Las fechas, como los nombres, son lo más importante. El nombre por encima del calibre de las balas.
Me llamo Antígona y busco entre los muertos el cadáver de mi hermano.
Tadeo no aparece. No querían decirme nada.
Donde antes tú ahora el vacío.
No querían decirme nada. Querían huir de la ciudad.
Por eso muchas casas están abandonadas, las puertas tienen candados pero adentro aún hay muebles, porque en la huida sus habitantes… ¿Ves la ironía , Tadeo? Ellos quieren desvanecerse y que los últimos ojos que te vieron no los miren.
¿Qué cosa es el cuerpo cuando alguien lo desprovee de nombre, de historia, de apellido? ¿Qué cosa es el cuerpo cuando está perdido? ¿Cómo se reconoce un cuerpo? ¿Cómo saber cuál es el propio si bajo tierra y apilados?
Yo también estoy desapareciendo Tadeo. Todos aquí iremos desapareciendo si nadie nos busca, si nadie nos nombra, si nos quedamos inermes sólo viéndonos entre nosotros, viendo cómo desaparecemos uno a uno.
¿lavó el cadáver?
somos muchos
¿le cerró ambos ojos?
somos muchos
¿enterró somos el cuer muchos po?
¿lo dejó abandonado?
somos muchos
¿le dio un beso al cadáver?
ANTIGONA Los fragmentos del texto que acompañan este libro, forman parte del poema documental de Sara Uribe, en la que Antígona González busca en San Fernando, Tamaulipas, a su hermano desaparecido en el contexto de la guerra contra el narcotráfico. Este poema documental, mi viaje por estas carreteras y las historias reales que me fueron confiadas, me han inspirado a realizar esta serie de fotografías en donde encarno al personaje de Antígona González con la intención de dar voz a todas a aquellas mujeres, que como Antígona, buscan incansables a un familiar desaparecido. Este ensayo fotográfico también me ha permitido aproximarme al padecimiento de la angustia por quienes no están muertos sino extraviados, y percibir una ausencia que lo abandona todo, en donde la propia existencia se suspende en un espacio mediador entre el mundo celeste y el terrestre. Angélica Gallegos/2013