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ÍNDICE
Agradecimientos....................................................................7 Introducción..........................................................................13 1. Modelo de conducción.. ...............................................21 2. Los hábitos.......................................................................41 2.1. Paradigma de conducción basado en hábitos.........48 2.2. ¿Cómo llegamos hasta acá?......................................58 2.3. ¿Cómo salimos de acá?..............................................61 2.4. ¿Cómo cambiamos de hábito?...................................66 2.5. Todos estamos en el mismo barco............................70 2.6. Los hábitos según Stephen Covey............................71 3. Los mandos medios........................................................77 4. Liderar y conducir...........................................................91 5. Autoridad y poder..........................................................105 Autoridad.............................................................................106 Poder...................................................................................108 Influencia............................................................................116 Juegos de poder................................................................121 El acoso moral...................................................................128 6. La Organización...........................................................135 7. Las personas en la organización................................149 Motivaciones humanas.....................................................153 Motivaciones laborales.....................................................156 Clima organizacional........................................................162 ¿Quién tiene el poder en la organización?....................164 ¿Cómo devolver el poder a la gente?............................165 8. Objetivos de la organización y objetivos de las personas ............................................167 9. Los mandos medios en la organización....................181 10. Competencias y habilidades.....................................185 11. Conducción de personas...........................................207 12. El proceso de conducir...............................................217 Principios.............................................................................220 Organizar.............................................................................224
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Actuar..................................................................................228 Evaluar................................................................................230 Ajustar.................................................................................234 13. Administraci贸n del tiempo..........................................237 14. Comunicaci贸n efectiva...............................................255 15. Autoconducci贸n...........................................................271
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AGRADECIMIENTOS
A la Araña que teje la tela, por supuesto. Pero también a todas y cada una de las abejas que trabajan en la colmena intentando hacer lo mejor. Cuando tenía 17 años empecé a preguntarme de verdad: “¿Qué quiero hacer de mi vida?”. Y lo supe con el corazón: “Quiero ser actriz”. Una compañera del colegio me dijo entonces: “Las actrices son todas unas atorrantas”. Le creí. Me convenció. “Voy a ser profesora de matemática”, me dije. Ese verano estaba en la pileta del club y se acercó el novio de una amiga. Me dijo: “Clau, estoy formando una banda, ¿querés ser la cantante?”. “Te agradezco pero en un año empiezo la facultad, no puedo”, le dije. A los pocos años la banda ya era famosa: Soda Stereo. Cuando mi novio de ese entonces se enteró de que iba a ser profesora de matemática me dijo: “Nos vamos a morir de hambre. Mejor estudiá ciencias económicas que mi primo es contador y le va bárbaro”. “Voy a ser Contadora Pública”, me dije. Después del primer año de facultad ya no tenía más novio. Pero por lo menos tenía carrera. Estudiaba con un grupo de compañeras. Una de ellas tenía un hermano encantador. Pero me dije: “Si le presto atención a este hombre, termino viviendo en el campo”. Y lo dejé pasar. Hoy es el “Rey de la Soja” y vive en el campo con su familia. Cuando estaba pronta a recibirme, ya había trabajado en varios lugares y me dije: “Es el momento de empezar con algo serio. Me voy a dedicar a impuestos y voy a ingresar en un estudio de los
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grandes”. Tenía 21 años. Hice todas las entrevistas en un estudio de auditoría de “los grandes”. Fueron todas perfectas. “Mujer con demasiado carácter para esta organización”. Me enteré después,
cuando
alguien
pudo
leer
mi
evaluación
extraoficialmente y explicarme las razones por las cuales no me llamaron más. Sin embargo, más tarde me entrevistó José Manuel Coya de otro estudio contable. “Quiero entrar en el sector Impuestos”, le dije. “Vas a entrar en el sector Auditoría”, me dijo. Intenté explicarle mis razones. Nunca las escuchó, ni siquiera intentó
explicarme
sus
propias
razones.
Mi
eterno
agradecimiento a su intuición. A los 24 años estaba trabajando en una compañía argentina siendo la única mujer con cargo, más allá de una señora que hacía 15 años que trabajaba en esa empresa y que casi me doblaba en edad. Conocí ahí al Dr. Alberto Verra. Circunstancialmente fui asignada a un proyecto que él dirigía dentro de la organización: una implementación y cambio de sistema administrativo. SAP era un sueño en la mente de alguien en esa época, o ni siquiera. Todo lo que sé de organización y sistemas lo aprendí ahí. Participar de ese proyecto fue la base que construyó el resto de mi vida profesional. Trabajar con el Dr. Verra fue un honor que agradeceré por siempre. No voy a aburrirte con mi curriculum. Pero si lo vieras es de los típicos C.V. que la gente cuando los ve se pregunta ¿por qué tanta rotación? Ya te lo sugerí más arriba. Indudablemente soy una inadaptada. Y en este punto va mi agradecimiento también a Gustavo Chesta, quien hace 25 años tolera mi carácter laboral
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totalmente diferente a su carácter general, aún cuando no deja de confiar en mi forma profesional de ejercer las tareas. La alta rotación en un C.V. puede ser signo de sabiduría también, más allá de la obvia inadecuación al statu quo o, tal vez, por eso mismo. Básicamente, va mi agradecimiento general también a todos aquellos hombres que me acosaron de diversas formas en una época en la cual “de eso no se hablaba”, porque gracias a ellos seguí el camino que me trajo hasta acá. Sin negociar mis principios. Pero… tranquilos que no voy a prender el ventilador. Y gracias también a todas las grandes mujeres que hay, hubo y habrá en mi vida. Esta vez deseo incluir a Cristina Giorgi, por su apoyo incondicional. Sin ella la vida de mi hija sería… diferente; y menos divertida, según sus propias palabras. Y es cierto. Porque, como ya agradecí en otro libro, detrás de toda mujer implicada en una gran decisión hay una gran mujer que se ocupa de lo cotidiano, de lo doméstico, de lo habitual, de lo trascendente. Ok. Esta no es Cristina, como no lo soy yo, tampoco, pero siempre alguna otra mujer se ocupa. Gracias a todas ellas. A Héctor Biasca y a todos los alumnos de las diversas universidades que han tenido la amabilidad de tolerarme y de enseñarme a superar la vergüenza y el miedo al ridículo. Hay que pararse cada cuatrimestre delante de 120 nuevos alumnos, la mayoría adolescentes, que no saben por qué están ahí, a
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quienes no les interesa si la contabilidad es un arte, una ciencia o una técnica (a mí, la verdad, tampoco) y que sólo buscan aprobar antes del final. ¿Miedo al ridículo? Ridiculizando la seriedad y matematizando la contabilidad es la única forma de que, por lo menos, escuchen… Ahora, si además aprenden a pensar en términos contables… ¡Guau! Ese sí que fue un buen curso. Siempre les digo…después de una determinada edad uno ya ¡¡¡no tiene más vergüenza!!! Y el ridículo lo hace casi todos los días. Así que… ajo y agua (a joderse y a aguantarse). Y a seguir que la vida es maravillosa. Y cómo no decirlo... Gracias a este país maravilloso en el cual descubro cada día una nueva forma de estar atenta, despierta, viva a cada instante, adaptada al medio y sobreviviendo a la aventura cotidiana. Por alguna razón Darwin eligió el sur para hacer sus investigaciones sobre la supervivencia de la especie. Este país nos prepara para cualquier cosa, para toda cosa y para todo al mismo tiempo. Gracias. Muchas gracias. Gracias por el desafío.
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INTRODUCCIÓN Aprendiste muchas cosas cuando leíste el libro El Secreto. O cuando viste el DVD. Básicamente descubriste que El Secreto es la ley de atracción. Aunque es un secreto cantado a viva voz desde hace milenios… Pero bueno… Estamos empezando a descubrirlo a nivel masivo. Estamos empezando a apoderarnos de nuestro poder como seres humanos creados a imagen y semejanza. Aunque, por ahora, sólo lo estamos utilizando para “adquirir más cosas materiales”. Está bien. La escalera al cielo empieza por el primer escalón. A esta altura habrás empezado a notar cómo tus pensamientos crean la realidad. ¿No? Si no te diste cuenta de esto todavía, va siendo hora. Antes de que sea tarde. La ley de atracción es como cualquier otra ley. La de gravedad, por ejemplo. Hoy no tenés dudas de que si soltás una lapicera, cae al piso. O de que si te tirás por el balcón… el centro de la Tierra te atrae hacia sí. Ciertamente no hace falta que lo pruebes. Tenés la certeza de que así funciona. También es cierto que no vas a tirarte del balcón para probarlo. ¿Por qué, entonces, si ya descubriste la ley de atracción seguís
sin
controlar
tus
pensamientos
o
eligiendo
pensamientos negativos? Es lo mismo que elegir tirarse del balcón. Aunque claro, en el campo de la ley de atracción siempre podés echarle la culpa a alguien más. Aunque sólo temporalmente y como excusa. Si tus pensamientos crean la realidad, sólo basta elegir qué pensamientos tener para manifestar el mundo maravilloso que tenemos en nuestro interior. El problema es que la
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mayoría de las veces no tenemos “control, poder y compromiso” con los pensamientos que se amontonan en nuestra mente. Sí tenemos responsabilidad, aún cuando no seamos concientes de ello. Percibimos el mundo que nos rodea y le prestamos atención a unos acontecimientos o a otros dependiendo de los pensamientos
que
procesa
nuestra
mente
y
de
las
construcciones internas que hicimos a lo largo de nuestra vida. Son
esos
acontecimientos
los
que
moldean
nuestros
pensamientos, reforzando así nuestro sistema de creencias. Es decir, vivimos en un mundo totalmente automatizado y mecánico, determinado por la calidad de pensamientos que acumula nuestra mente. Si nos esforzamos concientemente y concentramos nuestra
atención
en
las
cosas
que
amamos,
entonces
empezaremos a ver cómo esas cosas se manifiestan a nuestro alrededor y todo lo que vamos logrando nos ayudará a conseguir mayor plenitud. Si no pensamos concientemente, sólo obtendremos lo que
nuestro
inconciente
condicionado
por
nuestras
construcciones internas está pensando. De esta forma, en lugar de crear por “acción” estaremos creando por “reacción” a las cosas que se “nos presentan” y luego seguiremos creando quejas y lamentos por no obtener lo que queremos, sin darnos cuenta de que son, sin lugar a dudas, las cosas en las cuales inconcientemente estamos pensando. Es hora de que vayas despertando y apagando el piloto automático ¿no te parece? Aunque podés elegir no hacerlo. Siempre es más
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cómodo lamentarse y quejarse que tomar el control de la vida. Si sos de esos, te sugiero que no leas este libro. Una vez que lo hagas el mundo ilusorio en el cual se desenvuelve tu vida laboral ya no va a ser el mismo. Te propongo tomar el control de tu destino laboral. Te propongo revelar tu máximo potencial en todos los aspectos de tu vida. Viniste para hacer algo maravilloso… No te conformes con menos. Podemos adueñarnos de nuestra conciencia y de nuestras acciones. Podemos tomar el control de nuestro destino. Podemos lograr aquello que nos trajo hasta acá. En esta propuesta vamos a investigar las siguientes preguntas: ¿Quienes son “mandos medios” en la organización? ¿Cuál es su función? ¿Qué competencias se requieren? ¿Qué hábitos son necesarios? ¿Cómo desarrollar el poder? ¿Cómo conducir? ¿Cómo controlar los resultados? ¿Existe tal cosa como un mando medio en nuestra vida cotidiana? ¿Este es un libro para mandos medios de una empresa? También.
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Sin embargo, estoy convencida de que:
Todos somos mandos medios. Y como no separo la vida de trabajo de la vida cotidiana, este libro está escrito considerando al ser humano como una totalidad. Desde todos los puntos de vista que puede ser visto: Este, Sur, Oeste, Norte, arriba, abajo y en el medio. Si, en el justo medio de su vida. En idioma cotidiano. Ok, en mi idioma cotidiano que es bastante simple y práctico. Para gente de empresa y para gente común y corriente como doña Rosa cuando barre la vereda. A quién, dicho sea de paso, también le viene bien descubrir cómo conducir su vida. No creo que algo sea importante para decir si no puede ser dicho para todo el mundo. Y la verdad es que ya no tengo ganas de decir tonterías intelectuales que parecen serias pero que no motivan ni ayudan “de verdad” a nadie. Aunque es cierto, sobre gustos no hay nada escrito. Como también es cierto que … todos tenemos el mismo agujero negro existencial que intentamos tapar de diversas maneras.
Ocupaciones
cotidianas,
superocupaciones
cotidianas, shopping, botox, tecnología de última generación, partidos de fútbol, televisión, spinning o pilates, novelas históricas de suspenso o de vampiros, religiones de la nueva era, agenda full, trabajo…mucho trabajo, salidas…muchas salidas, country los fines de semana, Miami, New York, vacaciones en el exterior, facebook, youtube, twitter también,
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etc.,etc.,etc. Pero cuando levantás la alfombra, la tierrita sigue escondida. ¿Sabés por qué? Porque te pasas la vida escondiendo debajo de la alfombra las cosas que no podés o no querés afrontar y te llenás de EXCUSAS y JUSTIFICACIONES de por qué te tropezás siempre con el mismo montoncito de tierra. Y, como te habrás dado cuenta a esta altura de la vida:
La alfombra no tapa el agujero negro. Pero no desesperes. Con un poco de suerte, buena o mala, como quieras, la araña se mete en el agujero negro… y ahí empieza la diversión. El problema va a venir cuado la araña te pregunte:
¿Y vos... qué estás haciendo acá abajo? Sí, ya sé... lo que podés. Todos hacemos lo que podemos. Sin embargo, podemos hacer algo más grande. Podemos hacerlo mejor. Podemos hacerlo juntos. Y este es el sentido de este libro: recordar que vinimos a hacer lo mejor (o a hacerlo mejor) que hay en nosotros para hacer, encontrando y desarrollando formas prácticas de lograrlo. Sin dogmas. Sin adoctrinamientos. Sin culpas ni miedos. Sin chantaje ni manipulación.
Sin
tener
que
poner
dinero.
Pero
con
compromiso y responsabilidad. Con dedicación y esfuerzo. Mucho esfuerzo. Sólo los logros que se consiguen con el sudor de la frente y que se paren con dolor son los que nos pertenecen a nosotros mismos. Y sólo aquello que podemos darnos a nosotros mismos es lo que nos produce felicidad verdadera porque también podemos dárselo a otros desde el corazón.
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Lo cierto es, que cuando llegues al Cielo no van a preguntarte por qué no fuiste Bill Gates o Lionel Messi o Madonna, o por qué no fuiste la Madre Teresa o Ghandi. Simplemente van a preguntarte:
¿Fuiste la mejor versión de vos mismo/a que podías ser? Por eso se me ocurrió adelantar un poquito el tiempo para que después no haya que lamentarse. Y te pregunto:
¿Sos esa versión? Si estás leyendo estas líneas... todavía estás a tiempo de lograrlo. Siempre estás a tiempo de lograr algo mejor. Todos lo estamos. Aún cuando creas que ya lo lograste… si todavía estás acá, podés hacerlo mejor. Puede que seas una persona pública y que muchos crean que sos “importante”, pero eso no quiere decir que estás haciendo lo mejor que podés hacer. Y, como todo en la vida, sólo vos podés saberlo.
¿Estás dando lo mejor de vos? Muchos libros que lees te suministran datos. Algunos libros te entregan información. Pocos te brindan conocimiento. Pero cuando se trata de la sabiduría sólo y solamente existe una forma de acceder a ella. No es algo que alguien pueda darte. Y en muchos casos obtenerla tiene un precio medido en términos de dolor o sufrimiento. Accedés a la sabiduría a través de una experiencia personal.
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Este libro intenta acompañarte en un camino sin retorno hacia tu propia sabiduría. Finalmente, la lectura de este libro ¿te puede ayudar a conseguir trabajo o a mejorar la organización en la cual trabajás? La respuesta a esas preguntas no está en ningún lugar externo a vos mismo. Tomando el cien por ciento de la responsabilidad de tu vida lograrás conseguir el cien por ciento del poder que por derecho de nacimiento te pertenece. Que lo disfrutes.
www.SerUnSerHumano.com.ar
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“Ningún ser humano es una isla en sí mismo; cualquier ser humano forma parte del todo. La muerte de cualquier persona me disminuye porque yo tengo un vínculo con la humanidad, así pues, no preguntes por quién doblan las campanas; doblan por ti.” John Donne (1572-1631)
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