venturas de Bhuhb Las a Por Federico Joselevich
Antonia Cerda 24.05.2011
Capítulo
ANTONIa CERDa INDIcE
Página
P r e s e n t a c i o n .....................1 Bhuhb y las flores.............2-3 Bhuhb y el anillo magico......4 La casa de Bhuhb.................5 Bhuhb el gnomo profesor.....6-7 Cuando Bhuhb conoce a Lhahl.8-9 Bhuhb visita Uruguay.............10 Bhuhb en África................11-12 Bhuhb en Australia..........13-14 Bhuhb viaja a Barcelona........15 Bhubh en París.....................16
Bhuhb en Paris
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A Lhahl le encanta aprender idiomas. Sabe tresmilsetescientosveintiún idiomas distintos. Por eso es que la invitaron al museo del Louvre en París para traducir unas piedras egipcias. Bhuhb aprovechó la ocasión y se sumó al viaje. Llegaron por el río Sena cantando canciones de amor en una noche estrellada. Al pasar por Notre Dame, que es una iglesia muy grandota, Bhuhb le dio un beso a Lhahl. Visitaron Montmartre, que es un lugar donde hay muchos pintores (a Lhahl le hicieron un retrato) y una vista de París muy bonita. Luego fueron a los Campos Elíseos que es una avenida muy grande con árboles que hablan en francés. Arriba de la torre Eiffel, Lhahl le dio un beso a Bhuhb.
Cuando por primera vez escuché el nombre de “Bhuhb”, no pude evitar sonreír. Y cuando me enteré que el dueño de tan gracioso nombre era un gnomo, supe que tenía que conocerlo.
Federico Joselevich comparte con nosotros las historias de un personaje mágico llamado Bhuhb. Con palabras sencillas y relatos breves, especial para los más pequeños, nos cuenta episodios en la vida de este gnomo amigable y viajero; conoceremos a los amigos de Bhuhb, que son muchos, y a su novia Lhahl, y recorreremos con él diferentes lugares del mundo. Sin intentar aleccionar con moralejas, el autor nos entrega a través de sus personajes, sutiles valores como la amistad, el amor por la naturaleza y el respeto por las distintas culturas. Los cuentos que este ejemplar presenta están llenos de imaginación y sentido del humor, ingredientes perfectos para entretener a los más pequeños y sorprender a los más grandes.
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Bhuhb viaja a Barcelona Bhuhb y las Flores
Un día, Bhuhb -que es un gnomo muy elegante- buscaba flores para adornar su casa, pero Bhuhb es amigo de las flores del bosque y no las arranca si no que les pide que se vayan con él.
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La señora Margarita le dijo que no podía ir a la casa de Bhuhb porque estaba cuidando a la señora Rosa que estaba enferma. Bhuhb que era un gnomo muy inteligente, revisó a la señora Rosa y se dio cuenta de que lo que le faltaba era agua. Entonces le ofreció llevarla a su casa para darle un poquitito de té. Así fue que desde entonces todos los martes a las cinco, Bhuhb, la señora Margarita y la señora Rosa toman el té.
Todo vestido con ropa azul y roja, entró Bhuhb a Barcelona. Bajó corriendo por Parc Güell pero preguntándose por qué lo llaman parque si no tiene juegos para chicos. Barcelona es una ciudad muy bonita, toda llena de balcones. Bhuhb se tiraba de la oreja izquierda cada dos por tres y aparecía en un balcón distinto. La gente ahí habla catalán, que el un idioma de los cascanueces, unos señores vestidos de rojo y amarillo que pasan gritando: “¡Butanero! ¡Butanero!”. Es muy divertido. Bhuhb se comió una paella en el Barri Gòtic que es un lugar que parece un laberinto.
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Cuando bajaron hacía mucho viento y Lhahl se había olvidado el pulóver en su casa, por lo que estaba tiritando de frío. Uno de los canguros que vive en Australia es amigo del capitán Marcos y se llama McBrowen. El canguro McBrowen es campeón de boxeo, y se sabe de memoria el nombre de todas las estrellas de la noche. Los canguros tienen un bolsa de piel en su panza que sirve para que sus hijitos no tengan frío cuando son chiquitos, entonces el capitán Marcos convenció a McBrowen de que la llevara a Lhahl en su bolsa para poder hacer la visita a Australia. Lhahl estaba encantada, y Bhuhb un poquitín celoso porque él también quería ir a los saltos por esa isla tan grandota, pero no se preocupaba porque él sí se había traído su campera. Para que Bhuhb no se sintiera mal, mientras Lhahl y McBrowen visitaban Australia a los saltos, el capitán Marcos llegó a Bhuhb a dar otra vuelta en barco, pero esta vez manejaba Bhuhb. Casi chocan contra Tasmania que es una isla donde vive el demonio de Tasmania campeón de gimnasia artística. Taz, como lo llaman los amigos, les dio en homenaje una demostración de gimnasia que los dejó a todos con la boca abierta.
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Bhuhb en Australia Bhubh y el anillo mágico
Todos los sabios saben que en el mundo hay muchos anillos mágicos. Algunos sirven para unas cosas, como el que se usa para hacer crecer a las flores y otros sirven para otros como el de Ktlytk que es un anillo de chocolate que nunca se acaba. Bhuhb tiene un anillo mágico. Pero el anillo de Bhuhb es muy especial. ¿Sabes que tiene adentro?
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El anillo de Bhuhb tiene adentro a todos los arco iris del mundo. Y este es el trabajo de este gnomo tan simpático: cuando ve que hay lluvia, mira a su anillo y lo abre. Entonces, invita a todos los arco iris a salir a pasear. Pero los arco iris son invisibles si no hay sol. Por eso es que hay que estarse atento cuando llueve y hay sol, porque ahí es cuando uno puede llegar a ver a un arco iris
En el barco donde vive la princesa detective Agüita de Mar, viaja el capitán, que es un señor muy grandote que se llama Marcos. El capitán Marcos no es el patrón de Venecia pero igual anda en el mar. Después de haber encontrado el color rojo que perdió Lhahl, Agüita de Mar los invitó a ella y a Bhuhb a hacer un viaje en el Gran Barco Azul del capitán Marcos por los mares del Sur. Bhuhb algo de eso conocía porque había visitado el Uruguay, que queda en el Sur. El Gran Barco Azul era enorme. Tenía unas velas muy blancas con unas anclas de color verde dibujadas en ellas. Los peldaños de las escaleras eran de mármol rosado y las barandas estaban pintadas en oro y plata. El capitán Marcos es muy amable e invita a todos los que visitan su barco a cenar con él todas las noches. Algunos dicen que el capitán y Agüita de Mar son parientes, pero nadie lo pudo confirmar hasta ahora. El día en que Bhuhb y Lhahl subieron al barco, emprendieron la marcha con una brisa muy suave que a Bhuhb le hizo acordar a la historia del sombrero volador de Andreiña. Navegaron unos cuantos días y llegaron a un lugar que se llama Australia. Ahí viven un montón de canguros.
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Manai es un elefante muy culto, se sabe hasta la tabla del 1500 de memoria. Cuando Bhuhb llega, todos los elefantes se tiran al agua para jugar un partido de waterpolo con los hipopótamos. Bhuhb hace de árbitro en el campeonato africano de waterpolo y Manai es quien lleva la cuenta de los goles. Por supuesto, con las trompas que tienen los elefantes, a los hipopótamos se les hace muy difícil ganarles los partidos así como así, pero los hipopótamos son campeones en buceo, por lo que siempre hacen un poquito de trampa escondiendo la pelota abajo del agua. Manrija la jirafa glotona, la cebra Zipi, el antílope Jujú y la hormiga Miniminimiqui se divierten haciendo coreografías alentando a los jugadores. Cuando termina el partido, todos se juntan en una ronda a mirar el atardecer.
La casa de Bhuhb Bhuhb, como todos sabemos, vive en una casa en el bosque. La casita es muy interesante porque, aunque está hecha de madera, no es madera cortada como son las casas de madera. La casa de Bhuhb está hecha de muchos árboles que se abrazan entre ellos muy fuerte en invierno y despacito para dejar pasar el aire fresco en verano. Las lámparas son los nidos de las luciérnagas del bosque, y es por eso que a la noche, la casa de Bhuhb se ve verde por dentro. Los asientos son dos tortugas gemelas. Una se llama Locuaz (aunque no habla mucho), y la otra se llama Rubor, porque siempre se pone colorada. Quienes van a visitar a Bhuhb, le tienen que pedir permiso a las tortugas Locuaz y Rubor para poder sentarse porque a ninguna tortuga le gusta que la aplasten. El techo de la casa de Bhuhb está hecho con las copas de los árboles y, dependiendo del humor de los invitados, a veces dejan ver las estrellas o pasar la luz del sol y a veces se cierran formando figuras raras, como la de un delfín. A Bhuhb le costó mucho trabajo convencer al río para que pasase por su casa, así que terminó convenciendo a los árboles para que se mudaran cerca del río. De ahí es de donde saca el agua para los mates y los tés que se toman los invitados.
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Bhuhb el gnomo profesor A veces Bhuhb tiene que trabajar.
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Esto le gusta mucho a Bhuhb porque trabaja de profesor en la Universidad Autónoma de Gnomos de Camerún. A esa universidad van todos los animales africanos que quieren estudiar papiromancia, que es el arte de hacer figuritas con papel doblado. Bhuhb es profesor de papiromancia y su especialidad es el dragón de papel manteca. Las clases que da son: “mil grullas de papel de arroz”, “cajas de papel de seda para guardar vestidos de fiesta”, “barriletes de papel picado” y “castillos de papel higiénico”. Todos los años, cuando terminan las clases, Bhuhb invita a sus alumnos a visitar a los elefantes montado en un avioncito de papel.
Bhuhb en África Ya sabemos que Bhuhb es profesor en una universidad africana. Pero lo que todavía no conté es qué es lo que hace Bhuhb en las horas libres de clase. Bhuhb se va a visitar a los elefantes, pero esta vez va caminando. A Bhuhb le encanta ver el paisaje de la estepa africana que es donde están los elefantes. Mientras camina, se acercan a saludarlo Manrija la Jirafa glotona (quien se llegó a comer doscientos kilos de lechuga en una tarde), la cebra Zipi y el antílope Jujú, que son campeones de atletismo y, finalmente, la hormiga Miniminimiqui que se la pasa todo el día hablando sin parar. Todos lo acompañan a Bhuhb a visitar a Manai, que es un enorme elefante gris, con unas orejotas que a Bhuhb le hacen acordar a su amigo Parabirabí Parabirabá el burro orejón.
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Bhuhb visita Uruguay Bhuhb se quedó muy interesado con la historia que le contó Gurugug, el pescadito amigo de Lhahl. Entonces decidió viajar a ese país donde la gente tomaba una especie de té en una calabaza con una pajita de plata. Cuando Bhuhb quiere viajar simplemente se retuerce la oreja derecha e instantáneamente aparece en el lugar a donde quería ir. Así hizo Bhuhb y apareció en Montevideo. Montevideo es una ciudad muy bonita con coches muy viejos y gente muy divertida que está siempre con un termo con agua caliente abajo del brazo. Entonces Bhuhb se encontró con su amigo Washington Thuht que es un gnomo uruguayo. 10
Le preguntó que era eso que tomaban todos ahí y él le contestó que eso se llamaba mate. Bhuhb lo probó y tanto le gustó que todos los miércoles a las seis, invita a su amiga Lhahl a tomar mate en su casa del bosque.
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Cuando Bhuhb conoce a Lhahl
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Un día Bhuhb estaba jugando en el bosque que es donde viven la mayoría de los gnomos. De pronto escuchó a una chica que lloraba al lado del mar. Entonces, Bhuhb se acercó a la chica y le preguntó que le pasaba. La chica le dijo que ella tenía por amigo a un pescadito que vivía en el mar. El pescadito se llamaba Gurugug. Entonces, Bhuhb que era amigo de muchos pescaditos, le dijo que iba a tratar de buscarlo. Fue Bhuhb recorriendo toda la costa del mar Mediterráneo preguntándole a todos los pescaditos si conocían al pescadito amigo de Lhahl. Así fue que llegó hasta la punta de Europa que es donde se junta el Mediterráneo con el Océano Atlántico. En ese lugar le preguntó a un pescadito dorado si conocía al amigo de Lhahl. El pescadito le dijo que él era Gurugug. Bhuhb le contó que Lhahl estaba muy preocupada. Entonces dijo Gurugug: “Lo que pasa es que estuve de viaje en un lugar donde la gente toma una especie de té en unas calabazas con una pajita de plata. ¡Era muy divertido!” Juntos volvieron a donde estaba Lhahl y le contaron lo que había pasado. Lhahl le agradeció muchísimo a Bhuhb y desde entonces son novios.
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