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REPORTAJE

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FOTO DEL LECTOR

FOTO DEL LECTOR

Pingüinos Adelia en Antártida.

“La naturaleza sana el alma, los que la fotografiamos ya lo sabemos, falta acercar a otros a esta experiencia”.

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Andel Paulmann

@andelpaulmann

ANDEL PAULMANN

¿Hace cuánto te iniciaste en fotografía de naturaleza y cómo fueron tus comienzos?

Recuerdo haber fotografiado aves con mucha dedicación durante una estadía en Alemania a los 11 años, pero mi experiencia más concreta de fotografía de naturaleza se dio cuando yo tenía unos 23 años y acompañé a unos forestales alemanes y al profesor Herbert Siebert de la Universidad Austral de Chile a recorrer bosques nativos en la Región de los Ríos. Me interesaba aprender más sobre los bosques, así que llevaba un cuaderno donde anotaba todo, una cámara y un trípode. Había aprendido fotografía durante la carrera de diseño en la Universidad Católica de Chile y en esos días soñaba con hacer un libro sobre los bosques nativos, para crear consciencia sobre todas las maravillosas especies que forman parte de éstos.

¿Crees que tus estudios en diseño, se ven influenciados / reflejados en tu trabajo como fotógrafa?

Estudié diseño porque no me atreví a plantearle a mis padres que deseaba estudiar arte, pero tomaba ramos electivos de arte y pasé muchos años combinando ambas formaciones. Creo que tanto el arte como el diseño han influenciado mi fotografía.

¿Qué porcentaje de pasión, paciencia y técnica consideras que tienen tus imágenes?

Es difícil asignarle un porcentaje a tres pilares fundamentales en mi trabajo, pero creo que lo que más me distingue son la pasión, la paciencia y la perseverancia.

¿Con qué tipo de fotografía te identificas más?

Con la fotografía de paisajes en su sentido más amplio, desde lo más pequeño a lo más grande, tanto de día como de noche. Creo que he ido aprendiendo a leerlos y captarlos cada vez mejor. Siento que debo mostrarlos para ayudar a generar consciencia sobre la necesidad de preservarlos y también para llevarlos a las personas que no tienen la oportunidad de vivirlos tan de cerca como yo lo he hecho estos años. La naturaleza sana el alma, los que la fotografiamos ya lo sabemos, falta acercar a otros a la experiencia. Así además la amarán y sentirán propio el deseo de cuidarla.

¿Tenes una fotografía preferida? ¿Cuál es y por qué?

Me he dado cuenta de que mis

fotografías preferidas son las que se dieron conectando profundamente con el entorno, generalmente en situaciones extremas. Creo que mi favorita es la de una tormenta de nieve en un parque nacional solitario durante el invierno. Sólo se vislumbra la hermosa fisonomía de un árbol nativo y el resto del paisaje apenas se insinúa. Me gusta porque me fascina el silencio y este es parte esencial de los paisajes nevados.

¿En tus viajes fotográficos, vas sola o en compañía?

He hecho viajes memorables sola. Los más significativos fueron uno recorriendo el sur durante el invierno (de ese viaje es la foto que acabo de mencionar) y otro recorriendo el desierto completamente sola en un auto pequeño durante días. Estando sola me puedo conectar profundamente

Tormenta de nieve en Tolhuaca. Aconcagua y luna.

Fitz Roy.

Gorila de montaña. Selva de Bwindi (Uganda).

Nikon D500 - 200-500 mm. f/7.1 - 1/250 - ISO 4000.

Colorado, Chile.

Aguila Harpía (Jujuy).

Nikon D5 - 600 mm + TC 1.4x f/5.6 - 1/1250 - ISO 2500.

Alto Maipo.

Maitén en Región de los Ríos, Chile.

con la naturaleza y vivirla intensamente. Pero siempre conlleva un riesgo. Lo ideal es encontrar compañeros que resistan fotografiar como uno, el frío, la lluvia, la nieve y las largas caminatas. En mi viaje al sur a varias salidas me acompañó un primo y fue excelente compañía, resistiendo todas las inclemencias del invierno y ayudándome a cargar el trípode o sostener el paraguas.

También me gusta llevar a mis seres queridos, esperando que sean felices disfrutando la naturaleza.

Lo mismo me pasa al guiar grupos de fotógrafos, me encanta enseñarles a fotografiar, pero también deseo que logren conectar y emocionarse con cada pequeña sorpresa que brindan estas experiencias en la naturaleza.

“Para mí es importante generar emociones similares a las que sentí estando en el lugar”

salís de viaje?

Algo para llevar un registro escrito, un diario, cuaderno o las notas del teléfono. Me gusta escribir, tanto en prosa como poemas, pero también anotar todo tipo de información que considero importante.

¿Sos de quienes piensan previamente la foto que quiere lograr, o dejás que la naturaleza te sorprenda en cada salida?

Soy más de aventurarme a que la naturaleza me sorprenda. Me permite ir más despierta, sin ideas preconcebidas. Y me siento más Nahuel buta. libre así. Cada escena que hemos observado igual nos brinda un aprendizaje que desarrolla nuestra habilidad de visualizar fotografías.

¿Cómo manejas tu flujo de trabajo? (planificación, ejecución, revelado)

A veces son salidas improvisadas, pero a menudo visualizo lugares a los que quisiera viajar y de alguna forma surgen oportunidades. Una vez que veo la posibilidad comienzo la planificación, de alguna forma siento que si surgió esa oportunidad es importante

que yo vaya a ese lugar, siempre conlleva aprendizaje. Planifico bien lo que voy a necesitar estando allá. El revelado lo dejo casi siempre para el regreso, cuando esté en casa con mis hijas, acompañada de buena música que me permita volver a conectar con la experiencia.

¿Cuál es tu límite en la edición?

No me gusta agregar cosas, no estoy de acuerdo con colocar cielos de otras escenas. Siento que debemos trabajar con lo que había en el lugar en ese momento. Para mí es importante generar emociones similares a las que sentí estando en el lugar, avanzo en esa dirección. La fotografía es una forma de comunicación, de expresarnos. Me parece importante que se note algo de nosotros en la imagen.

¿Cuál de todos los países que has recorrido, te ha dejado esa experiencia que no olvidaras en tu vida… y cuál fue esa experiencia?

Cada viaje a otro país ha resultado ser una revelación en cuanto a vivir la naturaleza o ver cómo se valora la naturaleza en esos lugares. La naturaleza no reconoce fronteras ni países, viajar a otros países me ha permitido ver que es una misma tierra. Conocer la naturaleza de una región nos permite comprender también mejor la vida silvestre de todo el planeta.

Mi viaje a Laponia en el 2017 fue el más extremo de mi vida y vivirlo me permitió sanar y dejar atrás años de tristezas. Los paisajes de Laponia son parte de mí desde entonces.

Un viaje maravilloso a Tasmania el año pasado me permitió vivir una naturaleza salvaje detenida Conguillío, Chile.

en el tiempo y el contacto muy cercano con una fauna conmovedora, aún tengo grabada nuestra salida de noche de un parque nacional rodeados de decenas de animalitos que no huían.

¿Alguna vez dejaste de realizar una fotografía por disfrutar del momento?

Sí, es algo que al principio me parecía imposible, pero vivir intensamente la naturaleza nos hace valorar especialmente lo intangible e invisible por sobre lo material, las experiencias por sobre los registros, la conexión con nuestra alma y con la naturaleza por sobre los logros materiales. Lo que me impulsa a fotografiar es mi deseo de compartir lo vivido, además de una necesidad que siento de llevar registro. Alguna vez leí que no narrar una experiencia es traicionarla y la fotografía es una forma de narrar esas ex

Monjes Blancos.

Aurora boreal, Finlandia.

periencias sublimes que abundan en contacto con la naturaleza.

A tu parecer, ¿qué hace que una fotografía sobresalga del resto?

Que genere emociones en el espectador, despierte el interés por lo fotografiado, que tenga un sello personal del fotógrafo o que nos sorprenda de alguna forma en este mar inmenso de imágenes a las que está expuesta gran parte de la humanidad actual.

¿Cuáles son los elementos que más te interesan al elegir un destino para ir a fotografiar?

Que exista naturaleza virgen o poco intervenida (parques nacionales o rincones más aislados del planeta) y que no sea visitado por un exceso de turistas. Y que ojalá sea seguro como para andar con equipo fotográfico (aprendí a disfrutar eso especialmente en Australia y los países nórdicos).

“Alguna vez leí que no narrar una experiencia es traicionarla y la fotografía es una forma de narrar esas experiencias...”

¿Si sólo pudieras tomar una cámara y un lente para salir al campo, cuál sería?

La Canon 5D Mark IV y probablemente el Canon 16-35 2,8. Hoy en día disfruto igual el 100-400 y el macro de 100, así que la verdad sería una decisión extremadamente difícil. A trekkings muy largos suelo llevar el 16-35 y el macro de 100. En desiertos o desde una embarcación prefiero el 24-70 2.8 y el 100-400. Cortacorrientes.

que no deberían dejar de visitar para fotografiar paisajes?

Atacama y Torres del Paine, idealmente en temporada baja y tan pronto se pueda viajar de nuevo, antes de que lleguen masas de turistas.

Chile al ser un país tan largo, tiene paisajes muy variados. Toda la Patagonia chilena es bellísima y hay menos turistas. La cordillera a lo largo de todo Chile ofrece fondos espectaculares con cumbres y volcanes conmovedores que pueden ser acompañados por lagos, lagunas y ríos.

Corralco.

Antártida.

¿Qué cosa consideras que nunca hay que hacer en fotografía de paisaje?

Afectar la naturaleza del lugar, dejar basura, contaminar de alguna forma (me decepciona especialmente ver colillas de cigarrillo,

Maitén. latas de cerveza o botellas).

En los cursos que dictas de fotografía, ¿cuál consideras que es el mensaje más importante que les dejas a tus alumnos?

Espero que sientan intensamente, que vivan la naturaleza estando despiertos, con el alma abierta. Que se esfuercen, que perseveren. Que reflexionen sobre qué paisajes los emocionan y con qué elementos del paisaje conectan, que no olviden que a través del paisaje se están comunicando ellos mismos. Que sientan que el paisaje está vivo y que aprendan a percibir los árboles, las rocas, cada especie o elemento que es parte del paisaje.

¿En qué proyectos estás trabajando?

Este año comenzábamos un emprendimiento junto a un amigo médico y montañista (Claudio Fierro Neudörfer) para llevar grupos a fotografiar y vivir la naturaleza, eso quedó en suspenso por ahora, ya que mi amigo está ayudando a salvar vidas a cargo de una UCI Covid.

Por mi lado estoy dando clases online de fotografía de paisajes y ha sido una experiencia maravillosa que me ha alegrado los más de 100 días que llevo en cuarentena.

En paralelo estoy trabajando en dos futuros libros, recopilando fotografías y textos. Como tengo que combinar eso con todas las tareas domésticas tomará tiempo, pero es algo que me tiene muy

motivada 

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