ANDRÉS LIMÓN Laico mi rol de abuelo como un apóstol de la

Sergio, Andrea, Mauro, Leyre, Alejandro, Esther e Iván son los siete nietos de Andrés a quien el rol de abuelo le ha permitido trasmitir la fe a las nuevas generaciones. “Ser abuelo es algo muy distinto a la paternidad. Es alegría y responsabilidad”.

Es a través de la figura del Niño Jesús como Andrés acerca las verdades de la fe a sus nietos. “Los niños nos miran a los adultos y saben reconocer en nuestras actitudes, formas y pensamientos la cercanía con Dios, saben recoger de nuestros gestos la armonía familiar”.

Afirma que en todo momento intenta ser para ellos un “apóstol de la alegría, de la alegría de vivir. Andrés ha concluido recientemente el Diploma de Nueva Evangelización y Formación para el Liderazgo impartido por la Facultad de Teología San Isidoro de Sevilla, donde ha tomado conciencia de la misión del cristiano en medio del mundo, “ya no solo en el núcleo familiar, también dentro de la parroquia y la hermandad”. En este sentido, sobre la pastoral dedicada a las personas mayores considera que “debe estar pensada y planteada para ser un faro que ilumine con la luz de esperanza y la ilusión, donde los mayores logren encontrar cerca- nía y proximidad”, en otras palabras, “una parroquia de puertas abiertas para acoger a todas las personas mayores o ancianas que se encuentren desanimadas y solas, para que redescubran el sentido de sus vidas”.

El deseo del Señor, sobre todo, “es que no dejemos solos a los ancianos, los sacramentos a la que los mayores puedan acercarse en sus parroquias de referencia. “La acogida es un término muy amplio que implica recibirlos en las puertas de los templos, pero también en visitarlos en sus casas o residencias, en acompañarlos y vivir a su lado nuestra coherencia de vida”.

Remar mar adentro que no los releguemos a los márgenes de la vida, como por desgracia sucede frecuentemente”.

Compromiso evangelizador

En virtud de su bautismo, Andrés ha asumido la tarea evangelizadora de “acoger a los hermanos que lo necesiten, sin prisa, pero sin pausa, promoviendo el encuentro de los mayores con Cristo”. En su propia vida ha experimentado que la fe “es un don de Dios donde es necesario abrir de par en par las puertas del corazón para acogerlo, indistintamente de la edad”.

Dentro de esta acogida que Andrés plantea está intrínseca la vivencia de

Muy en consonancia con el lema episcopal de monseñor Saiz Meneses, arzobispo de Sevilla, Andrés recuerda la necesidad de “remar mar adentro, como quien busca un tesoro”. El tiempo apremia “y hay que ponerse las pilas, especialmente en estos momentos decisivos de violencia intrafamiliar, de ataque a la fe, de desencuentros. Este es el momento, no lo podemos dejar pasar”.

Andrés pertenece al Consejo Pastoral Parroquia de San Julián y Santa Marina de Sevilla y a varias hermandades de Sevilla. “Allí donde el Señor me lleve intento ser callejero de la fe. Nada sin la intercesión de la Virgen que les dijo a los sirvientes en las bodas de Caná: Haced los que Él os diga”.

El cineasta neoyorkino James Mangold cuenta con una interesante filmografía, que le ha permitido ir escalando puestos en el ranking de los directores más cotizados en Hollywood. Buena prueba de ello es que Steven Spielberg le haya encomendado la dirección de Indiana Jones y el dial del destino, película reseñada en el anterior número de esta revista. Y, con cinco años de antelación, su nombre ya figura como responsable de Star Wars: Dawn of the Jedi, la siguiente entrega de la saga cuyo estreno está previsto para 2028.

El mejor trabajo de Mangold hasta la fecha es, probablemente, Le Mans ‘66 (2019), que también tuvo su eco

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