Amalia la pirata
Amalia la pirata Había una vez, hace mucho tiempo un barco pirata enviado por los reyes portugueses para robarle los tesoros del nuevo continente a los españoles. En ese barco se encontraba una hermosa pirata de pelo negro como la noche, ojos azules como el cielo, inteligente, decidida e imponente porque después de todo era la única mujer entre la tripulación. Esa joven se llamaba Amalia.
Amalia la pirata En la mañana del decimo día de navegación, en la mitad de una tormenta el barco de Amalia sufre un accidente y la joven junto a toda su tripulación naufraga. Cuando Amalia se despierta está en la ciudad de Cartagena llena de golpes, raspaduras y morados por todas partes. En ese lugar se encuentra con un indígena llamado Uzaque, él se da cuenta que ella es pirata pero como esta herida gravemente decide ayudarle.
Amalia la pirata Uzaque le da a Amalia una balsa y le dice que navegue hasta un pueblo llamado La Laguna De Guatavita, ya que en ese lugar la podían curar. La joven siguió las instrucciones de Uzaque. La laguna era el lugar perfecto, no solo por la hermosura de los arboles y flores de distintas formas y colores sino también por el aire fresco y el agua aguamarina que estaba dentro de un volcán inactivo a la que le llamaban laguna.
Amalia la pirata Cuando Amalia llega a la laguna se da cuenta que sus heridas se infectaron de tal manera que va corriendo donde el chaman, que era viejo, arrugado, de pelo largo y blanco y de aspecto un poco intimidante. El chaman le dijo a Amalia que él no podía curarla pero si se metía a la laguna eso podía ayudarla, la joven siguió las instrucciones y se metió a la laguna sin comprender como la iba a ayudar. Amalia se sorprendió al darse cuenta que al salir de la laguna ya no tenía ni el menor rastro de raspados, morados o golpes.
Amalia la pirata Al verse curada la pirata decide quedarse en la tribu muisca para proteger la magia que se encuentra en este lugar de la gente que pueda daĂąarlo.
ÂĄFIN!