Portfolio

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PORTFOLIO Arianne Sodero Calvet

-2014 –


1. El Compulsivo



TEXTO Dos cosas me ocupan la mente. Dos cosas que me atraviesan de pies a cabeza. Ella y él. Porque todo está atravesado por ella, porque finalmente todo se trata de ella, porque no puedo avanzar más allá de ella. Él está muerto pero vive en todos. Me permito ser religiosa solo para ser hereje y poder decir no. Ella y él ya no tienen rostro, ni historia ni verdad. Todo se perdió con los años. Solo quedan sus versiones conmigo.

GUIA DE ANALISIS DEL COMPULSIVO 1- ¿Qué quiero comunicar como autor? Que una persona (o un personaje) no es un ente que piensa, habla, actúa independientemente de su contexto, del otro. Que las cosas que suceden en la vida no son actos aislados e independientes, que hay algo que las determina y que ese algo se expresa de diversas maneras. Que se puede vivir toda la vida cargando eso en las espaldas, o no. 2Tema: el destino Premisa: Conocer lo que determina las acciones, lleva a la posibilidad de cambiar las reglas del juego.


DEVOLUCION DEL COMPULSIVO Arianne: Sin duda “el psicoanálisis roza el palo del arco”, es cierto se algo de tu conato re3ferencial; ahora y por sobre todo, olvidando este detalle, vamos al material en si mismo: Si hay algo para demarcar como núcleo son verbos, verbos como mandatos: me atraviesan / no puedo avanzar más allá de ella. / todo está atravesado/ Y un fuete reclamo: Ella y él como obstáculo para avanzar. Ahora un no rostro ya es una imagen de rostro, un muerto o una religiosa son imágenes. Herejía conlleva acciones de resistencia, lograr decir no haber luchado o estar en lucha. Lo perdido son imágenes que deberán borrarse de desearlo. Las versiones son variaciones posibles de una misma obsesión. Creo que al poner esto en acciones e imágenes va a permitir elegir cargar con el bulto o desembarazarse de él y claro, lucha, replanteo, complicaciones…cuando hay dilema hay que optar y eso ya es conflicto.¿ Cómo es vivir atravesado por otros? ¿Es posible? ¿Qué puede provocar el quiebre? ¿Se puede vivir luego de tal ruptura? ¿Es imperioso? ¿Es posible vivir el disenso como acto de religiosidad de la que se intenta huír? Hay Arianne algo muy potente sin duda, hay que revisar esto con “coraje” y distanciamiento”… Después de todo… “Cómo no pedir a un lector que entregue su alma cuando escribo desde mis vísceras” A. Castillo Buen trabajo para ficcionalizar en un argumento contundente porque hay un personaje en pugna.


BITÁCORA DEL COMPULSIVO Fue el primer trabajo, de la primera clase, de la primera semana de escuela. Fue la presentación de mis compañeros de carrera. Estábamos los diez. De repente la hoja en blanco y el pseudo estado de hipnosis en que nos puso Jota. Decirlo todo desde lo más profundo, con la honestidad más honesta de todas. Volcar sobre la hoja en blanco. Recuerdo que la consigna era entregarse y yo me entregué. Pensaba que el trabajo del año iba a consistir en componer metáforas con lo que de ahí quedara. Que el texto sería un crudo, a modo de diario íntimo. Personalísimo. Un lugar a donde consultar cuando los motivos titubeen. Luego pasarlo al compañero de al lado y entender que lo que uno interpreta, en este caso la consigna, puede ser (y va a ser) interpretado de manera distinta por el otro. Recuerdo también que me dio un poco de vergüenza abrir una parte tan personal al compañero, como que si volviese el tiempo atrás quizás hubiese escrito lo mismo, pero diferente.


2. Yo soy


TEXTO ESCRITO EN CLASE Arianne, 30 años. Nació en Salta, junto a la democracia

y en el seno de una familia católica y

conservadora. Se mudó a Buenos Aires para crecer, estudiar y vivir. Pasó por Belgrano, Congreso, la UBA, Palermo, Almagro y varios trabajos administrativos. Es psicóloga y aspira a aprender a escribir guiones.


PRIMERA ENTREGA Salta, Argentina, 1983. Nace A., en el contexto de un país que comienza a vivir en democracia. Es la cuarta hija mujer de una familia conservadora de provincia. Vive con una madre que deja vacío el lugar de lo maternal, del cariño y de la ternura. Lugar que felizmente ocupan otras dos figuras: I., una tía que le teje suéteres de lana, que la lleva los sábados a misa y después a tomar el té a la plaza principal, que tiene todos los discos de Sandro y que espera ansiosa los espectáculos de teatro revista que vienen de la capital para comprar las mejores localidades; y N., una empleada doméstica que cocina todas las comidas de la infancia de A., que la ayuda con las tareas de la escuela, se preocupa cuando A. tiene fiebre y se alegra cuando A. se le caen los dientes de leche. N. es quien construye en el imaginario de A. la figura del Ratón Pérez y de los Reyes Magos. En la infancia de A., aparece un padre que subraya una y otra vez el triunfo de Alfonsín, en un relato repetitivo y entusiasta del día de las elecciones. Relato que tiñe los primeros años de vida de A. con una pátina de alegría y paz. La idea de una guerra que termina y un gobierno democrático que comienza, aporta el hilo con el que A. comienza a tejer la trama de su historia. El padre de A. es un hombre de ideales tibios, confusos y contradictorios. Puede apoyar un golpe de estado y festejar la democracia. Un padre que no trabaja, que nunca trabajó porque las rentas que le dejó su padre, el abuelo de A., le permiten vivir una vida holgada. Vivir sin trabajar es el texto de la historia del padre de A., un texto que firma pagando el costo de una vida sin necesidades y al mismo tiempo sin deseos, sin preguntas, sin inquietudes ni proyectos. Una vida aplastada que transcurre dentro de los muros de la casa materna, la casa de la abuela de A. Por fuera de estos muros quedan sus cuatro hijas y su ex mujer. A. siente por su padre el cariño más profundo, aunque un cariño sin admiración ni respeto. Lo ama y no sabe por qué. Aparece también en la vida de A., un primo de la misma edad: R. Con espíritu de científicos, entre juegos y salidas en bicicleta, ambos comienzan a investigar el mundo. La adolescencia de A. transcurre en los años ’90, marcada por un colegio secundario de Opus Dei al que sus padres deciden mandarla, a pesar de no formar parte del grupo católico de extrema derecha. La familia de A. es católica, pero no tan


católica. La razón por la que eligen educar a sus hijas en esa institución es porque goza de cierta reputación y representa a una clase a la que creen pertenecer. De alguna forma el desenfreno de la época acompaña y al mismo tiempo contrasta con el paisaje que habita A. en la secundaria, rodeada de los excesos y obscenidades de un grupo de estudiantes que considera natural vivir una vida de lujos y hacer ayuno los fines de semana, respetando lo aprendido en los retiros espirituales del colegio. Poco a poco el sentimiento de no-pertenencia comienza a despertar en A. y a armar una tímida pero horadante diferencia. En este tiempo sucede X. en la vida de A.: una profesora que da el consejo preciso en el momento indicado. La palabra que echa luz y señala dónde está la puerta. Para A. abrir esa puerta significará el trabajo de varios años, atravesarla le llevará unos cuantos esfuerzos más. Sucede también el discurso menemista y un padre favorecido económicamente que apoya con fervor el potencial desastre. A. escucha atentamente cada palabra de su padre, como si intentara agarrarse de lo único en que advierte una chispa de vitalidad en una vida sin vida. El padre de A. se entusiasma tanto cuando habla de política que le brillan los ojos. A. se refleja en ese brillo y no le importa el contenido de lo que su padre dice, lo que le importa es que su padre dice algo y con ese sonido rompe el silencio en el que lleva sumergido varios años. La vida universitaria de A. transcurre en la primera década del nuevo milenio. En Buenos Aires; Belgrano, Congreso, Palermo, la UBA, Almagro y un trabajo de operadora de Call Center. Algo se quiebra; aparece el psicoanálisis y el deseo de saber. Los amigos que conoce son el nuevo discurso en el que A. crece y en el que encuentra el espacio más amable de su vida. Mientras A. procesa el dolor por la distancia real y simbólica con Salta, fallece R. en un accidente de tránsito.

Con el

duelo por la muerte de su amigo, se profundiza en A. el sentimiento de haber perdido una parte de su infancia. Transcurre un tiempo en el que A. ya tiene la edad suficiente para votar y elegir un gobernante en elecciones presidenciales democráticas, lo que acentúa una diferencia ideológica con su padre y lleva a preferir solo compartir con él una comida, una charla sobre el vino y sobre el punto exacto de cocción de la carne.


DEVOLUCION DEL YO SOY Arianne: Sin dudas, aunque nos quedemos con iniciales de nombres, hay aquí un relato de vida, muestra muy bien narrado, de una impecable claridad narrativa, la “vida de A “desde una visión totalmente interpretativa del estado y ser de los otros en tanto ella. Planteo de entorno, un padre (que daría un personaje extraordinario, un vínculo ahora limitado a la trivialidad. Pero aparece N para descubrir el mundo , X , una profesora que da la data precisa paa que A se ponga en marcha ¿Cuál? Ante la puerta señalada y el trabajo de muchos años, y amigos y la puerta por abrir… Vemos todo esto es una sinopsis del Story line narrado en 5 renglones. Ahora bien dije: - Tomar algunos o todos los elementos que sirvieron para presentarse y construir un personaje que puesto en una situación – a modo de cuento, dé cuenta de un “YO souy” trasponiendo mi yo, elementos míos en un ë (personaje) en un x situación, que siendo Ël parecido a mí y criado en mi contexto, ante esa situación actuaría de un modo particular y coherente a mí. Arianne, el trabajo es un gran material para trabajar – sobre todo por su claridad y porque aparecen delineados desde –tu postura -, los vínculos y las relaciones familiares. Lo que se te hace antagónico desde lo ideológico no está puesto en acción. Si hay tías que hacían de mamá y te tejían suéteres pero, - Vive con una madre que deja vacío el lugar de lo maternal, del cariño y de la ternura – por poner solo un ejemplo ya que todo el relato es así; ya esa frase sola lleva a que en acciones tenga un personaje: madre, una actitud (deja vacio un lugar- poco afecto-), trae conflicto para A, ¿pero como vemos todo eso? En sólo esa frase ya habría contenido para una película. Vamos ir aprendiendo – no desesperes – a “deconstruir”, la realidad (Derrida). Si la ficción tratase de igualar la vida, no habría más que una burda y corrida fotocopia. La taréa es bucear, perderse en estas tías, en estos suéteres, en ese padre ocioso que vive sin trabajar holgadamente, en que lleva a A a tomar un giro importante, a que pasa tras ese giro en torno a todos estos personajes….en síntesis. “reelaborar creativamente la realidad para crear un nuevo “verosímil” ficcional, un universo que al alejarse de lo “real” tome otro “orden real y otra dimensión”. Macondo no está en el mapa , pero su verosímil “es que siempre llueve en Macondo”. Un mundo que trascienda el nuestro para convertirse en acto comunicacional con otro que pueda identificarse y creer en su existencia .

Muy buen trabajo para trabajar ¿Se entiende? De todas maneras

importante para conversar en clase. Aportará mucho a todos – y a mí para continuar con la concatenación de temas –


SEGUNDA ENTREGA Es sábado y la semana se amontona, día por día, en los platos sin lavar de la cocina, en la montaña de ropa colgada en las sillas, en las medias esparcidas por el piso. A. se despierta y va a la cocina. Como si se tratase de un ritual, prende la hornalla y acerca las manos al fuego mientras el agua hierve. La estufa no funciona y las hornallas son la única fuente de calor en aquél departamentito de Almagro. En la mesa del living despeja el espacio justo y necesario para apoyar la taza y el diario, ni un centímetro más. A. se dispone a revolver el líquido negro de la taza cuando la sorprende el timbre de la puerta. En puntas de pie se acerca y observa por la mirilla. Ahí lo ve. Un hombre color naranja zanahoria, deformado por el cristal del visor, está parado en el umbral de su casa tocando el timbre. A velocidad de rayo, A. agarra la pila de cosas y las arroja al cuarto, esconde los restos de la noche anterior, abre las ventanas y ventila la resaca del viernes, echa desodorante de ambientes y, en pijamas, abre la puerta. A.- Hola pa… qué haces por acá? Qué sorpresa, no te esperaba. Miami-Buenos Aires- Salta. Se atrasó el vuelo y el horario de partida está previsto para la noche. El padre de A. no previó la demora y el invierno del hemisferio sur se le echó encima sin escalas. Tirita de frío; el poco abrigo que tiene quedó en la valija, en la bodega del avión. Tampoco previó la estufa rota. Toman un café, agotan los temas triviales. El silencio comienza a sentirse incómodo, el aire helado los envuelve. P. – No puedo entender que no hayas arreglado la estufa. Es inconcebible ¿Un suéter no tendrías? A. – Son todos chicos. Si queres te doy una frazada. P.- No, dejá. El padre enciende el televisor y hace zapping. Cada tanto una ráfaga de viento se filtra por los burletes de las ventanas y se lleva el poco aire tibio de la sala. El padre detiene el zapping en un episodio de MacGyver doblado al español. La estufa apagada equivale a un mueble tosco en donde se apoyan los ceniceros y los souvenires de bautismos.


A.- ¿Te fijas si la podes arreglar? Seguro es una pavada. P.- No, llamá a alguien el lunes, sin falta. Acostumbrada a estas respuestas de su padre, A. se levanta de la mesa. El padre se sienta en el sillón. A. busca una caja de herramientas. El padre enciende un cigarrillo y tose. A. recuerda haber escuchado que en ese modelo de estufas con tiro balanceado las palomas suelen hacer nidos y tapan así el conducto de gas. Con una aguja de tejer, intenta destapar el conducto. La fricción que hace llena el living de polvo. P.- Dejate de joder y llamá a alguien que sepa, haceme el favor. A. fricciona con más energía el conducto, el ruido metálico se mezcla con la música del televisor. El padre sube el volumen. A. presiona el botón de magiclick una, dos, tres veces. No funciona. El padre tose. A. saca la tapa de la estufa para estudiar con más claridad el mecanismo. El padre la mira, suspira y ese suspiro hace eco en el pecho de A. y retumba en el hueco del estómago. A. mira al padre sentado en el sillón, con el control remoto en la mano y la única intensión de hacer tiempo para tomar el próximo vuelo. El padre mira la tele. A. enciende la válvula de gas para probar si funciona. El inconfundible ruido de fuga de gas y el olor indica que efectivamente funciona. La pone al máximo. El gas se escapa y A. lo deja escapar. Mira el encendedor que tiene a mano. Escucha la tos del padre. Sube un poco más el gas. En la tele comienza un documental sobre el inicio de las democracias en los países latinoamericanos, Alfonsín habla en el balcón de la Casa Rosada. P. - ¿Te conté como fue que ganó? Porque no es lo mismo verlo ahora que vivirlo. Vos recién habías nacido… fuimos a votar con… A. mira las imágenes en blanco y negro a través del brillo de los ojos del padre. La voz del padre se funde con la del relator de la tele. A. apaga la válvula. Acomoda la tapa de la estufa y va al cuarto. Vuelve con una frazada. Se sienta en el sillón con el padre y lo tapa. Se tapa también. Los dos se quedan mirando la tele.


DEVOLUCION DEL YO SOY (2DA ENTREGA) Es sábado y la semana se amontona, día por día, en los platos sin lavar de la cocina, en la montaña de ropa colgada en las sillas, en las medias esparcidas por el piso. A. se despierta y va a la cocina. Como si se tratase de un ritual, ESTO DEMANDA CIERTA REPETICIÓN , ES DECIR COMO UN RITUAL ES HABER VISTO REPETIDAS VECES QUE : se frota las manos, encuentra sin mirar donde están los fósforos, tiene separados los fósforos usados de los sin uso, toma uno, lo saca del fondo con

cuidado, ningún otro fósforo se desborda,

lo

enciende, abre la perilla del gas, la hornalla resopla y se enciende , pasa de un amarillo rojizo a un parejo azul cian; se lo queda mirando un tiempo, baja la intensidad de la hornada , se refriega las manos a centímetros de la hornalla al mínimo, retira sus manos, sube la intensidad del fuego, pone la pava con agua y se queda allí ahora con las manos ahuecadas en torno a la pava hasta que esa ronronea en su interior. El agua está a punto de ebullición. (A modo de ejemplo) prende la hornalla y acerca las manos al fuego mientras el agua hierve. La estufa no funciona y las hornallas son la única fuente de calor en aquél departamentito de Almagro. En la mesa del living despeja el espacio justo y necesario para apoyar la taza y el diario, ni un centímetro más. A. se dispone a revolver el líquido negro de la taza cuando la sorprende el timbre de la puerta. En puntas de pie se acerca y observa por la mirilla. Ahí lo ve. Un hombre color naranja zanahoria, deformado por el cristal del visor, está parado en el umbral de su casa tocando el timbre. A velocidad de rayo, A. agarra la pila de cosas y las arroja al cuarto, esconde los restos de la noche anterior, abre las ventanas y ventila la resaca del viernes, echa desodorante de ambientes y, en pijamas, abre la puerta. A.- Hola pa… qué haces por acá? Qué sorpresa, no te esperaba. Miami-Buenos Aires- Salta. Se atrasó el vuelo y el horario de partida está previsto para la noche. El padre de A. no previó la demora y el invierno del hemisferio sur se le echó encima sin escalas. Tirita de frío; el poco abrigo que tiene quedó en la valija, en la bodega del avión.


SUBRAYO ESTO NO POR LOS LÓGICOS TIEMPOS EN PASADO, SINO PORQUE ESTO SE HACE INTERPRETATIVO DESDE A: “el invierno del hemisferio sur se le echó encima sin escalas” MUY POÉTICO PERO ES UNA ENUNCIACIÓN INFILMABLE. ES CIERTO DIJE ESCRIBAN HASA CON METÁFORAS; PRECISAMENTE LA IDEA ES QUE EMPIECEN A DIFERENCIAR LO DRAMÁTICO DE LO LITERARIO. LA DRMATURGIA ESTÁ PENSADA PARA LA REPRESENTACIÓN. Tampoco previó la estufa rota. Toman un café, agotan los temas triviales. El silencio comienza a sentirse incómodo, el aire helado los envuelve. ¿QUÉ SON TEMAS TRIVIALES, CÒMO SE VEN LOS SILENCIOS INCÓMODOS? P. – No puedo entender que no hayas arreglado la estufa. Es inconcebible ¿Un suéter no tendrías? A. – Son todos chicos. Si queres te doy una frazada. P.- No, dejá. El padre enciende el televisor y hace zapping. Cada tanto una ráfaga de viento se filtra por los burletes de las ventanas y se lleva el poco aire tibio de la sala. El padre detiene el zapping en un episodio de MacGyver doblado al español. La estufa apagada equivale a un mueble tosco en donde se apoyan los ceniceros y los souvenires de bautismos. A.- ¿Te fijas si la podes arreglar? Seguro es una pavada. P.- No, llamá a alguien el lunes, sin falta. Acostumbrada a estas respuestas de su padre, (como lo sabemos ¿?)A. se levanta de la mesa. El padre se sienta en el sillón. A. busca una caja de herramientas. El padre enciende un cigarrillo y tose. A. recuerda haber escuchado (frase verbal imposible, implica movimiento, implica el decir de otro, implica retener que eso que le han dicho, etc) “recuerda haber escuchado” es casi un flasback o un diálogo. que en ese modelo de estufas con tiro balanceado las palomas suelen hacer nidos y tapan así el conducto de gas. Con una aguja de tejer, intenta destapar el conducto. La fricción que hace llena el living de polvo. P.- Dejate de joder y llamá a alguien que sepa, haceme el favor.


A. fricciona con más energía el conducto, el ruido metálico se mezcla con la música del televisor. El padre sube el volumen. A. presiona el botón de magiclick una, dos, tres veces. No funciona. El padre tose. A. saca la tapa de la estufa para estudiar con más claridad el mecanismo. El padre la mira, suspira y ese suspiro hace eco en el pecho de A. y retumba en el hueco del estómago. A. mira al padre sentado en el sillón, con el control remoto en la mano y la única intensión de hacer tiempo para tomar el próximo vuelo. El padre mira la tele. A. enciende la válvula de gas para probar si funciona. El inconfundible ruido de fuga de gas y el olor indica que efectivamente funciona. La pone al máximo. El gas se escapa y A. lo deja escapar. Mira el encendedor que tiene a mano. Escucha la tos del padre. Sube un poco más el gas. En la tele comienza un documental sobre el inicio de las democracias en los países latinoamericanos, Alfonsín habla en el balcón de la Casa Rosada. P. - ¿Te conté como fue que ganó? Porque no es lo mismo verlo ahora que vivirlo. Vos recién habías nacido… fuimos a votar con… A. mira las imágenes en blanco y negro ( si se trata de estar viendo a Alfonsín , ya teníamos tele a color) a través del brillo de los ojos del padre. La voz del padre se funde con la del relator de la tele. A. apaga la válvula. Acomoda la tapa de la estufa y va al cuarto. Vuelve con una frazada. Se sienta en el sillón con el padre y lo tapa. Se tapa también. Los dos se quedan mirando la tele. Arianne: más allá de lo subrayado y aclarado en rojo, ahora vamos a una cuestión de fondo, sino me voy a parecer a la bruja Saldivar que me descontaba cincuenta centavos por cada acento que faltaba,

de todos modos estas acotaciones debo

hacerlas de entrada para que fijen cuales son los recursos válidos de este oficio. LAS ACCIONES. El cine no define y con mucha alegoría, montaje ideológico y buenos diálogos puede “interpretar” algo del mundo en boca de sus personajes o sembrar una visión autoral; pero hasta la misma interpretación es del público. Obviamente ya no es un currículum vitae narrativo. Hay una situación de rutina que se ve alterada por un timbre

que suena y la llegada inesperada de un padre

irrumpiendo una cas donde el frío se cuela por cuanta hendija haya. Un padre que tiene demora en un vuelo y cierta incomodidad entre padre e hija. Sin embargo esa hija da cuenta que no quiere que vea su desorden, le busca abrigo y


cuando solicita vea si puede arreglar la estufa contesta con un llamá a alguien “que sepa” mira el televisor, poco registro de su hija; allí ella pareciese que necesitase tener a alguien – (su padre) para demostrar que es hábil, logra arreglar la estufa, de lo único que parece poder hablar era de política y luego el silencio ante el silencio de la otra parte. Terminan cada uno envuelto en una frazada. El Spoiller de contar lo mismo en una sinopsis, tiene su intencionalidad, ahora tenemos una punta de Iceberg, la pregunta es como llevaría esto sin interpretaciones para que sea potente dramáticamente. Sin duda el recorte elegido es la relación vincular padre – hija. Un vínculo casi roto o casi inexistente (que debe verse más en acciones y algún diálogo punzante y gélido como el ambiente) que se mantiene por una necesidad externa. (retraso del avión). Necesidad de demostrar que no todo se compra y que puede arreglar algo, de lo que el padre ni se inmuta – incluso critica – para terminar separados cada uno en la burbuja de una frazada ante el televisor. La situación es interesante, pero nada estalla – puede que se prefiera así - pero da para un conflicto más evidente, una tenue confrontación… Hemos encontrado la punta que esconde sin dudas lo más “sumergido”, pero a la “punta le falta brillo o filo” debe punzar para que “choquemos con lo terrible de lo sumergido. De todos modos comprendido y claro el trabajo. Bien!!! Bso Juanjo


BITACORA DEL YO SOY Sin dudas fue el ejercicio que más me costó hacer. ¿Quién soy yo? ¿Qué digo para presentarME? Y ese “me”, me complicó la existencia… y el trabajo, por supuesto. No lo entendía. Uno, dos intentos y ese “ME” estaba pegado con cemento. Los sucesos más importantes de mi vida, fue la primera opción. No. Todo mal. Después vino un tímido y hasta vergonzoso intento de metáfora, pero seguía tratándose de presentarme. A mi. Mi vida, mis cosas, mis traumas. Todo mal, de nuevo. Segundo intento fallido. Disconforme con el texto escrito, me quedé pensando varios días… ¿Por qué no entiendo esta consigna? ¿Qué falla? Con la capa hecha un trapo, fui a clases. Jota hablo de Borges y de la bruja. Y entendí que “yo soy” no es más que “Yo soy… otro”, y que si bien ese “otro” siempre tiene que ver con “el otro”, para hablar de eso, está la bruja. Para hablar del otro alcanza con agarrarse de una palabra y hacer de esa sola palabra la columna vertebral del relato. Creo que el ejercicio me sirvió para resolver las consignas posteriores.

3. Story Line


TEXTO


Ella es la única sobreviviente en el mundo sola en su habitación. Apenas un catre y una ventana hacia la nada. Alguien golpea la puerta. A través del marco de la ventana de un décimo piso se ve una ciudad a la hora del anochecer. Al fondo se distingue la torre Eiffel. No se escuchan ruidos. En el vidrio de la hoja de la ventana aparece el reflejo de una mujer que mira la ciudad. La luz del día comienza a perderse y las luces de la ciudad no se encienden. La torre Eiffel poco a poco se pierde de vista a lo lejos, no se encienden las luces de la Torre, ni las luces de las calles de la ciudad, ni las luces de los edificios, ni de los comercios. El silencio es absoluto. El reflejo de la mujer que mira por la ventana desaparece poco a poco, a medida que llega la noche y la luz del sol se atenúa. Finalmente se apaga el último rayo de luz y el reflejo de la mujer se pierde en la profunda oscuridad del mundo. Todo se convierte en el silencio más insondable de la noche absoluta. Alguien golpea la puerta y el sonido de los golpes retumba en toda la ciudad, en todo el mundo, en todo el universo, como si fuesen las pisadas de un animal inmenso. De nuevo el silencio más absoluto en la noche que no permite ver nada. Solo se escuchan los ruidos, que por más tenues que sean, retumban en el corazón de la Tierra. Ella camina hacia la puerta. Se escuchan sus pisadas que hacen crujir el piso de madera. Choca contra el borde del catre, y la fricción de la patas del mueble con el piso de parquet suena al mismo tiempo que su quejido de dolor. El ruido de su mano tanteando un estante, tirando algunas cosas al piso. Algo de vidrio se rompe. Enciende un fósforo y la llama la ilumina tenuemente. -¿Quién es? -¿Quién es? Responde su propio eco. Ella abre la puerta del departamento y la luz del fósforo se proyecta hasta el final del antiguo pasillo del edificio. -¿Hay alguien ahí? -¿Hay alguien ahí? Responde su propio eco. El fósforo se apaga. Ella cierra la puerta del departamento. El chirrido metálico de la bisagra corta el aire. Se escucha crujir el piso de madera.


Enciende otro fósforo y aparece su sombra proyectada en la pared. Su respiración se agita. -¿Hola? ¿Quién está ahí? Con el aire de su grito apaga el fósforo y la oscuridad se vuelve absoluta. -¿Hola? ¿Quién está ahí? Responde su eco. Ella corre hasta la habitación llevándose una silla y una mesa ratona por delante. Entra a la habitación y crujen los vidrios de lo que había roto. Cierra la puerta dando un golpe fuerte. Se escucha su respiración como en un frasco cerrado herméticamente. Enciende un fósforo más y le tiembla la mano. Su sombra se proyecta y ella la ve a través del reflejo del vidrio de la ventana. Se le cae el fósforo al piso y se apaga. Enciende otro, la mano le tiembla más que antes. Gira en círculos como buscando a alguien. La sombra gira detrás de ella y cada tanto, entre giro y giro se refleja ella y se refleja la sombra en el cristal de la ventana. Se apaga el fósforo y se escucha un llanto, el suyo. Se sienta en el piso y apoya las manos sobre el parquet. El sonido de los cristales rotos frotándose contra el piso. La madera cruje en el silencio infinito de la oscuridad de la noche. Enciende otro fósforo y con sus manos ensangrentadas y temblorosas ilumina la ventana. El llanto se multiplica hasta quedar ahogado por el silencio. Ve su propio reflejo en el cristal. Mira un rato, el tiempo necesario, el tiempo suficiente para que se produzca el efecto óptico que devuelve la mirada del espejo. Su reflejo la mira. Transcurre un instante y se apaga el último fósforo. Se escucha el cuerpo que atraviesa el cristal. Se escucha el grito. Se escucha el eco.


DEVOLUCION DEL STORY LINE Arianne: Bueno esto nada tiene de Story line por suerte. Es un bello, bellísimo cuento, de una metonimia impecable. Si bien hay algunas marcas en rojo (y solo por marcar algunas) de nivel interpretativo o de imágenes muy "globales" (Ver mismo archivo adjunto que reenvío ). Quizá tiene un problema serio, que es el desafió del cuento - ¿cómo contar que "es la única sobreviviente en el mundo"; para algo se puso la ventana pero aún con eso es difícil sin dudas poner reveladores de información que ayuden a entender eso. Pero lo mágico que más allá de esto, el cuento creado es una perfecta radiografía de la soledad difícilmente tolerable - escucharse a si misma y ser una sombra reflejo de si misma unido al deseo de escuchar un golpe a la puerta para obtener el gélido sonido de su propio eco como respuesta a toda posibilidad de existencia mínima y necesaria para un otro. Queda la ambivalencia sutil si la sombra entra y la devora o si se tira ella por la ventana. Poco importa. Lo que provoca es una terrible desolación. Que menos espantoso que tener por respuesta tu propia pregunta? Literariamente lo subrayado potencia sin dudas el relato de quedar en "narrativa". Felicitaciones,.No tocar. Nos vemos. Bso.


BITACORA DEL STORY LINE Fue el primer ejercicio que sentí estar escribiendo para un relato audiovisual. Lo pensé en imágenes y traté de construir un universo filmable. Lo imaginé directamente en pantalla. Creo que funcionó, lo leo y refleja lo que quise hacer en ese momento. Además decidí presentarlo para los cortos curriculares de fin de año. Lo pasé a formato Guión Literario y si bien estuvo aprobado la sugerencia fue no hacerlo por la dificultar que presenta en el terreno de fotografía. Mas allá de lo realizable o no el tiempo para grabar es muy poco y una iluminación de estas características es para un nivel más avanzado. Además es un texto que sigue en proceso de escritura. Jota sugirió trabajar más la forma de narrar como se muestra a una persona sola en el mundo. Una vez que esté terminado, puede que este “no-storyline” tome otro camino... Otro disparador de este trabajo fue una cadena de mails con Juan Loustanau y Luciana Villaba, compañeros de clases, en donde advertimos que hay algo de la escritura que necesita de la lectura de otro. Lo que comenzamos a hacer es intercambiar cuanto texto escribimos y hacer comentarios a modo de devolución, preguntas, observaciones, etc.


4. Ley de unidades concĂŠntricas


TEXTO ESCRITO CON GRISEL MORINIGO Consigna: “Piensan en antes de partir en mil razones que justifiquen no dispararse en la sien mutuamente” Fernando maneja a toda velocidad su Renault fuego rojo. El rosario que cuelga del espejo se mueve bruscamente hacia los costados, cada vez que gira en una esquina, y las manos sudorosas resbalan sobre el volante. Gesticula con su boca y mueve la cabeza como si estuviera luchando contra sus propios pensamientos. Desacelera la marcha y estaciona sobre un callejón de tierra levantando una gran polvareda. Despega las manos temblorosas del volante y mira por el espejo retrovisor. A lo lejos, entre las ondas del calor, ve un auto azul asomarse. Ernesto desacelera, mira a un costado y al otro. Ve el auto rojo estacionado y clava los frenos bruscamente. La colilla del 43/70 casi le quema los labios. Arroja lo que queda del cigarrillo por la ventanilla y abre la guantera. Saca una mágnum calibre 31 y la apoya sobre su pierna derecha. La respiración de Fernando comienza a acelerarse, cierra los ojos por unos segundos y vuelve a mirar el espejo. El auto azul sigue estacionado. Fernando se lleva la mano a la cintura y toca la cartuchera con el arma. En ese momento una serie de recuerdos comienzan a pasar por su cabeza a toda velocidad: una torta de cumpleaños doble y dos nenes vestidos iguales frente a ella. Un picado en el potrero bajo la lluvia. Un abrazo de gol en medio de la multitud de Racing. Un colectivo lleno en la vuelta de un recital. Una cerveza compartida en la vereda. Un abrazo en la puerta de un hospital. Ernesto no saca los ojos del Renault Fuego rojo. Piensa en el primer pucho que fumaron juntos en el fondo de la casita de veraneo, con el temor de dos púberes inexpertos. En las clases de manejo que le daba Fernando con la autoridad que se atribuía por haber nacido un minuto con treinta segundos antes, piensa el bar que fundaron juntos y que hasta el día de hoy lleva sus iniciales, piensa en el camarín de mala muerte en donde una joven les abrió la puerta y ambos al mismo tiempo le preguntaron el nombre. Se llamaba Nora.


Fernando vuelve a mirar hacia atrás y lleva su mano hacia la manija para abrir la puerta. Ernesto piensa en el minuto en que le dijo a Fernando que se había enamorado. Agarra la mágnum y coloca lentamente una bala. Las lágrimas se le escapan de los ojos. Piensa en el vestido de novia de Nora y Fernando firmando como testigo. Coloca otra bala. Piensa en Fernando ayudándolo a pintar el living, en Fernando diciendo una y otra vez: lo que necesites, cuando lo necesites, yo voy a estar, siempre. Coloca otra bala y se seca las lágrimas. Deja el arma sobre su pierna derecha. Respira hondo. Recuerda el abrazo de Fernando en la puerta del hospital. Abre el cargador de la mágnum y saca todas las balas. Fernando abre la puerta del Fuego rojo. Ernesto levanta la vista y ve que asoma la manga de la camisa negra de Fernando. La misma camisa, piensa Ernesto. Se le viene la imagen de la puerta de su casa, la llave que gira, el silencio de la cocina. Escucha de nuevo los gemidos, los gritos. Escucha los jadeos más intensamente. La puerta de la habitación, la camisa negra en la alfombra del piso. El cuadro en movimiento, como una película en cámara lenta en la prefiere no creer. Como en un sueño ve a Nora y en el mismo sueño ve a Fernando agarrar las sábanas y demostrar algo de pudor. La camisa negra arrugada al lado de las medias de Nora. Recuerda la puerta de la habitación, recuerda el pasillo hasta el living como un largo túnel oscuro, recuerda la mesa del comedor y encima el celular que había olvidado esa mañana. Ernesto ve la camisa negra de Fernando abrir la puerta del Renault Fuego y con la mano temblorosa vuelve a poner las balas rápidamente en el cargador. Fernando súbita e inesperadamente cierra la puerta, enciende el auto y da marcha atrás a toda velocidad en dirección al auto azul. Al llegar a este lo esquiva, pone primera y violentamente se marcha del callejón. Ernesto baja del auto y corre tirando tiros al Renault Fuego. Una bala, dos, tres. La tercera bala rompe el parabrisas pero el Renault Fuego se pierde en la polvareda del callejón.


DEVOLUCION DEL TRABAJO LEY DE UNIDADES CONCENTRICAS Arianne no llego a mandarte la devolución sobre el adjunto, pero buen trabajo. Si bien nos vamos por momentos al "recuerda" y a la narrativa en pasado. Todo se puede traducir en imágenes. Es impecable la progresión y como el rompecabezas se sucede "mentalmente". Lo interesante es esa reconstrucción. A mi ver buscaría la forma de de enhebrar los hechos de modo más aleatorio para que se vayan "ordenando al final" y convergiendo las tres imágenes más claves con los tres balazos... Forma y contenido. Otro material logrado que sin duda. Pero luego digo la sorpresita...de como sigue este trabajo... Felicitaciones!!!


BITACORA DE LEY DE UNIDADES CONCENTRICAS En este trabajo con Grises decidimos juntarnos para determinar el contenido del texto, la progresión dramática, el carácter de los personajes, los detalles que no podían faltar. Por separado escribimos cada quien lo que correspondía al personaje que le había tocado. Nos juntamos nuevamente y cruzamos la historia. Resolvimos trabajar de esta manera porque entendimos que las decisiones dramáticas se toman de a dos pero el teclado está hecho para una sola persona. Solo entran dos manos, no cuatro. Luego advertí qua hay algo del estilo de contar las cosas en presente que empareja el estilo, y que es más factible escribir un guión de a dos que una novela, o un cuento. Si se sabe lo que se va a contar, en un guión, el estilo literario queda subordinado.



5. De lo imperturbado a la perturbaci贸n


TEXTO ESCRITO EN CLASE CON VICTORIA DI RIENZO Milton lee el diario sentado en un sillón de paño verde. Se quema el foco de la lámpara. Sale a comprar uno nuevo. Sube al ascensor. Una mano detiene la puerta cuando esta está cerrándose. Un hombre mayor sube. El ascensor se detiene entre dos pisos por fallas técnicas. El hombre mayor sufre un súbito y explosivo ataque de claustrofobia. Le falta el aire, no puede respirar, se tira al piso, grita y llora. Milton toca el timbre de alarma. El portero escucha la situación y llama a los bomberos y a la ambulancia. Milton grita que el hombre no puede respirar, que se va a morir. El portero sugiere que le haga respiración boca a boca. Milton cachetea al hombre, lo ventila, le saca el saco y le afloja la corbata. La situación del hombre empeora. Finalmente Milton mira los labios del claustrofóbico, se acerca despacio, cierra los ojos. Escucha la sirena de bomberos y de la ambulancia. La puerta se abre a fuerza de herramientas de rescate. La vos de una paramédica lo tranquiliza. Un bombero extiende la mano y Milton levanta al hombre y con la ayuda del bombero lo sacan. En la ambulancia Milton conversa con la paramédica. Llegan al hospital, internan al hombre. La paramédica y Milton se miran a los ojos. Milton se va. La paramédica lo detiene y lo invita a compartir la cena con ella. Milton acepta.


BITACORA DE “MILTON” Es un trabajo inacabado. No tuvo devolución ni trabajo posterior. Las clases que correspondían a “Milton” fueron dedicadas al Foto Documental.



6. Tras las huellas de la piedra encantada: foto documental


GUION VERSION FINAL “TRAS LAS HUELLAS DE LA PIEDRA ENCANTADA” IMAGEN SONIDO Recorrido por la fachada del Museo de Ciencias Naturales. Detalles de los muros Voz en off exteriores: ornamentos, estatuas de animales hechas piedra y detalles en bronce MAESTRA de las ventanas (arañas e insectos). Chicos, todos juntos, no se alejen de la fila. Julián, no te separes de tus compañeros que vamos a entrar…

Vemos la escalera roja que conduce a la puerta de entrada del Museo. Luego vemos la puerta desde el punto de vista de un niño de más o menos ocho años. Vista desde abajo hacia arriba. El boletero entrega un folleto con el mapa del Museo.

Música de aventuras, estilo Indiana Jones. Ver referencia en anexo.

Voz en off BOLETERO Tomá pibe, seguí la línea de puntos… no te vayas a perder, eh? Colchón de música de aventuras. Ver referencia en anexo.

En el hall de entrada se ven tres caminos posibles. Están indicados por tres puertas: Norte, Este, Oeste. La puerta que da al Norte esta vallada. Tiene un cartel “no pasar”. Detrás del cartel, en el sector que tiene acceso restringido, se ve una roca brillante estilo amatista. Reluce entre las demás rocas opacas. Se ve una vez más el cartel de la valla: “NO PASAR”. El folleto se despliega y muestra el mapa del Museo. Se ven los diferentes sectores y los diferentes accesos. Se ve la puerta Este y detrás de ella, los primeros escalones de la escalera de


mármol. Atravesando la puerta Este, nos acercamos al pie de la escalera, hacia arriba se ve el caracol que llega hasta el techo. Aparece la mirada de un búho. Escalón por escalón, subimos la escalera de mármol, hasta llegar al primer piso. De la columna de mármol que está al final de la escalera, cuelga un cartel de seguridad con un mapa de la salida de emergencia. Solo vemos el recorte que dice “Ud. está aquí”. Vemos las ramas de un árbol seco que se extienden por una de las paredes blancas. Los fragmentos del árbol se mezclan con partes de follaje verde. Los árboles aparecen y se recortan en la oscuridad de los túneles que se forman con el follaje de la selva. Vemos conejos, zorritos, roedores, murciélagos, monos. Árboles, follaje. Llegamos al Primer Portal: es un arco que divide dos sectores. Indica la entrada a la Caverna de la Bruja. Se ve una rama seca en donde aparece enrollada una tenebrosa serpiente.

La música de aventuras disminuye, se escuchan los pasos del niño que pisan los escalones de mármol. Las pisadas sobre mármol poco a poco se convierten en pisadas sobre ramas, hojas y piedritas. Ambiente de bosque. Animales, insectos, búhos, murciélagos, hojas de árboles. Ambiente de bosque Ambiente de bosque Pisadas de animales sobre el colchón de hojas húmedas. Insectos.

El ambiente de bosque desaparece poco a poco hasta convertirse en un colchón de música de aventuras. Ver referencia en anexo.

Aparece el cartel que está ubicado en el bastidor de la sala de reptiles. Dice: “Hechicería y Curandería”. Vemos el cuadro que está en el bastidor de la sala de reptiles. Pertenece a Gramajo Gutiérrez y se titula “El país de la selva”. Vemos el cuadro parte por parte: las bocas desdentadas de las viejas brujas, los ojos de las hechiceras, el cuenco donde cuecen las pócimas. Las partes del cuado comienzan a intercalarse con las imágenes de los frascos de sapos, víboras y lagartijas en formol. Vemos una imagen de la oveja mutante que está ubicada en la misma sala: tiene seis patas. Se intercalan también los carteles que cuelgan del mismo bastidor. Pregonan

Carcajadas de vieja bruja, se mezclan con la música de aventuras. Ruidos metálicos de cucharas y cazos donde se cuecen las pócimas. Carcajadas.


dichos populares: “Cara de Sapo”, “cola de serpiente”, etc. Finalmente vemos la imagen de un cuervo negro. Se presenta desde todos los ángulos: el pico, los ojos, el pelaje, las patas. Es La Bruja. Aparece la mirada de un búho. Vemos el desarrollo de la primera batalla: la imagen del cuervo se intercala con la imagen Música de aventuras. del búho. Se ven las alas de uno. Las alas del otro. El pico de uno y del otro. Al principio Ver referencia en anexo. compiten. Finalmente la imagen del búho acapara toda la pantalla. El búho vence a la bruja. Se ve el cartel de salida de emergencias, el mapa de sitio: “Usted está aquí”. Poco a poco todo se vuelve oscuro y silencioso. Se ve uno de los faroles interiores del Museo. Parece una lámpara antigua encendida en medio de la oscuridad. Muy parecida a una antorcha. Aparece el busto de Florentino Ameghino sentado con un libro abierto, como un padre o un guía que indica el camino.

Silencio.

Música de aventuras. Estilo El Señor de los Anillos. Ver referencia en anexo.

Vemos la imagen de un escrito antiguo, hecho con tinta y pluma, en papel amarillo y caligrafía de carta. Se ve línea por línea. Es uno de los escritos que está en el paseo de los próceres del Museo. Aparecen, una a una, las imágenes de los rostros y las mirada de los científicos y de los sabios que están en el camino de los próceres del Museo: Bernardino Rivadavia, Bernardo Hussay, Albert Einstein, Charles Darwin. Vemos que se intercalan algunos de los carteles en rojo del Museo que dicen: “Prohibido avanzar”. Todo se funde a blanco. Poco a poco e ve la escalera caracol desde arriba hacia abajo, en una vista similar a los vacíos de “Vértigo”. Se ven los tramos de la escalera parte a parte, como si se estuviese descendiendo por la


misma. Llegamos al hall de descanso, es un espacio amplio vacío y silencioso. Se ve una puerta que separa dos espacios. A través de ella se distingue la “sala naranja”. Se ve la entrada al sector naranja. Es el segundo portal que el héroe debe atravesar. Atravesamos el portal. En la sala naranja se distinguen sombras tenebrosas, no se ve muy bien a que pertenecen las estructuras de las sombras, pero son gigantes y tenebrosas, como fantasmas. Se ven las estructuras de los dinosaurios de la sala principal. Aparecen detalles de las fauces, los huesos intercostales, los inmensos cráneos, colmillos afilados y las garras. Juegos de luces y sombras muy pronunciadas. El héroe enfrenta la batalla final. Los esqueletos se ven desde lejos. Han perdido la batalla. Aparece el búho con las alas expandidas. El mapa que había sido entregado al comienzo se despliega. Se ve el cartel que dice “acceso principal”. Puerta Oeste. Llegada al punto de partida. El camino a la roca brillante está libre. La roca se hace cada vez más grande y más brillante hasta que su color y su brillo es lo único que puede verse. Puerta de salida del Museo. A contraluz se ve la silueta de un niño de más o menos siete años. Su sombra se proyecta gigantesca en el reflejo de la luz del piso. Fundido a blanco.

A lo lejos se oyen aullidos de animales prehistóricos y gigantescos.

Música épica. Ver referencia en anexo. Ruidos metálicos de espadas. Aullidos de animales. Huesos rotos. Silencio.

Voz en off MAESTRA Chicos, chicos, sigan la fila, en orden que nos está esperando el micro.

FIN


IDEAS PREVIAS La escritura del guión para el foto documental fue un proceso de escritura en conjunto. Presenté en primera instancia una serie de propuestas al realizador. Propuesta Nº 1 Vemos fotografías de las vitrinas del Museo de Ciencias Naturales. En todas se ve el marco de la vitrina y dentro de ellas las especies que están exhibidas (estas fotos están tomada desde el punto de vista del ser humano cuya mirada ha sido formateada por el positivismo: observa al objeto de estudio desde un lugar supuestamente objetivo). Mientras las fotografías pasan, se escucha la voz en off de un hombre. Es la voz de Darwin que recita algunos párrafos emblemáticos de “El Origen de las Especies”. Referencia:


Hay una interferencia, la voz comienza a perderse como si se perdiese una señal de radio. Está pérdida de la voz, se visualiza con un montaje de fotografías en el que se intercala la foto de la escopeta disparando a Darwin con las fotos de las vitrinas. Se escucha una gran explosión que expresa visualmente con abstracciones de imágenes de los objetos del museo fragmentados. Referencia:


A partir del momento de la gran explosión se hace un gran silencio. Vemos una foto de blanco pleno. Poco a poco a poco comenzamos a escuchar un sonido diegético y algunas formas comienzan a aparecer. A partir de la explosión hubo un cambio radical en el orden de las cosas. Las fotografías ya no muestran a los objetos dentro de las vitrinas dispuestos a ser observados por el hombre sino que la mirada cambia de lugar. Nosotros somos observados por los animales. Se pierde la referencia del marco de la vitrina. Lo que se pone en juego es la mirada de los animales. Estas miradas además de interpelarnos, construyen (con un raccord de miradas) otro espacio. El león mira al conejo, el conejo al zorro, el zorro nos mira a nosotros… Referencia:

Luego de esta extraña sinfonía de animales sueltos que se miran y que nos miran, cerramos el fotodoc con esta cita. “Zenón veía cómo huían aquella olas desordenadas, llevándose como restos de un naufragio las pocas verdades sensibles de las que podemos estar seguros.” Yourcenar, M.: Opus Nigrum


Propuesta Nº 2 Vemos una foto de la entrada majestuosa del Museo. Primera y única referencia al lugar. A partir de comienza una transmisión de radio que cuenta una fábula clásica (aún no elegida) con los personajes del museo. Propuesta Nº3 Fotografías de partes abstractas, agrupadas por forma, color, contraste, líneas curvas, líneas rectas. Los conjuntos forman diferentes grupos. Visualmente, por un mágico efecto de montaje y de sonido, percibimos esos conjuntos como cuerpos, monstruos, animales, objetos, realidades nuevas e independientes una de otras. Una voz en off relata (como guía del museo), el descubrimiento de estas nuevas especies en el desierto patagónico, por un arqueólogo ficticio.


REALIZACIÓN DEL PROYECTO Hemos pasado con ciertos altibajos la etapa de la toma de fotografías. El trabajo está en proceso de post producción.

STAFF DE REAIZACION


BITACORA DE FOTODOC Fue el trabajo que más tiempo demandó. Tuvo sus pros y sus contras. Creo que las presentaciones previas y las devoluciones por mail de Jota fueron sumamente útiles, como también lo fue la clase conjunta con realización. Pero dedicar tanto tiempo a este trabajo restó tiempo a las clases de taller y ese tiempo es insustituible. Como punto a favor rescato la experiencia como la primera oportunidad de poder ver algo escrito por uno en pantalla. Un trabajo que lleva su recorrido y pasa por todas las especialidades hasta llegar a la pantalla. Eso es muy emocionante. Incluso me llevó a pensar que en este punto las materias podrían dialogar en el sentido de que los guioistas puedan escribir las escenas que se graban en la materia de realización, y así cada uno en su especialidad aportar a los trabajos conjuntos que se hacen en las otras materias.

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