DOS EN UNA ESQUINA... En una esquina un pobre tiene la mano extendida, y baja la vista con vergüenza reprimida. Era empleado de banca la crisis le mando al paro y del paro se fue a la calle. Pide delante del banco donde el estaba antes. Pasa el oficinista, el opulento señor que con la barriga ancha, y un puro de buena marca, no le mira, solo pasa indiferente. Pasa el ama de casa va de prisa al mercado, busca en su bolso monedas, le da algo a la carrera. Pasa otro mendigo, y discuten este puesto le dice: Lo tenía yo de antes. No contesta, no entra en polémicas, la calle es de todos piensa. Y mira para otro lado. El otro se pone al lado. Dos en un mismo puesto, es pedir ya demasiado. La gente que le molesta ver mendigos en la calle, dicen para sus adentros !ahora vienen en pareja'. Y el viento arrecia..se suben el cuello de la raída chaqueta, se abrocha los botones de la camisa, que tiene gruesos lamparones. el frío esta aquí, les dobla la calle abierta. Corriendo de puerta en puerta.
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Es la revoltosa... (3).PRIMAVERA, el cielo llora con lagrimas que a los mendigos les deja calados hasta los huesos. Corren por su cara, esa cara que es de pena, vello abundante de tres dias por lo menos, o cuatro o quizá una semana. Y se sienta uno de ellos poniendo para el asiento un cartón grueso, que trae bajo del brazo, debajo ha quedado un charco. Todos los días se suceden desde el alba que amanece, hasta que alguien, les trae un bocadillo, y un leche y café caliente. Son los pobres de ciudades, urbe sin sentimientos, corazón de economistas, pensionistas, y jóvenes deportistas , músicos, que están parados... Y corren sobre las ruedas de los patines de fiesta. En un comercio se lee, 50 es el descuento, y uno de ellos mira para leer lo que pone, !si me lo dieran al peso¡. Tienen calambres en las piernas, del tiempo que permanecen firmes juntos en su puesto. Y asi pasan el día entero. La noche en un cajero. Gastar pronto el dinero que le han dejado, los otros están vigilantes, son como ellos pedigueños, y si se descuidan les roban el monedero. Arnoldo Rodriguez Cabrera.- D.R.
A TIEMPO SE DIO CUENTA DE QUE LAS LIMOSNAS LE ROBABAN...Y LE ATIZO CON LA GUITARRA.- (4).-