Venezuela prehispanica

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Periodo Paleoindio Comienza nuestra historia

Encuentro con otro mundo


Editorial El hombre venezolano tiene una existencia de aproximadamente 15 siglos, la historia de Venezuela no comienza con la llegada de las naves de Cristóbal Colón, sino con el arraigo del llamado Homo venezuelanensis que ha venido evolucionando, lentamente en los primeros años, y luego arrolladora y definitivamente incorporado al progreso y a la civilización occidental a partir del mestizaje. Según demuestran evidencias genéticas, lingüísticas, osteológicas y odontológicas, los primeros habitantes de América procedieron de Asia. La presencia de seres humanos en nuestra geografía ha sido comprobada desde fechas muy tempranas de la historia de América En la pre Hispania venezolana temprana pueden definirse tres grandes grupos socioeconómicos. El grupo de “Cazadores Paleoindios”, el grupo de “Recolectores de

Conchas Marinas” o Mesoindio y el Neo indio cuando surgen las principales tribus de indígenas existentes en el país para el momento de la llegada de los españoles. Se estima que en Venezuela había en 1492 unos 2 millones de indígenas. En la actualidad los descendientes de esos pueblos originarios aun habitan algunas zonas de nuestro territorio. Se calcula que son 34 grupos que mantienen su cultura propia, radicalmente diferente luego del período de colonización. Esta publicación pretende ser un aporte a la conservación de la memoria histórica de estos grupos étnicos indígenas de Venezuela

Editores y colaboradores Daniel Aponte Aranda V-11163553 aponteuniv@gmail.com Ingeniería Informática Politécnico Santiago Mariño


Índice 1. Portada 2. Editorial

3. Índice 4. El Arco y La flecha. 6. Cacería Durante el paleo indio 7. Recolectores convertidos en agricultores. Comienza nuestra historia 10. Cultura de la Yuca y el maíz 13. Emergen las Grandes Etnias 14. La historia contada 15. Leyenda amazónica “El origen de la Yuca” 16. El encuentro con otro Mundo 17. Arawakos y Caribes 19. La resistencia indígena

Fuentes www.unet.edu.ve/unet2001/agrupaciones/amerindia/aboutme.htm http://www.monografias.com/trabajos15/caciques-venezuela/caciquesvenezuela.shtml

Piñerúa, F. (2008). Venezuela Desde sus Orígenes. Caracas: La Casa Tomada. NEOINDIO VENEZOLANO AUTOR: Félix Piñerúa Monasterio http://ow.ly/KNICZ Aguilera, O. (2006). Tesoros Paleontológicos de Venezuela. Caracas: Instituto del Patrimonio Cultural. MEGAFAUNA Y PALEOINDIO AUTOR: Félix Piñerúa Monasterio http://ow.ly/KNICZ https://es.wikipedia.org/wiki/Arahuaco


El arco y la flecha Período Paleoindio

Los primeros pobladores de Venezuela proceden del norte del continente y son descendientes de las oleadas provenientes del continente asiático, constituidas por cazadores de grandes mamíferos que ingresaron a nuestro territorio trayendo consigo instrumentos de piedra y una incipiente tecnología lítica que consistía en golpear una piedra contra otra –el núcleo– para obtener un filo tosco y lascas. Las lascas o trozos pequeños y delgados desprendidos de la piedra, son modificadas progresivamente hasta convertirlas en cuchillos y raspadores. Trabajan, además, madera, fibra, hueso, cuero y conchas marinas. Durante mucho tiempo estos primeros pobladores conviven con una fauna compuesta principalmente por mastodontes, caballos, megaterios y cliptodontes, animales todos de grandes volúmenes. Una de las técnicas desarrolladas por los paleoindios para cazar estos voluminosos animales consiste en acosar la presa hasta aislarla y darle muerte con palos afilados y artefactos de piedra enmangados. Con el paso del tiempo, la disminución progresiva de los grandes animales y el aumento poblacional, obligan a la invención de métodos e instrumentos más eficaces para la caza de presas más pequeñas.


El poblamiento del territorio fue hecho por diversas oleadas. Mientras en algunas regiones, había tribus dé una cultura avanzada, en otras sus habitantes eran mas rudimentarios. El grado de desarrollo estaba determinado por la creación de herramientas de trabajo para el cultivo de la tierra y para asentarse en un determinado suelo.

Se emplearon armas menos pesadas que podían ser arrojadas y permitían herir de manera más fácil. Un gran salto tecnológico se produjo con la invención de la punta del proyectil en forma de dardo y del propulsor que actuaría como una prolongación del brazo y del antebrazo. Son los antecedentes del arco y la flecha que hace 9.000 años le permitieron al hombre del paleoindio cazar a distancia e individualmente y, por ello, aprove-char animales de menos tamaño y más veloces como las aves y los peces, y animales terrestres como venados y

roedores, especies anteriormente poco explotadas como fuente de alimentación. La unidad social básica de los primeros habitantes de nuestro territorio estaría constituida por la microbanda, de 12 a 35 miembros, cuya unión formarían bandas de entre 100 y 500 miembros. Su existencia transcurre dentro del nomadismo, modo de vida que limita la producción de utensilios difíciles de transportar y el crecimiento demográfico, pues no le permite a la mujer parir más hijos que los que puede cargar consigo. Suponen los investigadores que en esos momentos de la antigua Venezuela estaba en marcha el inicio de la vida social en nuestro territorio, la gestación de las primeras tradiciones transmitidas oralmente durante los descansos o en los rituales, y la expresión de las primeras

inquietudes artísticas pintadas o talladas en huesos y piedras.

El periodo Paleo Indio, Se extiende entre 17 000 y 5 000 años AC y comprende hombres del paleolítico, recolectores y cazadores de vida nómada. Los hallazgos más antiguos de este periodo han sido localizados en Muaco EDO. Falcón.


Cacería Durante el PALEOINDIO En Venezuela tanto las excavaciones paleontológicas como arqueológicas de Muaco, Taima Taima, quebrada Ocando y Cucuruchú, en el estado Falcón, todos del Pleistoceno tardío, contienen en sus sedimentos los artefactos líticos que testimoniarían actividades vinculadas con la cacería, y que habrían sido elaborados por culturas tempranas que coexistían simultáneamente con una magnifica fauna hoy en su mayoría extinta. En general, la presencia temprana del hombre en Sudamérica ha sido vinculada con oleadas de cazadores-recolectores provenientes del norte del gran continente americano A su vez, la fauna de megaherbívoros con más de 1 tonelada de peso, entre los cuales resaltan la pereza gigante (Eretmotherium) y el mastodonte (Stegomastodon), ya estaba establecida en Sudamérica desde que un corredor continuo, el Istmo de Panamá, se formo unos 2 Ma antes.

Los cazadores Paleoindio desarrollaron sus actividades de subsistencia en pequeños grupos o bandas de gran movilidad, y establecieron áreas de trabajo o talleres para la elaboración de los artefactos líticos, es también muy probable que la faena de cacería de animales de mayor porte (megafauna), fuese una actividad del pequeño grupo y que los restos de los animales cazado podrían hallarse en asociación con varias puntas de

proyectiles joboides, así como raspadores y talladores.


Recolectores convertidos en agricultores Comienza nuestra historia Período Mesoindio 5000 / 1000 a.C

La unidad social básica de los primeros habitantes de nuestro territorio estaría constituida por la microbanda, de 12 a 35 miembros, cuya unión formarían bandas de entre 100 y 500 miembros. Su existencia transcurre dentro del nomadismo, modo de vida que limita la producción de utensilios difíciles de transportar y el crecimiento demográfico, pues no le permite a la mujer parir más hijos que los que puede cargar consigo. Suponen los investigadores que en esos momentos de la antigua Venezuela estaba en marcha el inicio de la vida social en nuestro territorio, la gestación de las primeras tradiciones transmitidas oralmente durante los descansos o en los rituales, y la expresión de las primeras inquietudes artísticas pintadas o talladas en huesos y piedras. Durante este periodo, los aborígenes se asentaron en aquellas regiones donde podían obtener más provecho

de los recursos

naturales mediante el trabajo comunitario, como las riberas de los ríos Orinoco y Amazonas y en los llanos, Algunos grupos aborígenes comenzaron a practicar el cultivo de maíz y yuca de manera itinerante.

Los humanos que vivían en lo que es Falcón compartían su hábitat con una mega fauna como los megaterios, los gliptodontes y los toxodontes. La fauna de los años prehistóricos y precolombinos estaba formada en parte por dantas, tigres dientes de sable, armadillos

gigantes, entre otros. Los arqueólogos identifican un período Mesoindio entre el 7000-5000 A.C. y el 1000 A.C. En este período los grupos de cazadores de mega animales pasan a formar estructuras tribales más organizadas .


Basaron su subsistencia en explotación de productos marinos en las zonas costeras, recolección de recursos vegetales en el interior del territorio y caza de pequeños mamíferos. Existiría una especie de sedentarismo semipermanente que daría origen a las primeras manifestaciones de la agricultura. Otros grupos preagrícolas convivieron con pescadores-cazadores-recolectores, hasta después del momento del contacto con los europeos. Comenzó la convivencia de varios modos de vida y el intercambio cultural y de productos entre pescadores, cazadores, recolectores y agricultores obteniéndose seguramente un generalizado beneficio mutuo. Lo que podría considerarse el origen de una sociedad primitivamente organizada.

El grupo de “Recolectores de Conchas Marinas” se caracterizó por un estilo de subsistencia en ambientes ecológicos costeros ricos en fauna marina, que permitió el desarrollo de un grupo humano coexistente con los grupos de “cazadores”. En Venezuela se han reportado yacimientos de residencia transitoria en la isla de Cubagua (2.325 a.C.), Manicuare (1.130-1.190 a.C.), Punta Gorda (1.795 a.C.) y Cerro Iguana (1450 a.C.). A partir del año 3.000 a.C. se hacen presentes en el territorio venezolano grupos con una definida cultura agro alfarera. La agricultura en Venezuela, según datación por Carbono 14, se inició para el año 2.000 a.C., con el inicio, precisamente, del cultivo de la yuca, posiblemente en principio, en su variedad dulce. Aunque esa fecha del 2.000 a.C., corresponde a Rancho Peludo en la costa noroccidental del lago de Maracaibo, la introducción temprana del modo de

vida sedentaria basado en la producción de alimentos ocurre en Venezuela de manera más orgánica y con un impacto socio-cultural significativo, en la región del bajo Orinoco entre 1000 y 600 a.C.


En Manicuare y áreas vecinas se han localizados algunos de los yacimientos arqueológicos más antiguos del estado Sucre y de Venezuela (La Ballena, Manicuare, Indismo), los cuales dan

cuenta de una de las ocupaciones humanas mas tempranas del Oriente del País, conformado por grupos precerámicos recolectores, cazadores y pescadores de tierra firme que, por el gran conocimiento de la navegación marítima, lacustre y fluvial, les permitieron mantener conexiones con las regiones insulares. Asimismo, existen evidencias arqueológicas que definen la presencia de grupos alfareros que dominaron el complejo conocimiento

de la elaboración de artefactos y/o utensilios de barro, tanto para uso doméstico como de uso mágico-religioso, cuya materia prima la obtenían de las grandes vetas de arcilla y los pigmentos colorantes que se hallan en la comunidad. https://es.wikipedia.org/wiki/Manicuare


El período está determinado esencialmente por la agricultura y la estabilización de los cultivos de ase

Culturas de la yuca y del maíz El Neo indio

Para el período neoindio, 1.000 ac. a 1.500 dc., los antiguos habitantes de Venezuela han

aprendido la agricultura intensiva y extensiva (yuca en oriente, maíz en el occidente y papa en los andes). Establecieron comunidades más o menos fijas con mayor cantidad de pobladores, también hubo grandes movimientos migratorios y culturales, especialmente desde el occidente (Los Andes) hacia el centro y oriente.

Uno de los legados que nos dejaron estos primeros venezolanos, fueron los petroglifos, grabados en piedra.

El período está determinado esencialmente por la agricultura y la estabilización de los cultivos de asentamiento. Las últimas investigaciones consideran la existencia de un tercer centro de desarrollo cultural tipificado por el Patrón Andino, con relaciones culturales con el altiplano colombiano y los Andes centrales, que se caracterizaría por la existencia de una cerámica simple, arquitectura incipiente y un sistema de subsistencia basado en el cultivo de tubérculos como papa, ruba, cuiba, oca y ulluco.


La arquitectura consiste en construcciones como

terrazas

agrícolas

y

bóvedas

alineadas por piedras (mintoyes) utilizadas como

tumbas

y

silos

para

el

almacenamiento de productos agrícolas. En los llanos occidentales hay evidencias de construcciones artificiales asociadas a la agricultura, que consisten en terraplenes, campos elevados, camellones o calzadas que funcionaban como muros de contención de las aguas en zonas anegadizas y permitían, entre otras cosas, atravesarlas a pie. Hay también indicios de canales de riego en las riberas de los ríos Turbio, Tocuyo, Yaracuy, Güeque, y de agricultura de regadío entre los caquetíos, de quienes se conoce su práctica prehispánica de la represa, o buco, de la que sacaban acequias principalmente para el riego con aguas de la sierra de San Luis (Falcón).

También hay indicios de canales en las márgenes del río Mamo y en la zona del Orinoco.

Algunos arqueólogos sostienen que ese procesamiento de la yuca amarga pudo originarse en Venezuela, en la región Orinoquense cerca de un milenio antes de nuestra era. “El cultivo de la yuca amarga y su consumo bajo la forma de mañoco o cazabe

podría datarse alrededor de 650 A.C asociado a la Tradición Ronquin” (Sanoja, 1997. P.31), o como afirma Lovera en referencia al casabe “un pan que tiene 3.000 años de existencia (1998: 3-10).


El comercio

La actividad comercial, desarrollada mediante el intercambio generalizado de productos, incluyó tanto formas primarias como una especialización en los artículos que se intercambiaban. Se han reportado productos naturales y artesanales en varios lugares, cuya presencia sólo se explicaría por el trueque, viajes, movilizaciones humanas y búsqueda de nuevos parajes, lo que seguramente fue base de actividades bélicas organizadas. Existen testimonios también de que los timoto-cuica (Andes) canjeaban productos agrícolas, sal de urao y tejidos de algodón por el pescado de los grupos caribes del sur del lago de Maracaibo. Desde las costas falconianas, al parecer, hubo un intercambio de sal hacia el interior del territorio. La arqueología y la etnohistoria han comprobado estrechas e intensas relaciones entre las distintas sociedades de la Venezuela prehispánica y la existencia de una especie de red de comercio en la que los llanos de Barinas, Portuguesa, Cojedes y Apure serían un área significativa de vínculos con la zona andina, la costa caribe y la cuenca del Orinoco. Asimismo, se tienen noticias de la utilización de caracoles de agua dulce como moneda y de la existencia de algunos puntos de intercambio comercial, como el mercado de pescado del Orinoco Medio, el de curare del Alto Orinoco o las playas de tortugas del río Guaviare. Al

Neo-Indio

importantes

pertenecieron

dirigentes

indígenas

llamados jefes guerreros o caciques, quienes defendieron sus tierras.

La institución indígena de los caciques sobrevivió durante varios años del período Indio-Hispano.


Emergen Las Grandes Etnias En el período Neo - Índio (1000 AC/1500 DC) se produce un desarrollo de los asentamientos gracias al desarrollo de la agricultura que tuvo su máximo exponente en Venezuela con el desarrollo cultural de la tribu Timoto-Cuica en la región de Los Andes, donde establecieron un intercambio cultural con el altiplano colombiano y los Andes centrales que les permitió desarrollar una cerámica simple, una arquitectura incipiente con la construcción de terraplenes para nivelar los terrenos para la agricultura y la creación de bóvedas alineadas por piedras (mintoyes) utilizadas como tumbas y silos para el almacenamiento de productos agrícolas como los tubérculos y el maíz. Se cree que para esta época se comenzó a desarrollar el sistema de compra y venta de alimentos, a través del trueque o del pago con las primeras unidades monetarias.

Timoto-cuicas

Los timoto-cuicas se destacaron por ser grupos humanos sedentarios que poseían una cultura muy avanzada. Se asentaron en la región andina de Venezuela mostrando así gran semejanza con la cultura Chibcha y con las diversas manifestaciones artísticas que se desarrollaron a lo largo de toda la cordillera andina. Poseían gran cantidad de objetos, cerámicas e ídolos los cuales demuestran la gran riqueza primitiva de la región. En Venezuela las esculturas fueron muy resaltantes al igual que la alfarería, lo que muestra la fabricación de vasijas, sellos, collares, y urnas funerarias. Son muy pocos los vestigios existentes de la arquitectura de esta cultura. Gracias a lo poco que se ha encontrado se puede decir que el material de construcción principal usado por los Timoto-cuicas es la piedra, esta se usaba para levantar uros, recintos, andenes, casas y caminos En cuanto a la agricultura, eran expertos, construyeron diversos andenes para los cultivos,

los cuales eran muy parecidos a los de los Incas. También construían muros para evitar la erosión, para pasar los canales de riego y para depositar el agua.


Las viviendas eran de planta cuadrada, y se hacían para una sola familia. Fabricaban muros de piedra con altura hasta los techos para evitar el paso de la humedad, y en algunos casos los muros se levantaban solo hasta un metro de altura los cuales servían de sostén para levantar el resto de las paredes y para sostener el techo que siempre era de paja. Las paredes se hacían de tapia o de tierra apisonada.

La historia contada Reconstruir el pasado prehistórico venezolano ha significado una tarea sumamente difícil. La carencia de registros y fuentes escritas no ha permitido que se disponga de suficiente

información sobre la más extensa época, cronológica, de nuestra historia. Por tratarse de culturas ágrafas carecieron de la tecnología correspondiente para registrar los hechos y acontecimientos que protagonizaron durante milenios de existencia. Un tanto más abundante y descifrable han sido los datos que han llegado hasta nosotros a través de leyendas y mitos. Unas veces por la vía oral y otras por la vía etnográfica, el conocimiento de esas leyendas y mitos nos han revelado importantes datos que de alguna manera nos aproximan a descifrar cómo fue el protagonismo de los primeros habitantes de nuestra geografía.


Leyenda Amazónica del Origen de la yuca

En el principio de los tiempos dos indígenas se conocieron, se gustaron y se enamoraron; ella, Atioló, mujer esbelta y de piel tostada, y él, Zatiamaré, el más guapo y bien apuesto de entre los suyos. Después de soportar una catastrófica inundación, la tierra empezó de nuevo a resurgir y los novios, ya amantes, resolvieron casarse; a los pocos meses Atioló estaba embarazada y con su esposo Zatiamaré intercambiaban conceptos sobre la feliz criatura que estaba por nacer. Quiero que sea hombre, decía él; anhelo que sea una mujer, manifestaba ella, y ambos eran tercos en sus deseos; y...nació una niña; Zatiamaré no la quiso ni mirar y menos ponerle nombre; Atioló brincaba de dicha y de felicidad y resolvió llamarla Mani. Las relaciones matrimoniales se pusieron tensas y se truncaban con frecuencia; fue entonces cuando Atioló puso todo su empeño en reconquistar a su esposo y lo logró dando a luz a un nuevo retoño; fue un varón que placenteramente acogió su padre y de inmediato le dio el nombre de Trauma; mimos, caricias y ternuras todo era para Trauma y Mani así lo vio y así lo comprendió; fue entonces cuando dijo a su mamá que sólo

estaría contenta cuando la enterrara; que la iguana, único regalo que recibió de su padre, la cuidaría siempre. Tanto, tanto le insistió, que Atioló, su madre, en medio de llanto y aflicción, hizo un hueco, la coloco en él y la tapó con tierra y hojas secas; cuando apenas me recuerde, ven y búscame-, le dijo por última vez a su madre. Pasaron días y pasaron meses; en la maloca no se hablaba de Mani; todo lo llenaba Turumá.Una tarde, Atioló recordó a su hija y al instante se fue a buscarla; encontró el lugar donde la había enterrado en el monte, removió la tierra y... no la encontró; de repente una voz salió de un arbustillo cercano: “Soy yo, sácame... y al mover el arbustico brotaron largas y gruesas raíces con una carnosidad blanca; ella las tomó

entre sus manos y presurosa las llevó a su casa; miren, dijo a su esposo e hijo, ha nacido la mani...oca; ya no padeceremos hambre; la mandioca, dijo el esposo. Así Mani se convirtió en mandioca, nuestra yuca. AKUWAMARI Personaje mitológico, al que consideran como "alma de la yuca", a la que ayuda a crecer y dar buenos tubérculos. La representan como una anciana venerable y cariñosa (ESEWON NOSAM0).


El Encuentro con Otro Mundo Período Indohispano 1500 d.C. hasta el presente

Corresponde a lo acontecido en los pueblos prehispánicos desde el momento en que irrumpen los primeros conquistadores hasta el presente. Durante este largo período, las características y el número de su población fueron modificados notablemente, tanto por la política de exterminio puesta en práctica por los conquistadores, como por el proceso de asimilación por parte de la cultura criolla que se fue gestando lentamente con la mezcla de los aportes étnicos europeos, africanos y los específicamente aborígenes. Para el momento del contacto el territorio venezolano estaba ocupado por centenares de

grupos, familias y pueblos indígenas que se encontraban dispersos a lo largo y ancho del territorio nacional. Esos grupos, sin embargo, llevaban sus vidas de manera relativamente autónoma y no formaban parte, ni cultural ni políticamente, de una unidad administrativa mayor

Arawacos y Caribes Los

Arawaco

asentados

en

o

arawak

las

se

encontraban

Antillas

y

la

región circuncaribe a la llegada de los españoles en el siglo XV. El nombre también se ha aplicado posteriormente a numerosas etnias que hablan o hablaban lenguas de la familia arawak. A la llegada de los conquistadores españoles los arahuacos estaban sufriendo la invasión de sus territorios y la esclavización de sus mujeres y niños por parte de los caribes. La llegada de los españoles implicó un agravamiento de la situación para los arahuacos a punto tal que por las enfermedades traídas de Eurasia y las feroces condiciones de esclavización a las que fueron sometidos, la población prácticamente desapareció en algunas regiones aunque en otros lugares se dio un fuerte proceso de mestizaje.


Antes de la conquista española, los sistemas ecológicos de las grandes islas, con sus copiosas cosechas y abundancia de peces, junto con las poblaciones compactas y estables, favorecieron el desarrollo de una evolucionada estructura política y social. Una casta de jefes hereditarios gobernaba a otras tres castas, la más baja de las cuales estaba formada por esclavos. Los conflictos entre las castas parecen ser que eran mínimos. En esta sociedad matrilineal (en la que la sucesión se establece por línea materna). La religión presentaba una jerarquía de deidades paralela a la estructura social. Los grupos arahuacos de Sudamérica resistieron mejor el contacto europeo debido a que sus grupos eran más pequeños y estaban más dispersos. Su estructura social también era matrilineal, pero mucho menos compleja. Los arahuacos de tierra firme comerciaban con los holandeses y los ingleses. Durante los siglos XVII y XVIII evolucionaron hacia una agricultura de plantaciones. En el transcurso del siglo XX, los arahuacos comenzaron a aceptar trabajos asalariados para suplir los escasos beneficios de la agricultura, la caza y la pesca. Aunque su cultura actual refleja diversas influencias externas, este grupo se ha distinguido desde la época prehispánica por su destreza en la alfarería (véase Cerámica), los tejidos, la talla en madera y los metales. En la actualidad viven unos 30.000 arahuacos en Guyana y poblaciones menores en Surinam y en la Guayana Francesa.

Otros grupos de habla arahuaca se hallan dispersos por diversas partes de Sudamérica.


Los caribes llamados caríbales o galibi

eran un conjunto de pueblos que, en el

momento del contacto colombino en el siglo XV, ocupaban el norte de Colombia, el noreste de Venezuela y varias Antillas Menores Este fue uno de los primeros pueblos americanos que conocieron los europeos, a los caribes se les veía como un pueblo belicoso y salvaje que practicaba la antropofagia. De hecho, su nombre es el origen de los términos caníbal y canibalismo con cuyos equivalentes se describe en varios idiomas europeos la práctica de alimentarse con carne de miembros de la propia especie. Se agrupaban en clanes familiares de linaje patrilineal llamados cacicazgos manteniéndose alianzas como pueblos federados. No residían en poblados; sus bahareques eran apartados unos de otros y de cuidadosa construcción con materiales naturales

La costumbre general de estas etnias en las regiones tropicales era la de no cubrir sus genitales y el uso de tintes vegetales y minerales para la creación de pinturas cosméticas, que además de proporcionar protección contra insectos, eran principalmente un distintivo de familia y de reconocimiento delante otras etnias. Para las uniones familiares

estas

etnias

americanas

practicaban

poligamia

masculina

por endogamia y exogamia esta última con dimensiones antropológicas muy significativas, relacionada íntimamente con el carácter expansionista de esta etnia.

Los caribes fueron desplazados por los españoles y franceses, y finalmente fueron casi exterminados durante el período colonial.


La resistencia Indígena Los caciques

Importantes dirigentes indígenas defendieron sus tierras y su cultura frente a los conquistadores Se los llamó jefes, Diaos, guerreros o caciques y por lo menos uno de ellos –el Indio Manaure– dirigía un importante cacicazgo en el área del actual estado Falcón durante las primeras décadas del siglo XVI. Conocemos nombres y hazañas de muchos de estos dirigentes para el momento de la conquista, pero desconocemos sus ascendencias. Suponemos que éstas se remontan a fechas anteriores, como parece revelarlo el plan de ataque de Guicaipuro y la resistencia que encabeza en la zona centro norte de Venezuela hacia la segunda mitad del siglo XVI. En aquellos momentos, Guaicaipuro convoca a un levantamiento de las sociedades gobernadas por Baruta –su hijo mayor–, Naiguatá, Aricabacuto, Guaicamacuto, Chacao y el guerrero Taramaima, Caracaipa, entre otros. Del área nororiental se menciona a Cayaurima, cacique de los cumanagoto, y sus alianzas con otros caciques de la zona de Cumaná para enfrentar a los conquistadores, y a otros de la zona centro occidental como Doaca, con quien se identifica la actual zona larense de Duaca; a Nigale, jefe zapara en el Zulia; a Huyaparí, con cuyo nombre los españoles identificaron al río Orinoco y sus zonas aledañas en 1531, y a muchos otros jefes, caciques y guerreros, como: Acaprapocón y Conopoima – quienes continuaron comandando la lucha una vez muerto Guaicaipuro–, Caricuao, el cacique oriental Maturín, Morequito, Paryauta, Parnamacay, Pitijay, Sorocaima, Tiuna, Tamanaco y Terepaima. La institución indígena del cacicazgo sobrevive, deformada, durante varios años del período (Indohispano).Sabemos que las tribus indígenas sostuvieron una lucha tenaz contra los invasores españoles durante muchos años. El conocimiento que se tenía en Europa de los materiales bélicos en esa época, jugó un papel importante y decisivo en el casi total exterminio de los grupos étnicos americanos. En esta lucha por la libertad y la justicia, hubo enfrentamientos, episodios de heroísmo,

sangre y desesperación. Pero destacó siempre el ímpetu, el valor y la temeridad de valientes hombres como: Guaicaipuro, Baruta, Chacao, Tamanaco, y muchos otros.


akawayo, amorua, añú/paraujano, arawako, ayaman, baniva, baré , barí, chaima, cubeo, cumanagoto, eñepá/panare, guanono, hoti/hodi, inga, japréria, jivi/guajibo, kariña, kuiba, kurripaco, mako, ñengatú/yeral, pemón, piapoco, puinave, pumé/yaruro, sáliva, sanemá, sape, timoto-cuicas/timotes, uruak/arutani, wanai/mapoyo, warao, warekena, wayuu, wotjuja/piaroa, yabarana, yanomami, yekuana, yukpa , matako, makushí, caribe, rurripako, waika, waikerí, wapishana, camentza, gayón, guazabara y quinaroe.


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