Efecto Sativa - Versión isuu

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Medellín, Antioquia, Colombia 2017 ISB 96-070-1996-20 Editorial Topa© 2


“No solo están locos los halcones, también enloquecen las palomas”

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“En los momentos de crisis, sólo la imaginación es más importante que el conocimiento” Albert Einstein.

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Le agradezco a mi mamá, a mi papá, a mi tía, mi tío mi hermano, a mi hermana, a mi abuelo, a mi tatarabuelo, a mi bisabuelo, a mis amigos y amigas, a los creadores Ingeniería en Diseño de Entretenimiento Digital, a la Universidad Pontificia Bolivariana , a mi docente de Narración Literaria E Hipertextual, a los algarrobos, a los vagos de mis compañeros, a Disney, al computador, a mi cama, a los niños Pokémon, a los brownies, a los momos, a Cristo, a Dios, al cuaderno Narración Literaria E Hipertextual, a la luna, a júpiter, a Saturno, a Neptuno, a Plutón, a Mercurio, a Venus, a Marte, al sol, a la tierra, a L, a J. K Rowling, a los muppets, a Adele, a Haggard, a mis audífonos, a Chihiro, a Vicenza Santorini, a Gaetano Moliere, a Mansión Foster y a mí. Gracias por existir.

Dedicado las personas con ausencia de cordura.

En Memoria de los sueños olvidados.

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Índice

Un zorro viene a saludarme Bocadillo 1. Ciencia ficción (Inspirado en el steampunk, bajo el estilo de realismo sucio) ……….………8

El agudo aleteo de los colibríes. Bocadillo 2. Género negro (Estructura de novela negra con tema erótico) …………………………………...14

Vuelo Rosa. Género fantástico: (Despliegue psicológico o flujo de conciencia-predominio del monólogo) ..……….22

Corolario. Nexo hipertextual…………………………………………………………………………………………………………………..24

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Bocadillo 1. *Leer a medio día en un lugar público mientas se escucha Lux Aurrumque-Eric whitacre*

Un zorro viene a saludarme. Busco una gran historia. El sol posa en su cenit mientras mi sombra parece desaparecer bajo los zapatos grises que llevo puestos. El solsticio reina. Paso por los torniquetes luego de adosar contra el lector la tarjeta de transporte. Subo con mucho afán las escalas para llegar a la plataforma de abordaje, el tren aún no llega y yo siempre voy como apresurado sin entender el porqué quizá sea el ritmo de la ciudad, aquí la gente siempre tiene afán, pero nadie sabe de qué. Espero varios minutos. El tren llega, un vagón se detiene frente a mí, se abren las puertas, la gente sale desesperada, subo al tren repleto de gente sudorosa y malhumorada, se cierran las puertas, me aferro de una barra que está tibia, cientos de manos han estado ahí. Pasan varías estaciones hasta que veo aparecer un edificio que podría ser colonial, pero no lo es y escucho una voz sin dueño que recita amablemente: “…a plaza Botero, Museo de Antioquia…” bajo del tren y salgo de la estación rápido casi sin darme cuenta. A los jóvenes nos ignoran constantemente, menos cuando vienes al centro de la ciudad, te miran creyendo que eres un ladrón, pero no importa, necesito escribir una crónica y a eso he venido. Una joven y una niña se acercan. -Papi me va a colaborar con un brauni es para comprarle los uniformes a la niña- Dice la joven mientras sostiene un recipiente con brownies caseros. La mirada de la niña me incomoda. - ¿A como son? - Pregunto buscando dinero en el bolsillo del pantalón. -A mil pesitos cada uno. -Dame tres. -Hay con arequipe, chocolate y especiales. -Especiales. - ¿Los tres? - Supongo que eso fue una pregunta a pesar de que hubo un leve tono de sorpresa imposible de ignorar. -Sí, los tres La niña le entrega servilletas y una bolsa de papel a la joven que parece ser su mamá, recibo el pedido y pago con un valor mayor al de la compra, espero la devuelta. Saco uno de los brownies y lo como a grandes mordiscos. -Prizorgo estas potenca, vi povas vojaĝado- Pronuncia la joven mientras me entrega las monedas del vuelto. La niña también dice una frase en otra lengua y se marchan. Jamás imaginé que podrían hablar otro idioma, quizá pertenezcan a una comunidad indígena, el centro siempre tiene sorpresas. Camino hacia la avenida Colombia. Las prostitutas me sonríen, los indigentes bailan y huelen pega en una bolsa negra, los orines emanan su esencia con el calor de medio día, me detengo en la esquina observo el pequeño mural con aspecto ancestral que se extiende unos cuantos metros, al costado una placa explica las técnicas de tintura que usan los indígenas empleando rodillos, un recuerdo inmediato me muestra a la vendedora que vi hace un minuto pronunciando aquella frase. La placa tiene sangre, es fresca y gotea por la pared dejando un enorme rastro por el suelo, decido seguir el rastro. 8


La sangre me guía hasta la iglesia de la Candelaria y cruza por todo el templo, pasando por el altar hasta esconderse detrás del sagrario, continúo por el camino del rojo líquido hasta llegar a al ábside donde la sangre empieza a disminuir su cantidad ahora estoy en lo que parece ser la girola la sangre termina en una reja que hay en el suelo. Me percato de un enorme agujero que baja varios metros o kilómetros hasta hacerse muy oscuro, abro la verja. Siento vibrar mi celular y lo saco de mi mochila mientras gurdo los brownies que quedan.

Andrés y yo estamos trabajando en una crónica juntos, debíamos vernos a las 12:20 PM, pero estoy convencido de que hay una gran historia detrás de este rastro, un eco canalla retumba en lo profundo del agujero, empiezo a bajar por la escalera que esta manchada de la sangre. Huele a mierda. Resbalo y caigo, siento miedo, han pasado varios segundos y sigo cayendo cada vez es más profundo y más frio, el suelo me recibe, ahora me duelen dulcemente todos los huesos. Abro los ojos creyendo que todo está oscuro, pero unos pequeños lampos de luz me permiten ver criatura oliéndome los pies, parece ser un zorro, pero tiene el cuerpo lleno de plumas moradas, una amatista le cuelga del cuello y sostiene una enorme rata sangrando en su boca. Me levanto asustado, el animal no se mueve; de su interior el sonido de un motor parece destruirlo, sus ojos se quedan sin luz, abre la boca bruscamente soltando la rata y cae de bruces, su cuerpo hace el estruendo de un balín cayendo sobre una lata. El lugar se ilumina. Parece un taller, hay un enorme telescopio en el centro, la habitación es pequeña y 9


por una puerta de madera aparece un hombre elegante con lentes y pipa sobre sus labios un bigote blanco me obliga a calcularle 40 años, carga una caja llena de elementos aparentemente metálicos y electrónicos que esparce en el suelo, detrás de él aparece un hurón blanco con una dolomita colgándole del cuello y un mapache azul con una crisocola ambos son igual de robóticos al zorro, el hombre busca desesperado y en en voz alta un objeto hasta que me ve. -Vem är du?- me dice levantándome del suelo. Es amable y sonríe. -Perdón no hablo inglés- Le dije confundido. -No es inglés, ¿Cómo usted ha llegado hasta acá? -Caí por una alcantarilla -Ponte aquí- Parece fascinado con mi presencia, me mira como si estuviera viendo una maravilla sobrenatural, me senté frente a un escritorio de madera; sobre el cual hay un periódico que tenía en la portada la siguiente noticia: USA: s regering förvärvar Jungfruöarna från Danmark för $ 25 miljoner. - ¿Cómo se llamas? -Gerónimo ¿y usted? -Gustav, me llamo Carl Gustav Jung. - ¿Qué dice aquí? - le pregunto señalando el periódico. -Dice que el Gobierno de Estados Unidos acaba de comprar las Islas Vírgenes de Dinamarca, parece ser la noticia mucho importante de esta semana. Supongo que el zorro te hizo venir hasta acá. Te regresaré a su casa y usted olvidar que me viste. El hombre abrió las ventanas del salón que dan a la calle, un Ford T Touring negro cruza por una concurrida avenida hasta llegar a el río, me acerco a la ventana y sorprendido veo como el vehículo oculta sus llantas en la orilla y se deja llevar por las aguas al mismo tiempo tres jóvenes hacen una cuenta regresiva mientras parecen levitar sobre unas plataformas con las que cruzan el río velozmente mientras dejan una espesa nube de vapor, parecen hacer carreras. Alguien golpea la puerta violentamente, Gustav abre y un enorme hombre entra, su figura no es orgánica, tiene los pies de metal y en cada planta 4 llantas pequeñas, dos barras de hierro suben hasta su cadera para sostener lo que parece el esqueleto, los brazos y el cuello son barrillas color cobre y la cabeza parece ser un complejo engranaje, después de un pequeño dialogo con Gustav recoge uno de los elementos que hay en suelo y lo ubica en su mano justo donde va el pulgar y se dirige a un escritorio caminando rígido, entre las costillas se sostiene un cubo negro del cual se desprenden cientos de cables, Gustav toma uno de ellos y lo instala en el nuevo pulgar de la criatura posteriormente toma una herramienta con la que parece ponerle electricidad al dedo, hay chispas y humo, el enorme esqueleto de varillas se pone de pie y sale sin modular un solo trazo. -Me olvidaba de ti, ven acércate y siéntate de nuevo- dice Gustav sin dejar de sonreír. Me acomodo de nuevo en la silla que estaba antes, Gustav se quita los lentes y los pone frente a mí, de ellos una luz fuerte sale disparada como un relámpago y me enceguece. -Perfecto, es hora de regresar - ¿A dónde? 10


-A tu casa, ponerte este sombrero y ese saco, hazte de pie y mírame mientras trato de pegar esta bigote en tu… en tu… en tu ansikte… ¡cara! ¡En tu cara! No quiero qué te descubran - ¿Quiénes? - No recibo respuesta alguna. En silencio hago todo lo que dijo mientras pega un bigote que rodea mi boca hasta llegar al mentón, me cubre con una capa y después me entrega una pequeña llave que está colgada de la pared por medio de un cable delgado, trae el hurón, el zorro y el mapache que parecen estar en un extraño trance comatoso, pone el hurón con la panza hacía arriba y despeja una ranura en el pecho. -Ingresa la llave ahí y gira. - ¿Una vez? - Le digo con desagrado, me siento incómodo. -Sí, con una es sufí… Suficen.. a ver cómo decir, solo debes hacerlo una vez. - ¿Y después? -Retirar la llave Meto despacio la llave en la ranura y giro, la criatura mueve las patas, sus ojos de vidrio se encienden, luego levanta la cabeza y retiro la llave, Gustav lo deja en el suelo, repito el mismo procedimiento con los otros dos animales. Poco tiempo después estamos fuera del salón, caminando por las calles de una ciudad, lo único que hago es mirar hacia el suelo y cubrirme el rostro, dos esquinas después paramos giramos a la izquierda y descendemos por unas escalas a lo que parece ser un sótano. - ¡Demonios! - Exclama Gustav y da la vuelta. Subimos de nuevo y antes de salir a la calle una voz masculina grita desde el interior del sótano. -Carl Gustav Jung deténgase. -Lo puedo explicar, por ahora déjeme solucionarlo. Un momento ¿Desde cuándo usted habla en español? - Gustav suena muy asustado. -Mi sistema cuentan con un poco más de cien idiomas, no es la gran cosa, pero es suficiente para mi labor. - ¡Suficiente! Esa era la palabra. - Dice Gustav efusivamente -Tenemos que devolverlo -Eso estoy tratando de hacer -Te acompañaré, yo conduzco No levanto la cabeza en ningún momento. Ahora un hombre baja las escaleras junto a nosotros, puedo ver en sus muñecas una especie de brazalete con botones y luces en cada mano. Entramos a lo que parece la cabina de mando de una locomotora, todos permanecemos de pie siento como aceleramos cada vez más, levanto la mirada, pero no puedo ver nada, hasta que salimos de un túnel en marcha por los rieles del ferrocarril, al volante el hombre de los brazaletes dirige toda la maquinaria, cada vez vamos más rápido y siento que nos elevamos en el aire, las nubes se tornan verdes, la velocidad a la que viajamos es increíble, empiezo a perder la conciencia. Me siento mareado; abro los ojos y estoy de nuevo en la girola de la iglesia, tendido en el suelo escucho sonar mi celular, es Andrés. 11


- ¿Aloh? -Contesto mientras busco fuerzas para ponerme de pie. -Hey ¿dónde viene? -Ya estoy en la estación -Bueno, lo espero en las graditas. -Hágale, todo bien- Cuelgas, el reloj en mi celular marca las 12:30pm.

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Bocadillo 2. *Leer en la tarde sentado en el comedor de la casa mientras se escucha A Skinny Full Of StarsColdplay

El agudo aleteo de los colibríes. Un mosaico de niños es exhibido cada día en la plaza, todos son varones, tienen la piel de colores, los sueños empolvados y el corazón inexperto. Están ahí, a la espera, aceptan que no nacieron para ser criaturas sensibles y pensantes, son un producto para el mercado, un producto sin código de barras ni control de calidad, para un mercado enfermo y desesperado algunos son adolescentes que buscando un mejor futuro llegaron del pueblo, como todas querían ir al colegio abrazando ilusiones, ser buenos en deportes y triunfar en la academia pero, sus caminos fueron duros si tuvieron alas quedaron empantanadas después de ser sumergidos en el fango de la realidad. Nadie conoce sus horarios, pero saben donde los pueden encontrar. Es hora de almorzar, algunos ya se han ido, el sexo en la mañana es elemental para muchas personas. Tres aún esperan en el sitio de siempre, hablan de temas efímeros y a veces ríen a carcajadas burlándose de algún transeúnte, deben tener hambre, a veces cambian sus servicios por comida, alguien se detiene a observarlos y mantiene un dialogo corto. -Hola, ¿Cómo se llaman ustedes? -Yo Felipe- Contesta el niño que parece tener más edad. -Yo Samuel- Responde el otro sin timidez. -¿Qué hacen aquí? -Ah vea señor nosotros venimos aquí por si alguien nos necesita- Dice Samuel. -¿Para qué? -Para lo que sea, ¿si me entiende? -Emh… Sí le entiendo. ¿Los dos son vírgenes todavía? Solo uno de ellos dice que sí, los otros dos aseguran haber tenido algunas experiencias. El sujeto se va con uno de ellos.

*Apreciado lector, a continuación, es usted quien debe elegir uno de los niños. Felipe Pag. 18

Samuel Pag. 15

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Samuel. *Leer en la tarde. En cualquier lugar. Escuchar Money- Pink Floyd Caminas hasta la esquina y tomas un taxi, Samuel y tú suben en el asiento de atrás, a tu lado permanece silencioso, viste una pantaloneta negra y una camiseta de un equipo de futbol. -¿Hoy hay partido?- Le preguntas tratando de establecer una conversación. -Sí, en el estadio de aquí -¿A qué hora? -A las 7:00 -¿Te gusta mucho el futbol? -Sí ¿a usted también? -Claro, yo entreno desde pequeño -Ah que bacano, ¿en qué posición juega? -Delantero -Yo quiero ser arquero -Que pereza ser arquero -No, es muy bacano -¿Y usted entrena? -No, eso es muy caro y yo no tengo con pagar todo eso -Pero hay escuelas de futbol gratis en la ciudad -Sí, pero los guayos, los guantes y el uniforme…Todo eso cuesta El taxi se detiene al costado de una calle muy transcurrida, han llegado a su destino, pagas al conductor la suma que marca el taxímetro y bajas con Samuel caminas por la acera hasta entrar en un hotel pasando por unas puertas de vidrio que se abren automáticamente al paso de las personas, caminas hasta la recepción y pides una habitación qué habías reservado por teléfono, una joven de ojos grises atiende tú solicitud y luego de una serie de trámites te entrega una tarjeta gris con la cual puedes entrar a la habitación, tomas a Samuel de la mano y suben por el ascensor, las personas que te vean con él podrían pensaran que eres un halcón hambriento que asecha a su paloma la cual resignada ante el inminente peligro se resigna y espera la llegada del depredador pero en el espejo te das cuenta de que ambos forman un hermoso cuadro familiar, podrías ser su padre, la escena que ves te recuerda las fotografías de un álbum familiar que tienes en casa incluso Samuel sonríe y te mira a través del espejo como si posara para una foto, recuerdas a tu padre, regresan a tu mente los sentimientos y las sensaciones de felicidad que te dejaron los días en el campo acompañado de tu familia, el acensar abre sus puertas caminan juntos por el pasillo hasta llegar a la habitación donde abres la puerta y observas a tu alrededor, sueltas a Samuel y esperas que entre primero porque debes asegurar la puerta, el lugar tiene un aspecto europeo, hay un gran televisor frente a la cama que está cubierta por sábanas blancas, levantas una almohada y dejas 2 condones, un lubricante y otros 15


objetos, ves un baño amplio con bañera y en un rincón Samuel abre una pequeña nevera repleta de líquidos y algunos alimentos. -¿Puedo coger algo de aquí? -Claro, lo que quieras. Saca una lata de salchichas y un refresco esta hambrienta, se quita los zapatos y se sienta junto a ti en la cama. -¿Cómo te llamas? -Alejandro Escudero, oye ¿Cuántos años tienes? -Trece. Enciende el televisor y empieza a comer cada salchicha de la lata, Samuel tiene el cabello rubio y muy corto, sus ojos son color avellano y le escasean pestañas, tiene los labios delgados y muy rojos, se dibujan hoyuelos en sus mejillas mientras mastica, es delgado y tiene la clavícula muy marcada, tiene un lunar en el cuello, termina de comerse las salchichas y parece estar satisfecho. -¿Hace cuánto tiempo haces esto?- Le preguntas -Desde el año pasado -¿Te dio miedo la primera vez? -No, yo ya lo había hecho con una amiga que vive por mi casa. -¿Sí? Háblame de eso -Ella tiene 13 años también y es amiga de mi hermana, en diciembre hicieron una fiesta en la cuadra y todos los adultos estaban bailando, ya había pasado la media noche entonces fui y me acosté porque tenía sueño, un par de minutos después sentí que entraron a mi pieza entonces miré y era ella, se acostó en mi cama y me abrazo, estaba tibia, quedamos frente a frente y yo también la abrace, sentí su respiración y cada vez se hacía más fuerte yo no dejaba de mirarla, entonces me preguntó “¿Ya se te pone duro?” Yo sabía a qué se estaba refiriendo y le dije que sí, entonces empezó a besarme y me abrazaba más fuerte movía la cadera como en círculos para que yo sintiera el rose de nuestros órganos , sentí que el corazón me latía muy rápido y poco a poco mi pene se puso duro y firme “Ya se me puso duro” le susurré en un oído, ella se mordió los labios y me dijo “Lo sé yo lo estoy sintiendo”, entrelazó sus piernas con las mías y recorrió con la mano mi pecho y mi abdomen hasta bajar a mi órgano, lo froto varías veces y yo hice lo mismo con el de ella, después me puse encima y ella metió la mano en mi pantaloneta, tenía un vestido, tomo mi órgano y lo guió hasta el de ella, recuerdo que fue un poco difícil a principio pero después de varios movimientos yo estaba adentro de su cuerpo, entonces empecé a moverme hasta que ella me dijo que parara, lo saque y me hice a un lado de la cama, ella se levantó y organizándose la ropa me dijo que nunca se lo contara a nadie. -¿Por qué me lo contaste? -Porque yo sé que nunca nos vamos a volver a ver, si quiere empezamos ya- lo dice con tanta frialdad que no puedes evitar ver en sus ojos un adulto muy maduro y profesional. -Antes quiero saber más de cómo trabajas ¿Cuánto cobras? -Eso depende de lo que me hagan, puede ser desde 5 mil hasta 30 mil y a veces cuando vienen gringos se lo cobro a 60 y 70. 16


-¿Qué haces con el dinero? -Le tengo que dar una parte a don Gilberto -¿Quién es ese señor? -Es como el patrón, él nos explica como trabajar y nos cuida, a veces él es el que trae los clientes. -Y ¿dónde está? -Él se queda todo el día ahí en una cafetería que hay al frente de donde nosotros nos hacemos. ¿Para qué quiere saber todo eso? -No sé, me da curiosidad, pero ¿él es buena gente? -Sí, es muy charro, y se deja molestar porque es calvito, a veces nos invita, tiene una tula en la que guarda la plata. ¿Ya quieres empezar? Escuchas que en las noticias anuncian el partido del equipo de Samuel, los niños permanecen silencio y se ve emocionado. -No Samuel, ya no lo quiero hacer. ¿Alguna vez has ido al estadio? -No nunca, pero me gustaría ir algún día para cantar y saltar con los otros hinchas. -Mira Samuel, te voy a dar este dinero, ya te puedes ir -¿No vamos a hacer nada? -No, vete a tu casa o regresa con tus amigos, gracias por venir conmigo. Le entregas un billete de 50 mil pesos y esperas que se ponga los zapatos, el niño se despide y sale por la puerta, lo escuchas caminar por el pasillo. Esperas varios minutos y cuando crees que está más lejos, buscas tu radió y te comunicas con la patrulla. -Halcón uno a halcón dos…. Para informarle que la paloma está fuera del nido. -Halcón dos a halcón uno… En un momento pasamos por usted. -Responden del otro lado Buscas bajo la almohada la grabadora digital de voz, los condones y el lubricante, cortas la grabación y guardas todo en tus bolsillos, antes de salir debes ir al baño porque tus riñones lo piden agritos, estás conmovido, una parte de ti se ha ido con ese niño, parece que has visto tu niñez, educado, maduro y con una gran pasión por el deporte, te quedaste con muchas preguntas en la garganta, pero sabes que tu trabajo no es escudriñar los secretos personales de la gente, te sientes un poco mal por saber cómo fue su primera vez. Buscas la tarjeta de la habitación y llamas a la recepción, sube uno de los empleados y revisa que todo está en orden, te indica cuanto debes cancelar por lo que consumiste. Bajas al living y entregas la tarjeta luego pagas la cuenta. Una patrulla de la policía se detiene frente a la puerta del hotel, sales olvidando todo lo que escuchaste y no necesitarás, debes dejar tus sentimientos en el umbral de la puerta y continuar como un profesional, entras a la patrulla. -¿Tenemos información?- pregunta una agente que hay a tu lado. -Tengo la descripción y el lugar que frecuenta el sujeto- contestas como si nada te hubiera conmovido por que eres consciente de que tienes más información de la que esperabas.

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Felipe. *Leer de noche, bajo las cobijas mientras se escucha Leemon tree-The Lost Fingers/Fools Garden. Rodeas los hombros de Felipe con tu brazo derecho y caminan hasta la Avenida Oriental. -Tengo hambre- Dice el niño mirando las vitrinas de las panaderías. Lo guías hasta el interior de una cafetería, en la puerta un grupo de muscos bohemios tocan guitarras y tiples, los ventiladores te llaman la atención porque están cubiertos de una espesa capa negra. -¿Qué quieres?- Le preguntas Felipe que tiene las manos sobre el vidrio de una nevera -Un buñuelito una gaseosa de estas -Pero con eso no queda lleno -Bueno unas papitas también Vas a la caja donde te atiende una señora de cabello corto, es amable, tiene unas gruesas líneas de maquillaje, las cejas son reemplazadas por tatuajes azulados, miras en la vitrina algo para ahuyentar el hambre, pero recuerdas los brownies que hay en tu mochila y con ello el agujero en el templo, sigues un poco confundido, pero prefieres no pensar en eso. -Señora me hace el favor y me da esa gaseosa, un buñuelo, dos papas de mayonesa y un yogurt. La señora atiende a tu pedido amablemente, hay un espejo en la pared detrás del mostrador ves que debajo de tus ojos los días tristes y las noches en vela empiezan a tener color, sobre el espejo un reloj esférico con el logo de una marca de galletas indica la 01:50pm. Recibes el pedido y pagas la cantidad exacta. Te sientas en una mesa con Felipe su forma de comer te hace pensar en la posibilidad de que esto podría ser su desayuno y almuerzo, sacas uno de los brownies y empiezas a comerlo. - ¿Cuántos años tienes? -Diez ¿Usted cómo se llama? -Gerónimo, ¿Qué vamos a hacer? -Yo no sé, yo apenas empecé a trabajar hoy, ¿me va a llevar a su casa? -Sí, para allá vamos, ¿Por qué ‘trabajas’ en esto? -Es que la verdad yo solo vine hoy y ya no voy a volver, lo que pasa es que un amigo me invito porque la gana plata acostándose con señores. Y yo necesito plata. -¿Sus papás saben? -Yo no tengo papá y mi mamá a veces se va y me deja solo con una tía hasta una semana, a veces me vuelo y amanezco en la calle y ni cuenta se dan -¿Cómo así que en la calle? -Pues donde otros amigos. Ahora tienes una historia para contar, puedes dejar que él se vaya, no tienes que pagarle nada sé que quedará satisfecho y agradecido por invitarlo. -Yo me quiero ir con usted, me da lo que quiera. 18


-Está bien, vamos para mi casa -¿Y me puedo quedar después de que me haga el amor? Es solo hasta mañana. -Bueno se queda, pero no puede hacer mucho desorden. Tu propósito era escribir una crónica, pero los planes pueden cambiar, así como se cambia la piedad por la libido, un auto los lleva hasta el apartamento en el que vives y en el camino tu mirada se detiene constantemente en los muslos de Felipe, tiene en el cabello un corte moderno que parece ser reciente, parece tener puesta su mejor ropa. Llegan al apartamento, pagas y sales del taxi, abres la puerta y dejas pasar a Felipe, vas atrás de él y no puedes evitar ver como cada paso marca sus glúteos firmes, llegan a la puerta del apartamento y abres la puerta, no sabes que te pasa, nunca habías deseado un párvulo. - ¿Por qué me dijiste que querías venir conmigo? - Preguntas y notas el niño un poco asustado. -Porque es mejor con un muchacho como usted que con un señor bien viejo. Entran al cuarto, hay algo de desorden en el suelo, pero la cama esta tendida y despejada. -Acuéstate boca abajo- Le pides a Felipe El niño se quita los zapatos y se tiende boca abajo en la cama, gateas sobre él hasta ubicar tu miembro encima de sus nalgas, poco a poco tu cuerpo empieza a reposar sobre el cuerpo de Felipe, besas su cuello, te acercas al odio y le preguntas: -¿Qué sientes? -Miedo -Tranquilo que todo va a estar bien Buscas el sexo de Felipe con la mano y te percatas de una erección en su pantalón, le quitas la camiseta y luego te quitas la tuya, le besas la espalda hasta llegar a la cadera, te quitas el tuyo, giras a Felipe y dejas su rostro debajo del tuyo le besas el pecho, el abdomen, te detienes en el ombligo, el se quita el pantalón, ambos están semidesnudos, erectos los órganos se rozan. -¿Te gusta? -Sí ¿y a usted? - si susurra el niño -¿Qué sientes ahora? -Como si tuviera mariposas en todo el cuerpo Te desconoces tu sientes miles colibríes invadiéndote, jamás imaginaste llegar a este punto de la soledad, los días tristes y las noches en vela no solo te traen ojeras también traen fantasías, bien sabes que ya te hacía falta probar algo nuevo. -Usted que siente- Pregunta Felipe -Siento tu pene rosando el mío -¿Y le gusta? -Sí, bastante

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Poco a poco vas dejando al niño sin nada encima, empiezas por quitarle la poca ropa que le queda y continuas dejándolo sin inocencia, el cuerpo le mide 30 besos de los cuales 2 se quedan en su órgano, cada vez que bajas hasta sus pies piensas en que estas recorriendo el delito de un momento inesperado, después de esto no serás más que un enfermo y un criminal, el niño abre las piernas y se abraza a tu cuello, mordisquea tus orejas miles de movientes corporales invaden el cuarto uno de ellos deja al niño de espaldas los colibríes que sientes tu ahora son compartidos con él, Felipe grita y gime entre las sabanas mientras todo empieza a marchar con otro ritmo, el tiempo parece detenerse y tu continuas aleteando sin medida, sientes el clímax abriendo paso en tu cuerpo, y le das libertad para terminar, caes sobre la cama con la vida tibia sobre tu pelvis, tus sentidos se apagan despacio y casi automáticamente caes en un sueño profundo.

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Bocadillo 3. *Leer antes ir a dormir mientras se escucha Arion-Jo Blankenburg o Black Mambo-Glass Animals

Vuelo rosa. Despierto en la madrugada con el estómago vacío, por la ventana veo los focos de la ciudad tiritando, salgo de las cobijas y busco leche en la nevera de la cocina, aún queda un brownie, sirvo leche y la llevo los alimentos a mi habitación, sentado en la orilla de la cama termino de comer cada pedazo y bebo toda la leche, de repente veo a alguien sentado en mi balcón , salgo para descartar que no se trate de una alucinación y me encuentro con un flamenco rosado que se resguarda del frío en mi casa, veo a lo lejos una bandada de estas aves cruzando el cielo, confieso que no sabía nada sobre el vuelo de los flamencos tampoco que migraban a esta zona, el ave permanece inmóvil, busco tocar sus alas, parece que no le disgusta así que decido dar un paso más y uso una pequeña silla para subirme a su dorso, el ave parece aceptarlo, es suave, de repente el flamenco abre las alas y se impulsa había el vacío, me aferro a sus plumas mientras el ave planea entre nubes verdosas, a nuestro lado otras aves surcan el cielo, por un momento sentí miedo, pero paulatinamente una sensación de felicidad y confianza me invade, la ciudad se ve enorme desde arriba, De las nubes saltan exocétidos de colores brillantes que cruzan de lado a lado sobre nosotros, sin advertencia el flamenco gira su cuerpo y me desprendo del vuelo, empiezo una caída libre en picada, veo debajo de mí una enorme columna de saltamontes de Katydid y mantis orquídea que se organizan formando un colchón, caigo sobre los insectos pero no logran detenerme, nada puede pararme ahora, cada vez tengo más velocidad y estoy más cerca del suelo, en la superficie veo el nacimiento del río que cruza la ciudad y la memoria me trae las imágenes de las visitas a la finca de los abuelos yo salía en la noche a buscar chicha en la cocina y en el granero, cada maña íbamos a un río que había cerca, le decía a mi hermano que si no saltaba desde los arboles le iba a poner arañas en las medias y lo obligaba a saltar, hace mucho tiempo no lo visito, nunca me gusto ir a esa cárcel, cada domingo debe sentirse muy solo, como yo todas las noches, realmente lo siento, ahora veo el asfalto esperándome, empiezo a girar en el aire para caer de espaldas y veo cómo se alejan los flamencos y los insectos rosas y es entonces cuando siento que la dureza del cemento me despierta de golpe mientras sostengo un vaso sentado en mi cama, me da un poco de malgenio, no me gusta soñar que caigo. Dejo el vaso encima de la mesa de noche y levanto las cobijas para meterme debajo con la esperanza de que Morfeo me visite con mejore sueños.

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Nexo. *Leer en la mañana.

Corolario. Abro los ojos tras en impetuoso sonido de la alarma que retumba sin cesar en mis oídos, apago el exasperante ruido y enciendo el televisor para evitar quedarme dormido nuevamente, puedo oír los titulares de las noticias locales, uno de ellos me llama la atención, subo el volumen y espero la noticia: “Fuertes operativos en el centro de la ciudad; la policía desmantelo esta madrugada una red de microtráfico y prostitución que operaba en el centro de Medellín, la banda traficaba altas dosis de marihuana y otras sustancias camufladas en donas, brownies, chocolates y diferentes tipos de productos, las investigaciones indican que esta misma banda sería la responsable de prostituir a menores en el centro, se estima que alrededor de 30 personas hacen parte de esta organización, el coronel Escudero anuncio una rueda de prensa en las horas de la tarde en la cual se entregara toda la información detallada sobre este duro golpe al crimen de la ciudad” Ahora que lo pienso mejor cada brownie que comí ayer traía consigo un evento extraño, admito que vi cosas extrañas, de todo lo que sucedió lo único que parece real es este niño que duerme desnudo en mi cama.

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