barrido, transporte y disposición final de los residuos sólidos” e Ibagué Limpia que “es una empresa privada con capital mixto dedicada a la prestación del servicio público de aseo domiciliario”, coinciden, de acuerdo a un artículo del periódico El Nuevo Día, en que “el problema es de la

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ciudadanía y que la labor que ellos llevan a cabo ha estado muy ligada a las quejas de los ibaguereños” (Ramírez, 2012). Además argumenta que los “horarios establecidos buscan llevar el servicio a toda la ciudad. Sin embargo, la gente se acostumbró a votar [sic] mucho antes y después de que pase el carro, los residuos sólidos, permitiendo que los perros y los recicladores rompan las bolsas y rieguen todo por la calle” (Ramírez, 2012). Una de las soluciones que da Ibagué Limpia es llevar “a cabo campañas para educar a los habitantes de todas las comunas en el manejo de residuos, lo cual ha tenido un efecto muy positivo.” Además “para el caso recurrente de los escombros, la entidad pone un plazo de mediodía o hasta tres horas para que sean retirados de las viviendas. Sin embargo, ha sido difícil encontrar a los infractores ya que estas actividades anti cívicas se hacen por la noche” (Ramírez, 2012). Aunque estas empresas tienen un horario para que las personas saquen la basura, no lo cumplen porque el carro de la basura pasa a la hora que no es regularmente. Siempre pasa o muy temprano o muy tarde y las personas tienden a dejar la basura mucho tiempo en la calle, porque no es precisa la hora. “La ciudad está dividida para ser atendida tres veces a la semana, según la programación los horarios están distribuidos” (Ramírez, 2012). A los habitantes del barrio Ambalá les corresponde sacar la basura los martes, jueves, sábados y regularmente el carro de la basura pasa al medio día, lo cual hace que a partir de las 8 de la mañana las personas empiecen a sacar la basura, ya que aprovechan que se van a trabajar como lo afirma el señor Gonzalo Cárdenas, habitante del sector. En varias ocasiones se ha visto que las calles se ven desordenadas y sucias, esto da una mala imagen al barrio, donde se encuentra ubicada una de las más importante universidades del Departamento del Tolima, que es la Universidad de Ibagué, por lo tanto, pasan muchos estudiantes y es uno de los puntos más estratégicos de la ciudad.

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Contaminación ambiental y visual. Daniela Cleves Bastidas. Octubre 2013.

Uno de los problemas que causan estas basuras en el andén es que obstaculiza el libre tránsito de los peatones, haciendo que se genere un caos vehicular porque las personas se ven obligadas a caminar por la vía, ocasionando accidentes y trancones en la calle donde sólo deberían transitar los vehículos. Pero ya que esta problemática es tan grande y compleja “la tarea de limpieza de áreas públicas, plazas, calles y terrenos baldíos, si bien son responsabilidad municipal, pueden ser compartidos con la población, mediante campañas de limpieza, de recolección de materiales reutilizables, incluso de competencias entre distritos urbanos” (Espinosa, 2013). Además es “especialmente aconsejables las actividades en las que participan los niños y jóvenes a través de la escuela, universidad o una organización vecinal” (Espinosa, 2013). De esta manera podemos organizar una Ibagué más limpia y empezar por las calles del barrio Ambalá, para dar una buena imagen a los estudiantes de la Universidad y del colegio que se encuentra ubicado en la zona. El traslado de los residuos sólidos urbanos desde el lugar de origen al lugar de destino final, es una etapa que requiere cuidado, ya que puede resultar altamente Cultura Ciudadana en Ibagué 75

contaminante si las condiciones del contenedor no son adecuadas. Un camión abierto podrá ir regando residuos en el trayecto que recorre, con alto perjuicio del ambiente y sus habitantes. Además el transporte debe ser oportuno para evitar la descomposición de los residuos orgánicos y su dispersión en las calles (Espinosa, 2013). Es por esto que no solo los habitantes del barrio tienen el deber de dejar las calles limpias sino también las empresas; saber llevar a cabo la actividad para recoger estos residuos y no solo hacerlas a tiempo si no también hacerlas bien y sin producir más desorden y contaminación de la que se encuentra. Propuestas Para que este problema no crezca más se tienen que dar soluciones para mantener las calles de la ciudad limpias y evitar más contaminación de la que se encuentra, es por eso que se reúnen varias personas y empresas para llegar a un acuerdo de lo que van a realizar para que esta problemática no avance. “Cortolima, empresas de aseo, instituciones educativas del nivel superior, pequeños, medianos y grandes recicladores identifican las necesidades, expectativas y sugerencias con el propósito de realizar un diagnóstico” (Ecos del Combeima, 2011) para así empezar a decirle a la ciudadanía lo que tienen que hacer con toda esta problemática y cómo deben separar la basura para poder disminuir la contaminación ambiental y los problemas sanitarios. “La empresa de Interaseo del sur S.A. debe cumplir con unas normas que tiene el estado para establecer el orden y la ubicación de las basuras es por eso que cuando los residuos sólidos urbanos son adquiridos por el Municipio en el momento de su entrega, de acuerdo al Art. 33 de la Ley de Medio Ambiente; desde ese momento es responsable sobre su destino final”. (Espinosa, 2013 pág. 21)

Estas empresas de aseo cumplen con recoger las basuras y llevarlas a un destino para la descomposición de dicho material, pero también deben tener en cuenta que es un ciclo en el cual tienen que manejar con mucho cuidado ya que esto puede ser muy peligroso para la sociedad si no se maneja adecuadamente, por lo tanto no sería mucho el cambio que harán para evitar la contaminación ambiental. Cultura Ciudadana en Ibagué 76

Los procesos de descomposición de la materia producen una proliferación de gases, líquidos, bacterias, insectos, roedores y olores que pueden ser nocivos para la salud humana, hecho que establece la necesidad de tener bajo control estricto los residuos sólidos. La gestión incorrecta de la basura está asociada al menos a 22 enfermedades humanas, algunas de las cuales pueden incluso derivar en epidemias con alto costo en vidas (Espinosa, 2013 pág. 22).

El mal manejo de las basuras por el simple hecho de no separarlas hace que esta problemática no sólo afecte al medio ambiente, sino que también nos afecta a todos los ciudadanos, ya que si no reciclamos o separamos bien todos estos materiales las consecuencias pueden ser peores.

Calles del barrio Ambalá. Daniela Cleves Bastidas. Octubre 2013.

Pero este servicio que prestan las empresas no es gratis y es por eso que nos cobran una cantidad de dinero por recoger las basuras de nuestras casas y es así que la economía también tiene que ver con esta problemática. “Algunos de los procesos de descomposición de residuos sólidos urbanos pueden producir daños permanentes y/o irreversibles a la naturaleza, es el caso de residuos químicos, derivados del petróleo, pilas, baterías y radioactivos. Su reparación demanda costos muy elevados en tecnología, recursos humanos y substancias necesarias para la limpieza” (Espinosa, 2013 pág. 23).

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Ibagué es de todos pero al mismo tiempo es de nadie, porque cuando se trata de cuidar y preservar la ciudad nadie se preocupa por hacer que ésta se vea limpia y ordenada. Además, cuando se ha de mostrar una buena cara de la ciudad, todos somos ajenos a este problema empezando porque no reciclamos ni estamos pendientes del orden, todo se lo dejamos a las empresas de aseo y eso no es solo problema de éstas, sino también de nosotros mismos.

Bibliografía -Ecos del Combeima. (2011,9 de marzo). Ibagué construye la mesa de reciclaje. EcosDelCombeima.com. Recuperado de: http://www.ecosdelcombeima.com/ibague/nota5554-ibague-construye-la-mesa-de-reciclaje -Espinosa, N. (2013). Identificación, caracterización y evaluación ambiental de los elementos que generan el conflicto ambiental por disposición de residuos sólidos en el barrio ciudadela Comfenalco de la comuna 9 en la ciudad de Ibagué – Tolima. Colombia, Universidad del Tolima, Ibagué. -Ramírez, N. (2012, 10 de mayo). ¿Desidia con el aseo de la ciudad? El Nuevo Día. Recuperado de: http://www.elnuevodia.com.co/nuevodia/tolima/ibague/144457-desidiacon-el-aseo-de-la-ciudad. -Ramírez, N. (2013, 9 de junio). ¿Cómo está funcionando el relleno Sanitario La Miel? El Nuevo Día. Recuperado de: http://www.elnuevodia.com.co/nuevodia/tolima/ibague/184715-como-esta-funcionando-elrelleno-sanitario-la-miel

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Agua, elemento de vida Lorena González Moreno

"Agua para todos, pero no para todo... Optimizar este recurso natural y evitar el derroche será la única solución para las necesidades del 2030" José Luís Gallego

Introducción En Colombia hay una enorme grieta si hablamos de cultura ciudadana, pues haciendo una generalidad los ciudadanos no cumplimos las normas básicas para el desarrollo humano. No obstante, hay que resaltar los cambios que sufren las ciudades: cambios de administraciones políticas, cambios naturales y cambios sociales. No lo justifico, sólo resalto algunas causas. La ciudad de Ibagué, capital musical de Colombia, tiene importantes problemas de cultura ciudadana, como el problema ambiental que arrastran sus aguas y consigo llevan miles de enfermedades a los ciudadanos. Para el doctor Antanas Mockus, la cultura ciudadana es un “…conjunto de acciones sistemáticamente concebidas para acercar entre sí lo legalmente valido, lo moralmente valido y lo culturalmente válido” (p. 52). Lo que me lleva a preguntarme si en Ibagué se cumple esta definición, ya que la calidad de vida cada vez es más deficiente. La falta de sentido de pertenencia por parte de los habitantes de la ciudad de Ibagué, hace que se presente esta problemática ambiental por la cantidad de basura que es arrojada a la cuenca hídrica del Río Chipalo. Las personas más afectadas por esta problemática son las que viven en su ladera, ya que los malos olores, los animales carroñeros y los microbios afectan su salud mental y corporal.

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El calentamiento global está haciendo estragos en el mundo entero. El agua potable está escaseando, los países europeos están comprando fuentes potables a países como el nuestro, así que nosotros los jóvenes y las nuevas generaciones tenemos que concientizarnos para reducir la contaminación en las fuentes hídricas, pues hoy tenemos agua, quizá mañana no.

Fuente hídrica Me interesa llamar la atención sobre este tema ya que somos un país privilegiado, pues poseemos grandes fronteras marítimas, el Mar Caribe y el Océano Pacifico, también tenemos importantes afluentes que bañan el interior del país y son indispensables económica y socialmente. Este elemento es esencial para la vida humana y como en el mundo entero se está escaseando por los cambios climáticos y está siendo contaminado, es susceptible para ser generador de grandes riquezas donde sólo unos pocos, la élite, van a sacar provecho de esta situación. Según el profesor Walter Cataño, profesional en Ciencias Sociales, en Europa, el agua potable tiene precios exageradamente altos, por esto la mayoría de la población se abstiene de malgastarla. Crearon una conciencia ambiental, forjaron

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una cultura ciudadana y un sentido de pertenencia muy fuerte que los preparó para la conservación de sus fuentes hídricas. El agua es un elemento muy importante para la sobrevivencia de la humanidad y ya está escaseando, por lo tanto si seguimos contaminándola y desperdiciándola vamos a tener que pagar mucho dinero para adquirirla, porque se va a convertir en un objeto exageradamente costoso. ¿Por qué en Colombia, más exactamente en Ibagué, tenemos que pagar por este elemento cuando nuestras raíces indígenas han tenido acceso al agua de manera natural para llevarla a su hogar? Ahora pagamos precios elevados por una simple botella de agua y también gastamos mucho dinero por un mal servicio de agua. El acueducto de Ibagué corta el agua al público tres y cuatro veces al mes y según la ley 142 en el artículo 2 - 2.1 Intervención del Estado en los servicios públicos, hay que “garantizar la calidad del bien objeto del servicio público y su disposición final para asegurar el mejoramiento de la calidad de vida de los usuarios” (Constitución Política de Colombia, 1991) ¿Será que el acueducto de Ibagué si lo garantiza? Para poder satisfacer las necesidades de los años venideros hay que dar un vuelco a ese pensamiento de que el agua es infinita y fortalecer los procesos de cultura cívica. Pero, qué sacamos con tener toda esta riqueza hídrica si la estamos contaminando con fluidos tóxicos y residuos sólidos. Contaminación ambiental El agua es un elemento natural y se considera contaminada cuando las características naturales de su composición han sido alteradas. Este elemento fundamental puede ser contaminado por vertientes de desechos químicos, pesticidas, residuos radioactivos o residuos industriales. Los microorganismos transmiten enfermedades como el cólera, tifus, gastroenteritis, enfermedades pulmonares, etc. Este crimen medioambiental es un problema local, regional y mundial, y no afecta solo el afluente sino que también afecta el aire y los recursos terrestres.

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Hay contaminantes líquidos que son arrojados a los afluentes por los mismos habitantes, estos tienen químicos que generan las espumas que usualmente forman las lavadoras, el shampoo y el jabón.

Cuando el río se crece de manera exagerada esto hace que el agua invada las viviendas de las personas que viven en la ladera, provocando que la fuerte corriente destruya sus hogares. Otra preocupación para los habitantes del sector es que por la exposición al agua se exponen a varias infecciones agudas.

Territorio hídrico De acuerdo con la publicación en Acciones verdes de la Corporación Autónoma Regional del Tolima (Cortolima), la micro cuenca del río Chipalo nace en los cerros noroccidentales de Ibagué, posee aproximadamente una extensión en la zona urbana de 12 kilómetros y en sus orillas viven más de 1000 habitantes de la ciudad de Ibagué. Gracias a los habitantes de la ciudad y por una vaga conciencia ambiental, este Río tiene graves problemas medioambientales. Para los habitantes del sector llega a ser desagradable ver la acumulación de materia fecal y la cantidad de botellas de plástico, escombros y otros residuos sólidos.

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Esta Río, aparte de traer objetos y fluidos tóxicos consigo, también lleva malos olores y enfermedades a niños, jóvenes y ancianos. En el país hay más contaminación hídrica, las enfermedades infecciosas y agudas afectan a más personas en todo el país. Por esto, a nivel nacional, se estableció una meta de mortandad por estas enfermedades, pero no se logró el cometido pues fue por debajo del límite “…nos ubicamos muy por debajo de la meta de 17 fallecidos por cada 1000 niños menores de cinco años… las enfermedades que generan gran mortandad infantil son la infección respiratoria aguda (IRA) y la enfermedad diarreica aguda (EDA)” (Alcaldía de Ibagué, 2011. P. 43).

Habitantes del sector se han quejado en diferentes ocasiones en entidades gubernamentales. Doña Gloria, residente del sector, en una amena entrevista cuenta cómo estos malos olores, las cantidades de animales carroñeros y el incremento de estas aguas contaminadas, han ido poco a poco afectando su salud y la de sus familiares. “Yo tengo entendido que los dueños de una arrocera de por acá cogen el agua de este Río para regar su cultivo” explica Gloria. La corriente de este Río en tiempo de lluvias crece categóricamente, este es el inconveniente por Cultura Ciudadana en Ibagué 83

el que las personas que viven en la ladera del Río pasan en cada invierno y las entidades públicas que están para solucionar estos problemas a los ciudadanos son indiferentes y no hacen nada al respecto. Al ver este problema medioambiental, doña Gloria hace una pequeña red con sus vecinos, haciendo reflexiones sobre este problema y concientizando. Jorge Ávila, un habitante del conjunto residencial Bosque Nativo, es un ciudadano más que se ve afectado por tal contaminación. “Mi esposa solamente le da gripa dos veces al año, cada seis meses” estas son las palabras del señor Ávila para hacer referencia a la cantidad de residuos y gases que expide este afluente. Todos estos problemas de contaminación también son por una situación económica, por ejemplo, para desechar los escombros que sobran en las construcciones las empresas constructoras deben pagar una suma de dinero en un sitio específico de la ciudad. Algunas de los empleados de estas empresas ven más fácil dejar sus escombros en las orillas de los Ríos, en este caso el Río Chipalo, y ahorrar un poco para un almuerzo, sin tener la conciencia del daño medio ambiental que están causando. Cortolima enseña a convivir con las fuentes hídricas En el 2008 Cortolima inició un proyecto para la limpieza total del Río Chipalo, ayudando a las personas que viven a lado y lado del afluente y que se benefician directa o indirectamente de él, ya que en esa cuenca se vierten aguas negras, desechos humanos y materiales de construcción. Este proyecto se desarrolló gracias a las mismas personas que viven en su ladera, para crear conciencia y para cuidar los bienes que ofrece esta fuente hídrica. Este proyecto fue todo un éxito, pues lograron desinfectar casi todo el cauce y su orilla. Pero el Río sólo duró limpio mientras se desarrollaba el proyecto, ya que sólo se hizo la gestión para reunir las personas, las familias, para crear unas operaciones de limpieza total, de cavar en la orilla para retirar todos los elementos tóxicos adheridos a ésta, pero no para crear conciencia en la sociedad de que el

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agua es importante y vital para todo, para los humanos, los animales, las plantas, etc. La contaminación se puede evitar si se construyeran más plantas purificadoras y haciendo que los fertilizantes, insecticidas y otros elementos tóxicos no caigan sobre las afluentes. Así que nosotros como la generación activa debemos actuar frente a este problema. Todos podemos aportar disminuyendo y controlando la carga contaminante de esta fuente hídrica dándole un manejo adecuado a nuestros desechos. La solución del problema no es presionar al gobierno y exigirle para que limpie los ríos sino gestionar para crear conciencia, un sentido de pertenencia y fortalecer la cultura ciudadana, crearle un interés a la sociedad para cambiar nuestro futuro.

Bibliografía -Alcaldía de Ibagué. (2011). Informe de evaluación de calidad de vida en Ibagué 20092010. Recuperado de http://api.ning.com/files/UX0ZbnG3uX0nyIuLcbORTYVjPYYMRc2GPmhN80eTJkcUtcznUnbYiLzzJlO33CBUbbZUhxlF55wJAx1W5nN rYBvO6AcXKVO/PresentacinIbaguCmoVamos2010.pdf (p. 43) -Ávila, Jorge, Comunicación personal, 26 de octubre de 2013. -Constitución política de Colombia (1991) Recuperado del sitio de internet de: http://www.alcaldiabogota.gov.co/sisjur/normas/Norma1.jsp?i=2752 -Corporación Autónoma Regional del Tolima (Cortolima), 2008 Recuperado del sitio de internet de: http://www.cortolima.gov.co/sites/default/files/images/stories/acciones_0.pdf -Gobernación del Tolima. (2011) Tolima en cifras. Recuperado http://www.gobernaciondeltolima.com/TOLIMA_EN_CIFRAS_2011.pdf (p. 6)

-Mockus, A. (s.f) “El gobierno del buen orden urbano y cultura ciudadana como técnica para producirlo, con saldo pedagógico”. En Rosas Martínez, D (Ed.), “Cultura ciudadana y gobierno urbano” (p. 52) -Vázquez, Gloria, Comunicación personal, 19 de agosto de 2013.

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Los residuos sólidos en la Universidad de Ibagué Santiago Mejía Pascualy

“La degradación y el consumo excesivo de los recursos naturales nos han llevado a tener problemas ambientales, siendo principalmente problemas por la falta de actitud o de sensibilización ambiental de la población.” Ramos, C., Moreno, J., Galindo, L., Sánchez, G. (2011).

Introducción Caminando por la ciudad de Ibagué se encuentra uno cuadra tras cuadra residuos sólidos que los ciudadanos botan al suelo. Esto no sólo hace que la ciudad coja mal olor, sino que tenga una mala presentación para personas que vengan de otro lado. En la Universidad de Ibagué, más del cincuenta por ciento del campus consta de zonas verdes; zonas verdes en las cuales habitan diferentes tipos de animales, se pueden ver ardillas, aves, perros, gatos y varios tipos de insectos, que hacen que esta Universidad sea especial. La falta de conciencia ambiental, que se entiende como conocer nuestro entorno para cuidarlo y que nuestros hijos también puedan disfrutarlo, ha hecho que la Universidad se vea cada día más sucia. Según María de Jesús Ilerra (2005) para que haya cultura ciudadana el ser humano tiene ciertos derechos pero también ciertos deberes que surgen del existir social. Basándonos en esta afirmación se podría decir que uno de los deberes que tienen los estudiantes de la Universidad de Ibagué es conservar el campus y sus zonas verdes limpias, y uno de los derechos es tener su universidad limpia, puesto que en ésta pasan la mayor parte de su tiempo, podríamos denominar esto como un derecho a vivir dignamente, hablando de la universidad como el segundo hogar. No obstante, la falta de conciencia ambiental por parte de los estudiantes de la Universidad de Ibagué ha hecho que el campus se vea afectado por residuos que éstos arrojan al piso. Cultura Ciudadana en Ibagué 86

Debemos tomar conciencia sobre qué es lo que queremos en nuestra universidad y también qué podemos hacer para mejorar lo que ya se hizo mal; no solo pedir el cambio sino también generarlo al interior de nosotros mismos. La experiencia en espacios naturales Una investigación hecha por Cecilia Rosemberg y Bibiana Amado (2007) muestra que los niños aprenden observando y haciendo, es decir, si nosotros les enseñamos a los seres humanos, desde niños, que la naturaleza hace parte de su vida cotidiana y a compartir más con ella, seguramente habría menos contaminación. No estamos diciendo que la Universidad de Ibagué sea un basurero, lo que sí estamos diciendo es que falta un poco de conciencia ambiental y que sí se puede hacer que los estudiantes la adquieran.

Santiago Mejía Pascualy, Basuras, 29 de octubre del 2013.

Los estudiantes están acostumbrados a las cuatro paredes de los salones, como lo indica Fabián Polanía un estudiante de Ingeniería Electrónica de la Universidad de Ibagué “el hábitat natural de nosotros los estudiantes son los salones de Cultura Ciudadana en Ibagué 87

clases, y de aprovechar el campus o aprenderlo a cuidar muy poco, sé de naturaleza y la ayudo a conservar porque he hecho actividades extra universitarias, que me han llevado a cuidarla”. Así como Fabián muchos estudiantes manifestaron que su vida universitaria gira en torno a las cuatro paredes y que muy pocos profesores les inculcan el respeto al campus. En la Universidad de Costa Rica se llevó a cabo un proyecto que consiste en sacar a los estudiantes de las aulas y usar un bosque llamado Ramón Álvarez para dictarles clases. El propósito de este proyecto es por medio de la experiencia, acercar a los estudiantes a espacios naturales para su formación de valores en educación ambiental y de conservación. En este estudio no sólo se lleva a estudiantes universitarios, sino también a estudiantes de colegios para que desde pequeños vayan tomando conciencia de lo que los rodea. Como mencionamos anteriormente, los jóvenes aprenden observando y haciendo.

Falta de conciencia ambiental Aunque la Universidad ha hecho énfasis en el cuidado del campus, a veces esos esfuerzos se quedan cortos. Cuando el programa de Administración Ambiental introdujo el sistema de reciclaje en la Universidad, hicieron una presentación enseñando cómo usar las canecas y donde tenía que ir cada residuo, presentación a la cual fueron muy pocas personas. Como nos lo dice Fátima Rodríguez Marín (2011) la educación ambiental hay muchas maneras de abordarla, es un concepto el cual no se puede quedar estancado en una manera de enseñarlo, sino hay que abordarlo desde diferentes puntos para hacer más efectivo el mensaje. La profesora Victoria Ortegón, en la clase de Educación Ambiental, diseña con los estudiantes estrategias para educar a la comunidad universitaria en la clasificación de los residuos, para así llevar a cabo el Proyecto Ambiental Universitario (PRAU). Proyecto que se ha realizado desde febrero del año pasado y consta de dos fases, la primera que es el aprovechamiento de los residuos reciclables con el fin de Cultura Ciudadana en Ibagué 88

venderlos y obtener dinero suficiente para la segunda fase que es el manejo de los residuos orgánicos. Como nos lo dice el estudiante de Ingeniería Ambiental Andrés Guepe, “PRAU en la Universidad de Ibagué busca crear una conciencia a la comunidad estudiantil en el tema de los residuos creados en el campus”. Catalina Vargas Ramos y varios autores más en su texto llamado “Actitudes Ambientales en los Estudiantes de Nivel Superior en México” nos dice algo muy cierto y es “la degradación y el consumo excesivo de los recursos naturales nos han llevado a tener problemas ambientales, siendo principalmente problemas por la falta de actitud o de sensibilización ambiental de la población” (2011). Me gustaría hacer énfasis en la parte final de esta frase, ya que es muy diciente, a la población mundial le hace falta sensibilizarse con respecto al problema de la educación ambiental.

Santiago Mejía Pascualy, Litro, 29 de octubre del 2013.

¿Qué piensan los estudiantes? La Universidad de Ibagué se caracteriza por tener un campus grande y uno de los mejores cuidados en la ciudad, por eso quise preguntarles a los estudiantes qué piensan sobre este problema de falta de educación ambiental en la Universidad. A una encuesta muy sencilla me encuentro con que los estudiantes prefieren botar Cultura Ciudadana en Ibagué 89

los papeles al piso porque “la universidad la mantienen aseando como cada media hora” cómo expresó una estudiante de Ingeniería Industrial. Otros dijeron que las canecas para arrojar estos residuos se encuentran muy lejos y “se me ensucia el pantalón si la guardo en el bolsillo”, estudiante de Negocios Internacionales. Ver cómo estudiantes de esta universidad tienen un pensamiento tan egocéntrico me hace pensar que quizás este problema no tenga solución, pero por otra parte, hubo muchos estudiantes que me manifestaron que ellos sí guardan sus residuos en sus bolsillos hasta encontrar un lugar donde depositarlos, me dijeron “la Universidad tiene bastantes lugares donde arrojarlos, es la pereza de los estudiantes que hace que estos se vean muy lejos”, estudiante de Ingeniería Ambiental. “Nosotros no dejamos de arrojar papeles al piso por ver la Universidad limpia, lo hacemos es por tener el mundo limpio, si no lo hago aquí tampoco lo hago en la calle” grupo de estudiantes. Azulitos Hablando con el personal de Servicios Generales de la Universidad, me doy cuenta que el campus no es como parece, “La Universidad es muy bonita y nosotros estamos acá para que se mantenga así”. ¿Qué pasaría si la Universidad no los tuviera a ellos?, ¿los estudiantes tienen la conciencia ambiental para mantener el campus de la misma manera que cuando ellos están?, esa pregunta me la contestó uno de los famosos “azulitos”: “A veces nos encontramos con una universidad vuelta mierda, en especial los días que juegan fútbol, esa cancha queda muy sucia, y los miércoles en los salones a veces no sabe uno si fueron estudiantes los que tomaron clases en esos salones”. Le pregunté si él piensa que hay una solución a este problema, a lo cual me contestó, “sí, los estudiantes tienen que aprender que la Universidad también es de ellos, y que la deberían cuidar como ellos cuidan la casa, nosotros no podemos ocultar el problema limpiando todo el día, eso no quiere decir que ese problema no exista”. La conciencia ambiental debe venir de uno mismo, se debe querer para poder lograrse, los estudiantes me dejaron muy claro que aunque hayan unos pocos que Cultura Ciudadana en Ibagué 90

vean el mundo de una manera muy superficial, hay otros que sí ven las consecuencias que está dejando esta ignorancia en la cual muchos viven, la Universidad puede cambiar solo si los estudiantes quieren. No quiero cambiar a la Universidad, lo que quiero hacer es cambiar a muchos estudiantes de la misma, y que éstos por medio del ejemplo cambien a toda una Universidad.

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Epílogo

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El trato a la mujer embarazada: un tema de cultura ciudadana Angela Lopera Molano

Introducción Lo primero que te dicen los médicos en relación al estado del embarazo es que éste no constituye ninguna enfermedad. No obstante, es un cambio total del cuerpo de la mujer, de su manera de comer, sentir, caminar, vivir; y un cambio radical en su forma de pensar: ahora ya no soy sólo yo, sino que llevo una vida dentro de mí que debe protegerse desde los primeros meses, los más riesgosos de tener un aborto, hasta el final, cuando ya es imposible dormir, permanecer parado o sentado mucho tiempo. Si bien el embarazo no es una enfermedad, es una transformación total de la vida física, sensible, emocional y racional, si se permiten dichas divisiones. Estos cambios internos se evidencian en el entorno y están relacionados con la vida que debe tener una mujer embarazada, teniendo en cuenta que dentro de ella, en esa inmensa panza que crece y crece, se está formando otro ser vivo. La calidad de vida en una ciudad como Ibagué se relaciona con el derecho a la salud, al trabajo digno, a la educación de calidad, al descanso y al respeto a la vida, entre los principales. Este último es quizás el más importante, pero el menos tenido en cuenta cuando de convivencia ciudadana se trata. De acuerdo con el Observatorio de Cultura Urbana del Instituto de Cultura y Turismo de Bogotá, “la convivencia entre extraños implica un conjunto de costumbres, acciones y reglas mínimas compartidas, que genera sentido de pertenencia, respeto del patrimonio común y reconocimiento de los derechos y deberes ciudadanos” (2002, p.5). Así, la mujer embarazada no solamente debe gozar de una atención médica oportuna, Cultura Ciudadana en Ibagué 93

sino de una calidad de vida en la que el conjunto de costumbres y acciones de los demás ciudadanos, permitan el libre desarrollo de su estado, desde el respeto mutuo. En contexto: Embarazo y Cultura Ciudadana Para Fernando Guzmán Rodríguez, director del programa Amor por Bogotá, la cultura ciudadana “promueve el fortalecimiento o la adopción de creencias, ideas, valores, prácticas y costumbres compartidas socialmente que favorezcan la convivencia en sociedad, a través del fomento de dos principios de acción ciudadana: la corresponsabilidad y la autorregulación” (2008, p.21). Nos interesa llamar la atención sobre estos dos principios. Por un lado, cuando hablamos de corresponsabilidad nos referimos al respeto mutuo entre los ciudadanos, es decir, que la calidad de vida en la ciudad es responsabilidad de todos. Por otro lado, la autorregulación “exige por parte de los ciudadanos una cierta armonía entre el respeto a la ley, las propias convicciones morales y las tradiciones y convenciones culturales” (2002, p.5). Tanto la corresponsabilidad como la autorregulación requieren de un examen de consciencia del ciudadano que le permita entender el significado de la convivencia, debido a que la vida en la ciudad se construye entre todos y depende de un diálogo entre convenciones culturales. Cuando decimos ‘es que los ibaguereños somos así’ o ‘esa es nuestra cultura’, estamos banalizando la noción misma de cultura, en vez de confrontar el problema y educarnos, fortalecer el sentido de pertenencia, para que nos permita valorar la vida del otro como si fuera la nuestra. De acuerdo con el especial del periódico El Tiempo “Profesión mujer: ni un abuso más”, en Colombia “entre el 2001 y el 2009, más de 26.000 mujeres quedaron embarazadas a causa de una violación” a esto se le suma la cantidad de abusos de los que han sido víctimas las mujeres: conflicto armado, violencia sexual, intrafamiliar, desplazamiento; y el número elevado de embarazos adolescentes en el país, para el 2010, el 19.5% de las adolescentes han estado embarazadas, de acuerdo al informe del Observatorio de Asuntos de Género de la Alta Consejería Cultura Ciudadana en Ibagué 94

Presidencial para la Equidad de la Mujer, y en la ciudad de Ibagué, de acuerdo al informe del proyecto Ibagué cómo Vamos “el porcentaje de embarazos en menores de 18 años que alcanzó una tasa del 11.27% (incrementó del 1.1%)”. Así mismo, Caracol Radio publica en su página web otras cifras importantes: “1 de cada 5 mujeres entre los 15 y los 19 años ha estado embarazada alguna vez […] Colombia ocupa el tercer lugar en América en feminicidios, en 2010 se presentaron 1444 casos y en 2011 se presentaron 1415 homicidios de mujeres”. En este aterrador panorama que presentamos sobre la condición de la mujer, nos interesa rescatar algo que ha estado oculto y es el embarazo en sí mismo, es decir, los nueves meses de desarrollo del feto en el útero y su relación con la vida de la mujer en la ciudad. Esto es, la relación entre la calidad de vida de la mujer embarazada y las condiciones de convivencia, entiéndase por esto cultura ciudadana, a las que debe enfrentarse en una ciudad como Ibagué. Igualmente, hay que tener en cuenta, de acuerdo a las estadísticas, que muchas de esas mujeres embarazadas son niñas.

Una mujer embarazada cruzando la calle: El tránsito en Ibagué En la ciudad de Ibagué se rompen constantemente dos normas básicas de tránsito, una por parte de los peatones ‘normas peatonales’, y otra por parte de los conductores ‘normas vehiculares’. Los peatones atraviesan las calles por cualquier parte, es decir, no utilizan las zonas demarcadas para tal efecto, las cebras, y tampoco respetan los semáforos en rojo. Los conductores, por su parte, no disminuyen la velocidad cuando se aproxima una cebra, ni tampoco permiten el paso de los peatones por la misma para cruzar la calle. La táctica es aumentar la velocidad. Un ejemplo concreto de esto es la cebra que se encuentra en la avenida Ambalá con 60, justo después de la glorieta en dirección hacia el centro. Para pasar por dicha cebra es necesario esperar que el flujo vehicular disminuya y correr hasta el otro lado. Cultura Ciudadana en Ibagué 95

Una mujer embarazada puede correr. Si has sido una buena deportista durante tu vida no hay ningún inconveniente. Sin embargo, en algunos casos tiene sus riesgos. Una cosa es correr para hacer deporte, relajarse y fortalecerse, y otra muy distinta es correr para protegerse de los carros pasando una avenida o una calle. Dicen los expertos que el centro de gravedad de la mujer embarazada cambia al crecer el feto hacia adelante, esto hace que la forma de caminar sea distinta, que haya riesgo de perder el equilibrio y caerse. Esto sucede en el último trimestre del embarazo, lo que genera en la mujer el estar en un estado de alerta constante y, en algunas, andar más despacio, como un pato, tratando de evitar una caída. Según lo establece el Código de Tránsito en el Artículo 63 en las Normas de Comportamiento (Título III), todo conductor está obligado a respetar “los derechos de los peatones. Los conductores de vehículos deberán respetar los derechos e integridad de los peatones”. Y, ¿cuáles son los derechos de los peatones? No encontré en el Código ningún artículo que hablara sobre el tema. No obstante, considero que cuando se habla de respetar los derechos y la integridad de los peatones, es casi que obvio que las vidas de una mujer embarazada se deben proteger por encima de todo. Esta situación es más compleja cuando se intenta cruzar en los 18 segundos que dura el semáforo para peatones de la avenida Ambalá en el CAI que conduce hacia la entrada de la Universidad de Ibagué. No solamente hay que cruzar esta cebra en dos tandas, sino que hay que tener mucho, es decir, muchísimo cuidado con la cantidad de conductores de motos imprudentes que no respetan el semáforo y siguen adelante. Este tema de las motos en Ibagué daría para todo un tratado de cultura ciudadana y una urgencia de formulación de políticas públicas al respecto. ¿Será que lo mejor en estos casos es tener también un carro? Pero, ¿qué pasa cuando no se cuenta con un vehículo propio? Abordar un bus es imposible, dadas Cultura Ciudadana en Ibagué 96

las condiciones de equipamiento de éstos aquí en la ciudad de Ibagué que no cuentan con rampas, adecuaciones amplias al interior del vehículo y un espacio para ubicarse. Montarse en bus es más que todo un ejercicio de resistencia: sostenerse para no caer, lograr llegar a la silla –si la hay- tratando de no lastimar a ningún otro pasajero, sentarse en una silla incómoda y angosta y luego, tratar de bajarse. Me pregunto en qué cabezas se piensa y se planea el funcionamiento de un sistema de transporte. Bogotá ha avanzado un poco en este aspecto con TransMilenio, digo un poco, porque para lograr sentarse en una silla azul hay que sumergirse entre la gente que se queda parada en las puertas para que vean, quienes están cómodos en las sillas azules, que se está embarazada y que se merece el puesto. Me pregunto, si estamos todavía muy lejos de entender que si bien las mujeres embarazadas no estamos enfermas, sí tenemos una condición que nos hace diferentes y que requiere de cuidado y atención. En cabezas de hombres es que están las leyes para reglamentar la licencia de maternidad, que aún ahora, ni siquiera con tres meses es suficiente. A los tres meses, el bebé es muy dependiente de su madre y la producción de leche, para muchas, sigue aumentando. Retomando el tema, se podría decir que la única opción que queda es abordar un taxi. ¿Cómo puede ser la experiencia de abordar un mínimo de cuatro taxis al día cuando se está embarazada? Los taxistas son unos de los conductores que más normas de tránsito rompen. Estacionan en lugares prohibidos, aumentan la velocidad, se atraviesan de un carril a otro, se adelantan por el costado derecho, hablan por celular mientras conducen, no usan el cinturón de seguridad, encienden la radio a un volumen elevado y, lo que compete a nuestro tema, no tienen en cuenta al pasajero que llevan atrás. Una mujer embarazada resiente todos los movimientos de un carro y es peor cuando se pasa por un hueco, se frena intempestivamente o se va de un lado a otro entre los carriles. En el cuerpo de la mujer todo se mueve por dentro como si estuviera a punto de romperse. Montarse en un taxi en la ciudad de Ibagué es la experiencia de una montaña rusa, solamente que éstas están prohibidas para las Cultura Ciudadana en Ibagué 97

mujeres embarazadas. En la parte de atrás del carro, la mujer embarazada se sostiene con fuerza y suda tratando de llegar a su destino, después de que le ha advertido al conductor lo que es obvio y evidente: “señor, por favor maneje más despacio que estoy embarazada”. El taxi ofrece un servicio público, por lo tanto, debe propender por el bien del ciudadano que utiliza este transporte. Como lo dice el Artículo 55 del Código de Tránsito: “Toda persona que tome parte en el tránsito como conductor, pasajero o peatón, debe comportarse en forma que no obstaculice, perjudique o ponga en riesgo a las demás y debe conocer y cumplir las normas y señales de tránsito que le sean aplicables, así como obedecer las indicaciones que les den las autoridades de tránsito”. Un último elemento a tener en cuenta es lo que llamaremos aquí el flujo peatonal. Éste se evidencia, en particular, en lugares de fuerte afluencia como el centro comercial Multicentro, el centro de Ibagué por la carrera Tercera, la calle 15, la carrera 2, principalmente. Incluso más ofensivo que los carros que aumentan la velocidad cuando se intenta cruzar una calle, son las personas que caminan chocándose unas a otras, sin importar quien vaya por ahí, solamente con la intención de pasar, de seguir, de andar, de llegar. Y en medio de todo esto, dos manos que protegen una barriga y el miedo constante a que alguien vaya a rozarla, tocarla o lo que es peor, golpearla y el bebé que llevamos dentro lo pueda resentir. Estando embarazada se aprende a reconocerse a sí misma desde la barriga, a que los demás ya no te miren a los ojos, sino a la barriga, pero más que eso, a proteger la barriga por encima de todas las cosas. Incluso si es necesario codear al otro para que entienda que vamos dos por ese camino. Todas estas acciones nos llevan a pensar en la cultura ciudadana. No se trata de enfrentarse al otro con los mismos abusos o violencias, por ejemplo, codear o ‘dar carterazos’, como suelen hacer muchas mujeres, sino lograr que existan mínimos de comportamiento y de respeto de la vida de los otros, especialmente sobre el Cultura Ciudadana en Ibagué 98

tema que estamos abordando, las vidas de una mujer embarazada. Mínimos tales como la conciencia del estado del embarazo y el cuidado que éste debe tener, la posibilidad de darle paso y de proteger la vida del pasajero, tanto en un bus como en un taxi. En la Constitución Política de Colombia, en el Artículo 43 se señala que “La mujer no podrá ser sometida a ninguna clase de discriminación. Durante el embarazo y después del parto gozará de especial asistencia y protección del Estado y recibirá de éste subsidio alimentario si entonces estuviere desempleada o desamparada”. Es cierto que el precario sistema de salud colombiano favorece a las mujeres embarazadas y que desde allí el Estado se ha encargado de velar por ellas. Sin embargo, podría entenderse la noción de discriminación en un sentido más amplio y pensar que ésta va unida a la cultura ciudadana en la medida que un conductor de taxi, quien presta un servicio al otro, debe conducir de manera que respete la vida e integridad de la persona que lleva en su automóvil. Que la persona que conduce su carro particular no puede discriminar a la mujer embarazada que cruza por una cebra. Es que ni siquiera señalando la barriga cuando se cruza la calle, los conductores atienden el llamado a detenerse. La no discriminación radica en pensar en la vida del otro como si fuera mi propia vida y así, poder ponerse en los zapatos del otro en función de la protección y el respeto mutuo. Para concluir esta parte, vale la pena anotar que no se encontró en el Código de tránsito un artículo alusivo a las mujeres embarazadas, sus derechos como conductoras, peatones, usuarias del servicio público y ciudadanas. La atención y el servicio prioritario En la definición de cultura ciudadana de Fernando Guzmán Rodríguez se afirma que ésta “propone la transformación voluntaria y consciente de comportamientos colectivos que facilitan la convivencia ciudadana” (2008, p.p. 21-22), se trata de cambiar comportamientos dirigidos al cumplimiento de las normas de convivencia. Sin embargo, es muy usual en nuestra cultura que la mujer embarazada vaya al Cultura Ciudadana en Ibagué 99

banco a pagar todos los servicios, ya que la van a atender primero que a los demás que llevan un mínimo de 40 minutos haciendo una fila interminable, en un banco con 5 puntos de atención, que normalmente tiene 2 o 3 abiertos. Entonces, la abuela y la mujer embarazada hacen la fila prioritaria mientras sus respectivos familiares, ocultos en la parte de afuera, esperan que salgan rápido de la ‘vuelta’. Las normas de convivencia y el respeto se dan mutuamente, un banco o un supermercado, por ejemplo, están en la obligación de darle prioridad en la fila a una mujer embarazada y ésta no debe abusar de esta prioridad. Nos cuenta el vigilante del punto de pago de Tropical, quien no quiso que dejáramos consignado su nombre en este texto, que “ya no se le da prioridad a las personas de tercera edad en la fila del pago de servicios porque las demás personas los usan para que paguen los de todo el barrio y con eso se ganan unos pesos”. Hay que tener en cuenta que sostenerse en pie, quieta, en una fila es incluso más difícil que correr pasando la calle. A los siete meses, tal vez antes, la barriga pesa 10 kilos. Es decir que nuestros pies están soportando el peso normal del cuerpo y los 10 kilos de los órganos que aumentan de tamaño, del líquido amniótico y del bebé. En la página web de Bancolombia, en la sección de las sucursales se lee el subtítulo “Atención a discapacitados” y se señala lo siguiente: “En BANCOLOMBIA sabemos que hay personas que necesitan un trato diferente, por eso en nuestras sucursales aplicamos protocolos de atención para nuestros clientes en situación de movilidad reducida (silla de ruedas, muletas, bastones, caminadores), adultos mayores de 60 años, mujeres en embarazo y personas de baja estatura. Igualmente, personas con otras discapacidades, que se hagan presentes en nuestras instalaciones, también tendrán atención prioritaria, segura y oportuna”. Como ya lo hemos reiterado, el embarazo no es una enfermedad, ni tampoco una discapacidad. Efectivamente en las sucursales de este banco en la ciudad de Ibagué existe una fila prioritaria en la que están los clientes mayores de 60 años, personas con alguna discapacidad física, mujeres con niños de brazos y mujeres Cultura Ciudadana en Ibagué 100

embarazadas. Más adelante en la misma página del banco se lee: “En la sucursal recibirás una atención prioritaria tan pronto alguno de nuestros empleados se encuentre disponible. [el subrayado es mío] El equipo de la sucursal hará lo posible por evitarle largos tiempos de espera en filas y/o salas, direccionándote de forma oportuna y ágil al servicio requerido”. Y esto es lo que realmente sucede. Las mujeres embarazadas debemos esperar en la fila, que a veces son largas, con los demás prioritarios, a que un cajero nos atienda de la siguiente manera: un prioritario y un cliente de la fila normal, un prioritario y un cliente de la fila normal. Esto sucedió en la sucursal de Bancolombia de Multicentro en el primer piso, cuando tenía ocho meses de embarazo. Esperé más de 20 minutos en la fila, sin que nadie se pronunciara al respecto. Esto me hace deducir que somos ciegos ante la situación de los demás, ante

que

siente

otro

porque

somos

capaces

asumir

corresponsabilidades, que la vida de todos es una responsabilidad compartida. El servicio prioritario tiene que ver con los baños públicos de los diferentes establecimientos de Ibagué y los que ofrece la misma ciudad. De acuerdo con el portal Babycenter, recomendado por ginecólogos para el proceso del embarazo, el parto y el crecimiento del bebé: “Al poco tiempo de quedar embarazada, los cambios hormonales provocan que la sangre fluya más rápido por tus riñones. Esto a su vez hace que tu vejiga se llene con más frecuencia. […] Más adelante, es posible que sientas presión en la vejiga debido a que tu útero es cada vez más grande”. Ahora bien, encontrar un baño público, aseado, disponible y con papel higiénico es toda una travesía en esta ciudad y más cuando realmente no es posible aguantar las ganas de orinar. El Acuerdo 014 de 2009, “por el cual se implementan los baños públicos en la ciudad de Ibagué” fue aprobado, pero nunca llevado a cabo. La Alcaldía tenía seis meses a partir de la publicación del Acuerdo para implementar la medida. Sin embargo, como lo afirma un artículo publicado en El Nuevo Día el pasado 26 de enero de 2013, el personero municipal Isaac Vargas explica “que para hacer viable dicha ejecución la Gestora Urbana hizo un estudio Cultura Ciudadana en Ibagué 101

de viabilidad y a través de una concesión con la Cámara de Comercio, ésta última sería la entidad encargada de instalarlos”. La iniciativa es una necesidad imperante, hasta sanitaria, el Acuerdo está firmado, incluso se lee en éste: “El Alcalde de Ibagué […] considerará el acceso gratuito a las personas de tercera edad, mujeres gestantes, niños y niñas menores de 14 años y discapacitados, a los baños públicos, con el fin de facilitarles un acceso ágil a estos servicios” (Artículo quinto), pero nada ha sucedido. Nueve meses Haré mención de tres artículos de la Declaración Universal de los Derechos del Hombre que resumen lo expuesto en este texto sobre el trato a la mujer embarazada en la ciudad de Ibagué y los componentes de una cultura ciudadana para ella. El Artículo 3 dice: “Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona”. El Artículo 25: “[…] La maternidad y la infancia tienen derecho a cuidados y asistencia especiales […]”; y el Artículo 29: “Toda persona tiene deberes respecto a la comunidad, puesto que sólo en ella puede desarrollar libre y plenamente su personalidad. En el ejercicio de sus derechos y en el disfrute de sus libertades, toda persona estará solamente sujeta a las limitaciones establecidas por la ley con el único fin de asegurar el reconocimiento y el respeto de los derechos y libertades de los demás, y de satisfacer las justas exigencias de la moral, del orden público y del bienestar general en una sociedad democrática”. El primero, y más esencial, sin el cual no se dan los siguientes, todos los hombres tenemos derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad. Habría que poner en tela de juicio el comportamiento de los otros en la manera como vivimos en la ciudad, para verificar cómo se atenta contra el otro y qué soluciones se pueden plantear. De acuerdo a lo ejemplificado en este texto, hay un trabajo fuerte de formación en cultura ciudadana en relación a las normas de tránsito y al comportamiento de conductores y peatones. De igual manera, un trabajo que permita que la policía regule, controle y sancione procedimientos que atenten contra la seguridad de la Cultura Ciudadana en Ibagué 102

persona, toda persona, incluida la mujer embarazada. Este ejercicio debe partir de una concientización del estado del embarazo, que porque sea una experiencia exclusiva de la mujer no quiere decir que el hombre se limite a ignorarla o determinar que jamás podrá entenderla. Lo último es cierto, pero sí puede velar para que la mujer embarazada tenga un trato digno como ciudadana. El segundo artículo citado le da un toque especial al tema. Las mujeres embarazadas son especiales; el trato que se les da, por consiguiente, debe ser especial. Y el tercer artículo relaciona los derechos individuales con los colectivos. Una mujer embarazada hace parte del grupo de los ciudadanos, que en ejercicio de sus derechos y deberes debe respetar los derechos y deberes de los otros. Sólo de esta manera habrá cultura ciudadana y, por ende, una democracia. Un tema que también es muy polémico y que no tratamos en este texto, se refiere al trato que la mujer embarazada recibe en el lugar en el que labora. Allí es donde más se debe tener en cuenta ese trato especial: al mantener el contrato, recibir su sueldo cumplidamente, no desmejorar bajo ninguna circunstancia su calidad de vida, como por ejemplo cambiar el cargo o disminuir el salario, concederle la licencia de maternidad, brindarle el espacio para la extracción de la leche, una sala de lactancia, una guardería y la hora reglamentaria durante los tres meses siguientes al regresar de la licencia. Todo esto se viola constantemente en Colombia y existen muchos casos que pueden considerarse al respecto, aún si la Constitución y Régimen Laboral lo contemplan como una falta. Los nueve meses de embarazo parecen eternos, sobre todo cuando ya se está en la recta final y se espera con ansiedad que el bebé nazca. Luego, nos damos cuenta que el tiempo voló, pero que en este correr hay que solucionar temas esenciales de cultura ciudadana, porque si mis nueves meses ya pasaron, los nueve meses de otras están en curso y me preguntó qué habrá cambiado en la ciudad en relación al trato especial y a la cultura ciudadana cuando decida quedar nuevamente embarazada. Cultura Ciudadana en Ibagué 103

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Registro fotográfico – Columnas de opinión

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La contaminación auditiva, un problema de cultura ciudadana en Ibagué Sebastián Rico

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¿Y la cultura ciudadana del barrio Ambalá en la ciudad de Ibagué? Daniela Cleves

¿Azul, verde o gris? Santiago Mejía

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Contaminación, un problema que nos afecta a todos Lorena González

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Fallas en los semáforos e imprudencia de los peatones Gisela Andrea Quiroga

Caminemos seguros Daniela Varela

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Universidad de Ibagué

Facultad de Humanidades, Artes y Ciencias Sociales

Programa de Comunicación Social y Periodismo Asignatura: Expresión III

Ibagué Diciembre de 2013

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