Amor y educación Julieta Fierro La educación es un acto de dar. El profesor regala conocimiento durante su práctica docente. Dado que regalar es una características del amor, si profundizamos en otras cualidades y las empleamos en el aula tendremos mayor éxito en nuestra empresa como profesores. Primero daremos la lista de los elementos para el amor y más tarde las maneras en que se pueden practicar en el aula. Marco Eduardo Murueta, investigador de la UNAM señala las cualidades a fomentar a fin de lograr que el sentimiento amoroso se mantenga: 1. Reconocimiento. Consiste en expresar o hacer saber los aspectos que gustan de sí mismo y de otra(s) persona(s), así como saber cuáles rasgos personales o de grupo son agradables. 2. Convivencia. Un elemento básico para la producción del amor consiste en tener vivencias conjuntas como las siguientes: a) jugar; b) comer o beber juntos (en un sentido amplio); c) compartir eventos como fiestas, cine, teatro, música, viajes, lecturas, deportes; d) reír juntos, y e) esparcimiento compartido. 3. Generación de experiencias agradables especiales. Quien propicia experiencias que resultan agradables para otro se integra positivamente, en forma simbólica, en la identidad del segundo, sobre todo en la medida en que esas vivencias son poco comunes. Ello abarca desde la misma imagen personal, los detalles; las sorpresas agradables, los regalos, la risa, los placeres físicos, la poesía y la fantasía, entre muchas otras posibilidades. 4. Contacto físico agradable. Este aspecto es clave para determinar los niveles de profundización amorosa (amistad, relación filial, amor sexual). Abarca desde la mirada, el saludo, la palmada en el hombro, el abrazo, tomarse del brazo o de la mano, el baile, las palabras agradables, los besos en la mejilla o en la boca, hasta las relaciones sexuales propiamente dichas, entre muchas variantes. 5. Cooperación. Es fuente de enamoramiento hacer cosas en las que cada quien colabora voluntariamente para lograr un resultado único. Desde mover un mueble entre dos o más personas, cocinar juntos, hasta juegos o trabajos en equipo de diferente índole, complejidad o duración. El apoyo voluntario de uno en beneficio del otro, de manera recíproca, es una forma especial de cooperación con mayores alcances afectivos. 6. Creatividad compartida. Generar conjuntamente cosas interesantes o estéticas que antes no existían; por ejemplo, el decorado de la casa, un invento, una obra artística, un libro, la procreación de un hijo, un descubrimiento, una empresa, una institución, etcétera. Los productos creados conjuntamente se convierten en símbolos de identificación amorosa. 7. Éxito compartido. La sensación de haber alcanzado una meta importante mediante esfuerzos combinados de los participantes produce un alto grado de emoción satisfactoria, que integra a los otros en la simbolización de cada uno. 8. Narrativa de vida. Platicar las vivencias cotidianas y las anécdotas o recuerdos, así como escuchar con atención lo que le ha ocurrido a otro(s), es fuente de comprensión e identificación progresiva, siempre y cuando lo narrado no sea emocionalmente agresivo. El que narra entrega parte de sí a quien lo escucha. Este vive imaginariamente las emociones que genera la narración e incorpora a su ser esa experiencia.
9. Contraste externo. La cohesión de una pareja o grupo requiere que esa unidad se contraste con otras similares. En la medida en que esa comparación externa falta es más probable que afloren diferencias internas. Se sugiere un contraste sano, positivo: por ejemplo, competir en equipo por ser mejores en los aspectos que se consideren relevantes. No competir por ser menos malos, o poner zancadillas para que otros grupos o parejas no se desarrollen, como acostumbran quienes se sienten frustrados por no ser, ya y sin esfuerzo, lo que quisieran. Como mencioné en un principio me parece que estos aspectos que se refieren al amor se pueden retomar con ciertos matices durante la práctica docente. 1. Reconocimiento. Dentro del aula tanto profesor y alumno se tienen que dar a conocer. El docente puede tomar un instante para presentarse, los estudiantes aprenderán a conocerlo mejor día con día; sin embargo si habla de su persona formalmente, mencionando los objetivos de su curso los alumnos sentirán que le importan. El profesor deberá conocer a sus alumnos para poderles impartir clase de manera eficaz. Si ellos se presentan, a lo largo de la primera semana de clase y todos les hace preguntas pertinentes conocerá sus preconceptos, aptitudes y requerimientos educativos. Algunas maneras en que cada alumno conozca a sus pares en permitiendo que trabajen en equipo; con la ventaja de que aprenderán la habilidad de formar redes. 2. Convivencia. Un elemento básico para mejorar la relación profesor alumno es convivir. Algunos ejemplos son: visitas a sitios fuera de la escuela como museos, parques recreativos, función de teatro, danza y conciertos. O realizar fiestas que incluyan cantos y danzas, deportes, o lecturas que fomenten la risa. Es más sencillo dar clase a niños felices. 3. Generación de experiencias agradables especiales. Ejemplos son las sorpresas, los retos, la poesía y la fantasía. 4. Contacto físico agradable. Jugar a las rondas, bailar. 5. Cooperación. Por ejemplo acomodar los libros de la biblioteca de aula. Ir de visita a una escuela con niños discapacitados y que los alumnos platiquen con ellos. Participar en certámenes deportivos y culturales. 6. Creatividad compartida. Hacer una exposición de cuadros, escribir una historia fantasiosa, construir una maqueta. 7. Éxito compartido. Es muy importante que los alumnos conozcan sus logros. Cada niño a su manera adquiere algo relevante en la escuela. Desde ser líder hasta dominar algo que le parecía imposible. Si el docente da a conocer de manera periódica al menos un logro de cada alumno mejorará su desempeño frente a grupo. 8. Narrativa de vida. Platicar los acontecimientos de la vida diaria es una manera magnífica de aprender. Lo más sencillo es que los niños lleven un diario de lo que les aconteció durante la semana. Cualquier tema se puede incluir; ejemplos son que la mamá preparó la comida sabrosa, alguna enfermedad, o un juego nuevo. Esta actividad además fomentará la importancia de escribir y llevar registros. 9. Contraste externo. La maestra debe comentarles a sus alumnos su orgullo por tenerlos como grupo.