steve Jobs homenaje

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LA

NI

“ SIQUIERA GENTE QUE QUIERE IR AL

CIELO

QUIERE MORIR PARA LLEGAR AHÍ” STEVE JOBS 1955-2011



El ilusionista visonario

Ilusión para cambiar el mundo

El ilusionista visionario por SERGIO RODRÍGUEZ

F

undó Apple, lanzó el primer sistema operativo con interfaz gráfica, reinventó la animación a través de Pixar, cambió la industria de la música con el iPod, hizo que funcionasen los teléfonos táctiles con el iPhone y, antes de fallecer, hizo realidad el sueño de crear un ordenador con forma de tableta, el iPad. Steven Paul ‘Steve’ Jobs ha fallecido en California a los 56 años con un legado tan amplio en su faceta profesional como escaso en su vida pública y personal. A falta de que la biografía ‘oficial’ se ponga a la venta en noviembre, es el propio Jobs quien mejor describió un capítulo clave de su vida en un emocionante discurso durante la apertura del curso escolar del año 2005 en la Universidad de Stanford: su adopción. La madre biológica de Jobs decidió que entregaría a su hijo. Pero sólo a unos padres que tuviesen estudios universitarios. Sin embargo, la familia a la que estaba destinado el bebé decidió, en el último momento, que quería una niña. Así que el pequeño Steven fue a recalar en otra donde su madre no tenía titulación y su padre ni

Desde que en 1976, junto a Steve Wozniak y Ronald Wayne, fundase Apple, Jobs se dedicó a crear, sobre todo, ilusiones. Desde el primer Macintosh hasta el iPad van más de 25 años de novedades e inventos que cambiaron la forma de entender el ocio a través de la ilusión de tocar el futuro. Lo hicieron ambos dispositivos pero también ‘ToyStory’, el iPod o la inclusión de todo el catálogo de The Beatles en iTunes.

siquiera el bachillerato. Pero aseguraron que su hijo iría a la universidad, lo que convenció a su madre biológica. «Diecisiete años después llegué a la universidad», recuerda Jobs, «pero seis meses después no le veía propósito alguno, no sabía qué hacer con mi vida, de modo que decidí dejarlo y confiar en que las cosas saldrían bien». Decisión que fue, en sus propias palabras, «una de las mejores que nunca he tomado». Los trabajadores de Apple no califican a Jobs como impulsivo, pero lo que se cuenta sobre él muestra a alguien exigente, algo caprichoso, adicto al trabajo, controlador, amante del buen diseño, obsesionado con los pequeños detalles y, sobre todo, entusiasta y perfeccionista: «Creo que si haces algo y resulta que es muy bueno, lo siguiente que debes hacer es crear algo maravilloso, no recrearte demasiado en el pasado», declaró en 1996 a la NBC. Hay quien dice que Jobs es el Leonardo da Vinci de nuestra época y es probable que la comparación sea, por ahora, una exageración. No lo es ponerle al nivel de emprendedores visionarios como Henry Ford o Thomas Edison, que alumbraron industrias al calor de su genio. El fundador de Apple no sólo tenía la capacidad de acertar el momento justo para poner el futuro a la venta. También convirtió a su compañía en la segunda con mayor capitalización bursátil del mundo, con más de 50.000 millones de dólares en caja.

El hombre que pondría rostro a la manzana más famosa y cara del mundo nació en San Francisco, pero tras su adopción por Paul y Clara Jobs creció en Mountain View, junto a Silicon Valley. Desde joven se interesó por la tecnología y no tardó en conocer a Steve Wozniak, figura clave para la puesta en marcha de Apple. Jobs no estudió en una gran universidad, sino que cursó un año en Redd, Portland —tras saltarse un año de instituto por su alto cociente intelectual—, pero lo dejó y sólo acudió a algunas clases sueltas. A cambio, en 1976, junto a Wozniak y tras regresar de un viaje a la India, puso en marcha desde un garaje una empresa que años después marcaría un buen número de


hitos en la historia de la informática. Es la época en la que aparece en las fotos con barba y pelo largo. Un tiempo que Jobs no solía recordar en vida porque, según todos los libros que recogen dichos acontecimientos, el verdadero genio detrás de las innovaciones de Apple era su colega Wozniak —de quien se aprovechó cuando eran jóvenes al vender a Atari un desarrollo ‘robado’ a su colega— que, a cambio, carecía de carisma y sentido empresarial. Fueron un equipo que lideró las tres primeras versiones del ordenador del mismo nombre de la empresa y después el Macintosh —junto al mítico anuncio 1984—, el primer ordenador con interfaz gráfica y escritorio al que pronto llegó el ratón, una versión portátil y muchas otras mejoras. Cierto que en los años siguientes fue Bill Gates quien, con Microsoft y junto a IBM, conquistó el mercado con el PC, pero la pareja fundadora de Apple son los verdaderos inventores de las ‘ventanas’. Pero para entonces Jobs había dejado su empresa. Ocurrió en 1984 y fue despedido por John Sculley, ex CEO de Pepsi-Cola a quien el propio fundador de la compañía de la manzana había reclutado un año antes para el mismo puesto con una cita para la posteridad: «¿Quieres vender agua con azúcar el resto de tu vida o quieres venir a cambiar el mundo conmigo?». En aquella época los empleados de Apple consideraban que Jobs era demasiado temperamental y Sculley decidió retirarle de sus labores al frente de Macintosh.

La conquista del desierto

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os doce años que Jobs tardó en regresar a Apple estuvieron lejos de ser una sequía, mucho menos un problema para alguien que no llegaba a los 30 años y tenía dinero de sobra para gastar. Tampoco fueron los mejores años de Apple, sino la época en que se convirtió en una compañía de culto para diseñadores y artistas gráficos, y sí los de Microsoft: conquistaron los escritorios con Windows 95 e Internet Explorer en ordenadores IBM.

NeXT fue la segunda aventura empresarial de Jobs. Una empresa que con el objetivo de hacer un producto excelente se ahogó antes de llegar a las masas. Queda para la galería de las anécdotas que Tim Berners-Lee diseñó Internet en uno de sus equipos. Aunque mantuvo NeXT, el exitoso treintañero de San

Francisco decidió, en 1986, centrarse en un nuevo juguete: TheGraphicsGroup, que después sería Pixar, una división de animación por ordenador que compró a Lucasfilm por 10 millones de dólares. Aunque en un primer momento Jobs trató de hacer lo que mejor sabía — vender ordenadores— se dio finalmente por vencido y cerró un contrato con Disney para cofinanciar y distribuir una serie de películas. Como es habitual en él, el fundador de Apple se rodeó de estrellas como Tom Hanks o Tim Allen, puso al frente de la producción a John Lasseter y el resultado fue ‘ToyStory’ (1995). Un hito en la historia de la animación al que seguirían títulos inolvidables como ‘Mostruos S.A.’ o ‘Buscando a Nemo’, y que llevaría a Jobs a formar parte del Consejo de Administración de

Disney después de que ésta adquiriese Pixar.

Tres revoluciones en 15 años

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on nuevos éxitos en el bolsillo y con su primera compañía en una situación delicada, Jobs movió sus fichas y regresó a Apple con la venta de NeXT en 1996. Un año des

pués ejercía como primer ejecutivo al módico precio de un dólar e hizo lo prometido: dar por ganada la batalla del ordenador personal a Microsoft y centrarse en «el próximo gran invento». Lo consiguió al menos tres veces en los siguientes 15 años, aunque lo nieguen sus detractores y lo exageren sus partidarios. La primera, en 2001, con el iPod, que suma más de 300 millones de unidades vendidas y al que se agregó en 2003 la tienda de música iTunes, que revolucionó los precios y el catálogo de música en Internet. La segunda, en 2007, con el iPhone: «De vez en cuando aparece un producto revolucionario que lo cambia todo», advirtió entonces, con razón, Jobs. La última, en 2010, con el iPad, que copa el 75% del mercado de las tabletas. Éxitos que además impulsaron un crecimiento del 23% en los ordenadores con manzana durante 2010. Victorias que han hecho de Apple una referencia mundial y un caso de estudio en las universidades de todo el mundo.


Logros basados, sobre todo, en el lema de Apple: «Piensa diferente» (ThinkDifferent). Una máxima inconformista que Jobs ha seguido también en su vida personal y que le ha llevado a trabajar como máximo responsable de la empresa hasta agosto de 2011, dos meses antes de su fallecimiento. Ni siquiera un cáncer de páncreas diagnosticado en 2004 y un trasplante de hígado en diciembre de 2009, que le supusieron graves complicaciones, alejaron al carismático líder de su empresa más de unos meses en cada ocasión. Steven Paul ‘Steve’ Jobs murió con las botas puestas. Fue fan de The Beatles, protagonista de películas y documentales, uno de los hombres más influyentes de su tiempo e incluso fue parodiado sin piedad por MattGroening en los Simpsons. También ejerció como marido de Laurene Powell, con quien se casó por el rito budista y tuvo un hijo y dos hijas, y padre de Lisa Brennan-Jobs —aunque le costó reconocerla—, la mayor de sus cuatro vástagos. Poco dado a aparecer en la prensa o a dar discursos, Jobs tampoco fue gran amigo de largas reuniones o encuentros profesionales. Con Eric Schmidt, cuando era CEO de Google, se reunió en una cafetería. Con Mark Zuckerberg prefirió cenar en casa. Quizá sea porque, aunque disfrutó del dinero, nunca fue una obsesión para él: «Ser el hombre más rico del cementerio no es algo que me preocupe… irme a la cama cada noche pensando que he hecho algo maravilloso, eso es lo que me importa», aseguró en 1993 a ‘The Wall Street Journal’. Ni siquiera en el encuentro que mantuvo con el presidente de EEUU, Barack Obama, junto a un buen número de colegas se puso traje y corbata. Sus vaqueros, camiseta y jersey oscuros, con sus gafas de patilla fina, eran todos los adornos que este visionario ilusionista necesitaba para convertir un teléfono en una caja de magia repleta de sorprendentes trucos.

El adiós a Steve Jobs en frases

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a empresa de tecnología Apple fue muy breve al comunicar la muerte de su fundador: 

“Estamos profundamente entristecidos de anunciar que Steve Jobs falleció hoy. 

El brillo, la pasión y la energía de Steve fueron la fuente de innumerables innovaciones que enriquecen y mejoran la vida de todos. El mundo es incomparablemente mejor gracias a Steve”.

Tras el anuncio, muchos líderes, empresarios, expertos en tecnología y admiradores del fundador de Apple reaccionaron en todo el mundo rindiendo sus propios tributos. 

BBC Mundo le presenta una selección de algunas emotivas despedidas del “genio de la manzana”: 

“Apple ha perdido un visionario y un genio creativo y el mundo ha perdido a un ser humano increíble” 

Tim Cook, Apple. 

“Steve era uno de los más grandes innovadores de EE.UU., lo suficientemente valiente como para pensar de manera diferente, lo suficientemente audaz para creer que podría cambiar el mundo y con talento suficiente para hacerlo. El mundo ha perdido un visionario” 

Barack Obama, presidente de EE.UU. 

“Steve y yo nos conocimos hace casi 30 años y fuimos colegas, competidores y amigos a lo largo de más de la mitad de nuestras vidas (...) Para aquellos que tuvimos la suerte de trabajar con él, fue un increíble gran honor. Te voy a extrañar muchísimo Steve” 

Bill Gates, Windows 

“Steve, gracias por ser un mentor y un amigo. Gracias por enseñarnos que lo que se construye puede cambiar el mundo. Te echaré de menos” 

Mark Zuckerberg, Facebook 

“A pesar de todo lo que logró, se siente como si apenas estuviera empezando. Con su muerte el mundo ha perdido un ejemplar raro” 

Robert A. Iger, Walt Disney Company 

“Esta noche, EE.UU. Perdió un genio que será recordado con Edison y Einsten (...) La creencia apasionada de Steve en el poder de la tecnología para transformar la forma en que vivimos nos trajo más que teléfonos inteligentes y iPads: trajo el conocimiento y el poder que está transformando el rostro de la civilización” 

Michael Bloomberg, alcalde de Nueva York 

“No es exagerado decir que, literalmente, cambió nuestro mundo” 

Julia Gillard, primera ministra de Australia 

“Steve vivió el sueño de California todos los días de su vida, cambió el mundo y nos inspiró a todos nosotros” 

Arnold Schwarzenegger, exgobernador de California 

“’Recordar que vas a morir es la mejor manera que conozco de evitar la trampa de pensar que tienes algo que perder’,

como dijo Steve Jobs en 2005” 

 AriannaHuffington, Huffington Post 

“Gracias por revolucionar la manera en la que escuchamos música. Tu visión no se olvidará nunca” 

Los Grammys (Academia de la Grabación) 
 Murió Steve Jobs, el genio de Apple que popularizó la tecnología Las nuevas generaciones quizás lo llamen el revolucionario de la ‘i’. BBC Mundo le cuenta la historia del fundador de la empresa tecnología número uno del mundo. Steve Jobs era Apple, la empresa que ayudó a fundar en 1976 y con la que creó algunos de los productos más admirados en el mundo tecnológico de los últimos años. Tras su muerte, se hace irresistible la tentación de mirar el pasado, aunque eso chocaría con las propias consignas de Jobs.


‘Si miras hacía atrás en este negocio, serás aplastado. Tienes que mirar hacia delante’, dijo en 2009 cuando se conmemoraban los 25 años de la creación de Macintosh, el primer computador comercial con ratón e interfaz gráfico. ‘Apple es un reflejo de Steve y él no quiere celebrar el pasado. Él siempre dice que el trabajo importante es el que haces hoy y mañana, no el de ayer’, esa reflexión la hizo en 2009, Andy Hertzfeld, uno de los expertos que formó parte del equipo que desarrolló el Mac. Jobs fue el jefe ejecutivo del gigante informático que en varias ocasiones llevó la batuta de la industria tecnológica. Se le considera el arquitecto del éxito actual de la compañía que se basa fundamentalmente en productos como el iPod, el iPhone y el iPad.

Problemas de salud

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ero las novedades de Apple no fueron la única razón por la cual Jobs estuvo en la mira de los medios de comunicación. Desde que fue diagnosticado con cáncer de páncreas, en 2004, su salud fue un tópico regular en la prensa. ‘Se le conocía por ser una persona bastante reservada. Se rehusó a responder los rumores que desencadenó su presentación en la World Wide DevelopersConference, en 2008, cuando se le vio bastante demacrado’, señaló MaggieShiels, corresponsal de la BBC en Silicon Valley.

Pero los tuvo que enfrentar.

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n enero de 2009, dijo en un memorando que sufría de un ‘desequilibrio hormonal’. Una semana después, reveló que sus problemas de salud eran más complicados de lo que pensaba. ‘Con el objetivo de retirarme de la atención pública y dedicarme a mi salud... He decidido tomar un permiso médico hasta finales de junio’, dijo Jobs en un correo electrónico dirigido a sus empleados. Desde finales de 2008 y hasta mediados

de 2009, Jobs se ausentó de Apple para someterse a un trasplante de hígado. El carismático líder, que nació en los huertos de albaricoque de la región actualmente conocida como Silicon Valley, se negaba a dejar la empresa a un lado. Pese a sus ausencias, quería participar en la toma de las grandes decisiones de Apple.

Cuando tenía 21 años, creó junto a su amigo Steve Wozniak una computadora que llamó Apple. ‘Jobs vendió su Volkswagen y Wozniak su calculadora científica marca Hewlett-Packard, con lo que recaudaron US$1.300 para empezar su propia compañía. Con ese capital inicial y líneas de crédito abiertas con empresas proveedoras de electrónicos, establecieron su primera rama de producción’, cuenta The Apple Museum. Jobs animó a Wozniak para que renunciara a

Siempre presente

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e le criticó repetidamente por su temperamento y su estilo de liderazgo.

‘Quienes han trabajado con él aseguran que suele ejercer una micro gerencia. Ningún producto podía lanzarse si él no supervisaba y aprobaba cada uno de los pasos del proceso de producción’, dice el especialista en tecnología de BBC Mundo, David Cuen. En la biografía de Jobs escrita en The Apple Museum (El Museo de Apple), el empresario es descrito como un adicto al trabajo, que motivaba a los demás con su entusiasmo, apasionado por la tecnología, arrogante e intolerante. Expertos aseguran que Job fue un hombre muy respetado en Silicon Valley. ‘En el mundo de los -nerd-, es como una estrella de rock y, junto a los fundadores de Google, es una especie de dios en el panteón griego’, le dijo en 2009 a la BBC la editora de fotografía del San Francisco Chronicle, KathleenHennessey.

En el garaje

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obs nació en 1955, en California, y fue adoptado por Paúl, quien trabajaba como maquinista en una fábrica de láser, y Clara, una contadora. Conoció, en la Universidad de Stanford, a su esposa Laurence Powell, con quien tuvo tres de sus cuatro hijos. Cuando estaba aún en la secundaria, Jobs solía ir a charlas que se dictaban en Hewlett-Packard, en California. Allí obtuvo un empleo durante un verano. Tras dejar el Reed College, en Oregón, se dedicó a trabajar para Atari.

Hewlett-Packard y se convirtiera en el vicepresidente a cargo de la investigación y el desarrollo de la nueva empresa. ‘Empezaron a trabajar en el garaje de la familia de Jobs. Hicieron su primera gran venta cuando la tienda Byte Shop, en Mountain View, les compró sus primeras cincuenta computadoras ensambladas. Así nació la corporación Apple’. Regreso En 1985, con 30 años, Jobs abandonó Apple después de un conflicto interno que lo desplazó de la dirección de la compañía que él mismo había creado.


Fundó entonces los estudios de animación Pixar, que ha producido películas como ‘ToyStory’, ‘Monstruos S. A.’ y ‘Buscando a Nemo’, y continúo su carrera empresarial con NeXTComputer Inc. En 1996 decidió regresar a Apple, cuando la compañía atravesaba una situación difícil e incluso algunos expertos la daban por muerta, la revista Wired llegó a destacar en su

vados. Se prohíbe todo tipo de reproducción sin la debida autorización por escrito de parte de la BBC. La intensa vida del genio que revolucionó el mundo digital (biografía) Nunca terminó sus estudios universitarios, porque se conmovió con los sacrificios de sus padres. Steve Jobs, fundador y alma de la compañía tecnológica más importante del planeta, falleció tras una larga enfermedad que lo apartó por última vez

Inquieto desde niño, pero recio, analítico, se cuenta que en los veranos se dedicaba a cosechar manzanas, la fruta que de manera definitiva marcaría su vida.
 
Jobs era aún muy joven cuando la familia se mudó a Palo Alto (California), que comenzaba a perfilarse como el epicentro del desarrollo tecnológico de los Estados Unidos. A los 12 años, tras graduarse de un colegio de clase media en Cuppertino, Jobs se vinculó al grupo Hewlett-Packard Explorer Club, en el que confirmó que su obsesión por los computadores y la tecnología no era cosa pasajera. Años después, trabajaría como empleado temporal, en el verano, en esa misma empresa, donde conoció a Steve Wozniak, un joven callado, pero gran conocedor de temas de tecnología y programación computacional.

portada un artículo que le decía adios a Apple.

de la dirección de Apple el 24 de agosto pasado.

Pero Jobs la resucitó. Con su regreso volvió la creatividad que parecía perdida. IMac, iTunes, iPod, iPhone y iPad son sólo algunas de las marcas que no sólo revivieron a Apple, sino que la pusieron en la vanguardia del desarrollo tecnológico.

La historia alrededor del fundador de Apple estuvo signada por la visceralidad y lo vertiginoso.
 
Desde el comienzo de su vida, por cierto, humilde, hasta la silla que ocupó hasta hace poco frente a la empresa más valiosa del mundo de la tecnología (350 mil millones de dólares), Steve Jobs forjó una personalidad marcada por el secretismo y los rumores de tiranía y genialidad mezclados.

Steve Jobs murió pero su nombre quedará asociado para siempre con el boom tecnológico de finales del siglo XX y no es exagerado afirmar que fue él quien en cierta manera popularizó la tecnología. BBC Mundo.com - Todos los derechos reser-

Nada hacía prever que ese niño nacido el 24 de febrero de 1955, al que su madre y su padre (de origen sirio) entregaron en adopción a la pareja Paul y Clara Jobs, maquinista ferroviario y ama de casa, respectivamente, acabaría siendo uno de los genios que registrará la historia de la tecnología.

Jobs nunca terminó estudios universitarios. En 1972, se inscribió en la Universidad Reed College, en Portland, pero tras el primer semestre se retiró, conmovido por los sacrificios que sus padres debían hacer para poder pagar sus estudios y porque solo quería trabajar de inmediato. Por ese entonces, encontró otra de sus pasiones: la caligrafía. En la universidad,


asistió como oyente a varias clases de dicha materia y también comenzó a interesarse por asuntos espirituales, que lo llevaron a hacer un viaje a la India.
 
De regreso a Estados Unidos, logró un empleo en Atari Inc. como programador de videojuegos. Asistió a varios grupos de interés en temas de tecnología en el naciente ‘Silicon Valley’, donde el destino lo volvió a poner frente a frente con Steve Wozniak, que por entonces ya tenía clara una meta: construir un computador casero.

 Jobs le propuso que se asociaran, pero Wozniak era empleado de HewlettPackard y debía, por contrato, ofrecer primero su idea a la compañía. Por fortuna, ni el diseño ni el concepto gustaron a HP, entonces Jobs decidió vender su camioneta y, con ese dinero, asociado ya con Wozniak, fundaron Apple Computer Inc., en abril de 1976, en el garaje de la familia Jobs.
 
Pronto comenzaron a producir y vender el Apple 1, cuyas primeras unidades vendían puerta a puerta y construían sobre pedido. Fueron más de 200 unidades las que vendió Jobs en poco tiempo, lo que llevó a la naciente Apple a aumentar su capital y su producción para luego, en 10 años, convertirse en una de las empresas más importantes del sector, con 4.000 empleados.

Sus estudios de caligrafía le sirvieron para diseñar la tipografía de los primeros Mac, un ícono en la actualidad.
 
Fue tal el éxito de la compañía, que el mismo Jobs contrató al presidente de Pepsi de la época, JhonScully, para que liderara a Apple, tras la salida de Wozniak, quien se había retirado luego de un accidente aéreo. En 1985, el Apple Macintosh costaba 2.500 dólares y las ventas comenzaron a bajar. Los competidores lanzaron modelos más potentes y económicos y rápidamente las finanzas de Apple sucumbieron. Ese mismo año, tras el despido de 1.200 empleados y la imposición de Scully como timón de la empresa, Steve Jobs decidió que se retiraría. A su salida, compró la empresa TheGraphicsGroup, que con los años se convertiría en Pixar AnimationStudios. Allí, creó un sistema de animación digital llamado RenderMan, con el que construyó hitos del cine animado como ToyStory, MonsterInc, WALL-E, Cars, Bichos y Buscando a Nemo, entre tantos otros títulos exitosos.
 
Cuando Disney decidió comprar a Pixar, en el 2006, Jobs se hizo socio de la compañía de la que fue director hasta hace poco.
 
Cuando salió de Apple, Jobs

había fundado la empresa NexTComputer, con la que desarrolló un sistema operativo llamado Nextstep y fabricó computadores para educación.
 
En 1996, Apple compró a NextComputer por 350 millones de dólares, y se configuró así el retorno del líder a la compañía. Reconquistando la manzana La situación era terrible cuando Jobs volvió a Apple para ocupar el máximo cargo en la empresa y, ante esto, debió terminar con varios proyectos de asocio que no funcionaban. Por eso, en el MacWorld de Boston, en 1997, Jobs se presenta con un plan de rescate. Anuncia que “un socio” invertirá dinero en la empresa y aportará software para el ambiente Mac. Acto seguido, Bill Gates aparece en escena, en video, ante los miles de fanáticos de la marca, anunciando una inyección de capital y el desarrollo exclusivo de aplicaciones como Office para Mac. Lo que siguió para Jobs y Apple fue una historia de amor, de reencuentro entre marca y creador. En 1998, introdujo el iMac; el iPod y su revolución en la venta de música, en el 2001; el iPhone, en el 2007, y el iPad, en el 2010, productos todos líderes en el mercado. Ahora, Jobs ha fallecido a la joven edad de 56 años, tras padecer un cáncer linfático que ya lo había alejado de la empresa en tres ocasiones


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