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HOY HACE 75 AÑOS QUE FALTO.. YO ME LLAMO FEDERICO Y, EN GRANADA ME MATARON. La ejecución: Estuve caminando, rodeado de escopetas, por las calles de la muerte. Llegue custodiado, al inmenso campo frío. El fulgor de las estrellas vinieron a saludarme. !!Me fusilaron bajo aquel árbol frondoso.¡¡ Apenas el SOL despuntaba. Eran los ejecutores con los fusiles dispuestos. Eran bisoños soldados, la vergüenza les embargaban. No me miraron la cara, con los parpados cubrieron, cerrando así sus miradas. Musitaron una oración, solicitando el perdón. Como un despojo caí muerto, a los pies de mis verdugos... Y oí decir, en mi último suspiro... estas muerto... FEDERICO.
Como a JESUCRISTO, me corrió la sangre por mi frente. Las balas se me alojaron en mi cuerpo abandonado. GRANADA, fue fiel testigo del hecho allí acaecido. Extendieron la noticia por las calles de GRANADA, y pegaron los pregones en la ciudad de mis amores. La gente ya se ha enterado, que me han matado y me llamo FEDERICO. RECORRIDO.. En mi paseo hacia la muerte me acompañaba, la mortaja y la guadaña. El SOL tras de la sierra, con sus faldones de nieve. Sonaba como un lamento el yunque sobre los hierros. Y mientras caminaba hablaba recitando, a la SANTA COMPAÑA, perdonando a la muerte ,que impávida me escuchaba: Con un verso amiga mía, quiero suenen mis palabras en tus huesos que están secos , en el frío que el hielo abraza. Sacas filo a tu navaja, que es una hoz de plata.
Te trataré de alabar la carne que tu no tienes. La mirada que se ausenta. La melena de hilos secos que tienes en la calavera. Y te diré que me envuelvas en tu manto, cuando suenen los disparos, hasta aquí llegas... a mi lado, !!tu , en silencio, la muerte.¡¡ REPOSO... Mi tumba entre los arboles, he sabido resguardar, no deseo que me entierren en oscuro panteón. Fui en vida poesía, teatro, coplas y pueblo mezclado, por ello estoy en la tierra, que sigue bendiciendo el SOL, la brisa me acaricia, y los pájaros me trinan, con arpegios de ocarinas , de mis letras y mis músicas. Quedan señales escritas, y que se difundan, como un grito, de rebeldía, y perduraran mientras alguien las canten o alguien también las Reciten...
Arnoldo Rodriguez Cabrera.- Derechos Reservados.-