Marcos R. Rodríguez Olavarría 2015
Olavarría Historia de las Calles y sus Nombres FECHA
CONTENIDO
08/03/2015 12/03/2015 19/03/2015 26/03/2015 02/04/2015 09/04/2015 16/04/2015 23/04/2015 30/04/2015 07/05/2015 14/05/2015 21/05/2015 28/05/2015 04/06/2015 11/06/2015 18/06/2015 25/06/2015 02/07/2015 09/07/2015 16/07/2015 23/07/2015 30/07/2015 06/08/2015 13/08/2015 20/08/2015 27/08/2015 10/09/2015 17/09/2015 24/09/2015 01/10/2015 08/10/2015 15/10/2015 22/10/2015 29/10/2015 05/11/2015 12/11/2015 19/11/2015 26/11/2015 03/12/2015 10/12/2015 17/12/2015 24/12/2015
Entrevista y Presentación Introducción y presentación general Avenida del Valle Avenida Pringles Avenida Colón Avenida Brown Avenida Pueyrredon Avenida Urquiza Avenida Sarmiento Avenida Ituzaingó Avenida Avellaneda Avenida Pellegrini Avenida Alberdi Avenida de los Trabajadores Isaías Mendiburu Celestino Muñoz Pablo Fassina Primeros Municipales Armando Collinet Antonio Pelegrino Ramón Rendón Camilo Giovaneli Amparo B. Castro Ernesto Merlo José Luis Torres Amadeo Grimaldi Rufino Fal El mundo en nuestras calles Barrio Pueblo Nuevo, primer parte Barrio Pueblo Nuevo, segunda parte Barrio San Vicente, primera parte Barrio San Vicente, segunda parte Barrio Luján, primera parte Barrio Luján, segunda parte Barrio Mariano Moreno, primera parte Barrio Mariano Moreno, segunda parte Todo queda en familia. Dudas y controversias Sierra Chica: Vezza d’Oglio Hinojo: Ángel Bardi Sierras Bayas: Manuel Smirnoff Loma Negra: Santiago Cañizo Síntesis y conclusiones
INFORMACION GENERAL | 11
EL POPULAR • Olavarría Olavarría, domingo 8 de marzo de 2015
Una recorrida por la rica historia de nuestras calles y avenidas E
l foco está puesto en los nombres de las avenidas y las calles olavarrienses. En los cambios de denominaciones que se sucedieron con el correr del tiempo, casi siempre al ritmo de los vaivenes políticos y sociales del país, pero también con las idas y vueltas más domésticas, esas con acento profundamente local. La curiosidad, el espíritu inquieto y las ganas de bucear en esas historias conocidas, en su mayoría, por unos pocos vecinos llevaron al investigador Marcos Rodríguez a darle forma a un arduo trabajo, que a partir del próximo jueves será publicado, cada semana y por capítulos, en las páginas de EL POPULAR. Desde los próceres de la Patria y las batallas épicas, dueños de calles aquí y en otras tantas ciudades argentinas, hasta los personajes olavarrienses que quedaron inmortalizados en carteles callejeros y chapas domiciliarias en base a su reconocimiento social de algún tiempo determinado. Nombres que se cruzan en las distintas esquinas ciudadanas, se prolongan o se reemplazan de acuerdo a cada caso. Marcos Rodríguez tiene 35 años se desempeña en el área de posgrado de la Facultad de Ciencias Sociales, pero su investigación ciudadana es una iniciativa personal, que tiene que ver con una inquietud personal y no académica. “En realidad, empecé por hobby, por intereses personales, hasta que de golpe me vi involucrado en esta historia”, admite, al tiempo que dice sentirse incómodo con el rótulo de “historiador”. “Siempre me llamó la atención la historia local, de conocerla un poco más a fondo a través de las ordenanzas, las reglamentaciones, los decretos... Y andando en la calle me crucé con algún número, con alguna imagen, con una calle que ya no existe...”. Algunas señales, en definitiva, que atraparon su atención y lo llevaron a emprender la tarea de investigar: en los archivos y en la calle. Rastrear información y cruzar datos de distintos archivos con su trabajo de campo son las principales tareas que desde hace unos dos años realiza en forma sistemática. Y que en pocos días más comenzará a compartir con nuestros lectores de cada jueves. Horas y más horas dedicadas a indagar distintos “tesoros” que halló en el camino: como el archivo de EL PO-
A partir de esta semana, EL POPULAR publicará cada jueves una serie de notas basadas en un interesante trabajo del investigador local Marcos Rodríguez. Las calles ciudadanas: sus nombres y sus modificaciones como reflejo de cambios sociales y políticos del país y Olavarría. Carlos Ramírez
PULAR, de otros diarios desaparecidos como Tribuna y Democracia, y el Archivo Histórico Municipal. Desde las formalidades de documentos, ordenanzas, decretos y expedientes municipales, hasta las más urbanas crónicas periodísticas y los ricos testimonios de los olavarrienses más veteranos, que siempre tienen una historia, un recuerdo a mano y “son muy valiosos porque han sido testigos de las transformaciones ciudadanas”. Todo le sirvió para ir armando una especie de gran rompecabezas. El viaje comienza en 1883, año en el que quedaron bautizadas las primeras calles del viejo casco urbano. Y desde entonces, cada nombre significó mucho más que eso. Porque detrás de cada historia se esconden también las pujas políticas de la época, el renombre social de cada protagonista. Y la reconstrucción no resultó sencilla. Aunque hubo datos, nombres y pistas que surgieron en las búsquedas iniciales, “como pasa con todo siempre está la figurita difícil, esa que parece que nunca vamos a terminar de encontrar”, grafica Marcos. En cuanto al acceso a la información, explica que “a veces la confección de la norma no ha sido clara. O lo ha sido para ese momento determinado. Pero cuando uno llega a una ordenanza de tanto tiempo atrás, hoy se topa con dificultades para interpretarla. La administración municipal se ha ido complejizando”. Y le llama la atención el impactante cambio entre aquellas “primeras actas escritas a mano, de muy difícil lectura, a los digestos cada vez más sofisticados con que nos encontramos hoy”. Su investigación está enfocada, por el momento, en el radio que va de las avenidas Avellaneda a Trabajadores, y de Alberdi o Pellegrini, aunque no descarta ampliar su objeto de estudio a futuro más allá de esa zona. También lo seduce pensar en el ordenamiento de la ciudad de aquí en adelante, en cómo se eligen y se plasman los nombres para una calle. En el medio, innumerables datos cu-
Marcos Rodríguez explicó sus motivaciones para emprender la investigación. riosos que saltan a la observación, como el caso del primer nombre local para una calle, “que fue el de Isaías Mendiburu, como se designaba a la actual Bolívar, en su altura del barrio Luján, y que paradójicamente fue una de las que perdió su nombre”. O las confusiones generadas por chapas municipales o domiciliares mal confec-
cionadas, como los casos de Lamadrid (confundido con La Madrid), o Pelegrino (como Pellegrino); o Deán Funes, “en el que muchos confundieron cargo con nombre de pila y por eso se pueden leer chapas como Gregorio Deán Funes, y no Deán Gregorio Funes como debería ser”. Rodríguez sí nota “cierto vacío en
las generaciones más jóvenes respecto de su conocimiento de la historia local. Hay trabajos de gente que se ha interesado por estas temáticas olavarrienses, pero en forma aislada. Tal vez no se han coordinado o sistematizado esos esfuerzos personales y entonces se trata como de un gran rompecabezas para armar”.
EL POPULAR • Olavarría Olavarría, jueves 12 de marzo de 2015
Antecedentes históricos de las arterias de la ciudad: las ordenanzas municipales de 1883 y 1958
Calles de Olavarría... nombres que hablan Marcos Rodríguez marcosrrodriguez@yahoo.com.ar
Q
ue la calle Mitre haya estado originariamente en Pueblo Nuevo, que la actual Mitre haya sido Mariano Moreno, que a su vez la que hoy es Mariano Moreno llevó el nombre de José María Moreno, son muestras de los vaivenes de la historia y su reflejo en los nombres de las calles de Olavarría. Parientes que conviven momentáneamente y que luego se suceden; arterias con tres nombres, amigos, enemigos, partícipes de batallas que también tienen sus calles, de origen local o exótico, casi todos hombres, políticos, militares, excluidos, reincluidos, reubicados… son algunas de las claves a través de las que se puede leer la historia de los nombres de las calles de nuestra ciudad. Sus orígenes y sus por qué no están exentos de sorpresas y, a veces, algunas dudas. Lo que la norma (cuando existe) establece a veces dista de los usos y costumbres de los habitantes que hacen la ciudad en el día a día. Hay ausencias entrañables y presencias cuestionadas, imposiciones y consensos, reflejos de luchas al elegirlos, errores que perduran… ¿calles repetidas? Aparecen nombres que recuerdan a viejos vecinos o nombres que expresan una realidad que el tiempo ha dejado atrás, recuerdos de una Olavarría más pequeña, más íntima. Los nombres que ya no están también hablan. Los cambios se han sucedido y las marcas han quedado. Hacer este recorrido por los nombres de las calles nos permite adentrarnos en la evolución y transformaciones de la ciudad y el lugar que ocupan ciertos hechos y personajes que a veces devienen en una trama sugestiva y enigmática. En esta oportunidad presentamos
Antigua fotografía de la calle Rivadavia en la esquina con la calle Necochea. En el centro (a la izquierda de la calle) se observa la cúpula del Banco de la Edificadora y en el fondo (a la derecha) la cúpula de la Municipalidad de Olavarría, la cuales aún se observan en nuestros días. un breve repaso por los nombres de las avenidas de Olavarría tomando como referencia los “anillos” a través de los cuales fue diagramada y proyectada su expansión. No es nuestra intención adentrarnos en el debate en torno a las figuras cuyos nombres ostentan y si son o no merecedores de tal homenaje, sino simplemente relatar, apoyados en fuentes documentales y periodísticas, el origen de sus nombres y los cambios que éstos han tenido.
Nombrando y renombrando… La primera ordenanza de designa-
ción de nombres de calles de la que se tiene registro data del 21 de marzo de 1883. El proyecto del Municipal Francisco Araujo buscaba bautizar a las calles de la cuadrícula fundacional de Olavarría con los siguientes nombres: Adolfo Alsina, Coronel Olavarría, Coronel Suárez, General San Martín, General Belgrano, Bernardino Rivadavia, General Alvear, General Lavalle, General Lamadrid, Doctor Moreno, Doctor López, Coronel Dorrego, Almirante Brown, General Paz, Veinticinco de Mayo, Nueve de Julio, Sargento Cabral, General Hornos, General Zapiola, General Frías, Independencia,
La Plata, Vélez Sarsfield y Bolívar. Lamentablemente se había omitido indicar a que calle correspondía cada uno de los nombres elegidos. Tres años y medio más tarde, el 22 de octubre de 1886, esta vez sí con mayor precisión técnica se modificó parcialmente la denominación de las calles e indicando su orientación se estableció a cuales correspondía cada nombre: “sección 1º calles rectas de NE a SO empezando por la ribera del arroyo: Boulevard 27 de Diciembre, Calle General Villegas, Adolfo Alsina, Defensa, Rivadavia, Moreno, La Madrid, Almirante Brown, 25 de Mayo, 9 de Julio, Boulevard Progreso. Sección 2º: calles de NO a SE, empezando por la calle del puente: Boulevard La Plata, Vélez Sarsfield, Bolívar, General Hornos, Coronel Suárez, Victoria, San Martín, Belgrano, Dorrego, Necochea, Sargento Cabral, Álvaro Barros, Boulevard Colon”. Para “ordenar y progresar” hay que simplificar...
La calle Vicente López en la intersección con Belgrano en los comienzos de siglo XX. Se observa la circulación en doble mano de los vehículos.
En noviembre de 1958 el Concejo Deliberante aprueba la ordenanza que rige la nomenclatura de las calles de la ciudad en la actualidad. Hasta ese momento, y ya lejos de los tiempos fundacionales, regía un sistema de triple nombre para una misma arteria y el consiguiente cambio de numeración domiciliaria. Los ejes de cambio tanto en la numeración como en los nombres los constituían los denominados “cuatro boulevares”. Así y para dar tan solo un ejemplo, la céntrica calle Sargento Cabral recibía el nombre de Juárez Celman en el Barrio Luján y de Azopardo en Pueblo Nuevo; por su parte la calle que en el centro
se denominaba Rivadavia, en San Vicente recibía el nombre de Julio Argentino Roca y de Celestino Muñoz en Mariano Moreno. La nueva norma, que entraría en vigencia en marzo del año siguiente, se basó en los siguientes aspectos: unifica para todo su recorrido el nombre que llevarían las calles, cambia la numeración domiciliaria iniciándola en la altura 1000 en las actuales avenidas Alberdi y Avellaneda, cambia la numeración de las calles correspondiendo el número 22 para la Avenida Avellaneda y el 21 para la Avenida Alberdi e invierte el orden de progresión de las calles pares que a partir de ese momento aumentaría hacia la ruta 226. Según se desprende de las crónicas de la época la intención fue simplificar y ordenar un sistema de triple denominación implementado a partir de la sucesiva expansión de la planta urbana que se había tornado engorroso y ante el cual numerosas voces se venían alzando en plan de queja. Lo cierto es que en el marco de esta transformación hay nombres que se eliminan y otros que se trasladan. ¿El criterio? Parecería imperar el ánimo de conservar a las figuras vinculadas al quehacer local sin entrar en la tentación de imponer nombres fruto de la coyuntura política del momento. Los nombres de las calles céntricas se expanden así sobre toda la traza urbana (a excepción de un caso del que nos ocuparemos en su momento) y figuras locales y/ o lo suficientemente lejanas en el tiempo como para no despertar grandes objeciones, son reubicadas denominando arterias que hasta ese momento eran identificadas solamente por su número.
Historia de las calles de Olavarría
EL POPULAR • Olavarría Olavarría, jueves 19 de marzo de 2015
La avenida Del Valle es una de las arterias más antiguas de Olavarría
De la capital provincial, siguiendo por él, pasando por ella para volver a él... Archivo El Popular
Marcos Rodríguez marcosrrodriguez@yahoo.com.ar
E
l 24 de febrero de 1896 el Concejo Deliberante aprueba, por unanimidad y de acuerdo con un mensaje enviado por el Departamento Ejecutivo, el cambio de nombre del Boulevard La Plata por el de Aristóbulo Del Valle. Nombre que perdería en 1952 y que recuperaría en 1955. Aristóbulo del Valle nació en 1845 en Dolores. Cursó la carrera de abogacía que culminó luego de su participación en la Guerra de la Triple Alianza. Se desempeñó como profesor de derecho constitucional en la Universidad de Buenos Aires e ingresó en la actividad política siguiendo a Adolfo Alsina. En 1870 fue elegido diputado nacional y en 1876 fue elegido senador nacional, llegando a presidir la Cámara Alta en 1880. Murió el 29 de enero de 1896, casi un mes después la capital provincial deberá ceder su lugar para rendirle homenaje. Popularmente conocida en tiempos fundacionales como “la calle del zanjón” fue, en 1937, ensanchada y hermoseada, dotándola en 1951 de pérgolas, bancos y luminarias. El 21 de junio de 1952, y ante su inminente desaparición física, el Concejo Deliberante aprueba la sustitución del nombre del Boulevard del Valle por el de Eva Perón y se nombra del Valle a la calle 47 (prolongación de 9 de Julio en el barrio San Vicente). Esta vez le tocó al político y abogado dar lugar a la primera mujer en tener su calle en nuestra ciudad. Figura descollante que no necesita mayores presentaciones pero que perderá su espacio en la nomenclatura ciudadana en
El puente Lucio Florinda, en la década del 80, cuando los ensanches todavía no contaban con sus barandas de contención. A la izquierda se observa el arroyo Tapalqué. 1955 para recuperarlo recién 2002 en el 50 aniversario de su fallecimiento al imponérsele el nombre de Eva Duarte de Perón a la Avenida de Circunvalación. Como relatáramos en la nuestra crónica anterior, las arterias olavarrienses poseían, casi todas ellas hasta 1958, tres nombres a lo largo de toda su extensión. Para el caso de lo que es hoy la Avenida del Valle en 1909 y por ordenanza del 23 de abril, se impuso el nombre de Alberdi a la “prolongación del otro lado del arroyo Tapalqué”. Aunque queda para más adelante relatar la historia de que quizás no haya sido ese el nombre que se le pretendió imponer. A su vez, el 19 de junio de 1948 el Consejo Deliberante sanciona una ordenanza por la cual se designa, en su artículo primero, con el nombre de Presidente Juan D. Perón “a la Avenida distinguida con el Nº de 50, de este Municipio”. O sea, al sector de la hoy del Valle a partir de las vías del ferrocarril. Así, marido y mujer nominarán, durante tres años ella y siete años él, dos tramos de una de
Diario El Orden
Ingreso al Club Atlético Estudiantes, en la intersección de Lavalle y avenida Del Valle, en el año 1935. las principales arterias de nuestra ciudad. Corriendo igual suerte que su mujer, en 1955 Perón perderá su lugar en la traza urbana olavarrien-
se, pasándose a conocer ese sector como avenida de la doble franja. En 1988, y bastante antes que su esposa, Perón recuperará su lugar en la
nomenclatura de nuestra ciudad al bautizarse con el nombre de Presidente Perón a la calle número 18 en toda su extensión. Archivo El Popular
El viejo puente de la Del Valle “(...) el puentecito más transitado era el que se prolongaba sobre el bulevar Del Valle (puente de Ferreccio). Pequeño, angosto, tipo badén, rozaba casi el agua, por lo que se debía descender una cuesta hasta alcanzarlo y ascenderla luego, para llegar al nivel de la calle. Esos tramos, arcillosos y polvorientos, eran flanqueados en el costado sur-oeste por una gran barranca, junto al tajamar y antepuesta a la Usina que dotaba de luz a la ciudad. “Podían cruzarlo pequeños carruajes, automóviles y hasta ‘El Arbolito’, colectivo local, que llegaba al cementerio”. (Fragmento de una nota publicada por Raquel Gamondi de González, en EL POPULAR del 2 de febrero de 1997 en adhesión a la celebración “Los Puentes de Fiesta”, y recordando al viejo puente de la avenida Del Valle sobre el arroyo Tapalqué existente durante las décadas del 30 y del 40, y que había sido inaugurado el 9 de enero de 1932).
Trabajos de remodelación del puente Lucio Florinda, ubicado en la avenida Del Valle sobre el arroyo Tapalqué, durante los años 80.
EL POPULAR • Olavarría Olavarría, jueves 26 de marzo de 2015 Gentileza Walter Minor
Imagen de la avenida Pringles en 1964, que muestra el levantamiento de los canteros centrales existentes para dar lugar a su ensanchamiento de pavimento actual.
Libro de Oro del Centenario de Olavarría
La avenida Pringles en la década de 1960. Se observan los trabajos de construcción de la Terminal de Omnibus y el edificio de departamentos de Pringles al 3200, que fue uno de los primeros de su tipo en la ciudad.
La avenida Pringles nació con ese nombre en 1895 reemplazando a la anterior Progreso
Cede una calle, pero se adueña de todas... Marcos Rodríguez En 1895, y por iniciativa de la Sociedad de Tiro e Instrucción Militar (según reza el acta del Concejo Deliberante de la sesión del 17 de mayo), es reemplazado el nombre del Boulevard Progreso por el de Juan Pascual Pringles. En nota del presidente del cuerpo, Benito Santafé, al intendente Dionisio Recavarren se informa que al conmemorarse “el centenario de uno de los próceres de nuestra independencia el glorioso guerrero Coronel Juan Pascual Pringles, el H. C. que tengo el honor de presidir, queriendo rendir justo tributo a la memoria de este ilustre ha resuelto en la sesión de la fecha dar este nombre al Boulevard denominado hoy Progreso; lo que pongo en conocimiento del señor Intendente a los fines consiguientes”. El coronel Pringles nació en San Luis el 17 de mayo 1795 y murió cerca de Río Quinto y a pocos kilómetros de la ciudad de San Luis, el 19 de marzo de 1831. Participó de la campaña
La avenida Pringles en la década del 40, con un cantero central y dos tramos de circulación vehicular laterales. Se destaca el diseño arquitectónico de la avenida con ornamentos, columnas de iluminación, canteros y arbolado.
MACADÁN SÍ, CALLES NO… M.R. En agosto de 1904 el comisionado municipal Isaías Mendiburu elevaba al Poder Ejecutivo de la Provincia una memoria donde reseñaba el estado de la administración municipal y de las obras por su gestión realizadas. En capítulo aparte destaca la obra de construcción de macadán a lo largo de diez cuadras del boulevard Pringles. Mendiburu resaltaba que la obra no se realizó con fondos municipales, sino a “expensas de la empresa del Ferrocarril del Sud”, pero bajo la fiscalización municipal, contrato mediante. Motivaba este acuerdo la concesión otorgada por la Municipalidad para que la empresa pudiera clausurar y ocupar con sus dependencias dos calles públicas situadas entre la estación y las quintas 122 y 123. O sea, la
empresa pretendía ampliar la estación y solicitaba la clausura de las calles San Martín y Coronel Suárez. El Comisionado señalaba en su relato que “por esta concesión, además del macadán del boulevard Pringles, (la empresa) se comprometía también a cumplir el contrato de concesión del ramal Bahía Blanca a Pringles y Olavarría. Esta última parte era la más importante y fue indudablemente la que decidió al Concejo Deliberante a efectuar esa concesión (...). Indudablemente que la clausura de esas dos calles algo perjudica a la viabilidad, pero hay que tener presente que el municipio ha ganado con el arreglo del boulevard (…), transformando una de las calles peores de la planta urbana en una avenida moderna, que se presenta al viajero como una señal de progreso al descender del ferrocarril”.
independentista al Perú destacándose en las batallas de Junín y Ayacucho (recordadas en calles de Pueblo Nuevo). De regreso a la Argentina, tomó parte de la guerra del Brasil teniendo una actuación descollante en la batalla de Ituzaingó bajo las órdenes de José María Paz. En las guerras civiles formó parte del bando unitario del general Lavalle. La actual avenida Pringles llevó en dos de sus tramos los nombres de Pellegrini y Avellaneda. Efectivamente, en 1906 se bautizó como avenida Pellegrini “a la continuación del boulevard Pringles desde el boulevard Colón hasta Sierra Chica”. Por su parte, en 1913 se designó como Presidente Avellaneda a la continuación del boulevard Pringles
desde el boulevard Del Valle hacia el sudoeste (sector del barrio San Vicente). De estás avenidas, desde 1958 reubicadas en otros sectores de la ciudad, nos ocuparemos en futuras ediciones. Para terminar, vale destacar la siguiente nota de color: la avenida Pringles, que también supo de tiempos de ramblas y paseos tiene, por así decirlo, el privilegio de que muchas de sus chapas de numeración domiciliaria ostentan aún hoy la rimbombante categoría de boulevard. Las opiniones, consultas y sugerencias de los lectores pueden enviarse a los correos electrónicos: marcosrrodriguez@yahoo.com.ar y archivo@elpopular.com.ar, o a El Popular - Vicente López 2626, Olavarría.
INFORMACION GENERAL | 7
EL POPULAR • Olavarría Olavarría, jueves 2 de abril de 2015
La avenida Colón, una “calle ancha” que recuperó su nombre original tras perderlo durante 26 años
Los cuestionados de ayer y de hoy... Gentileza Claudio Filardo
Marcos Rodríguez
L
a popularmente conocida como “calle ancha” y que la ordenanza de 1886 había bautizado como Boulevard Colón fue renombrada en septiembre de 1932 como avenida Teniente General José F. Uriburu. Al de la errante estatua capitalina se le quita así el lugar que había ocupado desde los comienzos fundacionales en la geografía urbana de Olavarría y se lo traslada al sector de la misma artería en la parte comprendida desde el boulevard Pringles al Este. Colón pasa entonces a ser el del nombre errante y Uriburu tendrá su avenida en la que en 1936 se inaugurará el busto que, vaivenes de la historia mediante, se convertirá en errante treinta años después. Efectivamente, en nota de fecha 8 de septiembre de 1932 dirigida al intendente municipal Ing. José M. Ferreccio, el presidente del Concejo Deliberante, Antonio Grimaldi, le comunica que “este H.C.D. en sesión de anoche ha sancionado la siguiente ordenanza: art. 1, denomínese Avenida Tte. General J. F. Uriburu al actual B. Colón en la parte comprendida entre el B. Brown y el B. Pringles. Art. 2, denomínese Boulevard Colón a la actual arteria en la parte comprendida desde el boulevard Pringles al este”. Con esta medida, la actual avenida Colón tendría durante casi treinta años a lo largo de su recorrido un total de tres nombres ya que, bastante tiempo atrás y por ordenanza del 23 de abril de 1909, el tramo correspondiente a Pueblo Nuevo llevaba el nombre de Carlos María de Alvear. Así, a pocos meses de su muerte
La Olavarría antigua y la moderna, lo rural y lo urbano. Todo ello se resume en esta fotografía del histórico puente de hierro de la avenida Colón que atravesaba el arroyo Tapalqué, donde coinciden el arreo de una majada de ovejas y detrás un automóvil. y a dos años del golpe de estado que encabezara, José Félix Uriburu vestía con su nombre a una de las principales arterias de nuestra ciudad. Uriburu nació en Salta en 1868 y murió en París en 1932. Encabezó el primer golpe de Estado de la his-
El puente de hierro En su informe de 1904 sobre la situación de la Comuna el comisionado Mendiburu indicaba que los puentes sobre el arroyo Tapalqué “prestan inmensos servicios á la población que vive del otro lado del arroyo y que se encuentra incorporado á la planta urbana por una ordenanza que sancionó el Consejo Deliberante en años anteriores; los habitantes alcanzan en esa parte del pueblo á 3000, notándose crecientes progresos en la edificación de ese barrio”. En párrafos siguientes sostenía que “el puente necesario sería el que se construyera con los fondos de la ley 2 de Enero de 1883, cuya ubicación obligada sería en la continuación del boulevard Colón”. Será la tarde del 15 de agosto de 1909, y tras haber superado algunos escollos, la que verá inaugurado el tan ansiado puente. Bajo la intendencia de Rafael Muñoz y poco después de las tres de la tarde de aquel domingo, los acordes de la banda municipal y el estruendo de las bombas anunciaron los comienzos de la ceremonia de inauguración. Costeado por el gobierno de la Nación, pero atribuido a las gestiones del por entonces senador Mendiburu, el “puente de hierro” (muchas veces bautizado “de fierro”, “de los suspiros” o menos románticamente “de los suicidios”) prestó servicios durante 57 años uniendo al centro con el Pueblo Nuevo y más allá. Testigo de las aguas, a veces mansas, a veces procelosas, que corrieron debajo y también de la ciudad que creía sus márgenes, fue desmantelado en marzo de 1966, no sin antes rendirle un cálido tributo de despedida.
toria argentina ejerciendo como presidente de facto entre septiembre de 1930 y febrero de 1932. Desempeñó en el marco de su carrera militar, entre otros, los roles de agregado militar, inspector general del ejército, miembro del Consejo Supremo de Guerra y director de la Escuela Superior de Guerra. En 1958 durante el debate en el Concejo Deliberante sobre los cambios en la nomenclatura y en torno a la restitución (luego de 26 años) del nombre Cristóbal Colón y, por ende, a la quita del de José Félix Uriburu se afirmaba que el primer
Imagen nocturna de 1943 del boulevard Uriburu (nombre que tuvo la avenida Colón entre los años 1932 y 1958). presidente de facto había llegado a tener un lugar entre las calles de Olavarría en el marco de un homenaje apresurado, teñido del apuro del fervor político de una hora y llevado a cabo sin la perspectiva del tiempo, sin que la historia haya dado su fallo. La historia se hace y se rehace, se lee y se relee; esta vez por otros lares le está tocando al navegante genovés.
Vista de la avenida Uriburu (hoy Colón) en su cruce con la calle Rivadavia, con el polémico busto de José Félix Uriburu en la intersección de ambas, el que fue retirado de ese lugar en la madrugada del 22 de noviembre de 1966 para completar los trabajos de pavimentación de la avenida.
Las opiniones, consultas y sugerencias de los lectores pueden enviarse a los correos electrónicos: marcosrrodriguez@yahoo.com.ar y archivo@elpopular.com.ar, o a El Popular - Vicente López 2626, Olavarría.
EL POPULAR • Olavarría Olavarría, jueves 9 de abril de 2015
La avenida Almirante Brown, un límite del casco histórico junto al Parque Mitre y el arroyo Tapalqué
La de la ribera... ¿pero cuál? Marcos Rodríguez Como relatáramos en crónicas anteriores, la ordenanza sancionada en octubre de 1886 asigna nombres a las calles del casco histórico de la ciudad de Olavarría, o sea, al sector delimitado por el primer anillo de avenidas o, como era de uso decir hasta avanzado el siglo pasado, los “cuatro boulevares”. Recordemos la parte de la ordenanza donde se asignan los nombres para la “sección 1º calles rectas de NE a SO empezando por la ribera del arroyo: Boulevard 27 de Diciembre, Calle General Villegas, Adolfo Alsina, Defensa, Rivadavia, Moreno, La Madrid, Almirante Brown, 25 de Mayo, 9 de Julio, Boulevard Progreso”. Vemos entonces que entre las ca-
lles paralelas al arroyo y en octavo orden comenzando desde aquel aparece Almirante Brown. Este lugar ubica al almirante irlandés en la que es la actual calle España, la que también llevó el nombre de Independencia, como veremos en otra oportunidad. Sin embargo, registros del Concejo para 1890 hablan del boulevard Almirante Brown situándolo sobre la ribera del arroyo Tapalqué. En diciembre de 1896 por decreto del intendente Recavarren se estipula “asígnese el nombre de ‘Boulevard Almirante Brown’ a la calle sobre la ribera de la margen izquierda del Arroyo Tapalqué, ‘Caridad’ su paralela inmediata, ‘Junín’ su id. id. a ésta, ‘Alegría’ su id. id. id. y ‘Progreso’ su id. id. id.”. Elevado el decreto a consi-
Imagen del Mercado Municipal que entre 1932 y 1969 funcionó en la esquina de Almirante Brown y Dorrego, donde actualmente tiene su sede el Centro de Formación Profesional Nº 401 (ex Escuela Piloto).
En la fotografía se observa el comienzo de los trabajos de demolición de la usina -de la Sociedad Anónima Luz Eléctrica de Olavarría primero y de la Compañía Sudamericana de Servicios Públicos luego, empresas que operaron el servicio de electricidad en Olavarría antes que Coopelectric- ubicada en el Parque Mitre en esquina norte de Belgrano y Brown. En dicho lugar, en la actualidad todavía es posible observar los restos de la estructura de la mencionada usina.
El parque emblemático de la ciudad El devenir de la ciudad ha querido que la avenida o boulevard Almirante Guillermo Brown y lo que, a la postre, sería el Parque Mitre se vincularan casi desde los tiempos fundacionales hasta nuestros días. A poco de inaugurarse el siglo, el 16 de septiembre de 1901 una resolución del Concejo Deliberante indicaba que “el H.C.D. en sesión de la fecha aprobó por unanimidad de votos el Decreto del D.E. de fecha 10 de Julio de 1901 por el cual se denomina Bartolomé Mitre al paseo de la ribera del arroyo Tapalqué anexa al Boulevard Almirante Brown”. Atravesando remodelaciones periódicas, etapas de cercamientos e incluso con días y horarios de acceso, nuestro emblemático parque ha sufrido también momentos de expansión mediante expropiaciones y adquisiciones de terrenos por parte del Municipio hasta adquirir la fisonomía con la que hoy lo conocemos. Por su parte, la figura de Mitre ha emergido como una de las más homenajeadas a lo largo de la historia de nuestra ciudad. Al parque bautizado en 1901, la Olavarría de 1906 sumará los fastuosos eventos que constituyeron el “funeral cívico” que se le tributó a poco de ocurrida su muerte. Asimismo, en 1909 se le impondrá el nombre de General Mitre a la continuación de la calle San Martín en Pueblo Nuevo. Para 1921, y en ocasión del centenario de su natalicio, el parque verá emplazado el busto de la figura cuyo nombre recibe. Por último, y en oportunidad en que la ciudad reconfigurara la nomenclatura de sus calles, Olavarría no se resignó a que la calle Mitre desapareciera de su traza para lo cual (traslado mediante) se impone tal nombre a la calle que hoy lo lleva.
deración del Concejo Deliberante el 29 de enero de 1897 se resolvió aprobarlo “con la modificación del cambio del nombre de ‘Alegría’ y ‘Progreso’ por ‘Juncal’ y ‘Chacabuco’ respectivamente, recordando con este motivo las glorias del almirante Brown en el combate del Juncal y también los gloriosos recuerdos de la batalla de Chacabuco”. Lo curioso de esto es que el decreto indica la ribera de la margen izquierda, con lo cual estas calles estarían establecidas del lado de Pueblo Nuevo. Crónicas periodísticas de la década del 30 parecen reafirmar la original pertenencia de la calle Brown al sector de Pueblo Nuevo. Al referirse a la historia de la Escuela 4, el anuario de 1935 del diario El Popular relata en su página 61 que la misma “fue creada por decreto del 1 de julio de 1885, ocupando el edificio particular del Sr. Miguel Requena, ubicada en la prolongación oeste de la calle Necochea, entre las de Caridad y Brown”. Sea de un lado u otro del Tapalqué, el insigne almirante estaba destinado a permanecer, si no en el mar, por lo menos siguiendo una de las riberas del curso de agua que atraviesa la ciudad. Continuando con el afán de que cada barrio tuviera sus propias calles y numeración y, siendo los cuatro bulevares ejes de corte tanto en los nombres de las calles como en la numeración domiciliaria, en junio de 1951 se le impone el nombre de Ernesto V. Merlo “a la calle identificada en el plano oficial de la ciudad de Olavarría como Nro. 29, prolongación norte de Almirante Brown”. De las figuras locales nos ocuparemos a continuación de las avenidas. Guillermo Brown nació en Irlanda en 1777. Es considerado
El histórico Molino La Clara estuvo ubicado en la avenida Almirante Brown entre Vélez Sarsfield y Bolívar, y fue una de las primeras industrias de la ciudad. El 16 de septiembre de 1929, un gran incendio destruyó al molino casi en su totalidad. En la actualidad, en dicho sector existen galpones que dan sobre la avenida Brown. padre de la Armada argentina, ya que en 1809 se instala en Buenos Aires quedando su nombre íntimamente vinculado a las luchas por la independencia argentina y a la guerra contra el Imperio del Brasil. El 3 de marzo de 1857 Brown falleció en Buenos Aires y el gobierno argentino decretó honras al ilustre marino que, como decían los considerandos de la resolución oficial, “simboliza las glorias navales de la República Argen-
tina y cuya vida ha estado consagrada constantemente al servicio público en las guerras nacionales que ha sostenido nuestra Patria desde la época de la Independencia”. Las opiniones, consultas y sugerencias de los lectores pueden enviarse a los correos electrónicos: marcosrrodriguez@yahoo.com.ar y archivo@elpopular.com.ar, o a El Popular - Vicente López 2626, Olavarría.
EL POPULAR • Olavarría Olavarría, jueves 16 de abril de 2015
La avenida Pueyrredón homenajea a uno de los directores supremos de las Provincias Unidas del Río de la Plata
Un director, de Pueblo Nuevo a San Vicente... Marcos Rodríguez
L
a actual avenida Pueyrredón originalmente tuvo categoría de calle y su emplazamiento en Pueblo Nuevo. Efectivamente, el 23 de abril de 1909 el Concejo Deliberante sanciona, a propuesta del concejal Armando Collinet, la norma que en su artículo primero ordena: “en lo sucesivo las prolongaciones de las calles del otro lado del arroyo Tapalqué se denominarán empezando por el Boulevard Del Valle en la siguiente forma: Alberdi, Sarmiento, Brandsen, Alvarado, Umberto I, Francia, General Mitre, Las Heras, Balcarce, Pueyrredón, Azopardo, Buchardo y Alverar”. Al mismo tiempo, la ordenanza establecía el origen de la numeración a ambos lados del boulevard Brown modificándose así la sancionada el 4 de mayo de 1908 que había establecido el comienzo de la numeración en los boulevares Pringles y del Valle. Vale la pena destacar una innovación introducida por esta última ordenanza de 1908: a partir de su sanción las cuadras serán nu-
Retrato de Juan Martín de Pueyrredón, realizado por Rafael del Villar en 1935 y que se encuentra en el Museo Histórico Nacional, en la ciudad de Buenos Aires. Rafael Domingo del Villar nació en Jerez de la Frontera en 1873 y falleció en Buenos Aires en 1952. Llegó a la Argentina en 1910 y se desempeñó como pintor restaurador del Museo Histórico Nacional (1920-1949). Pintó incontables retratos de próceres. Se destaca el Retrato del General José de San Martín colgado en el despacho del Presidente de la Nación, otro en la Cancillería (Palacio San Martín) y un tercero en Boulogne Sur Mer (Francia).
Archivo El Popular
meradas de a 50 números, sistema que regirá hasta 1928. Previamente una norma de 1897 había fijado una numeración domiciliaria de a 20 números por cuadra. De esta manera, el proyecto del concejal Collinet ubicaba al Director Supremo como continuación de la calle Necochea del otro lado del arroyo, aunque en aquel entonces sin puente que las uniera. Las transformaciones de fines de los 50 sacarán a Pueyrredón de Pueblo Nuevo y lo ubicarán (esta vez con categoría de avenida y bajo el número 34) en San Vicente. Si antes el arroyo Tapalqué marcaba su comienzo, hoy el mismo arroyo le otorga la singularidad de ser la única avenida en ser “partida” por él. De esta manera, Pueyrredón junto a Antonio González Balcarce serán los únicos directores supremos de las Provincias Unidas del Río de la Plata homenajeados en la nomenclatura de las calles de Olavarría. El nombre de otro director supremo -el de Carlos María de Alvear- llevó el tramo correspondiente a Pueblo Nuevo de la actual avenida Colón. El reordenamiento de 1958 no le guardaría a Alvear un lugar dentro de las calles de nuestra ciudad. Juan Martín de Pueyrredón nació en Buenos Aires en 1777. Formado en la Europa de la ilustración, regresa a Buenos Aires poco antes de la invasión inglesa de 1806 para tomar las riendas de los negocios familiares. Producida la primera de las invasiones tuvo una importante participación en la lucha contra los ingleses siendo titular del regimiento de húsares, iniciando así la carrera de armas. Hacia 1810, Pueyrredón participó de los acontecimientos de Mayo, siendo pronto encargado de la gobernación de Córdoba y más tarde de la intendencia de Charcas, Bolivia. Dirigió durante 1811 y 1812 el Ejército del Norte, para más tarde formar parte del Triunvirato. Caído éste siguió su actividad en Cuyo y en 1816 fue designado por el Congreso de Tucumán, una vez declarada la independencia, como director supremo de las Provincias del Río de la Plata. Cargo que ejerció hasta 1819 y durante el cual se sancionó la Constitución de 1819, que juzgada como centralista y unitaria, provocó el decidido rechazo de las provincias. Luego
Imagen de la intersección de la avenida Pueyrredón con la calle Junín inundada durante marzo de 1992, tras el desborde del arroyo Tapalqué y el arribo de agua provenientes de los campos ubicado al sur del Partido tras intensas lluvias. En ese momento las calles de dicho sector eran de tierra y actualmente se encuentran pavimentadas.
Diario Democracia
Vista de 1941 del barrio Pueblo Nuevo, cuando Pueyrredón daba nombre a una de sus calles (la actual Necochea).
de su rol como director supremo Pueyrredón atenuó su participación política, dedicándose a la vida familiar. Fallece en Buenos Aires en marzo de 1850 a los 72 años. Las opiniones, consultas y sugerencias de los lectores
pueden enviarse a los correos e l e c t r ó n i c o s : marcosrrodriguez@yahoo.com.ar
y archivo@elpopular.com.ar, o a El Popular - Vicente López 2626, Olavarría. Claudio Martínez
La ascienden a avenida, pero le niegan su puente... El 14 de marzo de 1949 el Honorable Concejo Deliberante sancionaba una ordenanza parte de cuyo articulado transcribimos: “Art. 1 - Autorizase al Club A. Estudiantes a clausurar las calles designadas con los números 58 y 62 de Plano Oficial de esta ciudad, en el trayecto comprendido entre la calle Ramón A. Rendón y la margen derecha del Arroyo Tapalqué; Art. 2 - Permítase en forma precaria al Club A. Estudiantes, el uso de la franja de terreno correspondiente a las calles…”. Cabe aclarar dos
aspectos a los efectos de entender esta ordenanza leída en nuestros días. En 1949 las calles números 58 y 62 correspondían a las actuales 34 y 38, Pueyrredón y Buchardo respectivamente. Por otra parte, para 1949 la calle Ramón A. Rendón correspondía a la actual calle Lavalle en el sector del barrio San Vicente. Así, la arteria que en 1958 tomará el nombre de avenida Juan Martín de Pueyrredón quedará dividida y pasará a ser la única avenida de nuestra ciudad con esa particularidad.
La avenida Pueyrredón presenta una curiosidad: es la única avenida del sector urbano de la ciudad que no tiene un puente sobre el arroyo Tapalqué, ya que es “partida” por el curso de agua, teniendo su límite en ambas márgenes en la cancha de golf de Estudiantes. En foto, la esquina de avenida Pueyrredón y Lavalle.
EL POPULAR • Olavarría Olavarría, jueves 23 de abril de 2015
La avenida Urquiza, eje central del barrio Luján que recuerda al primer presidente constitucional de la Argentina
Cartas en las calles y calles con nombres... Marcos Rodríguez
Marcos Rodríguez Hacia comienzos de los años 30, las crónicas periodísticas daban cuenta de las demandas “del barrio adyacente a la estación del Ferrocarril del Sur” en torno a la necesidad de dar nombres a las calles de la zona ya que el servicio de correo, pronto a implementarse, se vería facilitado con la colocación de números domiciliarios y chapas nomencladoras. En este marco, escribe El Popular en su edición del 16 de septiembre de 1931 que “esta medida obedece al hecho de que, habiéndose conseguido un cartero para esta zona, la denominación de las calles y la colocación de chapas con sus respectivos números, hará más fácil en reparto de la correspondencia”. Así, el decreto del comisionado municipal José Ferreccio fechado el 15 de septiembre de 1931 se fundamenta en “lo solicitado por los vecinos de la ciudad, situada a la izquierda de la vía férrea, y de acuerdo a la autorización concedida por el Señor Interventor Nacional y lo dictaminado por el Señor Asesor de Gobierno”. En su artículo segundo el mencionado decreto establece que “las calles de esta misma parte de la ciudad, que llevan la dirección
Imagen aérea del Molino Argentino (instalado por Molinos Río de la Plata), alrededor de la década del 30. Este Molino comenzó a funcionar en 1912, y parte de sus terrenos lindaban con la avenida Urquiza. de SO a NE, o sea que corren paralelas a la vía férrea del FCS, se denominarán Passo, Boulevard Saavedra, Laprida, Deán Funes, Urquiza, Berutti y Chiclana, en este mismo orden y comenzando la primera por la calle que da frente a la entrada de cargas del F.C.S., y la
segunda, el boulevard que limita el terreno de la empresa F.C.S. y corre paralelamente a ella”. El mismo decreto, en su artículo primero, aprobaba para las calles perpendiculares a las vías igual nombre de las correspondientes a las continuaciones de las del centro con el agre-
gado prolongación SE. Un tercer artículo de la norma indicaba que “estas denominaciones se efectúan ad referéndum del H.C.D.”. En 1934 una ordenanza del Concejo Deliberante, sancionada el 6 de junio, homologará las designaciones aprobadas por el decreto de
Calles con nombres... pero sin chapas La década del 30 será prolífera en términos de dar nombres a las calles de distintos barrios de Olavarría. Durante el período que se extiende entre 1930 y 1940 unas 35 calles de la ciudad verán imponerse sus respectivos nombres, y sólo unos 11 corresponderán a figuras locales. Igual número desaparecerá de la geografía urbana producto del reordenamiento nomenclador de finales de los 50. Pero en el día a día de una Olavarría que para aquellos años comenzaba un franco proceso de expansión urbana plasmado por el nuevo ordenamiento nomenclador de 1928, la norma no se constituía en suficiente per se y de nada sirve si no se materializa en las calles y los domicilios con las correspondientes chapas indicadoras. En nota del concejal José Lagoa dirigida al presidente del cuerpo, Antonio Grimaldi, y fechada el 23 de abril de 1932 expresaba el problema en los siguientes términos: “ruego al Señor Presidente se sirva recabar del H. Concejo la siguiente minuta de comunicación al
Departamento Ejecutivo: el H. Concejo Deliberante vería con sumo agrado que el señor intendente municipal hiciera dar cumplimiento a la ordenanza referente a la colocación de la nueva numeración dentro de la planta urbana incluyendo al Pueblo Nuevo, pues, probablemente ni la mitad de los propietarios han dado cumplimiento a dicha ordenanza. Al mismo tiempo, que el D.E. proceda hacer colocar las chapas con los nombres de las calles que en la mayoría de ella aún no han sido colocadas. Si con orgullo llevamos el nombre de Ciudad de Olavarría, debemos de propender hacer obras de progreso y no quedarnos en las condiciones de los pueblos de aldea. Saluda al Señor Presidente con la mayor consideración. Fdo. José Lagoa”. Luego de su paso por la Comisión de Obras Públicas, el proyecto de comunicación fue aprobado en la sesión del Consejo del 1 de junio de 1932. Paradójicamente los nuevos nombres proliferaban, pero las chapas escaseaban.
1931, aunque sólo en la parte correspondiente a las calles paralelas a las vías. Las continuaciones de las calles céntricas serán bautizadas unos años más tarde. Así, el barrio Luján verá bautizadas la casi la totalidad de sus calles durante la década del 30. A la primera calle con nombre del barrio (Isaías Mendiburu en 1913, actual calle Bolívar) se sumarán las paralelas a las vías bautizadas por el decreto de 1931 y las perpendiculares a ellas por una ordenanza de 1938. Entre estas últimas encontramos a Santiago Derqui (actual Alvaro Barros), Juárez Celman (Sargento Cabral), José Evaristo Uriburu (Necochea), Bolivia (Dorrego), Paraguay (Belgrano), Marcelino Ugarte (San Martín), Valentín Vergara (General Paz) y Guillermo Udaondo (Coronel Suárez). Justo José de Urquiza nació cerca de Concepción del Uruguay, Entre Ríos, en 1801. Previamente a la actividad política, se dedicó a los negocios agropecuarios de la familia alcanzando prontamente una sólida e influyente posición. Urquiza fue electo, a los veinticinco años, diputado de la legislatura entrerriana, alcanzando en 1841 el cargo de gobernador. Se unió al bando federal participando de numerosas batallas, aunque sus diferencias con Rosas se agudizaron, fundamentalmente en materia económica, produciéndose la caída del caudillo porteño en la batalla de Caseros de 1852. Separada Buenos Aires, Urquiza se erige como el primer presidente de la Confederación Argentina en 1854. Derrotado en Pavón por las fuerzas porteñas en 1861, Urquiza se refugió en su Palacio de San José y se dedico a la actividad agropecuaria. Muere asesinado en su Palacio el 11 de abril de 1870. Las opiniones, consultas y sugerencias de los lectores pueden enviarse a los correos electrónicos: marcosrrodriguez@yahoo.com.ar y archivo@elpopular.com.ar, o a El Popular - Vicente López 2626, Olavarría.
Carlos Ramírez
Imagen actual de la “Mulatona”, emplazada en el frente del estadio de fútbol “Ricardo Sánchez” de El Fortín sobre la avenida Urquiza al 2800. La “Mulatona”, construida por Rolo Mangifesta, es el símbolo de la histórica etapa de los carnavales de El Fortín de las décadas del 70 y del 80, que se realizaban en dicho sector de la avenida.
Fotografía de 1947 de la primera sede del Club Social y Deportivo El Fortín en la esquina de Carlos Evaristo Uriburu (la actual Necochea) y Saavedra. Era un inmueble de ladrillo a la vista, construcción típica de esa época.
EL POPULAR • Olavarría Olavarría, jueves 30 de abril de 2015
En la nomenclatura urbana de Olavarría, antes de llegar a ser la actual avenida, Sarmiento fue una calle del barrio Pueblo Nuevo
Al busto lo dejaron en su lugar... Marcos Rodríguez Al igual que Pueyrredón, Sarmiento tuvo su homenaje en la nomenclatura olavarriense primero como calle y en Pueblo Nuevo. La ya mencionada ordenanza del 23 de abril de 1909 la ubicaba como continuación en esa barriada de la céntrica calle Vélez Sarsfield. Efectivamente, en la fecha indicada el Concejo Deliberante sancionó, a propuesta del concejal Armando Collinet, la norma cuyo artículo primero ordenaba que “en lo sucesivo las prolongaciones de las calles del otro lado del arroyo Tapalqué se denominarán empezando por el Boulevard Del Valle en la siguiente forma: Alberdi, Sarmiento, Brandzen, Alvarado, Umberto I, Francia, General Mitre, Las Heras, Balcarce, Pueyrredón, Azopardo, Buchardo y Alvear”. A las ya bautizadas en 1908 calles paralelas al arroyo con los nombres de importantes batallas de la lucha por la independencia, se sumarán al año siguiente las perpendiculares al curso de agua, completando así la nómina de las arterias de una barriada -la del Pueblo Nuevo- que para principios del siglo XX ya se vislumbraba pujante y en franco crecimiento. Continuando el plan de homena-
Archivo El Popular
jes al expresidente, en agosto de 1938 el Concejo Deliberante sanciona una resolución que, en ocasión de cumplirse el 11 de septiembre de ese año “el 50 aniversario del fallecimiento de Domingo Faustino Sarmiento y realizando la Asociación de Maestros un homenaje a su memoria, consistente uno de sus actos, en la colocación de una placa en la calle que lleva su nombre, resuélvase adherirse la Municipalidad a dicho homenaje costeando el importe de confección y colocación de la citada placa”. Por otro lado, en la misma sesión, el Concejo aprueba una minuta de comunicación al Departamento Ejecutivo donde se indica que “el Honorable Concejo Deliberante vería con agrado que el D.E. gestionara de quien corresponda se denomine a la actual escuela número 4, con el nombre de ‘Escuela Provincial Domingo Faustino Sarmiento’ en homenaje al gran maestro y con motivo de cumplirse el 11 de septiembre del año corriente, el 50 aniversario de su fallecimiento”. El nuevo ordenamiento de 1958 le otorgó a Sarmiento su actual emplazamiento quitando de su sitio al Gobernador Marcelino Ugarte, quien a su vez ya había sido desplazado de su original ubica-
Presidente sí... gobernador no La ordenanza 36 sancionada en noviembre de 1958 trasladaría a Sarmiento de su original ubicación en Pueblo Nuevo, asignada en 1909, dándole el carácter de avenida y su actual lugar en la nomenclatura urbana de Olavarría. La reubicación del expresidente le quitaría en forma definitiva al gobernador Marcelino Ugarte (quien había sufrido ya un primer desplazamiento) su participación dentro de la lista de figuras que con sus nombres visten las calles de nuestra ciudad. El 13 de noviembre de 1939, el Concejo Deliberante sanciona una ordenanza por la cual se le daban nombre a quince calles de los barrios San Vicente, Luján y Mariano Moreno. Entre ellas se bautizaba como Gobernador Marcelino Ugarte a la continuación de la calle San Martín en el barrio Luján. Los diversos homenajes que se desarrollarían a lo largo de 1950, año del centenario del fallecimiento del general San Martín, conllevarían el traslado del gobernador a la por entonces calle 14 (actual Avenida Sarmiento). Luego de una serie de proyectos que buscaban homenajear a San Martín unificando con su nombre las prolongaciones de esa calle céntrica en Pueblo Nuevo (denominada Mitre) y en el barrio Luján (denominada Gobernador Marcelino Ugarte), en noviembre de 1950 el Concejo Deliberante concretaría parcialmente tal homenaje y le otorgaría el nombre de Gobernador Marcelino Ugarte a la que en 1958 pasaría a llamarse avenida Domingo Faustino Sarmiento. Marcelino Ugarte nació en Buenos Aires el 28 de mayo de 1855. Abandonó los estudios universitarios para adentrarse tempranamente en la actividad política. Fue electo diputado provincial en 1878, renunciando a la banca ante las denuncias de fraude en los comicios. En 1888 ocupó una banca en el Senado provincial, y en 1892 fue elegido diputado nacional por Buenos Aires, ejerciendo también la presidencia de la Caja de Conversión. Al terminar su período como diputado, se desempeñó como ministro de hacienda en el gobierno de Bernardo de Irigoyen. En 1900 volvió al Congreso Nacional, no alcanzando a cumplir su mandato por haber sido elegido gobernador la provincia de Buenos Aires en 1902. En 1913 Ugarte es elegido senador nacional volviendo a abandonar el Congreso para ocupar nuevamente la primera magistratura provincial. La intervención del gobierno federal lo desplazó del cargo en mayo de 1917. Marcelino Ugarte falleció en Buenos Aires el 6 de agosto de 1929.
El estadio de fútbol del club Racing limita en su sector norte con la avenida Sarmiento (en el frente de la fotografía). En 1981 se denominaba “Ignacio Zubiría” (actualmente su nombre es “José Buglione Martinese”). La imagen aérea corresponde al debut del equipo de Loma Negra en el Torneo Nacional 1981 frente al gran Ferro dirigido por Carlos Timoteo Griguol, con triunfo del equipo olavarriense por 1 a 0. Ese día se vendieron oficialmente 13.600 entradas y fue la mayor recaudación de la fecha del certamen. ción en el barrio Luján. Paradójicamente en 1909 primera paralela a Alberdi, cincuenta años más tarde estos hombres claves en el pensamiento político argentino del siglo XIX se cruzan en los planos de la ciudad así como lo hicieron a través de las ideas. Su madre, Paula Albarracín, al igual que la de San Martín, nomina desde abril de 1976 a una de las calles del barrio San Carlos. A su vez, un detalle para destacar es que no por casualidad el busto de Sarmiento, inaugurado el 11 de septiembre de 1957, se ubica en el lugar que hoy ocupa (Vélez Sarsfield y Cerrito); simplemente miraba hacia la calle que llevaba su nombre. Domingo Faustino Sarmiento nació en San Juan el 15 de febrero de 1811 y murió en Paraguay el 11 de septiembre de 1888. Fue maestro, subteniente de milicias, escritor, periodista, senador, ministro, director general de escuelas, sociólogo, diplomático y gobernador, hasta convertirse en presidente de la Argentina entre 1868 y 1874. Fe de erratas: en uno de los epí-
La fotografía muestra el acto de inauguración del busto de Domingo Faustino Sarmiento, el 11 de septiembre de 1957, en el predio donde aún se encuentra emplazado, en Vélez Sarsfield y Cerrito (en un sector del actual Parque del Bicentenario). En dicha fecha la calle Vélez Sarsfield en el sector de Pueblo Nuevo se denominaba Sarmiento, lo cual al año siguiente se modificaría adoptando la actual denominación. grafes de la nota sobre la avenida Urquiza del jueves 23 abril se menciona a Carlos Evaristo Uriburu, cuando en realidad debió decir José Evaristo Uriburu. Las opiniones, consultas y suge-
rencias de los lectores pueden enviarse a los correos electrónicos: marcosrrodriguez@yahoo.com.ar y archivo@elpopular.com.ar, o a El Popular - Vicente López 2626, Olavarría.
Imagen de 1913 del Hospital Municipal “Coronel Olavarría” (actualmente denominado “Dr. Héctor Cura”). El Hospital funciona en su actual predio de Sarmiento y Rivadavia desde la primera década del siglo XX. Tuvo su origen en un hospital privado creado en 1893 por la asociación Damas de Caridad, el cual en 1901 fue transferido a la esfera estatal municipal.
Olavarría, jueves 7 de mayo de 2015 • EL POPULAR
La avenida Ituzaingó es eje de un sector cuya nomenclatura alude a los combates que marcaron la etapa inicial del Estado argentino
La de la batalla de la Guerra con Brasil... Historia de los últimos 85 años de Olavarría - Diario El POPULAR (1985)
Imagen de la estación de servicio La Esperanza, ubicada en la intersección de las avenidas Ituzaingó y Colón. Esta fotografía pertenece a la colección de Octavio Físner Oliva y está publicada en el libro “Imágenes del partido de Olavarría”, de Adolfo H. Santa María, editado en 2012. Marcos Rodríguez En nota al Concejo Deliberante con fecha 7 de marzo de 1908, el concejal Collinet sostiene que “elevado el pueblo de Olavarría a la categoría de ciudad, soy de afirmar que la nomenclatura de sus calles debe responder a este adelanto, por cuya excusa he formulado el proyecto de ordenanza que tengo el honor de elevar al Concejo esperando que distinguidos miembros faciliten su apoyo. En el referido proyecto va incluido el nombre que deben de darse a las calles de la parte urbana al otro lado del arroyo, desde la ribera de éste y el límite de las quin-
tas nro. 7 al 12 inclusive. Los nombres que propongo creo son los que corresponden por cuanto ellos simbolizan nuestras grandes batallas, muy en concordancia con los nombres que tienen las calles de este lado del arroyo que recuerdan nuestros grandes guerreros y forjadores de nuestra independencia”. Aceptada la propuesta de Collinet, la ordenanza sancionada el 4 de junio de 1908 en su artículo tercero estableció que “las calles comprendidas entre los límites de las quintas número 7 al 12, la ribera del arroyo Tapalqué y la prolongación en los Boulevares Colón y Del Valle en lo sucesivo se denomina-
Fotografía de 1940 del pabellón central (actual salón restaurante o buffet) de las instalaciones de la Sociedad Rural en la avenida Ituzaingó Sur, donde se encuentran su predio de remates ferias y donde todos los años se realiza la Exposición Comercial y de Ganadería de Olavarría. La actual Sociedad Rural de Olavarría (como entidad de bien público) se fundó el 16 de septiembre de 1945. La primitiva Sociedad Rural de Olavarría (como sociedad comercial) había sido fundada en 1885 y antes de trasladarse al actual predio tuvo sus instalaciones en la actual calle Bolívar (en esos años avenida Isaías Mendiburu) en un sector del barrio Luján.
rán empezando por la rivera del arroyo: Río Bamba, Cerrito, Maipú, Chacabuco, Independencia, San Lorenzo, Ayacucho, Ituzaingó, Piedras, Tacuarí y Junín”. Una innovación importante de esta ordenanza es que establece la numeración de a 50 números por cuadra, derogando el régimen vigente que allá por 1897 lo había fijado en 20. En 1958, y en medio del debate sobre la nueva nomenclatura, un por aquel entonces concejal y luego varias veces intendente propuso su eliminación y reemplazo por el nombre Italia, lo cual no prosperó (ver nota aparte). La batalla de Ituzaingó se desarrolló en marco de la guerra con el
Brasil. Fue un enfrentamiento ocurrido el 20 de febrero de 1827 entre las tropas argentinas y sus aliados orientales y las del Imperio del Brasil, enfrentados por el control de la Banda Oriental en manos brasileñas desde 1820. Ituzaingó constituyó una victoria contra todos los pronósticos, teniendo en cuenta las fuerzas y medios superiores de que disponían los brasileños. La victoria de las tropas nacionales contribuyó al nacimiento de la Convención Preliminar de Paz que se firma en 1828, reconociendo como Estado libre, independiente y soberano al Uruguay. En su retirada los brasileños abandonaron un cofre que contenía la partitura de una pieza
musical que el emperador Pedro I le había entregado al marqués de Barbacena para ejecutar en la primera victoria que obtuviera en la guerra. Desde entonces, se transformó en la marcha de Ituzaingó, que constituye junto con la banda presidencial y el bastón de mando, los tres atributos oficiales de la presidencia argentina. Las opiniones, consultas y sugerencias de los lectores pueden enviarse a los correos electrónicos: marcosrrodriguez@yahoo.com.ar y archivo@elpopular.com.ar, o a El Popular - Vicente López 2626, Olavarría. Archivo EL POPULAR
Primero la plaza, luego la calle El diario EL POPULAR informaba en su edición del 9 de nombre de 1958 que, en medio del tratamiento en el Concejo Deliberante sobre el nuevo sistema nomenclador para las calles de Olavarría, “…hubo un pequeño debate al sugerir el señor Eseverri, apoyado por el señor Arena, la supresión del nombre Ituzaingó para poner el de Italia, en homenaje a la colectividad italiana, lo que en definitiva no prosperó…”. Así, Italia deberá esperar poco más de cuarenta años para vestir con su nombre a una de las calles de la ciudad. Antes de que se concretara tal homenaje, el decreto 492 del 5 de noviembre de 1971, rubricado por el intendente Enrique Mario Alfieri, bautizará con el nombre de “Plaza Italia al espacio verde limitado por las calles Independencia, Balcarce, San Lorenzo y Pelegrino, de nuestra ciudad, como homenaje a Italia y a los italianos que poblaron estas tierras”, según reza su primer artículo. Por fin, el 24 de marzo de 1999 y mediante ordenanza 2365/99, el Concejo Deliberante impone “la denominación de ‘Italia’ a la calle Nro. 51 bis, ubicada entre Lavalle y Alsina, y paralela a las mismas desde calle 10 bis hasta 20 bis de la ciudad de Olavarría…”. Unos meses después, el que por 1958 había propuesto como concejal tal nombre para una de nuestras calles, inauguraba (esta vez como intendente) un sencillo monolito con la inscripción “Calle Italia”.
El 27 de noviembre de 1999 se realizó el acto de imposición del nombre Italia a la calle 51 bis del barrio Los Robles. Allí el intendente Helios Eseverri destacó el papel cumplido por los inmigrantes en la formación del país, mencionando específicamente el rol cumplido por la colectividad italiana. En la ceremonia estuvieron presentes autoridades e integrantes de todas las asociaciones y de las regiones italianas en la ciudad, y se entonaron los himnos nacionales de la Argentina e Italia. Así Italia encontraba su lugar en las calles olavarrienses, 41 años después de un proyecto del mismo Eseverri que había buscado imponer dicho nombre a la actual avenida Ituzaingó.
EL POPULAR • Olavarría Olavarría, jueves 14 de mayo de 2015 Archivo de EL POPULAR
La avenida Avellaneda olavarriense tiene un curioso origen que se remonta a 1913
Lo pide el Círculo... Marcos Rodríguez El 12 de marzo de 1913, el Círculo Avellaneda de Capital Federal eleva una nota al intendente municipal Emilio Condé informando que el 8 de junio se efectuaría la inauguración de la estatua del expresidente Nicolás Avellaneda en el pueblo que lleva su nombre. En este marco, el Círculo solicita a la Comuna que a partir de esa fecha sea denominada Presidente Avellaneda a una de las calles de Olavarría. El 19 de mayo, el intendente Condé eleva al Concejo Deliberante el proyecto de ordenanza designando Presidente Avellaneda a la continuación del boulevard Pringles desde el boulevard Del Valle hacia el suroeste (sector del barrio San Vicente). En la nota de elevación el intendente Condé presentaba “…este proyecto
de ordenanza a solicitud del Círculo ‘Avellaneda’ de la Capital Federal y porque debe inaugurarse en la ciudad de Avellaneda la estatua del expresidente Don Nicolás Avellaneda, el 8 de junio próximo. Tratándose de conmemorar un recuerdo de uno de nuestros más ilustres estadistas, y queriendo responder a la galante invitación de aquel Círculo, me he visto en el deber de solicitar a ese H.C. la aprobación de la ordenanza que acompaño. Saluda a V. H. muy atte. Emilio Condé”. El Concejo en sesión del día 29 aprueba el proyecto y autoriza al Departamento Ejecutivo, en coincidencia con la inauguración de la estatua en la ciudad de Avellaneda, a que haga efectiva la ordenanza colocando el 8 de junio las tablillas nomencladoras correspondientes.
El articulado de dicha ordenanza reza: “art. 1. Desígnese con el nombre de Presidente Avellaneda la continuación del Boulevard Pringles, desde el Boulevard Del Valle hacia el sudoeste; art. 2. Autorizase al D. E. para que haga efectiva esta ordenanza colocando el 8 de junio próximo, las tablillas que así lo designen; art. 3. Los gastos que demanden la ejecución de este trabajo, serán cargados a eventuales; art. 4. Comuníquese, etc. etc.”. Hacia fines de la década del 50, reconfiguración de la nomenclatura urbana olavarriense mediante, la avenida Nicolás Avellaneda obtendrá su actual ubicación y el número 22, constituyéndose a su vez en el eje de inicio de la numeración domiciliaria a partir del número 1000. Nicolás Avellaneda, el gran promoDiario Democracia
Imagen de 1941 del puente de la avenida Avellaneda sobre el arroyo Tapalqué. Conocido tradicionalmente como “El puente de la Agraria”, fue construido en la proximidades de la chacra experimental y depósito de cereales “La Colmena” de la Cooperativa Agraria. La piedra fundamental del puente se colocó el 3 de abril de 1938 y quedó librado al tránsito público en 1939.
Monolito ubicado en las instalaciones de la Cooperativa Agraria, en la intersección de las avenidas Avellaneda y Pringles, que tiene dos placas. Una de ellas es un homenaje al ganadero, al agricultor, al resero y al carrero, la cual se colocó en 1967 durante la conmemoración del centenario de Olavarría. La otra recuerda que dicho sitio acantonó al Regimiento 2 de Caballería Lanceros General Paz en su llegada a Olavarría en 1940; luego la unidad militar tuvo su sede en el predio de Bolívar, Brown, Del Valle y Lavalle, antes de la construcción del actual cuartel en la avenida Dante y Torcuato Emiliozzi. Esta fotografía es del año 1994. tor de la inmigración, la universidad pública y la federalización de Buenos Aires, nació en Tucumán en 1837. Fue electo diputado de la Legislatura de Buenos Aires y al poco tiempo debió abandonar la banca para ocupar el cargo de ministro de Gobierno de la Provincia de Buenos Aires, durante la gobernación de Alsina, cuando todavía no había cumplido 29 años. En 1868, Sarmiento fue electo presidente y designó a Nicolás Avellaneda en la cartera más importante en la estrategia del sanjuanino: el Ministerio de Justicia e Instrucción Pública. En 1874, Avellaneda fue electo presidente de la República. Siguiendo la consigna de Alberdi “gobernar es poblar”, promovió en 1876 la sanción
Tendiendo puentes de cooperación El 15 de noviembre de 193 1 se constituía en nues931 tra ciudad la Cooperativa Agraria Ltda. de Olavarría. Esta institución, que a la postre se convertiría por el ejemplo y la experiencia en madre de otras similares de la zona, estuvo encabezada en su primer directorio por el señor Pedro Barcelonna. Poco tiempo antes se había conformado una comisión pro formación de una cooperativa agraria en una “animada reunión”, según la crónica de El P opular del 2 4 Popular 24 de septiembre de 1 93 1, lle193 931 vada a cabo en teatro Menotti Garibaldi. Entre los
aproximadamente 150 asistentes figuraba el comisionado municipal José Manuel Ferreccio, los miembros de la comisión administradora de la cooperativa de consumo La Despensa, los del directorio de la Cooperativa Municipal de Electricidad y numerosos hombres de campo. Luego de los extensos discursos -varias veces interrumpidos por acalorados aplausos- sobre los problemas agrarios y el accionar cooperativo, la ovación que marcaba el clima en aquel atiborrado teatro dio lugar a la designación de una comisión provisional encargada
de organizar una cooperativa agraria en Olavarría. Como corolario de la reunión se levantó un acta expresando el paso dado en los siguientes términos: “En Olavarría, a los veintitrés días del mes de septiembre de y mil novecientos treinta y uno, reunidos los abajo firmados en el teatro Menotti Garibaldi de esta ciudad, con motivo de la conferencia patrocinada por la Asociación de Cooperativas Argentinas y La Pre visión de TTres res Previsión Arroyos, resuelven, después de oír a los oradores designados, constituirse en comisión provisoria a los efectos
de la Ley de Inmigración conocida como Ley Avellaneda. En pocos años, duplicó el flujo inmigratorio. Al dejar la presidencia y como senador proyectó y logró la sanción de la Ley Universitaria, que les garantizó la autonomía a las universidades nacionales. Poco después fue electo rector de la Universidad de Buenos Aires. Murió en altamar regresando de Europa el 24 de noviembre de 1885, a los 48 años. Las opiniones, consultas y sugerencias de los lectores pueden enviarse a los correos electrónicos: callesdeolavarria@gmail.com y archivo@elpopular.com.ar, o a El Popular - Vicente López 2626, Olavarría. Diario Democracia
Fotografía de 1941 de los galpones del depósito de cereales “La Colmena” de la Cooperativa Agraria, en la chacra ubicada en Avellaneda y Pringles. La Cooperativa Agraria de Olavarría fue fundada el 15 de noviembre de 1931. de estudiar y correr con los trabajos preliminares para la formación en ésta, de una
Cooperativa Agraria cuyo principal objeto sea la difusión de la producción”.
EL POPULAR • Olavarría Olavarría, jueves 21 de mayo de 2015
La avenida Pellegrini tiene su origen en 1906 en un tramo de la avenida Pringles y en 1958 es trasladada a su actual ubicación
Una viuda agradecida... Marcos Rodríguez
P
or iniciativa del entonces intendente Isaías Mendiburu, el 16 de agosto de 1906 el Concejo Deliberante designaba “con el nombre de Avenida Pellegrini a la continuación Boulevard Pringles, desde el Boulevard Colón hasta Sierra Chica”. En nota del presidente del Concejo, Sr. José Grigera, fechada el mismo día y dirigida a Mendiburu, le informa que “…su mensaje acompañando este proyecto el 28 del pasado julio fue leído en la sesión que menciono y me cabe la honra de participarle que su aprobación ha merecido ser aclamada por unanimidad de los Señores Concejales, creyendo en esta forma hacer una obra de perfecta justicia a la memoria del esclarecido ciudadano Don Carlos Pellegrini”. Recibida la comunicación del Concejo, Mendiburu dispone informarle la novedad a la viuda que en carta fechada el 21 de septiembre responde en los siguientes términos: “Agradezco profundamente a la Municipalidad de Olavarría el digno homenaje tributado a la memoria de mi amado esposo el Doctor Carlos Pellegrini dando su nombre a una avenida en dicho pueblo. Agradezco igualmente al Señor Intendente su noble iniciativa en este homenaje y los elevados conceptos referentes al extinto que su atenta comunicación del 10 del corriente, contiene. Saludo al Sr. Intendente con mi consideración más distinguida”; firmado Carolina L. de Pellegrini. Nótese que Mendiburu envía la propuesta de nominación a los pocos días de producida, el 17 de julio de 1906, la muerte de Carlos Pellegrini. Aprobada dicha propuesta por el Concejo
Deliberante el 16 de agosto, la avenida Pellegrini será inaugurada con los correspondientes actos el 11 de noviembre de 1906. La ordenanza 36 de 1958 le dará a Pellegrini su ubicación actual al unificar bajo el nombre de avenida Juan Pascual Pringles todos los tramos de la arteria. Carlos Pellegrini, considerado el precursor de las ideas industrialistas en Argentina, nació en Buenos Aires el año 1846. En 1863, ingresó a la Facultad de Derecho pero a los dos años abandonará sus estudios para incorporarse al ejército y combatir en la Guerra del Paraguay. De regreso a Buenos Aires ingresó como periodista al recién fundado diario La Prensa y pudo terminar sus estudios de derecho. En 1871 se casó con Carolina Lagos García, con quien no tendrá hijos. Varias veces diputado y senador, durante los debates producidos en 1875 en torno al liberalismo o el proteccionismo se mostró como un vehemente partidario de la adopción por parte del Estado de políticas de protección de la incipiente industria nacional. Al concluir su mandato en 1886, Roca apoyará la candidatura presidencial de su concuñado, el cordobés Miguel Juárez Celman. Pellegrini integrará el segundo término de la fórmula que obtendrá el triunfo. Pero los descalabros del gobierno de Celman, que provocaron la grave crisis económica de 1890 convocaron a Pellegrini a un primer plano ante la renuncia de Celman. El nuevo presidente inaugura su gestión aplicando medidas de austeridad, nacionalizando las obras sanitarias privatizadas por Celman, creando la Caja de Conversión para dar confianza a los inversores y el Banco de la Nación Argentina. Culminó su
Fotografía publicada en la revista El Gráfico correspondiente a la 28ª Vuelta de Olavarría de Turismo Carretera, que se corrió el 12 de septiembre de 1965, utilizando un circuito semipermanente que abarcaba la avenida Del Valle, la ruta 76 (actual 51), la ruta 226, la zona de Blanca Chica y la avenida Pellegrini. La imagen muestra el paso de Carlos Loeffel en su Chevrolet (quien sería el ganador de la prueba) por la esquina de Del Valle y Pellegrini. En la parte superior se observan las casas de un incipiente barrio Belgrano y en la inferior se puede ver la casa del predio del Tanque de Agua de Obras Sanitarias. mandato el 12 de octubre de 1892 transmitiéndole el mando al Dr. Luis Sáenz Peña y se retiró momentáneamente de la vida política hasta ser electo nuevamente senador en 1895.
En 1906 fue electo diputado, pero al poco tiempo cayó gravemente enfermo y tras un mes de lenta agonía falleció el 17 de julio de ese año. Las opiniones, consultas y suge-
Nacimiento del Tiro Federal “En la ciudad de Olavarría a veintisiete días del mes de Agosto del año mil novecientos ocho, reunidos los Señores al margen consignados, invitados por el Club de Cazadores de la localidad con el objeto de constituir una asociación de Tiro al Blanco y siendo las 9 y 30 p. m. el Sr. Guillermo Pellicioni Triaca en su carácter de Presidente del Club de Cazadores declaró abierto el acto y explicó las razones que motivaban esta reunión…”. Tal es el comienzo del acta que se levantara aquel 27 de agosto de 1908 en el Centro Español y que se constituiría en el mojón fundacional del Tiro Federal de Olavarría. En esa reunión se procedió a nombrar una comisión encargada de los trabajos para la formación de un stand de tiro, designándose como presidente al señor Rafael Muñoz, por ese entonces también intendente municipal. El mandato de la comisión consistió en el estudio de los estatutos y en la búsqueda de
la forma práctica de obtener del gobierno de la nación la aprobación y el apoyo para la instalación del stand. Se acordó, a su vez, en denominar a la nueva institución Tiro Federal de Olavarría. Poco tiempo después, mediante ordenanza del 13 de noviembre de 1908, el Concejo Deliberante otorgaría a la flamante institución una fracción de terreno de la chacra municipal 571 de 80 metros de frente por 600 de fondo destinada al establecimiento de las instalaciones. La aprobación por parte de la provincia de los estatutos llegará el 21 de agosto de 1909, mientras que por nota del 17 de marzo de 1913 se le comunica al presidente del Tiro Federal de Olavarría por parte del Ministerio de Guerra la autorización para iniciar los ejercicios de tiro, “siempre que a su juicio ellos no ofrezcan peligro público alguno”. Los primeros años del Tiro Federal no están exentos de algunas “notas de color” que vale la pena ilustrar en estas crónicas. Parece ser que por
Revista El Grafico
aquel tiempo el Tiro Federal era de las pocas instituciones, sino la única, que poseía un ómnibus. Efectivamente, por nota del 14 de octubre de 1916 el presidente del Club Estudiantes, Francisco Amoroso, le solicita a su homólogo del Tiro Federal, Alfredo Olivieri Acosta, “tuviera a bien cedernos para mañana el ómnibus para conducir a los jugadores y la Banda Municipal a los Collares de Abasto”. Tres días antes, el 11 de octubre, Amoroso le escribía a Olivieri Acosta “para manifestarle que debiendo realizar este Club dos fiestas deportivas para los días 12 y 15 del cte. en los Corrales de Abasto y ofreciendo las sesiones de tiro un peligro para efectuar los vuelos; es que me dirijo a Ud. solicitando de la benevolencia de esa Comisión, tuviera el bien no realizarlas en los días indicados de 1 a 5 p. m.”. Por su parte y por nota del 19 de octubre de 1916, la hermana Rosalía del Colegio Nuestra Señora del Rosario también le solicitaba al Tiro Federal el ómnibus de su propiedad en los siguientes términos:
rencias de los lectores pueden enviarse a los correos electrónicos: callesdeolavarria@gmail.com y archivo@elpopular.com.ar, o a El Popular - Vicente López 2626, Olavarría. Archivo El Popular
Fotografía de las instalaciones del Tiro Federal Argentino de Olavarría en 1935 (en el mismo predio donde funciona actualmente, en avenida Pellegrini y San Martín), donde se observa un grupo de practicantes del tiro. Las crónicas del El Popular reflejan que en 1934 dicho lugar registraba un promedio de 100 concurrentes por domingo, en las disciplinas fusil, carabina y pistola, y que los representantes locales participaban en concursos regionales. “Me complazco en saludarlo y le ruego tenga la amabilidad de decirme si le es posible facilitarnos el ómnibus para un paseo que deseamos realizar el sá-
bado próximo con nuestras niñas hasta la Escuela de Agricultura. Posiblemente saldremos a 7 de la mañana y el regreso será por la tarde”.
EL POPULAR • Olavarría Olavarría, jueves 28 de mayo de 2015
Con un origen algo confuso en 1909 y siempre en el barrio Pueblo Nuevo, la avenida Alberdi toma su ubicación actual en 1958
¿Alberdi o Alberti? Marcos Rodríguez
C
omo se ha mencionado, el 23 de abril de 1909 el Concejo Deliberante sanciona la ordenanza por la cual se dan nombre a las calles de Pueblo Nuevo perpendiculares al arroyo Tapalqué. Vale la pena recordar parte de su texto: “art. 1. En lo sucesivo las prolongaciones de las calles del otro lado del arroyo Tapalqué se denominarán empezando por el Boulevard Del Valle en la siguiente forma: Alberdi, Sarmiento, Brandzen, Alvarado, Umberto I, Francia, General Mitre, Las Heras, Balcarce, Pueyrredón, Azopardo, Buchardo y Alvear”. De esta manera Alberdi se denominará, entre 1909 y 1958, al sector de la actual avenida Aristóbulo del Valle en Pueblo Nuevo. La fuente en la que nos basamos es el Digesto Municipal editado durante la intendencia de Rafael Muñoz y que reúne las ordenanzas del Concejo Deliberante, sus Resoluciones y los Decretos de la Intendencia del período 1891 - 1911, entre otra documentación. Sin embargo, si observamos los libros de actas del Concejo Deliberante correspondientes al año 1909 (folio 298 del libro 5) vemos que lo que se encuentra escrito es Alberti. Error del Digesto, error del redactor del acta, lo cierto es que en la práctica, así como en normativa y planos posteriores, el uso efectivo fue el de designar como Alberdi a la continuación del Boulevard Del Valle en el sector de Pueblo Nuevo. Si se trató de Manuel Alberti, sacerdote miembro de la Primera Junta, relegado o no por error de po-
Extracto de la Ordenanza del 23 de abril de 1909 (Folio 298 del Libro de Actas Nro. 5, Concejo Deliberante de Olavarría), donde se transcribe escrito a mano la denominación de Alberti para el sector que en el Digesto aparece como Alberdi, y denominación con la que se conocerá de allí en adelante. de una de las fuentes de la Constitución Nacional de 1853. Colaborador de Urquiza, Alberdi tendrá funciones diplomáticas en Europa a nombre de la Confederación Argentina, radicándose en París durante 24 años. Al caer Urquiza en 1861, el gobierno de Mitre relevará a Alberdi de sus funciones como embajador, iniciándose así una fuerte enemistad entre ambas figuras. Las cosas no mejoraron mucho al asumir
Sarmiento y Alberdi podrá regresar a su patria recién en 1879, aunque sólo por un breve período, ya que en 1881 volverá a París, donde fallecerá el 19 de junio de 1884. Las opiniones, consultas y sugerencias de los lectores pueden enviarse a los correos electrónicos: callesdeolavarria@gmail.com y archivo@elpopular.com.ar, o a El Popular - Vicente López 2626, Olavarría.
Ordenanza del 23 de abril de 1909 (Digesto Municipal de Olavarría, 1911), donde se menciona como Alberdi a la prolongación de la avenida Del Valle en el barrio Pueblo Nuevo. seer una calle con su nombre en nuestra ciudad, no lo sabemos con certeza. Lo concreto es que el ordenamiento de 1958 le da a la por entonces calle 1 el número 21 y el nombre de Avenida Juan Bautista Alberdi, padre intelectual de la Constitución de 1853. Nacido en Tucumán, el 29 de agosto de 1810, graduado en leyes, escritor, amante y conocedor de la música, periodista y ferviente antirrosista. Alberdi formó parte de la denominada “Gene-
ración del 37”, fundando junto con Juan María Gutiérrez y Esteban Echeverría la Asociación de la Joven Generación Argentina. Exiliado desde fines de 1838 y habiendo pasado por Montevideo, Génova y París, Alberdi se radica durante 17 años en Chile, donde ejercerá la abogacía y el periodismo. Caído Rosas en 1852, escribió su obra “Bases y puntos de partida para la organización política de la República Argentina”, a la postre
Fotografía de la barraca La Negrita, ubicada en la esquina de las actuales calle Independencia y avenida Del Valle, en la época cuando se denominaba Juan Bautista Alberdi al sector de Del Valle en el barrio Pueblo Nuevo.
Pickelado y Curtiembre de Olavarría En 1945, siguiendo a la formación de la Compañía Oleaginosos de Olavarría, se constituye una sociedad con el objeto de instalar una fábrica de pickelado y curtiembre. El primer directorio estuvo compuesto por Juan B. Rípoli como presidente; Juan S. Minvielle, vice primero; Pablo P. Fassina, vice segundo; Luciano Indavere, Francisco Cajén, y Julio O. Fassina, como vocales titulares y Edmundo Galbiatti, Francisco A. Amoroso, Vicente Petrucelli y Remigio Espeluse, como vocales suplentes. La gerencia se confió al ingeniero Indavere. Adquirido el predio de 48 hectáreas, que originalmente y de acuerdo con la nomenclatura de la época, se ubicaba en calle 1 (actual avenida Juan B. Alberdi) entre Juan B. Alberdi (Del Valle en el sector de Pueblo Nuevo) y Mitre (San Martín en el barrio
Imagen de las instalaciones donde funcionó el Pickelado, fábrica de tratamiento del cuero lanar. Pueblo Nuevo), se procedió a la construcción del edificio, el que estará terminado a fines de 1947. En 1952 se llevará a cabo la venta de Pickelado y Curtiembre de Olavarría (PICO), siendo la adquirente la Cooperativa Agraria. El lugar era utilizado para el tratamiento del cuero lanar y justamen-
te la denominación de El Pickelado proviene del proceso de separación de la lana y el cuero que se llamaba así. En ese predio también se hacían los remates de la lana. Dicha actividad se discontinuó años más tarde, y las instalaciones tendrán como destino el ser depósito y los talleres de la Cooperativa Agraria.
En el año 2004, cuando la Cooperativa Agraria se encontraba en convocatoria de acreedores, el Municipio firmó el contrato de compraventa del predio de El Pickelado, con el objetivo de construir viviendas, para el traslado de los corralones y para la erección de un edificio educativo. Actualmente en el predio se encuen-
tra en construcción un barrio de 120 viviendas dependiente de la Provincia, cuyas obras se encuentran paralizadas desde 2011, y por otro lado el Municipio ha puesto a la venta lotes de terreno para beneficiarios del plan de viviendas Procrear, impulsado por el gobierno nacional.
EL POPULAR • Olavarría Olavarría, jueves 4 de junio de 2015
Una avenida creada en 1958 en el marco del actual nomenclador de las calles y con un segundo nombre poco conocido: Juan B. Justo
La de los Trabajadores y algo más... Marcos Rodríguez Se puede afirmar que la cotidianamente llamada Avenida de los Trabajadores tiene dos particularidades que la hacen distintiva. Por un lado, es la única “creada” en 1958 cuando el Concejo Deliberante sanciona la Ordenanza Nº 36 que, en líneas generales, rige el sistema nomenclador de calles actual. Los nombres de las avenidas que hemos reseñado hasta aquí habían sido impuestos con anterioridad, aunque en algunos casos a calles o bien se ubicaban en otras arterias (o tramos de ellas) de nuestra ciudad. Por el otro, y dentro del perímetro callejero que abarcan estas crónicas, o sea, de avenida Pellegrini a avenida Alberdi y de avenida Avellaneda a Avenida de los Trabajadores, es ésta también la única arteria cuyo nombre ha sido modificado desde aquella ordenanza madre de noviembre de 1958. Inicialmente, al no representar un homenaje a una figura en particular, lo hace a todos los trabajadores simbolizando sus luchas y reivindicaciones. Posteriormente, a la anterior calle 2 y actual 94, se le adicionó al nombre aprobado en 1958 el de Juan B. Justo. Efectivamente, en nota fechada el 11 de octubre de 1965 y dirigida al intendente municipal Carlos Víctor Portarrieu, el presidente del Concejo Deliberante, Jorge Abel Gainza, le informa “que este H. Concejo Deliberante, en su Sesión Ordinaria de fecha 8 del cte., ha sancionado por unanimidad, la siguiente ordenanza Nro. 37/965: art. 1. Desígnese
Archivo EL POPULAR
con el nombre de Avenida de los Trabajadores ‘Juan B. Justo’, a la actual calle 94, conocida como Avenida de los Trabajadores”. Juan Bautista Justo nació en Buenos Aires el 28 de junio de 1865. Inició la carrera de Medicina en 1882, a la par que desarrolló tareas en la redacción del diario La Prensa escribiendo las crónicas parlamentarias. Se graduó con honores y fue premiado por sus investigaciones e innovaciones en el campo de la cirugía. Imbuido de las ideas socialistas y luego de un viaje por Europa, funda en 1894 el periódico La Vanguardia. Este ámbito se constituirá en el semillero del Partido Socialista que se fundará, bajo la inspiración de Justo, en 1896 y al que definirá como el “partido de los trabajadores”. En 1905, Justo funda, en compañía de otras figuras del partido, la cooperativa de consumo, crédito y vivienda El Hogar Obrero. En el marco de una paulatina consolidación del partido, Justo llega en 1912 a la Cámara de Diputados de la Nación, donde se destacará como gran orador y por los numerosos proyectos presentados, en su gran mayoría vinculados a los derechos de los trabajadores. En 1920 se casa con la también médica Alicia Moreau, su segunda esposa (había enviudado en 1912), con la que compartirá los ideales socialistas y el interés por la medicina. Justo fallecerá en su quinta de Los Cardales el 8 de enero de 1928. Juan Bautista Justo visitó Olavarría en enero de 1924. Así lo anunciaba EL POPULAR en su edición
La conocida como “Feria Fallabella” se encontraba en el predio ubicado en la actual Avenida de los Trabajadores y Rivadavia. La fotografía corresponde a 1940, año en que fueron inauguradas estas instalaciones de la firma martillera Falabella Hnos. y Cía. para sus remates ferias ganaderos mensuales, en un sector de quintas arboladas de 3 hectáreas, con 300 corrales para vacunos, ovinos y porcinos, con capacidad para 17.000 animales. Funcionó hasta 1971, año en que fue desmontada para dar lugar a nuevo sector de viviendas de la planta urbana. del día 16. “En el tren de las 15.53 llegó ayer a nuestra ciudad el diputado nacional y leader del Partido Socialista, doctor Juan. B. Justo, prestigiosa figura de descollante actuación en las esferas parlamentarias y políticas de Buenos Aires. Para anoche a las 21, estaba anunciada en el Perrone una conferencia a cargo del distinguido visitante y cuyo tema versaría sobre la Ley Agraria”. Calificada por EL POPU-
LAR como “interesante conferencia del doctor J.B. Justo, que agradó a todos los oyentes sin distinción, por la clara y justa medida con se desarrollo”, el diario La Democracia informaba en su edición del 17 de enero de 1924 que “numeroso público llenaba la amplia sala del Perrone, ávido de oír la palabra autorizada del leader socialista. El Dr. Justo fue entusiastamente aplaudido en los distintos pasajes de su
brillante conferencia. Desarrolló el tema elegido con profusión de detalles dando a conocer sus vastos conocimientos”. Las opiniones, consultas y sugerencias de los lectores pueden enviarse a los correos electrónicos: callesdeolavarria@gmail.com y archivo@elpopular.com.ar, o a El Popular - Vicente López 2626, Olavarría.
La hacienda... por el nuevo puente El 10 de septiembre de 1933 será inaugurado, en su versión original, el que hoy es comúnmente denominado “puente de la Trabajadores” y al que el Departamento Ejecutivo, en aquel entonces encabezado por José Manuel Ferreccio, le había conferido el nombre de “Presidente Julio A. Roca”. Por nota al Concejo Deliberante ingresada en la sesión del 13 de septiembre de aquel año, el Intendente solicita la ratificación de tal medida, la cual se concretará en la sesión del 4 de octubre al dictar el Concejo la siguiente resolución: “Art. 1- Confírmese el nombre de Presidente Julio A. Roca dado por el D.E. al puente construido sobre el arroyo Tapalqué y en las inmediaciones del Hospital Coronel Olavarría. Art. 2- Comuníquese, publíquese, etc.”. Según se desprende del acta de aquella sesión, el concejal Moscardi no perderá oportunidad para manifestar que “solo quiere recordar al D.E. que el dar nombres a plazas, paseos, puentes, etc. es solo incumbencia del H.C.” Tres días después de la inauguración, una resolución de Ferreccio fechada el 13 de septiembre de 1933 pone de manifiesto el objeto original del puente Roca: “Habién-
dose librado al servicio público el puente Presidente Julio A. Roca siendo una de las finalidades de su construcción el evitar el paso de haciendas por el puente Isaías Mendiburu y por el boulevard Teniente General José F. Uriburu, el Intendente Municipal en uso de las facultades que la ley le acuerda, resuelve: art. 1- Desde la fecha queda prohibido el tránsito de haciendas de toda clase por el puente Isaías Mendiburu y por la Avenida Teniente General José F. Uriburu y por el Boulevard Del Valle. Art. 2El paso de las haciendas en tránsito a remate, ferias o embarques, deberá efectuarse por el puente Julio A. Roca (...) las que crucen por el lado norte (...) Art. 3- Toda infracción a esta disposición será penada con una multa de ($10- m/n) diez pesos moneda nacional o tres días de arresto la primera vez y ($20- m/n) veinte pesos moneda nacional o cinco días de arresto, en caso de reincidencia (...)”. Las crónicas periodísticas de la época son variopintas en cuanto a las características del acto inaugural celebrado aquel 10 de septiembre. Los matices estarían dados por la simpatía o antipatía que despertaba el por entonces intendente Ferreccio. Algunas
Imagen del puente Presidente Julio A. Roca en 1933, el año de su inauguración. crónicas resaltan la afluencia de centenares de familias, lo grandilocuentes y aplaudidos discursos y el cariz de las figuras políticas presentes. Otras destacan la movilización de partidarios con el “socorrido recurso de pan y circo” para contrarrestar la escasez de público y alguna que otra riña entre concurrentes pasados de alcohol. A comienzos de 1980, el Municipio licita la “construcción y ensanche de puentes sobre el arroyo Tapalqué”. Tal es el título del
llamado que incluía a los puentes de la avenida Avellaneda, el de la calle Belgrano y el de la Avenida de los Trabajadores Juan B. Justo. Al viejo y angosto puente Roca le tocará ser demolido, para ser reemplazado por uno que convertirá los viejos 46 metros de largo en 49 y los 6,60 metros de ancho en 16 y que será habilitado en el marco de los festejos del aniversario de Olavarría en noviembre de 1981.
EL POPULAR • Olavarría Olavarría, jueves 11 de junio de 2015
Isaías Mendiburu fue el primer olavarriense que tuvo su nombre en las calles de la ciudad, pero lo perdió en reformas posteriores
Las calles se visten de local Archivo Municipal de Olavarría
Marcos Rodríguez
Luego de haber reseñado la historia de los nombres de nuestras avenidas, comenzamos hoy una nueva etapa. Iniciaremos un derrotero por la historia de las calles a las que se le impusieron nombres de personalidades locales. Entendemos por éstas a aquellas que desarrollaron gran parte de su accionar y obra en nuestra ciudad. Muchas veces esta acción coincide con el tramo intermedio de sus vidas, ya que generalmente no iniciaron ni terminaron sus días aquí. Fueron políticos, empresarios, referentes culturales y profesionales. Todos ellos, de algún modo u otro, no han pasado desapercibidos ni a su época ni a sus conciudadanos que han querido que sus nombres “vistan” nuestras calles. El recorrido será cronológico, siguiendo el orden temporal en el que fueron impuestos los nombres. Partiendo de 1913 llegaremos a 1955, tres años antes de sancionarse el sistema nomenclador de calles vigente hoy en nuestra ciudad. De las 75 calles que se extienden desde la Av. Avellaneda a la Av. de los Trabajadores y desde la Av. Alberdi a la Av. Pellegrini,
sólo 18 corresponden a estas figuras que hemos dado en llamar locales. Todas ellas preexistentes al nuevo ordenamiento que la ciudad les dio a sus calles en 1958, curiosamente sólo a una -de la que hablaremos hoy- esa nueva configuración de nombres y alturas barrió del plano urbano olavarriense. La imposición de sus nombres se inició hace ya unos cien años y la historia es más o menos la que sigue…
El primero con su calle y el único que la perdió… La primera calle a la que podemos adjudicar esta categoría de “local” es la bautizada Isaías Mendiburu en agosto de 1913 y correspondía a la continuación de la céntrica calle Bolívar en el barrio Luján. La nomenclatura original de 1883 y 1886 y las posteriores y variadas incorporaciones o cambios se centraban en homenajear a los próceres de la independencia argentina, a las batallas vinculadas y a las figuras destacadas del quehacer nacional de la época. Aparece aquí una personalidad de relevante accionar en la vida olavarriense, un caudillo conservador y hombre fuerte de la primera década del siglo XX que dejará su im-
Isaías Mendiburu fue un político conservador en Olavarría de comienzos del siglo XX. Caracterizado como “un caudillo político”, ocupó los cargos de comisionado e intendente de Olavarría y fue senador provincial. Falleció en 1913 y en ese mismo año una calle de la ciudad recibió su nombre, hasta 1958. En la fotografía se observa al entonces senador Mendiburu (cuarto desde la derecha, de barba blanca apoyado en el bastón) durante un día de elecciones de 1903 en Olavarría.
pronta como comisionado primero, intendente y senador provincial después, tanto en la gestión comunal como en las prácticas políticas de ese tiempo.
El homenaje
Hasta su traslado a su ubicación actual en el predio de la avenida Ituzaingó Sur en 1940, la Sociedad Rural de Olavarría tuvo sus instalaciones de remates-feria en la calle Mendiburu (la actual Bolívar en el sector del barrio Luján). En la fotografía se observa el Pabellón Central de la Sociedad Rural en la calle Mendiburu.
Efectivamente, en el acta de la sesión del 14 de agosto de 1913 podemos leer: “… concedida la palabra al Concejal Olivieri manifestó que habiendo fallecido el distinguido ciudadano Don Isaías Mendiburu a quien como era de pública notoriedad esta Comuna debía tantos beneficios hacía moción para que el H. Concejo se pusiera de pie en honor y respeto a su memoria, la que fue aprobada por unanimidad, así se hizo. Seguidamente el Concejal Señor Muñoz dijo: que a fin de perpetuar la memoria del extinto hacía moción para si era posible cambiar el nombre que lleva el Boulevard Colón en su prolongación, se le diera el de Isaías Mendiburu, la cual fue aprobada. No siendo posible el cambio por cuanto lleva el nombre del prócer de la independencia General Carlos María de Alvear, a indicación del Señor Intendente presente en este acto, se resuelve por unanimidad dar el nombre de Isaías Mendiburu a la prolongación de la calle Bolívar pasando del Boulevard Pringles y en consecuencia se sanciona la siguiente Ordenanza. Por cuanto el H. Concejo Deliberante sanciona la siguiente Ordenanza: Artículo 1º) Desígnese con el nombre de
Isaías Mendiburu la continuación de la calle Bolívar desde el Boulevard Pringles hacia el Sud Oeste; Art. 2º) Autorizase al D. Ejecutiva para que haga efectiva esta Ordenanza colocando las tablillas que así la designe; Art. 3º) Los gastos que demande la ejecución de este trabajo serán cargados a eventuales; Art. 4º) Comuníquese, publíquese y dese la D. M. Dado en la sala de sesiones del H. Concejo Deliberante a los catorce días del mes de Agosto de mil novecientos trece”. Isaías Mendiburu asumió el mando de la Comuna en junio de 1902 en calidad de delegado o comisionado del Poder Ejecutivo de la Provincia ante la renuncia (y consecuente acefalía de la Municipalidad) de los municipales titulares, extendiendo su accionar e influencia en la siguiente década. Su labor en la Comuna se centró en el mejoramiento de calles y caminos, la gestión administrativa, y la ampliación y equipamiento del Hospital Municipal. Renuncia al cargo de intendente que venía desempeñando desde enero de 1910 en marzo del año siguiente por problemas de salud, falleciendo en agosto de 1913.
La elección No es del todo casual que se haya querido imponer su nombre a la prolongación del Boulevard Colón en Pueblo Nuevo, ya que se lo considera el gestor del viejo puente de hierro -a la postre denominado “Mendiburu”- ubicado
en esa arteria hasta los años 60. Teniendo el sector aludido el nombre de Avenida Alvear, tampoco es casual que la calle finalmente bautizada como Isaías Mendiburu haya resultado ser la prolongación de la calle Bolívar en el barrio Luján. En la memoria presentada ante el Poder Ejecutivo provincial en junio de 1904, Mendiburu relata las importantes obras de mejoras y arreglos de los caminos de la zona de la Sociedad Rural, que en la época que nos ocupa se encontraba las inmediaciones de la actual plaza Fassina. Esto mostraría el desarrollo que estaba teniendo esa zona, más aún si tenemos en cuenta que al resto de las calles del barrio Luján se les impusieron nombres recién en 1931 y 1938. Curiosamente la primera figura local que fue homenajeada con un lugar en la nomenclatura de las calles de nuestra ciudad va a ser la única que en el ordenamiento de 1958 perderá ese honor, en tanto que sus colegas corrieron la suerte de permanecer en su ubicación original o de ser reubicados en otra calle de la traza urbana. Las opiniones, consultas y sugerencias de los lectores pueden enviarse a los correos e l e c t r ó n i c o s : callesdeolavarria@gmail.com y archivo@elpopular.com.ar, o a El Popular - Vicente López 2626, Olavarría.
EL POPULAR • Olavarría Olavarría, jueves 18 de junio de 2015
Celestino Muñoz fue una de las primeras autoridades municipales de Olavarría y en 1914 se impuso su nombre a una calle de la ciudad
De entre los que dieron los primeros pasos… Archivo El Popular
Marcos Rodríguez
Guía en la hora inicial
E
xactamente un año después (casualidades de la historia) de que se haya instituido por primera vez el nombre de una personalidad local a una calle de la ciudad, el 14 de agosto de 1914 se dio el de Celestino Muñoz a la calle continuación de Rivadavia en el barrio Mariano Moreno. En nota con fecha 20 de agosto, el presidente del Concejo Deliberante, doctor Olivieri, le comunicaba al intendente Emilio Condé la novedad en los siguientes términos: “pláceme comunicar a Ud. que el H. Concejo que presido en sesión fecha 14 del corriente ha resuelto aprobar en todas sus partes las medidas adoptadas por el Señor Intendente tendientes a honrar y perpetuar la memoria del benemérito ciudadano Don Celestino Muñoz, cuya copia del decreto y proyecto de ordenanza ha mirado el H. Concejo con mucho agrado...”. En el diario de sesiones de ese día se indica que “se resuelve aprobar un proyecto de ordenanza enviado por el D. Ejecutivo y en consecuencia quedó sancionado en la siguiente forma: Por cuanto del H. Concejo Deliberante sanciona la siguiente Ordenanza. Art. 1º) Desígnese con el nombre de Celestino Muñoz la prolongación de la Calle Rivadavia al N. E., Art 2º) Autorízase al D. Ejecutivo para que haga efectiva esta Ordenanza debiendo imputarse a la misma los gastos que origine el cumplimiento de ella. Art. 3º) Comuníquese, publíquese y dese al D. M.”.
Imagen de Celestino Muñoz. La localidad rural olavarriense de Muñoz debe su nombre a él,, quien era propietario de los terrenos donde en 1889 fue inaugurada la estación ferroviaria que dio origen a dicha localidad rural. Allí funciona la Escuela Primaria Nº 36 y tiene su sede el Club Muñoz, que participa en los torneos deportivos de la Campaña. Al igual que en el caso de Mendiburu, bautizar a esta arteria en 1914 nos da un indicio de la expansión y las direcciones del desarrollo urbano de la época más si tenemos en cuenta que el resto de las calles del barrio Mariano Moreno recibieron sus nombres recién en 1932. Valga
La arteria que conecta el norte con el sur Ceslestino Muñoz se inicia y finaliza con conocidos barrios: San Carlos y UTA en la intersección con la avenida Trabajadores, y Bancario I y Sargento Cabral sobre la Avellaneda. En todo su recorrido predominan las casas bajas y pueden verse muy pocos comercios, la mayoría pequeños; exceptuando los galpones de una tradicional firma de hierros, el más importante que tiene la Celestino Muñoz, justo en el cruce con la avenida Del Valle. La calle ofrece un paisaje de casas antiguas refaccionadas y de viviendas humildes. La arteria forma parte del recorrido de micros urbanos que conecta el norte con el sur de la ciudad por el lado este, lo que transforma a Celestino Muñoz en una vía muy transitada, no por casualidad, pues la calle es la única que habilita un recorrido directo desde Trabajadores hasta avenida Del Maestro.
Celestino Muñoz tiene tres plazas y un solo semáforo (en el cruce con Avellaneda). De hecho, un reclamo de los vecinos es que en el cruce con Del Valle se instale también un semáforo. La primera de las plazas aparece con el barrio PyM. La próxima se ubica en el barrio Obrero, entre Bolívar y Veléz Sarsfield, y enfrente funciona una de las iglesias que reúne a la comunidad de Testigos de Jehová. Además, en la intersección con la avenida Del Valle, además, se encuentra el Centro de Salud Municipal Nº 1. La tercera plaza corresponde al barrio Belgrano y allí se disputan los partidos del torneo de Fútbol Olavarriense Liga Amateur. Entre las avenidas Pueyrredón y Avellaneda se encuentra el barrio Martín Fierro y allí funciona el comedor Rincón de Luz. El recorrido continúa hasta la avenida Del Maestro, justo al final del barrio Bancario I.
decir que esta arteria era la vía de comunicación obligada con el Hospital Municipal. Vamos a tener que esperar a los primeros años de la década del 30 para que nuevas calles de Olavarría reciban sus correspondientes nombres a son de la expansión y desarrollo urbano.
Celestino Muñoz falleció el 20 de julio de 1914 en Buenos Aires cercano a los 80 años. Fue una de las primeras autoridades locales cuando se constituyó el Partido, también se desempeñó como inspector general de caballadas y haciendas, siendo su misión la compra de hacienda a los estancieros para proveer al ejercito expedicionario. También ocupó una banca en el Senado provincial. Declarada Olavarría por la Legislatura bonaerense cabeza de partido por ley del 25 de octubre de 1878, el 16 de mayo de 1879 el Poder Ejecutivo dictó el decreto nombrando a las primeras autoridades, procediéndose el día 26 de ese mes a la instalación de la Corporación Municipal y Juzgado de Paz ante la presencia de 157 vecinos. Entre los miembros titulares de esta primera Corporación se encontraba Celestino Muñoz ocupando el cargo de Procurador Municipal. El procurador tenía la función, entre otras, de vigilar y pedir el cumplimiento de las ordenanzas municipales, proponer las mejoras y medidas que considere necesarias, ser defensor de pobres y menores y reemplazar al Juez de Paz en caso de ausencia o enfermedad de éste.
El reconocimiento Conocida la noticia del deceso de Muñoz, el intendente Condé decreta “Art. 1- disponer que permanezca durante tres días la bandera a media asta en el palacio municipal y oficinas de esta dependencia. Art.
2- pasar nota a la familia del extinto. Art. 3- comunicar este decreto al H. C. Deliberante el que deberá publicarse en el Digesto Municipal”. Al día siguiente del deceso de Muñoz, Condé en carta a la familia afirmaba: “tengo el deber de dirigirme a Uds. transmitiéndoles que esta Intendencia se ha asociado al profundo pesar producido por el fallecimiento del benemérito ciudadano Don Celestino Muñoz. Se ha dictado el decreto que en copia acompaño por el cual verán Uds. una sencilla demostración que aceptarán en su carácter oficial, permitiéndome particularmente presentarles mi más sentido pésame”. Dos días después enviaba al Concejo el proyecto para dar su nombre a una segunda calle de la ciudad en homenajear a una figura de destacada actuación en aquella Olavarría de los primeros tiempos. Hacia fines de la década del 50, la nueva diagramación callejera de la ciudad quitará a Julio Argentino Roca del barrio San Vicente y a Celestino Muñoz del barrio Mariano Moreno, le dará en toda su extensión el nombre de Rivadavia a la calle que solo lo llevaba en el tramo céntrico y bautizará con el nombre de Celestino Muñoz y el número 87 a la antigua calle 67 del barrio Luján. Las opiniones, consultas y sugerencias de los lectores pueden enviarse a los correos electrónicos: callesdeolavarria@gmailcom y archivo@elpopular.com.ar, o a El Popular - Vicente López 2626, Olavarría. Marcelo Kehler
En el recorrido por Celestino Muñoz predominan las casas bajas y pueden verse muy pocos comercios.
EL POPULAR • Olavarría Olavarría, jueves 25 de junio de 2015
Pablo Fassina fue un destacado dirigente de instituciones de Olavarría, y una calle y una plaza de la ciudad llevan su nombre
El “Caballero del Trabajo” Marcos
Rodríguez
Los años 30 serán prolíficos en cuanto a bautismos de calles se refiere. Esa década verá imponer sus nombres a 35 calles de la traza urbana, algunas hoy reubicadas, algunas quitadas de la geografía ciudadana actual. Mariano Moreno, Luján y San Vicente verán vestir sus calles con los nombres de los primeros municipales, expresidentes, exgobernadores y coterráneos destacados en las más diversas actividades del quehacer local. Hoy nos ocuparemos de la calle que lleva el nombre de una de las figuras, que hemos dado en llamar locales, más prominentes de las primeras décadas del siglo pasado en nuestra ciudad. Estamos hablando de Pablo Fassina, figura consular de Olavarría, como lo llamaba la prensa de aquellos días. Tal denominación fue impuesta a la continuación de la céntrica calle Lamadrid en el barrio Mariano Moreno. Por su parte, el tramo de Lamadrid en San Vicente se denominaba Armando Collinet, nombre dado en 1937 y del que nos ocuparemos en próximas ediciones. En este sentido, técnicamente podríamos decir que nominaban dos tramos de una misma calle. Una vinculación urbana a la que correspondió también una vinculación en el entramado histórico de Olavarría. Hoy, si bien no constituyen “materialmente” una misma calle, permanecen dentro de sus respectivos barrios originales y, aunque paralelas, comparten el sentido: el de los hombres que forjaron la Olavarría de antaño. Pero vayamos en orden, hoy es el turno de Pablo Fassina.
Pablo Fassina había nacido en Italia y falleció en 1931, a los 71 años. Fue uno de los fundadores de la Sociedad Rural y del Banco de la Edificadora de Olavarría, y tuvo activa participación en distintas instituciones de la comunidad a fines del siglo XIX y comienzos del siglo XX.
Imagen de la sede del Banco de la Edificadora de Olavarría (ubicada en las calles Dorrego y Rivadavia) correspondiente a la primera mitad del siglo XX. Se observan detalles curiosos como la circulación de los vehículos por la calle Rivadavia, ya que en esa época se transitaba en doble mano, y las lámparas y los postes de madera del alumbrado público. Archivo El Popular
La ciudad pierde una figura “consular” Transcurría el 1 de junio de 1931 cuando el comisionado municipal José Manuel Ferreccio dictaba el siguiente decreto: “habiendo fallecido el día de ayer el Sr. Pablo Fassina, que ha formado parte del HCD en distintos períodos, el Comisionado Municipal en uso de sus atribuciones decreta: art. 1º: Colocar la bandera a media asta en el edificio municipal en el día del sepelio; art. 2º: Dirigir nota de pésame a la familia del extinto con transcripción del presente decreto; art. 3º: El Comisionado y su secretario concurrirán al acto de inhumación de los restos en representación de la comuna; art. 4º: El Secretario hará uso de la palabra en nombre de la municipalidad de Olavarría, al ser depositados los restos en el cementerio local; art. 5º: Remitir una corona de flores por la municipalidad; art. 6º: Comuníquese, etc.”. Era la tarde del domingo 31 de mayo de 1931; había muerto, a los 71 años, Pablo Fassina. Hablar de esta figura es hablar de las instituciones más importantes
Fotografía de fines de 2011 del busto y el mausoleo de Pablo Fassina en el Cementerio Municipal de Olavarría, tal como se encuentran en la actualidad. El mausoleo fue inaugurado el 26 de marzo 1933. Originalmente, el busto se encontraba en el hall del Banco de la Edificadora y fue trasladado a su actual ubicación en 2011. de Olavarría. De origen italiano, se erigió en hombre influyente desarrollando su accionar en cuanta comisión o institución pudiese. Dos de ellas se destacan: la Sociedad Rural y el Banco de la Edificadora, de las que fue propulsor, fundador y presidente durante muchos años. Ligó su nombre, ya sea ocupando cargos, colaborando con ellas o impulsando gestiones, a la Sociedad Italiana, la Escuela Normal, el Consejo Escolar, el Asilo San José y el Club Social, entre muchas otras. En el ámbito de la Municipalidad, se desempeñó como concejal y como presidente y comisionado del Consejo Escolar.
Calle, mausoleo y plaza Exactamente un año después, el 1 de junio de 1932, el ahora intendente municipal Ferreccio elevaba al Concejo Deliberante una nota acompañada con la firma de todo su gabinete cuyo contenido transcribimos: “El D. E. cree que esta Municipalidad debe adherirse al justiciero homenaje que el Pueblo tributa a la memoria del ex-concejal y piensa que nada mejor que dar su nombre a una calle de un barrio que ha progresado grandemente gracias a las numerosas construcciones levantadas con la ayuda del Banco que él fundara y por lo tanto solicita de V. H. la
sanción de la presente Ordenanza: Art. 1º: Designase con el nombre de Pablo Fassina a la prolongación de la calle General Lamadrid desde B. Colón al Noreste. Art. 2º: Establécese como fecha de la inauguración de dicha calle el mismo día destinado a la inauguración del mausoleo en el Cementerio Local en memoria del extinto. Art. 3º: Comuníquese, publíquese, etc.”. Así, y luego de dieciocho años del último bautismo, una de las calles de nuestra ciudad recibiría como nombre el correspondiente a dicha personalidad local. En sesión de ese mismo día 1 de junio, el Concejo refrendaba en todos sus términos lo solicitado por el Intendente, al mismo tiempo que sancionaba una ordenanza por la cual se cedía una porción de terreno en un lugar prominente del Cementerio Municipal destinado a la construcción del mausoleo como monumento a la figura de Pablo Fassina y, a su vez, destino de sus restos. Será el mismísimo Armando Collinet, que como presidente de la Comisión Prohomenaje a Fassina, solicitará al Intendente, en nota con fecha 9 de marzo de 1932, tal donación. Tanto la calle como el mausoleo serán inaugurados el 26 de marzo de 1933 cuando por decreto del día 16 el intendente Ferreccio establece que “habiendo comunicado la Comisión Popular Pro-homenaje a D. Pablo Fassina que el día 19 del corriente a las 10 horas se inaugurará el mausoleo levantado en el Cemen-
terio local y de acuerdo a la Ordenanza sancionada por el H.C.D. el día 1 de junio de 1932, el Intendente Municipal decreta: Art. 1º: Fíjase el día 19 de marzo a las 11 horas para la inauguración de la calle prolongación Norte de la calle Lamadrid, la que se denominará en adelante Pablo Fassina. Art. 2º: Designase al Señor Secretario de la Municipalidad para que haga uso de la palabra en nombre del D. E. en dicho acto. Art. 3º: Comuníquese, etc.”. Cabe aclarar que las condiciones climáticas del día estipulado por decreto obligaron a posponer los actos para el día 26. Unos quince años más tarde, el 10 de julio de 1948, el Concejo Deliberante sanciona una ordenanza que en su primer artículo reza: “acéptese la donación de la manzana B del terreno que pertenece a la quinta 140 circundada por las calles 44, Laprida, Deán Funes e Isaías Mendiburu, hecha por la extinguida Sociedad Rural de Olavarría a esta Comuna con destino a Plaza Pública”, mientras que en su segundo artículo estipula: “desígnese esa plaza con el nombre de Pablo Fassina y colóquese en el centro de la misma el busto del epónimo existente en ese sitio”. Así, para la mitad del siglo XX, el homenajeado por el gobierno italiano con el título honorífico de “Caballero del Trabajo” tenía en su segunda patria chica un monumento en un lugar prominente del Cementerio local, una calle en un barrio agraciado por la obra del banco por él fundado y una plaza en una zona donde funcionara la primitiva Sociedad Rural, también por él fundada y presidida durante muchos años. Las opiniones, consultas y sugerencias de los lectores pueden enviarse a los correos electrónicos: callesdeolavarria@gmail.com y archivo@elpopular.com.ar, o a El Popular - Vicente López 2626, Olavarría.
EL POPULAR • Olavarría Olavarría, jueves 2 de julio de 2015
Las primeras autoridades municipales (Aguilar, Leal, Cortés, Canaveri, Moya, Pourtale y Guisasola) en la nomenclatura urbana de Olavarría
Con algo de atraso, los primeros tienen sus calles... Claudio Martínez
Marcos Rodríguez
L
uego de Isaías Mendiburu en 1913, Celestino Muñoz en 1914 y de Pablo Fassina en junio de 1932, les llegará el turno de vestir con sus nombres a algunas de las calles de nuestra ciudad a un conjunto de figuras “locales” clave en los albores de la historia olavarriense. Estas figuras son los primeros municipales. Así, transcurridos dieciocho años de que se bautizase como Celestino Muñoz a la continuación de la céntrica calle Rivadavia en el barrio Mariano Moreno, esa misma barriada verá imponer, en noviembre de 1932, sus respectivos nombres al resto de las continuaciones. La excepción será la prolongación en la zona del Boulevard Almirante Brown, la que recién tendrá nombre propio en 1951 y de la que nos ocuparemos más adelante.
El motivo: un aniversario A diferencia de Mendiburu, del mencionado Muñoz y también de Fassina, quienes obtuvieron su lugar en la nomenclatura ciudadana en ocasión de producirse su desaparición física y a raíz de la emoción que tal suceso produjo, en esta oportunidad el motivo para el homenaje será un aniversario. Efectivamente, en nota fechada el 27 de septiembre de 1932 y dirigida al Concejo Deliberante, los concejales Antonio Grimaldi y Felipe Scavuzzo sostienen que “teniendo en cuenta que el 25 de Noviembre próximo se cumple el 65º aniversario de la fundación del Partido de Olavarría (sic) y siendo justicia el recordar a los hombres que constituyeron nuestra primera Municipalidad -26 de Mayo de 1879-, homenaje semejante que en su cincuentenario no se les pudo tributar por no hallarse en esa época constituido el H.C.D., creemos un deber el presentar a vuestra consideración el siguiente proyecto de Ordenanza: “Art. 1º Desígnese con el nombre de Eulalio Aguilar a la prolongación nor-este de la calle Alsina a partir desde la Avda. Tte. Gral. J. F. Uriburu. “Desígnese con el nombre de Manuel Leal a la prolongación nor-este de la calle Lavalle a partir desde la Avda. Tte. Gral. J. F. Uriburu. “Desígnese con el nombre de Emilio Cortés a la prolongación nor-este de la calle Vicente López a partir de la Avda. Tte. Gral. J. F. Uriburu. “Desígnese con el nombre de Manuel Canaveri a la prolongación nor-este de la calle Moreno a partir de la Avda. Tte. Gral. J. F.
Manuel Canaveri.
Eulalio Aguilar. Uriburu. “Desígnese con el nombre de Juan Angel Moya a la prolongación nor-este de la calle España a partir de la Avda. Tte. Gral. J. F. Uriburu. “Desígnese con el nombre de Joaquín Pourtalé a la prolongación nor-este de la calle 25 de Mayo a partir de la Avda. Tte. Gral. J. F. Uriburu. “Desígnese con el nombre de Agapito Guisasola a la prolongación nor-este de la calle 9 de Julio a partir de la Avda. Tte. Gral. J. F. Uriburu. “Art. 2º Facúltese al D. E. para que fije fecha de la inauguración de dichas arterias. “Art. 3º El importe de las correspondientes chapas nomencladoras se imputará a Eventuales Inc. 14º. “Art. 4º Comuníquese, publíquese, etc.”. Este proyecto ingresó al cuerpo deliberativo en la sesión del 5 de octubre de 1932 decidiéndose el pase a Comisión de Obras Públicas. En la sesión del día 16 de noviembre, y con dictamen favorable de la Comisión, se decide aprobar por unanimidad el proyecto presentado por Scavuzzo y Grimaldi. Será precisamente Grimaldi, en su calidad de presidente del Concejo, quien comunicará en nota del 17 de noviembre al intendente José Ferreccio la sanción de la ordenanza. Cabe recordar, como vimos en su momento, que en septiembre de ese año había sido reemplazado el nombre del Boulevard Colón por el de Avenida Tte. Gral. José Félix Uriburu.
Joaquín Pourtalé.
Placa que recuerda a los integrantes de la primera Corporación Municipal y que se encuentra en una de las paredes del Palacio San Martín de la Municipalidad de Olavarría. Fue colocada en 1929 durante los festejos del cincuentenario de la autonomía municipal de Olavarría, lo que había ocurrido el 26 de mayo de 1879.
Tiempos fundacionales Declarada Olavarría por la Legislatura bonaerense cabeza de partido el 25 de octubre de 1878, el 16 de mayo de 1879 el Poder Ejecutivo dictó el decreto fijando los límites del distrito y nombrando a las primeras autoridades, procediéndose el día 26 de ese mes a la instalación de la Corporación Municipal y Juzgado de Paz ante la presencia de 157 vecinos. La Corporación Municipal era un cuerpo de representantes de los vecinos que tenía funciones de las más variadas vinculadas a aspectos ejecutivos, legislativos, judiciales, administrativos y de fomento. Sus miembros eran designados por el Gobierno de la Provincia hasta el año 1890, en que los cargos fueron electivos en virtud de la nueva Ley Orgánica de las Municipalidades sancionada ese año. Como indicábamos, el 16 de mayo de 1879 el Poder Ejecutivo dictó el decreto nombrando a las primeras autoridades y desprendiendo a Olavarría de la jurisdicción del Azul. La primera Corporación se constituye el día 26 que-
Agapito Guisasola.
dando conformada de esta forma: en el cargo de Juez de Paz y Presidente de la Corporación, Eulalio Aguilar; como Procurador Municipal, Celestino Muñoz; Tesorero, Manuel Leal; Culto e Instrucción, Emilio Cortés; Policía y Tierras, Manuel Canaveri; y en calidad de suplentes los señores Angel Moya y Joaquín Pourtalé Creado el partido y constituidas sus autoridades, éstas se abocaron a dotar a una Olavarría urbana que rozaba los 1.000 habitantes de las obras que requería el nuevo estatus institucional. Entre ellas se destacaron la construcción del cementerio, los primeros edificios públicos, la división del partido en cuarteles, la constitución de la primera comisión de tierras y la solicitud de fijación de los límites definitivos, entre otras.
Tres cuestiones Volvamos ahora a la ordenanza de noviembre de 1932 para detenernos en tres aspectos. En primer lugar, la ordenanza no incluye a Celestino Muñoz, miembro también de la pri-
Emilio Cortés.
EL POPULAR • Olavarría Olavarría, jueves 2 de julio de 2015
| 11
Anuario de Diario El Popular 1935
Juan Angel Moya. mer Corporación Municipal, porque don Celestino había sido homenajeado en 1914 al bautizarse con su nombre la prolongación de la calle Rivadavia en el barrio Mariano Moreno, arteria de circulación obligatoria para llegar al Hospital Municipal. En segundo lugar, incluye a Agapito Guisasola, quien no fue miembro de la primer Corporación pero lo fue en varias oportunidades de las que la siguieron, ya sea en calidad de suplente, titular e incluso presidiéndola. Se desempeñó también como procurador del ferrocarril e integró la primer Comisión de Tierras creada por la Corporación. Dueño de la casa donde se asentaron provisoriamente las primeras autoridades municipales, fue designado en 1879 para desempeñar el puesto de Medidor Público “en vista de ser el señor Guisasola el más conocedor de las tierras de Olavarría, tanto baldías como ocupadas”, según reza el acta de la sesión de la Corpora-
Sector del barrio Mariano Moreno en un plano urbano de la ciudad de Olavarría publicado en el año 1934. En él se observan los nombres de calles de dicho sector aprobados por ordenanza en 1932 en homenaje a los integrantes de las primeras autoridades municipales de Olavarría.
Manuel Leal.
ción del 10 de julio. Había nacido en España en 1847, llegando a la Argentina coincidentemente con la fundación de Olavarría en 1867. En 1888 se traslada a Buenos Aires, donde fallece en 1928 a los 81 años. Un tercer punto a destacar es que, en palabras de Grimaldi y Scavuzzo, era pertinente homenajear a quienes constituyeron en 1879 la primer Corporación Municipal, ya que “en su cincuentenario no se les pudo tributar por no hallarse en esa época constituido el H.C.D.”. En mayo de 1929, Olavarría recordó con diversos actos el cincuentenario de la autonomía municipal en medio de un agitado clima político, tanto local como nacional. A
poco de culminar los festejos, en junio, el Poder Ejecutivo decreta la intervención a la comuna, cuyas ramas Deliberativa y Ejecutiva habían quedado en acefalía. Amparo Castro había asumido la Intendencia en enero al concretarse la renuncia del hasta ese momento intendente Juan Erripa. Es el mismo Castro quien también al renunciar deja acéfalo el Ejecutivo municipal, aunque, intervención mediante, continuará a cargo de la Comuna al ser designado como Comisionado Municipal. Así, la Olavarría de los años 30 (década prolífera en rendir homenajes a través de calles y monumentos) plasmará sobre su geografía los nombres de quienes conformaron su primer
Corporación Municipal cincuenta años atrás. Hombres que contribuyeron, a su manera y no exentos de sus inevitables claroscuros, a cimentar a la Olavarría de los tiempos fundacionales que a nuestros ojos se vislumbra más íntima y pequeña. Hoy, y tras las reformas de 1958, ya no son patrimonio de un barrio. Sus nombres han sido dispersos hacia los cuatro puntos cardinales, acompañando a la expansión urbana, la del homenaje ciudadano. Las opiniones, consultas y sugerencias de los lectores pueden enviarse a los correos electrónicos: callesdeolavarria@gmail.com y archivo@elpopular.com.ar, o a El Popular Vicente López 2626, Olavarría.
Trabajos de remodelación en el estacionamiento de la Terminal Se pusieron en marcha los trabajos de remodelación en el estacionamiento de la Terminal de Omnibus de Olavarría, con el objetivo de mejorar la circulación de vehículos en ese sector, complicado en la actualidad en los horarios de mayor movimiento que generan la llegada y partida de pasajeros. Con la ejecución de esta remodelación se busca, según explicaron las autoridades municipales, “centrar el egreso con la calle Necochea y de esta forma solucionar el conflicto de tránsito que se origina con la actual salida”. El secretario de Planificación e Inversión Pública municipal, Julio Frías, supervisó el inicio de los trabajos. “Se demolerán las
veredas existentes y reconstruirán, y se destinará sobre avenida Pringles un sector para estacionamientos de taxis, y se conservará la actual construcción. La modificación obligará a reparar un sector del actual pavimento”, detalló el funcionario. Asimismo, el titular de Planificación consideró que la nueva playa de estacionamiento “erradicará la posibilidad de que el sector sea utilizado para el estacionamiento de colectivos de larga distancia y en ese sector se realizará una parquización”. “Las nuevas veredas que se construirán sobre avenida Pringles permitirán un seguro tránsito de peatones y en ellas se realizará una nueva forestación”, agregó. Final-
mente, Frías indicó que la obra está a cargo manda una inversión de recursos íntegrade la empresa Demoliciones Olavarría, y de- mente municipales de 178.850 pesos.
EL POPULAR • Olavarría Olavarría, jueves 9 de julio de 2015
Armando Collinet fue concejal, consejero escolar, comisario de Policía y juez de Paz; una calle y una biblioteca llevan su nombre
Un hombre nacido para la acción pública Gentileza Biblioteca Popular Armando Collinet
E
n la tarde del 15 de junio de 1935 dejaba de existir don Armando Collinet. Dos años después, el 4 de junio de 1937, el Concejo Deliberante sancionaba la siguiente ordenanza: “art. 1º: Desígnese con el nombre de Armando Collinet a la prolongación sud de la calle General Lamadrid a contar desde el Boulevard A. del Valle. Art. 2º: Comuníquese, publíquese, etc.”. Entramados de la historia mediante, Pablo Fassina y Armando Collinet darían nombre propio a sendos tramos de una misma calle: la que en el centro llevaba desde tiempos fundacionales el nombre de General Lamadrid. Uno lo haría en el barrio Mariano Moreno, el otro en el barrio San Vicente, sellándose así el homenaje dentro de la nomenclatura urbana olavarriense. Armando Collinet nació en Paso de los Libres, Corrientes, el 12 de febrero de 1874, llegando a Olavarría en 1903. Durante las siguientes tres décadas ocupó los más variados cargos. Martillero de profesión, fue oficial de policía, concejal, presidente del Concejo Deliberante y como tal le tocó ocupar el cargo de intendente interino en varias oportunidades. También se desempeñó como comisario de policía, siendo su último cargo el de juez de Paz. Impulsó la creación de la Biblioteca Popular, a la que presidió por más de veinte años. Fue miembro de un sinnúmero de comisiones entre las que se destacan la Comisión Pro-Escuela Normal, la Comisión Popular Pro-Ramal Olavarría - Bolívar, la Comisión de Fiestas Patrias, la Comisión Homenaje a Pablo Fassina y la de Homenaje al General Mitre, siendo a su vez socio fundador de la Sociedad Argentina de Socorros Mutuos. Hay un suceso que retrata cabalmente la personalidad de esta figura y que se refleja en los siguientes extractos de una nota que Collinet elevara, en ejercicio del cargo de juez de Paz en abril de 1932, al presidente del Concejo Deliberante, An-
tonio Grimaldi: “Extraoficialmente ha llegado a conocimiento del infrascripto que el H. C. al tratar el presupuesto de gastos para el corriente año redujo la asignación de Juez de Paz como así mismo la que tenía asignada para gastos. De lo primero no me ocuparé desde que lesiona únicamente mis intereses privados y estos muy secundarios o subalternos al lado de los intereses generales a los cuales alcanza a perjudicar la segunda medida, esto es la partida de gastos. El Juzgado de Paz de esta ciudad, fuera de toda duda, es uno de los más importante de la Provincia, no puede ni debe funcionar en una reducida dependencia que no esté en armonía con el progreso y la propia majestad de la justicia, por lo que ha bregado el suscripto desde el primer momento que se hizo cargo de esta dependencia. Para ello H. C. la asignación era reducida y debía reforzarla con mi sueldo, lo que hoy no me será posible hacerlo desde que fue a la vez reducida por cuyas causas me veré obligado a tomar algunas medidas que perjudicarán los intereses generales del vecindario que necesite concurrir al Juzgado por una u otra causa, algunas de esas medidas consisten en la supresión de un modesto empleado que presta útiles servicios y cambio de local, etc. (...) Sin el ánimo de inferir agravio a los señores componentes de ese cuerpo, me permito invitarlos a que concurran al local de este Juzgado, lo conozcan y se compenetren de su importancia y a la vez de sus necesidades, y me anticipo a creer que después de esa visita, modificarían en mucho su manera de considerar a esta repartición, por cuyos prestigios y respetos he velado y velaré con entusiasmo...”. La solicitud de Collinet será infructuosa, ya que el Concejo, en sesión del 14 de abril, hará caso omiso al pedido. A tres años de su fallecimiento y a
Armando Collinet había nacido en 1874 en Paso de los Libres (Corrientes) y llegó a Olavarría en 1903. Durante tres décadas ocupó distintos cargos públicos, integró numerosas comisiones de instituciones olavarrienses y fue el propulsor de la biblioteca que hoy lleva su nombre. Falleció en 1935.
Marcos Rodríguez
Imagen de Armando Collinet en 1921 pronunciando un discurso durante la inauguración del busto de Bartolomé Mitre en el parque homónimo aledaño al arroyo Tapalqué.
uno de que el Concejo Deliberante le rindiera homenaje otorgando el nombre de Armando Collinet a una de las calles de Olavarría, el intendente municipal Amadeo Grimaldi dictaba el 7 de julio de 1938 el siguiente decreto: “Cumpliéndose en el mes de agosto del corriente año el 29 aniversario de la primera presidencia de Don Armando Collinet de la Comisión Directiva de la Biblioteca Popular, fundada por un núcleo de calificados vecinos en asamblea popular el día 25 de julio de 1909, cargo que no abandonara hasta el 15 de junio de 1935, fecha de su fallecimiento, y en cumplimiento de la
ordenanza sancionada por el HCD con fecha 4 de junio de 1937, el Intendente Municipal en uso de sus facultades decreta: art. 1- Fíjese el día 7 de agosto próximo a las 11 horas para la inauguración de la calle Armando Collinet, en cuyo acto hará uso de la palabra el Sr. Intendente Municipal; art. 2- Invitase al vecindario en general a asociarse al homenaje; art. 3- Comuníquese, publíquese, etc.”. Así, el que concibió en su rol de concejal el nombre de muchas de nuestras calles, tendría inaugurada en el barrio San Vicente la que llevaría su nombre materializándose, de esta manera, un mere-
da los 40.000 volúmenes que abarcan todas las temáticas e intereses. Pronta a cumplir 106 años se ha convertido en un verdadero centro cultural que ha sumado a las funciones tradicionales de cualquier biblioteca, el desarrollo durante todo el año de un sinnúmero de variadas actividades y servicios. Entre ellas se destacan la conformación de grupos de lectura, el dictado de cursos de idiomas, encuadernación, origami y tejido, entre otros. Esto hace de la Biblioteca Collinet una institución activa y vigente en la cultura olavarriense.
Antigua foto de la Biblioteca Popular Armando Collinet en su actual sede de la calle Alsina 2651 de Olavarría, edificio que ocupa desde 1923.
cido homenaje a la figura de don Armando Collinet. Las transformaciones en la nomenclatura urbana de Olavarría concebidas en 1958 perpetuarán tal tributo dándole a la calle Collinet la ubicación actual. Las opiniones, consultas y sugerencias de los lectores pueden enviarse a los correos electrónicos: callesdeolavarria@gmail.com y archivo@elpopular.com.ar, o a El Popular - Vicente López 2626, Olavarría. Fe de erratas: en la nota del jueves 2 de julio, en la volanta donde se menciona Pourtale debió figurar Pourtalé.
UNA BIBLIOTECA DE TODOS A iniciativa de un grupo de maestros, el 25 de julio de 1909 se llevó a cabo en el Teatro Menotti Garibaldi una asamblea, presidida por Alejandro Bertolozzi, cuyo objeto era fundar una biblioteca popular. Dicha asamblea aprobó tal iniciativa y por aclamación designó una comisión directiva que reunida el 4 de agosto distribuyó los cargos de la siguiente forma: presidente, Armando Collinet; vicepresidente, María Isturiz de Acuña; secretario, Alejandro Bertolozzi; tesorera, María Josefa Linares; vocales, Luisa Pinto, Luis C.
Montenegro y Dante Mori. Al fallecer su primer presidente, que ejerció el cargo durante varios períodos, siendo el principal animador de la obra, como homenaje a su memoria la que había nacido como Biblioteca Popular pasó a denominarse Biblioteca Popular Armando Collinet. Su primer local estuvo ubicado frente a la plaza Coronel Olavarría, luego pasó al Centro Recreativo y posteriormente, en 1923, se inaugura el edificio que actualmente ocupa. Hoy la Biblioteca Popular Armando Collinet cuenta con alrededor de 500 socios y un fondo bibliográfico que ron-
2|
Olavarría Olavarría, jueves 16 de julio de 2015 • EL POPULAR
Antonio Pelegrino fue uno de los impulsores de la Cooperativa Municipal de Electricidad, el antecedente de la actual Coopelectric
La cooperación fue su afán Marcos
Rodríguez
En la sesión del 13 de noviembre de 1938, el Honorable Concejo Deliberante sancionaba una ordenanza que en su artículo segundo estipulaba: “desígnese con el nombre de Antonio Pelegrino la calle 52 A desde el arroyo Tapalqué al noroeste; art. 3: facúltese al D.E. para la colocación de las placas de bronce que recuerden este hecho. (...) la del señor Pelegrino en el lugar que considere más apropiado; art. 4: comuníquese, publíquese, etc.”. Así, el cuerpo deliberativo homenajeaba imponiendo el nombre de Antonio Pelegrino a una calle de nuestra ciudad cuya elección no será casual, como veremos más adelante. A su vez, esta arteria, junto a José Luis Torres y Rufino Fal, serán las únicas calles con nombres de figuras locales que el reordenamiento de 1958 dejará en sus lugares originales. Es más, Pelegrino se “dará el lujo de barrer” a la calle del barrio San Vicente denominada Victorino de la Plaza. Nombre también dado en aquella sesión del 13 de noviembre, pero al amparo, probablemente no por casualidad, de otra ordenanza. Esto es así en tanto y en cuanto desde noviembre de 1958 pasa a denominarse Antonio Pelegrino toda la extensión de, como suele decirse, “la primera después de Del Valle”. Tres meses antes de realizado el homenaje, el 20 de agosto de 1938 moría en Buenos Aires a los 64 años, don Antonio Pelegrino. Había nacido también en aquella ciudad pasan-
Fotografía de Antonio Pelegrino, quien ocupó los cargos de concejal, mayor contribuyente, juez de paz suplente y defensor de menores. Se destacó por su actividad en la Sociedad Argentina de Socorros Mutuos y en la Cooperativa Municipal de Electricidad.
Antigua imagen de la Usina de electricidad ubicada en las actuales calles Pelegrino y Maipú. La Usina fue construida en 1932 por la Cooperativa de Electricidad, que en 1933 obtuvo una primera concesión del servicio para la ciudad de Olavarría por el período de 20 años. En la actualidad continúa funcionando en dicho predio, a cargo de esa misma cooperativa, ahora denominada Cooperativa Limitada de Consumo de Electricidad y Servicios Anexos de Olavarría (también conocida como Coopelectric). do la mayor parte de su existencia en Olavarría. Aquí desarrolló una intensa vida pública, razón por la cual incluimos a Pelegrino entre las figuras que hemos dado en llamar locales. Conocido su deceso, el presidente del Concejo Deliberante dicta una resolución de rigor que en sus considerandos realza la figura de Pelegrino a razón de haber ocupado Marcos Rodríguez
Busto de Antonio Pelegrino ubicado en el edifico de la Usina de la Cooperativa de Electricidad, en homenaje a uno de sus principales impulsores.
“entre otros los cargos de concejal, mayor contribuyente, juez de paz suplente y defensor de menores. Que en los mismos demostró una honda preocupación por los intereses a él confiados, destacándose por la corrección y rectitud de sus procederes. Que fue el principal organizador y propulsor de la Cooperativa Municipal de Electricidad Ltda. a la que llevó al grado de prosperidad actualmente alcanzado con gran beneficio para nuestra población. Que destácose por su entusiasmo y laboriosidad al frente de sociedades mutualistas y en otras actividades que tendieran al progreso local y mejoramiento colectivo comprometiendo la gratitud del vecindario en general (...)”. Dentro de las varias instituciones en las que Pelegrino desarrolló su accionar público, dos merecen un párrafo aparte. En orden cronológico la primera es la Sociedad Argentina de Socorros Mutuos nacida el 24 de octubre de 1918 bajo la denominación de Sociedad Cosmopolita de Socios Mutuos. Fue una iniciativa del por entonces director de El Popular, Juan Baldana, recayendo la presidencia de su primera comisión directiva en Antonio Pelegrino. En diciembre de 1921 la Sociedad crea, junto a la Sociedad Española, la Farmacia Social (años más tarde la Sociedad Argentina pasará a ser la única propietaria). Poco después, en 1924, se producirá el cambio de denominación a raíz de reformas introducidas en sus estatutos. En 1929, ejerciendo nuevamente el cargo de presidente, Pelegrino inaugurará el panteón que la Sociedad posee en el Cementerio Municipal, lugar donde desde 1938 des-
cansan sus restos. La segunda institución a la que nos referimos y donde Antonio Pelegrino tuvo una participación descollante es la Cooperativa Municipal de Electricidad. Fue fundada el 23 de septiembre de 1928, aprobándose sus estatutos en asamblea del 18 de noviembre de ese año. El otorgamiento de personería jurídica llegó en septiembre de 1931, inaugurándose el edificio de usina en febrero de 1933. Bajo el decidido apoyo municipal y del vecindario olavarriense, el primer directorio fue encabezado por Pelegrino. Levantando las banderas del cooperativismo contra el monopolio y el abuso de los prestadores del servicio eléctrico de aquellos años, sorteando escenarios políticos y económicos adversos, la Cooperativa ganó un amplio reconocimiento y consolidación durante la siguiente década, teniendo en don Antonio Pelegrino uno de sus principales impulsores. Antonio Pelegrino había nacido en Buenos Aires el 28 de octubre de 1873. Hijo de los italianos Vicente Pelegrino y Filomena Pagano, el censo nacional de 1895 lo ubica con 22 años en Olavarría, ciudad donde contrajo matrimonio ese mismo año con la azuleña Carmen Imperatrice. La profesión que se indica tanto en el relevamiento censal como en el acta de matrimonio es la de hojalatero. Los entramados de la historia encontrarán a Pelegrino a inicios de 1909, y debido a su oficio, ganando una licitación municipal para la provisión y colocación de chapas con los nombres de las calles y numeración de los domicilios de la por entonces exigua Olavarría. Curiosamente, décadas más tarde su nom-
bre se verá plasmado en las chapas colocadas a lo largo de la arteria con cuyo nombre viste. Al conmemorarse el tercer aniversario del deceso de Pelegrino, se procederá el 20 de agosto de 1941 al descubrimiento de dos placas de bronce sobre la vieja fachada de la usina de la Cooperativa Municipal de Electricidad (ubicada en la intersección de las actuales calles Pelegrino y Maipú, en el barrio Pueblo Nuevo). Una de ellas representa el homenaje de la Cooperativa a Antonio Pelegrino en tanto primer presidente y factor principal de su fundación y arraigo. La otra no es más que el cumplimiento material de lo estipulado por la ordenanza del 13 de noviembre de 1938 que fijó la denominación de la calle rindiendo homenaje a don Antonio Pelegrino. Afortunadamente, ambas placas fueron conservadas y recolocadas luego de las reformas del edificio de la usina e ilustran esta crónica. Sin dudas, ese “lugar que considere más apropiado” que expresara la ordenanza de bautismo no pudo ser -al igual que el de la calle- mejor elegido. Las placas fueron colocadas en el edificio que simboliza el feliz coronamiento de una obra que encarga las aspiraciones y valores con que Antonio Pelegrino soñaba la ciudad que adoptó como propia. Así, la Olavarría de los años treinta rendiría homenaje a un hombre que se caracterizó por ser un incansable animador al principio de las empresas que emprendió, un entusiasta propagandista en su organización y un eficiente y dedicado administrador en sus momentos iniciales. Fe de erratas: en la nota del jueves 9 de julio se omitió la firma de su autor, Marcos Rodríguez; y el crédito de la foto del acto de 1921 de la foto de la inauguración del busto de Bartolomé Mitre debió decir “Gentileza Biblioteca Popular Armando Collinet”. Las opiniones, consultas y sugerencias de los lectores pueden enviarse a los correos electrónicos: callesdeolavarria@gmail.com y archivo@elpopular.com.ar, o a El Popular - Vicente López 2626, Olavarría.
EL POPULAR • Olavarría Olavarría, jueves 23 de julio de 2015
Ramón Rendón, olavarriense por adopción, intendente, primer jefe del Registro Civil, funcionario provincial y ligado al club Estudiantes
Llegó al son del tradicional clarín... Marcos Rodríguez
“Una mañana del mes de noviembre de 1882, en la entonces pequeña estación de Constitución, tomaba el tren con destino a el Azul -en aquella época era estación terminal- a Olavarría llegó el año siguiente (...). Llegué al Azul a la tardecita y me alojé en el Hotel La Amistad, situado en la calle Alsina. Al día siguiente, por la mañana, seguí viaje a Olavarría en la galera del empresario señor Presilla. Llegamos a Olavarría haciendo la entrada al son del tradicional clarín, que tal era la costumbre desde tiempos inmemoriales en todos los pueblos del país”. Tal es el relato en primera persona que nos dejó Ramón Antonio Rendón de su llegada a Olavarría, a sus jóvenes 21 años, aquel noviembre de 1882. El que conoció a nuestra ciudad en sus albores, había nacido en 1861 en Río Cuarto (Córdoba), hijo de Desiderio Rendón y de Antonia Guerra. Aquí, Rendón inició su actividad laboral en el ámbito del comercio, hasta que graduado de escribano se abocó al ejercicio de tal profesión, inscribiéndose en su registro algunos de los primeros instrumentos de propiedad inmueble. Fue intensa y múltiple su actividad tanto en el ejercicio de la función pública como en su carácter de escribano. Se desempeñó como secretario de la corporación municipal a poco de arribar a la, por entonces, pequeña Olavarría. A su vez ocupó los cargos de secretario del Consejo Escolar, jefe del Registro Civil, comisionado municipal e intendente durante varios períodos. Atravesó las fronteras locales para ser senador provincial y ministro de Obras Públicas de la provincia durante la gobernación de Camilo Crotto, alcanzando también el cargo de director en el Banco Hipotecario Nacional. Cabe
destacar que como jefe del Registro Civil, Rendón fue el primero de Olavarría, ocupando tal función entre el 19 febrero de 1889 y el 29 de octubre de 1896. Antes de la instalación del Registro, la inscripción de nacimientos, matrimonios y defunciones se hacía en la iglesia parroquial. Los días 2, 19 y 26 de febrero de 1889 se registran las anotaciones de los primeros matrimonios, nacimientos y defunciones, respectivamente. El 6 de mayo de 1917, ante su inminente designación como comisionado (más tarde sería intendente), El Popular publicaba: “a última hora recibimos la noticia de que la intervención ha nombrado al Sr. Ramón A. Rendón para el cargo de comisionado municipal de Olavarría. Era el candidato seguro para nuestra ciudad pues ya se le había ofrecido el cargo reiteradamente y siempre lo ha declinado. No obstante estamos habilitados para asegurar que el comisionado para nuestra municipalidad será el Sr. Rendón. Con la misma seguridad afirmamos que este nombramiento ha de ser recibido en la localidad con verdadera complacencia, de parte de todos, dadas las condiciones morales e intelectuales del futuro comisionado, quien será, por la misma razón, una garantía de imparcialidad y rectitud en el ejercicio de las delicadas funciones que está llamado a desempeñar...”. Ramón Rendón vivió en la Olavarría que adoptara como propia por más de 50 años. Luego de dieciséis años de ausencia, Rendón retornaría a nuestra ciudad en mayo de 1938, ya con el peso de los años, cuan llamado del destino para morir aquí el 29 de septiembre a los 77 años. El 13 de noviembre de 1938, a menos de dos meses de su fallecimiento, el Concejo Deliberante sancionaba por unanimidad una orde-
Fotografía de Ramón Rendón, quien nació en 1861 en Río Cuarto. Radicado en Olavarría en 1882, donde falleció en 1938, los sentimientos que tuvo por su ciudad adoptiva se resumen en palabras que pronunció en 1929: “termino repitiendo aquí lo que está grabado en mi mente y en mi corazón perennemente: mi cariño y mi admiración por Olavarría, donde he vivido casi medio siglo, donde he pasado los días más intensos de trabajo, mis días más felices así como los de mayor amargura”.
cipales gestiones para obtener la cesión del terreno que ocupa dicho parque. El 2 de septiembre de 1940, el comisionado municipal Carlos Lecot dicta una resolución por la cual se establece “adquirir a la firma Amoroso, Llera y Cía. dos placas de bronce con los nombres de Ramón A. Rendón y Antonio Pelegrino, para ser colocadas, en fecha que se fijará, en la portada del Parque ‘Carlos Guerrero’ y en el edificio de la Usina de la Cooperativa Municipal de Electricidad Ltda., respectivamente…”. Esta medida iba en línea con la ordenanza del 13 de noviembre de 1938 mediante la cual se otorgaban tales nombres a sendas calles de la ciudad. El 5 de octubre de aquel 1940, ante una lluvia persistente, mucho público y en el marco de las actividades vinculadas a la inauguración de la nueva sede social del club Estudiantes, el comisionado Lecot procedió a descubrir la placa que, en la portada del club, materializó el homenaje del pueblo de Olavarría a Ramón Antonio Rendón dando su nombre a la calle que bordea las instalaciones de la entidad y que es continuación de la calle Lavalle en el barrio San Vicente. Veinte años después aquel bautismo, a Rendón le tocará ser trasladado a su
ubicación actual, manteniendo la barriada de pertenencia. Volvamos, para cerrar esta crónica, al relato que don Ramón escribiera en ocasión de celebrarse los cincuenta años de la creación del partido de Olavarría en 1929 para rescatar su mensaje final: “termino, señores lectores, repitiendo aquí lo que está grabado en mi mente y en mi corazón perennemente: mi cariño y mi admiración por Olavarría, donde he vivido casi medio siglo, donde he pasado los días más intensos de trabajo, mis días más felices así como los de mayor amargura, aguijoneado todo esto por la ausencia que el destino me depara, de este pueblo que casi he visto nacer, que he visto crecer, progresar, enriquecer y culminar, dueño de riquezas naturales inagotables, aumentando siempre su producción estupenda, día a día (...) encaminándose así como uno de los factores que contribuyen a que se cumplan los destinos a que está llamada nuestra grande y gloriosa Nación”. Las opiniones, consultas y sugerencias de los lectores pueden enviarse a los correos electrónicos: callesdeolavarria@gmail.com y archivo@elpopular.com.ar, o a El Popular - Vicente López 2626, Olavarría. Marcos Rodríguez
nanza que en su primer artículo estipulaba: “desígnese con el nombre de Ramón A. Rendón a la prolongación sud de la calle Lavalle, a contar desde el B. Aristóbulo Del Valle”. Seguidamente, la ordenanza indicaba que el lugar para la colocación de la placa de bronce correspondiente debía ser la portada del Parque Carlos Guerrero. Claro que la elección del lugar no es casual. A Rendón se le deben las prinEl Popular
Homenaje a Ramón Rendón realizado por el Club Atlético Estudiantes en 1938. El club Estudiantes consiguió la cesión del predio que ocupa actualmente gracias a gestiones realizadas por Ramón Rendón y una placa en su homenaje fue descubierta en la portada de la institución en 1940.
Imagen actual del puente Leandro N. Alem sobre el arroyo Nievas, en la localidad de Colonia Nievas. Como indica la placa de granito, fue inaugurado en 1918 durante la gestión de Ramón Rendón como comisionado municipal.
EL POPULAR • Olavarría Olavarría, jueves 30 de julio de 2015
Camilo Giovaneli fue el primer intendente elegido por voto popular en Olavarría, en 1890 Colección Cirigliano – Archivo Histórico Municipal
El primero que fue electo Marcos
E
Rodríguez
n nota fechada el 29 de agosto de 1949, firmada por el presidente del Concejo Deliberante, Victor Giri, y dirigida al intendente municipal, Santiago Cañizo, podemos leer: “tengo el agrado de dirigirme a Ud. con el fin de poner en su conocimiento que este H.C.D. en su sesión de fecha 27 del corriente, ha sancionado por unanimidad la siguiente Ordenanza: Art. 1- Desígnese con el nombre de D. Camilo A. Giovanelli a la calle Nº 35 de la ciudad de Olavarría. Art. 2- Comuníquese, publíquese, etc.”. Mediante decreto fechado el 2 de septiembre, Cañizo promulgará tal ordenanza dando nombre así a la continuación de la céntrica calle Vicente López en el barrio San Vicente. Antes de continuar, valga aclarar que existen diversos documentos donde aparece el apellido del homenajeado escrito Giovanelli y en otros como Giovaneli. Si bien el uso extendido en la cartelería, en los trabajos sobre historia local y en la prensa es el de Giovanelli, hemos
optado por usar Giovaneli, entre otras razones, porque así firma el susodicho en la sesión del Concejo Deliberante del 16 de diciembre de 1890. Para comprender el lugar que le cupo a Camilo Giovaneli en la historia de Olavarría debemos adentrarnos sucintamente en las características y cambios que el régimen municipal bonaerense sufrió poco antes de que el siglo XIX llegara a su fin. Esto dará luz sobre las razones que llevaron a que, casi sesenta años más tarde, se bautizara con su nombre a una calle de nuestra ciudad. Como relatáramos en crónicas anteriores, declarada Olavarría por la Legislatura bonaerense cabeza de partido en octubre de 1878, el 26 de mayo de 1879 se procedió a la instalación de la Corporación Municipal. Este órgano era un cuerpo de representantes de los vecinos que tenía funciones vinculadas a aspectos ejecutivos, legislativos, judiciales, administrativos y de fomento. Sus miembros eran designados por el Gobierno de la Provincia hasta el Colección Cirigliano – Archivo Histórico Municipal
Imagen del antiguo edificio de la Municipalidad de Olavarría, con entrada sobre la calle San Martín, y ubicado contiguo a la iglesia San José. Camilo Giovaneli ocupó el cargo de intendente municipal entre los años 1891 y 1892.
presenta en el Teatro Municipal el domingo 2 de agosto · 20.30 Hugo Schuler en concierto
Con la Orquesta Sinfónica Municipal “Mtro. Mario Patané” Auspiciado por el Consejo Profesional de Agrimensura Pcia de Bs. As. (Colegio de Distrito II)
Gestión Mozarteum Argentino Filial Olavarría - Ciclo Clásica y Solidaria Entrada $50 Consultar mail: pau151083@gmail.com
Fotografía de integrantes del Concejo Deliberante de Olavarría a comienzos del siglo XX. En 1890, este cuerpo legislativo fue el encargado de designar a Camilo Giovaneli como el primer intendente olavarriense electo por voto popular, en este caso en forma indirecta, y siguiendo lo determinado por la Ley Orgánica de la Municipalidades bonaerense sancionada ese año. año 1890, en que los cargos fueron electivos en virtud de la nueva Ley Orgánica de las Municipalidades. Aquí, se hace necesario traer a colación tres artículos de la ley sancionada el 28 de octubre de aquel año: “art. 1- La administración de los intereses y servicios locales en la capital y cada uno de los partidos que formen la Provincia, estará a cargo de una municipalidad, cuyos miembros durarán dos años en sus funciones, renovándose por la mitad anualmente, y serán nombrados pública y directamente el último domingo de noviembre. Art. 2- Cada municipalidad se constituirá en un Departamento Ejecutivo y otro Deliberativo. El ejecutivo será desempeñado por una sola persona con el título de intendente. El otro se denominará Concejo Deliberativo y se compondrá del número de miembros que determina esta ley (…) Art. 4- El intendente será elegido por los municipales, debiendo recaer la elección entre los mismos que tengan ciudadanía en ejercicio. La elección se hará a mayoría absoluta de votos de los presentes que formen quórum legal.”. A su vez, el artículo 120 de la Ley estipulaba que al 1 de enero de 1891 todas las municipalidades debían estar constituidas conforme a sus prescripciones. ¿Cómo se materializaron estos cambios y transformaciones en Olavarría? Las actas del Concejo Deliberante de aquellos años nos brindan algunas respuestas. El 16 de diciembre de 1890 se lleva a cabo en el salón municipal una sesión
preparatoria donde se reúnen los concejales titulares y suplentes electos en los comicios desarrollados (al estilo de la época y sobre un padrón electoral de 400 inscriptos) el 30 de noviembre anterior. El objetivo de la reunión era constituir la Municipalidad que funcionaría a partir del 1 de enero, tal lo estipulaba la flamante Ley Orgánica. Luego de una serie de debates alrededor de los dictámenes de la comisión especial de poderes sobre los diplomas de los concejales electos referidos al cumplimiento legal para asumir los cargos, el Concejo Deliberante sanciona la siguiente resolución: “resultando que en la elecciones que tuvieron lugar el treinta de noviembre pasado para diez Municipales titulares y cinco suplentes que corresponden a este distrito han sido llevadas las prescripciones legales y conforme al decreto reglamentario del P.E. la Corporación Municipal Resuelve: Aprobar dichas elecciones por las que resultaron electos los señores Pedro Erramouspe, Ambrosio López, José T. Grigera, Félix Bidart, Manuel E. Hartenfels, José Guazzone, Abel Gutiérrez, Camilo Giovaneli, Francisco Lis Klett y Domingo S. Dávila, para municipales titulares y los señores Félix S. Lavié, Juan M. Quereilhac, Adolfo Errecart, Anacleto Leal y Lorenzo Lasalle, para suplentes (…). Para hacer la designación de las autoridades municipales se acordó por unanimidad fijar el día jueves diez y ocho (sic) del corriente”. El acta de aquella sesión del 18 de
diciembre de 1890 nos cuenta que “…acto continuo se procedió a la elección del señor Intendente Municipal, resultando electo el señor municipal titular Don Camilo Giovanelli por seis votos contra dos que obtuvo el señor Ambrosio López y uno del señor Félix Bidart…”. La Ley Orgánica de las Municipalidades de 1890 marca, de esta manera, un cambio en el régimen municipal a partir del cual surge la figura del intendente, cabeza éste del Departamento Ejecutivo. Será don Camilo Antonio Giovaneli el primer intendente electo (aunque más no sea en forma indirecta) de Olavarría aquel 18 de diciembre de 1890, ocupando el cargo entre 1891 y 1892. Casi 60 años después de los acontecimientos que llevaran a Giovaneli a convertirse en el primer intendente surgido del voto de sus conciudadanos, el 10 de febrero de 1950 se procederá a concretar -en términos materiales- lo estipulado en la ordenanza del 27 de agosto de 1949. En el acto celebrado aquel día en la prolongación de Vicente López en intersección con Del Valle, el intendente Santiago Cañizo decía: “No cabe ni corresponde, en este acto, hacer consideraciones de ningún orden que no sean las que encuadra en las palabras de rigor. Pero debo señalar que el D.E. a mi cargo, consideró necesario rendir este homenaje, no ya al político ni al hombre que pudo representar a un sector de simpatía electoral, sino al funcionario que ha iniciado la era de un nuevo sistema de gobierno comunal (…). Se habrá hecho justicia a un ciudadano que ha pasado por la vida pública procurando en su época aportar su capacidad y sus energías a favor del progreso de una población embrionaria y que hoy se ha convertido en una floreciente y próspera ciudad”. Las opiniones, consultas y sugerencias de los lectores pueden enviarse a los correos electrónicos: callesdeolavarria@gmail.com y archivo@elpopular.com.ar, o a El Popular - Vicente López 2626, Olavarría.
EL POPULAR • Olavarría Olavarría, jueves 6 de agosto de 2015
| 15
Amparo Castro fue el primer intendente de Olavarría nacido en la ciudad y el primer local en tener su nombre en la nomenclatura urbana
Con calle y sillón propios
Marcos Rodríguez
Marcos Rodríguez
E
n la sesión del 17 de septiembre de 1949, el Concejo Deliberante sancionaba, por unanimidad, una ordenanza mediante la cual se le deba el nombre de Amparo B. Castro a la calle 33 de la ciudad, o sea a la prolongación de la calle Alsina en el barrio San Vicente. Algo más de diez años antes, el 14 de marzo de 1939, había fallecido a la edad de 56 años el exintendente con cuyo nombre tradicionalmente se conoce al sillón que ocupan circunstancialmente a lo largo del tiempo los intendentes de Olavarría: “el sillón de Amparo Castro”. Dirigente de la Unión Cívica Radical durante muchos años, Castro fue un hombre clave en la política olavarriense de la década del 20 del siglo pasado. Puntualmente desplegó una destacada actuación en la política local en el período que va de 1918 a 1930. Sobresalió en las filas de la Unión Cívica Radical, desempeñándose también como diputado provincial, concejal y presidente del Tiro Federal. Ocupó el cargo de intendente en 1918-1919 y alternativamente entre 1923 y 1930 ya sea como titular del Departamento Ejecutivo comunal, intendente interino o presidente del Concejo Deliberante. La gestión se Amparo Castro se destacó por el mejoramiento de la red vial del partido, la construcción de nuevos pabellones en el Hospital Municipal, el levantamiento de los edificios de la Escuela 17 y de la comisaría en terrenos donados por el municipio, las gestiones para la llegada del Ferrocarril Provincial a Olavarría y la creación del vivero municipal. También sobresalen las obras viales y la creación de distintas reparticiones, oficinas y servicios en el ámbito de la administración comunal, como lo son las delegaciones de Espigas y Recalde y las inspecciones veterinaria y sanitaria. En oportunidad de celebrarse el 50 aniversario de la autonomía municipal, El Popular enumera, en su edición extraordinaria del 26 de mayo de 1929, las obras más destacas llevadas a cabo por la administración comunal entre 1918 y 1928. Entre ellas se encuentran la construcción de los mataderos, la remodelación del Parque Mitre, la pavimentación de 107 cuadras, construcción de pabellones en el Hospital, veredas en la plaza central y en la Municipalidad, la portada del cementerio, el vivero municipal y diversas refacciones en la Municipalidad, los mataderos, la comisaría y el corralón municipal. En ocasión de tratarse en el recinto del Concejo Deliberante, aquel 17 de septiembre de 1949, el despacho por el cual otra calle de nuestra ciudad recibía le nombre de una figura local, el concejal Criante sostenía que se trataba de un justiciero homenaje que se tributa a un hombre que ha sido ejemplo por sus virtudes, por su rectitud y su honradez. Por su parte, el concejal Moya, adhiriendo con su voto sostuvo que en oportunidad de haberse rendido homenaje a Amparo Castro hizo
En la imagen se observa una placa del Cementerio Municipal colocada por los amigos de Amparo Castro en su recuerdo en 1940, un año después de su fallecimiento. Amparo Castro nació en Olavarría en 1883, donde falleció en 1939. Ocupó los cargos de intendente, concejal, diputado provincial y presidente del Tiro Federal. Fue reconocido por su honradez y rectitud, incluso por sus adversarios políticos. la salvedad de que no obstante discrepar en sus ideas políticas, había reconocido la honradez y la rectitud del ciudadano a quien se tributa el honor de dar su nombre a una calle de la ciudad. A su vez, el concejal Spinella se sumaba a lo antedicho señalando que la probidad ciudadana del Sr. Castro merecía el voto espontáneo de la iniciativa. Luego de estas intervenciones, el Concejo aprueba por unanimidad la ordenanza. El decreto 722 del 12 de enero de 1950, firmado por el intendente Cañizo, aduce la necesidad de “dar cumplimiento a las ordenanzas sancionadas por el H. Concejo Deliberante con fechas 27 de agosto y 17 de septiembre de 1949, por las cuales se establece la colocación de placas en las calles 35 y 33 del ejido de esta ciudad, dando los nombres de Camilo A. Gio-
vaneli y Amparo B. Castro a dichas arterias”. A su vez, el decreto indica que habiéndose constatado cuales eran los lugares más indicados para la colocación de las placas, era necesario dar aviso a los vecinos del uso que se hará de los frentes de sus propiedades. Menos de un mes después, el 9 de febrero de 1950 se procedió al descubrimiento de la placa que daría el nombre de Amparo B. Castro a la continuación de la calle Alsina en el barrio San Vicente. El discurso de rigor estuvo a cargo del secretario municipal Adolfo Veyrand, contándose con la presencia de la viuda del homenajeado, Fermina Carmen Silva, con quien se había casado el 31 de octubre de 1908 en Buenos Aires. Es esa ocasión también se procedió a la inauguración de la calle Camilo A. Giovaneli, aunque, de acuerdo a las cróni-
cas de la época, no se pudieron localizar familiares que concurran al acto. Cierta tradición de origen impreciso designa al puesto de intendente de Olavarría como “el sillón de Amparo Castro”, así como se habla del sillón de Rivadavia para aludir a la Presidencia de la Nación. Podríamos preguntarnos porque no se habla del “sillón de Eulalio Aguilar”, presidente de la primera corporación municipal en 1879. O en su caso, del “sillón de Camilo Giovaneli”, primer intendente elegido por sus conciudadanos en 1890. De ambos nos hemos ocupado ya en crónicas pasadas. En el terreno de las especulaciones podríamos afirmar que Amparo Castro fue el primer intendente olavarriense en sentido literal. Asentado en el libro de bautismos de la parroquia San José el 21 de abril del año 1883, en él se indica que Castro nació el 22 de marzo de aquel año, siendo sus padres Crescencio Castro y Josefa Isasa, domiciliados en
Olavarría. Las “figuras locales” homenajeadas hasta el momento donde sus nombres a calles habían tenido su actuación durante los tiempos fundacionales o poco después y no eran nacidas aquí, sino que habían llegado de las más variadas procedencias, como Córdoba en el caso de Rendón, Corrientes en el caso de Collinet o Buenos Aires cuando hablamos de Pelegrino, por solo dar algunos ejemplos. De esta manera Amparo Castro sería el primer nacido en Olavarría que llegará a desempeñar el cargo de intendente -al que llegó en 1918- y el primer local, en sentido estricto, en tener una calle con su nombre dentro de la nomenclatura urbana de Olavarría. Las opiniones, consultas y sugerencias de los lectores pueden enviarse a los correos electrónicos: callesdeolavarria@gmail.com y archivo@elpopular.com.ar, o a El Popular - Vicente López 2626, Olavarría.
Archivo de El Popular
Fotografías del sepelio de los restos de Amparo Castro, el 15 de marzo de 1939. Castro había fallecido el día anterior. Arriba a la izquierda se observa el cortejo saliendo de la casa mortuoria; y a la derecha, el cortejo al pasar frente al Teatro Municipal en construcción sobre la calle Rivadavia. Abajo a la izquierda, momentos antes de entrar a la iglesia San José; en el centro, el Dr. Juan A. Errecart hablando en el Cementerio en nombre de los amigos; y a la derecha, Oscar Lara pronunciando su discurso en representación de la Unión Cívica Radical.
2 | INFORMACION GENERAL
Olavarría Olavarría, jueves 13 de agosto de 2015 • EL POPULAR
En 1914, el Dr. Ernesto Merlo fue protagonista de la primera transfusión de sangre en el mundo y una calle de la ciudad lo recuerda
Se llamaba a sí mismo, con orgullo, “hijo de Olavarría” Marcos
Rodríguez
ballo los alrededores de su chal 21 de junio de 1951, el barrio cra, donde deMariano Moreno verá bautimostraba sus zada con el nombre de Ernesto V. destrezas de Merlo a la continuación, en ese gran jinete. sector, de la Avenida Almirante Fue hombre de Brown. La única de las continuaciencia en el amciones de las calles céntricas que permanecía sin nombre propio era plio sentido de la que correspondía a la ribera del la palabra, se arroyo Tapalqué, ya que a las res- dedicó infatigatantes se les habían dado nombre blemente a la inen 1914 y 1932. Con esa fecha, y vestigación y bajo el número 376, el comisiona- tuvo una prodo municipal Santiago Cañizo fir- funda vacación ma un decreto-ordenanza por la en la tarea educual se dispone: “art. 1- Desígne- cativa. A Merlo se Dr. Ernesto V. Merlo a la calle la política y el identificada en el plano oficial de dinero lo tuviela ciudad de Olavarría como Nro. ron sin cuidado, 29, prolongación norte de Almi- no fueron su rante Brown. Art. 2- Comuníque- fuerte y tampoco se, publíquese, etc.”. Algo más de su debilidad. un año antes, el 8 de mayo de 1950, Tampoco lo asehabía fallecido en Buenos Aires a diaron preocula edad de 63 años el Dr. Ernesto paciones de clases o de estatus. Víctor Merlo. enfermo Hijo del italiano Ernesto Merlo y El constituyó su de la argentina Martina Mozoteinterés y preocuEl 9 de noviembre de 1914, un equipo médico dirigido por el Dr. Luis Agote (en la foto gui, Merlo nació en Cañuelas el 23 de diciembre de 1886. El censo pación sin repa- de pie, con los brazos cruzados) efectuaba en el Instituto Modelo de Clínica Médica del de 1895 lo ubica a los 8 años junto rar en las cir- Hospital Rawson de la ciudad de Buenos Aires la primera transfusión sanguínea en el a sus padres en Olavarría, ciudad cunstancias que mundo. Esta técnica abrió nuevos caminos en la evolución de la medicina a nivel que adoptara como propia y de la no fueran aque- mundial. El doctor Ernesto Merlo (a la derecha, en la parte inferior de la fotografía), por que le gustaba llamarse hijo. Aun- llas vinculadas a entonces médico interno, tuvo a su cargo la ejecución del procedimiento. que radicado en Buenos Aires, la salud del que donde desarrollará su carrera pro- acudía a su consulta. Ernesto desarrolló sus actividades en va- nos Aires, pero también impartió fesional, Merlo mantuvo siempre Merlo fue durante quince años rias casas de altos estudios, des- cursos en la Universidad de Cuyo, vivo el vínculo con nuestra ciu- profesor titular de Semiología y tacándose la Universidad de Bue- la Universidad de Córdoba y la Universidad del Litoral, de la que dad. Los años de alejamiento, la Clínica Propedéutica de la Univerfue profesor honorario. Sus áreas sidad de Buenos Aires. Despertó jerarquía profesional y la intensa de especialidad e interés fueron tarea que como médico y catedrá- admiración, con el correr de los la semiología médica, la fisiología tico desarrolló no melló el apego años, por la profundidad y exteny la clínica médica. Fue médico inpor Olavarría, a la que frecuenta- sión de sus conocimientos, no adterno del Instituto Modelo de virtiendo, por su carácter modesba en sus escasas fechas de desClínica Médica; en 1922 pasó a canso. Era aquí donde Merlo, ves- to, los relieves que iba adquirienjefe de clínica a cargo de una sala tido con sencillas bombachas y de do su figura de gran médico y en el mismo instituto, para desboina vasca, solía recorrer a ca- maestro. Como profesor, Merlo empeñarse más tarde como jefe de clínica y de trabajos prácticos en la cátedra de clínica médica. En 1925 ejerció la presidencia de JUEVES la Sociedad de Medicina Interna 08:00 Infocanal 19:30 Infocanal de Buenos Aires. Y desde 1934, 12:50 Apertura, Himno 20:00 Noticias – Vivo como se mencionó, fue profesor titular de semiología y clínica Nacional 21:30 Puesta en escena - Vivo propedéutica de la Universidad 12:55 Rezar en família – 23:15 Intermedio musical de Buenos Aires. Padre Ignacio Peries 23:30 Noticias (R) Hay un hecho de relevancia científica mundial que tiene a Merlo en13:00 Noticias Mediodía 01:00 Emprendedores tre sus principales protagonistas. El Vivo 02:00 Puesta en escena (R) 9 de noviembre de 1914 tuvo lugar Nacido en 1886 en Cañuelas, en la primera transfusión con sangre 14:00 Popusuerte - Vivo 03:45 Intermedio musical su infancia el doctor Ernesto 14:30 Mundo Personal (R) 04:00 Campo en Marcha (R) citratada realizada con éxito en el Merlo vivió junto con sus padres hombre. El enfermo padecía tuber16:00 Factor humano (R) 05:00 Factor Humano (R) en la ciudad de Olavarría. Ya radicado en la ciudad de Buenos culosis pulmonar y la operación se 17:00 Noticias al Mediodía 06:00 Recta Final (R) Aires, donde realizó sus estudios realizó en la sala Fernández del Ins(R) 07:00 Noticias (R) tituto Modelo de Clínica Médica universitarios y su carrera 18:00 Popusuerte (R) 08:30 Infocanal (antecesor del actual Hospital de profesional, mantuvo siempre Clínicas) del Hospital Rawson, en vivo el vínculo con nuestra 18:30 Campo en Marcha ciudad, considerándose así la ciudad de Buenos Aires. Los asTambién en www.elpopular.com.ar mismo “hijo de Olavarría”. pectos técnicos del procedimiento
E
fueron manejados por el Dr. Ernesto Víctor Merlo con la sangre extraída a Ramón Mosquera, el portero del Instituto. El concienzudo accionar de Merlo, entonces médico interno del Instituto, fue seguido atentamente por el doctor Agote, así como por el decano de la Facultad de Medicina, el rector de la Universidad, el director de la Asistencia Pública, el intendente municipal y otros académicos, profesores y médicos. Los diarios anunciaron al día siguiente la noticia al mundo entero destacando el éxito del procedimiento en términos científicos. Hasta los más ignotos presintieron que la humanidad había logrado otra de sus conquistas. En la memoria gráfica de aquel acontecimiento destaca la figura de un joven médico, entre tantas eminencias. El doctor Merlo fue el brazo ejecutor del sistema ideado por Agote. Su descubrimiento tuvo un rol fundamental en la Primera y Segunda Guerra Mundial y, desde entonces, la medicina transfusional y sus numerosas aplicaciones continúan salvando vidas. Dado su afán por la enseñanza, Merlo no quería salir de su Sala 9 del Hospital de Clínicas y de su anfiteatro donde daba sus clases. Invitado en varias oportunidades para actuar en otros ambientes, solía diferir el compromiso. Finalmente, el requerimiento de amigos y su afecto por Mendoza, lo llevó a dar sus últimas lecciones en la Universidad de Cuyo. Sabiéndose cerca del final no abandonó su labor y cayó a los dos días de dar su última y brillante conferencia. Algo más de un año más tarde, el 21 de junio de 1951, Olavarría rendía homenaje a la figura descollante de Merlo bautizando con su nombre a la prolongación de la calle Almirante Brown en el sector del barrio Mariano Moreno. La ciudad plasmaba así en el entramado de sus calles un tributo a un hombre que se llamaba así mismo con orgullo, “hijo de Olavarría”. La nueva nomenclatura callejera que la ciudad se dio en noviembre de 1958 perpetuará por los tiempos el nombre de Ernesto Víctor Merlo al darle su actual ubicación en la geografía urbana olavarriense. Las opiniones, consultas y sugerencias de los lectores pueden enviarse a los correos electrónicos: callesdeolavarria@gmail.com y archivo@elpopular.com.ar, o a El Popular - Vicente López 2626, Olavarría.
EL POPULAR • Olavarría Olavarría, jueves 20 de agosto de 2015
José Luis Torres se destacó por su labor educativa a través del Instituto Sarmiento y una calle lleva su nombre desde 1953
Enseñar fue su vocación Marcos Rodríguez
El 15 de agosto de 1953, el Concejo Deliberante sancionaba una ordenanza cuyo articulado transcribimos: “Art. 1- Denomínase Maestro José Luis Torres, Dr. Mariano Moreno y José Manuel Estrada, a las calles designadas con los números 20, 16 y 12, respectivamente, en Plano Oficial de la Ciudad de Olavarría. Art. 2- Comuníquese, publíquese, etc.”. Vamos a realizar, antes de continuar con la figura local que hoy nos ocupa, la de José Luis Torres, algunas aclaraciones para entender cabalmente el contenido de esta ordenanza. En lo que se refiere a los números de las calles, hasta 1958 el orden de las calles pares era inverso al actual, siendo la número 2 la actual Avenida de los Trabajadores. El número de las calles aumentaba hacia la avenida Avellaneda, contrariamente a lo estipulado hacia fines de los años 50, al darse el número 22 a dicha avenida y establecer la progresión hacia la ruta 226. Esto explica por qué lo que en su momento fue la calle 20, y a la que se le dio el nombre de Maestro José Luis Torres, en la actualidad conserva el nombre pero con el número 76. Tanto la calle de la que hablaremos hoy, como la bautizada mediante la mencionada ordenanza bajo el nombre de José Manuel Estrada, conservan su ubicación dentro de la nomenclatura urbana olavarriense, aunque, como se explicó, con distinto número. El segundo aspecto que queremos hacer notar de la ordenanza sancionada aquel 15 de agosto de 1953 es que no contempla a las calles 14 y 18. La primera había sido bautizada en 1950 como Gobernador Marcelino Ugarte, aunque ya se encontraba desde 1938 en el barrió Luján.
Los diversos homenajes que se desarrollarían a lo largo de 1950, año del centenario del fallecimiento del general San Martín, conllevarían el traslado del gobernador a la por entonces calle 14 (actual avenida Sarmiento). Luego de una serie de proyectos que buscaban homenajear a San Martín unificando con su nombre las prolongaciones de esa calle céntrica en Pueblo Nuevo (denominada Mitre) y en el barrio Luján (denominada Gobernador Marcelino Ugarte), en noviembre de 1950 el Concejo Deliberante concretaría parcialmente tal homenaje y le otorgaría el nombre de Gobernador Marcelino Ugarte a la que en 1958 pasaría a llamarse avenida Domingo Faustino Sarmiento. La segunda calle que la ordenanza no contempla, la número 18, es la que en 1951 había recibido el nombre de República del Líbano y de la cual hablaremos en próximas ediciones. Un último aspecto a considerar y que reviste un punto de gran interés y curiosidad es el referido a la calle que esta ordenanza de agosto de 1953 bautiza como Dr. Mariano Moreno. La actual calle Mariano Moreno, hasta las reformas de 1958, se denominó José María Moreno. Nombre que el uso cotidiano resumía en Moreno, con lo cual se sucedieron no pocos debates en torno a qué Moreno correspondía el nombre de la calle. Lo cierto es que en 1953 se bautiza como Dr. Mariano Moreno a la actual calle Mitre, implicando el convivencia entre ese año y 1958 de José María Moreno y Mariano Moreno en la traza urbana de Olavarría. Lo curioso es que las reformas conllevaron a que la calle José María Moreno fuera la única calle céntrica a la que se le cambiaría el nombre al ser trasladado Mariano Moreno al centro y Mitre (continua-
Dos publicidades del Instituto Sarmiento fundado por José Luis Torres en 1913. La de la izquierda corresponde al diario La Democracia y la de la derecha al diario El Popular. Si bien el Instituto siempre tuvo su sede en la misma ubicación (en la actual cuadra de Coronel Suárez al 2800), aparecen distintas direcciones debido a que la publicidad de La Democracia es anterior a 1928 y la de El Popular, posterior. En 1928, mediante ordenanza de febrero de ese año, la numeración domiciliaria pasó de 50 números por cuadra a 100.
ción de San Martín en Pueblo Nuevo) a la ubicación que hoy ocupa y que le pertenecía al fundador de la Gaceta de Buenos Aires. Luego de esta, quizá extensa, digresión, volvamos ahora a la calle que hoy nos ocupa y que homenajea a la figura de José Luis Torres. El 15 de agosto de 1953, el Concejo Deliberante aprueba por unanimidad en sesión ordinaria un despacho de la comisión de legislación dándole los nombres de Maestro José Luis Torres, Doctor Mariano Moreno y José Manuel Estrada a tres calles de Olavarría. El despacho fue informado por el concejal Lorenzo, quien destacó la personalidad de los homenajeados. Seguidamente, el concejal Rocha Errecart puso de relieve la obra educacional de José Luis Torres. Obra que desarrolló siempre en forma particular, ya que Torres nunca actuó en instituciones oficiales de enseñanza. Poco más de un año antes, el 22 de mayo de 1952, había fallecido en nuestra ciudad a los 69 años, José Luis Torres. Dedicó su vida a la en-
señanza, habiendo fundado el 1 de abril de 1913 el Instituto Sarmiento, por cuyas aulas pasaron centenares de olavarrienses. Este establecimiento fue, en aquellos años en que la enseñanza secundaria oficial era aún incipiente, la oportunidad para todos los que deseaban completar el ciclo primario y luego seguir cursos de contabilidad, escritura a máquina, idiomas, etc., llegando a representar el único establecimiento secundario, junto a la Escuela Normal. José Luis Torres nació en Ibiza, España, el 9 de octubre de 1882. En busca de más amplios horizontes llegó a nuestro país en julio de 1901. Radicado en Buenos Aires, se dedicó a la enseñanza mientras revalidaba y completaba su formación. La labor desarrollada por Torres en la Sociedad de Niños Desvalidos le valió un diploma de honor por parte de la dirección de la institución. Luego se trasladó a Olavarría, donde al poco tiempo echó las bases del Instituto Superior de Comercio Sarmiento, ubicado en la calle Coronel Suárez entre Rivadavia y Moreno.
Fotografía de un grupo de alumnos y profesores del Instituto Superior de Comercio “Sarmiento” en el año 1937, en el patio de la institución. En el centro de la fotografía se observa a José Luis Torres (de moño).
José Luis Torres había nacido en Ibiza (España) en 1882. Llegó a la Argentina en 1901 y en 1913 fundó en Olavarría el Instituto Sarmiento, que educó a varias generaciones de olavarrienses en conocimientos relacionados con la contabilidad, la escritura a máquina y los idiomas.
Las enseñanzas impartidas por el Instituto preparaban a los alumnos para contadores, peritos mercantiles, tenedores de libros, dactilógrafos, taquígrafos, balanceadores, matemáticas e idiomas, entre otras. También se dictaban los seis grados de la educación primaria y se contaba con jardín de infantes. Luego de haber dado a su trabajo cincuenta años de su existencia (la mayoría de ellos en nuestra ciudad), Torres moría, aquel 22 de mayo de 1952, poco después de haber cumplido sus bodas de oro en la enseñanza. Olavarría honraría la labor de quien se constituyó en una de las figuras más relevantes de las aulas locales de la primera mitad del siglo XX y daría, el 15 de agosto de 1953, el nombre de José Luis Torres a una de sus calles. Hacia fines de aquella década, las reformas en la nomenclatura urbana dejarían a don José Luis en su lugar original. Las opiniones, consultas y sugerencias de los lectores pueden enviarse a los correos electrónicos: callesdeolavarria@gmailcom y archivo@elpopular.com.ar, o a El Popular - Vicente López 2626, Olavarría.
EL POPULAR • Ola Olavvarría arría, jueves 27 de agosto de 2015
Amadeo Grimaldi tiene su nombre en las calles en cercanías del Hospital Municipal, junto con el de otros médicos locales
Médico, político y eximio tirador Marcos
Rodríguez
El 16 de julio de 1955, el Concejo Deliberante sancionaba, por unanimidad, una ordenanza por la cual se le daba el “nombre de Dr. Amadeo Grimaldi a la calle 45 de la ciudad de Olavarría en el tramo comprendido entre la Avda. Eva Perón y la calle Nro. 74”. De esta manera se bautizaba a la calle 25 de Mayo en su continuación en el barrio San Vicente, ya que tal era la calle 45 en ese entonces. Debemos recordar también que en junio de 1952 había sido reemplazado el nombre de la avenida Aristóbulo del Valle por el de Eva Perón. A su vez, la calle 74 en 1955 era la actual avenida Avellaneda, que hoy lleva el número 22. Amadeo Grimaldi nació en Azul el 19 de junio de 1888. Al año siguiente sus padres, los italianos Francisco Grimaldi y Angela Perroni, lo bautizaban en la parroquia San José de nuestra ciudad, donde a su vez declaraban su domicilio. Grimaldi se recibió en la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires en junio de 1914. Instaló en agosto de ese año su consultorio en nuestra ciudad y se especializó en clínica médica general y niños. Su actuación, movida por inquietudes políticas, no se limita solamente al ejercicio de la profesión. Pronto se incorporará a las filas del Partido Conservador, donde desarrollará una militancia activa durante tres décadas, cubriendo con su gravitación un dilatado período de la historia local.
Caras y Caretas
La de Amadeo Grimaldi fue una personalidad vinculada a las esferas políticas, médicas y sociales del segundo cuarto del siglo XX. Adscripto, como se dijo, ideológicamente al Partido Conservador, accedió a una banca legislativa en 1928. Promovió e intervino, desde los diversos roles que le tocó desempeñar, en la concreción de obras como el Palacio Municipal, el Matadero, el puente de la calle Belgrano, el Mercado Municipal y el Teatro Municipal. Se desempeñó como senador y diputado provincial y como presidente del Concejo Deliberante. Ejerció el cargo de intendente municipal entre 1936 y 1940. Fue también director del Hospital Municipal en 1941 y 1942, presidente de la Asociación de Médicos de Olavarría, socio fundador del Sanatorio Olavarría y vicepresidente de la Sociedad Italiana de Socorros Mutuos. En el campo deportivo Grimaldi tuvo una gran actuación en la práctica de tiro al blanco, logrando distinciones nacionales e internacionales. En este marco, participó en la conducción y promoción del Tiro Federal de Olavarría. Un dato de color nos cuenta que en 1938 Grimaldi logró igualar el puntaje del campeón mundial de pistola, el sueco Ullmann. Sus habilidades en la disciplina lo llevaron a alcanzar el título máximo de maestro tirador. Sobre la elección que llevara a Grimaldi a la Legislatura provincial en 1928, vale la pena detenernos Archivo El Popular
Amadeo Grimaldi se destacó en la práctica del tiro al blanco, tanto a nivel nacional como internacional. También integró la comisión directiva del Tiro Federal de Olavarría, difundiendo la actividad en nuestra ciudad.
Imagen de abril de 1938, donde se observa al entonces intendente Amadeo Grimaldi firmando el acta de la piedra fundamental del Monumento al Trabajo. en el relato de la prensa de aquella época. De éste se desprende que la sorpresiva victoria conservadora obedeció a circunstancias especiales entre las que se destacó la participación como candidato de Amadeo Grimaldi. El Popular del 3 de abril de ese año nos cuenta que Grimaldi, “hijo del pueblo de Olavarría, goza de muchas simpatías, lo que habrá movido a muchos ciudadanos, aun de filiación política opuesta a la del candidato, a darle su voto, y al dárselo a él favorecían la lista del partido conservador, en detrimento de otras listas que han obtenido un porcentaje menor que en otros actos comiciales (...). El electorado, en esta oportunidad, ha hecho cuestión de nombre, y ha inclinado sus votos al que le ha sido más simpático”. En sesión celebrada el 16 de julio de 1955, la figura de Amadeo Grimaldi fue honrada por adversarios políticos a la hora de darle su nombre a una de las calles de la ciudad. Al informar el despacho de comisión, el concejal Brun (de extracción peronista) dijo que su bloque, “teniendo en cuenta la labor que como hombre público desarrollo el Dr. Amadeo Grimaldi y el altruismo del que hizo gala en el ejercicio de su profesión”, votará la sanción del proyecto. Por su parte, el concejal demócrata Scuffi expresó que “injusto sería dejar de reconocer que Olavarría está en deuda con el Dr. Amadeo Grimaldi, hijo dilecto de esta ciudad, bajo cuya inteligente gestión pública la sencilla ciudad de aspecto pueblerino se trocó en la urbe y la sorpresa agradable de los turistas y viajeros que nos visitan”. Luego de enumerar las obras propiciadas por Grimaldi, Scuffi finaliza su alocución afir-
mando que “a todo esto, sucintamente expresado, debemos agregar su noble acción como médico filántropo, que sin reparar en medios ni sacrificios ofreció su mano y su saber a todos los que lo requirieron, y es por ello precisamente, que sigue siendo recordado con tanto cariño en nuestra ciudad, especialmente en los hogares humildes”. Amadeo Grimaldi falleció el 6 de noviembre de 1951 a los 63 años. En su sepelio hablaron, frente al ataúd envuelto con la bandera del Tiro Federal, el Dr. Edmundo Cabarrou, en representación del Sanatorio Olavarría; Eduardo Ressia, en nombre del Partido Demócrata; Emilio García Blanco, por parte del Tiro Federal; y José Fittipaldi, en representación de la Sociedad Ita-
Amadeo Grimaldi militó políticamente en el Partido Conservador y fue intendente de Olavarría entre los años 1936 y 1940. Durante su gestión se concretaron obras como el Palacio Municipal, el Matadero, el puente de la calle Belgrano, el Mercado Municipal y el Teatro Municipal. liana de Socorros Mutuos. Amadeo Grimaldi, con varias décadas de actuación preponderante en la vida olavarriense, sería el nombre que en junio de 1955 se le daría a la continuación de la calle 25 de Mayo en el barrio San Vicente. Tres años después, las reformas en la nomenclatura urbana de Olavarría llevarían al Dr. Grimaldi al barrio Mariano Moreno, ubicándolo, quizá no por casualidad, junto con sus colegas en la medicina Ernesto Merlo y Rufino Fal. Las opiniones, consultas y sugerencias de los lectores pueden enviarse a los correos electrónicos: callesdeolavarria@gmailcom y archivo@elpopular.com.ar, o a El Popular - Vicente López 2626, Olavarría. Marcos Rodríguez
Placa con el nombre de Dr. Amadeo Grimaldi que se encuentra en el Archivo Histórico Municipal y que tiene la fecha de la promulgación de la ordenanza por la cual se impone dicho denominación a la calle respectiva en un sector del barrio San Vicente. Más tarde, en 1958, con cambios de nomenclatura urbana, el nombre de Grimaldi lo tomaría la calle que lo lleva actualmente, en el sector norte de la ciudad.
EL POPULAR • Olavarría Olavarría, jueves 10 de septiembre de 2015
El doctor Rufino Fal fue director del Hospital Municipal en dos períodos y directivo de instituciones deportivas
Médico, filántropo y ciudadano comprometido... Marcos
Archivo El Popular
Archivo El Popular
Rodríguez
E
l 16 de julio de 1955, el Concejo Deliberante sancionaba, por unanimidad, una ordenanza cuyo articulado transcribimos: “Art. 1Desígnese Dr. Rufino D. Fal a la calle Nro. 10 de Olavarría en todo su recorrido. Art. 2- Encomiéndese al DE la confección y colocación de una placa con la inscripción pertinente. Art. 3- Comuníquese, publíquese, etc.”. La ubicación que originalmente se le dio a la calle Rufino Fal es la que mantendrá, reforma de la nomenclatura urbana mediante, tres años más tarde aunque asignándosele el número 86. En aquella sesión de 1955 se dio lectura al despacho de la comisión de Legislación, Interpretación y Acuerdos que aconsejaba dar el nombre de Dr. Rufino D. Fal a la calle 10 teniendo en cuenta “las virtudes que adornaron la existencia de este médico filántropo, virtudes reconocidas y aquilatadas a través de toda su actuación como profesional y ciudadano.” Rufino Dionisio Fal, hijo de los españoles Higinio Fal y Jesusa Fonseca, se recibió de médico en diciembre de 1935 en la Universidad de Buenos Aires, abriendo aquí su consultorio a principios de 1936. Ejerció la dirección del Hospital Municipal entre los años 1945 y 1946 para volver al cargo en 1951 ocupándolo hasta su fallecimiento en 1954. Desempeñó durante largo tiempo la presidencia de la Liga de Fútbol de Olavarría y ejerció el mismo puesto en el club Racing durante 1938-1939. Esto no impidió al Dr. Fal prestar el auxilio médico desinteresado y jamás negado a otras instituciones deportivas. Aptitudes que lo llevaron a ocupar ad honórem el cargo de médico de la Mutual de Jugadores. Rufino Dionisio Fal falleció el 12 de octubre de 1954. Al conocerse la noticia la Municipalidad de Olava-
En el ámbito dirigencial, Rufino Fal fue presidente del club Racing y de la Liga de Fútbol de Olavarría.
En la fotografía se observa al doctor Rufino Fal (en el centro de la imagen) en el acto de asunción como director del Hospital Municipal en 1945. rría emitió el siguiente decreto: “Habiendo fallecido en la fecha el Doctor Rufino D. Fal, director del Hospital Municipal Coronel Olavarría, esforzado y eficiente colaborador comunal, el Intendente Municipal decreta: art. 1- adhiérase la Municipalidad de Olavarría al duelo provocado por el deceso del Dr. Rufino D. Fal. Art. 2- Entórnense las puertas del Palacio Municipal a la hora del sepelio de sus restos; envíese ofrenda floral y remítase a sus deudas nota de pésame con trascripción del presente decreto. Art. 3- Desígnase al Secretario Municipal señor Adolfo Veyrand para que en nombre de la Comuna despida sus restos.” Poco tiempo fue el que pasó después de su muerte para que surgieran varias iniciativas en torno a darle el nombre de Rufino Dionisio Fal a una calle de la ciudad. Uno de ellas fue la de la Sociedad de Fomento Coronel Olavarría que solicitó se le Marcos Rodríguez
Placa que actualmente se encuentra en el Archivo Histórico Municipal, y que lleva la fecha de su colocación días después de que se decidiera imponer el nombre de Rufino Fal a una calle del sector norte de la ciudad.
asigne el nombre del galeno a la calle 56 (actual Las Heras) en el barrio San Vicente, que por aquel entonces carecía de uno. A su vez, por iniciativa de dicha sociedad de fomento, el 24 de abril de 1955 será inaugurada la sala sanitaria bautizada Dr. Rufino Fal y ubicada en la calle Vicente López al 2000 (Giovaneli 184 en aquel entonces). Finalmente, el 16 de julio de 1955 se decidió dar el nombre de Dr. Rufino Fal a la por entonces calle 10 y actual 86. No ha de ser casual que la calle elegida haya sido una de las que bordea el predio del Hospital Municipal -del cual Fal fue director- y que las reformas en la nomenclatura urbana de noviembre de 1958 hayan agrupado en un mismo sector a los doctores Fal, Grimaldi y Merlo.
Una nueva etapa Con la crónica de hoy culminamos una etapa en esto que hemos dado en llamar “historia de las calles de
Olavarría”. Iniciamos el recorrido el 12 de marzo pasado señalando que los cambios en nuestra nomenclatura urbana se han sucedido y las marcas han quedado. Afirmábamos también que hacer este recorrido por los nombres de las calles nos permite adentrarnos en la evolución y transformaciones de la ciudad y en el lugar que ocupan ciertos hechos y personajes que a veces devienen en una trama sugestiva y enigmática. Comenzamos adentrándonos en los nombres de nuestras avenidas para luego sumergirnos en las figuras locales a las que la ciudad ha querido homenajear, a lo largo del tiempo, dando su nombre a una calle. Definimos a estas figuras como aquellas que desarrollaron gran parte de su accionar y obra en nuestra ciudad. Muchas veces esta acción coincidió con el tramo intermedio de sus vidas, ya que muchas de ellas no iniciaron ni terminaron sus días aquí. Fueron políticos, empresarios, Archivo El Popular
El 24 de abril de 1955, en el barrio San Vicente se inauguró la Sala Sanitaria “Rufino Fal”, tras una iniciativa de la Sociedad de Fomento Coronel Olavarría, con sede en dicho sector de la ciudad.
referentes culturales y profesionales. Todos ellos, de algún modo u otro, no han pasado desapercibidos ni a su época ni a sus conciudadanos que han querido que sus nombres “vistan” nuestras calles. Partimos de 1913 y llegamos a 1955, tres años antes de sancionarse el sistema nomenclador de calles vigente hoy en nuestra ciudad. Así, y en orden cronológico de bautismo, pasaron por estas páginas Isaías Mendiburu (la única desaparecida luego del nuevo ordenamiento de 1958), Celestino Muñoz, Pablo Fassina, Eulalio Aguilar, Manuel Leal, Emilio Cortes, Manuel Canaveri, Juan Angel Moya, Joaquín Pourtalé, Agapito Guisasola, Armando Collinet, Ramón Rendón, Antonio Pelegrino, Camilo Giovaneli, Amparo Castro, Ernesto Merlo, José Luis Torres, Amadeo Grimaldi y Rufino Fal. Cabe recordar que nuestra investigación se centra en las calles ubicadas dentro del perímetro comprendido por las avenidas Avellaneda, De los Trabajadores, Alberdi y Pellegrini. Estamos pronto a iniciar una nueva etapa. Continuaremos desentrañando la historia de las calles de Olavarría. No está de más recordar que no es nuestra intención adentrarnos en el debate en torno a las figuras cuyos nombres ostentan y si son o no merecedores de tal homenaje, sino simplemente relatar, apoyados en fuentes documentales y periodísticas, el origen de sus nombres y los cambios que éstos han tenido. Siguiendo esta premisa hablaremos de los barrios y sus calles, las callejas, pasajes o callecitas de nuestra ciudad, las notas de color, dudas o controversias a la hora de darle nombre propio a nuestras calles, las que son de “afuera” y las que no están y han estado… Como verán, estimados lectores, aún quedan muchas calles por andar… Las opiniones, consultas y sugerencias de los lectores pueden enviarse a los correos electrónicos: callesdeolavarria@gmailcom y archivo@elpopular.com.ar, o a El Popular - Vicente López 2626, Olavarría.
EL POPULAR • Ola Olavvarría arría, jueves 17 de septiembre de 2015
Varias arterias de la ciudad de Olavarría llevan nombres de países americanos y europeos
El mundo en nuestras calles
Dos imágenes del acto de inauguración del barrio América -también conocido como PyM (Provincia y Municipio), por el plan por el cual se llevó adelante-, el 6 de septiembre de 1970. A la izquierda, se observa al obispo diocesano monseñor Manuel Marengo, al bendecir las nuevas viviendas; y a la derecha, el intendente Mario E. Alfieri le hace entrega de las llaves de su vivienda a Juan R. Peirano, presidente de la comisión del barrio. Marcos
Rodríguez
En esta oportunidad -y en el marco de este derrotero por la historia de las calles de Olavarría- vamos a ocuparnos de las “foráneas”, de aquellas calles que llevan nombres de países. El hecho de que algunas de nuestras arterias ciudadanas vistan tales nombres, por supuesto, no es azaroso. Por un lado, existe un vínculo histórico entre la imposición de determinados nombres y las colectividades extranjeras con presencia en Olavarría. Por otro lado, algunos sucesos de índole nacional o internacional impactaron de tal manera en la sociedad local que dejaron su marca en el mapa urbano olavarriense. Dentro del damero que comprende estas crónicas son doce las calles que ostentan nombres de países y la historia es más o menos la que sigue...
La primera... a la Madre Patria Recordemos que el 22 de octubre de 1886 se fijaban, reformulando una ordenanza de 1883, los nombres de las calles correspondientes a la cuadrícula fundacional de Olavarría. La nueva ordenanza le otorgó a las calles del hoy llamado microcentro las siguientes denominaciones “sección 1º calles rectas de NE a SO empezando por la ribera del arroyo: Boulevard 27 de Diciembre, Calle General Villegas, Adolfo Alsina, Defensa, Rivadavia, Moreno, La Madrid, Almirante Brown, 25 de Mayo, 9 de Julio, Boulevard Progreso. Sección 2º: calles de NO a SE, empezando por la calle del puente: Boulevard La Plata, Vélez Sarsfield, Bolívar, General Hornos, Coronel Suárez, Victoria, San Martín, Belgrano, Dorrego, Necochea, Sargento Cabral, Alvaro Barros, Boulevard Colón”. Algunos años más tarde, en el acta correspondiente a la sesión del Concejo Deliberante llevada a cabo del 23 de junio de 1900 (libro 5, folio 4), podemos leer: “A un mensaje del DE adjuntando un
proyecto de ordenanza por el cual se da el nombre de España a una de las calles de este pueblo, el H. Concejo resuelve: en vista a las demostraciones de confraternidad de que ha dado pruebas la colectividad española de esta localidad, con motivo del superior decreto del Gobierno Nacional suprimiendo algunas estrofas del Himno patrio y en el deseo de retribuir en parte estas demostraciones, el H. Concejo sanciona la siguiente Ordenanza: art. 1- designase con el nombre de España a la calle de este pueblo designada actualmente con el nombre de Independencia. Art. 2- Se designará con el nombre de Independencia a la calle que resuelva el DE de las comprendidas en la traza del otro lado del arroyo. Art. 3- Comuníquese al DE para que de cumplimiento a esta ordenanza con las ceremonias que correspondan”. El 30 de marzo de 1900, el presidente Roca había sancionado un decreto en el cual se afirmaba “que, sin producir alteraciones en el texto del Himno Nacional, hay en él estrofas que responden perfectamente al concepto que universalmente tienen las naciones respecto de sus himnos en tiempo de paz y que armonizan con la tranquilidad y la dignidad de millares de españoles que comparten nuestra existencia, las que pueden y deben preferirse para ser cantadas en las festividades oficiales, por cuanto respetan las tradiciones y la ley sin ofensa de nadie, el presidente de la República, en acuerdo de ministros decreta: Artículo 1°. En las fiestas oficiales o públicas, así como en los colegios y escuelas del Estado, sólo se cantarán la primera y la última cuarteta y coro de la canción nacional sancionada por la Asamblea General el 11 de marzo de 1813”. Tendríamos que esperar hasta junio de 1908 para que se diera cumplimiento al segundo artículo de la ordenanza sancionada en 1900. El 4 de junio de 1908 se le da el nombre de Independencia a la calle que hoy lo ostenta. Paradójica-
Fotos Archivo El Popular
El ingeniero Benicio Bartol, leyendo su discurso en representación de la Municipalidad de Olavarría, al descubrirse la placa con la que se dio el nombre de República del Líbano a la calle Nº 18, acto que se realizó 24 de noviembre de 1951 con la presencia del ministro plenipotenciario del Líbano en la Argentina, Adib Bey Nahas.
mente, el país del que nos independizáramos desplazaría de su ubicación a la calle que recordaba tal hito de la historia nacional.
1970 volverán a recuperar un lugar dentro de las calles de Olavarría.
Ecos de un conflicto...
En noviembre de 1951 y con motivo de celebrarse el octavo aniversario de la declaración de la independencia de la República del Líbano, la Sociedad Libanesa de Socorros Mutuos llevó a cabo una serie de actos celebratorios. Esos actos contaron con la presencia en nuestra ciudad del ministro plenipotenciario del Líbano en Argentina, Adib Bey Nahas, quien fue declarado huésped oficial por la comuna. El día 24 a las 17.30 el ilustre visitante y autoridades locales, ante la presencia de numeroso público, descubrieron una placa dando el nombre de República del Líbano a una calle de Olavarría. La formalidad legal se cumplirá unos días después cuando el comisionado municipal, Santiago Cañizo, dictó ante la autorización comunicada por la provincia, un decreto-ordenanza cuyo artículo primero estipula: “Designase con el nombre de República del Líbano a la actual calle 18 del ejido de la planta urbana de esta ciudad”. Tal imposición no se verá afectada en 1958 con lo que la calle República del Líbano mantendrá la ubicación que se le diera originalmente siete años antes.
El 13 de noviembre de 1938 el Concejo Deliberante, ordenanza mediante, asigna sus respectivas denominaciones a varias calles de los barrios San Vicente, Mariano Moreno y Luján. En este último sector son bautizadas las continuaciones de las calles céntricas imponiéndose los nombres de Bolivia, a la continuación de la calle Dorrego y Paraguay, a la continuación de la calle Belgrano. Tal elección de nombres por supuesto no responde al azar. El 21 de junio de 1935 el Concejo Deliberante había dictado una resolución por la cual se decidía “enviar a los CC.DD. de las ciudades capitales de los dos países ex beligerantes: La Paz (Bolivia) y Asunción (Paraguay) un mensaje de congratulación por el feliz resultado de las Gestiones del Grupo Mediador, que logró poner fin a la guerra del Chaco, deseando, fervientemente, que la concordia presida, en lo sucesivo, las relaciones internacionales de los pueblos de América”. La guerra del Chaco, que enfrentó a Paraguay y Bolivia por el control del Chaco Boreal, se libró entre 1932 y 1935. El cese de las hostilidades se acordó el 12 de junio de 1935, firmándose el Tratado de Paz, Amistad y Límites el 21 de julio de 1938. En este marco, el canciller argentino Carlos Saavedra Lamas tuvo un rol descollante en el proceso de paz, participación que lo llevará a obtener el Premio Nobel de la Paz de 1936. Varias décadas más tarde, Saavedra Lamas verá bautizada con su nombre a una de las calles de nuestra ciudad; pero de esto hablaremos más adelante. La nueva configuración nomencladora que la ciudad se dio en 1958 quitarán a Bolivia y Paraguay de la traza urbana olavarriense. Sin embargo, esta quita será momentánea, ya que en
Con la asistencia del embajador...
De ausencias y regresos... El 23 de abril de 1909, el Concejo Deliberante sancionaba una ordenanza por la cual se imponían nombres a las continuaciones de las calles céntricas en el barrio Pueblo Nuevo. Así, la barriada del otro lado del arroyo veía completar la asignación de nombres propios a sus arterias ya que las calles paralelas al arroyo habían sido bautizadas en junio del año anterior. Dentro de los nombres elegidos en 1909, Francia fue el que le correspondió a la continuación de la calle General Paz en el sector de Pueblo Nuevo. Unos cincuenta años son los que permanecerá Francia dentro de los nom-
bres con que se visten las arterias de la ciudad hasta que en 1958 se le quitara tal honor. A diferencia de la calle Francia, a dos de las en su momento quitadas les tocará volver algunos años más tarde. Hacia fines de los años 60 y principios de los 70, Olavarría verá desarrollar, en distintos sectores de la planta urbana, una serie de planes habitacionales que venían a paliar la creciente demanda de viviendas. Una de estas iniciativas fue el inicialmente conocido como barrio PyM (Provincia y Municipio), que implicó la construcción de poco más de cien viviendas en el sector comprendido entre las calles Celestino Muñoz, Rufino Fal y las avenidas Urquiza y Sarmiento. Este barrio va a ser formalmente inaugurado en septiembre de 1970 y será el día 22 de ese mes donde el intendente municipal, Enrique Mario Alfieri, dictará un decreto dando el nombre de barrio América al flamante conjunto de viviendas y bautizando a sus callejas internas con los siguientes nombres: Paraguay, Perú, Brasil, Bolivia, Uruguay, Chile, Ecuador, Colombia, Venezuela y Panamá. De esta manera, después de doce años, Bolivia y Paraguay volverán a designar a dos arterias de Olavarría. Si bien no se encuentra dentro del sector anteriormente analizado, en una nota anterior, referida a la avenida Ituzaingó, nos referimos a una decimotercera arteria con nombre de país: la calle Italia, que desde el 24 de marzo de 1999 denomina a la calle Nro. 51 bis, ubicada entre Lavalle y Alsina, y paralela a las mismas desde calle 10 bis hasta 20 bis de la ciudad de Olavarría (en el sector de los barrios Los Robles, Municipales, Novios y Abuelos). Las opiniones, consultas y sugerencias de los lectores pueden enviarse a los correos electrónicos: callesdeolavarria@gmailcom y archivo@elpopular.com.ar, o a El Popular - Vicente López 2626, Olavarría.
EL POPULAR • Ola Olavvarría arría, jueves 24 de septiembre de 2015
Los orígenes del sector de la ciudad de Olavarría ubicado al oeste del arroyo Tapalqué - (Primera parte)
Nuevas calles para el Pueblo Nuevo Marcos
Gentileza Biblioteca Armando Collinet
Rodríguez
H
oy iniciamos una serie de notas sobre las calles de los barrios de Olavarría. Relataremos, siguiendo el devenir de los años, la historia de sus primeros nombres, las circunstancias que dieron origen a su imposición y los cambios que el transcurrir del tiempo ha dejado en las calles de las barriadas olavarrienses. En esta oportunidad, Pueblo Nuevo nos habla de sus calles… En diciembre de 1896, por decreto del intendente Recavarren se estipula asignar “el nombre de ‘Boulevard Almirante Brown’ a la calle sobre la ribera de la margen izquierda del Arroyo Tapalqué, ‘Caridad’ su paralela inmediata, ‘Junín’ su id. id. a ésta, ‘Alegría’ su id. id. id. y ‘Progreso’ su id. id. id.”. Es importante notar que en los fundamentos del decreto se apela a que en enero de ese año el Concejo Deliberante había incorporado a la planta urbana los terrenos comprendidos en diversas quintas, entre ella algunas correspondientes a la zona de Pueblo Nuevo ubicada entre el arroyo y la actual calle Independencia. Elevado el decreto a consideración del Concejo, el 29 de enero de 1897 se resolvió aprobarlo “con la modificación del cambio del nombre de ‘Alegría’ y ‘Progreso’ por ‘Juncal’ y ‘Chacabuco’ respectivamente, recordando con este motivo las glorias del almirante Brown en el combate del Juncal y también los gloriosos recuerdos de la batalla de Chacabuco”. Así, estos serían los primeros nombres dados a las calles paralelas al arroyo del lado de Pueblo Nuevo, ya ese es el sector al que corresponde la margen izquierda de dicho curso de agua. Poco más de tres años después, el cambio de siglo traerá un nuevo nombre para una de las calles de Pueblo Nuevo, la primera perpendicular al arroyo en bautizarse. En la sesión del Concejo Deliberante del 4 de septiembre de 1900 podemos leer: “el señor Presidente pidió al H. Concejo ponerse de pie en homenaje a la memoria del Rey Umberto I manifestando el profundo pesar que había causado a los argentinos la noticia del alevoso atentado que había concluido con la vida de ese magnánimo Rey amigo sincero de nuestro país. Después de ponerse de pie el H. Concejo, el señor Presidente continuó manifestando que era llegada la oportunidad de estrechar aún más los lazos de confraternidad con los italianos a cuyo efecto pedía que el H. Concejo designase con el nombre de Umberto I a una de las calles de la traza urbana. Después de un cambio de ideas se resolvió dar este nombre a la continuación de la calle Coronel Suárez del otro lado del arroyo Tapalqué, resolviéndose también comunicar por nota esta
Manifestación frente a la sede de la Federación Obrera, que estaba ubicada en una esquina de la antigua calle Mitre (continuación de calle San Martín en el barrio Pueblo Nuevo). En un sector del edificio se observa una placa con el nombre de la calle. resolución al señor Ministro de Italia y a la Comisión local”. Algo menos de ocho años después, en nota al Concejo Deliberante con fecha 7 de marzo de 1908, el concejal Collinet sostiene que “elevado el pueblo de Olavarría a la categoría de ciudad, soy de afirmar que la nomenclatura de sus calles debe responder a este adelanto, por cuya excusa he formulado el proyecto de ordenanza que tengo el honor de elevar al Conce-
jo esperando que distinguidos miembros faciliten su apoyo. En el referido proyecto va incluido el nombre que deben de darse a las calles de la parte urbana al otro lado del arroyo, desde la ribera de éste y el límite de las quintas Nro. 7 al 12 inclusive. Los nombres que propongo creo son los que corresponden por cuanto ellos simbolizan nuestras grandes batallas, muy en concordancia con los nombres que tienen las calles de este
lado del arroyo que recuerdan nuestros grandes guerreros y forjadores de nuestra independencia”. Aceptada la propuesta de Collinet, la ordenanza sancionada el 4 de junio de 1908 en su artículo tercero estableció que “las calles comprendidas entre los límites de las quintas número 7 al 12, la ribera del arroyo Tapalqué y la prolongación en los Boulevares Colón y Del Valle en lo sucesivo se denominarán empezando por la
ribera del arroyo: Río Bamba, Cerrito, Maipú, Chacabuco, Independencia, San Lorenzo, Ayacucho, Ituzaingó, Piedras, Tacuarí y Junín”. Vale la pena destacar una innovación introducida por esta última ordenanza de 1908: a partir de su sanción las cuadras serán numeradas de a 50 números, sistema que regirá hasta 1928. Previamente una norma de 1897 había fijado una numeración domiciliaria de a 20 números por cuadra. Menos de un año más tarde, Pueblo Nuevo verá completar la nomenclatura de sus calles. Efectivamente, el 23 de abril de 1909 el Concejo Deliberante sanciona, a propuesta nuevamente del concejal Armando Collinet, la norma que en su artículo primero ordena: “en lo sucesivo las prolongaciones de las calles del otro lado del arroyo Tapalqué se denominarán empezando por el Boulevard Del Valle en la siguiente forma: Alberdi, Sarmiento, Brandzen, Alvarado, Umberto I, Francia, General Mitre, Las Heras, Balcarce, Pueyrredón, Azopardo, Buchardo y Alvear”. Al mismo tiempo, la ordenanza establecía el origen de la numeración a ambos lados del Boulevard Brown, modificándose así la sancionada el 4 de mayo de 1908 que había establecido el comienzo de la numeración en los bulevares Pringles y Del Valle. Las opiniones, consultas y sugerencias de los lectores pueden enviarse a los correos electrónicos: callesdeolavarria@gmailcom y archivo@elpopular.com.ar, o a El Popular - Vicente López 2626, Olavarría.
Archivo Histórico Municipal
Antigua imagen aérea del sector del barrio Pueblo Nuevo de las primeras décadas del siglo XX. En el centro se destacan la Escuela Nº 4 y la plaza López Camelo. Más atrás se observan el curso del arroyo Tapalqué y la cancha de fútbol del club Estudiantes.
Plano del barrio Pueblo Nuevo correspondiente al período anterior a los cambios de nomenclatura realizados en 1958.
EL POPULAR • Olavarría Olavarría, jueves 1 de octubre de 2015
Los orígenes del sector de la ciudad de Olavarría ubicado al oeste del arroyo Tapalqué - (Segunda parte)
Nuevas calles para el Pueblo Nuevo Marcos
Rodríguez
En la nota de la semana pasada se inició con la historia de los orígenes del barrio Pueblo Nuevo y sus calles, la cual continuamos hoy. Con prácticamente la totalidad de las calles de Pueblo Nuevo bautizadas, el centenario de la Revolución de Mayo encontrará a la ciudad ante la realización de numerosos actos conmemorativos. Haciendo la crónica del programa desarrollado, nos cuenta el diario El Popular de aquel mayo de 1910 que “el lunes poco después de las 2 se procedió a la inauguración de la Alameda del Centenario en la ribera del arroyo ante una concurrencia crecida. La banda de música amenizó el acto y el batallón infantil puso una nota amena con su presencia”. Aunque aún no hemos hallado el correspondiente decreto u ordenanza -o quizá a falta de éstos se deba a los usos y costumbres cotidianos-, lo cierto es que diversos planos de la ciudad previos a las modificaciones de 1958 ubican a la calle Centenario en la margen izquierda del arroyo desde la actual Hornos hasta San Martín. Las reformas de fines de los años 50 desplazarán al Gobernador Valentín Vergara de su original ubicación en el barrio Luján, ubicándolo sobre la otrora calle Centenario. Finalmente, hacia junio de 1948 el Concejo Deliberante sancionaría una ordenanza por la que se designa “con el nombre de Coronel Domingo A. Mercante a la calle de circunvalación a las dependencias del F. C. Provincial de esta ciudad”. Esta calle, en 1955, correrá la suerte de muchos otros edifi-
Imagen del antiguo puente de madera sobre el arroyo Tapalqué que unía a la céntrica calle Coronel Suárez con su continuación Umberto I en el barrio Pueblo Nuevo (en 1958 se unificaron como Coronel Suárez en todo su trayecto). Originalmente, el puente había sido construido con madera de urunday negro traída del Paraguay y permitía el paso de vehículos y peatones separadamente. Actualmente, y desde 1967, dicho puente tiene como nombre “Humberto 1º”. cios, plazas y calles: tomarán los nombres anteriores a los impuestos durante la etapa peronista. Las reformas de la nomenclatura urbana de Olavarría de noviembre de 1958 extenderán sobre Pueblo Nuevo los nombres de las calles céntricas perpendiculares al arroyo. Trasladarán al Gobernador Valentín Vergara desde el barrio Luján hasta el lugar antes ocupado por la calle Centenario. Y desde Pueblo Nuevo partirán a otros barrios de la ciudad las calles Alberdi, Sarmiento, Mitre, Marcos Rodríguez
Cartel señalizador del puente “Humberto 1º” que se encuentra en la esquina de Coronel Suárez y Almirante Brown, en el sector céntrico del Parque Mitre contiguo al arroyo Tapalqué.
Las Heras, Balcarce, Pueyrredón, Azopardo y Buchardo. Por su parte, Alvarado, Brandzen, Umberto I, Francia y Alvear, además de la mencionada Centenario, ya no vestirán con sus nombres a ninguna arteria de Olavarría.
Dos veces calle, dos veces puente… Como mencionábamos, el nuevo siglo traerá consigo el bautismo de la primera calle perpendicular al arroyo en el sector del barrio Pueblo Nuevo. El 4 de septiembre de 1900 el Concejo Deliberante le daba el nombre de Umberto I a la continuación de la calle Coronel Suárez en esa barriada. Umberto I reinó en Italia desde 1878 hasta su asesinato en manos de un anarquista el 29 de julio de 1900. Casi nueve años más tarde, el proyecto del concejal Armando Collinet para dar sus respectivos nombres a las calles continuaciones de las céntricas del otro lado del arroyo, ratificará el nombre de Umberto I para la continuación de Coronel Suárez. De esta manera, esta arteria de Pueblo Nuevo -casi la única con puente en esa época, eje de diversas actividades y paso obligado para quienes iban al Cementerio Municipal- será bautizada dos veces con el mismo nombre. Las reformas a la nomenclatura urbana de 1958 quitarán de las calles de Olavarría el -dos veces puesto- nombre Umberto I. Cuan reparación histórica quizá, el 9 de junio de 1967 el intendente Emilio Ramos Marrero firma un decreto que lleva el número 407 y en cuyos considerandos podemos leer: “visto la nota de la Comisión del Centenario de Olavarría, en la que solicita la imposición del nombre Umberto I al puente de la calle Coronel Suárez, sobre el arroyo Tapalqué, y considerando el
próximo día 10, Olavarría recibirá en su seno a una calificada embajada de italianos residentes en nuestro país, que desean expresar su reconocimiento a esta su segunda patria, adhiriéndose a los actos celebratorios del primer Centenario de Olavarría; que resulta propicia tal circunstancia para estrechar aún más, si es posible, los fraternos vínculos que nos unen, cimentados a lo largo de nuestra vida como pueblo libre; que significa un acto de estricta justicia dar a un lugar públi-
co de nuestra Ciudad un nombre de grata recordación, tanto para italianos como para argentinos, que no olvidan al monarca que implantó una era de paz y progreso para su pueblo y cuyo amplio y generoso apoyo contribuyó a evitar el desmembramiento de nuestra Patagonia; que bautizar al puente de la Calle Coronel Suárez, sobre el arroyo Tapalqué, con el nombre de Umberto I, equivale a reconocer nuestra deuda de gratitud hacia la colectividad itálica, que tanto ha hecho por el engrandecimiento de nuestra Ciudad y del Partido de Olavarría; por ello, y en virtud de las atribuciones conferidas, el Intendente Municipal decreta: art. 1- desígnese con el nombre de Umberto I, al puente de la calle Coronel Suárez, sobre el arroyo Tapalqué, de nuestra Ciudad”. Curiosidades “histórico-administrativas” mediante, el 15 de agosto de 1986 el Concejo Deliberante sanciona una ordenanza -la número 485- cuyo artículo segundo estipula: “impónese la nominación oficial de ‘Humberto 1ro.’ al puente de la calle Coronel Suárez, sobre el Arroyo Tapalqué de la ciudad de Olavarría”. Así, está vez con fuerza de ordenanza y en castellano, se renombrará o, mejor dicho, se ratificará el nombre del tradicional puente “de la Coronel Suárez”. Las opiniones, consultas y sugerencias de los lectores pueden enviarse a los correos electrónicos: callesdeolavarria@gmailcom y archivo@elpopular.com.ar, o a El Popular - Vicente López 2626, Olavarría.
Antigua fotografía de la Escuela Nº 4 “Domingo Faustino Sarmiento”, en su actual sede de la esquina de San Martín y Chacabuco. La Escuela Nº 4 es una de las instituciones históricas y emblemáticas del barrio Pueblo Nuevo y funciona en su ubicación actual desde las primeras décadas del siglo XX. Este año cumple sus 120 años, ya que fue creada en 1895. Marcos Rodríguez
Placa de mármol con el nombre de “Calle Humberto 1 – Il Comitato XX Feste Settembre Inaugura Nel 1908” y que encuentra en la esquina norte de las actuales calles Coronel Suárez y Riobamba.
EL POPULAR • Olavarría Olavarría, jueves 8 de octubre de 2015 Archivo El Popular
Los comienzos de uno de los barrios históricos de la ciudad, ubicado en el sector sur - (I Parte)
Calles para San Vicente Marcos
Rodríguez
C
on el afán de seguir desentrañando la historia de las calles de Olavarría, hoy incursionaremos en el pedacito de esa historia que le corresponde al barrio San Vicente. Relataremos, en dos ediciones y siguiendo el devenir de los años, la historia de sus primeros nombres, las circunstancias que dieron origen a su imposición y los cambios que el transcurrir del tiempo ha dejado en sus calles.
Empezando por los límites Límite, nexo y vínculo; todo al mismo tiempo ha sido, entre el llamado Microcentro y el barrio San Vicente, la hoy denominada avenida Aristóbulo del Valle. La ordenanza de octubre de 1886 -norma que les otorga sus respectivos nombres a las calles de la cuadrícula fundacional de Olavarríale daría a esta arteria originalmente el nombre de boulevard La Plata. Casi diez años más tarde, el 24 de febrero de 1896 el Concejo Deliberante aprueba, por unanimidad y de acuerdo con un mensaje enviado por el Departamento Ejecutivo, el cambio de nombre del Boulevard La Plata por el de Aristóbulo Del Valle. Nombre que perdería en 1952 y que recuperaría en 1955. Así, el 21 de junio de 1952, y ante su inminente desaparición física, el Concejo Deliberante aprueba la sustitución del nombre del Boulevard del Valle por el de Eva Perón, al mismo tiempo que nombra Del Valle a la calle 47 (prolongación de 9 de Julio en el barrio San Vicente). Le tocaría así a Del Valle, aunque sólo por escasos tres años, dar su lugar a la primera mujer en tener su calle en nuestra ciudad. Años más tarde, ya acallados del festejos del centenario y continuando de alguna manera por “los límites” llegaría un nuevo nombre para una arteria -la primera propia en tenerlo- del barrio San Vicente. Efectivamente, el 12 de marzo de 1913 el Círculo Avellaneda de Capital Federal eleva una nota al intendente municipal Emilio Condé informando que el 8 de junio se efectuaría la inauguración de la estatua del expresidente Nicolás Avellaneda en el pueblo que lleva su nombre. En este marco, el Círculo solicita a la Comuna que a partir de esa fecha sea denominada Presidente Avellaneda a una de las calles de Olavarría. El 19 de mayo, el intendente Condé eleva al Concejo Deliberante el proyecto de ordenanza designando Presidente Avellaneda a la continuación del boulevard Pringles desde el boulevard Del Valle hacia el sudoeste (sector del barrio San Vicente). En la nota de elevación, el intendente Condé presentaba “…este proyecto de ordenanza a solicitud del Círculo ‘Avellaneda’ de la Capital Federal y porque debe inaugurarse en la ciudad de Avellaneda la estatua del expresidente Don Nicolás Avellaneda, el 8 de junio próximo. Tratándose de conmemorar un recuerdo de uno de
nuestros más ilustres estadistas, y queriendo responder a la galante invitación de aquel Círculo, me he visto en el deber de solicitar a ese H.C. la aprobación de la ordenanza que acompaño. Saluda a V. H. muy atte. Emilio Condé”. El Concejo en sesión del día 29 aprueba el proyecto y autoriza al Departamento Ejecutivo, en coincidencia con la inauguración de la estatua en la ciudad de Avellaneda, a que haga efectiva la ordenanza colocando el 8 de junio las tablillas nomencladoras correspondientes. El articulado de dicha ordenanza reza: “art. 1. Desígnese con el nombre de Presidente Avellaneda la continuación del Boulevard Pringles, desde el Boulevard Del Valle hacia el sudoeste; art. 2. Autorizase al D. E. para que haga efectiva esta ordenanza colocando el 8 de junio próximo, las tablillas que así lo designen; art. 3. Los gastos que demanden la ejecución de este trabajo, serán cargados a eventuales; art. 4. Comuníquese, etc. etc.”. Hacia fines de la década del 50, reconfiguración de la nomenclatura urbana ola-
sígnese con el nombre de Armando Collinet a la prolongación sud de la calle General Lamadrid a contar desde el Boulevard A. del Valle. Art. 2º: Comuníquese, publíquese, etc.”. A tres años de su fallecimiento y a uno de que el Concejo Deliberante le rindiera homenaje otorgando el nombre de Armando Collinet a una de las calles de Olavarría, el intendente municipal Amadeo Grimaldi dictaba el 7 de julio de 1938 el siguiente decreto: “cumpliéndose en el mes de agosto del corriente año el 29 aniversario de la primera presidencia de Don Armando Collinet de la Comisión Directiva de la Biblioteca Popular, fundada por un núcleo de calificados vecinos en asamblea popular el día 25 de julio de 1909, cargo que no abandonara hasta el 15 de junio de 1935, fecha de su fallecimiento, y en cumplimiento de la ordenanza sancionada por el HCD con fecha 4 de junio de 1937, el Intendente Municipal en uso de sus facultades decreta: art. 1- fíjese el día 7 de agosto próximo a las 11 horas para la inauguración
ción actual.
Presidentes a las calles La década del 30 sería prolífera en cuanto a imposición de nombres a calles de nuestra ciudad. Cerca de treinta y cinco calles de diversos barrios de Olavarría serán bautizadas a lo largo de aquellos años. El 13 de noviembre de 1938, el Concejo Deliberante s a n c i o n a r í a Fotografía del año 1938 correspondiente al acto una ordenanza donde se inauguró la calle Collinet (actual calle mediante la Lamadrid) en el barrio San Vicente. cual dará nombre de diez expresidentes, de fines nombre de Presidente Gral. Julio A. del siglo XIX y principios del XX, a Roca a la prolongación sud de la calle sendas calles de Olavarría. Tres de Rivadavia a contar desde el B. Del VaArchivo El Popular
Publicidad el Club Ferro Carril Sud, donde con una numeración antigua de la ciudad figuran las direcciones de la sede social y del campo de deportes (en ese momento el sector de San Vicente de la actual avenida Pringles se denominaba “Avenida Presidente Avellaneda”).
Fotografía del año 1935 de la portada del antiguo “campo de deportes” del Club Ferro Carril Sud. En la actualidad dicha estructura se mantiene igual que en aquella época y es uno de los ingresos al estadio de fútbol “Domingo Francisco Colasurdo”, en la esquina de avenida Pringles y Balcarce. varriense mediante, la avenida Nicolás Avellaneda obtendrá su actual ubicación y el número 22, constituyéndose a su vez en el eje de inicio de la numeración domiciliaria a partir del número 1000.
La primera calle interna para un local Más de dos décadas deberán pasar para que los años 30 le dieran nombre a siete calles del barrio San Vicente. Habiendo fallecido en la tarde del 15 de junio de 1935 don Armando Collinet, el 4 de junio de 1937 el Concejo Deliberante sancionaba la siguiente ordenanza: “art. 1º: De-
de la calle Armando Collinet, en cuyo acto hará uso de la palabra el Sr. Intendente Municipal, art. 2- invitase al vecindario en general a asociarse al homenaje, art. 3- comuníquese, publíquese, etc.”. Así, el que concibió en su rol de concejal el nombre de muchas de nuestras calles, tendría inaugurada en el barrio San Vicente la que llevaría su nombre materializándose, de esta manera, un merecido homenaje a la figura de don Armando Collinet. Las transformaciones en la nomenclatura urbana de Olavarría concebidas en 1958 perpetuarán tal tributo dándole a la calle Collinet la ubica-
ellos darán nombres a calles del barrio Luján, dos a calles del barrio Mariano Moreno y cinco de esos nombres corresponderán a calles del barrio San Vicente. Transcribimos a continuación la parte del extenso primer artículo de la ordenanza sancionada en noviembre de 1938 que corresponde a la barriada que hoy nos ocupa: “art. 1- Desígnese con el nombre de Presidente Roque Sáenz Peña a la actual calle 43 desde el B. Del Valle hacia el sudoeste. Desígnese con el nombre Presidente Dr. Manuel Quintana a la prolongación sud de la calle Moreno a contar desde el B. Del Valle. Desígnese con el
lle. Desígnese con el nombre de Presidente Dr. José Figueroa Alcorta a la actual calle 54 A. Desígnese con el nombre de Presidente Dr. Victorino de la Plaza a la actual calle 52 A desde el arroyo Tapalqué al sud...”. Las reformas a la nomenclatura olavarriense de fines de los 50 eliminarán a cuatro de estos expresidentes del mapa de la ciudad (aunque, como veremos más adelante, tiempo después uno de ellos recuperará un lugar dentro de la traza callejera de Olavarría). Sólo Roque Sáenz Peña será reubicado dándole su actual emplazamiento y reemplazando, vericuetos de la historia mediante, a su padre, Luis Sáenz Peña. Las opiniones, consultas y sugerencias de los lectores pueden enviarse a los correos electrónicos: callesdeolavarria@gmailcom y archivo@elpopular.com.ar, o a El Popular - Vicente López 2626, Olavarría.
EL POPULAR • Olavarría Olavarría, jueves 15 de octubre de 2015
Los comienzos de uno de los barrios históricos de la ciudad, ubicado en el sector sur - (II Parte)
Archivo El Popular
Calles para San Vicente Marcos Rodríguez
E
n esta segunda parte de la historia de los nombres de las calles del barrio San Vicente abordaremos el período que se extiende desde 1938 hasta 1958, año donde la ciudad de Olavarría reformó su sistema nomenclador callejero. Estas dos décadas se caracterizarán por la predilección de figuras locales a la hora de dar nuevos nombres a las arterias del barrio, siendo cuatro los vecinos homenajeados al plasmar sus nombres sobre el mapa de San Vicente. El 13 de noviembre de 1938, a menos de dos meses de su fallecimiento, el Concejo Deliberante sancionaba por unanimidad una ordenanza que en su primer artículo estipulaba: “desígnese con el nombre de Ramón A. Rendón a la prolongación sud de la calle Lavalle, a contar desde el B. Aristóbulo Del Valle”. Seguidamente, la ordenanza indicaba que el lugar para la colocación de la placa de bronce correspondiente debía ser la portada del Parque Carlos Guerrero. Claro que la elección del lugar no es casual. A Rendón se le deben las principales gestiones para obtener la cesión del terreno que ocupa dicho parque. Rendón se desempeñó como secretario de la corporación municipal a poco de arribar en 1882 a la, por entonces, pequeña Olavarría. A su vez ocupó los cargos de secretario del Consejo Escolar, jefe del Registro Civil, comisionado municipal e intendente durante varios períodos. Atravesó las fronteras locales para ser senador provincial y ministro de Obras Públicas de la Provincia. Ramón Rendón vivió en la Olavarría que adoptara como propia por más de 50 años. Luego de dieciséis años de ausencia, Rendón retornaría a nuestra ciudad en mayo de 1938, ya con el peso de los años, cuan llamado del destino para morir aquí el 29 de septiembre a los 77 años. Veinte años después aquel bautismo, a Rendón le tocará ser trasladado a su ubicación actual, manteniendo la barriada de pertenencia. Pasaría poco más que una década para que otra calle del barrio San Vicente sea bautizada, también con el nombre de una figura local. En nota fechada el 29 de agosto de 1949, firmada por el presidente del Concejo Deliberante, Víctor Giri, y dirigida al intendente municipal Santiago Cañizo podemos leer: “tengo el agrado de dirigirme a Ud. con el fin de poner en su conocimiento que este H.C.D. en su sesión de fecha 27 del corriente, ha sancionado por unanimidad la siguiente Ordenanza: Art. 1Desígnese con el nombre de D. Camilo A. Giovanelli a la calle Nº 35 de la ciudad de Olavarría. Art. 2- Comuníquese, publíquese, etc.”. Mediante decreto fechado el 2 de septiembre, Cañizo promulgará tal ordenanza dando nombre así a la continuación de la céntrica calle Vicente López en el barrio San Vicente. Casi 60 años después de los acontecimientos que llevarán a Giovaneli a convertirse en el primer intendente surgido del voto de sus conciudadanos, el 10 de febrero de 1950 se procederá a concretar en términos materiales- lo estipulado en la ordenanza del 27 de agosto de 1949. Aclaremos que en virtud de la nueva ley orgánica de las municipalidades de 1890 el intendente comenzaría a ser elegido por el
Concejo Deliberante entre sus miembros. En el acto celebrado aquel día en la prolongación de Vicente López en intersección con Del Valle, el intendente Santiago Cañizo decía: “no cabe ni corresponde, en este acto, hacer consideraciones de ningún orden que no sean las que encuadra en las palabras de rigor. Pero debo señalar que el D.E. a mi cargo, consideró necesario rendir este homenaje, no ya al político ni al hombre que pudo representar a un sector de simpatía electoral, sino al funcionario que ha iniciado la era de un nuevo sistema de gobierno comunal (...). Se habrá hecho justicia a un ciudadano que ha pasado por la vida pública procurando en su época aportar su capacidad y sus energías a favor del progreso de una población embrionaria y que hoy se ha convertido en una floreciente y próspera ciudad”. Pocos días después de que se le diera el nombre de Camilo Giovaneli a la continuación de la calle Vicente López en San Vicente, en la sesión del 17 de septiembre de 1949 el Concejo Deliberante sancionaba, por unanimidad, una ordenanza mediante la cual se le daba el nombre de Amparo B. Castro a la calle 33 de la ciudad, o sea a la prolongación de la calle Alsina en esa barriada. Algo más de diez años antes, el 14 de marzo de 1939, había fallecido a la edad de 56 años el exintendente con cuyo nombre tradicionalmente se conoce al sillón que ocupan circunstancialmente a lo largo del tiempo los intendentes de Olavarría: el sillón de Amparo Castro. Menos de un mes después, el 9 de febrero de 1950 se procedió al descubrimiento de la placa que daría el nombre de Amparo B. Castro a la continuación de la calle Alsina en el barrio San Vicente. El discurso de rigor estuvo a cargo del secretario municipal Adolfo Veyrand, contándose con la presencia de la viuda del homenajeado, Fermina Carmen Silva, con quien se había casado el 31 de octubre de 1908 en Buenos Aires. Es
esa ocasión también se procedió a la inauguración de la calle Camilo A. Giovaneli aunque, de acuerdo a las crónicas de la época, no se pudieron localizar familiares que concurran al acto. Amparo Castro fue el primer intendente olavarriense en sentido literal. Asentado en el libro de bautismos de la parroquia San José el 21 de abril del año 1883, en él se indica que Castro nació el 22 de marzo de aquel año, siendo sus padres Crescencio Castro y Josefa Isasa, domiciliados en Olavarría. De esta manera Amparo Castro sería el primer nacido en Olavarría que llegará a desempeñar el cargo de intendente -al que llegó en 1918- y el primer local, en sentido estricto, en tener una calle con su nombre dentro de la nomenclatura urbana de Olavarría. Como excepción a la tendencia del período, el 21 de junio de 1952, el Concejo Deliberante aprueba la sustitución del nombre del Boulevard del Valle por el de Eva Perón, al mismo tiempo que nombra Del Valle a la calle 47 (prolongación de 9 de Julio en el barrio San Vicente). Así, por escasos tres años una calle interna del barrio San Vicente recibirá un nombre foráneo al igual que la clásica arteria que sirve de límite y vínculo con el área fundacional de la ciudad. En 1955 se dará marcha atrás con este cambio. Tres años antes de las reformas a la nomenclatura urbana de Olavarría se daría un último bautismo a una calle del barrio San Vicente. El 16 de julio de 1955, el Concejo Deliberante sancionaba, por unanimidad, una ordenanza por la cual se le daba el “nombre de Dr. Amadeo Grimaldi a la calle 45 de la ciudad de Olavarría en el tramo comprendido entre la Avda. Eva Perón y la calle Nro. 74”. De esta manera se bautizaba a la calle 25 de Mayo en su continuación en el barrio San Vicente, ya que tal era la calle 45 en ese entonces. Debemos recordar también que en junio de 1952 había sido reemplazado el nombre de la avenida Aristóbulo
Plano del sector del barrio San Vicente correspondiente a 1957. Se observan manzanas todavía no abiertas ni loteadas. Como curiosidad, figura erróneamente el nombre de Giovannetti en lugar de Giovaneli (entonces la continuación de la calle Vicente López en el barrio San Vicente). En la actualidad, la única calle que mantiene el mismo nombre al del plano es el de la avenida Del Valle.
Fotografías de febrero de 1950 correspondientes a los actos de inauguración de las entonces calles Amparo Castro y Giovaneli del barrio San Vicente (actuales Alsina y Vicente López, respectivamente).
del Valle por el de Eva Perón. A su vez, la calle 74 en 1955 era la actual avenida Avellaneda, que hoy lleva el número 22. La de Amadeo Grimaldi fue una personalidad vinculada a las esferas políticas, médicas y sociales del segundo cuarto del siglo XX. Adscripto ideológicamente al Partido Conservador, accedió a una banca legislativa en 1928. Promovió e intervino, desde los diversos roles que le tocó desempeñar, en la concreción de obras como el Palacio Municipal, el Matadero, el puente de la calle Belgrano, el Mercado Municipal y el Teatro Municipal. Se desempeñó como senador y diputado provincial y presidente del Concejo Deliberante. Ejerció el cargo de intendente municipal entre 1936 y 1940. Fue también director del Hospital Municipal en 1941 y 1942, presidente de la Asociación de Médicos de Olavarría, socio fundador del Sanatorio Olavarría y vicepresidente de la Sociedad Italiana de Socorros Mutuos. En el campo deportivo, Grimaldi tuvo una gran actuación en la práctica de tiro al blanco, logrando distinciones nacionales e internacionales. En este marco, participó en la conducción y promoción del Tiro Federal de Olavarría. Amadeo Grimaldi, con varias décadas de actuación preponderante en la vida olavarriense, sería el nombre que en junio de 1955 se le daría a la continuación de la calle 25 de Mayo en el barrio San Vicente. Tres años después, las reformas en la nomenclatura urbana de Olavarría llevarían al Dr. Grimaldi al barrio Mariano Moreno ubicándolo, quizá no por casualidad, junto a sus colegas en la medicina Ernesto Merlo y Rufino Fal. Así concluimos este derrotero por la historia de los nombres de las calles del barrio San Vicente. Las reformas a la nomenclatura urbana de noviembre de 1958 moverán de su lugar original a casi todos los homenajeados. El barrio recibirá provenientes de otros lares de la ciudad nuevas figuras a las que se les quiso mantener el tributo, todas ellas, con la excepción de Antonio Pelegrino, foráneas. Hablamos de Balcarce, Las Heras, Buchardo, Azopardo y Pueyrredón. A su vez, desaparecerán del plano del barrio los expresidentes cuyos nombres habían sido impuestos en 1938 y algunas figuras locales, como Amparo Castro y Amadeo Grimaldi, partirán para vestir con sus nombres calles de otros barrios de Olavarría. Las opiniones, consultas y sugerencias de los lectores pueden enviarse a los correos electrónicos: callesdeolavarria@gmail.com y archivo@elpopular.com.ar, o a El Popular Vicente López 2626, Olavarría.
EL POPULAR • Olavarría Olavarría, jueves 22 de octubre de 2015
| 11
Los orígenes del barrio Luján, ubicado en el sector este de la ciudad (Primera parte)
Las calles “del otro lado de las vías”
Fotografía de las instalaciones del Molino Argentino, una de las industrias instaladas en el barrio Luján a comienzos del siglo XX (en el sector de la actual calle General Paz y avenida Urquiza).
Marcos Rodríguez
S
iguiendo con el relato de la historia de los nombres de las calles de nuestros barrios, hoy nos abocaremos al tradicional e histórico barrio “detrás de las vías”. En esta primera parte, el barrio Luján nos contará cómo allá por 1913 tendrá el privilegio de contar entre sus calles a la primera en homenajear a una figura local. También cómo, hacia los años 30, el servicio de correo traerá al barrio, además de cartas, nuevos nombres para sus calles... La primera calle del barrio Luján en recibir nombre propio fue la que corresponde a la actual calle Bolívar en esa barriada olavarriense. Podemos leer en el libro de actas del Concejo Deliberante correspondiente a la sesión del 13 de agosto de 1913 lo siguiente: “Por cuanto el H. Concejo Deliberante sanciona la siguiente Ordenanza: Artículo 1º) Desígnese con el nombre de Isaías Mendiburu la continuación de la calle Bolívar desde el Boulevard Pringles hacia el Sud Oeste (sic); Art. 2º) Autorizase al D. Ejecutivo para que haga efectiva esta Ordenanza colocando las tablillas que así la designe; Art. 3º)
Los gastos que demande la ejecución de este trabajo serán cargados a eventuales; Art. 4º) Comuníquese, publíquese y dese la D. M. Dado en la sala de sesiones del H. Concejo Deliberante a los catorce días del mes de Agosto de mil novecientos trece”. Aparece aquí una personalidad de relevante accionar en la vida olavarriense, un caudillo conservador y hombre fuerte de la primera década del siglo XX que dejará su impronta como comisionado primero e intendente y senador provincial después, tanto en la gestión comunal como en las prácticas políticas de ese tiempo. Así, Isaías Mendiburu será el primer “local” en ser homenajeado dando su nombre a una calle de Olavarría. No es casual que la calle bautizada con su nombre haya resultado ser la prolongación de la calle Bolívar en el barrio Luján. En la memoria presentada ante el Poder Ejecutivo provincial en junio de 1904, Mendiburu relata las importantes obras de mejoras y arreglos de los caminos de la zona de la Sociedad Rural, que en la época que nos ocupa se encontraba en las inmediacio-
nes de la actual plaza Fassina. Esto mostraría el desarrollo que estaba teniendo esa zona, más aún si tenemos en cuenta que al resto de las calles del barrio Luján se les impusieron nombres recién en 1931 y 1938. Curiosamente la primera figura local que fue homenajeada con un lugar en la nomenclatura de las calles de nuestra ciudad va a ser la única que en el ordenamiento de 1958 perderá ese honor, en tanto que sus colegas corrieron la suerte de permanecer en su ubicación original o de ser reubicados en otra calle de la traza urbana. Tendrán que transcurrir casi dos décadas para que el barrio Luján vea dar nombre a algunas de sus calles. Efectivamente, hacia comienzos de los años 30 las crónicas periodísticas daban cuenta de las demandas “del barrio adyacente a la estación del Ferrocarril del Sur” en torno a la necesidad de dar nombres a las calles de la zona, ya que el servicio de correo, pronto a implementarse, se vería facilitado con la colocación de números domiciliarios y chapas nomencladoras. En este marco, escribe El Popular en
Imagen aérea del antiguo predio de la Sociedad Rural de Olavarría, ubicado en el barrio Luján sobre la entonces avenida Isaías Mendiburu (actual calle Bolívar). (Esta fotografía se encuentra publicada en el libro “Imágenes del partido de Olavarría”, de Adolfo H. Santa María)
Plano del sector del barrio Luján correspondiente a la década del 50. El sector de cuatro manzanas (no abiertas ni loteadas) entre Bolívar y Del Valle y las vías del ferrocarril y la calle Saavedra (donde actualmente se encuentra el barrio Amparo Castro) eran terrenos conocidos como la “canchita de Quilmes”, en la cual se jugaban partidos de fútbol y fue el origen del club Ferro Carril Sud, y donde también se instalaban circos. su edición del 16 de septiembre de 1931 que “esta medida obedece al hecho de que, habiéndose conseguido un cartero para esta zona, la denominación de las calles y la colocación de chapas con sus respectivos números, hará más fácil el reparto de la correspondencia”. Así, el decreto del Comisionado Municipal José Ferreccio fechado el 15 de septiembre de 1931 se fundamenta en “lo solicitado por los vecinos de la ciudad, situada a la izquierda de la vía férrea, y de acuerdo a la autorización concedida por el Señor Interventor Nacional y lo dictaminado por el Señor Asesor de Gobierno”. En su artículo segundo, el mencionado decreto establece que “las calles de esta misma parte de la ciudad, que llevan la dirección de SO a NE, o sea que corren paralelas a la vía férrea del FCS, se denominarán Passo, Boulevard Saavedra, Laprida, Deán Funes, Urquiza, Berutti y Chiclana, en este mismo orden y comenzando la primera por la calle que
da frente a la entrada de cargas del F.C.S., y la segunda, el boulevard que limita el terreno de la empresa F.C.S. y corre paralelamente a ella”. El mismo decreto, en su artículo primero, aprobaba para las calles perpendiculares a las vías igual nombre de las correspondientes a las continuaciones de las del centro con el agregado prolongación SE. Un tercer artículo de la norma indicaba que “estas denominaciones se efectúan ad referéndum del H.C.D.”. En 1934, una ordenanza del Concejo Deliberante, sancionada el 6 de junio, homologará las designaciones aprobadas por el decreto de 1931, aunque sólo en la parte correspondiente a las calles paralelas a las vías. Las opiniones, consultas y sugerencias de los lectores pueden enviarse a los correos electrónicos: callesdeolavarria@gmail.com y archivo@elpopular.com.ar, o a El Popular - Vicente López 2626, Olavarría.
EL POPULAR • Olavarría Olavarría, jueves 29 de octubre de 2015
Los orígenes del barrio Luján, ubicado en el sector este de la ciudad - (Segunda parte)
Las calles “del otro lado de las vías” Marcos
Libro de Oro del Centenario de Olavarría
Rodríguez
na de Olavarría de noviembre de 1958 quitará del plano de la ciudad a Isaías Mendiburu, el primer local en tener su calle. Al mismo tiempo, trasladará del barrio Luján a Pueblo Nuevo a Valentín Vergara, el único gobernador en dar nombre a una calle en la Olavarría actual. Las calles perpendiculares a las vías adoptarán el nombre de sus continuaciones céntricas. Las calles Bolivia y Paraguay desaparecerán por algunos años hasta reaparecer en el barrio América a inicios de los 70. Colón, que había sido adoptado por el barrio desde que en 1932 se lo desplazara del centro, se extenderá a lo largo de toda la traza. Y finalmente, cinco figuras locales provenientes de otras barriadas tomaran sus respectivos lugares dentro de las arterias “detrás de las vías”: Amparo Castro, Eulalio Aguilar, Celestino Muñoz, Manuel Leal y Juan Angel Moya.
E
n esta segunda parte de la historia de las calles del barrio Luján nos ocuparemos del período que se extiende desde 1932 hasta la reforma a la nomenclatura urbana de 1958. Luego de que en 1931 se diera nombre a las primeras calles paralelas a las vías del ferrocarril en el sector del barrio Luján, en 1932 le llegará el turno a la segunda calle perpendicular de ese sector en recibir su nombre. En nota de fecha 8 de septiembre de 1932 dirigida al intendente municipal Ing. José M. Ferreccio, el presidente del Concejo Deliberante, Antonio Grimaldi, le comunica que “este H.C.D. en sesión de anoche ha sancionado la siguiente ordenanza: art. 1, denomínese Avenida Tte. General J. F. Uriburu al actual B. Colón en la parte comprendida entre el B. Brown y el B. Pringles. Art. 2, denomínese Boulevard Colón a la actual arteria en la parte comprendida desde el boulevard Pringles al este”. Con esta medida, Colón será trasladada al barrio Luján, sector en el que permanecerá con exclusividad durante veintiocho años para recién recuperar, en 1958, el dominio sobre toda la extensión de la arteria. El resto de las continuaciones de las calles céntricas serán bautizadas unos años más tarde. Así, el barrio Luján verá dar nombres a la casi la totalidad de sus calles durante la década del 30. A la primera calle con nombre del barrio (Isaías Mendiburu en 1913, calle Bolívar) se sumarán en 1932 la mencionada Colón, las paralelas a las vías bautizadas por el decreto de 1931 y las perpendiculares a ellas por una ordenanza del 13 de noviembre de 1938. Entre estas
Vista del estadio del club El Fortín durante un encuentro deportivo en década del 60. El Estadio “Ricardo Sánchez” está ubicado sobre la avenida Urquiza entre San Martín y Belgrano.
últimas encontramos a Santiago Derqui (Alvaro Barros), Juárez Celman (Sargento Cabral), José Evaristo Uriburu (Necochea), Bolivia (Dorrego), Paraguay (Belgrano), Marcelino Ugarte (San Martín), Valentín Vergara (General Paz) y Guillermo Udaondo (Coronel Suárez). De esta manera, exgobernadores, expresidentes y dos países recientemente salidos de un conflicto bélico completarán, casi en su totalidad, el entramado callejero del barrio Luján hasta fines de los años 50. Diez años más tarde, el 19 de junio de 1948 el Consejo Deliberante sanciona una ordenanza por la cual se designa, en su artículo primero, con el nombre de PreArchivo El Popular sidente Juan D. Perón “a la Avenida distinguida con el Nº de 50, de este Municipio”. O sea, al sector de la hoy Del Valle a partir de las vías del ferrocarril. En 1955, Perón perderá su lugar en la traza urbana olavarriense, pasándose a conocer ese sector como avenida de la doble franja. En 1988, el tres veces presidente recuperará su lugar en la noUna curiosa y antigua chapa que aún se conserva menclatura de en una propiedad de la calle San Martín en el nuestra ciudad al barrio Luján, con la denominación de “Libertador bautizarse con el Gral. San Martín”, nombre impuesto a dicha calle nombre de Presien ese sector de la ciudad en el año 1950, en el dente Perón a la marco de los homenajes por el centenario del calle número 18 fallecimiento del prócer. El nombre se mantuvo de en toda su extenese modo hasta los cambios de nomenclatura sión. urbana de 1958, donde toma el actual de “San Párrafo aparte Martín” unificado a lo largo de su trayectoria a lo merece un curiolargo de toda la ciudad.
so cambio que se dio en 1950 a una de las calles del barrio Luján. Como hemos mencionado, el 13 de noviembre de 1938 el Concejo Deliberante sanciona una ordenanza, por la cual se le daban nombre a quince calles de los barrios San Vicente, Luján y Mariano Moreno. Entre ellas se bautizaba como Gobernador Marcelino Ugarte a la continuación de la calle San Martín en el barrio Lujan. Los diversos homenajes que se desarrollarían a lo largo de 1950, año del centenario del fallecimiento del general San Martín, conllevarían el traslado del gobernador a la por entonces calle 14 (actual avenida Sarmiento). Luego de una serie de proyectos que buscaban homenajear a San Martín unificando con su nombre las prolongaciones de esa calle céntrica en Pueblo Nuevo (denominada Mitre) y en el barrio Luján (denominada Gobernador Marcelino Ugarte), en noviembre de 1950 el Concejo Deliberante concretaría parcialmente tal homenaje y le otorgaría el nombre de Gobernador Marcelino Ugarte a la que en 1958 pasaría a llamarse avenida Domingo Faustino Sarmiento. Así, en los planos previos a la reforma de la nomenclatura urbana de 1958 vemos plasmado sobre una de las arterias del barrio Luján el nombre de “Libertador Gral. San Martín”. Este recorrido por la historia de los nombres de las calles del barrio Luján nos lleva, por último, al año 1985. El 7 de junio, el Concejo Deliberante, ordenanza mediante, impone el nombre de Carlos Gardel “a la calleja delimitada que queda determinada y enmarcada por las calles paralelas General Paz y Avenida General San Martín y las transversales Laprida y Avenida Urquiza de la Ciudad de Olavarría”. A cincuenta años de su fallecimiento, una calleja atípica del barrio Luján -más conocida como pa-
saje- recibirá el nombre del recordado Zorzal Criollo. La reforma a la nomenclatura urba-
Las opiniones, consultas y sugerencias de los lectores pueden enviarse a los correos electrónicos: callesdeolavarria@gmail.com y archivo@elpopular.com.ar, o a El Popular - Vicente López 2626, Olavarría. Marcos Rodríguez
Escondido en “el corazón” del barrio Luján se encuentra el Pasaje Carlos Gardel, una calleja peatonal que homenajea al gran cantante de tangos (del cual en el lugar existe un monumento). El pasaje abarca dos cuadras en las dos manzanas comprendidas por las calles General Paz, San Martín, Laprida y Urquiza (con ingreso y salida por estas dos últimas). La fotografía corresponde a un anuncio de la segunda y última visita de Gardel a la ciudad de Olavarría el 17 de mayo de 1933, donde brindó un concierto en el Cine-Teatro París (ubicado frente a la plaza Coronel Olavarría sobre la calle General Paz). Anteriormente había actuado el 18 de octubre de 1918 en el mismo escenario (llamado entonces Cine-Teatro Perrone).
EL POPULAR • Olavarría Olavarría, jueves 5 de noviembre de 2015
El sector norte de la ciudad de Olavarría tuvo sus orígenes a fines del siglo XIX - (Primera parte)
Mariano Moreno nos habla de sus calles... Marcos
Revista del Ferrocarril del Sud
Rodríguez
S
iguiendo el relato de la historia de los nombres de las calles de nuestras barriadas, hoy le toca el turno al barrio Mariano Moreno. En esta primera parte abordaremos el período que se inicia a fines del siglo XIX y que se extiende hasta la primera mitad de la década del 30 del siglo pasado. En este contexto, la ordenanza sancionada el 22 de octubre de 1886 otorgará nombres a las calles del área comprendida entre “los cuatro bulevares”. Así, ya desde tiempos fundacionales la arteria que oficia de límite y a la vez de vínculo entre el barrio Mariano Moreno y el denominado microcentro recibió el nombre de Boulevard Colón. Unos veinte años más tarde otra arteria que recorre el límite este del barrio recibirá su nombre propio. Por iniciativa del entonces intendente Isaías Mendiburu el 16 de agosto de 1906, el Concejo Deliberante designaba “con el nombre de Avenida Pellegrini a la continuación Boulevard Pringles, desde el Boulevard Colón hasta Sierra Chica”. En nota del presidente del Concejo, Sr. José Grigera, fechada el mismo día y dirigida a Mendiburu, le informa que “…su mensaje acompañando este proyecto el 28 del pasado julio fue leído en la sesión que menciono y me cabe la honra de participarle que su aprobación ha merecido ser aclamada por unanimidad de los Señores Concejales, creyendo en esta forma hacer una obra de perfecta justicia a la memoria del esclarecido ciudadano Don Carlos Pellegrini”. La ordenanza 36 de 1958 le dará a Pellegrini su ubicación actual al unificar bajo el nombre de avenida Juan Pascual Pringles todos los tramos de la arteria. Casi una década después le tocará el turno de recibir su nombre a la primera calle “interna” del barrio. El 14 de agosto de 1914 se dio el nombre de Celestino Muñoz a la calle continuación de Rivadavia en el barrio Mariano Moreno. En nota con fecha 20 de agosto el presidente del Concejo Deliberante, doctor Olivieri, le comunicaba al intendente Emi-
Antigua fotografía del Hospital Municipal, con vista a la esquina de la actual avenida Sarmiento y calle Rivadavia. lio Condé la novedad en los siguientes términos: “Pláceme comunicar a Ud. que el H. Concejo que presido en sesión fecha 14 del corriente ha resuelto aprobar en todas sus partes las medidas adoptadas por el Señor Intendente tendientes a honrar y perpetuar la memoria del benemérito ciudadano Don Celestino Muñoz cuya copia del decreto y proyecto de ordenanza ha mirado el H. Concejo con mucho agrado...”. En el diario de sesiones de ese día se indica que “se resuelve aprobar un proyecto de ordenanza enviado por el D. Ejecutivo y en consecuencia quedó sancionado en la siguiente forma: Por cuanto del H. Concejo Deliberante sanciona la siguiente Ordenanza. Art. 1º Desígnese con el nombre de Celestino Muñoz la prolongación de la calle Rivadavia al N. E., Art. 2º Autorízase al D. Ejecutivo para que haga efectiva esta Ordenanza debiendo imputarse a la misma los gastos que origine el cumplimiento de ella. Art. 3º Comuníquese, publíquese y dese al D. M.”. Hacia fines de la década del 50 la nueva diagramación callejera de la ciudad quitará a Celestino Muñoz de Mariano Moreno y le dará su nombre y el número 87 a la antigua calle 67. Tuvieron que pasar casi veinte
años para que se bautizaran nuevas calles de la barriada que hoy nos ocupa. Efectivamente, el 1 de junio de 1932, el intendente municipal Ferreccio elevaba al Concejo Deliberante una nota cuyo contenido transcribimos: “El D.E. cree que esta Municipalidad debe adherirse al justiciero homenaje que el Pueblo tributa a la memoria del ex-concejal y piensa que nada mejor que dar su nombre a una calle de un barrio que ha progresado grandemente gracias a las numerosas construcciones levantadas con la ayuda del Banco que él fundara y por lo tanto solicita de V.H. la sanción de la presente Ordenanza: Art. 1º: Designase con el nombre de Pablo Fassina a la prolongación de la calle General Lamadrid desde B. Colón al Nor-este. Art. 2º: Establécese como fecha de la inauguración de dicha calle el mismo día destinado a la inauguración del mausoleo en el Cementerio Local en memoria del extinto. Art. 3º: Comuníquese, publíquese, etc.”. En sesión de ese mismo día 1 de junio, el Concejo refrendará en todos sus términos lo solicitado por el Intendente. Pocos meses después, la antiguamente llamada “calle ancha” que Mariano Moreno comparte con el microcentro será renombrada. En
La fábrica de alpargatas, zapatillas y calzados en general Lázaro y Cía. estaba ubicada en la esquina de las actuales calles Rivadavia e Hipólito Yrigoyen (donde actualmente funciona una sucursal del Supermercado Tres Estrellas), en el barrio Mariano Moreno.
nota de fecha 8 de septiembre de 1932 dirigida al intendente municipal Ing. José M. Ferreccio, el presidente del Concejo Deliberante, Antonio Grimaldi, le comunica que “este H.C.D. en sesión de anoche ha sancionado la siguiente ordenanza: art. 1, denomínese Avenida Tte. General J. F. Uriburu al actual B. Colón en la parte comprendida entre el B. Brown y el B. Pringles. Art. 2, denomínese Boulevard Colón a la actual arteria en la parte comprendida desde el boulevard Pringles al este”. Transcurridos 18 años de que se bautizase como Celestino Muñoz la continuación de la céntrica calle Rivadavia en el barrio Mariano Moreno, esa misma barriada verá imponer, en noviembre de 1932, sus respectivos nombres al resto de las continuaciones. En esta oportunidad el motivo para el homenaje será un aniversario. Efectivamente, en nota fechada el 27 de septiembre de 1932 y dirigida al Concejo Deliberante, los concejales Antonio Grimaldi y Felipe Scavuzzo sostienen que “teniendo en cuenta que el 25 de noviembre próximo se cumple el 65º aniversario de la fundación del Partido de Olavarría (sic) y siendo justicia el recordar a los hombres que constituyeron nuestra primera Municipalidad -26 de mayo
de 1879-, homenaje semejante que en su cincuentenario no se les pudo tributar por no hallarse en esa época constituido el H.C.D., creemos un deber el presentar a vuestra consideración el siguiente proyecto de Ordenanza: Art. 1º Desígnese con el nombre de Eulalio Aguilar a la prolongación nor-este de la calle Alsina a partir desde la Avda. Tte. Gral. J. F. Uriburu; desígnese con el nombre de Manuel Leal a la prolongación noreste de la calle Lavalle a partir desde la Avda. Tte. Gral. J.F. Uriburu; desígnese con el nombre de Emilio Cortés a la prolongación nor-este de la calle Vicente López a partir de la Avda. Tte. Gral. J.F. Uriburu; desígnese con el nombre de Manuel Canaveri a la prolongación nor-este de la calle Moreno a partir de la Avda. Tte. Gral. J.F. Uriburu; desígnese con el nombre de Juan Angel Moya a la prolongación nor-este de la calle España a partir de la Avda. Tte. Gral. J. F. Uriburu; desígnese con el nombre de Joaquín Pourtalé a la prolongación nor-este de la calle 25 de Mayo a partir de la Avda. Tte. Gral. J.F. Uriburu; desígnese con el nombre de Agapito Guisasola a la prolongación nor-este de la calle 9 de Julio a partir de la Avda. Tte. Gral. J.F. Uriburu. Art. 2º Facúltese al D. E. para que fije fecha de la inauguración de dichas arterias. Art. 3º El importe de las correspondientes chapas nomencladoras se imputará a Eventuales Inc. 14º. Art. 4º Comuníquese, publíquese, etc.”. En la sesión del día 16 de noviembre se decide aprobar por unanimidad el proyecto presentado por Scavuzzo y Grimaldi. Hoy, y tras las reformas de 1958, ya no son patrimonio de un barrio. Sus nombres han sido dispersos hacia los cuatro puntos cardinales, acompañando a la expansión urbana, la del homenaje ciudadano. Las opiniones, consultas y sugerencias de los lectores pueden enviarse a los correos electrónicos: callesdeolavarria@gmail.com y archivo@elpopular.com.ar, o a El Popular - Vicente López 2626, Olavarría
Sector del barrio Mariano Moreno en un plano de 1957.
EL POPULAR • Olavarría Olavarría, jueves 12 de noviembre de 2015
El sector ubicado en la zona norte de la ciudad a mediados del siglo XX - (Segunda parte)
Mariano Moreno nos habla de sus calles... Marcos
Rodríguez
Revista del Ferrocarril del Sud
E
n esta segunda parte de la historia de los nombres de las calles del barrio Mariano Moreno abordaremos el período que se extiende desde 1938 hasta 1958, año donde la ciudad reformó su sistema nomenclador callejero. Durante estas dos décadas se darán nombre a nueve calles del barrio, correspondiendo a figuras locales sólo tres de ellas. El 13 de noviembre de 1938, el Concejo Deliberante sancionó una ordenanza mediante la cual daba nombre de diez expresidentes, de fines del siglo XIX y principios del XX, a sendas calles de Olavarría. Tres de ellos daban nombres a calles del barrio Luján, cinco a calles del barrio San Vicente y dos de esos nombres correspondían a calles del barrio Mariano Moreno. Transcribimos a continuación la parte del extenso primer artículo de la ordenanza sancionada en noviembre de 1938 que corresponde a la barriada que hoy nos ocupa: “art. 1- (...) Desígnese con el nombre de Presidente Dr. Luis Sáenz Peña a la actual calle 24 A. Desígnese con el nombre de Presidente Dr. Hipólito Yrigoyen a la actual calle 22 A...”. Doce años más tarde le tocará a un gobernador vestir con su nombre a una de las calles del barrio Mariano Moreno. Recordemos antes que el 13 de noviembre de 1938 el Concejo Deliberante sancionaba una ordenanza por la cual se le daban nombre a quince calles de los barrios San Vicente, Luján y Mariano Moreno. Entre ellas se bautizaba como Gobernador Marcelino Ugarte a la continuación de la calle San Martín en el barrio Luján. Los homenajes que se desarrollarían a lo largo de 1950, año del centenario del fallecimiento del general San Martín, conllevarían el traslado del gobernador a la por entonces calle 14 (actual avenida Sarmiento). En noviembre de aquel año el Concejo Deliberante le otorgaría el nombre de Gobernador Marcelino Ugarte a
Imagen del parque de la fábrica de alpargatas, zapatillas y calzados Lázaro y Cía., que estaba ubicada en el sector de las actuales calles Rivadavia e Hipólito Yrigoyen. la que en 1958 pasaría a llamarse avenida Domingo Faustino Sarmiento y el de Libertador General San Martín a la otrora calle Gobernador Ugarte en el barrio Luján. Unos meses después y luego de casi veinte años, volverá a aparecer una figura local para dar nombre a una calle del sector que hoy nos ocupa. El 21 de junio de 1951 el barrio Mariano Moreno verá bautizada con el nombre de Ernesto V. Merlo a la continuación de la avenida Almirante Brown. La única de las continuaciones de las calles céntricas que permanecía sin nombre propio era la que correspondía a la ribera del arroyo Tapalqué, ya que a las restantes se les habían dado nombre en 1914 y 1932. Con esa fecha, y bajo el número 376, el comisionado municipal Santiago Cañizo firma un decreto-ordenanza por la cual se dispone: “art. 1- Desígnese Dr. Ernesto V. Merlo a la calle identificada en el plano oficial de la ciudad de Olavarría como Nro. 29, prolongación norte de Almirante Brown. Art. 2- Comuníquese, publíquese, etc.”. Algo más de un año Archivo El Popular
antes, el 8 de mayo de 1950, había fallecido en Buenos Aires a la edad de 63 años el Dr. Ernesto Víctor Merlo. En noviembre de 1951, con motivo de celebrarse el octavo aniversario de la declaración de la independencia de la República del Líbano, la Sociedad Libanesa de Socorros Mutuos llevó a cabo una serie de actos celebratorios. Esos actos contaron con la presencia en nuestra ciudad del ministro plenipotenciario del Líbano en la Argentina, Adib Bey Nahas, quien fue declarado huésped oficial por la Comuna. El día 24, a las 17.30, el ilustre visitante y autoridades locales, ante la presencia de numeroso público, descubrieron una placa dando el nombre de República del Líbano a una calle de Olavarría. La formalidad legal se cumplirá unos días después, cuando el comisionado municipal Santiago Cañizo dicta, ante la autorización comunicada por la Provincia, un decretoordenanza cuyo artículo primero estipulaba: “Desígnase con el nombre de República del Líbano a la actual calle 18 del ejido de la planta urbana de esta ciudad”. Tal imposición no se verá afectada en 1958, con lo que la calle República del Líbano mantendrá la ubicación que
se le diera originalmente siete años antes. Tres nuevos nombres tendrán sendas calles del barrio Mariano Moreno, cuando el 15 de agosto de 1953 el Concejo Deliberante sancionaba una ordenanza cuyo articulado transcribimos: “Art. 1- Denomínase Maestro José Luis Torres, Dr. Mariano Moreno y José Manuel Estrada a las calles designadas con los números 20, 16 y 12, respectivamente, en Plano Oficial de la Ciudad de Olavarría. Art. 2- Comuníquese, publíquese, etc.”. Tanto la calle José Luis Torres, como la bautizada mediante bajo el nombre de José Manuel Estrada, conservaron, tras los cambios de fines de los años 50, su ubicación dentro de la nomenclatura urbana olavarriense, aunque con los números 76 y 84 respectivamente. En cambio, dichas reformas conllevaron el traslado de Mariano Moreno al centro (reemplazando a José María Moreno) y el de Mitre (continuación de San Martín en Pueblo Nuevo) a la ubicación que hoy ocupa y que le pertenecía al fundador de la Gaceta de Buenos Aires. Tres años antes de que Olavarría adoptara el sistema nomenclador hoy vigente, el 16 de julio de 1955 el Concejo Deliberante sancionaba,
por unanimidad, la siguiente ordenanza: “Art. 1- Desígnese Dr. Rufino D. Fal a la calle Nro. 10 de Olavarría en todo su recorrido. Art. 2- Encomiéndese al DE la confección y colocación de una placa con la inscripción pertinente. Art. 3- Comuníquese, publíquese, etc.”. La ubicación que originalmente se le dio a la calle Rufino Fal es la que mantendrá, reforma de la nomenclatura urbana mediante, aunque asignándosele el número 86. En aquella sesión de 1955 se dio lectura al despacho de la comisión de Legislación, Interpretación y Acuerdos que aconsejaba dar el nombre de Dr. Rufino D. Fal a la calle 10 teniendo en cuenta “las virtudes que adornaron la existencia de este médico filántropo, virtudes reconocidas y aquilatadas a través de toda su actuación como profesional y ciudadano”. Concluimos así el relato sobre la historia de los nombres de las calles del barrio Mariano Moreno. Las reformas sancionadas por ordenanza 36 de noviembre de 1958 implicarán para la barriada el traslado a otras zonas de la ciudad de nombres que tempranamente habían vestido sus calles, como lo son Celestino Muñoz, Joaquín Pourtalé, Juan Angel Moya y Agapito Guisasola, entre otros. A su vez, la barriada verá también trasladar dentro de sus dominios a Ernesto Merlo y Pablo Fassina. Algunas calles mantendrán su ubicación original: Rufino Fal, República del Líbano, José Manuel Estrada e Hipólito Yrigoyen. Recibirá de otros lares a Amadeo Grimaldi, Sarmiento y Mitre. A sus límites retornará Colón y se irá Pellegrini. Un hijo reemplazará a un padre: Roque Sáenz Peña tomará el lugar de Luis. Por último, y curiosamente, una de sus calles (nada menos que la misma a la que se dio el nombre del barrio) sustituirá a la céntrica calle José María Moreno. Las opiniones, consultas y sugerencias de los lectores pueden enviarse a los correos electrónicos: callesdeolavarria@gmail.com y archivo@elpopular.com.ar, o a El Popular - Vicente López 2626, Olavarría. La Democracia
En 1951 se denominó como República del Líbano a una calle de la planta urbana de Olavarría, en la misma ubicación que mantiene en la actualidad. En los actos donde se formalizó dicha medida estuvo presente el ministro plenipotenciario del Líbano en la Argentina, Adib Bey Nahas, quien en la fotografía se saluda con el comisionado municipal Santiago Cañizo, en el sector donde se encontraba el Monumento al Trabajo (en la esquina de las actuales calles República del Líbano y Pringles).
Fotografía de 1941 de la fideería Scavuzzo, que se encontraba en la esquina norte de las actuales calles Rivadavia y Roque Sáenz Peña (denominadas entonces Celestino Muñoz y Luis Sáenz Peña, respectivamente). Su titular era Francisco Scavuzzo.
EL POPULAR • Olavarría Olavarría, jueves 19 de noviembre de 2015
Las curiosas historias de dos calles olavarrienses: las actuales Mariano Moreno y Vicente López y Planes
Todo queda en familia Marcos
Rodríguez
La historia de nuestras calles no está exenta de dudas o controversias en torno a cuál ha sido la figura objeto de homenaje al momento de imponérsele sus nombres. Dos situaciones de este tipo se han presentado en la ciudad de Olavarría y se refieren a las calles que el uso cotidiano ha identificado como “Moreno” y como “Vicente López”. Las dudas se agudizan cuando notamos que las figuras involucradas están unidas por lazos de parentesco y que todas son susceptibles de prestar su nombre al de una calle. Como veremos al hurgar un poco más profundo en el entramado de la historia local, encontramos algunos elementos que nos permitirían aproximarnos a lo que podríamos imaginar fue la intención de los conciudadanos que, allá lejos en el tiempo, dieron nombre a estas dos calles. Además de ciertos usos y costumbres diarios que pueden prestar a confusión, nos encontramos ante normas cuya redacción e intención pareció suficientemente clara y precisa para los contemporáneos, pero que leídas más de cien años después no lo son tanto.
Del sobrino al tío La ordenanza sancionada el 21 de marzo de 1883 por el Concejo Deliberante da nombres a las calles del casco histórico de la ciudad de Olavarría, utilizando sin mayores precisiones la expresión “Doctor Moreno” para una de ellas. Para mayor confusión, la ordenanza modificatoria del 22 de octubre de 1886 establece designar las calles de la “sección primera, calles rectas de NE a SO empezando por la primera de la ribera del arroyo, se que denominará Boulevard 27 de diciembre, calle General Villegas, Adolfo Alsina, Defensa, Rivadavia, Moreno, La Madrid, Almirante Brown, 25 de Mayo, 9 de Julio y Boulevard Progreso”. Esta ordenanza a diferencia de la de 1883 precisa la
ubicación de cada calle, pero reduce el nombre de la que hoy nos interesa a simplemente “Moreno”. Tiempo más tarde aparecen documentos que echan algo de luz al tema. El 18 de diciembre de 1894, el Concejo Deliberante ordena la confección del catastro general de la planta urbana que, en aquel entonces, se reducía al perímetro delimitado por “los cuatro bulevares”. Poco más de un mes después, el 30 de enero de 1895, el intendente Ambrosio López nombra la comisión encargada del levantamiento del catastro, indicando en el mismo decreto lo siguiente: “art. 2- Queda dividida la planta urbana en cuatro secciones conformadas de la siguiente manera: (...) sección 2da. las manzanas comprendidas entre las calles José M. Moreno, General San Martín, Boulevard Colón y el arroyo Tapalqué...”. Este sería el documento oficial más antiguo que indica con mayor precisión a qué Moreno se referían las ordenanzas originarias. Décadas más tarde, en sesión del 20 de septiembre de 1936, el Concejo Deliberante sanciona una ordenanza por la cual autoriza al Departamento Ejecutivo a efectuar la compra de un terreno que “será destinado a calle pública o sea continuación sud de la Dr. José María Moreno”. Lo que en el uso diario se reducía a Moreno y hacía pensar en la figura de la Revolución de Mayo, en las normas estaba claro que el homenajeado era en realidad su sobrino, José María. Una ordenanza sancionada en agosto de 1953 plasmaría sobre el plano urbano de la ciudad la convivencia por algo más de cinco años de José María Moreno y de Mariano Moreno. Efectivamente, el 15 de agosto de 1953, el Concejo Deliberante sancionaba una ordenanza cuyo articulado transcribimos: “Art. 1- Denominase Maestro José Luis Torres, Dr. Mariano Moreno y José
Manuel Estrada, a las calles designadas con los números 20, 16 y 12, respectivamente, en Plano Oficial de la Ciudad de Olavarría. Art. 2- Comuníquese, publíquese, etc.”. Lo curioso es que las reformas a la nomenclatura ciudadana de 1958 conllevaron a que la calle José María Moreno fuera la única calle céntrica a la que se le cambiaría el nombre al ser trasladado Mariano Moreno al centro y Mitre (continuación de San Martín en Pueblo Nuevo) a la ubicación que hoy ocupa y que le pertenecía al fundador de la Gaceta de Buenos Aires. José María Moreno nació el 17 de septiembre de 1835 en la ciudad de Buenos Aires; sobrino de Mariano Moreno. En 1861 se graduó de abogado. A partir de 1864 trabajó como catedrático de Derecho Civil y durante la Guerra del Paraguay fue secretario del Ministerio de Guerra y Marina. Más tarde actuó como fiscal general de Gobierno de la Provincia, cargo en el cual se desempeñó hasta 1872. Además, finalizado su mandato como diputado provincial, que había comenzado en 1867, pasó a ejercer la misma función pero en el ámbito nacional hasta 1876. Durante ese período fue partícipe de la Convención Constituyente de Buenos Aires. A partir de 1872, condujo la Universidad de Buenos Aires como vicerrector. En 1878 asumió la Vicegobernación y la presidencia del Senado como acompañante de Carlos Tejedor en el Poder Ejecutivo. Durante este período de gobierno se impulsó la colonización de campos olavarrienses con familias de alemanes del Volga. Dos años más tarde, el Gobernador encabezó una sublevación contra el presidente Nicolás Avellaneda (oponiéndose a la federalización de la ciudad de Buenos Aires), quien venció en la contienda, por lo que Carlos Tejedor se vio obligado a renunciar y José María Moreno quedó al mando de la Pro-
Otra postal de mediados del siglo XX, esta vez de la esquina de Vicente López y Dorrego. Algunas curiosidades para observar son el tránsito en doble mano, el policía dirigiendo el tránsito y los faroles en las veredas.
Postal de la esquina de Vicente López y Belgrano en la primera mitad del siglo XX. En su margen derecho se observa la referencia “calle L. V. López”, que haría referencia a Lucio Vicente López, una de las denominaciones que tuvo la calle a lo largo de su historia antes de su actual denominación actual desde 1958: Vicente López y Planes. vincia. Sin embargo, por diferencias con el gobierno nacional, dimitió tiempo después. José María Moreno falleció en Buenos Aires el 22 de marzo de 1882.
Del nieto al abuelo Alguna vez se ha planteado la duda acerca del origen del nombre de la calle Vicente López. Las normas sancionadas hasta 1958 y el uso cotidiano no han ayudado a zanjar la controversia. Curiosamente los nombres con mayores probabilidades de haber inspirado el homenaje hacia fines del siglo XIX están unidos por lazos de parentesco. Sin pretender dar una respuesta final podemos conjeturar que las figuras que se han “disputado la Vicente” han sido Vicente López y Planes, Vicente Fidel López y Lucio Vicente López. Cabe adelantar que la ordenanza sancionada por el Concejo Deliberante el 7 de noviembre de 1958 le otorga el de Vicente López y Planes, definiendo así unívocamente el nombre de una de las arterias emblemáticas de la ciudad. Las dudas se presentan con el nombre de la calle en el período anterior. En la ordenanza con fecha 21 de marzo de 1883 aparece en el listado de nombres dados a las calles del microcentro un “Doctor López”. Más inquietante aún es el hecho de que en la ordenanza sancionada el 22 de octubre de 1886 no aparece ningún López figurando en su lugar el nombre “Defensa”. Lamentablemente existen faltantes en los archivos oficiales, con lo cual no hemos podido determinar cuándo y por qué la calle que nos ocupa pasó a llamarse Vicente López. La mención más antigua en un documento oficial sobre la calle Vicente López data del 20 de abril de 1897 y se trata de un decreto sobre construcción de macadam. Podemos presumir entonces que el cambio de Defensa por Vicente López se produjo en algún momento entre sancionada la ordenanza de 1886 y el año 1896. Para complejizar esta historia, cabe decir que para la década del 30 del siglo pasado existen postales editadas (y que ilustran esta nota) con la referencia “Calle L. V. López”, inclinando la balanza
hacia Lucio Vicente. Lucio Vicente López nació en Montevideo el 13 de diciembre de 1848, durante el exilio rosista de su familia. Fue hijo de Vicente Fidel López, ministro, diputado y uno de los fundadores de la historiografía argentina. Su abuelo fue Vicente López y Planes, gobernador bonaerense, presidente de las Provincias Unidas y creador del Himno Nacional. Estudió Derecho en la Universidad de Buenos Aires y trabajó como secretario universitario de la mano del reconocido Juan María Gutiérrez. Como escritor es reconocido por su aporte a los orígenes de la novela nacional. “La Gran Aldea”, su obra emblemática, fue publicada en 1884. Se desempeñó como periodista, legislador y diputado nacional, ejerció el cargo de ministro de Interior durante el gobierno de Luis Sáenz Peña, y fue interventor federal de la Provincia de Buenos Aires durante un breve período de 1893 a 1894. Murió a consecuencia de las heridas recibidas en un duelo con el coronel Carlos Sarmiento, a quien López había denunciado por una maniobra dolosa en el Banco Hipotecario en diciembre de 1894. Existe un hecho que vincula tanto a José María Moreno y a Lucio Vicente López con la historia de Olavarría y que podría haber justificado la decisión de vestir con sus nombres a dos calles de la ciudad. Lucio Vicente López fue uno de los firmantes del proyecto presentado en abril de 1878, y que terminaría convertido en ley el 22 de octubre de ese año, a través del cual se declaró a Olavarría cabeza de partido y se facultó al Poder Ejecutivo a fijar los límites del nuevo distrito. Por su parte, José María Moreno ejerció la Vicegobernación y la presidencia del Senado bonaerense entre el 1 de mayo de 1878 y el 1 de julio de 1880, período durante el cual se sancionaría la ley que daría la autonomía municipal a Olavarría. Las opiniones, consultas y sugerencias de los lectores pueden enviarse a los correos electrónicos: callesdeolavarria@gmail.com y archivo@elpopular.com.ar, o a El Popular - Vicente López 2626, Olavarría.
EL POPULAR • Olavarría Olavarría, jueves 26 de noviembre de 2015
La historia de la calle de Sierra Chica que hermana a la localidad serrana con la comuna italiana de Vezza D’Oglio
El abrazo de dos pueblos Marcos
E
Rodríguez
l 22 de febrero de 1969 se materializaría lo dispuesto por decreto municipal del día 20 y, actos protocolares mediante, se le impondría el nombre de avenida Vezza d’Oglio a la calle número 12 de la localidad de Sierra Chica. Dichos actos fueron encabezados por el intendente municipal Enrique M. Alfieri y contaron con la presencia del intendente de aquel municipio italiano, José Alfredo Ferrari. También asistió el agente consular de Italia en Olavarría, el doctor Francisco Lorenzini. Los primeros pobladores de Sierra Chica, de tradición canterista y picapedrera, provienen de la región de Lombardía y se asentaron en la zona hacia la década del 70 del siglo XIX. Llegaron desde su Vezza d’Oglio natal buscando nuevos horizontes y se afincaron aquí para emprender una aventura que, a la postre, llevaría a hacer de dos pueblos uno solo. Entre los pioneros se encontraban los Gregorini, los Ferrari, los Bonavetti, los Orsatti, los Carpi, los Boccagni, los Santroni, los Zampatti y los Occhi, entre otros. Todos ellos encontraron en Sierra Chica una nueva patria, donde pudieron proseguir con la actividad de sus antepasados y, a la vez de obtener el tan ansiado progreso, contribuir al de la zona que adoptaron como nuevo hogar. Vale la pena transcribir en su totalidad el decreto por el cual se
impone el nombre de Vezza d’Oglio a una de las principales calles de Sierra Chica, ya que su contenido está teñido del espíritu con que se vivieron los actos en aquel febrero de 1969: “Decreto Nro. 140, Olavarría, 20 de febrero de 1969. Visto: que se encuentra de visita en el país el Intendente Municipal de la Comuna Di Vezza D’Oglio, provincia de Brescia, Italia; que ha manifestado su deseo de hacer llegar oficialmente al señor Intendente Municipal de esta Ciudad, la documentación que acredita que a una calle de aquella Comuna se le impuso el nombre de ‘Sierra Chica’, en recordación a los hijos que, abandonando sus tierras encontraron en ésta el apoyo moral y material que les permitiera afincarse definitivamente; que la Municipalidad de Olavarría recoge con toda consideración el homenaje que se le tributa por este medio en nombre de todos aquellos que desde su nacimiento pusieron su sello imborrable de itálica presencia en la mencionada localidad del Partido; que consideramos un deber, a la par que un acto de justicia, retribuir tan noble iniciativa que pondera los vínculos afectivos de sangre y de tributos que unen dos países hermanos consustanciados en la estirpe común del más alto porcentaje de ciudadanos argentinos que reconocen aquel origen; que los hijos de aquella Comuna lejana en la distancia y cer-
Imagen de la calle (“via”) Sierra Chica en la localidad de Vezza D’Oglio, ubicada la región alpina del norte de Italia. (Gentileza de Omar Bonavetti, sierrachiquense que registró la fotografía en una reciente visita a Vezza D’Oglio).
cana en el sentimiento fueron la semilla fructífera que proliferó en ejemplo, en conducta, en trabajo, en hijos dilectos de nuestra localidad, poniendo un sello de características peculiares; que estimamos necesario rendir un tributo de respeto y consideración a los inmigrantes que generosamente se volcaron a estas entonces inhóspitas regiones; que por estas consideraciones, interpretando un anhelo de esta Comunidad, el Intendente Municipal en uso de las atribuciones conferidas por la Ley Provincial Nro. 7.443 en su art. 5, inc. a), apart. 4), decreta: Art. 1) Impóngase el nombre de ‘Avenida Vezza D’Oglio’ a la calle Nro. 12 de la localidad de Sierra Chica en toda su extensión. Art. 2) Co-
Fotografía de la capilla Santa Lucía de la localidad de Sierra Chica a mediados del siglo XX. La capilla, de estilo neobarroco-colonial, fue inaugurada el 12 de marzo de 1932, y se construyó por una iniciativa de María Zampatti de Gregorini. Los mármoles de los altares fueron traídos desde Carrara (Italia). Santa Lucía es la patrona y protectora de la vista de todos los picapedreros de Sierra Chica.
Imagen de la visita a Olavarría en 1969 de José Alfredo Ferrari, intendente de Vezza D’Oglio, (a la derecha de fotografía), en el marco de los actos de imposición del nombre de dicha comuna italiana a una calle de la localidad de Sierra Chica. A su izquierda, el agente consular de Italia en Olavarría, Francisco Lorenzini lóquese una placa recordatoria en el frente de la Capilla Santa Lucía, para perpetuar el homenaje. Art. 3) Procédase a la designación oficial en el acto a realizarse el día 22 de febrero de 1969, con motivo de la visita a nuestra ciudad del señor Alfredo Ferrari, Intendente Municipal de la Comuna Di Vezza D’Oglio. Art. 4) Entréguese copia del presente decreto al ilustre visitante en el acto a realizarse. Art. 5) El presente decreto será refrendado por el señor Secretario de Gobierno. Art. 6) Comuníquese, regístrese, publíquese, etc.”. Las celebraciones se realizaron el sábado 22 de febrero de 1969 frente a la capilla Santa Lucía, donde, luego de una misa en memoria de los inmigrantes fallecidos y de la entonación de los himnos de Italia y la Argentina, se descubrió una placa colocada sobre un pilar de granito de Sierra Chica- que llevaba inscripto el nombre de la población italiana
y que a partir de ese momento también lo era de la flamante avenida. Luego de las palabras de rigor, y bajo el símbolo del intercambio de decretos, Sierra Chica retribuiría así igual gesto del pueblo lombardo cuando en 1961 se le impusiera el nombre de Sierra Chica a una calle de Vezza d’Oglio. Entre los que votaron tal homenaje en Italia aparecen también los Occhi, los Gregorini, los Bonavetti y los Rizzi. Un tributo con que Vezza d’Oglio agradecía la acogida que hiciera Sierra Chica a los que vinieron a sacar frutos de la piedra y quienes, con sus conocimientos y con su trabajo, construyeron una nueva patria. Las opiniones, consultas y sugerencias de los lectores pueden enviarse a los correos electrónicos: callesdeolavarria@gmail.com y archivo@elpopular.com.ar, o a El Popular - Vicente López 2626, Olavarría.
EL POPULAR • Olavarría Olavarría, jueves 3 de diciembre de 2015
La historia de las calles de la localidad de Hinojo y de uno de sus fundadores, Angel Bardi
Tierra de pioneros Marcos Rodríguez
C
orría el mes de abril de 1951 cuando integrantes de la Sociedad de Fomento de Hinojo visitaban al comisionado municipal de Olavarría, Santiago Cañizo, para plantearle diversos problemas que aquejaban a la localidad. Entre ellos se encontraba la falta de nombres de las calles del pueblo. Hacia inicios de la década del 50 asomaba incipientemente el debate sobre la necesidad de simplificar el sistema nomenclador de calles de la ciudad de Olavarría y de las localidades del Partido, a la vez que asignar nombres a calles que carecían de ellos. El comisionado Cañizo era de la opinión de que la asignación de números (y no de nombres) constituía un sistema más simple y práctico. En la edición de El Popular del 13 de abril de 1951 podemos leer: “El funcionario aludido propuso entonces un arbitrio interesante y práctico, que eliminará el engorro que significa la elección de nombres, no siempre ajustados a las circunstancias y con frecuencias discutidos por sectores de la población, que opinan sobre el particular de manera distinta. Para facilitar, pues, la tarea y realizarla sin tropiezos, el señor Cañizo propuso a sus visitantes dar a cada calle de Hinojo, en vez de un nombre propio, la asignación de un número, como ya es disposición establecida desde hace años en ciudades como La Plata, Saladillo, Mercedes, 25 de Mayo y otras de la provincia de Buenos Aires. La solución propuesta para Hinojo podría tener aplicación en nuestra ciudad, donde también tenemos muchas calles innominadas y otras de llevan nombres distintos, según se las considere de uno y otro lado de los bulevares, allen-
de a las vías o pasando el arroyo, creándose con ello no pocas confusiones, aún para los propios habitantes y en mayor grado para los forasteros”. En agosto de 1951, mediante decreto-ordenanza del día 27, Hinojo verá asignar a sus calles sus respectivos números. Las excepciones serán la avenida que circunda la estación del ferrocarril por su lado sur, que pasó a denominarse Presiente Juan D. Perón, y la avenida 14, a la cual se le asignó el nombre de avenida Crotto. El derrocamiento de Perón en 1955 implicará para Hinojo la quita de su nombre a una de las calles de la localidad y décadas de prevalencia de un sistema nomenclador basado en números. Pasado el tiempo, los años 90 traerán un proyecto que implicará la nominación integral de las calles hinojenses, dándose un lugar destacado a las figuras locales entre los nombres propuestos. A fines de julio de 1993, Ramón Diorio, hinojense de destacada acción en la localidad, presenta al presidente del Concejo Deliberante un proyecto integral de nominación de las calles de Hinojo. Dentro de los nombres propuestos, y tras una profusa fundamentación, se encontraban unas quince personalidades de prominente accionar en los distintos aspectos de la vida del pueblo. Vale la pena compartir un extracto de la carta que el señor Diorio elevara al cuerpo deliberativo: “Sr. Presidente, cómo evitar que se condene al olvido a los hombres y mujeres de un pueblo, cuando a ese pueblo dedicaron su vida, ofrecieron su voluntad y sentido comunitario y en sus acciones cimentaron su desarrollo. Cómo preservar en el reconocimiento habitual y generalizado a los
que su obra certifican las actas de los libros de las instituciones. Cómo revelarles a las generaciones presentes y futuras un lazo concreto con su pasado, un dato fehaciente de su historia pueblerina, una causa comprensible de su cotidianidad. Si la respuesta es darles a las calles del pueblo el nombre de esos hombres y mujeres, digo que es posible que el juicio común coincida con la nómina que propongo.” La propuesta de Diorio se materializó en el ordenanza 1719/93 del 24 de septiembre de 1993. Una ordenanza posterior, la 2948/06 del 27 de abril de 2006, modifica la anterior en lo concerniente a la numeración de las calles y las alturas domiciliarias, no así los nombres aprobados en 1993. Entre las personalidades homenajeadas encontramos a Lorenzo Lasalle, Antonio Colella, las Hermanas Gervasio, Juana Bastarrica, Sara Alvarez, Juan Marín, David Spinetto, Cristian Uber, Eloy Correa, David Granata, Juan de Pierris, Antonio Diorio, Angel Bardi, Manuel Smirnoff y Domingo Rey. Todas ellas dejaron su huella en los distintos aspectos de la vida hinojense. En el marco de estas crónicas tomaremos una calle representativa de la historia local para cada una de las principales localidades del Partido. En el caso de Hinojo nos ocuparemos de la que homenajea a la figura de Angel Bardi. La fundación de Hinojo se atribuye al genovés Angel Bardi, nacido en Rapallo, Italia, el 1 de noviembre de 1848. A los 27 años se embarcó con destino a Buenos Aires. Luego de pasar por Tandil, Olavarría y Azul se instaló en las proximidades de Colonia Hinojo. Afincado frente a donde se levantaría la estación del ferrocarril, Bardi construyó una ca-
Imagen del 16 de marzo de 1919 en Hinojo, donde se observa al gobernador bonaerense José Camilo Crotto y vecinos de la localidad junto al monolito donado por Crotto con motivo de la iniciación de los trabajos de construcción de un tramo de la ruta que une Buenos Aires con Bahía Blanca. Tras ser restaurado, este monolito fue reinaugurado en 2005 (donde actualmente se encuentra, en la rotonda ubicada en la intersección de la avenida Crotto –Nº 14- y calle Spinetto –Nº 19-), durante la celebración del 118 aniversario de Hinojo.
Ceremonia de inauguración del Hospital de Hinojo, el 4 de julio de 1948. A la derecha se observa al comisionado municipal Santiago Cañizo pronunciando un discurso durante el acto.
Archivo Histórico Municipal
Fotografía de Angel Bardi (en el centro) y su familia. silla de madera, abriendo un negocio de restaurante, café y billar que atendía las necesidades de los obreros que tendían la vía férrea. También incursionó en la actividad minera, al descubrir en la zona varias canteras de arena, insumo utilizado en las primeras construcciones. En una entrevista dada al diario El Popular en ocasión de la edición extraordinaria de 1929, Bardi nos cuenta: “Llegué a lo que hoy es Hinojo, si mal no recuerdo, en marzo de 1883 y comencé a levantar una casilla de madera frente a la salida de la actual estación del Ferrocarril Sud. En el mismo sitio que ocupa hoy el ‘Argentino Hotel’. Terminada mi pequeña construcción abrí un restaurant, café y billares. En aquellos tiempos no había ninguna casa por estos alrededores y los terrenos que hoy ocupa el pueblo estaban dedicados a la agricultura”. Al consultársele por el nombre que se le diera al pueblo, el fundador nos cuenta: “Por una antigua costumbre. Primero decíamos el hinojal a las proximidades del arroyo cerca de la chacra de Don Domingo Rey, por la gran cantidad de hinojo que crecía allí: de eso proviene el nombre de Hinojo que hoy lleva el pueblo”. Angel Bardi, junto con David Spinetto, suscribió la nota de solicitud de autorización para la fundación formal de Hinojo. Este pedido se materializará en el decreto del gobierno provincial fechado el 15 de enero de 1887 que reza: “Vista la voluntad de don Angel Bardi y David Spinetto, pidiendo autorización para formar un pueblo en terrenos
de su propiedad, en el lugar llamado Hinojo, partido de Olavarría, y considerando que es de utilidad pública la formación del pueblo que se propone, y en atención a lo informado por el Departamento de Ingenieros al Poder Ejecutivo, Decreta: art. 1, autorízase la fundación de un pueblo denominado Hinojo, Partido de Olavarría. Art. 2, quedan aprobados los planos presentados para su formación. Art. 3, Por Escribanía Mayor de Gobierno, se extenderán las escrituras a favor del Estado, de las destinadas a plaza, casa municipal, Policía e Iglesia, y a favor del Consejo de Educación, las destinadas a escuelas. Art. 4, comuníquese, etc. Fdo. D’amico, Benjamín Canard.” En 1888 realizó un viaje a su ciudad natal para contraer matrimonio con Teresa De Martini, con quien tuvo cuatro hijos en la Argentina. Luchador incansable en los momentos difíciles que siguieron a la fundación del pueblo, permanente colaborador en el progreso de la localidad, entusiasta fundador de la Sociedad Italiana de Socorros Mutuos, Bardi también respaldó la fundación de la Biblioteca Sarmiento y de otras instituciones hinojenses. Angel Bardi falleció el 6 de febrero de 1940, en Hinojo, a los 91 años. Las opiniones, consultas y sugerencias de los lectores pueden enviarse a los correos electrónicos: callesdeolavarria@gmail.com y archivo@elpopular.com.ar, o a El Popular - Vicente López 2626, Olavarría.
EL POPULAR • Olavarría Olavarría, jueves 10 de diciembre de 2015
Historia de las calles de la localidad de Sierras Bayas y un homenaje al doctor Manuel Smirnoff
El galeno del pueblo
Gentileza http://sierrasbayas.com.ar
Archivo El Popular
Marcos Rodríguez
C
orría el mes de agosto de 1969 cuando la localidad de Sierras Bayas veía imponer el nombre de Dr. Manuel Smirnoff a una de sus principales arterias. En el decreto 300 del 22 de abril de 1969, firmado por el intendente Enrique Mario Alfieri, se indica: “Visto el contenido del presente expediente y considerando que se estima procedente el pedido de la Sociedad de Fomento del Barrio Pueblo Nuevo de Sierras Bayas; que la personalidad del extinto Dr. Manuel Smirnoff ha dejado, durante su actuación en la mencionada villa, recuerdos que hacen perdurable su memoria; que resulta halagüeña y digna de elogio la actitud de los vecinos que desean materializar el testimonio de su gratitud a quien fuera su médico y amigo; que la Municipalidad no puede ni debe permanecer ajena a manifestaciones de esta índole. Por ello, en mérito de atribuciones que le son propias, el Intendente Municipal decreta: art. 1, impónese el nombre de ‘Dr. Manuel Smirnoff’ a la calle 10 de Sierras Bayas; art. 2, colóquese una placa recordatoria (...); art. 4, Comuníquese, publíquese, etc., pase a la Dirección General de Delegaciones y Sociedades de Fomento para su cumplimiento. Hecho, archívese”. Los actos protocolares de imposición del nombre a la calle tuvieron lugar a inicios de agosto de 1969. El descubrimiento de la placa correspondiente estuvo a cargo de Sofía Baxter, viuda del homenajeado, y de Anita Smirnoff de Hidalgo, hermana del galeno. Manuel Smirnoff nació en Buenos Aires el 2 de enero de 1900. Fue el mayor de los seis hijos del matrimonio entre León Smirnoff, de origen ruso, y Rosa Strinbaun, lituana. Se casó con Sofía Baxter y constituyó una numerosa familia de ocho hijos, algunos hinojenses y otros sierrabayenses. Dueño de una pequeña contextura física que, según cuentan, apenas se distinguía cuando manejaba su “studebaker” de importantes dimensiones. El que fuera alumno de Bernardo Houssay tenía en la música el escape ante las crudezas que le presentaba la profesión de médico. También fue un hombre comprometido con lo público, alcanzando el cargo de -inquieto y dinámico- concejal y de miembro del Rotary Club Olavarría. Llegó a Hinojo a inicios de la década del 30 y vivió allí hasta 1946. A la postre, el galeno también tendría un lugar entre las calles en aquel punto. Smirnoff se caracterizó por su espíritu colaborador de cuanta institución lo convocara, alcanzando la presidencia de la Biblioteca Sarmiento y desarrollando una intensa actividad comunitaria. Cuando dejó Hinojo, donó al hospital su consultorio totalmente equipado, para emprender ca-
El doctor Manuel Smirnoff tuvo una importante actividad comunitaria en Hinojo y Sierras Bayas, localidades donde se desempeñó como médico y se destacó por la lucha por la seguridad industrial. mino rumbo a Sierras Bayas. Le habían propuesto ser el médico de la Compañía Argentina de Cemento Portland. En ese cargo, que ocupó hasta mediados de 1961, además de su humanidad y abnegación, se destacó por su lucha por la seguridad industrial. Por su trabajo en ese ámbito fue premiado por el Instituto Argentino de Seguridad. No son pocos los que recuerdan sus extensos y encendidos discursos como las veces que el apreciado médico se dirigía a pie, de ser necesario, para atender a sus pacientes, a quienes incluso en muchas ocasiones les daba los medi-
camentos que no podían comprar. En 1962 Smirnoff partiría hacia La Plata en medio de una sentida despedida que le dieron los vecinos de Hinojo, Sierras Bayas, Villa Mónica, Colonia Hinojo, Colonia San Miguel, Cerro Sotuyo y alrededores. Allí permanecería hasta su muerte, ocurrida el 16 de marzo de 1964. La década del 70 culminará con la asignación de nombres a la casi totalidad de las calles de la planta urbana de Sierras Bayas, aunque sin alterar el homenaje al Dr. Smirnoff realizado en 1969. Hacia fines de 1973, el Concejo Deliberante sanciona por unanimidad una ordenanza, la 44/73, por la cual se imponen sus respectivos nombres a unas 39 calles. En septiembre de 1979 y bajo el número 116, el intendente Carlos Víctor Portarrieu sanciona y promulga con fuerza de ordenanza la norma que en líneas generales rige en la
Acto comunitario donde se observa a Manuel Smirnoff pronunciando un discurso. Fue concejal, presidente de la Biblioteca Sarmiento de Hinojo e integrante del Rotary Club Olavarría. actualidad respecto a los nombres de las calles de la localidad serrana. Esta ordenanza deroga la del año 1973 y da nombre a un total de 59 calles de Sierras Bayas. En este marco, numerosos nombres son suprimidos y reemplazados por nuevos, a la vez que otra cantidad permanece. En la nueva ordenanza se indica que la iniciativa tuvo origen en la Comisión Ejecutiva del Centenario y en la Delegación Municipal, y que
“la concreción de la sugerencia formulada ha de contribuir a brindar un justo homenaje a quieren fueron pioneros en distintos órdenes de la su vida comunitaria”. Las opiniones, consultas y sugerencias de los lectores pueden enviarse a los correos electrónicos: callesdeolavarria@gmail.com y archivo@elpopular.com.ar, o a El Popular - Vicente López 2626, Olavarría.
Fotografía de un sector del barrio de viviendas construido por la Compañía Argentina de Cemento Portland de Sierras Bayas para sus empleados, a quienes se las cedía y a la vez se encargaba de su mantenimiento. El barrio se construyó frente al predio de la fábrica de cemento de la empresa San Martín limitados entre sí por la calle homónima, tal como se encuentra en la actualidad.
Gentileza Alicia Mogavero
Antigua imagen panorámica de Sierras Bayas tomada desde las serranías ubicadas en las cercanías de la localidad. A la derecha se observa la cúpula de la iglesia Cristo Rey y el edificio de la Escuela Nº 14, mientras que en el fondo se divisa la fábrica de cemento San Martín, perteneciente a la Compañía Argentina de Cemento Portland.
EL POPULAR • Ola Olavvarría arría, jueves 17 de diciembre de 2015
Historia de las calles de la localidad de Loma Negra y de Santiago Cañizo
Lo llamaban “el intendente de las manos limpias” Marcos
E
Rodríguez
l 5 de octubre de 1984, bajo el número 142, el Concejo Deliberante sancionó la ordenanza que, con reformas y agregados posteriores, rige en forma integral la nomenclatura de las calles de la localidad de Loma Negra. En su artículo segundo se establece la denominación de las calles de lo que la norma denomina “villa originaria” y que los nativos llamamos habitualmente “Villa Vieja”, la “Villa Nueva” y el barrio 25 de Mayo, que el uso cotidiano denomina “Plan VEA”. A continuación, establece la denominación de las calles de la llamada “Villa Laclau”, para culminar con las habituales cuestiones de forma. Quedaba así atrás una etapa donde la avenida Luciano Fortabat se constituía en el eje de cambio de denominación de las calles que la atravesaban y era el punto de inicio hacia uno y otro lado de la numeración domiciliaria. También la nueva norma implicaba la unificación de algunos nombres y el traslado de otros para otorgárselos a calles que carecían de ellos. Por otro lado se cambiaban las alturas y, por ejemplo, el autor de esta nota pasaba de tener su domicilio en la avenida Luciano Fortabat 530 a tenerlo en la misma avenida pero con el número 1072. Al mismo tiempo quedaba atrás el decreto 68 del 3 de marzo de 1972 que, “al apartarse de los viejos esquemas tradicionales, signa con virtudes y valores morales a las calles de una villa que es síntesis y suma de todas ellas”. Dicho decreto le había dado los nombres de solidaridad, bondad, altruismo, virtud, libertad, constancia, amor, unión, amistad, fe, esperanza, fraternidad, caridad, belleza, trabajo y progreso a las calles de la Villa Nueva. Sólo sobreviviría de este esquena “apartado de los tradicionales” el nombre de Libertad, que hoy lleva la avenida principal de ese sector de la localidad. En el artículo
Gentileza Ester Cañizo
tercero de la mencionada ordenanza 142/84 podemos leer: “establécese la denominación de las calles que comprende ‘Villa Laclau’, conforme con el siguiente ordenamiento: a) paralela a la Ruta Provincial Nro. 76, entre tierras del Aero Club Olavarría y el camino Dr. Juan Rocha Errecart Avda. Santiago Angel Cañizo”. Santiago Angel Cañizo nació en Hinojo el 2 de octubre de 1901. Hijo de Santiago F. Cañizo y Faustina Atienza, contrajo matrimonio con Laura G. Alvarez, con quien tuvo siete hijos. A muy corta edad trabajó como mensajero en el telégrafo de la localidad de Sierra Chica, para más tarde desempeñarse en la Dirección Provincial de Puentes y Caminos, también en Sierra Chica. En mayo de 1933 ingresó en la fábrica Loma Negra, momento a partir del cual iniciará un vínculo con esa comunidad que con los años devendrá en intenso e indisoluble. Fue presidente del Club Social y Deportivo Loma Negra entre 1939 y 1942; también integró la Junta Vecinal Pro Pavimentación del Camino Olavarría - Zona Industrial, la Primera Comisión de Lucha Contra la Tucura y la Junta Vecinal de Villa Laclau. Enrolado inicialmente en las filas del radicalismo, el advenimiento del peronismo lo tendrá integrando sus primeros cuadros apenas el movimiento comenzó a nacer. Cañizo alcanzará la Intendencia de Olavarría, iniciando su mandato el 1 de mayo de 1948, y pasará así a ocupar el lugar de primer intendente peronista elegido por sufragio popular en la historia del Partido. El eje central de su gobierno estuvo constituido por el denominado “Plan Lara”, nombre recibido a raíz de ser de la autoría del senador provincial Oscar Lara. Este plan era un ambicioso proyecto de reorganización municipal y de obras de la más diversa índole a realizarse con el ingreso proveniente de un “impuesto a la piedra” a ser sancionado por el
En la fotografía se observa a Oscar Lara (senador provincial olavarriense), Santiago Cañizo (intendente municipal) y Domingo Mercante (de espaldas), durante una visita de Mercante a Olavarría en 1950. Concejo Deliberante. Luego de un amplio y rico debate, en junio de 1948 este gravamen será aprobado y se constituirá en clave para el desarrollo olavarriense. Ante el reclamo presentado a la Suprema Corte de Justicia de la Provincia por parte del sector afectado, contrarrestado por la destacada defensa del asesor letrado de la Municipalidad, Dr. Julio O. Fassina, se logrará el fallo favorable a la postura de la Comuna y la consecuente validez de la ordenanza municipal. Santiago Cañizo se desempeñaría como intendente hasta marzo de 1951, para luego, intervención a la Comuna mediante, estar a cargo del Ejecutivo municipal en calidad de comisionado hasta abril de 1952, siendo sucedido por el también peronista Alfredo Fernández. La prioridad de la acción del intendente Cañizo estuvo enfocada en las obras de contenido social, predominantemente vinculadas a la salud y la
Imagen aérea de la localidad de Loma Negra de alrededor de la década del 70. Se observa a la fábrica de cemento Loma Negra en plena actividad (en el fondo, en el centro) y los distintos barrios lomanegrenses: la Villa Vieja (atrás a la derecha, arbolada), la Villa Nueva (en el centro) y el Plan VEA (adelante).
educación, y muchas de ellas realizadas en las localidades del interior del Partido. Dentro de un amplio abanico se destacan la primera y segunda etapa del balneario municipal, el hermoseamiento de la Avenida del Valle, la construcción de salas sanitarias en Recalde y Blanca Grande, y la red eléctrica en la zona industrial, entre otras. Finalizado su mandato al frente de la Comuna, Cañizo regresaría a su puesto en Loma Negra hasta su jubilación. Queremos compartir el relato de un suceso que da cuenta del cariz que tiñó el desempeño público de don Santiago. En julio de 1953, el Dr. Julio Oscar Fassina envió una nota a la redacción de El Popular, publicada el día 31 y acompañada de la suma de 500 pesos, cuyos términos transcribimos: “Los abogados tenemos la obligación de no divulgar los asuntos que nos confían; sin embargo en el presente caso de manifiesta injusticia no trepito en ser perjuro. En el año 1950, el Intendente señor Santiago A. Cañizo abonó, autorizado por el Honorable Concejo Deliberante, cuentas que se correspondían a los años 1948 y 1949, bien porque los acreedores demoraron la presentación de sus facturas o porque en 1948 no existían fondos. El Tribunal de Cuentas, pese a que el Sr. Cañizo solicitó una inspección al mismo en abril 2 de 1949 -cuando aún no estaba cerrado el ejercicio 1948- lo ha hecho responsable de tales pagos. Y como el señor Cañizo me ha entrevistado cuando el plazo para recurrir ante la Suprema Corte por nulidad o revisión se encuentra vencido, debe abonar ese importe de dos mil pesos, so pena de ser ejecutado. Como abogado podría aconsejar efectuar el pago bajo protesta, y demandar a la Comuna por reintegro, pues los pagos impugnados fueron realizados en el cumplimiento de obligaciones de un buen intendente; pero como ciudadano ten-
Gentileza Ester Cañizo
Santiago Cañizo ocupó los cargos de intendente municipal entre 1948 y 1951 y de comisionado municipal entre 1951 y 1952. Durante su gestión, en 1948 y el marco del Plan Lara, se aprobó la creación del Impuesto a la Piedra, gravamen a la actividad minera local que fue clave para el desarrollo del partido de Olavarría. go el derecho de evitar una ingratitud hacia el funcionario probo y señalar que debe recurrirse presto en apoyo de aquellos que se sacrificaron en el ejercicio de la función pública cuando vuelven incólumes en su dignidad al llano. Sin zozobras inicio una suscripción para saldar esa deuda con quinientos pesos que le remito, ya que habrá muchos vecinos que compartan mi opinión”. Nos cuenta El Popular en ediciones posteriores que el aporte ciudadano cubrió inmediatamente la suma requerida. La nota publicada por el Dr. Fassina encontró eco en el vecindario, inclusive hubo aportes que fueron rechazados y quienes ofrecieron por sí solos saldar el importe. He aquí el reconocimiento a un vecino que fue señalado por sus propios opositores políticos como el “intendente de las manos limpias”. Santiago Angel Cañizo falleció el 28 de febrero de 1976 a los 74 años de edad. En conversación personal, su nieta Ester nos relató que en oportunidad de dársele el nombre de su abuelo a una calle de la localidad, el delegado municipal Juan Carlos Parini le expresó una frase que en ella adquirió un profundo y sentido significado. Nos cuenta Ester: “Recuerdo que Juan Carlos me dijo ‘es un homenaje a tu abuelo’ ”. Una expresión simple y sencilla, quizá fácil de decir, pero que representa el reconocimiento y la estricta justicia hacia “el intendente de las manos limpias”. Las opiniones, consultas y sugerencias de los lectores pueden enviarse a los correos electrónicos: callesdeolavarria@gmail.com y archivo@elpopular.com.ar, o a El Popular - Vicente López 2626, Olavarría.
EL POPULAR • Ola Olavvarría arría, jueves 24 de diciembre de 2015
Calles de Olavarría... nombres que hablan Marcos Rodríguez
C
on la crónica de hoy culminamos una etapa en esto que hemos dado en llamar “historia de las calles de Olavarría”. Iniciamos el recorrido el 12 de marzo pasado señalando que los cambios en nuestra nomenclatura urbana se han sucedido y las marcas han quedado. Afirmábamos también que hacer este recorrido por los nombres de las calles nos permite adentrarnos en la evolución y transformaciones de la ciudad y en el lugar que ocupan ciertos hechos y personajes, que a veces devienen en una trama sugestiva y enigmática. De una cuadrícula fundacional, la delimitada por los “cuatro bulevares”, cuyas calles recibieron sus nombres allá por 1883 y 1886, la ciudad transitó por una paulatina expansión al son del crecimiento y el desarrollo que el transcurso de las décadas le traía. Los nombres de las calles acompañaron este proceso. Así, calles como Isaías Mendiburu, Celestino Muñoz y Umberto I marcarán ejes de desarrollo de la entonces periferia. Pueblo Nuevo encontrará para 1908 y 1909 todas sus calles bautizadas, a la par de que Olavarría, otrora aldeana, recibía el título de ciudad. La década del 30 será rica en cuanto a imposición de nombres se trata: los barrios Luján, San Vicente y Mariano Moreno verán dar nombres a sus arterias. En este marco, y ya con un “capital” propio, Olavarría comenzará a homenajear a sus hijos, para lo cual las calles adoptarán, muchas de ellas, nombres “locales”. El paso del tiempo implicará a su vez que la vieja numeración de a veinte números por cuadra que la ciudad se diera en el siglo XIX, daría paso a la de cincuenta números por cuadra en 1908, para finalmente fijarse en cien en 1928. En noviembre de 1958, el Concejo Deliberante aprobaría la ordenanza que rige la nomenclatura de las calles de la ciudad en la actualidad. Hasta ese momento, y ya lejos de los tiempos fundacionales, regía un
sistema de triple nombre para una misma arteria y el consiguiente cambio de numeración domiciliaria. Los ejes de cambio tanto en la numeración como en los nombres los constituían los denominados “cuatro bulevares”. La nueva norma unificaría para todo su recorrido el nombre que llevarían las calles y cambiaría la numeración domiciliaria iniciándola en la altura 1000 en las actuales avenidas Alberdi y Avellaneda. La intención fue simplificar y ordenar un sistema de triple denominación implementado a partir de la sucesiva expansión de la planta urbana que se había tornado engorroso y ante el cual numerosas voces se venían alzando en plan de queja. Lo cierto es que en el marco de esta transformación hay nombres que se eliminan y otros que se trasladan. Pareció imperar el ánimo de conservar a las figuras vinculadas al quehacer local sin entrar en la tentación de imponer nombres fruto de la coyuntura política del momento. Los nombres de las calles céntricas se expandieron así sobre toda la traza urbana y figuras locales y/o lo suficientemente lejanas en el tiempo como para no despertar grandes objeciones son reubicadas, denominando arterias que hasta ese momento eran identificadas solamente por su número. En el recorrido iniciado en marzo comenzamos adentrándonos en los nombres de nuestras avenidas, para luego sumergirnos en las figuras locales a las que la ciudad ha querido homenajear, a lo largo del tiempo, dando su nombre a una calle. Definimos a estas figuras como aquellas que desarrollaron gran parte de su accionar y obra en nuestra ciudad. Muchas veces esta acción coincidió con el tramo intermedio de sus vidas, ya que muchas de ellas no iniciaron ni terminaron sus días aquí. Fueron políticos, empresarios, referentes culturales y profesionales. Todos ellos, de algún modo u otro, no han pasado desapercibidos ni a su época ni a
sus conciudadanos que han querido que sus nombres “vistan” nuestras calles. Partimos de 1913 y llegamos a 1955, tres años antes de sancionarse el sistema nomenclador de calles vigente hoy en nuestra ciudad. Así, y en orden cronológico de bautismo, pasaron por estas páginas Isaías Mendiburu (la única desaparecida luego del nuevo ordenamiento de 1958), Celestino Muñoz, Pablo Fassina, Eulalio Aguilar, Manuel Leal, Emilio Cortés, Manuel Canaveri, Juan Angel Moya, Joaquín Pourtalé, Agapito Guisasola, Armando Collinet, Ramón Rendón, Antonio Pelegrino, Camilo Giovaneli, Amparo Castro, Ernesto Merlo, José Luis Torres, Amadeo Grimaldi y Rufino Fal. Cabe recordar que nuestra investigación se centró en las calles ubicadas dentro del perímetro comprendido por las avenidas Avellaneda, De los Trabajadores, Alberdi y Pellegrini. Luego les llegó el turno a las calles con nombres de países y sostuvimos que existe un vínculo histórico entre la imposición de determinados nombres y las colectividades extranjeras con presencia en Olavarría. Por otro lado, algunos sucesos de índole nacional o internacional impactaron de tal manera en la sociedad local que dejaron su marca en el mapa urbano olavarriense. También incursionamos en algunas controversias o dudas con respecto a algunos nombres dados a nuestras calles con el afán no de llegar a respuestas últimas, sino de plantear algunas hipótesis de trabajo. Por último, realizamos un recorrido por las principales localidades de nuestro partido para “rescatar” una calle representativa para la historia y sentir de cada una de ellas. Hemos realizado así un viaje por los nombres de nuestras calles, sus orígenes, sus anécdotas, sus historias. En ellos no sólo descubrimos la historia, tanto la grande como la que empieza por la patria chica, que es la del barrio, donde la calle en que nacimos o vivimos adquiere el significado grande de
lo pequeño, el misterio profundo del sentido de pertenencia, aquello que empieza a definir nuestra identidad. Parientes que conviven momentáneamente y que luego se suceden; arterias con tres nombres, amigos, enemigos, partícipes de batallas que también tienen sus calles, de origen local o exótico, casi todos hombres, políticos, militares, excluidos, reincluidos, reubicados... son algunas de las claves a través de las que se puede leer la historia de los nombres de las calles de nuestra ciudad. Hurgar en las calles “anónimas” es sentirse transportado a otras épocas, vivir a la vez la vida presente y pasada de la ciudad, y ver que han sido rebautizadas bajo la emoción de la muerte de un estadista ilustre o bajo la impresión de un suceso extraordinario sin esperar, a veces, a sobreponernos a la emoción para decretar el homenaje. La finalidad de la nomenclatura es identificar los lugares de forma clara y precisa. Otra es, quizá subsidiaria de la primera, la de rendir homenajes. La posibilidad de errar es siempre alta y siempre se cometerán injusticias por acción o por omisión, ya que indudablemente son muchos más los personajes o hechos merecedores del homenaje que el reducido número de calles con que cuenta la ciudad. En este sentido todos tenemos alguno que consideramos olvidado. Lo cierto es que la ciudad se viste de sus calles y sólo hemos pretendido hacerlas un poco menos anónimas. Luego de una breve pausa, el 2016 nos encontrará desentrañando la historia de las calles de Olavarría. Varios temas han quedado pendientes. Estimados lectores, nos queda mucha “tela para cortar”; aún nos quedan muchas calles por andar...
Fe de erratas 23/04/2015. En uno de los epígrafes se menciona a Carlos Evaristo Uriburu, cuando en realidad debió decir José Evaristo Uriburu. 21/05/2015. En el recuadro “Na-
cimiento del Tiro Federal”, donde dice “a los Collares de Abasto” debió decir “a los Corrales de Abasto”. 02/07/2015. En la volanta, donde se menciona Pourtale debió decir Pourtalé. 09/07/2015. El crédito de la foto del acto de 1921 de la inauguración del busto de Bartolomé Mitre debió decir “Gentileza Biblioteca Popular Armando Collinet”. 17/09/2015. La volanta de la nota debió decir “Varias arterias de la ciudad de Olavarría llevan nombres de países americanos, europeos y asiáticos”. En uno epígrafes, donde dice “Mario E. Alfieri” debió decir “Enrique Mario Alfieri”. 29/10/2015. En uno de los epígrafes se consignó por error que el nombre actual de la calle es “San Martín” cuando en realidad desde 1958, por la Ordenanza 36/58, el nombre es “Libertador General José de San Martín”. 26/11/2015. Donde figura Vezza D’Oglio debió decir Vezza d’Oglio. 03/12/2015. Entre los nombres impuestos a las calles de la localidad de Hinojo por la Ordenanza 1719/93, a propuesta de Ramón Diorio, figura Antonio Colella. En realidad, el nombre de Antonio Colella había sido impuesto en 1988 por la Ordenanza 803/88. A su vez, en el mismo párrafo donde dice “Juana Bastarrica” debió decir “Juana Basterrica”. 10/12/2015. En el párrafo final, donde dice “...brindar un justo homenaje a quieren fueron pioneros” debió decir “...brindar un justo homenaje a quienes fueron pioneros”. 17/12/2015. Donde dice “el delegado municipal Juan Carlos Parini” debió decir “el concejal Juan Carlos Parini, impulsor y autor del proyecto de ordenanza”. Las opiniones, consultas y sugerencias de los lectores pueden enviarse a los correos electrónicos: callesdeolavarria@gmail.com y archivo@elpopular.com.ar, o a El Popular - Vicente López 2626, Olavarría.