Sabio el pececito y la tortuguita Lucía.

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SABIO EL PECECITO Y LUCÍA LA TORTUGUITA

SABIO EL PECECITO Y LUCÍA LA TORTUGUITA

Angélica Serna Giraldo Jurielis Magallón


SABIO EL PECECITO Y LUCÍA LA TORTUGUITA

Había una vez una tortuguita triste y solitaria en el fondo del mar, que no tenía amigos para jugar.

Un día al su mirada levantar, vio a un pececito nadar y gozar… Era Sabio el pececito, que la había escuchado llorar.

Angélica Serna Giraldo Jurielis Magallón


SABIO EL PECECITO Y LUCÍA LA TORTUGUITA

¡Pececito, pececito! Grito la tortuguita de felicidad. ¿Dime tortuguita, en que te puedo ayudar? ¿Dónde has estado todo este tiempo? ¡Preguntó la tortuguita sin parar de llorar, me he sentido tan solita y triste en este inmenso mar! A lo que el pececito no dudo en contestar, te has sentido solita porque no te atreves a nadar... Estás equivocado, en este enorme y solitario mar, sí empiezo a nadar, me perderé y me pondré a llorar.

¡A lo que el pececito exclamó!... Perdernos no siempre es malo, mira hoy me he perdido yo y te he encontrado. La tortuguita sonriendo le contestó... Pececito tienes tanta razón, por no querer nadar, me he quedado sola y se me ha roto el corazón. Yo también estuve solo y triste y con el corazón roto…pero un día no quise estar nunca más solo y a nadar a mar abierto me lancé sin temor. Encontré que no estaba solo, tenía miedo sin razón. Hice amigos, muchos amigos y se me ha llenado el corazón

Angélica Serna Giraldo Jurielis Magallón


SABIO EL PECECITO Y LUCÍA LA TORTUGUITA

¡Oh pececito! ¿Cómo me has encontrado en este lugar tan apartado? Nadando y nadando tortuguita lucía, te vi llorando en la lejanía…pensé, oh, mira esa tortuguita necesita compañía… Y vine nadando rápido rápido a compartir un poco de sabiduría y una pizca de alegría.

Pececito ¿Qué es la sabiduría? Preguntó la tortuguita Lucía. Nos ayuda a crecer y tomar lo mejor de cada día, así nos permite aprender de la tristeza y convertirla en alegría, esto me dejó conocer una tortuguita triste llamada lucía, y con mi compañía devolverle la alegría.

Y así, el pececito sabio y la tortuguita lucía se convirtieron en amigos inseparables, disfrutando día a día el mar, llenos de felicidad haciendo más amigos y mucha SABIDURÍA.

~FIN~

Angélica Serna Giraldo Jurielis Magallón


SABIO EL PECECITO Y LUCÍA LA TORTUGUITA

MORALEJA A diario nos encontraremos con dificultades y nos sentiremos solos, pero nunca sabremos que existe en el fondo del mar si no nos arriesgamos a ver más allá de la oscuridad.

Quizás

encontremos

una

persona,

una

situación, un objeto, algo que nos ayudará y nos enseñará un poco de aquello que no sabemos. Nunca nos detengamos por el miedo, siempre busquemos hasta encontrar lo bueno.

Angélica Serna Giraldo Jurielis Magallón


SABIO EL PECECITO Y LUCÍA LA TORTUGUITA

PIENSA EN ALGUNA OCASIÓN EN LA QUE NO SABÍAS ALGO. 1. ¿Lo reconociste? 2. ¿Te preocupaste en aprenderlo? 3. ¿Qué pasaría si no lo hubieras aprendido?

¿PARA QUÉ NOS SIRVE LA SABIDURÍA? Fortalecer el amor propio, la autoestima y el respeto por sí mismo y por otros. Aprender a manejar sus emociones (ira, tristeza u odio) y cambiarlas por sentimientos de amor, paz, felicidad y confianza. Reconocer que los miedos solo existen mientras les des poder. Fortalecer la confianza en sí mismo y en otros. Reconocer la forma de amar de otros, sentirse amado. Soltar personas, circunstancias o situaciones del pasado o futuro que les hagan sentir miedo, tristeza, ira y aprender a convertirlos en perdón y esperanza. Armonizar en su vida el área económica, la importancia del ahorro y de invertir sabiamente. Aprender a hacer elecciones sabias y armoniosas en su vida. Al valorarte y entender el concepto causa y consecuencia y relaciones destructivas en un futuro.

Angélica Serna Giraldo Jurielis Magallón


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