Microscopía nº 146 - Septiembre 2015-

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microscopía -el psicoanálisis entre los intersticios de la culturaBoletín mensual - Biblioteca Freudiana de La Plata - Publicación gratuita Año 14 - Septiembre de 2015 - Número 146 www.aplp.org.ar

¿Sirve un análisis para causar una poética del sinthome? -El psicoanálisis como una de las bellas artes- (*) Enrique Acuña En la medida que el inconsciente se anuda en el sinthome, que es lo que hay de singular en cada individuo, puede decirse que Joyce, como se escribió en algún lado, se identifica con lo individual. Él es aquel que tiene el privilegio de haber llegado al extremo de encarnar en él su síntoma, por lo que habiéndose reducido a una estructura que es la del l.o.m (el hombre) escapa a toda muerte posible. Jacques Lacan Seminario XXIII (1975)

Si el arte ya no es lo Bello ni el Bien, sino un más allá como forma singular de limitar un vacío, se trata entonces de tomar la Causa de cada sujeto por asalto y a partir de su atravesamiento, forzar la creación de algo nuevo. Una acción propia de la experiencia analítica a partir del síntoma como conflicto en la entrada -Freud-, que se

orienta hacia una salida novedosa: la invención de un nuevo significante que toma el valor de arte-facto, algo hecho de un artificio del cual se sirve y que Jacques Lacan llamó «Sinthome», para diferenciar con ese neologismo cualquier tontería del sentido común. En este Seminario recorreremos el problema de la Causalidad y la Causa, desde la Poética y la Física en Aristóteles, los dramas subjetivos de los artistas en la Sublimación (Leonardo) y de los científicos en las crisis de la matemática -Cantor, Turingcuando se rechaza la subjetividad; pasando por la aplicación de la fórmula en los mitos sociales (LéviStrauss), hasta captar un método de escritura que goza sin inconsciente, el «camino-sin-fin» en la construcción del individuo James Joyce. Enseñanza que es captación de un método para entender el lugar del vacío como objeto central en el lenguaje con el cual operamos en psicoaná-

ÍNDICE Olvido del ser, drama subjetivo e invención - Carolina Sanguinetti Lo político y las políticas - Germán Schwindt Las psicosis y las funciones del lenguaje - Fátima Alemán

AGENDA SEPTIEMBRE INSTITUTO PRAGMA -Enseñanza e Investigación en PsicoanálisisCurso Anual de Enrique Acuña Objetos Reales -el Psicoanálisis más allá de la Ciencia y de la ReligiónMiércoles 2, 16 y 30 - 20 hs. Seminario de Investigación Analítica Pulsión y Repetición por la vía del objeto Miércoles 9 y 23 - 20 hs. Seminario Clínico Los Fundamentos del Psicoanálisis Enrique Acuña y docentes invitados Centro Cultural Sánchez Viamonte Calle Austria N°2154 - CABA Sábados 5 y 19 - 11 hs. PRAGMA Clínica Curso Breve Locura y Psicosis «Las nuevas presentaciones y las clasificaciones» Participa: Germán Schwindt Sala Caeiro - Hospital San Martín Calle 1 y 69 - La Plata Viernes 11 - 12 hs. PRAGMA Crítica Debates Contemporáneos Resistencias del Psicoanálisis «Las ficciones jurídicas» Invitado: Fabián Salvioli Participa: Inés García Urcola Interlocución: Patricia Iribarren Biblioteca de la Provincia Calle 47 N°510 - La Plata Viernes 18 - 20 hs. Enseñanzas de la Clínica Presenta: Sebastián Ferrante Comenta: Germán Schwindt Viernes 25 - 20 hs.


microscopía lisis. Tres formas de tratamiento de ese real es necesario discernir previamente: la Ciencia, el Arte, la Religión. El deseo del analista como Política que guía una cura, se revela entonces como el cuarto término. El camino se vale de los tres registros del lenguaje, Imaginario, Simbólico y Real; y toma la variedad de la verdad según su lugar en cada uno de los cuatro discursos. Finalmente, a posteriori de un programa, decantará el saber de esa opacidad de los goces que el psicoanálisis esclarece como un real imposible de escribir. Lejos de la impotencia universitaria con el conocimiento, se trata de un discurso que llega a lo imposible de decir y que toma en

cuenta lo real de la causa. Alegría (Enjoy-ce) quiere decir aquí que el procedimiento no es bueno ni bello, tampoco conduce a otra cosa que no sea el bien de quien lo fabrica.Comentarios previos: www.enriqueseminarioclinico.wordpress.com (*) Seminario Clínico «Los Fundamentos del Psicoanálisis» primer y tercer sábado de cada mes, a las 11 hs. en Austria 2154 (Bs. As.)

ATENCION DE URGENCIAS SUBJETIVAS (AUS) Una antena de recepción para la angustia de cada uno * Equipo de médicos y psicólogos orientados en psicoanálisis que reciben las demandas de urgencia y responden con una atención particular a cada caso. * Dispone de consultorios particulares distribuidos en la ciudad. * Se podrá concertar una consulta privada con los integrantes del equipo para iniciar un tratamiento. * Recepción de pedidos de control que los practicantes del psicoanálisis realizan.

Profesionales: Lic. Marcelo Ale Lic. Fátima Alemán Lic. Mariángeles Alonso Lic. Guillerma Chañi Lic. Sebastián Ferrante Lic. Leticia García Dra. Inés García Urcola Lic. Ana Gutiérrez Lic. Patricia Iribarren Dr. Iván Pelitti Lic. Ezequiel Rueda Lic. Adriana Saullo Dr. Germán Schwindt Lic. Carolina Sanguinetti Lic. Gabriela Terré Lic. Daniela Ward

Responsable Daniela Ward Coordinación Adriana Saullo Integrantes Ana Gutiérrez Sebastián Ferrante Asesores Inés García Urcola Germán Schwindt

Solicitar entrevista al tel.: 421-4533 de lunes a viernes de 16 a 20 hs.

STAFF Responsable: Adriana Saullo Adjunto: Daniela Ward Edición: Iván Pelitti Consejo: Carolina Sanguinetti - Fernando de la Fuente - Iván Pelitti Impresión: Print Graf enviar correspondencia a: microscopia2014@gmail.com

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Olvido del ser, drama subjetivo e invención (*) Carolina Sanguinetti «...la ciencia, si se mira con cuidado, no tiene memoria. Olvida las peripecias de las que ha nacido, cuando está constituida, dicho de otra manera, una dimensión de la verdad que el psicoanálisis pone aquí altamente en ejercicio.» Jacques Lacan «La ciencia y la verdad» 1966 La sexta clase del Seminario Clínico «Los Fundamentos del Psicoanálisis» dictado por Enrique Acuña, en el Centro Cultural y Biblioteca Popular Carlos Sánchez Viamonte (CABA), transcurrió en un clima animado y, al mismo tiempo, de decidida atención. Si bien el tema convocante pudo sugerir y preparar a los asistentes sobre cierto esfuerzo de comprensión, por tratarse de un tema «duro» y no demasiado explorado -Sujeto de la Ciencia: El Número (Cantor); La Máquina (Turing)- la dinámica que tomó la clase, hizo de la misma una experiencia grata y estimulante para la investigación. En esta oportunidad, Acuña compartió la clase con Adriana Saullo y Verónica Ortiz, quienes tuvieron a su cargo introducirnos en los mundos de El Número y La Máquina, respectivamente. Inicialmente, Enrique Acuña presentó el tema, tomando como referencia el escrito de Lacan «La ciencia y la verdad» y articulándolo con lo desarrollado en la clase anterior sobre «La creación en Leonardo y la Invención del significante nuevo». La obra de Leonardo y los detalles de su biografía en relación a la obra, demuestran la hipótesis de Lacan, acerca de lo sublimado como arreglo, modo en que el arte permite captar lo real. El efecto de su obra, el «olvido del yo» dice Lacan en el «Envío» del Seminario 4, es correlativo a una inversión del plano imaginario -el eje especular se invierte y sale de la posición de fetiche-, y a la vez, se abre la dimensión simbólica a partir del enigma que divide al sujeto (sonrisa de Santa Ana, que entra en cadena). Al análisis del esquema Lambda que marca un momento de la enseñanza de Lacan, Acuña le aporta la dimensión de lo real. En ese «olvido del yo», la obra funciona como un tercero en relación al eje especular y al eje simbólico. De este modo, plantea Acuña, está ligada a un real, en el sentido que no está ni en la cadena significante, ni en la relación imaginaria, sino que está por sobre la inversión que la obra viene a suturar. El objeto sublimado -la obra como solución- «olvida al yo», es decir, olvida al ser imaginario en la medida que emerge otro ser -ser de goce- efecto de la creación significante. Leonardo -hombre del Renacimiento- planea entre el arte y la ciencia, su biografía da cuenta de un clivaje entre la creación artística y la invención de objetos de ingeniería. Famoso por el diseño de máquinas de gran ingenio -totalmente novedosas para la época- fue un innovador en el estudio científico de las resistencias de los materiales

que empleaba para el proyecto de sus máquinas. Enrique Acuña, usa a Leonardo como hilo conductor para introducirnos, desde el arte y con la ciencia, en la dimensión de la verdad. En 1966 para Lacan la verdad es el inconsciente, por lo tanto algo que atañe al psicoanálisis y en lugar de decir el psicoanálisis y la ciencia, dice La ciencia y la verdad. Lacan se apoya en Koyré que entiende que la ciencia progresa a partir de los impasses -cortes- con los que se encuentra. Con una idea acumulativa, el progreso de la ciencia se va a medir de corte en corte, es decir, del avance que se da desde lo no formulado por la teoría anterior. Lo que le interesa a Lacan son las crisis de la ciencia, los modos en que emerge una invención -objeto que no estaba de antemano- y que luego puede ser puesta en relación con su anterioridad lógica, «estructura precedente» dice Lacan. Acuña realiza un recorrido por el escrito lacaniano para ubicar al sujeto de la ciencia -y por ende su objeto- y al sujeto del psicoanálisis, sujeto este último no sólo efecto de la cadena significante, sino también sujeto de la invención. Como plantea en un escrito de referencia al seminario «Amar su más allá -Una lectura de La ciencia y la verdad-», publicado en Microscopía N°86 (Octubre 2009) el otro de la ciencia al cual Lacan en ese momento se dirige es a la Antropología estructural de Lévi-Strauss. Lacan va a tomar la causalidad significante, haciendo una oposición al problema del mito en Lévi-Strauss, y dar cuenta que el objeto del psicoanálisis es diferente del objeto con el que trata la ciencia. El Psicoanálisis como «ciencia conjetural», trabaja con un objeto que no está dado de antemano, el sujeto está en exclusión interna con respecto al objeto, queda dentro de los dichos el sujeto dividido. Doble causalidad: el objeto se dibuja a partir de una cadena de dichos, de una cadena significante, pero a la vez, el objeto queda afuera de la cadena. Lacan supone una causa material del psicoanálisis (el significante en su materialidad) y basado en las cuatro causas de Aristóteles, la ubica respecto a la causa eficiente (la magia), la formal (ciencias exactas) y la final (Dios, la religión). Siendo el Psicoanálisis una ciencia conjetural tiene su apoyo en ciencias formales, estas son: la lógica gramatical, la lingüística de Roman Jakobson y la matemática, base de la matriz de la combinatoria significante. Respecto del sujeto/objeto de la ciencia, Acuña vincula la operación que hace el científico sobre el objeto -no se pregunta sobre los efectos de su deseo en la intervención del objeto, «olvida su ser», dice Lacan- y lo que ocurre con Leonardo: ciencia y arte como tratamientos del goce. Asimismo, no ya el científico, sino la ciencia, progresa olvidando su ser...ciencia sin memoria, dice Lacan. Y es justamente en esos olvidos (crisis), donde se pone en juego el «drama subjetivo del hombre de ciencia». Dos referencias a hombres de ciencia, sus invenciones y Bibliot eca FFreudiana reudiana Biblioteca

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microscopía dramas subjetivos: Cantor y Turing. El invento de Cantor Adriana Saullo nos presenta a Georg Cantor y su invento. Cantor fue un Matemático alemán (1845-1884) que incursionó también en la física y la filosofía. En su trabajo sobre la teoría de conjuntos, desarrolló teoremas decisivos sobre la formalización de la noción de infinito con la elaboración de los números transfinitos. Lo que a Lacan le interesa de Cantor, no es la biografía, sino su decir, en tanto que introduce algo nuevo que permite inaugurar la Ciencia del Siglo XX, lo que va a llevar luego a la invención de la matriz lógica de la computadora. Se inscribe en la historia de las matemáticas rompiendo con la tradición, porque desde la física de Aristóteles pasando por Galileo, el infinito no entraba como algo a tratarse dentro del campo matemático. Cantor pone en cuestión el límite mismo puesto por las matemáticas y argumenta que no se puede tener el mismo tratamiento para las cantidades finitas que para las cantidades infinitas, de ahí la necesidad de crear una nueva ley y por lo tanto una nueva lógica. Cantor plantea la existencia de los conjuntos infinitos no enumerable y se pregunta cómo pasar de lo enumerable a lo continuo (infinito). Para ello entiende que debe salir de la linealidad -porque en lo lineal los elementos pueden aumentar al infinito- y establece un conjunto, encierra en el interior del conjunto los elementos que entran en ese concepto y después marca (por fuera del conjunto) el número que corresponde a la cantidad de elementos. Cantidad no sabida que queda por fuera del conjunto y a la que Cantor pone un número (Aleph 0 - Número transfinito). El aleph 0 da el marco de «lo no sabido», por lo tanto, es lo que permite saber sobre lo infinito, paradójicamente lo limita. Podemos decir que ese es su invento, operación lógica que numera, nomencla, lo no enumerable. Siendo esto retomado por Lacan en «La proposición del 9 de octubre...» Lo importante a retener, nos explica Saullo, es que Lacan va a desprender de estos desarrollos el paradigma de lo que es el real matemático. Lo real construido a partir de una experiencia significante. Es un real que emerge a partir de lo imposible determinado por una red de significantes, como residuo de la operación. Adriana Saullo se apoya en el texto Lacan y las matemáticas de Nathalie Charraud, para dar cuenta del uso que hace Lacan de las matemáticas en distintos periodos de su enseñanza. Y cuya importancia se centra en la matemática como la matriz, armazón entre lo simbólico y lo imaginario que velan lo real. Acuña aporta que Lacan se sirve de las matemáticas no sólo como un modo de realizar una argumentación interna a la teoría, lo no numerable es lo real -lo real como imposible-, sino también para diferenciarse de la comunidad analítica de la época. En «La ciencia y la verdad» Lacan intenta demostrar, con Cantor, que a la crisis de la ciencia se articula el drama subjetivo del científico, aunque la ciencia sobre el drama subjetivo del científico nada quiera saber. Cantor con su invento del número transfinito, es heredero y artífice de una crisis en la ciencia. La máquina de Turing Por su parte, Verónica Ortiz presenta a Alan Turing, incluyendo en el relato detalles biográficos que permiten situar

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algo de su drama subjetivo con incidencia en la comunidad científica de la época y en el presente. Turing, fue un matemático británico considerado el padre de la informática, nació en 1912 y murió en 1952. Actualmente su historia de vida y las consecuencias de sus investigaciones han cobrado gran vigencia. La difusión de su nombre por medio de biografías, un indulto póstumo por parte de la corona británica sobre la condena de su homosexualidad y una película que narra el momento de su invención, lo han convertido en un tema de moda. El descubrimiento de Turing contribuyó a quebrar el código de comunicaciones de la Alemania nazi durante la segunda guerra mundial, lo cual le permitió a los aliados empezar a tener control sobre el Atlántico. En su trabajo de 1936, «Los números computables, con una aplicación al problema de decisión», Turing reformuló los resultados obtenidos por Kurt Gödel (1931) sobre los límites de la demostrabilidad y la computación, sustituyendo al lenguaje formal universal descrito por Gödel por lo que hoy se conoce como máquina de Turing, dispositivos para implementar problemas matemáticos que pudieran representarse mediante algoritmos. Llegó a probar que no había ninguna solución para el problema de decisión, la gran pregunta de los matemáticos de la época. Pero respecto de esta solución luego tuvo un cambio de posición. En sus inicios Turing creía que no todo era matematizable, que no existiría un método definitivo -al modo del algoritmo- para decidir si una afirmación matemática dada resulta probable y por lo tanto, que siempre había un incomputable. En lugar de decir infinito (Cantor), Turing dice incomputable y en ese infinito incomputable, ubica el número phi como lo computable. La máquina de Turing es un procesamiento de cifrado. Turing describió phi como un número computable y una máquina de Turing es capaz de escribir cada una de las cifras decimales infinitas de phi, una tras otra. Phi será para Turing, al modo del aleph 0, lo computable que define lo incomputable. Al final de su vida, movido especialmente por los estudios acerca de la intuición humana, morfogénesis e inteligencia artificial, comienza a pensar en la universalización de lo matematizable. El concepto de «máquina universal» es lo que intenta cernir con su obra, tratando de encontrar ese borde. Intento de encontrar algún orden para el reino de lo incomputable, lo que lo lleva a la pregunta acerca de la naturaleza de la mente humana. Lo sublime de Leonardo, la invención significante de un número nuevo y su materialización en la máquina, nos conducen desde el terreno de lo no representable, de lo infinito, hacia modos de captar y de hacer con el goce. Como expresa Acuña «en un análisis también hay drama subjetivo, crisis «olvidos del ser», e invención -si llega a buen término- ... lo que pasa es que los analizantes no tienen que hacerse necesariamente genios después...» El problema del sujeto de la ciencia y su relación con los fundamentos del psicoanálisis continuará en las clases siguientes. (*) Reseña 6° clase «Sujeto de la Ciencia: El Número (Cantor); La Máquina (Turing)» del Seminario Clínico «Los fundamentos del Psicoanálisis» dictado por Enrique Acuña


Lo político y las políticas

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Germán A. Schwindt El viernes 21 de agosto fue la segunda oportunidad, del ciclo Debates contemporáneos 2015 «Resistencias del Psicoanálisis» organizado por Pragma Crítica, la cual contó con los Auspicios de la revista Analytica del Sur y del Ministerio de Cultura de la Nación. El tema que nos convocó, presente en el título, a tal encuentro fue Lo político y las políticas. En ello intervenimos Carlos Raimundi -Diputado Nacional y docente de la UNLPla interlocutora Carolina Sanguinetti y quién suscribe estas líneas. Las resistencias del psicoanálisis pueden rastrearse en diversos fenómenos: en la identificación del programa del psicoanálisis con el programa de la cultura, es decir, resistencia por asimilación y pasaje a una especie de sentido común en clave de reduccionismo psicologista; y en la tendencia regrediente de algunos discursos que antaño se dirigían al psicoanálisis para extraer, por medio de sus conceptos, respuestas a algunas de sus preguntas; los psicoanalistas pueden -claudicando de su acto- ser medios de otras resistencias al discurso del cual se dicen agentes, como ya lo señalara Lacan en sus Escritos, etc. A partir de dicho diagnóstico de situación, el múltiple interés del psicoanálisis se desplaza y extrae las consecuencias de un ámbito -que en los últimos veinte años aproximadamente- ha comenzado una vía inversa: algunos autores provenientes de las ciencias políticas reformulan sus áreas de reflexión, a partir de préstamos puntuales de términos conceptuales que exclusivamente provienen de nuestra experiencia analítica. Operaciones discursivas que, sin forzar los términos, notamos emulan otras; aquellas que Lacan y Freud hicieran con campos referenciales extra-analíticos. Antes ya, y en los últimos cinco años en particular, diversos aspectos de este tema han sido traídos a la discusión por Enrique Acuña en varias clases de sus Cursos anuales. En particular, me resultó apropiado al argumento, el publicado con el título «Las bodas con la pulsión» en Microscopía N°120, de Marzo de 2013, donde yendo de Psicología de las masas y análisis del yo de Sigmund Freud a Televisión de Jacques Lacan, demostró las consecuencias fenoménicas de un hecho estructural: la inversión dada entre ideales -intento de dominio- y pulsión -ello es indomesticable-; desde la época victoriana al final del siglo veinte, donde fracasa la vía de dominio del malestar y la satisfacción. Procediendo en un «balanceo» donde las políticas, que pendulando entre expansión de la kultur y burocratización de la civilización, no han podido en sus términos dar los órdenes de razones de tales fallidas consecuencias. Los ecos de Punto Cenit, la Presentación al IX Congreso de la AMP de Jacques-Alain Miller, el Discurso como Presidente saliente de la AMP de Eric Laurent, entre otros, pueden rastrearse en ese sentido con la caracterización de los efectos de un discurso capitalista -mencionado una sola vez por Lacan- más los efectos de una ciencia en tiempos de la técnica. La investigación sobre Heidegger aquí resultará impostergable, si no se quiere repetir los términos como mera consigna. Recomendaremos también a uno de los polítólogos de nuestro interés, Ernesto Laclau, especialmente dos textos suyos «La teoría de la emancipación. Un enfoque deconstructivista» publicado en el año 1983 en la revista Anamorfosis -perspectivas en

psicoanálisis- N°5 y «La construcción discursiva de los antagonismos sociales» en Conceptual -estudios de psicoanálisis- N°2 del año 2001. Notamos aquí un procedimiento que fue apelando de tiempo en tiempo a la teorización del significante en Lacan -para el ahora ampliamente citado significante vacío- luego al goce y al objeto a, con los impases de una retórica que no quiso inscribirse en la tradición de una hermenéutica infinita. El método, se ubica en registros de un pasaje desde nociones clásicas de las ciencias políticas -tales como ciudadano, masa, población, consumidor- hacia otros ángulos: demanda, lenguaje, nominación, tal como señalara Jorge Alemán en sus intervenciones en la ciudad de La Plata en el mes de julio, y también en la serie de libros de su autoría que atraviesan las últimas dos décadas. Si el plural de las políticas no puede aislarse de un tiempo que prosigue en clave neoliberal, en un proyecto que toca más las puertas de la autoayuda y los complementarios ideales de control cognoscente y medicalización, en su dureza de epílogo prolongado, el tiempo subversivo del sujeto -que solo el psicoanálisis invoca- se continuará produciendo si perduran las condiciones para la producción de la hipótesis de su inconsciente pulsátil. Es aquí donde lo político toma el relevo, lo político en estos términos no es la degradación -o exaltación según el prejuicio de turno- de la palabra al ejercicio de su poder, sino aquello que de la experiencia de un psicoanálisis deviene. Un tipo de saber inexpugnable al experimento y a la lógica de la circulación indefinida de la mercancía. El saber precipitado de la experiencia de un análisis, los saldos fragmentarios de quiebres vitales, los límites de la palabra y el sentido, los actos inaugurales, las repeticiones en diferencia… mojones que cual jeroglíficos en el desierto llaman a una lectura sin serlos, no ingresando al circuito información-mercancía, hacen de lo político su consecuencia. En otros términos, el debate continuó con Raimundi cuando, luego de su diagnóstico local e internacional en clave «militante» -según su presentación-, hiciéramos eje en que no habiendo dueño de la palabra, ni siquiera el de la subversión del sujeto, abrimos la pregunta: ¿qué es aquello que puede hacer de intersección entre las políticas y lo político según los términos arriba delineados? Fue allí que la discusión sobre la pertinencia de considerar la hegemonía como construcción discursiva y no como mero accionar, como «producto del lenguaje y no mero movimiento de fichas» llamó al interés por debatir algunas preguntas junto a los presentes en el salón. Laclau señalaba en el texto mencionado del 2001: «En el conocimiento -científico- la disciplina paradigmática es la física, en las ciencias hermenéuticas la disciplina paradigmática es la filología y en lo que corresponde a los intereses emancipatorios de la humanidad, la disciplina paradigmática es el psicoanálisis». ¿Hasta dónde se encuentran pendientes de estudio e investigación estos ejes, dentro de la misma comunidad analítica? Si nada, desde Freud a la fecha, aseguró ni asegura la perduración del psicoanálisis, pese inclusive a los embates que de tiempo en tiempo mutan de táctica, estrategia y política, es de tomar nota que con ello el psicoanálisis resiste, aún… Bibliot eca FFreudiana reudiana Biblioteca

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Las psicosis y las funciones del lenguaje Fátima Alemán La primera clase del Curso Breve «Locura y psicosis», dictado en el Hospital San Martín y organizado por Pragma Clínica, se realizó el viernes 28 de Septiembre de este año en un Aula Caeiro colmada de asistentes, en su mayoría estudiantes de Psicología y alumnos de Pragma. Luego de la introducción del coordinador del curso Iván Pelitti, psiquiatra del Hospital y miembro de la APLP, donde expuso los lineamientos fundamentales del curso propuestos por el Director de Enseñanzas Enrique Acuña, presenté el tema y los subtemas de la clase, tomando como punto de partida la complementariedad de las dos clínicas lacanianas para establecer una dialéctica posible entre locura y psicosis. La primera clínica, conocida como «clínica estructural», corresponde a una clínica discontinua, conceptual, que establece la causalidad a partir del operador estructural del significante del Nombre del Padre, y que pone en primer plano el valor de la metáfora (paterna/delirante), en tanto sustitución. La segunda clínica, en cambio, que aparece en los años 70, se conoce como clínica del sinthome, y corresponde a una clínica continuista, elástica, «centrada en la pragmática de las estabilizaciones» (1), con un esquema conceptual ligado al nudo borromeo y a la pluralización del nombre del Padre. Es justamente sobre la primera clínica lacaniana donde extraemos los temas de esta primera clase, recordando que la misma se constituye en los años 50, con el hito de un seminario fundamental como es el seminario sobre «Las psicosis», donde Lacan retoma el caso Schreber para señalar «las libertades de Freud» al abordar la paranoia a partir de un caso que nunca vio pero sí construyó en base a las Memorias de un enfermo nervioso, escritas al modo de un «alegato» totalmente novedoso. Lacan no deja de señalar «la genialidad del lingüista» (2) encarnada por Freud, quien se atreve a leer el texto de Schreber al modo de un sueño, haciendo uso de la «interpretación analítica» en términos simbólicos. Como recuerda Enrique Acuña, «el diagnóstico se funda en los trastornos del lenguaje -fenómenos elementalesque son efecto de una falla simbólica -la ausencia del NP- que será sustituida en el delirio estabilizante» (3). Por ello, conviene hacer hincapié en el hallazgo de Freud, no solo por «contrastar con los discursos contemporáneos de la psicosis» (4) y dejar a un lado su costado deficitario, sino por localizar un sujeto en el texto, un sujeto del inconsciente «a cielo abierto» (5). Sin embargo, también conviene retomar el antecedente de esta clínica del lenguaje en el pasaje del Lacan psiquiatra al Lacan psicoanalista. Es el escrito de 1946 «Acer-

ca de la causalidad psíquica» el momento de establecer una pregunta por la causa, que se introduce en el debate con Henri Ey en relación a la psicogénesis de la locura. Luego de elogiar a Ey por mantener el término «locura» como índice del «problema de los límites de la neurología y la psiquiatría» y recordar los fundamentos de su tesis sobre el caso Aimée al postular «La psicosis paranoica y sus relaciones con la personalidad», Lacan ubica a la locura «en el registro del sentido» y establece la causalidad a partir de la significación, es decir, del lenguaje. Tomando como ejemplo la enseñanza de su maestro Clérambault respecto al «fenómeno elemental», recuerda que el valor de «lo ideogénico» del delirio «no es otra cosa que la búsqueda de los límites de la significación» (6). ¿Cómo sino explicar la importancia dada por Lacan a la producción escrita de Aimeé o a las cartas de una de sus primeras pacientes, Marcelle C., que figuran en el título del trabajo «Escritos inspirados: esquizografía»? Es cierto que en esta época Lacan aún no presenta la causalidad en términos significantes, pero sí establece una «causalidad psíquica» en relación a la estructura de la locura que se apoya en «la discordancia entre el yo y el ser», esto es, en la identificación. Valiéndose de la referencia al Hegel de la Fenomenología del espíritu, Lacan reivindica la «fórmula general de la locura», expresada brillantemente por los personajes nacidos de la pluma de Schiller y de Molière, en base a «la relación del ser con lo mejor que este tiene, ya que el ideal representa en él su libertad» (7). Las figuras del alma bella, la ley del corazón y el delirio de infatuación, muestran a las claras para Lacan que la locura es efecto de la alienación imaginaria al otro, al semejante, donde el yo se constituye creyéndose «otro». Cerca están los desarrollos freudianos sobre el narcisismo y la complejidad de la constitución del yo en relación al yo ideal y al ideal del yo. Por ello, resituar estos desarrollos lacanianos sobre la locura y su causalidad simbólica, no sólo es anticipar lo que vendrá luego con la clínica diferencial neurosis/psicosis, sino también la posta final con el caso Joyce, el sintagma lacaniano «todo el mundo está loco, es decir delira» y la clínica del sinthome como «artefacto» que permite un arreglo singular con la lengua. Otro texto de referencia de la clase, según el desarrollo que retomamos de las dos clases dictadas por Enrique Acuña sobre la «Dirección de la cura en las psicosis» en el Colegio de Psicólogos de La Plata en el año 2013, fue el escrito «De una cuestión preliminar a todo tratamiento posible de la psicosis» (1956). Allí Lacan retoma el término de «locura» al afirmar que «al reconocer el drama de la

Esta publicación se consigue gratuitamente en las siguientes librerías de la ciudad de La Plata: De La Campana (7 e 58 y 59), Rayuela (44 e 6 y Pza. Italia), Lenzi (Diag. 77 e 6 y Pza. Italia) y Dardo Rocha (6 e 48 y 49)

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microscopía locura, la razón está en lo suyo, porque es en la relación del hombre con el significante donde el drama se sitúa» (8). Es decir, ya estamos ante la argumentación lacaniana sobre la causalidad significante, no solo para leer el caso Schreber como paradigma de la paranoia, sino para entender que la escucha analítica de aquel que habla (sea neurótico o psicótico) sirve para ubicar «un mensaje que no proviene de un sujeto más allá del lenguaje, sino de una palabra más allá del sujeto» (9). Si Lacan hace uso en este momento de su enseñanza de la lingüística de Saussure y de Jackobson, es para definir al sujeto del inconsciente como un efecto metafórico, aquel que Freud mismo descubrió en la Traumdeutung gracias a los mecanismos de condensación y desplazamiento. La metáfora paterna, como formalización del complejo de Edipo freudiano, que permite la significación fálica gracias a la sustitución del deseo de la madre por el significante del nombre del padre, define para Lacan el límite de estructura. Del lado de la psicosis, este principio metafórico fracasa y la «pérdida de realidad» se introduce por el mecanismo de la Verwerfung. Dice Lacan: «Para que la psicosis desencadene, es necesario que el Nombre-delPadre verworfen -precluido-, es decir, sin haber llegado nunca al lugar del Otro, sea llamado en oposición simbólica» (10). ¿Qué ocurre con Schreber? Precisamente su testimonio revela sobre esta falla, en la coyuntura del desencadenamiento de su enfermedad y en el encuentro con Flechsig como un Otro en oposición simbólica, como «un padre que pide que diga quién es» (11). Es la irrupción de la alucinación verbal al modo de un sueño, en estado de duermevela, «la representación de lo hermosísimo que sería sin duda ser una mujer sometida al acoplamiento» (12), lo que permite ubicar un conflicto, su rechazo inicial y un momento de perplejidad. Será en un segundo tiempo, con la construcción de la metáfora delirante gracias a un juicio atributivo (el «almicidio») que la frase podrá ser transformada en «ser la mujer de Dios», para permitir al sujeto

encontrar una solución (curación) como «realización asintótica del deseo» (13). Es por ello que Lacan concluye en el texto mencionado haciendo mención a la estabilización significante/significado en la metáfora delirante, gracias a la cual se logra salir de «la casada de los retoques del significante de donde procede el desastre imaginario» (14). Para finalizar, me pareció importante recordar el breve texto de Lacan «La metáfora del sujeto» (1966) para pensar el sujeto sobre el que opera el psicoanálisis. El sujeto del inconsciente, más allá del diagnóstico, tiene algo que lo hace inclasificable, pues su propia división es el modo de responder ante una causa vacía, donde la «metáfora» como sustitución de una significación por otra con un plus de sentido, permite encontrar el nombre propio de lo que goza en cada uno. Notas: (1) Acuña, E: «Desclasificar. Un no-destino para lo singular» en Resonancia y silencio. Psicoanálisis y oras poéticas. Edulp, 2009. (2) Lacan, J: El Seminario, «Las psicosis». Paidós, 1993. (3) Acuña, E: «Las psicosis en clave de adicción» en Ibíd. (4) Lacan, J: Ibíd. (5) Laurent, E: «Nacimiento del sujeto supuesto saber» en Revista Lacaniana N°8. EOL, 2008. (6) Lacan, J: «Acerca de la causalidad psíquica» en Escritos 1. Siglo XXI, 1988. (7) Ibíd. (8) Lacan, J: «De una cuestión preliminar a todo tratamiento posible de la psicosis» en Escritos 2. Siglo XXI, 1987. Pág. 556. (9) Ibíd. (10) Ibíd. Pág. 558. (11) Acuña, E: Clase del curso en el Colegio de Psicólogos del 1/6/13. Inédito. (12) Freud, S: «Sobre un caso de paranoia descrito autobiográficamente» en Obras Completas. Amorrortu. (13) Ibíd. (14) Lacan, J: Ibíd.

BIBLIOTECA FREUDIANA - ARCHIVO BELA SZEKELY Publicaciones recibidas: - Simondon, Gilbert: El modo de existencia de los objetos técnicos. Prometeo Libros, Buenos Aires, 2007. (Donación de Germán Schwindt) - Cheng, François: Vacío y Plenitud. Biblioteca de ensayo-Siruela, España, 2013. - Atlas Ilustrado de Leonardo Da Vinci: Arte y Ciencia – Las Maquinas. Susaeta Ediciones, España. - Jung, Carl: Las relaciones entre el yo y el inconsciente. Paidós, Buenos Aires, 2015. - Autores Varios: Lacan, el escrito, la imagen. Del Cifrado, Buenos Aires, 2003. - Otfried, Höffe: Estrategias de lo Humano. Alfa, Buenos Aires, 1979. (Donación de Gabriela Terré) - Heráclito: Fragmentos. Aguilar, Buenos Aires, 1982. (Donación de Ale Marcelo) - Le Poulichet, Sylvie: Toxicomanías y Psicoanálisis. Las narcosis del deseo. Amorrortu, Buenos Aires,1990. Bibliot eca FFreudiana reudiana Biblioteca

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PRAGMA Clínica

PRAGMA Crítica

Curso Breve

Debates Contemporáneos

Locura y psicosis

Resistencias del Psicoanálisis

«Las nuevas presentaciones y las clasificaciones»

«Las ficciones jurídicas»

- Las versiones del DSM - Las clasificaciones en psicoanálisis - Los inclasificables

Docente: Germán Schwindt Coordinación: Iván Pelitti Dirección de Enseñanzas: Enrique Acuña

Invitado: Fabián Salvioli (Presidente del Comité de DDHH en la ONU) Participa: Inés García Urcola (Miembro de PRAGMA) Interlocución: Patricia Iribarren (Miembro de PRAGMA)

Aula Caeiro - Hospital San Martín Calle 1 y 69 - La Plata

Biblioteca Central de la Provincia de Buenos Aires Calle 47 N°510 - La Plata Viernes 18 - 20 hs.

Viernes 11 - 12 hs.

Entrada libre y gratuita

Actividad libre y gratuita

Seminario Clínico

LOS FUNDAMENTOS DEL PSICOANÁLISIS Dictado por Enrique Acuña y docentes invitados de junio a noviembre Sábados - 11 hs. Frecuencia Quincenal Centro Cultural Sánchez Viamonte Austria 2154 - CABA Inscripción previa a: enrac@fibertel.com.ar ó (0221) 421-4533 Auspician: PRAGMA -Instituto de Enseñanza e Investigación en Psicoanálisis www.aplp.org.ar Revista Analytica del Sur -Psicoanálisis y Críticawww.analyticadelsur.com.ar


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