La leyenda del ajedrez
Todos alguna vez han escuchado hablar del ajedrez o han visto a alguien jugar, pero ¿se han preguntado su origen? Armando Guedez Rodríguez comparte en esta edición la Leyenda del Rey Schiram y el “Chaturanga” y presenta como lo que empezó con una obsesión, ahora se juega mundialmente.
La leyenda del ajedrez
Por Armando Guedez Rodríguez Todo ajedrecista alguna vez se ha preguntado por el origen del ajedrez y normalmente la respuesta automática de los más versados en la historia de este deporte tienden a señalar una historia común: La leyenda del Rey Schiram y el “Chaturanga”.
Chaturanga significa “cuatro” (Chatur) “miembros” (anga) y hace referencia a las diferentes fuerzas o tipos de la misma que componían al ejército hindú. Por ello, los componentes de infantería, caballería y los carros de guerras fueron las primeras versiones de los peones, caballos, alfiles y torres, respectivamente. Si bien no es el ajedrez que conocemos hoy en día: se usaban dados y el azar para determinar algunos procesos, este juego constituye el antepasado directo al juego que tanto amamos hoy en día. Pero ¿En qué consiste esta leyenda?
La leyenda cuenta que el amado rey de la India, Schiram, se había obsesionado con la muerte de su hijo en la guerra contra un reino vecino. El rey, en su depresión, se había aislado en su castillo para revivir mentalmente aquel duro combate, pero sin importar cuanto lo intentara, no encontraba una solución que le permitiera salvar a su pueblo y la vida de su hijo al mismo tiempo.
Esta idea lo obsesionó a tal punto que comenzó a enfermar y sus consejeros y asesores le pidieron que encontrara
algún tipo de pasatiempo que le permitiera olvidar aquello y continuar con su vida.
Aunque indignado en principio, el rey aceptó el consejo y recurrió a su pueblo con una simple petición “Compartan conmigo un juego que logre distraer mi mente y agradarme”.
Aunque indignado en principio, el rey aceptó el consejo y recurrió a su pueblo con una simple petición “Compartan conmigo un juego que logre distraer mi mente y agradarme”.
Ahí es donde aparece Susa Ben Dahir, un personaje envuelto en misterio que, supuestamente, le presentó al sabio rey el juego del Chaturanga,
demostrándole en el proceso que el sacrificio de su hijo había sido necesario para un bien mayor y que no había sido una pérdida en vano. Schiram, sumamente complacido con el nuevo juego, pidió a Susa Ben Dahir permanecer en el castillo como su digno oponente de juegos y consejero. Fue así como el antepasado del ajedrez fue mutando hasta convertirse en el juego que es hoy en día.