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La iglesia Santa Clara retomará la celebración de la Misa dominical a partir

Del 26 De Marzo

SEVILLA.- Así lo ha informado, Gumersindo Melo, rector de la iglesia desde su reapertura el pasado mes de febrero, tras tres años de labores de rehabilitación.

La Iglesia de Santa Clara es un inmueble de indudable valor histórico-artístico. El Monasterio fue fundado en 1289 por el Rey Sancho de Castilla. Se trata de un Bien de Interés Cultural, del siglo XIII, reformado en el siglo XVII, de estilo mudéjar y renacentista, que concentra en su interior, entre otras importantes obras de arte, un valioso conjunto de imá- genes y relieves de Martínez Montañés.

Las dependencias anexas, también rehabilitadas, albergarán un proyecto diocesano relacionado con la pastoral de la cultura y la educación, quedando ambos coros de la Iglesia como lugar de evangelización y aproximación de los valores de la Iglesia católica a la sociedad sevillana, mediante exposiciones temporales y actividades culturales que vendrán a enaltecer este ingente patrimonio religioso.

Jesús crucificado, a quien contemplamos y adoramos de manera especial en estos días de Semana Santa, es la expresión más realista y extrema del amor incondicional de Dios a la humanidad, el signo misterioso e insondable de su perdón, compasión y ternura redentora. Por eso, el grito de Jesús en la cruz contiene todas las noches oscuras del alma, todas las muertes, todos los gritos del hombre pecador y alejado de Dios, todos los gritos de los justos oprimidos, de los justos derrotados por hacer el bien, todos los gritos de invocación, de angustia, de impotencia, de desesperación: pero también, todos los gritos de confianza y de esperanza.

En la lógica de la cruz, el amor es más fuerte que la muerte y el perdón más fuerte que la venganza. En la cruz, Dios se da por completo, se manifiesta en su más íntima esencia que es el amor. Sólo el amor increíble de Dios puede explicar lo ocurrido en la cruz. Sólo a la sombra luminosa de la cruz pudo surgir la milagrosa afirmación cristiana: Dios es amor (I Jn 4, 8.16)

Sabemos que el Triduo Pascual culminará con el epílogo luminoso de la Resurrección gloriosa del Crucificado en la celebración de la Vigilia Pascual.

Pero hasta entonces, la Iglesia nos invita a velar en oración el cuerpo muerto y sepultado del Hijo de Dios, que no está ya en el Gólgota ni en el sepulcro nuevo donde lo enterraron y del que resucitó glorioso, sino en los gólgotas y en los viejos sepulcros en los que vivimos inmersos cada día de nuestra vida:

Los gólgotas de los hermanos enfermos, encarcelados, marginados, víctimas del terrorismo y de las guerras, en paro, migrantes, desplazados de sus hogares, hambrientos de pan y de dignidad humana, de comprensión y de apoyo, de acogida, de integración y de fraternidad, pendientes de una mano amiga. Allí donde tenemos un hermano que nos necesita, encontramos un gólgota en el que Cristo es de nuevo crucificado. Son muchísimos en nuestro entorno, como bien saben en nuestras cáritas parroquiales, que acogen amorosamente a tantos hermanos que lo necesitan. Son cientos de millones en nuestro mundo; y nuestros propios gólgotas; y los sepulcros de nuestra insolidaridad, de nuestro egoísmo y de nuestra comodidad, de nuestros miedos, de nuestra prepotencia, de nuestras indecisiones, de nuestras omisiones. El sepulcro de nuestra desconfianza en Dios, cuando seguimos recu-

Allí donde tenemos un hermano que nos necesita, encontramos un gólgota en el que Cristo es de nuevo crucificado rriendo a los criterios e instrumentos de los reinos de este mundo –el poder, la influencia, el prestigio, el dinero- y no nos abandonamos en sus manos para construir el Reino de Dios: “el reino eterno y universal: el reino de la verdad y la vida, el reino de la santidad y la gracia, el reino de la justicia, el amor y la paz”.

La oración profunda e intensa de estos días nos preparará para llevar con decisión comprometida a esos gólgotas y a esos sepulcros de nuestra vida y de la de nuestros hermanos, el mensaje salvador y esperanzado del Señor Resucitado, y a hacerlo con el estilo, los métodos y los criterios del Reino de Dios y no con los criterios de este mundo.

Procesión de las palmas

Mateo 21, 1-11

Bendito el que viene en nombre del Señor

Cuando se acercaban a Jerusalén y llegaron a Betfagé, en el monte de los Olivos, envió a dos discípulos diciéndoles: «Id a la aldea de enfrente, encontraréis enseguida una borrica atada con su pollino, los desatáis y me los traéis. Si alguien os dice algo, contestadle que el Señor los necesita y los devolverá pronto». Esto ocurrió para que se cumpliese lo dicho por medio del profeta:

«Decid a la hija de Sión: “Mira a tu rey, que viene a ti, humilde, montado en una borrica, en un pollino, hijo de acémila”». Fueron los discípulos e hicieron lo que les había mandado Jesús: trajeron la borrica y el pollino, echaron encima sus mantos, y Jesús se montó. La multitud alfombró el camino con sus mantos; algunos cortaban ramas de árboles y alfombraban la calzada.

Y la gente que iba delante y detrás gritaba: «¡Hosanna al Hijo de David! ¡Bendito el que viene en nombre del Señor! ¡Hosanna en las alturas!».

Al entrar en Jerusalén, toda la ciudad se sobresaltó preguntando: «¿Quién es este?». La multitud contestaba: «Es el profeta Jesús, de Nazaret de Galilea».

Primera lectura Isaías 50, 4- 7

No escondí el rostro ante ultrajes, sabiendo que no quedaría defraudado

El Señor Dios me ha dado una lengua de discípulo; para saber decir al abatido una palabra de aliento. Cada mañana me espabila el oído, para que escuche como los discípulos.

El Señor Dios me abrió el oído; yo no resistí ni me eché atrás. Ofrecí la espalda a los que me golpeaban, las mejillas a los que mesaban mi barba; no escondí el rostro ante ultrajes y salivazos. El Señor Dios me ayuda, por eso no sentía los ultrajes; por eso endurecí el rostro como pedernal, sabiendo que no quedaría defraudado.

Salmo responsorial Sal 21, 8- 9. 17-18a. 19-20. 23-24 (R.: 2a)

R/ Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?

- Al verme, se burlan de mí, hacen visajes, menean la cabeza: «Acudió al Señor, que lo ponga a salvo; que lo libre si tanto lo quiere».

- Me acorrala una jauría de mastines, me cerca una banda de malhechores; me taladran las manos y los pies, puedo contar mis huesos.

Segunda lectura Filipenses 2, 6-11

Se humilló a sí mismo; por eso Dios lo levantó sobre todo

Cristo Jesús, siendo de condición divina, no retuvo ávidamente el ser igual a Dios; al contrario, se despojó de sí mismo tomando la condición de esclavo, hecho semejante a los hombres. Y así, reconocido como hombre por su presencia, se humilló a sí mismo, hecho obediente hasta la muerte, y una muerte de cruz. Por eso Dios lo exaltó sobre todo y le concedió el Nombre-sobre-todo-nombre; de modo que al nombre de Jesús toda rodilla se doble en el cielo, en la tierra, en el abismo, y toda lengua proclame: Jesucristo es Señor,para gloria de Dios Padre.

- Se reparten mi ropa, echan a suerte mi túnica. Pero tú, Señor, no te quedes lejos; fuerza mía, ven corriendo a ayudarme.

- Contaré tu fama a mis hermanos, en medio de la asamblea te alabaré. «Los que teméis al Señor, alabadlo; linaje de Jacob, glorificadlo; temedlo, linaje de Israel».

Comentario bíblico

La liturgia de hoy nos lleva a acompañar a Jesús con palmas y ramos, aclamando así que la salvación nos llega a través de un rey que se presenta manso y humilde, el rey que nos va a salvar mediante la cruz. Todo remite al poder de Dios, en el que Jesús confía completamente. Los ramos agitados muestran la esperanza humana puesta en un “rey”, esperanza que deberá adaptarse al modo como este Rey va a ejercer su realeza.

Los textos nos hablan de cómo es el amor de Cristo: un amor traicionado, ridiculizado y humillado. La humildad de Cristo se muestra con toda claridad en la mansedumbre con la que soportó las humillaciones, movido por su amor por nosotros. Es un amor que llega hasta el extremo.

La Pasión según san Mateo presenta a Cristo solemne, consciente del terrible destino que le espera. El evangelista acompaña el relato con citas del Antiguo Testamento, para mostrar de este modo que los acontecimientos forman parte del designio divino trazado desde la eternidad.

El relato de la Pasión nos va mos-

Apuntes para orar con la Palabra

- Antonio J. Guerra, sacerdote-

trar en la persona de Jesús, quién es Dios y cuál es el amor que nos tiene. La relación de Jesús con Dios se pone de manifiesto, sobre todo, por medio de su oración en Getsemaní y en la Cruz. En estos dos momentos cruciales se hace patente que Jesús permanece siempre vinculado a su Padre, que recorre el camino trazado por Él: Dios le pertenece y él pertenece a Dios. La Pasión muestra la grandeza del amor de Dios Padre hacia los hombres: pone en juego la vida de su Hijo predilecto por nosotros, que se entrega para conseguir nuestra salvación.

1. “Padre mío, si es posible, que pase de mí este cáliz”. Medita cuánto ha pasado Jesús por nosotros.

2. “No se haga como yo quiero, sino como quieres tú”. Contempla cómo Jesús asume el sufrimiento, ¿por qué no tira la toalla?

3. “Al que yo bese, ese es; prendedlo”. Contempla la traición. ¿Qué esperanzas tengo puestas en Jesús?

Lecturas de la semana

Domingo 2

Domingo de Ramos en la Pasión del Señor

Lunes 3

Lunes Santo

Is 42, 1-7; Sal 26; Jn 12, 1-11

Martes 4

Martes Santo

Is 49, 1-6; Sal 70; Jn 13, 21-33. 36-38

Miércoles 5

Miércoles Santo

Is 50, 4-9ª; Sal 68; Mt 26, 14-25

TRIDUO PASCUAL

Jueves 6

Jueves Santo

Ex 12, 1-8. 11-14; Sal 115; 1 Cor 11, 23-26; Jn 13, 1-15

Viernes 7

Viernes Santo

Celebración de la Pasión del Señor

Is 52, 13- 53, 12; Sal 30; Heb 4, 14-16. 5, 7-9; Jn 18, 119, 42

Sábado 8

Sábado Santo de la Sepultura del Señor

En la noche comienza el Tiempo Pascual, con la Vigilia Pascual.

COMIENZA EL TIEMPO PASCUAL

SEMANA SANTA. II SEMANA DEL SALTERIO (Ciclo A. Impar)

Adoración eucarística

Jubileo circular en Sevilla (capital): Días 1-3 de abril, iglesia del colegio Sagrado Corazón- Esclavas (c/ Jesús de la Veracruz); 4-5, Capilla de las Eucarísticas de Nazaret (c/ Mateos Gago); 6-8, Triduo Pascual (no hay Jubileo).

Diariamente: Capilla de San Onofre (Plaza Nueva), las 24 horas; convento de Sta. María de Jesús (c/ Águilas); Parroquia de la Concepción Inmaculada (c/ Cristo de la Sed); Parroquia de San Bartolomé (c/ Virgen de la Alegría); Parroquia de las Santas Justa y Rufina (c/ Ronda de Triana, 23 - 25); Parroquia de la Anunciación de Ntra. Sra. y San Juan XXIII (Pza. San Juan XXIII), iglesia de San Antonio Abad (c/ Alfonso XII, 3).

Jubileo circular en Écija: Días 31-2 de abril, Santa Florentina; 3-5, Santa Inés; 6-8, Triduo Sacro (no hay Jubileo).

Celebración de vísperas cantadas los domingos a las 18.30 h (exposición del Santísimo a las 17.30 h), en el convento de la Encarnación- MM Agustinas (Pza. Virgen Reyes).

Primera lectura Hechos de los apóstoles 10, 34a. 37-43

Hemos comido y bebido con él después de su resurrección de entre los muertos

En aquellos días, Pedro tomó la palabra y dijo: «Vosotros conocéis lo que sucedió en toda Judea, comenzando por Galilea, después del bautismo que predicó Juan. Me refiero a Jesús de Nazaret, ungido por Dios con la fuerza del Espíritu Santo, que pasó haciendo el bien y curando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él. Nosotros somos testigos de todo lo que hizo en la tierra de los judíos y en Jerusalén. A este lo mataron, colgándolo de un madero.

Salmo responsorial Sal 117, 1-2. 16ab-17. 22-23

Pero Dios lo resucitó al tercer día y le concedió la gracia de manifestarse, no a todo el pueblo, sino a los testigos designados por Dios: a nosotros, que hemos comido y bebido con él después de su resurrección de entre los muertos. Nos encargó predicar al pueblo, dando solemne testimonio de que Dios lo ha constituido juez de vivos y muertos. De él dan testimonio todos los profetas: que todos los que creen en él reciben, por su nombre, el perdón de los pecados».

R/ Éste es el día que hizo el Señor: sea nuestra alegría y nuestro gozo

- Dad gracias al Señor porque es bueno, porque es eterna su misericordia. Diga la casa de Israel: eterna es su misericordia.

- La diestra del Señor es poderosa, la diestra del Señor es excelsa. No he de morir, viviré para contar las hazañas del Señor.

- La piedra que desecharon los arquitectos es ahora la piedra angular. Es el Señor quien lo ha hecho, ha sido un milagro patente.

Segunda lectura Colosenses 3, 1-4

Buscad los bienes de allá arriba, donde está Cristo

Hermanos:

Si habéis resucitado con Cristo, buscad los bienes de allá arriba, donde Cristo está sentado a la derecha de Dios; aspirad a los bienes de arriba, no a los de la tierra. Por-

Secuencia

Ofrezcan los cristianos ofrendas de alabanza a gloria de la Víctima propicia de la Pascua.

Cordero sin pecado que a las ovejas salva, a Dios y a los culpables unió con nueva alianza.

Lucharon vida y muerte en singular batalla, y, muerto el que es la Vida, triunfante se levanta.

«¿Qué has visto de camino, María, en la mañana?» «A mi Señor glorioso, la tumba abandonada, los ángeles que habéis muerto; y vuestra vida está con Cristo escondida en Dios. testigos, sudarios y mortaja.

Cuando aparezca Cristo, vida vuestra, entonces también vosotros apareceréis gloriosos, juntamente con él.

¡Resucitó de veras mi amor y mi esperanza! Venid a Galilea, allí el Señor aguarda; allí veréis los suyos la gloria de la Pascua».

Primicia de los muertos, sabemos por tu gracia que estás resucitado; la muerte en ti no manda.

Rey vencedor, apiádate de la miseria humana y da a tus fieles parte en tu victoria santa.

El primer día de la semana, María la Magdalena fue al sepulcro al amanecer, cuando aún estaba oscuro, y vio la losa quitada del sepulcro. Echó a correr y fue donde estaban Simón Pedro y el otro discípulo, a quien Jesús amaba, y les dijo: «Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto».

Salieron Pedro y el otro discípulo camino del sepulcro. Los dos corrían juntos, pero el otro discípulo corría más que Pedro; se adelantó y llegó primero al sepulcro; e, inclinándose, vio los lienzos tendidos; pero no entró. Llegó también Simón Pedro detrás de él y entró en el sepulcro: vio los lienzos tendidos y el sudario con que le habían cubierto la cabeza, no con los lienzos, sino enrollado en un sitio aparte.

Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro; vio y creyó. Pues hasta entonces no habían entendido la Escritura: que él había de resucitar de entre los muertos.

Comentario bíblico

Proclama el salmista: «este es el día en que Dios ha actuado». La Pascua ha llegado: Cristo ha resucitado y la Iglesia canta exultante «¡Aleluya!». Por eso hoy la proclamación debe preceder a la reflexión.

Tanto la primera lectura como el evangelio presentan el acontecimiento fundamental de la fe desde la perspectiva de Pedro. En los Hechos, el primer apóstol proclama el núcleo del evangelio ante el pagano Cornelio: Jesús, el Mesías ungido por Dios, vivió haciendo el bien, lo mataron, pero Dios lo resucitó y se lo hizo ver a los que había designado. Él y los demás discípulos han sido constituidos testigos de ello. Es lo que no cesan de hacer desde la primera página de Hechos. Su testimonio cuenta una historia pasada, que es siempre actual, pues

Jesucristo, el crucificado resucitado, sigue perdonando los pecados de los que creen en él. Tanto el oyente inicial como el lector actual son invitados a responder a esta interpelación ineludible.

En el Evangelio, María Magdalena inquieta a Pedro y al discípulo amado: el cuerpo del Señor no está en el sepulcro. Los dos se echan a correr. El relato que inicia a la carrera se detiene en detalles preciosos: el sudario está enrollado como signo de que el cuerpo no ha sido robado; el discípulo da testimonio de que «vio y creyó»; él, sin embargo, respeta la prioridad de Pedro. La visión del acontecimiento lleva al discípulo a entender el sentido de las Escrituras: «que él había de resucitar de entre los muertos». El acontecimiento de la resurrección es clave interpretativa no solo de

Apuntes para orar con la Palabra

la Escritura, sino de toda la realidad. La resurrección de Cristo es el foco que esclarece todo, el criterio final para desentrañar los misterios de la historia, como diría Borges, el aleph universal.

Por último, la carta a los Colosenses saca las consecuencias morales de la experiencia pascual. El creyente que no solo ha escuchado el anuncio pascual, sino que se ha incorporado a él a través del bautismo de forma que «ya ha muerto» y «ha resucitado con Cristo», debe buscar los bienes de arriba, no los de la tierra. La resurrección desencadena así una dinámica ascendente: el que ha sido liberado de la muerte por aquel que ha ascendido de entre los muertos está llamado a elevarse de este mundo hacia las alturas de Dios.

1. En la primera lectura, Pedro hace una síntesis de su fe en Cristo ante el pagano Cornelio. Toma un folio y haz tu propia confesión de fe: ¿qué dirías si tuvieras que sintetizar quién es para ti Jesús?

2. Lee la segunda lectura y pregúntate: ¿cuáles son los bienes de arriba que no estoy buscando?

3. El discípulo amado, aunque corre más, espera a Pedro. Medita el proverbio africano que tanto le gusta al papa Francisco: “Si quieres ir rápido ve solo, si quieres llegar lejos ve acompañado”.

Lecturas de la semana

Lunes 10

Lunes de la Octava de Pascua

Hch 2, 14, 22-23; Sal 15, 1-2.5.7-11; Mt 28, 8-15

Martes 11

Martes de la Octava de Pascua

Hch 2, 36-41; Sal 32, 4-5. 18-20.22; Jn 20, 11-18

Miércoles 12

Miércoles de la Octava de Pascua

Hch 3, 1-10; Sal 104, 1-4. 6-9; Lc 24, 13-35

Jueves 13

Jueves de la Octava de Pascua

Hch 3, 11-26; Sal 8, 2.5-9; Lc 24, 35-48

Viernes 14

Viernes de la Octava de Pascua

Hch 4, 1-12; Sal 117, 1-2. 4. 22-27; Jn 21, 1-4

Sábado 15

Sábado de la Octava de Pascua

Hch 4, 13-21; Sal 117, 1. 14-21; Mc 16, 9-15

OCTAVA DE PASCUA. II SEMANA DEL SALTERIO (Ciclo A. Impar)

Adoración eucarística

Jubileo circular en Sevilla (capital): Día 9, Capilla de las Eucarísticas de Nazaret (c/ Mateos Gago); 10-12, Parroquia de San José Obrero y San Francisco de Paula (c/ Arroyo); 1315, iglesia de San Hermenegildo (c/ Muñoz León).

Diariamente: Capilla de San Onofre (Plaza Nueva), las 24 horas; convento de Sta. María de Jesús (c/ Águilas); Parroquia de la Concepción Inmaculada (c/ Cristo de la Sed); Parroquia de San Bartolomé (c/ Virgen de la Alegría); Parroquia de las Santas Justa y Rufina (c/ Ronda de Triana, 23 - 25); Parroquia de la Anunciación de Ntra. Sra. y San Juan XXIII (Pza. San Juan XXIII), iglesia de San Antonio Abad (c/ Alfonso XII, 3).

Jubileo circular en Écija: Días 9-11, San Gil; 12-14, Santa Cruz (C. Resucitado); 15-18, Santo Domingo.

Celebración de vísperas cantadas los domingos a las 18.30 h (exposición del Santísimo a las 17.30 h), en el convento de la Encarnación- MM Agustinas (Pza. Virgen Reyes).

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