ocio 1
Artículo resumido y formateado en base a los contenidos del libro de Josef
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Pieper, “El ocio y la vida intelectual”
El ocio y la vida intelectual Plantea una visión contrapuesta al sentido negativo que se le da al ocio en la cultura actual, fruto de una serie de pensadores que enfatizaban las virtudes del trabajo. Max Weber, destacaba la capacidad y el valor al trabajo de los pueblos sajones y protestantes, citando al Conde von Zinzendorf que decía -no se trabaja por el hecho de vivir, sino que se vive para trabajarKant, también señalaba que el conocimiento es fruto del esfuerzo y por ende, no habría conocimiento en el ocio.
El autor contrapone a estos conceptos, la noción de la antigüedad respecto al ocio. El ocio, en griego skolé, pasa al latín como schola y deriva en escuela, school y schule, en español, inglés y alemán respectivamente. El ocio era valorado como fuente del conocimiento, el espacio de la filosofía; o sea la búsqueda de la sabiduría. Los griegos mantenían a sus mejores pensadores ociosos, para permitirles cumplir su rol social: pensar. La escuela entonces, era un lugar donde
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el ocio permitía el plantearse preguntas, para buscar respuestas. Hoy las respuestas van junto a las preguntas, que de antemano, otros plantean.
Tanto en griego como en latín, la palabra trabajo surge como negación del ocio. El concepto fuerte era el ocio. En latín, trabajo es neg-otium, negación del ocio, o negocio.
Incluso en la teología cristiana, el ocio es considerado positivamente y se lo diferencia claramente de la ociosidad, como sinónimo de pereza. La pereza es uno de los pecados capitales. Capitales, como cabeza u origen de otros pecados; incluyendo el exceso de trabajo, que es otra forma de pereza. De allí la máxima “trabajar y no desesperar”. El exceso de trabajo es una forma de desesperación y evasión; y por ende un pecado. 4
En la realidad actual, con el trabajo sobrevalorado por modelos que procuran el control social, el ocio se define como oposición al trabajo; al contrario de la antigüedad.
Ocio: estado del alma opuesto al trabajo; entendiendo al trabajo como actividad, esfuerzo y función social.
Trabajo como actividad: el ocio es el dejar hacer Trabajo como esfuerzo: el ocio es contemplación. Trabajo como función social: el ocio es útil como fuente de equilibrio y transformación.
El ocio es además una acción festiva vinculada a los más altos valores culturales. Las fiestas paganas, eran fiestas de culto (a Dionisos y Apolo, fundamentalmente) y de allí deriva el concepto de cultura. Para los monoteístas, Dios crea todas las cosas y descansa al séptimo día a contemplar su obra.
El ocio es una actividad esencialmente liberadora.
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