El cuaderno de Margarita Dulces secretos de cocina
Tìtulo original Margarita
Edición
Camila Pistacchio
Diseño
Anna Pistacchio
*1949 Jorge Hernández-Margarita Donoso *2014 Camila Pistacchio-Anna Pistacchio Impreso en Valparaíso Esta edición se terminó de imprimir Santiago de Chile, Portugal 38, 28 de agosto 2014
A Jorge y Margarita, y a todos los que les siguieron y continuarรกn
“Ya que lejos de mí vas a estar, guarda, niña, un gentil pensamiento al que un día te quiso contar un cuento” Rubén Darío.
“Pero aquello que ya fue no está acabado. Permanece porque ha sido, actúa aunque ya fue, y a través de lo nuevo que le sigue, aumenta” Bert Hellinger.
“La vida se me hizo… no te puedo decir, corta, larga, no sé, porque desde chica uno vive aprendiendo, viendo cosas nuevas que no se veían, pero cuando pasas los sesenta años comienzas a vivir de los recuerdos. Por suerte ya tenía buena memoria, no de lo que hice ayer o antes de ayer, pero sí de mis recuerdos”.
Margarita,
2009
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El proceso Hace algún tiempo, mientras registraba los papeles del mostrador de la cocina de mis padres, me reeencontré con ese hermoso cuaderno floreado que tantas veces me sirvió de guía para ensayar mis primeras recetas. El mismo que de vez en cuando tomábamos con la Romi o la Fabi para hacer un postre especial, mientras jugábamos a ser chefs de televisión.
Mis recetas favoritas eran las roscas
fritas o el kuchen de manzanas, cuyos dibujos estampados al lado del título aún me hace sentir ese olor de la masa cruda, de la mermelada casera, o del azúcar flor mojada en la fritura recién hecha. Y ahí estaban esos recuerdos y ese cuaderno tan cerca, pero esta vez deteriorado y envejecido por el uso y el tiempo. Un poco antes de que su memoria se fuera, mientras terminábamos esas largas y entretenidas conversaciones de sobremesa, le mostré el viejo
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y desarmado recetario a Margarita. Se sorprendió mucho. Lo tomó, lo acarició un poco, y comenzó a hojearlo. Luego me confesó, algo fría y desinteresada, que su esposo, nuestro abuelo, lo había escrito porque “tenía mejor letra y era más ordenado”, y que ella era quien buscaba las imágenes para decorar los títulos. Enseguida repasó la receta de alguna torta y dulce, y me explicó con detalle –y una memoria envidiable-, cuáles eran los pasos. Terminó recomendándome lavar el género, porque estaba muy sucio. Y ahí quedó todo. Le pregunté sobre los detalles, pero no comentó nada más. Se escabulló rápidamente. Es que a la abuelita Mobi nunca le gustó mucho recordar… porque, como siempre ha dicho, “es mejor dejar atrás las cosas del pasado y no saber de ellas”. Mi mamá siempre me contó que el cuaderno era de su padre, pero seguía siendo tan curioso que se titulara “Margarita”. Este parecía ser la única herencia del abuelo, el único registro que tenían sus hijos y sus nietos para recordarlo a través de su letra y perfecto orden. Y a medida que fui averiguando, descubrí que aquí habitaban más que recetas: aquí estaba la historia de Margarita.
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El abuelo Jorge comenzó a escribir este cuaderno en 1949, copiando recetas de su suegra y de su nuera, ambas grandes cocineras, y también de los famosos libros de la época. Las puso allí para que Margarita cocinara y tuviera su propio recetario, como lo hacían todas las mujeres de su clase y de su tiempo. Pero nuestro abuelo murió demasiado pronto y por su abrupta ausencia, Margarita no quiso saber más de él. Borró su recuerdo en ella misma y en la memoria de sus tres hijos; pero no borró este cuaderno, el único vínculo que queda de lo que ellos fueron. Durante muchos años Margarita llevó estas recetas con ella, y las usó como pauta para cocinar en fiestas y cumpleaños, o para mimar a sus hijos, de vez en cuando, con una rica torta o postre cremoso. Completó algunas de sus hojas con nuevas preparaciones, y hasta sus hijas quisieron intervenir con detalles y secretos actualizados, como si se tratara de una gran obra familiar, donde la palabra de todos cabe. Un día Margarita dejó olvidado el cuaderno y la Ani, su hija, se quedó con él. Desde ese momento, estas recetas que recogían los recuerdos de
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infancia de mi abuela, de mi madre y de mis tíos, permanecieron en mi casa, haciéndose parte de mi propia historia, de la de mis hermanas y mis primos. El libro al que llamamos El cuaderno de Margarita: dulces secretos de cocina, es una copia lo más fiel posible de ese primer recetario. El diseño lo pensó y creó la Tolas, intentando darle una relectura que integrara también nuestras miradas. Esta versión contiene ochentaiséis recetas de postres y dulces caseros, muy sencillos y fáciles de preparar; muchos de ellos parte de la repostería chilena de fines del siglo XIX y XX. Se trata de recetas hechas hace muchos años que se han ido ajustando a las prácticas del presente, pero en las que he querido conservar para ustedes algunos modismos, tiempos, medidas y palabras viejas. Las primeras sesentaiséis recetas del cuaderno original fueron escritas por el abuelo, con letra prolija y constante; usando el mismo lápiz y subrayado. Las últimas dieciséis las escribe la abuelita, y se trazan mucho más apuradas y desordenadas. Luego se agregan los “Eclairs” y el “Postre de la señora Lucila”, preparaciones escritas por la Titina y la Ani.
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Como las recetas de Jorge y Margarita estaban enumeradas en el cuaderno original, fue fácil darme cuenta de que algunas hojas se habían perdido. Cuando pensé que ya no podríamos recuperarlas, mi mamá me contó que antes de casarse escribió su propio recetario donde copió parte del cuaderno de sus papás. Las recetas re-recuperadas las agregamos al final de esta versión, y se unen a otras tres que encontré dentro del cuaderno, escritas por la abuelita en hojas sueltas: La rica “Torta espuma de Piña”, los “Huevos Chimbos” y los “Chimbos falsos”. Mientras fui transcribiendo el contenido del cuaderno, comencé a averiguar que detrás de este y de todos los recetarios manuscritos, no solo existe una compilación de preparaciones y una necesidad –o deber- de mantener los sabores que se han heredado. Ellos, además, son importantes documentos que nos hablan sobre las mujeres y su tiempo. Ahí comprendí que la historia de nuestra abuela era también la de muchas otras; de aquellas a las se les enseñó a ser piadosas, pulcras y ordenadas dueñas de casa; esas mujeres que llevan los saberes domésticos incorporados en su vida diaria
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y en su lenguaje; aquellas que guardaban en estos cuadernos el tránsito de su cotidianidad, esas que debían demostrar cuán expertas eran en la cocina porque ese era su único territorio; las mujeres a las que históricamente se les ha confiado el futuro de las naciones bajo el cuidado de hijos y maridos. Margarita fue una más de tantas otras que, de cierto modo, escapaba de esa norma, porque tal vez no era tan pulcra y devota, o porque su fuerza estaba en otro lugar. Por eso probablemente no fue extraño que haya sido su esposo quien comenzara a escribir el cuaderno de su puño y letra, el cuaderno que es tal vez el símbolo más profundo de esa ilusión que se teje en nosotras cuando desde niñas nos enseñan a jugar a las casitas. Tras la muerte de Jorge, Margarita se enfrenta a un despertar iniciado en el encuentro de sus propias posibilidades, que usará luego para ayudar a otras en la reivindicación de sus derechos. De ahí, quizás, la razón de por qué en las últimas páginas del cuaderno la Mobi haya sido cada vez más descuidada en su escritura y finalmente haya dejado de escribir. Tampoco resulta azaroso que el cuaderno fuera olvidado –sin
querer- en la casa
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de su hija Ani, la única que retomaría esa ilusión perdida. El Cuaderno, además de las recetas, contiene una introducción llamada “La Historia de Margarita”, y que es en realidad una recopilación arbitraria de tantas versiones que he escuchado desde mi infancia sobre la vida de nuestra abuela; anécdotas contadas por ella misma durante esos fríos sábados de invierno, mientras comíamos una leche nevada o un kuchen hecho por mi madre; o que relataba la Estela, la Titi o la Ani. A estas versiones incluí otras, como la mirada de nuestro tío Jorge, quien tras años de ausencia, regresó para ayudarme a reconstruir el pasado en la épica casa de Cisterna. Para encontrar rastros de nuestro abuelo Jorge, fui a ver a la tía Guacolda, la misma que cuidó de mí, de la Romi y de la Chelo cuando éramos muy niñas, y que dejamos de ver hace ya tanto tiempo. En su casa de San Felipe me recibió con cariño, y además de hablarme de su hermano, me regaló unas hermosas fotos que atesoraba y que incluimos en esta edición. Estas imágenes se unen a otras que me dio un primo perdido, el simpático
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Adrián, quien también “apareció” en medio de estas búsquedas. Y para la reconstrucción de la vida política de la abuelita, además de dos útiles y bellas entrevistas que la Tolas y la Fabi le hicieron hace algunos años, se incorpora el relato de la vivaracha, graciosa y feminista Zuni, una de las mejores amigas de Margarita; ella me reveló una veta romántica y valiente que no conocía. Y al finalizar el Cuaderno verán algunas hojas vacías. Estas buscan ser el espacio para ustedes, para que incluyan sus propias historias y recetas dentro de este gran relato, un relato que comenzó a escribirse hace casi sesentaicinco años y que hoy queremos rescatar, si los de antes y los de ahora nos lo permiten. Sin demasiadas pretensiones, nuestro propósito ha sido dejarles estas recetas –quizás huellas de nosotros mismos- para que al probarlas sientan
que tras el aroma de la canela y la vai-
nilla, el sabor de la sémola o la suavidad de un queque casero están presentes los que aquí fueron. Porque tal vez la cocina es eso, es regresar y estar regresando siempre a través de esos sabores que son quizás un vehículo infinito hasta nuestros
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muertos, sensaciones que nos permite quedarnos un segundo más en ese tiempo que se nos arranca. Es como volver a casa. Hoy, a sus ochentaicinco años, cuando Margarita ha decidido no recordar nunca más, cuando apenas reconoce mi rostro, mira al infinito y su voz se enreda en una fantasía de palabras que no existen, cuando ya no escucha y ya no ve, me pregunto si realmente será solo el azar el que me tiene aquí intentando traer al presente aquello que ella desesperadamente busca borrar. Este cuaderno es, finalmente, el rescate del único rastro y vínculo presente que queda entre Margarita, Jorge, nosotros y ustedes.
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Mi composición de Jorge Hay una detención. Una delicada detención en mi mirada. La fijo en cada detalle que compone el cuaderno de mi abuela Margarita; desde las desgastadas hojas del cuaderno, la
perfección y de-
licadeza de la letra escrita a mano, las imágenes recortadas de las viejas revistas de cocina; todo tan compuesto de la forma más sencilla y fina, que no puede dejar de asombrarme cada vez que lo abro. El inmenso amor; el inmenso amor que se encuentran en cada una de estas páginas, como si la historia fuera contada a partir de ellas. Y son esos detalles los que me conmueven y me llenan de nostalgia. Este pedazo de recuerdo como el único que se conserva de mi abuelo. En mi cabeza no existen señales de Jorge Hernández. Todo debe ser trabajo de la imaginación. Imagino su caminar, su mirada perdida. A veces lo pienso y me veo a mí escribiendo este cuaderno. Se le recuerda sentado trazando estas páginas, porque
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Margarita siempre decía que era ordenado y meticuloso. También me imagino lo enamorado que estaba de ella; supongo que por eso lo escribió… Lamentablemente, todo
queda en suposiciones.
El recuerdo de una especie de historia de amor que nunca fue contada ni terminada. Los pormenores fueron borrados. Una nebulosa historia, como si hubiera que esconder o como si hubiera que olvidar. Repiten varias veces “mejor que no”. Nunca sabremos más que eso. Nunca les gustó hablar del pasado y menos de él. Dicen que quería volver al nido de su madre, quería que lo abrazaran y que lo quisieran. Como muchas veces. Y quizás no fue suficiente. Las demostraciones de cariño no fueron suficientes para ese blando corazón. Me hubiera gustado recordar, me hubiera gustado que esos postres me evocaran su imagen, como a mi madre que solo puede recordarlo en el olor del helado de invierno: “Me acuerdo cuando era pequeña; una ventana, el aroma de la manzana con el plátano… Una ventana por donde daba toda la luz y estaba mi papá cocinando el famoso helado de invierno”.
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Mirar el pasado siempre es un lugar de nostalgias. Contar la historia de mi familia. La intimidad debajo de la mesa, la historia dicha desde la comida. De la exuberancia de sus platos, de los cumpleaños, de los festejos, de sus sabores. Como si hubiera que olvidar. El dulce deleite. Las degustaciones son las que nos llevan a recordar esas anécdotas o momentos que solo quedan en la memoria de algunos. Solo nos queda saborearlos. Cada postre y dulce es escogido y preparado desde la nostalgia. El recuerdo de la leche hirviendo, el suave aroma de la canela, el kuchen de nuez en el horno. Todavía puedo saborear cada bocado entrando en mi paladar. Ese dulce excesivo todavía me conmueve.
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Y esa es nuestra forma de recordar y recordarlo, es el momento preciso para conmemorar lo que fue olvidado. Remiramos lo Ăşnico que nos queda de ĂŠl: el preciado cuaderno. Buscamos y escarbamos en cada rincĂłn. Intentamos encontrar el origen; el origen marcado de genes, de historias, de cargas, de repeticiones y de pasado. Y ni siquiera alcanzamos a despedirnos, porque nunca nos conocimos. Pero te recordamos. Espero que siempre hayas descansado en paz. A.P
La historia de Margarita
Amor de mi vida: Te mando esto para que este 25 en que no vamos a estar juntos, tengas por lo menos algo donde verme y sientas como siento y que el amor que nos une se hace cada día más precioso y más intenso. Hubiera querido que en esta foto saliera con el pelo suelto como a ti te gusta, pero ya que no es así, por lo menos imagínate que estoy como aquella noche en que me solté el pelo, a la orilla del mar y el viento al juguetear con él, lo acercaba a tus labios para que él también sintiera el sabor de tus besos. Te besa, Margarita.
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Nació Margarita el 29 de julio de 1929, y así como se estila, todo ocurrió en su propia de casa de Erasmo Escala. Su abuela materna, Agripina, hizo de partera, y según cuentan las malas lenguas, la inexperta abuelita no halló cosa mejor que sacar a la niña y meterla a la bañera. Margarita perdió la primera capa que cubría su piel y por eso dicen que es tan sensible y siempre se hace heridas. Margarita es la tercera de las tres hijas del armonioso matrimonio entre Ricardo Donoso y María Teresa Bindis. Una pareja bien quitada de bulla; un matrimonio como de provincia, trasplantado a los barrios ilustres de Santiago. La Teresa es bien afanosa y ordenada. Tiene su casa impecable y cocina como los dioses esos guisos que aprendió de sus abuelos de Cádiz: el delicioso puchero, el bacalao a la vizcaína, el congrio al azafrán, el arroz a la valenciana, el bistec en fuente o los callitos a la madrileña. Ella misma va a pie a comprar al mercado de la Vega que está al otro lado del puente, porque, como dice, una buena dueña de casa tiene que saber de todo, si no, con qué moral les enseña a las empleadas. ¡Y esos dul-
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ces que le enseña a cocinar a la Melania! El postre al revés, los chimbos falsos, el turrón de vino con nueces, la torta de milhojas, los panqueques y el perfecto bocado de príncipe, delicias que prepara para agasajar a sus hermanas cuando vienen a tomarse un mate, o para regalonear a Ricardo que muere por esos ricos postres de maicena. La Teresa tiene dos nanas. La que cocina es la vieja, como le dicen las niñas, que llegó hace poco en carretela con sus catres a cuestas y su máquina de coser; la más joven, la Sara, es la que llaman “de mano”, que las lleva al colegio y las saca a pasear a la plaza Brasil. Es que la Teresa tiene poco tiempo: trabaja bordando delicados manteles, calzones de raso, enaguas y sábanas que venderá después en la famosa tienda de Los Gobelinos. En su casa instaló su centro de maniobras donde hay tres operarias, entre ellas la querida Carmelita. A las niñas les encanta ir a jugar a esa pieza y aprenden harto mirando. También les gusta visitar el gran repostero y la cocina, “hurguetear” las ollas, hacer un “picotete” y cucharear los ricos caldos. Sí, el aspecto de la Teresa es un poco duro y pragmático, pero eso la ayuda a salir de aprietos: los problemas no existen, hay que dejarlos atrás y
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“echarle pa´ adelante”, dice siempre. Si hasta una vez que Ricardo perdió su trabajo por un berrinche político, ella no se quedó de brazos cruzados: hizo harto pan amasado y mandó a la Melania a ofrecerlos por la cuadra. Los vendió todos y sacó muy buena plata. Ricardo le sigue el juego a la Teresa con ese humor que tanto encanta. ¡Ay, niña! le dice. Siempre tan caballeroso, elegante, con sus modales suaves y atentos. A Ricardo se le ve poco. Da clases en el Pedagógico, visita harto la Sociedad Chilena de Historia y Geografía, y pasa encerrado en su inmensa biblioteca trabajando, escribiendo algún artículo reaccionario o creando su próximo libro para desenmascarar a los personajes de la historia nacional. Solo a veces se le ve salir de su cueva, cuando vienen sus amigos a visitarlo: los recibe con un whisky y un habano, mientras la Teresa lo cuida para que no hable mucho; no sea cosa que vaya a meter la pata. Es que en esta casa sí se habla de política y a Margarita eso le encanta. Incluso, a pesar de que Ricardo tiene más afinidad con el Partido Radical de esos tiempos, recibe gustoso a almorzar a sus amigos de ultra derecha, como al
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periodista del Diario Ilustrado, Manuel Vega, solo para tener una buena conversa. A Margarita y sus hermanas les gusta visitar al papá en el escritorio. Para no molestarlo, le piden que les pase la enciclopedia del Human body para hojearla acostadas en la mullida alfombra, mientras él continúa en su trabajo. La condición, eso sí, es lavarse primero las manos. Margarita prefiere pedir Las aventuras de Juan Esparraguito o el niño casi legumbre de Agustín Edwards, que cuenta la historia de un pequeño que nació de milagro en un repollo. Lo que pasa es que Margarita se siente identificada, porque la mala suerte no le dio los ojos celestes y el pelo rubio de su papá, como a sus hermanas, así es que le dicen que también la recogieron, pero en una cáscara de sandía debajo del Mapocho. Como sus hermanas son más grandes, Margarita a veces se aburre. La Estela, cinco años mayor, siempre está en su mundo, y la Uca, con ocho años más, sale a jugar con sus amigas del barrio y casi no está en la casa. De vez en cuando, a Margarita le gusta intrusear la colección de los cuentos de Calleja y las cajitas que guarda la Uca en su pieza. Sabe, eso sí, que debe estudiar a la perfección el
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orden original, porque si deja algo desarreglado, su hermana se dará cuenta de inmediato. La Uca le sigue los pasos a la Teresa, porque es ordenada y metódica. Dicen además que es la regalona, porque al papá le habla en inglés y eso a él le encanta. Hace poco sacaron a la Uca y a la Estela del famoso Santiago College. Los colegios de monja no le gustan a Ricardo, porque las niñitas salen sin otra aspiración más que la de casarse. Él, además, no simpatiza demasiado con la iglesia católica – aunque de vez en cuando sacerdotes jesuitas van a visitarlo para conversar un rato-. Desde ahora, todas sus hijas irán al Liceo I Javiera Carrera, queda cerca de la casa, es fiscal y sobretodo laico. Por las mañanas, Margarita se va temprano al colegio. La Teresa le da la plata justa para ir y volver en tranvía; pero ya es costumbre cada día regresar a pie, aprovechando que las monjas venden unos ricos pasteles que compra con la plata que le sobra. También le gusta volver en patota con sus amigas caminando por la calle Huérfanos. La mayoría vive por ahí en casonas y palacetes bien arreglados. Y a veces se topa con los vecinos que regresan del colegio y ofrecen llevar el bolso hasta la puerta de la casa.
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Dicen que Margarita es “flojasa” y no le gusta estudiar. “De regalona”, comentan algunos, otros piensan que es porque sus intereses son otros. Lo que sí le gusta a Margarita es leer y recitar. Tiene una memoria envidiable. Las poesías de Rubén Darío son sus favoritas, porque su papá a veces la llama entonando el verso: “¡Margarita!, está linda la mar”. Como oradora esta niña es muy cotizada: cuentan que sus compañeros siempre le piden que lea los discursos: “¡que la Maya salga adelante!”, le dicen, y eso a ella le gusta, porque la aplauden harto y se siente importante. Margarita también tiene clases de Economía Doméstica. Ahí aprende lo mismo que le enseña su madre, pero con más detalles. La profesora está dando lecciones de modales, y pronto mostrará cómo hacer un cuaderno personal de cuentas y de recetas; eso le va a servir mucho para llevar la casa cuando pronto encuentre marido. En la clase de Labores, además, está ejercitando el tejido a crochet y el punto de cruz; a Margarita le resulta bien fácil, ha crecido viendo eso y tiene muchas habilidades. Hace unas semanas vino al colegio de visita la famosa soprano Margarita Salvi, y la directora les ha encargado escribir una composición sobre el
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concierto. Margarita ve cómo todas sus compañeras sacan su papel y se aprestan a escribir, mientras ella está en la luna, mirando el techo sin saber qué decir. Ella quiere contar algo distinto. La profesora se lleva las composiciones listas y al poco tiempo la mandan a llamar: “Felicidades Margarita por su trabajo”, le dicen, “¡usted es digna hija de su padre!”. Y de regalo le ha llegado un agradecimiento de la mismísima Salvi, escrito en una foto que Margarita guarda como un tesoro bajo siete llaves. Es lunes 5 de septiembre de 1938, cerca del mediodía. Margarita está en el colegio y pronto saldrá a almorzar. De pronto, a lo lejos se siente un ruido intenso. Son balazos en el edificio de la Caja del Seguro Obrero en calle Morandé. Los estudiantes del Movimiento Nacional Socialista Chileno, atrincherados en el edificio, fueron masacrados por la policía tras rendirse. El colegio cierra todos los postigos que dan a la calle y los apoderados llegan desesperados a buscar a sus hijas. Ricardo va por Margarita y al llegar a casa, ella pregunta: “¿papá, por qué los mataron a todos?”. Ricardo no responde y solo llora. Margarita no puede creerlo. Chile empieza a dividirse.
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Por las tardes, un buen paseo es ir a la calle Cueto, entre Huérfanos y Portales, donde está el Teatro Novedades. Los lunes son populares y la película cuesta un peso cuarenta. Otro paseo imperdible es a la Plaza Brasil. Hace ya tiempo estas calles fueron remodeladas con adoquines y luminarias, así es que por aquí pasean las familias más ilustres de la época. Las chiquillas caminan alrededor de la plaza con sus vestidos, sombreros y guantes, contándose los últimos chismes. El más reciente dice que llegaron los cadetes, y que andan catando el panorama. Margarita camina por la plaza de vez en cuando, y hace rato que un muchacho bien apuesto la anda mirando, sobre todo cuando se sube al carro para volver a casa. No tarda mucho en acercarse para decirle que se llama Jorge. Él anda por esas calles junto a su patota de amigos y al simpático Glae, uno de sus más queridos compañeros del Liceo Abdón Cifuentes. El muchacho, cuatro años mayor que Margarita, siempre anda de punta en blanco. Vive cerca, pero no por los barrios ilustres, en realidad su casa queda hacia las calles más populares. Su papá, Manuel Hernández, tenía un negocio de abarrotes en
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Matucana con San Pablo y hace algunos años murió. Su mamá, la señora Berta, es una mujer sencilla que ha criado a once hijos y ahora sola, como puede se las arregla. Jorge es distinto a sus hermanos, dicen. Es medio pituco. Se viste elegante, es metódico, ordenado y responsable. Quiere surgir y no le gusta que le den nada regalado. Estudió contabilidad, pero es solo un empleado, y es por eso que Ricardo y la Teresa no lo quieren demasiado. ”¿Pero, por qué no, si sus compañeros dicen que es el mejor trabajador?”, piensa Margarita. Están tan enamorados. Margarita todavía no termina el liceo y ya quiere matrimonio. Pide permiso a sus padres, pero la Teresa ofuscada piensa que se quiere casar apurada y la manda de inmediato al norte, donde su hermana. En Chuquicamata vive la Uca que se fue con su esposo Ricardo hace un tiempo, él es el médico de la mina de Codelco, tienen un buen pasar y una vida social bien ajetreada. Y reciben a la Maya, que llega deprimida y destrozada. Jorge llora día y noche, le escribe cartas todas las semanas y le pide a la Elvira, su hermana, que le teja unos gorros para mandarle a su querida Margarita, porque en “Chuqui” hace mucho frío. Y
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Ricardo, el esposo de la Uca, se está preocupando. Esta niñita anda llorando por los rincones, parece que está enamorada. “¿Quiere volver a Santiago?”, le pregunta, y le paga los pasajes para que regrese de inmediato. Margarita está de vuelta, y sus padres saben que ya no pueden oponerse, así es que consienten el matrimonio y arman una gran fiesta. La celebración es en la nueva casa quinta de Cisterna, cuando Margarita cumple los veite, y aunque ella está contenta, su vestido de casada, ese bien repolludo que la hace ver más gorda, no le gusta para nada. A Jorge lo mandan a supervisar la fábrica de elaboración de durmientes en la sede que Ferrocarriles del Estado armó hace poco en Calafquén. Antes de casarse había pedido el traslado. Él está contento, le han dado botas largas, un látigo y un caballo. Allá va a ganar buena plata y hasta les dan una casa cerca del lago, pero con pocas comodidades, algo a lo que Margarita no está acostumbrada. Su papá la llama que la echa de menos, y a la soledad del sur se le suman algunos malos ratos. Jorge no quiere que Margarita se junte con los vecinos, y se ha puesto un poco raro. El otro día ella se desmayó mientras paseaban, y Jorge, muy
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avergonzado, en lugar de contenerla la retó por un buen rato. Ya han pasado un poco más de tres meses y Margarita parece que quiere dejarlo. Margarita está embarazada, así es que regresan a Santiago. Viven un tiempo solos, pero a Jorge no le alcanza, y a pesar de que no quiere, se van a vivir a la casa de los suegros. Ahí empieza a escribir un cuaderno, que titula “Margarita”. Juntará las mejores recetas de postres y dulces, que transcribe con cariño para ella. Es costumbre tener un recetario propio, la que no lo tiene es casi un bicho raro, pero Margarita piensa que su letra es media fea y como Jorge es tan ordenado, mejor que él lo escriba y ella se preocupa de decorarlo. Y ahí está Jorge en la terraza de la casa de sus suegros, escribiendo y escribiendo el famoso cuaderno. Lo trazaba y subrayaba, con su letra de hombre pulcro. La Maya nunca ha tenido mucha fama de ordenada, tanto así que de vez en cuando Jorge se mete en sus cajones y riega su ropa por el piso. “¡Ordena, Margarita!, ¡hay que tener las cosas en su sitio!”. En una de esas Jorge pilla su tesoro, la foto de la bella soprano, y de pura rabia, se la
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rompe en mil pedazos. Pobre Margarita, la pena la consume. Margarita ya tiene a sus hijos Jorge, Bernardita y Ani. Viven en la calle Badajoz, y aunque las cosas no andan de lo mejor, al menos tienen su casa propia. De vez en cuando la Teresa llega con mercadería, mermeladas y ropa nueva, para ayudar un poco a pasar las pellejerías y para ver a sus nietos queridos. Y a Jorge algo le pasa, hace rato que está muy callado. Dicen que tiene una pena muy grande y que se está enfermando. La Maya está cansada. Margarita tiene veintinueve años y espera a su cuarto hijo. A Jorge le diagnosticaron depresión y después de unos días internado, viaja donde su querida hermana menor: “¿Sabes Guacolda?, no me siento muy bien. ¿Me podrías tener aquí por un tiempo?”. Jorge quiere tranquilidad y allá está en San Felipe tratando de componerse un poco. Y la Guacolda lo saca a pasear, lo lleva al Algarrobal donde las primas de su esposo, o a la plaza de la esquina, pero Jorge ni se inmuta. “¿Qué te pasa hermanito?”, y no le dice nada, menea la cabeza y se pierde su mirada. Seis días lleva en la casa de su hermana y hoy se levantó antes de las siete. “¿Por qué tan temprano, Jorge?”, “porque sí”, le responde. La Guacolda
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va a preparar a sus hijos para salir un rato, y cuando regresa por su hermano, ya no lo encuentra. Lo busca por todos lados, y en el gallinero aparece: “¡Pero, Jorge! ¡Te vas a pegar un tiro!, por favor, no lo hagas hermano mío”. La Guacolda ha quedado helada, y Jorge sigue rezando para que alguien se lo lleve pronto. Su hermana lo arrastra hasta la pieza y le da un calmante de valeriana. Llama a Margarita de inmediato y a su madre, doña Berta. Jorge es internado nuevamente, pero no dura mucho tiempo en el encierro. Pide a su madre desesperado que lo saque: “Solo quiero estar contigo”, le dice. Por la mañana del 14 de diciembre de 1958, doña Berta le lleva el desayuno a su niño: “Voy a misa mi querido”, y lo deja solo un rato. Y en la pieza de la Elsa, ya medio aturdido, Jorge con dolor decide irse. La madre a su regreso lo encuentra tendido en el suelo: “Qué hiciste, hijo mío”. Le avisan de inmediato a Margarita, que ya tiene siete meses de embarazo, y ella va corriendo a verlo para saber qué está pasando: “No entre señora, menos en su estado”, le dicen los carabineros. Pero Margarita no hace caso, quiere ver con sus propios ojos, y mientras mira, su panza se va desinflando.
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Se oye la ambulancia que se lleva a Margarita. El pequeño José Agustín no resiste, y ni siquiera ella alcanza a verlo, tocarlo, o despedirse. Y nadie dice una palabra. Margarita llega con sus hijos a la quinta de Cisterna, allí los recibe con cariño don Ricardo y la Teresa. Dicen que un tío amigo trabaja en Ferrocarriles del Estado, y puede darle trabajo a Margarita; ella es viuda de un empleado y su situación lo amerita. Entra de secretaria y aprende a escribir a máquina; es tan responsable y tan buena redactando, que la ascienden enseguida. Mientras Margarita trabaja, los niños se divierten en la casa. Poco entienden de lo que ha pasado y viven a veces en un cuento de hadas. Los cumpleaños son una festejo y las navidades el mejor evento. La Melania, la Carmelita y la Teresa afanan tres días antes, y preparan los más ricos y deliciosos manjares: bolitas de chocolate, cocadas, papitas elsi, y exquisitas tortas que, por supuesto, hace la Maya. Margarita tiene su cuaderno de recetas en la pieza, y la Titi y la Ani curiosean. Lo sacan de vez en cuando para hacer un quequito rico, unas tortillas con azúcar o unos merengues pegaditos con
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manjar. El Jorge también participa, aunque de vez en cuando le llega un cachuchazo: “¡Chiquillo de moledera, te comes todo tan rápido!” Algunos sábados en la tarde vienen las amigas de la Teresa, juegan un rato cartas y sobre todo pelan. La Maya y los niños preparan picarones, también unos ricos scons, que se comen las viejas a la hora del té, mientras se calientan en el brasero. Y los niños entre medio se roban una que otra delicia de las bandejas. También les gusta perfumar las gomas con los frasquitos de mil esencias que guarda la Melania en la repleta despensa. A veces cocinan juntas la Teresa y la Maya, para los eventos grandes del fin de semana. Es que todos quieren ir para Cisterna, sobre todo en verano, porque hay árboles frutales, un parrón y el tata Ricardo es muy simpático. Reciben a la familia y a los amigos con galletas, kuchenes, tartaletas y una excelente sobremesa. Margarita trabaja cerca de la dirección de Ferrocarriles y por ahí anda un italiano bien apuesto. Hace poco se lo presentaron y dicen que cuando él le dio la mano, Margarita casi se desmayó de la pura emoción. El otro día le dejó unas flores en su escritorio y ya la invitó a salir. Es el ingeniero
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Atilio Bavestrello, el director de la empresa, nada más y nada menos. Mientras conversan, Atilio le cuenta entre otras anécdotas que fue uno de los pocos estudiantes que sobrevivió en la Matanza del Seguro Obrero, y Margarita piensa, “esto claramente no puede ser coincidencia”. Pero Atilio es escurridizo, y a veces desaparece por largas temporadas, y cuando ella le insinúa formalidades, él prefiere evitarla. Es que el Toto, como lo llaman de cariño los niños, prometió a su difunta esposa que siempre la amaría, pero eso no quita que acompañe de vez en cuando a Margarita, para quien él es el gran amor de su vida. A Margarita le está gustando su trabajo, se siente más segura y distinta. Hace unos días pidieron formar la directiva de los empleados del departamento, y sus compañeros la eligieron de presidenta. Y como tiene hartas dotes en estos ajetreos, un amigo del Partido Radical le está pidiendo que se una a ellos. Margarita anda bien ocupada, así es que llega un poco tarde. La echan de menos sus hijos, hasta la esperan por largos ratos en la ventana. La Te-
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resa se preocupa de que hagan las tareas, y la nana Melania detiene las olímpicas peleas. Pero los fines de semana, Margarita los compensa, los lleva al ballet por la tarde y después a tomar té al Paula. Ya los niños están más grandes. Tienen sus amores y sus cuentos. La Ani, tan romántica, conoció a un muchacho llamado Enzo, y quiere ya casarse, tener una casa linda y cuidar a sus hijos, así es que inicia su cuaderno. Tendrá su propio recetario, igual que el de Margarita. Le parece tan especial que estuviera escrito por su padre. Él tenía la misma letra que la Titi, y ella, la de su madre. Ya estamos en los ´70 y las cosas están muy revueltas. Son las votaciones presidenciales más decisivas. Margarita se une a los radicales, y vota por Allende sin duda: es un buen hombre y cercano a las personas. Eso le vale discusiones eternas con sus hermanas que notoriamente son más de derecha. Y cuando le cuenta a su padre que ya es toda una militante, este la mira con un poco de desagrado, a pesar de que en silencio él sea cercano a esos mismos lados. Y ahí está Margarita, entusiasmada hasta las
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lágrimas, llevando el estandarte de su partido mientras Allende discursea. Hay una gran pelotera, pero Margarita no siente miedo. Es miércoles 11 de septiembre de 1973 y la Estela llama gritando: “¡Niña, están bombardeando la Moneda!” y Margarita se apresta a salir de cualquier forma a su trabajo; es la presidenta de los empleados, su misión es ir a acompañarlos. Sube a una micro y aunque el chofer le advierte que llegará hasta donde pueda, ella no se achuncha y sigue. Se baja en la plaza Bulnes y corre hasta la oficina. Ya están ahí los milicos hurgueteando. Margarita piensa en su jefe que fue delegado de Allende en Chuquicamata: “Maya, no sé qué voy a hacer con todos estos papeles”. “No se preocupe don Juan, yo me encargo de ellos”. Se va al baño y los quema, y como es tan grande la humareda, echa los que faltan en su cartera. El jefe pide a todos que se vayan a sus casas, los milicos andan arriba revisando las terrazas y la cosa se va a poner mucho más complicada. Margarita se va caminando con un colega. Las balas vuelan sobre su cabeza, los inmensos tanques tapan las pasadas. Hay una fila de jóvenes tirados boca abajo en la calle, que son trasladados uno a uno en
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camionetas quién sabe dónde. Y un militar la detiene: “¿Qué lleva en su bolso señorita?”. Y Margarita bien a la defensiva: “y por qué quiere saber lo que llevo”. Es que la Maya se pone así cuando hay pelotera, bien agresiva. “Llevo mi almuerzo, ¿quiere que se lo dé?, ¿tiene hambre? Tome, se lo regalo”, y el militar la revisa y la deja ir ofuscado. Y Margarita mira hacia el cielo y ve asomarse unos aviones. Se queda un segundo observando cómo arde La Moneda. Comenzó el toque de queda, y la radio está intervenida. Todo se ha clausurado y Margarita está encerrada en su casa hace tres días. Sabía que muchos de sus amigos ya nunca más aparecerían. Es domingo y lee en el diario que han fusilado a un colega de la Asamblea Pedro Aguirre Cerda, a la que ella también pertenece. “Esto no es posible”, dice Margarita, ya no puede quedarse de brazos cruzados, ajena a lo que ocurre. Debe hacer algo. Las mujeres radicales están decididas a cambiar las cosas. “Somos bien valientes”, piensa Margarita. Organizan encuentros y ollas comunes, porque hay que ayudar a las que han perdido a sus hijos y a sus hombres. Las averiguaciones se dan de forma clandestina y Margarita comienza su trabajo en la Coordinadora Nacional Sindical, en el departamen-
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to femenino. Sabe que arriesga su pellejo, pero no siente miedo, si alguna vez lo sintió fue hace ya mucho tiempo. Ayer llegó una carta a la oficina de Ferrocarriles pidiendo la renuncia de aquellos que quisieran abandonar la empresa, ahora manejada por la dictadura. Y Margarita entonces quiere retirarse, porque ya las cosa no son como antes. Los militares intervienen en todo. Se puso a la lista, y hoy la llamaron de la delegación militar, pero no le aceptan la renuncia: “Si se va, usted no recibe nada, y de seguro ya vendrá rogándonos de rodillas que la volvamos a contratar”. “No se preocupe, ¡no pienso regresar!”. Y con una fuerza y determinación que hasta ahora no conocía, Margarita sale de su oficina y decide dedicarse por completo a la política. Hasta le han pedido que asuma como presidenta del frente de mujeres Juanita Aguirre. “Hay que superar el paternalismo”, piensa. Ahí está en las calles Margarita con una cinta azul en su pecho, reivindicando a las mujeres y sus derechos, y abriendo camino a las que vienen. Y los carabineros aparecen, y a la que se va presa hay que ir a buscarla enseguida. Ir al ce-
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menterio a despedir a algún compañero ya es pan de cada día. Fusilamientos, desapariciones. Pero hasta ahora ella no se ha ido presa. Margarita viaja esta tarde con su compañera Chela a hacer unos contactos al norte. Pasó a ver a su hijo Jorge que vive hace años en Chuquicamata con la Nené y los niños. Pero Margarita siente algo raro, como que la andan vigilando. Ahora van a tomar el bus de vuelta a Santiago y les revisan más de la cuenta los pasajes. Dicen que tienen que cambiarlos. Y como si nada, las dirigen hacia un bus con unos pocos pasajeros, que extrañamente las miran de reojo. Margarita ahora sí que está asustada. Jorge le pasó una tarjeta de presentación y la Maya la trae en la cartera, si ven el nombre de su hijo escrito creerán que está metido, así es que la rompe en pedacitos y se los come uno a uno. En medio de la oscuridad del Norte Grande, detienen el bus unos militares, y dicen que revisarán los bolsos y maletas. El chofer se les acerca y les dice entre lenguas que tiene la orden de dejarlas tiradas: “¿Quieren que de aviso a alguien?”, pregunta sigiloso. Y Margarita le da el teléfono de su casa. Abren la cartera de la Maya y encuentran los
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papeles prohibidos, así es que las bajan del bus y las suben en un auto en medio de la nada. “Di la verdad no más Chela, estos desgraciados ya saben todo”, y allá en Antofagasta, las entran en una pieza para el interrogatorio. Dicen sus amigos que la sacaron bien barata las dos compañeras, porque las mandaron de vuelta a casa, sin los papeles, pero sanas y salvas. Cuando llegan a Santiago las esperan a la bajada, sus compañeros de partido a los que por fortuna dieron pronto aviso. Después de una charla en la Anef, Margarita pasa con sus compañeros a la Confitería Torres de la Alameda. Afuera hay protestas y el bullicio se acerca cada vez más a la puerta. Entran unos jóvenes y se esconden rápidamente donde puedan. Margarita ve a uno muy asustado, si ya se le salen los ojos, y mientras los meseros bajan las cortinas, los carabineros gritan desde fuera: “¡si
no abren
disparamos! Margarita toma de un ala al muchacho y lo sienta a su lado, le dice que haga como que conversan. El chiquillo lleva un maletín grande y lo pone bajo la mesa: “Por favor, si algo me pasa, llévate esto”, le ruega a Margarita. Los policías abren las puertas y comienzan a buscar. Uno se instala detrás: “¿han visto a unos jóvenes entrar?”.
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“Vimos a alguien que fue al baño, pero no le dimos importancia”, dice la Maya muy fría y serena. Los carabineros se van. El muchacho agradece, espera unos minutos y se marcha. Y Margarita piensa, hay que arriesgarse y ayudar como sea. La muerte de Allende la ha dejado perpleja, y hasta ahora nadie sabe qué pasó con su cuerpo. Curioseando la Maya escucha que lo han enterrado en el cementerio Santa Inés de Viña, en el Mausoleo de la familia Grove. Le pide a Atilio que la acompañe, porque él conoce al cuidador de la sepultura. Y desde ese día, cada 11, Margarita se viste de un absoluto negro, y llega a poner sobre la tumba una rosa y el emblema de las mujeres de su partido. El ´83 Margarita se une al Movimiento de emancipación de mujeres en Chile, Memch. Profesionales, activistas de derechos humanos, feministas, esposas y madres de detenidos desaparecidos quieren terminar con la dictadura y con la discriminación. Una vez a la semana Margarita va a las poblaciones a hacer clases de costura, cocina o lectura. También lleva algunas canastas familiares que recolecta entre las amigas. La Maya está contenta, sabe que en algo está aportando.
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La agrupación de Mujeres Democráticas que se creó en el ´73 hasta ahora solo ha estado presidida por las comunistas, pero hoy le dan la jefatura a Margarita. Al principio las mueve la contingencia, la necesidad de dar con el paradero de los seres queridos; pero a esto se suman luego las demandas sociales y de género. Se organizan y salen a la calle. Con su gran amiga Zunilda, bien pícara y mandona como ella, Margarita va a todas las paradas. Es tan importante estar con las mujeres, ellas se sienten identificadas. Y hay que hacer respetar los derechos incluso entre los compañeros, y conquistar un lugar de respeto entre los dirigentes importantes. Grandes lazos de amistad está estrechando Margarita. De vez en cuando, después de las reuniones clandestinas, se juntan en la esquina de Huérfanos con Estado, y pasan a comer un crudo al Mermoz o una empanada al Rápido. Algunos compañeros andan mirando a Margarita, es que es tan bonita y femenina. Se arregla de punta en blanco, con su tocado y su pollera. Para varias entre los ferroviarios anda arrasando. Pero ella se ríe, solo tiene ojos para Atilio.
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Margarita es abuela de seis nietos, que de cariño la llaman “Mobi”. La Bernardita está separada, ya tiene a su Consuelo, y por unos meses se van donde la Ani que vive Erasmo Escala. Y cuando Margarita ya se va a su nueva casa, donde vivirá por fin con Atilio, sin querer deja olvidado en el repostero el recuerdo de su viejo cuaderno. La Ani piensa que ya nadie quiere usarlo, y es lo único que le queda de su padre. Lo guarda entonces en un rinconcito, y enseña a sus hijas algunos secretos. Ya cayó la dictadura y los grupos de mujeres comienzan a disolverse; las organizaciones se desarman y se estructura la democracia. Margarita se dedica a ser abuela, mientras arma talleres municipales dirigidos a adultos mayores, para enseñarles a enfrentar la vida y conocer sus derechos, pero las iniciativas duran poco, ya son otras las demandas. Margarita busca su rumbo, pero no lo encuentra. Se terminó la época dorada. En 1998 Atilio muere de un ataque al corazón mientras viajaba en un taxi por calle Portugal. Dicen que desde ese día, Margarita comienza a apagarse.
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Margarita ya tiene más de ochenta, y hace cuatro años que casi no recuerda. Poco ve y escucha. La lectura y las conversaciones ya no la acompañan, y hace poco le diagnosticaron un fuerte alzheimer que despacio ha ido borrando su memoria. Y aunque sus ratos los pasa añorando esos días alegres, recostada en su cama, en la misma casa donde pasaron sus últimos días Ricardo y la Teresa, de vez en cuando, eso dicen, le gusta mirar hacia la ventana para encontrarse con su viejo amor o pronunciar, entre balbuceos, esos versos que su padre le recitaba.
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Índice Dulces de cumpleaños
Bolitas de chocolate 132 Camotillos 133 Confites de coco 128 Delicias californianas 131 Gomas 95 Merengues caramelos 105 Papitas (Elsi) 134
Galletas
Galletitas 74 Galletas de chocolate 129 Galletas de chuño 111 Galletas livianas 130 Galletas simples 75
Masitas fritas
Empanaditas de crema 88 Fritos de espuma 120 Fritos en almíbar 113 Geranios 117 Hojaldres 116 Panqueques 119 Picarones 112 Roscas de anís 99 Roscas fritas 69 Suspiros de monja 114 Tortilla de azúcar 118 Tostadas de novios 115
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Masitas horneadas
Arrolladitos de mermelada Eclairs o repollitos Mantecados Pancitos de pasas Pancitos Tere Scons
Para decorar o rellenar
Crema batida para los merengues Crema pastelera GlasĂŠ real Huevo moll Merengue Relleno de naranja Relleno de torta Relleno para queque
Pies, kuchenes y tartaletas Forma para kuchen Kuchen de guindas Kuchen de manzanas Pie Tartaletas
Postres de cuchara
Bavarois sin huevos BudĂn de maicena
97 102 149 94 86 84
106 124 147 108 91 137 136 135
82 96 68 121 85
146 89
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Budín de sémola Carlota rusa Crema de duraznos Flan de chocolate Flan ruso Flanes Helado de invierno Leche nevada Postre al revés Turrón de vino
Postres de tenedor
Apple cake Budín de pan Chimbos falsos Huevos chimbos Manzana Rosita (Tía Paulina) Plátanos nevados Postre señora Lucila
Queques
Cake de miel Corona de navidad Pan de frutas Pan de plátanos Queque clásico (inglés) Queque de naranja Queque de nueces Queque de pasas Queque económico Queque negro
93 72 139 90 109 78 70 92 150 145 110 123 144 143 138 122 141 148 151 140 125 107 98 87 104 79 100
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Tortas y pasteles
Bizcochuelo Bizcochuelo mojado Brazo de reina Pastel de manzana Pastel de nueces Rollo de manzana Torta de chocolate Torta de merengue con fresas Torta de nueces Torta de nuez Torta espuma de pi単a Torta mil hojas Torta moka Torta Victoria
66 71 67 76 83 127 73 103 77 101 142 80 81 126
Jorge y Margarita, el Ăşnico registro juntos
Postres y dulces
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Bizcochuelo Para cada cumpleaños Ingredientes: 7 huevos 50 panes de azúcar* 1/4 kilogramo de chuño 3 cucharadas de harina 1 cucharada de Royal
Procedimiento:
Se hace un almíbar de pelo con el azúcar y se le agrega a las claras batidas a nieve, revolviendo hasta que la mezcla esté fría. Se baten las yemas y se agregan al betún. El chuño, la harina y el Royal se pasan por cedazo y se incorporan al batido, revolviéndolo suavemente. Cuando todo está bien unido, se vacía a un molde enmantequillado, y se coloca al horno suave más o menos por media hora. *
*También llamados terrones de azúcar, 50 equivalen a 1 taza y media de azúcar granulada. *Para hacer un almíbar de pelo se pone al fuego una cacerola con 1 taza de azúcar y se cubre al ras con agua, hasta que el azúcar comience a derretirse. Al introducir una cuchara y levantarla, salen filamentos finos; por eso su nombre “pelo”. Si se pasa de cocción, el azúcar se carameliza.
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Brazo de reina Para las visitas imprevistas Ingredientes: 3 huevos 100 gramos de azúcar flor 100 gramos de chuño Manjar blanco o mermelada
Procedimiento:
Se baten las claras a nieve. Se le agrega el azúcar y se sigue batiendo. Se agregan las yemas y enseguida el chuño. Se une rápidamente todo y se coloca al horno en un molde extendido y enmantequillado. Cuando la mezcla está dorada, se saca y se pone sobre una mesa espolvoreada con azúcar flor. Se unta la masa con bastante manjar blanco o mermelada, y luego se enrolla sin dejar que se enfríe.
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Kuchen de manzanas Nunca he comido un kuchen más rico Ingredientes:
150 gramos de harina 80 gramos de mantequilla 150 gramos de azúcar flor 1/4 taza de leche 1 cucharada de Royal 1 huevo 2 manzanas Sal
Procedimiento: Se pasa por cedazo la harina con el Royal, la cucharada de azúcar flor y un poquito de sal. Se añade la mantequilla y se mezcla con la mano. La leche se junta con el huevo, y se le agregan dos cucharadas a la masa. Se une bien con una cuchara de madera, y luego se extiende la masa y se coloca en un molde especial para kuchen. Se cubre con las manzanas cortadas en rebanadas y se agrega encima la leche que ha quedado y el azúcar. Se mete al horno fuerte por unos treinta minutos.
69.-
Roscas fritas Ingredientes:
2 tazas de harina 2 huevos 4 cucharadas grandes de azúcar flor 100 gramos de mantequilla 1 cucharada de Royal* 2 cucharadas grandes de leche
Procedimiento:
Se mezcla bien la harina, azúcar y Royal. Se le agregan los dos huevos con la mantequilla y por último la leche. Se hacen las roscas y se fríen en aceite bien caliente. Espolvorear con azúcar flor y canela molida.
70.-
Helado de invierno El abuelo Jorge en una mañana de sol Ingredientes: 1/2 litro de leche 25 gramos de maicena 2 huevos 100 gramos de azúcar flor 100 gramos de azúcar granulada 1 manzana 1 plátano Vainilla
Procedimiento:
Se hierve la leche con el azúcar granulada y la vainilla. Se agrega la maicena disuelta en un poco de leche fría. Se hierve cinco minutos, y se agregan muy lentamente las yemas batidas. Se retira del fuego y se deja enfriar. Se unen las claras batidas con el azúcar flor, un poco de vainilla, el plátano pasado por cedazo y la manzana rallada. Se bate a mano más o menos media hora y se sirve poniendo, primero, la crema de maicena y encima se decora con el batido.
71.-
Bizcochuelo mojado Ingredientes: 3 2 3 1 1 3
huevos 1/2 cucharadas de harina cucharadas de azúcar flor cucharada de Royal 1/2 taza de leche cucharadas grandes de azúcar granulada
Procedimiento:
Se baten las claras a nieve, se les pone azúcar y después se agregan las yemas. Se sigue batiendo y se echa la harina con el Royal. Se revuelve rápidamente y se pone en un molde enmantequillado que se lleva a horno medio por más o menos veinte minutos. Con el azúcar granulada se hace caramelo en un sartén. Cuando esté listo, se le agrega la leche y una cáscara de limón. Se deja hervir un ratito para que se corte y se le vacía al bizcochuelo una vez fuera del molde*.
*Este bizcochuelo sirve como base para hacer postres o tortas.
72.-
Carlota rusa Ingredientes: 1 litro de leche 6 cucharadas de azúcar granulada 1/2 vaina de vainilla 6 huevos 2 cucharadas de azúcar flor 6 hojas de colapez* 1 bizcochuelo o paquete de galletas de champaña
Procedimiento: Se hierve la leche con el azúcar granulada y la vainilla. Se baten las yemas, se agregan a la leche sin dejar de revolver hasta que espese. Se retira del fuego y se le agrega el colapez previamente hervido en dos cucharadas de agua. Se baten 4 claras a nieve y se les agrega la crema. Se sigue batiendo hasta que esté todo frío. Se forra el interior del molde con las galletas o el bizcocho, y se llena con la crema. Dejar que se amolde y luego vaciar en una fuente. Decorar con merengue y frutas a elección.
*Gelatina sin sabor. Se puede conseguir en el supermercado en láminas transparentes o en polvo. Se usa para cuajar o espesar preparaciones blandas.
73.-
Torta de chocolate Ingredientes: 1/2 taza de mantequilla 1/4 taza de azúcar flor 3 huevos 2 1/4 tazas de harina 2 1/2 cucharaditas de Royal 1/4 cucharadita de sal 84 gramos de chocolate amargo 3/4 taza de agua hirviendo 1/8 cucharadita de bicarbonato* Para la cubierta: 2 cucharadas de mantequilla 1 taza de azúcar granulada 1/4 taza de leche 80 gramos de chocolate dulce en polvo
Procedimiento:
Se derrite el chocolate a baño María, agregándole poco a poco 3/4 taza de agua hirviendo; se cuece hasta que espese y se deja enfriar. A parte, se bate la mantequilla con el azúcar, y luego las yemas. Sobre este batido se agregan todos los ingredientes secos cernidos, alternando con la preparación del chocolate que estará fría. Al último, se le agregan las claras bien batidas y se coloca al horno en un molde enmantequillado. Para la cobertura, se derrite la mantequilla a baño María y se le agrega el azúcar, la leche y el chocolate. Se bate bien hasta que espese y con esto se barniza la torta. *En la repostería del pasado se usaba mucho bicarbonato, que sirve para aumentar las mezclas y para que las preparaciones queden esponjosas. En este caso, puede reemplazarse por 2 cucharaditas de Royal.
74.-
Galletitas El aroma al horneado de los fines de semana Ingredientes: 200 gramos de maicena 100 gramos de mantequilla 3 huevos 75 gramos de azĂşcar granulada 250 gramos de harina 2 cucharaditas de Royal
Procedimiento: Se une todo con la mano y se forma la masa. Luego, se hacen pelotitas muy chiquititas y se colocan en una lata enmantequillada al horno bien caliente por unos diez minutos.
75.-
Galletas simples Cocinarlas era un juego Ingredientes: 1 1 1 1 2 2
taza de harina taza de azĂşcar flor huevo cucharada de leche cucharaditas de Royal cucharadas de mantequilla
Procedimiento:
Se bate bien el azĂşcar con la mantequilla y el huevo. DespuĂŠs, se le pone una cucharada de leche y luego la harina con los polvos de hornear. Enseguida se pone la mezcla en cucharadas sobre una lata enmantequillada y se lleva al horno hasta que se doren.
76.-
Pastel de manzana El primer pastel que la Ani le cocinó a Enzo Ingredientes: 250 gramos de mantequilla 250 gramos de harina 250 gramos de azúcar flor 3 cucharaditas de Royal 6 huevos 8 manzanas Sal
Procedimiento: Se bate el azúcar con la mantequilla. Enseguida se agregan las yemas una a una, después la harina con el Royal y una pisca de sal, todo cernido, y por último las claras bien batidas. Se pone la mezcla en un molde enmantequillado y se cubre con las manzanas, que estarán cortadas en cascos, cocidas en agua con azúcar, y escurridas. Encima se pone un poco de batido sobrante y luego se mete al horno*.
*Sugerencia de Ana María: el horno debe estar a unos 160 grados, con el calor abajo por treinta minutos; luego, poner el calor arriba hasta que se dore.
77.-
Torta de nueces Ingredientes: 3/4 libra de nueces partidas* 3/4 libra de azúcar flor* 1/4 libra de harina* 2 cucharaditas de Royal 9 huevos
Procedimiento: Se baten a mano el azúcar y las yemas durante media hora. Enseguida, se agregan las nueces molidas previamente, después las claras batidas a nieve y, por último, la harina y polvos Royal cernidos. Se coloca la mezcla en un molde enmantequillado y se pone al horno no muy caliente. Se rellena con huevo moll.
*Equivale a 340 gramos de nueces. *Equivale a 340 gramos de azùcar flor. *Equivale a 113 gramos de harina.
78.-
Flanes Ingredientes: 7 hojas de colapez* 1 taza de jugo de naranja 3 huevos 1 taza de azúcar granulada 1/2 litro de leche 1 cucharada de maicena
Procedimiento: Con el azúcar se hace un almíbar de pelo* y se deja caer sobre las claras que deben estar batidas como para merengue. Se le agrega el jugo de naranja y por último el colapez que se ha deshecho a baño María con un poquito de agua hirviendo. Se coloca en los moldes. Con 3 yemas, 1/2 litro de leche y una cucharada de maicena, se hace una crema y se pone alrededor de cada flancito.
*Gelatina sin sabor. Se puede conseguir en el supermercado en láminas transparentes o en polvo. Se usa para cuajar o espesar preparaciones blandas. *Para el almíbar de pelo revisar la receta del Bizcochuelo.
79.-
Queque económico Ingredientes: 1/4 taza de mantequilla 1/2 taza de azúcar 1 huevo 1 1/2 taza de harina 2 1/2 cucharaditas de Royal 1/4 cucharadita de sal 1/2 taza de leche 1 limón o naranja
Procedimiento: Se ablanda la mantequilla, se bate hasta que esté como crema y se le agrega el azúcar poco a poco, batiendo bien. Se agrega el huevo entero sin batir y la ralladura y jugo del limón. Revolver hasta que se mezcle bien todo. Se agrega luego la harina cernida con el Royal y la sal, alternando con la leche. Se coloca en un molde enmantequillado y se cuece en horno moderado*.
*La cocción del queque debe ser de unos veinte a treinta minutos, a fuego medio.
80.-
Torta mil hojas Juguemos a contar las hojas Ingredientes: 1/2 libra de mantequilla* 1/2 libra de azúcar flor* 1 libra de harina* 8 huevos 1 cucharada de Royal
Procedimiento:
Se bate la mantequilla durante media hora* con el azúcar flor cernida. Después, se le agregan las 8 yemas bien batidas y la harina con el Royal, también cernidos. Por último, se le agregan las 8 claras batidas como para merengue y todo se une bien. Se pone en latas untadas con mantequilla en el horno bien caliente. La torta se rellena con manjar blanco o con lúcuma. *Equivale a 226 gramos de mantequilla. *Equivale a 226 gramos azúcar flor. *Equivale a 454 gramos de harina. *Este tiempo es pensado para un batido manual con cuchara de palo. Se puede puede usar batidora siempre que quede una pasta cremosa.
81.-
Torta moka Ingredientes: 12 docenas de tostadas* 12 yemas 2 tazas de leche 1/2 kilogramo de azúcar flor 1 libra de mantequilla* 1/2 kilogramo de nueces Esencia de café
Procedimiento:
Se bate la mantequilla con el azúcar. Después se le agrega una crema hecha con la leche, las yemas y un poco de azúcar; estando todo bien unido se le agrega la esencia de café y las nueces tostadas. Se reservan algunas nueces. Se arma la torta poniendo una capa de tostadas y una de batido. Por fuera se cubre con el mismo batido y se le espolvorea nueces tostadas picadas finitas*. *Se pueden reemplazar por 800 gramos de galletas de vainilla o de champaña. *Equivale a 250 gramos de mantequilla. *Esta receta es similar a la torta pompadour, una antigua y clásica torta de origen francés, hecha de masa de hojas, rellena con crema de almendras, galletas y crema chantilly.
82.-
Forma para kuchen Ingredientes: 4 tazas de harina 2 tazas de azúcar flor 2 cucharadas de Royal 1 taza de leche 1/2 taza de mantequilla 2 huevos Ralladura de medio limón
Procedimiento:
Se mezcla el azúcar flor con la mantequilla, batiendo muy bien. Después se le agregan los huevos de a uno y enseguida la harina, alternando con la leche. Por último, se echan 2 cucharadas de Royal y un poco de ralladura de limón. Amasar y poner sobre un molde enmantequillado para kuchen.
83.-
Pastel de nueces Ingredientes: 7 1 1 3
huevos kilogramo de nueces con cáscara 1/2 libra de azúcar granulada* docenas de tostadas*
Procedimiento:
Se apartan las claras de las yemas, enseguida se toman 3 claras y se baten como para merengue. Las yemas se baten bien. Se hace un almíbar con la mitad del azúcar y se le agrega de este la mitad a las 3 claras, y la otra mitad a las yemas bien batidas. Se juntan las claras con las yemas y se les agrega las nueces previamente picadas y tostadas al horno. Con esto se arma el pastel: una capa de tostadas y otra de batido, otra de tostadas. Se cubre con un merengue hecho de las claras y el azúcar que sobró. Se pone por unos segundos al horno. *Equivale a 680 gramos de azúcar granulada. *Las tostadas se pueden reemplazar por medio paquete de galletas de vainilla o de champaña.
84.-
Scons Para las tías que llegaban a jugar canasta Ingredientes:
115 gramos de mantequilla 230 gramos de azúcar flor 920 gramos de harina 3 huevos 1 taza de leche 3 cucharadas de Royal
Procedimiento:
Se bate la mantequilla con el azúcar hasta que esté como espuma. Enseguida se agregan las yemas y después las claras batidas como para merengue. Por último, se agregan la harina con los Royal y la leche. Se hace la masa, pero no se soba*. Armar pelotoncitos* y poner al horno bien caliente hasta que estén cocidos.
*Sobar la masa es amasarla constantemente. *Se refiere a armar pequeños bollos con la masa.
85.-
Tartaletas Ingredientes: 2 tazas de harina 1 taza de azĂşcar flor 100 gramos de mantequilla 2 cucharaditas de Royal 2 huevos
Procedimiento:
Se unen todos los ingredientes secos con la mantequilla. Enseguida se echan los huevos sin batir, y se forma una masa blanda. Se cubren dos moldes que se ponen al horno hasta que la masa se dore un poco. Entonces, se le pone fruta o mermelada y se atraviesa con tiras de masa. Poner de nuevo al horno por unos minutos, hasta que dore.
86.-
Pancitos Tere Ingredientes: 4 4 8 5 6 1 3
tazas de harina cucharadas de mantequilla cucharadas de azĂşcar flor cucharaditas de Royal yemas cucharadita de sal cucharadas de leche
Procedimiento:
Se pasan por cedazo los ingredientes secos y se agrega la mantequilla, aplastĂĄndola con tenedor. Se agregan las yemas y las cucharadas de leche. Se extiende la masa y se cortan cuadrados de dos centĂmetros de alto. Se amoldan con una copita para que queden redondos, y se ponen al horno caliente.
87.-
Queque de nueces El preferido del Tata Ingredientes: 300 gramos de nueces molidas 300 gramos de azúcar granulada 3 cucharadas de harina 4 cucharaditas de Royal 7 huevos
Procedimiento: Se baten bien las yemas con el azúcar, se agregan las nueces molidas y después la harina con el Royal cernidos; por último, las claras batidas a nieve. Se coloca en un molde enmantequillado y se lleva al horno medio.
88.-
Empanaditas de crema La receta de Margarita en vacaciones Ingredientes: 250 gramos de harina 150 gramos de manteca22 1 huevo 300 gramos de leche* Una pizca de sal Crema para rellenar Azúcar flor
Procedimiento:
Se pasa la harina por cedazo. Se hace un hueco en el centro y se le agrega la manteca derretida y la leche tibia con un poco de sal. Se une y se le agrega una yema. Se trabaja bastante la masa y se extiende más o menos delgada. Se forman las empanaditas rellenándolas con crema y se fríen al momento de servirlas. Cubrir con azúcar flor. Nota: la preparación de la crema está en el Budín de maicena. *Se puede reemplazar por la misma medida de mantequilla o margarina. *Medida para leche en polvo. Puede reemplazarse por media taza de leche líquida.
89.-
Budín de maicena El mejor postre de invierno Ingredientes:
1/2 litro de leche 100 gramos de azúcar granulada 50 gramos de maicena 1 yema Canela Clavo de olor
Procedimiento:
Se hierve la leche con el azúcar, la canela y el clavo de olor. Se retira del fuego y se le añade la maicena antes disuelta en un poco de leche fría. Se hace hervir cinco minutos y se le agrega la yema batida*. Se coloca en un molde y se deja enfriar. Desmoldar y decorar con merengue.
*La Ani recomienda entibiar la yema cuando se añada a una preparación caliente. Un consejo es poner en una cuchara pequeñas cantidades de la preparación caliente e introducirla de a poco en la yema batida hasta que esta tome temperatura. Luego, vaciar la yema muy lentamente sobre la preparación.
90.-
Flan de chocolate Para encantar a las visitas Ingredientes: 1/2 litro de leche 25 gramos de maicena 50 gramos de chocolate 100 gramos de azúcar 2 yemas Canela Clavo de olor
Procedimiento:
Se hierve la leche con canela, clavo de olor y el chocolate. Se retira del fuego y se le añade lentamente la maicena antes disuelta en leche fría. Se hace hervir cinco minutos más y se le agregan de a poco las yemas batidas*. Se sirve en copas y se decora con merengue.
*Ver consejo sobre las yemas en la receta del Budín de maicena.
91.-
Merengue Decoremos ricos postres Ingredientes: 2 claras 100 gramos de azúcar granulada Canela o vainilla Agua fría
Procedimiento:
Se baten las claras hasta que estén consistentes. Se les agrega almíbar de pelo* como si fueran hilitos, sin dejar de batir. Se continúa batiendo hasta que se enfríe la mezcla. Sirve para decorar.
*Revisar cómo hacer un almíbar de pelo en la receta del Bizcochuelo.
92.-
Leche nevada Para regalonear a los enfermos Ingredientes: 1 litro de leche 1/2 taza de azúcar granulada 2 cucharadas de maicena 3 huevos Canela Clavo de olor
Procedimiento:
Se hace hervir la leche con la canela, azúcar y clavo de olor. Por otro lado, se baten las claras a nieve y con una cuchara se sacan grumos de merengue que se ponen a cocer sobre la leche hirviendo. Enseguida se agregan las yemas y la maicena previamente disuelta en leche fría, muy lentamente y sin dejar de revolver. Se deja enfriar y se sirve. Espolvorear con canela molida*.
*Después de probar varias veces, la Ani hizo un cambio en esta receta: las bolitas de merengue se cuecen en agua perfumada con un palito de canela y clavo de olor, luego se ponen en una fuente y sobre ellas se vierte la mezcla de leche.
93.-
Budín de sémola Un postre de todos los días Ingredientes: 1/2 litro de leche 50 gramos de sémola 100 gramos de azúcar granulada 2 huevos 50 gramos de pasas Ralladura de un limón Vainilla Canela
Procedimiento:
Se hierve la leche con el azúcar, canela y vainilla, y se agrega la sémola de a poco, sin dejar de revolver por diez minutos. Se retira del fuego y se le añade la ralladura de limón, las pasas picadas y los huevos batidos, primero las claras y después las yemas. Se une bien todo y se pone al horno en un molde enmantequillado. Se sirve con almíbar, caramelo o miel de membrillo.
94.-
Pancitos de pasas Ingredientes:
2 1/2 tazas de harina 3 cucharaditas de Royal 1 cucharadita de sal 2 cucharadas de azúcar granulada 30 gramos de mantequilla 1 taza de pasas sin semilla 2 huevos 1/4 taza de leche 1 cucharada de leche para pintar el pan 2 cucharadas de azúcar para espolvorear
Procedimiento: Se tamiza sobre la mesa la harina, el Royal, la sal y el azúcar. Se agrega la mantequilla y se mezcla con los dedos. Se añaden las pasas, y se hace un hueco en el centro donde se ponen los huevos previamente batidos y mezclados con la leche. Con un tenedor se une todo y con las manos enharinadas se alisa ligeramente la masa. Se divide en cuatro partes con un cuchillo y a cada una se le da forma redonda. Sobre la superficie del bollo se hacen dos cortes en cruz, de modo que resulten cuatro triángulos. Se pinta cada pancito con leche y se espolvorea con azúcar. Se coloca en una placa enmantequillada y se cocina en horno caliente durante unos minutos.
95.-
Gomas Para colorear los cumpleaños Ingredientes:
4 sobres de gelatina* 4 tazas de azúcar granulada 1 taza de agua fría 1 1/2 taza de agua caliente 1/4 cucharadita de sal Esencias y colorantes a gusto Azúcar flor para decorar
Procedimiento: Se diluye la gelatina en agua fría y luego se pone al fuego el azúcar con agua caliente y sal. Una vez que se disuelva el azúcar y cuando va a hervir el agua, se le agrega la gelatina. Revolver un cuarto de hora, sin dejar que hierva. Se coloca la mezcla en dos moldes mojados en agua fría; se colorea a gusto y se perfuma con las esencias. Se dejan cuajar durante doce horas y se sacan del molde. Se revuelcan en azúcar flor y se cortan en cuadraditos.
*En el tiempo de esta receta, las gelatinas no venían con sabor y se perfumaban con esencias. Hoy pueden usarse 4 sobres de gelatina saborizada, pero en este caso no hay que añadir azúcar granulada.
96.-
Kuchen de guindas Era el pastel que más comíamos. ¡una delicia! Ingredientes: 125 gramos de mantequilla 380 gramos de harina 1 taza de leche 1 taza de azúcar granulada 3 huevos 3 cucharaditas de Royal 4 tazas de guindas secas 2 cucharadas de maicena Ralladura de un limón
Procedimiento: Se baten las yemas con la mantequilla y el azúcar. Se añade la leche alternando con la harina y el Royal, y por último se incorporan las claras bien batidas con la ralladura de limón. Poner la masa en un molde enmantequillado y llevar al horno por unos minutos. Las guindas secas se ponen en una cacerola y se cubren con agua y azúcar al gusto. Después de hervir 15 minutos, se agregan 2 cucharadas de maicena disuelta en agua y se hace hervir otro poco. Se coloca esta mezcla sobre la masa del kuchen ya fría.
97.-
Arrolladitos de mermelada Tardes con la tía Uca Ingredientes: 4 huevos 250 gramos de mantequilla 230 gramos de azúcar flor 2 cucharaditas de Royal 480 gramos de harina
Procedimiento: Se une bien la harina con la mantequilla y el azúcar, después el Royal. Se agregan los huevos previamente batidos y se revuelve hasta formar una masa que no se soba, sólo se uslerea bien delgadita*. Luego, se cubre la superficie de la masa con mermelada o manjar blanco y se enrolla. Se cortan cuadraditos y se ponen al horno muy caliente hasta que se doren.
*Se refiere a que la masa no se debe amasar constantemente.
98.-
Queque de naranja Una rica colaciòn hecha por Margarita Ingredientes: 2 cucharadas de mantequilla 200 gramos de azúcar flor 3 huevos 3 cucharaditas de Royal 200 gramos de harina 1/2 taza de leche 1 naranja
Procedimiento:
Se bate la mantequilla con el azúcar hasta que la mezcla esté cremosa. Se le agregan las yemas y la harina cernida con el Royal, luego la leche junto al jugo y ralladura de la naranja. Por último, se incorporan las claras batidas a nieve. Se vacía la mezcla en un molde enmantequillado y se pone en horno suave por veinte a treinta minutos.
99.-
Roscas de anís Las roscas de la nana Melania Ingredientes: 920 gramos de harina 460 gramos de azúcar flor 230 gramos de mantequilla 4 huevos 1 cucharada de bicarbonato disuelto en 1/2 taza de leche 2 cucharadas de anís en polvo 1 cucharada de Royal 3 cucharadas de aguardiente, vermut o cualquier fuerte
Procedimiento:
Se une la mantequilla con el azúcar, y se agrega un huevo; cuando esté bien unido se agregan los demás, uno a uno, hasta enterar los 4. Batir por media hora*. Cuando esté bien batido se le agrega la harina, aguardiente, anís, leche y polvos Royal. Se hacen las roscas, que se ponen en una lata enmantequillada y se colocan en horno muy caliente. *Todos los batidos que forman parte de estas recetas, son hechos a mano y con cuchara de madera, y si bien el proceso puede reemplazarse por batidora eléctrica, no se garantiza el sabor original.
100.-
Queque negro Ingredientes:
2 tazas de harina 1 taza de azúcar flor 2 huevos 115 gramos de mantequilla 1 cucharadita de bicarbonato 1 cucharadita de nuez moscada 1 cucharadita de clavo de olor 1 cucharadita de canela 1 taza de nueces trituradas 1 taza de leche
Procedimiento:
Se hace una crema de azúcar con mantequilla, luego se añaden los huevos y la leche. Se va agregando la harina poco a poco, y todos los ingredientes cernidos de antemano. Se pone en un molde al horno caliente por espacio de cuarenta minutos. Se escarcha con chocolate*.
*Para escarchar se pone chocolate en barra a baño María hasta que se derrita, y luego se va cubriendo el queque. La mezcla se endurece al poco tiempo, de ahí el término “escarcha”.
101.-
Torta de nuez La comíamos en un solo día Ingredientes:
1/2 cucharada de mantequilla 9 huevos 1/2 kilogramo de nueces peladas 1 1/4 taza de azúcar flor 1 copita de coñac o whisky
Procedimiento:
Se tuestan un poco las nueces y se muelen en la máquina. Se bate bien la mantequilla, y se van agregando las yemas una a una; luego el azúcar, las nueces molidas, y una copita de coñac o whisky. Después se agregan las claras bien batidas. Cuando están muy unidas se vacía la mezcla en el molde. Se pone al horno por sesenta minutos en horno precalentado suave. Se rellena con crema chantilly.
102.-
Eclairs o repollitos La especialidad de la Titina Ingredientes:
4 1 1 1 1
huevos taza de harina cucharada colmada de mantequilla taza de agua pizca de sal
Procedimiento:
Se coloca dentro de una cacerola el agua, la mantequilla y la sal, y se pone al fuego. Una vez que la mantequilla se disuelva y el agua suelte el hervor, se agrega de golpe la harina cernida. Se mezcla rápidamente con cuchara de madera, se baja el fuego y se continúa revolviendo hasta que se forme una bola de masa que se desprenda del fondo de la cacerola. Se retira del fuego y se deja enfriar por diez minutos. Después, se agregan los huevos uno a uno batiendo enérgicamente con la cuchara de madera. Finalmente, se vacía este batido en una manga de decorar y, sobre una lata de horno enmantequillada, se deja caer la mezcla en forma de cordón de más o menos ocho centímetros de largo. Se mete al horno caliente por unos veinte minutos. Una vez cocidos, se envuelven en un paño de cocina y se dejan enfriar.
103.-
Torta de merengue con fresas ¡La más rica de todas las tortas! Ingredientes:
12 huevos 1 kilogramo de fresas o frutillas 2 1/2 kilogramos de azúcar granulada 1/4 litro de crema 1/4 kilogramo de azúcar flor
Procedimiento: Con un kilogramo de azúcar granulada se hace almíbar de pelo subido* y se le agrega a las claras, que deben estar muy bien batidas. Estas se siguen batiendo hasta que estén casi frías, y se les pone el azúcar flor. Mientras tanto, se baten muy bien las yemas, hasta que estén blancas. Se hace almíbar de punto* con medio kilogramo de azúcar granulada y se le vacía a las yemas. Se pone la mezcla al fuego para que dé un hervor a fin de formar huevo moll. En una fuente que vaya al fuego se pone un poco de merengue del tamaño de la torta que se quiera hacer y se mete al horno para que se dore. Se saca y se le pone una capa de huevo moll, otra capa de frutillas previamente picadas y otra de merengue. Poner nuevamente al horno. Se continúa así hasta que se terminen los materiales. Al finalizar, se cubre con crema batida sin azúcar y se adorna con merenguitos de crema y frutillas, alternados. Cuando ya se puso la crema final, no se mete al horno. *Apagar el fuego unos segundos antes de que el almíbar se vuelva caramelo. *Se forma justo cuando el agua con azúcar puesta al fuego comienza a espesar.
104.-
Queque de pasas Ingredientes: 460 gramos de harina 230 gramos de azĂşcar flor 125 gramos de mantequilla 1 taza de leche 1 cucharadita de bicarbonato 250 gramos de pasas sin pepas Nuez moscada Pedazos de dulce de membrillo
Procedimiento:
Se bate el azĂşcar con la mantequilla y se le agrega la leche con el bicarbonato, y por Ăşltimo la harina que debe estar revuelta con las pasas, el dulce de membrillo y la nuez moscada. Se pone al horno en un molde enmantequillado a fuego medio, por unos treinta minutos.
105.-
Merengues caramelo Juguemos a encontrar su par Ingredientes: 3 huevos 100 gramos de azúcar flor Ralladura de la cáscara de una naranja
Procedimiento:
Se baten las claras y se agrega el azúcar flor y la cáscara rallada de naranja. Se bate un rato para incorporar bien. Se forman los merengues del tamaño de una nuez grande sobre papel mantequilla para que no se peguen ni se rompan*. Se espolvorean con azúcar flor y se ponen al horno suave. Una vez que están cocidos se rellenan con crema batida o manjar, juntándolos en pares.
*La Ani aconseja cambiar el papel mantequilla por papel de diario.
106.-
Crema batida para los merengues Ingredientes:
1 taza de crema 2 cucharadas de azúcar flor Esencia o extracto de vainilla
Procedimiento:
Se bate la crema con el azúcar y sin dejar de batir se le agrega la esencia para aromatizarla. Se sigue batiendo hasta que esté espumosa*.
*Esta preparación es conocida también como crema chantilly.
107.-
Queque clásico (inglés) La casa de Cisterna a la hora del té Ingredientes:
250 gramos de mantequilla 3 huevos 250 gramos de azúcar flor 250 gramos de harina 250 gramos de pasas Corinto* 1 vaso de pisco, coñac o ron
Procedimiento:
Se bate la mantequilla hasta que quede como una crema espesa y se añaden las yemas batiendo bien para incorporarlas. Enseguida se agregan las claras batidas para merengue, revolviendo constantemente. Cuando está todo bien mezclado se agrega el azúcar, harina, pasas y el vaso de licor y se vuelve a batir. Se vacía en un molde enmantequillado y se cuece en horno moderado por una hora. *Tipo de uva pasa originaria de Grecia, con un intenso sabor dulce. Pueden reemplazarse por pasas rubias.
108.-
Huevo moll El relleno preferido de Margarita Ingredientes: 10 yemas 460 gramos de azúcar granulada
Procedimiento:
Se baten las yemas hasta que estén blancas y se hace un almíbar con el azúcar. Cuando esté tibio, se vacía a las yemas batidas y se ponen a fuego lento revolviendo constantemente hasta que el huevo se haya cocido (la proporción de huevos varía según la cantidad de azúcar).
109.-
Flan ruso Inviernos con calor de chimenea Ingredientes: 4 claras 2 cucharadas de azúcar flor 2 cucharadas de mermelada
Procedimiento:
Se baten las claras a nieve y, sin dejar de batir, se agrega el azúcar y la mermelada pasada por cedazo (puede ser también jalea). Se vacía en un azafate hondo ligeramente untado en mantequilla y se pone al horno por diez minutos. Se sirve caliente.
110.-
Apple cake De las amigas gringas de la Uca Ingredientes:
10 o 12 manzanas 203 cucharadas de agua* 230 gramos de azúcar granulada 115 gramos de mantequilla 2 cucharadas de harina 5 huevos Ralladura de un limón Canela en polvo
Procedimiento:
Se pelan las manzanas y se les quita el corazón y las pepas. Se ponen en una cacerola con agua, agregando la ralladura del limón, la canela y el azúcar. Cuando estén cocidas, se pasan por cedazo y se vuelven a poner al fuego, añadiendo la mantequilla y la harina. Se cocina la mezcla por unos minutos y después se enfría. Se añaden poco a poco los huevos, revolviendo siempre, y se vacía la mezcla en un molde enmantequillado que se pone a baño María. Servir y decorar con jalea desecha al calor*. *Este número aparece en el original y equivale a 5 tazas de agua. *Una vez hecha la gelatina se entibia a baño María hasta que se derrita. Sirve para acompañar o decorar preparaciones dulces.
111.-
Galletas de chuño Aromas al tata Ricardo y abuelita Teresa Ingredientes:
4 claras 30 gramos de chuño 330 gramos de almendra 230 gramos de azúcar flor
Procedimiento:
Se baten bien las claras, y se agregan el chuño y las almendras bien molidas. Después, se añade el azúcar y se revuelve bien. Se unta un papel grueso con mantequilla y sobre él se pone, con una cuchara, la cantidad necesaria de masa para el tamaño que se quiera dar a las galletas. Se ponen al horno fuerte hasta que se doren.
112.-
Picarones Sabores junto a un mate y un brasero Ingredientes: 1 1 1 1 1 1
taza de zapallo bien maduro cocido taza de papas cocidas y pasadas por cedazo taza de harina taza de leche pizca de sal cucharada de Royal
Para la chancaca: 2 libras de chancaca* 1 libra de azúcar granulada*
Procedimiento:
Se unen todos los ingredientes menos los polvos Royal, luego se bate bastante hasta que se forme una pasta que se desprenda de la fuente. Se agregan enseguida los polvos de hornear y se revuelve bien. Se deja reposar la masa por varias horas, o de un día para otro. Se coloca el batido encima de una manga decoradora, y con ella se van formando roscas, dejándolas caer directamente en aceite hirviendo, hasta que se doren bien por todos lados. En caso de no tener una manga, con ayuda de dos cucharas se pueden formar los picarones y echar a la fritura*. *Equivale a 50 gramos de chancaca. *Equivale a 250 gramos de azúcar granulada. *Hoy existen “picaroneras” para facilitar el trabajo de armar los picarones.
113.-
Fritos en almíbar Suaves al paladar. ¡Nos encantaban! Ingredientes:
4 huevos 2 cucharadas de harina
Procedimiento:
Se baten bastante las yemas y se agregan a las claras que fueron batidas como para merengue previamente. Se añade la harina, se une bien y se fríe por cucharaditas. Para servir, se pasan por almíbar*.
*Una receta clásica para hacer un almíbar que acompañe estos fritos es poner una taza de azúcar, una taza de agua y una cascarita de limón en una cacerola. Disolver el azúcar en el agua y llevar a fuego medio por quince minutos sin dejar de revolver hasta que espese. Cortar la cocción antes de que comience a endurecer y cambiar de punto.
114.-
Suspiros de monja El postre de los miércoles después del colegio Ingrediente:
1/4 litro de agua 1/2 cucharada de sal 4 terrones de azúcar* 2 cucharadas de mantequilla 3 cucharadas de harina 3 huevos 1 clara Vainilla Ralladura de un limón
Procedimiento:
Se pone en una cacerola el agua, la sal, el azúcar, la mantequilla y una cucharadita de vainilla y ralladura de limón. Cuando el agua está próxima a hervir, se retira del fuego y se le echa la cantidad de harina suficiente para formar una pasta, se revuelve muy bien con cuchara de madera a fin de que la pasta quede muy unida y no se pegue a la cacerola. En pocos minutos estará buena, cuando al tocarla no se pegue en los dedos. Se la deja enfriar un momento y enseguida se le quiebra un huevo y se revuelve rápidamente para incorporarlo bien. Se añade otro huevo y se procede de la misma forma con los 3. Se deja reposar la pasta una o dos horas, y en el momento de usarla se le agrega una clara batida a nieve. Para hacer los suspiros se toma con una cuchara una cantidad de pasta del tamaño de una nuez y se fríe en manteca caliente. La pasta se hincha mucho si la grasa no está muy caliente. Se sirven bien dorados y espolvoreados con azúcar flor. También pueden abrirse y rellenar con mermelada o crema. *Esta medida equivale a 4 cucharadas colmadas de azúcar granulada.
115.-
Tostadas de novios Para los desayunos en vacaciones Ingredientes:
Rebanadas de pan de molde al gusto 1/2 litro de leche Azúcar granulada al gusto Canela en polvo Ralladura de un limón 2 a 3 huevos Pan rallado Sal
Procedimiento: Se hace hervir la leche con el azúcar, la canela, un poco de ralladura de limón y una pizca de sal. Se retira del fuego. Se cortan rebanadas de pan de molde blanco, se remojan en la leche y se dejan reposar. Se baten los huevos y se pasan las rebanadas por este batido, luego se revuelcan en pan rallado y se fríen en manteca o aceite caliente. Servir espolvoreados con azúcar flor o con miel.
116.-
Hojaldres Ingredientes:
6 huevos 1 cucharadita grande de manteca o mantequilla Harina 1 cucharadita de vinagre
Procedimiento:
Se forma una masa con los huevos enteros, la cucharadita de manteca bien quemada* y la harina suficiente para formar una masa. Se estira y uslerea bien delgada, y se agrega el vinagre para que la masa quede blanda. Se uslerea nuevamente, y se corta en cuadrados. Luego se fríen. Servir con almíbar o miel.
*Con esta expresión se refiere a que la manteca o mantequilla debe antes derretirse en un sartén hasta que se cocine un poco.
117.-
Geranios Un vago recuerdo del abuelo Jorge Ingredientes:
Harina* 1 huevo Crema batida* Manteca o aceite para freír
Procedimiento:
Se hace una masa con algunas cucharadas de harina y el huevo. Se uslerea hasta que esté como una hoja muy delgada. Se cortan círculos y se forman los geranios, primero, poniendo en el centro de la masa una cucharadita de crema y luego colocando encima otro círculo. Se aprieta bien la masa a cierta distancia del centro y se les hace tres cortes en las orillas dando la forma de pétalos, para que la crema quede encerrada como una bolita y los bordes se abran en la forma de una flor al freír la masa. Se fríen en manteca o aceite bien caliente y se sirven pasados por almíbar. *Usar la cantidad de harina necesaria para formar una masa fácil de trabajar. Más o menos media taza. *Según el original, la crema utilizada para los geranios es la receta de la Crema batida para los merengues.
118.-
Tortilla de azúcar Cocinando entre hermanas y muñecas Ingredientes:
3 huevos 1 cucharadita de azúcar flor 3 cucharaditas de leche Mantequilla para freír Azúcar granulada para espolvorear Copita de ron
Procedimiento: Se baten bien las yemas, añadiendo el azúcar flor y la leche. Cuando las yemas están bien batidas se agregan las claras sin batir; se unen bien y se ponen al sartén caliente con la mantequilla. Cuando se saca del sartén se espolvorea con azúcar granulada que se quema con un fierro al rojo*. Puede agregarse, después de quemada el azúcar, una copita de ron y se prende. Se lleva ardiendo a la mesa.
*En los años del cuaderno original, la forma casera de caramelizar las superficies de los postres era con un fierro calentado al rojo. Actualmente, se es más común el uso de un soplete o poner la preparación al horno unos segundos hasta dorar el azúcar.
119.-
Panqueques Para un día lluvioso a la hora del té Ingredientes:
3 huevos 2 cucharadas de azúcar flor 1/2 cucharada de harina 1/2 taza de leche Canela molida Ralladura de una naranja o limón Para el relleno: 2 huevos 1 cucharada de azúcar flor 1 plátano Miel de palma
Procedimiento: Se baten bastante los huevos enteros con el azúcar y la harina, y enseguida se agrega la ralladura de limón, la leche y la canela. Luego, se echa el batido en un sartén caliente y se hacen los panqueques. Para el relleno, se baten 2 claras, se agrega una cucharada de azúcar flor, un plátano molido y una cucharada de miel de palma. También pueden rellenarse con mermelada, manjar o helado.
120.-
Fritos de espuma Ingredientes: 2 cucharadas de harina 4 huevos Agua fría
Procedimiento:
Se deshace la harina con un poco de agua fría para que quede ligosa*. Se le agrega la yema de 2 huevos. Se bate muy ligero todo esto y se le añade 4 claras batidas a nieve. Se une bien y se pone por cucharadas en manteca muy caliente*. Cuando estén dorados por un lado, se vuelven al otro y así dos veces. Se le pone encima almíbar de pelo*.
*Una pasta que, aunque esté líquida, se sienta consistente. *Puede reemplazarse por aceite. *Revisar el almíbar de pelo en la receta del Bizcochuelo.
121.-
Pie Ingredientes: 2 tazas de harina 4 cucharaditas de Royal 3 cucharadas de azúcar granulada 4 cucharadas colmadas de manteca* 1 taza de agua fría Un poquito de sal Para el relleno: 5 manzanas 1/2 taza de azúcar granulada Canela molida 1 cucharada de mantequilla Jugo de un limón
Procedimiento:
Se junta con los dedos la manteca con el azúcar, el Royal y la sal, y se le agrega el agua. Se mezcla bien. No se amasa, solo se uslerea y se pone en un molde al horno medio por unos treinta a cuarenta minutos. Puede rellenarse con lo que se quiera y sobre el relleno se añade una capa de masa uslereada y bien picoteada para que no se infle. Se mete nuevamente al horno hasta que se dore. Para el relleno, se cuecen en poquita agua las manzanas picadas, con 1/2 taza de azúcar. Una vez que estén bien cocidas, se deshacen con la cuchara y se les agrega canela, mantequilla y jugo de limón. Se pone la mezcla sobre la masa ya cocida. *Puede reemplazarse por la misma cantidad de mantequilla o margarina.
122.-
Plátanos nevados Ingredientes: 3 plátanos 250 gramos de coco rallado 2 cucharadas de mantequilla 3 cucharadas de miel 100 gramos de pasas Gotitas de esencia de almendra
Procedimiento:
Tostar el coco ligeramente en el horno sin que se dore demasiado. Cortar los plátanos en trozos y pasarlos por una preparación compuesta por miel, mantequilla derretida y esencia de almendra. Luego, secarlos en el coco y servirlos acompañados de miel y de pasas partidas.
123.-
Budín de pan La receta favorita del tío Jorge Ingredientes: Torrejas de pan* 2 tazas de leche 2 tazas de azúcar granulada 1 cucharadita de canela en polvo Ralladura de un limón 4 huevos 1/8 gramos de pasas 1/8 gramos de frutas confitadas
Procedimiento:
Se moja el pan en leche con canela, ralladura de limón y azúcar al paladar*. El pan se pasa por cedazo y se le agregan las yemas batidas. Se une bien y se le incorporan las claras batidas a nieve. Se mezcla todo, añadiendo las pasas y frutas cortadas en pedacitos. A parte, se hace un caramelo y se vierte en un molde. Luego, se coloca la mezcla sobre este molde acaramelado y se cocina en horno o a baño María. Servir frío o caliente. *En el tiempo en que se escribió el cuaderno de Margarita, se utilizaba para esta receta pan de marraqueta, la cantidad suficiente para llenar un molde rectangular que se pudiera llevar al horno. Hoy, podría reemplazarse por unas 10 torrejas de pan de molde. *Azúcar al gusto.
124.-
Crema pastelera Ingredientes: 150 gramos de azúcar granulada 60 gramos de harina 2 huevos 1/2 litro de leche Vainilla 30 gramos de mantequilla*
Procedimiento:
Se hierve la leche con la vainilla y el azúcar. Aparte, se revuelve la harina con los huevos y se va agregando la leche antes hervida. Se vacía la mezcla en una cacerola y se cuece hasta que espese. Se agrega la mantequilla. Hay que revolver todo el tiempo para que no se haga nata, hasta que se enfríe*. *Esta se agrega para que la crema quede brillante, pero no es estrictamente necesaria. *Una variante de la abuelita Teresa: Calentar 1 litro de leche con un poco de vainilla, una cascarita de limón, canela y 1/2 taza de azúcar. Antes de que hierva, agregar 2 cucharadas de maicena. Revolver y añadir de a poco 2 yemas batidas y luego las claras también batidas.
125.-
Pan de plátanos Para los inviernos fríos y lluviosos Ingredientes: 100 gramos de mantequilla 1/2 taza de azúcar granulada 1 huevo 2 plátanos 1 taza de harina 1/2 cucharadita de bicarbonato* 1 cucharada de leche
Procedimiento:
Se mezcla la mantequilla con el azúcar y se agrega el huevo entero. Se revuelve todo bien. Se agregan los plátanos pasados por cedazo y la harina. Cuando todo esté bien unido, se agrega el bicarbonato disuelto en la cucharada de leche. Se une todo bien y se vacía en un molde enmantequillado. Cocer a horno moderado. *Se puede reemplazar por la misma cantidad de polvos de hornear.
126.-
Torta Victoria Ingredientes:
3 huevos 80 gramos de harina 100 gramos de azúcar flor 130 gramos de mantequilla 1 cucharadita de Royal 2 cucharadas de leche 1/8 crema chantilly para decorar Para el relleno: Ralladura y jugo de una naranja 2 huevos 150 gramos de azúcar flor 30 gramos mantequilla
Procedimiento:
Se bate la mantequilla con el azúcar hasta que esté como espuma. Se le van agregando los huevos, la harina, el Royal y la leche. Se ponen capas muy delgadas de esta mezcla en latas untadas en mantequilla. Se lleva al horno. Así se van haciendo las hojas. Para hacer el relleno, se baten los huevos con la ralladura y jugo de naranja, el azúcar flor y mantequilla. Se cocina a baño María hasta que espese y con esto se rellena la torta. Se decora con crema chantilly.
127.-
Rollo de manzana Ingredientes:
150 gramos de harina 2 cucharadas de mantequilla derretida Sal 1 huevo 6 manzanas 1/2 taza de azúcar granulada 125 gramos de pasas 125 gramos de nueces Canela molida
Procedimiento:
Se forma la masa con la harina, mantequilla, sal y huevo. Se uslerea muy delgada y se extiende sobre un paño. Se rellena con manzanas picadas, nueces, pasas y mantequilla, el azúcar y canela molida. Luego, se enrolla con el paño. Se unta con mantequilla y se coloca en horno fuerte hasta que esté dorado oscuro. Se sigue untando con mantequilla y azúcar mientras se hornea. Puede agregarse crema al decorar. Servir caliente o frío*.
*A partir de esta receta, en el cuaderno original comienza a escribir Margarita. El abuelo Jorge ya murió.
128.-
Confites de coco Tan ricos que se acababan misteriosamente Ingredientes: 1 tarro de leche condensada 250 gramos de coco rallado
Procedimiento:
Se apartan 3 cucharadas colmadas de coco, y el resto se mezcla con la leche condensada hasta que se forme una pasta espesa. HumedeciĂŠndose los dedos en agua, se forman bolitas que se pasan por el coco rallado que se apartĂł y se ponen en una lata enmantequillada en horno muy suave, hasta que estĂŠn doraditas.
129.-
Galletas de chocolate Ingredientes: 1 taza de azĂşcar rubia 1/2 taza de mantequilla 6 cucharadas de chocolate en polvo o rallado 1 huevo 1/2 taza de leche 2 tazas de harina 1 pizca de sal 1 cucharadita de Royal 1/2 cucharadita de bicarbonato 1 taza de nueces partidas 1 cucharadita de vainilla
Procedimiento:
Se mezcla la mantequilla con el azĂşcar y el huevo, luego la vainilla y, alternando, los demĂĄs ingredientes. Se revuelve muy bien la mezcla y se pone por cucharadas en una lata enmantequillada, que se lleva a horno moderado. Se decoran con nueces partidas.
130.-
Galletas livianas Para jugar y crear figuritas Ingredientes:
115 gramos de mantequilla 1 huevo 100 gramos de azúcar flor 4 cucharadas de agua 1 pizca de sal 1 cucharadita de Royal 230 gramos de chuño 230 gramos de harina
Procedimiento:
Se bate la mantequilla como crema y se van añadiendo poco a poco los demás ingredientes. Una vez unidos, se amasa bien la mezcla con las manos y se uslerea muy delgada para cortar redondelas, que se pican en la superficie con un tenedor. Se colocan en una lata enmantequillada y se cocinan en horno suave hasta que se doren levemente.
131.-
Delicias californianas El afán de esos inolvidables cumpleaños Ingredientes:
1 taza de pasas 1 taza de nueces 1/4 taza de leche condensada Azúcar flor
Procedimiento:
Las pasas y nueces se muelen a máquina y se mezclan con la leche condensada. La mezcla se vacía en una lata enmantequillada y espolvoreada con azúcar flor. Por encima del betún también se espolvorea azúcar y se pone al hielo*. Se corta en rectángulos.
*Poner en el congelador hasta que la masa se endurezca.
132.-
Bolitas de chocolate
No había cumpleaños sin este rico sabor Ingredientes: 250 gramos de chocolate rallado 100 gramos de mantequilla 4 cucharadas de azúcar granulada 1 cucharada de cocoa 1 yema Un poco de coñac* Chocolate granulado
Procedimiento:
Todos los ingredientes, menos la yema y el coñac, se ponen en una olla a fuego lento y se van revolviendo hasta que se derritan. Después, se añade la yema batida y se sigue revolviendo63. Cuando esté todo bien unido, se saca del fuego y se le agrega el coñac al gusto. Se deja enfriar hasta obtener una pasta firme para formar bolitas, que luego se revuelcan en chocolate granulado*.
*Se puede reemplazar por whisky. *Ver consejo sobre las yemas en la receta del Budín de maicena. *Estas bolitas de chocolate hoy son conocidas como trufas.
133.-
Camotillos
Una deliciosa receta de la Teresa Ingredientes:
690 gramos de azúcar granulada 460 gramos de camote cocido y pasado por cedazo Agua
Procedimiento:
Con el azúcar y el agua se forma un almíbar. Cuando está de punto* se le agrega el camote y se revuelve hasta que espese*. Una vez listo se saca del fuego para enfriarlo. En una tabla limpia se forman los camotillos con una cuchara. Se secan en horno muy suave y luego se dejan reposar. Al día siguiente, se desprenden de la tabla con un cuchillo calentado en agua, pero seco.
*Este se forma cuando el agua y azúcar puestos al fuego comienzan a espesar. *El camote debe estar tan espeso que sea fàcil de amoldar.
134.-
Papitas (Elsi) La sagrada tradición de los cumpleaños Ingredientes: 1/2 kilogramo de galletas de vino 1/4 kilogramo de nueces partidas 1 tarro de leche condensada Chocolate en polvo
Procedimiento:
Se muelen en la máquina las galletas y las nueces y luego se revuelven con la leche condensada hasta que formen una pasta, no demasiado dura. Si queda dura, se puede ablandar con leche. Se forman las bolitas y se pasan por chocolate en polvo*.
*Según Margarita, “Elsi”, el nombre entre paréntesis que está en el título de esta receta, era Elsa, una vecina que solía darle recetas.
135.-
Relleno para queque Ingredientes: 2 tazas de azúcar flor 2 cucharadas de mantequilla 1/2 taza de chocolate rallado 6 cucharaditas de extracto de café 1/2 cucharadita de vainilla Ralladura de medio limón
Procedimiento:
La mantequilla se bate con el azúcar hasta que esté como crema. Se le agrega el chocolate y después, muy de a poquito, se le va agregando el café, el limón y la vainilla hasta formar una pasta suave.
136.-
Relleno de torta Ingredientes:
1/2 litro de crema 200 gramos de nueces molidas AzĂşcar al gusto
Procedimiento:
Se bate la crema con el azĂşcar y se le agregan las nueces molidas. Se revuelve todo y se rellena la torta. Se cubre con la misma pasta, y se adorna con nueces partidas.
137.-
Relleno de naranja Ingredientes: 1/4 litro 50 gramos 20 gramos 2 yemas Ralladura
de leche de azúcar granulada de maicena de una naranja
Procedimiento:
Se calienta la leche con el azúcar. Se mezcla la maicena con las yemas hasta formar una pasta suave. Cuando la leche hierve, se le agrega la maicena poco a poco, teniendo la precaución de echarle antes a la maicena un poco de leche caliente para que se entibie y no se corte. Al final, se le pone el jugo y la ralladura de la naranja. Se revuelve constantemente y se retira del fuego cuando esté espesa. Después, se rellena y embetunada la torta, y se decora con gajos y confites de naranja.
138.-
Manzana Rosita (Tía Paulina) Ingredientes:
4 manzanas cocidas 30 gramos de mantequilla 3 cucharadas de pan rallado 1/4 taza de azúcar granulada 2 huevos 1/4 litro de leche
Procedimiento:
Las manzanas se cortan en rebanadas delgadas y se colocan en una fuente. Se cubren con la mantequilla, el pan rallado y 3 cucharadas de azúcar. Se pone al horno hasta que se dore. Aparte, los huevos se baten enteros con la leche y el azúcar sobrante; esto se agrega a las manzanas ya doradas y se vuelven a poner al horno unos diez minutos más. Se sirve caliente*.
*La tía Paulina, que aparece en el título de esta receta, era la autora de la columna “Secretos de la tía Paulina” publicada todas las semanas en la revista
Eva (1942-1974), donde aparecían distintas recetas para la dueña de casa.
139.-
Crema de duraznos Ingredientes:
1 tarro de duraznos 4 huevos 1/4 taza de azúcar flor 1 copita de pisco 1/8 litro de leche
Procedimiento:
La leche se hierve con 50 gramos del azúcar flor, cuando espese se retira y se pone a enfriar. Las yemas se baten con otros 50 gramos de azúcar hasta que estén bien espesas. Las claras se baten hasta que estén muy firmes y se les agrega el resto del azúcar. Poco a poco se juntan los dos batidos con la leche, que ya está fría, y se pone a fuego lento, revolviendo muy seguido para que quede espumoso. Los duraznos picados se colocan en copas, con el pisco y encima se vacía la crema.
140.-
Pan de frutas Ingredientes: 3 huevos 2 tazas de harina 1 taza de azúcar granulada 2 tazas de manzanas picadas 1 taza de uvas pasas picadas 1/2 taza de pasas Corinto* 1 taza de nueces picadas 1/2 taza de higos picados 2 cucharadas de mantequilla 1 cucharadita de bicarbonato* Ralladura de una naranja
Procedimiento:
Se bate la mantequilla y se le agregan de a poco las yemas, azúcar, claras batidas y demás ingredientes. Se forma una pasta y se echa en un molde enmantequillado y cubierto con sémola. Se coloca al horno por una hora y media más o menos.
*Revisar nota sobre las pasas Corinto en la receta del Queque clásico. *Puede reemplazarse por la misma cantidad de polvos de hornear.
141.-
Postre señora Lucila El favorito del tata Ricardo Ingredientes: 6 manzanas 5 cucharadas de harina 1 taza de azúcar flor 5 cucharadas de mantequilla 2 vasos de leche 3 huevos Ralladura y jugo de un limón
Procedimiento:
Se colocan en una budinera enmantequillada las manzanas cortadas en cascos finos y sobre ellas se agregan pedazos de mantequilla y se espolvorea con azúcar flor. Se repite el proceso como si fueran capas. La harina, leche y huevo se baten junto con el jugo y ralladura de limón. Se hace una mazamorra y se le agregan 2 cucharadas de azúcar flor. Se vacía la mezcla sobre las capas de manzanas y se mete al horno moderado por media hora. Se sirve espolvoreado con azúcar flor y canela en polvo*. *La receta de este postre pertenece a la señora Lucila, la suegra de la hermana mayor de Margarita.
142.-
Torta espuma de piña Ingredientes: 6 huevos 1/4 cucharadita de sal 1/2 taza de jugo de piña (conserva) 1 cucharada de jugo de limón 1 1/2 taza de azúcar granulada 1 1/2 taza de harina 1 cucharadita de Royal
Procedimiento:
Se baten las claras con la sal y gradualmente se le agrega la cantidad de azúcar necesaria para formar un merengue. Las yemas se baten aparte con el resto del azúcar, y cuando espesan se les agrega el jugo de piña y limón.Se sigue batiendo hasta que el azúcar se disuelva y se añade la harina con el Royal y al último las claras antes batidas. Se vacía toda la mezcla en un molde sin enmantequillar y se pone en horno moderado por una hora. Dejar enfriar y cubrir con crema chantilly. Puede decorarse con pedacitos de piña y guindas confitadas.
143.-
Huevos chimbos La Teresa se lucía en los almuerzos familiares Ingredientes: 1 huevo 1 cucharada de harina 1/2 taza de azúcar granulada
Procedimiento:
Se baten las claras a nieve, después se agregan las yemas y la cucharada de harina. Se enmantequillan moldecitos y se agrega la mezcla. Se ponen al horno hasta que estén levemente dorados. Con un almíbar de pelo* se bañan y se sirven fríos o tibios.
*Revisar nota sobre el almìbar de pelo en la receta del Bizcochuelo.
144.-
Chimbos falsos Para los cócteles en la casa de la abuela Ingredientes:
3 huevos 1 cucharada de maicena 1 taza de azúcar granulada 1 cucharada de mantequilla 100 gramos de almendras Vainilla
Procedimiento:
Batir las claras a nieve. Cuando estén bien firmes, se agregan las yemas y enseguida la maicena. Luego de revolver muy bien, se vacía la mezcla en moldecitos enmantequillados y se meten al horno. Se sirven con almíbar, hecho con azúcar y vainilla. Decorar con las almendras.
145.-
Turrón de vino Con las nueces del nogal de Cisterna Ingredientes:
1 taza de vino tinto 2 tazas de azúcar granulada 4 claras 1/2 taza de nueces peladas
Procedimiento:
Se pone al fuego el azúcar con el vino hasta que se forme un almíbar de pelo*. Se baten las claras a nieve y una vez que esté listo el almíbar, se echa de a poco a las claras, batiendo constantemente, hasta que se enfríe. Se sirve en copitas individuales y se decora con las nueces previamente tostadas en el horno*.
*Esta y las recetas que siguen fueron sacadas del cuaderno de cocina de la Ani, quien las rescató del original de Margarita para hacer su propio recetario antes de casarse. *Revisar nota sobre el almíbar de pelo en la receta del Bizcochuelo.
146.-
Bavarois sin huevos Un postre para los niños
Ingredientes:
1 tarro de leche Ideal 1 paquete de jalea de cualquier sabor 2 limones
Procedimiento:
Se coloca en el refrigerador o al hielo el tarro de leche Ideal durante varias horas para que esté bien helado. Luego, se vierte la leche en un recipiente hondo y se bate hasta que se triplique su volumen. La jalea se disuelve en 1/2 taza de agua hirviendo, se revuelve bien para que no queden grumos, y se vierte a través de un colador en la leche batida, revolviendo. Los limones se exprimen y se echa el jugo en la mezcla. Unir todo y colocar en copas o en un molde, previamente mojados con agua fría. Meter por una hora al refrigerador.
147.-
Glasé real para cubrir tortas Dulce Navidad Ingredientes: 4 claras 1/2 cucharadita de ácido acético* 2 cucharaditas de jugo de limón Azúcar flor
Procedimiento:
Se ponen en un tazón las 4 claras y se les agrega toda el azúcar que puedan absorber hasta formar una pasta espesa. Se bate con cuchara de madera por cinco minutos y se agrega el ácido acético y el jugo de limón. Batir un poco más. Probar formando un dibujo: si no se corre, está listo, y si se mueve, es porque le falta azúcar o más batido.
*Ácido presente en el vinagre. En la repostería sirve como preservante.
148.-
Cake de miel Un regalo de la Ani para Enzo Ingredientes:
1 taza de miel 1 taza de agua 1 taza de azĂşcar granulada Canela molida Clavo de olor 2 cucharadas de mantequilla 5 tazas de harina 2 cuacharaditas de bicarbonato 1 pizca de sal Nuez moscada
Procedimiento: La miel, azĂşcar, agua, mantequilla y las especias se derriten en la cacerola sin hervir. Una vez frĂo, se junta con la harina y el bicarbonato. Se coloca en un molde enmantequillado a horno regular.
149.-
Manecados Ingredientes:
200 gramos de manteca o margarina 150 gramos de azúcar flor 1 vaso de agua ardiente 1 cucharadita de canela molida 350 gramos de harina
Procedimiento: Se bate la manteca con el azúcar flor hasta que se forme una pasta bien cremosa. Se agrega el agua ardiente y la canela, y después la harina. Dejar reposar veinte minutos. Se extiende la masa con un uslero hasta dejarla de un centímetro de grueso y se cortan discos. Llevarlos al horno regular en una lata enmantequillada y enharinada, sin dejar que se doren. Al servir, espolvorear con bastante azúcar flor.
150.-
Postre al revĂŠs ÂĄSĂrvanlo primero! Ingredientes: 4 claras 3 yemas 1/2 tarro de leche condensada
Procedimiento:
Se baten las claras a nieve y se colocan en una fuente que vaya al horno. Aparte, se baten las yemas con la leche condensada, se vacĂan las yemas encima de las claras batidas y se pone al horno, previamente calentado, por cinco minutos.
151.-
Corona de Navidad Un clásico de la Uca Ingredientes:
2 tazas de harina 4 huevos 1 taza de azúcar flor 200 gramos de mantequilla 2 cucharadas de Royal 125 gramos de pasas Corinto73 125 gramos de fruta confitada 125 gramos de nueces 1/2 taza de leche Jugo y ralladura de un limón 1 copita de pisco 1 cucharada de chocolate en polvo 1 ramita de canela 1 clavo de olor 1 cucharadita de vainilla
Procedimiento:
Se hierve la leche con la canela, clavo de olor y vainilla, y luego se disuelve el chocolate en polvo. Aparte, se bate la mantequilla con el azúcar hasta que esté cremosa y se le añaden los huevos uno a uno. Se agrega la harina cernida y el Royal, alternando con la leche que ya estará fría. Se revuelve bien y se agrega el jugo y ralladura de limón y la copita de pisco. Se sigue revolviendo bien para que se junte todo. Se agregan las nueces y las pasas y frutas confitadas pasadas por harina*. Se vacía la mezcla en un molde enmantequillado y espolvoreado con sémola. Poner en horno medio por cincuenta minutos. *Revisar nota sobre las pasas Corinto en la receta del Queque clásico. *Consejo de la Ani: agregar también manzana rallada para dar humedad.
Para continuar con tus recetas Una forma de seguir rescantando el cuaderno de Maragarita
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Recortar Imรกgenes para decorar tus recetas
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178.-
“MOTIVO”
y yo hablando de memoria, cuando ella estรก queriendo olvidar lo que fuimos
Memoria visual Registro fotogrรกfico
El abuelo Jorge
Familia Hernรกndez Arriagada
En la casa de Cisterna, la Teresa junto a sus hermanas, y el tata posando con la Ani, 1958
Los mĂticos almuerzos en Erasmo Escala
Margarita, junto a Jorge, Ani y Titi, 1960
Las tres hermanas, Estela, Uca y Margarita
Margarita afanando con la Ani en Erasmo Escala, 1965
La Titi y la Ani, 1962
El t铆o Jorge en su Primera Comuni贸n, 1959
La Titi, el Jorge, la Teresa, el tata y la Ani, 1971
Margarita junto al Cardenal Silva HenrĂquez, 1974
Margarita viajando a Alemania, 1978
Jorge&Margarita JorgeRicardo&Nené*Bernardita&Fernando AnaMaría&Enzo*JoséAgustín Andrés*Claudia*Consuelo&Toño*Romina&Andrés Camila&JuanPablo*Fabiana&Cristóbal Annamaría*Simona Mateo*Luna*Paloma*Amapola