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3a ESTACIÓN: JESÚS CAE, POR PRIMERA VEZ

Te adoramos, Señor, y te bendecimos, porque por tu santa cruz redimiste al mundo.

Tú caes, Señor, para redimirme. Para ayudarme a levantarme en mis caídas diarias, cuando después de haberme propuesto ser fiel, vuelvo a reincidir en mis defectos cotidianos. Ayúdame a levantarme siempre y a seguir mi camino hacia ti Señor, pequé, ten piedad y misericordia de mí.

3a ESTACIÓN

EVANGELIO SAN MATEO 16,24 JESÚS CAE POR PRIMERA VEZ

Durante la flagelación, cuando Jesús cae por primera vez, las personas que lo rodean deben hacer la dura decisión de ser espectadores o ayudar a alguien que lo necesita. La capacidad de sacrificarse por alguien más cuando más lo necesita es la muestra más grande que tenemos para demostrar nuestra humanidad y amor al prójimo.

4a ESTACIÓN: ENCUENTRO CON LA VIRGEN

Te adoramos, Señor, y te bendecimos, porque por tu santa cruz redimiste al mundo. Haz Señor, que me encuentre al lado de tu Madre en todos los momentos de mi vida.

Con ella, apoyándome en su cariño maternal, tengo la seguridad de llegar a Ti en el último día de mi existencia. Ayúdame Madre. Señor, pequé, ten piedad y misericordia de mí.

4a ESTACIÓN

EVANGELIO SAN LUCAS 1, 45-49 JESÚS ENCUENTRA A SU MADRE

Condenado a muerte, Jesús tiene un encuentro con su madre. El dolor profundo de la virgen al ver a su hijo con un destino irrevocable, nos permite darnos cuenta de que la madre puede dejar a sus hijos pero el amor de Dios nunca te abandona.

Actuar de la manera en que lo hicieron tanto Jesús como la virgen, evitará a nuestras madres preocupaciones y disgustos y las llenará de orgullo, practicando así el ejemplo de Dios

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