Se escuchan tiros en la esquina. Estoy tranquila, sĂŠ que a mi corazĂłn no llega nada perdido.
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El pan era del día Pero también se endureció. Vos tenés hambre. Yo tengo hambre Y no hay empatía. 6
Los calendarios son masticados por el futuro que los regurgita disminuidos, reducidos a la insignificancia de un culto que fue profanado En la boca. En ésta boca.
Mastico un rosario de cocholate con arrogancia e ingenuidad. Un altar no es una plaza aunque el sol simule calentarnos y mi bruja vea fotos que no tenemos abrazades en el parque.
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No somos esos niñes espejados que sonríen en la carta. La muerte. La torre de la destrucción. El sol. Devoción y devorar suenan parecido. Tu voz por teléfono en cambio, no.
¿ Y si nos alimentamos De éxtasis todos los días? Lo acordamos. A veces me falla la memoria. Ahora quiero bajar sin que me digas estoy o llegué. La luz se encienda o se apague Nos detuvimos justo frente a la puerta del ascensor.
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Ayer pusieron un blindado.
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Te imaginé blandiendo fierros. Cargando las bolsas fuerte contra tu pecho. Así como me abrazas a mí custodiada por el Cristo que baila en su cruz.
Quise un mensaje tuyo que dijera “ahora no puedo hablarte” codificado. Algo así cómo un sms “te extraño” pero no te digo de vernos.
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Entiendo estarás Contando fajos húmedos Con tu compadre y amigo Sosteniendo el porro Con la comisura de la boca Frunciendo el ceño Como único escudo protector.
Tengo nĂĄuseas y me duele mucho la cintura. Tal vez maĂąana me sienta mejor y tenga otro mensaje tuyo que diga:
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“Hey, tengo algo para vos, evidencias�
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Nunca me diste la llave de tu casa y todos los poemas triste que escribí sobre nosotros fueron la clave del candado numérico que sólo existió puertas adentro. Nunca te di lo mejor de mi aunque te di lo que a nadie. Tal vez creí demasiado en las sombras del futuro yno me animé a abrir el placard antes para matar al fantasma.
El miedo fue represiĂłn y nunca coger por orto. Dejar de acariciarnos reciĂŠn duchades con la piel suave, fresca tendida en la cama. El cansancio es de quien suda arriba y de quien espera un te quiero abajo
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“desconfío que me entiendas la verdad” te pregunté incluso si podías leerme la mente. Siempre respondiste NADA. Me confunde la posibilidad de que un secreto no sea un desterrado recinto en ruinas.
Estamos buscando gestos que justifiquen los hechos “Una ventisca en Ohama puede causar tu ruina” repito cual mantra en todos los cuerpos donde viví. Nada es mejor aún estando mejor. Nada es confiable aún entre familia y amigues.
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¿Qué fantasía justifica que no vaya en busca de unos anteojos?
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¿Qué fantasía de lazarillo me llevo a creer en el tacto, el olfato, la audición si mis funciones principales siempre fueron la intuición Los sentimientos?¨ Ó nisiquiera.
“TantiĂŠ a ciegas para no acomodarme sobre piedras que dejaran marcasâ€? Una cicatriz de cuchilla en la concha no se hace por amor. El tajo aparenta ser superficial o de sacrificio. La sangre es verdadera.
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@poesiarocha
aldanantoni.tumblr.com