Una publicación del Centro Comunitario Oscar Arnulfo Romero Compilación de artículos y textos sobre la historia de Nandaime, publicados en la Revista Andar del CCOAR. Agradecimientos a pobladores de Nandaime que a través de sus testimonios se ha podido construir la información en esta compilación. En especial a las siguientes personas:
Foto de portada: Lourdes Morales y Juan Carlos Gaitán en Hacienda Valle Menier, hoy Futuro Forestal, febrero 2009. Foto: Yessenia Ordóñez
Dirección general: Yessenia Ordóñez Morales Edición Denis Gaitán Redacción Eliette Mejía Aguirre Yessenia Ordóñez Denis Gaitán Fotografías Carlos Argüello Yessenia Ordóñez Archivos CCOAR Cortesías Telefax: (505) 2561 2286 Correo: ccoar89@ccar.org www.ccoar.org Radio La Nandaimeña 98.1 FM © Derechos reservados. Se permite la reproducción de los textos, citando la fuente. www.radionanda.com
Esta publicación es gracias al apoyo de las organizaciones Horizontes de Amistad y Spirale Groupe, de Canadá.
Ana Francisca Cruz Gómez Antenor Ruiz Núñez Antonio (Toño) Morales Alejandro Aguilar Ana Luisa Guadamuz Alex Cerda Amalia Romero Amanda Talavera Blanca Urbina Beatriz del Carmen Fletes Cándida Rosa Obando Celina Talavera Consuelo Álvarez Coronado Quiroz Molina Eduardo Leypón Emilia Mena Esperanza Leypón Francisco Peña (q.p.d.e) Francisco Aragón Francisco Ponce Gema Castillo Humberto Zavala Julián Reyes Guzmán Josefa Reyes Guzmán José María Zavala (q.p.d.e) José Guillermo Martínez Lisseth Cruz Tapia Lourdes Cruz
María de Jesús Gutiérrez María Estela García María Adelaida Monterrey María Lourdes Brenes María Magdalena “Nena” Avilés María Ester Bonilla Martha Durán Martha Campos Manuel Monterrey Marvin Ruiz Nebilio Martínez Nubia Carrasquilla Ofelia Larios Octavio Antonio Mejía C. Orlando Vargas Pastora Morales Padre Mario Campos Padre Bismark Bermúdez Padre Marcial Guzmán Pedro Joaquín Chamorro Pedro Ramírez Aragón Rosa Fermina Morales Roger Acevedo Rosa Delfina Álvarez Socorro Cruz Sara María Obregón (q.e.p.d) Sixto José Martínez Verónica Salazar
¿Quiénes somos? Somos una organización apartidaria, con fines sociales, de inspiración cristiana, con una visión global de un mundo justo. Promovemos el desarrollo de capacidades, aprendizajes y derechos de la niñez, adolescencia y juventud de Nandaime con las siguientes estrategias: Producción de conocimientos; Fomento de expresión artística; Promoción de los derechos humanos y respeto del medio ambiente; Promoción de una economía social y solidaria con el turismo alternativo y el comercio equitativo; Comunicación alternativa; Servicios socio-económicos alternativos. Nuestra metodología es aprender haciendo, participativa y vivencial, con incorporación transversal de la perspectiva de género.
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Tras las pistas de nuestra identidad cultural
Foto: Carlos Argüello. 2011
Yessenia Ordóñez y Pbro. Santiago Giroux
El documento que ahora tiene en sus manos representa un primer esfuerzo de construcción de nuestra memoria histórica, tratando de rescatar lugares, personajes y acontecimientos que han marcado a través del tiempo la vida del pintoresco pueblo de Nandaime. Pueblo que es y ha sido padre y madre de muchos talentos que enorgullecen el sentido de ser nandaimeños. Los artículos en esta primera edición del compendio han sido publicados entre 2007 y 2011, en la Revista Andar como parte del esfuerzo del Centro Comunitario Oscar Arnulfo Romero (CCOAR), de promoción de la identidad cultural en el marco de proyectos sobre Participación, Identidad y Afecto financiados por las organizaciones Horizontes de Amistad y Spirale de Canadá. Sin embargo deseamos aclarar que la tarea de construir esa memoria histórica, es difícil y es un proceso no terminado que quizás se logrará en la medida que todos y todas nos involucremos. No pretendemos afirmar que tenemos la verdad absoluta sobre los lugares y hechos históricos que se describen, sino que es apenas un inicio, un primer referente para la población, principalmente la niñez y adolescencias en sus ansias de búsqueda y reafirmación de su identidad.
Hemos recurrido a la oralidad de nuestras gentes, esas gentes que vivieron esos tiempos y que hoy lo recuerdan con mucha añoranza. Cada persona tiene su propia versión o recuerdos propios de la historia, lo cuentan a como lo vivieron, lo sintieron y dependiendo del impacto y sentido que tuvo en sus vidas. Y nos alegra mucho cómo esa apertura ha dado pautas a otras personas para recordar y completar algunos textos históricos que aquí se han publicado; pues de eso se trata, que los y las nandaimeñas construyamos nuestras raíces e identidad local colectivamente.
En la búsqueda de símbolos En Nandaime existe un vacío de símbolos que generen pertenencia y que refuercen las ganas de ser nandaimeños y nandaimeñas. Símbolos que nos permitan identificarnos con originalidad y creatividad. Los símbolos pueden ser lugares físicos o bien obras inmateriales que representen la esencia del municipio. Los símbolos nos evocan valores, sentimientos, luchas, creencias, prácticas, identidad, afecto y nos hacen participar en el imaginario colectivo acerca de cómo percibimos nuestro municipio.
Los símbolos nos ayudan a no perder nuestra memoria histórica por esta razón hay que redescubrir, resignificar o dar significado a lo que se ha perdido. Nandaime cuenta con pocos símbolos y muchos de estos no se han dado a conocer su significado histórico. Otros símbolos no han sido ratificados o difundido su significado. En la plaza José Dolores Estrada tenemos el busto a José Dolores Estrada. Tenemos el himno a Nandaime, el escudo a Nandaime y la bandera. ¿Qué hacemos con eso?
que ya forman parte del inventario de bienes y muebles del Instituto de Cultura de Nicaragua.
También podemos mencionar algunos lugares necesarios de darles significados, darle cuidado, estética y belleza arquitectónica cuidando lo nuestro tal como el Palacio Municipal, la Casa Cural, el antiguo mercado, el hospital, la casa de los héroes y mártires, la hacienda de El Valle Menier, La hacienda de La Calera, la antigua casa del obrero, casas céntricas de toque colonial, etc. Y así; si hacemos un recorrido nos encontramos con otros símbolos
Dicho lo anterior presentamos entonces aquí información sobre nuestro municipio y su gente y a partir de aquí sentar un precedente de recuperación de nuestras vivencias y por supuesto aprender de las mismas. De aquí en adelante, lo que queda es agregar, cambiar, corregir e investigar más sobre lo que exponemos, así como determinar cómo podemos aprovechar de esta fuente de información.
Se dice que el arraigo a la comunidad o al municipio es esencial para reforzar la identidad local; pero eso dependerá también de la información y de símbolos que tengamos en el momento y de cómo nos sentimos respecto a ello. En esa medida podremos ir perfeccionando nuestra identidad y pasando todos esos rasgos a nuestros hijos e hijas.
Nandaime: Tras las pistas de nuestra identidad cultural
Personajes CCOAR
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PERSONAJES
Monseñor Francisco Ulloa y Larios:
El obispo que edificó el templo parroquial de Santa Ana y la iglesia de El Calvario
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onseñor Francisco Ulloa y Larios, era un sacerdote muy querido en el pueblo de Nandaime. Casi 33 años fungió como cura párroco. Nació en la entonces villa de Belén en Rivas el 22 de octubre de 1819. Su papá fue José María Ulloa y su mamá María de Jesús Larios. A los 11 años empezó a estudiar en la ciudad de Masatepe y luego en la Universidad de Granada donde comenzó estudiando filosofía, seguido del Derecho Civil y Canónico. Se ordenó sacerdote el 10 de diciembre de 1843. Se trasladó a El Salvador para recibir las sagradas órdenes, después vuelve a su país y le destinan la parroquia de su villa natal, Belén donde llevo su misión por cinco años. Después es trasladado a Nandaime donde se mantuvo por más de tres décadas.
El Calvario hoy templo parroquial “Jesús Nazareno” fue construido en 1848 y el templo de la parroquia de Santa Ana se inició en 1859 finalizando la obra en 1872; gracias a la iniciativa de Monseñor Ulloa y Larios y la devoción del pueblo que también puso su grano de arena. Según la historia los pueblos pudientes de Nicaragua tenían su Calvario y Nandaime era considerado pudiente. El padre Mario Campos explicó en su momento que con el Calvario “se trata de tener un templo donde celebrar la pasión, muerte y resurrección del Señor y por la tradición de los franciscano, todos los actos de devoción importantes los frailes nos los enseñaron”. Antes de su fallecimiento en 2010 José María Zavala, dijo que la Iglesia de El Calvario, anteriormente fue saqueada en diversas ocasiones y uno de esos saqueos, se llevaron la Imagen de San Miguel Arcángel, una imagen muy antigua.
Fue nombrado Obispo de Nicaragua el 19 de octubre Monseñor Francisco Ulloa y Larios. Foto Cortesía Casa Cural de 1860, se consagró en Panamá el 3 de abril de 1881. Ya en su mando como obispo restablece en Granada el Monseñor Francisco Ulloa y Larios murió el 30 de julio Colegio Seminario y la santa Iglesia Catedral, arruinada por de 1902. Sus restos se encuentran en el templo de la el terremoto de 1885. parroquia de Nuestra Señora Santa Ana. Se le dedica una Corona Fúnebre, que es un libro en el cual se narra su vida sacerdotal y personal. Esta corona fue en celebración del centenario de la Iglesia parroquial en 1972. En Nandaime el En Nandaime edificó la pequeña capilla que sirve de Colegio Diocesano lleva el nombre de Monseñor Francisco Calvario. También la actual parroquia que sustituyó a la Ulloa y Larios, fundado en 1998, por el párroco de la época destruida por el terremoto de 1822. Arturo Zambrano.
Su obra en Nandaime
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PERSONAJES
Don Víctor Tamariz
Músico de generaciones
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l maestro de maestros, el músico de generaciones Don Víctor Tamariz Rivera, dejó una huella imborrable en la música filarmónica y sones populares; interpretados por los “chicheros” como popularmente se les conoce; rasgo distintivo de la identidad cultural del municipio de Nandaime. Don Víctor, un ciudadano, con características muy nandaimeñas: pelo murruco y piel morena, entregó 54 años de su vida a la música filarmónica. 54 años en los cuales formó a centenares de personas en el género musical en los municipios de San Jorge, Belén, Jinotepe, La Paz, Diria, Catarina, San Marcos, Boaco y por supuesto de Nandaime. “Victor será recordado como un gran músico y por su forma de ser, cariñoso, educado, amable, de un corazón muy bello, lleno de amor”, relata quien fue su compañera de vida por 23 años, doña Ana Luisa Guadamuz, quien además reconoce que esas características la llevaron a enamorarse de él. Su maestro de música fue Bernabé Vélez y en su vida artística recorrió Costa Rica, Panamá y Honduras, acompañando a la orquesta de la cual era integrante, “Orquesta Jazz” de Carazo. Las personas quienes lo conocieron no dudan en decir que su música era su gran pasión, así como su humildad al trasmitir sus conocimientos a muchos jóvenes. Fue padre de dos hijas y dos hijos. Vivió 87 años, nacido un 14 de mayo de 1920, de padres Indalecio Rivera y Doña Francisca Tamariz. Antes de fallecer el 12 de noviembre de 2007 fue declarado “Hijo Dilecto de Nandaime”, el 21 de julio del año 2000, cuando cumplía 50 años de vida musical. Así mismo le entregaron las llaves de la ciudad como símbolo de honor a su legado cultural y al entusiasmo depositado en la difusión de nuestros sones populares. A esto se le suma una serie de reconocimientos de instituciones, clubes y organizaciones de distintos sectores sociales.
Foto: cortesía de Ana Luisa Guadamuz CCOAR
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PERSONAJES
¿Quién fue Bayardo Morales Tamariz?
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ayardo Morales Tamaris, en la memoria de quienes lo recuerdan era un joven tranquilo, amistoso, solidario y apasionado por el deporte rey de Nicaragua, el béisbol. Su mamá Mélida Tamaris y su padre don Rufo Morales lo trajeron al mundo el 19 de julio de 1950 y fue criado en el barrio El Calvario, donde creció y se perfiló como ”pitcher” y ”catcher” del equipo ”Los Tigres del Calvario”.
apasionaba. Doña Lourdes narra que, al cabo de un rato ella se sintió mal y se lo expresó a Bayardo: -“¡Yo me siento mal, yo me siento triste!- y él no me hizo caso… yo le decía, vámonos, vámonos… eran como las doce del medio día”. Comenta un poco impresionada Lourdes Cruz, al recordar los últimos minutos de vida de Morales.
Cursó sus estudios de primaria en la Escuela Monseñor Vélez. En ese momento la primaria significaba haber cursado la secundaria y desde adolescente se dedicó a la carpintería dando sus primeros pasos en este oficio en la casa de don Julio Salazar quien fue su instructor y también su manager “Los Tigres del Calvario”.
Con solo 24 años de edad, el fallecimiento de Bayardo Morales dejó un legado de entusiasmo al béisbol de Nandaime y a un pueblo consternado por tal acontecimiento.
Bayardo Morales Tamariz. Foto: cortesía de Lourdes Cruz
A los 17 años debutó en su primer juego como parte de la selección de su equipo; un año más tarde, invitó a Lourdes Cruz de 15 años a presenciar un partido de béisbol en Chichigalpa en el que participaría como lanzador de “Los Tigres”. Era el primer acercamiento con quien, más tarde sería su compañera de vida. En 1973 contrajeron matrimonio en el templo parroquial de Santa Ana del municipio de Nandaime. Hoy doña Lourdes nos habla de las cualidades de Bayardo “un hombre entregado al deporte” al que destinaba sus recursos para la compra de útiles y para la realización de actividades en beneficio de la liga. “Era un equipo bueno, con gente disciplinada y con varias victorias” comenta entusiasmada doña Lourdes Cruz. La mañana del tres mayo de 1975, un día normal y soleado, Bayardo Morales y Lourdes Cruz en conjunto con familiares y amigos decidieron visitar el balneario Las Salinas. Desde mucho antes este balneario era frecuentado principalmente por nandaimeños durante la semana santa. Ese día la mañana transcurría con normalidad, Bayardo estuvo a lado de sus amigos y esposa, jugando y conversando de anécdotas de béisbol, lo que realmente le
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Entre la una y las dos de la tarde Bayardo Morales falleció por ahogamiento en el Balneario La Salinas. Su muerte es aún un misterio porque su cuerpo nunca apareció, pese que las autoridades de la época, amigos y familiares lo buscaron durante ocho días. Según doña Lourdes él era un buen nadador y el día de su desaparición no había consumido alcohol.
En 1983 cuando inició la construcción del estadio; una comisión conformada por socios del mismo, entre ellos Don Julio Salazar, decidieron honrar el nombre de Bayardo Morales Tamaris, dejándolo inmortalizado en uno los lugares más visitado para las actividades deportivas del municipio de Nandaime. “Él se había ganado el mérito” nos comentó Salazar. Actualmente el Estadio Bayardo Morales Tamariz es escenario de eventos que aglutinan a centenares de personas, de las cuales la mayoría desconoce el por qué el nombre del Estadio. Quizá este estadio hoy estaría siendo utilizado por los descendientes de quien lleva su nombre de no haber ocurrido aquel trágico tres de mayo de 1975.
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PERSONAJES
El mártir Rommel Carrasquilla Fletes
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l amor a su patria lo convirtió en uno de tantos héroes y mártires que hicieron posible la caída de la dictadura Somocista. El tiempo transcurrido no ha matado el amor y los buenos recuerdos que su madre y su hermana mayor guardan de él. Su indignación ante los atropellos, hacia los más empobrecidos, lo llevó a luchar por una patria libre y soberana, en la que los oprimidos por el sistema tuvieran oportunidades de estudiar y superarse. Rommel Trinidad Carrasquilla Fletes, es uno de los héroes y mártires del municipio de Nandaime. Nació el 27 de mayo de 1956, un día antes de cumplir sus 23 años, el 26 de mayo de 1979, fue asesinado en la Hacienda San Martín de Cornelio Hüeck, uno de los hombres de confianza de Anastasio Somoza Debayle. “Iban a tomarse la hacienda, pero parece que la información se había filtrado y ya sabían que Rommel llegaría, fue herido en la ingle, pero como su compañero no pudo echárselo “a tuto”, le dijo que lo dejara y que le pusiera muchas hojas encima y que después volviera por él. Rommel divisó una casita y fue a pedir auxilio, le dieron de comer lo atendieron bien, pero dueña de la casa le avisó ahí lo encontrarían”, nos cuenta su mama Beatriz del Carmen Fletes y su hermana Nubia Carrasquilla, quienes no pueden ocultar la tristeza que les causa narrar esta historia Lo que sigue es tan cruel que cuando doña Beatriz y Nubia lo cuentan no pueden contener las lágrimas y escalofrío que recorre el cuerpo en señal de indignación y reproche por tan cruel acción. “Lo torturaron, lo montaron a cola de caballo, le arrancaron las uñas, fue desnucado. Cuando lo
Rommel Carrasquilla con su mamá Beatriz del Carmen Fletes, el día de su graduación en el colegio Juan José Rodríguez de Jinotepe, (1974). Foto: cortesía.
Nandaime 1/05/79 “Hermana, hoy nuestro lazo fraternal lo siento más fuerte que nunca, porque nos ha unido a todo el pueblo sandinista. Haz saber esto a todos mis hermanos, con el gozo que me invade al enviarte esta carta y diles que los estoy amando más que nunca. Y veré en cada compañero a una Tesla, una Ruth, una Norma, un Homero, etc. Y pensaré que como yo lo hacen por una Teté, una Mildred o un hijo, por lo que su fusil nunca será callado…… yo la quiero con el amor que le tengo a mi pueblo…. si tengo el gozo de ver la patria nueva y volver a estar a la par de ustedes; sin el temor a nada. Siempre recordare el favor tan grande que me hiciste y si en el cumplimiento de mi deber caigo tené en cuenta que pertenezco a una organización justa…..habré legado la herencia más grande que se puede dar en Nicaragua que sería una vida de sacrificio por el pueblo”. Rommel
(Fragmentos de carta enviada por Rommel Carrasquilla a su hermana Nubia 25 días antes de su muerte)
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PERSONAJES Antes del asesinato, la casa de la familia Carrasquilla Fletes se había convertido también en escondite para muchachos y muchachas que participaban en la lucha. Recuerdan que Guillermo Arce Castaño, Saúl Caldera y Freddy Berríos fueron los primeros huéspedes, quienes junto con Rommel planificaban el trabajo que harían en apoyo para la caída de la dictadura. Doña Beatriz confiaba que su hijo y sus compañeros hacían trabajos de la universidad, eso era lo que Rommel les decía. Nubia fue la confidente de Rommel, a quien él veía también como madre por la confianza que compartían. Recuerda que la Guardia Somocista lo tenía fichado como guerrillero; a tal punto que lo seguían constantemente; pero de tanto hostigamiento y amenazas decidió irse. “ya se terminará está jodedera… me voy.” dijo la última vez. Nubia interpretó que su hermano se regresaría a Managua, pero la realidad era otra. Se internó de lleno en la montaña para comenzar su lucha. En una carta enviada a Nubia él le informaba de la decisión tomada y de sus andanzas en la comunidad El Cacao, la Pintada.
Se cumplió el sueño de Rommel Cuando triunfó la Revolución doña Beatriz con su hijo Homero estaban en la Comunidad Los Castillos, ahí fue a buscarlo una escuadra llamada Rommel Carrasquilla para llevarle la noticia que había triunfado la Revolución Popular Sandinista. Los sentimientos de doña Nubia eran encontrados, por un lado sentía alegría por la libertad que se recuperaba en el país, pero por otro lado en su corazón estaba presente la tristeza por no tener físicamente a su hijo y darse un abrazo de triunfo.
Más sobre la vida de Rommel A la izquierda Rommel Carrasquilla con su familia a inicios de los años setenta.
llevamos a la casa para velarlo, la Guardia rodeó el lugar y la camioneta en la que lo traíamos, apuntando a la ataúd de Rommel; y nos prohibieron que entráramos, no pudimos vestirlo”, cuentan entre lágrimas. Después de la muerte de Rommel, la familia Carrasquilla Fletes sufrió constante persecución, hasta el punto de que doña Beatriz tomó la decisión de esconderse con su hijo Homero en muchos puntos de Nandaime, pues tenían la amenaza de que lo matarían.
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Era el hijo mayor de los varones. Durante sus funerales la guardia lo persiguió hasta la plaza José Dolores Estrada, después de ahí compañeros de lucha gritaban: “Patria Libre o morir”, le pusieron la bandera Roja y Negra y asistentes al funeral por miedo a la guardia dejaron de acompañarlo a su última morada. Según su hermana Nubia, era un hombre de carácter fuerte, cariñoso, contaba con un liderazgo en su barrio, firme en su convicción, media 6 pies dos pulgadas. Llegó a su casa dos días antes de que lo asesinaran, a despedirse de sus seres queridos. Su pasatiempo era la caza y la pesca. Su hermana Nubia, considera que lo hacía como una forma de preparación.
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Lugares de Nandaime
Foto: Yessenia Ord贸帽ez, 2008 CCOAR
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LUGARES DE NANDAIME
Breve historia de la Escuela Monseñor Vélez
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l nombre de las escuelas, colegios e institutos están ligados a grandes personajes, hombres y mujeres de la historia del municipio de Nandaime. Personajes que por sus acciones o su rol en la sociedad tuvieron un reconocimiento de su pueblo. En los años veinte y treinta era un privilegio ir a la escuela. Lo hacían aquellos que podían ir hasta Granada o Jinotepe, principalmente gente del casco urbano. Fue hasta 1932 que el gobierno de Nicaragua muestra interés en llevar la educación al municipio de Nandaime. Los primeros locales fueron en las instalaciones del antiguo Ministerio de Educación o PCI y en la antigua Casa del Maestro o Casa “Anden” donde hoy se ubica el edificio del Ministerio de Educación (Mined). Eran locales amplios y confortables para la época pues la población era muy poca. En los dos locales se ofertaba la educación primaria que abarca hasta el sexto grado. Las niñas eran atendidas en el edificio del antiguo local del PCI (Programa Interactivo Comunitario) y era llamada Escuela Superior de Niñas. Igualmente para los hombres en la Escuela Superior de Varones donde fue la Casa del Maestro, una casa grande de corredores de estilo colonial demolida a inicios de la década de 2000 para construir lo que es hoy es la Delegación Municipal del Ministerio de Educación.
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Escolar Monseñor Vélez en su lugar actual, incorporando la modalidad de atención mixta, niños y niñas. Ese terreno fue adquirido por el Estado de Nicaragua en 1926, bajo la administración de Adolfo Díaz. Al inicio se construyeron dos pabellones con cinco aulas cada uno y un espacio para la oficina de dirección. Su primer director fue el profesor Víctor Romero. En la actualidad la Escuela Monseñor Vélez cuenta con 6 pabellones y con una población estudiantil de un poco más de 1000 estudiantes.
¿Quién era Monseñor Cipriano Vélez? Casi nadie le conoce su nombre, puesto que su cargo religioso y apellido es lo que se ha perpetuado a través de los años. Cipriano Vélez es su nombre, nació el 20 de septiembre de 1876; sus primeros años vida los pasó labrando la tierra de su papá. En 1889 estudia en el Instituto de Granada y en 1890 le ofrecen una beca para ir a estudiar al seminario de San Ramón de León. El 23 de agosto de 1897 se embarca a Turín, Italia a trabajar por la obra salesiana. El primero de enero de 1902 es ordenado sacerdote en Roma y ahí continúa estudiando hasta obtener el doctorado en Filosofía y Derecho Canónico. En 1905 regresa a Nicaragua y llega a la Parroquia Zaragoza de León, después ocupa la curia en la Iglesia San Francisco, Granada. En 1912 ocupa cargos en la arquidiócesis de Managua.
Los horarios eran de 8 a 11 de la mañana y de 2 a 4 de la tarde, para una población escolar de unos 160 niños y niñas nandaimeñas. Las maestras de la época eran muchachas que habían tenido la oportunidad de estudiar en escuelas de Granada o Jinotepe.
Años después cuando se encontraba misionando en los pueblos de Carazo sufre de una dolencia y muere en la sala de operaciones del Hospital General de Managua, el 10 de abril de 1945. En 2008 año se conmemora el 63 aniversario de su muerte.
El 25 de agosto de 1952, por acuerdo ministerial, la escuela pasa a llamarse Escuela Superior de Niñas Monseñor Vélez. En 1967, comienza una nueva etapa. El gobierno de Lorenzo Guerrero realiza la construcción del Centro
Sus restos descansan en el costado sur-este de la Iglesia Parroquial Santa Ana. Monseñor Vélez trajo de Managua a los primeros maestros y maestras graduadas al municipio de Nandaime.
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LUGARES DE NANDAIME
Instituto José Dolores Estrada
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esde que comenzó la escuela primaria en los años treinta, hasta inicios de los sesentas, muchos niños y niñas no tenían oportunidad de seguir sus estudios y aquellos que podían, tenían que viajar a Granada o Jinotepe. Ante esta necesidad en 1966 comienza la gestión para iniciar un centro de secundaria en el municipio. Gilberto Ruiz político de esa época se interesó por la gestión acompañado de Juan Rodolfo Ferreti de Granada, y de las nandaimeñas Emma Teresa López, Betty González, Auxilio Acevedo y Nema Avilés Marenco. Para el año 1967 el Ministerio de Educación al ver el interés del grupo de nandaimeños da órdenes para que se inicie un primer y segundo año en el segundo piso del Palacio Municipal, donde actualmente se encuentra la alcaldía. Un año más tarde, en 1968 el instituto se traslada donde fue anteriormente el Ministerio de Educación, conocido también como PCI. Ahí fue bautizado con el nombre de José Dolores Estrada en honor al héroe de la Batalla de San Jacinto. Su primer director fue Juan Rodolfo Ferreti. Para el año 1979 el instituto llega a obtener una gran cantidad de estudiantes y se logra obtener el tercero y cuarto año, los cuáles eran pagados por los padres y madres de familia. El turno era nocturno y las profesoras brindaban las clases de manera gratuita. En ese mismo año, las autoridades del Ministerio de Educación y docentes del municipio realizaron gestiones ante los dueños del Ingenio Azucarero “Amalia” para que donaran un lote de tierras para construir el Instituto, por obteniendo una respuesta positiva. En 1980 inició la construcción del Instituto en su lugar actual; la obra se inauguró el 10 de julio de 1981. El Instituto inició con una matricula de 97 estudiantes. Actualmente cuenta con una matricula de 2,125 estudiantes, con cuatro turnos: Matutino, Vespertino, Nocturno y Sabatino.
¿Quién era José Dolores Estrada? El General José Dolores Estrada nació en la ciudad de Nandaime, el 16 de marzo de 1792. Su carrera militar no fue improvisada, se inició como soldado raso y fue ascendiendo según sus méritos como todo un militar digno. Participó en varios combates que se libraron en pro de nuestra independencia en la ciudad de Granada. El 9 de Agosto de 1851, se le confirió al grado de Capitán. En el mes de enero de 1855, es ascendido al rango de Teniente Coronel, por sus servicios militares al Partido Legitimista durante las acciones bélicas que tuvieron por escenario la ciudad de Granada. El general José Dolores Estrada fue uno de los protagonistas de la guerra nacional (185556), entre los liberales jefeados por Máximo Jerez y los legitimistas que lideraba el general Tomás Martínez. Estrada pertenecía a esta última facción. La Batalla de San Jacinto librada el 14 de Septiembre de 1856, entre 120 ó 150 soldados nicaragüenses comandados por el entonces coronel José Dolores Estrada, contra 300 combatientes estadounidenses bien armados. Su célebre acción de armas en San Jacinto, le mereció, al poco tiempo de su realización, una medalla de oro que le otorgó el Gobierno de Guatemala y otra el de Costa Rica. El 12 de agosto de 1869, falleció en la ciudad de Managua a los 77 años, ostentando el rango de general de división y jefe del ejército de Nicaragua, que le había sido otorgado por el Presidente de la República, general Fernando Guzmán. El Congreso Nacional, por decreto del 4 de Enero de 1870, mandó colocar sobre su tumba una lápida de mármol, con la siguiente inscripción: “Al ilustre General José Dolores Estrada, vencedor de San Jacinto. La Patria agradecida”. Desde 1999 sus restos descansan en la parroquia de Santa Ana en el municipio de Nandaime.
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LUGARES DE NANDAIME
Escuela Carmela Noguera y su recorrido a través de la historia
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egún doña Ofelia Larios Vélez la escuela Carmela Noguera inició con el nombre “Mi escuelita”, la que fundó en 1942 y que funcionaba de manera privada hasta quinto grado. Cuando en 1952 doña Ofelia Larios es nombrada maestra por el gobierno de turno, “Mi escuelita” pasó a llamarse Escuela “El Muñeco”, debido que en el lugar había un árbol llamado por todos de esa manera. A ese momento ya era una escuela completa de primero a sexto grado. Luego la escuela fue trasladada en el antiguo local PCI (Programa Interactivo Comunitario), con el nombre de “Niño Jesús”, el cual no lo conservó por mucho tiempo porque definitivamente se cambió el nombre a “Escuela Carmela Noguera”. Por otro lado al revisar el libro de actas de la Escuela Carmela Noguera, su funcionamiento comenzó en 1952, con José Román Aragón Núñez como su primer director. En ese entonces era llamada Escuela Superior de Varones. Para el año de 1975, se construye e inaugura la escuela Carmela Noguera en su lugar actual; del Hospital Monte Carmelo 5 cuadras al norte. En ese entonces ya era una escuela mixta por las necesidades que vivía el país, después del terremoto que destruyó Managua en 1972. En su nuevo local fueron empezaron como directores:
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Auxilio Acevedo, Irma Zavala, Mercedes Hannon, Amanda Talavera, Ernesto Zavala, Alberto Palacios, y Nelly Ordóñez hasta el año 1990. En la década de los años ochenta, durante la revolución sandinista, se cambia el nombre a “Escuela Carlos Miranda Blanco”, joven nandaimeño caído durante en la guerra de los ochenta en el conflicto con la contrarrevolución. Con el triunfo de la señora Violeta Barrios de Chamorro 1990, hubo gestiones por parte de madres y padres de familia, así como del personal docente para que la escuela volviera a tener el nombre de Escuela Carmela Noguera. En la actualidad la escuela logra tener una población estudiantil entre los 700 y 1000 niños y niñas. Hasta 2010 su directora era la profesora María Esther Bonilla.
¿Quién era Carmela Noguera? Nació en Granada en 1902; hija de Ana Francisca Noguera y Narciso Arellano, no obstante fue criada por su tía paterna, Elena Arellano. Sus estudios los realizó en los colegios María Auxiliadora y Salesiano, bachillerándose a los 15 años de edad. Luego se graduó como maestra.
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LUGARES DE NANDAIME
Escuela Carmela Noguera. 2010
En 1926 fundó el Colegio Granada o Martín Benard, además de ser inspectora departamental de Educación. Durante el gobierno del presidente Adolfo Díaz, éste la buscaba para redactar las cartas que enviaría al cuerpo diplomático asentado en Nicaragua en esa época.
abril de 1968. Fue directora de las retaguardias, llamadas así porque eran las profesoras que tenían más edad y que quedaron en las escuelas dando clases a los niños y niñas. Las profesoras jóvenes se dieron a la tarea de ir a la alfabetización.
Su especialidad era la letra cursiva, amaba la poesía de Rubén Darío y leía mucho la Biblia. Fundó en Nandaime muchas escuelas, sobre todo en la zona rural, en las comarcas La Palma, Valle Menier y Las Cuatro Esquinas. Murió en agosto de 1966 y en Granada también existe una escuela que también lleva su nombre en su honor. Doña Ofelia, conoció muy bien a Carmela Noguera y nos cuenta que “nunca se casó, fue una mujer de Nicaragua, representó al país en varios países del mundo, fue una profesora muy querida y una mujer muy amable”.
Doña Ofelia lamenta que no haya reconocimiento oficial sobre la fundación que hizo de la escuela, así como otros eventos importantes del municipio. Por ejemplo ella fue parte del equipo que gestionó la exhumación y traslado de los restos del general José Dolores Estrada a su tierra natal en 1999.
Ofelia Larios profesora de generaciones Doña Ofelia Larios, dice que es maestra de vocación; se graduó, ya habiendo conformado una familia, en la Escuela Normal Franklin Delano Roosevelt de Jinotepe el día 18
Según doña Ofelia, le han dicho que existe una escuela que lleva su nombre, pero nunca ha sido invitada a conocerla. Dicha escuela se encuentra según el Mined en la comunidad rural La Cebadilla de Nandaime. Doña Ofelia Larios con más de 80 años de edad, más de la mitad de su vida los dedicó al magisterio, al inicio en su escuela privada y la mayor parte del tiempo en escuelas públicas.
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LUGARES DE NANDAIME
Tívoli y Apolo dos cines de la historia de Nandaime no pudieron faltar las películas Charles Chaplin. Jóvenes, adultas y ancianas eran admiradoras de Carlos Gardel lo que aseguraba que el Cine Tívoli siempre se llenara. El cine dejó de funcionar cuando su dueño, Juan Ruedas, se trasladó a la capital. Asimismo Zavala habló de la existencia de otro cien después del Tívoli y que funcionó en el antiguo local de “Casa Anden” en el mismo lugar del Mined; pero no precisó su nombre. Tívoli: La antigua Tibur, o actual Tívoli, es una ciudad en Italia, en la provincia de Roma. Fue una localidad romana de gran belleza por su paisaje rústico, de bosques escalonados y cascadas, lo que le daba un clima más fresco que en la populosa Roma. Se convirtió en lugar favorito de veraneo en los tiempos del Imperio romano. (Fuente: wikipedia)
El Cine Apolo
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l historiador nandaimeño Don José María Zavala antes de su fallecimiento en abril de 2010, al leer en la Revista Andar sobre el Cine Apolo, inmediatamente nos contactó para hablar de la existencia de otro cine en el municipio de Nandaime. El Cine Tívoli, el cual funcionó al final de la década de los años veintes e inicios de los treintas. El Cine Tívoli funcionó exactamente contiguo al Ministerio de Educación (Mined), el local de la Carnicería Fonseca. Para las funciones del Cine Tívoli, los boletos eran vendidos por la señorita Leonor Rueda. El Tívoli, era un cine mudo, y para atraer a sus espectadores utilizaban música filarmónica. Los aparatos de este cine eran manejados por el señor Diego Álvarez Rueda. José María Castillo Núñez, era la persona encargada de narrar la película. Sin embargo en la medida que el cine mejoraba, lograron colocar parlantes en un pilar del local. En el Tívoli se presentaron películas de Carlos Gardel, actor, cantante y bailarín de tango, nacionalizado argentino. Entre las películas de Gardel, Zavala mencionó: “Tomo y Obligo”, “Lejana tierra mía”, “El día que me quieras”, “Cuesta abajo”, “Melodía de arrabal”, “Golondrinas”, “Mi Buenos Aires querido” y “Volver”. También en el Tívoli
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Esta otra sala funcionó aproximadamente desde 1940, su fundador fue don Rodolfo Monterrey Avilés. El cine Apolo fue uno de los primeros del municipio de Nandaime. También fue conocido como Teatro Apolo porque se realizaban actividades recreativas y veladas Doña María Magdalena Avilés, conocida cariñosamente como Nena Avilés, recuerda que realizaron un concurso para poner el nombre del Cine. Quedando ganador el nombre de Cine Apolo. Apolo es el Dios de las bellas artes y de la belleza en la mitología griega. En semana santa se presentaba la Pasión de Cristo por Armando Castro, quien era de Granada. También llegaba desde Managua Tony Altamira con su espectáculo de ventrílocuo. Este cine estaba ubicado de donde fue la “Discoteque Unicornio” media cuadra al oeste. En el palco las sillas eran de maderas y en la luneta había escaños lisos. La Pantalla era una lona blanca, una vez que llegó el “CinemaScope”, que permitió grabar películas a colores, y una pantalla más ancha se necesitó ampliar la pantalla a los lados para que los actores no se vieran encojidos. La entrada costaba C$ 1.50 en palco y C$ 1.00 peso en la luneta. Para anunciar las películas se colocaban los anuncios en papel de envolver, escritos con tinta de anelina. Después había dos pizarras en las afueras del cine en donde se escribían las películas que se presentarían.
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Una piñata celebrada en las instalaciones del Cine Apolo en los años sesentas. Observese al fondo a la derecha la pantalla de proyección. Foto: Cortesía María Adelaida Monterrey
El Cine funcionaba todos los días de la semana, y según doña Amalia Romero, todos los días se llenaba. Sólo los domingos había “matinée” para los niños y niñas empezaba a las seis de la tarde. La función para los adultos empezaba a las ocho de la noche y tenía que terminar antes de la diez, hora en que cortaban el suministro de luz en el pueblo.
Cartelera Doña Amalia Romero nos dice que su vicio fue el Cine, ahí disfrutó de las películas El Zorro, Superman, El Llanero Solitario, El Derecho de nacer y las películas mudas de Charles Chaplin. Las películas eran traídas desde Managua en un bus rivense de la empresa Vílchez, a las seis de la tarde estaban en Nandaime. El bus era conocido como La Prensa porque en este se transportaban las ediciones del diario a los pueblos del Sur. Las hermanas Monterrey, recuerdan que en un saco de bramante venían de 4-5 rollos de películas. A las 9 de la mañana del día siguiente esperaban a La Prensa para que llevara de nuevo las películas a la capital.
El lugar preferido de muchos María Adelaida Monterrey, nos cuenta que el lugar preferido para las parejas era la última fila. Asimismo ella ha sido testigo de muchos comentarios de personas que añoran aquellos tiempos. “Ayyy… me acuerdo cuando venía al cine y me sentaba por aquí”, expresa Monterrey que le dicen personas que llegan a su casa en busca de vinagre. Para el año 1972 el Cine Apolo ya había desaparecido, sus equipos pasaron a manos del señor Gilberto Valerio, dueño del Teatro González ubicado en Rivas y en Diriamba. Los aparatos del Cine Apolo pasaron a formar parte del Cine Santa Ana. Del Cine Apolo solo quedan los recuerdos que son inolvidables para todas aquellas personas que vivieron experiencias únicas como Doña Amalia Romero, quien hoy cuenta con 65 años.
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a Casa de Héroes y Mártires de Nandaime funcionó en los años 70 como sitio de seguridad para algunos combatientes y altos mandos de la insurrección en contra de la dictadura somocista, como lo fueron Oscar Turcios, Ricardo Morales Avilés, Juan José Quezada y Jonathan González. En dicha lugar, estos combatientes fueron capturados un 17 de Septiembre de 1973, en un asalto de la Guardia Nacional. El enfrentamiento se trasladó hasta el lugar conocido como La Montañita cercano al Empalme “El Grajinan” donde resultaron muertos primeramente Oscar Turcios y Ricardo Morales Avilés y luego Jonathan González y Juan José Quezada. En homenaje a la memoria de estos héroes, la casa fue declarada Patrimonio Histórico el 16 de noviembre de 1988 por el entonces presidente Daniel Ortega Saavedra. Para ello, el gobierno de la época aprobó una indemnización a nombre de Ángela Chávez Parrales, quien fue reconocida como dueña del inmueble. Por muchos años la casa estuvo habitada por una persona designada para su cuido y fue hasta el mes de octubre del año 2009, que a raíz de una investigación realizada por Radio La Nandaimeña, el Instituto Nicaragüense de Cultura (INC) decide retomar bajo su administración este
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Foto: Carlos Argüello, 2010
Casa Museo de los Héroes y Mártires
Patrimonio Histórico de la nación, luego de iniciado un proceso de legal y disputa. La Casa de Héroes y Mártires de Nandaime se encuentra registrada en el mapa catastral del Instituto Nicaragüense de Cultura bajo el código del inmueble número 060401067, registro levantado por Celeste Fonseca y aprobado por H. García Romano, el 5 de septiembre del año 2009, en el que aparece como propietaria la Alcaldía Municipal de Nandaime. Luego de la remodelación del inmueble el 18 de septiembre de 2010 fue inaugurada la Casa Museo de los Héroes y Mártires, tratando de conservar su infraestructura original. Este esfuerzo constituyó el inicio de recuperación de parte de la memoria histórica, recordando a aquellos que no pudieron llegar al triunfo de la revolución, pero que trabajaron para ella. En el museo cuenta con infografía referida a la gesta heroica de los mártires y la de otros revolucionarios como Leonel Rugama y Carlos Fonseca dentro del contexto de la insurrección contra la Dictadura. Para el año 2010 se esperaba que la administración del local fuese traspasada a la comuna, pues se encontraba en posesión del Instituto Nicaragüense de Cultura.
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Ríos, vertientes y posas, solo en el recuerdo
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uchos ríos y posas que existieron en los alrededores de nuestros municipios son muy recordadas por centenares de nandaimeños que vivieron experiencias inolvidables en aquellos lugares maravillosos.
Acevedo expresa que eran momentos de alegría y tristeza, alegría cuando te estabas bañando y gozando, y tristeza cuando regresabas, porque no sabías como entrar a la casa a como dice un buen nandaimeño, venía bien “reempapado”.
Los ríos “Las Vacas”, “El Jordan”, “El Valle Menier”, “La Chorrera” y posas como; “El embudo”, “El paraíso”, “Los malinches”, “Hoja Tostada”, “Las Mercedes”, “Presa Candelaria”, “La Posa Azul”, “Las Pilas”, “La Tamborila” y otras han desaparecido con el pasar del tiempo.
Por su parte, Sixto José Martínez Reyes, habitante de la Comunidad El Dorado, cuenta cómo eran estos lugares: “Donde son los aguacates 1 y 2 que ahora son campos de cañas, antes eran montañas muy espesas y abundaban los árboles de Genízaros y aún hoy se conservan árboles de Espavel que miden aproximadamente de dos hasta tres metros de altura. Todos estos árboles mantenían viva a “La Chorrera”.
El famoso río “La Vacas” También otro de los ríos muy recordados por los nandaimeños es el río de “Las Vacas” que tenía su origen en el municipio de La Conquista. Muchos de los que lo
Foto: Carlos Argüello, 2010
Roger Acevedo nos reveló una de sus anécdotas que permanecen muy frescas en sus recuerdos: “Nosotros, los chavalos de El Calvario nos íbamos todos los días (inclusive ni asistíamos a clases), por el lado donde hoy es el Reparto de la Quinta Catalina hacia dentro; habían unos ríos lindísimos; nos íbamos a vaguear con la pandilla de chavalos de 12, 13,14, y 15 años. Y al regreso era lo difícil, pues ya te estaban esperando los padres para castigarte”.
Represa Candelaria de Nandaime.
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LUGARES DE NANDAIME El árbol Espavel El árbol Espavel es el rey de los bosques siempre verdes que se encuentran a orilla de los ríos. Este árbol es notable por su tronco extremadamente grueso y por su follaje denso. Los pequeños frutos son una abundante e importante fuente de alimento para la fauna silvestre, y existe una muy estrecha relación ecológica entre este árbol y los ríos. Martínez con mucha nostalgia cuenta que “La Chorrera” tenía aguas muy cristalinas. También expresa que visitaba con frecuencia con sus amigos la presa “El Paraíso”, la cual para Martínez era muy bonita y muy despejada. Martínez afirma que aún entre 1970 y 1979 se veía todo lo que cuenta sobre la exuberante naturaleza de Nandaime. “Recuerdo que habían muchas frutas que sembraba Don Roque Julián, propietario de esta zona, al igual que venados, Patos Carrazos, Guepardos, Gansos y todo este ambiente era muy maravilloso”. Otra vertiente que desapareció es la de El Congo. Aquí las montañas eran lindísimas. Según su origen se da en el Charco de las Culebras, pero delante de este había una montaña en donde había una vertiente que alimentaba al Congo.
Foto: Yessenia Ordóñez M. 2009
visitaban se iban por dentro del Cementerio y tenían que recorrer más de 600 metros en dirección hacia oeste. Don Orlando Vargas, de 86 años, habitante del Barrio Juan José Quezada aseguró que antes “había gente muy pobre que usted le daba a lavar la ropa y se iba su pobre madre con una batea, (que comúnmente se le conoce como ´batella`) llena de ropa, le daba el jabón y todas las cosas, pero los ríos estaban ahí ´nomacito`”.
Monos congo del Municipio de Nandaime.
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Las mujeres pasaban en el río lavando todo el día y tendían en los alambres de los cercos; al finalizar la tarde se venían a Nandaime con la ropa seca, asegura Vargas. Doña Rosa Delfina Álvarez, de 73 años, habitante del Barrio Juan José Quezada recuerda con mucha nostalgia cuando lavaba en “Las Pilas” y que también otras compañeras de su generación frecuentaban la posa de “La Tamborila”. “Lavábamos Rosa Ruiz (q.e p d), Celina Obando (q.e.p.d), Delfina Talavera (q.e.p.d) y otras compañeras”. Nosotras las pasábamos chileando y nunca nos vimos involucradas en pleito ni en enredos. Todo era una alegría encontrarnos en el río a pesar de que teníamos pozos cerca de nuestras casas, preferíamos ir a los ríos, porque era más divertido y
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LUGARES DE NANDAIME favorable para nosotras, nos contó Álvarez. El río “Las Vacas” en sus tiempos era muy ancho y con abundantes árboles de Guapinol y otras especies que daban mucha sombra a los que solían visitar. Actualmente, lamentablemente el río está seco y solo miran una charcas esporádicas. Otro lugar que fue muy concurrido por los nandaimeños era “La Presa Candelaria”. Esta presa tenía su origen en “La Chorrera” y “Los Malinches”. Su construcción se realizó para regar más de 100 manzanas de arroz en la zona del “El Elequeme” 1, 2 y 3.
Solo en el recuerdo Según Sixto Martínez, le da lástima que estos ríos y posas hayan desaparecidos “si usted conduce por esos ríos, pues están muy sucios, no podrías pasar por ahí y las vertientes se pierden, porque les cae arena y desaparecen”. Para Martínez, todos estos ríos y posas tienen que ver mucho con nosotros (los nandaimeños), porque somos partes de ellos y ellos son partes de nosotros. “Ellos son nativos, nacieron aquí y es una lástima que no los hayamos cuidado”. Don Pedro Joaquín Chamorro, de 82 años recuerda que estos “eran los lugares donde uno, en aquellos tiempos que no había tanta facilidad con los vehículos, se iba a pie a bañarse. Uno decía: -Vamos a Candelaria… vamos a `Hoja tostada´Unos se iban en cruzada y llegaban sin ningún problema. Ahora todo esto ha ido desapareciendo al suave”. Chamorro afirma que Nandaime tenía mucho que ofrecer “La calera era preciosa. En la mitad de la hacienda en donde esta la cocina pasaba el río.”
La desaparición de ríos y posas
Otro fenómeno muy evidente que se dio en Nandaime es el despale indiscriminado, no había ningún control; “han despalado mucho y eso contribuye que se sequen las vertientes y es bastante delicado para los ríos. Los despales han venido del sistema político que vivimos. “Hacen las cosas como que no están haciendo nada y no más no saben que están perjudicando la grandeza del medio ambiente”, puntualizó Chamorro. Ahora todo lo viejo se acabó, lo que queda solo es la reseña del pasado, solo la historia no más.
Foto: Carlos Argüello, 2010
Don Orlando Vargas tiene una explicación muy puntual sobre lo que sucedió con todos los ríos que rodeaban las periferias de Nandaime y nos aseguró que “Los ríos comenzaron a fracasar cuando se empezaron a construir pozos artesanales que hacían uso de bombas para extraer grandes cantidades de aguas que se utilizaban para el riego de las grandes extensiones de cultivo de caña de azúcar, todo esto provocó que los ríos flaquearan”. Y es que durante la bonanza de la caña de azúcar se instalaron bombas por todas partes y este fue el principio de la desaparición de los ríos en Nandaime, según Vargas.
Algunas charcas, vestigios del conocido Río de Las Vacas.
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La historia de un barrio apodado “El Burillo”
Las primeras casas empezaron con burillo y caña de trigo, después fueron de paja y luego de adobe con tejas.
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l barrio “El burillo”, fue llamado así de manera despectiva por muchos años ya que sus primeras casas fueron construidas con burillo (o mecate de la mata de plátano o chagüite) y caña de trigo. Sus habitantes también fabricaban sus fajas y las riendas de sus caites el mismo material natural. El barrio apodado “El burillo”, llamado más tarde San Felipe, hoy es el Barrio Ricardo Morales Avilés, y sus límites son al norte con el barrio La Gran China, al sur con el Juan José Quezada, al este con el barrio Oscar Turcios y al oeste con el Reparto Javier Guerra.
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Según don Julián Reyes Guzmán, de 80 años, y habitante del barrio Ricardo Morales Avilés, el nombre de San Felipe surgió cuando algunos nandaimeños visitaron la ciudad de León y observaron que uno de sus barrios de esa ciudad llevaba el nombre de San Felipe, el cual era muy parecido al barrio “El burillo”, por lo que aprovecharon esta similitud para cambiar el nombre. “El burilllo” era muy marginado, la gente caminaba descalza por lo que los pobladores estaban propensos a alojar niguas en sus pies. También abundaban las plantaciones de plátanos, explicó Reyes.
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LUGARES DE NANDAIME El profesor nandaimeño Francisco Peña (q.p.d.e), antes de su fallecimiento en octubre de 2010, contó que el historiador boaqueño Julián Guerrero Castillo, en unas de sus tantas monografías sobre la historia de los departamentos, ciudades y sitios de Nicaragua, escribió que cuando los españoles llegaron a Nandaime provenientes de México por el año 1560 por órdenes de los reyes de España, se apropiaron de la región Nochari que comprendía los territorios desde Ochomogo hasta el Mombacho, sometiendo a la población indígenas, dueños de sus tierras. Al esclavizar a los indígenas y al ser llevados a las minas de Bolivia y Perú para la extracción de oro, la región quedó desolada y sin mano de obra por lo que los conquistadores españoles trajeron esclavos africanos procedentes de Jamaica como fuerza laboral para las plantaciones de cacao, producto que nuestros ancestros ya poseían y cultivaban desde antes de la llegada de los colonizadores europeos. Para don Julián Reyes el cruce de la raza negra con la indígena se dio en todo Nandaime porque los esclavos negros asentados en el Valle Menier salían a conquistar a las indígenas, quienes vivían en Nandaime. La familia Reyes Guzmán es una de las familias antiguas de este barrio. Doña Josefa Reyes Guevara de 70 años, nos relata que ella es descendiente de negros africanos. Al hacer recuento de su árbol genealógico nos dijo que su abuela paterna Noberta Reyes era negra, y que por tanto su Papá Constantino Reyes era un descendiente de africanos y su fisonomía lo expresaba. Constantino Reyes (q. p. d. e), descendiente de africanos. Foto tomada en el barrio que una vez se llamó “El burillo”.
Orígenes El “Burillo” se expandió después de la proclamación de la abolición de la esclavitud por el presidente de Estados Unidos Abraham Lincoln, entre los años 1863-1865. Sin embargo se estima que desde años este barrio ya contaba con sus primeros pobladores. Según el Plan Estratégico Participativo de agosto 2002 del municipio de Nandaime, las familias en esa época eran 86, para un total de 604 habitantes, de las cuales una parte conformó el barrio conocido como “El burillo”.
Asimismo doña Josefa contó que su abuela Francisca Guzmán estuvo en unión de hecho con Carlos Ledesma, quien era un esclavo descendiente de africanos. “Aunque no era mi abuelo biológico, nosotros lo queríamos mucho, le decíamos mi “tata” porque se hizo cargo de mi mamá, Leopoldina Guzmán, el único hijo que tuvo con mi abuela se murió. Mi “tata” Carlos murió a la edad de 110 años, era alto, negro, recio, musculoso, ñato, pómulo salido, murruco, el pelo pegado al cráneo, su mamá fue esclava, su papá también, él nació en el Valle Menier”. “El caminaba descalzo y sus pies ya estaban deformados, después usó caites y por último zapatones. A mí no me da vergüenza decir que soy descendiente de africanos, mis hijos tienen algunas características, y en este barrio hay mucha gente que tiene sus características africanas...”, finalizó doña Josefa.
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El Hospital de los recuerdos
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ara el año 1953 deambulaba por las calles del pueblo de Nandaime una joven mujer, con una grave enfermedad; la gente decía que estaba “dañada”; pero en realidad tenía tuberculosis. Se trataba de Cristiana Obando de 35 años, originaria de Ochomogo. Dormía en los corredores de la casa cural donde falleció el 19 de octubre de 1953. El día de su muerte también falleció don Gabriel Rueda Méndez, reconocido ciudadano de Nandaime. Sus amigos, quienes asistían al velorio, enterándose de las dificultades que enfrentaba la vela de la joven mujer, realizada en los corredores de la casa cural con el permiso del párroco de la época, Benjamín Cabezas, decidieron realizar una colecta para cubrir los gastos
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Foto: Carlos Argüello, 2011
Abrió sus puertas en 1955 con el nombre de Hospital Luis Henry Debayle. A finales de 1979 fue nombrado Centro de salud con camas Rommel Carrasquilla Fletes. Y el 12 de enero del 2000, fue llamado Hospital Primario Monte Carmelo, nombre con el cual lo reconoce el Ministerio de Salud.
funerarios, de lo recogido sobraron cien córdobas, que fueron entregados al alcalde Reinaldo Sanabria. Este hecho conmovió a los nandaimeños, que se comprometieron a que no moriría otra persona en las calles de Nandaime sin asistencia médica; considerando la urgencia de contar con un nosocomio.
¿Cómo nace la idea del hospital? Cuando Nandaime no contaba con un centro hospitalario - a inicio de los años cincuenta - las personas asistían a la farmacia del pueblo, ubicada donde actualmente es Tienda Yamaza. Ahí atendía la farmacéutica Bemilda Noguera,
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Solicitud al gobierno Como anillo al dedo cayó en Nandaime la noticia de que el gobierno de Nicaragua estaba recibiendo como donación hospitales prefabricados. Es por ello que solicitaron una audiencia con el Presidente de la República, Anastasio Somoza García, para gestionar la construcción del hospital en Nandaime. A los pocos meses, Nandaime recibió la visita del Ministro de Salud, Dr. Leonardo Somarriba. El lugar donde se ubica hoy el hospital pertenecía a la comuna, pero habitaba una familia de apellido Bonilla, la cual fue reubicada. A partir de ahí el gobierno comenzó con el envío de materiales y personal para la construcción. Una vez levantado el primer pabellón, solicitaron a la Junta Local de Asistencia Social de Jinotepe (hoy por hoy Sistema Local de Atención Integral en Salud “SILAIS”-Jinotepe) una enfermera para que comenzara con atención primaria. Es así como llega a Nandaime el 2 de julio de 1955, la señorita Consuelo Álvarez Palacios, enfermera profesional, acompañada de la auxiliar Salvadora Aguilar Gómez, conocida cariñosamente como “Yoyita”. Oficialmente el hospital fue inaugurado el 26 de julio de 1955, teniendo como primer director al Dr. José Agustín Brenes Bojorge. En esa época las Juntas Locales de Asistencia Social eran las encargadas del mantenimiento de los hospitales.
Apoyo de la población El hospital comenzó sin camas, sillas, mesas ni materiales de limpieza, no obstante la ayuda no se hizo esperar. El primer regalo recibido fue una escoba, de parte de la señora Pastora Morales Castillo. Horacio Talavera donó dos sillas playeras. La señora Bemilda Noguera donó una banquita y don Estanislao Bonilla obsequió una mesita. Algunas personas aportaron para la alimentación del personal de salud; así comenzó a funcionar el hospital y recibir a los primeros pacientes. Los primeros en ser atendidos fueron Lisandro Romero y Julia Alemán, recuerda la señorita Álvarez. Poco después se produjo la epidemia del cólera, por lo que tuvieron que atender a más personas. Al no contar con camas, los mismos convalecientes llevaban las suyas. En esa época se utilizaban las famosas “tijeras” forradas con el mismo material de los sacos de arroz. Las primeras cinco camas fueron donadas por el médico granadino Enrique Chamorro. Tres de éstas se colocaron en la sala de mujeres, y dos en la sala de varones. Los médicos José Esteban Delgado y Manuel Rivas Aguilar se integraron al servicio del centro sin goce de salarios. Después se les solicitó apoyo a médicos especialistas de Jinotepe, quienes ofrecieron su servicio también gratuitamente. Como la empresa de energía eléctrica brindaba el servicio hasta las 12 de la noche, se utilizaban lámparas de kerosene y focos con baterías para alumbrar las madrugadas en el hospital. Cada 27 de septiembre se celebraba en el hospital la fiesta de San Vicente de Paul; día en que la población nandaimeña y los centros educativos del municipio llevaban donativos. En la entrada principal del Hospital se veneraba la imagen del santo; cuenta doña Rosa Fermina Morales.
Foto: Carlos Argüello, 2011
según cuenta doña Pastora Morales. También asistían a los consultorios privados de los pocos médicos de la época. En Nandaime, sólo había un laboratorio estatal llamado Sanidad y manejado por el laboratorista Gilberto Ruiz.
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LUGARES DE NANDAIME de varones, habitación del personal, ya que vivían en el centro, quirófano, sala de pediatría, laboratorio, oficina de enfermería, oficina de dirección y cocina, después se construyeron salas de privado para atender al personal del Ingenio Amalia y a todo aquel paciente que solicitara el servicio”. Donde hoy es el laboratorio, anteriormente funcionaba la Capilla Concepción de María.
Un hospital de aprendizaje
Esta mesa y banquita fueron los primeros regalos recibidos por el hospital.
Centro de salud En 1963 fue construido el Centro de Salud para expandir los servicios a la población y en 1967 llegó de México el Dr. Francisco Delgado Echaverry con varias especialidades, integrándose al cuerpo médico del hospital; ya en esa época contaban con 67 camas. Después del terremoto de Managua, el 23 de diciembre de 1972, el hospital de Nandaime sirvió de albergue y atención para muchos pacientes referidos desde el Hospital El Retiro con médicos y enfermeras. Para ello se tuvo que dar de alta a los pacientes locales y la población nandaimeña demostró la solidaridad con los afectados. En ese entonces se cerró el corredor interno para dar protección a los pacientes alojados y despareció la división entre el hospital y el centro de salud.
Hospital de referencia Algunos de los protagonistas de aquellos primeros años del hospital de Nandaime, no especifican fechas o períodos exactos en los cuales éste llegó ser uno de los mejores. Pero se habla que tuvo su época dorada en los sesenta y setenta. El doctor Humberto Zavala Salas, considera que el tamaño de la población nandaimeña en esa época favorecía. “Este hospital llegó a ser con los años un hospital piloto a nivel nacional. Se recibían pacientes de Diria, Diriomo, Rivas, Granada, Jinotepe, Santa Teresa y lugares aledaños a este municipio”, relata Consuelo Álvarez Palacios, en un documento escrito para las bodas de oro del Hospital de Nandaime. “Contaba con sala de mujeres,
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Desde la fundación del hospital hasta 1979 se formaron diferentes grupos de personas en la rama de enfermería. Muchas de éstas actualmente prestan sus servicios en el hospital o en el centro de salud. La señora Rosa Fermina Morales Arana, fue una que con apenas 16 años llegó al hospital para aprender enfermería en mayo de 1968. Después de nueve meses de estar en el hospital Morales había aprendido a tomar temperatura, presión y estrategias para cuidos de enfermería; Todo lo aprendían de la administradora del Hospital de esa época, Consuelo Álvarez Palacios. Morales Arana recuerda que los sacos de mantilla de la harina funcionaban como toallas sanitarias. Cada cuarto contaba con su mesita de noche, la ropa de cama se planchaba. Estos recuerdos también los tiene doña Pastora Morales, quien trabajó en el Hospital, “la ropa para lavarla primero se hervía, se lavaba y después se planchaba. Todo permanecía en orden y muy limpio”. También dice que a los pacientes se les cuidaba la dieta. El doctor Humberto Zavala Salas, recuerda que en 1969, cuando aún era estudiante de medicina, el hospital era famoso por su higiene y por las especialidades. “A la señorita Álvarez, se le agradece la formación que brindó a muchas auxiliares de enfermería. Les inculcó el amor a los enfermos, el sentido de brindar un excelente servicio”, nos comenta Zavala, quien formó parte del equipo médico a finales de 1975. “Todo el personal que participaba en las operaciones, era de Nandaime. Había muy buena alimentación tanto para los pacientes como para el personal”.
¿El comienzo del fin o el inicio de la prevención y seguridad? El Dr. Zavala, recuerda que a finales de 1979 con el Sistema Único de Salud, se analizó que Nandaime estaba relativamente cercano a los hospitales de Granada y Jinotepe y no era necesario correr riesgos en realizar cirugías, ya que el hospital no contaba con un banco de sangre. Esta fue una de las razones por las que se denominó Centro de Salud con camas Rommel Carrasquillas Fletes. Para septiembre de 1986, cuando la licenciada Martha Campos asumió el cargo de Responsable de Enfermería Municipal, no había ningún tipo de cirugías; ni tampoco ambulancia. La cantidad de camas había disminuido con
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el pasar del tiempo. Para 1986 se había reducido a 22. En emergencias atendía un único médico, y uno quedaba de turno. Para trasladar a los enfermos lo hacían en un “Uaz” (Vehículo soviético tipo Jeep). Para llevar los servicios de salud a las comunidades rurales se transportaban en caballos. Estos eran prestados por la misma población. Para ese mismo período, comenzaron a surgir las “casas bases”, cuyo objetivo era que las personas de las comunidades se capacitaran para brindar atención en salud. Los puestos de salud de la época eran: Ochomogo, Guillermo Roncalli (en 1988 pasa a la jurisdicción de Diriomo); Las Breñas y Rio Medina. Después de 1989 surgen Los Jirones y La Barranca.
Primera ambulancia Y reapertura de quirófanos En 1989 la licenciada Martha Campos asume la dirección del Centro de Salud. En ese año se producen dos eventos importantes. Se adquirió, por medio de donación, la primera ambulancia para el Centro y se dio la reapertura de los quirófanos; como respuesta de la Ministra de Salud Dora María Téllez a la demanda de la población de Nandaime. “La reapertura del quirófano con las esterilizaciones quirúrgicas, le dio muchas expectativas a la población porque decían:-¡están operando!; pero eran cirugías menores, no se necesitaba un banco de sangre y las hacía tres veces a la semana el doctor Eliseo Noguera (q.e.p.d)”, nos explica Campos. En 1990, llegan los médicos Francisco Blanco y Juan Pablo Iglesias, quienes hicieron una que otra cirugía de apendicitis y atendieron problemas de tiroides. No obstante esto duró poco pues fueron trasladados al Hospital de Granada. Después se presentaron deterioros
y desperfectos en los equipos quirúrgicos, los cuales no se repararon por falta de presupuesto. La licenciada Campos, asegura que el presupuesto asignado siempre ha sido como centro de salud con camas y no como hospital.
Proyecto de referencia En el año 1990, el Centro de Salud inicia el proyecto piloto de desarrollo de salud perinatal con la participación comunitaria. El objetivo era de disminuir la mortalidad materno perinatal (20 semanas de gestación a 7 días de nacido) e infantil. Este proyecto fue financiado por el Centro Latinoamericano de Perinatología y Desarrollo Humano (URUGUAY) y aplicado en 4 países latinoamericanos: Bolivia, Nicaragua, Perú y Honduras. En Nicaragua se ejecutaba en Nandaime y Tipitapa. Este proyecto fue valioso por los resultados obtenidos: Nuevas casas bases, organización de la comunidad, capacitación a la comunidad y personal de salud, dotación de materiales y tecnología perinatal, capacitación de atención primaria, constitución de una red, capacitación a parteras, entre otros. “El proyecto se dio de 1990 a 1999, fue la mejor época que vivió Nandaime, se trabajó en la prevención, fue un proyecto modelo, la experiencia de Nandaime se compartió con otros SILAIS”.
Nace consejo consultivo de salud El Consejo Consultivo de Salud de Nandaime se constituyó en 1997; según consta en una carta enviada a la Ministra de salud, Lucia Salvo, el 6 de marzo del 2002. El objetivo
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LUGARES DE NANDAIME y asegura que fue en 1999. Sin embargo el intento no prosperó, hubo inspección a la sala de cirugía, y al parecer las condiciones no lo permitían. El reto del Hospital Primario Monte Carmelo, según su directora, es fortalecer las estrategias de trabajo con la red comunitaria al fin de brindar un servicio integral a la familia. Entre los servicios con los que cuenta están: Consulta general, vacunas, programa de salud, programa de prevención de enfermedades vectorial, odontología, farmacia, laboratorio. En la hospitalización: Pediatría, medicina general, aginecología, atención de parto, emergencias, ultrasonido, valoración de pacientes para esterilizaciones quirúrgicas y mamografías. Cuenta con 22 camas: 8 en medicina interna, 8 en pediatría, 4 en obstetricia, y 2 en ginecología, 12 médicos generales, un administrativo, dos gineco-obstetras, un pediatra, un radiólogo y un odontólogo. La batería de enfermeras la conforman 33 personas. Tres personas laboran en el área de laboratorio y 56 realizan trabajos de administración, mantenimiento y seguridad. Han pasado 56 años desde que el Hospital de Nandaime abrió sus puertas a la población; dejando en su historia: sueños, esperanzas, logros, solidaridad y sentido de servicio al prójimo.
Nombres, ¿en honor a quién? Luis Henry Debayle A la izquierda, Dr. José Agustín Brenes Bojorge, primer Director del Hospital en 1955. (Se desconoce el nombre de las demás personas que aparecen en la foto).
de este Consejo era apoyar al director del SILAIS-Granada, Lombardo Talavera; quien había recibido notificación de parte del Ministro de Salud de la época Lombardo Martínez Cabezas, de suspender en Nandaime la atención secundaria, la cual incluía la hospitalización. Desde su constitución, el Consejo Consultivo ha realizado diversas gestiones, ante organismos internacionales, personalidades del municipio radicadas en el exterior e instituciones estatales con el objetivo de reactivar los quirófanos y encontrar financiamiento para proyectos que aseguren una atención de calidad en esta unidad de salud.
Otro intento de reapertura de los quirófanos Según el doctor Humberto Zavala, hubo un intento de reactivar los quirófanos, se realizó el inventario de los instrumentos existentes para cirugía. El personal de enfermería estuvo en el Hospital de Granada realizando una pasantía para actualizarse en los procedimientos. La Lic. Martha Durán, ex responsable de enfermería del Hospital Primario Monte Carmelo, confirma el intento
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El Dr. Luís Henry Debayle nace en León el 26 de octubre de 1865, estudió medicina en la Universidad de París, fue el médico que realizó la autopsia al cadáver de Rubén Darío, cuando murió el 6 de febrero de 1916. Fue el fundador del Hospital San Vicente, en León. Reactivó la Facultad de Medicina en la UNAN León, Introdujo la máquina de “Rayos X” a Nicaragua y fue nombrado Miembro Correspondiente por la Academia de Medicina en París. Se le conocía como “El Sabio Debayle”. falleció en 1938. En honor al día de su nacimiento en Nicaragua se celebra el día del médico.
Rommel Carrasquilla
Rommel Trinidad Carrasquilla Fletes, nace un 27 de mayo de 1956, un día antes de cumplir sus 23 años, el 26 de mayo de 1978, fue asesinado en la Hacienda San Martín de Cornelio Hüeck, uno de los hombres de confianza de Anastasio Somoza Debayle. Es uno de los héroes y mártires del municipio de Nandaime.
Monte Carmelo
Monte Carmelo se menciona en el Antiguo Testamento. De acuerdo al relato del capítulo 18 del 1er Libro de los Reyes, es aquí donde el profeta Elías demuestra que el Señor de Israel es el verdadero Dios. Un filósofo sirio del siglo IV A.C., llamado Jámblico, escribió que el Monte Carmelo era “el más santo de todos los montes”.
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Foto: Carlos Argüello, 2010
LUGARES DE NANDAIME
Templo parroquial de nuestra señora Santa Ana nuestra matrona soberana El Templo parroquial de Santa Ana fue elevada a Monumento Histórico Nacional mediante el acuerdo legislativo 1735 el 18 de septiembre de 1970.
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LUGARES DE NANDAIME
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aciendo honor a los patronos de Nandaime, su templo parroquial es dedicado a Santa Ana y San Joaquín; al igual que la mayoría de los municipios se ubica al centro de la ciudad.
La forma en que están ubicados la iglesia, el parque y los edificios públicos son una replica de la forma de organización política de las sociedades europeas. Dicha ubicación es una oportunidad para percibir la vida, gozos, actividades, tristezas y las esperanzas de un pueblo, expresó con entusiasmo Mario Campos, párroco de Nandaime hasta abril de 2009. La iglesia, en su entrada principal al lado derecho se encuentra la escalera que conduce al campanario y en su parte izquierda se encuentra una cruz pintada con los colores de la Iglesia Católica. Un texto inscrito hace más de cien años dice: “Jesucristo Dios Hombre Vive, Reina e Impera, Año 1900”. Cuando se entra en el templo parroquial es imposible obviar la belleza que contiene su estructura; grandes pilares de madera que se conservan en buen estado, su cielo raso de madera, sus colores que transmiten sensaciones de meditación y reflexión. Vale la pena resentir la ausencia de aquella antigua e imponente cruz que nos recibía antes de entrar a nuestra iglesia, así como también aquellas
majestuosas pinturas que nuestros ojos contemplaban tal cual fuera un cielo eternal. Hoy estos elementos ya no existen. Nandaime, anteriormente era el llamado “Valle Nochari”; con la llegada de los españoles vinieron los frailes franciscanos y se asentaron en el pueblo donde tenían un pequeño centro de misión y de allí salían a visitar los pueblos cercanos. Los frailes franciscanos fueron los primeros en tener a la parroquia de Nandaime bajo su responsabilidad. Según el Padre Mario Campos, a Francisco de Asís se le debe la devoción a Jesús hecho hombre, manifestándose en el nacimiento y en el Calvario. Igualmente para los frailes franciscanos, es un voto de vida defender la verdad de que la Inmaculada Concepción es limpia y pura. Según Campos, es significativo saber que Santa Ana es patrona de los asentamientos más antiguos de Nicaragua. En Nandaime, donde hubo dos asentamientos anteriores al actual. En Chinandega, cabeza y señorío de indígenas nagrandanos. En Nindirí, cabeza del cacique Tenderí. En Niquinohono donde existe el templo colonial más antiguo en pie de Nicaragua, asimismo la imagen más antigua de Santa Ana.
Bajada de las imágenes de Santa Ana y San Joaquín. 16 de julio 2011. Fotos: Carlos Argüello
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LUGARES DE NANDAIME Y finalmente en Moyogalpa, en la Isla de Ometepe se festeja a Santa Ana. Lo anterior sucede porque en plena colonización Santa Ana tenía mucho relieve, gozaba de mucho favor popular; nos cuenta el párroco Campos. Según la profesora María Magdalena Avilés (Doña Nena), Santa Ana fue traída a su pueblo de las orillas del volcán para protegerlo de la ferocidad del Mombacho. “Santa Ana, ha sido maravillosa, Nandaime antes estaba localizada a orillas del lago Cocibolca, después se establece en Aguas Agrias, allí ya está la imagen querida por los nandaime antiguos, ella tenía su capilla pero se salía y la buscaban y fue allí donde la encontraron a Santa Ana en la sombra de un palito de jícaro. Santa Ana se trajo a la gente para acá para protegerla del volcán Mombacho, se trajo al pueblo nandaimeño de un lugar precioso, a un suelo fértil”. Finaliza doña Nena. Estas historias contadas y transmitidas de generación en generación a través de la oralidad, nos hace pensar que todo tiene una estrecha relación con las creencias de nuestros antepasados pues la Naná Buruki para los negros era una diosa que participa en la creación del mundo y por tanto sabe lo qué va a pasar y cuándo va pasar en lo que refiere a la evolución constante del mundo y nuestra madre tierra. Es así también que el palo de jícaro representa para los indígenas un árbol sagrado porque sus hojas semejan a la cruz y la cruz simboliza los cuatro puntos cardinales y los cuatro elementos: el agua, el aire, la tierra y el fuego. El Padre Campos valora de positivo el hecho de que las festividades o la devoción por Santa Ana se mantenga viva, y recomienda seguirla porque es parte de la identidad de un pueblo. Manifiesta que se debe de preservar la tradición por Santa Ana, y no dejarse llevar por la publicidad y el mercado que en nada contribuyen a las festividades religiosas. Para Campos las fiestas patronales, son la oportunidad del pueblo para explotar los talentos del pueblo mestizo, compartir la alegría a través de los alimentos y las bebidas y despertar el espíritu de creatividad, el espíritu de unidad y alegría sana.
Santa Ana, patrona desde siempre En Nandaime, según la historia, su santa patrona ha sido solamente Santa Ana. Las crónicas que datan desde 1752, designan siempre a Santa Ana como patrona del pueblo. La Imagen de Santa Ana, que se encuentra en nuestra parroquia data del período Barroco, el cual abarca final del siglo XVII y todo el Siglo XVIII. Fue elaborada en Antigua Guatemala y es una talla culta.
Según cálculos del párroco Campos la imagen de Santa Ana es de 1720. Asimismo se atreve a asegurar que la imagen pudo haber sido traída por los habitantes de los asentamientos anteriores cuando vinieron en busca de lugar seguro para establecerse. La imagen de Santa Ana es la más antigua que posee la parroquia. Las otras imágenes se remontan a los años 1940 y 1950, elaboradas en España. La rotación de imágenes se debe a que las devociones por las mismas en ocasiones cambian; o porque las personas devotas de las mismas dejaron de existir. En el recorrido por el templo parroquial de Santa Ana podemos observar el Señor de Animas, el Corazón de Jesús, la Virgen del Carmen, la Inmaculada Concepción de María, La Merced, María Auxiliadora, Corazón de María, Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, Nuestra Señora de Guadalupe, Divino Niño Jesús, Judas Tadeo y el Niño de Atocha. Tanto al lado izquierdo como derecho del templo están ubicadas las 14 estaciones del Viacrucis. El templo que actualmente conocemos es el tercero en la vida del actual asentamiento de la ciudad de Nandaime. Según el
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LUGARES DE NANDAIME Haciendo una comparación, el Retablo de la Iglesia de Niquinohomo es 200 años más antiguo que el de Nandaime, ese retablo cuenta con Piñas y Granadas, frutas jugosas, llenas de agua en referencia a la fertilidad de Santa Ana cuando ya estaba madura. En esa época la piña no era conocida en Europa, lo que se deduce que el Retablo fue elaborado por mestizos, analiza el párroco de Nandaime. Entre las bellezas que tiene el templo de Santa Ana, está el Retablo pequeño que tiene el Santísimo, y es la única parroquia que cuenta con uno de ese tamaño. El Santísimo está acompañado por ángeles. Para la construcción de la Iglesia se utilizó la piedra de ojo del Volcán Mombacho. Por tradición oral se conoce que como mezcla se utilizaron las claras de huevo o también las conchas de los huevos, las cuales molidas por las mujeres de la época; aseguran los relatos de personas mayores que hoy descansan en paz y que en algún momento, de la vida, se las contaron a la profesora Nena Avilés.
párroco Mario Campos, el primer templo estuvo ubicado en donde hoy es el Palacio Municipal, el correr del tiempo lo arruinó. Se hizo un segundo templo ampliado y mejorado por Monseñor Francisco Ulloa y Larios quien más tarde materializó la obra que hoy conocemos. Monseñor Francisco Ulloa y Larios lo logró con el apoyo incondicional de la comunidad. Se empezó a construir en plena guerra civil en la campaña contra William Walker, 1859 y se concluyó en 1872. “La parroquia de Nandaime tiene el templo más bello del país templo que se conserva en su ser lo monumental en todo lo sentido”, asegura el párroco Campos. Otro de los elementos llamativos es el Retablo con un estilo Barroco Salomónico, de la misma época de la imagen de Santa Ana. “Sus columnas son torcidas, adornadas con frutos y hojas de uva en clara referencia al vino de la eucaristía o a Santa Ana, porque la tradición cuenta que fue estéril y ya anciana pudo concebir a la Santísima Virgen”, cuenta Campos. El Retablo fue restaurado en 2007 con asesoría de especialistas de Antigua Guatemala. Al centro del mismo se encuentra la imagen de la Patrona Nuestra Señora de Santa Ana, a su izquierda su esposo San Joaquín, a su derecha San José en el segundo piso del retablo encontramos en el centro a la Inmaculada Concepción de María a su izquierda San Martín y a su derecha Santa Lucía. Y más arriba, ya casi tocando el techo del templo se encuentra un Cristo de tamaño pequeño.
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El reloj del templo una vez que marcaba las ocho de la mañana los y las chavalas se apuraban para ir a clases. Según los antaños había tres campanas de bronce, una grande, otra pequeña y la última chiquita. Avilés nos dice que el sacristán hacía con ellas sonidos espectaculares de acuerdo a la ocasión. Anteriormente en frente del templo, cuando aún el pueblo era pequeño, en el parque central se concentraban “los chinamos”, los juegos de azar, así como los juegos mecánicos, donde todo el pueblo se concentraba, nos cuenta doña Auxiliadora Acevedo. Además cuando la barrera de toros se encontraba en donde es la delegación policial ponían a la imagen de Santa Ana en la puerta sur de la Iglesia para que divisara las corridas de toros. Y en las velas de Santa Ana la gente llegaba a bailar, “Vamos a bailar en la vela, y era con Marimba”, nos contó don Toño Morales.
Monumento histórico nacional El templo de la parroquia Santa Ana fue elevada a Monumento Histórico Nacional mediante el acuerdo legislativo 1735 el 18 de septiembre de 1970. Por ostentar esta categoría, según ley, es obligación de las autoridades municipales y de las instituciones designadas por el Estado (Ministerio de Cultura) su mantenimiento y resguardo. Asimismo las renovaciones, restauraciones deben ser realizadas bajos normas, permisos y supervisión del Instituto de Cultura. Por tanto las autoridades municipales, la feligresía, las autoridades eclesiásticas deben procurar su conservación, evitando su alteración, demolición y destrucción parcial, según el artículo 7 de la Ley de Protección al Patrimonio Artístico, Cultural, e Histórico de la Nación.
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Tradiciones CCOAR
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TRADICIONES
Foto: Carlos Argüello, 2008
La peregrinación de Santa Ana hacia la comunidad La Orilla
Peregrinación hacia La Orilla
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xisten muchas versiones sobre el origen de la peregrinación de la imagen de Santa Ana hacia la comunidad La Orilla; y las podemos encontrar en voz de aquellos que han mantenido la tradición a través de los años. Según el sacerdote Mario Campos, párroco de Nandaime hasta 2009, la tradición es un recordatorio del traslado de la imagen cuando se vino de esa zona para el actual Nandaime. Para el historiador José María Zavala (q.p.d.e) es porque allí apareció la imagen de Santa Ana. Además afirmó que la imagen hace su peregrinación a esa comunidad desde el año 1886. Los curas párrocos Ángel Remigio Ulloa y Santiago Gutiérrez fueron los primeros en realizar esta travesía. Otros como doña Ana Francisca Cruz Gómez de 81 años, habitante de la comunidad “La Orilla”, cuenta que de pequeña conoció a Santa Ana en la comunidad La Barranca y no en “La Orilla”.
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Por otro lado doña Socorro Cruz con casi ochenta años, también habitante de La Orilla contó que desde que tiene recuerdo Santa Ana llegaba a La Orilla y era colocada en una enramada, específicamente donde hoy se encuentra la ermita Santa Ana. También afirma que la primera persona que llevó a Santa Ana a “La Orilla” fue Vicenta Cabrera, y ella era de La Barranca. También asegura que fue la inventora de Los Diablos de Nandaime. El terreno para construir la Iglesia en La Orilla fue donado por Concepción Ruiz. En un primer momento la construcción de la Iglesia fue de madera, después se edificó en piedra a cargo de los señores Carlos Márquez y Rosendo Álvarez. Pedro Fernández, padre, hizo otro aumento de la Iglesia. El altar mayor fue producto de María González. En la Comunidad de “La Orilla” recuerdan que los bailes, a parte de Los Diablos, también eran Las Inditas y Las húngaras, acompañadas estas últimas con Marimba y Los Diablos con Violín. Doña Socorro Cruz fue dos veces mayordoma en sus 77
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TRADICIONES
La imagen que tiene la Iglesia de La Orilla fue donada por el Padre Omar García de Granada y quién es el que hace las celebraciones religiosas en honor a Santa Ana. Para don Antonio Morales de casi noventa años, el rumbo de Santa Ana a la comunidad La Orilla se remonta a que el señor Juan Vega de la misma comunidad, se le enfermó un hijo y se puso mal; por lo que pidió a Santa Ana que se le recuperara y ella le concedió el milagro. Como forma de pago él le ofreció realizarle una vela en La Orilla, y así año con año se llevó la imagen de Santa Ana a La Orilla. En ese entonces el Obispo Francisco Ulloa y Larios concedió permiso para que Santa Ana fuera a la vela que le ofrecía el señor Juan Vega.
El rapto de Santa Ana En 1940, las autoridades eclesiásticas ya no querían que se llevara la imagen de Santa Ana a la comunidad La Orilla, por lo que un grupo de diez jóvenes se reunieron y tomaron la decisión de raptar a Santa Ana un 23 de julio por la noche. Abrieron la Iglesia y se la llevaron, no sin antes dejar
a alguien cuidando el templo para que no se perdiera nada. Los raptores trajeron a “los orilleños” para que resguardaran la imagen y no se la quitaran. El que tomó la iniciativa de raptar la imagen fue Bayardo Guevara, y seguido por muchos devotos de Santa Ana, “porque Santa Ana tenía que ir a La Orilla, por tradición”, señala don Toño Morales. Después de sacar a Santa Ana de la iglesia tomaron el camino de tierra hacia donde hoy es el hospital Monte Carmelo. Santa Ana se logró velar en La Orilla el 24 de julio y se trajo al casco urbano el 25 de julio, a la casa de doña Lela de Talavera y de ésta se dirigió a la casa de Panchita Zepeda. La imagen fue entregada el 26 de julio a las autoridades eclesiásticas quienes la subieron a su trono (Morales, 2008). Para don Toño Morales, era necesario raptar a Santa Ana para seguir con la tradición de la peregrinación hacia La Orilla. Después de este acontecimiento nuevamente se quiso prohibir pero el pueblo intercedió ante las autoridades católicas quienes decidieron realizar la peregrinación. Desde entonces Santa Ana no ha dejado de visitar la comunidad La Orilla, sin que nadie la pueda detener.
Foto: Carlos Argüello, 2011
años de vida, aduce que ella fue la que inventó la Carroza para trasladar a Santa Ana, puesto que había un momento en que el trayecto era muy pesado y ya no había quien la cargara.
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TRADICIONES
Elección de las Reinas de las Fiestas Patronales
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a elección de las reinas de las fiestas patronales ha sufrido múltiples transformaciones. Actualmente son electas de manera participativa a través del voto secreto. Sin embargo el hecho de tener que asistir a una fiesta danzante con costo determinado limita a personas que no cuentan con capacidad económica que desean votar. Desde 1965 hasta 1980 las reinas eran electas por los integrantes del Comité de Fiestas en un evento en el que sesionaban y se ponían de acuerdo sobre cuál era la muchacha con mejores atributos físicos, intelectuales y morales para ostentar la corona de Reina de las Fiestas Patronales. Según la profesora Nena Avilés, una vez que tenían a la elegida iban (Los del comité) a su casa y exponían la situación a la familia; por lo que si ésta y la muchacha aceptaban; inmediatamente la nombraban como reina. Sólo había que esperar el baile de coronación. Don Manuel Monterrey, ex miembro del Comité, reconoce que cuando elegían a las muchachas de forma asignada influía mucho la condición económica de la joven. En la década de los ochenta la elección fue más participativa según los testimonios encontrados por la Revista Andar. Se conoce que en 1989 la elección de la reina se realizó con la asistencia masiva de la población en la Plaza José Dolores Estrada. Las candidatas se presentaron con sus diversos trajes, lo cual una vez culminado, la población elegía a través de sus aplausos y bullicios. La corona se la llevaba la que tenía mejor aceptación entre los participantes. En la década de noventas, específicamente en 1998, las elecciones sufrieron una nueva transformación. Puesto que el comité no generaba ingresos, con la elección de las reinas, para enfrentar los gastos de las actividades (dianas, pólvora, palo lucio, etc.) decidieron realizar las votaciones con papeletas en un local cerrado, por lo que las personas debían pagar la entrada. Diez años después continúa el mismo sistema de pago para asistir a la elección de la Reina de las Fiestas Patronales; lo cual para muchos representa una debilidad puesto que limita la participación de toda la población.
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Jahaira Silva, reina de las fiestas patronales de Santa Ana y San Joaquín 2011. Foto: Facebook Yahaira.
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TRADICIONES Tips históricos de las fiestas patronales Boletín Humorístico Fiestero
Se anunciaban las actividades de las festividades y algunos chistes, sin identificar a las personas. El autor del boletín fue José María Castillo, quien después de dejarlo, el boletín se pasó a llamar “El Alfiler”. Este nombre fue idea del señor Manuel Monterrey. Con el pasar de los años el boletín fracasó porque “se volvió ofensivo para las personas y además se vulgarizó”. Don Manuel Monterrey afirma que muchas veces no estuvo de acuerdo con lo que se publicaba, pero que a veces la gente lo señalaba como el autor de lo escrito ya que era parte del Comité.
Fiesta de los sombreros
Cada 25 de julio se realizaba la fiesta de los sombreros. La profesora Auxiliadora Castillo, cuenta que todo el mundo asistía con sombrero. Anteriormente el comité tenía la costumbre de repartir sobres en blanco a personas que vivían en la capital para recaudar fondos. Quienes aportaban tradicionalmente eran Juana Vado, Luis Talavera y Manuel Monterrey (El de las Ferreterías las M).
El tope de toros
Don Manuel Monterrey cuenta que antes, a los topes de toros solo iban miembros del comité de fiestas y personas que eran pagadas para realizar esta tarea; entre ellas Adolfo Castillo y Santiago Membreño quienes iban hasta San Juan del Mombacho y Santa Rosa. La gente del pueblo esperaba a los montados en las afuera de El Calvario. Era tradicional ver en los sombreros de los montados una ramita de flor de “Huelenoche”, las cuales después se las regalaban a las muchachas del pueblo. Le llaman “huelenoche” porque solo de noche se siente el olor. El señor Guillermo Lugo, quien formaba parte del comité, invitó a los demás miembros a la Hacienda Ojochal, propiedad de su papá Silvestre Lugo para que fueran a esperar a los montados; estando ahí les preparaba una deliciosa sopa. De los jóvenes de la época salió la iniciativa de invitar a más gente a esperar a los toros y que se preparara medio barril de sopa para compartirla. Actualmente esta costumbre trascendió y ahora vemos como el pueblo se desborda hacia la Hacienda Ojochal, donde degustan la tradicional sopa.
Tradicional Tope de Toros en Nandaime. Hacienda El Ojochal cerca de la faldas del Volcán Mombacho, 2008
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TRADICIONES
Los bailes de la memoria Tras el rescate de las danzas y bailes tradicionales del municipio de Nandaime
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ás de alguna vez hemos tratado de imaginar cómo se representaban los bailes típicos de Nandaime, esos que deleitaban y ejecutaban en el pasado, poniendo en escena los danzantes su audaz talento creativo y sobre todo su manifestación de fe, identidad y celebración de la misma vida. Nuestras expresiones folklóricas, colectivas o individuales, se representan mediante el teatro, ceremonias, rituales, comidas, bebidas, leyendas, cuentos, chistes, palabras, dichos, cantos y bailes. Pero el expresar indica movimiento,
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algo que viene del interior hacia el exterior, lo que se traduce en una expresión de adentro hacia fuera, en la que podemos demostrar ideas, sentimientos, emociones, huellas, símbolos, etc. Todo lo anterior, se trasmite de boca a boca (la oralidad), estableciéndose un proceso de comunicación popular en el que cada quien interpreta, procesa y trasmite lo acaecido desde sus propias percepciones y realidades. Así pasa con la transmisión de nuestra historia, de nuestra memoria histórica que es música, danza, religión, política, idiosincrasia, comida y bebidas típicas, rituales, creencias, entre otras.
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TRADICIONES El rescate de nuestras danzas populares y religiosas en este caso nos ayudan a recordar el significado o darle un nuevo significado a nuestra acción individual en miras al fortalecimiento de lo colectivo, lo comunitario basado en principios o valores humanos que serán a partir de estos momentos enseñados a nuestra presentes y futuras generaciones. Es así que, indagar y escudriñar nuestras manifestaciones de la danza popular pasa por preguntar a los protagonistas de esta historia, hombres y mujeres del ayer. En este primer intento de rescate colectivo hemos comprendido que ya solo van quedando recuerdos vagos y a veces confusos en las memorias de quienes tuvieron la dicha de vivir esos momentos donde se dio vida e esos bailes representativos de nuestra localidad. En el trajín de búsqueda de información y elaboración de entrevistas han participado el equipo de Radio La Nandaimeña y el CCOAR, tales como: Eliette Mejía, Denis Gaitán, Yessenia Ordóñez, Verónica Salazar y Francisco Ponce, encontrando diversas versiones y diversos bailes que son recordados por algunos nandaimeños y nandaimeñas. Todo depende de la edad y la época que vivieron los entrevistados, sus recuerdos y sus propias investigaciones, por lo que el presente escrito representa una primera aproximación sobre algunas danzas, que se bailaban en Nandaime hace décadas y que por alguna razón se descontinuaron. En este proceso se siguen pistas, se rectifican, ensayan, reconstruyen, recrean y se verifican poco a poco hasta lograr una versión más fiable y acertada, ya que es un camino largo de investigación debido a los lapsos de tiempo en el olvido; no existiendo registros audiovisuales y escritos completos que nos permitan rescatar dichos bailes en su pureza total. Por otro lado este texto representa un esfuerzo por dar continuidad a lo escrito por las profesoras Ofelia Larios, Amanda Talavera y Nena Avilés Marenco en la publicación especial del primer centenario de Nandaime en 1991. Estas distinguidas personalidades se dieron a la tarea de ofrecernos un primer documento escrito en el que se hace una primera recopilación y un recorrido por los distintos bailes de Nandaime, caracterizando los bailes de “El cartel”, “El atabal”, “La danza del pájaro”, “Los encamisados”, “La Sirenita”, “La Tecolota”, “Los diablos” y “Los indios”. La idea es tener más conocimientos sobre estas danzas de la memoria y que juntas podamos ir construyendo un documento o un libro mejor acabado. También nos hemos basado en los testimonios de los señores, Nebilio Martínez, Antonio Morales, Francisco Aragón, Pedro Ramírez Aragón y de las señoras, Cándida Rosa Obando, Blanca Urbina, así como los testimonios y escritos de las profesoras Estela García, María de Jesús Gutiérrez, Ofelia Larios, Nena Avilés, Amanda Talavera, entrevistados en 2009.
Primera recreación y ensayo A pesar de todo y siguiendo estas pistas sobre la historia de algunas danzas nandaimeñas ya en el olvido; además del presente documento; el 25 de julio de 2009 el equipo de Centro Comunitario Oscar Arnulfo Romero (CCOAR) en el espectáculo de homenaje a Santa Ana y San Joaquín, realizó un primer experimento poniendo en escena bailes tradicionales que desde hace más de 40 años no se bailan; asimismo de representar a través de la danza tradiciones propias de Nandaime como el “Toro Coronado”. En ese primer ensayo de julio de 2009, se presentaron el baile de Los Indios, Las Negritas, El Son de Toro, El Cartel de Niños y Los Encamisados, también conocido por algunos como Baile de la Casita y Baile del Bejuco (Ello se debe en parte a las diversas versiones en cuanto a su representación). Por primera vez también en el municipio se llevó a escenario los cantos o himnos a Santa Ana y San Joaquín, a través de danzas, entre ellas “El Alabado a Santa Ana”, “El Gozo a Nuestra Señora Santa Ana” y “El Salve”. Al mismo tiempo nos deleitamos con la recreación de la Procesión del Toro Coronado que se presenta en Nandaime el 27 de Julio. Con estas representaciones no se pretendió ratificar que así se danzaban algunos bailes, más bien se trató de una recreación con el fin de provocar o hacer un llamado a la memoria para que, poco a poco, los y las nandaimeñas recuperemos nuestros rasgos culturales y tradiciones, parte de nuestra identidad. Según las folkloróloga Irene López, algunas de las danzas folklóricas
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TRADICIONES
Representación del Baile de la Casita. Grupo Yolihuaní. Primer intento de rescate del Centro Comunitario Oscar Arnulfo Romero. Agosto 2009.
son la manifestación de la fe popular y tienen su origen en los pasos de las danzas indígenas; así por ejemplo el “contrapás” era signo de adoración a la madre tierra. En si es parte un antiguo simbolismo de las danzas rituales de nuestros ancestros que pretendían saludar a nuestros cuatro puntos cardinales, la reverencia y el culto a la fertilidad y la cosecha. Los movimientos de cabeza, manos, brazos en signo de adoración y alabanza (López, 2007). No queda más que presentar las distintas versiones de las danzas tradicionales presentes en Nandaime y algunas en el olvido
¿Los encamisados, el baile de la casita o el baile del bejuco?
La profesora María de Jesús Gutiérrez nos compartió su versión sobre “Los encamisados” o “Baile de la Casita”, a parecer hay una confusión de qué nombre darle, pues le llamaban de manera diferente. Ella tuvo la oportunidad de entrevistar al último sobreviviente de este baile, a un señor apodado “Menullo”. Según Gutierrez, (2009), “Los encamisados” se bailaban en pareja, representando a viejas con diferentes tipos de vestidos; entre ellos los atuendos hermosos de diferentes coloridos y con mucho brillo. Para este baile se hacían trenzas de cabuya o a veces se amarraban el pelo con un trapo como los utilizados en el Cartel. La diferencia de este último es que la representación es hombre y mujer. Gutiérrez, recuerda que “Los encamisados” se bailaban de par en par; las parejas eran de acuerdo a su tamaño. Comenzaban bailando los más pequeños agarrados de un bejuco y cada quien en su punta al compás de la música formaban un arco, le seguía la pareja en orden más alto
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para formar una figura de equis con los bejucos cuando atravesaban por encima de las parejas más pequeñas y así las siguientes parejas adquirían posiciones un poco más altas hasta formar una casita; siempre bailando al compás de la marimba o la música que ellos ponían. Los arcos de bejucos cruzados formaban la casita, momento en que decían: - ¡arriba la casita!-, y lo repetían más de una vez. Luego iban deshaciendo la casita, cada quien siempre tomando en cada extremo al bejuco, hasta terminar la música. Según Gutiérrez, cree que este baile se realizaba en navidad y no para las fiestas de Santa Ana, pero es algo que no puede confirmar. También recuerda que a don Silvio Rivera le interesó en su momento volver a recuperar este baile y colaboró para que se volviera a sacar el año donde ella lo vio por primera vez cuando tenía 6 años de edad. En cambio la profesora Ofelia Larios (2009) nos narra este mismo baile pero de otra forma. “Los encamisados” se representaban durante las fiestas de Santa Ana y San Joaquín, entre las seis de la mañana del día 24 y el amanecer del 25 de julio. Participaban sólo varones que portaban violines, bailaban formando un círculo, y en medio dibujaban casitas utilizando bejucos. Don Manuel Antonio Cruz de 85 años lo llama “El baile del bejuco”. Según Cruz (2009), el baile salió cuando él tenía 20 años de edad. Según recuerda, lo bailaban 5 o 6 personas, todos hombres, vestidos con ropa común y corriente. Cada uno agarraba la punta de un bejuco e iban formando la casita y en eso consistía el baile. Otras versiones indican que en el “Baile de la Casita”, “Los Encamisados” o “Baile del Bejuco” solo participaban hombres vestidos de cotonas de manta cruda, pantalón tipo campesino, de sombrero de palma y con unos bejucos formaban un arco, subían los bejucos formando líneas rectas o arcos y luego gritaban: -¡arriba la casita!, ¡ajúa!, ¡arriba la casita!. Pero para la profesora María Estela García este baile se danzaba con ramas. Los bailarines iban armando una casita, bailando al compás de la música y armando la casita. Por otro lado, el Sr. Nebilio Martínez, nos cuenta que esta danza se remonta a unos 45 años atrás y lo sacó por última vez el Sr. Silvio Rivera (q.e.p.d) quien habitaba en el barrio Ricardo Morales Avilés. Martínez (2009) coincide con la profesora María de Jesús Gutiérrez, al afirmar que un señor apodado “Menullo” fue el último que lo bailó. Según Martínez (2009) el baile estaba compuesto por ocho parejas, todos hombres, pero cuatro de éstos hacían de mujer, con la apariencia de viejas, vestidas con grandes nahuas o balandranes o con vestidos de folklore, el pelo eran trenzas hechas de cabuya, las que caían hasta las caderas, adornados con flores de reseda o sacuanjoche. También usaban caites y los hombres iban vestidos con pantalones tipo campesinos y camisas de manta. Cada pareja agarraba en cada extremo un bejuco forrado con
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TRADICIONES El significado del bejuco para nuestros ancestros Un rasgo común a destacar en los anteriores testimonios, es la presencia del bejuco, elemento de la flora, utilizado en un baile ya desaparecido. El escritor mexicano Pedro de Jesús Medina, en su obra “Costumbres y Creencias” nos narra sobre la importancia y las creencias que los indígenas mayas tenían sobre nuestra flora. Para nuestros ancestros, era nata la curiosidad y el respeto por la madre naturaleza, la que interpretaban de acuerdo a sus creencias y conocimientos. Para ellos y ellas todo tenía espíritu; las plantas, los animales y los objetos que formaban parte de la vida diaria desde que nacían, morían y aún después de la muerte. Esta cosmovisión los convirtió en grandes conocedores del entorno de las propiedades medicinales de las plantas. Podemos mencionar el ejemplo del árbol de Ceiba, el cual era sagrado para los indígenas porque pensaban que el mundo estaba
sujetado por 4 grandiosas Ceibas. Por algo existe el dicho que reza: “que ni la ceibas respetan ahora”. La relación del bejuco y la consigna: ¡Arriba la Casita! tiene quizás su fundamento en las creencias antes mencionada. El bejuco y las enredaderas sirven de cuidado, sostén, protección a nuestra flora y hasta pueden dar origen a nueva planta. Los bejucos pueden alcanzar grandes distancias y se le asociaba con poderes mágicos hasta combatir los malos espíritus o espantos con sus mismas propiedades curativas. Cuentan que los mayas por ejemplo, cortaban un pedazo suficientemente largo y flexible de bejuco para atrapar a los espantos o los duendes de forma espiritual, absorbiendo la energía con lo que a la vez anulaban las fuerzas del mal evitando que causaran problemas. El bejuco, además que se utilizaba para cazar, se usaba también para prevenir la presencia de la Xtabay
y del Juayoob (brujos). Xtabay es el nombre maya de una mujer. Supuestamente esta fue una mujer muerta por ahorcamiento (Xtab); para luego llamarla como “La diosa de los ahorcados”. Los mayas cortaban 7 pedazos de bejucos y lo machacaban hasta dejar solo la fibra con la que tejían una cuerda de 7 hilos con 7 nudos. Según Medina, (s.f.), cuando alguna persona fallecía también se cortaban 7 pedazos de bejucos que se colocaban en las puertas y ventanas de las casas del difunto, casas vecinas y por donde pasaría el cortejo fúnebre, especialmente por donde se encontraban personas enfermas o heridas durante dos semanas. Ataban el bejuco en forma de lazo ya que creían que éste los iba a proteger del espíritu del fallecido, absorbiendo toda la energía negativa y evitando que causara debilitamiento a los enfermos, infección a las heridas y hasta la muerte.
papel crespón, con el que formaban la casita; para luego decir: -¡arriba la casita! ¡Viva la casita!-. Según su versión, la música era con marimba, guitarras y maracas. Martínez dice que era un baile de elite, porque la familia o la persona que solicitara el baile le cobraban C$ 25.00 córdobas. Como podemos leer existen diversas versiones alrededor de un baile. Cada testigo le denomina y lo caracteriza de manera distinta dependiendo de la época. En ese sentido un primer ensayo o rescate recupera el símbolo más importante como los es la simulación de la casita con los bejucos; elemento propio de la naturaleza.
La tradición de “El cartel” Según las profesoras Nena Avilés, Ofelia Larios y Amanda Talavera, en la publicación del Centenario de Nandaime en 1991, “El Cartel” sale por primera vez durante las fiestas patronales de Santa Ana y San Joaquín debido a las promesas ofrecidas por los parientes de enfermos graves. Los danzantes usaban disfraces que ridiculizaban a personajes locales, nacionales y hasta extranjeros. A la
Cartel de niños, representado en el Homenaje a Santa Ana y San Joaquín el 25 de julio de 2009. Grupo infantil Xochilt
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TRADICIONES el León e infinidad de caracterizaciones e imitaciones de personajes conocidos de la localidad o del resto del país, una especie de Toro-venado de Masaya pero bailándolo a compás de sones de Toro.
Nuestro baile de “Los diablos”
Cartel de Nandaime 2011
cabeza del baile iba siempre un ciudadano disfrazado y montado a caballo con una bandera blanca en la mano, quien orientaba a la población sobre el desarrollo de las festividades mediante la lectura a gritos de un comunicado (Marenco Avilés, Talavera Cruz, & Larios Vélez, 1991). No obstante don Antonio (Toño) Morales afirmó que la tradición de “El Cartel” surgió hace más de un siglo como pago de promesa de su abuelo el señor Rafael Antonio Morales (q.e.p.d.), a quien Santa Ana le concedió el milagro de aliviar a unas familiares que tenía enfermas. “Él le prometió que si las curaba iba a sacar un baile de disfraz” (Morales, 2008). Una vez que don Rafael pagara su promesa, algunos pobladores le pidieron, a través de una carta, volver a organizar el baile de disfraces; desde ahí empieza la tradición de lo que hoy conocemos como El Cartel. Según Morales (2008) el disfraz consistía en que los hombres se vistieran de mujer, y las mujeres de hombre. Con el fallecimiento de don Rafael la tradición la asumió su hijo Félix Antonio Morales quien después la transfirió a Antonio Morales (don Toño) quien a la fecha de esa publicación cuenta con más de noventa años de edad. En un principio El Cartel salía de la esquina de la casa de doña Anita Morales. Se realizaba cada 25 de julio a las 10:00 de la mañana y terminaba a las 12:00 del medio día. En la actualidad el baile sale los días 25 y 28 de julio. Don Toño Morales, recuerda que cuando El Cartel salía a las calles y las personas lo tomaban con mucho respeto, sin que nadie le faltara el respeto a nadie y que nadie pronunciara palabras obscenas a los demás; tal como ocurre actualmente. Otros investigadores, aseguran que El Cartel también se bailaba en Granada y lo caracterizan como alegre mascarada popular en el que participan disfrazados de toda clase. Antes los disfrazados eran de El Macho Ratón, La Muerte Quirina, la Vieja, el Oso, el Tigre,
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Con exactitud no se sabe realmente el origen del baile y danza de Los Diablos que acompañan a los santos patronos Santa Ana y San Joaquín durante sus fiestas. Citando a las profesoras nandaimeñas Nena Avilés, Amanda Talavera Cruz y Ofelia Larios Vélez, (1991) “Los diablos” venían bailando desde la comunidad “La Orilla”, encabezados por una señora de nombre Isabel Vicenta Cabrera, junto con sus hijos y varios miembros de la familia Navarro. Por lo que se asocia el origen de esta danza tradicional a las comunidades “La Orilla” y “La Barranca” ubicadas al noreste de la ciudad de Nandaime hacia el volcán Mombacho. Este baile se originó en coordinación con los curas párrocos Ángel Remigio Ulloa y Santiago Gutiérrez, quienes decidieron llevar la imagen hasta La Orilla por el año de 1886. (Marenco Avilés, Talavera Cruz, & Larios Vélez, 1991). Por otro lado, el historiador nandaimeño José María Zavala (q.p.d.e.), antes de su fallecimiento en 2010 contaba que el baile de Los Diablos tiene su origen en Masaya, pero también se hicieron populares en el municipio de Nandaime, aunque no precisó fecha y cuándo comenzó esta tradición en el municipio.
Una vestimenta colorida De este baile tradicional cuenta (Zavala, 2009) que antes no se danzaba con música filarmónica, sino con violín, además el vestuario era de saco de bramantes el cual lo deshilachaban. Para Zavala los danzantes no utilizaban sombreros si no que se adornaban la cabeza con flores
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TRADICIONES naturales; utilizaban panderetas en vez de pañuelos, y en vez de máscaras se llenaban la cara de contil. Por su parte Avilés et al (1991), cuentan en el Boletín del Centenario de Nandaime, que en la vestimenta de los danzantes se veían caites, medias, pantalón bombacho corto, nagüita de vivos colores, sombrero profusamente adornado con flores, espejos, sonajas, y un paño o toalla para los movimientos del baile. Por lo general, Los diablos le cantaban versos a Santa Ana. En esto último coincidió Zavala, quien dijo que Los diablos le ofrecían versos a Santa Ana; versos o coplas en los cuales se dejaba en evidencia la devoción que tenían hacia ella o el agradecimiento por los milagros recibidos. Asimismo las inditas ofrecían versos y coplas a Santa Ana y después se dedicaban a venerarla a través de los bailes. La vestimenta actual consiste en zapatos, medias, pantalón bombacho corto, nagüillas de vivos colores, sombrero adornado con flores sintéticas o artificiales, espejo, sonajas y un pañuelo para los movimientos. El baile de los diablos en Nandaime es distinto a los bailes de los diablitos en Masaya o Jinotepe. Su fuerza, sus pasos y resistencia lo diferencian totalmente. Para Blanca Urbina, Los diablos es un distinguido baile frenético; de reverencia a Santa Ana y San Joaquín. “Siempre se ha bailado en dos filas, yendo hacia adelante y luego dar vueltas y regresar hacia Santa Ana y San Joaquín para hacerle una reverencia, a través de lindas coplas de alabanza, tal como se hace en España con la virgen de la Macarena. Las coplas eran rimadas y al parecer ellos mismos las inventaban” (Urbina, 2009). Los adornos del traje eran hechos por los mismos bailarines con la laboriosidad que les caracterizaba. Las flores eran echas de papelillo de china y las cintas eran de tafetán para dar el tono brillante, las que eran cortadas con tijeras de “piquear”. Era un baile exclusivo de varones.
Una mezcla de culturas Urbina afirma que ese pintoresco baile posee elementos propios de las mezclas entre nuestra población indígena y afro-descendiente con la casta española; por lo que se diferencia de los bailes de Masaya, Nindirí u otros municipios de los pueblos blancos. La riqueza y particularidad de nuestro baile de Los diablos radica en el hecho que tuvimos el privilegio de tener dos enclaves de esclavos: En el Valle Menier donde trabajaron en las plantaciones de cacao y en el Pital donde se trabajó el añil, un colorante natural que se exportaba a Europa. A los esclavos les gustaban los trajes de sus amos y les imitaban de una manera burlesca algo que podemos observar en las filas que se arman en el baile de Los diablos. Estas mismas filas se podían observar en los bailes de salón o de sarao de las elites españolas. Nuestros esclavos en forma de burla los imitaban y lo hacían de una forma endiablada, también tratando de copiar los mismos trajes (Urbina, 2009).
Otros significados Otros significados se desprenden del atuendo de esta danza. El uso del espejo en el sombrero nos recuerda el engaño de los españoles a los indígenas cuando éstos lo intercambiaban a cambio de oro y metales preciosos. El sombrero lleva punta de arpones de colores que pueden representar la herramienta de vida pues con éstas pescaban, cazaban y emprendían sus luchas de resistencia contra la opresión y esclavitud. Las flores nos hacen el llamado a respetar y venerar la madre naturaleza. La mascara representa el rostro del colonizador y sus ropas una forma de imitarlos y ridiculizarlos al mejor estilo güegüense. Los pasos muestran su apego a la madre tierra, la resistencia y el dolor de estar sometidos a la peor barbarie humana cometida por los colonizadores europeos.
Los diablos de las comunidades El Jabillo y La Pita En el año 2009 el Centro Comunitario Oscar Arnulfo Romero, inició con la promoción del baile de Los diablos de las comunidades rurales El Jabillo y La Pita, colindantes con los límites territoriales de Carazo. Es un baile que se practica desde hace muchos años, pero que los nandaimeños de la zona urbana no conocíamos. Este baile es una versión en la que se mezclan rasgos del baile de Nandaime y del Jinotepe. Según los bailarines, entre ellos Don Francisco Aragón, a menudo lo bailan en las velas de Santiago y también de Santa Ana. El Baile de Los diablos de la zona rural se diferencia también por la música, la cual se toca con violín y guitarra. El principal intérprete y violinista era el señor Félix Baloy Cortés de 87 años de edad hasta la fecha de publicación de este artículo en 2010.
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TRADICIONES Los pasos del baile de los diablos Alejandro José Aguilar, es el diablo mayor que guía a los demás durante la peregrinación de Santa Ana y San Joaquín, hacia la comunidad La Orilla. Comenzó a bailarle a nuestros santos patronos cuando tenía 12 años producto de una promesa que su mamá había hecho a la patrona para que lo curara de una enfermedad que padecía. El Diablo Mayor lo elige el comité de fiestas, pero también lo puede designar el Diablo Mayor saliente. Una vez tomado el puesto puede renunciar cuando haya problemas de salud, por razones personales o porque fallece. Aguilar afirma que el baile de Los Diablos es un baile movido y agitado. Quien desee bailar Los Diablos debe gozar de mucha energía, además tomar en cuenta los siguientes pasos que hacen que el baile sea admirado por los y las espectadoras. Son siete los pasos del Baile de Los Diablos. Pase de las vueltas: Se comienza bailando con el pie izquierdo y se hace una vuelta. Pase del Marchado: Se marcha hacia delante y se devuelve, se empieza también con el pie izquierdo. Pase rápido: Es un paso más agitado, marchando rápido tirando los pies a ambos lados, siempre comenzando con el pie izquierdo. Pase del pañoleo: Es un saludo que se le hace a Santa Ana, en el cual va hacia arriba el pañuelo, haciendo un paso de brincadito y con movimientos en las manos y en los pies. Se empieza también con el pie izquierdo. Pase del mantenido: Se baila en un solo lugar haciendo movimiento de izquierda a derecha. Pase del descansado: Es un paso para descansar y también
avanzar, se marca el paso despacio y se avanza, se comienza siempre con el pie izquierdo. Pase del abanico: Se baila en forma de abanico con un movimiento circular ambos lados, se utiliza las manos y los pies. Siempre en todos los pasos primero se utiliza el pie izquierdo. Para la profesora e historiadora Nena Avilés como el baile de Los Diablos de Nandaime no hay dos “El Nandaime te vuela la pierna de una manera espectacular, con aquel ritmo que te deja admirado”.
Los diablos y sus orígenes en el mundo Según datos de Internet se tiene memoria de la aparición de una danza de Los Diablos que en Europa y el “nuevo mundo” coincidía con la fiesta del Corpus Christi, la infraoctava del Cuasimodo y/o también llamada la celebración del Santísimo Sacramento de la Eucaristía. (Rojas, [2004] cita a Rivas, Roberto [2002]). Esta fiesta apareció en Europa en 1264, diseñada por santo Tomás de Aquino a pedido del Papa Urbano IV, y fue difundida por América con la Conquista en el siglo XVI, alcanzando su apogeo en el siglo XVII. La danza de Los Diablos alcanzó grandes dimensiones en Suramérica; específicamente en Perú con los afrodescendientes, siempre en el marco de la celebración del Corpus Christi. A diferencia de otras ciudades de la América colonizada la celebración en Lima se caracterizaba por la gran participación de la población negra; ya que de acuerdo a estudios históricos, Lima fue la ciudad con la mayor
El baile de las Negritas de Nandaime Pero buscando y hablando con la gente, al parecer existió también el Baile de las Negritas de Nandaime. Doña Cándida Rosa Obando nos relató brevemente sobre este baile, el cual lo sacó por primera vez la señora Ana Morga y luego lo continuó su mamá Bruna del Carmen Álvarez Guzmán ya fallecida. Las negritas usaban trajes de folklore floreados, güipil colorido; a veces se ponían sombreros con flores, o amarrado en la cabeza un trapo como negras y viejas; asimismo se pintaban la cara de negro para parecer negritas. Ellas cantaban a Santa Ana, tal como lo hacían “Los diablos”, pero Doña Cándida no recuerda la letra de los cantos. Los pasos y la música del Baile de las Negritas eran los mismos de la Marimba. Estas mujeres iban a dejar a Santa Ana hasta la orilla como promesa y por devoción. Baile de “Las Negritas de Nandaime” representado por jóvenes del grupo Yolihuaní del CCOAR.
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TRADICIONES concentración de negros de todo el hemisferio occidental durante el siglo XVII y siguió siendo predominante durante toda la Colonia. Y aunque los negros participaban tanto en el Día del Corpus como en la Octava y el Domingo de la Infraoctava, esta última procesión tenía para ellos una importancia particular pues desfilaban ante el Virrey, por lo que se esmeraban más que nunca en su actuación.
terminaban admitiéndose diablos y aceptar gustosos sus papeles. Aunque las danza de Los Diablos tuvo su origen en España terminó siendo asumida y sobre todo adaptada por los afroamericanos e indígenas.
Todas las cofradías negras participaban separadas por género e iban acompañadas de figuras grotescas entre Los Diablillos, figuras deformes que representaban a genios del mal, servidores del dragón, pero que junto con él habían sido vencidos por el Cristo Eucarístico a quien ahora servían y le hacían reverencias. ¿Pero que había detrás de la participación de negros e indígenas? Las colonias de América con los negros esclavos e indios sojuzgados y bajo la sutil apariencia de un día de total “libertad”, el dominador invitaba al dominado para que practicara sus más espectaculares danzas ancestrales. El fin que se perseguía era utilizar su cultura “pagana” como encarnación del “mal” y relevar así la sagrada imagen del “bien”, identificando a los primeros con el propio diablo. Tuvo éxito dicha estrategia que muchos de los denominados
Baile y representación del Toro coronado de Nandaime. Homenaje a Santa Ana. 2009
Significado de la danza del toro y otras manifestaciones La negra figura del toro se encuentra indefectiblemente unida al hombre español desde tiempos primitivos. Representación de fuerza y fiereza para quienes conquistaron nuestras tierras. El toro y el hombre estaban destinados a convivir y a combatir. Los textos bíblicos son la primera referencia escrita que existe sobre el toro. Dios hizo el mundo y lo pobló con infinitas especies, entre ellas, el toro y, por supuesto, el hombre. Uno y otro han convivido durante siglos e, incluso, antes de las referencias sagradas, las tribus primitivas significaron la atracción que les producía dicho animal sobre las calizas rocas de sus cavernas. Festejos similares a los celebrados por los griegos, quienes sentían predilección por el toro y, con él, celebraban fiestas en honor
de los dioses que, a su vez, recibían sobrenombres taurinos. Se cuenta que en los primeros años del mestizaje festejaban en algunos pueblos del sur de Nicaragua la danza del toro y del venado, símbolos de la lucha entre dos poderes -el sol y la luna. El toro era un símbolo de fuerza para los españoles y el venado para los indígenas era un símbolo mágico asociado con la deidad solar y con la luna señora del bosque. Las danzas relacionadas con el toro tenían una estrecha relación con la rebeldía contra los españoles, demostrando el indio agilidad y destreza. Así mismo en los Andes por ejemplo, se pone a combatir el Cóndor y el Toro, el que se realiza como un recuerdo a la resistencia
y la lucha de los indios (en la representación del Cóndor) con los conquistadores españoles (en la representación del Toro). Y es que eso lo podemos ver en los pasos de los sones de toro, la forma como se danza al toro, provocándolo, “jochándolo”, demostrándole poderío sobre él, etc. Además, se denotan los rituales y expresiones que se realizan en El Toro Coronado que sale los 27 de Julio en Nandaime; la forma como se trata de dominarlo, ridiculizarlo e incluso doblegándolo mediante la puesta de la corona de flores y el bejuco a manos de las mujeres, lo que significa que lo podemos dominar con toda nuestra astucia, encanto, perspicacia e incluso utilizando los elementos de la naturaleza (las flores y el bejuco).
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TRADICIONES De dónde viene el güipil o huipil Cuenta la historia que Nicaragua fue poblada por primera vez por mayas y Nahuas los que se establecieron en la región central del país. Así también se establecieron otras etnias y nuestro territorio fue un lugar de transito y convergencia de las diferentes grupos indígenas y hasta de especies de flora y fauna. Es natural creer que lo anterior marco nuestra cultura y por ende todas sus formas de manifestación. El Huipil, es un ejemplo concreto a lo dicho anteriormente. La palabra huipil viene del náhuatl huipilli que significa una blusa adornada— con motivos coloridos que suelen estar bordados— propia de los trajes indígenas México y Centroamérica. Para los mayas asentados en nuestro región el huipil estaba tejido en tres partes y en tres colores: blanco (de fondo), rojo (de fondo) y rojo obscuro (de fondo). El blanco significaba virginidad, pureza y lo utilizan las señoritas; el rojo sugería respeto, responsabilidad, mujer lista para la producción y era para gala; en tanto el color rojo obscuro quería decir que la mujer que se lo ponía era una mujer madura, de mucho
Huipiles de nuestros ancestros.
respeto, de mucha experiencia y que a la vez se encontraba fuera de la reproducción. Las hechuras del huipil varían de acuerdo a la región donde vivían los autóctonos y los significados que les atribuían. Estas variaciones también tienen que ver con la influencia y las imposiciones de los conquistadores españoles que obligaban a sus esclavos (negros e indios) que adaptaran sus propias vestimentas al estilo de sus amos españoles; sin embargo dejaron sus propios rastros.
Recordemos toda la riqueza cultural que tenían nuestros antepasados a la llegada de los colonizadores. Si bien es cierto que quisieron desaparecer toda nuestra cosmovisión y expresiones culturales, nuestro pueblo precolombino hizo resistencia y buscaron formas para dejarnos su huella y legado, lo podemos ver y sentir en nuestras danzas, comidas, creencias, etc. Los negros e indígenas aprovechaban las danzas para, de manera oculta, celebrar a sus deidades y por supuesto mofarse de los colonizadores españoles. Cambiaron sus mascaras originales por mascaras con rostros de europeos como una estrategia de seguir adorando a sus dioses y a la vez evitar que los incivilizados colonizadores los quemaran vivos en las hoguera acusándolos de herejes y demonios.
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En general en el huipil representaban su cosmovisión del mundo, todo era místico y sagrado. El huipil era una prenda que indicaba que la persona debe vivir con la naturaleza y guardar el equilibrio con la misma, siendo así que las mujeres que usan el huipil anuncian esta integración del ser con el todo. Por eso los elementos y símbolos que reflejan elementos de la tierra, sus formas y vidas. (Trencillas, flores, animales, colores, etc.) debe ser preservada en nuestros atuendos para mantener vivas nuestra tradición.
El baile de Los indios Según las profesoras Avilés, Talavera y Larios (1991) la danza de Los Indios era otra manifestación folklórica que apareció por la misma época que “Los diablos”, y consistía en dos largas hileras que llevaban dos capitanes adelante para las vueltas y movimientos del baile. El vestido consistía en una enagua larga de cretona floreada de vivos colores y un güipil blanco, a veces adornado con lentejuelas y chaquiras para que al sol despidan brillo. Ellas afirman que originalmente los indios se anudaban el pelo en dos trenzas rematadas con cintas y se pendían flores de reseda y sacuanjoche. En las manos llevaban ofrendas a la Virgen dentro de un guacal de jícaro labrado,
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TRADICIONES Fuentes consultadas Bibliografía
Baile de “Los Inditos” . Obsérvese el Güipil de color rojo; acompañado con una falda floreada.
que tapaban con un mantel almidonado. Cuando bailaban, emitían sonidos con un anillo que friccionaban sobre el guacal. Usaban mucha bisutería como pulseras y collares de fantasía. Este baile todavía se ejecuta durante las fiestas patronales de Nandaime. Otras versiones afirman que las Inditas fueron combinando su atuendo autóctono con las modas europeas. Pues es el resultado de la conquista (violenta) pero que dio resultado a una mezcla de culturas ( especialmente indígena, negra y española) que se expresan en nuestras danzas, comidas, tradiciones, vestimentas típicas, etc. A veces se vestían de falda típica (faldón) y su huipil o este último con mantilla, abanicos y sombrero. Los estilos varían de acuerdo a la región.
Otros bailes, un reto de investigación Otras personas relatan que en Nandaime se bailaron “El viejo Barrigón”, “Las Neritas”, “Sansón”, “El baile del Gigante”, “El baile de la Vaca”, entre otras danzas que constituyen un reto de investigación. A la espera que de aquellos pobladores que conozcan información al respecto para terminar de nutrir este texto.
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TRADICIONES
La fiesta de la Cruz en Nandaime
“La Cruz es signo de protección, y a veces la gente toma la iniciativa de ponerla, porque tienen fe, y todo sucede por fe”.
Dina Chávez, Silvia López y Doña Sara Obregón (q.p.d.e) al pie de la cruz en el barrio Juan José Quezada, al sur de Nandaime. Foto: Eliette Mejía, 2008.
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TRADICIONES
n Nandaime existen 4 cruces, las cuáles forman la figura de una cruz que cubre todo el municipio. Si tomáramos un aeroplano o bien si tuviéramos la oportunidad de volar por encima de Nandaime, dibujaríamos una cruz gigante abarcando casi todo el casco urbano.
“Yo compré aquí hace años, y me interesaba saber porque estaba esa Cruz aquí, y me dijeron que era por una peste que había habido en Nandaime. La cruz antes era de madera, don Toño Morales me apoyó para hacerla de concreto. Año con año la rezamos, este año como el barrio está de duelo no se rezó pero sí arreglamos la Cruz”.
La parte superior o la cabeza se encuentra la cruz de El Calvario; en la parte inferior está “la cruz verde” ubicada en la esquina de la casa de la señora Lourdes Cruz y los brazos están ubicados en el barrio Juan José Quezada, y en el barrio Oscar Turcios, donde se encuentra la cruz de “El muñeco”, pues así se le llamaba al barrio antes del nombre actual.
Una vez que esta Cruz fue elaborada de concreto hubo una misa campal para bendecirla, oficiada por el Sacerdote Juan Ortega. Las celebraciones de la Cruz ubicada en la esquina de la casa de la señora Lourdes se han caracterizado por ir acompañada de filarmónicos y juegos de pólvora.
Origen de la tradición Doña Sara María Obregón de 78 años (q.p.d.e.) nos contó en 2008 que su bisabuela, María Nestora Morales, contaba que en “Nandaime hubo una peste de diarrea; la gente moría de la diarrea, no había cura y eran mortandades de gente”, lo cual supone el origen de la tradición y la ubicación de las cruces. Aunque no se conoce fecha exacta se dice que el hecho tiene más de cien años y que, cuando ocurrió la epidemia; según contó Doña Sara, “la gente escuchó voces en el cielo que cantaron el ´mil gracias´ y cantos alusivos a la cruz”. Debido a los testimonios el párroco de la época mandó que en cada barrio se colocara una cruz, con lo que la peste desapareció. Desde esa época la fiesta de la Cruz se ha celebrado en Nandaime, aunque ha habido momentos que la tradición ha estado a punto de perderse. Según doña Sara fue el Padre Juan Ortega a finales de los ochenta quien organizó a los barrios para celebrar el día de la Cruz. Desde entonces se le festeja en el barrio de Doña Sara Obregón. “Mi bisabuela cada tres de marzo mandaba a echar una pana de agua al pie de la cruz, yo no se porque mi bisabuela hacía eso, pero yo lo hago cada 3 mayo”, contó en su momento doña Sara María, quien dijo haber tenido mucha fe en la Cruz y mantuvo la tradición hasta su fallecimiento en 2010. Por su parte Doña Lourdes Cruz, cuenta que tomó la decisión de encerrar la Cruz que se encuentra en la esquina de su casa, para la seguridad de la misma puesto que antes la botaban los camiones que transitaban por la calle.
La Cruz ubicada en el Calvario es celebrada únicamente su propio día, el 3 de mayo, mientras que en la Cruz de “El Muñeco” la tradición se ha perdido, puesto que doña Victoria Jirón, quien había tenido la tradición de celebrarla ya falleció. La Cruz de El Muñeco, originalmente estaba ubicada en medio de la calle donde se ubica.
El Agua y la Cruz El padre Bismark Bermúdez, afirma que la Cruz es la identificación del cristiano con el mismo Cristo, y que en los mares, en lugares altos y solos se acostumbra poner la cruz. “En los mares porque es lugar peligroso y se invoca la protección de la cruz”. Así mismo nos dice que el agua en el mar es signo de muerte y vida. Es signo de muerte porque ahí fue crucificado Jesús y signo de vida porque Jesús resucitó y de ahí surge la vida plena. El origen de las cruces ubicadas en Nandaime, que cuentan personas de la tercera edad, coincide con la acción de la Iglesia Católica “Cuando ha habido grandes epidemias, pandemias y desastres se manda a poner una cruz, es signo de Cristo. La Cruz es signo de protección, y a veces la gente toma la iniciativa de ponerla, porque tienen fe, y todo sucede por fe”, nos comentaba el Diácono Bermúdez.
La cruz para los indígenas Para los indígenas mesoamericanos (desde México hasta Panamá), la cruz estuvo relacionada con los cuatro elementos: la tierra, el agua, el fuego y el aire; así como los cuatro puntos cardinales: Norte, Sur, Este y Oeste. Hay que recordar que para los indígenas el árbol de Jícaro era sagrado porque sus hojas tenían forma de Cruz, lo cual representaba los cuatros puntos cardinales o los cuatros elementos.
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TRADICIONES
“Las Ánimas”
una tradición olvidada
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a procesión de las Animas”, una tradición propia de Semana Santa, ha quedado únicamente en los recuerdos de algunos pobladores de Nandaime; ya que desde hace aproximadamente 50 años no se realiza, según estimación del señor Coronado Quiroz Molina originario de Nandaime, con 109 años de edad, hijo de Dionisio Quiroz Núñez y Ana Francisca Molina. Don Coronado, recuerda que esta procesión salía el Lunes Santo, “esta era la primera procesión de la Semana Santa, y el punto de partida era la iglesia Santa Ana”. En la iglesia se reunía un grupo de personas del pueblo quienes iban acompañados de músicos populares, los cuales utilizaban instrumentos como pitos de papaya; muy similares a los que se acostumbran a darse en las Purísimas. Iban alegres cantando en su recorrido por las escasas calles del Nandaime de entonces, cuenta el abuelito.
Para recaudar fondos La procesión de la ánimas tenía como objetivo la recaudación de fondos, “se salia a pedir limosna” para los gastos de las actividades propias de la Semana Mayor. Cuando pasaban por las casas del pueblo, los que participaban en la procesión ofrecían coplas en señal de agradecimiento; o bien de reproche dependiendo de la generosidad de la casa que visitaban. Don Coronado compartió con ANDAR
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una copla de agradecimiento, la cual se pronunciaba en la procesión de las animas: “Esta casa es de acero en donde vive un gran caballero”. Asimismo Doña Carmensa Veliz Ordóñez de 106 años de edad, recuerda la tradición, y nos comenta que las personas también pregonaban por las calles una oración que se recitaba así: “Animas somos y del cielo venimos”; Juliano Cubillo fue la última persona que se preocupó por seguir la tradición. Él acompañado de niños y niñas salían a las calles, pero después de su muerte nadie siguió con la tradición, y ahora esta costumbre, es sólo un recuerdo de una de nuestras tradiciones dejada en el olvido.
Sumo respeto a la Semana Santa Finalmente don Coronado recordó con nostalgia la importancia que las personas le daban a la Semana Santa, “Nuestros padres nos inculcaron el vivir estos días con gran respeto, se preparaban comidas especiales, con varios días de aticipación se cocian tamales pisques para no encender fuego en los días santos. No estaba permitido en la Semana Mayor ver un montado a caballo o andar en vehículo. Las personas de aquella época respetaban las tradiciones yo creo que eran más bondadosas, hoy todo eso se ha perdido”.
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TRADICIONES
Apuntes sobre la Reseña
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iempre me he preguntado cuándo se inició La Reseña, a qué se debe esta costumbre? y salí a preguntarselo a personas mayores y la mayoría coincide en que en primer lugar esta tradición estaba ligada a las actividades religiosas; posiblemente fue una práctica introducida con los colonizadores españoles que nos transmitieron además de costumbres, el idioma y la religión. Se sabe que realizan la reseña en otras partes de Nicaragua, como en Masaya y Chontales; por tanto no es invento de los nandaimeños. También vemos por televisión personas de varias partes de Europa y América con similitudes religiosas a las nuestras; en tiempo de Semana Santa, vestidas de la misma manera pagando promesas o por otras causas.
Cuánto he querido escribir sobre este elemento de nuestra cultura, que ya se distorsionó, pero tal vez se recupera, si todos hacemos un esfuerzo.
En segundo lugar se debe al inicio de los días más respetados de la Semana Santa, el Miércoles que antecede a un solemne Jueves Santo, al santificado Viernes Santo, a un imponente Sábado de gloria y a un esperado Domingo de Pascua con todas sus celebraciones llenas de fe. También he preguntado ¿A qué se debe la hora de La Reseña?; ¿A las doce del día? Las respuestas fueron lógicas. El medio día, la hora de la crucifixión de Jesús, y en por otro lado es la hora de la anunciación a la santísima virgen. El recorrido de La Reseña ha sido siempre el mismo. Es por las calles donde pasan las procesiones. La Reseña que inicia en El Calvario, recorre algunas calles, pasa por la iglesia de Santa Ana y regresa de donde salió. La reseña que sale de la iglesia Santa Ana pasa por las calles tradicionales. El recorrido por las calles era al trote, silencioso y de fondo se escuchaba el sonido de la campana. Era conmovedor ese aviso, las esquinas estaban saturadas de personas; adultas, jóvenes y niños. Jesús fue objeto de burlas y esto hace recordar La Reseña. Recuerdo que eran tres las personas las que salían en la reseña, uno llevaba la cruz, en este momento él representaba a Jesús, iba adelante. Otro llevaba la escalera, todos sabemos que fue utilizada para subirse a desclavar al Señor. El tercero hacía sonar una campanilla, las que todos los católicos escuchan para ponernos de rodillas a la hora de la consagración. Por los años ochenta se aumentó el número a cinco personas, utilizando los instrumentos relacionados con el templo. El agua bendita y un látigo. Este último no se empleaba ni para asustar a la gente ni mucho menos para desquitarse con la muchacha que no les hace caso, ni para darle al rival ni al enemigo. Un máximo de doce personas llegaron a participar en La Reseña, quienes representaban
La Reseña, miércoles santo. Foto: Carlos Argüello
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TRADICIONES
a los doce apóstoles. En el trayecto de la reseña, el que representaba a Jesús era custodiado y cuidado por el resto. Con el tiempo La Reseña ha venido perdiendo un poco de su sentido original, se ha desvirtuado su contenido y ahora es comun ver prácticas incorrectas como tirar agua con anilina y tomates. ¿Cúando se incorporó a esta tradición la costumbre de lanzar tomates, naranjas, agua sucia y las piedras? Hoy en día la cantidad de personas que participan en La Reseña ha aumentado en cantidad; y es lamentable que se haya perdido el respeto por lo ajeno, algunos lo ven como mera diversión, golpean con las tajonas en las puertas de las casas, en los vehículos, o a las mismas personas, no hay respeto ni por niños, ni por personas adultas. Antes estábamos conscientes del significado de la reseña; pero en la actualidad la mala actitud de algunos nos hace sentir mal, apenados y avergonzados al ver deformada Finalmente dedico este artículo a aquellas personas que han participado de La Reseña, los que viven y los que han fallecido. Augusto Chávez Alejandro y Manuel Duarte. Julio Larios. Manuel Dumas. Bayardo Morales. Mundo Castro. Sergio Salazar. Edwin Morales. A los que viven: Roberto Guzmán. Luis Romero. Alejandro Bonilla.
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Bayardo Gutiérrez. Ronald Aguilar. Wilfredo Miranda. Jaime Molina. Manuel Vanegas. A los que tocaban las campanas: Toñito Guevara (q.e.p.d). Pedro López. Enmanuel Gutiérrez. Néstor Lugo.
nuestra tradición. Muchas personas son de la opinión que sería mejor no continuar con esta costumbre o volver a las raices de la tradición. Hace algunos años hasta se invitó a los jóvenes que deseaban participar, a compartir una charla con la Policía y personas notables. El resultado fue un mayor orden y respeto. No obstante en mi opinión los que deben participar son aquellos jóvenes comprometidos con las actividades religiosas, no los ajenos o los que nunca visitan el templo y ven en La Reseña, la ocasión de hacer el desorden. Todos debemos poner de nuestra parte, las abuelas, los abuelos, padres de los jóvenes, tíos y los mayores en general, para rescatar esta tradición y que se haga como debe ser, tal como nació, todos podemos devolverle su verdadero significado.
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Costumbres
Foto: Yessenia Ord贸帽ez, 2008 CCOAR
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COSTUMBRES
El chancho en la dieta de todos los sábados en esos años: “A todo chancho le llega su sábado” Es de gran regocijo el comentario que realizamos los maestros y las personas mayores sobre nuestras costumbres y en especial el de las comidas. Todos los sábados la dieta consistía en los derivados del chancho. En las mañanas los chicharrones; al mediodía el arroz con chanco y en la noche nacatamales. Y los domingos también; por la mañana, el infaltable consumido, todavía buscado especialmente en El Burillo y en el almuerzo una sopa acompañada de arroz y salpicón. Era emocionante escuchar el repiqueteo de los machetes en los tablones de todo el barrio cuando estaban picando la carne, ya que el salpicón lo preparaban en tablas. Recuerdo que la carne para la sopa se compraba “por pesada”. “Una pesada” equivalía a dos libras de hueso que ajustaban con un tanto de posta; con esta carne se hacía el salpicón. En el Mercado Viejo se vendían “las pesadas” de carne, las que eran ofertadas por los matarifes (carniceros) en sus diferentes tramos, entre ellos podemos recordar a: Don Adán Argüello, Don Hernán Talavera, Don Samuel Talavera, entre otros.
El arroz con chancho de todos los sábados María de Jesús Gutiérrez Larios
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on el propósito de que la generación joven de Nandaime conozca algunas costumbres de su pueblo, las ame y las valore como algo especial, escribo este pequeño recuerdo sobre su quehacer de antaño, lo que nos identifica como ciudad genuina y nos orgullecemos de ser así. Las comidas típicas como el ajiaco y los pinoles son propios de este municipio y nos han identificado desde que era un pueblito. Hablando siempre de comidas, cabe mencionar el cerdo. En las décadas de los años 50´s y 60´s generalmente en las mayorías de las casas se engordaban cerdos para procesarlos de diferente manera; principalmente en los más variados platos que nuestra generación que aún sabe preparar y que forman parte de nuestro consumo popular. Era muy común escuchar el alarido de los cerdos en muchas casas cuando a estos se les sacrificaba en las madrugadas o las mañanas del día sábado. De ahí el dicho muy popular
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Para dar un ejemplo de la costumbre del almuerzo de los sábados, un día estaba recordando algunas anécdotas con la profesora Rosita Bonilla, de repente vino a su memoria “el arroz con chancho” y dice: “yo vivía frente a doña Esperancita Leypón, por el año 1966; un día sábado acercándose el mediodía, por casualidad nos encontramos al Profesor Humberto Zepeda (q.e.p.d.), al señor Luis Guillermo Castillo (padre), el Profesor Gilberto Ramírez y la profesora Connie Sandino”. Zepeda le preguntó a Rosita¿Qué vas a comer ahora “ancianá”?- ella respondió: -“pues arroz con chancho”-, todos rieron soltando una carcajada al unísono, porque en cada una de las casas de ellos la comida era arroz con chancho. Había veces en que se sustituía el arroz por el pinol. Existen otras costumbres que los niños, niñas y jóvenes debieran conocer para que se identifiquen con este pueblo, con sus raíces que son tan bellas. Gracias a la revista ANDAR por escribir y publicar historias de este lindo municipio.
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COSTUMBRES
“La bajada de los pantalones”
Recordando los viejos tiempos con el señor Antenor Ruíz Núñez Marvin Ruiz Larios
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oy por hoy hablar de pantalones largos a cualquier edad es cosa normal y muy cotidiana; sin embargo en los años cuarenta y cincuenta, usar los pantalones largos era algo exclusivo de las personas que lograban trabajar y costear el pago de la tela y la hechura del pantalón. “La llegada de la bajada de los pantalones” era el día más esperado e importante para los chavalos de aquellos tiempos; pasar de los pantalones “chingos”, a los pantalones largos y sentir que habías escalado un peldaño más en la sociedad, era sinónimo de elegancia, madurez, poder adquisitivo, entre otras representaciones sociales. Cuando llegaba el momento de la bajada de los pantalones un muchacho “podía jalar, ir a pedir permiso a la casa de la muchacha que le gustaba, ya uno era visto de otra forma por ellas y por las personas adultas”. Don Antenor Ruíz de 88 años recuerda con alegría y nostalgia aquellos tiempos: “Cuando era chavalo soñabamos con el día de la bajada de pantalones y una manera de conseguirlo era encontrar un empleo, yo por ejemplo lo que hice para bajarme los pantalones fue buscar trabajo en la oficina del telégrafo como mensajero; andaba dejando cartas y telegramas por todo el pueblo”. Los pantalones “chingos” eran usados por los niños hasta los 14 ó 15 años de edad, y era al inicio de la adolescencia y con los cambios en el desarrollo físico que uno sentía la necesidad de pasar a otra etapa. En ese momento es cuando buscaban trabajo y “volaban los pantalones cortos”, comenta Ruiz. “Yo me bajé los pantalones con otros chavalos como: Manuel Bonilla, Saturnino Larios y Luis “bigote” (q.e.p.d), y con otros pocos que ya no recuerdo. Nos juntamos en una procesión de Semana Santa y para celebrarla nos fuimos a tomar unos tragos” recuerda con orgullo don Antenor Ruiz, quien recuerda que los pantalones largos eran confeccionados por don Filadelfo Dávila (q.e.p.d), un reconocido y famoso sastre de Nandaime por aquellos tiempos. Don Antenor Ruiz Núñez. 2011 CCOAR
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COSTUMBRES
¡Silencio, hay luto en el barrio! Lic. María Estela García
El luto
l espíritu de solidaridad afloraba en el vecindario cuando una de las familias perdía a un ser querido: ¡Silencio, hay luto en el barrio!, se susurraba en voz baja y no se escuchaba sonar una radio solamente, y en volumen muy bajo, las radios novelas que las mamás de aquellos tiempos disfrutaban escuchando.
Era riguroso un año de negro completo por muerte de padres, conyugue o hijos y otro más de “medio luto”. Una forma especial para invitar a las personas a rezos y misas era utilizar los servicios de “La niña Matía”, señora mayor de edad, soltera, que visitaba los hogares para informar día, hora y lugar de los servicios religiosos (misarezos) y otros, como el dar comida a los niños para ayudar al “ánima en pena”… (el fallecido).
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Cuando alguien fallecía, los vecinos cercanos, arreglaban la casa, ponían las cortinas y preparaban todo para la vela. Se elaboraban ramos y coronas con ramas de jícaro a las que iban tejiendo flores en especial las de disciplina y eran enviadas para adornar el féretro del difunto. Existía una forma especial de dar el pésame entre las mujeres: se tomaba la mano de la doliente y en ella se depositaba, envuelto en un papel, cierta cantidad de dinero, de acuerdo a las posibilidades de cada amiga. Durante el velorio se repartían rosquillas, café, pan, licor y cigarros. Se realizaban los “juegos de prendas”, como “El Soldado”, “…. Por aquí pasó un soldado, todo roto y remendado, todo llevaba…pero lo que no llevaba era zapatos”, y la personas que era el zapato tenía que estar presto a responder: “zapato llevaba, lo que no lleva era… ¡camisa!”, y el otro u otra tenía que responder, y si no lo hacía pagaba una prenda, por lo que más tarde tenía que cumplir un “castigo” lo que era aprovechado por los muchachos y mandaban a la dueña de la prenda a besarlos. También durante los velorios se contaban cuentos, historias y leyendas. “Güicho Luna” era uno de los famosos por narrarlos.
Los nueve días o novenario Para los nueve días, solidariamente, cooperaba el barrio tomando algunos vecinos uno de los nueve días para dar el refrigerio o” brindis”. El último día se rezaba de forma normal a las 12:00 del mediodía. Por la tarde se celebraba una misa y a partir de las 6:00 p.m., los rezos podían ser dos rosarios o uno de quince misterios.
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Así se llevaban a cabo los duelos hace más de 50 años, cuando en Nandaime no todos en los barrios poseían energía eléctrica y los dueños del muerto podían expresar de forma espontánea su dolor, sin pena de que los vieran llorar, gritar o desmayarse.
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COSTUMBRES
Doña Esperanza Leypón, en su casa de habitación, muestra parte de los recuerdos de su padre don Emilio Leypón. 2010
Por los caminos del transporte nandaimeño
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ás de medio siglo, ha transcurrido desde que la ciudad de Nandaime inició un proceso de trasformación en sus medios de transporte. En aquellos tiempos apenas se escuchaba de los trabajos de construcción de la carretera entre Managua y Jinotepe, la carretera panamericana, o la carretera vieja a León, según nos cuenta Luis Fernando Montenegro, quién participó en dichas labores. Montenegro de 80 años y oriundo de Diriamba recuerda que para viajar a la capital, Managua, y a otras ciudades tenia que utilizar el tren.
Los caballos y las carretas Pero el principal medio de transporte en Nandaime lo constituían los caballos y las carretas. “Habían quienes alquilaba caballos por día. También habían carretas que salían punteando el sol, cinco o seis de la mañana y venían de regreso a eso de las ocho de la noche”, cuenta don José Antonio Morales Castillo mejor conocido como “Toño Morales”. Su hermana doña Pastora Morales, recuerda que la persona que tenía como cinco carretas
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COSTUMBRES para transporte era conocido como “Mingoyo”. Don Toño, relata que hasta los comerciantes como Augusto Argüello y Salvador Monterrey, quienes tenían tiendas, traían mercadería transportadas en carretas. Igualmente en el Ingenio Amalia utilizaban las carretas de bueyes para trasladar el azúcar hasta la oficina de la compañía Sugar Estates en la ciudad de Granada.
El primer vehículo de motor En los años veinte el Señor Emilio Leypón, introdujo el primer vehículo de motor; una camioneta marca Ford. Leypón se registra como el primer empresario del transporte público en Nandaime, seguido del señor Juan Murillo de la comunidad La Orilla. Hacer un viaje a Granada te tomaba el día entero; puesto que la camioneta salía entre las seis y siete y media de la mañana y llegaba a su destino a eso de las once. El pasaje tenía un costo como de cinco o seis córdobas. En ese entonces no había carretera de Nandaime a Granada, eran caminos, casi trochas recuerda don Toño Morales.
Para viajar había que reservar Doña Esperanza Leypon, hija del Señor Emilio Leypon, recuerda las largas filas de personas que llegaban a su casa un día antes a reservar asiento. El precio variaba, si
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el cliente viajaba en la tina cubierta por una especie de góndola, el pasaje era menos que viajar en la cabina. Como no había carretera, en ocasiones las camionetas quedaban atascadas en el camino; “tenían que ser auxiliadas y sacadas con la ayuda de carretas, bueyes y otras bestias” nos relata la hija de don Emilio Leypon. Ford, Chevrolet entre otras marcas fueron las primeras utilizadas para el transporte público, según nos dijo Eduardo Leypon, otros de sus hijos.
Otro transportista llega a Nandaime Octavio Mejía Carcache originario de Granada mejor conocido por su apodo “Toño Wico”; fue uno de los primeros que se dedicaron al transporte en Nandaime. Formó parte de la primera cooperativa de carga y pasajeros, en los años sesenta, llamada “COOTRAP”, conformada por 20 miembros. El Wico nos contó que inició sus primeros pasos como taxista en Granada, pero después de salir ileso de un intento de asalto decidió dejar el volante. Seguido de esto le hace una oferta al señor Hernán Selva (q.e.p.d) y cambia su taxi por una camioneta, con la que inicia a trabajar en la ruta de Nandaime a Granada. La concesión de la ruta costaba, en ese entonces, seis
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COSTUMBRES mil córdobas, hoy tiene un costo de 15 mil dólares. El “Wico” recuerda haber realizado una inversión total de 30 mil córdobas para brindar el servicio de transporte de Nandaime a Granada. Con el tiempo adquirió otra camioneta, la cual la llamaban “La Wica”, esa le costó 8 mil córdobas, allá por 1969.
Don Emilio Leypón y su esposa Leonor Noguera
Primer bus en Nandaime En 1973, gracias a sus ahorros logra adquirir un bus; siendo el primero en Nandaime, destinado para la misma ruta. Él recuerda que otro de los trasportistas fue el granadino Francisco Granizo, quien tenía varios buses y hasta 8 microbusitos. Las marcas de los vehículos eran Ford, Chevrolet e International, valoradas como vehículos rápidos. La ruta de estos buses era Diriomo-Managua, pasando por Nandaime, Jinotepe hasta llegar a la capital. Antigua ruta para ir a la capital. En aquel entonces, la ruta de Rivas a Managua se hacía por Jinotepe y los Pueblos Blancos. Cuando inició la reparación de esa carretera, el trasportista Noel Selva, solicitó autorización a la cooperativa COORTAP para hacer el recorrido por Diriomo, Catarina y Masaya mientras se realizaba la obra de reparación. Al ver que el nuevo trayecto era rentable deciden dejarlo permanente. Pedro Joaquín Valle, también era transportista de esa época, y quién actualmente se mantiene, relata “Toño Wico”, quien además dice que ha heredado el oficio de transportista a sus hijos Octavio, Alejandro, Marlon y Omar Mejía. Hoy en día los nandaimeños y nandaimeñas estamos en 45 minutos en bus en Granada nuestra cabecera departamental, pero para nuestros abuelos era toda una odisea viajar desde Nandaime hacia otras ciudades.
El chino que hizo historia en el transporte de Nandaime Don Emilio Leypon, nació en 1900 en Cantón, la ciudad más importante al sur de China. Su nombre original era Pon Ley Chang y vino a Nicaragua siendo un adolescente, nos cuenta su hija Esperanza Leypon Noguera. Don Emilio optó por cambiarse el nombre, haciendo una combinación invertida de su original “Pon Ley”. Adopta el nombre de Emilio, y así nace legalmente “Emilio Leypon”, quién se casó a los 19 años con Elia María Noguera Miranda. Fruto del matrimonio nacieron cinco hijos: Elia María, Emilio, Eduardo, Esperanza y Ernesto, todos Leypon Noguera. Don Emilio falleció en 1960, fue el primero en contar con un vehículo para transportar personas y carga en nuestra ciudad y de este modo escribió una página de nuestra historia.
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SÍMBOLOS
El escudo de Nandaime
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esde el año 2002 Nandaime cuenta con un escudo, símbolo patrio local. “No era posible que Nandaime teniendo tantos elementos a los que hacerle honor no tuviéramos nada que nos identificara….” explicó en su momento María Jesús Gutiérrez, ex vicealcaldesa 20012004. Gutiérrez afirmó que en una celebración en honor al general José Dolores Estrada surgió la idea desde el gobierno municipal de elaborar un escudo, los otros municipios tenían y Nandaime nada”.
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Significado de los seis elementos del escudo de Nandaime. Las dos ramas de laurel significan triunfo. Hay que recordar que anteriormente a los/as ganadores/as se les ponía una corona de laurel en señal de victoria. Las cinco Estrellas significan el rango de General, dado al héroe José Dolores Estrada.
Para tal efecto se conformó una comisión especial integrada por autoridades del gobierno municipal y maestros/as del municipio, quienes visitaron al historiador, Dr. José Joaquín Cuadra para que asesorara a la comisión sobre elementos que pudieran identificar a Nandaime. El proceso inició en octubre del 2001.
El Cacao significa la sangre africana que corre por las venas de los Nandaimes; asimismo el cacao fue el fruto que llevo a la fama a Nandaime, por su gran calidad como materia prima para elaboración de los chocolates Menier. El cacao fue utilizado como moneda por nuestros antepasados.
El doctor Cuadra realizó una primera propuesta y así, miembros de la comisión fueron agregando y desagregando, apegados a la historia y elementos que se suponían que identificaban a Nandaime. Como por ejemplo que era un pueblo torero, cuando la historia confirma que el gallo fue todo un auge en Nandaime, aclaró el historiador Cuadra. También hubo iniciativa de colocar en el escudo a Santa Ana, Patrona de Nandaime y también a Monseñor Francisco Ulloa y Larios, quien construyó El Calvario y el actual templo de la parroquia de Nandaime.
La bandera azul y blanco es símbolo de nuestra Patria, Nicaragua y esta agrega en el centro el rostro del general José Dolores Estrada haciendo alusión a uno de los grandes hijos que ha dado Nicaragua.
La comisión especial la conformaron: Ofelia Larios, Amanda Talavera, Francisco Ponce, Victoria Vargas, Nena Avilés, Yadira Aguirre, Maria Jesús Gutiérrez. Según el libro de actas del concejo municipal 2002 Tomo II, el 30 de noviembre del 2002 en sesión ordinaria número 11 y acta número 46, punto número 7: “El concejo municipal en pleno y por voto unánime de sus miembros aprueba el Escudo
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Municipal presentado por la comisión especial el que se dará a conocer y presentara en el cabildo municipal el día 17 de diciembre del 2002 mediante ordenanza municipal”.
La Iglesia Parroquia Santa Ana, es un tesoro cultural del municipio. La Parroquia Santa Ana fue elevada a Monumento Histórico Nacional mediante el acuerdo legislativo 1735 El 18 de septiembre de 1970. El Gallo, es símbolo de la afición de este animal por las primeras familias municipales. Según la historia, los gallos llegaron a América de España, pero a Nandaime con más fuerza con las 13 familias del Virreinato de México. Nandaime fue llamado por Miguel Gómez Argüello como “La Meca de los gladiadores emplumados”. El Escudo de Nandaime, es acompañado en el centro por la siguiente leyenda: “Nandaime cuna del héroe José Dolores Estrada”.
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SÍMBOLOS
La melodía de Nandaime
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andaime, tiene su propia melodía, la que muchas personas de la localidad desconocen. Es el “Himno a Nandaime” escrito por don Arturo Tapia, un diriambino que admiraba nuestro municipio por la calidad de sus músicos y por la amistad que tenía con algunos de sus habitantes, según nos cuenta el Dr. Eduardo Leypón. Don Arturo Tapia nació y vivió en Diriamba, siendo músico y compositor. Nació el 31 de octubre de 1912 y falleció el 22 del mismo mes en 1979. Sus restos descansan en su ciudad natal.
Para Lisseth Cruz Tapia, nieta de don Arturo, su abuelo fue un gran músico y artista ejemplar ya que compuso las marchas fúnebres de colegas y amigos, así como también arregló la Oda de Amor a Diriamba.
La señora Ana Luisa Guadamuz, esposa de don Víctor Tamariz (q.p.d.e), contó que entre los recuerdos que dejó el gran músico se encuentra el guion original del “Himno a Nandaime” y en el cual se confirma que la letra y música es de Arturo Tapia.; gran amigo de don Víctor Tamariz.
A pesar de la existencia de este himno, hasta el momento de esta publicación no había sido validado, revisado u oficializado por ninguna administración municipal.
Posiblemente don Arturo escribió el himno a Nandaime en el año de 1978, el cual fue entregado al alcalde de la época, Dr. Eduardo Leypón. Asimismo se cuenta que dedicó una marcha militar al mismo alcalde y al ya fallecido don Víctor Tamariz, el mejor músico que ha tenido Nandaime.
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Himno a Nandaime Nandaime es la tierra querida donde reina la dicha y la paz. Nandaime cuna de hombres valientes donde refleja el noble corazón. Tú tienes el embrujo encantador y en tus campos la viva expresión así laboriosos tus hijos engrandecen su suelo natal. Nandaime es la tierra querida (bis) Hoy cantamos con grata alegría a esta tierra que ha visto nacer a los héroes que son galardón y orgullo de nuestra nación. En memoria al general Estrada que luchó con denuedo y valor hoy brindamos cual culto al altar la plegaria del himno al cantar. Nandaime es la tierra querida Música y letra: Arturo Tapia
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Sabías que... El nombre de NANDAIME es de origen Chorotega, de las voces NANDA que quiere decir “arroyo” y el término IME que indica “abundancia”. NANDAIMÉ significa “Lugar de abundantes arroyos”. Nandaime fue elevada a categoría de ciudad el 29 de octubre 1890 y que tuvo dos asentamientos anteriores al actual. La parroquia de Santa Ana fue elevada a Monumento Histórico Nacional mediante el acuerdo legislativo 1735 en el año de 1990. Su construcción inició en 1859 y culminó en 1872. El templo de “El Calvario” (Hoy templo parroquial “Jesús Nazareno”) fue construido gracias a la iniciativa de Monseñor Francisco Ulloa y Larios en 1848, más antiguo que la iglesia de Santa Ana. Para los indígenas, El árbol de Jícaro era sagrado porque sus hojas tenían forma de cruz, lo cual representaba los cuatro puntos cardinales o los cuatro elementos: el agua, el aire, el fuego y la tierra. En cada jardín de los indígenas debía existir un árbol de Jícaro. Los náhuatl lo llamaban “Tecomati” que significa que su fruto es de forma de calabaza, y era para ellos su árbol nacional.
Anteriormente en Nandaime existían minas de cal, y las personas que salían a venderla a la zona de Diriamba y Managua, utilizaban la carreta como medio de transporte. En ocasiones cuando por alguna razón no iban, las personas compradoras decían “no han venido los nandaimeños patas de ceniza a vender cal”. Patas de ceniza por que llevaban los pies llenos de cal y polvo. Desde entonces a las y los nandaimeños son conocidos en otros lugares como “patas cenizas”. La marimba es herencia de la cultura africana, originaria de la República de Senegal, se dice que llegó a nuestro país por el Puerto de Granada cuando eran traídos esclavos africanos para trabajar en el campo, fue en la zona de Nandaime donde se tiene indicios de su aparición luego sería adoptado como propio por los indígenas de Monimbó. Se dice que las comidas típicas de Nandaime son: El Ajiaco, El Consumido y Los Pinoles. Nandaime se encuentra situada a 140 metros de altura sobre el nivel del mar y tiene una extensión territorial de 340 kilómetros cuadrados.
Foto: Yessenia Ordóñez, 2008
Después de la erupción del Volcán Mombacho, el pueblo de Nandaime se traslada a la ubicación donde está actualmente e improvisa una ermita, pero la imagen de Santa Ana aparecería debajo de un árbol de Jícaro, lo cual fue interpretado que deseaba que se construyera su parroquia en ese lugar.
Para los negros de Nigeria Occidental, Naná Buruki, era una deidad que participa en la creación del mundo, y a su llegada a América como esclavos por los colonizadores vieron en Santa Ana la representación de Naná Buruki.
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Foto: Yessenia Ord贸帽ez, 2008