INTRODUCCIÓN La argumentación está presente en la vida cotidiana de la humanidad. Aparece cada vez que en la interacción comunicativa se encuentran posturas opuestas respecto a un tema y alguien intenta convencer a otro de que su propia forma de pensar es razonable, por lo tanto creíble y, además, digna de adoptarse. La importancia de estudiar el texto argumentativo radica en que puede capacitar al individuo para su interacción en las diversas situaciones en que la argumentación es esencial –debates, discusiones, conferencias, editoriales–, pero sobre todo porque este dispositivo discursivo le sirve como regulador del propio discurso y como base para resolver dificultades en las interacciones comunicativas en las que participa. El texto argumentativo se relaciona con el texto persuasivo, ya que comparten la función apelativa del lenguaje; este último pretende lograr que una persona –o un grupo de personas– admita, por ejemplo, las ventajas de adquirir algún producto de consumo para la vida, o adopte una posición que tal vez le reportará beneficios. No obstante esta característica común, el texto persuasivo posee algunas diferencias que conviene identificar para lograr una mejor comprensión de los mecanismos que activa y, a partir de dicho conocimiento, tener la posibilidad de asumir una posición crítica ante todo texto oral o escrito que pretenda la manipulación personal o social. Con la asignatura Análisis del Texto Argumentativo se propicia que los estudiantes de la licenciatura conozcan las principales características de la argumentación como proceso, como procedimiento y como producto; que sean capaces de identificar las diferencias entre este tipo de texto y el persuasivo; que analicen diversos tipos de argumentación, reconociendo los propósitos con que se crean, los elementos que los determinan, las estructuras textuales que involucran y el uso del lenguaje que exigen. Además, se pretende que los normalistas tomen conciencia de las posibilidades que tienen para comprender ambos tipos de texto, las mejoren y sean capaces de producirlos para satisfacer eficientemente diferentes necesidades comunicativas, así como para orientar su futura labor profesional con los estudiantes de secundaria. Esta asignatura se ubica en el campo de formación específica, en el sexto semestre de la especialidad de Español, de la Licenciatura en Educación Secundaria. Cierra la líneatemática de análisis de textosy tiene como antecedentes: una asignatura en tercer semestre –Análisis de Textos–; dos asignaturas en cuarto semestre –Análisis del Texto Expositivo y Variación Lingüística–, y una en quinto semestre –Análisis del texto Narrativo y Poético. ORIENTACIONES DIDÁCTICAS Y DE EVALUACIÓN Es recomendable que el profesor de la asignatura diseñe estrategias didácticas que promuevan diversas formas individuales y colectivas de aprendizaje, enfocadas tanto a la comprensión de los contenidos como a la toma de conciencia de las estrategias que los mismos estudiantes utilizan para aprender. Al abordar los textos de estudio se deberán tratar los cuatro componentes para la enseñanza del español: lectura, expresión oral, escritura y reflexión sobre la lengua. Se sugiere utilizar diversas modalidades de lectura –guiada, comentada, compartida, independiente, audición– que propicien la aplicación de estrategias para la comprensión lectora: anticipaciones, predicciones, muestreos e inferencias, así como ejercicios de comprensión literal, específica y global, la identificación de palabras desconocidas e indagación de su significado; la elaboración de resúmenes orales y escritos, además de la expresión de comentarios acerca de lo leído al poner en relación el texto con las experiencias y conocimientos previos del lector. Se procurará que los alumnos normalistas analicen textos completos en situaciones reales o verosímiles de aprendizaje que los lleven a reconocer las características de éstas y de las intenciones de los autores, a identifiquen las características estructurales y del lenguaje de los textos argumentativos, así como de los llamados persuasivos. Respecto a los primeros, también se promoverá la detección de argumentaciones inapropiadas debidas a la inclusión de elementos persuasivos que no corresponden a este género o a la omisión de información, entre otras causas. En cuanto a los textos persuasivos, se tratará de que descubran los recursos utilizados para persuadir o disuadir. 1
Para el desarrollo de las habilidades de la expresión oral, los temas a analizar deberán ser motivo de comentarios, discusiones, debates, exposiciones y conferencias. En lo que toca a la escritura, el docente propiciará la producción de argumentos de diverso tipo, enfatizando la doble posición que el escritor debe asumir en sus producciones argumentativas. Es decir, los estudiantes normalistas requerirán argumentar y contraargumentar, colocarse en la posición de argumentador y en la posición contraria de la discusión para lograr el dominio de la complejidad que plantea la escritura del tipo de texto que se estudia. El profesor también tratará de orientar la escritura de los alumnos, a fin de que utilicen estrategias para la planeación, redacción, revisión y corrección de sus textos. El desarrollo de las actividades de reflexión sobre la lengua se realizará a partir de los textos utilizados en los componentes anteriores, de manera que los futuros docentes identifiquen la función de los textos argumentativos y persuasivos, las situaciones e intenciones que definen esas formas de comunicación, así como la significación que comunican el léxico y la organización del lenguaje tanto en los textos orales que se produzcan o escuchen, como en los que escriban y lean. La evaluación será formativa, tratando de proporcionar, en los estudiantes normalistas, la retroalimentación necesaria para que analicen en forma individual, en pequeños grupos o con todo el grupo, sus conocimientos y actuaciones lingüísticas orales o escritas. Es necesario que el profesor analice con su grupo las situaciones didácticas y de aprendizaje, de manera que docente y alumnos reconozcan las estrategias efectivas para el aprendizaje e identifiquen aquellas que no sean satisfactorias y las trasformen en otras más apropiadas. Se recomienda el uso de carpetas en las que maestro y alumnos puedan incorporar trabajos escritos y observaciones realizadas a actividades de lectura, expresión oral y reflexión sobre la lengua. El análisis global –o específico de los documentos incorporados sobre alguno de los componentes– que se realice con las carpetas de evaluación, ofrece a los estudiantes elementos para la auto y coevaluación, que deberán traducirse en nuevas acciones para promover la mejoría en el uso de la argumentación en particular y del lenguaje en general. Se sugiere que dichos análisis se realicen en varios periodos del curso: al inicio, durante y al final. ORGANIZACIÓN DE LOS CONTENIDOS Los contenidos de la asignatura se clasifican en tres bloques: con dos temas los primeros y el tercero con uno. La bibliografía para cada tema se conforma por textos básicos y complementarios. En los primeros se encuentran los conceptos esenciales del temario, mientras que en los segundos se ofrecen otras concepciones sobre dichos temas o se agrega información relacionada con ellos.
BLOQUE I CARACTERÍSTICAS DE LOS TEXTOS ARGUMENTATIVOS PROPÓSITOS En el primer tema de este bloque se estudian, desde diferentes perspectivas, las características de los textos argumentativos, se explica su origen y se ofrecen diversas formas de conceptualizarlos. También se analizan los elementos que en ellos intervienen y el papel que juegan en la acción comunicativa, así como la manera en que los distintos aspectos del lenguaje contribuyen a su conformación. El segundo tema, referido a los tipos de argumentación, plantea conocimientos acerca de posibles formas de organizar los elementos en las estructuras textuales para promover tanto la comprensión como la creación de textos adecuados a diversas situaciones argumentativas. Con este fin se profundiza en el Modelo de Toulmin, uno de los más conocidos y de mayor adaptabilidad a diferentes requerimientos de argumentación, se presentan algunos ajustes del modelo, propuestos por diversos autores, y se incluyen algunas técnicas y estrategias argumentativas. 2
En este tema también se establece la distinción entre texto argumentativo y persuasivo. Tratar el texto persuasivo de manera independiente servirá para analizar los discursos utilizados para seducir o apelar explotando fundamentalmente –aunque pueden incluir algunas argumentaciones– recursos relacionados con emociones y sentimientos, pero en los que la razón no es el elemento característico. TEMARIO Y BIBLIOGRAFÍA Tema 1. Textos argumentativos: origen, definición, elementos y funciones •
Alvarado, Maite y Alicia Yeannoteguy (2000), “La argumentación”, en La escritura y sus formas discursivas. Curso introductorio, Buenos Aires, Eudeba (Temas/comunicación), pp. 61-76.
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Van Eemeren, Frans H. et al. (2000),“Argumentación”, en Teun A. van Dijk (comp.), El discurso como estructura y proceso,Barclona, Gedisa, pp. 305-333.
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Rangel Hinojosa, Mónica (1999), El debate y la argumentación. Teoría, técnicas y estrategias, México, Trillas, pp. 13-47.
Tema 2. Tipos de argumentación y forma de organizar las ideas •
Rangel Hinojosa, Mónica (1999), El debate y la argumentación. Teoría, técnicas y estrategias, México, Trillas, pp. 49-120.
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Renkema, Jan (1999), “Argumentación”, en Introducción a los estudios sobre el discurso, María Luz Melon (trad.), Barcelona, Gedisa (Lingüística/Análisis del discurso. Serie Cla-de-ma), pp. 164-179.
BLOQUE II TEXTOS ARGUMENTATIVOS ORALES PROPÓSITOS En este bloque se estudian los textos argumentativos orales a partir de su inclusión en la radio, uno de los medios donde presentan mayor uso, y se enfocan primordialmente los géneros de opinión y los textos publicitarios. En el primer tema se abordan los textos de opinión, destacándose las características denotativas y connotativas que surgen, respectivamente, del contenido informativo del que se nutren, y de la interpretación que puede realizarse a partir de lo dicho. El estudio particular de algunos ejemplos de textos orales –comentario, editorial, discusión, debate– muestra las especificidades que los caracterizan, la persuasión y la argumentación que implican, así como la estructura, el contenido, la extensión y el lenguaje que los conforma. La importancia de estudiar estos textos en el contexto de la radio radica en que, al conocer los recursos de que se vale la comunicación social para formar opinión en la audiencia, los estudiantes normalistas tienen la oportunidad de mejorar su comprensión, con el consecuente aprovechamiento de los recursos de expresión racional para servirse de ellos en su interacción comunicativa, así como de desarrollar la capacidad para adoptar una postura crítica ante las manifestaciones de comunicación social, obteniendo, a la vez, elementos para lograr estos propósitos en su posterior trabajo docente con los estudiantes de secundaria. En el segundo tema, referido a los textos publicitarios, se propone el análisis de su definición, sus elementos, funciones y procesos fundamentales de la semántica que se utiliza para persuadir. También se promueve el conocimiento de la estructura lingüística desde diversas perspectivas: fonológica, retórica, morfosintáctica y léxicosemántica. Con este estudio los normalistas tendrán la posibilidad de reconocer la construcción simbólica de la publicidad y el uso de los modalizadores lingüísticos que colocan en posiciones específicas a los participantes, elementos que contribuyen a la comprensión de las situaciones publicitarias tan 3
presentes en la vida actual y que pueden ser determinantes de usos y costumbres de diverso tipo – productos, valores, deseos, impulsos– si al ser receptores de estos textos no se realizan análisis críticos adecuados. Con estas bases, la futura docencia en secundaria capacitará a los estudiantes de ese nivel para que también tomen decisiones pertinentes al enfrentar este tipo de textos. TEMARIO Y BIBLIOGRAFÍA Tema 1. El comentario, la editorial, la discusión, el debate •
Figueroa, Romeo (1996), “Los géneros interpretativos”, en ¿Qué onda con la radio?, México, Alhambra Mexicana, pp. 269-320.
Tema 2. Los textos publicitarios •
Paoli Bolio, Antonio (1988), “La comunicación publicitaria”, en Antonio Paoli Bolio y César González (comp.), Comunicación publicitaria, México, Trillas (Biblioteca básica de comunicación social), pp. 11-41.
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Del Castillo y Cuadra, Beatriz E. et al. (1988), “Introducción a la semiología de la publicidad”, en Antonio Paoli Bolio y César González (comp.), Comunicación Publicitaria, México, Trillas (Biblioteca básica de comunicación social), pp. 43-86.
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López Villamor, Cristina et al. (1997), “La publicidad: otra forma de persuasión”, en Jerigonza 3. El texto argumentativo. 2º ciclo ESO. Área de Lengua Castellana y Literatura, Barcelona, Octaedro, pp. 37-62.
BLOQUE III TEXTOS ARGUMENTATIVOS ESCRITOS PROPÓSTOS En este bloque se profundiza el estudio de algunos textos periodísticos orales revisados en el bloque II para enfocar las características que comparten y las que adoptan al ser escritos. Además, se analizan las características y funciones de otros textos publicitarios escritos –el anuncio, el afiche o cartel y el folleto– que se producen con el propósito de influir en la opinión de un receptor o en la opinión pública, mediante argumentos que se dirigen al intelecto y a los sentimientos de las personas. También se revisa el ensayo y la monografía, como ejemplos de los textos argumentativos que se utilizan en situaciones académicas. En este bloque se destaca el análisis de los recursos lingüísticos: lexicales, gramaticales, estructurales, de estilo y pragmáticos; que sirven de base para su comprensión o producción enfatizando la doble posición que debe asumir el escritor: la del protagonista que argumenta y la supuesta posición del antagonista que objetaría o replicaría, para poder utilizar contra argumentos y lograr el efecto que pretende. Desde el punto de vista del lector, se subraya la importancia de identificar la temática, los elementos de crítica sobre la argumentación, la estructura y las relaciones conectivas o señales que el escritor utiliza en el texto para manifestar su opinión y que guían la interpretación de significados: comprender la lógica de la postura del argumentador para adoptar la propia, y su acuerdo o desacuerdo. El aprendizaje de estos elementos proporciona a los normalistas las bases para comprender el texto como unidad de sentido y para realizar la producción escrita con esa misma característica. Estas bases también serán de utilidad para que comprendan y fundamenten el desarrollo de la tarea docente en la educación secundaria. TEMARIO Y BIBLIOGRAFÍA Tema 1. 1. Ejemplos de textos argumentativos escritos 4
2. Textos periodísticos: el artículo de opinión y el texto editorial. 3. Textos publicitarios: el anuncio, el afiche o cartel y el folleto. 4. Textos académicos: el ensayo y la monografía. •
González Reyna, Susana (1991), “El artículo editorial”, “El artículo de fondo”, “La columna”, “El ensayo” y “Apéndice. Ejemplos de géneros periodísticos”, en Géneros periodísticos 1. Periodismo de opinión y discurso, México, Trillas, pp. 59-70, 71-91, 93-106, 107-118 y 139-182.
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Kaufman, Ana María y María Elena Rodríguez (1993), “Caracterización lingüística de los textos escogidos”, La escuela y los textos, Buenos Aires, Santillana, pp. 29-56.
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Galdeano, Paula (s/f), Los conectores y la competencia textual, Buenos Aires, Alpha Centro de Comunicación y Cultura (tomado de Internet: www.centroalpha.com.ar).
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Fragnìere, Jean Pierre (1996), Así se escribe una monografía, Daniel Zadunaisky (trad.), Buenos Aires, FCE de Argentina (Popular, 521). ORIENTACIONES PARA LA ELABORACIÓN DEL PROGRAMA DE LA ASIGNATURA
Para el diseño de los programas se recomienda mantener los temas básicos que figuran en el temario de la asignatura y designarles tiempo de trabajo de acuerdo con el horario disponible y el número de horas indicado en el mapa curricular. Los aspectos gramaticales y ortográficos se integrarán al análisis textual; un tratamiento fuera del contexto en el que cumplen sus funciones específicas constituye una incongruencia respecto al enfoque actual para la enseñanza de la lengua. Es primordial asegurar la vinculación entre lo analizado en el primer bloque con los textos específicos que se propongan en los siguientes dos, con el fin de que los estudiantes reconozcan y apliquen los conocimientos adquiridos. La programación del segundo bloque se enfocará a los textos orales, por lo que se requiere incluir textos y actividades que permitan observar la importancia de la oralidad en múltiples momentos del desarrollo humano y, de manera específica, las características de textos argumentativos y persuasivos. En la programación también es esencial tratar de abarcar las funciones que dichos textos cumplen. Para el tercer bloque se programará lo relativo a los textos escritos. Tanto en la lectura como en la escritura se considerarán los temas y títulos que ofrezcan la oportunidad de que los estudiantes de la licenciatura analicen y recreen las características de los textos argumentativos y persuasivos que se utilicen como ejemplos. La identificación y valoración de la creatividad en la escritura y la lectura será un aspecto de igual relevancia en los programas que se diseñen.
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CARACTERÍSTICAS DE LOS TEXTOS ARGUMENTATIVOS Alvarado, Maite y Alicia Yeannoteguy LA ARGUMENTACIÓN La perspectiva discursiva Así como el eje que vertebra el discurso narrativo es le necesidad de poner orden en el mundo, de dar sentido a los sucesos de nuestra vida, el discurso argumentativo se basa en la necesidad de los seres humanos de persuadir a sus interlocutores o de llegar a un acuerdo con ellos respecto de cómo es el mundo. Cuando argumentamos, pretendemos convencer a nuestro interlocutor de que nuestras tesis, nuestras propuestas, son válidas y certeras. Ahora bien, siempre que hablamos de “discurso, estamos enfocando la relación que establece el lenguaje con determinadas prácticas sociales. Estamos hablando de una combinación de enunciados en una situación o contexto de enunciación concreto. El discurso no es el dominio de lingüista, ni es el dominio de la gramática, sino de las relaciones entre el lenguaje y el contexto; por lo tanto, el discurso se constituye como tal en la práctica social. En la verdad y las formas jurídicas, Michel Coucault propone “considerar los hechos del discurso no sólo por su aspecto lingüístico sino como games, juegos estratégicos de acción y reacción, de pregunta y respuesta, de dominación y retracción, y también de lucha”. Tendremos que describir, entonces, los ámbitos, las circunstancias, en los que estos “games” se juegan, es decir, en el caso que nos ocupa, en qué contextos precisos se utiliza la argumentación. Una primera y no exhaustiva enumeración de los campos de aplicación de la argumentación, que incluye el periodismo, la política, la publicidad, la justicia, nos acerca a una de las características fundamentales de este discurso: el dominio de la argumentación es el de lo plausible, lo verosímil, lo probable. Su paradigma de racionalidad es el de los razonamientos cotidianos y el de las ciencias humanas, distinto del paradigma de las ciencias lógico-formales y de la demostración.
Los inicios Todas las ciencias humanas tienen sus mitos fundadores. Los de la argumentación se remontan al siglo V a. C. Sicilia estaba gobernada por los tiranos Gerón y su sucesor, Gelón I, quienes llevaron a cabo expropiaciones masivas de terrenos para repartirlos entre soldados mercenarios. En el 467 a. C., una insurrección derrotó a la tiranía y los propietarios reclamaron sus tierras e iniciaron una serie de procesos, de juicios, para recuperarlas. En este momento, Corax y Tisias compusieron el primer “método razonado” para hablar ante el tribunal, en otras palabras, el primer tratado de argumentación, un resumen de los mejores argumentos para encarar los procesos y salir airosos. En lo judicial, entonces encontramos los primeros esfuerzos por sistematizar el discurso argumentativo. Algunos de los problemas centrales de la teoría de la argumentación están presentes también en el relato sobre sus orígenes: Tisias era discípulo de Corax y ambos habían llegado a un acuerdo. Corax enseñaría sus técnicas a Tisias y éste le pagaría los honorarios a su maestro según los resultados que obtuviera: si Tisias ganaba su primer proceso, pagaba; si perdía, no pagaba nada. ¿Qué hizo Tisias cuando terminó sus estudios? Le inició un proceso a su maestro diciendo que no le debía nada. Si lo ganaba, según el veredicto de los jueces, no le debía nada. Si lo perdía, según el acuerdo con Corax, tampoco le debía nada. En ninguno de los dos casos tendría que pagar a su maestro. ¿Qué hace Corax? Corax retoma el discurso de Tisias palabra por palabra, pero invirtiéndolo, construye un contradiscurso, trabaja el argumento de Tisias a la inversa: si Tisias gana el proceso, según el contrato establecido previamente, tiene que pagar, y si pierde, de acuerdo con la ley, también tiene que pagar. En este relato se ve funcionar una operación mayor de la argumentación: retomar otro discurso escenificando que todo lo que es hecho con palabras puede ser deshecho por palabras. En este caso, además se plantea la contradicción entre dos sistemas de normas heterogéneas: el del contrato privado, por un lado, de Corax y Tisias; y, por otro, las decisiones de índole legal, judiciales. Precisamente, lo que la argumentación intenta es clarificar estas cuestiones, descubrir falacias, desembrollar este tipo de situaciones. historia
Otro momento muy importante en la del discurso argumentativo es la 9
aparición de los sofistas, entre el siglo V y principios del IV a. C., que desarrollan en Atenas las enseñanzas de Corax y Tisias. Protágoras, uno de los principales sofistas, trabaja un concepto clave. La antítesis, como idea fuerza de la argumentación, es decir, la técnica de la contradicción. Protágoras muestra así cómo un mismo argumento puede tratarse desde distintos puntos de vista y la relatividad, la opinabilidad de las cuestiones humanas. Protágoras sostiene que la excelencia del decir tiene, en sí misma, una eficacia demostrativa capaz de transformar el discurso más débil en el más potente. En Grecia, se hacían competiciones retóricas, concursos de virtuosismo argumentativo, basados en el uso de las técnicas de Protágoras. Estos usos indignaban a los enemigos de los sofistas, en especial a Platón, que les reprochaba no buscar la verdad, sino limitarse a poner en dificultades al adversario haciendo evidentes las debilidades internas de su argumentación. Platón condenaba la retórica de los sofistas, a la que entiende como un mero ejercicio formal de persuasión, que no repara en los temas sobre los que se aplica, dedicaba a “distraer” a la multitud mediante la seducción de su elegancia y de sus sonoridades. Con Platón, la episteme (la ciencia) predomina sobre la doxa (la opinión); la certidumbre de la verdad sobre la mutabilidad de lo opinable. La posición antisofística de Platón actúa en el fondo de todas las críticas posteriores a la retórica, de todas las desconfianzas y prejuicios sobre los que se fundan las acepciones negativas del término: es un artificio y por lo tanto un engaño, opuesta a lo sincero y espontáneo; por la persuasión (que es lo contrario de la violencia y la imposición), el más astuto manipula el consenso; está dirigida a las masas y, como el conocimiento requiere del diálogo, de la dialéctica, no sirve para conocer. Aún hoy, el término “retórica” mantiene una carga peyorativa (“esto es pura retórica”; “no me vengas con retórica”; “con la retórica no arreglamos nada”). Sin embargo, la retórica se está sacando de encima esta valoración negativa y está siendo revalorizada en las modernas teorías de la argumentación, a la par que se rescata a los sofistas por sus aportes. Un resumen de la postura de los sofistas se encuentra en la famosa frase “El hombre es la medida de todas las cosas”; sólo existen verdades parciales, útiles para cada circunstancia. Los sofistas refinan el arte de la oratoria, que después será sistematizado por 10
otros autores, desde Aristóteles en adelante. A este arte –que para Aristóteles es una tejnése lo llama “retórica” y sistematiza los recursos para hablar en público y también para argumentar. La gran sistematización aristotélica de la retórica tiene, como eje principal, una teoría de la argumentación. Resumiendo: el lenguaje y las técnicas argumentativas nacen ligados a las prácticas judiciales. Es la elaboración de formas racionales de prueba y demostración y también un arte de persuadir y convencer. Los campos en los que tradicionalmente se ha ejercido son: el de la deliberación política (género deliberativo, qu discute sobre lo útil y lo dañoso), que evolucionó hasta la propagando ideológica; el del tribunal (género judicial, que trabaja sobre los conceptos de lo justo y lo injusto); el campo de la excelencia y la reprobación (género epidíctico discute sobre lo bello y lo feo); el de la demostración (género didáctico). El cristianismo agregó la exhortación religiosa y la época contemporánea, los géneros mediáticos y la publicidad. Situación y conducta argumentativas. ¿Qué es lo que hacemos cuando argumentamos? ¿Para qué argumentamos? Para convencer a otro de la justeza de nuestras proposiciones. Y lo hacemos hablando (o escribiendo), porque sólo el discurso es portador de razón. Argumentar es dirigir a otro (un interlocutor) un argumento, es decir, una buena “razón”, para hacerle admitir una conclusión e inducirlo a las conductas pertinentes. Es una operación que se apoya en un argumento, un enunciado aceptado, para llegar a otro enunciado menos aceptado, la conclusión. En el tránsito de uno a otro enunciado, se da el trabajo argumentativo. Cuando se argumenta, lo que interviene es la racionalidad; si se utiliza la fuerza o la amenaza de fuerza (igual ocurre con la seducción), se abandona el campo de la argumentación. Paradójicamente, hay un argumento de fuerza que se llama “argumento de gran palo” (argumentum ad baculum), que consiste en apuntar a la cabeza del interlocutor y ordenarle: “Dame la plata o te vuelo la cabeza”. En la medida en que no admite réplica, es muy eficaz. Pero, aunque admite gradaciones, la amenaza no es un argumento en sí misma. La argumentación por la fuerza consiste en instaurar una elección cuyos términos son ambos desagradables, aunque
uno es, con todo, más aceptable que el otro. Pensemos en Galileo, cuyas opciones eran renegar de sus teorías o la hoguera de la Inquisición. Este tipo de situación es lo que se llama dilema. El dilema es un problema que no tiene verdadera resolución, en el sentido de que las dos soluciones posibles son malas. En relación con este tema, Jürgen Habermas desarrolló el concepto de “racionalidad comunicativa”. En su definición, es “la capacidad de aunar sin coacciones y generar consenso porque los interlocutores superan la subjetividad inicial de sus respectivos puntos de vista y, merced a una unidad de convicciones racionalmente motivadas, se asegura, a la vez, de la unidad del mundo objetivo y de la intersubjetividad del contexto en el que desarrollan sus vidas”. El mundo, dice Habermas, cobra objetividad para una comunidad, por el hecho de ser reconocido y considerado como uno y el mismo mundo por sujetos capaces de lenguaje y acción. Es el “mundo de la vida” que intersubjetivamente comparte. Y el hablante hará manifestaciones racionales cuando la validez de su enunciado sea susceptible de crítica, cuando pueda ser rechazado o refutado por el auditorio. Aun si no se alcanza el consenso, en el fracaso queda manifiesta la racionalidad de lo enunciado: el fracaso puede ser explicado. Porque estamos en el terreno de la argumentación, en el terreno de lo probable, de lo opinable; no en el terreno de las verdades absolutas, de las leyes de la naturaleza o de las verdades científicas. ¿Cuáles son las manifestaciones racionales que nos pueden llevar a un consenso? Las tesis que pueden ser refutadas. Esa es la única manifestación racional posible de la comunidad comunicativa: cuando plantea un enunciado susceptible de crítica, susceptible de ser rechazado. La situación de argumentación, consta de un agente individual o colectivo, que actúa para modificar o reforzar las disposiciones de un sujeto con respecto a una tesis o conclusión. La tesis que defiende el argumentador está referida a un campo problemático (aquello de lo que se trata). El conjunto de medios, de razonamientos que el agente utiliza para defender su tesis, son los argumentos. Puesto que no se argumenta frente a cualquiera, en cualquier momento ni en cualquier parte, podemos decir que existen condiciones de “propiedad” (en el sentido de “apropiadas”) para la situación de argumentación:
1. Que el otro no comparta las convicciones de uno: debe haber un campo problemático, posible de controversia. 2. Que el otro sea capaz de creer aquello de lo que se lo quiere persuadir: este punto alude a las competencias del auditorio. 3. Que el otro sea capaz de creer con razón; que sea capaz de pensar, sin las limitaciones de una enfermedad, o de la edad. 4. Que el que argumenta crea en lo que argumenta: por una razón utilitaria, pragmática, ya que la fuerza de su propia convicción se transmite al auditorio, que tiende a creerle; pero también, y fundamentalmente, porque en el campo argumentativo no entran –idealmente, conceptualmente, claro está- la fuerza ni la seducción. La mentira, el engaño, son recursos de la seducción. Estas condiciones se relacionan con la importancia que tiene en toda argumentación el diagnóstico correcto del auditorio al que se intenta convencer o persuadir. Una construcción incorrecta del auditorio puede hacer fracasar la más fuerte de las argumentaciones. En relación con el término “auditorio”, tal como se usa aquí, vale una aclaración. Toda la tradición que se ocupa del análisis de la argumentación, aun cuando los textos argumentativos sean escritos, habla de “orador” y de “auditorio”. ¿Por qué? No sólo porque la argumentación, en sus orígenes, era oral, sino porque el escritor que argumenta, está de todas maneras, imaginando o representándose los términos de una discusión, está imaginando posibles objeciones a lo que él sostiene y, en ese sentido, la argumentación siempre tiene algo de diálogo, aunque sea en la cabeza del que está argumentando. Por eso hablamos de “orador” y “auditorio”: hay una construcción imaginaria de un debate o de una discusión, que muchas veces se expresa, incluso, en el texto escrito. La argumentación debe cumplir ciertas condiciones de legitimidad. En ciertas situaciones, atribuirse el privilegio de argumentar puede parecer escandaloso. Hay veces en las que uno siente que “no debe meterse en lo que no le importa”. En las estructuras o instituciones fuertemente jerarquizadas, como la militar o la eclesiástica, estas cuestiones son cruciales. La situación es argumentación se puede bloquear si no se cumplen las “condiciones de legitimidad”, ya sea porque el orador no es legítimo, o bien no 11
es competente (por lo que el auditorio no se dejará convencer). El proceso retórico Hay diferentes etapas que conducen al discurso argumentado. Vamos a ver las operaciones que, para Aristóteles, genera la tejné r hetoriké (tejné, en griego, significa “arte, industria, habilidad”). Este proceso consta de cinco momentos u operaciones. Vale aclarar que los que siguen son conceptos de las modernas teorías sobre la argumentación recuperan de la retórica clásica, especialmente de los aportes hechos por Aristóteles. Las cinco operaciones son 1) la inventio, que es encontrar qué decir, encontrar los argumentos; 2) la dispositio, que corresponde al ordenamiento de esos argumentos; 3) la elocutio, que consiste en agregar el adorno de las palabras y de las figuras; 4) la memoria, o memorización del discurso para ser pronunciado oralmente; y 5) la actio, que se refiere a la representación del discurso frente al auditorio. Vamos a desarrollar solamente tres de esas etapas: la inventio, la dispositio y la elocutio. Las operaciones restantes no será tomadas en cuenta porque corresponden a la oratoria, es decir, al discurso argumentativo oral.
La inventio La inventio (es una palabra latina que podría traducirse como “invención, aunque no tiene exactamente el mismo significado) corresponde a la generación de las ideas; por tratarse de argumentación, esas ideas son argumentos. Se trata, por lo tanto, de buscar qué decir para argumentar a favor de una tesis, de una posición. La inventio no remite tanto a una cuestión de invención, sino más bien a una búsqueda, a un descubrimiento, a un hallazgo. Es decir, tiene que ver con encontrar lo que conviene a los propósitos del orador. No se trata, entonces, de un acto de inspiración, sino de trabajo para obtener las herramientas necesarias para argumentar. Estrictamente, es la búsqueda de los argumentos adecuados para hacer plausible una tesis.
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De la inventio parte dos líneas: una lógica, que tiende a convencer, y una psicológica, que tiende a emocionar. Para convencer, se requieren pruebas. Pruebas que deben tener fuerza por sí mismas. En cambio, en la línea de lo psicológico, se tienen en consideración las características del auditorio, su humor, sus sentimientos o emociones, ya que se busca conmoverlo de algún modo. El orador debe hacer un diagnóstico lo más ajustado posible de su auditorio en función de decidir qué modalidades adoptará su argumentación para resultar eficaz frente a ese auditorio en particular. El orador debe, por lo tanto, representarse a su auditorio como el escritor se representa o construye a su lector. Volviendo a las pruebas, éstas pueden ser de dos tipos: técnicas y extra-técnicas. Las extra-técnicas son aquellas sobre las cuales el orador, el autor o, más simplemente, quien argumenta, no puede operar, escapan a su poder. Lo único que se puede hacer con ellas es compaginarlas, presentarlas de diversas maneras. Estas pruebas son datos que están en el afuera, no son elaboraciones del orador. Pensemos en el caso de las pruebas en el ámbito jurídico. Si son contrarias a su causa, el orador puede intentar esconderlas o correrlas a un lugar menos visible y, si son favorables, las hará resaltar. Barthes dice que estas pruebas son elementos constituidos del lenguaje social, que aparecen directamente en el discurso, sin ser transformadas por ninguna operación técnica del orador. Sólo pueden ser compaginadas, evitadas, escondidas o resaltadas, pero nada más. En cambio, las pruebas intra-técnicas o técnicas propiamente dichas, si dependen del razonamiento, de las operaciones que lleve a cabo el orador, de su práctica, puesto que el material es transformado en fuerza persuasiva por una operación lógica. Estas pueden ser de dos tipo; podemos definirlas, a grandes rasgos, como inductivos y deductivas. Se trata de una inducción y de una deducción no científicas sino retóricas. La prueba inductiva es el ejemplo, que recurre a un hecho concreto, particular, que puede generalizarse. Las pruebas deductivas son los argumentos, y de ellos, el entimema es la pieza maestra. El entimema es un silogismo incompleto, un silogismo que elide su premisa mayor. Por eso, se dice que el entimema es una estructura elidida. Si alguien dice: “Vos también podés equivocarte, porque sos humano”, la premisa elidida es “todos los (seres) humanos se equivocan”. La razón de la elipsis de la premisa mayor es que la considera obvia. Se la considera como un presupuesto que suscita el
consenso del auditorio, es algo sobre lo que todos están de acuerdo. Y si esto es así, para qué explicitarlo. La argumentación se edifica a partir de la presunción de que existen acuerdos básicos en el auditorio que funcionan como premisas. Ahora bien, decíamos que la inventio no es tanto invención como búsqueda y descubrimiento. Pero, ¿dónde buscar los argumentos más eficaces? Hay un “lugar”, la Tónica, de donde pueden extraerse los argumentos. Roland Barthes concibe la búsqueda de los argumentos pertinentes para una causa como el recorrido de una región por parte de un cazador al acecho. Esta metáfora indica que el argumentador o el orador no puede crear sus argumentos de la nada, así como el cazador no crea su presa. Una batida correcta (es decir, un método correcto) dará lugar a una buena caza. La Tópica (término derivado de topos: lugar) es una red de formas vacías por la cual el orador pasca el tema. Del contacto del tema con cada agujero (cada lugar) de la red, surge una idea posible. Los lugares no son los argumentos mismos sino los compartimientos donde éstos se encuentra. Por asociación de ideas, por adiestramiento, se encontrarán los argumentos adecuados. Existía, en la Antigüedad, un ejercicio retórico que consistía en pasear un tema determinado por una serie de lugares: ¿quién?; ¿qué?, ¿por qué?, ¿dónde?, ¿cuándo? ¿cómo? Es fácil ver la semejanza entre esta práctica y la moderna del periodismo con las “cinco W”: who, what, when, where, why. En el siglo XVIII, un tal Lamy propone una red compuesta por los siguientes lugares: el género, la diferencia, la etimología, la definición, la enumeración de las partes, la comparación, los efectos. Supongamos que tenemos que escribir un texto sobre el tema “literatura” y no sabemos por dónde empezar. Si usamos la Tópica de Lamy, podremos plantearnos preguntas que sugieran cambios interesantes para nuestra argumentación. Podemos preguntarnos por el “género”; ¿la literatura es arte, es discurso, es producción cultural? Si la catalogamos como arte, podemos preguntarnos en qué se diferencia de las otras artes. Veríamos qué nos sugiere la etimología del término y su relación con sus vecinos (letra, lector, literal, etc.) También podemos preguntarnos con qué es incompatible la literatura: ¿con el dinero, con la verdad?. El problema con los lugares es que tienden a reificarse, a llenarse siempre con los
mismos contenidos, lo cual ha derivado en el uso peyorativo del término “lugar común” para designar el cliché, lo trillado, lo que ya (desde lo argumentativo) no descubre nada y, por lo tanto, no convence. Pero dentro de la retórica y de la teoría de la argumentación, los “lugares comunes” tienen un significado muy distinto. Son, justamente, lugares comunes a todos los temas; lugares generales, utilizables en cualquier campo del saber. En cambio, los “lugares propios” o específicos son aquellos aptos para buscar los argumentos específicos de disciplinas particulares. Perelman y Olbrechts-Tyteca, en su Tratado de la Argumentación, exponen una red tópica cuyos lugares son: - De la cantidad: algo vale más por razones cuantitativas. Por ejemplo, la defensa de lo popular se hace desde este lugar. Así, si tomamos el caso del arte, podemos oponer el arte popular a la vanguardia estética, puesto que el valor del arte popular descansa en que es producto de y para mayorías. En esta línea, también se puede oponer la defensa del régimen democrático a uno de elite. También son del lugar de la cantidad los argumentos que apelan al sentido común. Si bien existe un refrán que dice que el sentido común es el menos común de los sentidos, es evidente que el “sentido común” presume un consenso mayoritario: El discurso publicitario acuden frecuentemente a este lugar: una película es buena porque la vieron multitudes o, incluso, porque su presupuesto es el mayor de la historia del cine. Una obra de teatro merece ser vista porque bate records de permanencia en cartel (pensemos en La lección de anatomía acá, en Buenos Aires, o en La ratonera de Ágatha Christie, en Londres). - De la Cualidad: exalta el valor de lo único, de lo original, de lo distinto. Perelman y Olbrechts-Tyteca sostienen que se pueden definir las características de una sociedad a partir del tipo de argumentos que utiliza y, sobre todo, de los lugares de donde los extrae. La sociedad en la que aparece el romanticismo, por ejemplo, es una sociedad que exalta el valor del individuo, de lo único versus lo masivo, El monoteísmo (un solo Dios verdadero, varios son falsos dioses) se funda también en la valoración de lo único. - Del orden: afirma bien la preeminencia de las causas, de los principios, o la del fin, los objetivos. “El fin justifica los medios” es un argumento extraído de este lugar; el pragmatismo versus el principismo. El sostén a ultranza de ciertos valores, aunque ello 13
conlleve sacrificios (“la sangre derramada no será negociada”) indica, por el contrario, que se privilegian los principios a los objetivos, a los fines. El mérito que, en una sociedad competitiva, se otorga al “llegar primero”, a ser el primero en algo (libro de los Guiness), es también un argumento extraído del lugar del orden. - De lo existente: este lugar propone que lo que existe, lo real, tiene más valor que lo posible, lo probable. El discurso contra las utopías es un discurso tomado de este lugar. “Más vale pájaro en mano que cien volando” y “más vale malo conocido que bueno por conocer” no necesitan comentario. En el campo de la filosofía, el empirismo se justifica en el lugar de lo existente. De igual modo lo hace la razonable preferencia por un resultado observable que por un proyecto que ni siquiera está en marcha. - De la esencia: es el reconocimiento de un individuo que reúne en sí todas las características requeridas del tipo que representa. Otelo, por ejemplo, encarna el prototipo de celoso; Marylin Monroe o Brigitte Bardot encarnaron el sex-symbol femenino. Superman encarna, desde la caricatura, al super-hombre del cual nos hablaba Nietzsche. La dispositio La dispositio (disposición) es el orden de las partes del discurso. Una pregunta que se hace Barthes es si la dispositio es un acto creativo o un orden preestablecido. Aristóteles concebía las operaciones involucradas en la retórica como una tejné, como un arte. En consonancia con esto, podemos afirmar que la dispositio es un acto creativo, productivo. Precisamente, los golpes contra la retórica encuentran su justificación en la reificación de la dispositio concebida por una retórica del producto y no de la producción. Esa cosificación la transformó en un esquema inflexible, impermeable a los cambios. Pero, como dijo Pascal, citado por Perelman y Barthes: “Que no se diga que no he dicho nada nuevo; la disposición de los temas es nueva”. Es decir, órdenes distintos implican nuevos sentidos o sentidos adicionales. La dispositio clásica está integrada por cuatro fragmentos: la narratio y la confirmatio son de carácter demostrativo; están dirigidas a convencer e informar. En cambio, el exordio y 14
el epílogo son de carácter pasional e intentan emocionar y conmover al auditorio. Tanto el exordio como el epílogo son fragmentos cuya función principal es establecer signos de comienzo y de clausura o fin del discurso. Sabemos que todo corte en el discurso es arbitrario. Podemos preguntarnos por qué empezar o terminar en tal o cual punto; podemos discutirlo y analizarlo, pero cualquier decisión seguirá siendo hasta cierto punto arbitraria. Los griegos disimulaban esta arbitrariedad con un pequeño fragmento anterior al exordio llamado proemio, mediante el cual iban preparando el ánimo del auditorio para lo que iba a escuchar y también, fundamentalmente, superaban ese momento que todos tenemos, el momento de romper el silencio. Volviendo al exordio, éste tiene, a su vez, dos instancias. La primera es el captatio bewnevolentiae, cuya finalidad es captar la benevolencia del auditorio. Este punto es importante y conviene seguir a Aristóteles cuando enumera los distintos modos de captar la benevolencia del auditorio, que dependen de la relación entre la causa y la doxa. El esfuerzo argumentativo será “normal” si la causa se identifica con la doxa; deberá esforzarse en provocar el interés si la causa es “neutra”; debe guiar al auditorio y a los jueces si la causa es “oscura”; si la causa es “extraordinaria”, si es contra la doxa, el esfuerzo argumentativo también tendrá que ser extraordinario. Ejemplos de causas extraordinarias serían las argumentaciones a favor de la tortura, a favor de la esclavitud, o a favor del aborto (en este caso, para auditorios particulares, como podrían ser las asociaciones de madres de familia católicas, por ejemplo). Como pueden verse, la relación de las causas con la doxa está determinada históricamente. De hecho, hasta el siglo pasado, abogar por la esclavitud no era una causa “extraordinaria”. La otra instancia del exordio clásico es la partitio, en la cual se anuncian las divisiones, las partes del discurso, el plan de la exposición. Quintiliano decía que una ventaja fundamental de la partitio era que nunca parece largo algo cuyo término se anuncia. El otro fragmento de carácter pasional o emocional, el epílogo, es un signo de clausura. Habitualmente, es donde se retoman los argumentos, se cierran, se resumen, se concluyen –en el sentido de establecer conclusiones- los puntos de argumentación. El epílogo, en la pieza oratoria, se cierra, por lo general, con un golpe de efecto, un fragmento destinado a permanecer en la memoria del
auditorio por su patetismo, su emotividad y su contundencia. En cuanto a las partes demostrativas del discurso argumentativo, la narratio corresponde al relato de los hechos presentes en la causa. Este relato puede seguir un orden natural, cronológico, o artificial (podemos comenzar in media res). En cualquier caso, la narratio es una preparación para los argumentos que se han de exponer en la confirmatio. Debe ser breve, clara y verosímil. La narratio está constituida por dos ejes: uno es el de los acontecimientos, de los hechos; es un eje diacrónico, cronológico. El otro eje, aspectual, durativo, es el que corresponde a las descripciones. La descripción implica la elección de una parcela de lo describible, puesto que es imposible describir todo. En esa selección hay presente una valoración y, en consecuencia, un acto argumentativo. En toda descripción se destaca algo y, claro está, se omite, quizás se oculta, otra cosa. El que argumenta contra la tortura, describirá, seguramente, los estragos de la tortura sobre el cuerpo de la víctima. El pacifista describirá ciudades y campos arrasados por la guerra y, con ello, estará argumentando a favor de la paz. Cuando describimos, lo hacemos en función de nuestras necesidades argumentativas. La parte demostrativa de la dispositio se completa con la confirmatio o exposición de los argumentos. Como se ha dicho antes, el orden expositivo de los argumentos en sí mismo un argumento. O lo que es lo mismo: tiene fuerza argumentativa. Según la retórica aristotélica, existen tres modelos u órdenes tradicionales para la confirmatio. Uno está dado por el orden creciente de los argumentos: se comienza con los más débiles y se termina el discurso con los más fuertes. Este ordenamiento se ajusta a la idea de que lo último que se escucha es lo que impresiona más la mente. Pero existe un riesgo, que tiene que ver con la necesidad e captar el interés del auditorio: si se arranca con los argumentos más débiles, se puede causar una impresión desfavorable en quien escucha. Luego está el orden decreciente, en el cual se inicia la argumentación con los argumentos más fuertes para terminar con los más débiles. El riesgo aquí es inverso al anterior, ya que si fuera cierto que lo que queda impreso en la memoria es lo último, también la impresión que reciba el auditorio será desfavorable. El último orden es el homérico o nestoriano, llamado así porque, según el relato de Homero en La Ilíada, Néstor, un general griego, alineó sus tropas de modo que las más débiles
quedaran en el centro, rodeadas por las más fuertes. De acuerdo con este orden, es conveniente empezar con razones fuertes, continuar con las más débiles, y concluir con otras fuertes. La idea es que las razones o argumentos débiles queden escondidos. Pero, como señalan Perelmany Olbrechts-Tyteca, estos modelos parecen presuponer que la fuerza de un argumento no se altera según su disposición en el discurso; y esto no es así. A menudo, un argumento parece fuerte respecto de otros argumentos preliminares que le dan fuerza. Deben ser las exigencias de la adecuación al auditorio las que guíen el orden del discurso. La elocutio La última operación que nos queda por tratar es la elocutio. La elocutio consiste en poner palabras a los argumentos, conferir una forma lingüística a las ideas. Por supuesto que esta definición no propicia la escisión entre contenido y forma, entre res y verba (escisión que, al esclerosarse, llevó a considerar el tema de los recursos de la lengua como un mero adorno, ropaje y ornamento de un contenido). Sabemos que la forma determina el contenido y viceversa, que ambos aspectos se sobredeterminan en un proceso dialéctico. Si no fuera así, si el contenido fuera absolutamente estable, independiente de la forma, los términos que llamamos sinónimos serían verdaderamente intercambiables y, sin embargo, no lo son: hogar, casa, domicilio, morada no tienen el mismo significado. La consecuencia de la deformación a la que hicimos referencia fue una especie de frenesí clasificatorio, volcado en innumerables taxonomías que listaban –muchas veces, sin ninguna teoría que las justificara, acudiendo al solo orden alfabético- innumerables figuras de nombres difíciles: hipotiposis, antimetábole, sermocinatio, prosapódosis, etc. Este afán clasificatorio no consideró que las estructuras y figuras etilísticas han de ser estudiadas en relación con el objetivo que cumplen en la argumentación, teniendo siempre presente que el mismo contenido no es idéntico a sí mismo cuando se presenta en forma distinta. Cicerón enumera cuatro virtudes de la expresión. La primera es que el discurso sea apto, es decir conveniente, apropiado, acorde con la situación y con las reglas. De esta primera virtud, se derivan las otras tres. La segunda es la corrección léxica y gramatical, la puritas o pureza de la lengua de los romanos, 15
su integridad ideal. La tercera virtud es la claridad, para que el discurso sea comprensible. La cuarta es la belleza, cualidad no menor y que en muchos casos proviene del uso correcto de la lengua. Cuando hay un esfuerzo puesto en embellecer la expresión, ese esfuerzo suele aumentar la capacidad persuasiva y explicativa del discurso. Las figuras, como la metáfora, que es una figura de significado, son modos de expresión que salen de lo normal y que, al revelar relaciones distintas, originales, entre los hechos, llaman la atención e incrementan su fuerza persuasiva. “La guerra es la política por otros medios” es un ejemplo de lo que queremos decir cuando hablamos de las figuras como iluminadoras de aspectos o relaciones hasta entonces no advertidas entre hechos. Entonces, una figura puede ser llamada argumentativa si genera un cambio de perspectiva en la cuestión planteada.
RESUMEN El discurso argumentativo se basa en el deseo o la intención de persuadir o de consensuar opiniones. Por eso, su terreno es el de lo opinables, el de lo verosímil; y su eficacia descansa, en buena medida, en una ajustada construcción del auditorio al cual se dirige, tanto de sus emociones como de sus creencias u opiniones. La argumentación parte de la presunción de que existen acuerdos básicos en el auditorio que funcionan como premisas. El proceso de elaboración del discurso argumentativo, tal como lo definió la retórica, consta de cinco etapas u operaciones, de las cuales el discurso escrito conservó solo tres: inventio, dispositio y elocutio. La inventio es la búsqueda de los argumentos adecuados al auditorio y a la causa. Esa búsqueda se hace siguiendo un recorrido, una tópica, que varía con el género. La dispositio es tanto el orden del discurso como el acto de ordenarlo, de disponer los argumentos de acuerdo a una estructura más o menos flexible según los casos. La elocutio, por último, es la operación que consiste en poner en palabras los argumentos, recurriendo al auxilio de las figuras, que embellecen el discurso y aumentan su capacidad persuasiva.
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o rechazada, se cuestiona y se pone en debate para decidir acerca de su pretensión de validez o eficacia. Para comprender esta definición y su aplicación se recomienda revisar el proceso histórico y social de la práctica comunicativa del debate.
EL DEBATE Y LA ARGUMENTACIÓN Mónica Rangel Hinojosa ¿Qué significa argumentar? Argumentar es la práctica comunicativa tendiente a la consecución, mantenimiento y renovación de un consenso. Entendemos por consenso el reconocimiento intersubjetivo dentro de una comunidad de pretensiones de validez, legitimidad, eficacia, veracidad o inteligibilidad. Estas pretensiones – susceptibles de crítica- se expresan por medio de emisiones lingüísticas. La argumentación como proceso social descansa sobre esta base de mutuo acuerdo. Cuando una de estas pretensiones sea con respecto a normas sociales, morales, valores artísticos o estéticos se vuelve problemática, o en otras palabras cuestionable, se da consecuentemente la necesidad de buscar el consenso la opinión o convicción del grupo. En estos casos la fuerza de la argumentación se mide por la pertinencia (conveniencia y relevancia) de las razones que se ponen de manifiesto en el debate –a través de la palabra- y que son capaces de motivar la común aceptación comunitaria de ciertos postulados, puntos de vista, acciones u opiniones. Un caso sencillo para reflexionar es la medida aplicada por la sociedad estadounidense en cuanto a la prohibición de fumar en los espacios públicos –aeropuertos y hospitales. En Estados Unidos, hoy día, el hecho de fumar es penado colectivamente en la mayoría de los lugares públicos como resultado de un cambio en la opinión de los ciudadanos estadounidenses con respecto a la salud. Ciertamente, esta medida no ha sido generalizada a otros países, como Francia o España, lo cuál está indicando que es particular en cierta sociedad en una época determinada. Sólo cuando el grupo social lo requiere, entonces una emisión u acción, antes aceptada
DE LOS GRIEGOS HASTA NUESTROS DÍAS En la cultura griega y romana ámbitos del mundo privado y público apoyaban uno al otro. El sujeto público sostenía en su mundo privado y a través de
los se se él.
La vida pública se llevaba a cabo en las plazas, en las academias o en el Senado, y su función se relacionaba directamente con la vida social, política y educativa de la comunidad, mientras que el espacio privado se reducía al círculo familiar. La organización sociopolítica de Atenas, heredada posteriormente a Roma, se basa en el modelo de ciudad-estado y su eje de funcionamiento es la participación democrática del ciudadano. En ocasiones el vocablo democracia, cuyo significado literal es el gobierno de todos, aparece al ojo (post) moderno como una forma política donde, un efecto, los habitantes de una ciudad se involucran directamente en la vida política de su comunidad. No hay nada más lejos de la verdad: en realidad, desde esos tiempos hasta la actualidad el gobierno de todos es el gobierno de todos los que son elegibles y considerados como aptos para participar en la toma de decisiones que afectan, eso sí, a toda la comunidad. En Grecia, la posición social del ciudadano se basa en la posición del oikosdéspota. Este nombre engloba las condiciones esenciales y necesarias que debía cumplir cualquier habitante para ser considerado ciudadano. La palabra está compuesta por dos elementos: por una parte oikos, que se refiera a lo privado, y por otra désnota, que implica al amo, dueño o señor de una casa. El oikosdéspota ejerce su dominio sobre la esfera familiar, el servicio de los esclavos y las mujeres; de ahí que acceder al mundo público, a la esfera de la participación ciudadana, requiere un patrimonio que se refleja en familia y bienes. Obviamente, en estas condiciones queda fuera gran parte de la población. El gobierno depende de la 17
aristocracia, mejor conocida como el gobierno de los mejores ¿Quiénes son los mejores? Éstos son los oikosdéspota, los dueños o señores de las tierras. La democracia es un proceso político que se da entre iguales, o sea entre todos esos oikosdéspotas atenienses. Una vez aclarada la noción de democracia en el gobierno ateniense, es importante considerar el tipo de interacción comunicativa que se ejercía en torno a las decisiones sociopolíticas. El tipo preferido de acción comunicativa para lograr un acuerdo colectivo era el debate, ya fuera porque unos pocos decidían, o bien debido a que estos pocos preferían el debate para decidir. Se pensaba que a través de una práctica argumentativa dentro de una dinámica de enfrentamiento era posible, idealmente hablando, seleccionar la mejor propuesta, proyecto o proposición. El interés fundamental de las partes involucradas consistía en obtener el mayor grado de adhesión hacia su postura y ganar el consenso del grupo. En síntesis, la vida social y política griega y romana se fundamenta en la participación de los ciudadanos en igualdad de condiciones, allí donde se establecen acuerdos acerca del bien común. De esta tradición heredamos una práctica y un concepto, es decir, el debate y la argumentación. En la historia de nuestra civilización hemos tenido momentos célebres por el papel que ha ejercido la práctica argumentativa para imponer ciertos modos de vida y creencias; como ejemplo baste recordar las intervenciones entre Erasmo, Lutero y Santo Tomás. En este sentido, tanto el Concilio de Trento como las asambleas de los revolucionarios franceses significan algo más que una reunión entre jerarcas eclesiásticos o entre ciudadanos. En ambos casos, en la historia de la humanidad se conciben como una coyuntura de acción comunicativa en el terreno social, religioso y político. Actualmente el debate, o práctica argumentativa, se ha modificado en su aparato externo, pero conserva como su objetivo esencial lograr el acuerdo y consenso del grupo mediante, idealmente, el mejor argumento. Cuando hablamos del aparato externo nos referimos a los recursos visuales y de procedimiento que son necesarios para apoyar la propuesta argumentativa. Seguramente las casullas usadas por los prelados de la iglesia durante el Concilio no 18
eran las mismas que solían vestir todos los días. Ni tampoco el apoyo por parte de ciertos príncipes durante las sesiones pesaba lo mismo, incluso la manera de difundir el acontecimiento seguramente se regía por ciertos protocolos que se diferenciaban de otros eventos eclesiásticos. En fin, con la inclusión de recursos visuales y de procedimiento queremos enfatizar el papel que otros factores, ajenos a la argumentación, tienen dentro del proceso deliberativo grupal, como son: los protocolos para realizar el debate, el medio de comunicación que se elige, la forma de presentarse ante el público, la elección del modelador, y otros detalles que es importante tener en cuenta cuando se trata de analizar el hecho comunicativo. Por ejemplo, cuando la sociedad estadounidense se reúne en torno a la televisión para presenciar el debate entre los dos candidatos a la presidencia, o entre dos miembros de fracciones opuestas, para convencer de la bondad o maldad de un “tratado”, los televidentes no sólo escuchan ideas o propuestas, sino observan y calibran la calidad representativa de cada uno de ellos. Esta calidad representativa es otro factor que pesa en la obtención de un consenso. El ciudadano estadounidense televidente mide la validez de cada propuesta, la eficacia de las acciones pasadas o futuras, la legitimidad en que se fundamenta cada quien, la veracidad con que emite sus juicios e incluso la claridad de su expresión. Sin embargo, simultáneamente, percibe las imágenes, el modo de hablar y el comportamiento gestual que cada uno proyecta y que se codifican de acuerdo con registros socioculturales organizados en torno a región, etnia, grupos socioeconómico, edad, sexo y otros. En cada uno de los televidentes o radioescuchas la adhesión o rechazo hacia los candidatos está determinado, en gran parte, por los factores antes mencionados. El conjunto de las imágenes proyectadas, de los registros sociolingüísticos y del comportamiento, en general, de cada participante en estos eventos de comunicación masiva provoca en el receptor una respuesta. La reacción o respuesta depende estrechamente del mecanismo de la representación que se pone en marcha para lograr que cada televidente o radioescucha pueda proyectar sus propios ideales o metas en el candidato. Este mecanismo, en pocas palabras, busca deliberadamente la
independiente del valor, viabilidad o eficacia de las propuestas como tales. Cuanto más cercanas estén las opiniones o proyectos a los intereses o expectativas del oyente, la posibilidad de identificarse con uno u otro de los exponentes es mayor y, con ello, aumenta las posibilidades de aceptar las propuestas como viables, o las ideas como válidas o eficaces. En ocasiones, la aceptación es independiente del valor, viabilidad o eficacia de las propuestas como tales. En el mecanismo de la representación se juega la identificación del receptor con lo que el candidato o participante proyecta, tanto a través de su imagen personal como en el registro sociolingüístico. Ambos aspectos –imagen y registrofacilitan la ubicación del emisor dentro de cierto sector socioeconómico. Su comportamiento despierta ciertas expectativas de acción y pensamiento consideradas como deseables o indeseables para ciertos fines u objetivos. En conclusión, para lograr la aceptación o rechazo de una audiencia no sólo cuentan los argumentos, sino también la posibilidad de que la audiencia se identifique con el emisor, y la capacidad de éste para representar los ideales deseados y proyectados en él. Habría que preguntarle, por ejemplo, si el rechazo público a la postura de Ross Perot se debió tanto al acento sureño y nasal, como al ataque de su oponente. Al Gore. Después de la intervención argumentativa de Gore, la oposición de Perot al TLC parecía más una acción para proteger sus intereses familiares que una para defender los comunitarios. Ante esta acusación, los argumentos de Perot perdieron validez y su capacidad representativa se vio menguada, y seriamente cuestionada la legitimidad de su propuesta.
de sus propuestas? Si leemos con atención, ninguno de sus planes se diferenciaba sustancialmente de los demás, pero a nivel de representación, de historia previa, de imagen, de modo de hablar, de gesticular, correspondían claramente a registros socioculturales diferentes y generaban expectativas distintas. ¿Qué tendencia se impuso, mayoritariamente, en los momentos de elegir para presidente? Es claro que, adicionalmente a los registros socioculturales correspondientes a cada candidato, también habría de pensar en esa función “presidencial” y lo “que” la acompaña a nivel imaginario.
LÍMITES Y ALCANCES El imaginario social El límite y alcance de la actividad argumentativa depende estrechamente del mundo imaginario social, en donde lo volátil de la experiencia, lo impredecible de la percepción y la condición efímera de la palabra hablada convierten el debate no en la panacea, sino sólo en una de las alternativas sociales de acción comunicativa. Mediante la opción argumentativa es posible lograr el acuerdo o consenso dentro de la comunidad o, al menos, propiciar en la audiencia una reacción más positiva o negativa con respecto a una determinada postura o acción pública o privada. Revisemos las declaraciones de un periódico local. ¿qué piensa?
CAP. 1. ¿QUÉ SIGNIFICA ARGUMENTAR?
MÉXICO Es interesante abordar el discurso político no únicamente desde la perspectiva de lo que se dice, sino también de aquello que se oculta, pero que se juega en el momento del rechazo o apoyo a una determinada opción o proyecto. O, si no, ¿qué se jugó durante las elecciones presidenciales entre Cuauhtémoc Cárdenas, Fernández de Cevallos o incluso Zedillo? ¿Fue acaso la calidad, validez, eficacia
1. Una cosa nos enseño anoche el debate entre el IFE y el PRD... 2. Y eso es que la mera verdad hay que tener mucho cuidado con los susodichos encuentros televisados. 1. Porque si bien es cierto que pueden ser un útil instrumento para la democratización del sistema, también 19
es cierto que pueden tener un efecto contraproducente.... 2. En pocas palabras, no todo lo que acontece en la sociedad puede estar sujeto a debate... 1. ¿Qué pasaría, por ejemplo, si sujetaran a confrontación los índices la contaminación, el programa “Hoy circula”, las reservas petroleras o medición Producto Interno Bruto?...
se de no la
2. Simple y llanamente, el país correría el riesgo de dar juego a la “imaginería”, que no siempre es el campo de la razón o, peor aún, se podría “politizar” todo cuanto se quisiera... 1. En esa circunstancia podrían ganar quienes tuvieran mejor imagen, oratoria y capacidad histriónica, sin que eso nos acercara a las verdades que el país reclama.... 2. Eso y mucho más es el riesgo de endiosar los debates televisados. (M. A. Kiavelo, El Norte, 31/5/94.) La fragilidad de la práctica argumentativa no implica desecharla; muy por el contrario, gracias al conocimiento de sus debilidades, se impone la necesidad de preservar ese espacio comunicativo mediante condiciones donde el imaginario social tenga su peso específico sin menguar por eso la influencia del discurso racional. A manera de reflexión corta podemos anotar que algunos factores, como la presentación personal y las conductas verbales y no verbales, incluyen en el imaginario social y afectan la elección de un candidato a cualquier puesto de decisión mayoritaria. La prueba de lo anterior es ya un lugar común después del famoso libro Cómo se vende un presidente, en el cual queda asentada la relación entre manejar la imagen y ser elegido para presidente de una de las naciones más poderosas. A pesar de los cambios rápidos que la moda exige, los grupos sociales siempre se arreglan para generar mecanismos de distinción y pertinencia. A través de signos visuales y verbales, como son el modo de vestir, de hablar, de moverse e incluso de 20
mirar, se establecen criterios de inclusión o exclusión a un cierto sector social. Identificarse con un candidato o con una candidata implica elegir al representante del sistema de vida y creencias al cual se pertenece o se quiere pertenecer. Cuando la influencia y peso de la imagen es mayor que el proyecto que un aspirante sostiene, entonces la fragilidad del sistema de representación se evidencia y pronto queda al descubierto del fraude. En muchas ocasiones, la televisión puede crear esa ficción de candidato ideal y también el debate puede hacer creer que la habilidad para argumentar es sinónimo de solidez y certeza. No siempre el mejor litigante tiene el argumento más válido, eficaz o legítimo. Posturas relativistas Otro problema relacionado con el anterior se refiere al peligro de eliminar en el proceso argumentativo toda referencia a la condición de verdad y a la realidad. Cuando esta referencia se pierde, es fácil caer en la tentación de considerarlo “colectivamente válido” como exclusivamente un hecho social y sin ninguna relación interna con la racionalidad de los argumentos. Esta actitud ha ocasionado actos sociales de represión y violencia, desde Hitler hasta el apartheid en África. En términos de acción comunicativa y como consecuencia de esta postura relativista, el debate se convierte en un combate de gladiadores verbales donde lo único que parece importar es quién se impone, pero no quién tiene la razón. El acuerdo y el consenso También es importante estudiar las diferencias que se presentan entre lograr un acuerdo y llegar a un consenso. Los acuerdos pueden obtenerse sin que medie entre los participantes un sentimiento de “comunidad”. Los acuerdos pueden efectuarse entre grupos que comparten un interés particular, pero no necesariamente creencias, costumbres o hábitos. Incluso pueden variar las razones y metas para aceptar la conciliación de intereses y estrategias acerca de una acción o proyecto conjunto. El enfoque en este tipo de propósito generalmente responde a cuestiones de validez
o eficacia de cierta idea o acción y ciertamente en función del costo-beneficio que se perciba. Un ejemplo de esto puede observarse en la Comunidad Europea, donde los acuerdos económicos se sostienen por las ventajas y beneficios que ofrece el hecho históricoeconómico de la integración como bloque. En cambio, con el consenso estamos realmente en otro terreno, el consentimiento (con-sentimiento). Éste implica la mutua conexión fática (emotiva) entre los participantes que forman esa y no otra comunidad. Cuando nos encontramos en esta situación es posible que entre los miembros no se compartan los mismos criterios de validez o eficacia acerca de proyectos o acciones, pero se tiene un campo común de creencias y modos de vida comunitarios que ejercen una determinante presión de aglutinamiento social. Esta cohesión forja compromisos y expectativas, los cuales, al mismo tiempo que otorgan a cada miembro un sentimiento de pertenencia, también impiden la circulación e incluso la discusión abierta de argumentos. Pensemos, por ejemplo, en el caso de Galileo Galilei. Algunos de sus contemporáneos pensaron que su teoría era válida; sin embargo, ante la presión social de su comunidad (y de las amenazas) se vieron en la necesidad de identificarse con aquellos que la negaban para seguir perteneciendo a la misma comunidad “viva”.
minoría, debe aceptar la decisión y consentir (con-sentir) en las acciones y estrategias. Lo ideal sería que en una decisión política confluyeran ambas fórmulas de acción comunitaria. No siempre sucede. En ocasiones es mucho más fiable un acuerdo entre naciones, que un consenso. No vayamos tan lejos: una negociación entre extraños es más sencilla y duradera que con amistades o familiares. En conclusión, la acción de argumentar es un tipo de comunicación con el cual uno o varios sujetos, empleando el discurso racional y emotivo, busca la adhesión y participación de la audiencia en un objetivo, idea u acción común, en oposición a los objetivos, ideas o acciones manifestadas, expresadas o ejecutadas por otras personas. Sus límites y alcances se relacionan con: 1. Factores del imaginario representación social.
y
de
la
2. La adopción de posturas relativas. 3. El establecimiento claro, ya sea de un acuerdo o de un consenso o, idealmente hablando, de ambos.
Cuando la validez de una creencia responde a un criterio de pertenencia, entonces no es un acuerdo racional, sino sólo un consenso. En otras palabras, en esta situación prevalece el con sentimiento por encima de cualquier razón objetiva y falible. Se apela, por tanto, más a la noción de grupo que a la fuerza de la argumentación. En esta situación importa más el grupo al que se desea beneficiar, o la ganancia que se pudiera obtener, que la validez o eficacia de la propuesta. La aseveración anterior es fácilmente observable en ocasión de cualquier iniciativa del ejecutivo. Los miembros de cada partido tienden a aglutinarse y a cerrar filas para apoyar o negar el proyecto. Cualquier acción individual que perjudique al partido se excluye o se sanciona. En el mejor de los casos, los disidentes simplemente pueden ausentarse y se abstienen de participar en el proceso, lo cual despierta sospechas, pero no exclusión. Si la mayoría de un grupo logra imponer su o sus criterios, el resto, o sea la 21
¿Discurso racional? CARACTERÍSTICAS Cualquier idea o acción cumple con los presupuestos de racionalidad si y sólo se encarna un saber falible. La primera condición para cualquier discurso debe cumplir, si pretende ser racional, es la de ser susceptible no sólo de crítica y fundamentación, sino de ser falseado. Si este requisito no se cumple, entonces nos encontramos en el terreno de la fe y por tanto, las reglas son diferentes y el debate se mueve en otro campo y con otras reglas. La razón de dicha condición se encuentra en la posibilidad de ponerse de acuerdo con respecto al mundo de los objetos. Lo que busca el discurso racional es un saber objetivo acerca del mundo. A este conocimiento no se llega por la vía subjetiva, porque es necesario que, para cualquier observador o destinatario, el qué del mundo pueda ser compartido por varios e, idealmente, tenga el mismo significado, o pueda ser traducido en términos parecidos. El ejemplo más claro que puede darse es la invención de palabras. Cualquier hablante puede darle un nombre especial a su silla, pero si desea o necesita comunicarse con otra persona acerca de su silla, es mejor que acepte el término usual y se olvide del propio. Ahora bien, también puede intentar fundar un nuevo sentido que los interesados puedan compartir, pero tendrá que luchar para que pueda ser aceptado o traducido. Esta inclusión de los demás en la comprensión y entendimiento del mundo se llama vía transubjetiva. Esto significa, que el mundo y el conocimiento subjetivo se trascienden cuando varios comparten, hablan o pueden traducir el mismo, o un mundo semejante de objetos. Sin embargo, como la suma de todas las interpretaciones acerca del mundo no las hace infalibles, entonces es imposible pretender sostener la verdad de los enunciados y debemos conformarnos con un cierto grado de validez. Las proposiciones no pretenden la verdad absoluta sino formular un conocimiento válido, y en esto consiste precisamente su racionalidad. En síntesis, son tres las características del discurso racional: 22
a) Formularse como un saber objetivo b) Su condición (consesual).
de
saber
transubjetivo
c) Ser susceptible de crítica y fundamentación (falible).
DEL PENSAMIENTO MÍTICO AL MODERNO La explicación que los seres humanos han formulado con respecto a los fenómenos naturales, a los objetos y a los seres que perciben es resultado de la observación y la experiencia en el mundo. El instinto vital de sobrevivencia empuja al ser humano a buscar una manera de contrarrestar el peligro de estar expuesto a los cambios o fuerzas de la naturaleza. Mediante explicaciones técnicas, científicas o míticas el hombre desarrolla una estrategia de protección que le permite vivir sin la constante amenaza de muerte y destrucción. A veces, contar una historia o desarrollar una teoría acerca del rayo satisface, directa o indirectamente, el anhelo humano de controlar de alguna manera el ambiente. Pensemos un momento en lo que pudo significar un rayo para el hombre de las cavernas. ¿Es diferente de lo que actualmente significa para un adulto en nuestra sociedad moderna? Con base en el conocimiento derivado de la interacción con su entorno, el ser humano puede establecer conexiones y relaciones que le permiten un mayor control de la naturaleza o, al menos, mayores posibilidades de prevención y protección. Con ello, reduce la inseguridad que provoca lo desconocido. El conocimiento nace de la necesidad y el deseo. Para los habitantes de la ciudad de México es importante que su conocimiento acerca de los temblores no sea un dato más de enciclopedia, sino esencialmente un saber qué hacer (quehacer) en caso de un temblor. Seguramente el conocimiento que tienen actualmente acerca de este tipo de fenómeno natural no es precisamente el mismo que tenían antes del temblor de 1985. Ahora bien, el tipo de explicación que los hombres en las sociedades modernas encuentran para comprender el mundo que los rodea, varía de acuerdo con los distintos estadios en los procesos evolutivos de la
civilización occidental. Estos estadios se relacionan directamente con las etapas del pensamiento hacia una racionalidad cada vez mayor, o con el tipo de orientación científica, religiosa o mágica que un grupo le otorgue a su experiencia. En este sentido se habla pensamiento mítico, religioso y moderno.
del
La concepción mágica del mundo Cuando en la explicación de un cierto fenómeno se recurre a la intervención de las fuerzas sobrenaturales, nos encontramos ante una organización de pensamiento de tipo mítico y ante una concepción mágica del mundo. Algunas de las características de este tipo de pensamiento son: 1. La conexión entre el signo y el objeto o ser nombrado. En este tipo de explicación la palabra juega un papel determinante, y es así por la capacidad que tiene el lenguaje para disparar el mecanismo mental de la representación y establecer un enlace significativo entre el nombre y la cosa; con ello ese nombre se convierte en la representación del objeto o ser nombrado. En el pensamiento mágico se establece una relación de correspondencia que permite que la palabra “perro” y el ser perro se anuden. Esto plantea un problema, ya que los nombres de las cosas no son las cosas y no existe ninguna razón que justifique la combinación de esos sonidos, ni que el nombre se derive del ser propiamente perro. Si el nombre proviniera del ser perro, entonces toda lengua compartiría el mismo nombre, cosa que no es así. Por tanto, las palabras y los objetos no guardan necesariamente una correspondiente relación unívoca.
2. El establecimiento de relaciones de semejanza y contraste. A partir de la observación y la experiencia con su entorno, el hombre establece relaciones de semejanza (igual) y contraste (diferencia) entre su propia vivencia y el mundo que lo rodea. En su tarea por sobrevivir las posibles regularidades en los fenómenos naturales a cuales pueda desarrollarse estrategias de alimentación, protección y algo ante las acechanzas del medio natural. Una de tantas estrategias es convertir en dioses a los fenómenos naturales o animales a los cuales temen, aman, necesitan o desprecian. Por ejemplo, el trueno, el rayo, la lluvia, el Sol se transforman en seres superiores, y lo mismo hacen con animales como el león, el jaguar, la vaca. Con objeto de comprender o intentar controlar su medio, adjudican a los dioses cualidades y defectos propios del ser humano, o propios de los animales que conocen. Sin embargo, estos dioses no pueden ser iguales que los hombres, y es cuando se engrandecen sus virtudes y sus pasiones sobrepasando en mucho la ira, los celos, la fuerza o la astucia de cualquier hombre o mujer. No sólo los dioses son humanizados; también las narraciones acerca del origen y destino de la humanidad son referidas en términos de la organización y experiencia social. Así, en los relatos intervienen dioses que son hermanos, esposos, enemigos, amigos y cuyas acciones se manifiestan en pleitos, raptos, guerras, chismes. Las situaciones pueden ser de lucha por el poder, o de pugna por la mujer o por el gobierno, mientras que los resortes para actuar se deben a pasiones como la venganza, el amor, la amistad, o los celos.
Desligar el nombre y la cosa implica reconocer que el mundo del lenguaje se rige por una estructura que le es propia y diferente del mundo de los objetos.
En pocas palabras, se establece un paralelismo entre las explicaciones en torno a los fenómenos naturales, la actuación de los dioses y las relaciones sociales y familiares; de ahí que se hable de la falta de distinción entre naturaleza, sociedad y cultura.
A través del mecanismo de conexión entre nombre y cosa el pensamiento mítico liga naturaleza y cultura, objeto y palabra.
3. La transmisión de conocimientos conserva en rituales cerrados y formularios.
Un ejemplo de cómo se anudan naturaleza y cultura puede observarse en el caso de las tradiciones indígenas en que se elige el nombre del recién nacido con la esperanza de que las características asignadas a cierto objeto, animal o antepasado sean heredadas o trasmitidas al nuevo ser a través de su nombre.
Habría de enfatizar el sistema cerrado de los rituales que no admiten cambios en las expresiones verbales y gestuales, en los que cada palabra se encarga de cierto poder evocativo y representativo. Esta es una característica esencial del símbolo, muy común en los relatos míticos.
se en
23
Estos relatos ofrecen una explicación total y adecuada de las cosas tal como son y como fueron en un pasado. El modelo de pensamiento mágico del mundo hace tolerable la vida y le otorga significación a los actos individuales y sociales, pero a cambio exige la aceptación y obediencia absolutas. A continuación se presenta un fragmento del Popol-Vuh con objeto de puntualizar las características mencionadas para el pensamiento mítico. En seguida fueron aniquilados, destruidos y deshechos los muñecos de palo y recibieron su muerte. De tzité se hizo la carne del hombre, pero cuando la mujer fue labrada por el creador y el formador, se hizo de espadaña la carne de la mujer... Pero no pensaban, no hablaban con su Creador y su formador, que los habían hecho, que los habían creado. Y por esta razón fueron muertos, fueron anegados... El Tucumbalam llegó también y les quebró y magulló los huesos y los nervios, les molió y desmoronó los huesos. Y esto fue para castigarlos porque no habían pensado en su madre, ni en su padre, el Corazón del Cielo, llamado Huracán... Llegaron entonces los animales pequeños, los animales grandes, y los palos y las piedras les golpearon las caras... Y se pusieron todos a hablar.1 Es importante considerar, que este fragmento forma parte de un relato y que para que pudiera adquirir su significación total sería imprescindible realizar una lectura completa. Sin embargo, para nuestro propósito de estudiar más de cerca el pensamiento mágico es, si no suficiente, al menos esclarecedor. En primer lugar, reflexionemos acerca del tipo de explicación que se ofrece de un fenómeno natural. La inundación es resultado de una acción errada de los muñecos de palo; es un castigo por no pensar y hablar con su Creador y Formador. Se plantea claramente la fusión de la naturaleza y el hombre al establecer la relación estrecha entre una inundación y una acción humana. Otro aspecto que conviene estudiar se presenta en el nombre de “Corazón del Cielo” y el fenómeno “huracán”: ¿Cuál es el tipo de asociación que puede plantearse entre un 1 Popol-Vuh. Las antiguas historias del Quiché. Adrián Recinos (trad.) FCE, Méico, 1961, p. 30 El énfasis es de la autora. 24
corazón y un huracán? ¿Es acaso esa fuerza vital, desbocada, impredecible y devastadora? Las respuestas a las anteriores incógnitas implicarían un estudio que está lejos de ser nuestra intención. Sin embargo, para nuestros fines es necesario puntualizar ciertos mecanismos de asociación que tienen que ver con un pensamiento concreto y con un sistema de categorías –producto cultural- basado en el conocimiento que tiene de sí mismo el hombre en este estadio. Con la designación de huracán como Corazón del Cielo se manifiesta la relación entre las características de un órgano como es el corazón y un fenómeno físico como es el huracán. El corazón se agita ante las experiencias sensoriales y emotivas del ser humano. El huracán es un fenómeno natural con una fuerza devastadora que, en el caso revisado, reacciona pasionalmente ante la indiferencia del muñeco de palo. Son este tipo de asociaciones las que están presentes cuando se habla de la relación entre naturaleza y cultura. Además, la causa del castigo es resultado de una ofensa al dios. Esta ofensa consiste en no hablar y no pensar en él. Se le adjudica con ello la capacidad para enojarse, para molestarse; en otras palabras, se le concibe con sentimientos de ira similares al ser humano. La acción de Tucumbalam se adecua con facilidad a cualquier descripción de un ataque mortal a una personal Por último, la explicación del siniestro también se basa en relaciones de parentesco, o sea en el padre y la madre a quienes se les debe un especial trato familiar y, por no dárselo, los muñecos de palo se hicieron acreedores al castigo. Un dato importante, y que merece atención especial, se refiere a la explicación del mundo con base en la intuición. En la cita siguiente, es posible detectar el parecido entre el hombre y el mono y el tipo de explicación que se busca para indicar ese hecho de observación. Y dicen que la descendencia de aquéllos son los monos que existen ahora en los bosques, éstos son la muestra porque sólo de palo fue hecha su carne por el Creador y el Formador. Y por esta razón el mono se parece al hombre, es la muestra de una generación de hombres creados, de hombres formados que
eran solamente muñecos y hechos solamente de madera.2 Otra aclaración importante con respecto al pensamiento mítico es que los procesos mentales implicados, tanto en este tipo de pensamiento como en el de cualquiera de nosotros, se relacionan con patrones de pensamiento que nos suministran por nuestras respectivas sociedades o grupos socioculturales, y su transmisión se realiza por vía de la escuela, la familia, los compañeros o los medios de comunicación masiva. Si no fuera así, ¿quién, por cuenta propia, ha construido la creencia o conocimiento acerca de la formación del cosmos a partir de sus propias informaciones e inferencias? El conocimiento que tenemos del universo, es el resultado de una tradición científica y humanística en la observación y registro de experiencias realizadas por diversos pensadores a lo largo del tiempo. El conocimiento por una parte es acumulable, y por otra, es el producto de una serie de decisiones adoptadas por una comunidad para interpretar y orientarse en el mundo circundante. Pensamiento mágico y racionalidad Para explicar los problemas que presenta el tipo de pensamiento mágico para el proyecto de racionalidad, es necesario revisar tres conceptos; el mundo objetivo, el mundo social y el mundo subjetivo. Consideramos que el mundo objetivo es la totalidad de fenómenos, hechos y objetos, o sea un estado de cosas, presuntamente idéntico para todos los observadores posibles. Como mundo social entendemos la totalidad de relaciones interpersonales, expresadas a través de las normas y regulaciones de un grupo humano, reconocidas como legítimas y vinculantes por todos los miembros de esa comunidad. En cambio, con el mundo subjetivo nos referimos a la totalidad de vivencias que un sujeto experimenta de manera personal y que no son necesariamente compartidas por toda la comunidad.
El conjunto de estos tres mundos es lo que llamamos mundo de vida, u horizonte de vida en una cultura. La confusión que el pensamiento mítico presenta entre naturaleza y cultura impide la separación entre una actitud objetivizante con respecto al mundo de los objetos, o de las cosas existentes, y la actitud de conformidad o no frente a un mundo de relaciones interpersonales regulado por normas. En otras palabras, en este tipo de pensamiento no es posible distinguir entre la observación de los objetos y fenómenos – mundo objetivo- y la observancia o la violación de normas legítimas de acción, correspondiente al mundo social.3 Debido a lo anterior, se torna imposible cuestionar si el huracán es la reacción de un dios vengativo ante una acción ilegítima, o el producto de una serie de factores ajenos a los estados emotivos de un dios. Cuando en la concepción mágica alguien se atreve a criticar los objetos de la creencia, los fenómenos que se explican o las prácticas que se efectúan, esto es interpretado por los sujetos que comparten estas convicciones como una agresión hacia ellos o hacia las formas de relación y convivencia. Con la duda se atenta contra la seguridad personal o comunitaria, y ya no es una cuestión de conocimiento. Si bien, este modelo de pensamiento constriñe a todos los miembros a compartir un mismo mundo de vida, también es cierto que en la misma medida favorece la seguridad interna de los miembros de dicha cultura, quienes no piensan, ni deben pensar, en otros términos, que no sean los aceptados por todo el grupo. La capacidad para aprender, individual y colectivamente, se limita a la tradición oral trasmitida de generación en generación, sin admitir grandes cambios. Aunque el tiempo, el contacto con otros grupos y los propios mecanismos lingüísticos de la oralidad se encarguen de generar variaciones no deliberadas, el problema sigue siendo la actitud cerrada frente al cuestionamiento, cuya consecuencia más directa es la poca participación del sujeto en la conformación de su saber. A lo que asistimos en el proceso de pensamiento mítico es a la fusión entre el mundo objetivo, social y subjetivo sin distinciones. 3
2
Op. Cit., p. 32.
En una época de la historia de la ciencia, observar los astros era una práctica considerada como ilegítima. 25
Esta conformación global de los mundos es la que sufre los mayores trastornos a lo largo del proceso civilizatorio occidental, desde estos inicios de pensamiento mítico hasta el pensamiento moderno. Es importante aclarar que de ninguna manera podemos entender que estas etapas han evolucionado de manera igual y terminal. En realidad, actualmente dentro de una sociedad y considerada como “moderna” o de primer mundo, encontramos rastros y vestigios de este tipo de pensamiento. La prueba de la aseveración anterior se encuentra en la proliferación de centros y actividades relacionados con la cartomancia (echar las cartas), con brujería, con la venta de objetos de buena o mala suerte (amuletos y otros), o incluso, en frases como “déjame tocar madera”. Habría que pensar en las nuevas formas que ha adquirido este tipo de pensamiento mágico reflejado incluso en la compra de billetes de lotería, o la constante referencia a la astrología para saber si el día es propicio para llevar a cabo tal o cual acción, o para entender si se es compatible o incompatible con cierta persona. En Monterrey, en tiempos de sequía, los gobernantes han recorrido a la antigua práctica de un danzante para provocar la lluvia. Entonces, pensamos si en realidad el pensamiento mágico ha dejado de estar presente en nuestro vivir cotidiano. Las etapas, por tanto, no son terminales sino son formas que coexisten simultáneamente en toda sociedad moderna; sin embargo, son consideradas de diferente manera dependiendo del grado de desarrollo en que las sociedades se encuentren, o sea, aceptadas abiertamente, como sería en sociedades menos avanzadas industrialmente hablando –tercer mundo- o solapadas y justificadas como sería en sociedades del primer mundo. La concepción religiosa Cuando surge la concepción religiosa, la explicación del mundo se vuelve más unitaria, se despoja de su relación estrecha con la imagen y se toma más abstracta. Véase, por ejemplo, el hecho de concebir un solo Dios y que éste no pueda se representado ni nombrado, como es el caso de la región hebrea. El nombre Yahvé significa 26
precisamente el innombrable, “Yo soy el que soy”. Esto implica, que el conocimiento se ha desprendido de su base material y exige un nivel más abstracto de conceptualización. La consecuencia de este paso evolutivo del pensamiento es la posibilidad de que las palabras ya no se encuentren atadas a los objetos, ni a las imágenes, y pierdan su valor referencial y aumente su valor de representación. Quizá, por este motivo, se desata la ira de Moisés ante la escena del pueblo prometido adorando la imagen del becerro de oro como dios. Para el profeta, el acto de adoración a la imagen pudo representar un retroceso lamentable en el proceso colectivo para lograr la conceptualización de un Dios despojado de referencia material. Si no se lograba este paso, tampoco era posible introducir colectivamente las leyes supremas emanadas de un principio universal divino. Así, un Dios concebido universalmente y sin representación material permitía la gestación de normas colectivamente universales y sin referencia directa e inmediata a una persona o institución. Con ello se uniformaban las creencias y tradiciones en un texto, y se dejaba de depender de los profetas, jefes o líderes de sectas. Asimismo, se cancelaba la relación temporal, de ahí que las normas ya no estaban sujetas a lo presente, sino adquirirían un carácter eterno e inmutable. Todos debían sujetarse a la misma ley que se aplicaba a todos por igual. Con éste y otros episodios se inicia la desmitologización de la imagen del mundo para permitir distinguir entre naturaleza física y sociedad, entre naturaleza y cultura. En este tipo de pensamiento se establece la relación entre Dios, la criatura humana y el mundo de lo social. A diferentes del pensamiento mágico, donde los dioses comparten vicios y virtudes del ser humano, en el pensamiento religioso el hombre está hecho a imagen y semejanza de Dios, pero en versión deficiente e incompleta. El anhelo humano es fundirse con ese ser superior inmaterial; para lograrlo es necesario cumplir con ciertas normas que rigen tanto al ser individual como al social. Cuando éstas se cumplen debidamente, se tiene la gracia divina; si no es así, entonces sobreviene la enfermedad. La máxima ética es: Un hombre moral es un hombre sano.
Observamos que en este tipo de pensamiento se fusionan los conceptos de moral y salud. Es así, como surgen las normas y procedimientos que rigen a todo el grupo social y que se mantienen como formas y modos sociales para salvaguardar y conservar la identidad del grupo. Incluso, en algunos casos, estas mismas normas representan los conocimientos médicos, sociales y espirituales generados a través de los años. Como ejemplo de lo anterior, tenemos la prohibición de la ingestión de puerco por el pueblo judío debida, fundamentalmente, a una media del tipo higiénico y como resultado de la observación atinada de ciertas enfermedades mortales provocadas por la falta de suficiente cocción de la carne porcina. Su saber se apoya en dogmas y es un conocimiento sagrado incuestionable y ligado a la tradición de un texto. El canon es inmutable y lo es por razón de sobrevivencia física y cultural como grupo. La concepción moderna Se caracteriza por la distinción entre las cosas y las personas, entre los objetos manipulables y los agentes capaces de lenguaje y acción. Esto hace posible que se distinga entre: a) un medio de comunicación como es la palabra, b) aquello sobre lo “que” se habla, y c) “quién” habla. En otras palabras, la diferencia entre el signo y las cosas, entre nexos de sentido y nexos objetivos, como también entre el sujeto y el objeto de la enunciación. Al establecer la distinción es posible verificar la relación entre el signo, Se/So, el referente u objeto de la enunciación y el sujeto que habla. Decir, por ejemplo, “La Tierra es cuadrada” implica investigar “cuadrada”. Ante todo hay que explorar el término “cuadrada”. En este caso, se consulta el diccionario: “...figura plana cerrada por cuatro líneas rectas iguales que forman otros tantos ángulos rectos”. Esto significa, que los nexos de sentido que plantea la relación entre el sujeto gramatical “Tierra” y el adjetivo “cuadrada” implican cierto nexo de sentido determinado y, por tanto, que en la experiencia u observación, o sea en los nexos objetivos, pueden confirmarse dichos nexos de sentido. En otras palabras, que la experiencia dictamina acerca de la redondez o cuadratura de la Tierra.
Con esta definición, y con base en la experiencia, se determina si es válida o correcta la afirmación de que la Tierra es cuadrada. De esta manera, se decide con respecto a la validez de una proposición, teniendo en cuenta la observación y experimentación con el referente. Se verifica la relación entre los nexos de sentido y los nexos objetivos, llamados también empíricos. A consecuencia de la desmitologización de la imagen del mundo y de la diferencia entre lenguaje y mundo, es posible establecer la diferencia entre conceptos de validez y nexos empíricos. Así, conceptos como salud y moralidad pueden desligarse uno de otro y, con ello, distinguir entre lo que puede adjudicarse a un agente divino y lo que corresponde a reacciones naturales del cuerpo o del medio ambiente. Es por ello, que las explicaciones dadas acerca de la lluvia o tormentas como señales de enfado o complacencia de algún ser sobrenatural dejan de ser aceptadas, como también cualquier medida que intente solucionar los efectos de un huracán mediante conjuros mágicos. Esto implica que las explicaciones dadas por una concepción religiosa o mágica dejan de ser suficientes y satisfactorias y se buscan otras razones que expliquen los hechos y ofrezcan una vía de orientación más aceptable en el mundo. Incluso, se vuelve imprescindible diferenciar entre la causa de la enfermedad y una conducta moral, de tal forma que ya no se sostiene que necesariamente por ser un buen hombre se tiene salud. Un excelente creyente padece una enfermedad y miseria, pero esto no lo hace más o menos moral. Si es posible que un ser humano pueda distinguir entre las personas que actúan, los objetos que pueden manipularse y los agentes que ocasionan los fenómenos o reacciones, entonces es capaz, él mismo, de convertirse en un sujeto cuyas acciones pueden ser juzgadas y valoradas de acuerdo con ciertas normas y, también, es posible que su conocimiento del mundo pueda ser primeramente expresado a través del lenguaje, y que a través de ese medio de comunicación sea, a su vez cuestionado y transformado. Al producirse la diferencia entre la naturaleza, el entorno sociocultural y el sujetoagente, es posible que las acciones y manifestaciones del sujeto y de los otros puedan sujetarse al enjuiciamiento crítico y a la revisión de sus fundamentos de acuerdo con 27
criterios de validez, eficacia, veracidad e inteligiblilidad.
legitimidad,
En tanto que los fundamentos del pensamiento religioso y mítico son resguardados por la tradición y los dogmas, en el saber moderno los fundamentos se sujetan a la interpretación y la crítica. El progreso se basa en la capacidad de la razón para fundamentar el conocimiento sobre argumentos válidos y no existen garantías de salvaguarda contra el error, ni de protección contra la innovación, ni de evitar la refutación de sus bases, principios o leyes. La consecuencia de este pensamiento es la conciencia acerca de la imposibilidad de encontrar la verdad única y absoluta, y la necesidad de enfatizar, por tanto, lo verdadero, la validez como criterio de verdad.
EL PASO HISTÓRICO DEL CRITERIO DE VERDAD AL DE VALIDEZ Esta transición implica cinco etapas: 1. Búsqueda de modelos explicativos del mundo y de la acción de las fuerzas sobrenaturales. Todo conocimiento y saber se deposita generalmente en la tradición oral trasmitida a las nuevas generaciones por intermediarios, sean brujos, sacerdotes o ancianos. 2. El modelo se centra en la concepción unitaria de un solo Dios como principio universal de explicación del mundo y de la acción personal y grupal. El saber se encuentra contenido en un texto sagrado conservado y trasmitido por personas especialmente designadas para tal función. Todo el saber, normas y conocimientos acerca del mundo se expresan por medio de principios religiosos. El caso más significativo es la religión hebrea. 3. Desplome del modelo basado en principios religiosos; el conocimiento entra en crisis ante la tendencia creciente hacia la observación y experimentación con la naturaleza. Se resquebraja la construcción del conocimiento con base en dogmas y se inicia el proceso de fundamentar el saber sobre argumentos válidos y colectivamente aceptados. 4. Consolidación del modelo basado en la razón. La capacidad racional es considerada como eje del conocimiento y del progreso. 28
5. Crisis del conocimiento racional. Se cuestiona radicalmente el tipo de progreso derivado del modelo centrado en la razón. Se plantea como alternativa por parte de algunos estudiosos recuperar el sentido de la racionalidad, y por otros, desechar por completo las pretensiones ambiciosas de universalidad y objetividad. Este deslizamiento de la verdad a lo verdadero es la consecuencia de los avances en la ciencia que desde la Edad Media se presenta como parte de la crisis del conocimiento. ¿Cómo se presenta este deslizamiento en la historia? A partir de la observación de la naturaleza. Copérnico, Galileo y muchos otros plantean sus teorías acerca del movimiento de los astros. El problema se presenta cuando sus descubrimientos entran en conflicto con los dogmas tradicionales de la iglesia referentes al universo y al lugar del hombre en el mundo. Esta crisis significa la primera piedra de toque para cuestionar la posibilidad de la verdad única y absoluta. Otro elemento en este deslizamiento de la verdad a lo válido es el papel desempañado por el movimiento de Reforma iniciado con Lutero. Mediante la radical postura rebelde de este monje se pone en el centro del saber al hombre y su capacidad razonadora para interpretar los textos sagrados; al hacerlo, se coloca al sujeto como responsable de su conocimiento basado en textos y se desechan los argumentos basados en la autoridad incuestionable. Las tradiciones anglosajona y alemana, correspondientes a las regiones donde la reforma protestante imperó, tienen un recorrido más antiguo y sólido con respecto al empleo del pensamiento crítico, no sólo en cuanto a la posibilidad de refutar y cuestionar la autoridad del saber, sino también para fundar una nueva dinámica grupal que imponía la necesidad de lograr el acuerdo entre el mayor número de personas consideradas como iguales. Cualquiera podía emprender una vía de interpretación diferente o divergente pero necesitaba de un grupo que asintiera y aceptara como válida dicha postura, actitud o acción. De ahí que lo válido no fuera el único criterio, sino también que una colectividad lo considerara como aceptable. Esto necesariamente obligaba al líder a legitimarse por medio de la exposición de los mejores argumentos y de timarse por medio de la
exposición de los mejores argumentos y de la habilidad para convencer al mayor numero posible de personas.
convencer a un auditorio. Y, en cambio, sí se favorecían las habilidades para reforzar la tradición y conservar los cánones.
A este respecto, es importante analizar la declaración de Lutero cuando se nieva a retractarse en la Dieta de Worms de 1521:
No son las anteriores las únicas diferencias entre las actividades comunicativas de sociedades anglosajonas y alemanas y las latinas; sin embargo, en atención al tema de la argumentación, se considera que son las más importantes para entender que el debate como práctica comunicativa en nuestras comunidades es relativamente reciente y requiere un proceso evolutivo que implica un cambio radical en la apreciación de los procesos cognoscitivos y sociales.
Su Majestad Imperial y Sus Señorías exigen una respuesta sencilla. Hela aquí, llana y sin ambages. A menos que se convenza de error por el testimonio de la Escritura o bien (ya que no confío en la autoridad no apoyada del Papa o de los concilios, pues es claro que a menudo han errado y a menudo han caído en contradicción) por manifiesto razonamiento se me convenza mediante las Escrituras a las que he apelado, y mi conciencia quede cautiva por la palabra de Dios, no puedo retractarme y no me retractaré de nada, pues ir contra nuestra conciencia no es seguro para nosotros ni depende de nosotros. Esto es lo que sostengo. No puedo hacer otra cosa. Que dios me ayude. Amén. Es importante destacar varios elementos en la cita anterior. En primer lugar, la insistencia en la acción de convencimiento; con ello apela el rechazo de la imposición arbitraria y autoritaria En el lugar de la autoridad coloca al texto, o sea la Escritura, y finalmente apunta a la falibilidad propia del ser humano como garantía para sostenerse en su conciencia y no retractarse de su visión o interpretación religiosa. El acto individual de Lutero es la representación del hombre moderno en el afán por construir el conocimiento con base en la interpretación de textos.
Tan sólo alejarse de posturas como la de “verdad absoluta” y de “yo lo digo” toma un tiempo considerable; otro tanto es necesario para adquirir el hábito de considerar imposible la verdad y aceptar el criterio de lo válido como norma de conocimiento. Si a lo antes expuesto, se añade la necesidad de convencer y de considerar que los argumentos, además de válidos, deben ser colectivamente aceptados, queda un largo camino que recorrer y aprender. La consecuencia del paso dado de la verdad absoluta depositada por gracia divina en los representantes de la iglesia, a la fundamentación del conocimiento por medio de argumentos válidos y colectivamente aceptados, es la gestación de un tipo de discurso donde las opiniones, ideas y acciones deben ser objetivas, refutables y consensuales.
En cambio, los países cobijados por la tradición de la autoridad papal: España, Portugal, Italia y sus respectivas colonias, siguieron el patrón de la obediencia y su sujeción al criterio y conocimiento emanado de la iglesia. Fueron ellos los representantes de lo que habría de conocerse históricamente como la Contrarreforma. El máximo consejo que se otorgaba en cuanto al conocimiento era la suspensión de la capacidad para razonar. La tendencia generalizada era, por tanto, aceptar los mandatos y obedecer o, de otra manera, la Santa Inquisición se hacía cargo de convencer al cristiano de aceptar la versión oficial acerca del mundo, el universo, el hombre y la vida. En este ambiente difícilmente se desarrollaba el pensamiento crítico y mucho menos se ejercitaba la capacidad argumentativa o la habilidad para 29
¿Pelear o debatir? EL HABLA ARGUMENTATIVA COMO PROCESO El habla argumentativa se refiere a una forma de comunicación que cumple con ciertos requisitos básicos, entre ellos y el más importante es la exclusión de todo tipo de coacción, ya provenga de fuera del proceso o desde dentro de él. El motivo único para realizarse es, idealmente hablando, la búsqueda cooperativa de la verdad. En ese sentido, la argumentación y, por tanto, el debate deben entenderse como actividades reflexivas orientadas al entendimiento. Por coacción se entiende cualquier tipo de presión emotiva, económica, social o de cualquier otra índole que pueda poner en duda la objetividad en el proceso. EL HABLA ARGUMENTATIVA COMO PROCEDIMIENTO En cuanto al procedimiento, entendemos el debate como una forma de interacción sometida a una regulación especial. Se concibe como una forma de división cooperativa del trabajo entre proponentes y oponentes, dentro de una dinámica dialéctica y con el objetivo de lograr un acuerdo racionalmente motivado. El procedimiento contempla las siguientes consideraciones: 1. Tematizar una pretensión de validez que se ha vuelto problemática. Un ejemplo de este procedimiento es el siguiente caso: supongamos que se organiza un concurso de belleza para hombres donde el objetivo es la diversión de jóvenes para festejar el fin de cursos. Para participar se les pide que imiten los modos de vestir y comportarse de las modelos femeninos de pasarela. Si ha de tematizarse este caso, podría plantearse así: ¿Es legítimo o aceptable que los jóvenes se vistan de mujeres? ¿Es válida, teóricamente hablando, dicha conducta? ¿Es comprensible que se organice una fiesta con esas características? ¿Es realmente eficaz para festejar el fin de cursos? ¿Tiene algún valor estético de tipo teatral, literario u otro? 30
En este primer paso, como se puede observar, se revisa cada una de las preguntas formuladas por los tipos de argumentación (Cap. 4). 2. Exonerados de todo tipo de presión, se adopta una actitud hipotética. En esta consideración, la clave reside en una frse interrogativa que consiste en decir: ¿Y si...? De esta manera se busca la contraparte de nuestras posturas iniciales; se actúa un tanto como abogado del diablo a nivel hipotético, permitiendo así, revisar las posibles fallas en los procedimientos de razonamiento. El objetivo es abrir el campo de la reflexión y considerar el otro lado de nuestra postura. Esto nos evita caer en posiciones demasiado rígidas, incapaces de soportar la crítica, o incompletas y superficiales. Si a cada pregunta que se expresa en la tematización se le acompaña de una pregunta hipotética, estaremos en mejor posición para buscar los fundamentos de nuestros argumentos. Entonces, ejemplificando con el caso anterior, una posible actitud hipotética puede darse así: ¿Y si vestirse o no vestirse de mujeres no tuviera bases teóricas sólidas? ¿Y si vestirse de una u otra forma fuera producto de la época y de la historia, y no de cuestiones de hombre y mujer como sexo, sino como género? ¿Y si lo único importante fuera el hecho de que no es aceptable para una cierta comunidad? ¿Y si efectivamente hay un valor teatral diferente? ¿Y si por el hecho de aceptar participar, un joven empieza a descubrir su tendencia? ¿Y si no fuera capaz como fiesta para celebrar el fin de cursos? 3. Se examinan las razones. En este apartado se dan respuestas a cada una de las preguntas enunciadas en la parte correspondiente a la tematización y la actitud hipotética. En realidad, la mecánica del debate se adapta al contexto específico y, por supuesto, a las circunstancias del grupo dentro del cual se ha vuelto necesario lograr un acuerdo. Entre los oponentes y los proponentes se elige la forma de la interacción más apropiada para los fines del debate. Con anterioridad se fijan las reglas, los tiempos y los protocolos. Cada participante debe aceptar las condiciones y el funcionamiento del debate antes de iniciar la tematización y revisión de los argumentos. Esta fase de negociación favorece que los participantes se comprometan a cumplir con ciertas bases que faciliten la interacción. No es recomendable, en ningún caso, proceder sin
dejar asentada previamente la mecánica del debate (Véase Apéndices.)
EL HABLA ARGUMENTATIVA COMO PRODUCTO Al considerar el habla argumentativa como producto se enfatiza la producción de argumentos pertinentes que convenzan al público en virtud de sus propiedades intrínsecas, mediante las cuales sea posible aceptar o rechazar las pretensiones de validez, legitimidad, eficacia o veracidad que las propuestas o proyectos sustenten. Con respecto a pelar o debatir, es necesario señalar que la actitud de perder o ganar con que suele asociarse la acción de pelear no produce buenos argumentos; en ocasiones la razón se nubla y se impregna de pasión, y difícilmente se cumple con el objetivo esencial del debate, que es la búsqueda cooperativa de la verdad. Es importante insistir en que los argumentos son los medios con cuya ayuda puede obtenerse un reconocimiento intersubjetivo sobre la validez de una pretensión que puede convertirse en un saber. Además, la actitud de los participantes en un debate difícilmente compagina con la incapacidad para negociar. El acuerdo motivado racionalmente incluye, dentro de sí, la posibilidad de ser objetado, modificado o rechazado, lo cual implica la habilidad de cada participante para replantear posturas y opiniones. En caso de que algún polemista no contemple dentro de su argumentación los límites aceptables de la negociación o no planee con anterioridad el mínimo y máximo del alcance de sus pretensiones, la discusión puede caer en el clásico pleito improductivo del todo o nada. Es importante no caer en esta tentación, ya que por lo regular los argumentos se convierten en ataques personales. La mejor manera de ganar un argumento es lograr un acuerdo conjunto donde no haya perdedores ni ganadores.
31
MODELOS TEXTUALES: TEORÍA Y PRÁCTICA Bassols, Margarida y Anna M. Torrent ARGUMENTACIÓN 1. Definición y características El hecho de argumentar es un signo distintivo del ser racional, es el arte de razonar a partir de opiniones generalmente aceptadas. 1 Por lo tanto, de acuerdo con este enfoque, podemos definir al hombre como el animal capaz de argumentar. La argumentación se hace necesaria cuando alguien no está de acuerdo con una opinión; con una prueba; con su interpretación; con su valor o su relación con el problema del que hablamos. Normalmente se trata de una operación discursiva orientada a influir sobre un público determinado. Pensemos, por ejemplo, en los discursos publicitarios y políticos, que son, en su mayoría, de naturaleza argumentativa. A menudo, argumentar “es intentar, mediante el discurso, que el receptor tenga una conducta determinada”.2 Que nos vote; que compre nuestro producto; que haga las cosas como nosotros queremos. O, en la mayoría de los casos, “es convencer al oyente de la corrección o la verdad de una aseveración, aduciendo suposiciones que la confirmen y la hagan plausible; o bien suposiciones a partir de las cuales se pueda deducir”. 3 Se trata de conseguir, por lo tanto, que dicho oyente crea lo que le decimos, que cambie sus convicciones u opiniones. Las argumentaciones inducen, refutan o estabilizan creencias y comportamientos de los receptores. Tienen, así pues, una eficacia de tipo práctico. En realidad, “argumentar” y “convencer” son dos verbos que van íntimamente unidos. Pero hemos de diferenciar claramente “convencer” de “persuadir”, ya que mientras el primero va dirigido a cualquier ser que sea razonable y que trabaje con recursos propios de la inteligencia, el segundo se orienta hacia un auditorio concreto y opera sobre la voluntad –y con recursos mucho más primarios-. Pensemos, por ejemplo, en los 1
Según PERELMAN Y OLBRECHTS-TYTECA (1988, pág. 1). Siempre nos referimos a la 5ª. Edición. 2 GRIZE (1981, pág. 30). 3 VAN DUK (1983, pág. 158). 32
recursos persuasivos que usa la publicidad audiovisual: las imágenes de sitios paradisíacos; las formas perfectas de unos cuerpos bronceados; el poder inigualable de la conducción de un buen coche... Pocos argumentos valen cuando se trata de atacar directamente a los sentimientos y a las pulsiones más elementales. En la práctica, “la argumentación es la operación lingüística mediante la cual un enunciador pretende hacer admitir una conclusión a un destinatario (o destinatarios), ofreciéndole una razón para admitir esta conclusión”. 4 Las razones para conseguir que sea aceptada una conclusión pueden ser muy variadas, como veremos más adelante, pero ya podemos afirmar que, a menudo, se basan en experiencias y creencias compartidas. (1) Este cuadro es magnífico. (2) Vale 5.000.000 de pesetas. Si no tenemos ninguna marca suplementaria que relacione estos dos enunciados, aquello que determina la orientación argumentativa es lo que quiere el hablante, lo cual está en función del grado de convencimiento que tenga quien emite los enunciados en cuestión. Imaginémonos que el locutor considera que “todo lo que es caro es bueno”; entonces (2) es un argumento de (1), la conclusión. En cambio, si quien habla cree que “todo lo que es bueno es caro”, (1) es el argumento de (2). 2. Operaciones Para demostrar o refutar una tesis, partimos de un conjunto de premisas, a veces no explícitas pero sí incontestables, y mostramos que no podemos admitir tal conjunto sin aceptar también tal o cual conclusión. La conclusión es la tesis que se ha de demostrar, o bien la negación de la tesis del adversario. Para pasar de las premisas a las conclusiones, utilizamos diversas marcas argumentativas que ayudan a ligar y hacer progresar el discurso argumentativo. Así, para concluir que “X es esquizofrénico”, primero situamos una premisa incontestable –“todos los lingüistas lo son”seguida de otra premisa más particular –“X es 4
PLANTIN (1990), Pag. 126).
un lingüista”-. Y, después, establecemos la conclusión con un conector argumentativo: “por lo tanto”. Todos esquizofrénicos.
los
lingüistas
En realidad, el anuncio que ha inspirado este silogismo decía:
son
Todas las virtudes están en las flores. Todas las flores están en la miel.
X es lingüista.
La miel TRUBERT.
Por lo tanto, X es esquizofrénico. Argumentar es dar razones de cara a tal o cual conclusión. En algunas ocasiones, podemos escoger entre diversas razones. He aquí algunos casos: Me duele la rodilla, por lo tanto, lloverá Viene
una
tormenta,
por
lo
tanto,
lloverá Adam 5 considera que el representante más sencillo de la base argumentativa es, sin ninguna duda, la aseveración argumentativa del tipo:
Y que conducía a una conclusión implícita: “Por lo tanto, las virtudes están en la miel Trubert”. En cuanto al orden de los elementos, hemos de decir que alguna vez es progresivo (de las premisas a la conclusión) y otras, regresivo (de la conclusión a las premisas). Fijémonos en estos anuncios: Si sabemos romper un huevo, Sabemos hacer un pastel. ALSA. Equivalente a:
El presidente ha declarado ante el Congreso, pero no me ha convencido. Donde encontramos implícita:
la
premisa
Tú sabes romper un huevo. Para hacer pasteles,
mayor,
El presidente convence a todos cuando hace declaraciones.
Un huevo
implícita)
lo tanto, (conclusión)
sabes
hacer
Hazlo ALSA. (Conclusión Implícita)
Ambas nos llevarían a la conclusión:
Argumentación con una ordenación progresiva. Si SAAB produjese coches en masa,
Pero yo argumento en contra de esta idea, cambiando la orientación argumentativa con:
Ningún SAAB sería como es. Intercambiable por:
Después de la aseveración argumentativa, y aumentando la complejidad, encontramos el silogismo, a menudo con dos premisas y una conclusión, como en este anuncio de miel: MODELOS TEXTUALES, TEORÍA Y PRÁCTICA
(premisa
Un pastel.
El presidente ha declarado ante el Congreso.
(...) pero no me ha convencido.
Sólo has de saber romper Por
Y la menor, explícita:
Me ha convencido.
(premisa)
SAAB no produce coches
(premisa)
en masa, por lo tanto, todos los SAAB son artesanales (conclusión) o: Todos los SAAB son únicos/ (premisa)
Premisa mayor: en las flores.
Todas las virtudes están
artesanales.
Premisa menor: la miel.
Todas las flores están en
Por lo tanto, (conclusión)
Conclusión: Por lo tanto, todas las virtudes están en la miel. 5
ADAM (1992), pág. 105).
SAAB
no
pro-
duce coches en masa. Según tenga el orden progresivo (de arriba abajo) o regresivo (de abajo a arriba), opción que dependerá de lo que crea a priori el receptor. 33
Veamos un ejemplo más de silogismo.1 Sabed que yo merezco vuestra piedad más que ningún otro castigo. El castigo es para los culpables; la piedad para los que son objeto de una acusación injusta. Ordenado sería: Premisa mayor:
El castigo es para los culpables; la piedad para los acusados injustamente.
Premisa menor:
Yo soy objeto de una acusación injusta.
Conclusión:
Yo tengo derecho a la piedad.
Se ha invertido el orden de la premisa mayor y de la conclusión, porque así ésta posee un valor independiente. Ducrot,2 por su parte, cree que los elementos de una argumentación son: las premisas, los argumentos y la conclusión (o tesis nueva). Pero deja bien claro, asimismo, que este orden no es inmutable. La tesis nueva o conclusión puede darse de entrada. La tesis inicial, las premisas, e incluso la conclusión, pueden ser en ocasiones sobreentendidas. Si la tesis nueva o conclusión no es sorprendente o no exige preparación, puede situarse al principio para aclarar bien pronto las ideas del auditorio. Pero si es nueva o complicada se puede reservar para el final o hacerla aparecer cuando sea preciso. Los argumentos pueden ordenarse también entre sí según tres criterios: de fuerza decreciente, de fuerza creciente y homérico (con los más flojos en medio). Si aplicamos el esquema de Ducrot a los anuncios, vemos que el recurso a las oraciones condicionales es habitual en la publicidad actual, con resultados diversos: desde la imposición de la condición como algo indiscutible, obvio, evidente (como hacen los condicionales contrafactuales), hasta el planteamiento de una posibilidad. Si la pasta El pavo fuera un poco más fresca El trigo aún permanecería en el campo, El queso aún sería leche Y los huevos aún estarían en la gallina Pasta fresca El Pavo, no hay otra más fresca ni más suave.
1
PERELMAN Y OLBRECHTS-TYTECA (1988, pág. 152). 2 DUCROT (1973, pág. 81). 34
Pasta fresca El Pavo. “Si los españoles fuesen africanos”, aseveraría un condicional contrafactual, que partiría del convencimiento de la verdad del contrario: “los españoles no son africanos”, del convencimiento y la certeza de que todo el mundo lo sabe y así lo acepta. Podríamos decir, por lo tanto, que esta frase es como una premisa, un hecho acordado. Decir. “Si la pasta El Pavo fuese un poco más fresca”, quiere decir que ya lo es. Y no un poco, porque sólo tenemos que imaginárnosla un poco más fresca de lo que ya es para entrever el conjunto de despropósitos a que ello daría lugar. Es evidente que encontramos una premisa implícita en el condicional, un argumento basado en la posibilidad de que la pasta sea más fresca, y una conclusión implícita, donde se evita a toda costa citar la palabra clave: “compra”. Si notas que tu protector y tus braguitas no se entienden, prueva el nuevo protegeslip de Ausonia, con forma anatómica, más fino y con más base adherente, que se puede adoptar a tus movimientos sin deformarse, sin que lo notes. Nuevo protegeslip de Ausonia, protege y no lo notas. En este otro anuncio audiovisual, la premisa implícita es que “los protectores de este tipo se mueven siempre”. Los argumentos son de tipo descriptivo, loan las ventajas del protector Ausonia. Y la conclusión suele ser la universal: “Por lo tanto, compra nuestro producto”. Otro truco para imponer premisas en la publicidad es el uso de las preguntas. Cuando hacemos una pregunta, normalmente imponemos una presuposición, y es esta inferencia pragmática la que actúa como premisa sobre la cual construimos toda la argumentación. Veamos algunos ejemplos: ¿Verdad que no te gusta sólo un tipo de fruta? ¿Verdad que no te gusta sólo un queso? ¿Verdad que no te gusta sólo una verdura? Entonces, te gustarán los panes integrales Silueta, con cereales, con fibra, con soja. Silueta. Comer sano es un placer. Las tres preguntas iniciales parten de convencimientos compartidos: “a nadie le
gusta sólo una cosa”, “a todos nos gusta variar”. Encontramos, después, una conclusión explícita: “por lo tanto, te gustarán los panes integrales Silueta”; un: “comer sano es un placer” asociado a: “con cereales, con fibra, con soja”, que actúa de argumento, y una conclusión implícita: “Por lo tanto, compra Silueta”. ¿Le aburre la pasta? Tallarines carbonara, Tortellinis con salsa Venus, Tallarines al pesto, Macarrones boloñesa, Tallarines parmesana. Pruebe Hoy Menú Gallina Blanca Y ya no le aburrirá la pasta. Gallina Blanca, cocina de hoy. Aquí se ve bien claro que la pregunta parte de una creencia incuestionable: “a usted, le aburre la pasta”. Si no, no podría prometer un futuro mejor con el consumo del Hoy Menú Gallina Blanca, gracias al cual ya no se aburrirá. Todos los argumentos son visuales, porque mientras la voz en off menciona los diversos platos, aparecen unas imágenes muy sugestivas en cuanto a gustos y olores. Las partes de Ducrot –premisas, argumentos y conclusiónse adaptan óptimamente al planteamiento de Perelman y Olbrechts Tyteca. 3 Estos autores nos servirán para entender qué se esconde detrás de la
3
VAN DUK (1983, pág. 158) también pone de relieve tres elementos fundamentales en una argumentación: la hipótesis (constituida por unas premisas), el conector pragmático (por lo tanto) y la conclusión. Ha sacado un cuatro. Por lo tanto no ha aprobado. Cuando argumentamos alguna cosa, hemos de partir de la base que una circunstancia determinada es una condición suficiente para otra circunstancia. Por ejemplo, en nuestro caso, que “un cuatro es un suspenso”. En esto reside la legitimidad de nuestra argumentación. El marco del argumento ha de ser por fuerza un examen. Y podemos dar una explicación del hecho, mediante: a) una suposición Pedro no ha trabajado b) una justificación No se consigue aprobar si no se trabaja suficiente. Como la relación entre el precedente y las consecuencias no es necesaria sino probable, puede haber excepciones: Como ha tenido otras notas buenas, puede ser que lo aprueben. La relación entre la hipótesis y la conclusión puede ser establecida, según Van Dijk, de tres maneras: por derivabilidad sintáctica, por implicación semántica y por conclusión pragmática.
terminología usada por Ducrot y muchos otros estudiosos.
3. Determinación de las partes Las premisas eran para Aristóteles algo que se consideraba cierto, sabido, una serie de hechos conocidos por todos. Son los objetos de acuerdo sobre los que se fundamenta la argumentación. 4 Se convierten más en una preparación del razonamiento que en su propia puesta en funcionamiento. El hablante las presenta como algo adquirido y compartido por todos los que están implicados en la argumentación. Las premisas están formadas por los siguientes elementos: a) Hechos, fruto de la observación, supuestos, convenidos, posibles y probables. Nuestra sociedad parte de una serie de hechos respecto a los cuales se nos hace creer que no admiten ninguna objeción: todo el mundo quiere ganar dinero; la competencia hace que gane el mejor, el físico es la carta de presentación de los seres humanos; hay guerras inevitables; existe ( y casi podría decirse que sólo existe) todo lo que sale en los medios de comunicación… b) Verdades, sistemas complejos de hechos. Como: la sociedad democrática se basa en la elección por sufragio universal de quienes la gobiernan, en una justicia independiente y en unos medios de comunicación de masas que tienen una libertad total de expresión. c) Presunciones, como la del carácter intencional de un acto humano; la del interés de un enunciado; la de la credulidad natural de las personas…Como la de que sabemos que los actos verbales persiguen una finalidad, cuando oímos en un anuncio: “Fíjate” o “Usted”, estamos convencidos de que va dirigido a nosotros y no desconectamos porque pensamos que detrás de ello ha de haber alguna cosa pertinente, relevante, de interés. La experiencia, sin embargo, nos ha demostrado reiteradas veces que no siempre es así. d) Valores abstractos, como la justicia, la verdad, el Estado, la humanidad, la igualdad, Dios… Son los más útiles cuando
4
PERELMAN Y OLBRECHTS-TYTECA (1988, págs. 87140). 35
pretendemos argumentar criticando porque no se refieren a nadie en concreto. e) Valores concretos, como un ser vivo, un grupo determinado, un objeto particular, un momento histórico… Normalmente sirven de fundamento a los abstractos y son más propios del discurso conservador: Estar de acuerdo con un valor es admitir que un objeto, un ser o un ideal ha de ejercer una influencia determinada sobre la acción. Los valores salen durante toda la argumentación y los usamos persuasivamente. Fijémonos en esta argumentación repleta de valores abstractos:
Pero se pueden clasificar en: (a) Lugares de cantidad, algunas cosas van mejor que otras por razones meramente cuantitativas. Ejemplos: Tener muchos bienes (posición que fomenta la sociedad de consumo).
Usar los bienes que usa más gente (“todo el mundo tiene coche”)
Pero, en nuestro contexto, sobre todo es lengua. Y la lengua es cultura.
Tener lo que dura más (ahora más bien se quiere “lo último”)
Por ello, con toda simplicidad, la patria –la nación- es cultura.
Creer lo que cree la mayoría o sens omnum (“quien gana unas elecciones es el mejor político para el país”)
Buscar lo probable antes que lo improbable (contradicho por los que piensan cada semana que les tocará la lotería)
Preferir lo normal, habitual, frecuente (“estos pelos no los lleva nadie”; “eso ya no está de moda”)
preferir lo que se hace más que lo que se tendría que hacer (“las utopías no existen, se ha de ser realista”)
buscar la verdad, considerarla duradera e imperturbable (se basan en ello muchas regiones e ideologías)
querer las cosas completas, autosuficientes, que no necesiten de otras complementarias (como los programas informáticos, cada vez más poderosos, más omnipresentes y autosuficientes)
perseguir la utilidad (“¿para qué sirve esto?”)
Jerarquías entre entes. El papel de las jerarquías es fundamental en la estructuración del pensamiento. Pueden ser concretas (los hombres por encima de los animales; Dios por encima de todos los hombres…); abstractas (lo que es justo sobre lo que es injusto; lo verdadero sobre lo bueno…=; y cuantitativas (es preferible mucho de x que un poco de y…). Recordemos, por ejemplo, que no hace mucho tiempo el valor “autorrealización” en el trabajo estaba por encima del valor “ganancia económica”. Ahora se estudia una carrera para colocarse en el mercado laboral en las mejores condiciones y tan pronto como sea posible. Ha tenido lugar, por tanto, un cierto cambio.
g) Lugares, llamados por los clásicos topi, o sensus communis, por Vico. Son premisas de orden muy general, almacenes de argumentos, que permiten una base para los valores y las jerarquías sobreentendidos que intervienen para justificar la mayoría de nuestras elecciones, acuerdos y primeros sobre lo que es preferible. El factor esencial de las empresas industriales es la competitividad. Por esta razón se necesita una financiación determinada. Se tendrían que desarrollar sociedades de capital-riesgo, de garantía recíproca y otros mecanismos dirigidos a las pequeñas y medianas empresas. 36
Los topoi varían con las épocas. Mientras que en el mundo clásico la condición duradera era el valor máximo, en el mundo romántico lo era la condición precaria.
Hay un juego de equivalencias revelador: la patria –la nación- es muchas cosas a la vez.
f)
La premisa, en esta declaración de un industrial, es el primer enunciado. Si no lo aceptamos de entrada, toda la argumentación se viene abajo.
siempre
(b) Lugares de cualidad. Todos aquellos que se oponen a la opinión común. Acarrean la valoración de lo único, original, inapreciable:
Preferir lo difícil a lo fácil (los deportes de aventura, por ejemplo)
Vivir cada día como si fuera el último o Carpe diem (este principio divide a los seres humanos en dos grandes subgrupos con dos filosofías de la vida completamente distintas)
Interesante más por los amantes que por los esposos; por las prostitutas más que por las amas de casa; por los asesinos y depravados más que por los hombres y mujeres de la calle…
Fijarse en lo irreparable, en lo que no se puede repetir (un árbol cortado; un río contaminado; la muerte…)
buenas como un medio para aumentar la producción, cuando en realidad estas condiciones han de ser el fin, y aumentar la productividad un medio para un bienestar generalizado mayor. Otras veces, haciendo de un medio un fin, como en el caso de la fama, que tendría que ser un medio para poder trabajar en mejores condiciones y en cosas más interesantes, y, en cambio, se convierte en un fin por sí misma.
El argumento de la incercia, que puede tener diversas manifestaciones. Puede defender que una cosa continúe, basándose en el gasto que supone, en la imposibilidad de parar el proceso o en la posibilidad de ir más lejos aún.
El argumento de la persona, donde tomamos a alguien como el soporte de una serie de cualidades o como el autor de actos y juicios. Pretendemos que el valor de un acto se corresponda con el valor de la persona que lo ha hecho, y el de un juicio con su autor. Una variedad de este argumento sería el argumento de autoridad, que utiliza juicios o palabras de un personaje o de un grupo de personas como prueba a favor de una tesis. Las autoridades invocadas pueden ser; el sentido común, la gente, la opinión general, los sabios, los filósofos, la física, la religión, la Biblia, los norteamericanos… Este argumento se usa cuando el acuerdo sobre lo que hablamos peligra. Lo que nos interesa en la argumentación es saber en qué medida una cosa, y todo lo que a ella se refiere, está provisto de una naturaleza simbólica.6 Y donde decimos “cosa” podemos decir “personas”: Don Pelayo, el Barca o el Madrid, el gobernador civil… El símbolo tiene la ventaja, sobre lo simbolizado, de ser manejable. Por lo tanto, ejerce una acción innegable sobre todos los que conocen la relación simbólica.
(c) Lugares en orden:
Preferir lo anterior a lo posterior (en que es líder al que va en la cola)
Focalizar las causas, los principios más que los fines (por ejemplo: fijarse más en las causas de una guerra que en los fines que se persiguen con ella)
Colocar las leyes por encima de los hechos e incluso de los hombres.
(d) Lugar de lo existente, que prioriza lo que es real, actual, vivido. La discusión sobre el aborto posee la clave en esta cuestión. Los argumentos, 5 por su parte, se construyen estableciendo un paralelismo entre dos entes, o bien diferenciándolos. Los argumentos por asociación son:
El argumento causal, que relaciona un hecho con su efecto, un hecho con su causa, o dos hechos sucesivos.
El argumento pragmático, que propone el éxito como criterio objetivo de validez. Hoy se ha entronizado entre nosotros gracias, sobre todo, a la influencia de la cultura norteamericana.
El argumento que relaciona fines y medios. A veces, haciendo que un fin sea un medio, como cuando hablamos de las condiciones de trabajo más humanas y más
Además, en los argumentos por asociación podemos usar dos recursos finales:
5
Según PERELMAN Y OLBRECHTS-TYTECA (1988, págs. 251-594).
6
PERELMAN Y OLBRECHTS-TYTECA (1988, pág. 448). 37
1. Los ejemplos. Han de ser unos hechos que conduzcan a una conclusión, de lo contrario se interpretan sencillamente como una información aislada y pierden la fuerza argumentativa. Una manera de contraargumentar es dar un ejemplo ad contrarium que invalide la regla o debilite la tesis que queremos atacar. Como en: Es verdad que un jugador como “x” , bien coordinado con los demás jugadores, se ha de formar en la cantera del equipo; pero ahí tienes a “y”, que no se ha formado en ella y, sin embargo, se ha adaptado muy bien al juego. 2. Las comparaciones, verbigracia, entre cuatro elementos que tienen una relación asimétrica, que pertenecen a dominios distintos y que pueden ser incluidos dentro de una estructura común. Un ejemplo de Aristóteles dice: Así como los ojos de los murciélagos Se deslumbran con la luz del día, Así la inteligencia de nuestra alma Se deslumbra evidentes.
con
las
cosas
más
En este ejemplo, “los ojos de los murciélagos” y “la luz del día” son equiparados a “la inteligencia del alma” y “la evidencia”. O tal como sentencia Wittgenstein: Los enunciados son a los hechos los que las rayas de un disco a los sonidos. La analogía es una manera de relacionar dos o más términos y de focalizar algunas características de los mismos que consideramos fundamentales para la argumentación. Dentro del argumento por analogía, hemos de hacer referencia al papel de las metáforas, ya que son analogías condensadas. La noche de la vida Sugiere que la vida es como una jornada, que tiene un día y una noche, una parte resplandeciente y una parte oscura, un principio y un final. La metáfora conocida, tradicional, sirve de punto de partida a las argumentaciones como algo indiscutible. Pero algunas conclusiones también pueden ser expresadas metafóricamente. Los argumentos por disociación, finalmente, pretenden sacar partido de los 38
pares contrarios admitidos por la mayoría de auditorios, como:
/universal
Teórico/práctico
Lenguaje/pensamiento
Letra/espíritu
Subjetivo/objetivo.
Se basan en éstos, admitidos por todos, o procuran introducir otros nuevos:
Patriotas/no patriotas
Franceses/emigrantes
Mujeres trabajadoras/amas de casa.
Una disociación surge del deseo de superar una incompatibilidad, salvaguarda los elementos incompatibles, es una vacuna contra la incompatibilidad que resuelve. Además, de toda una serie de argumentos por asociación y por disociación, a veces utilizamos trucos que algunos autores llaman pseudoargumentos. Por ejemplo:
El ridículo: afirmar que las opiniones del contrario son inadmisibles porque las consecuencias derivadas de su aceptación serían ridículas.
Ahora no os podéis echar atrás, porque haríais el ridículo.
La reducción al absurdo, enunciando: “si no fuera así…”, y declarando todos los inconvenientes de la posible situación.
Si no ganamos nosotros… Si no se mantienen los sueldos…
La ironía, que conlleva siempre la activación de conocimientos complementarios.
Usted es el primer político que descubierto que la tierra es redonda.
ha
Las definiciones, que son argumentativas porque pueden ser justificadas y valoradas. Podemos recurrir a la etimología o a las definiciones por las condiciones y las consecuencias.
El archipiélago quiere el derecho a la autodeterminación; autodeterminación no quiere decir independencia.
Las tautologías, ya que incitan a la distinción entre los términos
involucrados. Después de la interpretación surgen las diferencias. La derecha es la derecha.
La regla de justicia, que pretende que se aplique el mismo trato a seres o situaciones que integramos dentro de una misma categoría.
Si los hombres hacen el servicio militar; las mujeres también lo tendrían que hacer.
La reciprocidad, donde apelamos a la aplicación de una simetría entre elementos.
la represión misma contra los Kurdos, es evidente que el hecho más grave es que continúe el destino errante de este pueblo perseguido, ahora por unos, ahora por otros. No es fácil encontrar una solución diplomática al drama de esta nación sin Estado, pero convendría que los organismos internacionales buscasen la manera de parar este lento y patético genocidio. Premisas:
(p1) La guerra del Golfo culmina con la represión de Irak del pueblo Kurdo. (p2) Las guerrillas habían intentado aprovechar el debilitamiento del régimen de Husein.
Si vender no es molesto para vos, comprar no lo es para nosotros. Casi nada nos consuela, porque casi nada nos aflige.7
Lo que no es legal para la Iglesia no puede ser legal para alguno de sus miembros.8
(p3) Los Kurdos se tuvieron que marchar a Turquía.
La inclusión de la parte en el todo.
Argumentos: (a1) Ahora Turquía emprende acciones en su contra.
La división del todo en partes. A menudo se usa para probar la existencia o la no existencia de alguna o algunas de las partes.
(a2) Turquía ha usado material alemán. (a3) Hay una crisis diplomática entre Turquía y Alemania.
Si el hijo es como toda la familia que conozco, tendremos problemas con él.
(a4) Occidente no trata el problema Kurdo con suficiente atención.
4. Aplicación de las partes El esquema tripartito de Ducrot – premisas, argumentos, conclusión- se puede aplicar a unidades discursivas mayores que un par de enunciados, como podemos comprobar en este artículo periodístico de opinión:
(a5) El hecho más grave es que los Kurdos continúen errando. (a6) Encontrar la solución no es fácil. Conclusión:
El drama de los Kurdos La guerra del Golfo tuvo la culminación dramática de la represión de Irak contra el pueblo Kurdo, cuya guerrilla había intentado aprovechar el debilitamiento del régimen de Sadam Husein para afirmar sus posiciones. Los Kurdos tuvieron que marchar de sus pueblos en dirección a Turquía. Pero ahora ase encuentran con que es Turquía quien ha emprendido acciones militares contra ellos; con la particularidad de que esta represión se ha hecho usando en parte material militar alemán, lo cual ha provocado una crisis diplomática entre los dos estados. Aunque aquí, en Occidente, esta confrontación diplomática ha merecido tanta atención como 7 8
Dice Pascal. Ejemplo de Locke.
Los organismos internacionales tendrían que buscar la manera de parar este genocidio lento y patético.
Hay algunas pistas claras que nos llevan al convencimiento de que estamos ante un texto argumentativo. Una de ellas es la aparición de palabras axiológicas, con carga valorativa: -
´drama´, para referirse al caso de los Kurdos;
-
´dramática´, aplicada represión de Irak;
-
´grave´y ´errante´, aplicados al destino de los kurdos;
-
´lento´ y ´patético´, para el genocidio;
-
´nación sin Estado´, definir al pueblo kurdo.
a
la
para 39
Conclusión: Otra, la presencia de conectores argumentativos, como “pero”, y “aunque”, o la existencia de la estructura gramatical “no es”, de la que hablaremos más adelante, en “no es fácil encontrar una solución diplomática al drama de esta nación sin Estado”. Y, entre los recursos planteamiento de oposiciones:
retóricos,
el
-
antes se acogieron a Turquía, ahora huyen de ella;
-
aunque Occidente no se entere, el problema de los Kurdos es grave;
-
la solución diplomática no es fácil pero se tendría que encontrar una salida aunque resulte difícil.
El esquema sencillo y práctico de Ducrot se puede complicar un poco más, como en este otro ejemplo:9 Tesis nueva:
Es evidente que la civilización tecnificada no puede ser caracterizada como una “civilización de placer”.
Argumento:
Un conjunto de hechos, de los que cito algunos, prueba que la reducción de la semana de trabajo no es suficiente para asegurar la participación social y el enriquecimiento de la personalidad de grandes grupos de población durante el tiempo libre.
Premisa:
La mayoría de las veces, el tiempo liberado, en lugar de ser tiempo para satisfacer las necesidades no económicas, se convierte en un tiempo lleno de servidumbres y obligaciones.
Argumento:
9
El don del tiempo libre, rico en posibilidades, raramente llega a los hombres, dado que están sometidos a presiones anárquicas del entorno, desprovistos de la educación que les permitiría beneficiarse de los medios que tienen en sus manos.
Ejemplo de Friedmann propuesto por ADAM (1987, pág. 71). 40
Se ha de decir claramente: el ocio, como lo presentan las realidades de las sociedades industriales en la última parte del siglo XX, es aún un fracaso.
Aunque la tesis antigua no aparece en el texto, la podemos deducir fácilmente a partir de la nueva, que de alguna manera la contradice: La sociedad moderna es la civilización del ocio.
5. Estructuras Moeschler10 cree que la palabra “argumentación” tiene dos sentidos. Al primero lo llama ordinario, y se refiere a las propiedades que permiten a un discurso tener ciertos efectos argumentativos. Podemos llegar a pensar que cualquier texto tiene una dimensión argumentativa. Y la tiene, en este sentido ordinario del cual habla Moeschler, por el hecho de conseguir que el destinatario esté convencido de la verdad o la adecuación de los propósitos comunicativos del locutor. Esto, evidentemente, lo podemos encontrar en cualquier enunciado. Pero Moeschler habla, también, de un sentido técnico de la argumentación: aquél que la concibe como la relación entre contenidos semánticos de niveles distintos: los argumentos por una parte, realizados por enunciados, y las conclusiones, por otra, explícitas si son realizadas por enunciados, implícitas si sólo se derivan de ellos.11
10
MOESCHLER (1994, pág. 95). El modelo ginebrino de análisis del discurso ha sido aplicado con mucho éxito al estudio de la conversación, pero también ofrece resultados interesantes proyectado sobre la argumentación. Hemos de tener en cuenta (MOESCHLER, 1994, PÁG. 103): a) dos unidades: el acto de habla (unidad monólogica mínima) y la intervención (unidad monólogica máxima); b) un tipo de relación funcional, las funciones interactivas entre las unidades directivas y las unidades subordinadas; c) un principio de composición funcional simplificada (cada intervención compleja tiene un constituyente directivo y uno subordinado); d) un principio de recursividad (cualquier intervención completa puede estar compuesta por intervenciones). Cada unidad discursiva recibe así una cualificación doble: categorial (es un acto o una intervención), y funcional (es directiva o subordinada). En una argumentación, por ejemplo, la conclusión es directiva y los argumentos subordinados. Las funciones interactivas entre las partes están introducidas por los conectores: “pero”, “por lo tanto”, 11
Lo más importante es que la argumentación constituya una estructura que derive siempre hacia una conclusión. Y en esto coinciden los distintos teóricos de la argumentación. Adam12 complica un poco el esquema de Ducrot (premisas-argumentos-conclusión) y nos ofrece este otro con la distribución siguiente de las proposiciones argumentativas: TESIS ANTERIOR CONCLUSIÓN
+
DATOS
–
apuntalamiento
(PREMISAS) de las
–
por
lo
tanto
P. arg. 1
probablem. (tesis nueva)
P. arg. 2
P. arg. 3
A menos que RESTRICCIÓN P. arg. 4
Y la ejemplifica con este anuncio publicitario: A los hombres, les gustan las mujeres que tienen las manos suaves. Vosotras lo sabéis. Pero también sabéis que laváis los platos a menudo. Pues no renunciéis a vuestro encanto. Utilizad Mr. Rose Vuestra vajilla estará limpia y brillante. Y vuestras manos, gracias al extracto de rosas de Mr. Rose, serán más dulces y bonitas. Las manos os lo agradecerán. 13
Y vuestro marido, también.
“así pues”… para las directivas; y “por ejemplo”, “porque”, “ya que”, “puesto que” para las subordinadas. Algunos alumnos no conocen la “verdadera” amistad. ¿Quizás no son suficientemente maduros? Hay ventajas e inconvenientes. ¿La amistad siempre es beneficiosa para los niños y las niñas? Compañero quiere decir amigo? Esta argumentación de un adolescente recibiría esta esquematización: AD Algunos alumnos… ID AS ¿Quizás no son… AD Hay ventajas… IS AS ¿La amistad… IS AS ¿Compañero quiere… 12
A los hombres les gustan las mujeres que tienen las manos suaves.
Vosotras sabéis que a los hombres les gustan las mujeres así.
Vosotras también sabéis que laváis los platos a menudo.
-
Interferencias P. arg 0
Premisas –conocimientos irrefutables- en torno al conector “pero”:
ADAM (1992), pág. 118). 13 Este anuncio, además de la base textual argumentativa, ofrece también algunos elementos
De la primera y la segunda premisas se desprende implícitamente una conclusión: “Queréis tener las manos suaves, como todas las mujeres, para gustar a los hombres”, que tiene una restricción en la tercera premisa, con el “pero”. “Vosotras lo sabéis” y “también sabéis que”, lo que hacen es remarcar que el conocimiento de estos hechos es compartido por anunciante y destinatarias, y que, por tanto, es irrefutable. Las premisas, además, conducen a los argumentos implícitos: uno basado en hechos experimentados por las destinatarias –“las manos se os agrietan”-, y el otro basado en una opinión del anunciante que nos impone sutilmente: “perdéis vuestro encanto”. Pero el argumento: “perdéis vuestro encanto”, le aplica una restricción: “Si utilizaseis Mr. Rose no perderíais vuestro encanto”, de donde se desprende automáticamente –teniendo en cuenta que las premisas se han ofrecido como incuestionables –la conclusión: “Utilizad Mr. Rose”. La tesis nueva, como casi siempre, situada en el futuro: “vuestra vajilla estará limpia y brillante”, “vuestras manos seran más dulces y bonitas”, “las manos y vuestro marido os lo agradecerán”. No podemos concluir el análisis de esta argumentación publicitaria sin recordar la tesis anterior implícita que la justifica, la tesis que permite aplicar las premisas y marcar los argumentos: vuestra vajilla no está limpia ni brillante, vuestras manos no son muy dulces ni muy bonitas. Evidentemente, si se enunciase esta tesis al principio del anuncio, las telespectadoras no prestarían atención a su contenido porque no se sentirían identificadas con él. Además, aunque no se diga, el publicista nos impone el convencimiento de narrativos muy típicos. Encontramos en él unas protagonistas –las manos-, un don –la dulzura, la belleza-, un contradon –la aspereza-, y un adyuvante mágico- Mr. Rose-. 41
que: “Las mujeres quieren gustar a los hombres”, verdadero lugar común compartido por infinidad de culturas. Si cuestionamos este convencimiento, desmontamos toda la argumentación. Este recurso a una pulsión primaria, a un lugar común, no es sólo un truco de este anuncio publicitario. Otros se basan en hechos tan elementales como:
Usted no tiene el coche que querría tener.
A usted le gusta ligar.
Todos queremos parecer jóvenes.
La menstruación es una cosa molesta.
Fijémonos en este anuncio, que tiene como justificación que tú tienes coche, lo conduces y compras gasolina para que funcione –circunstancia-; y, como marco, el de la relación vendedor/posible comprador. Así quedaría la argumentación regresiva que incluye, según el esquema de Van Dijk: 1) Compre gasolina Shell (conclusión final) 2) La gasolina shell contiene ASD, (hecho constatable). 3) Y limpia el motor. (hecho constatable) 4) Un motor (refuerzo)
limpio
5) Lo demuestran (legitimidad)
Otro esquema aplicable a la argumentación es el de Van Dijk:14
consume los
menos.
experimentos.
6) Gastar menos gasolina es más barato. (hecho constatable) 7) Usted quiere conducir sin demasiado (punto partida)
Argumentación
gastar
8) ASD es más económica (conclusión). Justificación
Marco
conclusión
circunstancias
Punto de
hechos
Partida
Legitimidad
refuerzo
Las categorías del punto de partida aseguran la legitimidad de la conclusión, a la que se llega mediante la explicación, que es el refuerzo. La situación en la que se da la argumentación es el marco (en casa, en el juzgado…), que también tiene que tener en cuenta el marco conceptual de los hablantes implicados, es decir, su conocimiento compartido. Los hechos son todos los elementos constatables que acompañan a la argumentación.
14
VAN DUK (1983). 42
15
Algunos errores que Van Dijk cree que pueden aparecer cuando argumentamos son: la omisión de circunstancias que pueden influir negativamente sobre la conclusión final (por ejemplo, en este anuncio, “que esta gasolina aún no se vende en todas las gasolineras”); la falta de garantía de validez general de alguna justificación (por ejemplo, “si a usted no le importa gastar más en gasolina si su coche lo necesita”); la irrelevancia de una justificación por el hecho de no usar un refuerzo especial (por ejemplo, “si no está demostrado del todo que un motor limpio no gasta más”, “si es posible que dependa de la marca y de la categoría del coche”). Otro esquema, aún más basado en el Van Dijk, es éste.
completo,
ARGUMENTACIÓN
Introducción
Desarrollo
Razonamiento 1
Razonamiento… Razonamiento n
15
BORDONS et al. (1990, pág. 156).
Conclusión
Introducción
Desarrollo
Al marco
de los hechos
Hechos
Otros
Argumental
Conclusión
Retórica
Básicos
Argumentación
Argumentación
Principal
secundaria
43
6. Núcleo clasificador. gramaticales La estructura gramatical argumentación es:
Estructuras
básica
de
El presente siempre es actual. imperfecto sirve para todo lo transitorio. Defendía la dictadura del proletariado.
la
No + SER (presente) + SN Ejemplo: La solución del problema no es sencilla. La negación es una reacción a una afirmación real o virtual del interlocutor. El pensamiento negativo no interviene si no interesa al hablante, es decir, a quien argumenta. Por lo tanto, con esta estructura tan sencilla ya estamos contraargumentando una opinión que sabemos o suponemos que defiende nuestro interlocutor. La solución del problema es sencilla Los verbos que dominan esta base textual suelen ser verbos relacionados con la casualidad y la consecuencia: causar, hacer, originar, generar, activar, ocasionar, producir, motivar, suscitar, determinar… O bien con las operaciones argumentativas fundamentales: resultar, reducir, concluir, suponer, conjeturar, inferir… Y los verbos dicendi: decir, suscribir, afirmar, declarar, estimar, considerar, describir, expresarse, arbitrar, implicar, alegar, admitir, asentir, aludir, asegurar…
Cuando queremos reforzar la presencia de un elemento, 16 usamos el artículo definido, que consigue persuasivamente una unificación del punto de vista: Somos la oposición constructiva y reflexiva. El otro interlocutor podría romper el consenso diciendo: ¡Ah! ¿Vosotros sois una oposición? Cuando nos interesa transformar lo subjetivo es normal recorremos a la construcción con el pronombre reflexivo “se”, ya que disminuye la responsabilidad del hablante y objetiva el enunciado. Como, además, conserva un alto grado de ambigüedad, posee un gran ámbito de aplicación argumentativa. Los enunciados demasiado precisos son peligrosos, se tienen que evitar a toda costa. Por lo tanto, se ha desestimado tu propuesta. En lugar de:
Los tiempos verbales varían según la naturaleza de los hechos o de las pruebas aducidas. Se utiliza el pasado para todo aquello hecho y terminado: Los alemanes reconocieron a Croacia muy pronto. El presente, para todo lo universal, normal, para las máximas y las sentencias:
Hemos rechazado tu propuesta. Conjunciones: ya que, porque, pues, luego, así pues Las modalidades que convienen más a la base textual argumentativa son la asertiva y la interrogativa. Esta última es una forma hábil de destrozar razonamientos, ya que presenta alternativas, provoca divisiones, genera complicidad y arrastra muchos implícitos útiles para la contraargumentación. El enunciado: ¿No es fantástico el tiempo que hace hoy?
Las mujeres siempre lo enfocan todo de la misma manera. 16
44
El
Recurso muy comentado por PERELMAN
Es, según Wittgenstein, un verdadero juicio. De hecho, es una aserción indirecta.
d) Los guiones o rayas:
En cuanto a la modalidad interrogativa, no hemos de perder de vista que hacer una pregunta es una manera sutil de rechazar otra pregunta: -
¿Irás a votar?
-
¿Irás, tú?
Para poder marcar niveles de pertinencia entre las informaciones, la de los guiones quedan en segundo término
Para pasar del tono objetivo al subjetivo.
e) Los nexos que consecuencia:
En cambio, en la argumentación, hemos de regir cualquier modalidad inductiva, porque los imperativos no son en absoluto persuasivos.
a) Las marcas de orden que introducen párrafos:
Ordinales: primero, segundo…
Locuciones de orden: en primer lugar, por un lado, por otra parte, finalmente, para acabar…
f)
Para citar palabras que refuercen nuestra intervención, para lo cual normalmente recurrimos a autoridades y personajes.
Para dar un tono especial determinadas palabras.
a
Para recordar la máxima de algún pensador.
o
Conjunciones: ya que, pues, luego, así pues…
Locuciones causales: con motivo de, a causa de, gracias a, con ocasión de, por culpa de, visto que, en vista de que, como que, puesto que, dado que, considerando que…
Locuciones consecutivas: de modo que, de suerte que, de manera que, así que, en conclusión, por lo tanto…
Adverbios y locuciones adverbiales: consecuentemente, en consecuencia, por consiguiente…
porque,
Recursos retóricos. Los recursos retóricos más utilizados 17 son:
b) Las comillas y las citas:
causa
7. Cohesión y coherencia textuales Para estructurar sus proposiciones, los textos argumentativos utilizan una serie de recursos muy interesantes. Algunos son:
expresan
Las alusiones a hechos pasados y a elementos culturales del conocimiento compartido ya que aumentan notablemente el prestigio del locutor:
Los ingleses hicieron pronto la revolución industrial, por esta razón a finales del siglo XIX tenían una burguesía industrial.
Las metáforas:
México es un mosaico cultural. c) La interrogación retórica:
Para atraer el interés del receptor
Para implicarlo directamente
Si digo que España es una nación compuesta de nacionalidades y regiones, se me pide que lo explique. ¿Por qué lo he de explicar, si lo dice la Constitución?
17
Las exposiciones oratorias, que definen las palabras no para ofrecernos su significado, sino para poner de relieve algunos aspectos de la realidad que podrían pasarnos desapercibidos:
Según PERELMAN Y OLBRECHTS-TYTECA (1988, pág. 239). 45
La Comunidad Económica Europea era precisamente eso, una comunidad con finalidades tan sólo económicas.
Eran unos terroristas, unos asesinos, unos enemigos públicos.
Las perífrasis:
Es un servidor honesto de colectividad, un político honesto.
la
Las anticipaciones, insinuando, por ejemplo, que se puede sustituir una calificación por otra que puede evitar objeciones futuras:
Era un hombre, no diré de izquierdas, para evitar susceptibilidades, pero sí sensibilizado socialmente.
Las consideraciones del tipo “si se le puede llamar así”, que marcan un cierto distanciamiento.
Las repeticiones, que favorecen la presencia del elemento referido, y sugieren diferencias, distinciones. No nos olvidemos en este apartado de las anáforas y las epíforas, tan abundantes en los discursos más persuasivos:
entre
términos
bien
La sociedad de la información no se ha construido como una sociedad contra la destrucción. La comunicación, de momento, no implica necesariamente diálogo; por lo tanto, no se opone a la intolerancia ni a la guerra.
Los paralelismos, que refuerzan las ideas y muestran las divergencias:
Estos días se habla mucho del reciclaje y de productos, pero aún no hemos conseguido un consumo responsable.
Las correcciones, sustituyendo un término por otro:
Era muy bueno. ¡Qué digo muy bueno!, era el mejor.
La antítesis elegidos:
El pseudodiscurso indirecto, con el cual atribuimos de manera ficticia unas palabras a una o a diversas personas, mediante la sermonización –monólogoo el dialogismo –conversación-.
Seguro que si yo le digo: “recoge los paquetes de Correos”, él me contestará: “pero si lo hago cada día; esta vez que lo haga otro”.
La cita, que da autoridad a lo que defendemos:
Ya lo dijo Napoleón: la mejor retórica es la repetición.
Lo he matado, sí, lo he matado.
Las amplificaciones, que permiten el desarrollo oratorio de un tema, a menudo, tan sólo con una enumeración sencilla:
El tratado ha hecho desvanecerse todas las esperanzas, las ha contrarrestado, las ha anulado del todo.
46
La sinonimia, usando términos cada vez nos convienen más:
que
Las máximas y los proverbios, que son una manera de hacer participar al auditorio en el discurso:
Ya se sabe: donde las dan, las toman.
El apóstrofe, pregunta oratoria que no quiere respuesta –a menudo actúa sólo como una invocación-, y que sirve para hacer reflexionar sobre la cuestión:
¿Qué otra cosa podía haber hecho?
El alejamiento del emisor mediante el paso del “yo” al “tú” o al “nosotros”:
Cada día lo mismo, llegas a casa, te duchas, cenas y te caes de sueño.
transmitir la realidad de manera demasiado directa o para evitar ofender al contrario. Pero es muy importante subrayar el principio de accesibilidad de la conclusión, 19 según el cual el interlocutor tiene que disponer, gracias al contexto y al contexto, de informaciones suficientes para poder establecer una conclusión cuando ésta sea implícita.
¿Ha llegado a alguna conclusión el ejecutivo?
Como la semana pasada.
8. Características pragmáticas Si hacemos caso de Perelman y OlbrechtsTyteca 18 cuando dicen que “el análisis de una cadena de argumentos, fuera de contexto e independientemente de la situación en la que se inserte, presenta peligros innegables”, hemos de tener presente siempre la naturaleza pragmática de esta base textual. No podemos olvidar que, además, estos autores enfocan todo su estudio de la argumentación desde la definición y la delimitación previa del auditorio, en cada caso. El argumentador tiene que trabajar, por lo tanto, sobre la inercia psíquica y social, ya que cualquier cambio se ha de justificar. Por ello podemos entender perfectamente la importancia del papel de las premisas cuando se trata de convencer a alguien. Desde el punto de vista pragmático, la argumentación es un conjunto de estrategias discursivas dirigidas a la demostración de una opinión. Argumentar es dar razones para tal o cual conclusión, ligar argumentos y conclusiones, como ya hemos visto. Ya hemos comentado que quizás alguna de las partes del discurso sea implícita, con lo cual exigimos un trabajo adicional pragmático por parte del receptor. Imaginémonos esta conversación:
Si quien pregunta no sabe qué pasó la semana pasada, no puede llegar a la conclusión que le hace inferir su interlocutor. Dice Combettes que la distancia entre el locutor y el texto, en una argumentación, es mínima. El locutor toma una posición desde el principio y la mantiene explícitamente, se implica en ella del todo. Por ello encontramos, en este tipo de textos: primeras personas; verbos moralizadores (yo creo, me parece, estoy seguro de que…); términos evaluadores, axiológicos (bueno, mejor, mal, favorable…); deícticos, sobre todo temporales (ahora, en este momento, hoy en día); y coincidencias entre el tiempo del enunciado y el tiempo de la enunciación. El acto de habla “argumentar” tiene una fuerza elocutiva clara: presentar el propio discurso como algo coherente y justificable; y una fuerza perlocutiva automática: convencer al receptor de lo que decimos. ¿Qué elementos caracterizan al acto elocutivo “argumentar”? Siguiendo las indicaciones de Searle, podemos decir que son:
¿Cómo ha ido la entrevista con el presidente?
El contenido proposicional, constelación de preferencias.
La condición esencial, el conjunto de preferencias sirve como un intento del hablante para justificar una opinión de manera que satisfaga al oyente. Por ejemplo, para convencerlo de la aceptabilidad de O.
Las condiciones preparatorias:
Hemos repasado nuestras agendas.
Podemos llegar a la conclusión –según el conocimiento compartido que poseemos- de que no ha ido bien, porque no se ha hablando precisamente de una serie de temas pendientes. A menudo los políticos usan este tipo de expresiones eufemísticas para no
la
18
Según PERELMAN Y OLBRECHTS-TYTECA (1988, pág. 251).
19
MOESCHLER Y SPENGLER (1982). 47
a) El hablante cree que el oyente no aceptará de entrada la opinión expresada por O. b) El hablante cree que el oyente aceptará, más tarde o más temprano, las proposiciones expresadas.
discusiones racionales, los actos que más abundan son:
c) El hablante cree que el oyente aceptará la constelación de preferencias como una justificación de O.
Propongo que limpiemos la ciudad.
La condición de sinceridad:
a) El hablante cree que O es aceptable.
b) El hablante cree que las proposiciones expresadas por las preferencias que forman el contenido proposicional son aceptables. c) El hablante cree que la constelación de preferencias constituye una justificación aceptable de O. ¿Qué tipo de actos encontramos, en general, en las argumentaciones? Aquellos que, además de comunicativos, han de ser interactivos. Y además de ser comprendidos, han de ser aceptados –por lo menos de momento- con todas sus presuposiciones. El efecto perlocutivo mínimo es la aceptación de lo que decimos, pero podemos querer alguna cosa más, como por ejemplo que se sea amable con nosotros, que nos citen para otro día, que no tengan en cuenta lo que hemos hecho… El receptor de la argumentación no es un ser pasivo, porque puede decidir si acepta o no la fuerza perlocutiva que tiene el acto, o mejor dicho, la que quiere el hablante que tenga tal acto. En otras palabras, puede dejarse convencer o no. Podemos decir que hay un esquema de acción, una asociación entre la ilocución argumentar y la perlocución convencer. Ambas poseen un tipo de regularidades de funcionamiento. Pensemos en el caso de las estrategias para convencer a alguien de que nos deje hacer una cosa que no se nos permite llevar a cabo, o de que haga una cosa que no es de su agrado. Comprobaremos que llegamos a unas constantes discursivas. Si recordamos la clasificación de Searle para los actos de habla, podremos observar que, en las argumentaciones que se dan en las
20
20
Representativos (afirmar, suponer, proponer, aseverar, enunciar con certeza, afirmar confidencialmente); puede ser evaluados como verdaderos o falsos:
SEARLE (1975). 48
Directivos (ordenar, prohibir, solicitar, rogar, invitar, desafiar, retar, preguntar…); las preguntas retóricas estarían en este apartado:
Invito al presidente del gobierno a darnos una explicación.
Comisorios (prometer, ofrecer, jurar):
Me ofrezco para formar parte de cualquier comisión.
Declarativos, que sirven para definición, una ampliación, precisión o una explicación:
una una
Evidentemente, estoy hablando de recursos estatales. Los operadores argumentativos son partículas (“casi”, “solo”, “ya”, “de sobra”…) que imponen al receptor un procedimiento preciso sobre la manera como tiene que atribuir sentido a un enunciado. Veamos cómo varía un enunciado de acuerdo con los distintos operadores: Son casi las ocho. Quiere decir: “es tarde”, nunca: “es pronto”. Sólo son las ocho. Normalmente se entiende como: “tenemos tiempo”.
Han dado ya las ocho. Se convierte en: “ha pasado el tiempo”. En cambio, los conectores argumentativos actúan como marcadores interactivos. Relacionan lo que tienen a continuación con lo que llevan delante. No sólo comunican algo: interaccionan. Pueden ser de dos tipos:
En la primera proposición todas las frases se orientan de manera negativa, mientras que en la segunda lo hacen positivamente. Si en este último ejemplo hubiésemos dicho: “pero fueron unas jornadas maravillosas”, habríamos marcado negativamente los dos primeros hechos. Vemos, por lo tanto, de manera clara la importancia de estas partículas a la hora de orientar la interpretación de la argumentación.
9. Tipos
Introductores de argumentos: porque, ya que, dado que, en primer lugar, ciertamente, efectivamente, incluso… Introducen un acto en calidad de subordinado: una justificación, una explicación, un argumento o una concesión:
de argumentaciones.
Las argumentaciones pueden relacionar las opiniones y los argumentos que les corresponden de distintas maneras. Nos podemos referir a argumentaciones sencillas cuando un único argumento apoya nuestra opinión:
No recibirá la comisión, porque no la encuentra representativa.
- Opinión inicial:
Dado que no se recogen los residuos, las organizaciones ecologistas iniciarán las jornadas de protesta.
Las mujeres tienen una lógica propia.
- Argumento :
Las mujeres resuelven los rompecabezas de manera distinta a como lo hacen los hombres.
Introductores de conclusiones: por lo tanto, pues, entonces… Introducen los constituyentes directivos de las intervenciones, el acto que – recordémosloda sentido a la intervención:
El juez no le ha tomado declaración, por lo tanto se quedará en prisión una semana más. Los conectores argumentativos indican la orientación argumentativa que se ha de respetar en las cadenas que constituyen el discurso. Fijémonos en cómo cambia dicha orientación en estos dos casos por el simple hecho de variar el conector: Fui a esquiar el pasado fin de semana. Había mucha nieve y, por lo tanto, las pistas no se utilizaban. Fui a esquiar el pasado fin de semana. Había mucha nieve. Definitivamente, fueron unas jornadas maravillosas.
También hay argumentaciones múltiples (con diversos argumentos): - Opinión inicial:
Esta vulnerando la ley.
- Argumento 1:
Va por el lado que no le corresponde.
- Argumento 2:
No lleva encendidas.
- Argumento 3:
Ha pasado el semáforo en rojo.
las
luces
Con uno de los argumentos habría suficiente para justificar la opinión, pero queremos insistir para que no queden dudas. Las múltiples, por su múltiples coordinadas:
parte,
pueden
ser
- Opinión inicial:
Este libro no tiene cualidades literarias.
- Argumento 1:
Tiene un mal estilo.
- Argumento 2: artificiales
Los
diálogos
son 49
- Argumento 3:
La trama no sorpresas.
presenta
cuestión suscitada, hemos de acabar con una etapa conclusiva.
- Argumento 4:
No hay en él ni un gramo de imaginación.
Si alguna vez hemos de contraargumentar, pensemos primero en trucos como: 21atacar los argumentos del adversario aduciendo que son exagerados –la emoción ha hecho que los exagerase-; hacer referencia a las cualidades y los defectos del interlocutor (“que no es objetivo”, “que está de malhumor”, “que no tiene suficiente talento o prestigio”); tratar sus argumentos de irracionales o banales (un argumento previsible disminuye automáticamente su valor), y de demasiado técnicos (esto aumenta el prestigio del atacante, que demuestra que él sí que los ha entendido); reproducir estos argumentos para mostrar su falta de seguridad (con preguntas en lugar de respuestas) o poner en evidencia el comportamiento del orador (la cólera y las reacciones en general del adversario, las técnicas de entretenimiento que usa); y agrupar aquellos argumentos del adversario que presenten incompatibilidades.
La suma de argumentos justifica la opinión. O múltiples subordinadas, argumentaciones en cadena. Cada argumento se descuelga del anterior. - Opinión inicial:
Las mujeres tienen una lógica propia.
- Argumento 1:
Las mujeres resuelven los rompecabezas de una manera distinta a la de los hombres.
- Argumento subordinado a 1: Las mujeres empiezan por distintos lugares al mismo tiempo. Los hombres, por uno solo. Las contrargumentaciones están orientadas a intentar rebatir las opiniones de los interlocutores. Una contrargumentación no pretende defender la propia opinión, sino rebatir la del otro. El hablante laha de considerar inaceptable y ha de creer que tiene argumentos válidos en contra. A pesar de todo, lo más importante es que su argumentación conduzca a una conclusión, que no se limite a rebatir la posición del receptor. En las discusiones argumentativas se alternan las argumentaciones y contraargumentaciones. Éstas pueden tratar uno solo o varios temas; pueden ofrecer un único punto de vista o varios. Una discusión suele empezar con una etapa de confrontación y apertura. Una disputa empieza cuando un usuario adelante un punto de vista y otro usuario duda del mismo. Uno de los dos tiene que estar preparado para atacar el punto de vista que ocasiona la discusión y el otro tiene que defenderlo. Cuando ya está definido el motivo de la discusión y la asignación de papeles (protagonista-antagonista), podemos empezar a resolver la disputa mediante la argumentación. Estamos ya en la etapa propiamente argumentativa. Y, finalmente, dado que una discusión tiene que terminar con una respuesta a la 50
Cuando ataquen una argumentación nuestra hemos de recordar que continuar por el mismo camino como si no nos la rebatieran no sirve de nada. Primero nos hemos de entretener un rato desmontando las críticas del adversario. De lo contrario, prevalecen.
10.
Propuestas didácticas
Texto 1 Nuevo BMW Serie 5 touring Touring es la nueva dimensión del placer de conducir. Libre, dinámica y sin límites. Libre, porque capacidad de viajar kilómetro.
significa una amplia disfrutando de cada
Dinámica, porque significa poder elegir entre motores de 6 y 8 cilindros y hasta 286 CV de potencia. Sin limites, porque significa tomar el mando de un coche tan versátil que es capaz de acompañarle en todo lo que usted quiera imaginar. Y todo ello, sustentado por la más avanzada tecnología BMW. 21
Nos los proporcionan PERELMAN Y OLBRECHTSTYTECA (1988, pág. 619).
A partir de ahora, practique touring. 1) Este anuncio presenta una cabecera: “Nuevo BMW Serie Touring”, que, realidad, se repite dos veces en el anuncio: una antes de la foto maravillosa del coche en cuestión y otra después de la foto, justo cuando empieza el texto. ¿Podrías explicar qué función argumentativa tiene en este caso la palabra “nuevo”? Un poco más adelante vuelve a surgir con su variante “nueva”: nuevo BMW, nueva dimensión. 2) Podemos localizar en este texto argumentativo dos premisas basadas en hechos más o menos comprobables. ¿Sabes cuáles son? ¿Encuentras en ellas valores concretos o valores abstractos? ¿Cuáles? ¿Apelan a algún sentimiento o pulsión humana de tipo primario? 3) El apartado de los argumentos –que son cuatro-, ¿en qué se basa? ¿En hechos abstractos o concretos? “capacidad”, “disfrutar”, “elegir”, “potencia” e “imaginar” se deslizan en el texto. ¿Cuál es su papel? 4) Marca algunas palabras axiológicas. 5) ¿Qué conectores encontramos?
argumentativos
6) Indica en dónde se halla la conclusión. ¿Localizas el conector propio de la conclusión o está sobreentendido? ¿Qué figuras retóricas hay en el enunciado que incluye la conclusión? ¿Y entre la cabecera y la conclusión? 7) ¿Hay alguna marca léxica que nos indique el tipo de receptor del anuncio? 8) ¿Qué papel tiene, a tu entender, el vocabulario especializado? Texto 2 Schubert recuperado Hace veinte años la opinión generalizada sobre el compositor austríaco Franz Schubert estaba aún dominada por el tópico que era, principalmente, un gran melodista. Esa fue durante años su etiqueta más destacada. Se explica por su actitud para la expresión musical espontánea, el estilo natural y vigoroso, y la primacía como impulsor del “lied” moderno. Pero el
bicentenario del nacimiento de Schubert, que se conmemora este año, facilitará un reconocimiento de sus aportaciones armónicas y formales. En los últimos años se han recuperado otras facetas de un compositor que, a pesar de morir joven, dejó una obra amplísima e innovadora. Shubert completó más de mil obras, aunque ninguno de los grandes como él dejó tantas inacabadas. En distintas ciudades del mundo, entre ellas Barcelona y Madrid, habrá manifestaciones dedicadas a este autor tan fecundo. A parte de las musicales, como las “schubertiadas”, destaca en su Viena natal una exposición sobre el Shubert olvidado. Personaje enigmático, en su época fue poco conocido fuera de algunos círculos musicales. Y en algún género, como la ópera, no consiguió atraer al público. El bicentenario es una buena ocasión para recuperar a un genio que ha sido insuficiente y parcialmente valorado. 1. Este editorial de La Vanguardia tiene un titular que nos ofrece de entrada el tema de la argumentación: “Schubert”, aunque sea con un grado de ambigüedad suficientemente elevado como para atraer nuestra atención mediante el “recuperado”. Nos podemos preguntar: ¿Qué había perdido, Shubert?, ¿qué se había perdido de Shubert? O: ¿quién había perdido a Shubert? El texto que viene a continuación nos aclarará el enigma. 2. Para determinar la estructura de la argumentación te puede ser útil empezar buscando los conectores argumentativos. Si has encontrado algunos, piensa si son propios los argumentos o de las conclusiones. ¿Qué restricciones imponen? 3. Aunque la conclusión no tenga la marca que le corresponde, ¿en qué enunciado se materializa? 4. El texto está considerablemente lleno de palabras axiológicas aplicadas al compositor austríaco y a su obra. ¿Cuáles son? 5. Esta argumentación contiene muchos segmentos explicativos de la trayectoria musical de Shubert. ¿Podrías ordenarlos cronológicamente? 6. Crees que el tema permite usar premisas, es decir, verdades compartidas por todos? ¿Por qué? 51
7. Los argumentos se estructuran a lo largo del progreso temporal marcado por tres momentos: a) hace veinte años, b) en los últimos años, c) pronto, en un futuro. ¿Qué hechos situados en a), b) y c) sirven de argumentos a la persona responsable del editorial? ¿Están explicados, estos hechos?
agresiva sea su política, más sospechas suscitará y más daño se causará a sí misma”. De ambas nos ofrece una paráfrasis final en: “Sólo si China deviene más democrática y abierta se desactivará esa dinámica”. ¿Sabrías dar con los hechos y la opinión que sustentan la primera conclusión?
8. A la vista de la opinión del periodista, ¿cuál crees que es el verbo elíptico del título?
2. La segunda conclusión recibe mucho más apoyo, concretamente de 5 argumentos. Indica cuáles son:
Texto 3 A menudo la entrevista (audiovisual o escrita) constituye el marco en que se despliegan una serie de argumentaciones, basadas en hechos observados por el entrevistado y en opiniones del mismo. Veamos qué contestoó el Dalai Lama (Lhamo Dhondrub) al periodista de la Vanguardia que, después de oír su opinión sobre las relaciones con China (“en un futuro no muy lejano, encontraremos una solución intermedia, un acuerdo mutuo”) le preguntó:
¿Y mientras tanto?
Seguimos los acontecimientos en Tíbet y también en Xinjiang o Turkestán Oriental. O la atmósfera que se respira en Hong Kong. A mi entender, la situación actual en China no es halagüeña. Si no se acogen a políticas más constructivas, acabarán por volverse locos. Países como España, Francia o Alemania están entusiasmados ante la perspectiva de estrechar lazos con China debido a su gran potencial de mercado, pero no creo ni que sientan simpatía ni que tengan una actitud positiva hacia ese régimen. Incluso aquellos que se consideran sinceros amigos de China no tienen una impresión positiva de su política. A largo plazo, este tipo de planteamientos se vuelven en contra de quien los fomenta. Cuanto más agresiva sea su política, más sospechas suscitará y más daño se causará a sí misma. Sólo si China deviene más democrática y abierta se desactivará esta dinámica. 1. Intenta segmentar la intervención del Dalai Lama de acuerdo con sus argumentos y conclusiones. En esta respuesta hay, concretamente, dos conclusiones: a) “si no se acogen a políticas más constructivas, acabarán por volverse locos”; y: b)”cuanto más 52
3. Di que marcadores usa para: a)introducir su opinión como argumento; b) añadir una restricción a otro argumento; c)suavizar el planteamiento de una conclusión. 4. ¿Con qué sinónimos textuales introduce el tema “China”? 5. ¿Crees que el argumentador se distancia de su argumentación o que más bien se implica totalmente en ella? ¿En qué te basas? 6. De acuerdo con lo que hemos comentado sobre el adverbio “no” y su papel argumentativo, analiza las implicaciones pragmáticas que conllevan los distintos “no” del texto. 7. La argumentación del Dalai Lama se basa, fundamentalmente, en un argumento por disociación entre un par de conceptos contrarios. ¿Sabes cuáles son? 8. Uno de los argumentos de la segunda conclusión supone un salto cualitativo importante. Hasta su aparición, se hablaba de hechos concretos, pero en él se da un salto hacia la generalización. ¿Qué dice exactamente. 9. El argumentador es consciente de que se halla en un contexto determinado. ¿Crees que ataca directa o indirectamente la política económica del país en que se encuentra? ¿Cómo lo hace?
TIPOS DE ARGUMENTACIÓN Se entiende por argumentación el tipo de habla en que los participantes tematizan las pretensiones de validez que se han vuelto dudosas. Con objeto de facilitar la comprensión de los tipos de argumentación se incluye un cuadro descriptivo en los apéndices.
DISCURSO TEÓRICO Al estudiar el discurso en general debemos incluir las emisiones o manifestaciones lingüísticas, tanto como las acciones que se plasman necesariamente por medio de proposiciones orales o escritas.
Discurso teórico-cognitivo En el discurso teórico se pueden expresar dos formas de misiones: por una parte, opiniones que expresan un saber eso (know that), o sea un conocimiento acerca de los objetos o sujetos en el mundo. A este tipo de saber se le conoce también como cognitivo, y es un conocimiento que se relaciona con el mundo objetivo dentro del cual es importante ponerse de acuerdo acerca de las cosas y los fenómenos que acontecen en él. Dentro de esta forma se incluye la necesidad de encontrar los nombres mediante los cuales designamos a los objetos, con sus características o funciones, a los sujetos y a las acciones que realizan o pueden desarrollar, con sus causas y efectos. Estas opiniones necesariamente incluyen la posibilidad de que el nombre dado sea entendido por los miembros del grupo o comunidad al que se pertenezca. Este mutuo entendimiento acerca del mundo de los objetos, fenómenos y sujetos posibilita la superación del subjetivismo y la unidad del mundo objetivo. De otra manera, es imposible hablar de sociedad o de procesos comunicativos intersubjetivos. En el mundo social se basa primordialmente en la posibilidad de que los sujetos compartan sistemas comunes de interpretación del mundo por medio de los cuales se garanticen, por un lado, la comprensión de los mensajes y, por otro, los procesos comunicativos intersubjetivos por
medio de los cuales se realice la cohesión del grupo. Las normas son vínculos necesarios para orientar la acción colectiva hacia la convivencia comunitaria. Pensemos en el caso de que fuera imposible para todos los conductores leer los signos de tránsito de la misma manera: supongamos, que para alguien, el rojo significara siga; probablemente su ignorancia provocaría un choque. El proceso comunicativo intersubjetivo significa, precisamente, que para cada habitante de una ciudad el signo de rojo en el semáforo signifique detenerse. Ya no importa si un sujeto entiende el rojo, sino que todos los sujetos participen del mismo significado. De esta manera nuestra seguridad dentro de una comunidad depende de estos acuerdos intersubjetivos. Para fines de una mayor clarificación entendemos intersubjetivo como la posibilidad para entenderse sobre “algo” en el mundo con, al menos, otro participante en la comunicación. El caso ideal se presenta cuando una proposición tiene el mismo significado para cualquier observador o destinatario y para el sujeto agente. Dentro de este tipo de discurso se toman en cuenta las teorías e hipótesis de toda índole que requieren ser comprobadas en sus postulados acerca de un saber. Por lo mismo, la pregunta que rige a este tipo de emisiones es acerca de la validez de lo que se dice, o de lo que se postula como verdadero o falso. Un ejemplo de este tipo de discurso es el siguiente: Los agujeros negros son un caso, entre unos pocos en la historia de la ciencia, en el que la teoría se desarrolla en gran detalle como un modelo matemático, antes de que haya ninguna evidencia a través de las observaciones de que aquélla es correcta. En realidad, esto constituía el principal argumento de los oponentes de los agujeros negros: ¿cómo podría uno creer en objetos cuya única evidencia eran cálculos basados en la dudosa teoría de la relatividad general?1 En la propuesta anterior, podemos observar cómo se pone en debate la cuestión de los agujeros negros y la lucha que se
1
Stephen W. Hawiing. Historia del tiempo. Del big bang a los agujeros negros, Crítica, México. 53
efectúa en el interior de la comunidad científica con respecto a la validez o no de los modelos matemáticos y, en especial, de la teoría de la relatividad. De esta manera, con base en propuesta y contrapuesta, en observación y constatación de teorías y postulados acerca de la naturaleza de las cosas, es como se construye la interpretación intersubjetiva del mundo de los objetos. En todos los campos del saber se manifiesta esta forma de construir el conocimiento, cuya base comunicativa es el consenso o el acuerdo de un grupo de investigadores que califican dichos descubrimientos como válidos o inválidos, según sea el caso. En el proceso de transmisión de dicho saber, la enseñanza formal o informal pasa a formar parte de todo social y de la herencia o capital cultural de un grupo. Otro ejemplo, un poco más complejo por sus implicaciones, es el que se presenta a continuación: Revivirán bacteria de millones de años Nueva York, un destacad biólogo molecular dice haber vuelto a la vida a una bacteria inactiva de 30 millones de años de antigüedad, una proeza tan asombrosa que si es confirmada, obligaría a los científicos a volver a examinar las nociones largo tiempo vigentes acerca de los límites temporales de la vida. El Norte, Internacional, 19/5/95. En esta noticia del periódico es evidente que la respuesta acerca de la validez es confirmada; la teoría acerca de los límites temporales de la vida, de la posibilidad de poner en actividad las bacterias antes inactivas, es cierta. El conocimiento biológico es ratificado, sus teorías y postulados son verdaderos. Pero, y ¿los efectos de esta nueva teoría? ¿No es acaso aterrador comprobar la forma en que el discurso teórico cognitivo se ha desprendido de cuestiones éticas, como sería la cuestión acerca de si es legítimo poner en riesgo el equilibrio biológico de la humanidad entera por intereses científicos? Si hacer avanzar a la ciencia es también poner en riesgo la sobrevivencia de la especie humana, y la animal, así como su 54
hábitad, entonces, ¿cómo restringir ambiciones del discurso teórico?
las
Es claro, por tanto, que la racionalidad no está precisamente completa si sólo se limita a las cuestiones relativas a la validez de un conocimiento.
Discurso teórico-instrumental En cambio, en la otra forma de este discurso teórico se encuentra el saber cómo (know how). En este tipo de saber los enunciados o fórmulas se refieren a las acciones o comportamientos que es necesario emprender para solucionar un problema. Por lo general, este conocimiento se llama instrumental. La racionalidad de una emisión o de una manifestación depende, en el caso del discurso teórico de tipo cognitivo, de la validez de los argumentos que presenta. En otras palabras, de las condiciones de falsedad o verdad que contiene dicha emisión. Estas condiciones son posibles de verificar, evaluar y objetar de acuerdo con la observación y experimentación en la realidad de aquello, que se enuncia como hecho o estado de cosas en el mundo objetivo. En el tipo instrumental, la racionalidad se mide en función de la eficacia o ineficacia de la propuesta y determina el éxito o fracaso de la acción que se propone como solución al problema. En ambos casos, cognitivo e instrumental, se plantean pretensiones de validez o eficacia que pueden ser criticadas o defendidas, esto es, pueden fundamentarse por medio de: a) la verificación del contenido semántico (relación entre nexos de sentido y nexos empíricos).2
2 La relación entre nexos de sentido y empíricos es también la que se establece entre los que se enuncian en el término lingüístico –palabras- y los referentes – objetos-, Revisar el apartado de la concepción religiosa en el capítulo 2.
b) Las condiciones y razones de validez y eficacia. Revisemos la nota periodística completa acerca de las bacterias: (el biólogo) dijo que había realizado la hazaña extrayendo esporas bacterianas, una forma en la que los microbios están en animación suspendida, del estómago de antiguas abejas incrustadas en ámbar tropical y cultivando la bacteria en una caja de Petri. Dijo que ha revivido más de 100 tipos de bacterias antiguas: El Norte, Internacional. 19/5/95.
El caso del aumento del IVA es uno de ellos. Desde el punto de vista económico, la teoría puede probarse como válida, e incluso eficaz para lograr la recuperación monetaria; pero, ¿sólo eso cuenta?, ¿no importa, ni se discute si estas acciones tendrán un efecto negativo en la población de menos recursos? Si se desea lograr la racionalidad, dichas propuestas deben ser sometidas a escrutinio, a la revisión de sus contenidos, no únicamente en cuanto a su validez y eficacia, sino considerando otras variables sociales y éticas. La inclusión de otros discursos abre el espectro de posibilidades para la acción comunicativa y, por ende, para la práctica argumentativa. Los tipos de discurso teórico
Con respecto al discurso teóricoinstrumental, podemos decir que el biólogo logra cumplir con la pregunta esencial acerca de la eficiencia de su acción. La respuesta es afirmativa; su know how lo provee de los conocimientos técnicos necesarios para reactivar las bacterias. De nuevo, nos enfrentamos a la implicación de que ya no es suficiente el número de bacterias existentes. Actualmente, tenemos 100 tipos más que, debido a la acción del tiempo, habían quedado suspendidas; ahora, gracias a la eficiencia de un investigador, podemos enriquecer nuestro acervo de nuevas bacterias. Ignoramos aún las consecuencias y los posibles alcances que pueda tener semejante hallazgo para la salud y bienestar futuros de la comunidad. Puede ser que se intente apaciguar la desconfianza generalizado de un público ajeno a las cuestiones de la investigación pura aduciendo que el hallazgo se encuentra en condiciones de alta seguridad y a buen resguardo; sin embargo, la mayoría estamos conscientes de que suelen suceder accidentes. Lo que resulta claro es que el proyecto racional, tal y como ha sido implantado en el terreo del discurso teórico –cognitivo e instrumental-, ofrece más motivos de inquietud que de confianza. Debido a esto, debe acompañarse de otros tipos de discursos que recorten las pretensiones del saber científico y ofrezcan puntos de vista alternativos. El discurso teórico no sólo se presenta en el típico contexto científico: también se manifiesta en acciones y proyectos empresariales, políticos y comunicativos.
Cognitivo
Instrumental
Emisiones, transmisiones o manifestaciones lingüísticas donde se expresa un saber explícito
Acciones, medios o medidas que manifiestan un saber implícito
Un saber algo (know that)
Un saber cómo (know how)
Este saber se plasma en opiniones
Este saber se plasma en comportamientos y acciones
La pregunta central:
La pregunta central:
¿Es válida o comprobable la opinión o idea?
¿puede ser eficaz o de éxito la acción propuesta?
DISCURSO PRÁCTICO Este tipo de discurso se refiere preferentemente con las normas de acción que una comunidad considera como legítimas y rectas de acuerdo con sus propios parámetros de comportamiento. La pregunta esencial que rige la mayor o menor racionalidad de una proposición tiene que ver con la legitimidad. Entendemos como legítimo aquello que está conforme a ciertas 55
normas. Se incluye también la significación de cierto, genuino y verdadero. Básicamente, lo que se considera son normas sociales y morales de conducta. Las acciones pueden entonces estar sujetas a la crítica y fundamentación de acuerdo con su conformidad con cierta norma, e incluso puede enjuiciarse la misma norma. La argumentación puede dirigirse hacia el enjuiciamiento de una acción como legítima o ilegítima, pero también hacia la misma norma o ley como válida o inválida. Este tipo de discurso se observa en discusiones acerca del aborto, de la minifalda, del uso de aretes por los hombres, del pelo largo o corto, de la manipulación de la publicidad y la televisión y de otros temas que se relacionen con normas.
modos de concebir ciertos valores pictóricos, musicales y literarios. La pregunta en este tipo de argumentación es: ¿Qué valor se manifiesta? ¿Se considera como un valor? ¿De acuerdo con quién, con qué? Un ejemplo de este tipo de argumentación se observa en la siguiente declaración: Cuestiona a locutor Sr. Director:
En una nota periodística aparece la siguiente información:
Elevo mi más enérgica protesta en contra del programa de… “De cara al Arte”, ya que contiene de todo menos de arte.
“Mi hija es correcta y decente”
¿Qué arte contiene la presentación de un homosexual que habla de su estética donde se distribuyen preservativos?
Susana Dosamantes señala que no sabe si Paulina Rubio es novia de Ricardo Bonfill, el ex de Chabeli Iglesias, pero si así fuera, aceptaría la relación porque él ya es un hombre divorciado. De acuerdo con esta nota, el discurso práctico se presenta en cuanto a que la pregunta de fondo se plantea en términos de legitimidad: ¿Es legítimo que Paulina Rubio, mi hija, ande con el ex de Iglesias? Susana Dosamantes, su madre, contesta que sí lo es, porque él ya es un hombre divorciado. Con esta declaración zanja la discusión o la duda acerca del comportamiento de su hija, y legítima ante el público sus relaciones con dicho sujeto.
CRÍTICA ESTÉTICA Cuando la argumentación se dirige a proposiciones con contenidos que se refieren a estándares de valor –belleza, ridiculez, tragedia, comicidad- el tipo de discurso en cuestión es la crítica estética. Las emisiones en este caso son evaluativas –valorativas- ya que es necesario ponderar y comparar las manifestaciones problemáticas conforme a una traición, actitudes y conocimientos de ciertos campos y 56
¿Y en otro programa, la presentación de un cantante donde reformó varias canciones infantiles con puras groserías? El
Norte,
“Cartas
a
El
Norte”,
26/5/95.
En la carta anterior detectamos que se cuestionan los valores estéticos que rigen la selección de ciertos contenidos para cierto programa. Sin embargo, la cuestión estética en dicha nota se entremezcla con el discurso práctico y entonces habría que preguntarse si lo estético, como expresión de un valor, puede estar sujeto a normas morales. O si, por el contrario, su valor se rige por el conocimiento y técnica de una tradición pictórica o musical dentro de un campo que no es propiamente el discurso normativo.
CRÍTICA TERAPÉUTICA Son emociones o acciones que sirven para evitar el autoengaño sistemático con respecto a sí mismo. En otras palabras, implica una actitud autorreflexiva con respecto a los estándares de valor con los que se interpretan nuestras necesidades. Este tipo de argumentación consiste en emisiones referidas
a la veracidad de las percepciones provenientes de las vivencias (sentimientos y estados de ánimo). Se presenta cuando se hace necesario estudiar las motivaciones irracionales a las que pueden estar sometidas nuestras opiniones o acciones, sean cognitivas, prácticas, morales o estéticas. Bajo esta perspectiva es posible cuestionar y fundamentar el grado de autenticidad con que actuamos o pensamos. Generalmente, son percepciones que pueden ser analizadas y sometidas a juicio crítico, tomando en cuenta el grado de congruencia entre lo que la persona proyecta como individuo y el contenido e verdad manifestado en su discurso. El resultado de este tipo de argumentación se refiere a la confiabilidad del participante como un emisor veraz. Revisemos la siguiente información: Reitera aclaración Sr. Director: El señor… puede afirmar lo que quiera; si fue capaz de engañar a los lectores de El Norte inventando una noticia, no me extraña que insista en su mala fe. ¿Cómo creer a un reportero que ha demostrado no serlo?
La soberanía consiste en asegurar la capacidad de los mexicanos para tomar libremente decisiones políticas en el interior, con independencia del exterior. El rápido flujo mundial de enormes capitales financieros reclama elevar el ahorro interno como defensa de la soberanía. Debemos aprovechar la nueva tecnología en difusión informativa para influir en la opinión mundial a favor de México. Objetivos:
Recuperar y preservar la estatura política de México y su peso económico.
Asegurar que la política exterior en los acuerdos multilaterales y bilaterales refleje efectivamente los intereses del País.
Propiciar la defensa de los mexicanos que viven en el extranjero.
Promover posiciones de corresponsabilidad con la estabilidad financiera, el libre comercio, la migración, la democracia, los derechos humanos, el narcotráfico, el terrorismo y el cuidado del medio ambiente.
Las condiciones de racionalidad para los tipos de argumentación que no corresponden al discurso teórico son:
El Norte, “Cartas El Norte”, 26/5/95.
DISCURSO EXPLICATIVO Este tipo de argumentación está dirigido a corregir, explicar, modificar los términos para lograr un mejor entendimiento. Se busca la inteligibilidad –comprensión- o corrección constructiva de los productos simbólicos. Como ejemplo del discurso explicativo tenemos el siguiente fragmento del Plan Nacional de Desarrollo expuesto por el Presidente Ernesto Zedillo.
1. La posibilidad de dar una razón aceptable dentro de las normas que un grupo o comunidad ha asimilado como propias. Se busca la legitimidad. 2. La comprensión dominante cultura. Se juzga el valor.
de
la
3. El empleo de términos que puedan ser reconocidos por los otros miembros del grupo, y que puedan ser relacionados con situaciones o vivencias semejantes. En otras palabras, que tengan un contenido semántico accesible. 4. La veracidad con que es presentada la información.
Soberanía
57
Tipos de argumentación3
Formas de argumentación
Manif estacione so emisi ones
Pretensiones de validez controvertidas
Discurso teórico
Cogni tivo-
Verdad de las proposiciones;
Instru yentales
Eficacia de las
Prácti como rales
Rectitud y legiti-
Discurso Práctico
Acciones
midad de las Normas de acción
Crítica estética
Evalu ativos
Adecuación de los estándares de valor
Crítica terapéutica
Expre sivas
Veracidad de las manifestaciones o emisiones expresivas
Discurso explicativo
---
Inteligibilidad o corrección de los productos simbólicos
3
Júgen Haberlas, Teoría de la acción comunicativa, t.l. Taurus, Buenos Aires, 1989, p. 44. 58
UN MODELO PARA ORGANIZAR LAS IDEAS LA APORTACIÓN DE TOULMIN Las propuestas en el campo de la lógica de la argumentación han postulado la necesidad de investigar con mayor profundidad el concepto de validez y su aplicación más amplia. En esta línea de pensamiento se encuentran dos importantes representantes. Uno de ellos es Klein, quien ha considerado los nexos de validez como regularidades empíricas de tipo social. Este investigador se ha interesado en estudiar los comportamientos reales que se siguen durante el consenso. De acuerdo con sus observaciones, el consenso se rige por lo “colectivamente válido” como principal criterio de validez. Entiende por eso aquellas convicciones que son compartidas en un determinado momento por determinados grupos. El problema en este planteamiento empírico es que con él se borran todas las relaciones internas entre lo que de hecho es aceptado como válido por una comunidad (particular) y aquello que debe aceptarse como válido en el sentido de una pretensión (universal) que trasciende todas las limitaciones locales, temporales y sociales. El riesgo de esta consecuencia relativista es convertir lo válido y lo cuestionable en un hecho social y, por tanto, relativo a las personas y a los momentos históricos, con lo cual el concepto de validez se transforma en lo aceptable socialmente. Un caso concreto del riesgo que contiene esta aproximación es la política actual de control de los inmigrados en California. La propuesta 187 es un claro ejemplo de lo que colectivamente es válido para una comunidad que defiende el destino de sus impuestos y se niega a otorgar servicios a una población que no es estadounidense. La pregunta acerca de la validez no es fácil de responder; sin embargo, en un momento determinado es necesario tomar ciertas medidas y la decisión recae sobre la comunidad que puede ejercer su derecho a dirigir el rumbo de su grupo social. La validez se mueve entre necesidades, deseos o expectativas de modos de vida particulares y concretos de una comunidad y los universales concernientes a la naturaleza humana, en
general. No necesitamos ir más lejos: ¿no son acaso los indígenas un caso parecido? El modelo de Klein es el resultado de concebir la lógica de la argumentación exclusivamente desde la perspectiva del desarrollo de los procesos de comunicación y soslayar el análisis de los procesos de formación de un consenso como elementos esenciales para obtener un acuerdo racionalmente motivado. Otro problema se origina por olvidar que la argumentación es un discurso con pretensiones de validez y, por tanto, sujeto a evaluación y corrección. En comparación, el modelo de Toulmin ofrece un esquema de argumentación “correcta”. Es un modelo ideal donde se propone un concepto de validez que no se restringe únicamente al concepto de verdad proposicional en el sentido de lo “colectivamente válido” o de la lógica más estricta, sino de equipar validez con aceptación social y cultural, con legitimidad, con veracidad. La ventaja de este esquema es que permite el juego plural de pretensiones de validez sin negar el sentido crítico del concepto de validez. Se pretende con ello lograr un discurso convincente por su contenido de verdad. Al mismo tiempo, se propone un concepto de racionalidad que se adapte a los procesos tanto de comunicación como de formación del consenso en las diversas áreas del comportamiento social. Toulmin y Habermas derivan modelo de la jurisprudencia, ya que:
este
a) Las cuestiones que se presentan en la corte y la forma en que son establecidas o aclaradas dan lugar a un acuerdo o consenso que refleja con mayor precisión los procesos de comunicación para tomar decisiones individuales y colectivas. En cambio, el modelo aristotélico fomenta la estructura silogística y en ocasiones resulta insuficiente para ciertos tipos de argumentación, ya que reduce el proceso comunicativo a una figura lógica del pensamiento comparable a un triángulo o a líneas paralelas. Al procedimiento lógico silogístico no le interesa encontrar las categorías apropiadas para que la práctica argumentativa conduzca a una decisión conjunta y aceptable para todos o, al menos, para una mayoría significativa. 59
b) La obligación que contraen los participantes en una deliberación basada en argumentos racionales conlleva a no perder de vista el objetivo central de llegar a un acuerdo o consenso. c) Los distintos y variados casos que se presentan en las cortes judiciales, especialmente en los contextos anglosajones, requieren el empleo de recursos y estrategias diferentes que, al mismo tiempo que cuidan los protocolos y procedimientos, también preservan la finalidad de conseguir el acuerdo, o consenso. El problema del modelo de Toulmin radica en la falta de adaptación convincente entre los planes ideales y abstractos que representan lo lógico y lo empírico con las argumentaciones reales y cotidianas. Sin embargo, hoy por hoy, es una herramienta de organización que puede apoyar el proceso de argumentación y de formación de un consenso en un grupo. EL MODELO DE TOULMIN Toulmin caracteriza los argumentos de la siguiente forma: 1. Un argumento se compone de una emisión problemática. Este argumento se caracteriza por su naturaleza declarativa acerca del asunto por discutir o debatir. Se asienta de manera clara y precisa la pretensión, propuesta, proyecto o acción que se defiende o se ataca: Debemos considerar esta fase como medular para nuestra acción argumentativa. A manera de recordatorio; toda argumentación, en principio, supone la existencia de la duda razonable acerca de un conocimiento, una actitud, un valor, una norma o un sentimiento, y el debate como procedimiento debe conducir a precisar, reforzar o modificar el acuerdo comunitario sobre lo que sea el caso en cuestión. En síntesis, en esta fase del modelo se expresa el problema que requiere ser discutido. Una de las mayores dificultades que presenta este paso es la necesidad de definir tanto los términos como los campos de aplicación. Se recomienda evitar la ambigüedad y tratar, en lo posible, de clarificar y definir con mayor precisión los términos y nociones. Cuando mayor sea la claridad en los planteamientos, mayor será la posibilidad del 60
público para juzgar acerca de la validez, legitimidad o valor del caso. 2. Dicha emisión –manifestación de la dudacontiene las razones y fundamentos mediante los cuales puede enjuiciarse la validez, legitimidad o valor de su pretensión y por lo mismo decidirse acerca de su aceptación o rechazo. Esto es lo que se denomina bases. La conclusión puede ser vetada o confrontada por los oponentes en función de los datos que se brindan, o de la información sobre la que se sostiene el argumento. Es por ello imprescindible contar con los datos adecuados y suficientes para no sólo dejar delimitado el contenido, sino también las inferencias, consecuencias y efectos que la propuesta, conclusión o emisión tiene para sus posibles implicaciones a corto, mediano y largo plazos. La tarea no es sólo reforzar la base sobre la cual nuestro argumento está construido, sino también mostrar que, tomando estos datos y bases como punto de partida, es posible derivar otra serie de argumentos y posibilidades igual de legítimas y apropiadas. Es posible hablar, en esta fase, de ciertos problemas técnicos: a) La selección, adecuación y presentación de los datos. b) La coordinación y subordinación de las ideas. c) El reforzamiento de la conclusión. d) Las formas de expresión del contenido. En cuanto a la selección, adecuación y presentación de los datos baste mencionar que el efecto buscado puede variar; es posible que se pretenda: i) imponer o sugerir un punto de vista, ii) aumentar la adhesión del grupo o iii) establecer el vínculo con el público. De acuerdo con ellos, se elige entonces el medio verbal o visual necesario para producir el efecto deseado. Para la coordinación y subordinación de ideas se analiza la jerarquía o los principios que rigen el tipo de enlace entre dos o más ideas y se establece claramente el funcionamiento para la elección. Cada paso dado en esta fase implica que se está construyendo una estructura de pensamiento sólida que sostiene y refuerza la conclusión que se ha expresado con anterioridad, de ahí que los enlaces que se formulen pueden ser del todo a las partes, de las partes al todo y de las partes entre sí.
En otras palabras, es una tarea de ordenación que obliga a considerar ciertas relaciones, a reducir las interpretaciones posibles y a reforzar la conclusión. En las formas de contenido las opciones son:
expresión
del
a) Asertiva (de afirmación contundente). b) Imperactiva ( de deber u obligación). c) Interrogativa (de duda o cuestionamiento). d) Optativa (de elección o decisión). Optar por cualquiera de ellas requiere decidir acerca de una estrategia argumentativa y un efecto conscientemente deseado. 3. La razón o fundamento obtiene su fuerza gracias a una regla de inferencia, un principio, una ley, una norma que debe hacerse suficientemente explícita y que funcione como el aval o garantía de lo dicho, prescrito o supuesto. En esta fase se invoca con frecuencia al argumento por autoridad, que se caracteriza por utilizar actos o juicios de una persona o de un grupo de personas como medio de prueba a favor de una tesis. Las autoridades invocadas son, la mayoría de las veces, salvo cuando se trata de un ser absolutamente perfecto, autoridades específicas a las cuales la audiencia les reconoce su capacidad en el asunto que se debate. La pregunta que se responde en esta fase es en esencia: ¿Está la autoridad capacitada para juzgar, para tomar una decisión y zanjar el debate? Antes de invocar a una autoridad se confirma su capacidad, se consolida, se fundamenta con una prueba o referencia válida. La mayoría de las veces el argumento de autoridad, el lugar de constituir la única prueba, viene a completar una rica argumentación. 4. La regla, norma, valor o acción se apoya en evidencias de tipo diverso. Al conjunto de experiencias suposiciones y declaraciones que avalan las bases sobre las que se apoya la ley o norma se le conoce como respaldo. Una vez que ciertos datos han quedado suficientemente asentados dentro de la fase de las bases, es necesario que éstas se refuercen con declaraciones hipotéticas (inferencias-efectos), que puedan actuar como puentes y autorizar el tipo de conclusiones y prácticas que se desprenden de nuestro razonamiento.
Esta fase es delicada, tanto para el oponente como para el que propone; en una negociación, de esto depende poder lograr el consenso paulatinamente, o en caso del oponente, localizar la falla, o la falacia en el argumento o la propuesta. La forma usual en la que se presenta este tipo de argumentación es: si D, entonces C; en la mayoría de los casos no se presenta tan claramente, ya que es posible expandir o hacer más explícitas las conexiones. Por ejemplo, podrían enunciarse como: “Datos como D nos dan derecho a concluir... o a hacer propuestas o demandas de que... o como en el caso C, o alternativamente a..., o dados los datos D... uno puede tomarlo como C”. 5. Se contempla en cada caso la posibilidad de modificar o recortar la pretensión de validez, lo que llamamos factor negociador. Hay que considerar los topes máximo y mínimo. El tope máximo se refiere a la aspiración mayor, a lo que se considera como todo lo que se desea lograr sin hacer ninguna concesión. En cambio, el tope mínimo se refiere a aquello que sería como lo menos que se desea conseguir. Incluir dentro de la argumentación el factor negociador implica la existencia de una voluntad de moderación por parte del hablante. Mediante la actitud negociadora se proyecta también la seguridad y confianza en lograr un acuerdo o consenso por la vía de la argumentación. Se provee de un terreno donde el participante admite la existencia de diversos grados e interpretaciones de la realidad, de jerarquías y principios sujetos a la crítica y más que nada proyecta la certeza de que no hay verdad absoluta ni una solución única, sino un buen argumento y la mejor propuesta razonable. Con esta actitud negociadora se abre el campo del debate a la argumentación con horizontes de racionalidad y esto favorece que la audiencia escuche con menos reservas su planteamiento. También es cierto que puede actuar en su contra e indique precisamente su inseguridad; esto depende estrechamente de si este factor negociador se presenta como punto de arranque del debate o, por el contrario, se guarda hasta el final. Otra forma de considerar el factor negociador es como la frontera que tiene el participante para moverse en su intención argumentativa y en su temática. 61
CONSIDERACIONES GENERALES DEL MODELO a) Tiene que quedar clara la clase de asuntos que intenta abordar el argumento y circunscribir el campo de la argumentación al tipo de discurso, ya sea estético, práctico-moral, científico u otro. b) Debe quedar asentado subyacente en el debate.
el
propósito
c) Las razones o fundamentos en que se basa la argumentación tienen que ser relevantes en relación con la emisión problemática planteada en el argumento, y ser suficientes para apoyar la conclusión a la que conduce. d) La garantía con que se cuenta para asegurar la fuerza de convicción del argumento tiene que ser aplicable al caso que se discute y tiene que basarse en un sólido respaldo de una autoridad o ley. e) La fuerza de tal pretensión resultante tiene que hacerse explícita y han de entenderse bien las posibles refutaciones o excepciones. f)
1
Toda argumentación debe contemplar dentro de sus límites la conciliación y modificación de la pretensión de validez para ser considerada como razonable.1
Revisar en el apéndice. D. El modelo de Toulmin y su ejemplo de aplicación. 62
TÉCNICAS Y ESTRATEGIAS ARGUMENTATIVAS CONSIDERACIONES PRELIMINARES Este apartado normalmente se dedica a transcribir todo tipo de taxonomías para clasificar las falacias recurrentes en la argumentación. Sin embargo, al calor o frío de una discusión difícilmente se tienen a la mano dichas falacias y por más que se hubieran memorizado y practicado, algo siempre falla y la atención, más que dirigirse hacia el contenido de lo que se quiere o desea objetar, se pierde en consideraciones de tipo lógico, que no conducen realmente al punto deseado y si pueden hacer confusa la objeción, o convertirla en mero recurso técnico. Creemos que, más que aprender un manual de técnicas o recetas, es necesario precisar ciertos mecanismos en torno al proceso de argumentación que es deseable tener en cuenta, lo que no obsta para recomendar el empleo de la estrategia que, en el contexto de las reglas de juego y en vista del tipo de público que se tenga, prometa el resultado más favorable. LOS CAMPOS Y LOS TIPOS DE ARGUMENTACIÓN Así como a cada campo de estudio, sea historia, lingüística, química o computación, le corresponde un cierto tipo de lenguaje técnico y de auditorio, de la misma forma también le son propios ciertos mecanismos de argumentación. Por eso, no sólo el tipo de discurso – teórico-instrumental, práctico, estético o terapéutico-, sino el campo de estudio, deben considerarse cuando de un debate se trata, tanto si se sostiene la proposición o si se objeta. Como venimos señalando a lo largo de este texto, a cada tipo de argumentación le corresponde una pregunta específica; en ésta la que orienta y organiza la estructura temática del debate o, al menos debiera serlo. 1 Dicha pregunta representa el criterio o estándar que idealmente no sólo marca la dirección de los presupuestos o afirmaciones de nuestro 1
Véase el cuadro “Tipos de argumentación”. P. 59
argumento, sino orienta la búsqueda de las premisas necesarias para sustentarlo u objetarlo, e incluso marca la relevancia o irrelevancia de las pruebas. Por lo regular, provee los medios para juzgar la pertinencia del respaldo y apoya en el juicio acerca de la validez o invalidez de las inferencias a las que conducen las conclusiones. Finalmente, ayuda a acreditar como verdadera o falsa la pretensión emitida en la conclusión. Por tanto, los factores a los que hay que atender se centran no en mecanismos puramente lógicos y aplicables a cualquier discurso, sino idealmente en recursos de memoria, atención y asociación de ideas que favorezcan seguir de cerca el proceso argumentativo propio y ajeno. Otros factores se refieren a la necesidad de atender al contexto del debate, a las reglas a las que estamos sometidos y a los límites considerados tanto aceptables como apropiados para el campo de estudio y por el tipo de auditorio. Así, el tipo de discurso práctico regido por el criterio de legitimidad tendrá en su haber un arsenal de procedimientos, bases, respaldos y datos que lleven al consenso del grupo a aceptar o rechazar la norma sociocultural que se ha puesto en duda. Toda organización de pensamiento en este terreno estará en este caso al servicio de probar la legitimidad, lo que quiere decir juzgar el razonamiento dado por los participantes con base en criterios sustentados en la aceptabilidad de la norma propuesta. Dicha norma se evalúa de acuerdo con lo más deseable para cierta comunidad. Dentro de este enjuiciamiento se toma en cuenta que los datos sean confiables y que la autoridad que avala dicha propuesta de vida práctica sea creíble. En otras palabras, lo importante es que toda nuestra argumentación en este tipo de discurso enfile sus baterías a responder las cuestiones: ¿Cómo sabes? ¿Cómo sabe él? ¿Qué es lo que sabe? ¿Lo que sabe es válido? ¿Es aplicable al caso? ¿Quién propone es un individuo confiable? ¿Lo que propone es deseable para todos, o para quiénes? Otro asunto es cuando hablamos del tipo de discurso teórico e instrumental, ya que en ellos las preguntas se concentran en contestar a preguntas como: ¿Lo que se dice acerca del mundo –el qué- puede ser demostrado o probado? A partir de las bases, el respaldo y las evidencias presentados, ¿las conclusiones son concluyentes? ¿Las 63
inferencias que se desprenden de sus declaraciones son probables? ¿Su conclusión es necesaria? ¿Está completa? Con estas preguntas en mente se abre el debate enfocándose directamente al contenido mismo de lo que se quiere defender como argumento a favor o en contra. No podríamos hablar de un procedimiento suficientemente eficaz que pudiera abarcar cada uno de los tipos de discursos o campos. Más bien podemos considerar, en cambio, ciertas técnicas y estrategias orientadas hacia la compatibilidad y coherencia en los planteamientos de acuerdo con el tipo de argumentación. LOS PRINCIPIOS DE NO CONTRADICCIÓN, COHERENCIA Y APLICABILIDAD La pregunta central en el tipo de discurso teórico-cognitivo e instrumental es acerca de la validez y la eficacia de lo que se enuncia. Toda estrategia tenderá, por tanto, a cuidar los siguientes aspectos:
un límite de sentido y aplicación resultan opuestas o con significaciones convergentes. Ciertas técnicas para restablecer la compatibilidad o probar la incompatibilidad son consideradas como las más importantes en cualquier debate. La máxima aspiración es lograr que la propuesta por sí misma sea capaz de engendrar inexorablemente el acuerdo y la convicción de los oyentes. La contradicción aparente o real entre premisas, bases y respaldo convierte a la conclusión es incoherente y, por consiguiente, inadmisible. Si el adversario logra eficazmente presentar la contradicción en el planteamiento del contrario, esto significa que toda la construcción lógica sobre la que se basa el argumento se deshace y su conclusión es invalidada. Así se obliga al contrario a renunciar a su pretensión o, al menos a replantear los términos y alcance de su propuesta. La misión del contraargumento es refutar a toda costa la validez o eficacia. Para ello cuenta con los recursos suministrados:
1. La no-contradicción entre los datos, las bases y el respaldo. 2. La coherencia entre las tesis, las hipótesis y las conclusiones. 3. La aplicabilidad en el contexto real. 4. La construcción de un sistema de proposiciones necesarias que no dependan idealmente del acuerdo o consenso, sino que se aceptan por ser irrefutables, sea porque responden al modelo lógico de inferencias o por la confiabilidad y significancia de los resultados obtenidos mediante la probabilidad y la estadística. Para zanjar cualquier duda con respecto a lo que entendemos por contradicción, se cita: Se dice que dos proposiciones son contradictorias, dentro de un sistema formalizado, cuando, al ser una la negación de la otra, se supone que, cada vez que una de ellas pueda aplicarse a una situación, la otra puede igualmente.2 En realidad, dos proposiciones no tienen que ser incompatibles per se, sino que llegan a serlo. Las nociones se tornan mutuamente excluyentes cuando por marcarles
a) Por las fallas en el marco conceptual, sean por razones de inadecuación, de incoherencia o de confusión. b) Por la metodología empleada. c) Por las pruebas significativas.
poco
confiables
d) Por plantear premisas que no se comprueban y conclusiones que en la experiencia prueban su debilidad o invalidez. PROCESOS DE ACLARACIÓN E INTERPRETACIÓN A diferencia del discurso teórico, donde un conocimiento o medida se justifica por un modelo lógico, por estadísticas o probabilidades, en las discusiones, en el discurso práctico se recurre, con mucha frecuencia, al estudio de casos, ejemplos o similares; es por ello que las estrategias en este tipo de argumentación se enfocan la mayoría de las veces, en: a) Clarificar las nociones empleadas.
2 Ch. Perelmann y L. Olbrechts-Tyteca. “la nueva retórica”, en Tratado de la argumentación Gredos, Madrid, 1989 p. 315. 64
o
b) Precisar las reglas para que la aplicación de lo estipulado por la norma en el caso particular puede resolverse sin dificultad. c) Asentar los mecanismos de prueba. d) Demostrar la relación entre causa y efecto. e) Establecer el enlace entre las premisas y las conclusiones. f)
Ejemplificar adecuadamente.
g) Probar sin lugar a dudas la legitimidad de lo que se defiende o ataca. Debido a que en este tipo de argumentación lo que se pone en juego es la legitimidad de una norma, actitud o comportamiento gran parte de la organización lógica del razonamiento se concentra en aclarar los términos, sobre los que se apoya la norma y las consecuencias que acarrea la aceptación o rechazo de ésta. A diferencia del discurso cognitivo teóricoinstrumental, en el práctico es fundamental el consenso; es más, no puede armarse únicamente con opiniones verdaderas; la prueba de fuego proviene de otra fuente: la adhesión de un grupo a comunidad a cierta idea, actitud o valor. Es el grupo humano el que asiente o disiente y lo hace con base en la exposición y presentación de las tesis. Si en el discurso cognitivo uno de los principales problemas para lograr el acuerdo radica en la falta de univocidad de los términos, o sea en la multivocidad, para el práctico se convierte en privotal. En múltiples ocasiones es la definición de un concepto lo que bloquea el asentamiento general, o lo que facilita la toma de decisión. Por Multivocidad – lo contrario de univocidadentendemos la multiplicidad de significados y/o sentidos que una noción puede comprender, por ejemplo, el cabello largo: discuta qué es largo para un adulto y qué es para un joven. Es muy raro, e incluso en ocasiones imposible, explicar del todo las premisas sobre las que se construye una noción; y cuando se puede hacer, son muy pocas las veces que se pueden definir de forma completamente unívoca. Trate, por ejemplo, con el caso de la pornografía y el desnudo artístico. Además, el campo y las condiciones de aplicación varían de acuerdo con las circunstancias históricas y culturales. Seguramente, el desnudo en África es diferente del aceptado en los campos nudistas. Lo importante, es evitar la incompatibilidad entre la interpretación, la noción, la aplicación y los criterios de legitimidad.
Las incompatibilidades surgen cuando la situación en la que debe aplicarse la norma no es clara, ya sea porque dicha norma práctica o estética no es del todo aplicable al caso concreto, o debido a que la definición de los términos es muy extensa o restringida, o si se presenta una contradicción. Las opciones para evitar la incompatibilidad pueden variar, pero ésta se intenta resolver con las siguientes estrategias: 1. Incluir en la presentación o reformulación de la norma las dificultades en su comprensión o aplicación, los problemas posibles y las interpretaciones probables, así como los casos no previstos. 2. Solucionar el problema de decisión mediante la ejemplificación de otros casos parecidos –dentro de esa comunidad o apelando a otra-, especificando la forma en que fueron resueltos y los efectos producidos por su aplicación, para con ello asentar un precedente que permita tener mayor cantidad de elementos para enjuiciar la norma. 3. Posponer toda decisión debido a que, al menos en ese momento y dadas las circunstancias, no parece aconsejable oponerse o defender la regla, ni tomar una postura en cuanto al conflicto por la incompatibilidad que se manifiesta entre lo que se considera como realidad y la norma, o entre el contexto y la aplicación. Por lo regular se opta por inventar o discutir procedimientos de redifinición o protocolarios para impedir que aparezca la incompatibilidad o simplemente hacer tiempo y dejar para otro momento la decisión. Sin pretender agotar el tema acerca de las normas, creemos importante mencionar que cuando la argumentación se rige por normas generalmente se tienen los siguientes problemas: a) Dos reglas de comportamientos o de actitudes que son mutuamente excluyentes y donde ambas pueden aplicarse al mismo objeto. Por ejemplo. “prohibido matar a un ser humano”. Sin embargo, se permite matar al “enemigo”. Se tienen al menos dos máximas éticas en contradicción, lo cual obliga a optar por dos tipos de procedimientos, ya sea que: i) se preciso el término de “enemigo” o de “ser humano”, o ii) se restrinja la aplicación de la acción “matar”. La historia de la humanidad tiene multitud de ejemplos; para no ahondar en este punto, 65
baste con mencionar el conflicto religioso suscitado durante la colonia en Hispanoamérica para decidir con respecto a los indios y su denominación, o no, como seres humanos dotados de alma. b) Cuando una de las reglas normaliza una situación que otra excluye. Por ejemplo, a los soldados japoneses se les exigía morir en combate para preservar el honor de su patria, pero dicha máxima no incluía dar información estratégica cuando se les interrogaba como prisioneros. Si esa información favorecía al enemigo, no se consideraba como un acto de deshonor. c) Cuando se generaliza una regla se aplica sin excepción. Es claro que no es lo mismo que la regla diga: “No exceder la velocidad del vehículo a más de 60 km/h y que ésta se aplique a una ambulancia. d) Cuando un argumento tiende a mostrar que el acto por el cual se ataca una regla es incompatible con el principio que lo sostiene, típico caso donde la autoridad no obedece o acata aquello mismo que ella defiende. Se predica con el ejemplo y, si no es así, entonces esto implica que hay alguien que se autoexcluye de la norma, y se coloca por encima de ella. Posiblemente, cuando se prohíbe el plagio entre los alumnos y el profesorado no menciona sus fuentes bibliográficas al dar clase, también se incurra en esta incompatibilidad entre norma y acto. e) Cuando de una regla pueden derivarse consecuencias no necesariamente legítimas, como en los casos donde se acepta la destrucción o golpe de Estado, o el asesinato del Gobernante por x razones. Esta posibilidad también incluye por extensión que se acepta como legítimo al gobernante que para serlo recurre al asesinato del príncipe o rey. Lo que hay que tener en cuenta es que, mientras no se desee un cambio, no hay razón para plantear o explicar incompatibilidades. Al hablar tanto de discurso práctico como de crítica estética, una de las cuestiones implícitas es que se debate sobre valores y normas. LOS ENLACES: JERARQUIZACIÓN DE VALORES
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Algunas de las estrategias planteadas para el discurso práctico se emplean también para la crítica estética. Sin embargo, lo más característico en este tipo de argumentación es el la discusión de valores y su dilema. El dilema radica en que sólo se puede considerar como válidos universalmente a aquellos valores que se presentan de manera abstracta y sin especificar su contenido. Éstos pueden ser: lo Verdadero, el Bien, lo Bello, lo Absoluto, lo Gracioso, lo Trágico y otros. El problema surge a partir del momento en que intentamos precisar los valores o el valor de un acto u objeto con respecto a otros, ya que es necesario llevar estos valores a lo concreto (acto u objeto), a lo particular y necesitamos de la adhesión de un auditorio específico; al que debemos convencer, persuadir o motivar para aceptar, modificar o restablecer el valor que deseamos destacar. La dificultad mayor es cuando el consenso que requerimos de una comunidad está en pugna o diferencia con la valoración que defendemos o atacamos y es cuando se precisa de la actividad argumentativa. Ponerse de acuerdo en el valor estético de cierta obra de arte visual requiere el consenso de un grupo específico. Pensemos en las obras consideradas dentro de la pintura abstracta y de inmediato el grupo de admiradores se reduce; en cambio, para las obras pictóricas del impresionismo francés existe un público mayor que admite el valor estético de dicha escuela. Para defender el valor de una obra suele recurrirse a plantear su valor estético particular con referencia a los valores universales aceptados (por lo regular la historia del arte, literatura, o cine) y dicha referencia le sirve de fundamento para validarse y lograr una mayor aceptación. El hecho de valorizar ya implica la existencia de una jerarquía basada en criterios o principios aceptados. El grado de intensidad con que un valor es compartido por un grupo en cuanto a un objeto o idea depende de si el objeto en discusión satisface no sólo los requisitos para ser aceptado, sino la forma en que cumple con ellos. Cuando se trata de fundamentar valores o jerarquías, o de reforzar la intensidad de la adhesión que suscitan entre la audiencia, es posible:
a) Relacionar el valor de la obra con otros valores u obras ya de por sí consideradas. b) Recurrir a premisas de carácter muy general, o sea a lo que llamamos lugares comunes. Llamamos lugares comunes a los razonamientos que suelen ser compartidos por la mayoría. Argumentar en muchos países acerca de la necesidad de impartir gratuitamente la educación primaria es un lugar común a partir de cierta época histórica. Los lugares comunes pueden dar lugar a grandes debates, especialmente cuando la discusión se centra en conflictos entre calidad y cantidad, por ejemplo ¿qué es mejor, incrementar el número de alumnos para obtener mayores recursos, o mejorar la educación para menos alumnos y con mayor costo?. Otro caso parecido es el que suscita el problema del orden: ¿qué se considera superior e inferior?, ¿qué es primero?, ¿cuál es el antecedente o consecuente? Para el orden y número también se establecen jerarquías y relaciones que son cuestionadas para mantener o modificar una opinión o valorización determinada. Cuando se defiende lo que todos valoran no hay necesidad de justificar ni de explicar nada; no se da por hecho y se le considera lo normal, lo habitual, lo real, lo actual. El cambio debe justificarse y buscar los fundamentos para lograr el reconocimiento del valor que por diversas razones se había negado o ignorado. Eso sí, la decisión, una vez tomada, sólo puede modificarse por razones suficientes, así que hay que cuidar estrechamente la argumentación en el caso de la crítica estética o del discurso práctico. Con frecuencia se intenta lograr el acuerdo aduciendo que la innovación no es tal, que sólo es aparente; sin embargo, se justifica el cambio cuando debido a la modificación se percibe un progreso, o un beneficio a corto, mediano o largo plazo. En principio, y más vale considerarlo, la inercia de un público puede oponerse a todos los proyectos nuevos por considerarlos faltos de razones y motivos para justificar una reforma en su manera de pensar o de actuar. El demandante tiene la carga de la prueba. En especial, hay que cuidar para este tipo de discurso y argumentación varias estrategias, entre ellas:
1. La selección de los datos y su efecto. En la práctica argumentativa los datos constituyen los elementos objetivos sobre los cuales parece existir un acuerdo; lo que se convierte en motivo de controversia es la interpretación que de dichos datos se deriva. Lo que generalmente se apoya u objeta es la elección que se hace entre significaciones diversas. La buena interpretación es aquella que logra que el auditorio apruebe la relación entre ella y los datos. El adversario enfocará su atención precisamente a las interpretaciones y buscará en ese terreno todo tipo de incompatibilidad y contradicción en los argumentos. 2. Precisar la definición de los términos y la identificación de los enlaces entre dos o más premisas. En realidad, y esto vale para todo tipo de argumentación, el proceso de definición e identificación de relaciones entre un concepto y otro, entre la causa y el efecto, entre la parte y el todo, o entre las partes entre sí, es la fuente de los conflictos de comunicación grupal más común. Todo uso de conceptos, toda aplicación de una clasificación, todo recurso al ejemplo, todo paso de lo particular a lo general implica la reducción o ampliación de la significación y sentido de términos. Se requiere una primera puesta de acuerdo entre la palabra que se emplea y el objeto que se hace referencia. Así podemos tener que: a) Se indica la forma en que quiere utilizarse b) Se señala el sentido concedido a una palabra en cierto ambiente en un momento dado. c) Se muestran los elementos esenciales de la definición. d) Se combinan varias posibilidades. En la presentación de los argumentos a favor o en contra de cierta postura es posible objetar, rechazar o modificar el modo o empleo de cierta definición, especialmente, si su significación afecta la posibilidad de lograr el acuerdo o rechazo del grupo con respecto a cierto valor, actitud u opinión. Tal es el caso con respecto al término “género”, que ha suscitado una gran controversia a partir de que, a consecuencia de un acuerdo, se ha sustituido la clasificación entre hombres y mujeres a partir del sexo por una clasificación de género femeninomasculino. La aceptación del término ha ocasionado verdadero revuelo. ¿El problema es 67
la palabra”género” en sí? Obviamente no. La objeción al término proviene de la implicación en el campo de lo que se identifica como femenino o masculino. Así, la argumentación a favor o en contra, más que versar sobre la palabra en sí, trata de lograr un acuerdo en cuanto a la clasificación de mujeres y hombres según una clasificación de tipo biológico o cultural. Del mismo modo, podemos pensar en varios términos “controversiales”. Basta con escuchar las discusiones entre novia y novio acerca de la fidelidad o infidelidad con respecto a un acto concreto. El punto más débil en la actividad argumentativa es la elección de los epítetos (adjetivos) y de las clasificaciones (principios y jerarquías de relaciones). En cuanto a los epítetos se percibe con claridad su función en el siguiente ejemplo: no es lo mismo decir de un acusado de homicidio que es un matricida, a que es un vengador de su padre. Es obvio que “matricida” tiene un valor cultural más negativo que “vengador de su padre”, casi podríamos decir que en el segundo caso estaríamos dispuestos a pensar que el asesino es la víctima, o el héroe del honor familiar. Esto debe darnos una idea más clara de la importancia de seleccionar los vocablos de acuerdo con nuestro propósito, y si estamos en la contraparte, escuchar con atención la posible interpretación contraria. Ante dos clasificaciones simétricas se presentan opciones de interpretación diferente. Las nociones que empleamos para interpretar pueden clarificar u oscurecer las razones sobre las que se basa el consenso del grupo. La indeterminación y la falta de univocidad de los términos nos obligan a la constante reformulación de nuestra experiencia y valores individuales y comunitarios. Como el sentido de las nociones depende de los sistemas de vida dentro de los cuales se emplea, para cambiar el sentido de cualquier noción no basta con insertarla en un contexto nuevo, sino también hay que integrarla en razones convincentes y coherentes. Asimismo, el modo de clasificar y establecer la identificación entre dos o más valores produce un efecto sorprendente. Puede intentarse la homogeneización de las categorías y con ello igualar valores entre dos o más obras. Mediante esta acción 68
clasificatoria, el objeto o la idea por discutir se inserta dentro de la misma categoría que otras obras o principios ya reconocidos y avalados consensualmente. Así, por el efecto de asociación, se logra su aceptación. El riesgo es que en esta identificación de valores se puede sacrificar una serie de diferencias. Los contraargumentos se dirigen en este tipo de estrategia hacia las bases que dieron origen a la identificación. Asimismo, es posible establecer relaciones de orden, de correspondencia o de contraste, dependiendo de si la identificación puede plantearse en forma completa, parcial o serial. En este punto se estudia si el valor es superior o inferior que, igual a, diferente de, más importante que, antes que, mayor o menor que, dentro o fuera de... y toda suerte de combinaciones. Por último, los valores admitidos por el auditorio, el prestigio de los exponentes, hasta el lenguaje empleado influyen para lograr la adhesión de la audiencia. Todos estos elementos están en constante interacción cuando se trata de conseguir el consenso. Tan importante para el debate es evitar la incompatibilidad como evitar el ridículo. La risa, recordemos, es la sanción que se otorga a un argumento absurdo, incoherente o inaplicable. Una afirmación es ridícula cuando entra en conflicto, sin justificación alguna, con una opinión sostenida por el grupo. Decimos “sin justificación” debido a que en ocasiones estas afirmaciones resultan ser la mejor estrategia para romper las expectativas, modificar un estado de ánimo e introducir de manera abrupta un nuevo cuestionamiento, o incluso como recurso para llamar la atención. Por lo regular se considera como ridículo aquello que va contra la lógica, un equívoco en la pronunciación o en la comprensión de los términos, o una falla en la enunciación de los hechos. Imputar de ridícula una aseveración o de ridículo un hecho implica que, de alguna manera, ésta o éste ha quebrantado algún principio lógico o sociocultural y que, por tanto, es rechazado o sancionado. La tendencia en un grupo es a favor de la conservación y fomento de lo que está admitido. Decir que una persona y sus opiniones son inadmisibles porque las consecuencias serían ridículas, es normalmente considerado como una de las más graves objeciones que pueden presentarse en la discusión.
CAP. 6 TÉCNICAS Y ESTRATEGIAS ARGUMENTATIVAS En la cultura inglesa se emplea como un recurso muy socorrido la ridiculización de las opiniones del contrario, a lo que se ha dado por considerar como el típico humor inglés. El humor es un arma muy peligrosa para deshacer cualquier argumentación, especialmente si la construcción de ideas es ingeniosa y claramente expone al adversario a confrontar lo inadmisible de su pretensión, de su opinión, proyecto o actitud. La ironía –nombre técnico con que se conoce esta estrategia- es uno de los métodos argumentativos empleados con mayor frecuencia para criticar indirectamente las ideas del contrario. Su empleo es difícil, ya que implica dar a entender exactamente lo contrario de lo que se dice. Analicemos, por ejemplo, el dicho: “Éramos pocos y parió la abuela”, el efecto de la frase se modifica si la cambiamos por: “Para colmo de males, encima de que éramos muchos parió la abuela”. Al explayar el significado del dicho se ha roto con la ironía implícita y su efecto no es ya sorpresivo, ni concluyente. Es importante enfatizar que la forma más frecuente de atacar una regla o una norma admitida no se reduce a presentar el problema como un conflicto de intereses entre dos facciones de un mismo grupo, o de diferentes comunidades, o como una cuestión de liderazgo para imponer una versión. En lo básico, se trata de encontrar colectivamente razones por las cuales en ciertas circunstancias no debiera aplicarse esa regla, o de restringir el alcance y sentido de alguna prohibición. No hay que olvidar que gracias a una argumentación apropiada es posible romper ciertos enlaces admitidos como naturales y revisar algunas nociones sobre los fundamentos sobre los cuales descansa la norma o la regla en cuestión y que no son tan “naturales”. El municipio de nuestra ciudad (de Monterrey) intentó aplicar cierto reglamento ciudadano para los espectáculos públicos. La historia de esta medida sirve para ilustrar las dificultades a lo que nos enfrentamos cuando se trata de marcar lineamientos de tipo ético, moral o cultural como instancia de autoridad. Sancionar, por ejemplo, o prohibir la entrada a
un espectáculo por usar shorts es intentar controlar cuestiones que no pueden prescribirse en un reglamento, ya que emanan de mecanismos sociales y culturales muy complejos. ENLACES: PERSONA-ACTO El problema de la argumentación en el tipo de discurso terapéutico se centra en las nociones de persona y de acto en su enlace, por un lado, y en su independencia relativa, por el otro. La verdad tiene que ver con la posibilidad de analizar en la persona el grado de solidaridad entre el que dice ser y lo que hace. La disociación entre el acto y la persona siempre es parcial y precaria, pero en ocasiones es necesaria para explicar en contextos diferentes, distintas reacciones que pueden tomarse como falta de veracidad. Por otra parte, también cuenta el grado de conocimiento personal que se tiene de sí y la honestidad con que se admiten prejuicios o tendencias subjetivas. Probarle a alguien que actúa por sus prejuicios es delatar su ignorancia con respecto a sus actitudes y reacciones. Los prejuicios raciales pueden hacer variar un veredicto de culpable o inocente en un juicio por asesinato. Si el jurado desconoce sus prejuicios, éstos actuarán en contra de una decisión justa y pueden ofuscar la evaluación del hecho. Actuar y decidir bajo el influjo de concepciones heredadas o sin analizar puede ser la causa más importante de incurrir en la falta de veracidad. La veracidad de las emisiones expresivas que se dan en el discurso terapéutico no puede fundamentarse, sino sólo mostrarse. La no veracidad puede delatarse en la falta de consistencia entre una manifestación y las acciones vinculadas internamente a ella. ENLACES: SIGNO-SÍMBOLO-OBJETO Dado que la pregunta esencial en este tipo de discurso es la inteligibilidad (comprensión) y corrección de los productos simbólicos, toda argumentación puede girar en torno a la forma en que se hallan construidos los marcos conceptuales, ya sea en forma de definiciones, nociones, términos, conceptos y/o cualquier otro. Ya en el capítulo dedicado al discurso práctico hemos tratado el problema de la 69
definición y de la interpretación que de manera directa ataña también a este discurso. Sin embargo, el foco de interés se concentra en el enlace simbólico, o sea la conexión entre el nombre del objeto (signo-símbolo) y el objeto en sí. Este enlace no es puramente convencional, pues se establece una relación entre el símbolo (imagen y significado) y el signo (significante y significado), entre la significación y su representación. Pensemos en la cruz, la hoz y la bandera. La forma en cruz puede ser el símbolo de la operación aritmética de la suma, del símbolo del cristianismo, de una tumba, incluso así se nombra a un punto de costura; entonces, para que un signo cualquiera de los mencionados cobre significación y se establezca un enlace simbólico, es necesario que entre los hablantes exista un acuerdo mediante el cual sea posible ligar referente-objeto-signo y la reacción que les puede provocar como fervor cristiano, piedad por un muerto u otras cuestiones. Si consideramos la hoz, ésta simboliza el sistema político llamado comunismo. Ante ella la población solía horrorizarse, o se despertaba su admiración. Como soporte material, la hoz no contiene por sí misma esa fuerza de provocación; no deja de ser un instrumento de labranza para segar el trigo. En esa hoz se deposita la representación de vivencias, deseos, temores, necesidades e imposibilidades que hacen que el sujeto reaccione positiva o negativamente ante ella. Entre el símbolo y lo que evoca parece existir una relación de participación que permite una relación recíproca donde el objeto es el soporte material hacia el cual se dirige la atención y emoción. En otras palabras, el enlace simbólico permite transferencias entre el símbolo y lo simbolizado; estas realidades pueden suscitar amor, odio, veneración, desprecio, etc., y serían incomprensibles y ridículas si a su carácter representativo no se le uniera un nexo de participación, sin el cual la idea abstracta no provocaría mayor o menor adhesión. No hay que olvidar que el nexo entre el soporte (signo-símbolo) no lo proporciona un enlace admitido por todos, es decir, objetivo, sino un enlace que únicamente reconocen los miembros del grupo; es un nexo inmaterial que habla de una solidaridad invisible que en dado caso puede argumentarse y ser objetada. Puede pensarse en las vacas en la India; nosotros podemos iniciar un debate y refutar el nexo entre la vaca y su condición sagrada. 70
Dado el carácter indeterminado e indefinido objetivamente del enlace simbólico, hay posibilidad de conferir a cualquier cosa, a cualquier acto, a cualquier acontecimiento un valor simbólico y de modificar de ese modo su significación e importancia. ¿Qué podríamos proponerles a los hindúes en lugar de la vaca? ¿Valdría la pena?. Cualquier símbolo puede utilizarse como signo y servir de medio de comunicación, con la condición de que se integre en un lenguaje comprendido por una comunidad. Sea cual sea la génesis del nexo simbólico, el símbolo se modifica por su uso. También es cierto que, al no ser convencional el enlace simbólico, ni estar basado en una estructura de lo real universalmente conocida y admitida, la significación de un símbolo puede reservarse sólo a los iniciados y permanecer para otros incomprensible por completo, como si se tratara de una lengua extranjera. Lo que era símbolo pierde totalmente este carácter si falta ese lazo de significación y representación. En este tipo de discurso el empleo de la analogía, la metáfora y la metonimia son los principales recursos para entablar los enlaces entre imagen-significación-cosa y el símbolo. En cuanto a la analogía, es preciso considerar la interacción que se establece entre un objeto y otro, una idea y otra, un evento y otro y así entre el símbolo y lo simbolizado. Cuando esta interacción es de comparación y es claramente visible, se llama analogía. Un ejemplo es: “La vida es como un río” (Esto es como esto). Son construcciones particulares que se diseñan para asociar y explicar fenómenos particulares y concretos tratándolos como manifestaciones de una esencia que se expresa igualmente por medio de otros acontecimientos, objetos, seres o instituciones. Lo mismo sería decir “la vida es como el sol”, o “como un amanecer”. En cada caso, la analogía se establece con base en la compatibilidad de sus dos términos. Toda refutación se basa en probar la incompatibilidad u oposición entre el acto u objeto y su esencia. Deshacer el enlace es apuntar hacia la ruptura, frenado o ausencia de aquello que permite su reciprocidad. En la metáfora se habla del traslado de la significación propia de un nombre a otra significación. A veces se ha considerado la metáfora como una forma de superación de la analogía, ya que en ella no aparecen ni el adverbio como, ni el segundo término, y el primero ha adquirido por esta operación una
metáfora nos “El oro de tus el oro como el color del
Tanto las reacciones ante las metáforas como los enlaces que se establecen no pueden a veces predecirse, por lo que resulta que sus efectos no pueden ser planeados del todo. Algo se escapa siempre.
Así, ese “oro” dentro de esa frase ya no puede ser ni el material ni el color, sino ambos y un poco más: se le ha añadido la actitud de apreciación subjetiva de quien emite esa frase.
El otro recurso para hacer girar el sentido de los términos es la metonimia. Si la metáfora es el resultado de la condensación de dos términos, la metonimia es propiamente el producto derivado de un deslizamiento. Ya no es cuestión de que dos términos compartan el menos un mismo campo de significación; en este recurso se trata de establecer un enlace por medio de la contigüidad que pueda haber entre ellos. Por ejemplo. “pan” por “alimento” o “Jacob” por “el pueblo judío”.
significación nueva. Una clásica ayuda a dejar claro este asunto: cabellos”. Hay dos elementos: material precioso y valioso, y cabello: rubio.
Consideramos la siguiente metáfora de Pascal: “El hombre sólo es una caña, la más débil de la naturaleza; pero es una caña que piensa”. El efecto de una metáfora lograda es que aumenta el poder del argumento, y se valoriza una noción al concederle un prestigio del que carecía en su uso anterior; pero también se corre el peligro del abuso o inadecuación. En este último caso pierde su fuerza y cae en el lugar común o en la incomprensión.
En el primer caso, pan es una parte del concepto general denominado alimento, pero ese “un alimento” se convierte en “el alimento”, y así un pan es ya el término para el alimento, como cuando decimos “el pan nuestro de cada día”.
Cuando se quiere refutar una metáfora se recurre a los procedimientos de ruptura, frenado o ausencia de la relación que se establece entre los términos; para ello no hay como emplear los recursos de la definición y aclaración de la interpretación sobre los cuales se ha basado el enlace.
Del mismo modo, cuando hablamos de Jacob como el pueblo de Dios, se ha deslizado de un ser individual a un ser genérico. A esto se le llama de la parte al todo, del individuo a la especie, del término particular al general. También cuando el pecho materno es el símbolo de la madre o el jazz el de los negros.
La clave consiste en reconocer, negar o transformar el enlace. Así se mostrará que el enlace estimado como admitido, presupuesto o deseado no existe, porque nada permite constatar o justificar la asociación de elementos que en nuestra opinión deberían permanecer separados e independientes.
Tanto la metáfora como la metonimia recurren a un procedimiento que emplea constantemente una doble jerarquía y el término constituye el puente entre ambas.
El esfuerzo argumentativo del contrario tiende a sacar partido de las disociaciones ya admitidas o puestas en duda por el auditorio, ya sea por a) Introducir disociaciones. b) Presentar a un auditorio disociaciones aceptadas por otros auditorios. c) Recordar una disociación olvidada. En cuanto alguien se opone a una metáfora, su oposición se fundamenta en las características o definiciones de sus términos o sobre los principios de asociación que subyacen en el enlace. Notemos la frase célebre de uno de nuestros gobernantes: “Defenderé el peso como un perro.” La historia nos marca las consecuencias de esta metáfora: toda defensa del peso indica de inmediato la advertencia de una devaluación inminente.
La refutación, por tanto, se centra en la destrucción de dicho puente, ya sea por cuestionar una de las jerarquías empleadas o porque se cuestiona si el término empleado como enlace es el adecuado, apropiado o verdadero. Si el término se logra destruir, entonces se anula el intento de evocación que se propuso para interpretar la realidad y el enlace se destruye. Repitamos el ejemplo de: “Defenderé el peso como un perro”. La siguiente explicación es sólo una posible interpretación de la reacción que tuvo el público ante dicha frase. Pensamos que en este dicho se establece el enlace entre peso y hueso, entre perro-fierezafidelidad. El público parece haber admitido la relación entre peso y hueso. Sin embargo, rechaza la posibilidad de enlazar esto con estabilidad y confianza en la figura presidencial, y más bien liga la defensa como perro por el hueso como un signo del hambre que el perro padece, de su carencia y privación. 71
La situación económica no era para menos, así que sirvió el enlace para confirmar el clima de desconfianza, incredulidad e inseguridad con respecto al peso (hueso) y el perropresidente fue incapaz de defender lo indefendible. La devaluación no fue únicamente producto de este juego de palabras, pero el mercado financiero reaccionó desfavorablemente ante esta declaración presidencial.
72
clara y concisa los temas, los puntos y las ideas que se pretenden expresar.
LA PRESENTACIÓN ORAL PARA CONVENCER En una presentación eficaz es fundamental tanto atraer la atención de los oyentes, como demostrar la validez, eficacia y legitimidad de lo que se dice con respecto a una propuesta o proyecto. Este capítulo se dedica a la organización del contenido temático y a la detección de ciertas estrategias argumentativas, todo con objeto de lograr planear y expresar con mayor claridad nuestros argumentos ante un público.1 TIPOS DE PRESENTACIÓN
b) Añadiendo de forma explícita los propósitos que se pretende cumplir. A manera de recordatorio, es útil no perder de vista que la argumentación no sólo tiende a la acción inmediata, sino también pretende, en algunos casos, orientar la reflexión de una comunidad en un asunto determinado y, en otros, hacer que prevalezcan ciertas actitudes o esquemas interpretativos, o resaltar algunas observaciones, actitudes o valores que la argumentación res-signifique bajo otro ángulo y, por lo mismo que nuestros oyentes les confieran la importancia que antes de nuestra exposición no tenían.
La eficacia de una exposición sólo se puede juzgar de acuerdo con los objetivos que se propone el orador. De manera muy general y sintetizada, podemos hablar de tres tipos de presentación, de acuerdo con el propòsito general que se persiga. Así distinguimos, por ejemplo, un propósito de formar a un auditorio, audiencia o público acerca de un tema, valor u opinión. Esto supone de antemano que dicho público desconoce o ignora, completa o parcialmente, cierta información necesaria, y requiere que se le proponga un modelo o guía acerca de lo que es recomendable. En cambio, si se pretende mantener la opinión, o la actitud del auditorio o público, es preciso entonces reconocer que el propósito general de nuestra presentación es reforzar aquello que ya se ha planeado con antelación de acuerdo con nuestros intereses. Asimismo, si se desea transformar la postura, la manera de concebir un proyecto, idea, actitud o percepción de un objeto en nuestros escuchas, se adopta el propósito general de cambiar aquello que se ha decidido. Se recomienda planear y organizar todo tipo de presentaciones. a) Tomando en cuenta un modelo, tabla o índice de contenido donde queden en forma
ELABORACIÓN TEMÁTICA DE LA PRESENTACIÓN Un ejemplo del tipo de discurso para convencer puede organizarse de la siguiente manera: •
Título de la presentación. El ejercicio físico no siempre es saludable.
•
Propósito general. Persuadir y convencer al auditorio de que hay ocasiones en que sólo es poco recomendable el ejercicio, sino que puede ser perjudicial.
•
Propósito específico. Lograr que el público cambie su opinión y actitud con respecto a la idea generalizada de que todo tipo de ejercicio, a cualquier edad, es saludable.
•
Índice o tabla de contenido. En este índice se desarrolla en forma temática el contenido, lo que implica en primera instancia, realizar un ejercicio llamado “lluvia de ideas”. Se trata de anotar todo lo que se relacione con el tema elegido, absolutamente todo, no importa si se repiten las ideas. Una vez que se tiene una lista prácticamente completa, se procede a buscar las ideas que se relacionan una con otra. Por ejemplo: - Mente sana en cuerpo sano. - El ejercicio no da más años a tu vida.
1
Es importante señalar que algunos de los temas y asuntos tratados en este capítulo se han tomado de los textos de Elieen McEntee de Madero. Comunicación oral y de Stepehn Toylmin, The Uses of Argument, así como de un artículo llamado “Eighteen Fallacies”.
- El ejercicio da más vida a tus años. - El ejercicio requiere tiempo. 73
- No todo ejercicio es recomendable. - Los aparatos necesarios para realizar el ejercicio. - La falta de seguridad en los planteles. - La ignorancia con respecto movimientos musculares.
a
los
- El dolor y la fatiga posteriores. - La falta de disciplina diaria. - La presión social por un cuerpo atlético. - La constante preocupación por la imagen corporal. - La falta de información con respecto a ciertos ejercicios que pueden ser perjudiciales. - La falta de adecuación de los ejercicios con la edad y complexión del practicante. Como podemos observar, varias de las ideas pueden combinarse y exponerse dentro del mismo rubro. Así podemos relacionar lo concerniente a la presión de la sociedad y la imagen corporal como un tema central; otro sería los problemas de la educación insuficiente en los responsables de los planteles; también la falta de información y divulgación en el público y, por último, los riesgos y accidentes. Una vez elegidos los temas centrales para cada uno de ellos, se repite de nuevo la lluvia de ideas y así para cada idea particular. Ya que se tiene un mapa de contenidos estructurados, se procede a elegir la introducción y la forma de presentar el contenido de forma esquemática y ordenada. En la introducción se incluyen frases célebres, anécdotas, dichos populares, datos estadísticos, sonidos, y cualquier recurso efectivo para capturar la atención de quienes nos escuchan. En la conclusión, es importante buscar un buen final que impacte y deje suficientemente asentada la idea o proyecto de acción. El cierre de la presentación es importante, ya que de éste depende gran parte de nuestra posibilidad para mover, persuadir y convencer al auditorio. Forma de presentación A continuación proponemos a manera de ejemplo, un índice acerca del tema del ejercicio físico Introducción. 74
1. La sociedad moderna y la imagen del cuerpo. 1.1. Las diferentes modas con respecto a la imagen corporal. 1.2. La moda y sus reflejos en la imagen corporal. 1.3. La presión de los demás. 1.4. Los intereses empresas.
económicos
de
las
2. La falta de educación y entrenamiento en los responsables. La impartición de la educación física. La falta nutricional.
de
conocimiento
biológico
y
Los planteles y su inadecuación a las necesidades. 3. La ignorancia del público. La inadecuada información La falta de disciplina El exceso de publicidad. 4. Los accidentes y riesgos. Las estadísticas de operaciones de rodilla y tendones. Las consecuencias movimientos inadecuados. Las consecuencias práctica.
posteriores por
abandonar
por la
Los malos hábitos alimenticios. Conclusión2 COROLARIO Tal como su nombre indica, en esta sección se pretende reforzar lo expuesto a lo largo de este texto pero no por medio de una síntesis o de una repetición, sino más bien encontrando una forma de concluir con el uso de algunos puntos que constituyen la fuerza y poder de una argumentación. Los asuntos tratados de manera teórica y práctica son sumamente importantes, pero 2 Es importante que en este rubro se recalquen y se sinteticen las ideas más importantes, pero sin que suene a repetición. Incluso se recomienda buscar una frase impactante o un movimiento decisivo para dar fuerza a la conclusión.
no resuelven el problema; para ser sinceros, no hay ninguna fórmula mágica. Sin embargo, cuando se estudia la historia de algunas culturas y se analiza el tipo de argumentación que en momentos clave resulta determinante observamos que:
Quizá, en otro trabajo, sea posible estudiar la interacción entre el tipo de discurso argumentativo y las relaciones de poder.
1. Se presenta una innovación en el pensamiento, o en la manera de concebir tradicionalmente la realidad científica, cultural o social. 2. Los exponentes de ella son personajes tallados por la fuerza de su convicción. 3. Son apoyados a su vez por ciertos actores clave dentro de un contexto socioeconómico y cultural. 4. De alguna manera protagonizan los deseos y anhelos de un sector importante (cantidad o calidad) de la población. 5. Su argumentación es breve, clara y precisa. Da la impresión de que no hay otra forma de pensar la realidad más que como él o ella la está presentando. En otras palabras, aborda la cuestión y la resuelve sin dejar lugar a dudas y de una manera que parece ser la única, la más sencilla y evidente. La reacción del público, por lo general, es decir: “¡cómo no se me había ocurrido antes!”. Demuestra congruencia entre lo que se dice y lo que se es. 6. Su expresión, pensamiento y acción son consistentes. Lo que acabamos de enumerar son reflexiones en torno al que defiende y logra el acuerdo o consenso del grupo, y esto está confirmado por la historia. Sin embargo, en la vida diaria, ante el jefe, el amigo, la novia, el subordinado. ¿de qué depende lograr la aprobación o rechazo de nuestras propuestas? Ciertamente no es tan sólo por un razonamiento lógico y claro; a veces las propuestas más confusas logran mejor su propósito de persuadir. En efecto hay otros factores que no hemos considerado en este texto y éstos se refieren a las condiciones y los juegos de poder entre las distintas fuerzas sociales y culturales. Estos factores no tienen nada que ver con estrategias de argumentación como acción de comunicación colectiva, sino con intereses, negociaciones y relaciones de poder entre los representantes de los diversos sectores socioculturales.
75
APÉNDICES
•
Al responder abarque con el contacto visual y gestual a todos aquellos que estén implicados en la decisión.
APÉNDICE A. RECETAS PARA PRACTICAR, USAR Y TIRAR
•
Atienda al tipo de argumentación que se le propone y decida si prefiere mantenerse dentro de él o arriesgarse a dar un viraje.
•
Guarde energía y argumentos para el final de cada intervención. (Piense en frases célebres, dichos populares, pero sobretodo enganche a su oponente con una pregunta directa y cargada de intención.)
•
Recuerde que sus gestos lo delatan. Al escuchar, al interlocutor, proyecte atención. Al responder emplee sus manos y cuerpo para enfatizar o puntualizar la idea más relevante. (Por favor, no malgaste su capacidad con cualquier asunto.)
•
Anticipe el tipo de preguntas que puede hacerle. Prepárese para cambiar la estrategia. (Si no tiene alternativas o claridad, es mejor conservar la planeada y evite perderse a toda costa.)
•
De ser posible, evite el gancho del oponente cuando éste lo conduce a un callejón sin salida. (Pero no huya; conceda cierto terreno e inicie de nuevo su tema.)
Preparación •
Establezca con precisión sus objetivos.
•
Analice previamente audiencia.
•
Investigue a profundidad su propuesta y tome en cuenta las limitaciones y alcances de la misma. (no se deje sorprender).
•
Decida el tipo de argumentación que puede, debe y quiere emplear. (En especial, atienda a la cuestión central)
•
Elabore previamente un índice tentativo de ideas. (Diseñe una estrategia, no se case con ella.)
•
Prepare con antelación sus recursos visuales. (invierta tiempo y dinero; créame, son indispensables.)
al
público
o
Durante la presentación •
Escuche no sólo de lo que dice, sino también cómo lo dice.
•
Sea entusiasta y directo exposición. Sin exagerar.
•
Mantenga el contacto visual.
•
Conserve el tono, el volumen y el ritmo de voz adecuado a su intención.
•
Cuide su postura y movimientos.
Al momento respuestas
76
de
las
en
preguntas
Si emplea recursos visuales
su
y
•
Asegúrese de la relevancia, claridad y simpleza de sus apoyos visuales.
•
Elija el tipo correcto y adecuado de acuerdo con su argumento. No se olvide de tenerlo a la mano.
•
Al emplearlos, recuerde mostrarlos a la audiencia.
•
No le hable a los gráficas.
•
Cuide el contacto visual.
planos, mapas,
•
Realice un movimiento de acercamiento a la audiencia o público.
•
Mire y escuche atentamente al que pregunta.
•
Si es necesario, pida que se reformule la pregunta. (Gane tiempo y claridad).
•
Iniciar la defensa con la descripción del caso.
•
Mantenga su estilo personal.
•
Se toman turnos para debatir el punto o para abrir uno nuevo.
APÉNDICE B, LA MECÁNICA DEL DEBATE
•
Cada participante tiene dos oportunidades de 3 minutos en su exposición. Se otorga un minuto adicional para la reorganización de argumentos y estrategias entre los participantes.
•
Todos los participantes que no están en el debate votan al final para dar un veredicto.
•
Cada participante es evaluado individualmente, tanto por la mesa de coordinación, como por algún compañero de la audiencia.
Planteamiento ¿Se explicita argumentos? ¿El análisis completo?
con de
precisión el el o _________
las
bases o razones _________
¿Es comprensible?
_________
¿Es atractiva?
_________
Se entrega a la mesa de coordinación el texto (modelo de Toulmin) para su lectura posterior.
•
La participación de todo el grupo es importante para el proceso deliberativo, razón por la cual se impone la necesidad de asistencia, puntualidad y silencio durante la presentación de cada caso.
¿Se apoya en generalizaciones? _________
Esta es una actividad de simulacro y el veredicto, más que reflejar nuestro particular punto de vista, es un reconocimiento a la habilidad de un grupo de personas para sostener y convencer a un auditorio de la validez, legitimidad, veracidad, eficacia e inteligibilidad de sus argumentos.
¿Titubea en algún punto?
APÉNDICE DEBATE
C.
FICHA
DE
EVALUACIÓN:
es
¿Es adecuada la organización de ideas? _________
•
•
los
¿Se analiza con profundidad las causas del o de los problemas? _________ ¿Recurre razonamientos de autoridad? _________ ¿Prefiere juicios de sentido Común? _________ _________
Aval, evidencia y factor de negociación ¿Su aval o garantía es confiable o reconocido (a) como tal? _________ ¿Se emplea con eficiencia el respaldo o la evidencia? _________ ¿Es significativa para los fines del argumento? _________
Nombre del evaluador:__________________
¿Cuál es la fuente de datos? _________ ¿Se plantea alguna solución? _________
Nombre del evaluado: ___________________
¿Es posible o viable?
Conteste “Sí” preguntas:
Comunicación verbal (expresión y voz)
o
“No”
a
las
siguientes
Presentación ¿Se ha definido con claridad la tesis central del argumento? _________
_________
¿Es su vocabulario apropiado para la audiencia o para su propósito?
_______
¿Emplea adecuadamente el volumen de su voz?
_______
¿Se adopta una actitud hipotética?_________
¿La entonación es agradable?
_______
¿Se otorga suficiente información?_________
¿El timbre es molesto?
_______
¿Se examina y pondera cada posibilidad? ______________
¿Agudo? ¿Grave?
_______
¿Su ritmo es equilibrado y variado? _______ 77
¿Es lento?
_______
¿Es rápido?
_______
posibles implicaciones a corto, mediano y largo plazo. La tarea no es sólo reforzar la base sobre la cual nuestro argumento está construido, sino también mostrar que tomando estos datos y bases como punto de partida es posible derivar otra serie de argumentos y posibilidades igual de legítimas y apropiadas.
¿Emplea el silencio de manera eficiente?
_______
¿Pronuncia claramente cada sonido? _______ Comunicación no verbal (el cuerpo) ¿Su presencia física es apropiada para el evento?
_______
•
La razón o fundamento obtiene su carácter de validez o legitimidad de una regla, un principio, una ley, una norma. Aval o garantía.
•
La regla se apoya en evidencias de tipo diverso. Respaldo. Una vez que ciertos datos han quedado suficientemente asentados, es necesario que se refuercen con declaraciones hipotéticas que puedan actuar como puentes y autorizar el tipo de conclusiones y prácticas que se desprenden de nuestro razonamiento. Esta fase es delicada tanto para el adversario como para el que propone; en una negociación, de esto depende poder lograr el consenso paulatinamente, o en caso del oponente, localizar la falla o la falacia en el argumento o la propuesta. La forma usual en la que se presenta este tipo de argumentación es: Si D, entonces C. En la mayoría de los casos no se presenta tan claramente, ya que es posible expandir o hacer más explícitas las conexiones. Por ejemplo, podrían enunciarse como: “Datos como D nos dan derecho a concluir…, o a hacer propuestas o demandas de que…, o como en el caso C, l alternativamente a…, o dado los datos D…, uno puede tomarlo como C.”
•
Llegado el caso, habrá que modificar o recortar la pretensión de validez. Modificación. Factor negociador.
¿El desplazamiento de su cuerpo es acorde con su intención?
_______
¿Sus gestos faciales corresponden a su propósito?
_______
¿Son exagerados sus movimientos De manos y brazos?
_______
¿Es relajada su postura?
_______
¿Se ve tenso?
_______
¿Es inexpresivo?
_______
¿Mantiene el contacto visual con su público?
_______
¿Su mirada proyecta seguridad?
_______
APÉNDICE D. EL MODELO DE TOULMIN •
•
78
Un argumento se compone de una emisión problemática. Conclusión. Este argumento se caracteriza por su naturaleza declarativa acerca del asunto por discutir o debatir. Se asienta de manera clara y precisa la pretensión, propuesta, proyecto o acción que se defiende o se ataca. Debemos considerar esta frase como medular para nuestra acción argumentativa. Dicha emisión lleva una pretensión de validez y la razón o fundamento con que ha de decidirse acerca de su aceptación o rechazo. Bases. La conclusión puede ser vetada o confrontada por los oponentes en función de los datos que se brindan, de la información sobre la que se sostiene el argumento. Es por ello imprescindible contar con los datos adecuados y suficientes para no sólo dejar delimitado el contenido, sino también las inferencias, consecuencias y efectos que la propuesta, conclusión o emisión tiene para sus
Ejemplo de aplicación del modelo1 Tematizar una pretensión de validez Desde que se conocen los riesgos que corre el futuro de nuestro ecosistema y la posibilidad de sobrevivencia que tiene nuestra especie, se han cuestionado las acciones que el hombre realiza para satisfacer sus necesidades biológicas, culturales y sociales. En múltiples ocasiones el ser humano puede llegar a ser el
1
El ejemplo que se presenta fue elaborado por un grupo de alumnas de la carrera de comunicación.
mayor depredador de su entorno al no tomar en cuenta el factor ecológico. En nuestro estado (Nuevo León), particularmente, la comunidad se ha cuestionado el efecto que tienen la industria y la construcción de vivienda para el ecosistema de la Sierra Madre Oriental. El problema actual es la construcción de un fraccionamiento detrás de esta sierra cuya vía de acceso necesariamente ha de ser un túnel que vaya de lado a lado y conecte ese desarrollo urbanístico con otro municipio colindante. En primer lugar, ¿es congruente que se dañe lo poco que tenemos de Reserva Nacional para beneficio de unos cuantos? ¿Es realmente deseable que se construyan más viviendas en ese sector? ¿Es válido alterar el ecosistema? ¿No habrá consecuencias, como derrumbes y demás efectos por la explosión interior? ¿Es legítimo actuar en contra de las condiciones naturales? ¿Es factible construir un túnel con las características del suelo en plena sierra? Actitud hipotética ¿Y si fuera realmente necesario ampliar el sector de la Colonia del Valle? ¿Y si no existiera ningún reglamento que impida esta acción? ¿Y si proteger esta Reserva Ecológica no fuera prioritario? ¿Y si al impedir la ampliación se afectara el derecho de los inversionistas? ¿Y si esto afectara el desarrollo de nuestro estado? ¿Y si en realidad el beneficio de unos cuantos se convierte en el beneficio de muchos más? ¿Y si esto sirviera para alentar la inversión empresarial? Se examinan las razones: conclusión. La pretensión de validez se refiere a la legitimidad y viabilidad del fraccionamiento denominado “Nueva del Valle”. Este nuevo complejo urbano serviría para ampliar el sector de la Colonia del Valle. Se contempla la construcción de un túnel como vía de acceso, el cual se proyecta de una extensión de diez kilómetros y atravesaría la Sierra Madre Oriental y conectaría ambos sectores. La situación está así: la inmobiliaria ha comprado 3 mil hectáreas a 22 ejidatarios del lugar, con un costo de 65 millones de pesos. crisis
Esta compra ha beneficiado en plena al ayuntamiento, por concepto del
impuesto sobre Adquisición de Inmuebles, sin mencionar a los mismos ejidatarios y sus tierras. Corresponde a la Secretaría de Desarrollo Urbano y Obras Públicas decidir, si este nuevo proyecto cumple con los lineamientos establecidos en materia ambiental y autorizar o negar el permiso para dicho desarrollo urbano. Desde el punto de vista teórico es factible esta conexión, e incluso podría decirse que es eficaz para un grupo de compradores, para recabar recursos monetarios por los ayuntamientos municipales. Sin embargo, nuestro cuestionamiento se dirige al terreno del discurso práctico, y la pregunta central es acerca de la legitimidad de dicho proyecto. Creemos que el complejo urbanístico requiere de una acción que puede afectar a toda una comunidad y que no es posible predecir con seguridad la repercusión ambiental que tendrá para los futuros habitantes y para el ecosistema. Una acción no puede ser legítima cuando los intereses de unos pocos ponen en juego factores del ecosistema, e intervienen directamente sobre el entorno; y lo es menos si pueden existir nuevos asentamientos hacia otras zonas del municipio. La población en nuestra ciudad ha crecido considerablemente; pero ¿justificará esto la medida? ¿Tenemos otras opciones? Como estudiantes de comunicación nos interesa el problema y consideramos importante expresar nuestra postura en este debate. Una acción como la que se prevé para el desarrollo urbano va en contra de uno de los principios esenciales que fortalecen las previsiones de carácter ecológico y ambiental para proteger y mejorar la calidad de vida. En primer lugar, para construir un túnel en la sierra es preciso hacer uno de explosivos. Esto daña el ecosistema, modifica las condiciones ambientales y no podemos asegurar el tipo de cambios que introduciría en el hábitat de muchos animales y de la vegetación del lugar, consideremos la cantidad de pájaros que deberán emigrar, la explotación ixtlera de los agaves, como la palma y la lechuguilla, que será seguramente cancelada. Si una parte importante de la población de Santa Catarina tiene como principal ingreso la explotación ixtlera, una vez que se acepte dicho asentamiento, ¿qué va a suceder con este núcleo de familias? Además, dicho proyecto va a requerir de la dotación de infraestructura y servicios de agua potable, drenaje y vías públicas. El costo 79
económico es alto, ya que requiere llevar agua a terrenos de 800 o 900 m sobre el nivel del mar. La inversión es considerable, y cabe mencionar que hay zonas en esta misma ciudad que sin, tener semejantes dificultades, no han sido todavía dotadas de los servicios básicos como luz, agua y drenaje. ¿Cómo justificar este gasto ante una comunidad que, verano tras verano, sufre por la sequía y por la continua amenaza de falta de agua? Simplemente pavimentar y hacer acceso de la zona implica un esfuerza considerable. Aval •
Ley de Equilibrio Ecológico en el Estado de Nuevo León, en el artículo siete.
•
Ley de Desarrollo Urbano del Estado de Nuevo León.
•
Opinión del Director General de la Cámara de Propietarios de Bienes Raíces de Nuevo León.
Respaldo Si consideramos que la realización de este proyecto implica la alteración de la Sierra Madre Oriental para construir un túnel, entonces aceptar este desarrollo urbano es aceptar que los intereses de un grupo perjudiquen el equilibrio ecológico de nuestro estado; y por tanto, que no se cumpla con la Ley de Equilibrio Ecológico para el Estado de Nuevo León. Si es así, entonces para qué emitir alguna ley. Si lo antes mencionado no fuera suficiente, entonces deberemos atender a la Ley de Desarrollo Urbano de Nuevo León, que decreta que: “El crecimiento de los centros de población se orientará preferentemente sobre aquellos terrenos que sin tener alta calidad agrícola o forestal requieran una menor inversión”. De aquí surge la siguiente duda: ¿es acaso menor inversión un túnel de 10 kilómetros para poder tener acceso a la zona, o tender servicios de luz, agua y drenaje? De nuevo, ¿dejaremos que se le dé prioridad a un desarrollo urbano que requiere de una alta inversión sobre otros asentamientos humanos que no tienen ni siquiera energía eléctrica? ¿Se justifica ante la comunidad una decisión tan sesgada?
80
Factor de negociación Tope máximo: que se acepte que este desarrollo urbano atenta contra el equilibrio ecológico y del medio ambiente y, por lo mismo, debe ser negado el permiso. Tope mínimo: de aceptarse este proyecto, que se invierta, a la vez, la misma cantidad de dinero y esfuerzo en obra pública y servicios en otras zonas que carecen de ellos. APÉNDICE E. CUADRO DE DIFERENCIAS ENTRE LOS TIPOS DE PENSAMIENTO
Pensamiento mítico
1. mítica
Pensamiento religioso
Pensamiento moderno
Reflexión
1. Reflexión metafísica
1. Reflexión racional
Búsqueda de explicaciones sobrenaturales
Búsqueda de la verdad
Búsqueda de la validez
2. No hay distinción entre naturaleza y sociedad
2. Clara distinción entre naturaleza física
2. distinción agentes objetos sociedad
3. Se fusionan los conceptos de hombre/mundo y lenguaje/mundo
3. Se fusionan los conceptos de moral y salud
3. Diferenciación entre conceptos de causalidad y salud
4. Se plantea un saber unitario fundamentado en relaciones de analogía y contraste
4. Se plantea un saber unitario fundamentado len Dios y se establece la analogía entre Dios-criatura y mundo social
4. Saber fundamentado en la razón como capacidad para conocer el mundo y como guía de conducta social
Su saber se apoya en rituales y fórmulas mágicas
Su saber apoya dogmas
Su saber apoya principios sujetos evaluación validación
Su conocimiento proviene de la intuición
Su conocimiento proviene de la fe
Su conocimiento proviene de la razón
Consecuencia:
Consecuencia:
Consecuencia:
Intuición oral
Tradición en textos sagrados
Construcción inconciente del
se en
Clara entre y y
se en a y
conocimiento
81
APÉNDICE F. EJERCICIOS DE COMPRENSIÓN
11. Explica el concepto de racionalidad y trata de aplicarlo a los objetivos que debe perseguir cualquier institución de educación superior.
1. Explica la diferencia entre el mundo objetivo, el social y el subjetivo y da un ejemplo.
12. Explica las diferencias entre el saber explícito “Qué” (know that) y el saber instrumental, “Cómo (know how). Emplea como ejemplos las diferencias entre las sociedades latinoamericana y la estadounidense.
2. Explica las características del pensamiento mítico-mágico y emplea el texto literario que se presenta para ejemplificarlas. ¿Cuál de los celestes dioses, hija querida, de tal modo te maltrató, como si a su presencia hubiese cometido alguna falta? Respondióle al punto la risueña Afrodita: “Hirióme el hijo de Tidoe. Diómedes soberbio porque sacaba de la liza a mi hijo Eneas, carísimo para mí más que otro alguno. La enconada lucha ya no sólo es de teucros y aqueos pues los dánaos se atreven a combatir con los inmortales. Contestó Dione, divina entre las diosas: Sufre el dolor, hija mía, y sopórtalo aunque estés afligida; que muchos de los moradores del Olimpo hemos tenido que tolerar ofensas de los hombres, a quienes excitamos para causarnos, unos dioses a otros, horribles males… De este modo habló. Sorióse el padre de los hombres y de los dioses, y llamando a la dorada Afrodita, le dijo: A ti hija mía, no te han sido asignadas las acciones bélicas… Así los dioses conversaban”. La Ilíada 3. Explica con ejemplos las características del discurso racional. 4. Explica las diferencias entre el pensamiento religioso y el moderno. 5. Explica las consecuencias que tuvo la rebeldía de Lucero para el pensamiento moderno. 6. Explica las consecuencias del movimiento de Contrarreforma (España, Portugal y otros países) para el desarrollo del pensamiento crítico. 7. Explica las etapas históricas por las que el proceso de pensamiento transita de un criterio de verdad a uno de validez. 8. Explica las características esenciales del habla argumentativa como proceso, procedimiento y producto. Emplea ejemplos de tu vida cotidiana. 9. Explica los tipos de argumentación (todos y cada uno) y da un ejemplo de cada uno de ellos. 10. Explica las diferencias entre el pensamiento mítico y el moderno. 82
13. Menciona las características de una argumentación racional y relaciona cada una de ellas con algún anuncio publicitario de radio o televisión. (Ejemplos reales, por favor). ¿Se cumple con los requisitos para hablar de un conocimiento racional? 14. Explica el modelo de Toulmin y aplícalo al caso de Chiapas. (Prepara tu caso para la defensa o el ataque) 15. Aclara las diferencias entre las sociedades anglosajonas y latinoamericanas con respecto a la práctica argumentativa y menciona las posibles causas de dichas diferencias. 16. Explica en qué sentido las sociedades primitivas y las modernas se diferencian en cuanto el tipo de pensamiento. Emplea como ejemplo algún caso de medicina, o de la naturaleza. Empleo de hierbas medicinales, brujería y medicamentos. 17. Explica diferentes tipos de argumentación, empleando algunas noticias del periódico y señala las estrategias y los enlaces que se presentan. 18. Hay un problema muy serio de deshonestidad intelectual y se te ha invitado a participar en el Consejo Magisterial para resolver el problema. Tú eres el representante de los alumnos y aunque nadie sabe, excepto tú, en alguna ocasión has estado involucrado en actividades de “deshonestidad”. ¿Qué harías? ¿Defenderás algunos valores? ¿Cuáles?, y ¿por qué? Emplea el modelo de Toulmin para solucionar y presentar el caso. 19. Analiza las diferencias entre pelear y argumentar. Cita ejemplos cotidianos que ilustren las debilidades o fuerzas de ambas actitudes. Observa las sesiones del Congreso, ¿cuál parece ser la principal actitud entre ellos? ¿Se avanza o no? 20. ¿Tú crees que la práctica del debate está de moda? Explica tus razones a favor o en contra. Trata de pensar en los efectos y
consecuencias de esta pr谩ctica y saca tus propias conclusiones con respecto al futuro de la argumentaci贸n
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LINGÜÍSTICA: ANÁLISIS DEL DISCURSO Jan Renkema ARGUMENTACIÓN El marco sociopsicológico En el discurso narrativo, tema del capítulo anterior, la función expresiva es de importancia fundamental. Los hablantes o autores desean expresar lo que está sucediendo en su mente. Utilizando la terminología del modelo de “organon” (véase el apartado 2.1.), este es el aspecto de “síntoma” del lenguaje. En este capítulo sobre el discurso argumentativo, la función “apelativa” del lenguaje es central. Los oyentes o lectores deben ser convencidos de algo. En el modelo de “organon” esto constituye el aspecto de “señal”. Los ejemplos más claros del discurso argumentativo son el debate, la publicidad y el panfleto informativo. El propósito de este discurso es cambiar las actitudes. Una definición popular describe la “actitud” como las evaluaciones generales que hace la gente con respecto a sí misma, a otra gente, a objetos y temas. Estas evaluaciones generales se consideran un determinante clave de la conducta. Al cambiar las actitudes, los comunicadores esperan cambiar la conducta de los receptores. En la publicidad, por ejemplo, el objetivo es crear una evaluación más positiva del producto. Este cambio de evaluación debería tener como resultado un cambio en la conducta: la compra del producto. Los estudios sobre las actitudes y los cambios de actitud forman parte de un cuerpo de investigación que se realiza en el campo de la Psicología Social. El siguiente ejemplo puede aclarar qué factores son importantes en esta área de investigación y cuál es la posición de los Estudios del Discurso dentro de ella. Supongamos lo siguiente: los opositores al aborto deben ser convencidos de que hay que legalizar el aborto para ciertos casos. En este caso, como en cualquier otro proceso de persuasión, hay cuatro factores principales que resultan cruciales. El primero es la fuente. Las demandas hechas a la fuente tienen que ver con la credibilidad y los sentimientos que evoca 84
(simpatía/antipatía, amor/odio). Un capellán de hospital que goce de buena reputación convencerá mas eficazmente a la gente que una joven mujer que acaba de salir de una clínica de abortos (credibilidad). Sin embargo, si el capellán no está bien posicionado en la escala de amor/odio, esto tendrá un efecto negativo en sus habilidades de persuasión. La actitud del oyente con respecto a la fuente de la comunicación tiene una influencia cierta sobre la probabilidad de un cambio en la actitud con respecto a un tema específico. La actitud hacia la fuente se denomina “etos” (genio). El segundo factor crucial es el mensaje. ¿Qué argumentos deberemos elegir? ¿Hay que refutar los argumentos en contrario o ignorarlos? ¿En qué orden debemos presentar los argumentos? ¿Los más fuertes al principio, o en la mitad, o al final? ¿Qué estilo resultará más eficaz? El tercer factor es el canal. ¿Los opositores del aborto podrán ser convencidos más fácilmente si leen el mensaje persuasivo a su propio ritmo, o si ven un mensaje televisivo con más indicios no verbales? El cuarto factor es el receptor. ¿Qué bagaje de conocimientos tiene el receptor, y cuál es su actitud inicial? ¿Qué tan involucrado está el lector u oyente con el tema? ¿El receptor es masculino o femenino, joven o viejo, con o sin educación? El mismo mensaje puede tener un efecto completamente diferente sobre una joven mujer instruida y sobre un hombre mayor con menos educación. En el área de los Estudios del Discurso, el centro de la atención lo constituye el segundo factor principal, el mensaje, o más exactamente, la función persuasiva de la forma del mensaje. El modelo de investigación más ampliamente utilizado para la persuasión comunicativa es el Modelo de Probabilidad de Elaboración desarrollado por Richard Petty y John Cacioppo (1986). Este modelo aporta un teoría general sobre el cambio de actitud que contiene la siguiente idea básica: la variación en el poder de persuasión está influida por la probabilidad de que los receptores se involucren en la elaboración de la información presentada. “Elaboración” en este caso significa la reflexión dedicada a un tema. El punto de partida del modelo es la idea de que la gente está motivada a tener las actitudes correctas. Sin embargo, la cantidad de esfuerzo que está dispuesta a insumir en la evaluación de los argumentos del mensaje varía debido a factores del individuo y de la
situación, en particular la motivación y la habilidad. Si la motivación y la habilidad son altas, la gente dedicará una buena parte de su tiempo y energía a escudriñar los argumentos. En esta situación, sólo pueden ser persuadidos por la fuerza y la calidad de estos argumentos. Si se da un cambio de actitud, se dice que se ha logrado a través de la “ruta central”. Cuando la motivación o la habilidad son bajas, las personas no dedicarán mucha energía a examinar los argumentos. Pueden de todos modos ser persuadidas. Los estímulos en el contexto persuasivo pueden afectar las actitudes sin necesitar el procesamiento de los argumentos del mensaje. Lo logran al desatar estados afectivos relativamente primitivos que comienzan a asociarse con el objeto de la actitud. Estos estímulos, por ejemplo un estilo agradable, se denominan indicios periféricos. Si se produce el cambio de actitud, se dice que se ha logrado por la “ruta periférica”. Cuando la motivación o la habilidad de analizar los argumentos disminuye, aumentan las posibilidades de que los “indicios periféricos” influyan sobre la actitud. Las rutas que se describen son prototípicas. En realidad, no se dan en su forma más pura. Los elementos periféricos desempeñan un papel en la ruta central, y en la ruta periférica también hay una cierta medida de elaboración. Las rutas son, sin embargo, complementarias. A medida que disminuye la probabilidad de elaboración, los elementos periféricos tendrán una influencia más profunda sobre el cambio de actitud. Además, el mismo mensaje persuasivo puede tener efectos diferentes sobre gente diferente. Pensemos por ejemplo en un mensaje persuasivo que urge a las personas a usar el transporte público, con un mensaje que contiene argumentos sólidos, pero está mal escrito. La gente que no está motivada o no es capaz de examinar los argumentos será influida negativamente por la torpeza de la presentación, mientras que aquellos que están motivados y tienen la habilidad de analizar los argumentos serán influidos positivamente por su fuerza. Los cambios de actitud que se logran a través de la ruta central son más profundos que los que se logran por la ruta periférica. También son más resistentes a nuevas influencias. El nivel de elaboración depende de la “habilidad” y de la “motivación” del receptor. Si los receptores no comprenden el mensaje (habilidad) o no están interesados en el tema (motivación), probabilidad de que se produzca su elaboración es bastante baja. En lugar de pensar en el contenido del mensaje (la ruta
central), es más probable que los receptores se vean influidos por elementos de la ruta periférica, por ejemplo, la autoridad del autor o el canal. Tanto la ruta central como la periférica son analizadas por los Estudios del Discurso. El énfasis de los estudios sobre la ruta central (véase el apartado 12.2.) está puesto en el análisis de los argumentos. En los estudios sobre la ruta periférica (véase el apartado 12.3.), el énfasis se concentra en el estilo del mensaje. Análisis de la argumentación Un estímulo significativo para la investigación contemporánea sobre la argumentación fue la publicación del filósofo inglés Stephen Toulmin (1958) de un modelo que podía utilizarse para el análisis de la argumentación en la lengua cotidiana. En el enfoque de Toulmin, el tema principal no es la forma lógica de un argumento sino la cuestión de cómo está estructurado. A continuación aparece la representación del modelo. 1. El modelo de Toulmin
datos
entonces calificativo
Debido a
pretensión
a menos que
refutación justificación
A causa de
respaldo
En este modelo, los argumentos se consideran la motivación de una aserción (la pretensión) a través de otra aserción (los datos). La relación argumentativa entre estas dos afirmaciones se denomina la justificación. Véase el siguiente ejemplo:
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2. El letrero en la puerta de Pedro dice “presente”. Eso significa que está en la universidad. La pretensión de que Pedro está en la universidad está motivada por el hecho de que su letrero está en la posición “presente”. En la argumentación explícita, deben manifestarse los datos y la pretensión. La justificación y el respaldo posible puede permanecer implícitos. En el ejemplo anterior, pueden formularse de la siguiente manera: 3. En general, cualquiera que esté presente se asegura de que su letrero esté en la posición de “presente” (justificación). 4. Pedro me dijo que eso es siempre lo primero que hace cuando llega (respaldo). Si la justificación no aporta un vínculo claro y definido entre los datos y la pretensión, puede hacerse entonces una refutación. Así, una refutación puede expresarse como un calificativo que aporta una medida de la certeza: 5. Pedro está presente, a menos que haya olvidado cambiar su letrero a “ausente” anoche (refutación”. 6. Entonces, probablemente Pedro esté aquí (calificativo). Toulmin no pretendía que su modelo funcionara como un modelo argumentativo general. Sin embargo, está incluido en muchos textos sobre argumentación porque es un buen punto de partida para el análisis del discurso argumentativo. El modelo de Toulmin ha sido criticado desde varias perspectivas. Una importante objeción apuntada a lo artificial de las distinciones entre algunos elementos del modelo, por ejemplo, entre los datos y la justificación. Un ataque a la justificación puede llevar a nueva información y a una nueva justificación en lugar de la anterior, que funciona entonces como una nueva pretensión. Además, el modelo no distingue entre los diferentes tipos de información ni de justificaciones.
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En el análisis argumentativo, a menudo se establece una distinción entre tres tipos de información: información de primer, segundo y tercer orden. Los datos de primer orden son las convicciones del receptor; los datos de segundo orden son las pretensiones de la fuente, y los de tercer orden son las opiniones de otros que cita la fuente. Los datos de primer orden ofrecen las mejores posibilidades para una argumentación convincente; después de todo el receptor está convencido de eso. Los datos de segundo orden son peligrosos cuando el “etos” de la fuente es bajo; en ese caso se debe recurrir a los de tercer orden. El modelo de Toulmin puede ajustarse estableciendo una distinción entre los siguientes tipos de justificaciones: a. la justificación de motivación; b. la justificación de autoridad; c. la justificación sustantiva. Para comprender estos tipos diferentes de justificaciones, comparemos las afirmaciones luego de “ya que” en los siguientes ejemplos: 7. Toda mujer debería tener el derecho de decidir por sí misma si quiere un aborto. Por lo tanto esta ley de aborto, que está en conflicto con este derecho, no puede ser ratificada, ya que ninguna ley debe infringir los derechos del individuo. 8. El Departamento de Defensa anunció que las hostilidades cesarán pronto. La paz está cerca. Podemos sacar esta conclusión con confianza, ya que el Departamento de Defensa es una fuente confiable. Las justificaciones de motivación tales como la del ejemplo (7) vinculan la pretensión con los datos expresando el beneficio de la pretensión para el receptor. Las justificaciones de autoridad tales como el ejemplo (8) utilizan la credibilidad de una autoridad para aportar consistencia a la pretensión. Existen varias subclases de justificaciones sustantivas, todas basadas en relaciones sistemáticas entre conceptos del mundo externo, por ejemplo: “Esta permitido fumar aquí, porque hay un cenicero en la mesa”. Un buen ejemplo de una justificación sustantiva es una generalización del tipo de (9): 9. La política de E.U.A. sobre Vietnam no ha contribuido a la paz mundial. Por eso es que E.U.A. debe permanecer neutral con respecto a conflictos internos de otros países. Lo que se demostró en el Sudeste asiático es aplicable a futuros conflictos.
Es probable que el tipo de justificación incluya sobre la aceptabilidad del efecto de un argumento. Si por ejemplo un individuo opina que está bien tener leyes que infrinjan las libertades individuales, la argumentación del ejemplo (7) no será eficaz. Utilizando la versión ajustada de modelo de Toulmin, es posible determinar si la argumentación es conceptualmente sólida. Una de las características de este tipo de argumentación es que los datos y la pretensión están vinculados por una justificación o posiblemente por un respaldo. La argumentación conceptualmente sólida hace más probable que los lectores u oyentes reflexionen sobre el tópico en cuestión. La probabilidad de elaboración, por lo tanto, será mayor. Esto no significa que únicamente los argumentos que satisfacen el modelo de Toulmin sean convincentes. En la lengua cotidiana también pueden aplicarse otras reglas. Esto ha sido demostrado en el enfoque “pragmadialéctivo” de Frans Van Esmeren y Rob Grootendrost sobre la teoría de la argumentación (1984), en el cual el acento está puesto sobre las reglas que deben seguirse en las polémicas razonables. Van Esmeren y Grootendrost basaron su trabajo en nociones tomadas de los campos de la pragmática y de la Teoría de los Actos de Habla (véase el apartado 3.1.), y concebía a la argumentación como parte de una conversación cuyo objetivo consiste en eliminar una diferencia de opinión (este es el motivo del agregado de la palabra “dialéctico”). Definieron la argumentación de la siguiente manera: “La argumentación es un acto de habla formado por una constelación de afirmaciones diseñadas para justificar o refutar una opinión expresada y calculadas en una conversación sujeta a reglas para convencer a un juez racional de un punto de vista específico con respecto a la aceptabilidad o inaceptabilidad de la opinión expresada”. A continuación aparecen dos ejemplos del análisis “pragmadialéctico” de la argumentación en lengua cotidiana: 10. No, Juan no puede lavar los platos porque tiene que pasar la aspiradora. Este argumento está incompleto. Si alguien fuera a responder con el argumento de que Juan puede primero lavar los platos y luego
pasar la aspiradora, el hablante debería dar otro argumento a fin de respaldar su aserción original, declarando por ejemplo que lo único que tiene que hacer Juan es una tarea doméstica. Un oyente podría, sin embargo, deducir este argumento no declarado a partir de (10). Esto nos deja los siguientes interrogantes: a. ¿Cómo sabe un oyente que se ha dejado fuera un argumento? B. ¿Cómo puede saber un oyente cuál es este argumento? Estas cuestiones pueden responderse asumiendo que el hablante está actuando de acuerdo con el principio de cooperación y las máximas relacionadas (véase el apartado 2.2.). Una aserción como el ejemplo (10) parecería estar en conflicto con el principio de cooperación. Después de todo, debido a que es incompleta, (10) no es válida como argumento. Utilizando el principio de cooperación, el oyente puede deducir que el hablante quiso hacer una afirmación válida. En opinión de van Esmeren y Grootendorst, esto es una implicatura conversacional (véase el apartado 2.2.). El oyente puede saber que se ha dejado fuera un argumento sobre la base del principio de cooperación. Utilizando las máximas relacionadas, puede buscarse el argumento faltante. Este argumento debe ser no sólo lo suficientemente informativo (máxima de calidad). Obviamente, el argumento adicional debe otorgar validez al argumento original; de otra manera el argumento original no sería una contribución relevante a la conversación (máxima de relevancia). A partir de estas máximas, los oyentes pueden ahora completar un argumento no expresado, como: “y sólo tiene que hacer una tarea doméstica”. El siguiente ejemplo es una falacia, desde la perspectiva del análisis lógico, al menos cuando se lo utiliza como un “argumento ad verecundiam” o falacia de autoridad. 11. A la larga no habrá suficiente comida para los pingüinos del Polo Sur, de acuerdo con un estudio realizado por Greenpeace. En el enfoque clásico esto se considera una falacia. En definitiva, la verdad de esta afirmación no está vinculada con el hecho de que su fuente sea una autoridad. Sin embargo, es una falacia que a menudo se acepta en la lengua cotidiana. En la visión “pragmadialéctica” de Van Esmeren y Grootendrost se fundamentan las condiciones 87
bajo las cuales un argumento de autoridad es aceptable. Desde su enfoque, el argumento de autoridad puede utilizarse si ambos participantes de la conversación lo aceptan como un argumento pertinente. Si el destinatario rechaza este tipo de argumento, entonces se viola una de las diez reglas del debate formuladas por Van Esmeren y Grootendrst, es decir: 12. Debe considerarse que un punto de vista está defendido de manera concluyente si se emplean argumentos en los cuales se aplique correctamente un esquema de argumentación común aceptado. Un ejemplo de este tipo de esquema de argumentación es el “argumento ad verecundiam”. Puede darse que un argumento de autoridad sea aceptado pero que el destinatario opine que la autoridad dada no está lo suficientemente calificada. En esta situación, se ha transgredido la regla de debate del punto (12): el esquema de argumentación no se ha aplicado “correctamente”. La apelación falaz a la autoridad es por lo tanto aceptable, y por lo tanto también convincente, cuando se cita a la autoridad correcta y ambos participantes de la conversación aceptan el argumento de autoridad. Sin embargo, si uno de los participantes declara, por ejemplo, que Greenpeace no es una autoridad con respecto al Polo Sur, entonces el defensor del punto de vista dado estará obligado a citar una autoridad diferente y más adecuada o a utilizar otro esquema de argumentación. ESTILO Y PERSUASIÓN
internacionales. Se seleccionaron pasajes de los periódicos y se analizaron prestando especial atención, entre otras cosas, a la longitud de las palabras, la elipsis y la aliteración. Los anuncios contenían cantidades significativamente más altas de adjetivos y adverbios de intensidad (por ejemplo, construcciones superlativas o palabras como “jamás” y “siempre”). La longitud promedio de las palabras era también menor y esta más frecuente la elipsis. La conclusión a la que se llegó sobre la base de un análisis estadístico fue que la característica primordial de la publicidad es que contiene una gran cantidad de adjetivos. Sandell lo explicaba señalando que para la descripción de un producto son estos adjetivos los que tienen un valor de evaluación, y por lo tanto ejercen influencia sobre la actitud de los consumidores. Sandell destaca que su investigación se basó en una pequeña selección al azar de anuncios publicitarios y noticias breves, y que no puede ignorarse el efecto persuasivo de otros factores. Entre otras cosas, menciona el factor “dominio”. La publicidad puede tratar tópicos completamente diferentes que los de los artículos periodísticos, y por lo tanto puede lograr ser persuasiva por esa única razón. En la investigación del estilo persuasivo se han estudiado muchos elementos estilísticos diferentes. He aquí dos ejemplos representativos. A veces una pretensión resulta más convincente cuando se formula con una pregunta retórica. Si un abogado quiere que su cliente sea exonerado, resulta más probable que su resumen termine con (13b) que con (13ª): (13ª) El acusado no tenía intenciones de lastimar a su vecino. Fue siempre un hombre muy pacífico.
En el modelo de Probabilidad de Elaboración la ruta central tiene que ver con la calidad de los argumentos. En la ruta periférica, los receptores son persuadidos por otros aspectos, por ejemplo, el estilo del mensaje. ¿Existe un estilo específico para aquel discurso cuyo objetivo es la persuasión? Uno de los primeros investigadores que intentaron responder a esta cuestión fue Rolf Sandell (1977). Sandell investigó diferentes tipos de textos: un tipo de texto que es definitivamente persuasivo, la publicidad; y un texto que carece completamente de elementos persuasivos, las noticias breves 88
(13b) El acusado no tenía intenciones de lastimar a su vecino. ¿O no fue siempre un hombre muy pacífico? La investigación sobre el uso de las preguntas retóricas, como la (13b), ha demostrado que este tipo de preguntas invita a dar la respuesta pretendida por quien la formula. Acerca de por qué sucede esto, las opiniones varían. Podría ser que las preguntas retóricas a menudo se usen cuando se presentan argumentos sólidos y por lo tanto se
hayan asociado con los argumentos poderosos. A partir del uso de una pregunta retórica, los receptores infieren que los argumentos son conceptualmente sólidos. Si esto es cierto, las preguntas retóricas funcionan como indicios periféricos y aumentan el poder de persuasión del mensaje, sin importar cuál sea la fuerza del argumento. Otra opinión sostiene que una pregunta retórica extrae un juicio evaluativo de los receptores. A fin de respaldar su criterio, los receptores prestarán más atención al argumento presentado. Si los argumentos son sólidos, estos llegarán a un juicio más positivo que los receptores que hubieran escuchado la afirmación en un lugar de la pregunta retórica (en el ejemplo, 13ª), y no tienen un estímulo especial para prestar atención a los argumentos. Si los argumentos no son sólidos, se producirá lo puesto. Los receptores que escuchan la pregunta retórica llegarán a un juicio más negativo que aquellos que escuchan una afirmación. La investigación llevada a cabo por Daniel Howard (1990) apoya esta última explicación. Howard investigó las consecuencias de formular preguntas retóricas antes de los argumentos. Una vez más, las preguntas retóricas condujeron a un juicio evaluativo, pero este juicio no estaba fundado en los argumentos. Luego de escuchar a pregunta retórica, los receptores ya no fueron influenciados por los argumentos. Ya habían llegado a sus propias conclusiones y se mantuvieron firmes. Esto parecería probar que las preguntas retóricas a continuación del argumento pueden aumentar su poder de persuasión, mientras que las preguntas retóricas que preceden al argumento pueden anular el poder de persuasión del mensaje. En el siguiente ejemplo, resulta clara la manera como las características de la fuente pueden tener su influencia. ¿Cuál de los siguientes estilos resulta más convincente, el que se utiliza en (14ª) o el de (14b)? Cada uno de los dos párrafos siguientes constituye el segmento final de un discurso que aboga por la legalización de la venta de heroína: (14ª) La legalización de la venta de heroína redundará en varias ventajas para nuestra sociedad. Desalentará el delito, al hacer que la heroína baje de precio y esté disponible para los adictos. Ayudaría en la lucha contra el crimen al quitarle una importante fuente de ingresos. Finalmente, casi se
eliminaría la corrupción policial relacionada con el tráfico de heroína al eliminar su jurisdicción sobre la comercialización. La legalización de la heroína también tendría ventajas para quienes la consumen. Gradualmente reduciría la cantidad de trastornos relacionado con el consumo debido a enfermedad o a sobredosis. Además, los usuarios podrían afrontar mejor el gasto de otros productos relacionados con la salud. (14b) La legalización de la venta de heroína redunda en varias ventajas claras para la sociedad. Impediría el delito al hacer que la heroína baje de precio y esté disponible para los adictos. Ayudaría en la lucha contra el crimen organizado al quitarle una importante fuente de ingresos. Finalmente, eliminaría virtualmente la corrupción policial relacionada con el tráfico de heroína al eliminar su jurisdicción sobre este tráfico. La legalización de la heroína también tendría ventajas para el usuario. Reduciría bruscamente la cantidad de trastornos relacionados con el consumo debido a enfermedades o sobredosis. Además, los usuarios podrían afrontar mejor el gasto de otros productos relacionados con la salud. Estos textos se utilizaron en experimentos realizados por Mark Hamilton y otros (1990). Se investigaron tres factores: la intensidad del lenguaje, la credibilidad de la fuente y el género. Para poner a prueba el efecto de la intensidad del lenguaje, en la versión (14b) se intensificó el lenguaje comparado con el de (14ª). La palabra “claras” se ubicó luego de “ventajas”. La palabra “desalentar” se reemplazó por “impedir”; “casi” por “virtualmente”, etc. Para poner a prueba el efecto de la credibilidad de la fuente, se dijo que el autor en uno de los casos era un Vice Director de la Agencia de Lucha contra el Narcotráfico, con títulos universitarios de instituciones de prestigio, Berkeley y Stanford, y en el otro caso se dijo que el autor era un exadicto. Para testear el efecto del género el nombre del autor se alteró simplemente usando el nombre “Juan o “Juana”. Antes de mostrarles los textos a los sujetos, se les pidió su opinión sobre la legalización de la heroína.
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El experimento demostró que la intensidad del lenguaje tiene una influencia positiva sobre el cambio de actitud. No parecería haber, sin embargo, una vinculación directa entre la intensidad del lenguaje y el cambio de actitud. El texto era percibido como más claro dado el uso intensivo del lenguaje, y su claridad facilitaba el cambio de actitud. En esta investigación, también resultó claro el modo como factores externos al uso del lenguaje ejercen, en gran medida, su influencia. La intensidad del lenguaje tuvo un efecto positivo si la fuente era considerada fiable; ese mismo lenguaje resultaba definitivamente poco convincente si la fuente se percibía como fiable. Esto, sumando al ejemplo anterior, ilustra que en la investigación actual sobre el efecto del discurso argumentativo deben tenerse en cuenta las características de la fuente y del receptor, tal como se describen en el enfoque sociopsicológico que se trató en el primer apartado de este capítulo. Preguntas y ejercicios
Las cosechas han fracaso nuevamente en África. Existe peligro de hambruna ya que los cultivos domésticos son la única fuente de alimento. África, después de todo, es demasiado pobre para importar productos alimenticios. Sólo la rápida ayuda de las naciones más prósperas puede evitar el desastre. 5. Indique el elemento del modelo de Toulmin al cual puedan asignarse las emisiones de A en el siguiente fragmento de conversación: A: La bombilla está quemada. B: ¿Cómo lo sabes? A: La luz no enciende. B: ¿Y con eso? A: Si la luz no enciende, es porque la bombilla está quemada. B: Pero podría ser por otra causa, ¿o no?
1. Utilizando ejemplos propios, ilustre la manera como los factores “fuente” y “canal” pueden influir en el cambio de actitud.
A: Sí, la luz podría estar cortada. Hubiera sido mejor haber dicho: probablemente la bombilla está quemada.
2. Verifique cómo puede clasificarse los dieciséis factores del modelo SPEAKING de Hymes (Véase el apartado 5.1.), utilizando los cuatro factores principales de la comunicación persuasiva.
A: Los filamentos de las bombillas de luz tienen una vida útil muy limitada, en comparación con los demás partes de la lámpara, y los apagones no son habituales.
3. La siguiente definición de “actitud” se extrajo de William McGuire (1985-239). Describa con la mayor precisión posible las diferencias entre esta definición y la que se incluye en el apartado 12.1. “… una actitud es un proceso de mediación que agrupa una serie de objetos de pensamiento en una categoría conceptual que evoca un patrón de respuestas significativo”. 4. Analice el siguiente fragmento utilizando el modelo de Toulmin. Indique los tipos específicos de información y de justificación: 90
B: ¿por qué tu primera impresión es que se trata de la bombilla?
6. Utilizando el modelo de Toulmin, explique por qué la siguiente argumentación tiene errores: Este libro es mío. Tiene ni nombre escrito. 7. ¿Cuál es el argumento no explícito en la siguiente argumentación? Está en casa porque su automóvil está en el garaje. Utilizando el principio de cooperación, explique por qué no es necesario expresar el argumento tácito.
8. Si un profesor de literatura toma parte en una discusión sobre temas del medio ambiente enviando una carta el editor y firmándola como “Dr. Tal y cual”, ¿qué regla del uso del argumento de autoridad está rompiendo? 9. En su investigación sobre el “Modelo de Probabilidad de Elaboración, Petty y Cacioppo utilizaron un texto que abogaba a favor de un examen general superior. Utilizaron versiones del texto con argumentos que ya habían sido clasificados como sólidos o débiles en investigaciones previas. Aquí aparecen dos ejemplos de estos argumentos: Examen sólido
general
superior:
que este aumento de la ansiedad observado en la Universidad de Duke puedan observarse también y resultar beneficioso en otras universidades que adopten la misma política. Haga una descripción detallada de las diferencias en estilo y contenido, y verifique si las diferencias estilísticas también tienen un efecto sobre el poder de persuasión. Vuelva a redactar los textos, concentrándose en los factores de intensidad del lenguaje y en la pregunta retórica, e indique cómo pueden modificarse los factores de “confianza en la fuente” y de “participación de receptor”.
argumento
El Consejo de Educación Nacional reveló recientemente los resultados de un estudio de cinco años sobre la eficacia de los exámenes generales en la Universidad de Duke. Los resultados del estudio demostraron que desde que se instauró el examen general en Duke, el promedio de notas de los alumnos de grado ha aumentado en un 31%. En facultades comparables que no tienen estos exámenes, las notas aumentaron solamente un 8% en el mismo período. La perspectiva de un examen general parece ser claramente eficaz para motivar a los estudiantes para que estudien más, y a los profesores para enseñar de forma más efectiva. Es probable que los beneficios observados en la Universidad de Duke puedan observarse también en otras universidades que adopten la política de examen. Examen débil
general
superior:
argumento
El Consejo de Educación Nacional reveló recientemente los resultados de un estudio realizado sobre la eficacia de los exámenes generales en la Universidad de Duke. Un importante resultado fue que la ansiedad de los estudiantes aumentó en un 31%. En facultades comparables que no tienen estos exámenes, la ansiedad aumentó solamente un 8%. El Consejo estimó que la ansiedad sobre los exámenes, o el temor al fracaso, motivaría a los estudiantes a estudiar más en las clases mientras cursan. Es probable 91
MODELOS TEXTUALES: TEORÍA Y PRÁCTICA
La suma de argumentos justifica la opinión.
Margarida Bassols, Anna M. Torrent
O múltiples subordinadas, argumentaciones en cadena. Cada argumento se descuelga del anterior:
Tipos de argumentaciones Las argumentaciones pueden relacionar las opiniones y los argumentos que les corresponden de distintas maneras. Nos podemos referir a argumentaciones sencillas cuando un único argumento apoya nuestra opinión: - Opinión inicial:
Las mujeres tienen una lógica propia.
- Argumento:
Las mujeres resuelven los rompecabezas de manera distinta a como lo hacen los hombres.
También hay argumentaciones múltiples (con diversos argumentos): - Opinión inicial:
Está vulnerando la ley.
- Argumento 1:
Va por el lado que no le corresponde.
- Argumento 2:
No lleva encendidas.
las
luces
- Argumento 3:
Ha pasado el semáforo en rojo.
Con uno de los argumentos habría suficiente para justificar la opinión, pero queremos insistir para que no queden dudas. Las múltiples, por su parte, pueden ser múltiples coordinadas: - Opinión inicial:
Este libro no tiene cualidades literarias.
- Argumento 1:
Tiene un mal estilo.
- Argumento 2: artificiales
Los
- Argumento 3:
La trama no sorpresas.
- Argumento 4:
No hay en él ni un gramo de imaginación.
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diálogos
son presenta
- Opinión inicial:
Las mujeres tienen una lógica propia.
- Argumento 1:
Las mujeres resuelven los rompecabezas de una manera distinta a la de los hombres.
- Argumento subordinado a 1: Las mujeres empiezan por distintos lugares al mismo tiempo. Los hombres, por uno solo. Las contraargumentaciones están orientadas a intentar rebatir las opiniones de los interlocutores. Una contraargumentación no pretende defender la propia opinión, sino rebatir la del otro. El hablante la ha de considerar inaceptable y ha de creer que tiene argumentos válidos en contra. A pesar de todo, lo más importante es que su argumentación conduzca a una conclusión, que no se limite a rebatir la posición del receptor. En las discusiones argumentativas se alternan las argumentaciones y contraargumentaciones. Éstas pueden tratar uno solo o varios temas; pueden ofrecer un único punto de vista o varios. Una discusión suele empezar con una etapa de confrontación y apertura. Una disputa empieza cuando un usuario adelanta un punto de vista y otro usuario duda del mismo. Uno de los dos tiene que estar preparado para atacar el punto de vista que ocasiona la discusión y el otro tiene que defenderlo. Cuando ya está definido el motivo de la discusión y la asignación de papeles (protagonista-antagonista), podemos empezar a resolver la disputa mediante la argumentación. Estamos ya en la etapa propiamente argumentativa. Y, finalmente, dado que una discusión tiene que terminar con una respuesta a la cuestión suscitada, hemos de acabar con una etapa conclusiva. Si alguna vez contraargumentar, pensemos
hemos primero
de en
trucos como:26 atacar los argumentos del adversario aduciendo que son exagerados – la emoción ha hecho que los exagerase-; hacer referencia a las cualidades y los defectos del interlocutor (“que no es objetivo”, “que está de malhumor”, “que no tiene suficiente talento o prestigio”); tratar sus argumentos de irracionales o banales (un argumento previsible disminuye automáticamente su valor), y de demasiado técnicos (esto aumenta el prestigio del atacante, que demuestra que él sí que los ha entendido); reproducir estos argumentos para mostrar su falta de seguridad (con preguntas en lugar de respuestas) o poner en evidencia el comportamiento del orador (la cólera y las reacciones en general del adversario, las técnicas de entretenimiento que usa); y agrupar aquellos argumentos del adversario que presenten incompatibilidades. Cuando ataquen una argumentación nuestra hemos de recordar que continuar por el mismo camino como si no nos la rebatieran no sirve de nada. Primero nos hemos de entretener un rato desmontando las críticas del adversario. De lo contrario, prevalecen.
Propuestas didácticas Texto 1 Nuevo BMW serie 5 touring Touring es la nueva dimensión del placer de conducir. Libre, dinámica y sin límites. Libre, porque capacidad de viajar kilómetro.
significa una amplia disfrutando de cada
Dinámica, porque significa poder elegir entre motores de 6 y 8 cilindros y hasta 286 CV de potencia. Sin limites, porque significa tomar el mando de un coche tan versátil que es capaz de acompañarle en todo lo que usted quiera imaginar. Y todo ello, sustentado por la más avanzada tecnología BMW. A partir de ahora, practique touring.
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Nos los proporcionan PERELMAN Y OLBRECHTSTYTECA (1988), pág. 619).
1. Este anuncio presenta una cabecera: “Nuevo BMW Serie Touring”, que, en realidad, se repite dos veces en el anuncio: una antes de la foto maravillosa del coche en cuestión y otra después de la foto, justo cuando empieza el texto. ¿Podrías explicar qué función argumentativa tiene en este caso la palabra “nuevo”? Un poco más adelante vuelve a surgir con su variante “nueva”: nuevo BMW, nueva dimensión. 2. Podemos localizar en este texto argumentativo dos premisas basadas en hechos más o menos comprobables. ¿Sabes cuáles son? ¿Encuentras en ellas valores concretos o valores abstractos? ¿Cuáles? ¿Apelan a algún sentimiento o pulsión humana de tipo primario? 3. El apartado de los argumentos –que son cuatro-, ¿en que se basa? ¿En hechos abstractos o concretos? “capacidad”, “disfrutar”, “elegir”, “potencia” e “imaginar” se deslizan en el texto. ¿Cuál es su papel? 4. Marca algunas palabras axiológicas. 5. ¿Qué conectores encontramos?
argumentativos
6. Indica en dónde se halla la conclusión. ¿Localizas el conector propio de la conclusión o está sobreentendido? ¿Qué figuras retóricas hay en el enunciado que incluye la conclusión? ¿Y entre la cabecera y la conclusión? 7. ¿Hay alguna marca léxica que nos indique el tipo de receptor del anuncio? 8. ¿Qué papel tiene, a tu vocabulario especializado?
entender,
el
Texto 2 Schubert recuperado Hace veinte años la opinión generalizada sobre el compositor austríaco Franz Schubert estaba aún dominada por el tópico que era, principalmente, un gran melodista. Esa fue durante años su etiqueta más destacada. Se explica por su actitud para la expresión musical espontánea, el estilo natural y vigoroso, y la primacía como impulsor del “lied” moderno. Pero el bicentenario del nacimiento de Schubert, que se conmemora este año, facilitará un reconocimiento de sus aportaciones armónicas y formales. En los últimos años se han recuperado otras facetas de un compositor 93
que, a pesar de morir joven, dejó una obra amplísima e innovadora. Schubert completó más de mil obras, aunque ninguno de los grandes como él dejó tantas inacabadas. En distintas ciudades del mundo, entre ellas Barcelona y Madrid, habrá manifestaciones dedicadas a este autor tan fecundo. A parte de las musicales, como las “schubertiadas”, destaca en su Viena natal una exposición sobre el Shubert olvidado. Personaje enigmático, en su época fue poco conocido fuera de algunos círculos musicales. Y en algún género, como la ópera, no consiguió atraer al público. El bicentenario es una buena ocasión para recuperar a un genio que ha sido insuficiente y parcialmente valorado. 1. Este editorial de La Vanguardia tiene un titular que nos ofrece de entrada el tema de la argumentación: “Schubert”, aunque sea con un grado de ambigüedad suficientemente elevado como para atraer nuestra atención mediante el “recuperado”. Nos podemos preguntar: ¿Qué habría perdido a Schubert? El texto que viene a continuación nos aclarará el enigma. 2. Para determinar la estructura de la argumentación te puede ser útil empezar buscando los conectores argumentativos. Si has encontrado algunos, piensa si son propios de los argumentos o de las conclusiones. ¿Qué restricciones imponen? 3. Aunque la conclusión no tenga la marca que le corresponde, ¿en qué enunciado se materializa? 4. El texto está considerablemente lleno de palabras axiológicas aplicadas al compositor austriaco y a su obra. ¿Cuáles son? 5. Esta argumentación contiene muchos segmentos explicativos de la trayectoria musical de Schubert. ¿Podrías ordenarlos cronológicamente? 6. ¿Crees que el tema permite usar premisas, es decir, verdades compartidas por todos? ¿Por qué? 7. Los argumentos se estructuran a lo largo del progreso temporal marcado por tres momentos: a) hace veinte años, b) en los últimos años, c) pronto, en un futuro. ¿Qué hechos situados en a), b) y c) sirven de argumentos a la persona responsable del editorial? ¿Están explicados, estos hechos? 8. A la vista de la opinión del periodista, ¿cuál crees que es el verbo elíptico del título? 94
Texto 3 A menudo la entrevista (audiovisual o escrita) constituye el marco en el que se despliegan una serie de argumentaciones, basadas en hechos observados por el entrevistado y en opiniones del mismo. Veamos qué contestó el Dalai Lama (Lhamo Dhondrub) al periodista de La Vanguardia que, después de oír su opinión sobre las relaciones con China (“en un futuro no muy lejano, encontraremos una solución inmediata, un acuerdo mutuo”) le preguntó: ¿Y mientras tanto? Seguimos los acontecimientos en Tibet y también en Xinjiang o Turkestán Oriental. O la atmósfera que se respira en Hong Kong. A mi entender, la situación actual en China no es halagüeña. Si no se acogen a políticas más constructivas, acabarán por volverse locos. Países como España, Francia o Alemania están entusiasmados ante la perspectiva de estrechar lazos con China debido a su gran potencial de mercado, pero no creo ni que sientan simpatía ni que tengan una actitud positiva hacia ese régimen. Incluso aquellos que se consideran sinceros amigos de China no tienen una impresión positiva de su política. A largo plazo, este tipo de planteamientos se vuelven en contra de quien los fomenta. Cuanto más agresiva sea su política, más sospechas suscitará y más daño se causará a sí misma. Sólo si China deviene más democrática y abierta se desactivará esta dinámica. 1. Intenta segmentar la intervención del Dalai Lama de acuerdo con sus argumentos y conclusiones. En esta respuesta hay, concretamente, dos conclusiones: a) Si no se acogen a políticas más constructivas, acabarán por volverse locos; y b) Cuanto más agresiva sea su política, más sospechas suscitará y más daño se causará a si misma. De ambas nos ofrece una paráfrasis final en: “Sólo si China deviene más democrática y abierta se desactivará esa dinámica”. ¿Sabrías dar con los hechos y la opinión que sustentan la primera conclusión? 2. La segunda conclusión recibe mucho más apoyo, concretamente de 5 argumentos. Indica cuáles son. 3. Di que marcadores usa para: a) introducir su opinión como argumento; b) añadir una
restricción a otro argumento; c) suavizar el planteamiento de una conclusión. 4. ¿Con qué sinónimos textuales introduce el tema “China”? 5. ¿Crees que el argumentador se distancia de su argumentación o que más bien se implica totalmente en ella? ¿En qué te basas? 6. De acuerdo con lo que hemos comentado sobre el adverbio “no” y su papel argumentativo, analiza las implicaciones pragmáticas que conllevan los distintos “no” del texto. 7. La argumentación del Dalai Lama se basa, fundamentalmente, en un argumento por disociación entre un par de conceptos contrarios. )Sabes cuáles son? 8. Uno de los argumentos de la segunda conclusión supone un salto cualitativo importante. Hasta su aparición, se hablaba de hechos concretos, pero en él se da un salto hacia la generalización. ¿Qué dice exactamente? 9. El argumentador es consciente de que se halla en un contexto determinado. ¿Crees que ataca directa o indirectamente la política económica del país en que se encuentra? ¿Cómo lo hace?
95
Hablar y Escribir Para Aprender
Argumentación
Ángels Prat USO DE LA LENGUA EN SITUACIÓN DE ENSEÑANZA – APRENDIZAJE DESDE LAS ÁREAS CURRICULARES
Editores: Jaume Jorba, Isabel Gómez y Ángels
Organización y argumentativo
estructura
del
Justificación
Marco
circunstancia
texto Puntos de partida
La característica más relevante de este modelo de texto es la intencionalidad del emisor. Todo lo que se expresa: opiniones, ideas, juicios, críticas se hace con la voluntad, con la intención de persuadir a los demás, a de incidir en su opinión. El discurso argumentativo es el que se utiliza, entre otras situaciones, en un debate, en artículos de opinión, en la publicidad y, en cierta medida, en algunos textos didácticos, ya que pese a la apariencia de expositivos se refleja en ellos, claramente, la intención de influir o de variar el pensamiento de los estudiantes. Es interesante considerar la situación que se crea entre los interlocutores que intervienen en una argumentación, porque cada uno de los que intervienen en la situación de comunicación tiene una manera de ser, unas ideas, conocimientos y convicciones, que lo hacen resistente a las argumentaciones del otro. Esto obliga a definir sus papeles y tenerlos presentes en la producción de discursos argumentativos.
Características de esta estructura: a) Van Dikj esquema: 96
(1978)
propone
el
conclusión
siguiente
Legitimidad
hechos
refuerzo
Los componentes básicos de este texto son la justificación y la conclusión. La justificación se construye a partir de un marco interpretativo en el que adquieren sentido las circunstancias que se adoptan para justificar las conclusiones. Estas circunstancias se refieren a los hechos que se aportan y al punto de partida, que será el apoyo en que se fundamentarán, ya sea por la legitimidad o por otros elementos que sirven de refuerzo a esta razonabilidad lógica o pragmática de la argumentación. Su función es dar una base para la aceptación de las conclusiones (Noguerol, 1996: 395). b) En el texto argumentativo abundan los verbos del tipo decir, creer, pensar, opinar, hay oraciones subordinadas condicionales, consecutivas, adversarias (en las que se expresa una relación de oposición entre dos frases coordinadas) y finales. La ordenación del texto se consigue también con el uso de algunos conectores que indican orden, transición, además de los que introducen las oraciones subordinadas (en primer lugar, no obstante, pese a que, pero, etc.). Estos textos suelen acompañarse de citas, comentarios u otros materiales para reforzar las tesis que se defienden.
Las características lingüísticas más destacadas se presentan en formas de esquema en el cuadro 3.3.
TIPO DE TEXTO
Argumentación
Defensas y acusaciones, críticas artísticas, opiniones, etc.
Podemos encontrar descripciones en discursos orales (conferencias, exposiciones) y escritos (cartas al director, artículos de opinión, etc.)
CARACTERÍSTICAS GRAMATICALES Morfología y sintaxis Verbos del tipo decir, creer, pensar, opinar, etc.
Relación entre emisorreceptor: presentación del emisor, tratamiento del receptor.
Oraciones subordinadas: casuales, consecutivas, adversativas, etc.
Aspectos textuales y otros Estructura:
Desde el punto de vista lingüístico utiliza recursos interesantes. Queremos destacar, en primer lugar, los subtítulos con interrogantes - ¿Visitantes del espacio?, ¿Vida en otros mundos?-, una forma de cuestionar desde el principio estas creencias. Introduce también contradicciones en los mismos pies de foto: contradicciones entre los mismos testimonios, cuestionamiento del valor del documento, etc. El texto se agrupa con el título ¿Visitantes del espacio?, organizado en tres partes:
Estructura de la información por partes o bloques;
1. Síntesis de las creencias que se explicitan en las fotos de lamisca página: Hay ovnis, que llevan seres humanos procedentes de otros mundos.
Relación entre tesis y argumentos;
2. Aportaciones de la ciencia que rebaten o cuestionan estas creencias.
Intertextualidad: citas, referencias y comentarios de otros textos.
Conectores: conjunciones casuales, adversativas, etc.
CUADRO 3.3. Adjuntamos en la página siguiente un ejemplo de Isaac Asimos (1989). El libro de Asimos, en su conjunto, tiene una intención claramente argumentativa. La tesis que utiliza como punto de partida es que la mayoría de creencias sobre los OVNI se pueden rebatir aportando los datos que nos facilitan los conocimientos científicos que tenemos a nuestro alcance en estos momentos. El autor se sitúa, como el científico, con suficiente autoridad para discutir o desautorizar, según los casos, las hipotéticas ideas de los lectores. La distribución del texto en la página es interesante porque hay dos niveles de información: las fotografías y los comentarios que las acompañan, que representan las ideas de las personas que creen en los OVNI, y, por otro lado, el texto con un discurso claramente argumentativo en el que se rebaten o matizan las ideas expresadas en las ilustraciones.
3. Conclusión en la que se expone la dificultad de la existencia de naves espaciales. Otros recursos lingüísticos de clara intención argumentativa son las oraciones condiciones (Se hallarían, comportarían…) y las adversativas (pese a que). Para trabajar el discurso argumentativo en el aula es conveniente, a veces, simular situaciones como en el ejemplo que se expone a continuación. Partiendo del estudio geológico de un paisaje (que ya hemos comentado en el texto explicativo), un estudiante y su padre, que es ingeniero, intentan convencerse mutuamente sobre la conveniencia, o no, de construir una carretera: Capítulo 3: Habilidades cognitivolingüísticas y tipología textual -
Hola papá.
-
¿Qué quieres?
-
Nada, pero no sé qué hacer.
-
Estudia algo.
-
Ahora no tengo ganas, ¿Por qué no me enseñas el proyecto en el que trabajas? – mira la foto de la zona donde quieren construir-. A ver. ¡Uf!. Mala idea.
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¿Por qué?
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Porque se ve claramente que este terreno ha soportado una meteorización por culpa de las aguas.
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¿Y qué? 97
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Las aguas han formado regalos obre el terreno, que es un barranco, y con el paso del tiempo ha producido una rambla, que está donde vosotros queréis construir la carretera. Esto ha sido hecho a causa del agua, porque eso, cuando llueve, se transforma en una especie de canal, que los geólogos llaman rambla.
las acciones que hay que realizar suelen presentarse ordenadas, una tras otra. Es un texto muy frecuente en las actividades didácticas; se encuentran en la mayoría de textos de cualquiera de las áreas curriculares, en las normas de uso de laboratorio, en las explicitaciones de las fases de experimentación, etc.
-
Quizá sea verdad lo que dices, pero a nosotros nos interesa un lugar de estas características: además, nos da lo mismo cómo se construyó, porque en estos momentos no hay agua.
-
Si, pero nadie te asegura que el agua no volverá a circular por este lugar.
En los textos instructivos hay un proceso cognitivo subyacente, que es la capacidad de planificar las acciones de uno mismo y que puede concretarse, por ejemplo, en la elaboración de bases de orientación (Jorba y Casellas, 1996). Características de esta estructura:
-
Si, porque si circula por allí en aquel momento será porque el agua circula por un sitio más apropiado.
-
Ya, pero imagínate que en un año de lluvias fuertes haya una gran riada. En este caso, el agua volvería a los cursos naturales y se produciría una inundación de la carretera y quizás un desprendimiento de rocas.
-
¿Y tú como lo sabes?
-
En estos momentos lo estoy estudiando en clase de geología.
-
Me gusta que estudies mucho, pero ¿por qué no vas a calentarle la cabeza a tu madre ahora y dejas que los expertos se ocupen del asunto?
-
Muy bien, pero yo ya te he avisado. Buenas noches, papá.
-
Buenas noches. Hijo.
Es un texto argumentativo porque la intención es influir en la opinión del interlocutor. El discurso se construye con secuencias descriptivas, explicativas y justificativas. La desigual relación que hay en esta conversación entre un padre y su hijo hace que al final se imponga el criterio del adulto, aunque no porque haya sido capaz de utilizar argumentos fuertes, sino por haber impuesto su autoridad de progenitor. Organización instructivo
y
estructura
del
texto
Son textos que expresan órdenes, exhortaciones u obligaciones, generalmente se organizan en secuencias y tienen como objetivo orientar alguna acción. También tienen relación con las enumeraciones, porque 98
¡QUÉ ONDA CON LA RADIO! Romeo Figueroa Los géneros interpretativos El reconocimiento a la autoridad moral del escrito político, no es cosecha de verano; no es salir después de un aguacero de agosto al bosque y recoger hongos: es un cultivo vital y vitalicio, permanente, se necesita vocación. Los éxitos son transitorios y muy engañosos. Los fracasos, las críticas, las decepciones, son numerosas; no es una senda de martirología, pero sí un camino duro. Francisco Martínez de la Vega COMO INTRODUCCIÓN CON EL PROPÓSITO DE ESTABLECER UN método para el estudio de la radio, en este texto se ha intentado separar los géneros periodísticos informativos de los interpretativos. Intencionalmente, el capítulo seis se ha destinado al estudio de los géneros de opinión propiamente dichos; es decir, los interpretativos El lector cuidadoso podrá observar que no es posible, en rigor, establecer un límite entre un género y otro. El antiguo concepto de la objetividad, entendida como el puente más directo entre el emisor que informa y el preceptor que recibe el mensaje sin la sensibilidad connotativa del comunicador en el trabajo informativo, ha sido superado con la práctica cotidiana. Por lo tanto, no debe contemplarse por más tiempo como tareas separadas las del ejercicio de la información objetiva y la de la interpretación subjetiva como se pretendió considerarlos en el pasado. Todo hablante transita casi siempre y a la vez por dos caminos: el de la palabra y el de su significado. Si reiteradamente se ha insistido en que la radio es un arte creativo que sólo el hombre es capaz de ver, diseñar y producir desde el fondo de su cultura imaginal, tendría que proponerse que los género informativos involucran una gran dosis de connotación interpretativa, -en la que, por supuesto, quedan comprendidas las políticas particulares de los medios-. A la inversa ocurre con los géneros interpretativos,
los cuales no podrían existir sin el valor denotativo de la propia información, porque también los géneros de opinión se nutren de la información. De modo que en el arte de la radio los géneros se traslapan unos a otros constantemente y, por lo menos hasta hoy permanecen abiertos al talento creativo de los comunicadores, aunque en muchos casos, aún son campo virgen. Si las técnicas informativas se entremezclan con las técnicas interpretativas, ¿cuál es la razón para pretender separarlos y alambicarlos en su tratamiento? La respuesta reside en la necesidad de establecer una metodología que permita observar la especificidad que caracteriza cada género y aprovechar de manera racional estos recursos de expresión. Ello explica porqué se ha dejado un capítulo aparte los estudios relativos al documental, al comentario, al editorial y a los programas panel de discusión o debate. Se intenta, por lo tanto, más que justificar su importancia, caracterizar detalladamente su estudio, jerarquizar su aplicación conforme a lo que la práctica ha enriquecido y abordarlos en una perspectiva metodológica que facilite líneas específicas de técnica y contenido, como podrá verse en el presente capítulo. EL DOCUMENTAL ¿Género olvidado? No es casual que el capítulo anterior se haya cerrado con el género informativo por excelencia: el reportaje. Éste es, sin duda, un género muy diversificado que desarrolla el periodismo informativo y donde es posible aprovechar los mayores recursos de que puede disponer el comunicador social en el marco de la información. Por su propia naturaleza, el reportaje trasunta un nicho de ricos matices que favorecen la conformación de opinión en el preceptor. Se aplica por lo regular a un conjunto de asuntos muy próximos en el tiempo y el espacio, en el entorno en que ocurren los acontecimientos que representan la noticia y tiene un cercano parentesco con el documental. Sin embargo, éste último es un género que proviene de la línea natural del reportaje pero guiado por una perspectiva distinta en su elaboración. Fundamentalmente, el documental se diferencia del reportaje por su: 99
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Extensión
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Estructura
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Contenido
Por su extensión. Se traduce en el tiempo de su difusión. La técnica documental implica por lo menos 30 minutos o una hora de difusión continua y su elaboración puede tardar días o semanas, ya que precisa del contacto de muchas y muy diversas fuentes presentes y pasadas; análisis de testimonios, verificación de datos, certificación de documentos y labor de investigación profunda. Por su estructura. Tiene una secuencia lógica, una entrada brillante y motivadora, un cuerpo provisto de la argumentación a favor y en contra de los hechos que se pretende argumentar y un cierre apoteósico lleno de dramatismo y vigor. Por su contenido. Abarca la opinión de muchas fuentes y podría considerarse con la fuerza de una tesis por la irrefutable revelación de sus argumentos. Como su nombre lo indica, el documental pretende ser un documento completo, elaborado y transmitido de manera diferida, provisto de un contenido multidisciplinario tanto en su estructura formal como en su contenido intelectual. Aunque el documental no ha tomado carta de naturalidad en la práctica informativa de las emisoras mexicanas, ocasionalmente los comunicadores creativos lo utilizan. Muchas radiodifusoras de tipo regional han respondido al interés público por medio de documentales sobre acontecimientos de temas fundamentales que están en controversia. A la par de los programas dramáticos de la radio, el género documental concede a la radio la oportunidad de llegar a su sitio más alto. El documental radio fónico emplea varios modelos periodísticos que incluyen la más amplia diversidad de asuntos de interés general para la sociedad: política, economía, vida cotidiana, así como los fenómenos sociales que surgen ocasionalmente y demandan un tratamiento diferente en el orden analítico de la información. Técnicas del documental
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El documental se produce con entrevistas, testimonios o documentos de archivo, reportajes pasados o presentes, con voces vivas de los protagonistas de hechos que por su naturaleza pasan a la historia, con citas de crónicas y datos procedentes de encuestas. Su mayor complejidad proviene de la dificultad de lograr un orden lógico, creativo y diverso en su presentación. Sin estos atributos, puede convertirse en un programa incoherente o en una serie de parches fraccionarios y aburridos. Son tres los enfoques que tipifican los formatos que adopta el programa documental: a) El documental institucional tiene por lo general un valor universal y de interés permanente en el tiempo y en el espacio. El documental institucional está subdividido a la vez en dos ramas: el documental institucional político y el documental institucional de relaciones públicas. En el primer caso, es de carácter político cuando se deriva de problemas económicos, políticos y sociales de una comunidad. Reviste trascendencia pues explica situaciones que tienden a buscar un consenso y la participación ciudadana para resolver con eficacia problemas de interés colectivo y de difícil solución. Es una modalidad interpretativa y busca la participación colectiva; su dificultad estriba en vestirlo con un tratamiento responsable, objetivo e imparcial ya que estimula la participación democrática y la toma de conciencia colectiva. Tiene el riesgo de prestarse a la manipulación social y a dar un sentido oficialista si no se trata con prudencia y honestidad. El documental institucional de relaciones públicas es un género casi desconocido en la radio y se funda en la idea de crear y mantener una imagen pública de una institución hacia la comunidad. Se parte de la investigación de una empresa: origen, desarrollo, evolución y prospectiva. Se realizan entrevistas, se consulta a funcionarios, ejecutivos, trabajadores y se desarrolla un programa documental que puede anunciarse antes de su presentación –por medio de spots- para sensibilizar al público y presentarse en una o dos fechas previamente programadas. La idea se desarrolla conforme a las necesidades de cada empresa. En la industria resulta de gran utilidad para dar a conocer la organización a los obreros, a los ejecutivos, a los clientes y a los miembros de la sociedad, acerca de su participación,
trayectoria e influencia. Dice quién es, qué hace, cómo sirve y de qué manera apoya el desarrollo económico, político y social de la comunidad. En otras organizaciones puede tener igual aplicación: clubes, asociaciones civiles, instituciones educativas y organismos de servicio público y de asistencia social. El documental institucional va del organismo y por conducto del medio hacia la comunidad. b) El documental social emerge de la fuerza y nobleza de la comunidad que expresa, por este medio, sus inquietudes, necesidades y problemas que requieren de atención inmediata. Sobre todo cuando se enfrenta un problema comunitario de difícil solución y surge de la vida cotidiana, de los acontecimientos que ocurren todos los días en la vida social. Es un vocero que atiende los reclamos de los moradores de una región que no tienen una tribuna dónde expresar su sentir. Inversamente al documental institucional, es agente catalizador de inquietudes sociales que buscan en el diálogo el camino democrático y expedito para hacer valer sus derechos ciudadanos. La comunidad lo promueve, el comunicador lo impulsa. El documental social viene de la comunidad y va por conducto del medio hacia la autoridad. c) El documental de controversia o denuncia es revelador, crítico y de señalamiento. Busca la razón de las injusticias sociales y las denuncias. Es el más delicado porque demanda un tratamiento con el mas amplio criterio, con ponderación y honestidad. Aunque la radio aún no llega a este nivel en el empleo de documentales de denuncia, por una vieja tradición que define al medio como prestador de servicios, al margen de la discusión política, tiene todo el campo virgen. Sobre todo, porque es un medio que, por su origen y orientación, no ha tomado partido ni suscrito compromisos con grupos de interés particulares –que no sean los de la misma industria-, salvo aquellos de prestar un servicio productivo por medio de la publicidad y de responder al interés público, como lo marca la Ley. Es evidente que queda mucho por hacer en el fértil campo del documental de denuncia, los comunicadores del nuevo milenio tienen todo el horizonte para atender esta responsabilidad social de la radio. El interés humano es la clave de la buena redacción
de documentales, independientemente del enfoque que se imprima; habrá que tenerse presente la necesidad de expresarlos en el lenguaje más sencillo y claro. Aún cuando se pretenda presentar solamente hechos y que ellos parezcan crudos, es recomendable procurar presentarlos de manera artística con el dramatismo propio de la realidad y desarrollarlos en la forma lingüística más sugestiva para que los oyentes se sientan involucrados. En términos de atributos vivos, habrá de procurarse que el guión documental se funde el drama de la vida social. El documental debe explorar el carácter y la autenticidad de los hechos. Un comunicador que está acostumbrado a la práctica documental, emplea el buen criterio, contrariamente al que está fuera del rol de los acontecimientos y que provoca ruido y distracción cuando utiliza un material en vivo. Hay que evitar que el programa documental dé la impresión de ser una serie fraccionada de entrevistas y exposiciones grabadas sin coherencia. Un trabajo de tal naturaleza sólo es capaz de unir a todos los radioescuchas, pero para que apaguen su radio. Es bueno recordar que un comunicador con experiencia en documentales es capaz de matizar, dar coherencia y sintetizar los materiales idóneos que de otra manera parecerían largas letanías enlatadas. El buen documental es dramático, pero no debe parecer un drama en el sentido estricto de la palabra, sino la confiable representación de una historia verdadera. El trabajo de edición y relato debe estar integrado en forma que vaya más allá de la realidad para que la historia tenga sustento. No obstante, habrá que recordar en todo momento que el documental tiene que ver con la esencia de los acontecimientos, la gente y las noticias. No se trata necesariamente de un informe noticioso sino más bien de una exposición explicativa de archivos por detrás y por debajo de lo obvio pues no sólo enseña lo que ha sucedido sino que da las razones que pueden explicar con claridad los sentimientos de la gente involucrada y las implicaciones y significado social no sólo de los actuantes, sino de la sociedad que recibe los efectos. Para concluir, el documental es una tarea creativa en la que el trabajo de montaje juega un papel de la mayor importancia. El 101
documental radiofónico es el instrumento que aporta los datos más sobresalientes reunidos en la escena de los hechos y contienen multiplicidad de opiniones de los protagonistas, de los expertos, de los líderes de opinión y de los organismos que toman decisiones en la vida social. Es deseable que el comunicador exprese su opinión al cierre del trabajo documental; nadie le va a negar el derecho de hacer sentir su sensibilidad y buen criterio. El documental radio fónico puede y debe constituirse en obra cumbre de la literatura radiofónica. El comunicador experimentado y talentoso tendrá en este género un nuevo nicho de insospechables recursos en el manejo de la información radiofónica. Pero no debe concretarse a la rutina de la sala de redacción, pues este trabajo demanda un alto grado de maestría en el campo, dominio en el arte de la expresión radiofónica. Atisba nuevas fronteras en el poco explorado horizonte de la información documental y, sin duda, con el apoyo de las tecnologías y el talento creador del comunicador, puede llegar a conquistar, en el nuevo milenio, el lugar anhelado en el arte de la expresión radial.
El comentario: Respiro que forma opinión El comentario es la interpretación misma de la noticia. Es una modalidad del periodismo interpretativo que se integra dentro de l os programas regulares de noticias. Ante la sucesión habitual de noticias que se dan en el quehacer informativo, combinado de mensajes comerciales e institucionales, el comentario viene a ser un respiro de alivio que informa y forma opinión. Sobre todo cuando algunas barras de noticias cumplen con el rigurosos esquema informativo y carecen de matices interpretativos. El comentario supone un conocimiento profundo de los hechos y, por lo tanto, es tarea del redactor, del reportero, del coordinador o del director de noticias de una emisora. Implica dominio del tema, análisis y síntesis: análisis de un hecho, con el detalle de sus antecedentes, el fondo y el trasfondo, el desarrollo del tema y la síntesis comprensible en pocas y sencillas palabras. El comentario no está sujeto a las reglas de los géneros periodísticos; y, sin embargo, supone también una entrada atractiva de importancia y de interés colectivo, un desarrollo coherente y balanceado que pone de manifiesto los argumentos a favor y en contra del tema tratado, así como una conclusión racional, a 102
veces amable, a veces dramática, siempre de vital interés para radioescuchas.
pero los
Si se pretende elaborar un esquema práctico del comentario, es recomendable emplear la fórmula AIDDA que se usa en el proceso de la persuasión y que puede sintetizarse en los puntos que se enuncian a continuación: A
Atención. Es la clave, con presentación brillante del tema.
una
I
Interés. Si en los primeros 20 segundos de iniciar el comentario no se logra captar el interés será prácticamente imposible obtenerlo más adelante.
D
Deseo. Debe impulsar al radioescucha por involucrarse y querer conocer más del tema que se está tratando.
D
Decisión. Aceptar el comentario, independientemente de consentir o disentir de la opinión del comentarista.
A
Acción. Provoque en el radio escucha un sentimiento de participación y confianza en el comentario.
Para el desarrollo del comentario, se recomienda el procedimiento de acción temática que sigue: a) Selección y tratamiento del tema. b) Análisis lógico de las diversas facetas del tema. c) Opinión del comentarista. d) Conclusiones, propuesta de planteado.
recomendaciones y solución al problema
No hay que olvidar que el comentario puede tener un tratamiento diverso; desde comenzar por la fundamentación de los hechos o la opinión misma del comentarista, o bien exponer un panorama del tema y finalmente aterrizar en una conclusión. En ocasiones, algunos experimentados comentaristas dejan entre líneas las posibles soluciones y provocan que el radioescucha saque sus propias conclusiones del asunto. Sin embargo, lo que todo buen comentarista radiofónico debe tener siempre presente es no extenderse por más de
tres minutos y abordar temas de actualidad y oportunidad: 1. Referirse siempre un tópico de interés colectivo ya sea internacional, nacional, regional o local, que esté en boda de la ciudadanía. 2. Emplear un lenguaje crítico que provoque el interés del auditorio. 3. De preferencia, que no sea –al menos, que no suene- leído, para lograr espontaneidad y aceptación. Para ello se recomienda tener una lista de subtemas a modo de no perder el hilo del asunto. Aunque algunos comentaristas avezados logran el dominio de leer su comentario y dar la impresión de que lo han improvisado, -habilidad que se logra con la práctica-, es deseable que un buen comentarista improvise, siguiendo la pauta que se ha dado en el capítulo cinco relativa al arte de improvisar. 4. No sólo debe darse en todo momento la impresión de que se conoce el tema, hay que dominarlo. 5. Los nombre, las cifras, las fechas y los detalles dan fuerza al comentario pero no se debe abusar de ellos. 6. Dentro del tema motivo del comentario, debe hacerse referencia a lo positivo y a lo negativo, de manera balanceada, para que no parezca consigna del comentarista a favor o en contra del asunto que se comenta, salvo que se trate de asuntos de incuestionable obviedad. 7. Si en periodismo los nombres son noticia, mencionar siempre el nombre de los protagonistas y de las fuentes, o bien relacionar los hechos con los nombres. 8. No olvidar cierto grado de repetitividad y dar el nombre del comentarista al final. A continuación se presentan dos formatos típicos de comentario radiofónico: CENTRO HISTÓRICO Este fin de semana recorrí, otra vez, las calles de lo que se ha dado en llamar el Centro histórico de la ciudad de México. A un año de que María Félix, la Doña expresara que el Centro histórico de la gran ciudad era una verdadera porquería y una inmundicia, y
prendiera la mecha de un escándalo social y político, la imagen del sitio donde la leyenda enclavó un águila devorando a una serpiente, ha cambiado mucho. La propia María Félix ha dicho ahora que, buscando un zapatero por las calles del Centro histórico, “pasé por ahí pero mis ojos no podían creer lo que veían, la emoción que tuve fue absolutamente extraordinaria... es fantástico, ha sido mi sueño, así quería verla y creí que no era cierto... ella misma pidió al presidente Salinas que se hiciera algo... y se hizo. La tarea, nada fácil, fue encomendada a un brillante economista que Manuel Camacho Solís tuvo el acierto de elegir. Roberto Albores Guillén. Se echó a cuestas la tarea de reubicar a 10 mil ambulantes que daban al Centro histórico una imagen de abandono y deterioro; creó un modelo de reordenación urbana que no tiene precedente en la historia del crecimiento de las ciudades modernas. Ahora es posible transitar, otra vez, por las calles. Han sido reubicados la mayor parte de los ambulantes que estaban enquistados en el centro. En un año, Roberto Albores demostró que con esfuerzo y determinación pueden hacerse milagros. Ahora se respira un aire nuevo en las calles del Centro histórico, donde viví cuando era estudiante. El Centro histórico no es sólo la leyenda del águila devorando a la serpiente en el lugar que ocupa, más o menos, la calle de Pino Suárez. Los españoles encontraron un gigantesco islote que por el oriente llegaba hasta Leona Vicario, donde hoy está el bellísimo templo de la Santísima; por el poniente hasta Isabel la Católica o Bolívar; por el norte hasta la calle de Costa Rica, paralela a la de Perú, y por el sur hasta la calle de Uruguay. A principios del siglo XVIII el islote llegaba ya hasta lo que hoy es San Lázaro. Pero el núcleo fundamental del Centro histórico lo constituyen siete manzanas y trescientas siete calles cuyo centro es la enorme plaza que ahora conocemos como el Zócalo; centro del poder político con el Palacio Nacional; del poder religioso representado por la Catedral y el poder económico con el llamado Portal de mercaderes. 103
El Calendario azteca, la Piedra de los sacrificios, la Cuatlicue y el centro ceremonial que es el Templo mayor constituyen las reliquias más preciosas de nuestra historia y tienen como recinto sagrado el Centro histórico que luce desde ahora diferente, otro. Es claro que el programa de reordenación urbana ha dado buenos resultados, no obstante que las obras continúan; un cambio promovido por el Regente de la Ciudad que flota a nivel de ojo y que ha sido realizado con la certidumbre de que alguien tenía que hacerlo, pero ya. Me dio gusto volver a caminar por las calles del Centro histórico de la ciudad de México, como cuando era estudiante. Y pienso que si esto es posible en esta tremenda gran ciudad, cuánto no podríamos hacer por el Centro histórico de nuestra ciudad de Veracruz, si quisiéramos remozarla de verdad. Antes que María Félix, pero ahora al estilo jarocho, lance un nuevo grito que evidencie el abandono de nuestro centro histórico cuatro veces heroico, vale la pena preguntarnos ¿alguien va a seguir el ejemplo...? Romeo Figueroa, XEU-AM, El dictamen. Cómo identificar a las etnias Me preguntó un taxista ¿cómo puede hacerse para distinguir a un guerrillero centroamericano de un campesino chiapaneco si todos se parecen entre sí? Me sentí obligado a darle una respuesta honrada y honesta de lo que aprendí durante mis primeros 18 años de vida en el estado de Chiapas. Sin pensarlo mucho le dije que hay varias formas de reconocerlos, sin ser uno muy ducho: 1. Por principio, la mayor parte de las comunidades indígenas chiapanecas, sean tzeltales, tzotziles, tojolabales, junes, zoques o de cualesquiera otra etnia del maya y maya-quiché, de Chiapas, son gente afable, respetuosa, casi siempre dispuesta a conversar. Aún en su media lengua, -mitad etnia, mitad español-, expresan con facilidad lo que sienten, ya vendan, ya compren, no les atemoriza manifestar su sentir; tienen una innata disposición de comunicarse con el “caxlán”; es decir, con la gente de la ciudad, su 104
angustia, su alegría, su temor o necesidad, casi siempre de comida...
su
El extranjero, el indígena de Guatemala, Nicaragua o de El Salvador –y esto, el modus expresandi se ha encargado de constatarlo-, estas etnias –como las llaman los antropólogos-, muchos de ellos experimentados en guerrilla, con años de experiencia decía, estos grupos humanos, se caracterizan por hablar poco, si se les interroga agachan la cabeza; su gesto es huraño, huidizo por naturaleza, no acostumbran reír, tornan los ojos hacia el suelo y les cuesta trabajo abrir la boca. 2. El campesino chiapaneco habla con el idioma antiguo de “vos”, suele usar el venís, tenés, sos, caminás, comés, andás, agarrás con gran fluidez y utilizar el “pue” como remate final de cada oración. Su expresión tiene una cantaletilla que es común en diversas regiones, cantaleteo que tiene ritmo, armoniosa musicalidad en Custitali, un modo de hablar característico y una forma de expresión peculiar y bastante diferenciada aún entre campesinos de San Cristóbal, a los de Tuxtla, a los de Las Margaritas o de Los Riegos, donde habitan los junes, comunidad cercana a Comitán de las Flores. Esta característica de la idiosincrasia del habla de los indios de Chiapas es única en el mundo porque, afortunadamente, no han pasado por el tamiz del cosmopolitismo que producen las parabólicas, que han llegado a estandarizar las formas del habla y aún “formatear” el modo de ser, el gusto, la música y costumbres a la manera del american way of life. En Chiapas se han conservado las tradiciones de la cultura indígena; aún en la música, el son de la marimba se confunde con el rumor del viento entre los grandes ocotales y el olor de la juncia. 3. Pero la mejor forma de distinguir a un indio chapaneco con un centroamericano se da, sin duda, en la manera de pronunciar la r, la r rueda de carro, de perro, de roca; desde Guatemala hasta poco más allá de los quechuas del Perú la pronuncian como gr gutural; como la r francesa; como suelen pronunciar la r las personas que tienen frenillo. Esta es la más grande, la más notable, la más significativa de las diferencias. Los indios de Chiapas no los he
escuchado hablar con ese tonito afrancesado que tienen, insisto, el resto de las etnias desde Guatemala hasta más allá del Perú. A tiempo de formular este comentario me entero que Manuel Camacho Solís, comisionado para la paz en Chiapas permanece en San Cristóbal y propone un diálogo directo y honesto con base en la “agenda de discusión respecto a las demandas económicas, sociales, políticas y el cese de hostilidades y enfrentamientos violentos”, e incluso propone que los medios de comunicación nacionales e internacionales estén presentes. Los comunicados del EZLN expresan demandas que ni los observadores se imaginaban y, por lo tanto, habrá que esperar las acciones venideras para el inicio del diálogo de paz. Por lo pronto, hay confianza en que fiel a su vocación de ideador, Manuel Camacho puede ser un buen jefe del negociado en el ministerio de la paz en Chiapas. Para bien de Chiapas y de México, todos estamos esperando que así sea. Romeo Figueroa, XEU-AM, El dictamen. El comentario político Es resultado analítico y descriptivo de hechos y valoraciones de interés colectivo permanente. Se funda en un conocimiento muy amplio del tema y en la sencillez expresiva, producto de una cultura política muy respetable. Lorenzo Meyer, uno de los más destacados comentaristas independientes de México, lo expresa en Para empezar, de esta manera: De la responsabilidad política Muy buen día, Pedro, este comentario lo titulo De la responsabilidad política, así como se titulaban los libros del siglo XIX. (risas). Hay temas que simplemente se imponen al comentarista, el de hoy es bien claro, los 84 millones de dólares del hermano de ex presidente, esos que su esposa quiso sacar la semana pasada, se unen a otra cadena de dineros difíciles de explicar, salvo que se tome en cuenta el factor influencia política, los créditos de Nacional Financiera, Audicreba, la Unión de Crídot donde Adriana Salinas tenía interese, los nueve millones de dólares depositados en bancos norteamericanos por el
ex subprocurador Mario Ruiz Massieu, el gran fraude del joven banquero del salinismo, neobanquero, Carlos Cabal Peniche, los más de doscientos millones de nuevos pesos gastados por Roberto Madrazo en su campaña para la lograr la gubernatura de Tabasco, etcétera. La corrupción ha sido una de las constantes en la historia política de México desde antes de que nuestro país fuera México; es decir, desde la época colonial; bajo los Asburgo los puestos administrativos se compraban y vendían. Los Borbones intentaron frenar el patrimonialismo en el gobierno, pero su éxito creo que fue muy relativo; con la Independencia, el problema se agravó; un botón de muestra son las propiedades de don Antonio López de Santa Ana, mismas que le fueron confiscadas cuando perdió el poder. Con don Porfirio, la corrupción de la élite fue uno de los instrumentos que el Presidente dictador empleó a fondo para controlar a sus colaboradores, ministros, gobernadores, jefes políticos y militares. La Revolución trajo los famosos cañonazos de cincuenta mil pesos, pesos oro, y añadió el término carranzear al léxico de mexicanismos, y luego con la corevolución se popularizó el de mordida y otros más especializados como el chayote, el entre, etcétera. En fin, no hay duda que uno de los grandes problemas nacionales es la corrupción, problema que abarca desde la cima presidencial hasta la llanura del policía de tránsito, y el empleado de ventanilla. Las razones de esta corrupción son múltiples, pero una de las más importantes es la ausencia de responsabilidad política, producto natural de la falta de democracia. En efecto, en México no hay un mecanismo eficaz para la persecución de aquellos que usan de su puesto administrativo o político para su enriquecimiento personal. La definición de este concepto de responsabilidad está ligado al de obligación y deber pero, sobre todo, al de rendición de cuentas. Fue Benjamín Constant, en su libro de 1815 titulado De la responsabilidad de los ministros, quien propuso cambiar los términos tradicionales de traición y malversación de fondos públicos, por el de mal uso del poder, pues esa era su raíz, esa es su raíz. En teoría, en un sistema constitucional, en un estado de derecho, cada funcionario es responsable del mal uso de los poderes propios de su cargo, pero, políticamente, los ministros y secretarios de Estado y directores de las grandes empresas paraestatales son responsables, además de los abusos cometidos 105
por ellos, de los cometidos por sus subordinados y, desde luego, el presidente es el responsable de las fallas del conjunto de sus colaboradores inmediatos, es decir del gabinete. ¿Ante quién son responsables esos altos funcionarios y líderes políticos? En principio, ante el soberano; es decir, ante el pueblo. En la práctica, ello significa ante el representante directo de ese soberano, el poder legislativo; pero como en México ese poder está dominado por un partido que se encuentra totalmente subordinado al presidente, entonces, resulta que la práctica aquí no hay forma de exigirle responsabilidad al presidente, de llamarlo a cuentas, tampoco a sus colaboradores. y si nadie puede llamar a cuentas al presidente, recordemos aquí que tras la matanza de Tlatelolco, Díaz Ordaz sugirió que sólo la historia lo podía juzgar a él, entonces, en México vivimos en un sistema de irresponsabilidad institucionalizada, y es esa irresponsabilidad la que propicia la existencia de casos como el que ahora anos escandaliza; el de Raúl Salinas. Para frenar la corrupción de las instituciones en México no hay otra solución que la división de poderes, de tal manera que el Congreso realmente vigile al Ejecutivo y le exija cuentas, tanto a nivel federal como estatal y de manera sistemática, pero para lograr lo anterior, para acabar con la impunidad, debe de ponerse fin a un sistema basado en la subordinación del legislativo al presidente por la vía de un partido de estado, es decir del PRI. La pregunta es ¿podremos?, Lorenzo Meyer, Para empezar, 27 febrero 1995, 8:00 hrs. El articulista político y el editorialista o comentarista político en la radio está estrechamente vinculado con el articulista político de la prensa escrita. En ocasiones, asumen el mismo oficio con la misma orientación y con lealtad a sus principios. El distinguido maestro de periodismo Francisco Martínez de la Vega lo explica al reportero con extraordinaria claridad: ¿Qué diferencia encuentra entre el escritor político y el periodista político? Tienen funciones distintas, aunque muy semejantes. Pienso que el gran teórico político es en rigor un escritor político, pero no un periodista político: opina, explica y analiza el 106
tema desde la altura de su sabiduría, pero no ejerce propiamente el oficio periodístico. El periodista político tiene que comentar, por ejemplo, el suceso de la semana si escribe semanalmente o el suceso del día si escribe diario: debe estar atento a todo. El escritor político al que usted se refiere, el teórico, el ensayista, escoge un tema, se encierra en su biblioteca y revisa los antecedentes para luego escribir un ensayo tan útil o más que el texto del articulista y de validez permanente. Son disciplinas distintas. ¿Qué diferencia hay entre el ensayo y el artículo político? El ensayo es un trabajo más completo, mucho más meditado y formulado en esquemas explícitos o implícitos. El ensayo es un trabajo especial: usted escoge un tema, lo escribe, lo rehace, lo cuida, lo lima, lo peina, le arregla la carita y en seis meses puede entregarlo si está conforme, pero si no, podrá hacerlo al año. El artículo periodístico tiene una tiranía: el tiempo, que es muy importante en el oficio. Usted tiene que entregar un artículo el miércoles a las seis de la tarde, por ejemplo, llueva o truene, haya sucesos o no, haya encontrado el tema a su gusto o no. El periodista debe ser un hombre siempre con capacidad y disponibilidad para escribir. La diferencia con ciertos intelectuales de torre de marfil que consideran el periodismo un género inferior, es que ellos escriben una vez al año un ensayito de veinte cuartillas, claro, muy peinadito, bien arregladito. En contraste, hay periodistas que escriben diariamente veinte cuartillas. “Hay algunos escritores políticos, incluso algunos de ellos muy brillantes, que confunden el artículo con ensayos muy valiosos y muy estimables, pero creo que el oficio netamente periodístico del artículo político tiene que ser menos exhaustivo”22. El comentario pintoresco es crítico, de punzante mordacidad e ironía. Es una modalidad que cobra interés en la radio pero requiere de gran sensibilidad y cultura. Un trabajo de este orden implica el manejo de la sátira mordaz, el buen humor –tan vasto 22 Francisco Martínez de la Vega, “El andar de un aprendiz”, en Revista mexicana de comunicación, núm. 41, México, agosto-octubre de 1995. p. 10.
campo, como poco explorado de la cultura nacional, no obstante la riqueza latente y el talento que guardan los pueblos de provincia-; la verdad expresada mediante la broma fina; juega con la comicidad, surge cotidianamente de la noticia misma y que puede constituirse en tema natural para el trabajo de comentario ingenioso, para invitar a la reflexión sobre los hechos que, por su actualidad y ameno tratamiento, ilustran e interesan a los radioescuchas. Desafortunadamente, las radiodifusoras mexicanas emplean este formato sólo en contadas ocasiones. A falta de un comunicador culto y creativo, se puede recurrir al cronista de la ciudad; también a profesores de reconocida capacidad y solvencia. En todos los pueblos y ciudades existe un personaje relator de tradiciones, que ama la literatura, que rima con facilidad; que está inmerso en la idiosincrasia, que conoce la historia del pueblo y sus leyendas. A ese personaje, ágil e imaginativo, hay que invitar y orientar por los caminos del comentario pintoresco radiofónico. Puede resultar sorprendente lo que él puede sugerir a favor de su comunidad; sólo hace falta dar con él e introducirlo en la tarea. Nadia Piamonte, del noticiero Para empezar, representa un extraordinario ejemplo del comentario pintoresco: ¡Hola! Yo ayer me preguntaba si todos esos aspirantes priistas a las cámaras fueron de arriba abajo en busca de padrinos, de adhesiones y demasiado palomeo más bien por el afán de servir a su comunidad, o si también se dejaban llevar por lo que perversamente insinuaba yo que eran los sueldos o dietas, como les llaman a las quincenas de los legisladores. Coincidencia o no, el güero Rodríguez Alcaine, priisaurio que si no se las sabe todas, está bien cerca del top de la sabiduría, pues no debemos olvidar aquello de que más sabe el diablo etcétera etcétera... pues decía yo que el güero Rodríguez Alcaine, especificó que él no la buscó (... me refiero a la diputación) porque el sueldo que devengan los padres de la patria están pero tan bajos que simplemente no da para sus gastos. Entendemos que veinte mil de los nuevos pesos, cada mes, no son muchos, siempre y cuando no se nos ocurra compararlos: porque, por ejemplo, junto a un sueldo mínimo mensual, pues viene siendo una cantidad que ya quisiera un obrero aunque fuese como extrita una vez al año, o qué se yo... entre los marginados, esos millones de miserables que
hay en México, reconocidos hasta por el tan traído y llevado programa de Solidaridad, pues veinte mil pesos al mes de estos nuevecitos, no les caerían nada mal, aunque con ellos tuviese que vivir toda una familia, de esas numerosas que no han accedido a la publicidad de la familia pequeña que vive mejor. Insisto, todo es según el color del cristal con que se mira. Al güero Rodríguez Alcaine no le alcanzará, pero quizá, estirándolo un poco, el sueldo de diputado podría serle suficiente. Quizá tendría que reducir gastos, qué se yo, mermar vehículos de su flotilla personal, liquidar a unos cuantos güaruras, cerrar algunas de sus casas de veraneo, reducir sus ranchos; quizá pedir en su casa que no se sirviera botana y se pasara directamente al arroz o a la sopita aguada y, desde luego, olvidarse del x ron como digestivo y beber simple coñac o brandy español. Olvidarse también de Las Vegas o de cualquier lugar donde haya casino, porque ya sabemos que no se puede resistir la tentación de entrarle a la jugada y si acaso se siente que la vida pierde interés sin la salecita de las apuestas, jugar con panchólares. Otra solución para estirar el sueldo de 20 mil pesos mensuales, sería la de aprovechar los viajes pagados y pedir vales de gasolina, de esos que dicen que ya no se distribuyen y, bueno, no salirse del huacal; es decir, cerrar filas con el o la líder del partido para tener acceso a las extritas o sea a las comisiones que seguramente el güero Rodríguez Alcaine, no desconoce. No estaría por demás que echara una platicadita con el Legorreta aquél que, en plena inflación –allá por los ochentas-, aseguró que con diez mil pesos diarios, que entonces eran el sueldo mínimo, sí se podría vivir, seguramente que podría darle unas clases de economía doméstica para estirar los veinte mil nuevos pesos que le tocarían de sueldo en su función de diputado. Nadia Piamonte. Para empezar. EL EDITORIAL Como su nombre lo indica, el editorial es función del editor. Expresión que surge de la prensa escrita para referirse a la cabeza de la organización periodística, a la persona moral o a la entidad empresaria, independientemente de su constitución jurídica. Por lo regular, los artículos, las columnas, los escritos, etcétera, son responsabilidad exclusiva del firmante: la redacción y la dirección del periódico se responsabilizan sólo del material llamado editorial; esto significa, propio del editor, voz extraída del latín que anuncia: el que pare, 107
quien da a luz, quien publica; de edere, sacar, emitir; cada edición es, por tanto, como un parto, un nacimiento.23 El género editorial sigue la línea del comentario, con la diferencia de ser en su esencia la expresión de la opinión del concesionario de la estación, quién habitualmente ordena que una persona destacada de la dirección de noticias exponga la opinión de la emisora acerca de los acontecimientos de actualidad. De igual forma, el editorial expone, analiza, argumenta y critica, en torno a un acontecimiento. Tiene gran semejanza con el ensayo, con la diferencia que no tiene citas bibliográficas finales ni la extensión de un ensayo.
opinión del concesionario, sino su sello sin su firma, que en un par de cuartillas a doble renglón presenta una tesis. No es necesario incluya fundamentación, hipótesis, variables, investigación documental y de campo, así como la concentración de datos que permitan emitir una conclusión en torno a un asunto político, económico y social o relativo a un tema científico, humanístico o de cultura general. Sin embargo, es pertinente que tenga esta orientación sólo que llevada al texto en únicamente una y media o dos cuartillas. La tarea editorial recuerda, a cada instante, que hace falta una radio propositiva que argumente, critique y forme opinión. La producción editorial
El editorial tiene mucho de comentario en cuanto a las reglas de extensión, el empleo de la lengua y el tratamiento de la noticia. Pero, por el uso, ahora generalizado de este modelo, dista mucho de lo que en principio concibió el periodista norteamericano Arthur Bisbane quien definió al editorial en los comienzos del periodismo informativo radiofónico como decir de una manera común y corriente, y no ofensiva, lo que todo el mundo sabe desde hace tiempo. Otros periodistas de su tiempo, definieron al editorial como la libre expresión respecto a las noticias o las tendencias del día, escritas de manera breve y valiente, por hombres sabios y de buen corazón. Se afirma también que el editorial tiene como función hacer alarde de la verdad de una manera tan clara y sencilla como sea humanamente posible, sin perder de vista la necesidad de ser optimista y luchar por evitar la mentira, el engaño y el embuste que pertenecen a las prácticas corruptas que tanto daño han causado al gremio periodístico. La National Association of Broadcasters, NAB, y la Radio –Television News Directors Association, RTNDA, han definido al editorial como “la expresión por radio de la opinión del concesionario de la estación –claramente identificado como tal- en torno a un tema de interés público. Se identifican seis formatos esenciales para el editorial: informativo, interpretativo, de argumentación, de invitación a la acción, persuasivo y de entretenimiento”24. No obstante las diversas, y en ocasiones encontradas definiciones, hoy es posible simplificar que un editorial no sólo es la voz y 23
Arrigo Coen, Para saber lo que se dice, Editorial Domés, México, p. 185. 24 NAB y ARTNDA, Radio news handbook for the small market station, Comp. de David Dary, Universidad de Kansas,1978. 108
La decisión tiene que venir del radiodifusor y de su director de noticias. En una junta regular de trabajo deben establecerse las bases sobre las cuales se va a incorporar al régimen de noticieros regulares el trabajo editorial. Deberán sentarse las bases y políticas aplicables acerca de los temas que se debe seleccionar. Una persona autorizada y experimentada del noticiero deberá iniciar la investigación y redacción de los editoriales. También habrá de clarificarse cómo y con qué frecuencia deberán ser incluidos en la programación regular de noticias de la estación, así como definirse quién será la voz autorizada para leerlos. En los inicios de la radio los editoriales se transmitían fuera del segmento de noticias regulares de las radiodifusoras. Se buscaba que el auditorio no confundiera las noticias con la opinión de la radiodifusora. La repetición era un factor importantísimo, pero en la actualidad, lo normal es que se transmitan una o dos veces al día y dentro de la barra de noticias regular de cada radiodifusora. La práctica ha demostrado que el trabajo editorial es parte consustancial de la información y, por lo tanto, en estaciones de perfil misceláneo, lo corriente es integrar el trabajo editorial al conjunto del segmento noticioso. Por lo general, las estaciones dan a conocer el editorial al público por medio del conductor –si no es él mismo quien lo transmite al aire- y formulan una presentación y un cierre. Antes de pasar a revisar algunos ejemplos, conviene recordar que los editoriales deben presentarse con buen gusto ya que representan a la estación misma; por lo tanto, deben exponerse con integridad, buen juicio y no aparentar tendencias favoritistas que puedan repercutir
en la calidad y aceptación moral que el auditorio ha conferido a la radio. Muchas estaciones prefieren grabar previamente los editoriales, para decirlos con entonación y brillantez, con la claridad y el dramatismo propio de cada tema. La longitud es variable pero no deberá excederse de dos o hasta tres minutos si se quiera mantener la atención del público. Las emisoras que más se ocupan de informar a la colectividad son, por lo general, las que más se preocupan por emitir sus opiniones para formar opinión pública. Una política editorial madura, responsable y profesional debe ser determinada por un consejo editorial. En virtud de que los programas de comentario son también de análisis y crítica sobre acontecimientos de actualidad, el editorial debe diferenciarse principalmente en que el programa de comentario la estación no se hace responsable de lo que el comentarista exprese, pues la responsabilidad recae en el propio comentarista. Por lo común, éste es un periodista o analista que también publica sus puntos de vista particulares en otros medios de comunicación. El trabajo editorial, en cambio, es un servicio crítico, analítico, de encomio o reprobación, de carácter propositivo, de la filosofía del concesionario de la estación. El comentario puede depender de un patrocinador, el editorial no es conveniente que sea patrocinado ni firmado pues representa, en su sentido más amplio, el sentir del emisor que, al ser sujeto de una concesión, está sometido al ordenamiento legal que marca la Ley en la materia. Modelos editoriales Son diversos los modelos que adopta un editorial y dependen principalmente del propósito con el cual se escriben o expresan.. Por ejemplo, el editorial informativo adopta el formato de exposición de los hechos relacionados con la noticia. También, cuando un reportero del equipo de noticias provoca una noticia, el editorialista le puede dar seguimiento mediante editoriales informativos que busquen respuesta favorable de las autoridades con relación a los hechos. El trabajo de investigación que realizan los reporteros constantemente genera nuevas noticias, -que luego hacen suyas otras emisoras u otros medios de comunicación-, esto puede llegar a tener una gran aceptación entre la audiencia ya que mantiene vivo el
interés del público y su seguimiento hace que se den soluciones concretas a problemas a los que no se les daría atención inmediata si nadie se diera cuenta de lo que sucede. A continuación, una muestra de opinión editorial, con Pedro Ferriz, surgida de la noticia del día: (...)Cuando era Procurador General de la República, el señor Jorge Carpizo, se pidió la extradición de los Estados Unidos, del señor Calderón, y Calderón, en frente de todo el mundo salió en libertad allá en los Estados Unidos, allá se encuentra; y que se supone que el señor Raúl Salinas tenía algún tipo de nexo con estos hombres, capos de cárteles de la droga en México, o supuestos, vamos a pensar, del dominio público y manejados por la prensa en todos lados, aquí, allá y acullá; entonces, se pudiera pensar que no por nada, no es gratuito el hecho de que el señor García Abrego no se le encuentra por ningún lado, o no se ha encontrado en el pasado; ahora, yo quiero entender, que la actual administración del presiente Zedillo, no tiene ese tipo de mecanismos de negociación con el bajo mundo de los cárteles de la droga en México, como en su momento pudiera haberse presumido que el señor Carlos Salinas, sí tenía ese tipo de conductos o puentes de plata entre su administración y los cárteles de la droga en nuestro país. Si el presidente Zedillo hoy está haciendo un compromiso ante la opinión pública, de decir, aquí nos vamos a ir hasta las primeras consecuencias (sic) de todo este asunto y si la información que viene del exterior lo que está haciendo es acelerar un proceso en donde hoy los mexicanos nos damos cuenta fehaciente de que hubo enormes irregularidades en el sexenio pasado, en función de protección, de poder, de prebendas, de negocios ilícitos, -lícitos porque tenían de algún tipo de oficialidad con la sociedad-, pues entonces estamos aquí partiendo de la base de que hoy se entendería o se trataría de entender aquel mensaje en donde el presidente Salinas trataba de involucrar o de hacer un hilo conductor, que a lo mejor en su momento no le dio tiempo, al decir mis enemigos serán tus enemigos. En todo ello, yo me pregunto ¿y quiénes son los enemigos de México?, ¿quiénes se levantan como los enemigos de este país?, ¿a 109
quién tiene que enfrentar la actual administración para darle legalidad, legitimidad a los procesos de investigación que hoy se dan en nuestro país y en el mundo? Y en todo ello, esos enormes capitales que se armaron en el sexenio pasado, en donde se hacen especulaciones en el sentido de que entre los Salinas, la familia Salinas, pudiera ser poseedora de una fortuna de algo así como cuarenta y cinco mil millones de dólares, ¡no me puedo imaginar una cifra así, no me la puedo imaginar! ¡no es, no se vale pues, una cifra así! Pudiéramos llegar a la conclusión de que no en vano pasamos el año que pasamos; pasamos uno de los años más difíciles desde el punto económico, desde el punto de vista político de nuestra historia, y es por algo, y ese algo es que el hoy Presidente de la República, Ernesto Zedillo, hubo de enfrentar desde el poder, toda una serie de obstáculos que para el poder se le presentaron; y hacemos votos porque tenga esta administración la fortaleza para desterrarlos y hacerlos a un lado, y le quiero decir desde este momento, no es fácil eh? No es fácil; y en ello, una nota de comprensión al presidente Zedillo, por lo que ha tenido que enfrentar a lo largo de estos últimos meses; lo que ha tenido que vivir este hombre, dentro de toda esta estructura de corrupción que ha tenido que enfrentar desde el poder y de deshacer los entuertos que aquí seguramente se dejaron, ha sido algo que, estoy seguro, le habrá costado un enorme esfuerzo, un enorme trabajo y una enorme dedicación. Y muchas de las cosas que hoy, desde la sociedad, a lo mejor no podemos entender, si lo vemos desde la perspectiva de estos cochupos que se armaron -en el sexenio pasado-, podríamos entender lo que ha tenido que enfrentar la administración del presidente Zedillo; un hombre que no iba a llegar al poder, llegó; y en todo ello nos preguntamos y ¿el que iba a llegar al poder: Luis Donaldo, por qué no llegó y, José Francisco Ruiz Massieu, que era un hombre del poder, por qué lo mataron y, en todo ello, por qué hay tantas cosas que en este país no nos podemos explicar? Bueno... cuando nos vamos a los bajos mundos por donde ha transitado nuestro país, y el ejercicio del poder en México, no en balde hoy tratamos de entender, tratamos de adivinar que en el fondo hubo muchas cosas que hoy se nos antojan, ante la vista de la opinión pública, como inexplicables; y cuando las cosas no tienen explicación en el fondo... es porque en su momento tampoco la tuvieron. 110
Vamos a hacer una pausa, regresamos con más. (...) todo mundo vivimos la llegada, el arribo de Ernesto Zedillo a la candidatura, hacia la Presidencia de la República. Entonces, en su llegada, realmente, a esos grupos no les da tiempo no les da posibilidad, no hay un esquema en donde se intente una negociación. Y quiero decirle una cosa, Ernesto Zedillo, hubiera dicho exactamente lo mismo que dijo en su momento Luis Donaldo Colosio. Ernesto Zedillo, hubiera y seguramente ha dicho que no, que él nunca trataría ni negociaría con estos círculos de la ilegalidad. Opinión editorial, Pedro Ferriz de Con, Para empezar, 27 febrero 1995, 8:00 hrs. El editorial interpretativo o de investigación da a conocer los acontecimientos relacionados con la noticia de actualidad y los desmenuza de manera que el radioescucha pondere su importancia, su significado real, vital. Quizás, el sentido oculto del suceso. La importancia de una conclusión que la estación estime correcta es básica en este modelo editorial. Esta es una muestra: 14 de septiembre: la chiapanidad El 14 de septiembre de 1824, un día como hoy, el pueblo de Chiapas decidió por propia voluntad, pertenecer a esta gran nación que tiene como emblema nacional un águila devorando a una serpiente. Hoy se celebra el día de la chiapanidad con una serie de festejos patrios que tienen lugar principalmente en la ribera del río Mezcalapa, que lleva sus aguas templadas al Cañón del Sumidero a sólo 15 kilómetros de Tuxtla Gutiérrez; precisamente en la ciudad de Chiapa de Corzo, población de unos 20 mil habitantes que lleva el nombre de Ángel Albino Corzo, distinguido patricio chiapaneco. Hoy se cumplen 172 años de que en un referéndum ejemplar, los chiapanecos decidieron para siempre su mexicanidad. Chiapas ha estado presente en la historia mexicana de manera singular. Durante la Independencia, el genio del pueblo supo preservar la autonomía del territorio cuando la situación así lo exigía y federarse a México en el momento exacto. En momentos culminantes de la historia nacional, los chiapanecos han
sabido responder a circunstancias adversas, sin abandonar su esencia de ocote, de valle y de montaña... Abrazado de la historia patria, el pueblo de Chiapas ha labrado su destino con ejemplar decisión como siguiendo el curso de sus inmensos ríos. La autenticidad de sus huellas es tan hondo como las raíces de sus ceibas y cuando los mexicanos fueron convocados para formar la nación, el pueblo chiapaneco se alistó dispuesto a fundir su destino con la Patria. Chiapas es en el cosmos lo que una flor al viento... expresa el poeta. Los pueblos indios de Chiapas, nobles y entrañablemente solidarios a México lanzaron su grito de justicia, su grito sin espacio, rompimiento en mil aristas, como expresa el poeta Oscar Bonifaz, su silencio milenario. Los indios de Chiapas emergen de un pasado que agotó su paciencia para exigir justicia. Los indios de Chiapas, no sólo han aportado su trabajo y su cultura, su sabiduría ancestral, su humilde estructura comunitaria y su lealtad, sino también su férrea vocación de libertad y democracia que el primero de enero de 1994, comienza a relatarse. Y es que el cacicazgo, la injusticia y la segregación olvidaron que un día, en el correr de los siglos, el pueblo indígena se fundió con la población de origen europeo, y surgió una valiente sociedad que se forja desde los duros días coloniales, para abrirse paso antes de cerrar el siglo veinte y, quizás para siempre, en su afán de aniquilar, los caciques e injustos gobernantes que saquearon su patrimonio, destruyeron sus bosques y marchitaron la flor de sus hijas de granito. Un día como hoy, hace 172 años, una acción reprobable del general Vicente Filisola, al disolver la Junta Suprema de Chiapas, provocó la rebeldía de los chiapanecos, que en Comitán de las Flores, Azaluta, -hoy Trinitariay en Tuxtla Gutiérrez proclamaron el Plan Chiapas libre que, finalmente, logró el triunfo e hizo que la nueva entidad permaneciera por espacio de tres años, independiente, tanto de Guatemala como de México.. Chiapas se anticipó a todas las provincias que formaban parte de la Capitanía General de Guatemala y proclamó su independencia en la ciudad de las Flores el 28 de agosto de 1821, animados por la fe de Fray Matías de Córdoba. El 14 de septiembre de 1824, doce partidos
con ciento cuatro pueblos y 172,973 habitantes ratificaron solemnemente su deseo de seguir siendo mexicanos. En vísperas del grito de Dolores, los chiapanecos celebran hoy, y lo celebrarán cada ñao, la Batalla de la Chiapanidad en todos los pueblos del estado. Y deja sentirse en todos los rincones, un rumor de marimbas, pirotecnia de luces de colores y fiesta nacional que dan un sentimiento de unidad solidaria, legítimo eslabón de hermandad y reciedumbre que explica un nacionalismo característico y disímbolo al de otras regiones de la Patria. Romeo Figueroa, XEU-AM, El dictamen, 14 de septiembre 1994. El editorial de expectativa y argumentación es un modelo que presenta cierto grado de dificultad ya que requiere dominio del tema. Con frecuencia se refiere a hechos relacionados con problemas nacionales que afectan a la región o al municipio, como el desempleo, la economía, la seguridad, la salud, la política, elecciones, designaciones a cargos públicos, personalidades que tienen posibilidades de figurar y los temas nacionales que de modo particular afectan la vida individual y colectiva del país. Es un modelo editorial que requiere de gran habilidad, conocimiento humano y buen juicio. Se sustenta en la argumentación lógica, de la causa al posible efecto. Requiere de un trabajo de investigación y conocimiento profundo de los antecedentes de los hechos pues tiene un alto grado de predicción, y debe desarrollarse conforme a un criterio responsable y ponderado de la estación. He aquí un ejemplo: ¿Quién paga...? ¿Cuál es la verdadera cara de la crisis? Me preguntaba uno de esos gurús de la economía moderna. Todo parece indicar que están tratando de sacar dinero de donde sea. No se trata sólo de encontrar evasores de impuestos. Pues todas las dependencias del gobierno federal han desplegado un enorme contingente de visitadores, inspectores, citadores, notificadores y ejecutores de todo tipo, clase y categoría. Se trata, sin duda alguna de extraer dinero de dónde sea y que, entre todos y cada uno de los miembros de la sociedad, se pague un 111
adeudo del que nos hacen responsables a los mexicanos sin deberla ni temerla y del cual nadie nos enteró que no sea por las declaraciones ministeriales y cupulares que, no obstante año de elecciones, en 1994 los corifeos del neoliberbarbarismo pontificaron con solo discurso: vamos por el camino correcto. Nadie podía creer que se estaba gestando el mayor saqueo de la historia –pero no por la vía de los intereses en dólares que iban a recibir los ahorradores extranjeros y golondrinos-, sino por la del enriquecimiento explicable de quienes provocaron el más catastrófico descalabro económico de la historia reciente de México. Así de sencilla la explicación. Costo muy amargo, vaticinaron nuestros primos, que sí saben de estas cosas en los Estados Unidos. Pero no se quiso entender. Los primeros y más directamente afectados han sido los consumidores. La gente, conjugamos el verbo en plural: todos. La sociedad civil, los trabajadores a destajo, los trabajadores abandonados por el Congreso del trabajo, los trabajadores con título pero sin trabajo y, por supuesto, los burócratas. También están incluidos los miembros de los partidos políticos. Ellos tendrían el mérito de una cuota más alta, conforme a su status. En los casos cupulares, la de ostentar la frivolidad de principios, (más atentos en la grilla de camarillas que en México), la ausencia de proyecto y el malestar que produce el saber que tan malo ha resultado el pinto como el colorado. ¿A quiénes más les toca pagar? A las etnias engañadas y despojadas que ahora parecen entrar de nuevo a su letargo de abandono milenario. A los hombres del campo sembrados en el campo de la desesperanza. A los empleados medios, medio empleados y medio hambrientos. A la mayoría de los pequeños y medianos comerciantes, tristemente flagelados e incomprendidos. Como que desde Luis Echeverría les enseñaron a sentirse enanos, pequeños burgueses, ladrones y apartidas. Soñadores aprendices de empresarios hoy enfrentados al cierre porque han caído en la incapacidad de pago, pues los bancos abrieron sus fauces encarnando al mismísimo legendario dragón de las siete cabezas. Con la miseria en que se debaten, ahora ni las Udis, ni nadie los podrá rescatar! 112
Muchos más, incontables industriales hoy agobiados por un estado de cosas que los ha postrado en bancarrota porque, incluso cuando cierren, sus dirigentes no podrán encontrar chamba ni en PEMEX, como ayer que era dinastía hereditaria. Impuestos a un régimen de impuestos que continúa fomentando el terrorismo fiscal; la hacienda les puya, les azuza, les amenaza; allí va el cierre sin importar que haya trabajadores que se quedan al garete porque la consigna es dar y acabar con ellos, como si la vocación de algunas dependencias oficiales fuera la de exterminar como plaga a quienes sostienen esas fuentes de trabajo. Diríase que se cultiva un cultura de fomento al resentimiento y al odio recíprocos. Un resentimiento que aflora con mayor vehemencia cuando se trata de exigir la documentación omitida, burocráticamente reiterada, obsesivamente intimidatoria. Un culto que se ramifica a todas las actividades y sectores: el policía extorsionador, el prestador de servicios corrupto, el político influyente, el profesor déspota, el comerciante despiadado, el prestador de servicios chapucero, el burócrata resentido, el sindicalista perverso, el funcionario prepotente, el empleado mañoso, la lista sería interminable. En tanto, se anuncia que aún no entramos al verdadero fondo de la crisis económica, se pretende ocultar la verdad con discursos gastados mientras se agudiza la crisis moral que es mas devastadora, corrosiva y brutal. Se queda en el aire la revisión a la autoestima, la escala de valores; la necesidad de ponderar actitudes y consensuar logros, redefinir metas. Brilla por su ausencia la autoridad moral. A pesar de ello, la conciencia nacional sabe que tiene que luchar y resistir porque el mundo, como dijo Luis Donaldo, no nos fue donado por nuestros padres, nos fue prestado por nuestros hijos. Romeo Figueroa, XEU-AM, El dictamen. El editorial propositivo generalmente analiza un problema presente, pasado o futuro, lo expone en detalle, lo revisa en su contenido y propone una solución. Es el modelo que presenta mayor facilidad de investigar y de redactar, por esto mismo, a menudo se abusa de él. No es conveniente convertirlo en campaña y formular continuos llamados a favor de una acción determinada pues el radioescucha tiende a desoír o a reaccionar con suspicacia y ello puede desgastar la autoridad
y credibilidad de la emisora. Obsérvese este ejemplo: INSEGURIDAD PÚBLICA La prensa nos ha enterado suficientemente que los mexicanos tenemos paciencia de sobra, que tenemos mala suerte o que nacimos para perder... Pero la inmensa ola de robos, ante la impunidad, han creado un esquema de temor generalizado por los cuatro puntos cardinales de la nación. La sociedad está cansada de recibir paliativos y explicaciones que en nada conducen a restablecer la seguridad. La comunidad reclama, con pleno derecho y justicia, lo que le corresponde en materia de seguridad pública. Hechos, hechos, pero hechos que se traduzcan en orden, en paz pública, en seguridad ciudadana, en calidad de convivencia urbana. Pero estamos lejos de esta realidad porque la delincuencia organizada, traducida en violencia callejera cotidiana, permanece siendo el triste marco de atracción turística, desde el Centro histórico hasta las colonias, desde los suburbios hasta el rincón más apartado. Y lo que es más desalentador, ante la aparente complacencia de las autoridades que, enclaustradas en otros menesteres burocráticos, parecen estar más ocupados en sus asuntos personales que en atender este reclamo de la ciudadanía. En un amplio reportaje, el periodista veracruzano Guillermo Wong destacó cifras alarmantes que son la realidad: 440 policías analfabetas son los que atienden a una Ciudad de Veracruz de 328 607 habitantes, es decir, un policía por cada 747 habitantes. En lo que va de 1993, se han reportado 60 autos, sólo en lo que fue el mes patrio-, un promedio de tres asaltos a mano armada diarios e incontables homicidios, violaciones, robos a comercios, atracos callejeros, asaltos a camiones repartidores que van desde el Centro histórico de Veracruz hasta las más apartadas colonias. Se culpa a la explosión demográfica, al creciente desempleo; 95 por ciento de los elementos de la policía son analfabetas, sólo 5 por ciento de los elementos han estudiado la primaria y más que de servicio público tienen vocación por la supervivencia en condiciones verdaderamente miserables. Ni la policía institucional, ni la vigilancia especializada y de cuadra han resuelto el problema. A cambio de
ello, tenemos una delincuencia mejor organizada; con vehículos, armas y técnicas para el robo y el asalto más perfeccionada. Diríase, en tanto que las autoridades y organizaciones civiles duermen, la delincuencia avanza como cáncer sobre la ciudad. Es imperativo poner en marcha una acción conjunta de autoridades y población civil que contemple por lo menos un programa organizado de educación policial que se sustente en un presupuesto decoroso y que también permita investigar el origen y personalidad de cada uno de los elementos que se vayan a alistar. El programa debe contemplar capacitar permanentemente a estos nuevos elementos; establecer incentivos de una razonable retribución a los policías que se destaquen en el cumplimiento de su deber, donde –incluso- puedan participar elementos de tránsito que, por cierto, andan igual o peor en algunos casos, porque Veracruz está reclamando a gritos su seguridad. No puede haber modernidad, ni tranquilidad social, ni turismo, ni desarrollo en una población que cuenta con un esquema de seguridad pública –policial tan pobre y tan deteriorado. Que este proyecto no se concrete a un trienio, que se contemple en el largo plazo y que lo desarrollen, supervisen y tutelen autoridades y civiles. Pero, que conste, no puede haber policía efectiva al servicio de la comunidad con elementos analfabetas y con autoridades ausentes de autoridad. No puede existir seguridad ciudadana mientras los elementos de la policía se estén muriendo de hambre. No puede haber policía eficiente mientras no haya quien los organice honrada y honestamente y asuma la responsabilidad. Si el gobierno no asume esta responsabilidad pública, los particulares tienen que organizarse, pero ya... Y esa, es la verdad... Romeo Figueroa, XEU-AM, El dictamen. El editorial persuasivo emplea elementos de la sicología para vender una idea y formar opinión en apoyo de una causa de interés social. Los sujetos de este tipo de trabajo persuasivo pueden ser múltiples: ya a favor de la Cruz Roja, del cuerpo de bomberos, de la casa del anciano, del hogar de niños o de instituciones de servicio social que requieran de apoyo de la comunidad. Se busca de una manera sutil la participación ciudadana. En este tipo de trabajo editorial, la radio tiene una fuente poco explorada y de gran utilidad. Incluso, existe la posibilidad de que el 113
radiodifusor solicite a las instituciones de servicio cartas que testimonien su interés y participación en esta clase de campañas. Es claro que la persuasión también puede orientarse hacia diversos propósitos. La radio debe mantenerse estrechamente identificada con la comunidad a la que sirve. Por ello, el editorial persuasivo es un vehículo de extraordinaria eficacia como servicio a la comunidad. Analícese la siguiente muestra persuasiva: EL LADO INVISIBLE DEL ACUARIO Nadie duda hoy que el Acuario de Veracruz representa una de las obras más trascendentales y progresistas de interés turístico nacional. Por sus características, es el único en el mundo que no ha necesitado del subsidio oficial, pues su administración está basada en un programa de autofinanciamiento que no sólo permite la operación de complejos equipos para proporcionar un hábitat a las especies que aloja, sino también promover actividades de automejoramiento y desarrollo de un centro recreativo y turístico de primer orden en México. Para la construcción de las peceras del Acuario de Veracruz, fue necesario que los técnicos especializados que lo hicieron posible viajaran a distintos acuarios del mundo para comparar e intercambiar experiencias. Un gran esfuerzo de la ingeniería moderna que, sumado al de catorce hombres ha hecho posible un gran sueño de los veracruzano. El Acuario exhibe hoy en sus gigantescas peceras las más raras y delicadas especies de peces, moluscos y crustáceos provenientes de los mares más remotos de la Tierra y que, en condiciones normales, la mayoría de los miembros de la población que lo visita, viviría toda su vida sin llegar a conocer. Para que el Acuario funcione en condiciones óptimas de servicio es necesario destacar la permanente tarea de investigación científica que se realiza no sólo para conservar la vida de las especies en exhibición y las cuarentenadas, sino para propiciar a sus encantadores huéspedes submarinos las condiciones que más se aproximan a las de su hábitat natural. 114
Las tareas de limpieza, desinfección y mantenimiento de peceras y servicios requieren también de grandes sumas de dinero que no es posible obtener sólo de los ingresos de los condóminos de su centro comercial; por esta razón, se mantiene una cuota de recuperación de cinco pesos para niños; 15 para adultos y 10 para personas del Instituto Nacional para la Senectud, Insen. Algunas organizaciones de niños y personas desamparadas, de organismos no lucrativos y de otras instituciones de asistencia social solicitan a diario realizar visitas al Acuario de Veracruz de manera gratuita; argumentan no disponer de recursos por su carácter filantrópico. A estas organizaciones se les recomienda que busquen el apoyo de otros organismos y empresas, para costear las visitas al Acuario que programen para sus agremiados, ya se trate de niños o grupos de visitantes de escasos recursos. De ninguna manera resulta educativo enseñar a los niños – aunque sean de limitados recursos- que los servicios son gratuitos ya que todo tiene un costo en la vida. Lo que no cuesta carece o pierde su valor. El Acuario merece del apoyo de todos ya que representa un atractivo turístico para Veracruz. Pero además, requiere de recursos para su óptima operación. Nuestros niños merecen un Acuario de Veracruz limpio, renovado en especies y moderno en servicios. Esta premisa hace indispensable que todos paguemos la modesta cuota de recuperación para tener acceso a él. Como lo señala su director técnico Luis Kasuga Osaka, lo normal es que no existiera un acuario en Veracruz; lo anormal es que ya existe uno... Esta es la parte invisible del Acuario de Veracruz que, principalmente los veracruzanos, tenemos la obligación moral de ver. Romeo Figueroa, XEU-AM, El dictamen. El editorial de cultura, como su nombre lo indica, abarca al más amplio espectro de temas de interés social, de índole material o espiritual, organizados lógica y coherentemente; incluye los conocimientos, los valores y las creencias, el arte, la ciencia y tecnología en todos los órdenes de la vida. El trabajo editorial de cultura debe estar a cargo de un comunicador que tenga gran conocimiento humano, sensibilidad, criterio, buen gusto y dominio del idioma. Sin estos
elementos conjugados; podría resultar culto, pero pobre en su capacidad de comunicar; con buen criterio, pero de expresión oral monótona o torpe; creativo en uso de su idioma, pero con un lenguaje verboso que invita a dormir. La tarea editorial corresponde a un analista social, orientado en el arte, con sobrada experiencia y talento. Ha de tomarse en cuenta que la Ley contempla cierta obligatoriedad de prestar un servicio social a la comunidad. Por ello, la SCT, remite a las radiodifusoras de México la Boleta estadística anual, en la que se contempla el porcentaje de programación cultural que la radiodifusora debe emitir por su cuenta y en la cual puede quedar comprendido el trabajo editorial. En seguida, un bello ejemplo de editorial de cultura:
Tzompatitlán Coaxalpan.
y
que
después
pasarían
por
La tristeza inundó a la Madre Tierra, pero desde su vientre, Huitzilopochtli le dijo que no se preocupara porque él la defendería. Cuando los contrarios llegaron a la cumbre de la montaña, en el instante más peligroso nació Huitzilopochtli. Pero no nació como bebito sino como gran guerrero. Se veía hermoso con su escudo de plumas de águila, sus saetas, su lanzadardos de turquesas. Se pintó el rostro con franjas diagonales, los brazos y las piernas de azul, se puso un penacho espléndido y orejeras.
El nacimiento de Huitzilopochtli Los antiguos mexicanos tenían una cuenta del tiempo precisa: dividían el año en dieciocho meses de veinte días, más cinco jornadas llamadas nomentemi, de mala fortuna. El mes decimoquinto era el panquetzalistli o alzamiento de banderas; comenzaba en el noveno día del mes que nosotros conocemos como diciembre, y terminaba el 289. En esas fechas se celebraba el nacimiento de Huitzilopochtli. La historia es esta: cierto día en un cerro llamado Coatepec, Coatlicue, la diosa de la tierra, se puso a barrer para hacer penitencia y limpiar los pecados. Como siempre, llevaba su falda de serpientes. De pronto, del cielo cayó una bola de plumas preciosas. Semejante belleza nunca había sido vista. Coatlicue se llenó de dicha con el tesoro: lo tomó y se lo guardó en el seno para seguir con su quehacer. Entonces, las plumas suaves y ricas en colores desaparecieron y ella quedó encinta. Cuando sus hijos, las estrellas y la luna, lo supieron, montaron en cólera. La luna, llamada Coyolwauqui, encabezó un ejército de cuatrocientos astros para pelear contra su madre. Iban ataviados con vestidos de papel, brazaletes, colgajos. Se ataron campanillas a las piernas y sus flechas lucían puntas barbadas. Una estrellita buscó a Coatlicue para prevenirla. Le dijo que ya venían por
Con su víbora de fuego hirió a Coylxauqui, le cortó la cabeza y arrojó su cuerpo desmembrado colina abajo. Huitzilopochtli persiguió a los astros, que se fueron huyendo como conejos por el camino del sur. Eso fue lo que ocurrió en la cima de Coatepec, la montaña de la culebra. Patricia Ávila Díaz, La jornada niños, 30 diciembre 1995. El comentario editorial es una modalidad interpretativa de características múltiples en el quehacer periodístico radiofónico. Surge de la noticia que da a conocer el conductor del noticiero. Se apoya en la directa declaración de una fuente y del reportero que emiten el testimonio viviente de la información. Finalmente, el conductor improvisa un comentario de tipo editorial relacionado con la noticia que acaba de recibir de un reportero. Para esta clase de trabajo periodístico no sólo se requiere de extraordinaria experiencia y habilidad para comentar, sino de conocimiento y criterio acerca de los hechos que se comentan ya que, prácticamente, el comentario editorial es una tarea que requiere el mayor cuidado y responsabilidad del conductor del noticiero. Es la obra literaria oral llevada al lenguaje de la radio. Obra cumbre del arte de la expresión hecha noticia. No se recomienda que lo practique quien carezca de experiencia para comentar. Pedro Ferriz de Con, director del informativo Para empezar, da una muestra de esta modalidad; obsérvese que el comentario editorial se produce cuando el subprocurador Mario Ruiz Massieu, era un funcionario de gobierno del que no se 115
imaginaba que pudiera dar motivo de un escándalo político de grandes proporciones. Pedro Ferriz da a conocer la noticia: Rechazó el Sub Procurador General de la República, Mario Ruiz Massieu, que la PGR esté investigando posibles casos de lavado de dinero por parte de empresarios en Nuevo León. Hay todo un llamado que hace la Procuraduría General de la República a los agentes judiciales de la PGR. La consigna es buscar a todo aquél que se dedique al narcotráfico.. ¿las condiciones?... Éstas: María Eugenia: María Eugenia entra con la nota: Estímulos económicos para los agentes de la Policía Judicial Federal que atrapen narcotraficantes ofreció en Nuevo León el Sub Procurador General de la República, Mario Ruiz Massieu, en su visita por este estado, donde se reunió con empresarios, miembros del Ejército y con el gobernador Rizo García. Ruiz Massieu, entrevistado al término de una reunión privada con empresarios, señaló lo de las recompensas sin precisar cantidades, pues dijo que el pueblo de México debe recobrar la confianza y no crear un clima de terror en la ciudadanía ya que, afirmó, éste es el papel de la Procuraduría General de la República. Mario Ruiz Massieu, señaló que los agentes deben de conocer quiénes son los narcotraficantes más importantes en cada estado ya que ese es su trabajo: el de investigar y conocer todas las redes de delincuentes. Así mismo, el Sub Procurador reiteró en Nuevo León, el ultimátum en contra de los comandantes y agentes de la policía judicial federal que se les compruebe actos de corrupción y aseguró que se actuará en consecuencia. En la Sultana del Norte, María Eugenia Cárdenas, Para empezar. Comentario editorial de Pedro Ferríz de Con: El Sub Procurador de la Procuraduría General de la República, Mario Ruiz Massieu, un hombre del equipo del doctor Jorge Carpizo, está retomando una bandera en la PGR, y ésta tienen que ver con los fines, los objetivos primeros que busca esta corporación que se dedica justamente a perseguir a todo aquello 116
que sea delictivo o que tenga ese carácter en México. Mario Ruiz Massieu, en principio, envía un anzuelo a los agentes judiciales diciéndoles que serán estimulados económicamente aquellos agentes judiciales que denuncien aquellos procesos que de corrupción, producto del narcotráfico, se den en toda la República mexicana. Bueno, en primer lugar habría que decir que la mayoría de las delegaciones de la Procuraduría General de la República, en toda la República Mexicana, no se han dado por aludidas. Ellos dicen que todavía no han recibido de parte de la Procuraduría ninguna indicación. Esto, si bien es cierto, ya es grave, es más grave cuando nosotros pensamos que, en principio, Mario Ruiz Massieu, no ofrece compensación. En primer lugar, se ofrece compensación económica por algo que se tendría que hacer en el trabajo. Es como si a nosotros, que estamos trabajando aquí, nos ofrecieran un estímulo económico por trabajar ¿no? Aparte de nuestro sueldo, pues ya tenemos un sueldo y para eso trabajamos. Ahora, ya que se ofrece un estímulo económico, pues lo primero que habría que preguntar e si el estímulo económico que ofrece la PGR, a lo mejor es mejor o es peor que el estímulo económico que los agentes judiciales reciben del propio narcotráfico. Esa sería una ¿no? Y... bueno, por otra parte, ya el caer en esa tesitura y que los agentes judiciales en toda la República Mexicana no se den por aludidos, quiero decir que, en principio, bueno, ellos no estaban reconociendo que estaban destinados, que su trabajo era el de perseguir al narcotráfico en donde quiera que éste se presentara y tiene que venir un subprocurador para este tipo de asuntos para decirles: señores, los vamos a estimular; pero, si dentro de un mes no empiezan a dar ustedes resultados de denuncias concretas sobre en dónde están los narcotraficantes, entonces si vamos a tener problemas. Las repuestas han sido tan diversas como estados de la república hay. En Baja California: mutis! En Jalisco, no se dan por enterados. En Veracruz: dicen que, bueno, ellos han hecho lo mejor posible pero que si no encuentran a los narcotraficantes es porque no saben en dónde están; y después de todo, para eso es su labor; porque yo tampoco sé en donde están pero yo no trabajo en ello. De toda suerte, aquí, la Procuraduría General de la República, tendrá que encontrar una serie de espacios en donde se redefina desde cero cuál es la función primigenia de esta Procuraduría General de la República. Hay una problemática que hoy está vigente en nuestro país y que lo sabemos entre la sociedad: el narcotráfico ha permeado. Eso ya lo sabemos. El problema es que no sabemos
en qué grado y... me temo que es muy alto. Pedro Ferriz de Con, Para empezar. Los programas de discusión ¿Hay algo que no se ha dicho en la radio? Habrá que discutirlo! Los programas de discusión en la radio están enfocados hacia el intercambio de opiniones, a la libre y pública exposición de criterios y puntos de vista relacionados a distintos temas del conocimiento. Para su desarrollo, se recurre a diversas técnicas de comunicación. Supera el propósito estrictamente informativo pero no debe confundirse con el género entrevista, cuya función, se centra en extraer y no intercambiar argumentos y opiniones. El comunicador asume funciones de moderador de los programas de discusión y tiene la responsabilidad de aprender a trabajar entre la línea delgada de lo que es la preparación excesiva y la preparación insuficiente. Tampoco es posible escribir un guión completo para un programa de discusión, porque los participantes desconocen la orientación final que tendrá el programa o qué parte específica del material se va a presentar, hacia y hasta dónde puede llegar un programa en un momento dado. La falta absoluta de preparación de un programa podría dar como resultado que los participantes titubearan y fueran presentados por el moderador sin saber a qué vienen y a dónde pretenden y pueden llegar. Por tanto, es útil hacer un diseño de programa de discusión que detalle, oriente y enfoque la actividad entre los participantes y que sirva de guía para que lo conozcan antes de la fecha del programa y se formen un criterio a seguir. Así mismo, es recomendable preparar la entrada y el cierre del programa, la presentación de los participantes, los posibles resúmenes o ajustes, ya que son tareas que el moderador debe realizar para no perder el centro de atención sobre el que deberá girar el cuerpo de un programa de discusión. Los programas de discusión resultan prácticamente nuevos en la radio. Ellos representan, en el contexto de la información, un cúmulo de nuevas posibilidades y de audiencias más amplias. Por esta razón, no podían quedar excluidos de esta obra. Lo primero que se tiene que hacer es responder la pregunta de ¿qué se debe entender por programas de discusión? Ya aclarar que es prácticamente imposible establecer un acuerdo con los diversos tratadistas sobre el
fundamento semántico de los conceptos: discusión dirigida, mesa redonda, panel, simposio y debate. Hay un momento en que cada concepto parece significar lo mismo. Aún persiste una insistencia por mezclar y confundir los conceptos fundamentales donde la radio llega un poco tarde a la incorporación de estos modelos. Se procurará cierta indulgencia pero, al mismo tiempo, se intentará un método para un posible manejo universal de estos géneros. Se trata, por tanto, de establecer un método que resulte práctico para las definiciones y aplicaciones sin pretender que, con ello, se esté expresando la última palabra, pues hay que recordar que todo intento sistematizador es perfectible en el tiempo y espacio. Los formatos de presentación para los programas de discusión adoptan diversos enfoques: Los programas de discusión dirigida o mesa redonda asumen, por lo general, la forma de participación de dos o más invitados, a fin de ofrecer a la audiencia el análisis de un problema o la deliberación de una cuestión determinada. Por lo común, los invitados son especialistas en el asunto que se va a exponer, examinar, discutir y proponer; pero también, es posible que participen personas de la propia comunidad, que tengan conocimiento de los temas y autoridad moral para argumentarlos; sobre todo, aquellos que viven el problema en carne propia y tienen suficiente criterio para proponer soluciones. Por ejemplo, si el tema de la mesa redonda es el funcionamiento de un servicio de interés público, resultará interesante que, al mismo tiempo que los funcionarios y técnicos expongan su versión, sea posible escuchar los reclamos y quejas de los usuarios del servicio. La radio había sido considerada como un medio unidireccional, autoritario y de retroalimentación diferida en sus primeros tiempos; sobre todo, por aquellos críticos que la consideraron un instrumento de alineación al servicio de oscuros intereses, para emplear una expresión crítica de los años setenta; pero los tiempos han cambiado y ahora, gracias a la dinámica social, democratización de los procesos políticos y el desarrollo de las nuevas tecnologías, la radio ha revalorado su función y conquistado un lugar con nuevas aplicaciones del medio entre las que figuran, junto a otras, la retroalimentación instantánea, cara a cara o telefónica, que hace posible a los participantes en el estudio discutir de manera pública y abierta toda clase de asuntos de interés general. 117
Las mesas redondas pueden resultar un extraordinario catalizador de los intereses colectivos y determinar nuevos rumbos en el proceso de la información destinada a la resolución de problemas comunitarios Así, un problema sobre educación, por ejemplo, no sólo es posible tratarse y plantearse por educadores y funcionarios de educación, sino también por padres de familia, profesores y por los mismos estudiantes, así como por otros miembros de la comunidad. En la mesa redonda hay siempre un comunicador que funge como conductor o moderador que coordina el programa, formula preguntas dirigidas a cada uno de los invitados, concede la palabra a los participantes, administra el tiempo y regula la duración de la intervención de cada uno, resume las diversas aportaciones, sintetiza y respeta las diferentes posiciones y, por supuesto, tiene la responsabilidad de hacer las conclusiones a que se haya podido llegar al término del programa. La duración de una mesa redonda puede ser de dos horas, y, de modo preferencial, debe transmitirse en horarios nocturnos o bien, aquellos donde se estime una audiencia importante en términos de estancia domiciliarias por parte de los radioescuchas. La mesa redonda es una fórmula ágil, completa, dinámica, sugestiva de realizar la polémica en la radio. El conductor juega un papel fundamental pues a él corresponde seleccionar los personajes más representativos para aportar información. Por ningún motivo el programa debe ser montado como si se tratara de un documental para lanzarse en vivo. Del comunicador depende una presentación versátil, amable, inusual –como se ha explicado ya-, que hable de un estilo propio que distinga a la estación. Un estilo directo es recomendable, así como un conocimiento profundo del tema. La mesa redonda debe abrirse en forma breve, espontánea y sugerente. Que invite a escucharla sin necesidad de persuadir deliberadamente al auditorio. Inmediatamente del inicio, debe darse paso a la primera ronda de exposiciones y el conductor debe procurar un tiempo máximo y equitativo a todos los participantes. No es necesario que intervengan todos los expositores en la primera ronda, con tal que el tiempo destinado sea respetado para cada uno, salvo que entre los invitados se definan dos posturas claras y que los invitados asientan estar de acuerdo con los argumentos que se expongan, pero ni el conductor ni los invitados 118
deberán apropiarse del micrófono porque ello desluce el programa y merma el interés del auditorio. Por lo regular, los participantes tienden a pedir la palabra para exponer su experiencia o partidarismo y buscan la oportunidad para argumentar en lo que ellos dominan o conocen más. Por esta razón, el moderador debe procurar que las intervenciones se produzcan de manera lógica y sin dispersión de las ideas centrales. El moderador solicitará a los integrantes de la mesa la intervención de aquellos participantes que emitan ideas más claras y precisas sobre el tema para evitar, sin que parezca discriminatorio, de la exposición de tesis poco documentadas u opiniones aventuradas. El moderador no debe expresar su opinión personal. Ello no significa que no deje entreverla. Con frecuencia el moderador olvida esta recomendación y convierte al programa en una de estas dos cosas: reiteración adulatoria de las ideas de los participantes o exposición de su opinión personal, en demérito de las opiniones de los participantes. En ambos casos, la mesa redonda se convierte en un programa de muy mal gusto para el auditorio. El moderador debe centrarse en controlar la dinámica del grupo y evitar la expresión caótica –dos o más personas que hablan al mismo tiempo-, lo cual representará un ruido de mensaje para el auditorio y pérdida consecuente del interés por el programa. Debe propiciar la fluidez libre y espontánea de los participantes y tender hacia un orden lógico de la exposición de argumentos para que la mesa cobre agilidad. También debe concretarse a identificar a los participantes por su nombre, periódicamente, para que el auditorio los reconozca a cada momento y en cada intervención, ya que las opiniones vertidas cobran un efecto distinto según quién las expresa y el tono con que las expresa. El panel puede definirse como un “grupo de personas seleccionadas con el propósito específico para juzgar, discutir y proponer”25 argumentos a favor de un asunto de interés público. El trabajo de panel está a cargo de un moderador; implica la presentación de panelistas, una introducción sobre el problema a tratar, un diseño flexible de los tópicos a discutirse y a desarrollarse, así como el cierre. En cambio, el simposio26, -ahora infrecuente pero antes muy famoso en la radio de los Estados Unidos- es más estructurado; a los 25
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Webster’s new universal unabridged dictionary, 1979, USA. P. 1293. Ibid, p. 1849.
participantes se les concedía el mismo tiempo para sus declaraciones y se les permitía establecer conclusiones de cierre. Las preguntas de la audiencia ocupaban la porción central del programa y el tema era altamente controvertido entre los participantes. El simposio es tarea que con frecuencia asumen las universidades pero no ha tenido aplicación práctica en la radio. Los ingleses llaman panel a la mesa redonda. El programa se caracteriza por invitar a diversas personas para que cada una exponga su punto de vista en torno a un asunto de interés público. Con frecuencia se hace una selección entre personalidades que tienen cierto grado de especialidad en la materia. En este caso, las opiniones pueden resultar convergentes o divergentes. Cuando existe divergencias, se formula la advertencia y se realiza la confrontación pero el panel no busca necesariamente la exposición de opiniones antagónicas. El panel pretende poner en claro las ideas dispersas en torno a la materia, analiza los diversos ángulos, rastrea las distintas perspectivas para establecer conclusiones que llegarán a un criterio convergente o divergente. El periodismo de investigación en la radio puede presentarse como actividad de mesa redonda o panel, con la única diferencia de que el conductor debe dar cuenta plena de una tarea previa de investigación de campo, apoyado por un equipo de colaboradores que suministren información de archivo, que analicen reportes, entrevistas y reportajes provenientes de otras fuentes, trabajo de análisis e investigación que permite enriquecer la presentación a la hora que los invitados se encuentran en el estudio. El debate Ejercicio de la democracia El debate es la otra cara del panel. El debate busca la discusión, la controversia, la polémica. El debate tiene la particularidad, en su esencia, de oponer y confrontar posiciones argumentadas. Cuando se trata de exponer y argumentar sobre la mesa los elementos de un conflicto, el debate invita al programa a las partes en pugna para que ofrezcan razones sobre el problema desde su propia posición y lo discutan. En el debate de un asunto de reforma agraria, por ejemplo, el comunicador invitará a las personas con mayor
representatividad: funcionarios públicos de la dependencia, legisladores del proyecto de reforma, abogados que apoyan el proyecto y dirigentes del sector que están a favor y, por el otro lado, serán invitados los oponentes del proyecto, propietarios de tierras, observadores críticos, dirigentes del sector campesino, ganaderos, sociedad civil y quienes asuman una posición en contra del proyecto. Como instrumento de expresión democrática el debate ha entrado con todo vigor en los medios de comunicación audiovisuales. La estructura del debate se presenta regularmente en dos formatos: el debate directo o el debate dirigido, que asume la relativa libertad de exposición para los debatientes. En el debate dirigido, el moderador –o ancle-man27- controla a su criterio el tiempo que a su juicio corresponde a cada uno y al mismo tiempo centra la discusión cuando alguno de los participantes se desvía, intencionalmente o no, del tema. El debate programado es el otro formato. Se caracteriza por la rigurosa administración del tiempo para los participantes. En ocasiones se realiza un sorteo para distribuir la sucesión de intervenciones. En estos casos, el moderador sólo se concreta a anunciarles los tres, cinco u ocho minutos y las rondas de intervenciones que configuran el tiempo total que tendrá cada expositor quien, a su vez, es dueño de cada segmento establecido previamente. Por supuesto, al final del debate, el moderador les anuncia que sólo les queda un segmento de los minutos convenidos para que cada uno haga sus propias defensas y conclusiones. El debate programado se da cuando se tiene el propósito de propiciar a la confrontación un rigor de orden y seguridad entre los participantes y para tener la certeza que debatirán en absoluta igualdad de condiciones. Este es el caso del debate político, que cada día cobra mayor importancia en la experiencia electoral y parlamentaria de la política mexicana. En el debate político y cuando se trate, por ejemplo, de candidatos contendientes, deberán demostrar su capacidad, conocimiento, experiencia, aptitudes y eficacia. Un buen gobernante requiere de muchas cualidades y capacidad de debate, pues demuestra en el marco de una o
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Literalmente: hombre ancla, moderador de opinión en un debate público. Se atribuye a los conductores como Peter Jennings y Barbra Walker en Estados Unidos. 119
dos horas la capacidad de comunicación, la experiencia y el buen juicio. El debate es una fórmula de extraordinario valor para que la opinión pública advierta la capacidad discursiva entre uno u otro candidato y le permita ponderar quién garantiza mejor el interés social. Aunque parezca increíble, por la sola manera de hablar, por la tesitura de la voz, por el tono con que se pronuncian las palabras y por las gesticulaciones es posible distinguir quién es quién a la hora del debate. Dependiendo de las circunstancias, el debate puede servir para dar una semblanza de la personalidad de un candidato. Por medio del debate es posible distinguir a un temperamento de dictador, o bien, el perfil de un concertador, así como qué tanto puede transmitir hacia los futuros votantes el resentimiento y la angustia de un candidato. El debate hace posible exaltar las virtudes y defectos de los participantes y cada uno dibuja una imagen de su propia personalidad. Como el pez, un debatiente, por la boca muere. El fallo irrefutable lo da siempre la opinión pública, pues salen a relucir tanto las buenas como las malas actitudes; la claridad u oscuridad del discurso, pero también los argumentos viscerales, las obsesiones ocultas y, cuando los ánimos se exacerban y las pasiones se desbordan, el río proceloso del terrorismo verbal arrastra todo lo que trae desde sus afluentes más oscuros. Por su trascendencia, a continuación se analiza un fragmento del debate programado que tiene lugar por primera vez en la historia de México, difundido por radio y televisión a toda la nación, entre los candidatos a la Presidencia de la República, Diego Fernández de Cevallos, Ernesto Zedillo Ponce de León y Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano. Observe el lector que el debate es una discusión argumentada, limitada en el tiempo e ilimitada en contenido; un discurso razonado y fustigante que da luz a un mejor conocimiento del debatiente, reflejo de su oferta y medida de su compromiso con la sociedad. Analice también que en la ponderación, dominio y coherencia del expositor subyace, cuando lo hay, un trascendente mensaje político. Con la propuesta analítica del mensaje semiótico al que se ha hecho referencia en el capítulo tres de esta obra, y por la forma, el modo, el ritmo y consistencia en que se suceden las palabras de los contendientes, no le será difícil al lector formarse un criterio acerca de quién es quién, entre los candidatos:
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Moderadora: - Buenas noches Ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas, candidato por el Partido de la Revolución Democrática; buenas noches señor doctor Ernesto Zedillo, candidato por el Partido Revolucionario Institucional, buenas noches licenciado Diego Fernández de Cevallos, candidato por el Partido Acción Nacional... Señoras y señores, gracias por su compañía; antes de iniciar el debate haré una breve exposición sobre las reglas acordadas por los partidos conforme a las cuales habrá de desarrollarse este debate. Estará dividido en tres partes y en ellas cada uno de los candidatos hará uso de la palabra en igualdad de tiempo y condiciones de acuerdo con el orden que resultó del sorteo. La primera parte comienza con una intervención de ocho minutos por cada uno de los candidatos y en ella expondrán de manera general sus ideas políticas. En seguida, cada uno de ellos de manera alternada en dos ocasiones, una de cinco y otra de tres minutos, tendrá la oportunidad de comentar sobre los puntos de vista de sus contendientes, atender las preguntas u observaciones que reciba de sus propios comentarios o bien hacer precisiones sobre la exposición inicial. La segunda etapa del debate, cada uno de los candidatos dispondrá de cinco minutos para formular propuestas y acto seguido tendrá dos rondas de tres minutos cada una para ampliar sus comentarios. Por último, cada uno de los candidatos contará con tres minutos adicionales para dirigir su mensaje final. Es importante señalar que el candidato en uso de la palabra no podrá ser interrumpido ni excederse en el tiempo convenido para cada una de sus intervenciones. Una vez hechas estas observaciones, se inicia la primera parte de este debate. Tiene el uso de la palabra durante ocho minutos el candidato del Partido de la Revolución Democrática, Cuauhtémoc Cárdenas: Cuauhtémoc Cárdenas: - Finalmente, se llegó el tiempo de este tan esperado debate. Es una ocasión sin precedentes para los candidatos que estamos impulsando el cambio democrático en una televisión que ha estado cerrada para
nosotros. Espero que no sea este el único encuentro que tengamos los tres candidatos que aquí nos encontramos (...) Yo he podido recorrer el país, he estado haciéndolo durante los últimos seis años. Hemos encontrado un campo abandonado, fábricas que cierran, despidos de trabajadores. Hemos encontrado mesas más escasas, hemos encontrado, en este recorrer por el país, caminos en mal estado, en fin una situación con la que la mayoría de los mexicanos no podemos estar conformes (...) Es indispensable que avancemos en estos tres ejes: democracia, crecimiento económico y equidad social. El gobierno actual ha dicho que era primero el cambio económico y que no podía llevarse a cabo el cambio, no ha podido llevar a cabo el cambio, ni la democracia, no la ha abierto, ni en otros aspectos. Este gobierno ha creado muchos pobres, yo quiero aquí recordar que el propio candidato del PRI ha dicho que la mayor vergüenza, su mayor vergüenza, la mayor vergüenza del régimen, del gobierno del que él ha formado parte, es la pobreza en que ha sumido a mi.... a miles y millones de mexicanos, una pobreza que se ha perpetuado; yo quiero convocar a mis compatriotas a que nos preparemos al cambio, a que nos preparemos entre todos, trabajadores del campo y la ciudad, trabajadores del arte y la cultura, ciudadanos de todos los ámbitos de la República, a preparar este cambio que podemos, si nos decidimos, llevar adelante.
Moderadora: - Tiene el uso de la palabra, durante ocho minutos, el candidato del Partido Revolucionario Institucional, Ernesto Zedillo: Ernesto Zedillo: - Buenas noches, compatriotas, gracias por su atención, buenas noches Mayté, buenas noches señores candidatos, les agradezco que hayan aceptado mi invitación del pasado 24 de abril para celebrar este debate que, sin duda, fortalecerá nuestra democracia. Las elecciones del próximo 21 de agosto son acerca de lo más importante, son acerca del futuro de México, son acerca del futuro de nuestras familias, son acerca del futuro de
nuestros hijos. Por eso, el debate de esta noche, es por y para el futuro de México. Cada familia mexicana tendrá el bienestar que merece, el bienestar que le pertenece por lo que los mexicanos hemos hecho en el pasado y por lo que hagamos a partir de ahora. No por lo que no hemos hecho en el pasado, por eso este debate es acerca del futuro, no acerca del pasado, compatriotas. Yo estoy seguro que México, muy pronto, puede ser la nación plenamente democrática en progreso y en justicia que todos los mexicanos deseamos. Es por eso que yo asumí, sí con gran dolor pero con gran decisión la responsabilidad de tomar la estafeta de Luis Donaldo Colosio. Lo he hecho para trabajar por el México con que soñamos juntos. Yo tengo confianza, compatriotas, en el futuro de México. (...) Mi confianza se basa también en mi experiencia personal. Provengo de una familia en la que a veces lo cotidiano eran las limitaciones, a veces la pobreza. Y sin embargo, gracias al esfuerzo de mis padres, gracias al esfuerzo de mis maestros, gracias a las oportunidades que me ha brindado México hoy estoy aquí aspirando a ser su presidente. Ese es México, tierra de oportunidades. (...) Mi aspiración a servirlos, compatriotas, está avalado por una vida de trabajo, de estudio, de conocimiento, de acercamiento a los problemas del país. Está avalada por una carrera pública de muchos años que empecé muy joven; una carrera que me ha llevado desde las posiciones más modestas de la administración pública hasta ocupar dos secretarías de estado. Sé que soy el más joven de los candidatos a la Presidencia de la República, pero les aseguro soy el que tiene más experiencia de buen gobierno. Quiero poner esas vivencias, esos estudios, esa experiencia al servicio de mi Patria. Ahora más que nunca quiero hacerlo, para ser parte de la solución de los problemas. Y lo quiero hacer para que esos problemas que hoy a ustedes los aquejan, compatriotas, podamos superarlos, porque lo podemos hacer. En materia de justicia, estoy convencido que la base del país, sólo se podrá dar, en la manera en que todos los mexicanos nos apeguemos al cumplimiento de la Constitución y de las leyes y que aquellos que no lo hacen sean invariablemente sancionados en los términos de la propia Ley, debo reconocer que hoy no es el caso. Muchos compatriotas se encuentran agraviados por la injusticia, por la inseguridad, por la violencia, frecuentemente por la corrupción de los cuerpos policíacos, del ministerio público, de las procuradurías. 121
Por eso yo propongo una reforma total a nuestro sistema de justicia. Tiene que ser una reforma desde la base, casi desde cero, porque necesitamos un sistema de justicia que funcione para los mexicanos: establecer un estado de derecho que proteja los derechos ciudadanos, que evite la violencia, que nos aleje de la inseguridad. Yo estoy seguro, compatriotas, que juntos lo podemos hacer. En materia económica, sin cederle terreno a la inflación, sin volver a las políticas del pasado, necesitamos volver a crecer. Que nuestra economía crezca mucho más rápido que la población, para que podamos generar los empleos que ustedes están demandando. Por eso yo propongo una política económica que tenga como su pieza fundamental la promoción de la inversión, para que aprovechemos este gran mercado nacional que tenemos y los nuevos mercados internacionales que se nos han abierto y generar así los empleos que se están demandando. El nuevo crecimiento económico, compatriotas, nos va a dar recursos para combatir la pobreza. La pobreza es nuestro mayor desafío. Debemos trabajar para que esos muchos millones de mexicanos que aún viven en condiciones de pobreza la puedan superar. Lo vamos a hacer sin paternalismos. Yo los invito a que trabajemos juntos por ese porvenir, ese porvenir de progreso, ese porvenir de justicia, ese porvenir de democracia que todos anhelamos para nuestros hijos, compatriotas, muchas gracias.
Moderadora: - Se da el uso de la palabra, durante ocho minutos, al candidato del partido de Acción nacional, Diego Fernández de Cevallos. Diego Fernández: - Ciudadanos mexicanos, amigos todos, somos una nación joven y con mayoría de jóvenes. Somos un pueblo que ama la paz, que quiere trabajar para vivir dignamente, que quiere progresar. Tenemos una gran riqueza moral, cultural, religiosa, histórica. Es grande y bella nuestra tierra, con minerales y muchísimo petróleo que nos dan sus entrañas. Tenemos también como patrimonio nuestro, el abrazo 122
eterno de los mares, más de 10 mil kilómetros de costas, más de 10 mil kilómetros de costas y playas con todo lo que ello entraña desde el punto de vista turístico, alimentario, comercial. Y con todo ello, con todo lo que somos, con todo lo que tenemos la pregunta obligada es ¿por qué el hambre?, ¿por qué la marginación?, ¿por qué el desempleo?, ¿por qué la inseguridad?, ¿por qué la guerrilla?, ¿por qué la muerte... entre nosotros? Yo creo que es porque no hemos logrado un orden justo. Porque no hemos podido conformar buenos gobiernos, porque la política no suele sujetarse a la ética y porque la economía no ha sido verdaderamente humana. No doctor Zedillo, no sólo venimos a hablar aquí del futuro. Para hablar del futuro tenemos también que hablar del presente y para entender el presente, tenemos que hablar del pasado. Pero en fin, ya se iniciará el debate. Para mí, más allá de los alcances del debate, mi interés es invitarlos a ustedes, hombres y mujeres de México a que participen en el cambio, a que dejemos atrás egoísmos, indecisiones y cobardías. (...) Yo les digo a ustedes amigos y compañeros, que creo que me respaldará desde la presidencia, el apoyo de todos ustedes y me respalda también, la historia de Acción Nacional y mi trabajo allí, siempre allí, siempre democrático. Desde la oposición, compatriotas, hemos logrado en Acción Nacional, que el gobierno rectifique y, cuando el gobierno ha rectificado, nosotros apoyamos esas decisiones por México, por ustedes, por la nación. Pero también hemos marcado claramente la diferencia que tenemos con el gobierno. (...) Y en lo económico, nosotros seguimos pugnando por una economía verdaderamente humana, al servicio de los hombres, donde todos tengamos oportunidades para trabajar pero también para distribución y el reparto de la riqueza. Yo creo con toda franqueza que tenemos marcadas diferencias. Sólo les digo amigos y compañeros: tenemos país, tenemos pueblo, lo que necesitamos es un buen gobierno. Acción Nacional vive internamente la democracia y quiere compartirla con ustedes porque quiere que México, viva, democráticamente. Los invito, como candidato de Acción Nacional, a que nos apoyen para la mayoría del Congreso, para lograr llegar a la presidencia de la República y hacer en México un país que pueda vivir en concordia, con estabilidad y con progreso. Gracias. Moderadora:
Moderadora: - Tiene ahora, el uso de la palabra, durante cinco minutos el candidato del Partido Revolucionario Institucional, Ernesto Zedillo. Por favor.
- Tiene el uso de la palabra durante cinco minutos el candidato del partido Acción Nacional, Diego Fernández de Cevallos, por favor señor.
Ernesto Zedillo: Diego Fernández: - Muchas gracias, compatriotas, durante los últimos cinco años, nuestro país ha hecho un gran esfuerzo para superar una profunda crisis financiera. (...) Yo he recorrido al país, he recibido apenas en un mes de campaña, más de 34 mil cartas. Y el común denominador de muchas de ellas es la angustia de la gente por no contar con empleo, un buen empleo o un mejor salario. Por eso yo propongo que en esta agenda nacional y, a partir de la base que ya hemos construido, establezcamos como la gran prioridad de los próximos años, recuperar el crecimiento económico. Hacerlo con una política de confianza, con una política de certidumbre, una política de promoción a la inversión para generar esos empleos que ustedes están demandando. En esa estrategia, un punto central debe ser lo relativo a la pequeña y mediana empresa. Empresas que generan el 60 por ciento de los empleos del país y en donde reside la mayor capacidad exportadora de México, por eso yo propongo una política fiscal, una política crediticia, una política de aliento a la capacitación y a la tecnología, para darle una nueva viabilidad a las pequeñas y medianas empresas y así generar los empleos que ustedes están requiriendo. También hoy importante en esta agenda es la atención al campo. Por fortuna tenemos ya la reforma al Artículo 27 constitucional que deja atrás una era de opresión del campesino mexicano. Establece ahora explícitamente la prohibición del latifundio y que nos hará posible hacer realidad los sueños de libertad y justicia por lo que peleó Zapata. (...) Estoy convencido, ha llegado la hora de pasar de las buenas finanzas nacionales, omo decía Luis Donaldo, a las buenas finanzas familiares. Que los efectos de la buena macroeconomía se sientan en los bolsillos y en la mesa del obrero y el campesino mexicano. Yo les quiero asegurar compatriotas, que es posible, que lo podemos hacer juntos, que México puede tener una de las economías más dinámicas del mundo. (...)
- Gracias, Mayté, bueno, hemos venido a un debate. Yo quiero dedicarle la mayor parte de mi tiempo al doctor Zedillo, por lo que representa, pero estos minutos son para usted Ingeniero Cárdenas: usted ha venido diciendo en distintos foros que la disyuntiva de México está entre la oferta oficial y la oferta democrática que usted representa, yo me voy a permitir demostrarle, con hechos, que usted no representa opción democrática y que usted es un hombre que tiene una cara en la oposición y otra cara en el gobierno, mire usted: usted hoy sostiene en la oposición, con intransigencia democrática, que el gobierno debe poner manos fuera de los procesos electorales, pero usted hizo esta Ley electoral en Michoacán, donde usted tenía el control de las elecciones. Aquí la tiene. Segundo, usted se presenta hoy en las escuelas y universidades como un hombre tolerante, plural y respetuoso de la juventud, de la libertad de expresión de la libertad de cátedra y en su tiempo, se imponía en el 85, en Michoacán, el marxismo leninismo. Aquí está el texto por si lo quiere usted revisar lo tengo a sus órdenes. Usted, no sólo esto, señor, usted además de que se presenta hoy como tolerante, respetuoso y podríamos decirlo simpático, frente a los estudiantes, no les dice que usted hizo una Ley en Michoacán, que realmente vulnera la dignidad no sólo de los estudiantes sino de todo un pueblo. Me voy a permitir leerle solamente un artículo, donde, por cierto, está su firma al calce y ojalá no olvide. Mire usted, el artículo 101 de la Ley Estatal de Educación dice: “será separado del sistema estatal de educación, el educando que realice cualquier hecho individual o colectivo que altere el orden público”. Con esta Ley, todos los jóvenes del 68 hubieran estado fuera del sistema nacional de educación. Esto no se los dice usted a los estudiantes. Otro punto concreto, señor: usted critica, y con justicia, al gobierno por darle dinero y moral, ilegalmente, al PRI; sin embargo, usted le daba dinero al PRI cuando era gobernador de su tierra, usted lo ha reconocido. Aquí traigo 123
su voz, por si la quiere escuchar. Y por último, usted ha insistido en que está en contra del dedazo y del autoritarismo presidencial; yo quiero demostrarle a usted aquí con documentos, que usted sí ha estado en contra del dedazo presidencial pero sólo cuando no le favorece, voy a los años y permítame doctor Zedillo, que hable de la historia. En 1974 usted dice: Que cuando Echeverría designa por los métodos de siempre, como candidato al señor Torres Manzo, usted lanza un manifiesto público que no le gustó al gobierno. Es este manifiesto. Sin embargo, años después, es usted gobernador de su tierra, Michoacán y cuando un amigo suyo le pregunta ¿Cómo llegaste a ser gobernador? Usted contesta: Yo le planteo mi interés al Presidente de la República, finalmente me avisan que soy el candidato. Esto prueba, señor Cárdenas, que usted tiene una cara en la oposición y otra en el gobierno. Yo estoy de acuerdo que tenga una gran aspiración, obsesión por ser presidente, pero nosotros lo hemos conocido a usted en la oposición y en el gobierno y no creemos que sea usted para México una opción de modernidad. Quiero decirle simplemente, para terminar, que sí tenemos que creerle los mexicanos a usted que es una opción democrática, tendríamos que creerle a Aburto, que es pacifista. Gracias. Moderadora: - Tiene el uso de la palabra durante cinco minutos el candidato del Partido de la Revolución Democrática, Cuauhtémoc Cárdenas, por favor.
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Cuauhtémoc Cárdenas: - Nunca he ocultado y no oculto lo que soy, reconozco los hechos en los que he participado en mi vida, no tengo nada en este sentido que reprocharme, he estado permanente en una lucha por la democracia, por el mejoramiento del país, por la soberanía de nuestra nación. Yo querría decir, que las protestas que escuchamos en la primera parte de este bloque pueden sonar muy parecidas a los oídos de quienes nos escuchan y de quienes nos están viendo. Sin embargo, parece que no siempre nuestras palabras quieren decir lo mismo, tenemos fuertes diferencias con el PRI y con Acción Nacional (…) Moderadora: - Candidato del Partido Acción Nacional, Diego Fernández de Cevallos, tiene usted tres minutos, señor. Diego Fernández - Gracias. Señor Cárdenas, por supuesto que nosotros estamos con buena disposición para contribuir con todos los que quieran luchar por la democracia, pero en serio, no sólo cuando sea conveniente o circunstancialmente favorable. No rechazó usted ningún cargo. Paso a dedicarle estos minutos al doctor Zedillo. Mire doctor Zedillo, yo quisiera decirle algo, que tal vez muchos millones de mexicanos quisieran decirle, de acuerdo con la información que se nos ha dado en los últimos tiempos, sabemos que usted ha sido un buen chico, con altas calificaciones, pero en democracia creemos que sinceramente no aprueba, le voy a decir porqué. Permítame una comparación, yo estoy aquí porque miles de hombres y mujeres libres de Acción Nacional, votaron con libertad por esta candidatura, y usted, con el debido respeto, quiero decirle, que está aquí como consecuencia de dos tragedias. Por una parte, la muerte de Colosio, y por otra la designación presidencial; la primera lo rebasa, no tiene usted ninguna culpa, pero la segunda lo descalifica, por lo menos si hablamos de democracia. Ahora bien, pasando a otro tema, en lo que me queda de mi tiempo, su fuerte es la economía, sabemos que es usted
un buen economista y su participación más destacada en el gobierno de la que ya nos mencionaba algo, ha sido precisamente en las áreas económicas y allí el gobierno ha fallado en aspectos fundamentales. Nosotros, como partido político, hemos tratado de actuar con toda honradez y los aciertos que ha tenido el gobierno y que nosotros encontramos lo reconocemos, y no nos avergüenza; esa es la función de la oposición honrada: No destruir todo, ni cuestionar todo en forma arbitraria, pero quiero decirle que cuando encontramos diferencias también las marcamos, para nosotros su Plan Nacional de Desarrollo tiene 40 millones de pobreza; 40 millones de pobres es el saldo de su Plan Nacional de Desarrollo; claro, hay algunos cambios macroeconómicos que nosotros hemos reconocido, pero no se justifica el saldo final. Ojalá nos pueda decir que nosotros hemos reconocido, pero no se justifica el saldo final. Ojalá nos pueda decir ¿qué pasó con sus pronósticos, que usted como secretario, en relación con el déficit de la cuenta corriente; usted hizo pronósticos y falló reiteradamente, y durante años, en miles de millones de dólares? Y ojalá nos pueda decir también, de paso, si su tiempo se lo permite ¿Qué pasó con su meta de crecimiento del seis por ciento para el año de 1993? Por lo menos estamos 15 veces más abajo y si a pronósticos vamos, y si a promesas y planes, yo quisiera decirle que en todo caso, por lo pronto, habría de creerle a usted 15 veces menos de lo que dice. Gracias. Moderadora: - Candidato del Partido de la Revolución Democrática, Cuauhtémoc Cárdenas, tiene usted tres minutos señor. Cuauhtémoc Cárdenas: - A mi me extraña la democracia que a veces pregona el candidato de Acción Nacional, yo pensaría que tendríamos que estar viendo al frente del gobierno en Guanajuato no a Carlos Medina sino a Vicente Fox. Sí, es una reflexión que dejo a todos ustedes. Yo insisto en que al candidato del PRI no podemos creerle: los judiciales que extorsionan, los inspectores que muerden, los caciques, los que fueron contratados para formar valla en Lomas Taurinas en Tijuana el 23 de marzo, 125
todos ellos son del PRI (…) pero son ustedes, doctor Zedillo, quienes generan la violencia, quienes son responsables de una corrupción que se da dentro y fuera de las esferas oficiales, quienes han impedido que el país crezca, que tengamos mejores condiciones de vida, que nos desarrollemos, que tengamos más oportunidades los mexicanos en la educación, en la cultura, en aprovechar nuestros recursos naturales, quienes han llevado al país y quiero insistirlo, a este estancamiento económico que ha generado el mayor número de desempleados que registra la historia de nuestro país. Moderadora: - Señor candidato del Partido Revolucionario Institucional, Ernesto Zedillo, tiene usted tres minutos, señor. Ernesto Zedillo: - Muchas gracias. En primer lugar y muy respetuosamente, yo le pediría a los señores candidatos que no lucren políticamente con el asesinato de Luis Donaldo Colosio, especialmente usted señor ingeniero Cárdenas, que durante la campaña de Luis Donaldo Colosio utilizó con mucha frecuencia su ya muy conocida violencia verbal. A mi me ofendió en particular cuando, el 10 de diciembre, en Hermosillo, Sonora, llamó a Luis Donaldo Colosio mal mexicano, y que actuaba en contra de los intereses del país; en vez de estar lucrando políticamente con su imagen, debería usted ofrecer una disculpa a la familia Colosio. Ha dicho el señor ingeniero Cárdenas que las propuestas suenan parecidas, y es cierto, cada vez, sus propuestas se vienen pareciendo más a las propuestas del gobierno, en la medida en que el ingeniero Cárdenas, se ha dado cuenta que sus propuestas no son aceptadas por el pueblo mexicano; él, ha venido adoptando las propuestas del gobierno, la pregunta que viene al caso es ¿qué hubiera pasado si hace seis años el señor Cárdenas, que no ganó, hubiese ganado, y si hubiésemos tomado nuestro país las políticas económicas que él ofrecía; políticas económicas de déficit público, políticas para ignorar la inflación, políticas de gasto público descontrolado, políticas de más empresas paraestatales con subsidios a cargo del pueblo? La respuesta es muy clara compatriotas, hoy el país estaría 126
sumido en una profunda miseria, nuestra economía sería un desastre. Por eso yo insisto, hablemos de lo bueno que sí se ha hecho, que ha sido mucho y que ha sido resultado no sólo del esfuerzo del gobierno sino de toda la sociedad mexicana, reconozcamos los problemas; yo lo hago, seré el primero en hacerlo, y a partir de nuestras fortalezas y debilidades, marchemos hacia delante, tenemos todo para tener una economía en crecimiento, tenemos ya las bases, gracias al sacrificio, gracias al esfuerzo, yo propongo que volvamos a crecer y que los recursos de ese crecimiento los apliquemos a combatir la pobreza; insisto, el combate a la pobreza es nuestro mayor desafío, yo estoy seguro que combatir la pobreza y vencerla será el mayor logro de nuestras generaciones. Moderadora: - Bien, ha terminado la primera parte de nuestro debate, ahora las propuestas generales de los señores candidatos, señor candidato del Partido de la Revolución Democrática Cuauhtémoc Cárdenas, por favor tiene usted cinco minutos. Cuauhtémoc Cárdenas: - Los ejes de nuestra propuesta son el cambio democrático, el tránsito hacia la democracia, el terminar con el régimen actual de partido de estado y, por otro lado, la recuperación de una economía productiva, es indispensable que logremos un cambio muy importante; un cambio que va a ser radical en nuestro país, que se empiece a cumplir la Ley y la Constitución, que hoy se violan sistemáticamente por parte de las autoridades, cumplir la Ley nos va a dar un país radicalmente distinto, estamos por la división de poderes, por un auténtico federalismo, por la autonomía de los municipios, por desarrollar un régimen de libertades en nuestro país, y queremos recuperar nuestra economía a partir de centrarnos, de construir las políticas económicas en la generación de empleos, el reto más importante que tendremos que enfrentar los mexicanos en estos finales del siglo XX, en los principios del XXI, y el que podamos por otro lado reactivar de manera efectiva nuestra economía. (…)
Moderadora: - Señor candidato del Partido Revolucionario Institucional, Ernesto Zedillo, por favor, tiene usted cinco minutos.
el alfabetismo, yo propongo, compatriotas, que nos aseguremos que todos los niños en edad de ir a la escuela primaria, lo hagan; porque todavía hoy, 15 por ciento de los niños, no entra a la escuela primaria, y muchos desertan antes de concluirla. Yo propongo, compatriotas, que en verdad hagamos efectiva, la secundaria obligatoria. (…) Moderadora:
Ernesto Zedillo: - Muchas gracias. Yo quisiera utilizar este espacio de tiempo para un tema de la mayor importancia para todos los mexicanos, el tema de la educación compatriotas. Ustedes saben que la educación es la clave de la superación individual, familiar y nacional. Ustedes saben que los padres lo único verdadero que le podemos dejar a nuestros hijos es una buena educación. Aún los mexicanos, nuestros compatriotas, en mayor situación de desventaja, lo saben muy bien. Hace unos días un muchacho, un muchacho de la calle, Jesús Crisantos, un muchacho que no tiene nada, que vive en la calle abandonado, expuesto al vicio y la delincuencia, me decía: Candidato, lo que más necesitamos es la escuela… porque usted sabe, candidato, que cuando seamos grandes, si no tenemos el estudio, no vamos a hacer nada en la vida; si tenemos educación vamos a enseñarle a los que piensan que los muchachos de la calle no somos nada, que valemos mucho… aún este muchacho Crisantos, de la calle, está claro del valor de la educación. Yo al igual que ustedes, estoy convencido que debemos dar, en los próximos años, una gran cruzada por la educación nacional. Tuve el altísimo honor de ser casi dos años secretario de Educación, con el apoyo de las maestras y los maestros de México pude participar en una reforma educativa; una reforma educativa que nos llevó a descentralizar la educación de las manos del gobierno federal a los gobiernos locales, un verdadero acto de federalismo, porque le quitamos poder, recursos y autoridad al gobierno federal para dárselo a los gobiernos locales. Pudimos hacer la primera reforma de planes, programas y materiales de estudio en 20 años. (…) Por eso yo propongo una gran cruzada por la educación nacional, que nos pongamos metas ambiciosas, para el año 2000. Yo propongo, compatriotas, que acabemos con
- Sr. Candidato por Partido de Acción Nacional, Diego Fernández de Cevallos, por favor, tiene usted cinco minutos: Diego Fernández: - Gracias, Yo debo de responder a dos imputaciones. Primero, señor Cárdenas: en Guanajuato ganó la elección Acción Nacional. La plaza era de Acción Nacional, si sólo logramos reparar, en parte, el agravio, no nos culpe, eso fue lo que pudimos, no tenemos culpa nosotros, de un fraude, que sólo se reparó parcialmente. Sin embargo, quisiera decirle que, ojalá en las próximas ocasiones, en los debates que usted sugiere, podamos hablar de asuntos electorales. Yo aquí le traigo, por lo pronto, 23 casos en Michoacán, en donde el beneficiado fue su Partido y no con elementos claros como el triunfo de Acción Nacional y de Fox en Guanajuato. Estaría a sus órdenes en cualquier debate. Segundo, doctor Zedillo, yo no he dado motivos para que usted me haga recomendaciones, para que no lucre con la muerte de Colosio. Yo he sido muy respetuoso frente a esta tragedia. Me he consternado y públicamente me he manifestado así. Yo sólo dije que una de las razones que lo tenían a usted aquí era ese crimen, pero además dije, que lo había rebasado y que usted no es culpable de ello. Yo no he lucrado con el crimen artero y cobarde en agravio de Colosio. Paso a las propuestas, desde la perspectiva de Acción Nacional, no se trata de un recetario voluntarista y demagógico. El problema de México es que necesita reconstruirse el país. Y la reconstrucción del país reclama que todos los mexicanos hagamos un gran esfuerzo, por tener una idea clara, desde un punto de vista verdaderamente humano, de lo que es México, con su historia, doctor Zedillo, con su presente, para su futuro. No 127
se trata de inventar parches, recetas o nuevos planes y nuevos proyectos que ya sabemos a dónde conducen. Se necesita, pues, una filosofía clara para conducir al país, y se necesita democracia y se necesita dinero. Algunas medidas fundamentales, perdonen, muy brevemente, porque sólo se tienen unos minutos: primero, como presidente de la República, formaré un gobierno plural, esto es fundamental, no será partidista y, un gobierno plural se hace necesario si queremos encontrar la paz y la concordia entre los mexicanos (…)
pacto federal, la forma como ahora se preparan, funcionan y se desempeñan, los cuerpos policíacos. Yo promoveré reformas al poder judicial, para darle, sin duda, mayor autonomía, para darle total independencia del Ejecutivo Federal, pero también habrá de ser una reforma que nos garantice que los jueces son justos, que siempre le darán la razón legal al ciudadano. Es el momento, compatriotas, de emprender esa gran reforma legal. Yo me propongo que ese sea uno de loso primeros puntos que se atiendan en nuestro gobierno. (…)
Moderadora:
Moderadora:
- Tiene el uso de la palabra, durante tres minutos, el candidato del Partido Revolucionario Institucional, Ernesto Zedillo: Ernesto Zedillo: - Muchas gracias, compatriotas, deseo insistir en esta oportunidad en el tema de la justicia. Uno de los mayores agravios que tienen las personas, que tienen las familias es la falta de seguridad. Hoy en día debemos admitirlo, el ciudadano no siente que la ley esté de su lado. Todos los días nos enteramos de hechos de violencia, de hechos de agresión contra los ciudadanos honrados y decentes. Francamente, debemos reconocer que nuestro sistema de justicia deja mucho que desear. Hay ejemplos que rayan en lo cotidiano acerca de la corrupción en el ministerio público, acerca de la corrupción policíaca, acerca de la corrupción en el ministerio público, acerca de la corrupción en las procuradurías, acerca de las fallas en el sistema de impartición de justicia. Por eso, una de las propuestas fundamentales del gobierno que yo me propongo encabezar, es el de llevar a cabo una reforma total en nuestro sistema de justicia. Esa reforma debe comprender desde la revisión de las leyes, porque, admitámoslo, en nuestro país existen aún leyes injustas; un ejemplo claro son aquellas leyes que no le dan plena igualdad a la mujer en el ejercicio de sus derechos. Yo propongo una reforma para transformar esa situación. También he dicho que el Ejecutivo no debe ejercer el monopolio del ministerio público, yo promoveré una reforma para romper ese monopolio; yo transformaré en concertación con los gobiernos estatales, en el marco de nuestro 128
- Tiene el uso de la palabra, durante tres minutos, el candidato del Partido Acción Nacional, Diego Fernández de Cevallos. Diego Fernández: - Gracias, indudablemente urge la apertura financiera en este país. Es un crimen, que ha cometido el gobierno, de abrir las fronteras a la competencia del campo mexicano, de la pequeña, mediana y micro empresa y haya protegido un oligopolio bancario, eso no es justo, ese es un crimen que no puede continuar. Nosotros necesitamos captar el ahorro interno y el externo para capitalizar al campo, a la pequeña, a la mediana y a la microempresa. También necesitamos proveer la participación de la sociedad, en la creación de infraestructura moderna. Piensen sólo los ferrocarriles, son los de don Porfirio, con cien años de por medio. Promoveré la inmediata apertura y pluralismo en los medios de comunicación útiles a la sociedad. Sólo una reflexión final, señoras y señores, surge que el gobierno realice siempre un diálogo franco, sincero, constructivo con toda la población y la convoque a trabajar por el bien de México. Necesitamos garantizar desde el gobierno de la República que frente a la ley, ni dureza ni tolerancia, sencillamente justicia y comprensión siempre, para que todos los mexicanos nos podamos entender en la concordia. Yo me propongo encauzar con el apoyo de ustedes un gobierno federal, una Presidencia de la República que acredite desde ahí, nobleza, señorío y capacidad de gestión. Yo estoy seguro que con ustedes, lo podemos lograr. Es necesario que ya, de una vez por todas, los mexicanos tengamos un gobierno al cual apoyar, en el cual confiar y
al cual exigirle. No es justo que otra vez los planes vayan y vengan, que otra vez sean literatura que se lleve el viento. Hoy se reclama un compromiso con la verdad y hoy la oferta democrática es sin duda Acción Nacional: la oferta pacífica de la que hablaremos más adelante, gracias.
en mayoría, queremos un cambio razonable y justo. Moderadora: - Señor candidato del Partido Acción Nacional, Diego Fernández de Cevallos, le ruego, tiene usted tres minutos:
Moderadora: Diego Fernández: - Ahora tiene el uso de la palabra, durante tres minutos, el candidato del Partido de la Revolución Democrática, Cuauhtémoc Cárdenas: Cuauhtémoc Cárdenas: - (…) Son obligatorias, de acuerdo con la Constitución, la primaria y la secundaria, una cuarta parte de los niños que deberían ir a la primaria no van a la primaria. En la secundaria apenas 26 terminan de cada 100 el ciclo secundario, no se hizo ningún esfuerzo en este gobierno para dar satisfacción al cumplimiento de la obligación constitucional de hacer efectivamente obligatoria la primaria y la secundaria. Tampoco se preocupó este gobierno por mejorar las condiciones de los maestros, hoy los maestros ganan términos reales menos de la mitad, el 48 por ciento de lo que ganaban en 1981, por qué creer entonces al candidato oficial de que ahora así se va a empezar a preocupar por la educación, de que ahora así va a haber programas de capacitación, de que ahora sí habrá mejores y más escuelas para los mexicanos. Durante su gestión, con gastos muy fuertes, él dice que hay que invertir en las personas, pues se invierte a veces en las personas pero sólo en algunas, muy pocas, estas fueron muy poquitas, en las que se invirtió para formular y publicar los libros de texto de los que todavía carecen muchos de nuestros niños, libros de texto con un alto costo, que están embodegados en la Secretaría de Educación y ésta, no ha dado ninguna explicación pública, de por qué se concursaron, se falló en el concurso, se pagaron los premios, se gastó en publicar y estos libros están embodegados cuando nuestros niños están careciendo de textos elementales en las escuelas de todo el país, qué nos ofrece el candidato del PRI, más de lo mismo, más mentiras, más incumplimientos? Yo no creo que esto sea lo que queramos los mexicanos
- ¿Para finalizar...? - No señor, de esta segunda parte. - De esta segunda parte. Nosotros quisiéramos insistir en que es necesario hoy, más que nunca, buscar el voto de todos los mexicanos, pero ese voto que necesita México que es el voto de conciencia, el voto de razón, el voto que busque un destino mejor para todos. Moderadora: - Señor candidato del Partido de la Revolución Democrática Cuauhtémoc Cárdenas, le ruego tiene usted tres minutos: Cuauhtémoc Cárdenas: - yo no sé cómo el candidato de Acción Nacional está llamando a todos los mexicanos a unirse a él para cambiar al país, cuando ha demostrado un claro desprecio por muchos mexicanos. Yo nada más quiero recordar que en alguna ocasión a un grupo de mexicanos que reclamaban vivienda, con razón, porque, carecen de ella, les llamó descalzonados. Yo no entiendo a un candidato que busca el voto, y dice así, expresarse así, de sus compatriotas. Este domingo, el domingo pasado, el candidato del PRI se reunió con los taxistas, fue una buena reunión, según se vio en los distintos medios, allí le ofrecieron al candidato del PRI una cerveza, y dijo que se la tomaría, pero que se la sirvieran en un vasito para que pareciera sidral. Yo aquí pregunto, ¿el candidato del PRI nos quiere dar a los mexicanos cerveza por sidral y sidral por cerveza? Esta es la oferta del actual candidato del partido oficial, del doctor Zedillo, con tantos títulos universitarios, con tantos méritos académicos de los que él mismo se ufana, es este el tipo de gobierno 129
que quiere darnos a los mexicanos, insisto, darnos sidral por cerveza y cerveza por sidral? Quiero también reflexionar con quién puede gobernar el candidato del PRI, quiénes lo están apoyando, hemos visto manifiestos pagados por propios funcionarios oficiales, dicen que con dinero propio, posiblemente, posiblemente no, pero están apoyando quienes fueron responsables de los sexenios, de los tres sexenios anteriores, recordemos el manifiesto que los medios han denominado como el manifiesto de los dinosaurios; esto es lo que el candidato del PRI nos ofrece, volver a la corrupción, volver a las prácticas populistas, volver a tener los apoyos de quienes son responsables, en buena medida, de los desastres, de la situación de deterioro económico, social, político que vivimos actualmente. Termino e insisto: sidral por cerveza y cerveza por sidral, esa es la oferta del candidato del PRI.
completas. Quiero ocupar el resto del tiempo de esta parte, compatriotas, para hablar del tema de la democracia, para afirmar ante ustedes que mi compromiso personal, que mi compromiso como mexicano es con el avance democrático de nuestra Patria. Quiero asegurarles, compatriotas, que el próximo 21 de agosto, no únicamente queremos el voto de ustedes, queremos la legalidad, queremos la credibilidad, queremos la legitimidad, y estoy convencido de que gracias a las reformas electorales que se han llevado a cabo durante los últimos años, los mexicanos contaremos con un sistema electoral que garantizará plenamente la efectividad de su sufragio. Yo sí tengo confianza en los casi dos millones de mexicanos que van a participar en la preparación y en la ejecución de esas elecciones, de esos casi dos millones de mexicanos, solamente una minoría pertenece a mi partido, así que tengamos confianza, las próximas elecciones, serán limpias.
Moderadora: Moderadora: - Señor candidato del Partido Revolucionario Institucional, Ernesto Zedillo, le ruego, tiene usted tres minutos: Ernesto Zedillo: - Las medias verdades son medias mentiras, y al pueblo no se le debe mentir, aunque sea poquito, las mentiras y la violencia verbal, únicamente dividen a los mexicanos, dañan nuestra paz social, de aquí el señor ingeniero Cárdenas, cuando se refirió a los temas educativos, quiso decir un poquito de verdad y al hacerlo, dijo una gran mentira. No es cierto señor ingeniero Cárdenas, su balance acerca del esfuerzo educativo del presente gobierno. Quizás sus asesores, con muy mala intención, no le dieron los datos correctos. Durante el presente gobierno, el gasto educativo, en términos reales creció 100 por ciento, y la mayor parte de ese gasto se dedicó a incrementar los salarios de los maestros y las maestras mexicanas. Es cierto, todavía falta mucho trecho que recorrer, y ese es mi compromiso. Tampoco dijo usted precisamente la verdad cuando habló usted de esos libros embodegados. Es cierto, hubo un concurso, y finalmente el jurado decidió que esos libros no debían ser impresos y no se imprimieron, no hay libros embodegados como usted lo dijo. Así que, le suplico que nos atengamos a verdades 130
- Bien... a continuación cada uno de los señores candidatos dirigirá su mensaje final. Tendrán para ello tres minutos. Señor candidato del Partido de la Revolución Democrática, Cuauhtémoc Cárdenas, lo escuchamos: Cuauhtémoc Cárdenas: - Convoco a todos ustedes, a los mexicanos a que ganemos el derecho de construir nuestra democracia. Me propongo formar un gobierno con los mejores mexicanos y las mejores mexicanas. Un gobierno que no será sólo del PRD, donde estén quienes han participado activamente en el movimiento democrático, gente de las organizaciones no gubernamentales, de la empresa, de la banca, del comercio; gente que está hoy en las universidades, para tener el gobierno plural, el gobierno que necesita nuestro país para poder transitar a la democracia. Voy a convocar, este es un compromiso, y lo tengo que decir en singular, voy a convocar, voy a mandar la iniciativa de que podamos ir a una consulta nacional para analizar nuestra Constitución. Una amplia revisión de nuestra Constitución que nos permita llegar a un nuevo congreso constituyente en 1997, del cual pueda surgir una nueva ley
fundamental, que recoja nuestras aspiraciones, que recoja también las necesidades y busque, a partir del marco constitucional, resolver las necesidades, los problemas del país. El próximo gobierno no será un gobierno en el que el PRD vaya a sustituir el PRI. No queremos más partidos del estado, no será entonces mi partido el que vaya, en este caso, a sustituir al partido oficial. Tengamos confianza en el voto y en las próximas elecciones, a pesar de las condiciones en las que éstas se están dando. Tengamos presente que se veían imposibles, el de Sudáfrica, hoy Mandela es presidente de Sudáfrica, el de Panamá, hoy ha ganado la oposición en Panamá, no eran creíbles hace unos cuantos días. Tengamos confianza en nosotros mismos. Vayamos a esta elección con fe y con ánimo, con muchos votos, para que sea el voto lo que decida el destino de nuestro país en estos finales del siglo XXI. (sic). Yo tomo ante ustedes el compromiso de respetar y de hacer respetar el resultado electoral. Queremos una autoridad independiente, queremos que Carlos Salinas tome el compromiso de no intervenir en esta elección. Queremos que Carlos Salinas tome el compromiso de que esta elección del 21 de agosto no sea igual a la elección del 6 de julio. Tengo confianza en el respaldo de mis compatriotas, tengo confianza que con ustedes estaremos formando el próximo gobierno y que será el gobierno quien construya y desarrolle la democracia en nuestro país. Moderadora: - Gracias, señor. Señor candidato del Partido Revolucionario Institucional, Ernesto Zedillo, lo escuchamos. Ernesto Zedillo: - Compatriotas, agradezco sinceramente su atención, señores candidatos, les agradezco el haber aceptado esta invitación, los invito a que volvamos a debatir, los invito a que ahora lo hagamos con los demás candidatos. Como lo dije desde el primer momento, a lo largo de mi campaña, tendríamos que tener la oportunidad de contactar ideas con todos los candidatos, así que los invito a que lo hagamos ahora con todos ellos... Yo, por mi parte, compatriotas, continuaré mañana mi campaña política; la continuaré de manera
intensa para seguir dialogando con los hombres y las mujeres de México, particularmente con los que menos tienen. Lo haré porque aspiro a ser Presidente de la República y aspiro a ser Presidente de la República, compatriotas, para trabajar con ustedes en la construcción de ese México que todos deseamos. Yo les propongo, compatriotas, que juntos trabajemos por esa economía que genere los empleos y los salarios que ustedes están demandando. Yo les propongo que juntos trabajemos por esa reforma e implantación de un nuevo sistema de justicia que elimine la inseguridad, la violencia, la agresión contra el ciudadano. Yo les propongo compatriotas, que despleguemos una gran batalla contra la pobreza. Yo les propongo, compatriotas, que en esa batalla pensamos en los campesinos pobres, en nuestros hermanos indígenas, en los jubilados, en los discapacitados. Yo les propongo, compatriotas, que hagamos efectiva la igualdad jurídica de la mujer ante la ley. Yo les propongo, compatriotas, que trabajemos (interrumpe la moderadora para decir: señor le ruego, a lo que el candidato responde:) me dio dos minutos nada más, me dio usted dos minutos. (Una disculpa) cerraré ahora tomando únicamente un minuto, con su permiso. Yo les propongo, aquí compatriotas, que trabajemos juntos en los próximos años, para construir ese porvenir de progreso para nuestros hijos. Yo les pido que el próximo 21 de agosto, sin duda, vayan a votar; vayan a votar con la confianza de que su voto será respetado. Yo les pido que al emitir su voto, únicamente piensen en el porvenir de sus hijos, en el porvenir de sus familias. Muchas gracias, compatriotas. Moderadora: - El candidato del Partido Acción Nacional, Diego Fernández de Cevallos, lo escuchamos señor: Diego Fernández: - Gracias, Mayté. De acuerdo a las reglas del debate, yo no puedo contestar con dureza en esta última intervención porque el señor Cárdenas ya no puede replicar. Sólo quiero decirle señor Cárdenas que no es justa su acusación. Yo no llamé descalzonados a los pobres que demandaban casas. Les llamé así 131
a los líderes que los impulsan, que no dan la cara. Lea usted Proceso, lea usted a Galarza, revista seria y profesional serio de la comunicación, y verá el texto de lo que yo dije y que ahora sostengo; no les llamé así, discúlpeme, no puedo aceptar su acusación. Por último, Acción Nacional tiene 54 años de luchar por la democracia. Tiene 54 años de luchar para que México viva un estado de derecho y lo vamos a lograr en el próximo gobierno, por lograr también una economía humana, para que nos dé a todos vida digna, fuentes de trabajo, justicia y ley para todos y que podamos garantizar así, una vida digna, suficiente y segura para todas las familias mexicanas. Quiero decirles para terminar que si no les he fallado como candidato, no les voy a fallar como presidente, que los necesito el día 21 de agosto, pero los voy a necesitar más, durante 6 años, porque con su ayuda, yo puedo ser un buen presidente de México. Moderadora: - Muchas gracias, señor... bien, agradecemos a todos los candidatos su participación en este debate. Le reitero mi disculpa, señor candidato. Ernesto Zedillo: - No hay cuidado. Moderadora: - Bien, concluyó aquí este evento. A nombre de la Cámara Nacional de la Industria de la Radio y la Televisión, muchísimas gracias por su atención. Que esto haya sido y sea para ventura y concordia de todos los mexicanos. Que tengan ustedes muy buenas noches. De todas las formas de debate, el debate dirigido tiene la fuerza de la espontaneidad pero se corre el riesgo que dos o tres personas hablen al mismo tiempo. El moderador asume un papel de gran habilidad porque en el debate directo o dirigido se da la función más compleja y delicada de los programas de discusión. Requiere de gran experiencia y dominio para mantener el equilibrio del programa y un esquema que permita la 132
regulación del tiempo de manera que los participantes o grupos dispongan de igualdad de tiempo y circunstancia en tanto dure la confrontación. La polémica demanda el más alto grado de sensibilidad por parte del moderador ya que busca llevar al radioescucha a la conciencia de que se trata de una controversia y le permite conocer las posiciones en conflicto, la posibilidad de formar criterio y asumir sus propias conclusiones. Del resultado final del debate se habrá de desprender cierto grado de posicionamiento del público a favor de una u otra postura. Las refutaciones que de una u otra parte resulten, tienen un papel primordial y, en caso de que se formulen, deberán ser reclamadas al moderador para su atención inmediata cuando se trate del debate dirigido. Los debates se caracterizan por el calor y viveza del enfrentamiento de las ideas; por ello, el moderador deberá procurar no cortar la tónica y fuerza que va cobrando la discusión; en todo caso, le convendrá fomentarla. Es de importancia que el moderador conozca a fondo los argumentos que manejan las dos partes, o por lo menos ir tomando nota mentalmente, de modo que no quede duda que el tema se agota hasta sus últimas consecuencias. Es deseable que el tiempo de duración pueda extenderse si se estima que vale la pena continuar el trabajo de debate y no se vislumbran conclusiones en el corto plazo. La medida de corte dependerá más de la calidad de la información suministrada en cada intervención que de la cantidad y del tiempo que los participantes se tarden en expresarla. Es evidente que no debe propiciarse un desequilibrio durante el programa de debate, pero tampoco hay que ser rígidos en extremo para cortar un evento que, por su naturaleza, obedece a una continuidad programática y respeta el interés del preceptor y al mismo tiempo genera una audiencia satisfecha. Ello contribuye a conservar la audiencia e incrementa el prestigio a la estación. El moderador no debe tomar partido y se concretará a su papel de mediador. Su éxito puede ser provocar que las partes lleguen a un enfrentamiento cordial de posiciones que finalmente favorezcan la toma de decisiones y conformación de criterio del auditorio. Nada más. Al finalizar el debate, el moderador hará un resumen y dará breve cuenta de los rasgos fundamentales de cada posición sintetizando antes que favoreciendo, concluyendo antes que calificando. La charla radiofónica
La charla radiofónica se remonta al origen de la radio. Surge como una forma de expresión natural sin la necesidad de elaborar un formato para expresar las ideas. Nace del locutor que deseó decir un poco más que anunciar la voz del tenor en un antiguo acetato al que había de cambiar la aguja después de cada ejecución. Nadie habría podido concebir entonces que llegaría el día de una radio automatizada donde la hora, los mensajes, las identificaciones de la emisora y todo cuanto sale al aire se produce y se dice en forma grabada. La radio enlatada o automatizada empezó a tomar forma después de los años sesenta cuando se escribe otra página del desarrollo tecnológico, ambientada con música romántica de tríos y danzones en la radio mexicana. Como es natural, la charla no tuvo tiempo de consolidarse como género de comunicación radiofónica. Un formato tan común y corriente en la radio como la charla sufre de una transformación que se refugia en el modo de expresar y comentar del locutor radiofónico. Es objeto de una constante erosión por el mal aprovechamiento de los recursos del idioma y de las técnicas de expresión. Son tan frecuentes los excesos verbales en la radio que el idioma se desgasta y se hace tan común, que la gente oye pero ya no escucha la radio. En la programación habitual, la charla tiene un lugar de reiteración cotidiana ya que en las jornadas reglares de trabajo que tienen a su cargo los locutores tienden a convertir en lugar común las alocuciones verbales, cuando no verbosas. Por lo tanto, la charla debió tener un destino más feliz a partir de una creación literaria de la radio que conjuntamente con la época de oro llenará de romanticismo aquellas horas doradas de la radio. Para que el locutor llegue a establecer un contacto apropiado con el radioescucha tendría que evitar emplear expresiones como. Y bien amigos, después de estos comerciales les voy a presentar algo sensacional... o Como ustedes se podrán imaginar, permítanme decirles que... o Ahora les presentamos al señor Luis Miguel con esto que se llama “Si nos dejan”... Esta sucesión de expresiones gastadas y utilizadas tan a menudo como muestra irrefutable del pobre dominio del idioma que manejan algunos locutores no hace falta comentarlas. Cuando estas expresiones se vuelven repetitivas desgastan el interés del auditorio y la imagen de por sí deteriorada de ciertas estaciones donde los locutores hacen un esfuerzo por conservar al auditorio con sorpresas y regalos que sólo sirven para
prolongar el engaño. No hay nada más desagradable que esos falsos prometedores de edenes y obsequios donde la palabra gratis, la más torpe que puede existir en la industria de la publicidad, hacen de la expresión de los anunciadores una letanía de sonsonetes que contribuyen a fomentar la desinformación y a desintegrar auditorios. El empleo de expresiones para llenar el espacio vacío –to close the gap, dicen de igual forma algunos locutores en los Estados Unidosen la radio ha de ser limitado, utilizándose sólo en aquellos casos donde la continuidad programática y el contenido exijan una relación personal con el radioescucha, cuando se persiga crear un ambiente de conversación íntima como es el caso de los programas nocturnos de poesía y prosa romántica. Lo que cuenta en el contenido de una amena charla radiofónica expositiva es que resulte, más que comprensible, asimilable y grata para el auditorio. Que el lenguaje empleado sea directo y sencillo. Los defectos derivados de lugares comunes en el arte de hablar son más evidentes para el radioescucha como oyente que para un lector de textos. La familia recibe diariamente un ejemplar del periódico donde se anuncian películas con imágenes lascivas, visiblemente morbosas y no pasa nada. Pero en la radio, nadie puede darse el lujo de expresar palabras que a todas suertes resultan ofensivas para el auditorio, o más aún, formar imágenes habladas de situaciones que pudieran resultar ofensivas al oído que no a la moral En este terreno, la radio asume un papel educativo de vital importancia que, inclusive, tiende a ir más allá que la palabra escrita. La charla radiofónica debe girar en torno a su propia y creativa especificidad, donde el empleo del tiempo entre un contenido determinado y otro fluya con naturalidad, con responsable amabilidad y cortesía. Pero una charla no debe extenderse a más de cinco minutos en términos generales, si se pretende respetar mínimamente las exigencias del medio. La conferencia o la disertación, el sermón o el discurso político deliberadamente proselitista, habría que delimitarlos: no son – salvo casos excepcionales- formatos que deban ser llevados a la radio. La forma más común de la charla radiofónica es aquella donde una persona o locutor expresa ideas por la radio con el propósito de explicar algo, divulgar ideas, proporcionar consejos, hacer recomendaciones en apoyo de muy diversas causas para los 133
radioescuchas. La charla expositiva suele ser la forma más sencilla y económica de emplear el tiempo de una estación de radio y por ello la más usual. La charla expositiva puede ser a una o a dos voces, preferencialmente una voz masculina y otra femenina. Sólo se tiene que escribir un texto cuya lectura se alterna para evitar la monotonía en la exposición. Se debe tener en cuenta que en ambas hipótesis se asume el papel de locutores, no de interlocutores. Por tanto, su trabajo se concreta a la lectura pero no a dialogar sobre el tema. Es el mismo monólogo sólo que leído a dos voces diría Mario Kaplún.28 Con frecuencia, una charla expositiva se fondea por medio de cortinas musicales elegidas al azar. Desafortunadamente, la incorporación de música de manera arbitraria genera ruido semántico al radioescucha y se pierde el sentido y el ritmo que se pretende dar al discurso, pues resulta artificial. Siempre que se pretenda exponer un tema de divulgación, es recomendable no emplear el formato de charla radiofónica. A lo largo de este capítulo se ha propuesto diversos modelos de programas radiofónicos interpretativos que podrían resultar más prácticos y efectivos. Por otra parte, la charla creativa tiene un sentido didáctico, persuasivo, vivencial y dinámico; busca en el radioescucha un sentido de participación, de respuesta personal y está provisto de diversos matices expresivos. La charla creativa adopta un lenguaje directo, coloquial, respetuoso e inductivo. Nada molesta tanto el radioescucha que recibir comentarios relativos a las trivialidades que ocurren dentro de la cabina de transmisiones: los operadores, los técnicos, las continuistas y que, con tal de hablar de cualquier cosa, algunos locutores insisten en convertir en motivo de charla. No es fácil producir una buena charla radiofónica creativa y hasta puede resultar más difícil que establecer un diálogo, pues el locutor tiene que expresarla de manera espontánea, que no quiere decir improvisada. Por esta razón, se requiere de un locutor informado, cultivado, que lea libros permanentemente, que esté al tanto de los acontecimientos, que tenga buen criterio para charlar y, sobre todo, para argumentar, si no fuera mucho pedir, con mayor criterio para manejar la empatía. La charla creativa puede ser también testimonial. Cuando el locutor charla en términos de explicar su propia y 28
Mario Dapñún, “Producción de programas de radio”, en El guión, la realización, CIESPAL, Ecuador, 1978, p. 132. 134
razonada experiencia; cuando la evidencia es útil; cuando la oportunidad universal de la verdad y buen criterio avalan el testimonio. El dialogo es otro valioso recurso cuando se requiere explicar y exponer un tema de divulgación. El diálogo puede resultar un extraordinario elemento didáctico. Así, el médico dialoga con el paciente y ada respuesta a sus preguntas sobre la salud de la familia; el experto en asuntos agrícolas dialoga con un campesino sobre la conveniencia de utilizar ciertos fertilizantes o plaguicidas; el técnico en asuntos urbanos dialoga con el chofer sobre cómo mejorar la calidad del manejo de su vehículo en la ciudad, a favor de los usuarios. Sin llegar a la complicación de programas más elaborados, el diálogo didáctico puede contribuir a brindar valiosos conocimientos que son útiles a una persona y que sirven de enseñanza al auditorio. Es increíble la cantidad de servicios que se pueden prestar a través del diálogo por la agilidad, vivacidad y naturalidad con que pueden brindarse las orientaciones, consejos y enseñanzas. Otra variante del diálogo es el radioconsultorio que hace posible que el locutor dialogue con un médico y ambos conversen con algún miembro del auditorio. En la actualidad, la radio ya no es un medio de retroalimentación diferida. Nunca más se podrá acusar a la radio, de ser un medio de retroalimentación mediata, unidireccional y autoritario. El avance de la telefonía en la era de la información permite dialogar, trialogar y multilogar, si fuera permitida la expresión, con dos, tres, diez y más personas, escucharse entre sí, formularse preguntas y responder ante un auditorio masivo, distante, disperso, heterogéneo y anónimo, elementos que definieran la comunicación de masas en los inicios del estudio de la teoría de la comunicación. Este es uno de los avances más notables que, por ser tan común, mucha gente ha dejado de ver y que, como se ha estudiado en el capítulo cinco, le da una gran vitalidad a la entrevista, principalmente como género informativo instantáneo, in situ. Pero el radio consultorio también puede orientarse a temas agrícolas, de educación primaria, sobre deportes, en apoyo de la economía familiar y muchos más. Finalmente, y como información adicional, se reseñan los programas misceláneos como la radiorevista que puede integrarse con
secciones. Generalmente, la presencia de un conductor, o dos de ellos, dan a la radiorevista un carácter de unidad e integridad al programa. Los temas pueden variar sobre asuntos relativamente ligeros: modas, espectáculos, recetas de cocina y nutrición familiar, hechos curiosos, arte, secciones de ¿sabía usted que...? lo que no quiere decir que se descarten otras modalidades de mayor interés informativo y educativo. El radioperiódico, que fuera en Centroamérica el inicio del radio periodismo, ha dejado para la historia lo que un día fue el diario hablado. Los modernos noticiarios informativos tienen hoy una conformación distinta, su propia peculiaridad, sus particulares mecanismos de operación, su especificidad y estructura las enriquecen permanentemente. Diríase que, también en la radio, lo único que no cambia nunca es el cambio constante. AUTOEXAMEN
Proyectos A. Con la asesoría del instructor desarrolle prácticas de los géneros, documental, comentario y editorial, en sus distintas modalidades de producción. B. Organice grupos dinámicos, planifique y desarrolle programas de discusión por medio de las técnicas ilustradas en el presente capítulo. C. Organice grupos dinámicos de análisis para revisar cuidadosamente las prácticas de los géneros anteriores. Solicite a cada grupo que grabe y analice paralelamente los trabajos que desarrollan las radiodifusoras de su localidad; establezca un juicio comparativo y formule conclusiones en esta materia.
1. ¿Qué es el documental radiofónico y cómo se clasifica? 2. Explíquelas características del documental institucional. 3. Explique las características del documental de carácter social. 4. Explique en qué consiste el documental de controversia. 5. Defina al comentario radiofónico. 6. Explique las ocho características comentario radiofónico.
del
7. ¿Cuáles son las particularidades comentario pintoresco?
del
8. Defina el concepto de editorial. 9. Establezca la diferencia entre el editorial informativo y el editorial de investigación. 10. Establezca la diferencia entre la crónica o reporte y el comentario editorial. 11. Establezca la diferencia redonda y debate.
entre
mesa
12. Defina el debate directo y el debate programado y establezca diferencias. 13. ¿Qué características tiene el debate político y cómo puede organizarse? 14. Establezca la diferencia entre charla expositiva y charla creativa en radio. 15. Explique qué características tiene un radio consultorio y una radio revista. 135
COMUNICACIÓN PUBLICITARIA
asociaciones mediante la estructura significativa. A estas cadenas asociativas se les llama campos semánticos.
Antonio Paoli Bolio COMUNICACIÓN – INFORMACIÓN Gracias a los ordenamientos conceptuales que existen en común es posible la comunicación. Éstos, llamados estructuras significativas, son formas de interpretación de la realidad en función de finalidades sociales; finalidades que equivalen a utopías, fórmulas ideales de vida, sueños con los que se compara la vida cotidiana, y al compararla se presentan contrastes y sistemas de contrastación. Lo que se observa de la realidad está dictado tanto por los hábitos y las costumbres como por aquello que es anhelado. Se comprende el mundo y sus relaciones según la cultura y según el deseo. Las estructuras significativas son entonces estructuras conformadas de acuerdo con ciertos procesos históricos y ciertas utopías. Esta doble dimensión constituye una estructura significativa. No puede haber comunicación humana si no es con base en una o más de ellas. La publicidad se elabora a partir de una estructura de ese tipo. Este ensayo tiene por finalidad explicar la estructura significativa publicitaria, y los modos mediante los cuales conforma el sentido y produce una dinámica informacional que permite ver determinados aspectos de la realidad e impide ver otros. Así, en general, las estructuras significativas, al igual que la publicitaria, informan la percepción, le dan forma: son sistemas informacionales que se elaboran y arraigan en las sociedad, y que generan nuevos campos semánticos. El campo semántico es una cadena de asociaciones. De este modo, cuando se pronuncia la palabra “tequila” se piensa en una bebida fuerte, pero también mexicana, popular, emborrachadora, barata y con muchas otras características. Estas asociaciones, a su vez, se relacionan con otras: mexicano, bandera, independencia, 16 de septiembre. Las cadenas referenciales se presentan detrás de cada palabra y todas tienden a estructurarse en sus múltiples 136
La publicidad se desarrolla a partir de una estructura que tiene su génesis en la presencia abrumadora de mercancías (se explicará esta génesis que ha moldeado nuestra percepción). El incremento de los mensajes publicitarios ha dado una competencia discursiva que, apoyada en diversos lenguajes, afianza cada vez más sus campos semánticos y refuerza sistemas de asociación, coherentes con la utopía del publicista. La competencia discursiva se entenderá aquí como la capacidad del emisor y del receptor de construir, reconstruir y crear fórmulas que remitan a campos semánticos, cuya estructura se ha socializado o tiende a socializarse. Esta competencia discursiva tiene una larga tradición basada en diversas estructuras significativas del pasado que le han dado vida, y se renueva según las necesidades de la estructura significativa publicitaria. Cuando la estructura significativa y sus campos semánticos se han socializado; es decir, cuando grandes contingentes de la población interpretan la realidad según la estructura significativa publicitaria, y han desarrollado un conjunto de competencias discursivas que remiten a campos semánticos comunes, se puede hablar de un sistema informacional que puede evocarse en común, y que posibilita la comunicación entre los contingentes que han asimilado ese sistema. La comunicación supone sistemas informacionales. Quienes no han asimilado un determinado sistema informacional no pueden comunicarse, o tendrán una comunicación pobre con quienes se expresan mediante ese sistema. La pareja conceptual comunicacióninformación debe entenderse como constituida por dos términos contradictorios que actúan en una constante evolución dialéctica. La comunicación es el acto de relación mediante el cual dos o más personas evocan en común un significado; la información es el acto de estructuración significativa por el cual se interpreta el mundo y las relaciones sociales. Se trata de dos conceptos íntimamente
vinculados y, al mismo tiempo, opuestos. No se puede comunicar algo si antes no se ha informado pero, por otra parte, nada se informa si está fuera de toda categoría social comunicable y si no hay relaciones sociales adecuadas para comunicarlo. Como ejemplo puede tomarse el concepto moda. Para los sueños de las empresas de alta producción es importante que las cosas pasen de moda: la ropa, los coches, los muebles, todo lo que sea mercancía. Así podrán volver a vender, incluso cuando las mercancías que antes vendieron se encuentren en mal estado. Éste es uno de los modos de vender más, y para llevarlo a la práctica necesitan de sistemas conceptuales que desaprueben el producto anterior y fomenten la compra del nuevo. Uno de los elementos centrales de estos sistemas de estructuras significativas es la distinción: “sea único”, “el señor toma Don Pedro”, “sea de la clase Impala”. Éste es un modo típico en que la publicidad informa; es decir, organiza o tiende a organizar la concepción de las mercancías que la industria ofrece. Pero este informar las relaciones significativas no serviría de nada a la industria si no se pudiera comunicar, como en el caso de un campesino que siempre usa los mismos modelos de ropa y de muebles, ya que no tiene estos esquemas de distinción basados en el cambio constante de los artículos de consumo. El campesino no puede interpretar los mensajes publicitarios de la misma forma en que lo hace un sujeto de clase media que vive en la ciudad; no está informado de la misma manera y por ello ese tipo de mensajes no pueden comunicársele o, al menos, no como a los citadinos. Al concepto moda no puede evocarlo en común con alguien de la clase media. Al campesino le parece un absurdo; al otro, un elemento de la vida cotidiana. La comunicación-información siempre se da en un determinado contexto. El individuo clase media de este ejemplo está sujeto a una coacción social que lo empuja a aceptar y a continuar el juego de la moda. Si es mujer y sigue usando minifalda la pueden tachar de poco moral; si la moda indica corto y ella va de largo, la tildarían de mojigata. Siempre hay modo de impugnar a quien sale de las reglas. Éste es un contexto social, generado y mantenido por el proceso industrial y su
aparato publicitario, que exige una reproducción ampliada de capital. El negociante que no sigue las reglas del juego se arruina. La competencia continúa; el juego social también. Los procesos informacionales generan lenguajes, reglas de comportamiento social y sistemas conceptuales; una vez que disponemos de todos estos elementos, la comunicación es más fluida, se evocan en común las cosas y los aspectos de éstas que se han informado en el contexto. Pero he aquí que los contextos cambian, las prácticas sociales están en constante transformación; por eso mismo la realidad se presenta con nuevos aspectos, en situaciones que antes no se habían visto, o por lo menos nadie se había fijado en ellas. Las cosas se relacionan de nuevas maneras, el mundo empieza a ser concebido de otra forma, y en general todo comienza a verse de otro modo. El campesino de pronto ve que comprar su ropa (ropa industrial) le resulta menos gravoso que hacerla; ve que sembrar café le deja dinero y que con él puede comprar otras cosas. Entra en un sistema de mercado: su vida empieza a cambiar, adopta nuevas relaciones y va reinformando su modo de ver la realidad social. Por este camino, y en tanto que existe un contexto de la moda, puede insertarse en él después de seguir un proceso más o menos rápido; lo que antes al parecer era incomunicable podría serle ahora perfectamente comunicado y él, a su vez, podrá comunicar en esos términos, en ese sistema informacional. Más adelante se abundará en estos conceptos al estudiar al emisor y al receptor, los mensajes, los contextos del mensaje y la retroalimentación. Emisor y receptor Para que haya comunicación son necesarios por lo menos dos sujetos: quien emite y quien recibe. Sin embargo, pueden haber muchos receptores y un trasmisor, como es el caso de la comunicación a través de los medios masivos; o muchos emisores y un receptor, como sucede en el teatro cuando el público ovaciona a un actor. Las relaciones cuantitativas entre ambos derivan también en relaciones cualitativas. Pero antes de entrar en 137
ello hay que conocer la naturaleza de este nuevo par de conceptos. No se entiende aquí por emisor y receptor a los aparatos técnicos, sino a las personas o grupos que participan en los procesos de comunicación e influirán en el mensaje. El emisor o los emisores siempre se hallan en determinadas condiciones de emisión, ya sea desde una plaza pública, un púlpito, una estación de radio, etcétera. Pero no sólo están ubicados frente a un medio, sino también ante una historia que condiciona el lenguaje. Un discurso será distinto desde una tribuna episcopal que de un teatro de vodevil. Desde una y otro habrán estructuras significativas diferentes que informan los mensajes de maneras contrastantes. Así, el emisor tiene que sujetarse a condiciones de emisión que, en principio, restringen un discurso tanto oral como gestual. Todo lo que un sujeto enuncie debe hacerse en las condiciones de enunciación que los circunscriben. Aunque se dirijan a ciudadanos desde la misma plaza, el Papa y un presidente no pueden usar las mismas expresiones y ademanes, apoyar sus palabras en las mismas instituciones ni en los mismos sistemas de referencias. El emisor se constituye en centro. Las palabras, los gestos y los ademanes se contextualizar en el marco institucional al que se adscribe y al que implícita o explícitamente hacen referencia. Esos sistemas de referencia a los que se adhiere el emisor suponen estructuras significativas de las cuales selecciona datos y con las que construye su enunciado. A partir de ellas informa e interpreta la realidad que aborda. La publicidad puede invadir todos los campos; tiene su propia lógica. Puede ir de la Edad Media al futuro de la ciencia ficción, y luego llegar al hogar moderno. Puede construir su escenario, sus referencias inmediatas con el supuesto entorno de Napoleón, de Luis XV o de la ingenuidad de un niño desnudo que lava el automóvil de su abuelo; el poder en cualquier época, o la ternura de cualquier familia, pueden ser sus referentes contextuales. Pareciera que la publicidad universaliza de tal manera sus signos que éstos pueden 138
presentarse en cualquier contexto histórico. No parece que la publicidad se vincule a una simbología institucional. Aparentemente, el publicista no habla, como el Papa o el presidente, desde una tradición institucional. Aquél asume formalmente una libertad infinita: se mueve desde la época de las cavernas hasta el mundo de un futuro lejanísimo. Pero no hay que ver el contexto del mensaje publicitario en los múltiples contextos en que pretende ubicarse, sino en la lógica del consumo en tanto lógica promovida por la industrialización capitalista desarrollada. César González insiste, en el trabajo que aquí se expone, en que el consumo promovido por la industria capitalista no sólo es un modo de relación con los objetos, sino con la colectividad y el mundo. Es un modo de actividad sistemática y de respuesta global, en el cual se funda nuestro sistema cultural. Baudrillard muestra al consumo como la organización de todo en sustancia significante, sustancia significante que en función del proyecto industrial capitalista le da su estructura y su sentido. La construcción de ese sentido se desarrolla con base en la manipulación sistemática de los signos. Por eso, para entender el contexto simbólico de la construcción publicitaria a partir del cual emite el publicista, no es posible acudir a la inmensa gama de referencia que presenta, sino que habrá que ubicarse en la lógica de las mercancías: allí se encontrarán los mecanismos estructurantes de su semántica. Si se quiere conocer al emisor se deben comprender sus estructuras informacionales. Pero no basta con mostrar una serie de mecanismos lógico formales que presenten una estructura. Habrá que comprender su génesis histórica, a partir de la cual se genera su productividad simbólica; es decir, será necesario explicar por qué se generó ese sistema semiótico, a qué corresponde y con qué transformaciones sociales tenderá a destruirse. Abriremos un paréntesis para explicar el contexto del mensaje publicitario y su génesis, para luego volver al emisor y al receptor de la publicidad. Primero habrá que explicar la lógica de la mercancía.
y útiles que entren comercio, etcétera.
Mercancía y publicidad Las mercancías –es redundante decirloentran en el mercado. En tanto sean mercancías sujetas al mundo de la compraventa, todas son intercambiables. La mercancía es, en primer lugar, un objeto exterior, una cosa que merced a sus propiedades satisface necesidades humanas del tipo que fueran. La naturaleza de esas necesidades, el que se originen, por ejemplo, en el estómago o en la fantasía, en nada modifica el problema (Karl Marx). Algunas cosas, como el aire o la luz del sol, son usadas y disfrutadas sin que sean mercancías. Para serlo tendrían que contener trabajo e intercambiarse por otras cosas que también hayan implicado tiempo de trabajo. Pero todas ellas dejarían de intercambiarse si no sirvieran de nada. Una nave espacial, en condiciones normales, es perfectamente inútil para los indios lacandones. Y a pesar de que se haya empleado mucho trabajo humano en producirla, ningún lacandón estaría dispuesto a cambiarla por su maíz. El trabajo sólo es útil si produce cosas útiles. Las cosas sólo son mercancías si son útiles para alguien con quien se puede intercambiar algo. El intercambio se realiza no con cosas iguales, sino diferentes. Cambiar este libro por otro igual carece de sentido si no se le añade real o imaginariamente algo más. Si todos produjeran los mismos géneros de productos no tendrían por qué realizar intercambios, por eso la división social del trabajo es fundamental para que las cosas se conviertan en mercancías. Aunque, claro está, no porque exista división social del trabajo hay mercancías. Por ejemplo, el hecho de que la mujer cocine y el marido siembre supone una división social del trabajo; pero cuando los maridos producen maíz y frijol y no lo intercambian, entonces éstos no son mercancías en tanto valor de cambio. Para que lo sean se necesitan trabajos cualitativamente diferentes y autónomos entre sí, que produzcan artículos cualitativamente diferentes
en
la
dinámica
del
El concepto de “autónomos entre sí” supone que no se trata de trabajos que se sumen para realizar el mismo objeto, como sería el caso del conjunto de trabajos diferentes requeridos para producir un coche, sino que se trata de trabajos privados, recíprocamente independientes: unos producen maíz; otros, coches; otros más, libros, ropa y así sucesivamente. Estos objetos se enfrentan como mercancías, las cuales se relacionan entre sí, son valores de cambio, elementos intercambiables. En esta sociedad, pueden cambiarse unas por otras mediante el dinero. Evidentemente, las cosas no constituyen sujetos que “se relacionen”; son los seres humanos los que las relacionan. Sin embargo, en nuestro sistema pareciera que ellas mismas lo hacen. Personalizar las cosas es algo propio de muchas civilizaciones, pero en la nuestra la personalización asume formas peculiares. En la mayoría de las civilizaciones los hombres han conocido la procedencia y los procesos de producción de los artículos que consumen. En las sociedades capitalistas mecanizadas y cosmopolitas se desconoce tanto la procedencia de las materias primas como los procesos de trabajo que las reelaboran a fin de fabricar los productos que adquirimos. La inmensa mayoría de las mercancías son seres desconocidos, aunque útiles, ya sea “en el estómago en la fantasía”. La civilización ignora todos los procesos humanos que han sido necesarios para producir el mundo circundante, se desconoce el trabajo humano desarrollado para fabricar cada uno de los objetos que se poseen. El carácter social del trabajo necesario para transformar a la naturaleza en mercancías no es el punto de referencia que adopta la civilización para apreciar esas mercancías, que se estiman sólo por el valor de uso o de cambio que tienen. Se hace a un lado el trabajo humano que las ha fabricado y sólo quedan ellas, descontextualizadas o, si se prefiere, deshistorizadas. Pero todos esos objetos fueron hechos según una ordenación cultural, según ciertas apreciaciones estéticas, según ciertas maneras de concebir las necesidades humanas, y su producción supuso tiempo humano.
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Sin embargo, todo esto resulta ajeno. Lo que importa al sujeto de la sociedad industrial capitalista es que las mercancías están ahí para ser usadas; así, las cualidades impresas del objeto aparecen como cualidades del objeto mismo, independientemente de su producción. De este modo, las concepciones de las necesidades humanas implícitas en los objetos aparecen como cualidades de los objetos mismos. Los objetos, entonces, se subjetivizan, se captan como seres dotados de intencionalidad y se significan de acuerdo con esa “intencionalidad”. En la sociedad capitalista todo trabajo humano productivo se valora y tiene su equivalente en dinero, y por lo mismo las diferencias entre los múltiples trabajos parecen borrarse en la mente del consumidor. Así, el objeto es el único portador de diferencias y todo trabajo se iguala a otro, porque todo trabajo tiene su equivalente en dinero. Marx señala: El carácter misterioso de la forma mercancía, estriba, pura y simplemente, en que proyecta ante los hombres el carácter social del trabajo de éstos como si fuese un carácter material de los propios productos de su trabajo, un don natural social de estos objetos y como si, por tanto, la relación social que media entre los productores y el trabajo colectivo de la sociedad, fuese una relación social establecida entre los objetos, al margen de los productores. Este quid pro quo es lo que convierte a los productos del trabajo en mercancías, en objetos físicamente metafísicos o en objetos sociales.
Contextos simbólicos del emisor y del receptor La personalización de las mercancías como sujetos que entran en relación los unos con los otros, constituye el mecanismo fundamental del sistema informacional publicitario. Pero ¿cómo se desarrolla esta experiencia vivida en la sociedad capitalista? ¿Cómo se construye y se transforma su sentido? ¿Cómo 140
aprovecha el emisor publicitario este contexto dado por el movimiento de la mercancía? Para estudiar las transformaciones semánticas hay que partir del concepto abducción que Eco toma de Peirce. Con este y otros conceptos se apuntan elementos para dar un principio de respuesta a las grandes interrogantes que se acaban de plantear. La abducción es una inferencia sintética que le asigna un nuevo sentido a las cosas al descontextualizarlas. En una operación productora de nuevas funciones semióticas, de nuevos códigos, Una vez que éstos se han constituido, cuando el interés social los refuerza y tiende a convertirlos en rasgos culturales fuertemente arraigados, surge gran cantidad de mecanismos de hipercodificación. Según Eco, ésta es la multiplicidad de fórmulas retóricas que refuerzan y matizan la codificación basada en el primer proceso abductivo. Se agregan nuevas formas constructoras y reforzadoras del sistema, por ejemplo la hipocodificación, que supone la reinterpretación del códigos. La dinámica publicitaria siempre se refiere al comprador como el centro de las referencias, el consentido de sus mensajes, el considerado; por lo general, lo que se diga del consumidor será agradable, y todos los signos a él referidos serán enaltecedores y encomiosos. La figura del poseedor se hipercodifica, en tanto siempre se lo identifica de mil maneras como el centro de la alabanza. La hipocodificación es la identificación del sentido en torno a un tipo de entidades referenciales. Aquí, el referido, el interpelado, es el consumidor elogiado y enaltecido. La hipercodificación multiplica fórmulas para enriquecer el sentido, y la hipocodificación centra en una especie de sujeto axiológico, portador de todos los valores, al futuro comprador de las mercancías. En la publicidad aparentemente se adoptan todas las instituciones y las historias como fuente inacabable de hipercodificación, y se concentran en el inefable comprador, que adquirirá, para su gozo, las mercancías. Las mercancías se subjetivizan. El ciudadano que habita y tiene acceso a muchos de los bienes que ofrece una ciudad capitalista
moderna, ya ha realizado el proceso abductivo que su presencia tiende a imponer. Sabe que un saco lo engalana, que un reloj lo distingue, etcétera. Múltiples formas de hipercodificación publicitaria lo refuerzan. El receptor publicitario no tiene por qué entrar en discusión con el discurso de la publicidad. Todo se le presenta como destinado a halagarlo. Muy a menudo la situación acaba por ser fascinante, lo que tiende a reforzar su dinámica informacional publicitaria, basada en la lógica de la mercancía. No es que el consumidor, por el solo hecho de comprar, crea ciegamente en todo lo que se dice acerca de su persona; no lo cree, pero de todos modos le halaga. Es como cuando una bella artista en un centro nocturno y en pleno espectáculo, le guiña el ojo a un espectador y le tira un beso. Él no piensa que esa beldad esté enamorada, pero goza con aquel juego; la libido se le altera un poco, se pone de plácemes y su vanidad se exalta. La lógica de la emisión publicitaria y su recepción es parecida a este ejemplo del centro nocturno. Sin embargo, no se racionaliza todo eso; el sujeto repite como receptor y posible comprador esas experiencias semióticas que dan placer, las capta y las recibe múltiples veces en los mil y un comerciales. Configuran ya una competencia discursiva, que constituye su forma de interpretar el mensaje publicitario; el receptor/comprador prevé las fórmulas siempre cariñosas y consideradas hacia su persona. Esta competencia discursiva se enriquece constantemente: nuevos trucos fonéticos, fonológicos, sintácticos e iconográficos se presentan y se multiplican. Pero pese a las infinitas formas que dan nuevos signos y símbolos para ser interpretados por la competencia discursiva, la lógica básica no se altera; sólo se adorna y se llena de alegorías. Así, asimila cualquier contexto a sus mecanismos fundamentales de interpretación de la realidad y tiende a imponer su sentido a toda la cultura nacional. Una vez que el capital nacional y transnacional desarrolló sus tentáculos en México y el dinamismo de la producción invadió al país, fue necesario apremiar el crecimiento del mercado interno, por lo que la publicidad multiplicó sus embates y proliferó todo el territorio. En especial en las ciudades, donde la capacidad de compra es mayor, la publicidad invade todos los espacios sociales y tiende a
informar la cultura cada vez más abrumadoramente a la sociedad. E igualmente a reformular en sus propios términos el sentido común. La comunicación que se basa en los medios masivos se realiza en gran medida informada por la lógica publicitaria. Emisor y receptor construyen e interpretan los mensajes según la competencia discursiva de la comunicación a la mayoría de los habitantes del país. Sin embargo, existen además competencias discursivas, unas paralelas y otras opuestas a la información publicitaria, que también operan y derivan de muchas otras realidades institucionales, más o menos opuestas, o por lo menos ajenas a la industrialización capitalista promotora de la publicidad. La Iglesia, el Estado, los partidos políticos, los sindicatos y otras instituciones generan campos semánticos ajenos a la publicidad y alimentan sus propios medios de comunicación, cuyos mensajes se nutren con otras lógicas y tienden a formar nuevas competencias discursivas, sustentadas en otras tradiciones históricas. El receptor podrá interponer esas otras dinámicas informacionales para rechazar no sólo el mensaje comercial, sino toda la lógica publicitaria. Emisor y receptor no podrán estudiarse sólo a partir de los actos de emisión y recepción, sino también de acuerdo con las tradiciones históricas que circunscriben campos semánticos informados de maneras determinadas, que son la base de la codificación y decodificación de los mensajes. En los medios masivos de comunicación más importantes del mundo capitalista contemporáneo la información publicitaria es primordial, pero no exclusiva. Habría que analizar no sólo en cada comercial, sino en cada programa qué parte de aquellos es una estructura fundamental y preponderante. Y lo más probable es que aparezca en pugna con otros sistemas informacionales. El emisor, pues, al emitir ciertos datos se refiere también a un receptor y tiende a imponerle un modo de informar la realidad según sus fines, o según los de las instituciones que lo contratan para emitir. La emisión siempre se construye de acuerdo con una lógica informacional, y supone una 141
tradición histórica que circunscribe campos semánticos. El receptor tiende a captar la realidad que se le presenta, y de la forma en que se le presenta, a menos que pueda anteponerle otras formas. Entonces reinterpretará y reinformará los hechos de diversa manera. Retomará esos hechos y los aplicará a su vida en función de sus experiencias anteriores, de sus expectativas, de sus ordenamientos conceptuales. El receptor no es un mero recipiente. Al evocar un significado que otro otros le envían, lo transforma, lo reinforma, lo pone a su servicio según las lógicas informacionales que posee, y en función de las cuales interpreta, decodifica. Pero lo hace según los códigos de que dispone, los cuales siempre remiten a determinados campos semánticos. Para entender cómo decodifica un receptor habrá que conocer la estructura de los campos semánticos a que se refiere a partir de los códigos que se le presentan. En la sociedad urbana y plural los campos semánticos pueden variar mucho de uno a otro receptor. Sin embargo, la publicidad ha logrado unificar diversos campos semánticos con arreglo a sus finalidades. En sociedades donde la división social del trabajo es muy escasa y las condiciones permiten la reproducción normal de la vida comunitaria, los datos evocados en común por sus miembros se informan normalmente de manera similar. Los campos semánticos se estabilizan y pareciera que los integrantes de la comunidad no tuvieran capacidad de reinformarlos datos o de buscar hechos en los que nunca antes habían reparado. Sin embargo, cuando las formas de producción antiguas ya no son suficientes, llegan grupos hostiles o cambian las condiciones climáticas, el grupo que parecía inmovilizado transforma sus relaciones sociales y reinforma los hechos conocidos en función de las nuevas circunstancias; empieza a ver nuevos aspectos en las cosas y descubre elementos que hoy le son útiles y que antes no lo eran. Estos descubrimientos se reinforman y se evocan en común; se comunican según los nuevos campos semánticos. Las condiciones de recepción son muy importantes. Así como no basta con conocer lo que se emite, sino que es necesario reparar 142
también en las condiciones de emisión, tampoco puede estudiarse a los receptores sin conocer las condiciones de recepción. Un grupo de cazadores-recolectores nómadas, mientras tengan cacería en abundancia, difícilmente escucharán a quien les enseñe a sembrar; pero serán más atentos y receptivos cuando no encuentren manera de vivir con las actividades anteriores. La emisión publicitaria Se ha hablado del emisor y de las condiciones de emisión; del receptor y de las condiciones de recepción, pero estos elementos no pueden considerarse por separado: uno se constituye y se transforma por el otro. No es posible pensar que los receptores y su situación no condicionan en alto grado el proceso de emisión, y viceversa. Cuando se tiene un gesto cariñoso con la esposa, éste se emite en función de las relaciones que se guardan con ella, pero si hay una cámara escondida que transmite este gesto por televisión y lo ven millones de personas, entonces ya no se es el emisor de esa segunda emisión, la cual está condicionada por expectativas muy diferentes. Al iniciar el tema vinculado con emisor y receptor señalamos que las variaciones cuantitativas entre emisores y receptores condicionan el tipo de las relaciones comunicativas El incauto enamorado del ejemplo anterior se convierte de pronto en objeto de risa de millones de espectadores que no ve, cuando esperaba la respuesta afectuosa de su amada. Aquí se entabla una complicidad entre el emisor y una multitud de individuos separados entre sí, cada uno de los cuales contempla la escena desde su casa. En la película El discreto encanto de la burguesía, Buñuel presenta a un grupo de burgueses cenando, que piensan actuar para los otros comensales; pero de súbito se abre un telón y están frente a una audiencia: los nuevos espectadores se desternillan de risa. En los ejemplos anteriores, tanto los emisores como los receptores se transforman: el matrimonio enamorado tiene una relación comunicativa simétrica, con respuesta inmediata, cara a cara. En el segundo caso, el emisor de televisión tiene una relación vertical con su auditorio; él decide dónde pone su cámara escondida, y la respuesta de su auditorio equivale a las múltiples respuestas de
pequeños auditorios caseros, de las cuales no se enterará. En las películas de Buñuel los comensales podrían agredirse y ridiculizarse, según su posición personal; defenderse y atacar, teniendo siempre presente a su auditorio y sus modos de respuesta, pero surge otro auditorio compuesto por todos los espectadores de un teatro que se ríen de ellos. Aquí se trata de una emisión multipersonal y simultánea, tanto en el espacio como en el tiempo. La presencia del auditorio hace mucho más viva la complicidad, el ingenio de un emisor ausente que puso a esos burgueses en una posición ridícula, en la que mostraban su drama sin saberlo, y donde un conjunto grande de personas emite su risa como mensaje colectivo para ese pequeño grupo y para sí mismo. La cantidad de formas que adopta la relación emisor-receptor permite una gran pluralidad de posibles esquemas de comunicación. Elaborar una tipología de emisores y otra de receptores haría más fácil la comprensión de los variadísimos procesos de comunicación. Elaborar una tipología de emisores y otra de receptores haría más fácil la comprensión de los variadísimos procesos de comunicación, que necesariamente están en contextos diversos, y que por lo mismo suponen condiciones de emisión y de recepción muy diversas y transformables. Desde luego que esta tipología posicional tendría que estudiarse en cada caso a la luz de las historias institucionales, a partid de las que se ubican tanto los emisores como los receptores; historias desde las cuales se han estructurado los mensajes semánticos de acuerdo con los que se decodifica el mensaje. Por lo que toca a la cantidad de emisores y receptores, existen básicamente cuatro relaciones: Emisor
Receptor
Unipersonal Multipersonal
Figura 1.1.
unipersonal multipersonal
Habría que considerar que el receptor se convierte siempre en emisor, pero que su emisión puede no ser una respuesta directa. Incluso puede ser una reacción de la que nunca sea consciente el emisor, pero que influirá de una u otra manera en la conducta del nuevo receptor. Estas relaciones suponen una gran cantidad de variantes, según el medio que se elija: carta, telegrama, teléfono, radio, encuentro cara a cara, cine, casete, videocasete, discurso desde una tribuna, aclamación de las masas desde una plaza pública, etcétera. En todas ellas el emisor o emisores saben, se imaginan o presienten cómo interpretarán su mensaje los receptores. Desde luego, el medio puede influir. “Este asunto no puedo tratarlo por teléfono –dirá alguien- porque no te veo la cara”. Esto supone que se busca que de alguna manera el receptor se convierta en emisor, aunque no hable. Cada medio tiene sus peculiaridades y las razones para elegir pueden ser muy variadas. La cuestión es que se elige por determinadas razones que se suman a un contexto. Así la elección del medio de comunicación es un elemento más en el contexto. La publicidad emite mensajes a través de gran cantidad de medios, y los mismos se multiplican más allá de esos medios. El mensaje publicitario se emite unipersonal o multipersonalmente, y también se recibe de las dos maneras. Habita los espacios del hogar a partir de etiquetas y envases, llega por la pantalla de televisión, por la prensa, por la radio, y así mismo por boca de niños y adultos que repiten las canciones pegajosas y las frases de algún comercial. Con esas expresiones se hacen chistes, se lanzan albures y bromas. Cada sujeto que adopta una moda se hace emisor de mensajes coherentes con la publicidad. La mayoría de las calles de cualquier ciudad capitalista contemporánea no sólo se hace partícipe de la emisión publicitaria, sino que de alguna manera se construyen como un texto publicitario, donde muchos edificios se diseñan como portadores de un “concepto de marca”; como entidades hechas para ser símbolos de una empresa. Restaurantes, bancos, cadenas de tiendas, cines, hoteles, y hasta edificios fabriles se construyen con criterios publicitarios. Además de los inmensos carteles que pueblan las 143
fachadas de calles y más calles, letreros, cartelones, grafismos y marquesinas luminosas que nos hablan de las maravillas de tal o cual mercancía. Los esquemas se desbordan. Pero además se finge construir la emisión publicitaria desde todas las tradiciones institucionales. Quien actúa para la emisión publicitaria puede aparecer de cura, de marqués, de maestro, de gobernante, o de lo que sea. Desde cualquier tiempo, país o circunstancia, se presenta al entorno social como la síntesis universal de las culturas. Es como una deidad con dones de ubicuidad que los creadores de mitologías no soñaron jamás. El transeúnte urbano, en el interior de su hogar o de su madriguera, vuelve a encontrar ese mundo omnipresente de la publicidad. Revistas, televisión, radio, etiquetas, envases. Al volver a la calle, de nuevo encuentra ese lenguaje, que es ya una ecología citadina. ¿Puede definirse el sentido de ese entorno que hoy tiende a conformar, quizá de un modo preponderante, la simbología urbana? La publicidad es un reducto de placer aunque, paradójicamente, no elogia al placer en sí mismo. La publicidad es una forma de comunicación dirigida a las masas, pero ¡oh contradicción!, se expresa en segunda persona del singular: el tú y el usted son sus pronombres preferidos. Habla de los objetos, pero construye relaciones sociales. Se centra siempre en el futuro comprador. Le ofrece una imagen de sí mismo que resulta fascinante gracias al producto o a la oportunidad que está intentando vender. Y entonces, esta imagen logra que él envidie lo que podría llegar a ser. Sin embargo, ¿qué hace envidiable este lo-que-yo-podría-ser? La envidia de los demás. La publicidad se centra en las relaciones sociales, no en los objetos. No promete el placer, sino la felicidad: la felicidad de que le envidien a uno es fascinante. La nostalgia es su supuesto. Lo importante es lo que no se es, pero se podría ser. La condición es que compre aquello que ve de cerca gracias a la fotografía, que es un apoyo importante del publicista, y sobre todo del 144
publicista de la calle. Así se puede casi tocar lo que no se tiene pero se podría tener: participar del rostro cercano de la mujer hermosa. Se pueden compartir o presenciar muy de cerca escenas íntimas y que están allí, detenidas para verlas y saborearlas. La publicidad propicia que la persona se sienta insatisfecha de sí misma o, mejor dicho, de lo que tiene, que en este conjunto de referencias equivale a lo que se es. Hay que destacar: no hace que el público se siente mal por le modo de vida de la sociedad, sino consigo mismo; pero al comprar eso todo cambiará. Ansiedad, ésa es la verdadera actitud que la publicidad genera. Es una generadora de angustia. El receptor es la mula que trae al cuello una vara que sostiene un atado de alfalfa y corre y corre tras ella hasta el agotamiento. Cuando cree estar a punto de llegar, la moda ha cambiado, el año pasó y el modelo de coche es ya otro; nuevos productos inundan ya el mercado. Ahora es sólo un obsoleto, un demodé, un conservador. La publicidad utiliza las tradiciones institucionales como la cámara escondida usa a la pareja de enamorados del ejemplo. Elimina el sentido que la relación tenía y le da otro al cambiar las condiciones de la emisiónrecepción. Cuando la publicidad presenta a dos actores que fingen ser enamorados, la emisión del discurso amoroso sólo tiene sentido en tanto se integra con algún objeto de consumo, con una mercancía que se pretende vender: lo importante no es el romance sino la mercancía; tiene sentido por ella, a fin de incitar a comprarla. La emisión publicitaria presenta así cualquier actitud para descontextualizarla y convertirla en fuente de valoración de alguna mercancía. Sólo puede ser comprendida en la dinámica de múltiples sistemas referenciales, dentro de una sola lógica mercantil que se impone como una ecología y tiende a penetrar todos los ambientes, para darle a las relaciones sociales la lógica de la mercancía. Y sólo será sistemáticamente eficaz en la medida en que sea recibida en una sociedad de
mercado, con una fuerte división social del trabajo. Cuando la lógica de la mercancía impera, cuando los ciudadanos han informado al mundo con la lógica de la mercancía que hemos descrito, ya no sólo los medios masivos son los portadores de la emisión publicitaria, sino todos esos ciudadanos. Los medios sólo son veneros de novedades temáticas con profesionales de la emisión publicitaria. Sus mensaje caen en un campo fértil que los asimila y los multiplica.
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Contextualización y lenguajes Los mensajes se forman mediante signos organizados según ciertas reglas; es decir, se construyen siempre con un lenguaje, pero se enmarcan dentro de grandes sistemas sociales, se realizan con determinadas condiciones de enunciación y se reciben en determinadas condiciones de recepción. El estudio de la conformación de un lenguaje siempre supone principios ordenadores de las relaciones y delimitadores de los conjuntos de signos. Con el propósito de ordenar y delimitar, Benveniste empieza por describir cuatro características: a) El modo de operación se refiere al sentido por el cual captamos los signos del mensaje (ojos, oídos, etc.) b) El dominio de validez es aquel donde se impone y debe ser reconocido u obedecido (las señales de tránsito tienen su dominio de validez en la calle). c) La naturaleza y el número de los signos son función de los dos puntos anteriores. d) Tipo de funcionamiento es la relación que une a los signos y les otorga función distintiva. Para ejemplificar estas definiciones, Benveniste elige un sistema de nivel elemental. El sistema de las luces del tráfico. •
Su modo de operación es visual... a cielo abierto.
•
Su dominio de validez es el desplazamiento de los vehículos por los caminos
•
Sus signos están constituidos por la oposición cromática verde-rojo (a veces con una fase intermedia, amarilla, de simple transición); por lo tanto, es un sistema binario.
•
Su tipo de funcionamiento es una relación de alternación (jamás de simultaneidad) verde/rojo, que significa camino abierto, camino cerrado.
Los lenguajes, entendidos como sistemas, son contextos que se construyen mediante formas diferenciales. Pero el lenguaje se 146
inserta dentro de contextos mayores, dentro de sistemas informacionales más generales, como el sistema publicitario. Pero por ahora son de interés los lenguajes y sus reglas de funcionamiento, que son sistemas informacionales subordinados a las grandes concepciones del mundo en un período histórico. De los caracteres distintivos que forman los lenguajes, los dos primeros (modo de operación y dominio de validez) constituyen condiciones externas, empíricamente verificables; los otros dos (los signos y su funcionamiento) constituyen condiciones de relación interna entre los signos. Cuando varios lenguajes mantienen los mismos signos y las mismas relaciones de funcionamiento – como la lengua hablada, la escrita, el sistema Braille, el Morse- es porque cambia en ellas el sentido con el dual se captan, pero no su funcionamiento. Si este se cambia, varía todo el sistema, aunque continúen los mismos objetos significantes. Un trapo rojo no significa lo mismo en una carretera que en una manifestación política de izquierda. Los signos sólo son tales en un contexto; fuera de él son otros. El mismo objeto se convierte en otro significante con otro significado: por eso “no hay signo transistemático” Este principio va también más allá de la dimensión en que lo ubica Benveniste. Se puede afirmar que todo enunciado varía su significado según sus condiciones de recepción, como hemos visto. As{i, todo lenguaje es un contexto que ordena los signos, pero a su vez se forma y depende de grandes sistemas informacionales y de circunstancias concretas. Podemos decir que los lenguajes son contextos que a su vez se contextualizar de acuerdo con los sistemas en que se insertan. Fuera de estas múltiples determinaciones, todo signo pierde sentido, se hace insignificante e impertinente. El conjunto de signos de cada lenguaje y su funcionamiento constituyen el código; código que se aplica a ciertos “modos de operación” y a ciertos “dominios de validez”. Los signos y su funcionamiento dependen de los objetos que se quieran representar, de los aspectos por los cuales se identifica a esos objetos y de las relaciones que guarden entre sí, según los grandes sistemas informacionales.
Lo anterior supone que los diversos códigos, formados por signos y funcionamientos distintos, no pueden reproducir las mismas relaciones de sentido. El lenguaje hablado, la música y la pintura tienen códigos totalmente diferentes y no pueden, a través de ellos, expresar las mismas cosas. En cambio, códigos con funcionamientos iguales, aunque operen a partir de distintos sentidos y en otros dominios de validez –como el Morse y el Baille-, pueden expresar a nivel del enunciado los mismos aspectos de las cosas. Esto supone otro principio, que Benveniste llama “la no redundancia entre sistemas”. Pero volvamos al mundo de la publicidad y tratemos de explicarnos sus lenguajes. La publicidad no puede ser considerada como un lenguaje en el sentido de Benveniste, sino que supone una pluralidad inmensa de lenguajes. Puede ser tratada como una estructura significativa; es decir, como un ordenamiento simbólico orientado por cierto tipo de finalidades que tienden a socializarse. Así mismo, para su estructuración supone la ganancia privada basada en la compra-venta de mercancías que entran en la dinámica del mercado capitalista. Se sabe que el sistema necesita una reproducción ampliada de capital para poder competir y ganar. Sólo puede lograrlo con una reproducción ampliada de mercancías que deben venderse. Hay que generar un sistema que invite a comprar y comprar cada vez más. Pero de esto ya se ha hablado bastante. Lo que interesa es destacar la finalidad constituyente de la estructura significativa. La estructura significativa publicitaria adopta los más variados lenguajes, que tienen muchos dominios de validez. Cada uno de estos lenguajes tiene su dominio de validez, en términos de Benveniste, según el medio que los transmite y el lugar donde se reciben. Pero la publicidad no es solamente sus lenguajes: los usa y los trasciende. Esos lenguajes no se agotan con la publicidad, pero esto debe explicarse. La publicidad no puede invadir, en nuestro mundo político, todos los espacios de la sociedad civil. La publicidad comercial, por ejemplo, no puede usar la voz del presidente
de la República y enunciarse como un mensaje del Estado, aunque anuncie artículos de una empresa estatal. No ocupa el ámbito del Palacio de gobierno. Ahí sólo reina la piedra o el mármol labrado en figuras que remiten, con la eternidad que implican, a la instancia del poder; poder que se presenta ajeno a los cambios de la tarea publicitaria. Las estructuras significativas a partir de las cuales enuncia sus discursos el Estado, se orientan a finalidades distintas de las que corresponden a la ganancia privada. Sin embargo, tanto el discurso publicitario como el gubernamental, el eclesiástico y muchos otros, se emiten aquí en español. La estructura significativa tiene su propio campo de validez y éste posee un contexto histórico y de legitimidad. El lenguaje o los lenguajes que adopten van más allá de ese campo de validez. La sintaxis, la fonética y la prosodia son usadas según la estructura significativa en cuestión. La competencia lingüística es ajustada con cada estructura significativa. Esto enriquece y vivifica al lenguaje, pero no lo hace depender absolutamente de esa estructura significativa. La Iglesia, el Estado liberal, las comunidades indígenas, los movimientos revolucionarios, las compañías de publicidad, han enriquecido el lenguaje al crear palabras que pueden ser reinterpretadas por otras estructuras significativas, con lo cual tienden a cambiar sus sentidos. Por eso Gramsci ha señalado que “todo lenguaje es un continuo proceso de metáforas y la historia de la semántica es un aspecto de la historia de la cultura; el lenguaje es al mismo tiempo una cosa viviente y un museo de fósiles de la vida y de la civilización”. La palabra surge de la estructura significativa que le dio origen, entra en otra y a través de esa otra se resocializa. Las estructuras significativas le imprimen nueva vitalidad a las palabras viejas, al descontextualizarlas de su contexto pasado y al darles uno nuevo. La palabra “escocés”, además de designar a los nacidos en Escocia, se convierte en designadota de una bebida; y para la publicidad en México, significa más una bebida que la designación de una nacionalidad. El lenguaje y la estructura significativa están en constante interacción dialéctica. 147
Seguidamente se definirá esta interacción entre la estructura significativa publicitaria y sus lenguajes. Los signos de un lenguaje están estrictamente codificados y poseen reglas formales muy precisas, que demarcan –como Benveniste señala- formas de oposición definidas en el sistema. Su naturaleza y su función dependen también de la captación de determinados sentidos. Pero la estructura significativa usa diversos lenguajes y adopta en cada momento el ámbito en el cual cada lenguaje tiene su dominio de validez. Luego la estructura significativa varía sus códigos – tanto los generados por la propia estructura, como los que se adoptan en su aplicación- con ello toma nuevas dimensiones y se hace presente en diversos espacios sociales. La estructura significativa publicitaria puede adoptar varios lenguajes simultáneos o sucesivos para emitir; puede tomar un lenguaje iconográfico, musical y verbal para un anuncio televisivo. Con ello influye en el lenguaje iconográfico, musical y verbal aplicado al modo de elaborar la emisión y la recepción televisivas. Los lenguajes se definen por una relación sintáctica, y la estructura significativa por una finalidad social; finalidad en función de la cual se readaptan los lenguajes. Así, la estructura significativa reinforma al lenguaje y le imprime un nuevo sentido. De allí que el sentido vaya siempre más allá del lenguaje que le sirva como vehículo. La dialéctica publicitaria del sentido Cada estructura significativa tiene su historia, que es la de alguna utopía, de algún allá que alguien imagina esperanzadamente ver. Habría que leer la Ética del protestantismo y el espíritu del capitalismo, de Max Weber; El hombre y lo absoluto, de Lucien Goldmann; El idiota de la familia, de Jean Paul Sastre, o muchas otras grandes obras que dejan entrever la génesis de las concepciones del mundo; concepciones que se nutren de un ser y de un querer ser, y en ese encuentro estructuran su vida muchos hombres que ordenan y desordenan su práctica cotidiana. Empiezan a ver entonces, en esa referencia estructurante, la verdad; por ella viven, y no pocos también por ella matan y mueren.
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Lo que interesa aquí es la forma en que surge la estructura significativa publicitaria. Con peligro de caer en el simplismo debe señalarse que surge por dos factores: la presencia apabullante de mercancías y la invitación compulsiva y constante a obtenerlas, patrocinada por los que dirigen y usufructúan la producción social de esas mercancías. Se ha descrito ya la lógica con que se ve a la mercancía. Este modo de mirarla, impuesto por las relaciones del sistema capitalista de producción, conduce a verla como fetiche: la concepción de las necesidades humanas y su satisfacción residen en las mercancías. Ellas son portadoras de apreciaciones estéticas, de criterios de diseño, de tiempo humano invertido. Al ser portadoras de todo eso, las mercancías son como sujetos que satisfacen nuestras necesidades, y como no conocemos su proceso de elaboración, ellas mismas son las que dan salud, adornan, nutren, ofrecen prestigio: son vistas como sujetos que ejercen acciones Con la expansión industrial y la penetración del mercado interno que inunda de mercancías a este mundo, la publicidad se impone, forma y transforma nuestra visión del mundo; retoma y amplifica la personalización de las mercancías: las hace vívidas, las llena de colores, las pone en todas partes y con eso las hace más verosímiles. Pero simultáneamente presenta su utopía: “el hombre que ha logrado sobresalir”, “quien tiene el don”, el “respetado”, el “hombre práctico, dinámico”, “el hombre que domina la situación”, todo esto proporcional el objeto – mercancía convertido en sujeto dador. El objeto es visto como poseedor de una fuerza mágica. La gran mayoría trabaja para obtener objetos. Ellos nutren, adornan, confieren estatus, son fascinantes. El publicista los exalta, y con esa exaltación construye la utopía del sistema. Según Berger, “la publicidad es la vida del capitalismo (en la medida en que sin publicidad el capitalismo no podría sobrevivir), y es al mismo tiempo su sueño”. Se dice entonces que la industria es la gran productora que satisface necesidades. Vuelve a brotar la utopía: la industria satisface las necesidades del hombre. Pero éstas son creadas por la industria y sus publicistas; así, surge una nueva utopía publicitaria: brindar nuevas necesidades que enaltecen más, para que el hombre se supere más. La publicidad es
la portadora de un mundo de superación, y esa superación del hombre coincide con el engrandecimiento de las empresas productoras. Aparecen sociólogos que hablan de las tendencias al equilibrio entre las necesidades. Cine, prensa, televisión: todo repite la utopía. Y ésta se hace más verosímil a los ojos del gran público. Se legitima siempre que la movilidad social ascendente sea un hecho en muchos ciudadanos que pueden ponerse como ejemplos, como avales de la utopía. Las cosas se valoran, se comparan, se catalogan en función de esa utopía que se presume como parcialmente realizada. Ella da sentido al orden social; a partir de ella se general la estructura significativa con sus campos semánticos. A continuación estudiaremos el universo de oposiciones que estructuran el sentido a partir de la estructura significativa publicitaria con base en “los movimientos del pensamiento”, que Henri Lefebvre presenta en el segundo capítulo de su obra Lógica formal, lógica dialéctica. Verdad-error Al estudiar a “la publicidad como sistema filosófico”, Jules Henry señala que la verdad se entiende en tres postulados: • Verdad es lo que hace vender. • Verdad es lo que uno quiere que la gente crea. • Verdad es lo que no es falso legalmente. Así, 1a “verdad” está en función de las condiciones del mercado, de lo que conviene a la empresa, y de su articulación con un sistema jurídico. No son aquellos sistemas filosóficos que pretendían alcanzar verdades absolutas, eternas y definitivas. La lógica formal era un perfecto aval de la metafísica que intentaba encontrar esta definitividad. La publicidad, en cambio, liberaliza el sentido de la verdad, no persigue discutir estos
conceptos. La disyunción formal del ser en tanto verdadero no tiene sentido en la lógica del anuncio comercial. La “verdad” tiene su sentido en cuanto a eficiencia, en tanto aumento de las ventas. No pretende encerrarse en el texto o en la imagen. Henry no es del todo exacto. Dice que la verdad para la publicidad es lo que se quiere que el comprador crea. Más bien, es lo que al comprador seduzca. Del goce que en él provoque depende su eficiencia. El receptor del mensaje publicitario es como el lector abandonado a su placer, que describe Roland Barthes: Ficción de un individuo… que aboliría en sí mismo las barreras, las clases, las exclusiones; no por sincretismo, sino por simple desembarazo de ese viejo espectro: la contradicción lógica; que mezclaría todos los lenguajes aunque fuesen considerados incompatibles; que soportaría mudo todas las acusaciones de ilogicismo, de infidelidad; que permanecería impasible delante de la ironía socrática (obligar al otro supremo aprobio: contradecirse)… Este hombre sería la abyección de nuestra sociedad: los tribunales, la escuela, el manicomio, la conversación, harían de él un extranjero: ¿quién sería capaz de soportar contradicción sin vergüenza? Sin embargo, este contra-héroe existe: es el lector del texto en el momento en que toma su placer. En este momento el viejo mito bíblico cambia de sentido, la confusión de lenguas deja de ser un castigo, el sujeto accede al goce por la cohabitación de los lenguajes que trabajan conjuntamente el texto de placer de un Babel feliz. Ante este modo de percibir, Aristóteles y todos sus tratados de lógica son risibles. Sólo los jueces y sus jurisprudencias que amenazan con multas y sanciones podrían ser respetados. Pero los publicistas tienen abogados que construyen jurisprudencias ad hoc,, que preservan los intereses de las agencias que representan, y sólo el resultado de la negociación entre esas dos jurisprudencias determina el “valor de verdad” que la emisión publicitaria maneje. Se puede decir que para Lefebvre un error es a veces una verdad parcial, un aspecto de una verdad ampliada más allá de los límites dentro de los cuales es verdadera… “fuera del terreno indicado, fuera del momento determinado de la historia o del pensamiento, 149
la oposición se convierte en relativa y la verdad se transforma en error, y recíprocamente”. Pero en este marco no se trata de verdad o falsedad, sino de eficiencia e ineficiencia mercantil. Se trata de placer o no placer, de autorización o limitación legal. Éstos son los límites de su aplicación. La verdad o el error pueden ser referidos a los tratados de la administración publicitaria, pero sólo escasamente a la publicidad. La dinámica informacional publicitaria no se ubicará, pues, en los parámetros verdad-error. Si acaso se referirá a los criterios de verosimilitud. Y esa verosimilitud no tendrá como primera meta el convencer de lo verídico, sino de que la realidad anunciada será placentera, cautivará la libido. Y no la cautivará sólo por el referente de que se habla, sino por el lenguaje mismo que lo anuncia. Después, los consumidores que compren aquella mercancía, la verán no sólo desde ella misma sino también desde el lenguaje colorido que la publicidad le dio como su intérprete. “Qué es la significancia? –se pregunta Barthes-. Es el sentido en tanto producido sensualmente”, y luego vuelve a preguntarse, siguiendo a Nietzche, “¿no se tiene derecho a preguntar quién es el que interpreta? Es la interpretación misma, forma de la voluntad de poder, la que existe, no como un ‘ser’ sino como un proceso, un devenir, como pasión”. El publicista es el intérprete que no arguye en nombre de la verdad ni tiene por enemigo al error, sino que habla en nombre de una pasión: la pasión de sobresalir, de ser distinguido. Y esa distinción se presenta con los signos y símbolos de las aristocracias. Ellos son sus signos fundamentales: representaciones del no-trabajo, como ha explicado Veblen en su Teoría de la clase ociosa. Las uñas largas y pintadas, los tacones altos, la ropa limpia y planchada, todo adoptado no como día de fiesta sino como rutina; como signo permanente de que otros trabajan por él. Ése es “el hombre que ha logrado sobresalir”, o “la rubia que todos quieren”. Todo un mundo codificado por encima del individuo, que consume un mundo interpretado. El consumidor mismo es interpretado y puesto en función del sistema que construye el sentido sensualmente.
Entonces tal vez el sujeto reaparece, pero no ya como ilusión sino como ficción. Es posible obtener un cierto placer de una manera de imaginarse como individuo, de inventar una de las más raras y últimas ficciones: lo ficticio de la identidad. Esta ficción no es ya la ilusión de una unidad; es, por el contrario, el teatro de la sociedad donde hacemos comparecer a nuestro plural: nuestro placer es individual, pero no personal. Esto que señala Barthes para el lector del texto, abandonado a su placer, es lo que sucede al receptor de la publicidad, dirigido por el publicista. Sin embargo, la publicidad apela –tiene que apelar- a la dimensión verdaderror, y pone al receptor como el juez que tendrá que verificar, mientras que simplemente lo orienta. Pero desde un principio se sabe que ésa es una posición falsa, que sólo es un mecanismo más para crear elementos de verosimilitud y seducción. Absoluto-relativo El producto anunciado siempre es absoluto. Comporta los valores y éstos pueden ser lo caro o lo barato, lo exclusivo o lo que todo mundo usa, lo viejo o lo nuevo. En fin, puede hablarse de cualquier atributo, pero ese atributo es el fundamental según el contexto del enunciado. Se sabe que este producto, ostentado con valores absolutos, se opone a otras mercancías que son enunciadas con los mismos valores, o con otros que a su vez se ostentan como absolutos. En el mensaje publicitario se habla de valores absolutos, para hablar mañana de otros y después volver a los mismos. El relativismo axiológico no está referido a una concepción fundamentada de la realidad social sino a la venta, y tiene sentido en términos de ella. Pese a su relativismo axiológico, el discurso publicitario hace constantes referencias a la apropiación privada, que supone el goce, el predominio, por ser ella quien comporta los signos del poder. Pero éstos y la distinción cambian con la moda: hay que renovar los ajuares para volver a estar a la cabeza y ser único, en los términos de la simbología publicitaria. En este contexto de flujo exorbitante de mercancías, el poder nunca se significa con
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signos y símbolos permanentes. Lo que consolida aquí el signo de estatus es el cambio, la renovación simbólica que impide que todos las posean. No le da tiempo más que a quienes disponen siempre de dinero para cambiar de mercancías constantemente. Los demás serán sancionados, serán vistos como pobres, faltos de capacidad, de dinamismo, y si se atrasan demasiado pronto serán ridículos. La gente en la calle hasta se volverá para verlos, y se reirá de ellos o ellas si pasan vestidos con ropas que nadie usa. Nada es absoluto, todo cambia, y hay que cambiar. Los cambios son referidos a valores distintos, que se destacan o se eliminan de acuerdo con la voluntad del intérprete publicitario: ser “padre amoroso” o ser “hombre de mundo”, “recatada” o “liberada”, “sobrio” o “exuberante”. La moda y su publicidad pueden hablar de una cosa hoy y de otra mañana, según la voluntad del publicista. Pero este relativismo está en función de preceptos que, eso sí, se sostienen como absolutos: la distribución ampliada de mercancías para las que debe encontrarse mercado. En el sistema, pues, se sostiene un absoluto y todo se relativiza con tal de sostenerlo. La relativización de ese absoluto es subversiva. A cada momento la publicidad señala referencias simbólicas que se ostentan como absolutas: “el hombre que fuma x cigarro es el hombre que vale”. El lenguaje le ayuda considerablemente a la construcción de su absoluto: es el hombre que vale. Usa el verbo ser y con eso le atribuye la dignidad del ser. Pero no es un ser, sino el ser, con artículo determinado. Es el hombre y no cualquier hombre, sino “el hombre que vale” La publicidad utiliza toda la arrogancia de la definitividad, de lo absoluto. Sus afirmaciones postulan casi siempre absolutos. Se aspira a ser definitivamente el que vale, el que “tiene el don”, el que “ha logrado sobresalir”. La afirmación absoluta, acompañada y avalada por la sanción social, hace que se aprehenda o tienda a aprehenderse esa pauta absoluta. Ese enunciado era sólo relativo a un producto, y a un producto en un momento determinado. Cambiarán los productos y sus formas, pero surgirán nuevos enunciados construidos con el mismo sentido de absoluto. Estas presentaciones, enunciadas en absoluto, hacen –como Berger señala- que se tenga envidia de sí mismo por lo que podría llegarse a ser si se comprara aquello, pero la moda tiende a cambiar y el referente simbólico del poder es otro. Entonces se tiene que adquirir el nuevo signo. La ansiedad permanece orientada a la representación novedosa del gran tipo, y
se es poseedor de los signos viejos y pasados del poder, que en su contexto social ya dejaron de ser portadores vicarios de la grandeza simbolizada. La vieja validez del signo de estatus, ha pasado a ser impertinente en el nuevo contexto de la emisión publicitaria, emisión que sólo esperará un lapso suficiente para que la gente compre y cambie sus fetiches por otros nuevos. La moda es un mecanismo eficaz: en México, durante 1981, la moda femenina cambió cada tres meses. Abstracto-concreto Al conocer se abstrae. Las cosas no se presentan en su múltiple complejidad, sino desde alguno de sus atributos en relación con el público: al tequila se le conoce como bebida emborrachadora y transparente. Se despejan o, si se prefiere, se abstraen sus cualidades. Por eso señala Lefebvre que “lo sensible es la primera abstracción. La sensación y la percepción separan uno de los aspectos del objeto: su relación con nosotros, el aspecto que nos importa y nos afecta en ese instante”. Pero esa abstracción siempre está en relación con un orden. ¿Por qué abstraer la nota “emborrachadora” y “transparente” del tequila y no su composición molecular, su peso, sus átomos, su demonio de Maxwell? ¿Qué es lo que conduce a separar ciertas notas en vez de otras? La estructura significativa es la que guía el proceso de abstracción; selecciona palabras y las ordena. Así construye un lenguaje que designa la realidad y la reordena en función de las finalidades que vertebran la estructura significativa. El discurso publicitario sólo puede tener verosimilitud en tanto refiera a una realidad concreta; es decir, a las mercancías. Lo abstracto no es más que una manera de manejar ese concreto, una forma de nombrarlo. Entonces, lo que va a manejarse son “sujetos”, porque las mercancías son tratadas como tales. Y son sujetos que pueden aportarle bienestar y estatus al receptor, que es un posible comprador. Se habla de una abstracción muy peculiar elaborada a partir de 151
mercancías que se consideran sujetos, pero sujetos referidos a determinados tipos de usuarios. ¿Y qué es el sujeto? El sujeto –dice Jaspersen- es más bien lo que forma la base de un ulterior desarrollo, que es el predicado. El sujeto no sólo es quien desarrolla la acción, sino que sus acciones lo definen y redefinen constantemente. Cuando se dice: “el aroma x camina veloz en el afecto de ella”, el adjetivo veloz califica al verbo caminar y el sujeto es el aroma del perfume x; pero al sujeto también lo califica, ya que es quien ejerce la acción de caminar. Al sujeto lo califica como predicado nominal y al verbo como determinación adverbial. “Ella” no es sujeto, sino un objeto y en una de las partes de este objeto –en su afecto- se camina; y quien camina es “el aroma”. Pero si un posible comprador obtiene ese perfume x, el aroma x conquistará el afecto de “ella”, y por tanto el usuario del perfume podrá lograr su afecto. La cualidad de ese sujeto llamado aroma x define, si es comprado, la capacidad de caminar en su afecto. A esto se le puede llamar más invención que abstracción. Pero toda abstracción es una forma de conocer, y al conocer se interpreta al mundo. La coherencia de esas abstracciones sólo puede medirse por la coherencia del sistema de interpretación. Ya se han señalado esas formas fetichistas que el modo capitalista de producir y distribuir mercancías tiende a generar: convertir a los hombres en objetos sobre los que opera ese sujeto llamado mercancía. El orden conceptual llevará a que las abstracciones subjetivicen a las mercancías y objetivicen a los seres humanos. Por eso el “aroma” puede “caminar” en el afecto de ella. Así, ella se rendirá a él no por un acto de su propia voluntad, sino por el acto mágico operado por el perfume. Este sistema de abstracciones sobre lo concreto de las mercancías supone siempre fórmulas mediante las cuales se afirma y se legitima un modo de dominio. Un modo de dominio que pretende generalizarse a toda relación humana. No se ostenta como exclusiva de una familia heredera del poder, sino de todo aquel que compre el producto. Es la democratización del dominio y su promoción en la pequeña esfera de las relaciones interpersonales. 152
La forma de abstracción más común en publicidad será el extraer de la mercancía una nota que la subjetivice. Esa característica de sujeto de alguna manera actúa sobre las relaciones sociales; opera sobre los hombres que de manera pasiva reciben su acción y son influidos por ella. Conocido-desconocido Lefebvre apunta: “El pensamiento es acto, es decir, poder; y el poder no se define fuera de las cosas sobre las que actúa”. El enunciado de un pensamiento siempre entra en un contexto que define, redefine o por lo menos incide en un juego de fuerzas, que orientan la acción humana dentro de un determinado conjunto de órdenes sociales y de expectativas. Cuando se anuncia una nueva moda se habla de una novedad; se da a conocer algo, pero ese nuevo objeto de conocimientos se inserta en un orden de la producción y del mercado. El nuevo mensaje es funcional al sistema. Pronto surgirá una nueva moda, o un nuevo producto, desconocido hasta hoy, pero igualmente funcional a las dinámicas capitalistas. Ese nuevo producto se vincula a los campos semánticos que la publicidad ha construido, y por tanto remite automáticamente a múltiples asociaciones. Todas ellas son elementos que dirigen la interpretación del nuevo producto y los signos que comporta. La estructura significativa y sus campos semánticos brindan los elementos para decodificar el sentido del nuevo objeto. Ese objeto era desconocido por el público sólo en cuanto no había sido visto, pero entra en una estructura de ordenamientos simbólicos que al momento lo convierten en conocido. La estructura significativa publicitaria autoriza la existencia de ciertos tipos de pensamientos desconocidos. El verano o el invierno serán buenos momentos para dar a conocer a aquellos desconocidos. El hablar de la plusvalía, de la explotación o de la enajenación es extraño a la estructura significativa publicitaria. Y si usara tales
términos sería para integrarlos a ella según los órdenes de sus campos semánticos. Así, esos términos perderían su contenido subversivo y le serían sumisos; se convertirían en dóciles para su sistema de referencias y entrarían a formar parte de lo conocido. La dialéctica de lo conocido-desconocido no consiste sólo en nuevos y viejos datos, sino en elementos integrables o no integrables dentro de un sistema de pensamiento. Hay siempre un contexto para el conocimiento, y dentro de ese contexto es que se conoce. Cuando los nuevos datos no son integrables dentro de una estructura significativa, se eliminan como no relevantes. Ni siquiera forman parte de lo desconocido para ella, sino que simplemente no son cognoscibles. Par hacerlos cognoscibles, habría que transformar la estructura significativa, o bien eliminarla como tal. Análisis-síntesis El análisis fracciona, divide, mata; rompe para conocer en detalle. Pero todo médico que diseccione sin una síntesis previa es como un machetero sanguinario que da golpe tras golpe sin una guía. Todo análisis es guiado por una síntesis, y toda síntesis se enriquece y vigoriza gracias a los análisis que bajo su orden se desarrollan. Con el análisis no sólo se tiende a enriquecer la síntesis, sino a transformarlas. Pero, ¿qué género de análisis y de síntesis desarrolla la publicidad? Para la publicidad lo importantes son las relaciones sociales, representadas por los objetos que pretende vender. Cuando analiza, desecciona relaciones sociales más que objetos. Pero en el análisis se mezcal un juicio de valor y ese juicio suele implicar una alabanza, implícita o explícita, a quien use el producto que se pretende vender. Este “análisis” publicitario no necesariamente se expresa en palabras. La codificación del mensaje gráfico supone la selección de los elementos que definen la relación: puede ser una sonrisa, un traje deportivo, una playa, etcétera. Éste es un contexto de la relación. Allí se ubica el producto como en un elemento natural, la ordenación de esos elementos está dictada por una síntesis que estructura el sentido de tal relación.
Esa síntesis puede construirse para señalar que alguien que usa el producto es adinerado, o que conoce las buenas costumbres inglesas, o que es muy nacionalista, o que saboreará un suculento platillo. Quizá la síntesis presente varias de estas cosas a la vez, pero el producto estará allí como un elemento natural de ese contexto que interrelaciona, y cuando no esté el producto estará la marca. Ella es la entidad que identifica a ese contexto. La marca evoca determinados campos semánticos y cada elemento de esos campos se asocia a determinadas relaciones sociales, que suponen admiración a quien usa aquella marca, o por lo menos el deseo de estar en ese contexto de relaciones donde se ubica, como en su espacio natural, aquel objeto con aquella marca. La publicidad puede presentar cualquier mundo de relaciones, pero siempre asociadas a un producto deseable precisamente porque se identifica con ese mundo. Así la publicidad hipocodifica cualquier contexto, en tanto reinterpreta los códigos que identifican una forma de relación, para asociarse a ellos. Para ser la parte admirada de ese contexto de relaciones sociales que se le presentan, al futuro comprador le basta con poseer aquel objeto que naturalmente forma parte de ese contexto o, más bien, aquel objeto publicitado se representa como aquello que hace el contexto. El objeto o su marca no es un elemento más, sino que es la parte que estructura ese contexto. Gracias a tal marca fue que se reunieron allí los elementos que fascinan. Por eso, ser portador de la marca es ser el portador de ese mundo fascinante. En el sentido de Peirce y de Eco, se trata de una abducción o una inferencia sintética que confiere un sentido a las cosas, sin que el raciocinio interrumpa la fascinación. Esta fórmula sintética puede transmitirse de muy variadas formas. Cada sistema de emisión le dará peculiaridades, pero todas ellas seguirán esta misma lógica abductiva. El sistema de referencias tiene por núcleo estructural un producto o marca, pero lo que lo estructura son las relaciones sociales. La abducción se construye por repetición. Éste, que “es quien ha logrado sobresalir”, usa este objeto con esta marca. Se muestra con una imagen atractiva y clara. El anuncio es visto varias veces, se observan referencias similares en la vida real, o se imaginan esas referencias. El comercial agiliza la imaginación. Esto se une a que el receptor quiere ser de los que “han logrado sobresalir”, entonces decide 153
abandonarse al placer de creerlo. Las contradicciones e incoherencias no importan, él quiere darse esa identidad.
significativa se enfrentan encarnizadamente por afirmar sus ideales como los ideales fundamentales de la humanidad.
Como señala Barthes, cada quien se inventa a sí mismo, construye “lo ficticio de la identidad”. En función de esa identidad, que el objeto y su marca comportan, cada quien se significa a sí mismo como alguien que “ha logrado sobresalir”. La abducción se ha consumado. Es la guía de la observación. Es el elemento sintetizador, y a partir de su síntesis es que será analizada la realidad circundante. Cuando el publicista logra que esta forma de hacer síntesis predomine en su público, le ha dado la llave del éxito al vendedor. El campo está fértil para que el mercado se desarrolle en ese público. Pero, claro, se necesita que haya dinero circulante, si no, todo el trabajo de publicista y vendedores será en vano. Quizá hasta se reviertan en su contra. La publicidad sólo es un fenómeno cultural que se construye y desarrolla al interior de un complejo sistema de relaciones sociales. Es productora de cierta visión del mundo, que no puede funcionar en cualquier mundo.
El mundo contemporáneo se ha acostumbrado a vivir con varias estructuras significativas. En una sociedad tan plural como la actual, no es posible pensar en una de ellas como la única. Al parecer, esto nunca ha sido una realidad, y hoy menos que nunca puede serlo. Sin embargo, una sólida posición crítica debe permitir desentrañar cada estructura significativa, tanto en su razón histórica como en el sentido de sus prácticas. La dirección social no es posible sin el desarrollo de una estructura significativa coherente que llegue a ser aceptada, de una u otra manera, por la sociedad. El hecho de que sea aceptada no significa que sea la única. Tal vez ni siquiera sea la más conocida y querida por el pueblo, pero éste la acepta, convive con ella y se adapta a sus fórmulas.
CONCLUSIÓN La lógica publicitaria es una de las racionalidades más prepotentes del mundo capitalista avanzado. Cuando los grandes públicos de ese mundo han sido atrapados por ella, pueden evocar en común, con los emisores contratados por el capital, todo un mundo de referencias que estructuran las relaciones sociales. Esta inmensa cadena de procesos de comunicación multiplican sus lenguajes y conforman una ecología cultural. Otras lógicas, otros sistemas informacionales, con sus estructuras significativas, estarán presentes con mayor o menor fuerza en el entorno social. La preponderancia de una u otra de esas estructuras significativas dependerá de los grandes movimientos político-económicos que se desarrollen en cada país y en el conjunto de las relaciones internacionales. Muchas estructuras significativas se disputan desde siglos atrás el predominio de los procesos de comunicación y su estructuración. Las filosofías y las prácticas de vida desarrolladas a partir de cada estructura 154
Hoy la estructura significativa publicitaria ha penetrado grandes esferas de la sociedad a nivel internacional. En nuestra sociedad, sobre todo ha penetrado la vida de las grandes ciudades. Ha logrado orientar el consumo y desarrollar el consumismo. Su eficiencia vinculada a un sistema económico es clara; además, aparece por todas partes casi como una naturaleza, como el entorno referencial más constante, como un ser que condicional la vida cotidiana.
INTRODUCCIÓN A LA SEMIOLOGÍA DE LA PUBLICIDAD Beatriz Del Castillo y Cuadra El anuncio publicitario es un hecho semiológico complejo en el cual se conjuntan diversos sistemas de significación -el verbal, el icónico y el musical-, integrados e interrelacionados para formar diferentes tipos de mensajes que presentan ante los espectadores una serie de objetos convertidos en objetos –sujetos, objetos-ídolos, objetossignos dispuestos a penetrar al manejo profesional del lenguaje, de sus figuras retóricas y de las posibilidades expresivas y predicativas que encierran la imagen y el sonido. La publicidad atribuye a los productos algo más que su función útil, los transporta al campo axiológico, y considera al mercado de consumo desde el ángulo de la influencia. Acrecentar la “deseabilidad” de los productos equivale a buscar deliberadamente la adhesión, a ganar el asentimiento, a influir en la voluntad y forzar la “decibilidad”.1 Sin embargo, considerar al anuncio publicitario solamente como una estructura de significación lingüística, icónica y musical es condenarlo a permanecer en el umbral de su sentido; es decir, en lo enunciado, que abarca lo dicho, lo visto y lo oído, elementos que remiten a los juegos conscientes del prestigio, de la competencia, de la búsqueda de estatus. Es reducir el proceso de producción de significación a los procesos de enunciación, que “consisten en una serie de determinaciones sucesivas por las que el enunciado se constituye poco a poco, y que tienen como característica postular ‘lo dicho’ y, por tanto rechazar lo ‘no dicho’”.2 Nos referimos a los planos del lenguaje, el de los sintagmas (lo dicho) y el de los paradigmas (lo no dicho); ya que como indica Jakobson, el sentido de una palabra está determinado por la influencia de las que le preceden y de las que le siguen en el discurso (que forman la cadena sintagmática), como también por el recuerdo o asociación de las que podrían haber estado en su lugar (asociación paradigmática). De ahí que la interpretación de una unidad lingüística implique dos mecanismos intelectuales independientes: la relación con las
unidades coexistentes y la comparación con las unidades semejantes que podrían reemplazarla.3 Es importante señalar que en cada acto de enunciación se deben seguir ciertas reglas sintácticas, seleccionar los términos adecuados y observar su concordancia –sustantivos, preposiciones, verbos-, y lugar y orden en que deben presentarse para trasmitir el pensamiento. El simple hecho de pronunciar “yo tengo hambre” es el resultado de una selección y combinación de elementos; implica escoger entre varios pronombres (yo, tú, él, nosotros), entre los diferentes modos y tiempos verbales (tiene, tuve, tendrá, tengo), y entre varias palabras para describir con exactitud lo que tengo: hambre. El sentido del anuncio comercial no se agota en lo enunciado, en aquello que conscientemente podemos descubrir pues, como dice Baudrillard, “los fines sociales de la ostentación, toda la mecánica social del valor son ampliamente inconscientes, y ejercidos sin saberlo pro todos los sujetos”.4 Un discurso, en este caso publicitario, es un fenómeno ideológico sustentado en las prácticas lingüísticas y en otros sistemas de signos. Esto significa que el proceso de producción de significación de un texto o discurso no tiene que ver sólo con lo enunciado; éste es únicamente la base sobre la cual se desarrolla el proceso discursivo, el cual permanece oculto al sujeto receptor, e incluye lo ideológico, con sus sistemas de representaciones del mundo acerca de lo social, relacionadas con fenómenos económicos y políticos. En la base del acercamiento científico al anuncio publicitario está la negación de la existencia de una semántica universal y atemporal y, consiguientemente, la distinción entre la lingüística –como teoría de los mecanismos sintácticos y de los procesos de enunciación conjunta- y la teoría del discurso, como teoría de la determinación histórica de los proceso semánticos.5 Así, el estudio del anuncio publicitario comprende dos fases: 1. El proceso de enunciación, o sea su dimensión semiológica con su estructura lingüística, icónica, sonora no verbal, así como su dimensión psicológica. 2. El proceso ideológica.
discursivo
o
dimensión
155
Este procedimiento se sustenta en el hecho de que la publicidad objeto del presente estudio no surge por generación espontánea, sino que nace en el interior de una sociedad específica, cuyo contexto es el que hace posible su formulación y comprensión. El breve anuncio publicitario que invita a consumir una cerveza no es una estrella fugaz que cruza el espacio de la pantalla de televisión, sino que es –valga la analogíaparte de todo un sistema solar de puntos astrales: vodkas, brandys, whiskys, tequilas, relacionados entre sí e integrados en un corpus o conjunto de secuencias discursivas, las cuales a su vez proceden y son parte de la formación discursiva de la publicidad- “vía láctea”- en donde, a manera de matriz, se engendra el proceso de producción y de significación del efímero anuncio que brilla en nuestro firmamento televisivo. La formación discursiva de la publicidad es, pues, el “género” al cual pertenecen diferentes “especies” o secuencias discursivas que anuncian bebidas alcohólicas, utensilios domésticos, prendas de vestir, etcétera. Para descubrir el sentido que tiene cada una de las secuencias discursivas, lo que hay más allá del enunciado, lo que encubre la frescura, la suavidad, el sabor y el bouquet de las incitantes bebidas, es necesario ante todo (siguiendo la analogía de los cuerpos celestes) enfocar esa constelación que es la formación discursiva publicitaria, para descubrir cuáles son los elementos que la componen. En ella aparecen elementos discursivos propiamente dichos, que pueden someterse a un análisis semiológico; pero también en su constitución aparecen elementos no discursivos. Al mismo tiempo que integran dicha formación discursiva, éstos son de cierto modo exteriores al elemento discursivo o semiológico y, lo que es muy importante, se encuentran fuera del dominio de los sujetos emisor y receptor, como la atmósfera que respiran, el medio vital en el cual se mueven. Las formaciones discursivas actuales de una sociedad dada proceden, como derivado, de formaciones discursivas anteriores en el tiempo, las cuales, lejos de estar extinguidas, viven y actúan en las formaciones actuales a manera de materia prima. Los primeros intentos publicitarios del pregón, la rústica impresión de años pretéritos, subyacen en la sofisticada publicidad actual. La discursividad de dicha materia prima está también fuera del 156
alcance de los sujetos; ellos son conscientes solamente del enunciado de su discurso; es más, se consideran los autores de su sentido. Esta ilusión del sujeto es reproducida teóricamente por algunos autores, que en sus teorías de la enunciación sostienen la idea de un sujeto enunciador, portador de elecciones y decisiones. Tal es la postura de Benveniste al afirmar que “en tanto que realización individual, la enunciación puede definirse, en relación con la lengua, como proceso de apropiación”6 O bien, en palabras de este mismo autor, citadas por Pecheux, “la enunciación es esa puesta en funcionamiento de la lengua por un acto individual de utilización”.7 Como se ha dicho, es la formación discursiva con su “aura” Ideológica actual y su génesis también ideológica, aquella que determina, más allá de las posibilidades del individuo, lo que puede y debe ser dicho. La semiología, “ciencia que estudia la vida de los signos en el seno de la vida social”8 ayuda a desentrañar el proceso de semantización de los anuncios publicitarios, a encontrar las reglas o constantes que los conforman y a mostrar la forma en que el publicista dirige la atención de los receptores al logro del fin preestablecido: el consumo. Ya que la publicidad maneja básicamente tres grandes sistemas de significación: el lingüístico, el icónico y el sonoro no verbal, este estudio semiológico comprenderá únicamente los dos primeros. 1. El análisis lingüístico, ya que para Saussure la lingüística es parte de la semiología. 2. El análisis imagen.
de
la
retórica
de
la
ESTRUCTURA LINGÜÍSTICA DEL ANUNCIO PUBLICITARIO El material lingüístico que emplea la publicidad es todo lo que aparece redactado en el anuncio gráfico o pronunciado en el comercial radiofónico o televisivo. El empleo del lenguaje en publicidad, aunque tiene una misma intencionalidad, la venta, cumple diferentes funciones. No es lo mismo leer “Ven a tomar el sabor de Nescafé”, que “Selene, enjuague y acondicionador instantáneo para el
cabello”. En el primer caso, el uso de la lengua está orientado hacia el receptor del mensaje; en el segundo, se habla del producto y de su utilidad.
Figura 2.1. Factores de comunicación según Jakobson. Referente. Función referencial
El uso diferente del lenguaje que existe en publicidad es el de aquellos mensajes que, más que hacer referencia a las cualidades reales del producto o tratar de implicar y apelar al sujeto receptor, manejan una construcción poética en la que se resalta la belleza de la forma: “El amanecer de una nueva experiencia en el fumar, Viceroy Lights”. Receptor, referente (o producto al que se alude) y construcción poética del mensaje son tres de los factores que intervienen en todo el proceso de comunicación, a los cuales hay que sumar otros tres: el hablante o remitente, el contacto o canal físico de conexión entre hablante y oyente, y el código o sistema de significación utilizado en el proceso comunicativo.
la
Referente. Función emotiva
Mensaje Función poética
Receptor. Función apelativa o Implicativa
Canal. Función fática
El uso del lenguaje está orientado fundamentalmente a dos factores de la comunicación, el receptor y el mensaje, aunque esto no signifique que no incluya a los demás. La orientación del lenguaje hacia uno u otro de los seis factores de la comunicación determina que cumpla diferentes funciones:
Figura 2.2. Relación entre factores de la comunicación y funciones de la lengua.
Referente
Remitente
Mensaje
Canal
Código
Código Función metalingüística
Receptor
Por su orientación, el lenguaje publicitario cumple sobre todo funciones referenciales, apelativas o implicativas, y poéticas. “En cuanto publicidad de algo –apunta Péninou- la publicidad tendrá por necesidad un contenido referencial normalmente expresado con fuerza. En cuanto publicidad dirigida a terceros, tendrá también casi siempre un fuerte aire implicativo. Como la forma está muy trabajada en ella, la publicidad tendrá una característica poética muy desarrollada”.9 El lenguaje publicitario oscila entre estas funciones, apunta prevalentemente hacia el objeto anunciado o referente en los mensajes de presentación de un producto y de demostración discursiva de sus características técnicas; son los mensajes en tercera persona. Pero se desplaza hacia le polo del receptor, pretende influir sobre el comportamiento del mismo en los mensajes con predominio implicativo, que apelan al “tú” 157
y al “ustedes” para convencerlos de los valores de los productos mitificados y portadores de bienestar. De todo esto se desprende que el lenguaje publicitario utiliza de forma combinada la lengua práctica la lengua poética y la retórica, pero de manera peculiar; es decir, crea sus propias construcciones y neologismos. Estas libertades lingüísticas que se toma la publicidad le confieren cierta autonomía respecto a la lengua. Lisa Block de Behar, en su estudio El lenguaje de la publicidad apunta a esta especificidad. Si se pretende entender este lenguaje, se debe estudiar sistemáticamente. Sólo así se podrá descubrir también el proceso de manipulación de que es objeto el destinatario de los anuncios. La autora sugiere un análisis lingüístico publicitario que abarque el nivel fonológico de la lengua, el nivel morfosintáctico y el nivel léxicosemántico; aporta además elementos muy valiosos a este respecto, pero sin asignarles la semantización que ella misma sugiere. A continuación se presenta un intento de conceptualización sistemática del manejo de la lengua en la publicidad. Cuadro 2.1 Factores de la comunicación y funciones de la lengua.
Texto del anuncio
Factor de la comunicación
Función de la lengua
“Ven a tomar el sabor de Nescafé”
Receptor
Implicativa
“Selene, enjuague y acondicionador instantáneo para el cabello”
Referente
Referencial
“El amanecer de una nueva experiencia en el fumar, Viceroy Lights”
Mensaje
Poética
La lengua hablada presenta varios rasgos llamados prosódicos, de los cuales se hace un extenso uso con gran variedad de propósitos, especialmente para reflejar actitudes. Esto es aprovechado por los publicistas para resaltar acústicamente aquellos sonidos que les interesa sean percibidos con mayor realce. No por estar impresos los anuncios pierden su efectividad fonética, ya que al leer se reproducen los sonidos, aunque sea en silencio; sin embargo, un anuncio con mayor intencionalidad fonética logra más efectividad si es emitido por un medio radiofónico o televisivo, porque puede seleccionarse la voz del locutor para que transmita toda la carga emotiva que desee. Para iniciar el estudio acerca del aspecto sonoro de la publicidad es necesario establecer la diferencia entre fonología y fonética. De acuerdo con Amado Alonso, esta última “estudia la composición material de los fenómenos sonoros del lenguaje, físicos y fisiológicos, la fonología se fija en su composición intencional de signo, es decir, sólo en los rasgos que tienen valor significativo”.10 La fonología se ocupa de los fenómenos; la fonética, de los sonidos. La fonología tiene como tarea investigar cuáles son las diferencias fónicas que, en una lengua determinada, están ligadas a las diferencias de significación, y estudiar las reglas que permiten construir palabras y oraciones. v – ino
un gran viejo
f - ino
un gran brandy
p - ino
un gran licor
Cabe señalar que la fonología abarca también aquellos factores fonéticos que en los fenómenos sonoros del lenguaje tienen una intención significativa.
Nivel fonológico Al pronunciar los sonidos que forman las palabras se les da una entonación, una intensidad o una expresividad diferente, de acuerdo con la forma de articular, el estado de ánimo, el origen geográfico y la cultura de cada quien. 158
Para este análisis lingüístico de la publicidad es de interés el conocimiento de aspectos fonéticos, tales como el mecanismo fisiológico que producen los sonidos lingüísticos, las cualidades físicas del sonido y su grado de perceptibilidad, solamente referido a que están enfrentados a valores afectivos y lógico sintácticos que no están dados en el
contenido semántico de las palabras, pero que se suman a éste para efectuar la significación global del enunciado, como pueden ser las locuciones destacadas a gritos: “¿Y los precios, papi?, o articuladas con sobriedad: “Donde quiera que esté, Viejo Vergel es un gran viejo”. La articulación sirve aquí para distinguir no sólo el producto de que se trata, sino el tipo de gente a quien el mensaje apunta. El anuncio de zapatos del “Taconazo Popis” se dirige a las clases populares; el otro, que quiere ser exclusivo y distinguido, pretende dirigirse e identificarse con otro grupo social. El nivel fonológico comprende varios aspectos. La entonación, grupos de intensidad, grados de perceptibilidad, sonidos onomatopéyicos y figuras retóricas. En ocasiones se dice que “la discusión subió de tono”, o bien “que lo dijo en un tono...” y hasta se pide bondadosamente a un amigo exaltado “que baje el tono”. Son expresiones de la lengua que remiten al campo de la entonación lingüística, y por ésta se entiende “la curva melódica que la voz describe al pronunciar las palabras, frases y oraciones”.11 Los movimientos de la curva melódica tienen un valor fonológico y expresan la relación semántica que el hablante establece entre los elementos que componen la frase y entre las frases de un período. La inflexión final del anuncio comercial: “Y usted, ¿ya hizo la prueba del añejo?” es ligeramente ascendente, expresa el sentido interrogativo y desafiante del mensaje que trata de implicar al receptor para esperar de él una respuesta. “A mí lo nuestro. Sauza, nuestro tequila”, es un mensaje aseverativo que expresa la total confianza en la unicidad y calidad del producto, y trata de transmitir este sentimiento al receptor, para incitarlo a la compra. La línea melódica de una frase o texto depende no sólo del contenido semántico de los elementos sintácticos que lo componen, sino también del estado de ánimo del emisor, que logra expresar sus emociones al variar la entonación de un texto y expresar con una misma frase agrado, desagrado, sorpresa, indiferencia. Por ejemplo, “qué bien” pude modularse de diferentes maneras para significar los estados de ánimo mencionados. Los pantalones “Atrevidos” se anuncian con un mensaje de doble sentido a través del matiz de la entonación del estribillo: “Eso que tú quieres... eso quiero yo”, donde se provoca el deseo no sólo de adquirir los pantalones, sino también a la modelo que los luce.
Las voces anunciantes de los comerciales enfatizan las cualidades de los productos a través de la modulación tonal. La entonación tiene también matices idiomáticos, propios de cada lengua. Este “concomitante” no altera la significación de los enunciados, sino que manifiesta el origen de las personas. Es muy característico el acento norteño, diferente del de otras regiones de México. También es distinta la inflexión de la voz de un capitalino de Tepito de la de otro de una zona residencial: la de una persona culta de la de un obrero inculto. Esta característica es utilizada por la publicidad para expresar categoría, estatus, origen extranjero del producto o popularidad del mismo, busca, por otro lado la identificación de determinado público con los valores propuestos. Por ejemplo, el vodka “Nikolai”, el perfume “Chanel núm. 5”, las galletas “Suandy”, son marcas con un matiz tácitamente extranjerizante. Las voces de la India María, de Cantinflas, del Chavo del 8, de Luis de Alba, con sus inflexiones tan características, sirven para ofrecer productos que pretenden estar al alcance del las clases mayoritarias. El “chacachaca” del mágico “Ariel” es un prototipo de estos mensajes. La línea melódica da lugar a unidades melódicas o grupos fónicos, separados por pausas en la articulación de los sonidos, que pueden ser lógicas, expresivas o simplemente respiratorias, a estados expresivos y afectivos, y a usos idiomáticos. La mayor o menor extensión de los grupos fónicos es variable, y cada variante idiomática tiene su propio ritmo. Dentro de las proporciones corrientes en cada lengua, la composición escrita y el discurso formal comprenden por lo general unidades melódicas más extensas que la conversación corriente. Además, la construcción de oraciones compuestas de un buen número de grupos fónicos expresa tendencias estilísticas hacia una construcción global, sintética; construcción en la que es la idea general la que cobra relevancia, y no sus múltiples unidades. El predominio de oraciones breves tiene un carácter analítico, en el que cada imagen y concepto son realzados. Según la etapa publicitaria por la que pasa un producto será la extensión de los grupos 159
fónicos. Generalmente la publicidad de presentación los usará extensos, y los que ya tienen su lugar en el mercado serán breves, no presentarán ningún texto, sólo la marca. El detalle de las cualidades y las exaltaciones del producto fueron hechos en etapas anteriores. La extensión de las unidades melódicas y la construcción sintética o analítica de las frases constituyen también un curso del lenguaje utilizable de acuerdo con el producto que se anuncie y el canal que sirva de soporte. Así, un texto breve, coloquial, será el indicado para un mensaje televisivo, mientras que la presentación minuciosa de las cualidades de un producto se adecua más a un manifiesto escrito. Grupos de intensidad Cada palabra aislada tiene su acento etimológico, pero en la elocución algunas debilitan su propio acento y se aglutinan en torno al acento de una de ellas, constituyéndose así en un grupo llamado de Intensidad; el acento del grupo será el de la palabra del acento dominante. Los grupos de intensidad son unidades fonéticas que constituyen el principal soporte rítmico del habla. La palabra cuyo acento se convierte en el acento del grupo, se transforma por esto mismo en el eje semántico y gramatical. Así, al analizar el texto del anuncio de la cerveza “Carta Blanca”, que dice: El momento dorado...
Cada grupo de intensidad privilegia a una palabra, destacándola entre las demás, y orienta de esta forma la percepción de un texto. Es por eso que la efectividad de un mensaje se debe, al menos en parte a la composición adecuada de los grupos de intensidad, llamados también rítmico semánticos.
La perceptibilidad No todos los sonidos son igualmente percibidos por el oído: unos se oyen a mayor distancia que otros. Existe una escala de perceptibilidad de los sonidos, y ocupan los primeros lugares aquellos que se pronuncian con mayor abertura de los órganos de articulación, de ahí que las vocales se perciban mejor que las consonantes. Hay otros factores que intervienen en el grado de perceptibilidad, tales como la duración y el tono con que se pronuncia cada fonema. Los fonemas son unidades fonológicas diferenciadas, indivisibles y abstractas. Son diferenciadas porque cada fonema de delimita dentro del sistema por las cualidades que lo distinguen de los demás, y porque es portador de una intensidad significativa diferencial. Son indivisibles en tanto no pueden descomponerse en unidades menores, como ocurre con la sílaba o el grupo fónico. Son abstractas puesto que no son sonidos.12
charlar y sonreír con los amigos es un momento dorado. Disfrute más ese momento, compartiendo el suave sabor de Carta Blanca Resultan nueve grupos de intensidad: 1. el momento dorado 2. charlar y sonreír 3. amigos 4. momento 5. más 160
6. ese momento 7. compartiendo
8. sabor 9. Carta
La fisonomía acústica de los fonemas es más o menos aprovechada por la publicidad, así como lo es la percepción cromática de la imagen. Aunque la mayor o menor perceptibilidad no altere la significación de un mensaje, es un factor decisivo en la publicidad, puesto que se dirige aun auditorio sometido a múltiples llamados publicitarios, trata de captar su atención, sobresale entre los demás anuncios, y aprovecha no sólo los recursos retóricos u originalidades lingüísticas, sino también el factor acústico. Será más agradable y mejor percibido un anuncio armonioso, que uno saturado de tonos agudos.
Onomatopeya asociación
y
expresividad
por
La evolución fonológica de los morfemas es generalmente independiente de su significado. En realidad son pocas las onomatopeyas o imitaciones aproximadas de los sonidos de los objetos significados por medio del sistema fonológico del habla. Pero aunque no sean onomatopéyicos, los sonidos tiene a veces un efecto expresivo y evocador. Por eso se habla metafóricamente de sonidos brillantes o sombríos, y se asocian los significantes con determinados significados, como si el sonido en sí fuera portador del sentido. En el habla común se hacen referencias frecuentes a nombres bonitos o feos, con base en “cómo suenan” de acuerdo con las costumbres, la moda y el contexto cultural. Petronila y Vanesa son representativos en este sentido. El publicista interesado en la aceptación de su mensaje cuida este aspecto del lenguaje, procura que las relaciones estéticas y las asociaciones semánticas mentales que surgen del significante sean agradables, y de cierta forma evoquen las características de los objetos anunciados. La S, por ejemplo, es una consonante fricativa; es decir, continua en su articulación y en su percepción, y puede producir un efecto acústico relacionado con roce suave, con deslizamiento. En la articulación llamada fricativa, el contracto de los órganos es incompleto, se produce entre ellos una estrechez mayor o menor, por la cual pasa el aire rozando, sin interrumpir su salida: v, f, z, s, l, y, j, g. Se les llama también aspirantes, constructivas y continuas.13 Otro ejemplo de expresividad por asociación lo encontramos en el texto de “Finnvodka”, donde se aprovecha el sonido frictativo, labiodental con letras como la f y la v, que se pronuncian con los dientes y los labios y forman palabras como Finlandia, Finnvodka, perfectamente, perfección; todas ellas remiten al frío y a la finura del vodka finlandés. Figuras retóricas La estructura fonológica de la publicidad aprovecha figuras retóricas tradicionales (en este caso la retórica es el arte de persuadir con
la palabra), pero también tiene rasgos propios, establece relaciones heteróclitas (es decir, que se apartan de las reglas ordinarias de la analogía gramatical), entre los signos lingüísticos, con el consiguiente efecto llamativo de frases y palabras.
Los creadores de publicidad combinan los aspectos fonéticos con las diferentes figuras retóricas, logrando en cada receptor una mayor perceptibilidad, tanto auditiva como emotiva. Las cualidades reales de los productos quedan revestidas de valores abstractos y sonoridades agradables; así, se usa “Fab limón” para que la ropa se note “con su blancura pura”; se viste con la moda que “está en Suburbio”, o se usan productos “Curita” que “significan protección para el bebé”. El juego paronomástico, las alteraciones, las resonancias y simetrías son las figuras retóricas más aprovechadas en la creación de los mensajes publicitarios. El juego paronomástico se sitúa no sólo en el nivel léxico semántico de la lengua, sino que es también del dominio del campo fonológico. Se produce cuando resultan próximas palabras cuyos fonemas son casi los mismos, pero con un significado diferente, como en “Jabón Olimpia, o limpia, o no es jabón”; “Pelikan Graphos es un juego, es un juego muy completo de plumillas para dibujar y escribir”. La aliteración, repetición de un mismo fonema o grupo de fonemas en palabras próximas para producir un determinado efecto acústico, es una figura retórica que aprovecha la publicidad. “Muchos pasos, pocos pesos”; “Hogar se escribe con H, con H-24 sin igual”. La búsqueda de resonancia y de simetría de sonidos es perseguida también a través de la rima: “Un brandy difícil de encontrar, pero que vale la pena buscar”, se lee en la publicidad de “Don Antonio”; “¿Ya vio que sí podría? ¡Se sacó la lotería”. La tautología por reflexión es otra forma de homofonía, la cual cabe considerar también en el plano morfosintáctico de la lengua y aún en el lexiconsemántico. Desde el punto de vista fonológico, la reiteración de la palabra imprime al texto un movimiento de retorno, cumple un 161
propósito de fijación, pero también de realce de la marca: “Old Parr es Old Parr”. La presentación mimética del objeto por medio de la escritura es otro recurso publicitario, que aunque no se sitúa estrictamente en el plano de la fonología, intenta semantizar la grafía para que ésta también signifique, al transformar la palabra en figuras, una imagen del objeto o del sonido (esta última es muy usada en las tiras cómicas para representar los sonidos onomatopéyicos).
Figura 2.5 El léxico así trascrito, afirma Lisa Block de Behar, “significa y al mismo tiempo pone de relieve aspectos semánticos de las palabras, señalando por un medio tipográfico un contenido que ya está expresando la palabra por su simple enunciación”.14
162
Figura 2.8. La publicidad propone así palabras no sólo para leer, sino objetos de percepción visual y auditiva, que pueden ser vistos y oídos como materia, como objeto. El gentleman tan campante de “Johnnie Walker” en el lugar de la K en el anuncio escrito es un ejemplo.
Éstas son expresiones verbales muy frecuentes en la publicidad. Su análisis morfológico señala una conjugación en modo imperativo, que indica mandato, ruego, orden. El sujeto de la frase publicitaria es generalmente “usted” o “tú”; es decir, la segunda persona del singular, que es utilizada para referirse a la persona con quien se habla. Los anuncios, entonces, implican al público como destinatario de sus mensajes. Esta preferencia morfológica verbal y pronominal indica la orientación de todo mensaje publicitario: la aceptación del objeto anunciado, presentado de manera encomiástica, a través de definiciones tautológicas (aquellas que definen un concepto por sí mismo) donde los predicados son siempre elogios de los productos considerados como si fueran su esencia: “Phillips, el sonido de los expertos”; “la realidad es Marsel”. Según estos textos los vestidos “Marcel” son la realidad y las grabaciones Phillips son –por naturaleza- el sonido de los expertos.
Figura 2.9. La identificación de los elementos fónicos de una lengua (signos lingüísticos como palabras, elementos sintácticos u oraciones), y su función dentro de la enunciación pertenecen al campo de la semántica: es decir el estudio de la significación. Estos elementos se analizarán al explicar el nivel léxico semántico. Nivel morfosintáctico Aquí se analizará el nivel morfosintáctico de la lengua aplicado a la publicidad, así como las relaciones que se establecen entre los elementos del enunciado. La morfología estudia la forma de las palabras; es decir, su estructura interna, los morfemas15 que las componen, y el papel de cada uno de ellos en la estructura de la palabra; mientras que la sintaxis estudia el modo en que se unen las palabras para formar oraciones, y las funciones u oficios que cumple cada una de ellas en la oración. ¡Descubra!
¡Esté pendiente!
¡Ahorre! Figura 2.10. Algunas formas recurrentes que adopta la publicidad. 163
Muchas veces se efectúa la elipsis del verbo copulativo ser, y se obtiene construcción nominal, en la cual la aposición explicativa (revisión de dos o más sustantivos sin conjunción) desarrolla o recuerda una característica del sujeto de la oración (en este caso el producto), que se da por aceptada, con el consiguiente efecto antonomástico. Así, “Johnnie Walter el primer whisky escocés del mundo” y “la pareja soda y Presidente” son afirmaciones contundentes de la equivalencia entre “Johnnie Walter” y el whisky por excelencia, como la vinculación antropomórfica entre soda y “Presidente”. La coma, signo de puntuación prescrita para aislar las aposiciones, es dejada a un lado en este tipo de construcción.
sin empachos, paradigmática.
Otro esquema de definición, ya consagrado por la retórica tradicional y muy utilizado en publicidad, es el que presenta una graduación negativa que progresa para poner de relieve al final una afirmación, o bien acumula una predicación compuesta, en la que enumera las cualidades del producto y obtiene también fonológicamente un efecto reiterativo persuasivo. “Ni muy chico, ni muy grande… pero eso sí, ¡muy lujoso! Malibú Classic 1980”.
Se comienza por analizar la tendencia neológica de la publicidad basada en la búsqueda constante de novedad, para proporcionar al público formas auditivas y gráficas inéditas. El publicista recurre a diferentes materiales: nombres propios, términos técnicos y extranjeros, metáforas; todo es útil en su laboratorio léxico para anunciar el “nuevo” producto, que supera a sus congéneres y hasta se desvincula de ellos.
Otro tipo de definición propio de la publicidad es el que puede llamarse tautología por reflexión. Sintácticamente consiste en una operación en la que aparece un sujeto y un predicado unívocos; “Old Parr es Old Parr”. La identidad de los elementos es superada semánticamente, ya que en el sujeto lo que aparece es el nombre propio utilizado como marca, desprovisto del conceptual que lel confiere el empleo concreto en el habla, mientras que en el segundo término o predicado, la palabra recoge todas las referencias significativas con que se ha enriquecido por las circunstancias del habla.
En general, el resultado obtenido no es una información conceptual clara sino que el dato funciona por acción sugestiva, proporciona asociaciones esotéricas o balísticas, siempre bienvenidas por el publicista: lo diferente, lo nuevo, las referencias extranjeras, estimulan una comprensión que excede la información denotativa en general o puramente designativa del hombre propio.16 “La secretaria Stafford stafformidable”, “para serfirle”, “de acuervo”, son ejemplos de formas publicitarias que hacen proliferar revistas, carteles y murales. Es un tipo de composición neológica que se basa en la semejanza morfológica de la marca con palabras del léxico común. Las marcas Stafford, Serfín, Cuervo, significantes arbitrarios, son semantizadas. Se convierten en raíces léxicas de composiciones captables por el público destinatario. Porque el público maneja tanto las prácticas de vida como los elementos sintacticosemánticos subyacentes a la construcción de los neologismos.
Existen otras relaciones tautológicas, tales como el giro original gramatical que se imprime a las palabras. En “está de vodkísima”, al sustantivo se le añade el grafema ísima, que tiene una significación superlativa, pero es una reflexión sintáctica propia del adjetivo, y no del sustantivo. Es interesante notar que esta locución publicitaria remite a la expresión popular mexicana: “está de poca madre”. Esta referencia tácita mantiene al publicista dentro de lo socialmente aceptable en el uso lexical, y al mismo tiempo lo hace cómplice del receptor individual que, 164
establece
dicha
asociación
Nivel léxicosemántico La semántica estudia el significado de los signos lingüísticos, mientras que la lexicología las palabras desde el punto de vista de la analogía o etimología. La semántica y la lexicología ayudarán entonces a descubrir los campos semánticos más recurrentes en publicidad, y su polarización hacia las expresiones novedosas, como un recurso comunicativo capaz de vencer el rechazo por indiferencia y saturación.
“Punto fino para apuntar con precisión”, “mejor, mejora, mejoral”, son anuncios que manejan una conjunción de parónimos, vocablos que tienen entre sí relación de semejanza por su forma o su etimología, que
hacen explícita la asociación paronomástica constituida por una analogía semántica inexistente. En algunos casos la relación se da in abstenia y remite al lector al plano paradigmático. Así, el sintagma “roto offset es impresionante” (véase Fig. 2.11), remite a impresión, impreso, términos oque se relacionan con la función del producto, pero que son totalmente ajenos al sentido semántico del adjetivo calificativo “impresionante”. Nótese que en este anuncio la imagen refuerza el sentido de impresionante. Numerosos neologismos publicitarios nacen de la función léxica de dos o más morfemas. Son construcciones que habitualmente no siguen los procedimientos gramaticales normativos, sino que invierten el orden lógico sintáctico. “Vitrodecor”, “Kristalux”, “Aeroméxico”, “Finnvodka” son ejemplos de haplologías, en las que se da una conexión sintagmática de superposición de los términos, más que de sucesión, que permite la captación simultánea de las ideas contenidas en ellas. La introducción de voces extranjeras para designar productos o marcas es parte del recurso neológico de la publicidad. Algunas de estas voces han llegado a lexicalizarse al sustituir términos que el propio idioma posee para designar esos productos. Tal es el caso de spray por laca, zipper por cierre, jeans por pantalones de mezclilla, brassier por sostén, blazer por saco. Se acepta con naturalidad que las marcas de perfume sean francesas y que la indumentaria ostente nombres con reminiscencias inglesas, que por lo general los consumidores identifican como un signo de distinción y garantía de calidad. A veces se da un tipo de sustitución metonímica a través de “la denominación de un objeto por el significante correspondiente al lugar de origen”.17 Marcas como “Saint Emillion”, “Chianti”, “Habana Club”, son ejemplos que remiten a lugares geográficos específicos, que dan al producto una connotación de un color y un sabor inimitables. La manía extranjerizante alcanza aún a las palabras en español, al modificar su ortografía: “Rápale”; o su acentuación: “Cordoba”, en vez de Córdoba.
Figura 2.11. La repetición de un mismo prefijo o sufijo en un anuncio publicitario crea palabras compuestas novedosas, en las que la predominancia significativa recae precisamente sobre el prefijo o el sufijo. Se trata también de una forma hiperbólica o de exageración retórica. El comercial “Anís del mono: el anís del Monolito, del Monoplano, del Monoblock, del Monorriel, del Monocolor, del Monólogo…” (Véase Fig. 2.12), es un anuncio en el que resulta obvia la exageración retórica por la carga significativa sobre el prefijo “mono”. Este anuncio también es un ejemplo de homonimia reiterada. Las diferentes palabras tienen un mismo núcleo etimológico de significación –la unidad-, que en la mente del receptor es asociado con la marca del producto, como una transposición no lógica pero sí incisiva.
El uso de fraseogramas o frases hechas que han ingresado en la lengua es un recurso ampliamente aprovechado por la publicidad. “Ahorra o nunca” (anuncio de Serfín), “el pez grande no siempre come al chico” (revista Diseño), “caras vemos, corazones sí sabemos” (anuncio de Kodak), son expresiones publicitarias que, con breves modificaciones, dan un toque de imprevisibilidad a la frase alternándola semánticamente, provocando el interés y la anuencia efectiva del público ante la sorpresa. También puede darse la 165
sustitución de un término por un parónimo: “para este invierno, póngase de piel”, o bien se deja intacta la frase y se añade, como anclaje significativo, un anuncio que se relacione con el producto: “traemos entre manos lo mejor para sus pies”, “en septiembre dé el grito, pero de gusto”.
mayores beneficios que derivan de su utilización y se explotan, mediante los mensajes publicitarios, los deseos de movilidad, comodidad y disfrute de los posibles compradores; para esto se bautiza al nuevo producto con un flamante nombre propio: la marca.
Al aprovechar lal polisemia de algunas palabras se utiliza también el procedimiento dilógico18 que recurre a refranes o expresiones populares: “fríamente hablando, es el refrigerador que más le conviene”; “¿te gustan las gordas? Te presentamos tres gordas sensacionales. Y son… Sheaffer”.
La marca contribuye a la finalidad específica de la publicidad, que es proponer y promover no únicamente productos, sino productos cualificados; por lo tanto, no es una creación gratuita sino un instrumento que incrementa la demanda. Así mismo, proporciona identidad e individualidad a las cosas y aumenta su valor respecto a las que no tienen marca. Al mismo tiempo que tiene una dimensión económica, la marca posee una función lingüística de discriminación; es la que genera y sustenta la existencia de todo lenguaje publicitario. La identificación de un producto marcado depende tanto de su valor económico como del valor o prestigio que su propio nombre le confiere. Igualmente, crea diferencias que no se restringen a características reales de los objetos, sino que operan en el plano de la significación. Las imágenes de marca son el conjunto de actitudes, representaciones y sentimientos que el público asocia con una marca comercial. Ésta es una de las razones por las que se prefiere comprar “Bimbo”, “Kleenex”, “Raleigh”, “Viejo Vergel”; proporcionan “altura” o dan la opción de vivir donde “sólo nosotros podemos hacerlo”. La gente se convierte en anunciante gratuito de todo tipo de prendas que son usadas: camisas, cinturones, pantalones, blusones, etcétera. Con esto el sistema logra su objetivo, al conseguir no sólo el consumo sino la conformación de cada quien en su categoría social. “Es el paso del realismo de la materia (el nombre común) al simbolismo de la persona (el nombre propio).”19
El uso de antónimos, con su efecto de contraste expresivo, es otro recurso publicitario: “la fuerza de Marie Brizard es su debilidad por el hielo”.
Figura 2.12. La marca De las necesidades del sistema capitalista se desprende la exigencia de diferenciar productos de un mismo género, con idénticas cualidades, de otros ya fabricados, que ingresan a competir en el mercado. ¿Qué se hace con un nuevo producto similar a otros ya existentes? Muy sencillo, se le dota de cualidades excepcionales, se muestran 166
El proceso que se da en la atribución de la marca a un producto tiene en su base la explotación de ciertos recursos lingüísticos retóricos. Por principio se busca la superación de la homononimia, ya que ésta daría lugar a la confusión entre los diferentes productos de la misma especie; por ejemplo, el universo de los detergentes, los desodorantes, las cervezas. No obstante la semejanza genérica que se da entre ellos, el nombre propio comercial debe ser exclusivo. Sin embargo, a menudo los significantes de las marcas de productos de la misma especie se relacionan semánticamente por asociación paradigmática,
con el fin de aprovechar el éxito comercial de una marca, por ejemplo, “Coca-Cola”, “PepsiCola”, “Fiesta-Cola”, “Panza-Cola”, “TropiCola”; “Linoleum”, “Congoleum”, etcétera.
sea en función del atributo –el valor-; es decir, a que las imágenes, en efecto, sean tales.20
Conforme se logra la penetración de un producto en el mercado se da una elipsis progresiva, con la que se sustituye la denominación genérica por la denominación individual: “Centenario por favor”. Existe un proceso metonímico originado por una clara relación de contigüidad lógica que da paso a la sustitución; proceso que puede llegar hasta la lexicalización del nombre propio, cuando éste se utiliza en sentido genérico para designar a todos los productos de su especie, remitiendo así el hecho del habla al sistema de la lengua. Tal es el caso de productos como el pan “Bimbo”, el “Durex”, los “Kleenex”, el “Nescafé”, la “Gillette”, que han recorrido esta trayectoria y alcanzado el nivel de marcas antonomásticas. Puede avanzarse aún más en este proceso de semantización de la marca, hasta llegar a su metaforización. Otra preocupación de los creadores de la marca es encontrar palabras cortas que tengan una pronunciación clara y sean fáciles de repetir y retener; a ello se orienta el empleo de la simetría en su escritura o en su pronunciación: “Easy-off”, la aliteración en “Titán”, “Coca-Cola”, “Yom-Yom”, o la onomatopeya en “Krish-Krash”, “Bubble-Yum”, etcétera. tESTRUCTURA RETÓRICA DE LA IMAGEN PUBLICITARIA El presente análisis de la imagen, se basa en la aplicación que hace Péninou de formas retóricas lingüísticas a los mensajes icónicos, sin caer en una transposición literal, sino más bien buscando una relación lógica. Plegar la imagen a una gramática, como se pliega la lengua escrita o hablada, no quiere decir que esas dos gramáticas sean idénticas. Cuando traspongo al nivel de la imagen publicitaria las categorías de nombre y atributo es porque en la gramática pura estas categorías denotan funciones y poseen propiedades diferentes, y porque se atiende lógicamente a que sean distintas dos publicidades ordenadas de forma patente, ya
Figura 2.13. Se puede hablar –en sentido amplio- de una enunciación iconográfica que maneja el publicista. Por medio de ella logra implicar al receptor e introducirlo en su visión espaciotemporal de la realidad, vívidamente presentada en imágenes sugestivas. Con el manejo adecuado de los recursos de la anunciación iconográfica resulta sencillo llevar al receptor de la mano por el universo semántico de la asociación paradigmática o bien, describirle un relato mediante una cadena sintagmática visual. Este pasaje del manejo de la enunciación lingüística al campo de la imagen marca el paso de la lingüística a la semiología utilizado por el publicista para lograr la aceptación del discurso orientado a la valoración de las mercancías como signos. De acuerdo con Péninou se iniciará el análisis de la imagen con referencia a dos grandes grupos de mensajes, que se encuentran en la imagen publicitaria, y que engloban una extensa gama de combinaciones y selecciones (véanse figs. 2.14 y 2.15):
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1. Mensaje con función referencial que toma en cuenta al objeto. 2. Mensaje con función implicativa involucra al sujeto receptor.
que
FUNCIÓN REFERENCIAL DE LA IMAGEN EN EL ANUNCIO PUBLICITARIO Toda publicidad en cuanto tal tiene un contenido de referencia; es decir, presenta o exalta un producto. Pero la estructura de la imagen será diferente si asume como función primordial realizar la consagración fotográfica del objeto (un coche, una botella de licor, una cajetilla de cigarros), o bien consagrar fotográficamente el valor simbólico de la mercancía (la elegancia y comodidad del coche, el aroma de la bebida o la suavidad del cigarrillo). Se tendrá así, respectivamente, una publicidad de presentación y una publicidad de calificación.
Publicidad de presentación
Figura 2.14.
Cuando un producto nuevo se introduce al mercado debe darse a conocer. En un primer momento, lo más importante es que se llegue a identificar y que el público se cerciore de su nacimiento y su bautismo. Aún después de pasar esta fase de notoriedad, el producto necesita seguir vivo en la imagen y en la voz de un anunciante, o en los caracteres tipográficos de las revistas. Esta consagración icónica, verbal y gráfica de la mercancía puede asumir dos variantes: a) El producto llega directamente, en una autopresentación. Es la publicidad de exposición: “yo soy la planta de Jumex”.
Figura 2.15 Mensaje con función referencial
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b) Un intermediario o presentador muestra el objeto. Es la publicidad de ostensión: “presentamos el Ford LTD’80”. Publicidad de exposición La publicidad de exposición consiste en un comercial construido visualmente en primera persona. El producto está en escena como actor único, para ratificar una presencia y afirmar su existencia; por ejemplo, la publicidad de “Rémy Martin” (véase Fig. 2.16) o del cognac “Courvoisier” (véase Fig. 2.17). En esta estructura no hay implicación del receptor ni posibilidad de un desarrollo sintagmático, pues se reduce al simple registro del nombre.
La publicidad predicativa es la publicidad del atributo; en ella se pasa de la reproducción analógica de los objetos a la consagración fotográfica del valor que se les confiere. No se presenta sólo una botella de licor, sino la suavidad de su sabor, lo agradable de su aroma y la exclusividad de su marca. Son dos las formas que asume esta publicidad, también llamada del adjetivo: la metáfora y la metonimia.
Publicidad de ostensión Este tipo de publicidad es más dinámico que el anterior. En ella se da un desarrollo escénico, un discurso: quién presenta, qué presenta y a quién presenta. Se caracteriza efectivamente por la presencia visual de un presentador que nos muestra el producto, o bien por un texto “deíctico” (que utiliza pronombres y adjetivos demostrativos: éste, ése, aquel) que designan al objeto, bautizándolo de cierta forma y mostrándolo a la consideración de sus futuros compradores. Este tipo de mensaje construido en tercera persona aprovecha muchas veces la notoriedad y simpatía de su “padrino” (el presentador) para darse a conocer. La frase “va con mi personalidad” de la tarjeta de crédito “Carnet” es un ejemplo de la publicidad de ostensión.
Figura 2.16. Mensaje con función Implicativa.
Publicidad de calificación Es posible encontrar anuncios comerciales en los que ya no existe una reproducción icónica del producto, sino una imagen compleja en la que un soporte (objeto) está circundado de variantes: personajes, paisajes, mobiliario, en una asociación desde la más común hasta la más insólita, como la cubeta convertida en lavadora automática, o la pantera negra que corre sobre la nieve hasta “congelarse” fotográficamente en una botella de licor.
Figura 2.17. 169
del “yo soy” al “yo participo” que provoca un encadenamiento sintagmático. Así, la lata de cerveza es uno más de los invitados a la fiesta; convive y comparte con los demás, está en “onda”, al igual que los jóvenes que la saborean (véase Fig. 2.19). La publicidad que usa la metonimia permite la participación, ya no de presentadores, sino de actores que harán que surja el relato. Ahora ya no se exhibe el producto ni se le califica: se le introduce en un escenario y se le asigna un papel.
Figura 2.18. La metáfora. Es el proceso en el que se relacionan el objeto metaforizado (producto) y un elemento metaforizante (variante). Estos dos elementos pertenecen a campos semánticos diferentes, de ahí lo insólito de su asociación. La metáfora no tiene un desarrollo sintagmático, por lo tanto no permite el relato; se sitúa únicamente en el plano paradigmático (asociación por ausencia), ya que se limita a calificar al objeto. En ella se transfieren al objeto todos los atributos presentados en los elementos metaforizantes, como en el caso del anuncio de los productos “English Leather” (véase Fig. 2.18), donde aparece una imagen mitad león y mitad hombre; la fuerza y la ferocidad del metaforizante (el león) se atribuye al hombre que usa dichos productos. La traslación no se detiene sino en el producto, el cual es el verdadero portador de las cualidades representadas por el metaforizante. En los anuncios que utilizan la metáfora, el elemento que sirve de comparación (metaforizante) es visualmente más importante que el producto mismo. Sin embargo, con toda la significación que dicho elemento contiene se transfiere al producto metaforizado, éste resulta ser más fuerte como objeto de percepción mental; “English Leather” es igual a virilidad, fuerza, ferocidad. Surge así la supremacía del objetivo de la exaltación, de las cualidades propias del producto unidas a los valores de los elementos metaforizantes. La metonimia. Éste es otro tipo de publicidad predicativa. Es la publicidad del verbo, de la acción. El objeto deja de exhibirse o calificarse, y se le invita a participar en una relación de contigüidad entre el objeto y un entorno que da lugar a una historia. Convierte en anecdótico todo lo que permita el uso de un predicativo verbal; se realiza una transferencia 170
Figura 2.19. Al ser parte de una escena el producto pierde su posición axial, reduce su tamaño y comparte con otros el espacio que antes utilizaba para sí; de esta suerte, el objeto integrado en una acción ocupa un lugar discreto, o incluso puede ser eliminado y aparecer sólo en un recuadro exterior; no por eso deja de tener una gran importancia al vincularse con el desarrollo del relato presentado. El hecho de presentar una humeante taza de café o un vaso con vodka empañado por el frío de los hielos, permite situar al objeto en la cadena sintagmática de la narración (véase Fig. 2.20). Existe otro tipo de metonimia, la sinécdoque, que consiste en resaltar cualidades
del objeto por selección o reducción formal, es decir, calificar los componentes del producto. La sinécdoque da significación a los aspectos desde los cuales se quiere considerar todo el objeto (confort, lujo, elegancia). Así, al ver artísticamente fotografiada la etiqueta de un whisky, se induce a considerarla desde el punto de vista preestablecido (véase Fig. 2.21). Los mensajes referenciales pasan generalmente por varias etapas. Van de la presentación del nombre a su calificación; logran que este nombre quede asociado con las cualidades del producto. Más adelante se introducen las escenas del relato donde el objeto participa de la acción, y después, con sólo recordar detalles del entorno que lo rodea, se logra que sea identificado. Tal es el proceso del anuncio de “Coca-Cola” que se ha reducido al término “disfrute”, el cual se ha realizado gráficamente con los mismos tipos de letra y color característicos de la marca. FUNCIÓN IMPLICATIVA DE LA IMAGEN EN EL ANUNCIO PUBLICITARIO Toda publicidad es información significada por la función persuasiva que persigue; no puede alcanzar su objetivo sin implicar al destinatario, dialogar con él y hacer que éste participe del espacio manifiesto. Para conseguir tal comunicación la publicidad debe responder a los centros de interés de los destinatarios, lograr un impacto perceptivo que atraiga y fije la atención del distraído receptor. Entre los recursos visuales que maneja el anunciante para lograr sus objetivos; se encuentran los siguientes: 1. La manipulación del color y la preferencia por colores agresivos, contrastes fuertes, o bien, por la cuasirreducción del mensaje al color, como en el anuncio gráfico de “Don
Antonio”, en el que un fondo totalizador del color del brandy se plasma a manera de prolongación del contenido de la botella (redundancia cromática) que casi la cubre totalmente o de la cual surge (véase Fig. 2.22). 2. El manejo adecuado de las posibilidades que ofrecen las técnicas gráficas como el recurso a los planos enfáticos, a los recuadros, al sobredimensionado tipográfico. El resultado es el realce de los rasgos distintivos del producto. 3. Existen reglas de la exploración visual, ya que la percepción es selectiva y activa. En la composición de la imagen publicitaria se tienen en cuenta estas bases de lectura: colocar en los puntos focales el objeto por resaltar. La imagen publicitaria es una forma plástica que tiene su propia lógica, la lógica ideográfica, y un ritmo de lectura visual propio. 4. La mayoría de los anuncios publicitarios presenta una serie de elementos visuales y gráficos que reiteran de diferentes formas el sentido o significación que se les quiere asignar. Objetos decorativos que reflejan un determinado estatus forman el marco de una pareja elegantemente vestida, sin duda de una posición social elevada. Además de una construcción icónica redundante puede darse la reiteración gráfica cuando se repite varias veces el nombre del producto anunciado. El exceso de signos empleados tiene como finalidad ejercer una presión psicológica sobre el receptor. Es una instancia para evitar la distracción, una reiteración para eludir la posible mala interpretación del mensaje, y para asegurar la adecuada identificación y comprensión del mismo.
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Figura 2.22. La imagen publicitaria que quiere cumplir una función implicativa no se contenta con solicitar la mirada del receptor mediante los recursos retóricos visuales que se han señalado, sino que lo hace por medio de los personajes que presenta, su postura, la expresión de su mirada, su sonrisa y sus manos. Logra interpelar al destinatario, ese “tú” ausente a quien habla, ordena o sugiere comprar el producto. El texto de los mensajes implicativos se construye generalmente en segunda persona y utiliza el modo gramatical imperativo. La relación que se establece con el personaje que mira de frente y pregunta si ya se ha hecho la prueba del añejo, es diferente de la participación de identificación con el grupo que brinda con “Viejo Vergel”. Son dos tipos de apelación y reacción distintos que sitúan al receptor ante mensajes implicativos diversos: el discurso y el relato, construidos sobre la primera y la tercera personas, respectivamente. El discurso En la publicidad del apóstrofe (figura retórica que corta el discurso para dirigirse con vehemencia a alguien presente o ausente) el personaje se sitúa frontalmente, cara a cara al destinatario, con la mirada fija en éste, la sonrisa franca, el gesto seguro. Es un “yo” de la imagen que mira y ordena al “tú” fuera de la pantalla o que hojea la revista. Es el caso de la mujer sensual y moderna del comercial del tine para pelo de “Imedia de L’Oreal”, que apostrofa: “cuesta un poco más pero creo que lo valgo”. El personaje puede llegar inclusive a monopolizar el espacio visual al mostrar de esta forma su superioridad respecto al receptor. 173
Pero no siempre el diálogo es tan frontal y el llamado tan acuciante o agresivo. A menudo se encuentra un personaje a tres cuartos que mira oblicuamente e interpela más a manera de invitación o sugerencia, “gracias al cual se recupera la persona en el seno de la vida del tener (del cual se hace heraldo el presentador), y gracias al cual se expresa de la mejor manera la categoría semántica del matiz y la categoría psicológica del sentimiento”.21 Configuración publicitario
poética
del
anuncio
En todos los mensajes se observa cómo la publicidad cumple su fin específico y preestablecido: materializar la intencionalidad del emisor mediante la aplicación de formas retóricas Según Péninou, la publicidad tiene un ciclo de vida, sufre un cambio fundamental del plano; va de lo pragmático a lo poético, de la práctica a la palabra, de la función al mito. Es el hechizo del hada madrina que hace que el jabón “Camay” convierta una piel marchita en un cutis de porcelana. La publicidad no puede limitarse a dar una información escueta de algo, sino que ese algo es un objeto que debe parecer hermoso y, por lo tanto deseable. Así, más que decir una fría realidad, el mensaje será un susurro de voluptuosidad seductora. El publicista tiene la misión de concebir imágenes que sublimen al objeto para que éste adquiera sentido y se sumerja en el seno de los valores de la sociedad, valores manejados en los mensajes que mueven hábilmente los hilos de algo irreal, como en el caso de la metáfora: “la pareja soda y Presidente”,, o en la metonimia: “un Etiqueta negra, por favor”. La publicidad se apodera de estos elementos para convertir a los objetos en portadores de sentido; los reviste de significación y los transforma en objetos adornados, exaltados, que capturan la atención de los sujetos. Entonces la soltura se convierte en libertad; la impresión de renovación, en emancipación y el hedonismo elemental de una fricción, en manifestación viril. Cierto es que cualquier anuncio publicitario necesita renovarse y promoverse para apropiarse de nuevos valores y sentidos que no sean repetitivos. La semantización de imágenes y textos debe ser continua para no caer en la indiferencia por parte del receptor, lo que significaría la muerte del mensaje. La 174
misión de la publicidad es generar anhelos que impulsen la voluntad hacia el mercado; presentar sueños con que puedan arroparse el hombre y la mujer, sueños al alcance de economías diferenciadas, y para lo cual hay que jugar con todas las dimensiones y conjugaciones simbólicas del mundo. CONCLUSIONES La semantización del objeto y la sensibilización del sujeto son los objetivos de la publicidad, que se logran por el desplazamiento pendular del signo publicitario del referente al destinatario; movimiento que implica el manejo poético de la palabra y la imagen, a manera de revestimiento valorativo. La ilusión publicitaria es la expresión exaltada más allá de la sustancia, cargada de significación psicosociocultural, dirigida en forma de orden a un receptor encasillado por la sociedad en patrones de conducta preestablecidos. Así, la publicidad asigna al receptor el papel de consumidor, según su clase social, estrato, grupo de referencia. La publicidad es fundamental al sistema capitalista para fomentar sus mercados. Pero, como señala Berger, también es la gran creadora del mundo de los sueños del capitalismo contemporáneo. Los consumidores son compradores de signos en los que se esfuma la realidad cotidiana y gris, y se sustituye por otra ilusoria e inalcanzable, tan cerca de sus manos (el producto es algo tangible) y tan lejos de ellos, como lo está el objeto respecto de los valores mágicos que ofrece.
Cuadro 2.2. Flujorama del proceso de semantización de los productos como objetos. Objeto referencial
Proceso de semantización
Signo publicitario
A través de:
Proporciona:
Producto desconocido en el mercado
La centralización focal en el objeto Supremacía del objeto sobre el sujeto: publicitado por medio de la analogía publicidad del sustantivo
Producto conocido en el mercado
La centralización focal en el objeto Supremacía del objeto sobre el sujeto: publicitado por medio de la retórica publicidad del adjetivo
Objetos genéricos
La caracterización por medio de la Objeto con individualidad comercial: la metáfora y la antonomasia marca
La verdad del producto: Valor de uso
El uso de hipérbole y el acento en el El valor del producto: valor signo atributo del objeto
Lo trivial
La tautología y la metonimia
Maximización de la sustancia
El paso del lenguaje a la poesía del Maximización de la forma lenguaje
Código informativo: acerca del objeto
Lo espectacular
publicitario: implicación información El cambio de acento de la información Código a la persuasión por medio del uso de emotiva del destinatario convertido en la segunda persona, el modo protagonista del anuncio comercial imperativo y el subjuntivo
Mensaje de predicación
El mensaje de valores psicosociales
Un destinatario protagonista que proyecta en el comercial sus anhelos, realizables con la adquisición del producto
Presentación neutra del producto
La inversión del ser por el tener
Deseabilidad del producto
Objetivación del producto con:
La manipulación de la motivación de la El reforzamiento conducta consumista con:
el decir
de
la
conducta
el insistir
el testimonia
el persuadir
el hacer saber
el hacer valer
A manera flujograma en semantización por medio del publicitarios.
de conclusión se presenta un el cual se aprecia el proceso de de los productos como objetos, cual se configuran como signos
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EL TEXTO ARGUMENTATIVO Cristina López Villamor Tengo algo para ti. NO. Venga hombre. NO Prueba un poco. NO. Te gustará NO. Vamos no. NO. ¿Por qué? NO. Vas a alucinar. NO. No te cortes. NO.¿Tienes miedo? NO. No seas gallina. NO. Sólo una vez. NO. Te sentará
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bien. NO. Venga, vamos. NO. Tienes que probar. NO. Hazlo ahora. NO. No pasa nada NO. Lo estás deseando. NO. Di que si. NO EN EL TEMA DE LA DROGA TU TIENES LA ÚLTIMA PALABRA.
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EL ARTÍCULO EDITORIAL El editorial es el género periodístico que al interpretar y valorar una noticia manifiesta el punto de vista institucional. Su propósito es explicar el significado del suceso noticioso y, con ello, influir en la opinión pública. Actualmente, algunos periódicos ya no publican el artículo editorial. El editorial está vinculado temáticamente con la información más importante del día. Su propósito es mostrar la posición del periódico respecto de la noticia. Según M. Lyle Spencer, el editorial “es una expresión de hechos y opiniones en un orden conciso, lógico y agradable, cuyo fin es divertir, influir en la opinión o interpretar noticias importantes de forma que se destaque su importancia para el común de los lectores”.1 Cuando se escribe un editorial, el propósito es múltiple: se define un punto de vista, se ayuda al público a formar una opinión acerca de determinado acontecimiento, se analiza y se interpreta la noticia, se relaciona al suceso específico con otros igualmente importantes para situarlos en un determinado contexto histórico y después, precisar su trascendencia; y, por último, se establecen juicios de valor que propicien actitudes positivas frente a los problemas que afectan a la comunidad. Mediante el editorial se prolonga la vida del hecho noticioso, se le da permanencia al contenido y se apunta su trascendencia social. Desde esta perspectiva, escribir editoriales exige un comportamiento periodístico profesional que implica: a) amplio conocimiento del asunto; b) capacidad de interpretación y análisis, y c) expresión clara de los juicios. El comentario editorial adopta la forma argumentativa con el propósito de: 1. Enterar al lector de la opinión institucional. 2. Buscar un acuerdo opinativo con los lectores e incluso pretende su adhesión. Si ésta se logra, el periódico habrá cumplido cabalmente su función persuasiva. CLASIFICACIÓN tan
La variedad temática de los editoriales es amplia que resulta ocioso tratar de
clasificarlos en atención a su contenido; baste señalar de manera general, según este criterio, los editoriales son de carácter político, económico o social. En un solo día en los periódicos aparecen editoriales que tratan temas como el problema de los estibadores en Veracruz (contenido económico); el colonialismo actual (contenido político), la legión de niños hambrientos (contenido social) o la importancia de las carreteras como instrumentos para la integración de los pueblos (contenido económico).2 Clasificar a los editoriales por su finalidad también es tarea difícil, pues su propósito no siempre es claro. Sin embargo, algunos autores que se han dedicado al estudio del género periodístico distinguen varios tipos de artículo editorial.3 De acuerdo con ellos, si se atiende a su objetivo, el editorial puede ser: 1. Editorial informativo. Se le conoce también con el nombre de editorial expositivo porque sólo presenta información sobre un suceso. En él se vuelven a citar los hechos ya mencionados en la sección informativa, pero manifestando el punto de vista institucional. Se recure a este tipo de editorial cuando un asunto no está claro porque falta la ubicación del suceso. Dicho de otro modo: en el editorial expositivo o informativo se consignan antecedentes, datos y hechos importantes, todo cuanto ayude al público a conocer mejor, aunque brevemente, un determinado suceso. Por su propia naturaleza, este tipo de editorial no requiere de conclusiones expresas pues la sola presentación de los hechos implica la opinión institucional (véase A.1 en los apéndices al final del libro. En adelante se citará así). 2. Editorial explicativo. Se utiliza cuando es preciso añadir una explicación de lo sucedido, por cuanto la sola información no es suficiente para comprender la trascendencia del acontecimiento. Este tipo de editorial es muy similar al expositivo y en ocasiones resulta difícil distinguirlos. Inclusive, desde el punto de vista del propósito de un editorial, esta distinción no es importante (véase A.2 en el apéndice). 3. Editorial interpretativo. Se recurre a él cuando para comprender el significado de 2 3
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William Rivers, Periodismo. Prensa. Radio. Televisión, pág. 260. 188
Excélsior, México, 14 de octubre de 1970, pág. 6. Entre otros Barnhart Berry, Bond, Dovidaf, Mandel, Mott, Romero y Waldrop. Véase la bibliografía al final de texto.
un suceso no basta una explicación ligera y es necesario presentar una interpretación. En este tipo de editorial se requiere que el periodista sea justo en la interpretación de los acontecimientos, pero el análisis que se lleva a cabo no exige necesariamente llegar a conclusión alguna. Sin embargo, la presentación de los hechos debe ser precisa y completa, de modo tal que permita al lector extraer sus propias conclusiones. En suma, el editorial interpretativo es esencialmente educativo y uno de sus requisitos primordiales es la honestidad en su planteamiento (véase a.3 en el apéndice). 4. Editorial polémico. En estos editoriales se pone de manifiesto un estricto orden lógico que indica claramente las razones por las cuales se piensa de una u otra manera. En él se argumenta a favor o en contra de un hecho o una situación, de manera que mediante razonamientos sencillos, el público se convenza del punto de vista propuesto. Los editoriales polémicos generalmente se interesan por la aplicación de un principio o una política en una situación concreta. Según Chilton Busch, el editorial polémico es el artículo cuyos argumentos afirman o niegan la rectitud de un principio específico, la deseabilidad de un objetivo específico, o la conveniencia y sabiduría de una política específica (véase A.4). 5. Editorial exhortativo. Se denomina también editorial de lucha por cuanto presenta ataques a determinadas situaciones y exige conductas específicas. Generalmente este tipo de artículo va precedido de aquellos que persuaden, argumentan e informan, a fin de que la acción solicitada resulte consecuente. Cuando se usa esta forma editorial se espera una reacción pronta y definitiva en el público, de ahí que el abuso de dicha modalidad destruya su eficacia: el público se cansa de que frecuentemente se le pida que actúe (véase A.5 y A.6 en el apéndice). 6. Editorial de campaña. Se le denomina de este modo a una serie de artículos editoriales de una misma causa y que culminan con un editorial de acción. En este caso, los periodistas se dedican principalmente a denunciar políticas locales corruptas que requieren de corrección, a pedir mejoras para la comunidad o a defender alguna causa olvidada. El propósito del editorial de campaña puede lograrse mediante la presentación de los
hechos, aún cuando no se manifieste el punto de vista (véase A.7). 7. Editorial persuasivo. En este caso, se trata de editoriales que procuran convencer suave y sutilmente, puesto que no piden ni exhortan. El manejo de este tipo de editorial implica el uso de argumentos para convencer y guiar al público hacia un asunto específico (véase A.8 en el apéndice). 8. Editorial de interés humano. En él se tratan temas diversos de interés humano que informan y entretienen al mismo tiempo. Es éste un editorial que no se escribe con el propósito de interpretar, persuadir o convencer, sino más bien para entretener, recordar o señalar una situación. Su estilo es distinto del de los demás editoriales, porque es más personal que institucional. Los artículos editoriales de interés humano pueden ser humorísticos, de pasatiempo, inspirativos y rememorativos (véase a.9). ESTRUCTURA La estructura del artículo editorial es variable. Aunque no hay restricciones en cuanto a la forma, su estructura depende en buena medida de su propósito, el cual a su vez se modifica según la importancia del tema, la agresividad de la institución informativa y la respuesta específica que se espera provocar. En términos generales, la estructura se integra con un título o encabezado que indica el tema y que por sí mismo suele tener valor editorial; y con el cuerpo del artículo, que consta de tres partes: una informativa, una interpretativa y una deliberativa o conclusiva. En la primera parte se presenta una breve exposición noticiosa del tema sobre el cual versa el editorial. La segunda parte es un comentario, un desarrollo del tema, y constituye propiamente la aportación del periodista, porque es la interpretación que éste hace de las noticias, de los datos y los hechos expuestos al inicio del artículo. La tercera y última parte se elabora con la conclusión obtenida del comentario; en ella se asientan las razones por las cuales el tema se valora de una u otra manera; o bien se presenta una recapitulación. La conclusión tiene el propósito esencial de comunicar un último pensamiento importante, y la forma que adopta puede ser la 189
de una exhortación, un ruego, un consejo o una petición. Esta forma clásica del artículo editorial, que consta de tres partes, tiene algunas variantes. Así, su estructura puede ser también como sigue: a) Exposición del tema y comentarios, sin que incluya una conclusión. b) Exposición del tema y combinación de los comentarios con la conclusión.4 Cabe destacar que por lo común el artículo editorial consta de tres a cinco párrafos. En el primer caso, los párrafos coinciden, aunque no necesariamente, con las tres partes que lo componen (entrada, desarrollo y conclusión). En ocasiones, los editoriales también se escriben en uno o dos párrafos, pero siempre contienen sus tres partes básicas, como se observa en los siguientes ejemplos.
ESTILO En términos generales, el estilo en el artículo editorial es la forma en que la institución informativa maneja y dispone sus recursos de expresión. Por ello, y en tanto que dicha institución es un líder que moldea la opinión pública, está obligada a cuidar que sus editoriales sirvan a la verdad, de modo que sean para beneficio social. Una institución informativa que se respete, mediante sus editoriales obtiene y consolida una posición digna ante su público, al tiempo que refuerza su autoridad moral. Específicamente, la redacción de un editorial implica el manejo de los juicios de forma tal que el artículo en su totalidad resulte consistente, agresivo, digno y autoritario. De acuerdo con estos lineamientos, cada parte –entrada, cuerpo y conclusión- demanda especial cuidado. La entrada resulta fundamental porque en ella se centra la temática, debido a lo cual se debe buscar aquella que armonice con el objetivo que se persigue: puede ser un enunciado corto y vibrante, una oración extensa o cualquier otra modalidad discursiva que resulte eficaz en tanto sirva para anunciar el tema y logre despertar el interés del lector.
4
Thomas Barnhart, Weekly Newspaper Writing and Editing, pág. 254. 190
La parte central es igualmente importante, puesto que los argumentos que en ella se incluyen representan el punto de vista y la opinión institucional respecto del tema. Desde luego, cada juicio exige claridad en la exposición y adecuado sustento en su discusión, ya que de esta parte depende que el artículo editorial logre su propósito. Si la
intención es influir, estas partes llevan el peso del argumento, y cuando se trata de informar, contienen los hechos principales. Finalmente, si el objetivo es divertir, sostienen o debilitan el humor. El cierre del editorial, ya sea una palabra o un párrafo que incluya varios enunciados, también requiere de especial atención puesto que gracias a esta parte el lector recibe el cabal significado del mensaje. En otros términos: un final efectivo generalmente enriquece el significado de todo el editorial.7 En suma, el editorial: a) Es género opinativo. b) Su propósito es explicar el significado de un suceso noticioso, desde un punto de vista institucional. c) La institución periodística manifiesta su opinión (juicios) respecto del suceso y busca que el lector tome una posición. d) Su estructura consta de tres partes igualmente importantes: la entrada atractiva, fuerte para señalar el tópico; el razonamiento que es la opinión y argumentación propiamente dicha; y la conclusión, que es el comentario final que cierra del razonamiento (Fig. 3.1). e) Las tres partes son igualmente necesarias. Ninguna de ellas puede suprimirse sin afectar la totalidad del artículo. Entrada
Razonamiento (comentarios)
Conclusión EJERCICIOS Figura 3.1. Estructura del artículo editorial. Modelo de la forma expositivo-argumentativa.
De análisis: 1. Escoge un ejemplo de artículo editorial, tomado del diario que acostumbras leer y realiza los siguientes análisis:
Seguidamente se presenta un ejemplo de artículo editorial en su forma clásica. 7
Análisis tópico:
Thomas Barnhart, op. Cit., pág. 250. 191
a) ¿Cuál es el tema o tópico? ¿De qué habla? b) ¿Cuál es la noticia a la que se refiere? Busca el dato en la sección informativa del periódico. Análisis argumentativo: a) ¿Qué dice el editorial? b) ¿Cuál es la opinión central del editorial? c) ¿Cuáles son las premisas fundamentos del razonamiento?
o
e) ¿Utiliza ejemplos? ¿Cuáles y con qué propósito? ¿Utiliza datos? propósito?
¿Cuáles
y
con
1. Escribe un editorial (en tres o cuatro párrafos de ocho a diez líneas) con el mismo tópico del editorial que te haya gustado más asumiendo la posición institucional del periódico de tu elección. 2. Escribe un editorial con igual extensión que el anterior. Escoge un tópico diferente. Recuerda que debe ocuparse de algún acontecimiento sobresaliente del día. De campo:
d) ¿Cuál es la conclusión del editorial?
f)
De redacción:
qué
1. Investiga cuál es el procedimiento que el periódico de tu preferencia sigue para escribir los editoriales. 2. Investiga el efecto del editorial en los lectores.
Análisis ideológico: a) Indica cuál es la posición editorial del periódico. b) Señala cuál es la relación entre el periódico y el asunto del que se ocupa el editorial. ¿Porqué se ocupa de ese asunto y por qué lo hace de esa manera? c) Escoge tres editoriales que se ocupen del mismo asunto, publicados en diferentes periódicos. En cada uno de ellos: •
Identifica y escribe en pocas líneas la posición editorial.
•
Indica, por escrito, cuál estrategia argumentativa.
es
la
d) Indica cuál, de estos tres, es el mejor editorial y explica por qué. e) Determina la relación entre el periódico y los lectores.
EL ARTÍCULO DE FONDO Es éste un género periodístico opinativo que se escribe con el propósito de interpretar los acontecimientos de la comunidad, del país y del extranjero, que al mismo tiempo señala la importancia que tales sucesos tienen dentro del momento histórico, así como las posibles consecuencias sociales, económicas y políticas que de ellos se derivan. Al igual que el editorial, el articulo de fondo se escribe con el objeto de ilustrar al público, sólo que en este caso ya no es la institución la que se manifiesta, sino que es el periodista quien hace la interpretación de los acontecimientos con la intención de provocar una opinión en el público. Así, mediante sus juicios y comentarios el articulista expresa su punto de vista, y en ocasiones incluso solicita algún comportamiento específico por parte del público. De acuerdo con estas consideraciones, el artículo de fondo es un género periodístico que de manera personal informa e interpreta los acontecimientos, y establece alguna tesis o doctrina. Entendemos por tesis, en este contexto, a un supuesto o una propuesta que el periodista está obligado a probar. Desde el punto de vista periodístico, existen dos tipos de articulistas: los periodistas profesionales y los colaboradores, que son
192
especialistas que tienen una profesión distinta del periodismo. En cuanto a las fuentes, los periodistas profesionales obtienen la información a través del contacto personal con las fuentes vivas de información, y también la recaban mediante el estudio bibliográfico y documental constante. Sus juicios están basados en el conocimiento que tienen del asunto en cuestión y de la experiencia que la misma profesión les provee. Los colaboradores, en cambio, son especialistas en la materia acerca de la cual escriben –economía, política, jurisprudencia, psicología, medicina, sociología, etc.-, y por lo mismo son autoridades en el tema. La interpretación y el enjuiciamiento que llevan a cabo se sustenta en los estudios específicos que hayan realizado. Los artículos técnicos dejan de ser textos periodísticos y por ello no tienen cabida en los diarios; su lugar está en las publicaciones especializadas. Un periódico recibe solamente aquellos artículos que tratan temas actuales y de interés general. Por tal razón, un articulista –sea colaborador o profesional- practica el periodismo cuando logra que muchas personas lean sus escritos; de este modo, se le reconoce autoridad y competencia para interpretar los hechos. Simultáneamente, adquiere la responsabilidad de ser honesto y estudioso, y que sus juicios además de ser serios, reflejen su dominio del tema. CLASIFICACIÓN Los artículos de fondo pueden clasificarse de acuerdo con su contenido y según sus propósitos. En lo que atañe al contenido, los artículos pueden ser de tipo social, económico, político, religioso, etc.; y se refieren a temas locales, nacionales e internacionales. Por lo general, el periodista escoge el tema de su artículo con base en las noticias de los últimos días, pero también puede ocuparse de asuntos que aparentemente no tienen carácter noticioso y que, sin embargo, por el tratamiento que se les da, resultan actuales y de interés público. En lo tocante a su propósito, los artículos pueden ser de comentario y de crítica. Los primeros constituyen un esbozo ideológico en los cuales los periodistas perfilan una idea y la comentan con el único fin de manifestar sus puntos de vista en relación con el tema.
Este tipo de artículo tiene una estructura argumentativa muy sencilla, puesto que el comentario que se hace no llega a ser un enjuiciamiento valorativo. Así, según Humberto Cuenca, el artículo de comentario es la “proyección de una idea que no llega a su extremo”.1 En el artículo periodístico el desarrollo de la forma argumentativa (comentarios,opiniones, juicios) se somete, al igual que cualquier composición, a las reglas de unidad y coherencia. Sea cual fuere su propósito, el artículo desarrolla una idea central y su exposición debe ser congruente. De no ser así, atenta contra dos de las principales reglas de la comunicación periodística: la claridad y precisión necesarias para que el público asimile el mensaje. En este sentido, no hay mejor definición que la del escritor francés Albert Camus, quien sintetizó al artículo como una idea, dos ejemplos, tres cuartillas (véanse A.10 y A.13). Por su parte, en el artículo crítico el periodista no se limita a comentar la información sino que se adentra en ella, la valora, toma partido y la acepta o la rechaza. Los juicios que se asientan en este tipo de artículos se acompañan de una explicación, de un razonamiento que señala las causas de lo que se asevera. El juicio aislado que no se apoya en razonamientos y en ejemplos serios carece de valor periodístico y está fuera de lugar en un artículo crítico. Hacer crítica no es tarea fácil, sobre todo en campo que nos ocupa, debido a la complejidad del fenómeno social en el acontecer diario y a su efímera existencia periodística. La crítica es un instrumento valioso en manos del articulista que sabe manejarla con habilidad, pero también implica peligros a cuya evitación se dirigen las siguientes recomendaciones. 1. Ser cauto en los detalles relacionados con el tema, es decir, no suponer mucho y decir poco ni abusar en los pormenores. Lo mejor es el justo medio, de modo que los datos deben utilizarse con discreción. 2. Situar el hecho en un contexto y dotarlo de un ambiente que permita conocerlo más profundamente. 3. Redactar con un lenguaje ameno. El abuso de los lugares comunes y la sucesión 1
Humberto Cuenca, Imagen literaria del periodismo, pág. 38. 193
interminable de opiniones y puntos de vista muy conocidos hacen que el lector pierda interés en el artículo. 4. Evitar las generalizaciones porque únicamente conducen a formarse ideas vagas. En vez de expresar que una cosa es buena o mala, conmovedora o monótona, hay que lograr que los lectores vean y entiendan por qué una cosa es buena o mala, conmovedora o monótona.2 En pocas palabras: el periodista que hace crítica debe manifestar un punto de vista sólido y vigoroso, y para lograr el efecto deseado, escoger un lenguaje preciso y directo (véanse A.11 y A.12). ESTRUCTURA La estructura del artículo de fondo (sea de comentario o crítica) es más compleja que la del editorial debido a la exigencia de presentar una tesis y su consecuente fundamentación. En términos generales, no existe un solo procedimiento para redactar los artículos de fondo; se pueden hacer múltiples combinaciones para ordenar las partes que los conforman. A manera de ejemplo, detallaremos los procedimientos más usuales. 1. El artículo se inicia con una proposición general, atractiva, breve y trascendental, basada en una noticia reciente. En esta parte se le indica al lector cuál es el tema del artículo, se hace referencia a sus aspectos fundamentales y se destaca su importancia. Enseguida se escribe la explicitación, apoyada en ejemplos concretos. Este desarrollo del tema, constituido por una serie de detalles menores, se realiza con el fin de ubicar al hecho en un contexto. Si es necesario, en esta parte del artículo se clasifica al hecho. Se precisa el enfoque y se detallan algunos aspectos, los datos necesarios en el razonamiento para el sustento de la opinión y el afianzamiento de la credibilidad. Después se procede al análisis y a señalar las consideraciones pertinentes al tema. En esta parte, el periodista entra propiamente en la fase formativa de su artículo porque en ella se presentan los antecedentes, las explicaciones, y se plantean los posibles resultados.
2
William Rivers, op. Cit., págs. 279 a 285. 194
Posteriormente se pasa a la prueba o comprobación. Los hechos se relacionan de modo que se expliquen y se hagan evidentes. La comprobación, entonces, no es el hecho aislado, sino el resultado de incluir en una estructura lógica, para que el razonamiento sea consecuente. En la última parte se hace una valoración y se concluye el tema: el articulista cierra su argumento mediante una recapitulación acerca de lo dicho y precisa su posición. La parte conclusiva puede tener distintos propósitos: llamar a la acción, dar un consejo o presentar alguna solución. Veamos el ejemplo 1. 2. El artículo se inicia con un incidente específico que ilustra el razonamiento de todo el escrito. Después se procede al análisis del suceso, análisis que se compone de información y comentarios. De ser posible, en esta parte se efectúa también una evaluación que conlleva una crítica al asunto que se comenta. Para fortalecer los juicios es conveniente que se aluda a un caso concreto que funciona como ejemplo. Por último, se hace una síntesis de las ideas presentadas en el artículo y se plantea una aseveración general que opere como juicio principal, como la tesis que el periodista propone. Esta estructura exige más esfuerzo que la anterior pues requiere que el articulista mantenga el interés del lector hasta el final, que es en donde plantea su tesis. El ejemplo 2 es ilustrativo. 3. Se trata de una combinación de los tipos citados El artículo se inicia con la alusión al hecho, la cual sirve como presentación temática. Enseguida se expresa la opinión personal respecto del suceso y se deja claro el punto de vista. Para reforzar los juicios expresados se hace referencia a una información concreta que está relacionada con el tema del artículo. En la parte central del texto se plantea la tesis, que es el juicio principal de todo el razonamiento. En este punto, el articulista acompaña y refuerza su teis con más comentarios que precisan su opinión. Como otro refuerzo para esta parte, se acude a la información adicional y al ejemplo que ilustre lo dicho. El artículo culmina con un juicio conclusivo fuerte que retoma la idea manifestada en la tesis. Veamos el ejemplo 3.
EJEMPLO 1
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personas y anotar palabras cuando éstas sugieran acción.6
ESTILO De lo expuesto respecto del artículo de fondo se desprende que está formado por un conjunto de juicios acerca de una información específica. Según esto, para la redacción de sus artículos el periodista requiere de dos formas discursivas. La exposición y la argumentación. La forma expositiva le será útil para la parte inicial, cuando se trate de la presentación temática, y en la redacción de aquellos datos usados como apoyo en la parte relativa a la comprobación. Por otro lado, el articulista recurre a la forma argumentativa para el análisis, los juicios que lo acompañan y la tesis que propone. La esencia del artículo de fondo reside en la sustentación de las aseveraciones, que es el procedimiento de toda argumentación (véanse A.10 a A.13).
En síntesis, el artículo de fondo tiene las siguientes notas características: a) Es el género opinativo que más utiliza la forma argumentativa. b) Expresa una opinión. c) En su redacción, tiene cabida la forma expositiva para la presentación del tema y de algunos otros datos necesarios en el razonamiento. d) Su propósito es asentar una tesis, discutirla y persuadir al lector respecto de ella. e) Su estructura, que es compleja, consta de cinco partes:
Ahora bien, la manera personal en que el articulista maneje estas dos formas de expresión constituye su estilo. No existe una fórmula o “receta” para escribir artículos periodísticos, pero algunas recomendaciones pueden ayudar a este propósito: 1. Interesar al lector. Como recurso estilístico para captar la atención del público se “juega” con el lenguaje (oraciones largas combinadas con otras más breves; palabras fuertes y atrevidas; alternancia de vocablos elegantes y de uso común). 2. Recurrir a las analogías cuando se dificulte la explicación. Si el lector conoce una parte de lo que se dice, es más fácil que comprenda la tesis presentada en el artículo.
f)
Entrada: presentación temática.
•
Información: detalles necesarios para el desarrollo del tema.
•
Análisis: comentarios del periodista (juicios).
•
Comprobación: datos que ayudan a probar la tesis.
•
Conclusión: puede ser la misma tesis u otro juicio importante derivado de la totalidad del razonamiento (fig. 4.1).
Comúnmente es más extenso que cualquier artículo de opinión.
Entrada Detalles Adicionales Análisis (comentarios)
4. Formular preguntas dentro del artículo a fin de obligar al lector a seguir leyendo y obtener así las respuestas. Y contestar esas preguntas de modo que surjan otras en la mente del lector.
Comprobación Del análisis
5. Recurrir al suspenso para que el lector esté ansioso por saber qué sucederá después.
Conclusión Figura 4.1 Estructura del artículo de fondo. Modelo de la forma expositivo-argumentativa. A continuación se aprecian características del artículo de fondo:
6
200
•
g) Requiere de una investigación previa, generalmente de carácter documental. Por ello, generalmente quien escribe es un especialista en el tema.
3. Desarrollar una sola idea en todo el artículo y organizar cuidadosamente sus distintas partes, prestando especial atención a la transición de los párrafos.
6. Matizar el artículo con incidentes específicos y anécdotas divertidas o interesantes. Hacer descripciones de
textuales
William Rivers, op. Cit., págs. 257 a 260.
las
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202
opinión tenga mayor fuerza persuasiva que el original.
EJERCICIOS De análisis: Escoge un ejemplo de artículo de fondo de algún articulista que te llame la atención, tomado de los principales diarios de tu localidad. Recórtalo, pégalo en una hoja e indica la fuente. Lee con atención el artículo y realiza los siguientes análisis: a) Análisis tópico: •
¿Cuál es el tema o tópico? ¿De qué habla?
•
¿Por qué es un tema periodístico?
b) Análisis argumentativo: Para determinar la estrategia argumentativa. Responde lo siguiente: •
¿Qué dice el artículo?
•
¿Cuál es la tesis del artículo?
•
¿Cuáles son las premisas fundamentos del razonamiento?
•
¿Cuál es la conclusión del artículo?
•
¿Utiliza ejemplos? ¿Cuáles y con qué propósito?
o
¿Utiliza datos? ¿Cuáles y con qué propósito?
•
¿En qué orden se presentan los argumentos? ¿Los ejemplos? ¿Los datos? ¿Colocados en otro orden tendrían mayor fuerza persuasiva? ¿Cuál sería eseorden?
c) Análisis ideológico:
•
¿Quién habla? articulista? ¿Cuál moral en el tema?
3. Escribe un artículo cuartillas). Para ello:
de
fondo
(tres
a) Decide cuál va a ser tu tesis y ordena todos los juicios según te convenga. b) Si tu opinión coincide con la del articulista que escogiste, cambia el punto de vista para que el artículo resulte diferente. c) Si tu opinión es distinta de la del periodista, puedes escoger entre refutar sus argumentos o bien escribir un artículo con otro mensaje. 4. Escribe un artículo cuartillas). Para ello:
de
fondo
(tres
a) Escribe la tesis que piensas sustentar.
•
•
2. Escoge un artículo de fondo cuyo tema llame tu atención y escribe un artículo de fondo (tres cuartillas) con el mismo tema pero que sostenga una opinión distinta. Para ello: Procura seguir la misma estrategia argumentativa del artículo escogido.
¿Quién es el es su autoridad
¿A quién le habla? ¿Quiénes son los lectores? ¿Cuál es su perfil? ¿Qué dice? ¿Cuál es la opinión del articulista sobre el tema?
De redacción: 1. Con base en el análisis argumentativo que realizaste en el apartado b) inmediato anterior y utilizando las ideas y la información del articulista, escribe un artículo de fondo (tres cuartillas) que en tu
b) Escribe los argumentos que consideres más adecuados para apoyar tu tesis. c) Escoge la información que requieras para apoyar tu argumentación. d) Adelanta la conclusión (alegato último y cierre del artículo) a la cual piensas llegar. e) Redacta el artículo (con una extensión de tres cuartillas). De campo: 1. Escoge un articulista que te guste por su forma de escribir y entrevístalo sobre su trabajo periodístico. 2. Investiga cuál es la relación articulista y los lectores.
entre
el
LA COLUMNA En tanto género periodístico, la columna tiene tres características fundamentales que configuran su esencia: su periodicidad, la titulación fija en nombre y en tipografía, y su carácter eminentemente personal y emotivo. La columna como artículo de opinión, es el género periodístico que con una frecuencia 203
determinada, interpreta, analiza, valora y orienta al público respecto de sucesos noticiosos diversos. A diferencia del editorial y del artículo de fondo, no es preciso que el columnista asuma una posición frente a los hechos. El columnista escribe sobre asuntos conocidos, pero a los cuales no se les ha prestado la debida atención; o bien se interesan por relatar alguna experiencia personal y para hacerlo aprovecha un suceso noticioso. Debido a la intención de la columna, los comentarios y los juicios de valor que la integran no tienen una naturaleza argumentiva y persuasiva, sino que se distinguen por ser informativos y analíticos. La columna es el género periodístico opinativo que da lugar a un tipo de comunicación más personal, de menos formalidad que el editorial o el artículo de fondo, y que puede incluso proporcionar momentos de recreación. Todo ello hace que en ocasiones el columnista logre una mayor influencia en el público, respecto de la que obtiene el editorialista o el articulista.1 Escribir una columna no es tarea fácil. Requiere conocimiento del tema, pero también habilidad para proyectar una personalidad fuerte y atraer al público, simpatizar con él y mantener su atención. Quien la escribe es un periodista profesional. El columnista goza de amplia libertad temática para expresar sus puntos de vista, para defender o atacar una idea y para alabar o censurar el comportamiento de los individuos y de los grupos sociales. CLASIFICACIÓN Por lo que se refiere al contenido, se escriben columnas en las que se abordan los más variados temas: política, deportes, economía, sociales, radio, cine, televisión y arte, entre otros. Al respecto, William Rivers afirma que “una agencia de material periodístico puede ofrecer hasta ciento cincuenta diferentes columnas sobre temas tan diversos como la religión o el cuidado de los animales domésticos”.2
1 Según esta definición, se considera sólo la columna que comparte las cualidades de todo artículo de opinión. Quedan fuera de este enfoque las columnas de noticias, reseñas y cualquier otro mensaje periodístico denominado columna por sus características formales: periodicidad, título y espacio fijos. 2 William Rivers, op. Cit., pág. 276. 204
La columna, como género periodístico opinativo, adopta las características generales del artículo: entrada, desarrollo (comentarios) y conclusión. Esta estructura, aunada a sus características específicas de tono, lenguaje, título, espacio y periodicidad, además del tema y la posibilidad de tratar uno o varios asuntos en el mismo artículo, permite clasificar a la columna de la siguiente manera: 1. Columna de opinión. 2. Columna de información 3. Columna humorística. 4. Columna de personalidades. 5. Columna “revoltillo”. La columna de opinión. Por su forma y tono serio, parece un artículo editorial; sin embargo, todos los juicios que en ella se expresan son responsabilidad del columnista, quien así lo acepta mediante su firma. A veces, no obstante, se publican columnas de este tipo sin que lleven firma, de manera que sólo el carácter personal de los comentarios la distinguen del artículo editorial. Puede incluso no presentarse esta diferencia en el uso del lenguaje y sólo caracterizarse como columna por sus cualidades formales: título, periodicidad y espacios fijos (véanse A.14 y A.15 en el apéndice). La columna de información. Se le denomina de este modo a la columna en la cual predomina la información por sobre el comentario o éste se infiere por la manera en que el columnista trata la información. Él es quien ha trabajado el material para integrar la columna y, por lo mismo, es responsable de lo que escribe (véanse A.16 y A.17). La columna humorística. Se escribe con el propósito de divertir y entretener a los lectores. Su temática es diversa y los comentarios se caracterizan por su ironía (véanse A.18 y A.19). La columna de personalidades. El columnista se ocupa de todas las personalidades de la comunidad que destacan en algún momento o por algún motivo. Así, puede referirse a los funcionarios públicos, a los deportistas ganadores de un premio o a los artistas famosos. En suma, se ocupa de toda aquella persona que resulta interesante para los lectores (véase A.20). La columna “revoltillo”. Esta columna es bastante frecuente. Está formada por una gran variedad de temas e incluye materiales diversos. Por ejemplo, el columnista comenta algún acontecimiento en tono editorial, a
renglón seguido cambia de tema e inserta una poesía o un epigrama. Después hace otro comentario, con el mismo tono serio de un principio o con un enfoque picaresco. En la columna revoltillo se pueden hacer otras muchas combinaciones (véase A.21). ESTRUCTURA La estructura de la columna de comentario no puede ajustarse a un modelo fijo, puesto que este género periodístico es el más personal y libre de todos, cada columnista integra su artículo como más conviene a la información con que se cuenta y al propósito de sus comentarios. De este modo, existen distintas opciones para redactar las columnas: 1. La columna que se escribe mezclando la información y los comentarios. 2. La columna de comentario, que sólo usa la información para referirse al suceso, de manera que el artículo está compuesto por los juicios del columnista. 3. La columna esencialmente informativa, pero que incluye algún comentario para lograr el efecto opinativo de todo el artículo. Veamos los siguientes ejemplos:
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ESTILO Siegfried Mandel señala que: “Las colaboraciones de los columnistas pueden ser de tono serio o ligero, formal o informal, objetivo o subjetivo, basadas en los hechos o en la fantasía. El columnista puede romper lanzas con enemigos reales o imaginarios, o puede escribir para diversión propia y de sus lectores”.6 Por ello, el estilo resulta muy variado: narrativo, descriptivo, expositivo, argumentativo, o como a menudo sucede, puede ser una combinación de dos o más de estas formas discursivas. La columna también puede escribirse como crónica breve, como información de suplemento, como editorial y como ensayo. La elección de una u otra forma de expresión lingüística depende del tipo y de la función de la columna. Por ejemplo, el periodista que en su columna sugiere un comentario mediante el uso de las palabras, pero no lo hace abiertamente, utiliza principalmente la forma expositiva; pero si ordena los datos de tal manera que el grado de interés vaya en aumento (suspenso),la forma narrativa resulta más conveniente. Por otra parte, si su intención es reproducir un suceso o “pintar” una situación, la forma del discurso adecuada es la descriptiva; por último, si el propósito del columnista es convencer a los lectores con sus comentarios, persuadirlos respecto de las ventajas o desventajas de su proposición central, la forma indicada es la argumentación (véanse a.14 a A.21). Algunas recomendaciones generales para la redacción de una columna son las siguientes: 1. Escribir con originalidad. Hay muchas maneras de ser original: por ejemplo, usando material nuevo o empleando un lenguaje en particular (connotaciones especiales), sin olvidar que la expresión debe ser sencilla para que todos la comprendan. 2. Imprimir un carácter novedoso a la presentación del material. Todos los días deben tratarse temas distintos con enfoques también distintos, de modo que el lector nunca tenga la impresión de haber leído la columna con anterioridad.
4. Producir en los lectores la imagen de una personalidad atractiva por cuanto de ello depende que la columna sea leída. 5. Mostrar que se conoce suficientemente el tema. Aunque ello no implica que el columnista conozca y esté capacitado para emitir un juicio acerca de todos los temas, basta con presentar la información necesaria y evitar las conclusiones precipitadas, los pensamientos inmaduros y los tonos propagandísticos. 6. Mostrar consistencia. Si un periodista cambia su postura ante un hecho importante, deberá tener razones muy poderosas que lo justifiquen; de lo contrario, únicamente causa disgusto y desconcierto en sus lectores. 7. Eludir la información brutal y el lenguaje crudo y atrevido. 8. Revisar precisión para el principal hechos.
9. Expresar los puntos de vista con firmeza, pero sin ignorar la existencia de opiniones diferentes. 10. Emplear la columna en beneficio social, evitando presentar en ella los pleitos personales o los ataques a quienes no tienen igual posibilidad para defenderse.7 En síntesis, la columna de comentarios se distingue por las siguientes características: a) Es un género opinativo. b) Su propósito es comentar un suceso y establecer una relación estrecha y personal con el público. c) El columnista cumple una función mediadora entre el periódico y el público. d) No sólo presenta noticias sino, y es lo más importante, interpreta y comenta. e) Tienen cabida las cuatro formas del discurso; según el tipo y el propósito específico de la columna se recurre a una u otra forma. f)
3. Evitar los temas que pudieran no ser de interés público.
6
Siegfried Mandel, op. cit., pág. 569. 208
minuciosamente los datos. La es una cualidad indispensable columnista, quien tiene como propósito el comentario de los
7
Su estructura es sencilla; consta de tres partes: una entrada interesante, un cuerpo que puede variar de acuerdo con el tipo de la columna y con la forma discursiva que requiere; y una conclusión, que también es variable, según se trate de un relato, de un
W. Rivers, op. Cit., págs. 253 a 254 y 263 a 265.
razonamiento, de varios comentarios o de una descripción (Figs. 5.1 y 5.2). g) Debido a su carácter informal, y por la diversidad en su torno y contenido, en la columna tienen cabida no sólo el humor y la invención, sino también el juego de palabras y de ideas. La columna no siempre es seria y tampoco exige necesariamente rigor lógico el razonamiento.
Figura 5.2. Estructura de la columna. a) Modelo de la forma descriptiva; b) Modelo de la forma argumentiva
h) Característica esencial de la columna y única respecto de los otros géneros periodísticos, es su título fijo, la periodicidad y espacio también fijos. En el ejemplo que sigue se aprecian las características de la columna.
Entrada
Entrada
Seriación De Comentarios
Relato
Conclusión (último comentario)
a)
Conclusión (fin del relato)
b) Figura 5.1. Estructura de la columna. a) Modelo de la forma expositiva; b) Modelo de la forma narrativa.
Entrada
Entrada
Descripción situacional o de algún personaje
Comentarios (razonamiento)
Conclusión
a)
Conclusión
b)
209
210
EJERCICIOS De análisis:
3. Escribe una humorística.
columna
(dos
cuartillas)
4. Escribe una columna “revoltillo”. 5. Escribe una columna de la forma que más te agrade.
En un periódico de tu localidad, escoge un ejemplo de columna de opinión de algún periodista cuya forma de escribir te agrade. Recórtala, pégala en una hoja e indica la fuente. Lee con atención la columna y realiza los siguientes análisis: a) Análisis tópico: •
¿Cuál es el tema o tópico? ¿De qué habla?
•
¿Por qué es un tema periodístico?
b) análisis argumentativo: Para determinar la estrategia argumentativa. Responde lo siguiente: •
¿Qué dice el columnista?
•
¿Cuál es la opinión central?
•
¿Cuáles son los comentarios principales y cuáles los apoyos?
•
El comentario ¿es serio, profundo, ligero?
•
¿Los comentarios están fundados? ¿Se presentan pruebas?
•
¿Cómo ordena el columnista sus comentarios? ¿Utiliza ejemplos? ¿Maneja datos?
c) Análisis ideológico: •
¿Quién habla? ¿Quién es el columnista? ¿Cuál es su autoridad moral en el tema?
•
¿A quién le habla? ¿Quiénes son los lectores? ¿Cuál es su perfil?
•
¿Qué dice? ¿Cuál es la opinión del columnista sobre el tema?
De redacción: 1. Escribe una columna; toma como modelo algunas de las columnas que hayas analizado en los ejercicios previos. 2. Escribe una columna (dos cuartillas) en tono serio, de tipo editorial, con un solo mensaje.
De campo: 1. Investiga cómo es la relación entre el columnista y los lectores. 2. Investiga qué columnista.
opinan
los
lectores
del
3. Investiga qué opina el columnista de sí mismo como líder de opinión. ¿Se asume así? ¿Considera que sus columnas persuaden? 4. Investiga cómo columnista.
realiza
su
trabajo
el
EL ENSAYO El término ensayo se ha aplicado a diversos tipos de escritos literarios y a composiciones expositivas más formales. Sin embargo, actualmente se entiende por ensayo una prosa literaria de análisis o interpretación, basada en la observación y en el punto de vista personal sobre un tema cualquiera. El asunto más insignificante puede convertirse en un ensayo periodístico; cualquier detalle de la vida diaria puede ser tema de interés general: El ensayo es el desenvolvimiento de una tesis doctrinal, a menudo inconclusa, con tendencia interpretativa o de investigación, con absoluta libertad temática, rigor crítico, lírica entonación y propósito orientador. El ensayo periodístico se diferencia del humanístico en que aquél alude más a la actualidad temática, mientras que el último es atemporal.1 En otras palabras, el ensayo refleja la apreciación del periodista respecto del mundo que lo rodea, es el artículo que resulta de una mediación, de una reflexión. Más que una investigación severa y rigurosa, el ensayista hace una disertación amena, un tratado breve con digresiones e interrupciones constantes, en el cual puede abordar todo tipo de temas.
1
Humberto Cuenca, op. cit., pág. 37. 211
A diferencia de los otros artículos de opinión, el ensayo es eminentemente expresivo. El ensayista expone sus ideas, sus pensamientos y, sobre todo, sus emociones. Escribe con el propósito de crear en el público una reacción emocional, de manera que no se contenta con informar, interpretar y entretener al público, sino que busca despertar en lo más profundo de él un sentimiento: de ahí su naturaleza subjetiva. De acuerdo con estas consideraciones, el ensayo periodístico se define como el artículo de opinión en el cual se hace una breve reflexión sobre cualquier tema que refleja la manera en que el periodista ve, interpreta y siente aquello de lo que habla. Consecuentemente, se trata de una prosa breve que revela la personalidad del periodista, puesto que trasmite sus impresiones sobre el significado de la vida o sus observaciones respecto de temas diversos. En virtud de ello, el ensayo es producto de la madurez. CLASIFICACIÓN Por definición, el ensayo es una composición difícil de clasificar. En lo que toca al contenido, multitud de temas podrían ser categorías para la clasificación, de manera que los ensayos serían moralistas, críticos, caracterológicos, anecdóticos, narrativos, doctrinales, descriptivos, reflexivos, biográficos, históricos, interpretativos, artísticos, didácticos, filosóficos, personales, etc. Aunque extensa, esta lista resulta incompleta, de ahí que para distinguir al ensayo periodístico sea más adecuado clasificarlo desde otra perspectiva, y así distinguir dos tipos: el ensayo formal e informal. El ensayo formal es una discusión argumentativa en la cual el escritor expone un tema apegándose a la realidad de los hechos y a su conocimiento de ellos. En este tipo de ensayo no caben la imaginación, la abstracción o las apreciaciones emotivas; por lo general son tan extensos y serios que rebasan el artículo de opinión y devienen en libros. El ensayo informal, al cual corresponde el ensayo periodístico, resulta de la reflexión en torno de un tema de interés general. En él se incluyen los juicios, el relato y las descripciones, aunque no de manera simultánea. Es decir, el ensayo periodístico se ocupa de manifestar algún juicio y en todo el 212
artículo se plantea una reflexión; en otros casos, el ensayista relata alguna experiencia. ESTRUCTURA En términos generales, la estructura del ensayo es muy semejante a la del editorial, puesto que consta de tres partes: la introducción al tema, el desarrollo y la conclusión. En la introducción se precisa el tema y el enfoque; luego se desarrolla el tema, que consta de una reflexión acerca de cada uno de los puntos presentados en la primera parte. Por último, se concluye con un juicio que anuncia el final de la reflexión. En el siguiente ejemplo se aprecian las características sobresalientes del ensayo. Ahora bien, la gama de variantes que distingue al ensayo permite que el periodista recurra a diversas formas discursivas para escribir este tipo de artículo. Por ejemplo, cuando el propósito es presentar una reflexión sobre algún tema abstracto, el ensayista puede valerse del giro humorístico, y lo más común es que use para su artículo la forma narrativa (véase a. 22.). Cuando el propósito es detallar una situación o un lugar, a fin de provocar una imagen en el lector, el ensayista escoge la forma descriptiva. En ella no hay suspenso ni alegato; sólo interesa la conjugación de los detalles específicos a fin de lograr el efecto total. (véase A. 23). Por otro lado, los ensayos argumentativos son los que más se asemejan al editorial en lo que toca a estructura. En los primeros párrafos se presenta el tema, después se hacen los juicios pertinentes al mismo, y finalmente se concluye el mensaje. En esta tercera parte, el ensayista refuerza sus puntos de vista, en ocasión de presentar la reflexión final. En suma, para escribir ensayos argumentativos el articulista pone especial cuidado en definir su punto de vista al plantear el tema; asegura la pertinencia de las reflexiones en torno a su enfoque, hace comentarios ligeros y evita el alegato (véase A. 24 y A.25). ESTILO Debido a la libertad estructural y temática del ensayo resulta difícil precisar sus estilo; no obstante, pueden atribuírsele, de manera
general, las restricciones estilísticas propias de todo texto periodístico y, en particular, puntualizar algunas recomendaciones referidas a la composición de los artículos. Cada párrafo del ensayo debe constituir una unidad de pensamiento en relación con la temática general. Igualmente, cada oración debe contribuir al pensamiento central del párrafo. Si un texto se concibe como un grupo de párrafos relacionados, un párrafo puede definirse como un grupo de oraciones relacionadas. Las transiciones de un párrafo a otro deben ser suaves. En opinión de Humberto Cuenca, un párrafo suele prevenir al lector de la proximidad de un nuevo pensamiento o referirse a una idea que ya se ha considerado. Así, cada párrafo debe estar desarrollado con propiedad, de modo que uno o dos enunciados no son suficientes. Desde el punto de vista del lector, el párrafo marca una ruptura lógica que le permite descansar la vista. Desde luego, el estilo que se adopte para cada ensayo debe corresponder al tratamiento del tema. No es recomendable cambiar de una consideración seria en torno de un tema, a un comentario humorístico.3
c) Su propósito específico es la recreación; despertar en el público determinadas emociones y un sentimiento de agrado. d) Se apoya en las cuatro formas del discurso; la exposición sólo aparece como apoyo para la argumentación. e) Su estructura consta de tres partes, aunque con variantes en su cuerpo central en función de la forma del discurso y del propósito específico. Estas partes son: •
La entrada, que debe ser atractiva.
•
El cuerpo, que debe ser un relato o una reflexión.
•
La conclusión, que es el fin del relato o un comentario último.
Por otro lado, es conveniente tener en cuenta que el ensayo periodístico se escribe en la primera persona gramatical, debido a su propósito de precisar los puntos de vista personales respecto de un tema específico. Y cuando por algún motivo especial el ensayo exija la redacción en tercera persona, es necesario evitar las generalizaciones y los enunciados extensos y rebuscados. Es igualmente importante recordar que el lenguaje periodístico exige sencillez y claridad. Para ello el ensayista debe tener un pensamiento claro y seguridad en sus puntos de vista. Si las ideas son confusas y no se ha reflexionado lo suficiente, el ensayo resultará vago y mediocre. En síntesis, el ensayo se distingue por las características que a continuación se señalan: a) Es un género opinativo. b) Su propósito general es dar a conocer las opiniones del ensayista respecto de un acontecimiento que no necesariamente es actual. Al ensayista no le interesa expresar qué ocurrió, sino su interpretación de tal suceso, cómo lo siente y qué impresiones le causó.
3
H. Cuenca, op. cit., págs. 82 a 84. 213
214
215
f) El ensayista trabaja con juicios de valor relativos a una temĂĄtica de interĂŠs general.
216
El siguiente es un ejemplo ilustrativo.
217
EJERCICIOS
a. Entrada
De análisis: Escoge un ejemplo de ensayo en uno de los principales diarios de tu localidad. Recórtalo, pégalo en una hoja e indica la fuente.
Relato de las impresiones personales
Después de una lectura atenta, realiza los siguientes análisis: a) Análisis tópico: •
¿Cuál es el tema o tópico? ¿De qué habla?
•
¿Por qué es un tema periodístico? - ¿Hay en el ensayo elementos de crítica social? ¿Política? Enúncialos. - La temática del ensayo se vincula con lo cotidiano? ¿En qué detalles lo notas? Explícalo.
Conclusión
- Explica por qué escogiste ese ensayo. Indica cuáles son las características específicas que te llamaron la atención.
b
b) Análisis argumentativo: Entrada
Reflexión (juicios)
Conclusión
218
•
¿Qué dice el ensayista?
•
¿Cómo lo dice? ¿Argumenta? ¿Relata? ¿Otra forma?
•
Si es argumentativo, ¿cuál es la opinión central, cuáles son los fundamentos y cuáles son las pruebas?
•
Si es un relato, ¿el desarrollo del tema es claro y completo? ¿Cuál es el mensaje?
•
Si tiene alguna otra forma discursiva, ¿cómo está desarrollado el ensayo? ¿Es clara la opinión del ensayista? ¿El tema tiene pertinencia periodística? ¿Interesa? ¿Lo hace interesante el ensayista? ¿Cómo lo hace?
•
Distingue en ese mismo ensayo o en otro, la introducción, el desarrollo y la conclusión.
c) Análisis ideológico: •
¿Quién habla? ensayo?
¿Quién
escribe
el
•
¿A quién le habla? ¿A quiénes dirige su ensayo?
•
¿Qué dice? ¿Cuál es su autoridad moral en el tema?
•
Investiga si hay alguna relación entre el ensayista y los lectores. ¿Qué opinan del ensayista los lectores?
De redacción: 1. Escribe un ensayo (dos o tres cuartillas) semejante al que escogiste para los ejercicios de análisis. 2. Escribe un ensayo (dos o tres cuartillas) que tenga como propósito el relato de un suceso cotidiano interesante que hayas vivido y que pudo haberle ocurrido a cualquier persona. 3. Escribe un ensayo (dos o tres cuartillas) argumentativo en el que predomine la reflexión. De campo: 1. Selecciona algún ensayista que te guste por la forma como escribe y que llame tu atención por los temas que trata. Entrevístalo respecto de su trabajo periodístico. 2. Investiga cuál es la relación del ensayista con el periódico en el cual publica sus artículos. ¿Qué piensa él del periódico? ¿Qué opinan en el periódico del ensayista? 3. Investiga cuál es la relación ensayista y los lectores.
entre
el
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LA ESCUELA Y LOS TEXTOS Ana María Kaufman y María Elena Rodríguez CARACTERIZACIÓN LINGÜÍSTICA DE LOS TEXTOS ESCOGIDOS Expondremos en este capítulo una breve caracterización lingüística de los textos incluidos en el Cuadro 2. Esta caracterización no presenta, como el lector obviamente podrá apreciar, una descripción exhaustiva de los textos abordados, ni toma en consideración aspectos vinculados con la problemática de los elementos implícitos ni con las determinaciones de los actos de habla: simplemente se describe una selección de rasgos distintivos de cada uno de los textos. Esos rasgos corresponden tanto a aspectos macro y/o superestructurales estudiados por la gramática textual, como a elementos locales o microestructurales, descritos por la gramática oracional. La selección de unos y otros obedece a la intención de poner de manifiesto las relaciones existentes entre ellos en tanto elementos constitutivos del texto. TEXTOS LITERARIOS Son textos que privilegian el mensaje por le mensaje mismo. En ellos interesa primordialmente cómo se combinan los distintos elementos de la lengua de acuerdo con cánones estéticos para dar una impresión de belleza. En el proceso de construcción de los textos literarios el verbo “escribir”, tal como lo expresara Barthes, se convierte en verbo intransitivo: el escritor se detiene en la escritura misma, juega con los recursos lingüísticos, transgrediendo, con frecuencia, las reglas del lenguaje, para liberar su imaginación y fantasía en la creación de mundos ficticios. A diferencia de los textos informativos, en los cuales se transparenta el referente, los textos literarios son textos opacos, no explícitos, con muchos vacíos o espacios en blanco, indeterminados. Los lectores, entonces, deben unir todas las piezas en juego: la trama, los personajes y el lenguaje; tienen que llenar la información que falta para construir el sentido, haciendo interpretaciones congruentes con el texto y con sus conocimientos previos del mundo.
Los textos literarios exigen que el lector comparta el juego de la imaginación, para captar el sentido de cosas no dichas, de acciones inexplicables, de sentimientos inexpresados. Aunque todos los textos literarios tienen un “repertorio”, un territorio que nos es familiar, porque involucra realidades extratextuales (lugar y tiempo de las acciones, normas y valores representados, alusiones o referencias a personas, lugares y cosas que existen fuera del texto, elementos y tradiciones literarias, etc.), no basta con conocer estas realidades para comprender el texto literario: es necesario fundamentalmente desentrañar las múltiples perspectivas y los múltiples niveles de asociación que el texto ofrece. El texto literario, que permite el desarrollo de todas las virtualidades del lenguaje, que es el espacio de la libertad del lenguaje liberado de las restricciones de las normas, puede permitirnos leer “para nada”, para no hacer nada después de la lectura, sólo dejarnos llevar por la imaginación; pero, también puede permitirnos analizar los mecanismos empleados por el autor para producir belleza, intentar recrear esos mecanismos en nuevas creaciones, desentrañar los símbolos que estructuran el mensaje, jugar con la musicalidad de las palabras liberadas de su función designativa, etcétera. El cuento Es un relato en prosa de hechos ficticios. Consta de tres momentos perfectamente diferenciados: comienza presentando un estado inicial de equilibrio, sigue con la intervención de una fuerza, con la aparición de un conflicto, que da lugar a una serie de episodios, y se cierra con la resolución de ese conflicto que permite, en el estado final, la recuperación del equilibrio perdido. Todo cuento tiene acciones centrales, núcleos narrativos, que establecen entre sí una relación causal. Entre estas acciones aparecen elementos de relleno (secundarios o catalíticos) cuya función es mantener el suspenso. Tanto los núcleos como las acciones secundarias ponen en escena personajes que las cumplen en un determinado lugar y tiempo. Para la presentación de las características de estos personajes, así como para las indicaciones de lugar y de tiempo, se apela a recursos descriptivos. es
242
Un recurso de uso frecuente en los cuentos la introducción del diálogo de los
personajes, presentado con las marcas gráficas correspondientes, las rayas, para indicar el cambio de interlocutor. La observación de los nexos temporales permite conocer si el autor mantiene la línea temporal o prefiere sorprender al lector con las rupturas del tiempo en la presentación de los hechos (saltos hacia el pasado o avances hacia el futuro). La demarcación del tiempo aparece generalmente en el párrafo inicial. Los cuentos tradicionales presentan fórmulas características de introducción de temporalidad difusa: “Érase una vez…” “Había una vez…” Los tiempos verbales juegan un rol importante en la construcción y en la interpretación de los cuentos. Los pretéritos imperfectos y los perfectos simples predominan en la narración mientras que los presentes aparecen en las descripciones y en los diálogos. El imperfecto presenta la acción en proceso, cuya incidencia llega hasta el momento de la narración: Rosario miraba tímidamente a su pretendiente mientras su madre, desde la sala, hacía comentarios banales sobre la historia familiar. El perfecto simple, en cambio, presenta las acciones concluidas en el pasado: De pronto entró el padre, con sus botas sucias por el barro, miró a su hija, luego al pretendiente y sin decir palabra entró furioso a la sala. La presentación de los personajes se ajusta a la estrategia de la definitivización. Se los introduce mediante una construcción nominal iniciada por un artículo indefinido (o elemento equivalente) que luego es sustituido por el definido, por un nombre, un pronombre, etc.: Una mujer muy bella entró apresuradamente a la sala de embarque y miró a su alrededor buscando a alguien con impaciencia. La mujer parecía haber escapado de una película romántica de los años 40. El narrador es una figura creada por el autor para presentar los hechos que constituyen el relato, es la voz que cuenta lo que está pasando. Esta voz puede ser la de un personaje, o la de un testigo de lo que está aconteciendo, que cuenta los hechos en primera persona o, también, puede ser la voz de una tercera persona que no interviene ni como actor ni como testigo. Puede adoptar distintas posiciones, distintos puntos de vista: puede conocer sólo lo que está aconteciendo, es decir, lo que están haciendo los personajes; o, por el
contrario, saber todo: lo que hacen, piensan, sienten los personajes, lo que pasó y lo que pasará. Estos narradores que saben todo se llaman omniscientes. La novela Es similar al cuento pero tiene más personajes, mayor número de complicaciones, pasajes más extensos de descripciones y diálogos. Los personajes adquieren una definición más acabada y las acciones secundarias pueden llegar a adquirir tal relevancia que terminan por convertirse, en algunos textos, en unidades narrativas independientes. La obra de teatro Los textos literarios que conocemos como obras de teatro (dramas, tragedias, comedias, sainetes, etc.) van tejiendo distintas historias, van desarrollando diversos conflictos, mediante la interacción lingüística de los personajes, es decir, a través de las conversaciones que tienen lugar entre los participantes, en las situaciones comunicativas registradas en el mundo de ficción construido por el texto. En las obras de teatro no existe un narrador que cuenta los hechos, sino que el lector los va conociendo a través de los diálogos y/o monólogos de los personajes. Dada la trama conversacional de estos textos, es posible encontrar en ellos, con frecuencia, huellas de la oralidad en la escritura que se manifiestan en un lenguaje espontáneo con numerosas interjecciones, alteraciones de la sintaxis normal, digresiones, repeticiones, deícticos de lugar, tiempo y personajes. Los signos de interrogación, exclamación y signos auxiliares sirven para moralizar las propuestas y las réplicas y, al mismo tiempo, establecen los turnos de palabra. Las obras de teatro alcanzan toda su potencialidad a través de la representación escénica; están construidas para ser representadas. El director y los actores orientan su interpretación. Estos textos se organizan en actos, que establecen la progresión temática: desarrollan una unidad informativa relevante para el conflicto presentado. Cada acto contiene, a su vez, distintas escenas, determinadas por las entradas y salidas de los personajes y/o distintos cuadros, que corresponden a cambio de escenografías. 243
Las obras de teatro incluyen textos de trama descriptiva: son las llamadas acotaciones escénicas, a través de las cuales el autor da indicaciones a los actores acerca de la entonación y la gestualidad y caracteriza a las distintas escenografías que considera pertinentes para el desarrollo de la acción. Estas acotaciones presentan con frecuencia oraciones unimembres y/o bimembres de predicado no verbal. Juan se muestra distendido. Diego, sumamente alterado. En el rincón izquierdo, una mesa desvencijada. Al fondo, una reproducción de un cuadro de Quinquela. La luz mortecina de un farol. El poema Texto literario generalmente escrito en verso, con una especialización muy particular: las líneas cortas y las agrupaciones en estrofas dan relevancia a los espacios en blanco y, entonces, el texto emerge en la página con una silueta especial que nos prepara para introducirnos en los misteriosos laberintos del lenguaje figurado. Habilita una lectura en voz alta para captar el ritmo de los versos y promueve una tarea de abordaje que intenta desentrañar la significación de los recursos estilísticos empleados por el poeta, ya sea para expresar sus sentimientos, sus emociones, su visión de la realidad, ya para crear atmósferas de misterio y de irrealidad, ya sea para relatar epopeyas (como en los romances tradicionales) o, también, para impartir enseñanzas morales (como en las fábulas). El ritmo –ese movimiento regular y medido-, que recurre al valor sonoro de las palabras y de las pausas para dar musicalidad al poema, es un constituyente esencial del verso, sin el cual éste no existe: el verso es una unidad rítmica constituida por una serie métrica de sílabas fónicas. La distribución de los acentos de las palabras que conforman los versos tiene una importancia capital para el ritmo: la musicalidad depende de esa distribución. Recordemos que para medir los versos debemos atender únicamente a la longitud sonora de las sílabas. Las sílabas fónicas presentan algunas diferencias con las sílabas ortográficas. Estas diferencias constituyen las llamadas licencias poéticas: la diéresis que permite separar en dos sílabas los diptongos, la sinéresis que une en una sílaba dos vocales que no constituyen diptongo, la sinalefa que fusiona en una sola sílaba la sílaba final de una palabra terminada en vocal con la inicial de una palabra que comienza con vocal o hace y 244
el hiato que anula la posibilidad de la sinalefa. Los acentos finales también inciden en el recuento de las sílabas del verso. Si la última palabra es grave, no se altera el número de sílabas, si es aguda, se suma una sílaba y si es esdrújula se disminuye una. La rima es una característica distintiva pero no obligatoria de los versos, ya que existen versos sin rima (los versos blancos o sueltos de uso frecuente en la poesía moderna). La rima consiste en la coincidencia total o parcial de los últimos fonemas del verso. Existen dos tipos de rima, la consonante (coincidencia total de vocales y consonantes a partir de la última vocal acentuada) y la asonante (coincidencia de las vocales únicamente, a partir de la última vocal acentuada). La longitud más frecuente de los versos abarca desde las dos hasta las dieciséis sílabas. Los versos monosílabos no existen ya que por el acento se los considera bisílabos. Las estrofas agrupan versos de igual medida y de dos medidas distintas combinadas regularmente. Estas agrupaciones se vinculan con la progresión temática del texto, dado que, con frecuencia, desarrollan una unidad informativa vinculada con el tema central. Los trabajos dentro del paradigma y del sintagma a través de los mecanismos de sustitución y de combinación, respectivamente, culminan con la creación de metáforas, símbolos, configuraciones sugerentes de vocablos, metonimias, juego de significaciones, asociaciones libres, y otros recursos estilísticos que dan ambigüedad al poema. TEXTOS PERIODÍSTICOS Los textos que se designan como textos periodísticos en razón de su portador (tienen como soportes los diarios, los periódicos, las revistas) muestran un claro predominio de la función informativa del lenguaje. Dan a conocer los sucesos más relevantes en el momento en que se producen. Esta adhesión al presente, esta primacía de la actualidad, los condena a una vida efímera. Se proponen difundir las novedades que se producen en distintas partes del mundo acerca de los tópicos más diversos. De acuerdo con este propósito se los agrupa en el portador en diferentes secciones, como, por ejemplo, información nacional, información internacional, información local,
sociedad, economía, cultura, espectáculos, entretenimientos.
deportes,
El orden de presentación de estas secciones dentro del portador, así como la extensión y el tratamiento dado a los textos que incluyen, son indicadores importantes tanto de la ideología como de la posición adoptada por la publicación acerca del tema que se aborda. Los textos periodísticos presentan distintas variedades. Las más comunes son las noticias, los artículos de opinión, las entrevistas, los reportajes, las crónicas, las reseñas de espectáculos. La publicidad es un componente constante de los diarios y revistas en la medida en que les permite financiar su edición. Pero los textos publicitarios no sólo aparecen en los periódicos sino que también tienen otros portadores ampliamente conocidos como los afiches, los folletos, etc., por eso nos referiremos a ellos en otro apartado. En general se acepta que los textos periodísticos, en cualquiera de sus variedades, deben cumplir ciertos requisitos de presentación entre los que destacamos éstos: una tipografía perfectamente legible, una diagramación cuidada, fotografías adecuadas que sirvan para complementar la información lingüística, inclusión de gráficos ilustrativos que fundamenten las explicaciones de texto. Es pertinente observar cómo se distribuyen los textos periodísticos en el portador para conocer mejor la ideología de la publicación. Fundamentalmente la primera página, las páginas impares, el extremo superior de los diarios encierran la información que se quiere destacar. Esta ubicación anticipa al lector la importancia que el periódico le ha dado al contenido de esos textos. El cuerpo de la letra de los títulos es también un indicador a considerar sobre la posición adoptada por la redacción. La noticia Transmite una nueva información sobre sucesos, objetos o personas. Las noticias se presentan como unidades informativas completas, que contienen todos los datos necesarios para que el lector comprenda la información sin necesidad de recurrir a textos anteriores (por ejemplo, no necesita haber leído los diarios del día anterior para interpretarla) o de ligarla a otros textos
contenidos en el mismo portadores similares.
portador
o
en
Es común que este texto use la técnica de la pirámide invertida: comienza por el hecho más importante para finalizar con los detalles. Consta de tres partes perfectamente diferenciadas: el título, el copete y el desarrollo. El título cumple una doble función, sintetizar el tema central y atraer la atención del lector. Los manuales de estilo de los periódicos (El País, 1991) sugieren, por lo general, que no excedan las trece palabras. El copete (o entrada) contiene lo principal de la información, sin llegar a ser un resumen de todo el texto. En el desarrollo se incluyen los detalles que no aparecen en el copete. La noticia se redacta en tercera persona. El redactor debe mantenerse al margen de lo que cuenta, razón por la cual no está permitido emplear la primera persona del singular ni del plural. Esto implica que además de omitir el yo o el nosotros, tampoco debe recurrir a los posesivos (por ejemplo, no se referirá a Argentina o a Buenos Aires con expresiones tales como nuestro país o mi ciudad). Este texto se caracteriza por su exigencia de objetividad y veracidad: presenta estrictamente los datos. Cuando el periodista no ha podido comprobar en forma fehaciente los hechos presentados, suele recurrir a ciertas fórmulas para salvar su responsabilidad: al parecer, no se descarta que, o al uso del potencial: Se habría entregado el autor del hecho. Cuando el redactor menciona lo dicho por alguna fuente, recurre al discurso directo encomillado. El ministro afirmó: “El tema de los jubilados será tratado en la Cámara de Diputados durante la próxima semana”. El estilo que corresponde a este tipo de texto es el estilo formal. Emplea, principalmente, oraciones enunciativas, breves, que respetan el orden sintáctico canónico. Si bien las noticias usan preferentemente los verbos en voz activa, también es frecuente encontrar la voz pasiva: Los delincuentes fueron perseguidos por las fuerzas del orden; y las formas impersonales: Se persiguió a los delincuentes con un patrullero de la comisaría 15 La progresión temática de las noticias gira en torno de las preguntas qué, quién, cómo, dónde, cuándo, por qué y para qué.
245
El artículo de opinión Encierra comentarios, evaluaciones, expectativas acerca de un tema de actualidad que, por su trascendencia en el plano nacional o internacional, ya es considerado o merece ser instalado como objeto de debate. En este rubro se incluyen los editoriales, los artículos de análisis o investigación y las columnas que llevan la firma de su autor. Los editoriales expresan la posición adoptada por el diario o la revista en concordancia con su ideología, mientras que los artículos firmados y las columnas transmiten las opiniones de sus redactores, de allí que muchas veces encontremos en una misma página opiniones divergentes y hasta antagónicas. Si bien es cierto que estos textos pueden tener distintas superestructuras, en general se organizan siguiendo una línea argumentativa que se inicia con la identificación del tema en cuestión, acompañado de sus antecedentes y alcances, sigue con una toma de posición, es decir, con la formulación de una tesis, luego se presentan los diferentes argumentos esgrimidos para justificar esa tesis, para cerrar con una reafirmación de la posición adoptada. La efectividad del texto está en relación directa no sólo con la razonabilidad de los argumentos expuestos sino también con las estrategias discursivas usadas para persuadir al lector. Entre estas estrategias podemos encontrar las acusaciones claras a los oponentes; las ironías; las insinuaciones; las digresiones; las apelaciones a la sensibilidad o, en su defecto, la toma de distancia a través del uso de las construcciones impersonales, para dar objetividad y consenso al análisis realizado; el detenimiento en recursos descriptivos detallados y precisos o en relatos muy pautados de las distintas etapas de la investigación, con una minuciosa enumeración de las fuentes de la información; recursos todos ellos que sirven para fundamentar los argumentos usados en la validación de la tesis. La progresión temática se da generalmente a través de un esquema de temas derivados. Cada argumento puede encerrar un tópico con sus respectivos comentarios. Estos artículos, en virtud de su intencionalidad informativa, muestran una preeminencia de oraciones enunciativas, aunque también incluyen, con frecuencia, dubitativas y exhortativas en razón de su trama argumentativa. Las primeras les sirven para relativizar los alcances y el valor de la información de base, el asunto en cuestión, y las últimas para convencer al lector a aceptar 246
como verdaderas sus premisas. En el entramado de estos artículos se opta por oraciones complejas que incluyen proposiciones causales par las fundamentaciones, consecutivas para poner énfasis sobre los efectos, concesivas y condicionales. Para interpretar estos textos es insoslayable desentrañar la postura ideológica del autor, identificar los intereses a los que responde y precisar bajo qué circunstancias y con qué propósito se organizó la información expuesta. Para cumplir con los requisitos de este abordaje necesitaremos poner en marcha estrategias tales como la referencia exofórica, la integración crítica de los datos del texto con los recogidos en otras fuentes y una lectura prolija entre líneas, con el fin de convertir en explícito lo implícito. Si bien es cierto que todo texto exige, para su interpretación, activar las estrategias mencionadas, es indispensable acudir a ellas cuando estamos ante un texto de trama argumentativa, a través del cual el autor busca que el lector acepte o evalúe ciertas ideas o creencias como verdaderas o falsas, ciertas opiniones como positivas o negativas. El reportaje Es una variedad de texto periodístico de trama conversacional que, para informar acerca de un tema determinado, recurre al testimonio de una figura clave para el conocimiento de ese tópico. La conversación se desarrolla entre un periodista que representa la publicación y una personalidad cuyo quehacer ha concitado o merece concitar la atención de los lectores. El reportaje incluye una somera presentación del entrevistado, realizada mediante recursos descriptivos e, inmediatamente, desarrolla el diálogo. Las preguntas son breves y concisas, en la medida en que están orientadas a dar a conocer las opiniones e ideas del personaje entrevistado y no las del entrevistador. La entrevista Al igual que el reportaje, se configura preferentemente mediante una trama conversacional, pero combina, con frecuencia, ese tejido con hilos descriptivos y argumentativos. Admite, entonces, una mayor libertad ya que no se ajusta estrictamente a la fórmula pregunta-respuesta sino que se
detiene en comentarios y descripciones acerca del entrevistado, y transcribe solamente algunos fragmentos del diálogo, indicando con rayas el cambio de interlocutor. Le está permitido presentar una introducción extensa con los aspectos más significativos de la conversación mantenida, y las preguntas pueden ir acompañadas por comentarios, confirmaciones, refutaciones, acerca de las expresiones del entrevistado. Por tratarse de un texto periodístico la entrevista debe necesariamente incluir una temática de actualidad o con incidencia en la actualidad, aunque luego la conversación derive hacia otros temas. De allí que muchas de estas entrevistas se ajusten a una progresión temática lineal o de temas derivados. Como sucede en cualquier texto de trama conversacional, no existe una garantía de diálogo verdadero, en la medida en que si bien se puede respetar el turno de palabra, la progresión temática no se ajusta al juego argumentativo de propuestas y réplicas. TEXTOS DE INFORMACIÓN CIENTÍFICA Esta categoría incluye textos cuyos contenidos provienen del campo de las ciencias en general. Los referentes de los textos que vamos a desarrollar se ubican tanto en las ciencias sociales como en las ciencias naturales. Pese a las diferencias existentes entre los métodos de investigación de estas ciencias, los textos tienen algunas características que son comunes a todas sus variedades: en ellos predominan, como en todos los textos informativos, las oraciones enunciativas de estructura bimembre, y se prefiere el orden sintáctico canónico (sujeto-verbo-predicado). Incluyen frases claras, carentes de ambigüedad sintáctica o semántica, y toman en consideración el significado más conocido, más extendido de las palabras. El vocabulario es preciso. Generalmente, estos textos no incluyen vocablos a los que se les puede atribuir una multiplicidad de significados, es decir, eluden los términos polisémicos, y de no ser posible esto, establecen, mediante definiciones operatorias, el significado que se le debe atribuir al término polisémico en ese contexto.
La definición Expande el significado de un término, mediante una trama descriptiva, que fija en forma clara y precisa los caracteres genéricos y diferenciales del objeto al cual se refiere. Esta descripción contiene una configuración de elementos que se relacionan, semánticamente, con el término a definir a través de un proceso de sinonimia. Recordemos la definición clásica de “hombre”, porque es el ejemplo por excelencia de la definición lógica, una de las construcciones más generalizadas dentro de este tipo de textos: El hombre es un animal racional. La expansión del término “hombre” – “animal racional”- presenta el género al cual pertenece, “animal”, y la diferencia específica, “racional”: la racionalidad es el rasgo que nos permite diferenciar a la especie humana dentro del género animal. Usualmente, las definiciones incluidas en los diccionarios, que son sus portadores más calificados, presentan los rasgos esenciales de aquello a lo que se refieren. Piscis (Del lat. Piscis). n.p.m. Astron. Duodécimo y último signo o parte del Zodíaco, de 30° de amplitud, que el Sol recorre aparentemente antes de terminar el invierno. Como podemos observar en esta definición extraída del Diccionario de la Real Academia Española (RAE, 1982), el significado de un tema base o entrada se desarrolla a través de una descripción que contiene sus rasgos más relevantes, expresada, a menudo, a través de oraciones unimembres constituidas por construcciones endocéntricas (en nuestro ejemplo tenemos una construcción endocéntrica sustantiva – núcleo sustantivo rodeado por modificadores directos y/o indirectos-: “duodécimo y último signo o parte del Zodíaco, de 30° de amplitud…”), que incorporan mayor información mediante proposiciones subordinadas adjetivas: “que el Sol recorre aparentemente antes de terminar el invierno”. Las definiciones encierran, también, informaciones complementarias referidas, por ejemplo, a la ciencia o disciplina en cuyo léxico se inscribe el término a definir (Piscis: Astron.; al origen etimológico del vocablo (“Del lat. Piscis”); a su clasificación gramatical (n.p.m.), etcétera. Estas informaciones complementarias contienen, frecuentemente, abreviaturas, cuyo significado aparece en las primeras páginas del diccionario: Lat., Latín; Astron., Astronomía; n.p.m., nombre propio masculino, etcétera. 247
El tema base (entrada) y su expansión descriptiva –categorías básicas de la estructura de la definición—se distribuyen espacialmente en bloque, en los cuales distintas informaciones se suelen codificar a través de tipografías diferentes (negritas para el vocablo a definir; bastardillas para las etimologías, etc., redondas para otras caracterizaciones). Las diversas acepciones aparecen demarcadas en el bloque mediante barras paralelas y/o números. Prorrogar (Del lat. prorogare.) tr. Continuar, dilatar, extender una cosa por un período determinado. || 2. Suspender, aplazar. ||3. ant. Echar de un territorio o desterrar. La nota de enciclopedia Presenta, como la definición, un tema base y una expansión de trama descriptiva, pero se diferencia de ella por la organización y la amplitud de esta expansión. La progresión temática más usual en las notas de enciclopedia es la de temas derivados: los temas o comentarios referidos al tema base, se constituyen, a su vez, en temas de distintos parágrafos demarcados, a menudo, por subtítulos. Por ejemplo, en el tema República Argentina, podemos encontrar los temas derivados: rasgos geológicos, relieve, clima, hidrografía, biogeografía, población, ciudades, economía, minería, comunicaciones, transportes, el estado argentino, cultura, etcétera. Estos textos emplean con frecuencia esquemas taxonómicos, en los cuales los elementos se agrupan en clases incluyentes e incluidas. Por ejemplo: se describe a “mamífero” como miembro de la clase de los vertebrados y luego se presentan los rasgos distintivos de sus diversas variedades terrestres y marítimas. Puesto que en estas notas predomina la función informativa del lenguaje, la expansión se construye sobre la base de la descripción científica, que responde a las exigencias de objetividad y precisión. Las características inherentes a los objetos presentados aparecen a través de adjetivos descriptivos –pez de color amarillento oscuro, con manchas negras en los costados, y vientre plateado, cabeza casi cónica, ojos muy juntos, boca oblicua y dos aletas dorsales- que amplían la base informativa de los sustantivos y, como es posible apreciar en nuestro ejemplo, agregan cualidades propias de aquello a lo que se refieren. 248
El uso del presente marca la temporalidad de la descripción en cuyo tejido predominan los verbos estáticos: presentar, mostrar, tener, etc., y los copulativos: ser, estar, semejar, parecer, etcétera. El informe de experimentos Contiene la descripción detallada de un proyecto que consiste en manipular el entorno para obtener una nueva información. Es decir, son textos que describen experimentos. El punto de partida de estos experimentos es algo que se desea saber, pero que no se puede encontrar observando las cosas tal como están: es necesario, entonces, establecer algunas condiciones, crear ciertas situaciones para llevar a cabo la observación y extraer conclusiones. Se cambia algo para constatar qué sucede entonces. Por ejemplo, si se desea saber en qué condiciones una planta de determinada especie crece más rápidamente, se pueden colocar sus semillas en distintos recipientes bajo diferentes condiciones de luz, arena, tierra, agua, fertilizantes, etc., para observar y precisar en qué circunstancias se obtiene un mejor crecimiento. La superestructura de estos informes contiene, primordialmente, dos categorías: una atañe a las condiciones en que el experimento se realiza, es decir, al registro de la situación de experimentación, y la otra, al proceso observado. En estos textos, entonces, se usan con frecuencia oraciones que comienzan con si (condicionales) y con cuando (temporal condicional). Si coloco la semilla en un compuesto de arena, tierra negra, turba y resaca la planta crecerá más rápido. Cuando riego las plantas dos veces en el día los tallos comienzan a mostrar manchas marrones debido al exceso de humedad. Estos informes adoptan una trama descriptiva de proceso. La variable tiempo aparece a través de numerales ordinales: En una primera etapa es posible observar… en una segunda etapa aparecen los primeros brotes…; de adverbios y de frases adverbiales: luego, antes de que, después de que, en el mismo momento en que, etc., dado que la variable temporal es un componente esencial de todo proceso; pero el texto pone énfasis en los aspectos descriptivos, presenta las características de los elementos, los rasgos distintivos de cada una de las etapas del proceso.
El informe puede estar redactado en forma impersonal, se coloca/colocó un recipiente… luego se observa/observó que, etc., o en primera persona singular, coloco/coloqué un recipiente… luego observo/observé que… etc., o plural, colocamos un recipiente… luego observamos que… etc. El uso del impersonal pone énfasis en la distancia existente entre el experimentador y el experimento, mientras que la primera persona enfatiza el compromiso de ambos. La monografía Estructura en forma analítica y crítica la información recogida en distintas fuentes acerca de un tema determinado. Los textos monográficos no necesariamente deben realizarse sobre la base de consultas bibliográficas, ya que se puede recurrir a otras fuentes como, por ejemplo, el testimonio de los protagonistas de los hechos, de testigos calificados, o de especialistas en el tema. Exigen una selección rigurosa y una organización coherente de los datos recogidos. La selección y organización de los datos sirve como indicador del propósito que orientó la escritura. Si pretendemos, por ejemplo, mostrar que las fuentes consultadas nos permiten sostener que los aspectos positivos de la gestión gubernamental de un determinado personaje histórico tienen mayor entidad y valor que los aspectos negativos, tendremos que presentar y categorizar los datos obtenidos de un modo tal que esa valoración quede explícita. En las monografías es insoslayable determinar en el primer párrafo el tema a tratar, para abrir paso a la cooperación activa del lector, quien, conjugando sus conocimientos previos y sus propósitos de lectura, hará las primeras anticipaciones sobre la información que espera encontrar y formulará las hipótesis que habrán de guiar su lectura. Una vez determinado el tema, estos textos transcriben luego, mediante el uso de la técnica del resumen, lo que sostiene sobre ese tema cada una de las fuentes consultadas, las cuales van a estar consignadas en las referencias bibliográficas, de acuerdo con las normas que rigen la presentación de la bibliografía. El trabajo intertextual (incorporación de los textos de otros en el tejido del texto que estamos elaborando) se manifiesta en las
monografías a través de construcciones de discurso directo o de discurso indirecto. En las primeras se incorpora el enunciado de otro autor, sin modificaciones, tal como fue producido. Ricardo Ortiz declara: “El proceso de la economía dirigida condujo a una centralización en la Capital Federal de toda tramitación referente al comercio exterior”. Los dos puntos que preanuncian la palabra del otro, las comillas que sirven para demarcarla, las rayas que suelen encerrar al autor del texto incluido, “El proceso de la economía dirigida – declara Ricardo Ortiz- condujo a una centralización…”, son algunos de los signos que distinguen, a menudo, al discurso directo. Cuando se recurre al discurso indirecto, se relata lo dicho por otro, en lugar de transcribirlo textualmente, con la inclusión de elementos subordinantes y las consiguientes modificaciones, según el caso, en pronombres personales, tiempos verbales, adverbios, signos de puntuación, signos auxiliares, etcétera. Discurso directo: “Las raíces de mi pensamiento –sostuvo Echeverría- se nutren en el liberalismo”. Discurso directo indirecto: Echeverría sostuvo que las raíces de su pensamiento se nutrían en el liberalismo. Los textos monográficos recurren, con frecuencia, a los verbos declarativos (decir, expresar, declarar, sostener, opinar, etc.), tanto para la introducción de los enunciados de las fuentes, como para incorporar los comentarios y opiniones del emisor. Si el propósito de la monografía es solamente organizar los datos que el autor ha recogido sobre el tema de acuerdo con un determinado criterio de clasificación explícito (por ejemplo, organizar los datos en torno al tipo de fuente consultada), su efectividad dependerá de la coherencia existente entre los datos expuestos y el principio de clasificación adoptado. Si la monografía pretende justificar una opinión o validar una hipótesis, su efectividad, entonces, dependerá de la confiabilidad y veracidad de las fuentes consultadas, de la consistencia lógica de los argumentos y de la coherencia establecida entre los hechos y la conclusión. Estos textos pueden ajustarse a distintos esquemas lógicos del tipo problema/solución, premisas/conclusión, causas/efectos.
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Los conectores lógicos oracionales y extraoracionales son marcas lingüísticas relevantes para analizar las distintas relaciones que se establecen entre los datos y evaluar su coherencia. La biografía Es una narración hecha por alguien acerca de la vida de otras personas. Cuando el autor cuenta su propia vida es una autobiografía. Estos textos son empleados con frecuencia en la escuela para presentar la vida o algunas etapas decisivas de la existencia de personajes cuya acción ha sido calificada como relevante en el acontecer histórico. Los datos biográficos se ordenan, por lo general, cronológicamente, y dado que la temporalidad es una variable esencial del tejido de las biografías, en su construcción predominan recursos lingüísticos que aseguran la conectividad temporal: adverbios, frases adverbiales, construcciones de valor semántico adverbial (Sus cinco primeros años transcurrieron en la tranquila seguridad de su pueblo natal. Luego se trasladó con su familia a La Plata), proposiciones temporales (<Cuando se introducía obsesivamente en los tortuosos caminos de la novela>, sus estudios de física lo ayudaban a reinstalarse en la realidad), etcétera. La objetividad que exigen los textos de información científica se manifiesta en las biografías a través de las citas textuales de las fuentes de los datos presentados, mientras que la óptica del autor se expresa en la selección y en el modo de presentación de estos datos. Se puede emplear la técnica de acumulación simple de datos organizados cronológicamente, o cada uno de estos datos puede aparecer acompañado por las valoraciones del autor en razón de la importancia que les atribuye. Actualmente están teniendo gran difusión las llamadas “biografías no autorizadas” de personajes políticos o del mundo del arte. Una característica que parece ser común en estas biografías es la intencionalidad de demostrar al personaje a través de una profusa acumulación de aspectos negativos, en especial de aquellos que se relacionan con defectos o vicios altamente vituperados por la opinión pública. El relato histórico Es una narración que informa acerca de acontecimientos pasados. 250
La reflexión teórica sobre los estudios históricos, en estas últimas décadas, ha puesto el acento sobre la importancia de lo narrativo en la comprensión de la ciencia de la historia, enfatizando la correlación existente entre la actividad de relatar un acontecimiento y el carácter temporal de la experiencia humana que es objeto de la historia. El relato histórico establece relaciones de continuidad entre hechos comprobables que, al aparecer intrínsecamente vinculados entre sí por el hilo de la narración, constituyen un todo inteligible. La explicación reside en la propia estructura narrativa: en el modo en que aparecen conectados los hechos. Y la comprensión consiste en aprender esos hechos interrelacionados como constituyentes necesarios de un conjunto significativo, cuyo sentido se encuentra en las conexiones articuladas por el relato. La historia responde a la pregunta acerca de cómo se generó un acontecimiento relatando sus antecedentes: la progresión temática del texto nos permite conocer los lazos que vinculan las condiciones necesarias de los sucesos concretos y establecer las distintas etapas de una secuencia de acontecimientos. La continuidad está garantizada en el texto tanto por la permanencia del mismo agente o de los mismos agentes en toda una serie de acciones, como en la conexión temporal y causal de los hechos a través de los cuales se realizan los propósitos o las políticas.´ Las fuentes del relato son documentos reinterpretados por el historiador, quien no se incluye en la narración para dejar que los hechos hablen por sí, creando de este modo un efecto de realidad, pues el relato histórico, a diferencia del cuento, evita la presencia explícita de elementos subjetivos. Pero es necesario señalar que el narrador, a partir de un paradigma en el que se asocian los datos de un período del pasado instituido como objeto de estudio, organiza el relato a través de un proceso individual, y sin duda arbitrario, de selección y de combinación de hechos y encuadres. Su óptica, entonces, permanece en el relato por más impersonal y objetivo que éste pretenda ser. Los contenidos del relato admiten ser sometidos a criterios de verdad mediante la confrontación de fuentes. Estos textos se rigen por el principio de veracidad, a diferencia del cuento, donde interesa la verosimilitud.
experimento, instrumentos para arreglar algo, distintas partes de un aparato, etc.), y la otra, desarrolla las instrucciones.
TEXTOS INSTRUCCIONALES Estos textos dan orientaciones precisas para realizar las actividades más diversas, como jugar, preparar una comida, cuidar plantas o animales domésticos, usar un aparato electrónico, arreglar un auto, etc. Dentro de esta categoría encontramos desde las más simples recetas de cocina hasta los complejísimos manuales de instrucciones para ensamblar el motor de un avión. Existen numerosas variedades de textos instruccionales; además de las recetas y de los manuales, están los reglamentos, estatutos, contratos, instructivos, etc. Pero, todos ellos, cualquiera sea su complejidad, comparten la función apelativa en la medida en que prescriben acciones y emplean la trama descriptiva para representar el proceso a seguir en la tarea emprendida. La construcción de muchos de estos textos se ajusta a modelos convencionales acuñados institucionalmente. Por ejemplo, en nuestra comunidad están ampliamente difundidos los modelos de reglamentos de copropiedad, entonces cualquier persona que toma a su cargo la redacción de un texto de este tipo recurre al modelo y solamente cambia los datos identificatorios e introduce, si es necesario, algunas modificaciones parciales en los derechos y deberes de las partes involucradas. En nuestra vida cotidiana nos encontramos constantemente con textos instruccionales, que nos ayudan ya sea usar bien una procesadora de alimentos o una computadora, a hacer una exquisita comida o a seguir una dieta para adelgazar. La habilidad alcanzada en el dominio de estos textos incide directamente en nuestro quehacer concreto. Su empleo frecuente y su utilidad inmediata justifican el trabajo escolar de abordaje y producción de algunas de sus variedades, como las recetas y los instructivos. La receta y el instructivo Nos referiremos a las recetas de cocina y a los textos que encierran instrucciones para organizar un juego, hacer un experimento, construir un artefacto, fabricar un mueble, arreglar un objeto, etcétera. Estos textos tienen dos partes que distinguen, generalmente, a partir espacialización: una contiene listas elementos a usar (lista de ingredientes en recetas, materiales que se manipulan en
se de de las un
Las listas, que son similares en su construcción a las que usamos habitualmente para hacer las compras, presentan sustantivos concretos acompañados por adjetivos numerales 8cardinales, partitivos y múltiplos). Las instrucciones se configuran, habitualmente, con oraciones bimembres con verbos en modo imperativo (mezcle la harina con el polvo de hornear), u oraciones unimembres conformadas por construcciones verboidales de infinitivo (revolver la harina con el azúcar). Tanto los verbos como los verboides aparecen acompañados por adverbios o construcciones adverbiales que expresan el modo en que deben realizarse determinadas acciones (separe cuidadosamente las claras de las yemas; o separe con mucho cuidado las claras de las yemas). Los propósitos de esas acciones aparecen estructurados en circunstanciales de fin (revuelva lentamente para diluir el contenido del sobre en agua fría,) o con valor temporal final (bata la crema con las claras hasta que tome una consistencia espesa). En estos textos se incluye con frecuencia el tiempo del receptor a través del uso de la deixis de lugar y de tiempo: Aquí debe agregar una yema. Ahora podrá revolver nuevamente. En este momento tendrá que correr rápidamente hasta alcanzar el lado opuesto de la cancha. Acá puede intervenir otro miembro del equipo. TEXTOS EPISTOLARES Los textos epistolares buscan establecer una comunicación por escrito con un destinatario ausente, el cual aparece identificado en el texto a través del encabezamiento. Puede tratarse de un individuo (un amigo, un pariente, el gerente de una empresa, el director de un colegio) o un conjunto de individuos designados en forma colectiva (Consejo editorial, junta directiva, barra de 5º B). Estos textos reconocen como portador a ese trozo de papel que en forma metonímica se denomina carta, esquela o solicitud, en relación con las características del texto que contiene. Presentan una estructura que se refleja claramente en su organización espacial, cuyos 251
componentes son: el encabezamiento, que consigna el lugar y el tiempo de la producción, los datos del destinatario y la fórmula de tratamiento empleada para establecer el contacto; el cuerpo, parte del texto en donde se desarrolla el mensaje, y la despedida, que incluye el saludo y la firma, a través de la cual se introduce el autor en el texto . El grado de familiaridad existente entre emisor y destinatario es el principio que orienta la elección del estilo; si el texto va dirigido a un familliar o a un amigo, se opta por un estilo informal; caso contrario, si el destinatario es desconocido u ocupa el nivel superior en una relación asimétrica (empleador con respecto al empleado, director con respecto al alumno, etc.) se impone el estilo formal. La carta Como ya lo hemos mencionado en el Capítulo 1, las cartas pueden construirse con diferentes tramas (narrativa y argumentativa) en torno de las distintas funciones del lenguaje (informativa, expresiva y apelativa). Nos referiremos aquí, en particular, a las cartas familiares y amistosas, es decir, aquellos escritos a través de los cuales el autor da a conocer a un pariente o a un amigo eventos particulares de su vida. Estas cartas contienen hechos, sucesos, sentimientos, emociones, experimentados por un emisor que percibe al receptor como “cómplice”, o sea como un destinatario comprometido afectivamente en esa situación de comunicación y, por lo tanto, capaz de desentrañar la dimensión expresiva del mensaje. En la medida en que se trata de un diálogo a distancia con un receptor conocido se opta por un estilo espontáneo e informal, que deja ver marcas de la oralidad: frases inconclusas, en las que los puntos suspensivos habilitan las múltiples interpretaciones del receptor, en su intento por concluirlas; preguntas que buscan sus respuestas en el destinatario; preguntas que encierran en sí sus propias respuestas (preguntas retóricas); signos de exclamación que expresan el énfasis que el emisor pone en determinadas expresiones que reflejan sus alegrías, sus preocupaciones, sus dudas. Estos textos reúnen en sí las distintas clases de oraciones. Las enunciativas que aparecen en los fragmentos informativos, se alternan con las dubitativas, desiderativas, interrogativas, exclamativas para manifestar la subjetividad del autor. Esta subjetividad determina también el uso de diminutivos y 252
aumentativos, la presencia frecuente de adjetivos calificativos, la ambigüedad léxica y sintáctica, las repeticiones, las interjecciones. La solicitud Está dirigida a un receptor que, en esa situación comunicativa establecida por la carta, está revestido de autoridad en la medida en que posee algo o tienen la posibilidad de otorgar algo que es considerado valioso por el emisor: un empleo, una vacante en un colegio, etcétera. Esta asimetría entre autor y lector: uno que pide y otro que puede acceder o no al pedido, obliga al primero a optar por un estilo formal, que recurre al uso de fórmulas de cortesía ya acuñadas convencionalmente para la apertura y para el cierre. (De mi consideración:.../ De mi mayor/más distinguida consideración:.../... me despido de Ud. Respetuosamente. /Saludo a Ud. Con el mayor respeto) y a las frases hechas con que se inician y se cierran estos textos (Me dirijo a Ud. A efectos de solicitarle que... El que suscribe, Antonio González, D.N.I. 32.107.232, se dirige al Sr. Director del Instituto Politécnico a efectos de solicitarle...) Las solicitudes pueden estar redactadas en primera o en tercera persona. Las que están redactadas en primera persona introducen al emisor a través de la firma, mientras que las redactadas en tercera persona lo identifican en el cuerpo del texto. (El que suscribe, Juan Antonio Pérez, se dirige a...). La progresión temática se da a través de dos núcleos informativos: el primero determina lo que el solicitante pretende y el segundo las condiciones que reúne para alcanzar aquello que pretende. Estos núcleos, que están enmarcados por las frases hechas de la apertura y del cierre, pueden aparecer invertidos en algunas solicitudes, cuando el solicitante quiere enfatizar sus condiciones y las ubica en un lugar preferencial para dar mayor fuerza a su apelación. Estas solicitudes, aunque cumplen una función apelativa, muestran un amplio predominio de las oraciones enunciativas complejas, coninclusión de proposiciones causales, consecutivas y condicionales que permiten desarrollar fundamentaciones, condicionamientos y efectos a alcanzar, y de construcciones verboidales de infinitivo o de gerundio: para alcanzar esa posición el solicitante pone en su conocimiento estos antecedentes... (el infinitivo pone el acento en
los fines que se persiguen), o habiendo alcanzado el grado de... (el gerundio enfatiza los antecedentes que legitiman el pedido).
icónico son más aptos para transmitir mensajes a lectores poco entrenados en la decodificación lingüística.
La argumentación de estas solicitudes se ha institucionalizado de tal manera que aparece contenida en las consignas de los formularios de empleo, de solicitud de becas, etcétera.
La historieta humorística se caracteriza por su economía. Economía narrativa, ya que condensa el relato en pocas viñetas. Lenguaje económico, frases muy cortas, palabras o construcciones que remiten a una pluralidad de significados. Pocos personajes caracterizados con rasgos sintéticos.
TEXTOS HUMORÍSTICOS Están primordialmente orientados a provocar risa mediante recursos lingüísticos y/o iconográficos que alteran o quiebran el orden natural de los hechos o sucesos, o deforman los rasgos de los personajes. Los recursos más frecuentes son la burla, la ironía, la sátira, la caricatura, el sarcasmo. Entre los textos humorísticos se destacan las tiras cómicas o historietas de humor que, estando ampliamente difundidas en nuestro medio social, ya han sido aceptadas y valoradas en las aulas. La historieta Constituye una de las variedades más difundidas de la trama narrativa con base icónica: combina la imagen plana con el texto escrito y los elementos verbales e icónicos se integran a partir de un código específico. Este tipo de texto busca la participación activa del lector por vía emocional, asistemática, anecdótica y concreta. Existen diversos tipos de historietas, uno de ellos es la ya clásica historieta de las tiras cómicas de los diarios que se caracteriza por su intencionalidad apelativa y su contenido humorístico. En otras historietas se advierte un predominio de la función literaria; son aquellas historietas en las que se desarrollan aventuras guerreras, historias policiales, relatos románticos, de ciencia ficción, etcétera. Dentro de la categoría de historietas con función apelativa, encontramos una clase que está siendo empleada con mucha frecuencia en el campo de la educación para la salud: es la historieta que expresa instrucciones para mejorar la higiene, prevenir enfermedades, orientar a la población en el uso de determinados medicamentos, etcétera. El empleo de la historieta con distintas intenciones parte de la premisa de que estos textos que combinan lo lingüístico con lo
Estos textos recurren a combinaciones poco frecuentes de significados, metonimias y metáforas originales. Empelan símbolos icónicos convencionales para expresar sentimientos (un corazón para el amor), efectos de acciones (estrellas ante un cachetazo), emociones violentas (rayos, culebras y calaveras para el insulto), etcétera. La espacialización, a la vez que permite conocer las normas que rigen la producción de las historietas, tiene una particular relevancia para atribuir significado a los distintos elementos en juego. Las viñetas se relacionan con la progresión temática, los globos encierran los discursos directos de los personajes contienen lo que éstos dicen, piensan, murmuran, gritan; la ubicación de los globos guardan relación con los turnos de palabra (se lee primero lo que está en los globos ubicados en la parte superior izquierda); el cuerpo de las letras se relaciona con el énfasis que los personajes atribuyen a lo que dicen; la repetición de letras, signos de puntuación, de exclamación, de interrogación; los cuadros en blanco, los grises o negros; el lugar que ocupa el texto o la imagen dentro del cuadro, etc., son todos elementos significativos para desentrañar el mensaje. Construcciones sustantivas, adjetivas o adverbiales, oraciones unimembres o bimembres con predicado no verbal, quiebras deliberadas de la sintaxis normal, ausencia de conectores lógicos, son algunos de los recursos usados con frecuencia para expresar la ironía, la burla, el doble sentido, el enfoque humorístico o sarcástico de la realidad. TEXTOS PUBLICITARIOS Estos Textos, que están estrechamente relacionados con las expectativas y las preocupaciones de la comunidad, son los indicadores típicos de la sociedad de consumo: informan sobre lo que se vende con la intención de hacer surgir en el receptor la necesidad de comprar. La información es parcial en la medida en que presentan 253
solamente lo positivo, ya que buscan transformar aquello que se ofrece en objeto de deseo.
auge en las sociedades de consumo, cumplen una función apelativa, y, por lo general, tienen una trama descriptiva.
Se construyen en torno de la función apelativa del lenguaje dado que buscan como efecto modificar comportamientos. Manipulan el lenguaje en virtud de lo que se proponen obtener del receptor. Este propósito habilita tanto la transparencia como la opacidad, el lenguaje neutro, sin adornos, como el lenguaje figurado. El lenguaje económico del aviso publicitario o la compleja retórica de la propaganda política. Se dirigen a las emociones, sentimientos y fantasías culturales del público.
El afiche se construye con un mínimo de recursos expresivos para llamar la atención. La espacialización del texto sobre el portador, así como las imágenes que en los afiches más elaborados complementan el mensaje lingüístico, son de fundamental importancia: la efectividad depende en gran medida del color, de la diagramación, de la tipografía seleccionada, del tamaño de las letras que permita su lectura desde la distancia.
El aviso Este texto publicitario, que aparece en diarios, revistas, afiches, folletos de publicidad, etc., puede adoptar distintas tramas: narrativa, argumentativa, descriptiva o conversacional, y frecuentemente conjuga lo verbal con lo icónico en una relación de complementariedad que acrecienta el significado. En la estructura profunda de todo aviso están las frases imperativas: “compre tal cosa”; “obre de tal manera”; “haga esto” que aparecen modificadas en la superficie por el ocultamiento del verbo comprar a través del trabajo retórico ideológico de la práctica publicitaria. Cualquiera que sea la trama elegida, estos textos se caracterizan por su trabajo de síntesis: a través de relatos resumidos, descripciones precisas, diálogos breves, argumentaciones económicas ubican al receptor en el mundo deseado. Las estrategias discursivas más usuales en los avisos son los juegos de palabras, las metáforas, las repeticiones sistemáticas, las insinuaciones, las onomatopeyas, la renovación de títulos conocidos, combinatorias de sonidos, hipérboles o exageraciones, uso de estereotipos, las transcripciones de testimonios en estilo directo, etcétera. El afiche En nuestra vida cotidiana nos encontramos con mucha frecuencia en calles, negocios, cines, teatros, etc., con textos breves ubicados sobre cartulinas, cartones, papeles de grandes medidas, construidos especialmente para promocionar un lugar, un producto, una actividad, un personaje. Estos textos, de gran 254
Dentro de esta categoría de textos, tenemos los simples carteles callejeros en los cuales, usando como único recurso letras grandes que se destacan sobre papeles blancos o de un solo color, se anuncia Gran baile familiar en Villa Margarita. Club Atlético Pueblo Unid. Sábado 22 a las 23 horas. El evento promocionado, el lugar y el tiempo de su realización aparecen enunciados directamente con un mínimo de recursos lingüísticos (oraciones unimembres integradas por construcciones sustantivas con escasos modificadores directos e indirectos) para asegurarse de que el anuncio va a ser inmediatamente comprendido. Otros afiches se construyen alrededor de frases de contenido metafórico, con verbo copulativo en construcciones del tipo A es B La droga es un viaje de ida-, o con elipsis de verbo y predicado no verbal nominal –La lectura, una aventura-, u oraciones simples XXL marca su nivel-, que llevan al receptor a construir múltiples asociaciones. El folleto Al igual que el afiche, el folleto intenta crear en el receptor la necesidad de adquirir un producto, recorrer un lugar, participar en un evento, compartir una reunión, etc., a partir de la descripción de los rasgos o de los aspectos valorados como positivos del elemento promocionado. En su estructura profunda estos folletos intentan modificar comportamientos, tienen una intencionalidad claramente apelativa; pero, a diferencia de los otros textos publicitarios, que se caracterizan por la economía de los recursos expresivos usados, los folletos expanden, con mayor amplitud, su base informativa. Por ejemplo, si queremos promocionar un determinado lugar, construiremos un texto de trama descriptiva que contenga los datos
precisos acerca de su ubicación, vías de acceso, acontecimientos más relevantes de su historia, parajes de mayor atracción, productos regionales, etcétera. En el tejido de este texto se destacan los circunstanciales de lugar construidos por adverbios, frases y construcciones adverbiales o de valor semántico adverbial y adjetivos numerales cardinales y ordinales: este pueblito está situado a 5 km de Sauce Chico, muy cerca de la desembocadura del Río Rocoso, en la falda de la sierra de La Pantera; los adjetivos calificativos, con valoraciones positivas: el monte Lugano, que se yergue majestuoso hacia el occidente, es el guardián eterno de ese pueblito romántico y misterioso; sustantivos propios y abstractos: la imponente belleza de los atardeceres en las sierras de Guadarrama es un espectáculo que les permitirá olvidar el ajetreo de la gran ciudad. Los folletos muchas veces recurren a la trama argumentativa para atraer la atención de los lectores, sobre la base de oraciones complejas integradas por proposiciones condicionales. Si Ud. Está interesado en conocer teorías, investigaciones y experiencias de lectura y escritura, entonces debe suscribirse a LYV; o concesivas: Aunque hoy no nos necesites, recuerda esta dirección:... Estamos aquí para ayudarnos y ayudarte a crecer. El folleto, que encuentra en el tríptico su formato más frecuente, suele estar impreso en varios colores que resaltan el atractivo y la riqueza de las imágenes que complementan la significación del texto.
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LOS CONECTORES Y LA COMPETENCIA TEXTUAL Prof. Paula Galdeano
El ensayo es, entre los textos de tipo argumentativo, uno de los géneros más complejos. Su comprensión y análisis ponen en juego múltiples competencias de lectura: el ensayo no solo exige comprender la información del texto sino también descubrir su orientación argumentativa y entender las alusiones a otros discursos o textos con los que discute. Comprender la estructura lógica de un texto, reponer los implícitos, entender cada texto como una unidad de sentido y descubrir los elementos que producen esa unidad son prácticas fundamentales en las que los alumnos no suelen tener buen desempeño. Dado que la función del docente es hacer que adquieran una competencia textual aquellos que no la posean aún, es imprescindible que pueda abordar sistemáticamente los problemas que considera centrales para resolver todo aquello en lo que los alumnos no suelen tener buen desempeño. Una herramienta posible para desarrollar la competencia textual de los alumnos es el trabajo con los conectores. Las relaciones conectivas pueden funcionar como señales en el texto de la opinión que tiene el autor sobre los hechos mencionados y ayudan al lector a interpretar su significado. Incluidos siempre en una red de situaciones, presuposiciones, conocimiento enciclopédico, conocimiento especial del discurso, factores interactivos, etc., los conectores juegan un rol central en el desciframiento de un texto argumentativo.
•
Leer todo texto como una unidad de sentido,
•
Descubrir los elementos que producen esa unidad,
256
Utilizarlos correctamente producción escrita;
en
toda
•
Descubrir la estructura lógica de un texto a través del estudio de las conexiones intraoracionales y las transoracionales.
A continuación, aparecen listadas las conexiones intraoracionales, clasificadas por tipo de conexión, por característica semántica de la conexión y por tipo de conector. RELACIONES CAUSALES 1. Causa activa: el hablante da a conocer la razón, el motivo, la causa de algo: porque, a causa de que, gracias a que, por + infinitivo, que causal 2. Causa pasiva: el hablante indica la circunstancia que favorece la realización de algo: puesto que, ya que, dado que, pues, como, en vista de que •
Presentar una explicación como pretexto: Es que.
•
Presentar una causa con connotaciones negativas: por + adjetivo/sustantivo/infinitivo.
•
Presentar la causa de algo bien aceptado: gracias a.
•
Presentar la causa de algo mal aceptado: por culpa de.
• Al trabajar con el texto como unidad de análisis, se puede reflexionar sobre los conectores en español como clave de lectura para:
•
Presentar la causa de algún problema: lo que pasa es que.
•
Presentar una información presumiblemente no conocida: sucede que, ocurre que.
•
Presentar la causa de algo como resultado de una acción: a fuerza de, de tanto.
Valores de pero
RELACIONES CONSECUTIVAS •
Presentar la consecuencia de lo que se acaba de decir: Así es que, o sea que, entonces.
•
Relación directa: la asimetría entre las proposiciones A y B corresponde a la situación en la que la conclusión R es equivalente a no B:
Hacer hincapié en la relación causa-efecto: Por lo tanto.
•
Presentar conclusiones:
consecuencias
como
Es linda pero es inteligente. A
B
de modo que. •
R (=noB): no es inteligente
Presentar una deducción lógica: luego.
•
Presentar una información como origen de otra:
Relación indirecta: la oposición entre A y B se establece por la intermediación de conclusiones R y no R exteriores al enunciado.
de ahí que. •
Finalidad: consecuencia buscada, futura:
Estudié pero no me acuerdo.
para, con vistas a, con el objeto de, a fin de.
B
R
no R
(puedo dar la lección) (no puedo dar la lección)
RELACIONES CONCESIVAS Y ADVERSATIVAS En los enunciados con oración concesiva, el enunciador menciona el elemento A solo de paso, ya que su atención se concentra esencialmente en el elemento B, sobre el que quiere informar. El enunciador señala que está teniendo en cuenta el elemento A –es decir, que no ha olvidado del impedimento que debería suponer- y que, sin embargo, puede/tiene que afirmar el elemento B. Se trata, pues, de enunciados en los que el hablante pone de manifiesto la inutilidad del elemento A para impedir el elemento B, su fracaso o su impotencia ante el elemento B. En los enunciados con oración adversativa, el enunciador presenta los dos elementos como informaciones que tienen el mismo peso. Primero informa sobre el elemento A para introducir luego un elemento B que no debiera ser posible, o que parece inesperado a la luz del elemento A. Pero adquiere distintos valores. continuación se proporciona una serie ejemplos para ilustrarlos.
A
A de
Modificador desrealizante: el modificador impide (invirtiendo o debilitando) la aplicación de los topoi que constituya la significación de A. Hubo una mejoría pero fue lenta. (invierte) Es un pariente pero lejano (debilita)
Modificador surrealizante: Identifica el grado extremo en la gradación del predicado al que se aplican. Perdieron, pero por mucho. Pero de co-orientación: A y B tienden a una conclusión idéntica. Se adiciona un argumento más fuerte que el anterior. El valor de oposición se da no sobre el contenido sino sobre la no satisfacción de la máxima de cantidad. Pero además, pero también
257
RELACIONES TEMPORALES •
Acciones simultáneas:
Al usarse para la organización del texto, su posición es el margen oracional, la parte más externa. Donde la relación sintáctica termina, solo existe la conexión.
.Compatibles: cuando, mientras (que), en el (mismo) momento (instante) en que, al mismo (tiempo) que, a medida que, conforme, según, al + infinitivo.
Los enlaces pueden unir el enunciado A al acto de enunciar B, o bien la actitud del hablante ante b, o el propio enunciado b. Su ámbito puede ser la enunciación (el decir), la modalidad (actitud del hablante ante lo dicho), o lo dicho, el suceso, el acontecimiento en sí.
.Incompatibles o contrastivas: mientras (que), mientras tanto, entre tanto, en tanto que •
Acción anterior: Antes de que, ante de + infinitivo
El contenido de los enlaces extraoracionales se orienta en dos direcciones: A. Relaciones lógicas entre los hechos enunciados. B. Relaciones intradiscursivas.
•
Acción posterior: Cuando, una vez que, después que, luego que, después de + infinitivo .Acción inmediatamente posterior: en cuanto, tan pronto como, apenas, así que, no bien, nada más
•
Acciones repetidas: Cuando, cada vez que, siempre que, nunca que, siempre que...nunca, cuando...nunca, nunca cuando
•
Comienzo u origen de la acción: desde que
•
Límite de la acción: Hasta que, hasta + infinitivo
CONECTORES PRAGMÁTICOS (ENLACES EXTRAORACIONALES) Son elementos que se utilizan para conectar dos enunciados (o más). Ellos mismos proporcionan el sentido de la conexión. No hay dependencia del contexto. 258
A. Relaciones lógicas entre hechos Los enlaces de este gupo corresponden a los conectivos lógicos y tienen su paralelo en las conjunciones. Se diferencian de ellas en que muestran una conexión más directa, más primaria. La relación no es coordinativa ni subordinativa, sino de otro valor distinto: encadenar el discurso con una determinada orientación sin establecer jerarquías de dependencias, ya que en el nivel textual es impuesta por el hablante de acuerdo con lo que le resulte más importante comunicar. Relaciones de adición aditivos o copulativos)
(conectores
Se presentan dos hechos que se añaden el uno al otro, sin indicar ninguna relación entre sí además, incluso, aparte, encima, más aún, todavía más
asimismo,
Relaciones de oposición .Exclusivos (los hechos se necesariamente): antes bien
excluyen
. Restrictivos (la exclusión no tiene carácter necesario): por el contrario, en cambio,
con todo, no obstante, ahora bien, sin embargo Relaciones de causalidad (conectores causal consecutivos) entonces, por lo tanto, por consiguiente, en consecuencia, así pues B. Relaciones intradiscursivas Se establece una relación dentro del hecho comunicativo en sí, una conexión entre enunciados relativa a la expresión de los mismos, no a los hechos contenidos en ellos. Conectores explicativos Precisan lo enunciado estableciendo una aclaración sobre lo anterior que haga más completa su enunciación. Indican una relación de identificación. Es decir esto es, a saber, o sea Conectores ejemplificativos Matizan al enunciado mediante una ejemplificación, ilustrando lo general (A) con lo particular (B) en ellos se da una relación de inclusión. por ejemplo, así
Conectores pragmáticos gramática funcional
según
la
Según la gramática funcional de M. A. K. Halliday, los elementos de conexión transoracionales tienen que ver con la función textual de la cláusula, es decir, la función del lenguaje por la cual es posible construir un mensaje. La función textual constituye la manera en que el lenguaje provee los medios para establecer correspondencias consigo mismo y con ciertos rasgos de la situación en que se usa. Es la que permite al hablante construir textos, es decir, pasajes conexos de discurso vinculados con la situación, y permite al oyente o al lector distinguir un texto de un conjunto de oraciones agrupadas al azar. Las relaciones lógico-semánticas que se establecen de este modo se agrupan en tres tipos básicos: Elaboración Es el procedimiento por el que algo se dice de nuevo con el objeto de reafirmarlo o ejemplificarlo. Dentro de este grupo se incluyen la aposición (mecanismo según el cual un elemento es re-presentado o reestablecido) y la clarificación (el elemento es precisado más). Extensión Una cláusula extiende el significado de la que la precede por adición de un significado nuevo. Lo que se agrega puede ser una adición o una variación. La adición puede ser positiva, negativa o adversativa. La variación puede ser reemplazativa, substractiva o alternativa.
259
Acrecentamiento Por este procedimiento expansivo un enunciado amplía el significado de otro con alguna indicación de tiempo, lugar, manera, causa, consecuencia, etcétera.
Aposi ción E
Expositiva
es decir (que), vale decir (que), o sea
Ejemplicativa
por ejemplo, por caso
Correctiva
dicho con más precisión, más bien, por lo menos
Digresiva
de paso, entre paréntesis
LA
Cla
BO
ri
RA
fi
CIÓN
ca
Disminusiva
de todos modos, de cualquier manera/mo do, así y todo
ción
Particularizante
En particular, en especial, sobre todo
P
Resumidora
En síntesis, para resumir, para sintetizar
A
Recapaituladora
En suma, total, al fin de cuentas, al final, en definitiva
E X
N
A
S
di
I
EX
Ó
TEN
N
SIÓN
ción
Positiva Negativa Adversativa
Va ria ción
Reemplazativa Sustractiva Alternativa
Espacial
en primer lugar, en segundo lugar, por otra parte, por su parte, por un lado, por otro
CEN
Temporal
A la vez, al final, finalmente, primero, segundo, a la postre, para empezar
TA
Comparativo
igualmente, más aún, asimismo, como también, como por ejemplo, es más
Causal
porque, por eso, pues
Consecutivo
entonces, así, de ahí que, por tanto, por consiguiente, de modo que,
concesivo
con todo, aún así, sin embargo, aunque, a pesar de todo
A CRE
MIEN TO
260
ASÍ SE ESCRIBE UNA MONOGRAFÍA Jean Pierre Fragniere
Tanto en los estudios como en la vida profesional, cada vez es más necesario ser capaz de redactar una monografía. Y, sin embargo, nadie nos enseña a hacerlo. Tenemos ideas, conocimientos, intuiciones, pero a la hora de tomar la pluma, de comenzar la redacción, algo falla. ¿Por dónde comenzar? ¿Qué estructura darle? ¿Cómo utilizar la bibliografía? ¿Y los documentos? ¿Cuál es la extensión adecuada? En ocasiones las dificultades comienzan antes todavía: ¿qué tema elegir? Para responder a estas inquietudes y ayudar a resolver las dificultades prácticas en el momento de realizar una monografía el Fondo de Cultura Económica presenta ahora esta obra. Un libro que da respuestas sencillas y concretas a los problemas básicos de la escritura: cómo elegir el tema, cómo verificar si es el adecuado, cuales son las etapas para la realización de la monografía, cual es la extensión que debe dársele. Una obra que orienta al estudiante y al profesional en una tarea que comienza por ser una obligación pero que puede, también, convertirse en una experiencia gratificante. Concebido, así, como una práctica guía para la redacción de monografías, de breves ensayos sobre un tema preciso, este pequeño libro será una gran ayuda para todos aquellos que saben que la expresión escrita es la principal herramienta para el éxito en los estudios y en la vida profesional.
Introducción Con dieciséis páginas, sois un panfletarios; si escribís mil seiscientas, os presentarán al rey.
1. Usted es uno ente centenares, entre miles todos los años. Se acerca el fin de los estudios y llega el momento de redactar una monografía. Tiene ideas, abundantes conocimientos. Pero en la práctica,¿cómo se organiza la tarea? ¿Su pluma titubea? O bien usted es una de las centenares de personas encargadas de dirigir una monografía. Siempre es una aventura: curiosidad, inventiva y a la vez una gran cantidad de problemas técnicos. Le hacen preguntas. ¿Cómo citar a otros autores? ¿Cómo se prepara una bibliografía? O bien usted, como otros cientos de personas, debe redactar un informe importante en el marco de su actividad profesional. El tiempo apremia. Este librito le propone algunas reflexiones y técnicas para todas las etapas de la tarea que tiene por delante. Yo sugiero, usted elige. 2. Aquellos y aquellas que llegan al término de sus estudios, generalmente tienen la obligación de preparar una monografía, condición indispensable para obtener el diploma. Positivamente, si usted se encuentra en esta situación, es un período privilegiado durante el cual podrá dedicarse a definir y analizar un problema de manera profunda y relativamente autónoma. En lo esencial, esta parte de sus estudios le pertenece, a usted corresponde organizarla; la autonomía es suya, los riesgos también. 3. Muchos inician esta etapa con tranquilidad. Satisfechos por la vida y los estudios, tienen el tiempo y los recursos necesarios y están rodeados de asesores. Además, han podido asistir a cursos sobre la manera de preparar una monografía. Este libro les será poco o nada útil. 4. Otros están inquietos. Se preguntan sobre la manera de elegir un tema, cómo organizar el trabajo y... cómo redactarlo. No les sobra tiempo; mientras trabajan en la monografía, deben ocuparse de sus responsabilidades profesionales o particulares; ellos son los principales destinatarios de este opúsculo, que quiere ser una compilación de información y sugerencias más que una guía con pretensiones normativas.
P. L. COURIER 5. Conviene expresar de entrada lo que este libro no es a fin de evitar malentendidos. 261
Aquí no se explica qué es la investigación científica ni se propone un estudio teórico y crítico sobre la importancia de los estudios o los métodos pedagógicos que conducen a un mayor dominio del saber y las destrezas necesarios para la actividad profesional. Para ello existen otros cursos. Este libro no dice nada sobre el contenido concreto propio de la monografía que el lector piensa escribir. Eso es asunto suyo, de sus profesores y amigos, del ambiente de estudios. No es una guía para resolver los problemas propios del campo de investigación elegido, ni de la casa de estudios en la que está matriculado ni menos aún los que derivan de su propia personalidad. 6. Este libro contiene sobre todo indicaciones de carácter técnico. Se observará que los capítulos dedicados a las notas o las citas son tan largos como aquellos (mucho más importantes) referidos a los criterios de elección del tema. El género elegido no permite atribuir a cada aspecto el lugar real que ocupa en la elaboración de la monografía. 7. Por otra parte, cabe recordar que existen distintas instituciones de enseñanza, que se esfuerzan por destacarse sobre la base de sus exigencias. La verdad es que cada disciplina, cada profesión tiene sus tradiciones; cada institución posee su memoria y sus reglas. ¿Quién no tiene una opinión sobre el sentido y la función de la monografía? En este libro se expresan las convergencias y los puntos en común observados por el autor, cuyo número e importancia justifica escribir estas páginas. 8. Para terminar, dos observaciones prácticas. Los marcos de referencia sobre los cuales se elaboró este texto son las ciencias sociales, en particular los estudios de sociología y ciencias políticas, así como las carreras correspondientes a las profesiones sociales y de la salud. Son los ambientes que frecuenta el autor. Por otra parte, en estas páginas se encontrarán algunas repeticiones; ¿por qué no? No fue concebido para ser leído como una novela.
librito1 donde, con mucha precisión y humor, presentaba a los estudiantes italianos un método de trabajo muy estimulante para preparar su tesis de licenciatura. Yo lo leí con mucho interés y me inspiré en algunos de sus capítulos. 1. ¿QUÉ ES UNA MONOGRAFÍA? Cuando quiero conocer una máquina, la desarmo para conocer cada componente por separado. Una vez que tengo una idea precisa de cada uno y puedo colocarlos en el orden en que se encontraban, conozco perfectamente dicha máquina porque la he desarmado y rearmado. CONDILLAC 1.1. Límites El concepto de “monografía” denota varias realidades distintas. Puede ser un escrito preparado por un abogado para presentarlo ante un tribunal. También puede ser un informe solicitado por la gerencia sobre un asunto particular, en el marco de un proceso de toma de decisiones. En estas páginas se empleará en un sentido más preciso. Es un documento de 40 a 200 páginas (o más), realizado durante una carrera por una o varias personas, sobre un tema afín al campo de estudios elegido y desde una perspectiva que trata de respetar las reglas de la actividad científica.
1.2. Lugares de elaboración de una monografía Muchas instituciones de formación profesional incluyen en sus programas la preparación de una monografía: •
9. A propósito de novelas, tal vez el lector haya disfrutado el libro de Humberto Eco, El nombre de la rosa. En 1977, Eco publicó un 1
262
La mayoría de las universidades exigen la presentación de una monografía para obtener la licenciatura, el doctorado o una
U. Eco, Come si fa una tesi di laurea, Milán, Bompiani, 1977. Ed. En español: Cómo se hace una tesis, 17 ma ed., Barcelona, Gedisa, 1995.
maestría, o al menos para acceder a los estudios de postgrado; •
También muchas carreras profesionales exigen una monografía (en particular las de ciencias sociales y el sector de la salud);
•
Finalmente, muchas carreras complementarias largas, abiertas a los que ya poseen cierta experiencia profesional, exigen una monografía (que con frecuencia se debe preparar en condiciones difíciles, paralelamente con una actividad de tiempo completo u otras obligaciones).
Cada situación es distinta. Cada institución tiene sus propias reglas, tradiciones y ambiente intelectual. La definición misma de monografía suele indicar las diferencias y particularidades. Sería vano negar esta diversidad, que expresa los esfuerzos de adaptación e la tarea a las distintas situaciones de los estudiantes. Llevado por las circunstancias a dirigir monografías en distintas clases de instituciones, he podido observar que, más allá de las diferencias, los que abordan esta tarea deben resolver un conjunto de problemas idénticos.
1.3
La monografía investigativa El estudiante aborda un tema nuevo o poco explorado. Esto requiere un importante proceso de observación, con frecuencia un estudio empírico. El estudiante debe “explorar el terreno”. La monografía de análisis de experiencias Ésta es más frecuente en las carreras profesionales superiores, cuando los estudiantes han realizado trabajos prácticos o ejercido ya una actividad profesional. Pone el acento en la presentación de una experiencia, su análisis y, con frecuencia, la comparación con actividades similares. Suele conducir a la formulación de proposiciones que permitan continuar e incluso reorientar la investigación. Cabe destacar que los tres tipos de monografías son legítimos, que poseen su propia lógica interior y que pueden constituir excelentes medios de formación (desde este punto de vista, todos tienen sus ventajas y sus límites).
Algunos tipos de monografías
La preparación de una monografía no es una actividad estereotipada ni monolítica. La mayoría de ellas corresponden a uno de los tres tipos que se presentan brevemente a continuación. La monografía de compilación El estudiante elige un tema de estudio, reúne la bibliografía esencial sobre el particular, la analiza y redacta una presentación crítica de ésta. Trata de demostrar su capacidad de comprensión de los trabajos realizados, su percepción de los distintos puntos de vista y, dado el caso, su habilidad para exponer el estado en que se encuentra la polémica al expresar una posición personal.
1.4. Precisiones Conviene señalar que últimamente la realización de monografías ha sufrido una serie de cambios por efecto de dos hechos nuevos: se ha empezado a tomar en cuenta la utilidad social de este ejercicio y se han transformado las técnicas de exposición. Así, se han difundido monografías dedicadas a la presentación detallada de un conjunto institucional; por ejemplo, los bancos de datos jurídicos en Europa. Por otra parte, algunas instituciones de estudios autorizan, incluso alientan, la presentación de monografías que emplean medios audiovisuales, en particular el video y los sistemas multimedia. Considero que tales iniciativas son felices; sin embargo, no se abordarán aquí los problemas propios de estas clases de monografías. No se puede abarcar todo. 263
2. ¿POR QUÉ SE ESCRIBE UNA MONOGRAFÍA?
Para realizar una experiencia de trabajo intelectual profunda y autónoma
Los hechos en sí no son grandes ni pequeños. CLAUDE BERNARD
Al realizar una monografía, uno puede aprender muchas cosas: • A delimitar un problema;
El sentido de esta pregunta
• A descubrir y reunir la documentación apropiada; • A clasificar los materiales;
Pocos tienen la posibilidad de elegir. Sin embargo, el problema de la importancia de las monografías es objeto de polémicas, intercambios de opiniones, críticas y tomas de posición. Algunos dudan de su utilidad. Se expresan opiniones sobre su forma, sentido, importancia social. De más está decir que abundan los puntos de vista que, por otra parte, suelen modificarse en el curso del debate. Por eso parece conveniente hacer un aporte a la discusión.
Por necesidad Para decirlo claramente, la mayoría de las veces la monografía se escribe por necesidad. Lo establecen las reglas; suele ser el último obstáculo a salvar para obtener el diploma. No hay elección. Adviértase que es una situación muy generalizada que ha resistido a muchas objeciones. ¿Tradición? ¿Hábito? Sin duda, hay mejores razones para explicar la circunstancia.
Por placer Es menos raro de lo que pudiera creerse. No se suele sentir mucho placer al comienzo del trabajo, pero éste aparece y permanece durante su realización. Escribir una monografía puede producir grandes satisfacciones: descubrimientos intelectuales, enriquecimiento personal, experiencias gratas del trabajo en colaboración. Sin duda, se habla poco de este aspecto: satisfacer una curiosidad intelectual también es motivo de júbilo.
264
• A reflexionar sobre el problema elegido; • Con frecuencia, a establecer contactos entre personas, instituciones, disciplinas, • A analizar la información y ejercitar el espíritu crítico; • A expresar por escrito y, por lo tanto, comunicar los resultados del proceso de estudio… y • A “hacer avanzar la ciencia”. En la medida que permite aprender a ordenar las propias ideas y formularlas de manera comprensible para oros, no cabe duda de que la monografía es una forma de aprendizaje fecunda. Por otra parte, independientemente del tema tratado, el dominio de un saber y una destreza es útil para la actividad profesional.
Para hacer un aporte al conocimiento de un sector de la realidad social Sin duda, éste no es el propósito principal de una monografía. No obstante, ¡se desconocen tantas cosas en el terreno social! Hay tanto para desbrozar, descubrir, analizar. Con frecuencia la monografía puede hacer un aporte importante al descubrimiento de ciertas áreas. Recuerdo que un grupo de trabajo había resuelto abordar una serie de problemas relacionados con el “pequeño crédito” (bancario). Los autores analizaron bien el problema y transmitieron los resultados de manera clara y concisa. Aún hoy, muchos profesionales de la asistencia social utilizan el resumen publicado de ese trabajo. Un éxito.
La intensidad de la vida afectiva relacionada con la elaboración de una monografía ¿Por qué se escribe una monografía? Se han expuesto algunas de las razones para acometer esa empresa. En realidad, cada uno se las arregla con sus propios motivos. Dicho esto, cabe señalar que la etapa de realización de la monografía se caracteriza por un conjunto de distintas emociones: se teme ese momento, se lo espera con impaciencia, se habla mucho de él; a veces, quien escribe una monografía es objeto de curiosidad. Puede convertirse en el centro de las miradas. Hay momentos de frustración, bloqueo, vacilación, incertidumbre. El tiempo de la monografía, ¿es una suerte de paréntesis? Algunos han señalado el papel iniciático de esta aventura. Hay que saber que esas emociones se producen y son normales; hay distintas maneras de manejarlas.
Se sabe que, en la mayoría de los casos, la monografía es exigida por una institución de altos estudios. En esas condiciones, ésta tiene sus normas y reglamentos. También ofrece recursos. Todo esto impone algunos límites: las normas no permiten hacer cualquier cosa; los recursos institucionales (marco pedagógico, documentación, etcétera) determinan que algunos campos temáticos sean más accesibles que otros. Conviene conocer bien las dos dimensiones. Es una tarea. En la práctica, usted debe estar en condiciones de responder a las dos preguntas siguientes: a) ¿Cuáles son las reglas que, en mi institución, definen la elaboración de una monografía? b) ¿En qué campos mi institución ofrece recursos accesibles y de buena calidad?
2. ¿CÓMO ELEGIR MONOGRAFÍA?
EL
TEMA
DE
UNA
En el orden intelectual, el contenido de la libertad es la verdad, es ella quien nos
Responder a estas preguntas permite evitar sorpresas desagradables. 3.3.
hace libres. S. KIERKEGAARD
Los límites de la elaboración de los criterios de elección Muchos elementos entran en juego al elegir el tema de una monografía. Es imposible hacer un inventario exhaustivo. Este capítulo parecerá una lista de precauciones a tomar cuando se emprende la tarea de elegir el tema. En realidad, la elección se hace por interés, casualidad, oportunidad, solidaridad o muchas otras razones. Aquí se expondrán algunas indicaciones para evitar obstáculos, dificultades e incluso fracasos. 3.2.
Normas y recursos de la institución para la cual se prepara la monografía
Pocas veces uno es el primero en abordar un tema
Desde luego que nadie ha escrito nada sobre el tema: “Entretenimientos en el hogar”. No obstante, los estudios sobre los hogares para ancianos son abundantes y diversos. Elegir el tema de una monografía significa ingresar en un campo de investigación en el cual habrá que permanecer mucho tiempo. Significa conocer y familiarizarse con muchos trabajos y análisis. Por tanto, es inútil concentrarse exclusivamente en el tema concreto que interesa a uno. Desde el comienzo, es necesario tener el campo de estudios al que pertenece.
3.4
Hay que darse tiempo y medios para elegir
Esto es consecuencia de lo señalado en el párrafo anterior. Muchos se precipitan a elegir un gema sin entrar realmente en materia sobre la realidad de la problemática a tratar. La 265
elección exige tiempo. No tanto para “madurar” como para realizar los actos que lo permiten. En ese sentido, para elegir es necesario documentarse, establecer contactos, realizar un balance intermedio, iniciar diversas gestiones. Si existen plazos para la presentación del proyecto, entonces habrá que administrar bien el tiempo para elegir.
3.5
3.7
Muchos expresan una gran preocupación por mostrarse prácticos, “tratar un tema práctico” y no “perderse en la teoría”. Hacen de ello un criterio para la elección del tema. Hay que decir de entrada que se trata de otra ilusión. Toda práctica es iluminada por una teoría, sea consciente o inconscientemente. No se deben encontrar motivos para eliminar los conocimientos teóricos en aras de consideraciones prácticas. Para ser claros: no hay temas “prácticos”.
La trampa de los temas “panorámicos” 3.8
Cuando uno empieza a definir el proyecto de monografía, puede sentirse atraído por distintos tema. Éstos suelen estar vinculados con horizontes muy distintos. Por otra parte, cuando uno no conoce bien el terreno que aborda ni, desde luego, los trabajos publicados sobre el tema, a veces se ve tentado de elegir un tema panorámico (por ejemplo, el seguro social en el país o la pobreza en Europa). También sucede que el tema elegido parece muy “emocionante”. Es legítimo tener grandes intereses. Pero hay que tener cuidado, a veces no se advierte de entrada que el tema visualizado es panorámico. Hay que hacer todo un esfuerzo para darle al proyecto de monografía dimensiones razonablemente accesibles.
3.6. La monografía “comprometida” Algunos consideran que deben elegir un tema “comprometido”. Más precisamente, eligen el tema de su monografía con criterios propios de la acción política o del compromiso social. Desgraciadamente, suelen oponer esta preocupación a la aplicación de un método estrictamente científico. Existiría una oposición entre el “cientificismo” y el “compromiso”. Ésta es una ilusión (véase el capítulo 5). Puede haber tanta actualidad política y perspectivas de cambio social en una monografía sobre “el derecho de apelación en la ley sobre el seguro de desempleo” como en otra titulada “Las alternativas en el trabajo social”.
266
La monografía práctica
Cuatro reglas indicativas
A continuación se proponen cuatro reglas elementales para elegir un tema; sobre ellas se basará la prueba de factibilidad presentada en el capítulo siguiente. a) El tema debe interesar al autor. Atención a la elección que no tenga en cuenta sus gustos, sus lecturas, sus… b) Las fuentes deben ser accesibles; es decir, deben estar materialmente al alcance del autor. (Sobre todo, piense en el tiempo disponible y los recursos que se ponen a su disposición). c) Las fuentes deben ser tratables. El autor debe contar con recursos culturales e intelectuales que permitan un tratamiento conveniente de los materiales indispensables para el estudio. d) El autor debe estar en condiciones de dominar la metodología que ha decidido emplear. Todo esto puede parecer banal; no obstante, estos elementos son la base de la reflexión con vistas a una elección apropiada.
3. ¿CÓMO PROBAR LA FACTIBILIDAD DE UN TEMA? Tener éxito sin comprender es tan de temer como ganar a las cartas. ALAIN
4.1.
La importancia de una prueba de factibilidad
Tal vez el capítulo anterior lo dejó insatisfecho. Hay tantos elementos que entran en el terreno del tema de una monografía y que pueden legitimar los esfuerzos que requiere su tratamiento… Por consiguiente, le sugiero que invierta el problema y se pregunte: ¿el tema que deseo tratar es factible? Con ese fin, propongo realizar una prueba que le permitiría comprender lo que significa entrar en materia sobre el tema, poner de manifiesto las precauciones necesarias y, en definitiva, efectuar una elección documentada y lúcida a fin de minimizar los riesgos propios de toda investigación.
4.2.
¿Cuándo conviene realizar la prueba?
Conviene hacer esta prueba lo antes posible. No obstante, se advierte que es difícil de realizar si el tema previsto no ha sido ya explorado en cierta medida. En esas condiciones, se puede aplicar el siguiente procedimiento: a) adoptar provisoriamente la idea de un tema de monografía; b) documentarse al respecto y, llegado el caso, consultar a personas idóneas; c) formular el tema de manera breve y explícita; d) realizar la prueba solamente sobre estas bases. 4.3.
Para poner a prueba un tema,
hay que formularlo de manera explícita Seamos precisos. La prueba que se propone aquí no es simplemente una conversación sin ton ni son, lo cual no les resta méritos a esa clase de discusión. Exige una actividad que se prepara y por lo tanto deja rastros escritos. Concretamente, para someter a prueba un proyecto es necesario expresarlo por escrito (en 15 a 20 líneas) y con todas las precisiones que sea posible. Este documento breve servirá de referencia para todas las tareas que requiere la prueba. Esta precaución
es particularmente importante realiza un trabajo en grupo. 4.4.
cuando
se
¿Con qué colaboración?
Quien va a realizar una monografía suele tener un conocimiento muy aproximado del tema y no dominar la problemática global en la cual se inscribe. Esta situación es normal y así hay que considerarla. No obstante, como consecuencia de ello, conviene pedir ayuda para realizar la prueba. Esta ayuda puede provenir de personas con experiencia en el asunto y relativamente familiarizadas con la actividad de preparar una monografía (puede ser el mismo director de la monografía). Esta colaboración puede ser más o menos importante: en el mejor de los casos, una participación total en la realización de la prueba o, en menor grado, la lectura comentada del documento que usted habrá elaborado durante el ejercicio. 4.5.
Presentación detallada de la prueba
La prueba consiste en una serie de preguntas centradas en dos aspectos: las especificidades del investigador (o los investigadores) y las especificidades del objeto de estudio. Pero lo más importante es esencialmente la relación entre ambos. Se puede discutir largamente si un estudio sobre el “seguro de desempleo en Catamarca” no es demasiado complejo o si el tema es apropiado; lo que interesa aquí es saber en qué medida Juana Pérez cuenta con los medios y recursos necesarios para preparar una monografía sobre ese tema. ¿Cómo se realiza la prueba? Se responde de manera explícita y franca a las ocho cuestiones presentadas en el esquema de la página 34. Cuatro se refieren a las características del objeto de estudio; las otras cuatro características del investigador (o del grupo de investigación). A continuación las presentaremos con breves comentarios.
Las características del objeto de estudio a) Amplitud del objeto. Todo objeto de estudio se origina en una mayor o menor cantidad de hechos, personas, etcétera. Es trivial observar 267
la gran diferencia entre el proyecto de “conocer la opinión de las enfermeras de la asistencia pública sobre la conveniencia de un curso complementario sobre la seguridad social” y el de “conocer la opinión de las enfermeras de la asistencia pública del centro de atención a pacientes ambulatorios del Hospital Central sobre la conveniencia de un curso complementario sobre la seguridad social”. Por consiguiente, es necesario precisar la amplitud de la “población” abarcada por el estudio, el período de tiempo, el número de sucesos a tomar en consideración, etcétera. Así mismo, una investigación puede ser más o menos profunda. Se puede buscar una información superficial y fácilmente accesible o bien cavar un poco más. El dilema es importante. Respuestas precisas a estas preguntas servirán para evitar muchas sorpresas. b) Situación del objeto en el campo de los conocimientos. Algunos objetos de estudio han acaparado la atención de los investigadores. Se han escrito y publicado muchos trabajos sobre ellos. Otros parecen novedosos; se los ha explorado muy poco. La posición del investigador frente a una u otra situación es muy distinta. En el primer caso, cuenta con un cúmulo de conocimientos; en el segundo, todo o casi todo está por hacerse. Por otra parte, algunos campos de estudio se caracterizan por haber suscitado polémicas de magnitud. Pensemos en los trabajos sobre los problemas de “desviación” estadística. Conviene tener en cuenta esta situación. La tarea será significativamente distinta según se pueda contar con muchos trabajos ya realizados o si se trata de terreno virgen. Llegado el caso, solicite ayuda a personas idóneas para tener un cuadro de la situación. c) Importancia social del objeto. Para usted, el objeto de estudio elegido tiene importancia; para los demás, también. Ciertos temas pueden parecer relativamente neutros. El estudio comparado de los sistemas electorales en los países de la Comunidad Europea no despertará demasiadas polémicas. Otros temas pueden ser “calientes”; se refieren a conflictos en curso, a tabúes, afectan intereses poderosos. Emprender una monografía sobre un conflicto social en curso nunca es un trabajo ligero. Estas realidades afectarán de manera nada despreciable la tarea a realizar e incluso la posibilidad de llevar a cabo el proyecto. Conviene estudiar la situación con la mayor lucidez. Se puede correr riesgos, pero es 268
necesario dotarse afrontarlos.
de
los
medios
para
d) Dificultades del objeto. Se suele decir que un proyecto de monografía es difícil. Se dan muchas razones para sustentar esta afirmación. A veces, las dificultades son de índole conceptual; hay que dominar una serie de problemas complejos antes de abordar el tema elegido. Un primer vistazo a la bibliografía permitirá apreciar la situación. También pueden existir dificultades de acceso. Es lo que sucede cuando la información requerida es reservada o incluso secreta. Conviene ser muy estricto en la apreciación de la situación. Hay que encontrar soluciones antes de entrar en materia.
Criterios relacionados con el investigador (o los investigadores) e) Formación y capacidad del investigador. Veamos ahora los criterios que conciernen al investigador. Éste escribe su monografía en un momento dado de sus estudios y cuenta con determinados conocimientos (por ejemplo, tiene conocimientos de historia social, pero no sabe nada de análisis de estadísticas). Éste es un dato mucho más importante que los diplomas obtenidos que, como se sabe, no siempre abarcan las mismas realidades. Lo que se debe tomar en cuenta es la situación real del investigador. Por otra parte, algunos establecen contactos con facilidad, mientras otros encuentran dificultades para tomar el teléfono y solicitar una entrevista. Todo esto forma parte de un patrimonio acumulado que se debe evaluar con rigor implacable. Quien se engaña a sí mismo sólo se perjudica a sí mismo.1 Reconocer las propias limitaciones no significa renunciar a superarlas sino aumentar las posibilidades de encontrar los medios para hacerlo. ¿Qué sucede con los trabajos en grupo? Cada uno es diferente de su colega. El proceso es tanto más complejo. Hay que actuar con franqueza; así, la colaboración será más fácil y la distribución de tareas más eficaz (véase el capítulo 11).
1 Ésta no pretende ser una invitación a subestimar los propios recursos ni a retroceder ante los riesgos necesarios para afrontar lo desconocido.
f) Intereses personales del investigador. Es difícil, por no decir imposible, dedicar largos meses al estudio de un tema por el cual no se siente el menor interés o se finge sentirlo (por distintos motivos: la moda, la competencia, etcétera). Evalúe seriamente la realidad de su interés por el tema elegido para el trabajo. No niego que ese interés se puede despertar durante el estudio, pero es necesario que perdure. Ésa es una de las fuentes principales de la energía que necesitará para llevar a cabo el proyecto. Esta cuestión también es fundamental para el trabajo en grupo. La camaradería del grupo no disimulará por mucho tiempo la falta de interés de un integrante por el proyecto común. Es el problema clásico de la motivación. Un universo vasto: el terreno de lo indecible, del pudor, del secreto, del compromiso personal. Nada lo obliga a exhibirlo en la plaza pública. Considero que conviene ser discreto. Al mismo tiempo, hay que prestarle la atención más constante.
g) Situación social del investigador. Usted tiene una imagen de sí mismo; los demás tienen una imagen de usted. Lamentablemente, ésta, a veces, no se corresponde con la realidad. El hecho es que existe y puede afectar las posibilidades de estudiar el tema que uno ha elegido. Dicho de otra manera, las características personales y sociales, la reputación, la profesión, el marco institucional, pueden determinar las condiciones de acceso al objeto de la monografía. Son problemas delicados… y no siempre previsibles. El hecho de ser estudiante puede abrir algunas puertas y cerrar otras. El hecho de estudiar en tal o cual escuela puede significar que determinada institución le niegue acceso a su información. Uno se entera, cuando ya es tarde, de que tres años antes, algún predecesor formuló un juicio infundado sobre dicha institución. En fin, la sociedad existe. Incluso los rumores que circulan sobre las posiciones políticas que uno puede suscitar algunos problemas. Son todas realidades que se deben prever y evaluar con cuidado. En la actividad de investigación, uno empeña su propia persona, pero su persona como ser social.
h) Recursos materiales del investigador. Todas las monografías exigen tiempo. Muchas
requieren viajes, compra de libros y de documentos. Uno puede contar con recursos abundantes o bien muy limitados. Hay que evaluar estos problemas con precisión y hacer de ellos uno de los criterios de “factibilidad” del proyecto de monografía.
¡Cuántas cuestiones! Y por cierto que este modelo no las agota. Algunas aparecerán de manera más o menos explícita en las distintas etapas de realización de la monografía. De ahí la utilidad de esta prueba y la necesidad de realizarla con precisión. Concretamente, trate de responder a las ocho preguntas por escrito, con lucidez y valor. Al cabo de este proceso, habrá elaborado un documento que tal vez lo desconcertará. Aparecerán certezas reconfortantes y dificultades soslayables juntamente con interrogantes de peso. No se deje intimidar. Tal vez habrá que renunciar al proyecto. En ese caso, hay otros. Sea como fuere, trate de formular un juicio global sobre el conjunto de informaciones reunidas. Si intenta la aventura, tomará decisiones con mejor conocimiento de causa y se dotará de los medios para anticiparse a los obstáculos. Elegir es arriesgarse, y la elección es suya.
5.
INVESTIGACIÓN, TÉCNICA
MÉTODOS,
El momento en que un concepto cambia de sentido es cuando tiene mayor sentido, cuando es verdaderamente un suceso de conceptualización. GASTON BACHELARD
En el capítulo 1 definí la monografía como una actividad de carácter científico. La práctica científica se aprende; en definitiva, todos los programas de estudio persiguen este objetivo, entre otros. Muchos programas incluyen cursos de introducción a la investigación científica o iniciación en ella, con nombres tales como “metodología”, “introducción a la investigación”, “investigación social”, etcétera. Esos cursos son importantes, incluso indispensables, para la realización de una 269
monografía. Pero éste no es el objeto del presente libro, que en ningún caso puede reemplazarlos. No obstante, en este capítulo quiero formular algunas reflexiones sobre las relaciones entre la investigación y la realización de monografías. Citaremos a distintos autores en ayuda de esta reflexión.
5.1.
La monografía y la investigación
Muchas monografías se basan en una actividad de investigación. Ahora bien, particularmente en el terreno de las ciencias sociales, “debemos contentarnos con perfeccionar indefinidamente nuestras aproximaciones”2 Este tipo de investigación, aunque indudablemente útil y necesario, suele ser discutido. Su carácter científico no es evidente. Leamos estas reflexiones de Jean Ladriere: “Se plantea un gran interrogante a propósito de los fenómenos sociales. En este terreno, ¿es lícito recurrir a métodos probados en el terreno de las ciencias naturales? ¿Es aplicable la idea misma de un conocimiento científico cuando se trata de un orden de la realidad en el que el hombre interviene esencialmente como agente? “Desde el momento en que la acción cumple un papel, evidentemente intervienen motivaciones, objetivos y valores. Ahora bien, ¿se puede tratar estos componentes de la acción como si fueran las propiedades de un objeto terminado, se los puede ‘objetivar’? ¿No se trata, por el contrario, de un orden de la realidad que escapa radicalmente y por razones de principio a todo intento de objetivación?”3 Hay que prestar atención a estas preguntas. Se realizan esfuerzos incesantes para afinar la epistemología de las humanidades. Lo que se ventila es importante, porque la ciencia tiene relaciones directas con la acción. Hubert Blalock lo recuerda: “Normalmente los principios científicos bien establecidos, basados en una investigación rigurosas, son condición necesaria para una 2 Kart R. Popper, L’univers irrésolu. Plaidoyer pour l’indéterminisme, París, Hermann, 1984, p. 23. Ed. en español : El universo abierto, Madrid, Tecnos. 3 Prefacio a P. de Bruyne, J. Herman y M. de Schoutheele, Dynamique de la recherche en sciences sociales, París, PUF, 1974. 270
acción social inteligente, pero no suficiente en sí misma. Esto significa que el solo hecho de poseer el conocimiento necesario no garantiza que uno posea la capacidad o voluntad de actuar en función de ese conocimiento. Por le contrario, sin éste, uno se verá obligado a seguir empleando métodos del tipo ‘ensayo y error’ que demostraron hace mucho su ineficacia y su elevado costo social”.4 En estas condiciones, “sin querer absolutizar el carácter científico de las humanidades, convengamos que el carácter de sistematicidad, atención a los hechos, acuerdo intersubjetivo de los investigadores en cuanto a métodos y resultados, confiere a la actividad científica una especificidad innegable con respecto a otras prácticas sociales”.5 “La ciencia, sin identificarse con el conocimiento, pero sin borrarlo ni excluirlo, se sitúa en él, estructura algunos de sus objetos, sistematiza algunos de sus enunciados, formaliza tales o cuales conceptos y estrategias”6 Recordemos que el proyecto de llevar a cabo una actividad científica implica una vigilancia permanente que se conquista y se ejerce.
5.2.
¿El carácter científico de una monografía?
Cabe preguntarse qué es lo que determina el carácter científico de un proceso de estudio en el marco de la preparación de una monografía. Según Humberto Eco, se puede considerar que una monografía es científica en el sentido amplio del término cuando cumple cuatro condiciones, que se exponen a continuación: “1. La investigación debe tratar sobre un objeto reconocible y definido, de manera tal que pueda ser reconocido por otros (…) 4
Introduction a la recherche sociale, Gembloux, Duculot, 1973, p. 21. 5 P. de Bruyne y cols., ob. Cit., p. 22. 6 M. Foucault, L’archéologie du savoir, París, Gallimard, 1969, p. 241. Ed. en español : La arqueología del saber, México, Siglo XXI
“2. La investigación debe decir cosas sobre ese objeto que no se hayan dicho antes o abordadas desde una óptica distinta a la ya difundida (…) “3. La investigación debe ser útil a los demás (…) “4. La investigación debe proporcionar elementos que permitan confirmar o refutar las hipótesis que presenta; de alguna manera, debe proporcionar los elementos que permitan su discusión pública. Esta exigencia es fundamental.”7 Es imposible desarrollar aquí estas condiciones, de manera que el lector debe remitirse a sus lecciones de epistemología o, nuevamente, consultar a su director de monografía. En todos los casos, llevar a cabo una investigación científica significa tomar distancia crítica de aquellas evidencias engañosas que se aceptan con mayor facilidad por cuanto llenan un vacío, reconfortan y sirven a determinados intereses o incluso privilegios. El investigador debe “obligarse a polemizar constantemente contra las evidencias enceguecedoras que procuran a buen precio la ilusión del saber inmediato y su riqueza insuperable”8
5.3
Los polos de la investigación
¿Qué sucede en una actividad de investigación? Esquemáticamente se puede decir que el investigador debe conducir un proceso articulado en torno de cuatro polos: epistemológico, teórico, morfológico y técnico.9 Estos cuatro polos no corresponden a momentos distintos de la investigación, sino que expresan aspectos particulares de un mismo proceso que pretende ser científico. Toda investigación se desarrolla de manera explícita o implícita con referencia a estos cuatro polos, que evidentemente son muy 7
U. Eco, ob. Cit., pp. 39 y sigs. P. Bourdieu y cols., Le métier de sociologue, París, Mouton, 1971, p. 35. Ed. En español : El oficio del sociólogo, México, Siglo XXI. 9 Me refiero al modelo propuesto por De Bruyne, ob. Cit., p. 34. La lectura de este librito es muy esclarecedora. 8
interdependientes. Definámoslos brevemente según la formulación de P. de Bruyne: • “El polo epistemológico cumple una función de vigilancia crítica. A lo largo de la investigación, es la garantía de objetivación – es decir, de producción- del objeto científico, de explicitación de las problemáticas de la investigación (…) Decide en última instancia las reglas de producción y explicación de los hechos, la comprensión y la validez de las teorías”. • “El polo teórico guía la elaboración de las hipótesis y la construcción de los conceptos. Es el lugar de la formulación sistemática de los objetos científicos. Propone las reglas de interpretación de los hechos, de la especificación y definición de las soluciones provisorias de los problemas. Es el lugar de elaboración de los lenguajes científicos, determina el movimiento de la conceptualización”. • “El polo morfológico (…) enuncia las reglas de estructuración y formación del objeto científico, le impone una figura determinada, un orden determinado de sus elementos. El polo morfológico da lugar a (…) varios métodos de disposición de los elementos constitutivos de los objetos científicos: la tipología, el tipo ideal, el sistema, los modelos estructurales”. • “El polo técnico controla el recuento de datos, trata de verificarlos para poder confrontarlos con la teoría que los ha generado. Exige precisión en la constatación, pero no garantiza por sí solo la exactitud.”10 De alguna manera, el dominio de un proceso de investigación y de la metodología que le sirve de base requiere el control de estos cuatro polos, así como de las interacciones que los vinculan. Es un campo de estudio vasto. Explícita o implícitamente, el autor de una monografía lo tomará como referencia en su trabajo.
5.4.
Nota sobre la investigación activa
Existe una forma de investigación, desgraciadamente poco utilizada, que obedece a reglas particulares que expondremos a continuación: la investigación activa. ¿De qué se trata? Esta clase de investigación se 10
Ob. Cit., pp. 34-36. 271
desarrolló a partir del cuestionamiento de las formas “tradicionales”, la crítica del uso de las ciencias sociales como instrumentos de dominación, así como la voluntad de integrar los resultados de la investigación en la acción social. La investigación activa no es lo que se llama una investigación aplicada; mientras ésta se aboca a resolver problemas concretos, aquélla se propone establecer una nueva relación entre teoría y práctica. En el plano epistemológico, la investigación activa se remite a un proceso de conocimiento orientado hacia la emancipación de los investigadores y los sujetos (se llama sujetos a las persona o grupos investigados). La investigación activa implica la definición de un objetivo común a investigadores y sujetos. En este sentido, Lewin, el promotor de este método, dice que “el investigador y los sujetos de la investigación caminan juntos hacia el conocimiento”.11 Así mismo, requiere la definición de un campo común a los investigadores y los sujetos; por consiguiente, éstos no se definen por su inclusión en determinada categoría social, sino por su presencia en un campo concreto de interacciones donde conviene establecer un consenso. Dentro de ese campo se debe constituir la conciencia de un problema común que será el objeto a tratar. Por otra parte, es necesario que las personas que serán los sujetos del estudio sean, al menos en parte, las mismas que conducirán la acción al término de éste. La investigación activa también implica reunir ciertas condiciones características de la comunicación entre sus protagonistas. Conviene establecer una comunicación simétrica (igualdad de derechos y oportunidades a pesar de la desigualdad de recursos o conocimientos). Se debe asegurar la distribución de conocimientos a todos los participantes y evitar su monopolización. Así se debe abolir la relación sujeto-objeto entre los investigadores y los llamados tradicionalmente objetos de investigación. Cierta identificación crítica debe reemplazar a la desconfianza 11
Citado por Katharina Ley, La recherche action, 1976, p. 6. 272
generalizada. Todos los colaboradores deben estar unidos en una comprensión dinámica y autónoma. Finalmente, es esencial adecuar la investigación a los problemas planteados. Esto puede significar que los participantes, mientras aseguran su autonomía e igualdad de oportunidades, se abocan a la solución de sus problema, teniendo en cuenta, en lo posible, la problemática específica negociada al comienzo y, desde luego, el contexto histórico. Así, la investigación activa reduce la distancia entre la teoría y la práctica, en el sentido de que el descubrimiento científico y el uso de los resultados se encuentran reunidos en una misma actividad. La investigación activa permite limitar la asimetría entre los investigadores y los sujetos de la investigación; puede garantizarles a estos últimos un verdadero control de la problematización, del proceso de investigación y de la administración de los resultados. En estas condiciones, el método exige que se realice una evaluación objetiva referida a tres ejes: las interacciones que se producen en el proceso de investigación, las transformaciones aparecidas en el campo de investigación y las condiciones estructurales que facilitaron u obstaculizaron el desarrollo de la investigación. Este método de evaluación permite medir la “objetividad” de la investigación en el sentido de tomar en consideración tanto los descubrimientos teóricos como la eficacia de aquélla en relación con su proyecto de aportar soluciones a los problemas previstos.12
Quien desee elaborar su monografía en el marco de una investigación activa deberá reinterpretar sustancialmente e incluso transformar las indicaciones propuestas en esta obra. Los principios enunciados definen con qué perspectiva se deben adaptar los métodos de estudio y las modalidades de organización del trabajo. Por otra parte, la investigación activa es una aventura, una aventura grupal, lo cual puede servir de ayuda para conseguir los recursos necesarios para la realización del estudio.
12 Sobre el particular, véanse los trabajos de Katharina Ley, en especial su libro Fragüen in der Emigration, Frauenfeld, Huber, 1979.
6.
ETAPAS DE REALIZACIÓN MONOGRAFÍA
DE UNA
El tiempo bien administrado es mucho más largo de lo que imaginan aquellos que sólo saben perderlo. FONTENELLE
6.1.
Sentido y límites de este modelo
En términos generales, la realización de una monografía se desarrolla durante un período largo. A veces, y por distintas razones, este período no es continuo; largas interrupciones afectan el trabajo (semanas de cursos intensivos, preparación de exámenes, tareas asalariadas, servicio militar, etcétera). Es una realidad a tener en cuenta. Esta discontinuidad requiere que el autor tenga una buena visión de conjunto del proceso en curso y de las distintas etapas a superar. No obstante, dada la diversidad de formas de las monografías, sería muy difícil definir una sucesión de etapas válida para cada una de ellas. Se observará que hay diferencias en la sucesión de etapas y sobre todo en la duración de cada una. Además, es necesario planificar y actuar para corregir la planificación. Por consiguiente, se incluye este capítulo a título puramente indicativo. Dicho de otra manera, en muchas monografías se pueden señalar las etapas indicadas aquí y elaborar una planificación según los lineamientos de este modelo, eventualmente con algunas adaptaciones.
6.2.
realización. La vacilación es fecunda, pero no por mucho tiempo. Segunda etapa: búsqueda de información y primeras lecturas. Una idea por sí sola no basta, conviene poner manos a la obra desde el comienzo. Lo primero es la búsqueda de información mediante la consulta a personas idóneas y algunas lecturas exploratorias. Tercera etapa: enunciado sistemático del objeto. Éste es un momento importante que consiste en expresar en unas diez líneas o poco más y con la mayor precisión el objeto que se desea analizar. Conviene establecer claramente los contornos del campo de la investigación. Evidentemente, se podrá modificar este texto. Será a la vez una guía para la investigación y una base para la discusión en las entrevistas con informantes. En esta etapa, la imprecisión puede dar lugar a desvíos penosos. (Insisto, es un momento determinante. Si tiene dudas, ¡hágase asesorar!) Cuarta etapa: aplicación de una prueba de verificación. El documento en el cual se enuncia sistemáticamente el objeto permitirá aplicar la prueba de “factibilidad” presentada con mayor detalle en el capítulo 4. Quinta etapa: elección definitiva del objeto y lecturas complementarias. La prueba permite precisar e incluso modificar el objeto de estudio. Sobre todo, lo deja en situación de decidir y tomar medidas; de alguna manera, de comprometerse. A continuación se pueden consultar algunas obras complementarias para clarificar las diversas dimensiones puestas de manifiesto.
Las distintas etapas
Aquí se presentan once etapas con un breve comentario. Sugiero que el lector las conozca y considere en qué medida corresponden a su propio proyecto. Llegado el caso, puede modificarlas, completarlas y adaptarlas a los requisitos de su propio trabajo. Primera etapa: aparición de la idea. Nunca se sabe muy bien cuándo comienza ni en qué forma se desarrolla. Sin embargo, es preciso que tenga un fin para que pueda comenzar la
Sexta etapa: elaboración de un plan operativo detallado. Sin esperar demasiado, convendrá realizar este plan operativo que es una verdadera guía para la actividad (presentado en el capítulo 15). Séptima etapa: realización de las tareas previstas en el plan. Son muchas las actividades a realizar; este proceso es largo y es parte esencial del trabajo.
273
Octava etapa: un balance intermedio. Cuando llegue a la mitad del estudio, sugiero introducir una pausa. En efecto, se pueden producir subrepticiamente ciertas desviaciones, algunos capítulos se alargan, otros se revelan irrealizables o parcialmente inútiles. Se imponen modificaciones en la planificación, a veces incluso en el contenido; tal vez el plan operativo requiera modificaciones. Un día de trabajo no es demasiado para dedicarle a esta relectura detallada. Consulte al director de monografía. Novena etapa: elaboración de un plan de redacción. Se acerca el final. Vea el plan en el capítulo 15. Décima etapa: la redacción. La actividad de redacción debe ser precedida por una relectura prolongada y atenta del texto. Para evitar desviaciones y repeticiones, es oportuno refrescar la memoria sobre lo esencial de los trabajos realizados. Décimoprimera etapa: preparación final del original y difusión. Sobre el particular, véanse los capítulos 22 y 23. Atención, estas actividades pueden tomar tiempo.
7.1.
El sentido de esta propuesta
En términos prácticos, ¿cómo se escribe una monografía? Algunos lo saben. Ya han tenido la oportunidad de redactar textos de cierta envergadura, han realizado cursos de metodología. Este capítulo no está dirigido a ellos. Pueden pasar por alto estas páginas. Otros se preguntan: ¿qué hacer? El proyecto está definido, los documentos esperan ser leídos, las bellas hojas en blanco aguardan que se las cubra de letras negras. Quiero proponer una forma de trabajar que encuentro a la vez reconfortante y estimulante. Por comodidad, la llamaré el “método del clasificador”. Por otra parte, completaré estas sugerencias con algunas indicaciones sobre el uso de fichas y ficheros. Este método del clasificador me parece muy indicado para quienes deben trabajar de manera discontinua y en condiciones difíciles (por ejemplo, cuando deben realizar su actividad profesional u ocuparse de tareas familiares a la vez que preparan su monografía). He observado que facilita la organización del trabajo, evita desvíos inútiles, gana tiempo, reduce las inquietudes y facilita la redacción. No es una panacea, pero hay buenas razones para presentarlo.
7.2
Recordatorio
Una sugerencia Relea este capítulo después de estudiar el capítulo 15, titulado “Plan y planes”. ¿Por qué? Muchas monografías suscitan comentarios como los siguientes: “Falta de unidad”; “Falta de hilo conductor”; “Acumulación de capítulos inconexos”; “Falta de vinculación entre la problemática teórica y el análisis empírico”, etcétera. Desde luego, las precauciones técnicas no bastan para evitar estos escollos, pero pueden ser de gran ayuda.
7.
UNA TÉCNICA DE TRABAJO: EL “CLASIFICADOR”
Todo se mueve, se organiza y siente su existencia, la materia está viva. ST. LAMBERT 274
Escribir una monografía es indiscutiblemente producir un trabajo intelectual. También es una actividad que requiere la participación del cuerpo, y en particular de los sentidos. Es imposible descuidar los aspectos “físicos” de la tarea. Usted sabe también que la monografía puede tener cierta unidad. Se constituye como la síntesis más coherente posible de un conjunto de partes y procedimientos. Se deben tomar medidas materiales para ayudar a salvaguardar esta unidad o lograrla. La preparación de una monografía rara vez es una actividad totalmente programable y minuciosamente planificada. Las reestructuraciones suelen ser frecuentes; expresan la dinámica del descubrimiento. Uno cuenta con algunas semanas o meses para realizar el trabajo. Sabe que no todos los
7.3 Presentación detallada del modelo
días son iguales. Así como hay momentos de gran lucidez y buen estado físico, también hay días de fiebre, de lluvia o de dificultades. El método de trabajo debe tener en cuenta la cambiante calidad del tiempo.
(Véase el esquema de la página siguiente)
Ingredientes
Al estudiar los informes y examinar la bibliografía, uno se ve confrontado por una cantidad de documentos. A veces su importancia no salta a la vista. Hay que abordar los informes como si fuera imposible descubrir todo su sabor en la primera degustación.
1. Una o dos buenas carpetas para hojas tamaño carta. 2. Hojas tamaño carta de buena calidad, que aguanten mucha manipulación. 3. Tijeras.
Las buenas ideas no vienen en tropel. Al reelaborar un capítulo una y otra vez, uno mejora las posibilidades de enriquecerlo.
4. Pegamento, pluma y estilográfica con tinta negra o roja (en el estado actual de las técnicas de fotocopiado).
El trabajo de análisis y crítica no se hace por encargo. Por otra parte, sólo se desarrolla satisfactoriamente en relación con la monografía en su conjunto. Crear estas condiciones significa tomar precauciones, dotarse de los medios para tener acceso permanente a esta totalidad con el fin de preparar los momentos de reflexión intensa que permiten los análisis y las síntesis.
N.B.: Si trabaja con computadora, este modelo apenas exige modificaciones; su tarea, sin embargo, se simplificará (impresión, correcciones, reestructuraciones, etcétera).
El olvido no es “privilegio” de los demás. Durante la elaboración de la monografía, se recibe una gran cantidad de información. Uno se siente tentado de sobrevalorar la memoria. En realidad, el olvido acecha; borra esos detalles que habrá que recuperar con mucho esfuerzo durante la etapa de poner a punto el manuscrito. Los buenos consejos generales son útiles, pero insuficientes. Para recibir ayuda útil, conviene establecer buenas comunicaciones con las personas a las que se les solicita apoyo. Todo esto tiene implicaciones materiales y determina muchas modalidades del método de trabajo. Lo mismo sucede con la comunicación entre los miembros del grupo cuando la monografía es un trabajo colectivo. Sobre la base de estas consideraciones, y teniendo en cuenta estas realidades, propongo el método llamado del clasificador. (Si usted dispone de una computadora personal, vea el final de este capítulo y el capítulo 22).
Buenos hábitos que conviene adquirir
•
Escriba solament en el anverso de la hoja (ya que deberá recortarla y pasarla de un lugar a otro).
•
No llene demasiado las hojas (donde más adelante agregará comentarios, datos complementarios y enmiendas).
•
En lo posible, no escriba más de una idea en cada hoja.
•
Escriba de manera cuidadosa y completa (lo cual permitirá que la lean sus colegas y el director del trabajo y le evitará penosas búsquedas para completar información que usted anotó de manera fragmentaria).
Esquema general del modelo 275
El modelo “en la cabeza”
1
Primera idea
“en el clasificador”
Una página
Veamos ahora el modelo esquematizado en la página anterior. Para facilitar la exposición, distingo dos niveles y ocho etapas.
Primer nivel: “en la cabeza” Concepción del plan indicativo
Elaboración del clasificador
3
Lecturas Investigaciones
Desarrollo del clasificador
4
Balance intermedio
Reordenar el Clasificador (1)
5
Concebir el plan operativo
Reordenar el clasificador
Lecturas e investigaciones
Desarrollo del clasificador
2
6
7
8
Elaborar el plan de redacción
reorganización (dos clasificadores)
redacción
transformación del clasificador en original
Es el conjunto de operaciones intelectuales que se realizan en el marco de la elaboración de la monografía.
Segundo nivel: “en el clasificador” Se refiere al rastro material que dejan estas operaciones intelectuales. Lo invito a reunirlas en una o varias carpetas. Parto de la siguiente hipótesis, verificada en muchos casos: en su primera idea/proyecto de monografía existe en germen el resultado intelectual al que quiere llegar; así mismo, sobre las hojas en las que escribe esta idea/proyecto está en germen el original que será el resultado de todo el trabajo. Entre las actividades intelectuales, los momentos de reflexión y la carpeta que los reúne y materializa (el clasificador) existe una relación permanente que usted deberá organizar y cultivar; una suerte de ida y vuelta dinámico. Lo que le viene a la cabeza contradice y modifica lo que figura en el clasificador; a la vez, lo que lee y relee en el clasificador estimulará la reflexión y enriquecerá los análisis. Éste es el fundamento de ciertas precauciones muy concretas que expongo en este capítulo. Ahora veamos lo que sucede en las ocho etapas señaladas en el esquema. Primera etapa: La primera idea se materializa de inmediato en un documento breve, pero relativamente preciso, que servirá de apoyo para la búsqueda de información, opiniones, consejos, etcétera. Es la primera hoja que colocará en la carpeta vacía (el primer granito...). Segunda etapa: En su pensamiento, el tema elegido aparece de entrada como
276
constituido por varios aspectos. Éstos se expresan en el plan indicativo (véase el capítulo 15). Un plan es, por ejemplo, seis capítulos que comprenden en promedio cuatro párrafos cada uno. Eso da un total de veinticuatro títulos y subtítulos. Sugiero anotar los títulos y subtítulos en una hoja y colocar veinticuatro hojas en el clasificador. Tendrá en sus manos un clasificador-guía, la primera imagen de lo que será su monografía. Tercera etapa: Usted procede a leer, analizar documentos, desarrollar investigaciones. Propongo incluir en el clasificador el resultado de esos trabajos en el lugar que corresponde según el plan elaborado. Una lluvia de hojas enriquecerá los capítulos y párrafos del clasificador. guía. ¿Qué hay en esas hojas? Materiales de distintos tipos. Algunas son fotocopias de textos o documentos que le parecen importantes (no olvide reproducir en cada hoja la referencia precisa y completa del documento del cual la tomó). Otras hojas contienen sus reflexiones y análisis. Otras hojas contienen sus reflexiones y análisis. Otras hojas contienen sus reflexiones y análisis. Otras en fin son hojas bibliográficas (incluya una sola referencia en cada hoja, lo cual facilitará enormemente la organización de la bibliografía al término del trabajo). Finalmente, incluye hojas recordatorias con datos útiles para la continuación del trabajo (la dirección de una fuente de información, un número telefónico, la definición de una tarea a realizar, etcétera). Usted descubre nuevas dimensiones del objeto de estudio; el clasificador se vuelve más grueso. Cuarta etapa: Breve, pero útil; es el momento de hacer un balance intermedio. Concretamente, usted dedica medio día o un día entero a releer todo el material y reflexionar sobre la actividad realizada. Tal vez eso lo lleve a reordenar el clasificador. Quinta etapa: Concebir el plan operativo. En esta etapa, usted domina los fundamentos del tema en grado suficiente como para elaborar un plan operativo detallado, que en cierto sentido no es sino la reorganización de lo realizado y de las tareas que habrá que emprender para llevar a cabo el estudio. Evidentemente, la elaboración del plano
operativo inducirá una reestructuración del clasificador; pero esto es fácil, todas las hojas son móviles, y la precisión de sus anotaciones le permitirá situarlas sin demora. Algunas precauciones: •
Numere las hojas regular y periódicamente para evitar problemas.
•
Si no puede trabajar regularmente, relea todo el clasificador antes de empezar cada vez (para conservar la visión global del trabajo).
•
Aproveche las horas libres para hojear el clasificador con frecuencia. Así memorizará los textos y análisis, lo cual facilitará el trabajo de síntesis.
•
No se apresure a descartar un documento. Algo que parece poco útil hoy puede servirle mañana. El cesto de papeles estará a su disposición cuando termine la monografía.
Sexta etapa: Lecturas e investigaciones; usted sigue aplicando el plan operativo detallado. El clasificador se enriquece, se estructura, tal vez habrá que conseguirle un hermanito. Séptima etapa: Concebir el plan de redacción. En cierto momento hay que hacer una pausa. Se acerca el plazo, hay que escribir. Elabore el plan de redacción (véase el capítulo 15). Esto requiere una nueva y última reorganización del clasificador. En ese momento eche mano del pegamento y las tijeras; recuperará una parte importante del trabajo realizado y la reorganizará en función del plan de exposición elegido. Es una operación importante; sugiero la siguiente precaución: si no está muy seguro de las bondades de la reorganización emprendida, si titubea, fotocopie todo el clasificador. Así conservará lo realizado mientras recorta y pega el original con toda libertad. Y si se equivoca, podrá reanudar la operación desde el comienzo. Octava etapa: Redacción. Observe que una parte importante del trabajo ya está realizada. Ahí tiene en sus manos el clasificador, grueso y bien armado. Así se facilita enormemente el trabajo de redacción propiamente dicho.
277
7.4
algunas condiciones para el uso del modelo
Para que este modelo sea eficaz, hay que respetar algunas condiciones. El clasificador debe ser repasado regularmente y en su totalidad. El método se debe aplicar con rigor. Por ejemplo: si se anotan varias ideas en una misma hoja, la reestructuración se volverá muy difícil. En resumen, conviene adaptar el método a las características propias del objeto y a los sucesos singulares que pueden surgir durante la realización de la monografía. En caso de necesidad, solicite ayuda, pero no se aferre al modelo presentado en estas páginas.
sobre la obra, su importancia, las partes más significativas, la forma de obtenerla, etcétera (véanse los modelos al final de capítulo). • El fichero de lectura incluye los apuntes tomados de la lectura del material. Más precisamente, las fichas contienen: a) las referencias exactas de la obra; b) el texto de la cita extraída con indicación de página, y c) eventualmente, comentarios personales. Las fichas de lectura se pueden clasificar primero por orden alfabético de autores y luego por temas (véanse los modelos al final del capítulo). • El fichero de trabajo comprende las fichas que contienen el plan de trabajo y otras en las cuales se apuntan tareas a realizar, direcciones de entrevistados, etcétera (véanse los modelos al final de capítulo).
7.6. Fichas ficheros Otra técnica de trabajo que se usa con frecuencia, y que ha conquistado muchos adeptos, es la de las fichas y los ficheros. La explicaré brevemente. Este método de trabajo se basa en el hecho de que el material reunido para una monografía se puede clasificar en distintas categorías. Para cada una de ellas se abre un fichero: un conjunto de fichas clasificadas de acuerdo con criterios específicos. Las fichas contienen información, son de fácil manejo y permiten reestructuraciones permanente. Para empezar, el investigador define los distintos tipos de ficheros que desea abrir. Para cada uno determina las características de las fichas que introducirá en él. a) Existen distintos formatos de fichas. Sugiero que utilice uno solo en todos los ficheros. Así facilitará su ordenamiento. b) Se pueden abrir distintos tipos de ficheros en función de las características del estudio. A continuación se hace una descripción somera de los tipos más utilizados. • El fichero bibliográfico incluye todas las referencias reunidas. Es esencial que la información sea exhaustiva y precisa. Se lo puede clasificar por orden alfabético de autores o por temas (o bien, por orden alfabético de autores dentro de cada unidad temática). En una ficha bibliográfica se apuntan indicaciones 278
c) La integración de los ficheros corresponde a un conjunto de operaciones sucesivas mediante las cuales se reúnen todas las fichas sobre la base de un plan similar al esquema de redacción. Al cabo de ese trabajo, se dispondrá de un fichero único a partir del cual se podrá emprender la redacción de la monografía sin tener que manipular toda la documentación. Adviértase que los principios que rigen el método del clasificador y el del fichero son casi idénticos. 7.6.
Con respecto a la utilización de una computadora
Es muy probable que usted utilice una computadora. La mejor solución, sin duda, consiste en escoger un programa multitareas (procesador de textos, administración de archivos, planilla de cálculos). Si trabaja con programas diferentes, asegúrese de que sean compatible y que las transferencias de datos sean simples (por ejemplo, Word, FileMaker Pro y Excel). Evite, sobre todo, quedarse pegado a la pantalla. Ésta “recorta” una parte de su trabajo y hace difícil el acceso a la totalidad de la monografía que está haciendo. Al trabajar sobre papel y fabricar su clasificador (o su fichero), usted aumenta las posibilidades de conservar una visión de conjunto de lo que realiza; para ello, es bastante útil una impresora.
Ficha de lectura (sencilla)
Jacques LAGROYE
Ficha de trabajo
Ficha Nº 55
Sociología política
Asunto: enseñanza universitaria Ficha Nº 112
Buenos Aires, FCE, 1994
Ref.: Cap. 3
“Se puede llamar ‘política’ a toda sociedad donde existen gobernantes más o menos especializados (o jefes) capaces de imponer una orientación común al conjunto
En medio carcelario
Tomar contacto con unidad de la UBA en Unidad Penitenciaria 16 Pichincha 1220, Buenos Aires.
de actividades de los miembros”. (p.31)
Ficha de lectura con comentario
Jacques LAGROYE
Ficha Nº 89
Sociología política
Ficha bibliográfica
Tema: Ciencia y poder
Ficha Nº 87
Autor: Marcelino Cereijido
Buenos Aires, FCE, 1994
Ref.: Cap. 3.5
“Se puede llamar ‘política’ a toda sociedad donde existen gobernantes más o menos especializados (o jefes) capaces de imponer una orientación común al conjunto
La nuca de Houssay Buenos Aires, FCE, 1992
de actividades de los miembros”. (p.31) Véase este concepto más desarrollado en el Libro de Clastres, La societé contre l’État, París, Minuit, 1974.
279
8.
¿CUÁNTAS PÁGINAS?
¡Oh, qué raro es encontrar una página significativa en un libro! Muy pocos son capaces de escribir diez sin decir estupideces. P. L. COURIER 8. 1. Un problema acuciante Hablemos de esto, ya que es un problema que se plantea con frecuencia. En la mayoría de las casa de estudios, los reglamentos lo abordan de manera más o menos explícita. Algunos fijan límites (50 a 100 páginas); otros indican un mínimo (no menos de 40 páginas); otros, en fin, son menos precisos y piden “un trabajo de cierta envergadura”. Estas definiciones revelan un estado de confusión; en definitiva, la tradición decide. Los estudiantes toman como referencia las monografías de sus antecesores. En mi opinión, el problema está mal planteado.
8.2 En lo esencial, el objeto decide la extensión de la monografía Si se reconoce que el objeto de estudio elegido debe ser presentado y analizado de la manera más conveniente, es evidente que la definición precisa de ese objeto determinará el número de páginas necesario para desarrollarlo. Para dar un ejemplo sencillo, el tema “La informatización de las bibliotecas universitarias argentinas” evidentemente requiere más páginas que “La informatización de la biblioteca de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires”. El desarrollo es el mismo. La definición del objeto permite hacer planes y visualizar el número de páginas. Una vez redactado el plan indicativo, sugiero que se señale provisoriamente el número de páginas que se asignará a cada división del trabajo. Evidentemente, es una indicación muy provisoria y sujeta a revisiones, pero puede resultar útil.
280
8.3.
Formas de “rellenar”
Es relativamente raro que una monografía sea demasiado “corta”; lo más frecuente es que sea “pobre” a pesar de su considerable extensión. Generalmente, una monografía breve es bien recibida si su contenido es rico. Lo contrario sucede con las monografías que disimulan su pobreza con relleno. ¿Qué significa esto? Apelemos a nuestros recuerdos. Algunos extienden innecesariamente los anexos. ¿Quién los leerá? Otros agobian su texto con documentos de dudosa vinculación con el tema desarrollado. Más precisamente, me ha tocado leer capítulos repletos de citas que sin duda refuerzan el texto, pero que crean una sensación de repetitividad. Son como esos textos que todos conocemos, repletos de extractos de entrevistas colocados ahí sin ningún análisis ni motivo aparente. Acaso sólo se los incluye a título ilustrativo. También se pueden multiplicar los cuadros estadísticos que no aportan el menor dato significativo. Se puede tomar extractos de entrevistas o tablas estadísticas para expresar en otras palabras lo que ya está perfectamente claro en los documentos. Se puede sofocar el texto bajo una montaña de consideraciones marginales que no aportan nada al desarrollo del tema, pero no dejan de confundir al lector. Se puede... Con todo, cuídese de considerar como relleno documentos que, aunque largos, son de evidente valor o expresan un concepto que interesará a sus lectores.
9.
¿CUÁNTO TIEMPO?
Los que emplean mal su tiempo son los primeros en quejarse de su escasez. LA BRUYERE 9.1.
El tiempo rara vez es indeterminado
Algunas instituciones definen un plazo para la realización de la monografía. Otras son mucho más imprecisas. Algunas monografías son presentadas años después de la
finalización de los estudios. Pero los plazos aconsejados o “exigidos” son cada vez más imperativos (en ese dominio, las autorizaciones de prórrogas son más y más infrecuentes).
del trabajo, etcétera). El tiempo no se detiene, pero se lo puede administrar. 9.4
He observado más de una vez que la prolongación de los plazos de entrega del trabajo modifica las condiciones y la manera de realizarlo. Aumentan las dificultades. En mi opinión, una monografía se debería realizar en el término de seis meses a dos años y hay que dedicarle una parte más o menos grande del tiempo disponible. Se necesita un plazo mínimo para establecer los contactos indispensables, así como para descubrir y consultar las fuentes. Cuando se acumula el retraso, conviene hacerse algunas preguntas: •
¿El tema elegido es factible?
•
¿La manera de trabajar es la más conveniente? 9.2.
La planificación: una actividad necesaria y permanente
Por consiguiente, el manejo del tiempo disponible requiere una planificación (véase el capítulo 6). Así se podrá dominar la relación entre las tareas a realizar y los plazos establecidos. La planificación es permanente porque los imprevistos aparecen en todas las etapas del trabajo y se hace necesario reorganizarlo. En otras palabras, puede ocurrir que haya que modificar o adaptar varias veces el programa de trabajo.
9.3
Se puede ganar tiempo
Un método de trabajo preciso y explícito sin duda permite ganar tiempo. Lo mismo sucede con la previsión de las tareas. A veces hay que pedir una cita con tres semanas de anticipación; preverlo significa evitar un atasco o un impasse. Además, el tiempo no es homogéneo, como no lo son las tareas que requiere la monografía. La jaqueca existe, la fatiga también. Así mismo, hay que aprender a distribuir las tareas en función de su complejidad. Después de un mañana dedicada a la redacción, puede ser conveniente realizar tareas más sencillas (foliar un texto, releer el clasificador para refrescar la visión de conjunto
Reveses, revisiones, sorpresas
Una buena planificación no elimina la posibilidad de sufrir reveses o llevarse sorpresas. El objeto de estudio, precisamente por ser desconocido, suele abundar en imprevistos (positivos o negativos). Ejemplos: Pedro Martínez escribe una monografía sobre la actividad de los psiquiatras en la Argentina; descubre que alguien ha publicado un trabajo sobre la práctica privada de la psiquiatría y que el sector es más rico de lo que había pensado. Una grata sorpresa, pero que le exige dos días para leer el trabajo y concertar entrevistas complementarias. Liliana García realiza un estudio comparado de dos formas de tratamiento de drogadictos. Una institución le promete su colaboración. Pero cuando llega el momento de hacer el trabajo, se la niega. Hay que iniciar otras gestiones... Toda planificación debe prever de alguna manera estas eventualidades. Las sorpresas y los reveses se han de considerar normales. Revelan el estado del problema en estudio. En este sentido, se los puede analizar y utilizar como fuentes de conocimientos. No siempre son un drama.
9.5
El inevitable “último esfuerzo”
Cuando el trabajo se acerca a su fin, han pasado muchas cosas. Se ha reunido un cúmulo imponente de información. Se han resuelto problemas grandes y pequeños. Llega el momento de la puesta a punto del original. En ese momento “hay que tener muchas cosas en la cabeza”; es por eso que muy pocos escapan a ese período breve de trabajo intenso durante el cual la monografía se convierte en un pulpo que invade todos los rincones de la vida. Hay que preverlo y aceptarlo. En el fondo, no es tan desagradable.
9.6
Es mejor actuar que discurrir sobre el tiempo que pasa
Sin comentarios. 281
10.
CONOCIMIENTO DE IDIOMAS GOOD BYE! Dos palabras
Al emprender la realización de una monografía, se dispone de un equipaje lingüístico diversificado. Lo determina la propia historia y la formación. Las lenguas que uno domina definen el acceso a distintos campos culturales. La posibilidad de realizar un estudio puede depender del conocimiento de idiomas. Algunos ejemplos: •
La literatura indispensable puede estar escrita en otro idioma.
•
La población que se desea abordar habla otro idioma (por ejemplo, los estudios sobre inmigración).
•
En la zona geográfica donde se desarrollarán las investigaciones imperan las diferencias de lenguas. (Es el caso de regiones habitadas por indígenas).
Conviene anticipar el análisis de los problemas que pueden surgir de esas situaciones de hecho. A veces, el desconocimiento de una lengua impide la elección de un determinado objeto de estudio. Analice la situación con rigor. Por otra parte, se pueden refrescar los conocimientos adquiridos en la escuela. 11.
¿TRABAJO INDIVIDUAL O TRABAJO EN GRUPO? Por un camino escarpado, arenoso, penoso, expuesto al sol por todos los costados, seis caballos fuertes tiraban de un carro. LA FONTAINE
permitía al estudiante realizar un trabajo autónomo, bajo su responsabilidad, y recorrer así todas las etapas de una investigación. Esa situación cambió por obra de diversas circunstancias sobre las que no me extenderé. Hoy las posiciones son parcialmente distintas. Concretamente, algunas casas de estudios todavía exigen el trabajo individual. Otras lo prefieren, pero permiten el trabajo en grupo. Otras, en fin, prefieren y alientan esta última modalidad. Se han multiplicado los debates y han corrido ríos de tinta sobre esta cuestión. Considero que los dos tipos de monografía tienen ventajas e inconvenientes. Se trata de elegir la modalidad más adecuada con la mayor lucidez. Expongamos los datos del problema. En el cuadro de la página siguiente propongo un modelo de reflexión sobre las diferencias entre los dos tipos de monografía. Al leerlo, se verá que la presentación resulta limitada porque es muy esquemática. Todos conocemos la complejidad del trabajo en grupo. Sabemos que los cursos y sesiones que preparan a los integrantes para las actividades grupales florecen actualmente hasta constituir un mercado rentable. Los grupos de trabajo no están libres de imprevistos. Conozco monografías grupales que dieron lugar a matrimonios felices y otras que provocaron desavenencias profundas. No abundaremos en esto.
MONOGRAFÍA INDIVIDUALMONOGRAFÍA GRUPAL Ventajas e inconvenientes Dimensión
Individual
282
grupal
Limitada a los medios de una sola persona
Puede ser Mayor
Acceso a la
Limitada a la capacidad de una sola persona
Diversificación de las posibilidades de acceso
Opciones teóricas y metodológicas
Las opciones del investigador son determinantes
Es necesario llegar a un consenso
Manejo de la información
El investigador domina todos los datos
Se debe planificar y practicar la comunicación
Información
Durante mucho tiempo se consideró que la monografía era una actividad individual que le
Monografía
Amplitud
¿La unión hace la fuerza? Depende... 11.1. Interés y dificultades del trabajo en grupo
Monografía
Autonomía
El investigador tiene poder de decisión soberano
La negociación es una actividad permanente
Resistencia a las dificultades
Una dificultad importante puede hacer peligrar el proyecto
El grupo puede “enjugar” una dificultad
Visión global de la problemática
El investigador domina su monografía
Debe ser organizada como actividad permanente
Redacción
Más larga y más homogénea
Más breve; problemas de homogeneización
11.2. La planificación
Se imponen algunas señalaremos brevemente.
precauciones
No cabe duda de que la monografía en grupo requiere organizar la división del trabajo. Esta actividad debe definir: •
Las tareas a realizar en común;
•
Las que serán delegadas miembro del grupo;
•
Las modalidades de información al conjunto del grupo;
•
Las modalidades de control;
•
Las formas de comunicación que permitirán a cada uno conservar una visión de conjunto de la monografía.
b) En lo posible, cada miembro debe tener acceso en todo momento a la totalidad del trabajo realizado (la técnica del clasificador es particularmente útil para este fin).
11.3. Condiciones de dominio de la totalidad Para que exista un grupo de trabajo y, sobre todo, un trabajo en grupo, conviene proponerse una meta ideal: que cada miembro domine la totalidad de la monografía durante todas las etapas de su realización. Así mismo
debe
ser
d) Todos los capítulos deben ser discutidos en reuniones con todos los miembros.
11.4. Condiciones
cada
Esta tarea se debe de realizar al comienzo del proceso; no obstante, conviene repetirla cada vez que se realizan cambios significativos.
que
a) La elaboración del proyecto y de los planes es una tarea a realizar en común.
c) El plan de redacción sumamente explícito y detallado.
de la división del trabajo
a
es necesario que cada uno participe activamente de las etapas clave de la realización a fin de poder tomar parte en los trabajos de síntesis y elaboración de las conclusiones. Esto no va de suyo.
materiales de la colaboración
Los objetivos serán más accesibles en la medida que se creen las condiciones materiales que alienten el trabajo en grupo: •
Planifique encuentros regulares;
•
Evite los períodos demasiado prolongados entre reuniones;
•
Trate de reunir la documentación en un lugar fácilmente accesible a todos;
•
Asegúrese de que los documentos de trabajo puedan ser leídos por todos;
•
Tenga en cuenta explícitamente la diversidad de recursos materiales de cada miembro del grupo;
•
Tome en consideración la capacidad y los ritmos de trabajo de cada uno; etcétera.
283
•
En otras situaciones, el estudiante tiene una autonomía mayor para elegir a su director, quien a su vez integra el jurado que evaluará el trabajo.
•
Y existen intermedias.
11.5. Es difícil andar con cuentos
La monografía es una prueba implacable para un grupo. La simpatía es condición necesaria, pero no suficiente. Es inútil andar con cuentos, echar bajo el felpudo las diferencias, las dificultades, incluso los desacuerdos. Tarde o temprano afloran con mayor intensidad y pueden poner en peligro el éxito del proyecto. En el marco del trabajo grupal, la aplicación de la prueba presentada en el capítulo 4 es singularmente importante. sin caer en la indiscreción, es necesaria la máxima franqueza. Es la condición para reconocer las diferencias, aprovechar las competencias específicas de cada uno y gestionar saludablemente las concesiones inevitables.
muchas
situaciones
Por otra parte, en algunas instituciones los directores de monografía tienen muy poco tiempo disponible. En otras, la situación es más cómoda. A esto se suman todas las características individuales. En todos los casos, la elección de un director de monografía es un hecho importante; el éxito del proyecto puede depender de él en buena media. Si fracasa, casi siempre es el estudiante quien “paga los platos rotos”.
12.2. ¿Qué se puede esperar de un director de monografía? 12.
EL DIRECTOR DE LA MONOGRAFÍA
Todo el mundo quiere enseñar a hacer las cosas bien y nadie quiere aprenderlo.
J.-J. ROUSSEAU
12.1
Lo que está en juego
Por ser la monografía un acto de aprendizaje, es muy deseable recibir ayuda de una persona que pueda aportar su idoneidad y experiencia. En verdad, la mayoría de las casas de estudios prevén esta situación y designan directores de monografías. En la práctica, esta disposición puede tomar formas muy diversas según las instituciones. •
284
En algunos casos, el director de monografía es necesariamente el profesor de la disciplina a la que corresponde el tema elegido. El mismo profesor deberá evaluar el trabajo.
Desde luego, uno espera del director de monografía que lo ayude con idoneidad, amabilidad, paciencia, eficiencia, en una relación lo más transparente y cordial posible. ¡Es difícil comentar aquí tantos elementos! En cambio, expondré una lista de actividades y prestaciones que suelen ofrecer los directores de monografías. •
El director de la monografía puede aportar datos e ilustración para la elección del objeto de estudio. Llegado el caso, puede sugerir un campo de estudio particularmente interesante.
•
Puede participar en la aplicación de la prueba que permitirá evaluar la pertinencia del objeto elegido (véase el capítulo 4).
•
Puede ayudar a determinar el estado de conocimientos del objeto e indicar la bibliografía básica.
•
Puede ponerlo en contacto con personas que sirvan de fuente de información sobre el tema elegido.
•
Puede dar indicaciones metodológicas.
teóricas
y
•
Puede facilitarle el acceso a fuentes o instituciones, sea directamente o mediante cartas de recomendación.
•
Puede darle consejos sistemáticos sobre la evolución de la problemática elaborada.
•
Puede aconsejarlo sobre la realización “práctica” de la monografía. Este librito no es en absoluto suficiente, usted lo comprende, conviene afinar y adaptar estas consideraciones generales a las características propias del trabajo a realizar.
•
Puede hacer con usted los balances intermedios y asesorarlo en la planificación de las etapas.
•
Puede leer y criticar los primeros borradores para evaluar la unidad de la monografía.
•
Puede ayudarlo a resolver dificultades imprevistas e interpretar los descubrimientos, sobre todo cuando anticipan reorganizaciones importantes.
• •
problema sino que redacta una monografía, lo cual es muy distinto. Ya hablamos de su motivación al elegir un determinado objeto de estudio. La motivación del director no es menos importante. Ya que se habla de ello, dediquemos un párrafo a los “directores que explotan a sus estudiantes”, que se aprovechan de ellos para sus trabajos e investigaciones. Hay casos lamentables, sin duda infrecuentes, que no se deben confundir con las múltiples y felices colaboraciones que permiten realizar trabajos interesantes y de calidad. En las ciencias sociales, los campos son tan vastos, los terrenos sin cultivar tan abundantes, que hay lugar para distintas y fecundas formas de colaboración, incluso entre estudiantes y directores. Dicho esto, dótese de los medios para asegurar su libertad y autonomía, para dominar el trabajo que usted realiza. Este tema no debe ser tabú.
Puede corregir el original. Puede asesorarlo sobre la difusión de la monografía.
Observará que he utilizado la expresión “puede”; tal vez hubiera sido preferible escribir “debe”. Esta lista de tareas corresponde a una actividad intensa que requiere disponer de mucho tiempo. Con frecuencia, a los directores les sobra competencia y buena voluntad, pero les falta tiempo para ocuparse de todas estas tareas. En estas condiciones, es absolutamente indispensable poner en claro las formas de colaboración y la planificación de sus modalidades.
12.3. Formas de colaboración Algunas observaciones breves, al compás de los recuerdos.
12.4. La necesidad De un contrato explicito No se declare satisfecho con promesas vagas. Desde luego, en todas las formas de colaboración existe un componente aleatorio importante. No obstante, los socios deben estar unidos por una suerte de contrato, que podría incluir los puntos señalados en el capítulo 12.2. Como mínimo, debe incluir las siguientes cuestiones: Disponibilidad de tiempo, periodicidad de encuentros, el terreno que abarca la colaboración y los problemas que requieren acudir a otras fuentes. Una observación: de esta suelen nacer amistades sólidas.
colaboración
La colaboración debe estar dirigida tanto al contenido (la problemática) como a la manera de realizar el trabajo (metodología, técnicas). Las dos dimensiones son necesarias. Cuídese de los torrentes de buenos consejos y del estímulo fácil; usted no sólo aborda un 285
13.
¿PARA QUÉ SIRVEN LOS LIBROS?
No se debe ser totalmente ignorante sobre lo que contienen los libros. DESCARTES
utilizar para el análisis de los problemas más diversos (desde la familia con un solo padre hasta las perspectivas de la vejez). Los libros permiten conocer estas herramientas. Así mismo, cuando se quiere utilizar un cuestionario, pulirlo, preparar cuadros, en fin, realizar un estudio empírico, es útil, incluso esencial, tomar conocimiento de obras que proceden de la misma manera y cuyos autores han enfrentado las mismas dificultades.
13.1. ¿Qué es el
13.3. Para conocer los estudios realizados sobre temas afines
“estado de la cuestión”?
En la base de un libro suele haber otros libros. Lo mismo sucede con las monografías. Decíamos en el capítulo 3 que uno rara vez es el primero en abordar un problema o, más precisamente, que el campo temático que se trata de analizar ya está jalonado por estudios afines o “primos”, o bien se refiere a temas fundamentales sobre los cuales se han escrito bibliotecas enteras. Dadas las circunstancias, quien emprende la elaboración de una monografía debe estar al tanto del “estado de la cuestión”. ¿Qué significa esto? Que se inicia un proceso en dos dimensiones. Por un lado, debe conocer los trabajos realizados sobre el tema concreto de su monografía. Por el otro, debe tratar de conseguir las obras de síntesis dedicadas a los grandes temas que enmarcan la problemática elegida. Por ejemplo, se puede analizar la profesión del psiquiatra e indicar las perspectivas de su evolución. Para ello se necesitará una bibliografía sobre esa profesión. No obstante, será imposible realizar la monografía sin poseer informes sobre política sanitaria, la evolución de las profesiones sociales y asistenciales, la competencia de los poderes públicos, etcétera. Realizar estas tareas es ponerse al tanto del “estado de la cuestión”. Pero, ¿para qué más sirven los libros?
13.2. Para apropiarse de las herramientas teóricas y metodológicas Veamos un ejemplo. Está de moda aplicar la teoría de sistemas al estudio de los problemas sociales. Ahora bien, ésta se puede 286
El deseo de originalidad suele ser la base de la elección del tema. Sobre todo, es el caso de los que realizan una actividad profesional o tienen objetivos sociopolíticos. Sucede que no encuentran obras o artículos que traten sobre el tema elegido. No obstante, sin duda existen trabajos que podemos llamar “afines”. Cuando estudiamos la profesión de ergoterapeuta,1 descubrimos un estudio sobre los trabajadores de laboratorio, otro sobre los notarios, etcétera. De alguna manera, los libros nos permitieron tener acceso a trabajos y autores que se planteaban problemas afines al nuestro.
13.4. Para reunir documentación sobre los distintos aspectos de la monografía Sabemos que el tema de la monografía remite inmediatamente a temas centrales que saltan a la vista. Pero también existe un conjunto de temas anexos o conexos que ayudan a la comprensión del problema planteado. El tiempo para dominarlos es escaso. Los libros y artículos permiten reunir informes indispensables y, de esa manera, definir más exhaustivamente los contornos del objeto de estudio. No se puede analizar todo. Utilice el patrimonio legado por otros autores.
1
M. Dubochet y J.-P. Fragniere, Les Ergotherapeutes, Vevey, Delta, 1979.
13.5. ara definir un modelo
Si esta monografía es su primer trabajo importante, puede ser conveniente buscar uno o varios modelos. Una monografía que se destaque por su buena estructura y forma correcta. Uno o dos libros de estructura similar a la que usted quiere lograr. Evidentemente, no se trata de hacer una imitación sistemática; puede haber varios modelos. No obstante, he podido comprobar la utilidad de una lectura especial atenta de estas referencias. Para descubrirlas, pida asesoramiento a su director o sus amigos. Desde luego, los libros sirven para muchas cosas más.
14.
LA INVESTIGACIÓN BIBLIOGRÁFICA Los libros son como el fuego en el hogar: Uno busca lumbre en lo de su vecino,
14.2. Se construye en función del carácter específico del objeto Los primeros pasos de la investigación bibliográfica revelan que se ha escrito mucho sobre el tema que interesa. La definición del objeto proporcionará los criterios que permitirán realizar la selección. Pero, atención, no sea excesivamente rígido, déjese atrapar por documentos inesperados o insólitos. Hay que ser sistemático, pero a costa de suprimir la curiosidad creadora.
14.3.
Se construye en función De los recursos disponibles
La investigación bibliográfica requiere tiempo, viajes, correspondencia, compras. Para realizarla es esencial tomar en consideración todos estos elementos. Se necesitan recursos materiales. El conocimiento de idiomas es otro recurso. Finalmente, usted dispone de bibliotecas y centros de documentación. Sugiero que haga un inventario de todos estos elementos antes de iniciar su investigación bibliográfica.
La enciende en su casa, La comunica a otros Y ella pertenece a todos. VOLTAIRE
14.1. ¿De qué se trata? Los libros prestan muchos servicios, pero hay que buscar y hallar los más útiles, ya que todos los días aparece un cantidad enorme de obras y artículos en todos los idiomas. Es difícil encontrar todos los textos reunidos en un solo lugar, sobre todo cuando se trata de obras especializadas. Por consiguiente, la investigación bibliográfica consiste en identificar los libros y artículos apropiados para el estudio que se realiza y reunir la información que permita tener acceso a ellos.
14.4. Investigación en cascada Es muy raro que para escribir la monografía usted realice una investigación bibliográfica exhaustiva (en la medida que esto tenga algún sentido). En términos generales, usted deberá detenerse en algunos trabajos y artículos referidos a los aspectos principales de la monografía (véase el capítulo 15). Por otra parte, deberá conseguir los textos referidos al objeto de estudio específico. Llamo investigación bibliográfica en cascada al conjunto de trabajos que, a partir de un conocimiento limitado del tema, permitirán reunir el material más conveniente para la realización de la monografía. Evidentemente, hay distintas maneras de proceder; aquí se describe una a título indicativo.
287
Una aclaración importante Antes de iniciar una investigación bibliográfica hay que tener algún conocimiento del tema elegido. Si no, uno se ahoga rápidamente en un mar de referencias “que no le dicen nada”. Si ha elegido un tema nuevo (para usted), ante todo lea atentamente uno o dos libros para empezar a explorar el terreno. ¡Asesórese! La investigación bibliográfica viene después.
•
Los ficheros por autor permiten conocer las obras de un autor que, usted lo sabe, ha trabajado sobre su tema.
•
El fichero por materias permite descubrir obras y publicaciones sobre los distintos temas que hacen al objeto de estudio.
•
Las bibliotecas, y esto es muy importante, reúnen cantidades de referencias temáticas y de bibliografías especializadas en distintos campos (por ejemplo, “La inteligencia artificial”).
•
Por último, las grandes bibliotecas comienzan a utilizar juiciosamente la informática; se vinculan entre ellas y ofrecen servicios de preparación de bibliografías temáticas por medio de las computadoras. Están conectadas con importantes bancos de datos. Se realizan progresos importantes y muy veloces. Hoy el problema ya no es tanto el de obtener una larga lista de obras como el de elegir textos de calidad apropiados para la realización de la monografía. Hay que trabajar, explorar, tener olfato, buscar asesoramiento, etcétera.
Sigamos. a) Temas clave. Sobre la base de la definición del objeto (véase el capítulo 2), prepare una lista breve de temas clave que abordará en la monografía. b) Personas útiles. En lo posible, hable con una o dos personas que considere idóneas en el tema elegido. Presénteles su proyecto y la lista de temas clave, y pídales que le sugieran una bibliografía. c) Primeras lecturas. Reúna algunos de esos documentos (libros, artículos, expedientes, etcétera). Dé prioridad a los más accesibles, recientes y aquellos que sus asesores consideran importantes. Así tendrá rápidamente una “pila” de documentos para hojear de manera espontánea y, por qué no, desordenada. Concéntrese luego en las notas y bibliografías de esos textos. Sin duda, encontrará una gran cantidad de referencias, pero no serán tan abstractas puesto que podrá identificar obras y autores y, por consiguiente, comprender la importancia que tendrán para su monografía. Al cabo de esta operación, usted dispondrá no sólo de un conjunto de referencias sino también de pistas para su investigación. d) Bibliotecas. Probablemente usted ya haya recurrido a una biblioteca para conseguir la primera “pila” de documentos a partir de la información brindada por las personas consultadas. Pero su trabajo se veía facilitado porque usted tenía indicaciones precisas y su actividad se limitaba al retiro de documentos en préstamo. Las bibliotecas pueden ofrecer servicios complementarios.
288
Advierta que además de las bibliotecas existen los centros de documentación, tal vez menos conocidos que aquéllas pero que reúnen importantes colecciones de trabajos sobre temas precisos. Por ejemplo, el Centro de documentación de la Música Contemporánea de París reúne partituras y grabaciones de los compositores de nuestra época. El Centro de Documentación-Investigación del Instituto Nacional de Investigación Pedagógica, también en París, es un lugar de consulta sobre todo lo relacionado con las ciencias de la educación y la investigación en ese campo.
e) Bibliotecarios. No son “ordenadores de libros”. Su actividad los pone en contacto con un gran cúmulo de documentos y suelen poseer una vasta cultura. Demasiadas personas aspiran a que ellos les ahorren el trabajo de elaborar la bibliografía, como si fueran especialistas en el tema elegido para la monografía. Suele ser una ilusión, porque significa pedir lo imposible. En cambio, los
bibliotecarios saben guiar al investigador por los laberintos de acceso a los documentos que necesita. f) Plan de lectura. Al término de la exploración, conviene detenerse a elaborar un plan de lectura, a saber: elegir los textos a leer en función de los requisitos del objeto de estudio y el tiempo disponible. Ya se sabe: cada libro oculta otro, la lectura de un autor invita a la lectura de los análisis críticos sobre su trabajo. En esas condiciones, corresponde ser curioso y flexible. Dicho de otra manera, el plan de lectura se debe revisar; siempre hay que hacerlo para llevar a cabo el proyecto.
No obstante, algunas autorizan préstamos de libros a pedido.
Préstamos interbibliotecarios Si busca un documento (libro, periódico, tesis, microfilm, microficha, etcétera) que no se encuentra en la BU utilizada por usted, puede acudir al servicio de Préstamos interbibliotecarios o interuniversitarios.
Este servicio permite: g) Indicaciones prácticas. La investigación bibliográfica requiere un aparato de apoyo, por ejemplo, un fichero (véase el capítulo 7) o la introducción de hojas bibliográficas en el clasificador. Por otra parte, la mayoría de las bibliotecas tienen listas de centros de documentación especializados. Infórmese.
14.5.
Un ejemplo de investigación en una biblioteca universitaria (BU)
Inscripción En general, las BU están abiertas a todos, pero sólo pueden retirar libros a domicilio los estudiantes matriculados en la facultad de la cual depende la biblioteca.
Solicitar libros, tesis, periódicos, etcétera, a otros establecimientos, universitarios o no, nacionales o extranjeros;
•
Obtener fotocopias de artículos, periódicos y eventualmente de extractos de libros.
Los documentos sólo se pueden consultar en el lugar, y el servicio, así como las fotocopias, son pagos.1
(Esta información fue extraída de la documentación suministrada al autor por la biblioteca universitaria de la Universidad de París VIII. Las demás bibliotecas de este tipo suelen poseer documentación análoga). Las bibliotecas universitarias francesas son instituciones enciclopédicas que ponen a disposición del público un número importante de volúmenes.
•
14.6. Investigaciones Informatizadas de documentación Acceso a la información El número de documentos publicados – libros, revistas, artículos, informes, actas de congresos, despachos, etcétera- crece en progresión geométrica. Las bibliotecas más grandes poseen apenas una parte de la literatura; sus catálogos sólo incluyen las obras que poseen. Las bibliografías impresas se vuelven cada vez más voluminosas y su uso más incómodo. El acceso a la información choca con obstáculos difíciles de superar.
1
Hay que prever demoras de dos a tres semanas. 289
Bases de datos
puede ayudarle difíciles de hallar.
Desde la década de 1970, el desarrollo de la informática ha permitido la inclusión en computadora de centenares de ficheros bibliográficos constantemente actualizados y cuyas referencias suman ya decenas de millones. Cargadas en las memorias de los centros de cálculos de compañías intermediarias, estas bases de datos son accesibles por medio de la red internacional de transmisión de datos. Los programas de consulta permiten seleccionar rápidamente el conjunto de referencias que respondan a los criterios definidos por el usuario: autor, título, tema, año de edición, idioma, etcétera. La información obtenida se puede imprimir en el lugar o a distancia.
a
conseguir
No vacile en recurrir a estos servicios.3
15.
EL PLAN
Cuando observé que, entre las personas de idéntica capacidad, algunas eran muy pobres en tanto otras eran muy ricas, sentí asombro y pensé que el hecho merecía una investigación. Ahora bien, me pareció que aquello había sucedió naturalmente. El que había actuado sin seguir un plan había padecido por ello; pero el que había aprovechado su inteligencia para elaborar un plan había trabajado más rápida y fácilmente y de manera más beneficiosa.
Las BU ofrecen acceso a una gran cantidad de bases de datos bibliográficos disponibles en Europa y Estados Unidos.
JENOFONTE
Desarrollo de la investigación Después de una primera entrevista para definir los objetivos y temas de la investigación, el empleado de la BU prepara la estrategia: selección de bases a consultar y elección de los términos a utilizar. A continuación se ingresa desde la terminal, en presencia del usuario y con su colaboración. Las listas de referencias bibliográficas obtenidas e impresas a distancia son enviadas por correo. La envergadura de la investigación se ajusta a las necesidades del usuario y la investigación retrospectiva se completa mediante actualizaciones periódicas.
Acceso a documentos originales
Una investigación bibliográfica fructífera concluye con una lista de referencias. Para obtener los documentos originales2 o fotocopias de éstos, la biblioteca cuenta con recursos tales como catálogos, préstamos y el servicio interbibliotecario. La BU también
2
Se suele utilizar la expresión “documento primario” porque puede tratarse de una fotocopia. 290
documentos
Plan y planes La planificación del trabajo siempre es útil y acompaña cada etapa de realización de la monografía. Se materializa mediante la construcción de diversos instrumentos de trabajo que constituyen guías para la actividad, permiten clasificar la información recogida, garantizan de alguna manera la unidad de la monografía y que cada uno de sus elementos ocupe el lugar que le corresponde.
El plan no es un elemento rígido: es necesario revisarlo, modificarlo, transformarlo. Por consiguiente, me parece útil distinguir tres tipos de planes (o tres momentos en la evolución del plan de una monografía): el plan indicativo, el plan operativo detallado y el plan de redacción. Los describiré brevemente.
3
Son servicios pagos (en Francia cuestan en promedio de 300 a 800 francos).
El plan indicativo Se elabora al comienzo del trabajo, después de definir el objeto de estudio; deriva directamente de esta definición; en realidad, materializa y visualiza los aspectos principales de la monografía. Indicativo por definición, es más bien breve. Será necesario completarlo, transformarlo y afinarlo. Presenta una imagen inicial del trabajo a realizar y constituye una de las bases de las entrevistas a realizar con los asesores; por otra parte, permite organizar la investigación bibliográfica y planificar las etapas de realización del trabajo (véase el capítulo 6).
•
En lo posible, trato de planificar cada párrafo (con un subtítulo que puede quedar fuera del texto definitivo);
•
Redacto todos los títulos de la manera más explícita a fin de saber exactamente qué escribiré debajo de cada uno;
•
Preveo para cada capítulo y subcapítulo un número de páginas. Y sumo. No es lo mismo redactar diez líneas que diez páginas. Además, es apenas un compromiso provisorio que se puede rectificar en caso de necesidad o de un descubrimiento importante.
El plan operativo detallado Al servicio de la Al cabo de las primeras fases del estudio, se revisa y desarrolla el plan indicativo, enriquecido por los elementos recogidos de las lecturas. Se afina la percepción de los distintos aspectos de la monografía. Se puede elaborar el plan operativo detallado. Éste debe ser lo más explícito posible, con oraciones completas. Contiene la definición de las tareas a realizar para elaborar cada capítulo, incluso cada párrafo. En este sentido es ante todo un medio para planificar el trabajo y controlar su desarrollo. Aclaro que puede contener “zonas de sombra” correspondientes a problemas no resueltos.
Unidad de la monografía
Todos saben que ningún plan funciona a la perfección y que uno no debe aferrarse a él. No es necesario insistir en ello. Con todo, la planificación aumenta las probabilidades: •
De trabajar con mayor seguridad,
•
De evitar desviaciones inútiles,
•
De no perder de vista la unidad de la monografía,
•
De una mejor comunicación con coletas o asesores.
El plan de redacción Cuando el trabajo está bien encaminado y los documentos están reunidos, es el momento de iniciar la redacción. En primer término hay que releer atentamente todas las carpetas (el o los clasificadores) y elaborar el plan de redacción. Éste determina la forma definitiva de la monografía; ante todo, expone el trabajo realizado y los resultados obtenidos. Destaquemos dos de sus características: es explícito y detallado (lo más parecido a lo que efectivamente se escribirá). Por mi parte, trato de alcanzar esos objetivos por tres caminos:
Todo esto es sumamente importante para los que no pueden trabajar de manera continua. Hace poco, un estudiante me daba un manojo de hojas y me decía: “Aquí están los dos primeros capítulo; no hice un plan, pero lo tengo todo en la cabeza”. Este señor tiene mucha suerte.
291
16. ¿A QUIÉN ESTÁ DIRIGIDA LA MONOGRAFÍA?
d) Cuando realiza una investigación activa (véase el capítulo 5), la elección de la forma de comunicación es sumamente importante. Es parte del sentido mismo de la investigación.
Un autor de rodillas, en un prólogo humilde, al lector a quien aburre por más que implore piedad,
Sea como fuere, debe tomar estas decisiones antes de empezar a redactar la monografía.
nada obtendrá de ese juez irritado. BOILEAU
Son pocos los que no desean ser leídos por alguien, por algunos, por muchos. Esta ambición legítima, modesta al comienzo, crece al compás de los descubrimientos que permite la realización de una monografía. Dicho de otra manera, casi día a día.
Definición del banco ¿A quién se dirige el que escribe una monografía? ¿Al director? ¿Al jurado? ¿A los colegas? ¿Al medio profesional? ¿A... ¿ No es una pregunta trivial. La respuesta es de considerable importancia a la hora de elegir el modo de expresión y la redacción del texto. Trataremos de señalar algunas indicaciones que permitan responder a la pregunta, conscientes de que sobre el particular existen distintas opiniones. a) En general, diríjase a sus colegas y al medio profesional (actual o futuro), así como a profesionales de disciplinas afines. b) Evite redactar la monografía únicamente en función de su director o del jurado que la evaluará. c) Si piensa en un público más amplio, la monografía de 50 a 200 páginas no es ciertamente la forma de comunicación más apropiada. Piense en un artículo o un librito.
Consecuencias sobre la forma y las modalidades de expresión La definición del blanco –los lectoresafectará la manera de exponer la información y los razonamientos. No se debe suponer que los lectores saben tanto o más sobre el tema que el autor de la monografía. Tienen derecho a recibir cierta información general sobre el contexto del estudio, aclaración acerca de las fuentes y, en lo posible, que se evite un lenguaje excesivamente críptico. Desde luego, no es necesario definir todos los términos empleados. En cambio, es importante definir todos los términos técnicos que cumplen una función crucial en la exposición y el razonamiento. Cuando comienza la etapa de la redacción, usted posee un cúmulo de información y ha realizado varios análisis. Sus lectores no han hecho lo mismo; usted deberá proporcionarles todos los elementos para que puedan seguir la exposición. Escribir una monografía es comunicarse.
17. UNA AVENTURA DE JULES Asciende, desciende, va, viene, más alto, se alarga, vuelve a caer, se alza cadencioso. FLORIAN
292
Para hacer una pausa, propongo un pasaje de las aventuras de Jules Amiguet, tal como me las relató y comentó Martial Gottraux.1 Gracias a la buena influencia de su esposa Séraphine, Jules poseía bastantes conocimientos de agricultura biológica. Cuando paseaba por el campo le disgustaba ver los desastres causados por el abuso de pesticidas, insecticidas y desfoliantes. Por las noches soñaba con ello. Así, poco a poco, nació en él la idea de escribir. Tenía algo que decir y se puso a pensar seriamente en la redacción de un folleto contra los verdugos de la clorofila, como le gustaba llamarlo. No obstante, Jules había resuelto que antes de empezar a escribir, debía hallar el título definitivo de la obra. Solían verlo monologar mientras paseaba por el bosque de la Charpie. “Contra los verdugos de la tierra.” (¡No, demasiado violento!) “Prolegómenos para una desmistificación de la agricultura de gran rentabilidad”. (¡No, demasiado largo!) “Reflexiones sobre el problema agrario”. (No, me recuerda algo...) “La voluntad también...)
de
plantar”.
(No,
éste
La gente lo miraba con asombro cuando pasaba, recitando esa extraña letanía. Tuvo que cruzar veinte veces el bosque de la Charpie antes de comprender que no hallaría el título ideal. Empezó a dudar. -Si no encuentro el título, ¡cómo me va a ir con el resto! Por las noches soñaba con ese título. Pensaba en abandonar el proyecto, como muchos otros. Ya estaba a punto de hacerlo, cuando Séraphine encontró la solución. -¡No seas tonto, Jules! ¡No encontrarás el título de antemano! ¿Cómo pretendes nombrar algo que no existe? -Es verdad- pensó Jules con alivio. Ahora sí tenía derecho a escribir.
1
Marcial Gottraux, E.E.S.P., 1979.
“Ici
Pahud”,
mimeo,
Lausan,
La búsqueda del título suele ser la búsqueda de un signo que otorgue simbólicamente el derecho de escribir; de una prueba que nos demuestre que sabemos lo que vamos a escribir. Es como si un “buen” título convalidara de antemano lo que uno va a escribir. También es la búsqueda de confianza en uno mismo. Desde luego, es ridículo, pero también aleccionador. Quien se desvela por hallar el “buen título” antes de empezar, suele creer que el título le indicará lo que debe escribir. Esto produce catástrofes. Sentado pluma en mano, Jules contemplaba la hoja en blanco. Había dejado un espacio para el título que encontraría más tarde. En lo alto de la hoja había escrito “Página 1” en gruesos caracteres. Jules quería escribir. Se enfurecía al pensar en las imbecilidades del último tratado de agricultura científica de Víctor Sorguet. Ante su vista aparecían los campos de trigo sin pesticidas, y casi imaginaba que las espigas le agradecían su buena salud. Sí, todo cambiaría gracias a su libro. Jules sentía el hervor de la rabia en su interior, y cúmulos de argumentos acudían a su mente. Era como un nudo en la garganta, una excitación, como cuando se sube a la montaña rusa por primera vez. Pero el tiempo pasaba. Sin darse cuenta, en lugar de escribir, Jules soñaba con hacerlo. Confundía la voluntad de escribir, la conciencia de querer hacerlo, con el trabajo que ello requiere. Y el resultado era bastante curioso. Pensaba que el sueño era muy agradable y se bastaba a sí mismo. Pero la página seguía en blanco. Jules la miraba. Empezaba a odiarla. Su vacío acusador ponía en descubierto la ensoñación de Jules. Escribir le impedía soñar con escribir. Desde la hoja en blanco, Victor Sorguet parecía mirarlo con sorna. Presa de una rabia un poco culpable, Jules desgarró la hoja y la arrojó al cesto. “Es demasiado tarde para empezar esta noche...” Y fue a acostarse. Esa noche soñó que, armado con una lanza, derribaba al dragón Victor Sorguet y su yelmo era un libro (sin título). A sus espaldas, jovencitas de cabellos peinados en forma de espigas de trigo lo alentaban, sobre un fondo musical de trompetas. Evidentemente, Jules Amiguet había visto demasiadas películas al estilo de las de Cecil B. De Mille. 293
Todo esto demuestra que no se debe confundir la voluntad de escribir, la “sensación de que uno tiene algo que decir”, con el trabajo del escritor. No se deben confundir los intereses, en particular los afectivos, del escritor con el acto de escribir. No se debe identificar la voluntad de escribir con el método del escritor. La voluntad no basta. Inevitablemente, llega el momento en que uno se cansa de soñar. Así le sucedió a Jules Amiguet. Volvió a su escritorio y se enfrascó en su proyecto de escribir en serio. Puso manos a la obra. Todo marchaba bien. Al cabo de dos horas había borroneado veinte carillas Se sentía orgulloso. Generalmente, ése es el momento en que uno decide premiarse con una copa de coñac, una pipa e incluso una buena porción de torta casera. Y después se sienta cómodamente y lee lo que escribió. Fue una catarata de desilusiones. Un maremoto de desaliento. Estaba mal, muy mal. Era la confusión total. Jules atacaba a Sorguet, desarrollaba sus propias ideas, volvía a Sorguet, se repetía. El estilo era tosco. Bruscamente lo embargaron la furia y la desesperación. Arrojó las veinte hojas al cesto, se sirvió un buen vaso de jugo, lo bebió de un envión y se quedó con los ojos en blanco. “No tengo el don, de veras me falta el don, pero ¿cómo diablos lo consiguen ellos”. Ante sus ojos desfilaban los rostros de Félicien Roulleau, Rachel Palmier y otros que un buen día, de golpe, ascendieron al pedestal del genio. -No hay nada que hacer... Hay que tener el don- repetía Jules Amiguet, consolándose con la idea de que la naturaleza no lo había dotado de todo. Se hundía en una amargura serena, hija de la certeza de que uno no posee dotes naturales y que, después de todo, no hay nada que hacer, porque lo que la naturaleza no da... Una y otra vez, Jules fue al cesto, recuperó los papeles y los releyó para cerciorarse. -Pero no, es pésimo, es atrozmente malorepetía, cargando las tintas. Las desgracias de las que uno no está seguro son peores que las verdaderas. Fue a acostarse y esa noche no soñó. Hay sueños que uno no se atreve a soñar, y durante varios días Jules abandonó la idea de escribir su folleto. Los infortunios de Jules son consecuencia de varios errores de método. En primer lugar, 294
escribe sin un plan. Eso significa que no objetiva ni organiza racionalmente su argumentación. En esas condiciones, se priva de la posibilidad de enunciar una parte de la teoría que quiere exponer: la que expresa la articulación entre el conjunto de fenómenos y los hechos a destacar. Un plan es mucho más que un “artificio” para presentar el tema de la exposición; es una construcción teórica. En otras palabras, la naturaleza de los fenómenos a exponer impone un orden determinado. La verdad es que, en los hechos, Jules aplica un plan, aunque no es consciente de ello. Utiliza un método. Probablemente trabaja por asociación: tal cosa le “hace pensar” en otra. Pero evidentemente no sabe por qué. Por otra parte, probablemente confunde el “acto de escribir” con el momento de “producción de la teoría”. Es inútil querer escribir sin haber determinado la teoría. Escribir no es esencialmente un acto creativo; es la exposición de una creación anterior. Hagámonos una pregunta. ¿No ha caído Jules en la trampa de la representación social del “escritor”, un creador en el sentido de que existiría una identidad entre escritura y pensamiento? Esta ideología muy difundida toma la forma de la “teoría del don”. Algunos tienen el don de escribir y otros no. Se extrapolan las cualidades atribuidas a los “grandes” escritores de ficción a la literatura científica. Adviértase que Jules, disgustado con sus ensayos, arroja el trabajo al cesto. ¡Pobre! Así se coloca en la situación de reanudar su trabajo eternamente a partir de cero; un Sísifo de la escritura, si se quiere. Se priva de la posibilidad de descubrir en qué se equivocó, por qué su plan es poco claro, etcétera. Un análisis de sus primeros intentos le hubiera permitido identificar sus errores. Con frecuencia nos apresuramos a deshacernos de nuestros errores, aunque ellos podrían revelarnos el secreto de los medios para no cometerlos. En el caso de Jules, ese intento sería una pobre solución, un aplazamiento, una postergación. Para escribir un texto se requiere un plan de redacción preciso basado en todo un trabajo previo.
Decididamente, nuestro hombre es una máquina más sólida de lo que parecía. En efecto, era de temer que luego del primer revés, Jules se diera por vencido, se refugiara en la contemplación resignada de su fracaso, en la bioenergía, en fin, que abandonara la partida. Pero la sangre tira. Una mañana, Jules tomó el tren a la ciudad. Había que hacer las cosas como correspondía. Sin prisa, saboreándolas. El que quiere escribir no deja nada librado al azar, pensó. No se puede escribir de cualquier manera. Fue a recorrer los escaparates de las papelerías. Primero una lapicera, ¡pero no cualquiera! ¿Puede salir un libro de la punta de un bolígrafo? ¿Y plasmarse en papel borrador? ¡No! Respetar la escritura es amar sus instrumentos. En definitiva, la pluma no es sino la punta de lanza del espíritu, su prolongación. Tras mucho vacilar, Jules acabó por comprar una Paterwaf 1512, una estilográfica de doble entrada con control automático del nivel. Una estilográfica. No: una fiera salvaje, dispuesta a lanzarse sobre Víctor Sorguet. Jules volvió a su casa, puso el objeto sobre la mesa, se sentó. El ambiente en que se escribe... ¿Por qué escribir de espaldas al espacio, las flores, el aroma de los prados? Jules giró la mesa. Así quedó de frente al paisaje, los campos, las mieses, los árboles, todo lo que quería defender. La naturaleza era el público que lo alentaba, que aguardaba su obra. -Soy el Plastci Bertrand de la agricultura biológica- se dijo Jules Amiguet. Y se dispuso a escribir. Iba a estrenar la estilográfica, cuando advirtió que las chinches estaban desparramadas alrededor de su cajita abierta, impertinentes. Una distracción. Jules guardó las chinches en la caja y se puso a trabajar. Entonces sintió una extraña opresión en el diafragma, un cosquilleo en la úvula. -¡Qué sed que tengo! Se sirvió una buena copa de Côtes du Rhône, y por precaución dejó la botella al alcance de la mano.
-No está mal este Côtes du Rhône, pero es un poco ácido.
Se sirvió otra copa. Entonces advirtió que había caído la noche. Cerró la ventana, corrió las cortinas, se sentó. Lo inquietó la sensación de la puerta cerrada a sus espaldas: nuevamente giró la mesa y volvió a sentarse. Instalado por fin, se sirvió la última copa para señalar el fin de los preparativos. Se abocó al trabajo. Su pluma, sus dedos aguardaban. Él mismo esperaba que la pluma se pusiera en marcha. Algunos lo llaman la “angustia del escrito”. No era ése el padecimiento de Jules. Paulatinamente, la inercia de la pluma se trasladó a su brazo, su cuerpo, su cerebro. Comprendió que había bebido de más. Por un instante pensó en todo lo que su pluma se disponía a escribir. Luego se fue a la cama. Mañana será otro día...
Digamos unas palabras sobre lo que podríamos llamar el mito de las ceremonias del escritor. La conducta de Jules Amiguet no es excepcional. Muchos atribuyen gran importancia al ambiente en el cual escriben y a los objetos que utilizan. Por ejemplo, algunos no pueden escribir a máquina. Otros necesitan la noche, la soledad, un gato, la mesa del café, la música...
Constatemos ante todo que Jules atribuye a su entorno las cualidades del método que le falta. Eso se debe a su convicción de que la calidad del medio es condición suficiente para escribir bien, lo cual lo lleva a descuidar el aspecto metodológico. Desde luego, el medio y los objetos son importantes, pero hay que situarlos en su justo lugar.
El hecho de escribir siempre implica un desafío. De la escritura depende, por ejemplo, un éxito en la escuela, en la profesión, en la política, etcétera. En términos generales, escribir es afirmar un proyecto que existirá a los ojos de los demás y les pedirá su juicio. A veces es un medio de hacerse querer. Por eso resulta absolutamente normal que uno busque 295
seguridades ante el juicio ajeno, incluso que trate de protegerse de él. Pensar el texto antes de escribirlo es el medio para evitar le riesgo de escribir todo para encontrar satisfacción... en el propio pensamiento. Todo esto varía de un individuo a otro, según lo que está en juego, la propia personalidad, etcétera. Hay que reconocerlo y tenerlo en cuenta, pero es necesario distinguir estrictamente el método utilizado para realizar una obra de las estrategias empleadas para dominar los envites de la escritura. La pluma Paterwaf 1512 hubiera reconfortado anímicamente a Jules si él hubiera empleado un método racional para producir su libro.
existieran reglas sencillas y universales, todos las conocerían. Muchos ya conocen la experiencia de escribir; para otros es una novedad. Me arriesgo a hacer algunas sugerencias.
La extensión de las oraciones
Evite las oraciones demasiado largas. Son difíciles de manejar y no suelen ser claras. ¿Por qué no repetir el sujeto? ¿O reducir el número de frases subordinadas?
Volvamos a nuestro personaje. Jules no era de los que se hunden en la desesperación o se refugian en el fracaso. Comprendió que su manera de trabajar era una de las causas principales de sus titubeos y desilusiones. -Voy a empezar nuevamente de cero- dijo con sereno optimismo. Releyó un librito sobre método que le había prestado su amigo Bertrand. Días más tarde, tenía sobre su mesa un plan ordenado y detallado. Más tranquilo, consultó otras obras y volvió a examinar los materiales de tres carpetas gruesas que había reunido pacientemente el año anterior. Al cabo de algunas semanas de trabajo constante y sereno, se sintió preparado para emprender la redacción de su obra. Se dice que el libro de Jules arrasa con las ventas en todas las librerías, y que los artículos de Víctor Sorguet provocan sonrisas sarcásticas.
18.2. El uso de abreviaturas y códigos
El lector tiene todo el derecho de exigir un texto que sea comprensible sin recurrir a un diccionario de siglas y abreviaturas. Sugiero que las evite en lo posible. Utilice sólo aquellas que son ampliamente conocidas (por ejemplo, ONU) o las que se repiten muchas veces a lo largo de la monografía. Hace poco leí la frase siguiente: “Los ET y los TA crean una omisión en la ASE para analizar las propuestas de la CR”. Traducción: “Los ergoterapeutas y los terapeutas de animación crean una omisión en la Asociación Suiza de Ergoterapeutas para analizar las propuestas de la Cruz Roja”. Desgraciados de aquellos que no forma parte del grupo de iniciados capaces de realizar la traducción simultánea.
18. SUGERENCIAS PARA LA REDACCIÓN La escritura es la pintura de la voz. VOTAIRE Una cosa es saber a quién se dirige uno. Ahora hay que saber cómo escribir. No es un problema fácil de resolver. Acabamos de conocer las angustias de Jules Amiguet. Si 296
18.3. El sentido del párrafo La abundancia de párrafos y subtítulos, sobre todo cuando se trata de temas técnicos, siempre facilita la lectura. Recurra al punto y aparte para ayudar al lector a seguir el hilo del discurso. En cambio, evite la proliferación de enumeraciones o series de enumeraciones en
un mismo capítulo. Uno se pierde en ellas. En principio, utilice oraciones completas. Esto es esencial. Las oraciones completas permiten expresar el pensamiento íntegramente; la multiplicación de miembros de oraciones incompletas es un medio para no tomar posición.
18.4. La definición de los términos empleados La definición de los términos clave empleados en el estudio se hace más necesaria en la medida que uno quiere alcanzar a un público amplio y diversificado. Se puede colocar las definiciones en el texto o, si es necesario, en notas al pie. Si usted sabe que el significado de ciertos términos es objeto de polémicas, debe eliminar los posibles malentendidos. Haga una prueba: pida a un amigo que lea el primer capítulo que ha redactado.
18.5. La hoja en blanco El plan de redacción ya está preparado, es explícito y detallado. Usted acaba de escribir el encabezamiento de un párrafo en una hoja en blanco. Cree que sabe lo que escribirá. Pero no logra empezar. Pasan los minutos. Permítame una sugerencia. Tome otra hoja en blanco, escriba desordenadamente todo lo que le venga a la cabeza, luego relea esas frases y trate de ordenarlas. Entonces, vuelva a la primera hoja. Éste suele ser un buen recurso para destrabarse.
18.6. El uso de la puntuación Muchos consideran que la puntuación es la respiración de la frase; un elemento de claridad que permite aprender el orden, la hilación, las relaciones entre las ideas. Sería el arte de señalar en el discurso escrito, por medio de signos convencionales, las pausas en la lectura, ciertas modificaciones melódicas en la cadencia o aún ciertos cambios en el registro de voz.
En los hechos, la costumbre autoriza cierta amplitud en el uso de los signos de puntuación. Algunos autores son generosos en el uso de la coma, el punto y coma, los dos puntos; otros los emplean con moderación. Se sabe que Aragón rechazaba la puntuación cuando decía: “¡Todo el mundo trató de obligarme a usarla! Pero yo les gané por cansancio y ahora es asunto terminado”. Por ser la monografía un género particular, se diría que el buen uso de la puntuación puede facilitar la lectura y la comprensión. Por eso incluí un anexo con las reglas elementales de la puntuación. Para mayor información, consulte un buen diccionario o gramática (o lea e anexo de este capítulo).
18.7. La unidad de estilo Es un objetivo a alcanzar. Ahora bien, para muchos, la monografía es el primer texto extenso que les toca escribir. Por eso es probable y normal que aparezcan diferencias de estilo entre los primeros capítulos y los últimos. Es posible y aún necesario corregir este defecto; para ello se pueden revisar los primeros capítulos También se debe unificar los tiempos de verbo (el imperfecto, el presente, etcétera) y la extensión de las oraciones.
18.8. En caso de bloqueo El bloqueo existe. Antes de pedir ayuda, ensaye algunas soluciones sencillas: •
Relea el plan general y el capítulo que acaba de escribir;
•
Haga una pausa breve y trate de expresar libremente y por escrito el tema del párrafo que hasta entonces le resultaba imposible;
•
Pase a otro párrafo o incluso a otro capítulo;
•
Realice alguna tarea sencilla (numeración de páginas, verificación de citas, clasificación de documentos, etcétera);
•
Sin duda existen muchas otras recetas. 297
2) La coma
No olvide que un amigo o su director de monografía lo pueden ayudar.
Marca una separación débil. Separa: Evidentemente hay muchos otros problemas para abordar. Si bien la redacción debe ser lo más clara posible, no debe convertirse en una obsesión. La lectura atenta de un buen libro puede servir de estímulo. Haga la prueba. Además, es normal que la redacción de las primeras páginas resulte penosa. No olvide que en poco tiempo su pluma se va a destrabar y se va a volver mucho más dócil.
a) Las frases yuxtapuestas en una misma oración: Obstaculizan el tránsito, responden con grosería a los automovilistas que piden paso, asaltan a las mujeres que se atreven a cruzar esa esquina. (Vargas Llosa) b) Las frases subordinadas de la frase principal:
18.9. Anexo: Reglas de puntuación
En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor. (Cervantes)
Definición c) La puntuación es el conjunto de signos escritos que sirven para indicar las separaciones entre las oraciones de un texto, entre las partes principales de la oración y, por consiguiente, las pausas y suspensiones indispensables para el lector. Es uno de los elementos propios de los métodos de presentación gráfica de la frase fonética. Corresponde a las modulaciones, pausas y suspensiones de la voz que expresan los matices del pensamiento. Según el caso, separa o une los elementos de la oración. La puntuación es la forma más importante de la ortografía. Un texto mal marcado es difícil, incluso imposible de leer y comprender, porque se presta a errores de interpretación. Sin embargo, en cierta medida, la puntuación es personal y varía de autor a otro, al menos en los detalles secundarios (en este caso, suele unir más que separar los elementos aislados).
Los términos de una enumeración, sustantivos, adjetivos, verbos y adverbios:
Platero es (Jiménez)
pequeño,
peludo,
suave.
d) Las palabras destacadas, los incisos, los elementos explicativos de la oración: Yo vi tu atroz escama, Melusina, brillar verdosa al alba. (Paz) e) Todos los detalles de una descripción, de un conjunto de hechos; los matices de un pensamiento, agregados, restricciones, etcétera: Es evidente que estáis buscando a Brunello, el caballo preferido del Abad, el mejor corcel de vuestra cuadra, pelo negro, cinco pies de alzada, cola elegante, cascos pequeños y redondos pero de galope bastante regular, cabeza pequeña, orejas finas, ojos grandes. (Eco)
Empleo de los signos de puntuación 1) El punto Sirve para indicar que una oración ha terminado, que su sentido está expresado íntegramente.
298
f) Un sujeto de un complemento cuando el verbo es sobreentendido: Los ojos de él eran pequeños, los de ella, grandes.
7) Los puntos suspensivos
3) El punto y coma Es un signo más débil que el punto, pero más fuerte que la coma. Separa expresiones, distintas o próximas, de la misma idea o de ideas conexas:
Se colocan después de la última palabra de una oración incompleta: Uno aprende cosas, ¿no le parece? Como en la conscripción... (Cortázar)
Un solo género de vida interesa al siglo XVII, la vida de salón; no se admiten otros; no se pinta otra cosa. (Taine)
8) Los paréntesis Son un par de signos entre los cuales se coloca una proposición explicativa netamente separada del resto del texto.
4) Los dos puntos 9) Los corchetes Sirven para anunciar: Son una suerte de paréntesis trazados con líneas rectas.
a) una cita o discurso: De pronto dijo: -Quería hablarte. (Vargas Llosa)
10) La raya b) una explicación, enumeración, prueba o ejemplo: Países del Mercosur: Paraguay y Uruguay.
Argentina,
Brasil,
Se emplea: a) Para abrir y cerrar los parlamentos de dos o más interlocutores: -¿No me dice nada?- preguntó hoscamente Paula.
5) Los signos de interrogación
-No, nada. -Bueno, a lo mejor es preferible. (Cortázar)
Se colocan al comienzo y al final de las frases interrogativas. Si no lo pudohacer cuando sano y bueno, ¿cómo lo haría molido y casi deshecho? (Cervantes)
6) Los signos de exclamación Se colocan al comienzo y al final de las interjecciones y de las frases exclamativas en general: -¡Me dio una cólera cuando la vi llorando!dijo el Jaguar. (Vargas Llosa)
b)
Para destacar una explicación, una observación, un detalle sobre el cual el autor desea llamar la atención:
Las armas de fuego –preste mucha atención- jamás deben quedar al alcance de los niños.
11)
Las comillas
Se utilizan para enmarcar las citas, a veces se utilizan para abrir cada línea de un acita: 299
19.2. Citas, paráfrasis y plagio “No se cerraron sus ojos Un ejemplo
“cuando vio los cuernos cerca “pero las madres terribles
Durante la preparación de la monografía, usted leyó atentamente la obra de Michel Foucault, Vigilar y castigar. Le interesaron mucho sus tesis sobre el sistema carcelario. Tomó abundantes notas. Al redactar en sus palabras un párrafo que resume esas tesis, usted parafraseó el texto de Foucault. Esto es perfectamente legítimo, siempre que indique la fuente por medio de una nota.
“levantaron la cabeza”. (García Lorca).
19.
¿POR QUÉ Y CÓMO CITAR?
Ciertos autores, al hablar de sus obras, dicen: mi libro, mi comentario, mi historia... Sería mejor que dijeran: nuestro libro, nuestro comentario, nuestra historia, ya que en ellas hay tanto trabajo ajeno como propio. PASCAL
A veces es difícil distinguir el plago de la paráfrasis. No hagamos de ello una manía ni caigamos en la casuística. Hay dos principios sencillos: indicar las fuentes y ser precisos en el uso de las comillas y las notas.
19.1. ¿Por qué citar?
La mayoría de las monografías contienen citas de obras y documentos. Éstas se pueden clasificar en dos tipos: •
textos que serán objeto interpretación o un análisis crítico;
•
textos que servirán para sostener un punto de vista, confirmar o incluso demostrar una afirmación.
Por definición, una cita es la reproducción de un texto ajeno, atribuido explícitamente a la fuente por medio de comillas y una nota.
de
¿Conviene abundar en citas o ser parco en ellas? Depende del tipo de monografía. Cuando el análisis crítico ocupa un lugar importante, los autores y personajes puestos en tela de juicio merecen tener voz. Se los puede citar extensamente. No obstante, a veces la abundancia de citas es señal de pereza. El estudiante no se toma el trabajo de practicar la síntesis y delega esa tarea en el lector. Es verdad que pocos aceptan “tragarse” esas ristras de citas.
300
En cambio, si transcribe frases enteras de Michel Foucault sin emplear comillas ni citar la fuente, comete un plagio. Es poco recomendable. Usemos ampliamente los trabajos ajenos, cuyos autores los publicaron con la intención de que los leyéramos y aprovecháramos, pero démosle al César...
19.3. Ocho reglas para el uso de las citas
Veamos ahora algunas reglas prácticas para el buen uso de las citas.
a) Losa textos que son objeto de un análisis crítico se ha de citar extensamente.
b) Los textos que cumplen una función crítica se han de citar cuando poseen autoridad real o confirman explícitamente la posición del autor de la monografía.
c) Cuando se cita un texto, es lógico que el lector piense que el autor de la monografía comparte las ideas expresadas, salvo que diga lo contrario o emplee un tono irónico...
h) Las referencias bibliográficas deben ser precisas para que el lector pueda hallar fácilmente la obra y la página de donde se extrajo la cita.
20. EL USO DE LAS NOTAS
La naturaleza es un libro cuya verdad se encuentra siempre en la nota, jamás en el texto. d) En cada cita se debe consignar el autor y la obra de donde ha sido tomada, así como el lugar y el año de publicación.1 e)
En ciertas monografías muy especializadas y en temas muy técnicos es importante consignar la edición y el idioma original de la obra citada. No obstante, en general, conviene conservar la unidad lingüística y citar la edición leída. Si se cita en lengua extranjera, se debe incluir una traducción en nota al pie de página.
CHATEAUBRIAND
Sus lecturas le han permitido constatar que en todas las obras aparecen abundantes notas. Usted habrá observado que se las usa de distintas maneras, algunas muy complicadas. Tratemos de ceñirnos a lo esencial.
20.1. Tipos de notas f) Cuando la cita es breve (algunas líneas) se la puede insertar en el texto entre comillas. Cuando es más extensa, se recomienda “destacarla” mediante un margen izquierdo mayor o las bastardillas. g) Las citas se han de reproducir fielmente. Hay que evitar “corregirlas”, modificar su puntuación2 o subrayar ciertos términos.3 Las palabras o frases omitidas se han de reemplazar por el signo: (...).4
1 Se puede hacer mediante una referencia completa cuando se cita por primera vez o mediante referencias abreviadas si la obra ya ha sido citada (sobre el particular, véase el capítulo 20). 2 Si se descubre una falta de sintaxis, se debe reproducir y agregar un “sic” entre paréntesis. 3 Si se lo hace, hay que señalarlo en una nota. 4 Sobre el particular existen normas aún más sutiles que no indicaremos aquí. El lector puntillosos puede remitirse al código tipográfico.
He hablado muchas veces de las notas, sobre todo en el capítulo anterior, dedicado al empleo de las citas. En una monografía, las notas permiten aliviar el texto al proporcionar un conjunto de indicaciones técnicas o ampliaciones capaces de enriquecer la tesis general del estudio. Para empezar, abordemos dos problemas prácticos.
¿Dónde van las notas? Usted habrá visto que existen tres soluciones generales. Las notas al pie de página, las agrupadas al final de cada capítulo y las agrupadas al final de la obra. Las dos últimas soluciones generalmente obedecen a razones de economía. Yo soy partidario de las notas al pie de página, que corren el riesgo de ser leídas... al comentar una obra breve de la editorial. “Realités sociales” cuyas notas estaban agrupadas al final de cada capítulo, el crítico del diario Le Monde, Alfred Sauvy, dijo 301
con sorna: “notas sacrificadas”. Tenía razón.
lamentablemente
Sistemas de remisión Los textos suelen estar sembrados de signos que remiten a las notas. Algunos usan números, otros prefieren letras y otros, en fin, los asteriscos. Me parece que el sistema de números es el más sencillo y conveniente. No tengo nada contra los asteriscos. 20.2. ¿Para qué sirven las notas? Sin exagerar, las notas son útiles, pueden cumplir varias funciones. a) Indicar las fuentes de las citas (véase el capítulo 19). b) Proporcionar indicaciones bibliográficas complementarias. Usted conoce muchos textos que apoyan determinada afirmación suya, pero prefiere ser breve. Puede consignar las referencias en una nota. c) Remitir a otras obras. Usted analiza un problema y desea indicar a sus lectores la existencia de una obra que también lo aborda; hágalo en una nota con la indicación “véase”. d) Remitir a otras partes de su obra. Usted ya había abordado un problema en otra parte de la monografía. Dígalo en una nota. (Ejemplo: “véase capítulo x, página y”). e) Introducir una cita de refuerzo. Para aliviar el texto, usted incluye una cita en apoyo de sus argumentos en una nota al pie. f)
Desarrollar una afirmación. Usted incluye lo esencial en el texto y consigna los detalles o las explicaciones complementarias en una nota.
g) Relativizar una afirmación. Le quedan algunas dudas. Indíquelo en una nota. h) Dar indicaciones sobre una traducción. Ejemplo: usted traduce un texto oficial; indique en una nota: “traducción del autor”. 302
i)
Saldar deudas. Usted ha redactado un capítulo con gran ayuda y muchas sugerencias de un colega; una nota le permitirá indicar el hecho y agradecerle.
j)
Agregar consideraciones personales.
Desde luego, la lista no es exhaustiva.
20.3 El sistema de citas numeradas Se observará que la mayoría de las notas sirven para dar las referencias de las obras citadas. Lo que importa es informar al lector sobre las fuentes empleadas. Para ello, la mayoría de los autores emplean uno de dos sistemas: el de las citas numeradas o el de autor y fecha. Empecemos por el primero, que en mi opinión es el más claro y el menos engorroso. ¿Cómo se hace? Cuando se cita un autor en el texto, se coloca un signo, preferiblemente un número, después de las comillas de cierre; el signo remite a una nota al pie de página. Veamos un ejemplo de este sistema.
Ejemplo del sistema de citas numeradas El texto Hemos señalado varios problemas importantes. El primero se refiere al estudio del concepto de normalidad y, en particular, su independencia con respecto al concepto de estructura.1 El segundo se refiere al problema concreto de la psicosis infantil, sobre el cual Claudine y Pierre Geissmann publicaron un tratado muy detallado.2 Para tratar de comprender las innovaciones terapéuticas recientes, elegimos analizar un texto dedicado a la psiquiatría sectorial.3 Por último, en un mundo “que jamás fue tan racionalizado”4 consideramos útil dedicar muchas horas a la profundización de algunos temas filosóficos correspondientes a nuestro campo de actividad.5
Notas al pie de página 1
J. Bergeret, la personnalité normale et pathologique, París, Dunod, 1974. 2
C. Y P. Geissmann, psychose, París,Dunod, 1984.
L’efant
et
sa
3
L. Bonnafé, “La psychiatrie de secterur”, en: Informations psychiatriques, vol. 54, núm. 8, 1978, pp. 875-886.
bibliografía general al final de la obra. ¿Derroche de espacio y de energías? Los anglosajones han encontrado la solución racional con el sistema de autor y fecha. Algunos en Europa continental los imitan. ¿De qué se trata? En el texto, al final de cada cita, se indica entre paréntesis el nombre del autor, el año de edición, eventualmente una letra a, b, c, cuando se citan varias obras del autor aparecidas durante el mismo año y finalmente la página. La bibliografía general corresponde a este sistema, como se ve en el ejemplo siguiente. Reconozco que a mí no me atrae demasiado, pero ¡atención!, muchas de las mejores revistas lo emplean.
4
D. Janicaud, La puissance du rationnel, París, Gallimard, 1985, p. 12. 5
Esencialmente psiquiátricas.
las
Ejemplo del sistema de autor y fecha El texto
instituciones
Bibliografía al final de la obra BERGERET, Jean, La personnalité ormale et pathologique, París,Dunod, 1974. BONNAFÉ, Louis, “La psychiatrie de secteur”, e: Informations psychiatriques, vol. 54, núm. 8, 1978, pp. 875-886. GEISSMANN, Claudine yPierre, L’enfant et sa psychose, París, Dunod, 1984.
Hemos señalado varios problemas importantes. El primero se refiere al estudio del concepto de normalidad y, en particular, su independencia con respecto al concepto de estructura (Bergeret, 1974). El segundo se refiere al problema concreto de la psicosis infantil, sobre el cual Claudine y Pierre Geissmann publicaron un tratado muy detallado (Geissmann, 1984). Para tratar de comprender las innovaciones terapéuticas recientes, elegimos analizar un texto dedicado a la psiquiatría sectorial (Bonnafé, 1978). Por último, en un mundo “que jamás fue tan racionalizado” (Janicaud, 1985, p. 12), consideramos útil dedicar muchas horas a la profundización de algunos temas filosóficos correspondientes a nuestro campo de actividad.1
JANICAUD, Dominique, La puissance du rationnel, París, Gallimard, 1985. (Véanse los principios básicos de presentación de la bibliografía en el capítulo 21).
Nota al pie de página 1
Esencialmente psiquiátricas.
las
instituciones
20.4. El sistema de autor y fecha Bibliografía al final de la obra Algunos consideran que el sistema de citas numeradas tiene un defecto grave. Les parece pesado porque produce dobletes: cada obra es descrita en detalle en una nota y luego en la
BERGERET, Jean(1974): La personnalité normale et pathologique, París,Dunod. 303
BONNAFÉ, Louis (1978): “La psychiatrie de secteur”,en: Informations psychiatriques, vol. 54, núm. 8, 1978, pp. 875-886. GEISSMANN, Claudine y Pierre (1984): L’enfant et sa psychose, París, Dunod.
profundicen en el tema, es útil indicar las fuentes, así como las obras que echan luz sobre éste. Hay muchas maneras de hacerlo. Pero ante todo, ¿qué contiene la bibliografía?
JANICAUD, Dominique (1985): La puissance du rationnel, París, Gallimard.
20.5. Dos observaciones Terminaré este capítulo condos observaciones que tal vez no estén de más. a) No dé referencias sobre conceptos conocidos por todo el mundo (o casi). Es inútil citar a un autor para recordar que París es la capital de Francia o que Julio César conquistó la Galia. No atribuya a un autor una idea que éste presenta como concepto ajeno. Marx cita a Ricardo con frecuencia y con toda precisión. Cuídese de las confusiones. b) Cuando mano”, Citado política, 183.
21.
toma una cita “de segunda dígalo en una nota. Ejemplo: en J. Lagroye, Sociología Buenos Aires, FCE, 1994, p.
Todos los documentos citados en la monografía.
•
Estudios no citados por usted, pero que conciernen directamente a un aspecto del tema tratado.
•
Estudios de interés general que han dejado huella en su campo de estudio; pero, atención, no exagere. No mencione todos los clásicos. Incluya solamente los trabajos que usted ha leído o por lo menos hojeado o consultado.
21.2. ¿Dónde va la bibliografía? Depende de su extensión. Si comprende menos de veinte títulos (incluyendo todas las categorías), colóquela al final de la monografía. Esta solución también es válida para una bibliografía más extensa. Algunos autores prefieren otra disposición. Al final de cada capítulo incluyen la bibliografía correspondiente al tema allí tratado2 y ponen la bibliografía general al final de la obra. En todos los casos, los criterios básicos son la claridad y la coherencia.
¿QUÉ ES LA BIBLIOGRAFÍA?
En fin, mientras tengamos libros no nos ahorcaremos.
publicados,1
•
21.3. Organización de la bibliografía A partir de que la bibliografía alcanza cierta extensión, se plantea el problema de cómo organizarla. Veamos algunas soluciones posibles.
MADAME DE SÉVIGNÉ
21.1. ¿Qué es la bibliografía? Al escribir su monografía, usted se ha inspirado en muchos libros, artículos y trabajos. Para que su estudio sea verificable y también para permitir que sus lectores 304
a) Clasificación por orden alfabético de autores. Todos los textos están reunidos en una sola lista. El orden alfabético permite hallar fácilmente al autor que uno conoce. En este caso, el contenido de los textos no es criterio de clasificación. 1
Libros, artículos de publicaciones, informes, textos de leyes, etcétera. 2 En ciertos casos, sobre todo en el campo jurídico, esta bibliografía encabeza el capítulo.
b) Clasificación por tipos de documentos. Algunos prefieren organizar su bibliografía de acuerdo con las características formales del texto (libros, artículos, informes, textos de leyes, etcétera). Esta solución puede ser de algún interés, sobre todo para los trabajos relativamente técnicos. c) Clasificación por temas. Se establece un cierto número de temas centrales como criterio de organización del conjunto de las referencias. En este caso, la bibliografía comienza generalmente con una categoría titulada “Obras generales”. Dentro de cada tema se clasifican las obras por orden alfabético. Cuando la bibliografía comprende más de treinta títulos, esta solución es la más útil y conveniente para el lector. No olvide que la bibliografía suele ser el primer elemento que llama la atención de los lectores. Allí pueden descubrir los primeros errores. Y empezar a formarse un juicio.
21.4. Principios básicos de presentación En general se pueden emplear estos tres modelos básicos. Para un libro Apellido, Nombre, Título de la obra,3 volumen, número, fecha de aparición, Editorial, páginas.
Para un colectiva
artículo
publicado
en
una
obra
Apellido, Nombre, “Título del artículo”, en: Nombre y apellido del compilador o coordinador con la aclaración entre paréntesis de su función (comp..), Título de la obra colectiva (Enciclopedia, Actas de un congreso),3 Lugar de edición, Editorial, Año de edición, páginas.
22. LA PUESTA A PUNTO DEL ORIGINAL Ha llegado el momento de vencer o morir. NAPOLEÓN BONAPARTE Se acerca el fin.
22.1. ¿Qué es la puesta a punto del original? Cuando la redacción está terminada (o casi), uno siente deseos de festejar; se regala una escapada; descorcha una botella de sidra. Sin embargo, falta poner a punto el original. No es una tarea menor. Hay una multitud de detalles pequeños a modificar, eliminar, ajustar... Este trabajo puede llevar mucho tiempo si no se procede de manera sistemática. Este capítulo pretende darle algunas indicaciones para facilitar y abreviar la última etapa de la redacción.
Para un artículo de revista 22.2. ¿Cuándo Apellido, Nombre, “Título del artículo, Nombre de la publicación,3 volumen, número, fecha de aparición, Editorial, páginas.
3
Si dispone de subrayado emplee 3 Si dispone de subrayado emplee
los medios técnicos, en lugar del itálicas (véase el capítulo 20). los medios técnicos, en lugar del itálicas (véase el capítulo 20)
se realiza la puesta a punto? Anteriormente (capítulo 7) señalé la importancia de darle el “toque final” a cada etapa de realización de la monografía, sobre todo en los aspectos técnicos. Entonces, llega un momento en que todos los capítulos están redactados, incluidos la introducción y las conclusiones. Usted se encuentra frente aun 305
manojo de hojas numeradas al que debe transformar en un documento transmisible y, en lo posible, libre de errores. Sugiero dejar la puesta a punto del original para el final, una vez terminada la redacción. Concretamente, se trata de releer todo y llenar las “lagunas”. Así evitará volver una y otra vez sobre lo mismo.
•
Cada mapa, dibujo y fotografía debe ir acompañado por una leyenda;
•
Si los derechos de reproducción están reservados, debe obtener la autorización correspondiente;
Una observación importante: para muchos, la redacción de la monografía es su primer trabajo literario de cierta envergadura. En esas condiciones es posible, incluso probable, que ciertos capítulos le parezcan “malos”, incoherentes, inaceptables... Hay que redactarlos de nuevo. Es normal. Hágalo inmediatamente, luego pondrá a punto el original.
•
Elija bien el lugar de inserción y mencione la ilustración en algún lugar del texto.
22.3. Títulos y subtítulos Durante la redacción, incluyó una serie de títulos y subtítulos. Con algunos quiso indicar un tema, con otros expresar un sentimiento. ¿Qué le parecen en el marco de la obra en su conjunto? ¿Presentan el contenido de cada parte y a la vez la organización global del trabajo? ¿Son demasiado elípticos? ¿Demasiado largos? ¿Incomprensibles? ¿Insuficientes? ¿Inútilmente provocadores? ¿Aburridos? En fin, se impone un ajuste final. A esta altura también cabe preguntarse si determinados pasajes no son demasiado largos y si no convendría volverlos más accesibles para el lector mediante la introducción de subtítulos.
22.4. Ilustración de la monografía Durante mucho tiempo las monografías presentaron un aspecto excesivamente austero, sin duda porque los medios para insertar ilustraciones eran inaccesibles. En la época de la fotografía, la fotocopia con reducción y los programas informáticos de elaboración de gráficos, es posible e incluso deseable ilustrar el texto. Relea el original para estudiar la posibilidad de incluir mapas, croquis, fotos, de reemplazar una tabla estadística por un gráfico más elocuente. Se imponen algunas precauciones:
306
En la era del CD ROM, el scanner y los programas informáticos de tratamiento de la imagen, el espectro de posibilidades es cada vez más amplio. Y si usted ingresa en el universo de la Internet, su esfuerzo principal consistirá en elegir, y en hacerlo bien.
22.5. Presentación de cuadros y gráficos El texto debe estar dedicado principalmente al desarrollo del discurso. Por consiguiente, evite sofocar al lector bajo un cúmulo de enumeraciones cuantitativas o de cifras. Aquí se impone una observación: ciertos cuadros de cifras son tan enormes que conviene remitirlos a un anexo y reemplazarlos en el texto por un gráfico o una ilustración que destaque los aspecto significativos de la información que usted desea transmitir. La puesta a punto de los cuadros e ilustraciones no es una tarea sencilla. Hay que tener en cuenta un conjunto de detalles que los vuelven legibles y claros. No podemos abordar todos los problemas técnicos en este capítulo. Remítase a las obras de consulta y hágase asesorar por el director de monografía. No obstante, sugiero que se haga las siguientes preguntas: •
¿Los cuadros y las ilustraciones están numerados? ¿El título de cada uno es completo y explícito?
•
¿La indicación de fuentes es exhaustiva y precisa?
•
¿Por qué medios se reproducirá el cuadro?
•
¿Conviene presentar una lista de cuadros e ilustraciones al final de la obra?
22.6. Anexos Al redactar la monografía, usted tuvo que elegir. “¿Realmente hay que resumir este documento? ¡Es tan interesante!” “Esta entrevista merece que se la reproduzca íntegramente”. “Estos dos cuadros son muy ilustrativos”. “El organigrama y los estatutos son esenciales para comprender esta institución”. Pero usted decidió excluir estos documentos del texto a fin de darle agilidad, fluidez y cierto equilibrio. Puede incluirlos como anexos. Algunas sugerencias:
•
La extensión de los anexos depende de su contenido y de tipo de monografía. Pero no exagere; si no, nadie los leerá ni consultará.
•
Preséntelos de la manera más explícita (numeración, título, inclusión en el índice).
22.7
Terminación de la monografía
En la lectura de libros y monografías, usted pudo constatar que antes del texto propiamente dicho generalmente se incluyen algunas páginas introductorias; en particular la portadilla del título, los agradecimientos y eventualmente un prólogo. Hay que poner a punto esos detalles de la “terminación”. La redacción de los agradecimientos suele ser una tarea grata. Las claves son la autenticidad y la discreción. Y además, cualesquiera que sean sus méritos, no exagere en los elogios a aquellos que no han hecho más que cumplir su deber profesional.
22.8
Normas institucionales
La mayoría de las casas de estudio promulgan reglamentos para la realización de
las monografías. Éstos suelen incluir normas sobre esas primeras páginas. ¡No las olvide!
22.9. Foliación e indicaciones A esta altura se puede realizar la foliación definitiva del documento. Lo mejor es numerarlas con cifras arábigas de la primera a la última página. (Habrá observado que los libros suelen emplear distintos estilos de numeración, pero eso es otra cosa). El problema de las indicaciones le causará más de un dolor de cabeza. Ejemplo: la nota, “Para mayores detalles, véase capítulo 4, página 69”. Las referencias de esta clase sólo se pueden poner a punto después de la foliación definitiva. Yo suelo subrayar estas cifras para que resalten durante la lectura final y puedan ser corregidas. En general, las versiones recientes de los procesadores de textos proponen soluciones para salvar este problema. 22.10. El índice Hay que prepararlo con cuidado. Es una parte del documento que será leída y consultada. Comprende la lista de títulos de capítulos y secciones, numerados y con indicación de página. Su función es esencial: le da al lector una visión global del contenido de la obra y le permite llegar rápidamente a la parte que le interesa. Es lo que hay que tener en cuenta al prepararlo. Usted debe decidir. Si ha dividido los capítulos en muchas secciones, tal vez prefiera no incluirlas todas en el índice. Por ejemplo, en esta obra, que contiene más de veinte capítulos, el índice no incluye todas las subsecciones. ¿Dónde conviene colocar el índice? ¿Al comienzo o al final de la monografía? Algunos preferimos encontrarlo al final. Es una tradición en los países francófonos. El mundo anglosajón escoge ubicarlo al comienzo. Esta norma está ganando terreno. 22.11. Relectura del original Una vez realizadas todas estas tareas, se impone la relectura completa del original. Lo 307
mejor es releerlo dos veces. Es una actividad compleja que exige concentración. Conviene hacerlo en un momento en que uno está bien dispuesto a ello y en un lapso breve. En efecto, por razones fáciles de adivinar, releer es “tener casi todo en la cabeza al mismo tiempo”. Tratemos de hacer una lista (sin duda, incompleta) de los problemas que deben interesarnos al releer nuestro trabajo. a) ¿Los títulos subtítulos son explícitos? La mejor manera de controlarlo es mediante una lectura de corrido del original. b) A la caza de repeticiones inútiles. Generalmente, la redacción de una monografía se realiza a lo largo de un período relativamente extenso. Por lo tanto, las repeticiones son inevitables. ¿Cuántas se justifican? ¿Participan activamente de un razonamiento? ¿Son indispensables para la presentación de las conclusiones? Algunas son inútiles. Crean la impresión de una falta de continuidad; pueden impacientar al lector; hay que eliminarlas. c) Los enlaces. Usted escribió los textos en distintos momentos. Serán leídos de manera continua... tal vez. Los enlaces deben ocupar su lugar y ser ágiles.
d) La numeración. Suelen aparecer errores en la numeración de capítulos y párrafos. Hay que prestar mucha atención para eliminarlos.
en la pedagogía. Es verdad que muchos rechazan su opinión; él agrega: “La mejor manera de condenar una reforma escolar es afirmar que tuvo por consecuencia una crisis de la ortografía”.2 Usted decidirá. La puntuación facilita la lectura del texto; permite cierta fantasía. Consulte una buena gramática. (Véase también el capítulo 18). Sin duda, usted dispone de un programa de corrección que asegura los análisis ortográfico y tipográfico. Para la última versión de esta obra, yo empleé ProLexis. Si bien su rendimiento es notable, eso no me ahorró una relectura atenta.
g) Las palabras “malditas”. Todos tenemos malos hábitos, que no podemos evitar aunque los conozcamos: esas palabras que siempre escribimos mal, ésa que repetimos inútilmente cuatro veces en un mismo párrafo. Hay que erradicar esos errores, y no es fácil. Los programas de corrección le facilitarán la tarea, pero no lo detectan todo en los documentos que utilizan un lenguaje especializado.
h) Las palabras y frases subrayadas. Usted quiere destacar ciertas palabras, frases o incluso oraciones completas. Subráyelas durante la puesta a punto del original. En la composición (o formateado) definitiva pueden ir en bastardillas o en negritas. Atención: no hay que exagerar. Con el exceso de subrayados nada queda destacado y se dificulta la lectura.
e) La precisión. No es fácil ser preciso con las notas y referencias. La falta de las debidas precauciones durante la redacción del texto se paga luego con fatigosas pesquisas.
22.12. Indicaciones para la composición Lo realice el autor mismo o una persona por encargo, la composición de la monografía exige preparativos.
f) La verificación de la ortografía y la puntuación. “¿Cuándo dejaremos de confundir el dominio de la lengua con el dominio de la ortografía? La relación entre ambos es muy débil”.1 Así se expresaba recientemente Georges Panchaud al finalizar una larga carrera
En particular, conviene: •
Definir estilos (caracteres y formatos), sobre todo para los títulos;
1
G. Panchaud, Ces imposibles reformes scolaires, Lausana, Réalités sociales, 1981, p. 68. 308
2
Idem.
•
Señalar los elementos especiales (citas, gráficos, cuadros, etcétera).
lectura de la monografía y están dispuestas a adquirirla?
23.3 Por último, usted experimentará sin duda un real placer al dar forma a su obra a fin de imprimirle su sello.
23.
INDICACIONES PARA
LA DIFUSIÓN DE LA MONOGRAFÍA
Un lector trata a los libros como un ciudadano a los hombres: uno no vive con todos sus contemporáneos, sino que elige algunos amigos.
Niveles de difusión
En efecto, se niveles de difusión.
pueden
prever
distintos
a) La difusión mínima. Comprende los ejemplares exigidos por los reglamentos y algunos para entregar a personas allegadas que los hayan solicitado. En general, esto representa menos de diez ejemplares. b) La difusión restringida. Se extiende a un cierto número de personas e instituciones interesadas en el objeto de estudio. La información se transmite por contacto directo. La tirada varía entre veinte y cincuenta ejemplares.
VOLTAIRE
23.1
El deseo de difundir
La monografía está terminada. Parece muy interesante; pone en evidencia los aspectos más significativos de una dimensión de la realidad social. Es lógico que usted quiera que se conozcan. Es un sentimiento que se debe tomar en serio, sin inhibirlo con reflejos de “modestia” que en este caso no deben cumplir un papel importante. Conviene estudiar la situación con lucidez y buscar los consejos apropiados.
23.2
La oportunidad de difundir
Cuando una monografía es aceptable, a menudo es oportuno difundirla, salvo en el caso excepcional de que la información y los análisis puedan perjudicar a determinadas personas... lo cual no tiene nada que ver con la crítica fundamentada y necesaria. Queda por determinar la amplitud de la difusión, lo que significa responder a una pregunta difícil: ¿qué personas pueden encontrar útil e interesante la
c) La difusión institucional. Una asociación o institución interesada en su monografía la da a conocer a sus miembros y corresponsales. Tal vez invite al autor a presentar su estudio. Esto representa una tirada de cincuenta a doscientos ejemplares. d) La publicación. En algunos casos se considera que la monografía interesará a un público más amplio, al cual la información no le llegaría por vías directas o institucionales. Entonces se puede pensar en publicarla, pero evidentemente hay que tener en cuenta las dificultades de semejante empresa. La publicación de una monografía en forma de libro, aunque cuente con una subvención, requiere un mercado de por lo menos mil compradores (no de lectores). ¡Es mucho! Tómese como ejemplo a usted mismo: compare la cantidad de libros que leyó o consultó con el número de los que compró. Piense también en la cantidad de libros disponibles en el mercado y colóquese en el lugar del editor... Además, no olvide que una buena calificación del jurado no equivale a un “imprímase”; la preparación de un libro exige un trabajo adicional de reelaboración del original; es un esfuerzo nada despreciable, ya que el público al que se dirige el libro no es necesariamente el mismo al que estaba destinada la monografía (véase el capítulo 16). 309
No obstante, he constatado que algunas monografías publicadas y difundidas recibieron una buena acogida por parte del público. Por eso, la publicación no es una eventualidad a excluir, sino a analizar con rigor. Así mismo, hubo autores convencidos de que su obra interesaría a las multitudes; su desilusión fue muy grande.
23.4
Requisitos técnicos
Los medios de reproducción de documentos se multiplican y evolucionan vertiginosamente. El “borrador” terminado está lleno de tachaduras, pegotes, etcétera. ¿Qué hacer? En general, usted deberá: a) Presentar una versión “en limpio” al jurado que evaluará la monografía, y b) Prever desde ya el tipo de difusión que quiere darle a su trabajo. El procesamiento de textos elimina muchos de esos problemas, pero es muy útil contemplar las cuestiones técnicas lo antes posible. El resto corresponde a sus lectores.
CONCLUSIÓN
No es sino al comienzo del crepúsculo
permitirse un error. Sin embargo, casi todo el mundo conduce un auto, y el número relativamente limitado de accidentes de tránsito demuestra que la mayoría de los conductores sale con vida.”1 Viva el tiempo de la monografía como una aventura, una sucesión de descubrimientos, un período de enriquecimiento de su capacidad, de superación de sus conocimientos anteriores. Sentirá placer al hacerlo, y ése es el mejor ambiente para apreciar e arduo trabajo que exigirá la empresa. Es el mejor estado de ánimo para afrontar las dificultades que no dejarán de presentarse, para superar las inevitables fricciones sectoriales y sobrellevar la monotonía de ciertas tareas. Si usted considera de entrada que se trata de un rito sin importancia ni interés, corre el riesgo de derrochar un tiempo precioso y, en definitiva, perder algunos meses. La elaboración de la monografía es el descubrimiento lento y estimulante de un aspecto de la realidad; a veces el apetito se abre comiendo, entonces hay que sentarse a la mesa. No son pocos los que, al cabo de sus esfuerzos, se sienten “desengañados para bien”. Para ellos, la monografía será durante mucho tiempo un documento de referencia, un instrumento de trabajo, un punto de apoyo para la realización de otras tareas del mismo tipo en el marco de su actividad profesional. Muchos descubren su capacidad para construir una problemática, desarrollar una reflexión, manipular eficazmente un gran volumen de información y dominar la comunicación escrita. La monografía no es una panacea, los milagros son escasos, no hay que esperar lo imposible; no obstante, al término del trabajo, usted no será la misma persona que al comienzo.
cuando el búho de Minerva alza el vuelo. HEGEL Tal vez la lectura de este libro le dejó la impresión de que “todo esto es muy complicado”. No olvide que en realidad, usted sabe muchas cosas. Para algunos, el contenido de estas páginas es apenas un recordatorio sistemático. Usted utilizará esta información en el momento deseado, en las etapas sucesivas de elaboración del estudio. “Cuando un automovilista reflexiona sobre sus propios gestos, descubre que es una máquina prodigiosa, que en una fracción de segundo toma decisiones de importancia vital sin poder 310
Por otra parte, he observado con frecuencia como una monografía despertaba el deseo de obtener una formación complementaria y permanente y constituía la base de una actividad intelectual regular, compañera refrescante y necesaria de toda actividad profesional. Dicho esto, una vez entregada la monografía, no olvide descorchar una botella con los amigos y tomarse unas merecidas vacaciones. No es imposible que en la playa usted quiera volver a hojear esas páginas que ya le son familiares. ¿Por qué no?
1
U. Eco, ob. Cit., p. 247.
COMPRENSIÓN Y PRODUCCIÓN DE TEXTOS
mercancías presentes en el mercado y las requeridas por el público. Desde esta perspectiva la publicidad se clasifica como:
Gracida Juárez, Isabel y Austra Berta Galindo Hernández (coord.)
•
Material: alimentos, perfumes.
•
Cultural: cuando vende libros, revistas, videos, música, arte.
•
Personal: cuando difunde cantantes, actrices, personajes del mundo social.
•
De servicios: como viajes, seguros, hoteles.2
EL TEXTO PUBLICITARIO PRESENTACIÓN Cuando paseamos o nos trasladamos de un lugar a otro nos topamos constantemente con mensajes inelidubles, presentes en múltiples formas. Sea a través de sonidos, imágenes visuales o palabras, la publicidad permea nuestras vidas casi dondequiera que estemos, incluso en nuestro hogar. En esta unidad se explicarán los rasgos primordiales que componen al texto publicitario, en qué reside su efectividad y por qué sus mensaje son tan atractivos. La difusión tan amplia que tiene la publicidad en las sociedades contemporáneas obedece no sólo a los requerimientos económicos de sus patrocinadores, sino también a las grandes posibilidades de comunicación que ofrecen los medios masivos, como lo han sido la prensa, el cartel, el cine, la radio y la televisión. Para los propósitos de esta unidad, atenderemos únicamente los textos publicitarios difundidos por los medios impresos, ya que son los más adecuados para el análisis por el carácter fijo de sus mensajes y por tener las dos modalidades básicas: el trabajo con la lengua y la imagen. La publicidad se define como “una técnica de difusión masiva a través de la cual una empresa comercial lanza ciertos mensajes a un determinado grupo de posibles consumidores para incitarlos a adquirir el producto”.1 Es, desde el punto de vista económico, una estrategia que agiliza el ciclo de la producción y consumo de bienes y servicios. Su papel en el marco del capitalismo es procurar el equilibrio entre la oferta y la demanda, esto es, las
cuando vestidos,
promueve bebidas,
Esto frecuentemente deriva en la creación de necesidades ficticias, apoyadas por alguna moda. Sin embargo, la importancia que para nosotros reviste la publicidad está en sus mensajes: los textos utilizados en ellos. Entendemos al texto publicitario como el recurso lingüístico propio de la publicidad, las frases e imágenes que juntas articulan los mensajes con su sentido y significado global.
La intención en el texto publicitario En una sociedad como la nuestra, donde la cantidad de productos expuestos al mercado es tan grande que los consumidores no pueden saber de su existencia por sí solos, los industriales y empresarios de los servicios se ven en la necesidad de promover sus ventas por medio de mensajes publicitarios. Por tanto, en el campo de la enunciación hallamos tanto a los empresarios como a los anunciantes o creativos de publicidad. En el otro extremo de la comunicación se encuentran los posibles receptoresenunciatarios, a quienes se espera inducir una necesidad de compra. “(...) podría establecerse que el objetivo perseguido por la comunicación publicitaria no es otro que dar a conocer al comprador las
1
Gregorio Iriarte y Marta Orsini, Conciencia crítica y medios de comunicación, p. 177.
2
Ibid., p. 176 311
características de la mercancía de la manera más favorable posible”.3 La publicidad busca destacar o incluso inventar las bondades de los productos para convencer o persuadir al receptor de la conveniencia de su compra. Magnífica las bondades del producto, logra venderlo, ejerce presión en la conciencia del enunciatario y lleva a considera lo superfluo como necesario. Dos ejemplo de esto son los siguientes: •
Sería un crimen no usarla. Saba invisible trabaja limpiamente, aniquila la incomodidad. No deja rastro de humedad. Es superdelgada y muy absorbente. Sería un crimen no usarla.
•
Descubre la diferencia de la fruta. Sabemos que siempre estás buscando lo mejor para su familia. Por eso, las mermeladas Smucker’s están hechas con fruta natural cuidadosamente seleccionada. Suena Bien, ¿verdad?
La finalidad de la persuasión es convencer al enunciatario, motivarlo o conducir sus decisiones en alguna dirección determinada. Por tanto, puede presentarse de diferentes formas: “La persuasión racional, basada en la argumentación; la persuasión emotiva, basada en el impulso de los sentimientos y las emociones y la persuasión inconsciente apoyada en los instintos y las tendencias”.4 La cualidad persuasiva del texto publicitario está dada fundamentalmente por la función apelativa del lenguaje. Apelar es llamar la atención del enunciatario para predisponerle a conceder lo que se le pide. Como se demostrará más adelante, la función apelativa actúa por medio de las imágenes creadas por los lenguajes del texto (escrito y gráfico) en tanto que permite informar y persuadir instintiva e inconscientemente. Específicamente se manifiesta a través de la denotación-connotación.
El lenguaje de la publicidad ACTIVIDAD 1 a) A partir de los ejemplos anteriores elabora un texto publicitario para anunciar una gorra, de las usadas hoy por los jóvenes.
La persuasión en publicidad La publicidad es eminentemente persuasiva pues induce al enunciatario a través de mensajes emotivos, sorprendentes y que conmueven sus sentimientos hacia una conducta determinada. Este efecto de sentido se logra gracias no sólo al convencimiento derivado de una información de apariencia veraz o con argumentos sólidos, sino las más de las veces, al uso de recursos lingüísticos y gráficos que penetran más allá de la conciencia.
Durante el siglo XX la publicidad ha marcado el ritmo y el nivel de vida de ciudadanos de todo el mundo. Sin duda, los primeros en compartir su vida con los mensajes publicitarios fueronlos habitantes de las ciudades,peroactualmente ni los grupos humanos más aislados están esentos de la comunicación publicitaria. Paradójicamente, en el mundomoderno una población aislada entra en contacto con la publicidad muchas veces más rapido que con la educación.5 Detrás de la publicidad existe un fin comercial evidente. Un fabricante o prestador de servicios se pone en contacto con una agencia de publicidad y contrata sus servicios con la pretensión de incrementar su clientela en número y frecuencia de compra. Esta lógica mercantil ha propiciado el estallido de las técnicas publicitarias, 4
Ibid., p. 84 En los años 80 la revista National geographic mostró a sus lectores una fotografía polémica que rompía con la concepción tradicional de los grupos étnicos de África; en ella aparecía un aldeano portando una moderna grabadora estereofónica de reconocida marca japonesa. 5
3 José Ramón Sánchez Guzmán, Introducción a la teoría de la publicidad, p. 76.
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buscando que los anuncios sean más atractivos y, sobre todo, más efectivos. Es aquí donde intervienen dos tareas fundamentales: la investigación y la creatividad basadas en ciencias como la economía, la psicología y la lingüística.6 Por ahora nos interesa el aspecto lingüístico del texto publicitario por encima de cualquier otro; acercarnos a las formas de uso de la lengua y recursos de comunicación más importantes en su construcción.
Los canales Dentro del proceso de la comunicación, canal es cualquier medio físico o material útil para transmitir mensajes. Es un soporte que permite el flujo de la información del enunciador al enunciatario; por ejemplo, la letra impresa y el libro entre un autor literario y sus lectores, o el propio aire como conductor de las frecuencias de sonido entre dos personas que conversan en un restaurante. Los mensajes publicitarios actualmente utilizan todos los medios físicos posibles para llegar a los consumidores y se valen no sólo de un tipo de lenguaje. Dependiendo del medio, encontramos ciertas particularidades; por ejemplo, el recurso de la imagen fotográfica, tan explotado en carteles y anuncios panorámicos, es inexistente para la radio. Desde el punto de vista comunicativo, son tres los canales posibles para la publicidad: 1. Medios visuales: agrupan todos los medios impresos como la prensa y los carteles. Emplean signos lingüísticos (lengua escrita) e imágenes como fotografías y dibujos.
2. Medios auditivos: para efectos de publicidad, principalmente la radio,la cual se vale de la palabra hablada, la música y efectos sonoros. 3. Medios audiovisuales para muchos, los más atractivos y efectivos, combinan los distintos signos sonoros con imágenes en movimiento, entre ellos están el cine y la televisión.
Como podrás observar, en esta unidad sólo hemos trabajado con publicidad del primer grupo, pues este libro centra su atención en la palabra escrita y los recursos con que se apoya. Sin embargo, muchas de las características que describiremos podrán advertir en otros canales.
La marca Veamos ahora las razones de la efectividad de la función apelativa de la publicidad, los rasgos en donde es posible detectar su eficacia persuasiva, la misma que nos despierta el deseo del consumo. Un primer factor persuasivo del texto publicitario es la marca, en cuyas cualidades reside parte importante de su poder de venta.
ACTIVIDAD 2 a) Observa la publicidad en la carrocería del auto de la página siguiente e identifica las seis marcas visibles. b) Relaciona cada una de las marcas con el producto o servicio al que dan nombre llenando el siguiente cuadro.
6
Antonio Feraz Martínez, El lenguaje de la publicidad, p. 11 313
Marca
Producto o servicio
está redactada también alude a Ford, ya no como marca, sino también como el apellido del fundador de la empresa.
1
En el segundo ejemplo “Bic”, una afamada marca de bolígrafos, posee la facultad del aprendizaje y además se le adjudica uno de los más caros anhelos de la humanidad, es decir la perfección a través de la infalibilidad.
2
3
La siguiente línea es parte de la publicidad de una toalla sanitaria, a la que se le atribuyen cualidades exclusivamente humanas: trabajar limpiamente y aniquilar la incomodidad.
4
5
6
La asociación que de manera casi automática hacemos entre marcas y productos obedece a la difusión de las mismas por los medios de comunicación, pero más aún a las cualidades que la publicidad les atribuye. “La primera función del texto publicitario es la imposición de un nombre al producto a través de la marca y este acto de nominación es el que genera y sustenta la existencia de todo mensaje publicitario”.7 Dentro de un texto publicitario la marca adquiere personalidad, se convierte en un nombre propio al que se le puede atribuir toda clase de valores, facultades y cualidades. De esta manera, el efecto de humanización permite la elaboración de frases como: •
¡Es todo un FORD!
•
BIC, no sabe fallar.
•
SABA INVISIBLE trabaja limpiamente: Aniquila incomodidad.
•
Carlsson. La nueva cara de MERCEDES BENZ.
En el primer caso la exclamación sugiere que un “Ford”, además de ser un automóvil, fuera miembro de una familia con una tradición de calidad y prestigio. La forma en que la frase
7
José Ramón Sánchez, op. cit., p. 129 314
En el último caso se observa la personificación de la marca “Mercedes Benz”, a la que, como si contara con un cuerpo humano, se le atribuye como nueva cara o rostro una submarca: “Carlsson”.
La función referencial en publicidad Además de la marca, un texto publicitario (palabras e imagen) busca ante todo dar a conocer al público el producto ofrecido,sus características físicas, sus cualidades de uso, su durabilidad, etcétera, para lo cual escritura e imagen actúan solas o se combinan. Así como una nota informativa del periódico tiene la intención de dar a conocer cómo sucedió un acontecimiento, quiénes intervinieron en él y demás detalles cuidando su fidelidad con lo real, el mensaje publicitario en un primer momento hace lo mismo con los productos. A esa capacidad e intención de dar a conocer un asunto u objeto le llamamos función referencial. En el texto publicitario el bien o servicio, por ser motivo de información al público, adquiere la cualidad de referente.
A C T I V I DA D 3 a) Observa detalladamente el siguiente texto publicitario.
se observó, es parte de su personificación y originalidad. En ocasiones, los enunciadores de mensajes publicitarios enfatizan en la función referencial insertando páginas con información mucho más detallada del producto. A esta modalidad se le ha llamado publirreportaje, palabra que se deriva de publicidad y reportaje. Un ejemplo de ello lo tenemos en la siguiente página, que amplía la información de la misma línea de productos observada anteriormente. Con la lectura del publirreportaje, el enunciador pretende convencer a su enunciatario mediante explicaciones lógicas, fundadas en respaldos de conocimiento y que señalen las razones por las que el producto es de óptima calidad y el más conveniente frente a otras marcas. El publirreportaje de Bosch resalta las ventajas objetivas de su nueva línea de filtros, mismas que se transforman en razones para preferir comprarlas.
b) Di cuál es el referente de acuerdo con la información que proporciona.
•
Desde 1930 Bosch ha desarrollado filtros para automóviles, lo que le atribuye experiencia en el ramo.
•
Los filtros Bosch poseen cualidades inherentes al resto de los productos de la marca: calidad de equipo original, larga vida útil, máxima absorción y respaldo de una marca registrada.
•
Retienen las partículas nocivas al motor en sus tres insumos básicos: aire, gasolina y aceite.
c) Explica la relación que existe entre las imágenes y el texto escrito. Como has podido observar, la función referencial se manifiesta por igual en el texto y la imagen. Cuando un texto nos habla de las cualidades y las ventajas de un producto es evidente que informa. Sin embargo, eso también se cumple con las imágenes, pues ilustran cómo es el producto físicamente, de qué material está hecho, etcétera, o bien, refuerzan la información presentando el símbolo de la marca en cuestión, que, como ya 315
El ingrediente de la función apelativa
Si bien todos los mensajes publicitarios dan a conocer un producto disponible en el mercado,8 su intención comunicativa no se queda allí. La denotación, que es precisamente el recurso utilizado para significar los productos tal cual son en la función referencial, suele derivar en otro nivel de significado en donde se encuentra el mayor impacto: la connotación.
La publicidad juega constantemente con los significados denotativos y connotativos. Una frase, por ejemplo “inflar la botella”, denota una actividad propia de los artesanos que fabrican objetos de vidrio. Sin embargo, la misma oración en muchos lugares de México tiene otro significado que es el de beber alcohol en exceso, incluso directo del envase mismo; a este segundo significado le llamamos connotativo. “Imagen denotada y connotada actúan de modo diverso. Tienen un estatus diferente. Lo denotado parece formar parte de un nivel natural del lenguaje mientras lo connotado parece ser siempre fruto de la cultura”9
Denotación: Significado literal del lenguaje
Es conveniente mencionar también que el publirreportaje se presenta como un texto didáctico que incluso puede aparentar ser de divulgación científica por las características de sus explicaciones, el manejo de tecnicismos y el apoyo informativo de esquemas, gráficas y fotografías. Ejemplo de esto es la imagen del motor protegido por un paraguas que evita el paso de agentes dañinos, cuyo riesgo se enfatiza con términos técnicos como: combustión, abrasión, materia en suspensión, etcétera.
Connotación: Interpretación cultural del significado literal
8 No olvidemos que algunas promociones buscan, mediante mensajes confusos, incompletos o misteriosos, despertar la expectación frente al próximo lanzamiento de un producto, que por el momento no está a la venta. 9 J. M. Pérez Tornero, La semiótica de la publicidad, p. 38.
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En nuestro país las connotaciones son comunes en el lenguaje coloquial (informal) y una forma de ellas es el “doble sentido” de las palabras y frases, por ejemplo el albur popular. Cabe mencionar que la connotación no es privativa del lenguaje escrito o hablado, pues también a las imágenes se les puede atribuir esos dobles significados e incluso interactuar con textos escritos, como sucede en el caso de la página siguiente: Este mensaje de la marca automotriz “Jeep” es atractivo a la vista gracias a la simetría y el tamaño de sus gráficos: un par de dijes suspendidos de un cordón de cuero y, abajo, tres modelos de la marca en cuestión. Más adelante, en su observación, el receptor puede fijar su atención en los textos y así acceder gradualmente al impacto connotativo del anuncio.
La imagen inferior de los tres autos también es engañosa, pues aunque aparentemente no hace más que mostrar una visión panorámica de los modelos, su efecto connotativo está en detalles como la formación y el ángulo en que fueron fotografiados, sin olvidar el manejo de la luz, con la que su apariencia gana cualidades como e l lujo, la comodidad, el espacio y la perfección de sus acabados. El resto de la información escrita se encuentra allí para completar algunos aspectos del referente o bien para reforzar los contenidos connotativos, como lo es la frase “Jeep. Sólo hay uno”, en la cual se identifica la intención por resaltar la originalidad y exclusividad de la marca y sus modelos.
ACTIVIDAD 4 Hasta el momento el receptor tiene ante sí lo que pareciera un mensaje denotativo con un toque de diseño y buen gusto: 1) un dije con el símbolo de la paz, 2) otro dije con la marca promovida y 3) los vehículos anunciados. Si embargo, pronto se hace evidente el juego de la connotación, sobre todo con la lectura de los enunciados puestos al pie de los dijes. Recorriendo la imagen de arriba hacia abajo, aparece al pie del primer dije la frase: “símbolo internacional de la paz”, que refuerza su significado notativo. Pero abajo, al pie de la marca “Jeep” se lee: “símbolo internacional de la libertad”, hecho que inmediatamente conlleva a una nueva reflexión. Ambos dijes están fabricados artesanalmente y cuelga de dos cordones de cuero, en suma, reúnen las características de los adornos usados por los jóvenes identificados con valores como la libertad, la sencillez, la convivencia social, el libre pensamiento.
Tomando en cuenta los significados denotativo y connotativo encontrados en el texto, explica de qué trata de convencerpersuadir y con base en qué razones. Todo lo anterior nos permite caer en la cuenta de que la función apelativa busca persuadir al receptor gracias al juego de connotaciones presentes en todo el mensaje. Además, consideramos que aunque la publicidad se apoya en la función referencial para informar al receptor las cualidades de su producto, se vale fundamentalmente de la función apelativa, a través de las connotaciones, para persuadir al receptor a que adquiera el producto ofrecido.
Esto permite suponer que “Jeep”, a través de los modelos presentados, ofrece al receptor la posibilidad de adquirir los valores y facultades connotados por los dijes. De esta manera, tener y manejar un vehículo de los ilustrados es sinónimo de libertad, energía juvenil, aventura, desenfado, placer por la vida y, en síntesis, todas las facultades derivadas de ello.
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ACTIVIDAD a)
5
Lee y observa cuidadosamente el texto publicitario de la página siguiente
b)
Ahora te corresponde realizar un análisis de los niveles denotativo y connotativo, para lo cual deberás cumplir lo siguiente:
Análisis denotativo •
Identifica el (referente).
producto
y
la
marca
•
Transcribe en tu cuaderno las frases que hablan de las características del producto.
•
Explica qué información te brindan esas oraciones con respecto al producto
•
Concentra tu atención en la información que brindan los dos gráficos laterales en forma redonda y la pequeña leyenda que aparece al pie del anuncio y explica qué datos adicionales brindan con respecto al referente.
•
Define cómo apoya la fotografía el texto.
c) Análisis connotativo •
Realiza una relectura considerando la primera frase, la fotografía y el complemento colocado entre paréntesis. Explica por qué la palabra “seguro” y el número “3” resaltan por su tamaño y qué relación guardan con la foto de las envolturas.
• Di qué sugiere la frase que se halla entre paréntesis. • Subraya las palabras que comienzan con la letra “s”. Esas palabras repetidas están haciendo un ofrecimiento al usuario del producto, ¿cuál es?
d) Concluye el análisis sobre este texto publicitario de acuerdo con la siguiente guía. 320
• ¿Es atractivo el texto publicitario? ¿Por qué? • ¿En qué aspectos radica su efectividad? • ¿Crees que se trate de una publicidad exclusiva para hombres? ¿Por qué?