EDITORIAL
Michel H. Thibaud Director de Argentina Ambiental
www.argentinambiental.com
¿Cuidamos la Naturaleza?
Nos hacemos esta pregunta desde hace ya un tiempo
Tengamos presente que en la actualidad la Naturaleza
puesto que el avance de la humanidad sobre los eco-
nos da en forma gratuita una serie de bienes y servi-
sistemas es cada vez más veloz. Los científicos nos
cios esenciales. El aire que respiramos, el agua pota-
alertan acerca de la desaparición de especies, la cual
ble que bebemos, los alimentos que cultivamos, etc.,
se está convirtiendo en la sexta extinción masiva. Ade-
todos ellos provienen de la Naturaleza que nos damos
más ya es notorio a nivel mundial que nuestros dese-
el lujo de maltratar.
chos, principalmente plásticos, terminan en sumidero a cielo abierto en nuestros océanos. También es una
Si preguntamos a cualquier persona qué importancia
preocupación mundial el cambio climático que está
tiene la Naturaleza nos va a decir seguramente que es
ocurriendo debido a la inconducta de los humanos.
muy importante. Además en las encuestas públicas siempre cuenta con una valoración alta.
Pero la explicación de este fenómeno antrópico no ha encontrado la respuesta adecuada, hasta ahora. La
Sin embargo, cuando vamos a las acciones prácticas,
humanidad continúa creciendo a tasas importantes sin
esta valoración no se ve reflejada en los hechos. El
tomar en cuenta, hasta ahora, cuál será la conducta fu-
ejemplo más claro lo hemos tenido en los recientes
tura para evitar un colapso de nuestra Naturaleza. Nos
incendios de la Provincia de Corrientes. ¿Por qué no
estamos jugando el futuro de nuestra supervivencia sin
tenemos como país un sistema de control de incendios
tomar conciencia de ello.
adecuado para combatirlos cuando se producen en la Naturaleza? La respuesta es simple: la “Naturaleza no
Para alguno de nosotros esto tiene que ver con la diferen-
es de nadie y no tiene precio”. Quién pierde dinero si
cia entre valor y precio en una economía mundial donde
se quema una casa: el dueño y la compañía de segu-
los beneficios se miden en billetes presentes y los perjui-
ros. Quién pierde si se quema un bosque nativo: nadie
cios no cuentan con una valoración negativa adecuada.
en particular y todos en general.