Parque y Centro CÃvico en Centro Rubiales Meta, Colombia
MEMORIA DESCRIPTIVA / CDA ARQUITECTOS
CONSTRUYENDO SOMBRAS
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AGRADECIMIENTOS CDA Arquitectos quiere agradecer a la empresa Pacific Rubiales, por la invitación que le ha cursado para participar como proponente, en el concurso privado que busca seleccionar el mejor anteproyecto de arquitectura para un Parque de 8 hectáreas y un Centro Cívico que, sería construido en la futura ciudad Centro Rubiales, en los Llanos orientales de Colombia. Nuestro Taller de Arquitectura ha afrontado esta invitación con entusiasmo y rigor. Esperamos que el producto que aquí sometemos a su juicio sea un fiel reflejo de esta actitud.
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Inicia labores en el año 1999 en la ciudad de Villavicencio. Se caracteriza por desarrollar proyectos en los que la presencia del diseño aporte a la configuración de ciudad, hacer ciudad, creando espacios públicos que garanticen la apropiación y convivencia de los llaneros y donde la presencia fuerte del paisajismo refuerce el concepto de confort en la relación de arquitectura / naturaleza. Los proyectos reflejan los elementos de bioclimática como respuesta a la rudeza del clima, elementos como vientos, asolación, agua, vegetación, permeabilidad y tectónica.
PORTAFOLIO CDA ARQUITECTOS PROYECTOS urbanos: (DISEÑO Y CONSTRUCCIÓN)
Alameda y paisajismo de la avenida 40: 22.000 m2. Plan Centro Villavicencio. Espacio Público: 12.500 m2. Proyecto Escultórico “ El retorno de las arpas”. Espacio público: 2500 m2. Parque de Acacias: 9.000 m2. Parque de Gaitán: 7.500 m2. Espacio Publico Cámara de Comercio en Villavicencio: 6.000 m2. Parque Belén en Granada: 4.600 m2 Urbanismo y Paisajismo (Lago de 14 hectáreas) del Condominio Campestre La Primavera: 230 Hectáreas.
PROYECTOS ARQUITECTÓNICOS: (DISEÑO Y CONSTRUCCIÓN)
Edificio Cámara de Comercio de Villavicencio: 8.000 m2. Edificio Sede Administrativa de la Gobernación del Meta, Villavicencio: 14.000 m2. Colegio Sabio Caldas, Villavicencio: 8.000 m2. Colegio Emiliano Restrepo Echavarría: 8.500 m2. Sede Social Condominio Campestre La Primavera: 2.400 m2. Internado y Aulas Guacavía: 2.800 m2. Polideportivo en Barranca de Upía: 1.800 m2. Edificio Flor Amarillo : 3.600 m2. Edificio Universidad de los Llano. 3.500 m2. Museo Casa de Hato Llanero y Complementarios: 900 m2. Aulas Educativas en el Departamento del Meta: 3.200 m2. Vivienda Unifamiliares: 23.700 mts2.
CONCURSOS ARQUITECTÓNICOS: (DISEÑO Y CONSTRUCCIÓN)
CAB central de Cartagena, 1992. S.C.A. (Tercer puesto) Como Carlos Durán Arismendi. Hospital de Suba, Bogotá, 1997. S.C.A (Segundo puesto) Como Durán&Mondragón ARQ Ltda. Cámara de Comercio de Villavicencio. (Primer puesto) Como CDA. 2006.
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lago , hacienda la primavera CDA arquitectos
ÍNDICE
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FUNDAMENTOS DEL PROYECTO
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Orinoquía, cultura llanera y economía exploratoria.
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El jardín tropical: plástica, ecología y espacio pedagógico.
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Los pabellones. Interiores que miran y son atravesados por el paisaje.
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Dispersar el programa.
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Tectónico y estereotómico.
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Construyendo identidad.
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Sombras: el moriche y la maloca como modelos.
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DESCRIPCIÓN DEL PROYECTO
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Movilidad. Inundación programada.
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Vegetación.
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Geometría.
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Programas / Planimetría.
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Vegetación
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Bioclimática: domesticando el clima con tecnología simple y costos bajos.
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Estructuras metálicas y arcillas del lugar.
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FUNDAMENTOS DEL PROYECTO
Orinoquía, cultura llanera y economía exploratoria. Por su creación exnovo en un lugar remoto, entendemos la construcción del Centro Cívico en medio de un parque de 8 hectáreas que será el corazón de una ciudad como un acto fundacional. La ciudad se construirá sobre un lugar aparentemente vacío y disponible, pero esta vacuidad es sólo una apariencia. Además de las condiciones geográficas propias del terreno –su topografía, su vegetación, los cuerpos de agua, etc.- la futura ciudad se construirá sobre una triple trama de significados: un delicado sistema natural conocido como La Orinoquía, un tejido socio-cultural: la cultura llanera y un sistema económico regional basado en la explotación de recursos naturales, la agroindustria y la ganadería, en proceso de consolidación, débilmente conectado pero pujante. Orinoquía, Cultura Llanera y Economía Regional en Formación. Nuestro proyecto reconoce esta triple pertenencia. Por esta razón es un paisaje que se compone con los elementos y las lógicas propias del ecosistema de La Orinoquía, pero también es un elenco de piezas arquitectónicas en cuya configuración hemos intentado preservar ese saber hacer y esas formas ancestrales de habitar propios de una cultura que, como la llanera, se ha enfrentado durante años a la paciente tarea de domesticar la naturaleza que le tocó. Y finalmente es un puesto de avanzada, una apuesta, un campamento para una región que por sus condiciones de aislamiento e incomunicación, posee una economía exploratoria, periférica (por su dependencia de un centro) y débilmente articulada, que podría sedimentarse en los próximos años hasta encontrar un destino más estable, pero que por el momento obliga al pragmatismo. El jardín tropical: Plástica, ecología y espacio pedagógico. En muchas partes del mundo el mantenimiento de los parques urbanos constituye un dolor de cabeza para las autoridades por los altos costos asociados. Esto se debe, en parte, a la idealización de un tipo de belleza natural, abstracta, que en algunos lugares poco o nada tiene que ver con los recursos naturales disponibles. Hemos visto grandes explanadas de césped en ciudades con climas semiáridos, que sólo pueden ser mantenidas mediante costosos sistemas de riego artificial. Entendemos el proyecto del parque desde una visión plástica, sistémica y pedagógica. Será un lugar para la contemplación, un ecosistema sostenible y viable en el tiempo y un espacio pedagógico para la formación de seres humanos respetuosos con su medio ambiente. En el origen de las tradiciones paisajísticas del mundo occidental habita la imagen común del Jardín del Edén. Reconocemos que las ideas que guían el proyecto de nuestro parque pertenecen a una tradición paisajística particular: el Jardín Tropical. Al respecto nos resulta particularmente sugerente el trabajo del paisajista brasileño Roberto Burle-Marx en el Parque del Este en Caracas.
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Parque del Este, Caracas, Venezuela_ Roberto Burle Marx (1961)
Nos interesa la experiencia estética primitiva y rústica que transmite el jardín tropical porque nos parece la más apropiada para el lugar. Esto tiene que ver no sólo con el hecho de que en el lugar existan, y de manera abundante, los materiales necesarios para construirla -Vegetación densa, tupida y espesa que provee de abundante sombra y crece rápidamente; cuerpos y cursos de agua generosos; vegetación acuática y de borde de agua; lluvia y humedad en abundancia, sol, flores de múltiples colores, pastos, etc.- sino también con el hecho de que en el plano social y cultural, un parque tropical ayudaría a instalar en la comunidad un imaginario de belleza natural sostenible, toda vez que estaría localmente enraizado y justificado. En otras palabras, si los habitantes llegados de otros lugares del país aprenden a amar la naturaleza tropical que se representa en el parque de su ciudad, si aprenden a apreciar sus sutilezas, sus colores, sus olores y la belleza de lo común, es probable que esas mismas personas se comporten de un modo respetuoso, no sólo con el parque sino con La Naturaleza circundante, de la cual éste es sólo una representación. Creemos que el parque concebido como un jardín tropical cumple una tarea pedagógica y esto lo hace socialmente sostenible.
El proyecto del parque incorpora una visión sistémica. La construcción de una red de lagunas y canales permitirá la progresiva introducción de peces, anfibios y reptiles propios de la zona. La siembra de vegetación nativa propiciará la llegada primero de insectos, luego de pequeñas aves y mamíferos que se alimentan de insectos, más delante de aves y mamíferos de mayor tamaño. En una experiencia semejante desarrollada por nuestra oficina, hemos podido constatar recientemente la aparición de garzas rosadas y nutrias de agua en una zona en la que se creían extintas. Con su sistema de canales y lagunas, sus morichales, y sus sabanas, nuestro parque recrea el ecosistema típico de la Orinoquía. Creemos que esto asegura su sostenibilidad ambiental y económica. Después de sembrado, el parque se podrá mantener en el tiempo con muy poca inversión adicional, simplemente con el régimen de lluvias propio del lugar y la poda de rigor.
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Entendemos el proyecto del parque desde una visión plástica, sistémica y pedagógica. Será un lugar para la contemplación, un ecosistema sostenible y viable en el tiempo y un espacio pedagógico para la formación de seres humanos respetuosos con su medio ambiente.
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los pabellones. interiores que miran y son atravesados por el paisaje. Consecuentemente con la idea del parque hemos decidido como criterio general trabajar los volúmenes de los programas como pabellones. Esta decisión tiene un origen disciplinar, otro cultural y otro económico. Proviene, por una parte, de reconocer el tipo de arquitectura que la tradición disciplinar occidental ha desarrollado para los parques, llamándola con nombres como pavillions, follies, templetes o edículos; también de reconocer que, en efecto, tanto las malocas que construyeron los nativos de la Orinoquía como las piezas que componen el conjunto arquitectónico de un Hato Llanero, coinciden en el tipo arquitectónico del pabellón. Y finalmente, de reconocer que existe un hilo que vincula los pabellones con los campamentos y con la prefabricación.
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En el caso de los pabellones proyectados para los parques se está en un contexto de deliberada anti-urbanidad, en el caso de las malocas y los hatos llaneros, en un contexto de urbanidad débil o simplemente de nourbanidad. Lo cierto es que en ambos casos, el pabellón se utiliza para construir una relación lo más franca y abierta posible entre un interior y el paisaje que lo circunda. Todo pabellón es un interior que mira hacia el paisaje al tiempo que es atravesado por él. Una consecuencia proyectual de trabajar con un conjunto de pabellones es que, como se puede observar tanto en los parques como en los hatos llaneros, la unidad espacial del conjunto recae sobre la configuración del espacio vacío más que sobre la figura que los pabellones logran dibujar en su conjunto. El vacío se vuelve forma. Para disponer los pabellones en medio del parque hemos seguido la lógica de emplazamiento que enseñan las malocas primitivas o muchas de las construcciones de los hatos llaneros las cuales se ubican directamente en el borde entre el agua y la tierra o muy cerca del agua, pero también debajo o junto a una mata-de-monte. En cualquier caso hemos evitado las disposiciones en medio de la sabana, a llano abierto, completamente ajenas a las tradiciones constructivas del lugar.
Pabellón Centro Le Corbusier, Zurich, Suiza_ Le Corbusier (1967)
Finalmente, el uso de pabellones en el proyecto encuentra una justificación ulterior en un razonamiento de tipo económico. Es sabido que por su condición de construcción exenta y aislada, el pabellón prácticamente no recibe ninguna información del suelo sobre el cual se posa para su configuración formal y material. En los últimos 150 años esta situación ha permitido pensar la configuración formal de los pabellones a partir de figuras geométricas extremadamente regulares. La tendencia a la abstracción formal estimuló la racionalidad constructiva y con ella la medida estándar, la solución tipo, la serie, y finalmente la prefabricación. Desde el Palacio de Cristal (Londres, 1851), la construcción de pabellones ha incitado la exploración de soluciones técnico-constructivas basadas en sistemas prefabricados. Creemos que para enfrentar la construcción de instalaciones que se encuentran en lugares apartados de los centros de producción y de la mano de obra calificada, la prefabricación en seco y ligera y el método constructivo “do-it-yourself” -basado en el montaje de piezas siguiendo las instrucciones de un manual- todavía siguen siendo económicamente lo más eficiente.
El parque será un jardín tropical, un ecosistema, y un espacio pedagógico.
Campamento minero de Sewell, Chile (1904)
Dispersar el programa. La concentración del uso y la aparición de la macro-pieza de arquitectura -como ocurre por ejemplo en el caso de los Centros Comerciales o los rascacielos-, requiere en teoría de la conjugación de al menos 3 fenómenos urbanos: altos niveles de concentración de la población, escasez de suelo urbano y un mercado inmobiliario dinámico. Ninguno de estos fenómenos se presenta todavía en Centro Rubiales. Enfrentados a la pregunta por el tamaño que debería tener la(s) pieza(s) de arquitectura que configuran el Centro Cívico Rubiales, hemos llegado a la siguiente definición: En lugar de proyectar una gran pieza de arquitectura junto o en medio de un parque, creemos que la manera más respetuosa de interpretar las condiciones culturales, económicas y ambientales del lugar es proyectar un parque, en nuestro caso un jardín tropical, puntuado con muchas pero pequeñas piezas de arquitectura. Primero porque en el imaginario cultural de nuestro país, la Orinoquía existe como un lugar natural, virgen e intocado. Aunque en la realidad esto no sea necesariamente así, es evidente que, más que en otras partes de nuestra geografía, aquí la actividad edificadora está cargada con un significado negativo y suele interpretarse como un acto de violencia y agresión injustificada contra la naturaleza. Rafael moneo asegura que la arquitectura implica siempre un ejercicio de violencia calculada sobre el lugar, sin embargo, creemos que aquí es fundamental cautelar que ese acto violento se mantenga en niveles particularmente bajos. Creemos que la resolución de los programas del Centro Cívico por medio de muchos y pequeños pabellones instalados en medio de un jardín tropical, construye una imagen “blanda” en la cual, la “naturaleza” representada por el parque aparece privilegiada sobre la presencia de la arquitectura. Todo pabellón es un interior que mira hacia el paisaje al tiempo que es atravesado por él.
En segundo lugar, porque cuando los habitantes son pocos, cuando el suelo urbano no es un bien escaso sino todo lo contrario, existe
Esquema de la configuración del hato llanero
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y en grandes cantidades, cuando se debe trabajar para crear un mercado inmobiliario interno; la arquitectura cumple un doble papel: es estrategia de control y de dominio espacial sobre los territorios a consolidar y es generadora de valor en términos sociales y económicos. Pensamos que la construcción del parque se puede interpretar como una operación de dominio espacial, pero también como una operación para generar valor social y económico en el plano de la ciudad. En otras palabras, vivir cerca del parque será mejor que vivir lejos de él. En otra escala, pensamos que los distintos programas del Centro Cívico pueden interpretarse como elementos de dominio territorial, y al mismo tiempo, como piezas capaces de generar valor social al interior del parque. Por estos motivos y desde la perspectiva de la generación de valor, a la pregunta sobre la conveniencia de concentrar o dispersar estos programas hemos respondido dispersándolos. Creemos que de esta manera se producirá una valorización más homogénea del parque. En tercer y último lugar, porque la dispersión de los programas en el parque da como resultado una configuración abierta que resulta más apropiada para el lugar en términos bioclimáticos. Entre medio de los pabellones se puede sembrar vegetación nativa que genere grandes superficies de sombra sobre cubiertas y muros de cerramiento, ayudando a disminuir la temperatura interior. El viento puede correr de manera más libre entre los pabellones, conducido por la vegetación de formato medio. 18
La dispersión del programa permite un mayor control de las condiciones de bienestar de cada espacio de acuerdo a sus necesidades y en función de la frecuencia de uso que estos tendrán y obliga a un mayor uso del área exterior, que en un contexto cálido húmedo es un ámbito más favorable en términos de confort. El mayor uso del espacio exterior induce a una mayor interacción social y por consiguiente promueve la construcción de comunidades. Tectónico y estereotómico. Kenneth Frampton ha sugerido la existencia al interior de la arquitectura de al menos dos linajes estructurales y constructivos diferenciados: la arquitectura tectónica y la arquitectura estereotómica. Las figuras emblemáticas de estos dos linajes serían la cabaña primitiva y la pirámide, respectivamente. La primera hace referencia a un ensamblaje de palos, la segunda a una masa material continua e indivisible. Cada una de ellas representaría modos culturales de construir localmente enraizados. Una mirada a las construcciones tradicionales de la Orinoquía desde este punto de vista nos revela lo siguiente: Las malocas -pero también muchas de las construcciones del Hato Llanero- poseen un zócalo estereotómico y una techumbre tectónica. Los pesados zócalos se hacen generalmente de barro cocido pintado con cal, como si las construcciones quisieran fundirse con el suelo, mientras que las
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Creemos que la manera más respetuosa de interpretar las condiciones culturales, económicas y ambientales del lugar es proyectar un parque puntuado con muchas pero pequeñas piezas de arquitectura.
techumbres, realizadas con tejidos de madera, intentan volar grácil y delicadamente por sobre los pesados zócalos. En otros casos, la techumbre se mantiene mientras el zócalo desaparece y es reemplazado por una columnata de postes de madera. Una variación adicional consiste en el mismo tipo de techumbre y un zócalo construido con una empalizada de postes verticales anclados al suelo. Cualquiera que sea la caligrafía, lo cierto es que todas las variaciones descritas expresan una clara diferencia constructiva entre el zócalo y la techumbre. Es un hecho que los pabellones tectónicos ingresan con mayor facilidad en las lógicas de la prefabricación que los pabellones estereotómicos. Nos interesaba mantener la lógica constructiva de los zócalos pesados y las techumbres tejidas y ligeras despegadas de éste. En nuestro caso, hemos concebido el suelo del parque como un gran zócalo. Las operaciones de modificación de la masa de este suelo – excavar, horadar, rellenar, amontonar- refieren a las lógicas de la estereotomía. Sobre este suelo-zócalo estereotómico hemos dispuesto pabellones tectónicos cuyos cerramientos verticales se van desmaterializando a medida que avanzan en dirección de la cubierta.
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En corte y siguiendo la lógica espacial de las malocas, los pabellones están pensados como tres (3) capas o estratos apilados. Un estrato inferior poroso pero el más denso de los tres en términos materiales, un estrato intermedio en el que no existe ningún tipo de separación entre interior y exterior y un estrato superior que corresponde a la techumbre. El proyecto de los pabellones se concentró fundamentalmente en la solución de dos elementos: La techumbre -pensada para que proporcione sombra generosa, evacúe eficientemente el agua de las lluvias tropicales y direccione los vientos- y los cerramientos verticales –cuya calculada porosidad debería garantizar la adecuada respiración de los interiores- Como nos enseñan las construcciones tradicionales de la Orinoquía, el diseño de estos dos elementos es la fuente del confort térmico entendido como un problema de arquitectura. Construyendo identidad. Creemos que el proyecto Centro Cívico Rubiales deberá cumplir la tarea de transformar a las personas que llegarán desde todas las regiones del país atraídas por la promesa de una aventura laboral, en ciudadanos con una identidad y sentido de pertenencia propios. En este sentido, nuestras referencias al paisaje y la cultura llanera no deben ser interpretadas como demagogia. Estamos convencidos que el Centro Cívico cumplirá una tarea pedagógica esencial: transformar a una sumatoria de individuos en un cuerpo social, una comunidad que se reconoce a sí misma como tal. El Centro Cívico Rubiales será durante los primeros años de vida del asentamiento urbano, probablemente el único lugar de la ciudad asociado al ocio y a las actividades del tiempo libre. En poco tiempo, los paseos al parque del Centro Cívico y la visita a sus instalaciones, formarán parte de los recuerdos de infancia de la primera generación
de quienes habrán nacido allí. En tanto experiencia común compartida, ésta debería ser memorable, pues es de este tipo de experiencias que una comunidad se nutre para darle forma a su identidad y su memoria colectiva. Si mi experiencia vital con la naturaleza está medida por el recuerdo de la visita a un parque en cuyas lagunas y canales habitaban pequeños peces, reptiles y anfibios originarios de la Orinoquía, sembrado con especies vegetales nativas del llano, que eran el hogar de insectos, aves y pequeños mamíferos oriundos de la zona; con modernas edificaciones que reinterpretaban elementos y relaciones de la arquitectura tradicional del llano, y que probablemente serán por muchos años las mejores que existirán en el lugar y por lo tanto constituirán mi punto de referencia en arquitectura; es obvio que el parque y su Centro Cívico habrán cumplido una labor pedagógica en pos de la construcción de un individuo con raíces en el lugar. Además de cuando se reúnen en la faena de explotación, los programas del Centro Cívico probablemente serán los únicos en los que los habitantes se encuentren y se sientan formando parte de una comunidad. Para reforzar este sentido de cuerpo social comunitario pensamos que se podrían destinar algunas áreas del parque a cultivos comunitarios que funcionarían como viveros en los que se tendrían una reserva de las especies cultivadas en el parque. Encontrarse es el primer y fundamental paso para el desarrollo de otros emprendimientos y de una economía local independiente del petróleo.
El Centro Cívico cumplirá una tarea pedagógica esencial: transformar a una sumatoria de individuos en un cuerpo social, una comunidad que se reconoce a sí misma como tal.
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Sombras: el moriche y la maloca como modelos. El moriche es probablemente la forma natural más distintiva de la vegetación de la Orinoquía. Consiste en una forma densa de apretujamiento de palmas de tronco largo, que generar una cubierta vegetal que produce sombra de manera generosa y disminuye la temperatura. El sistema supone un suelo, unos elementos vegetales de baja altura que son el zócalo del moriche, unos troncos largos y una cubierta vegetal. Nos interesó el sistema-moriche como la manera en la cual la naturaleza del lugar ha creado, con pocos elementos, condiciones más favorables de habitabilidad. En consecuencia hemos intentando transferir al diseño de cada pabellón la eficiente lógica del moriche.
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Si se observa el corte típico de cualquiera de los pabellones que proponemos, el observador podrá notar la siguiente lógica. Un suelo, el suelo de lugar modificado según las necesidades específicas de cada pabellón. Ligeramente despegado de este suelo y apoyado sobre pequeños pilotis se encuentra el espacio habitable de cada pabellón -llámese Restaurante, Casa de la Cultura, Centro Comercial, Centro de Negocios, etc.- La cubierta plana de cada pabellón es habitable. Allí hemos previsto que ocurran actividades comunitarias animadas por la presencia de hamacas, mesas de juegos, etc. Este espacio sólo estará protegido a su vez por una gran cubierta que a la manera de las carpas o los toldos, genera gran cantidad de sombra y al apoyarse independientemente en esbeltos pórticos de estructura metálica, permiten dejar completamente liberados los costados para el paso libre del aire. Al separar la cubierta plana de los pabellones de la gran cubierta-toldo, construimos sobre cada pabellón un estrato de aire fresco que contribuirá al mejor acondicionamiento térmico de los espacios interiores. Esta misma lógica la pudimos observar en el diseño de las malocas, cuya altura es exagerada con el fin de lograr que en el estrato inferior -que es el estrato habitable donde permanecen las personas- la temperatura se mantenga siempre fresca, debido a que sobre este estrato, existe un gran volumen que permite la recirculación del aire. Si se considera la altura total de la maloca, en proporción, 1/3 corresponde al estrato habitable y los 2/3 restantes corresponden al volumen de reserva de aire. Hemos intentado mantener estas proporciones en el diseño de nuestro sistema de pabellón+toldo.
El sistema supone un suelo, unos elementos vegetales de baja altura que son el zócalo del moriche, unos troncos largos y una cubierta vegetal. Nos interesó el sistemamoriche como la manera en la cual la naturaleza del lugar ha creado, con pocos elementos, condiciones más favorables de habitabilidad.
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DESCRIPCIÓN DEL PROYECTO
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Movilidad. Hemos rodeado y delimitado la superficie del parque con una vía para el tránsito de vehículos motorizados. Aquí la decisión más radical consistió en interrumpir esta vía circunvalar en un tramo, para darle prioridad a la continuidad de un morichal y un nacedero de agua que ingresa desde un terreno aledaño a los predios del parque. De esta manera preservamos la pieza natural, nos aseguramos el acceso al agua, y evitamos el estancamiento de la circulación vehicular proyectando una de las vías longitudinales en doble sentido, con un perfil vial que aplica para estos casos –ciclorutas, anden, zona verde y calzada vehicular- y 2 rotondas de giro en cada uno de los extremos en que la vía resulta interrumpida. Dispusimos las 200 plazas de estacionamiento requeridas en bahías de parqueo arborizadas, localizadas a lo largo del perímetro del parque. De esta manera impedimos la concentración de vehículos en un solo lugar y eludimos las nocivas consecuencias estéticas y medioambientales que se derivan de tal aglomeración. Una frondosa alameda bordea el parque definiendo sus límites. Al parque se podrá ingresar por cualquier punto de su perímetro de manera inclusiva y una vez adentro se podrá caminar o recorrer en bicicleta. En lugares estratégicos hemos dispuesto 7 puestos para el
préstamo de bicicletas. Los caminos interiores se trazaron siguiendo en parte la forma de los canales y las lagunas, en parte la topografía y en parte buscando conectar los distintos pabellones. Los visitantes del parque se podrán mover a través de una sombreada red de caminos que en la planta dibujan un trazado orgánico y floral que asegura la conectividad tanto en sentido longitudinal como en sentido transversal.
La particularidad topográfica del terreno, la disponibilidad de agua en el lugar, la previsibilidad de inundaciones cíclicas, la tradición de ocupar el territorio siguiendo la lógica de red hídrica y el indiscutible valor paisajístico del agua, fundamentan nuestra decisión de realizar una inundación planificada de ciertas áreas del terreno.
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Inundación programada. En sentido longitudinal el terreno tiene sus niveles topográficos más altos en los extremos y su punto más bajo justo en el medio. Allí, en el lugar más bajo del terreno, se produce el ingreso de una mata-demonte y se ubica un nacedero de agua. Las temporadas de lluvias que por casi 9 meses (marzo-noviembre) azotan los Llanos Orientales, transforman grandes extensiones de sabana en pantanos. Por otra parte, en un lugar con escasas vías de comunicación terrestre como la Orinoquía, el sistema hídrico ha definido en gran parte las lógicas de ocupación del territorio. Finalmente, el agua posee en la zona un irrefutable valor paisajístico y es asociada a actividades de ocio como nadar, pescar, navegar, entre otras. La particularidad topográfica del terreno, la disponibilidad de agua en el lugar, la previsibilidad de inundaciones cíclicas, la tradición de ocupar el territorio siguiendo la lógica de red hídrica y el indiscutible valor paisajístico del agua, fundamentan nuestra decisión de realizar una inundación planificada de ciertas áreas del terreno. La inundación comienza por el punto más bajo del terreno, justo donde se encuentra el nacedero de agua. Allí se construye un muro de contención de forma circular que supera por pocos metros los niveles topográficos más elevados del terreno. Cuando el agua inunde totalmente el estanque de forma cilíndrica, habrá alcanzado el nivel
topográfico más elevado del terreno. Desde este punto dejamos rebalsar el agua y la transportamos a los distintos sitios del terreno simplemente por acción de la gravedad. Una laguna de forma circular instalada en medio del parque articula los programas de un Spa. Una laguna de forma elíptica ubicada en uno de los extremos del terreno, construye la escena ideal para la ubicación de un Coliseo. Un sistema de lagunas menores, ubicadas en el extremo opuesto del terreno, orienta la disposición de los programas culturales. Un sistema de canales de drenaje permite la constante circulación del agua. Creemos que de esta manera aprovechamos la oportunidad topográfica que nos ofrece el terreno, le damos uso a un recurso natural que se encuentra disponible en el lugar, evitamos las previsibles inundaciones de las zonas más bajas, recreamos la lógica de una ocupación territorial guiada por un sistema hídrico y le entregamos al parque un elemento de gran valor paisajístico que sin duda sabrán apreciar sus visitantes.
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Vegetación. Producir sombra, acelerar estratégicamente los vientos, resistir el uso e introducir cromatismo, con este sentido se ha seleccionado la paleta de materiales vegetales que le dan su contextura al parque. Para alcanzar estos objetivos, en la composición del cuadro paisajístico estamos utilizando 4 conjuntos de elementos: pastos y gramíneas, plantas ornamentales de baja altura, arbustos de altura mediana y grandes árboles de tronco largo y copa grande.
para encausar los vientos dominantes del Nor-oriente en dirección a las porosas fachadas Sur y Norte de los pabellones con el fin de contribuir a su aireación. Otro sistema de arbustos se ha plantado buscando encausar los vientos a lo largo de los caminos y circulaciones peatonales. En ambos casos, el encausamiento y aceleración del viento contribuirá a bajar la temperatura pero sobre todo los niveles de humedad del ambiente.
Para recubrir las superficies abiertas y desprovistas de vegetación en altura que tienen la función de dar cabida a deportes y actividades al aire libre, hemos previsto el uso de pastos y gramíneas nativas del lugar, como la Grama Trenza y el Maniforrajero, por su resistencia al uso, a la intensa radiación solar y a las fuertes lluvias.
Los árboles de gran formato los hemos elegido de tronco largo y copa frondosa. Cumplen la importante tarea de dar sombra a los cerramientos verticales y cubiertas de los pabellones. También los hemos dispuesto de tal manera que arrojen sombra sobre los caminos peatonales. En este caso hemos privilegiado el uso de árboles nativos como el Samán, el Mango, el Almendro, la Acacia, el Cumare y el Guamo. Finalmente, sobre algunos muros verticales y pérgolas hemos previsto el uso de enredaderas como las Veraneras fucsias, blancas y rojas y la Uña-egato. Estas cumplen la función de dar sombra y color focalizados, sin interrumpir el paso del aire.
Para dar color y vivacidad a los alrededores de los pabellones y caminos peatonales, hemos previsto el empleo de plantas ornamentales típicas del lugar como las Heliconias, los Papiros, el Ginger, los Philoendros y la Duranta en sus variedades verde y roja. Para animar algunos estanques ornamentales hemos considerado la introducción de flora acuática nativa como la Victoria Regia y los Lotos. Los arbustos de mediana altura como el Palo-e-cruz, el Bambú, el Flor Morado, entre otros; cumplen la importante tarea de direccionar el viento hacia los pabellones. Están dispuestos de manera estratégica
32 Geometría. El partido geométrico del proyecto se origina en la forma alargada y sinuosa del terreno; en su particular topografía ondulada -baja en el centro y más elevada en los extremos-; en la decisión de producir en el terreno una inundación planificada y por gravedad; y en la voluntad de construir a lo largo del terreno 3 zonas jerárquicas, cada una articulada en torno a un elemento de valor ambiental y paisajístico, a saber, un estanque central de forma circular que coincide con un nacedero de agua y con la presencia de un moriche existente; un estanque en forma de elipse que configura la esquina más angulosa del terreno y un sistema de pequeños estanques ornamentales y vegetación nativa frondosa, que en el extremo opuesto del terreno se inscribe en un macizo de forma circular. Luego de definir la presencia de los 3 elementos dominantes en los 2 extremos y el centro del terreno, nos pareció que una estructura geométrica con forma de tejido orgánico le otorgaría al parque ese carácter de jardín tropical que estábamos buscando. En consecuencia, a partir de la presencia de estos tres elementos primarios -2 figuras de trazado circular y una elíptica-, fuimos tejiendo un trazado orgánico y sinuoso, como una forja que dibuja un patrón floral. Con este hemos conseguido que en el parque nunca se circule en línea recta, en cambio, el visitante se mueve por caminos sinuosos que
entregan cambiantes vistas recortadas y evitan los encuadramientos monumentales. El sistema permite además recorrer el parque de múltiples maneras, pudiendo el visitante inventar cada vez una nueva manera de recorrerlo, por lo que la experiencia en el lugar no termina con unas pocas visitas. Finalmente, el sistema permite la existencia de un circuito, sin que éste se transforme en monotonía.
PROGRAMAS / PLANIMETRÍA
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BLOQUES
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BIOCLIMÁTICA
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Domesticando el clima con tecnología simple y costos bajos. Las condiciones geográficas particulares de la Orinoquía producen un clima cálido húmedo para el que existen recomendaciones medio-ambientales generales relativas a la forma, la orientación, el componente solar, la permeabilidad a la brisa y el uso de los materiales en las edificaciones con el fin de: R e d u c i r l a p ro d u c c i ó n d e c a l or E v i ta r l a a b sor c i ó n d e r a d i a c i ó n so l a r E v i ta r l a h u m e d a d Promover el movimiento del aire
Para el diseño de los espacios exteriores del proyecto hemos tenido en cuenta los siguientes criterios climáticos generales: 1- Disponer espacios amplios entre los pabellones para facilitar la ventilación. 2- Proponer un trazado que facilite la circulación del aire. 3- Disponer la vegetación de tal forma que sombree el espacio público.
71 Reducción del calor / forma
4- Proponer espacios exteriores de césped y sombreados para que acojan actividades al aire libre.
Reducción del calor / Distribución
EVITAR RADIACIÓN / DISTRIBUCIÓN
Producir sombra, acelerar estratégicamente los vientos, resistir el uso e introducir cromatismo, con este sentido se ha seleccionado la paleta de materiales vegetales que le dan su contextura al parque. Para alcanzar estos objetivos, en la composición del cuadro paisajístico estamos utilizando 4 conjuntos de elementos: pastos y gramíneas, plantas ornamentales de baja altura, arbustos de altura mediana y grandes árboles de tronco largo y copa grande.
72 EVITAR HUMEDAD / Distribución
EVITAR RADIACIÓN/ VEGETACIÓN
Para el diseño del espacio interior de los pabellones hemos tenido en cuenta los siguientes criterios climáticos generales:
1- U T I L I Z A R techos con grandes aleros, para la protección del asoleamiento y lluvias y sombra en los espacios exteriores. 2- U S A R espacios semi-cerrados, como los que se encuentran entre los techos de los pabellones y la cubierta. 3- D I S P O N E R las plantas de los pabellones de forma alargada o rectangular sobre el eje este-oeste, para estimular la circulación del viento. 4- E m plear en las envolventes materiales de baja masa térmica y colores claros.
Reducción del calor / VEGETACIÓN
5- U T I L I Z A R en los techos materiales de baja conductividad térmica, que sean ligeros y faciliten la auto-ventilación.
evitar humedad / emplazamiento y tipologĂa promover movimiento de aire / emplazamiento y tipologĂa
evitar humedad / forma y volumen
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evitar humedad interior
evitar humedad / vegetaciĂłn
6- e L E VA R el piso sobre el nivel del terreno, con estructuras de bajo impacto ambiental para facilitar la ventilación por debajo del edificio y evitar la entrada de la humedad del suelo, la absorción de inercia térmica del suelo y proteger de posibles inundaciones e insectos. 7-
P ro m over el uso de aberturas en fachadas y techos.
8- U tilizar sistemas dirección del viento.
como celosías para controlar la
9- D isponer de alturas y perforaciones de cielos, donde se puede generar diferentes niveles. 10- E vitar obstruir el viento con la vegetación las zonas externas. 11- S U P R I M I R el uso de vegetación en zonas internas, por el aumento de humedad, así como alta vegetación externa cerca de las ventanas. 12-
P revenir fuentes de agua en espacios internos.
Nuestro conjunto, un parque con pabellones aislados, propone una forma dispersa, extendida y discontinua, que consigue un perímetro con múltiples entrantes y salientes que amplían el área de las fachadas, favoreciendo la disipación de calor. Los pabellones, con conexiones abiertas e imbricados con la vegetación -como es de uso frecuente en la vivienda vernácula de la región-, se comportarán de manera positiva frente al clima, toda vez que hemos provisto abundante sombra. Hasta donde ha resultado posible hemos intentado proyectar patios extendidos y penetraciones del espacio exterior dentro de los volúmenes construidos, a manera de fisuras o cuñas, con el fin de canalizar el viento y llevarlo a lo más profundo de la planta. Igualmente hemos estirado las plantas a lo largo del eje Este-Oeste, con fachadas cerradas a la radiación en los extremos. Hemos intentado proteger la fachada poniente de los pabellones contra la ganancia térmica de calor por radiación, para evitar un almacenamiento de calor que suponga una carga contra el bienestar termofisiológico que intentamos generar en los interiores. Igualmente hemos mantenida prudentemente cerrada la fachada Este de los pabellones, para evitar la concentración de calor desde las primeras horas del día. Las fachadas norte y sur las hemos tratado con vanos generosos y permeables a la brisa. Descartamos la utilización de cubiertas planas debido a la alta cantidad de energía que se recibe sobre el plano horizontal durante el día y a lo largo de todo el año. Buscando que la temperatura interna se aproxime a la temperatura del exterior, abrimos las fachadas hacia las brisas dominantes, que en el lugar provienen principalmente del norte y del nororiente. La gráfica bioclimática de Olgyay explica de qué manera la presencia de la brisa amplía la zona de bienestar termofisiólogico diario. Cuanto mayor sea la velocidad de la brisa, mejores resultados podrán obtenerse para minimizar el efecto sicológico negativo de la alta humedad e incrementar las pérdidas convectivas de calor corporal.
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Para optimizar la ventilación hemos considerado aperturas grandes y sombreadas en los cerramientos exteriores de los pabellones. También hemos previsto ventilaciones cruzadas con el fin de hacer más eficiente los cambios en el volumen de aire interior ventilado y, cuando ha sido posible, hemos previsto aperturas de entrada del aire menores que las aperturas de salida para promover la aparición del llamado efecto Venturi. La disposición de los muros en las plantas se ha hecho evitando interrumpir la ventilación cruzada.
evitar humedad / orientación
Con ayuda de la vegetación y la cubierta, hemos intentado proteger los muros exteriores del sol directo. Para algunos cerramientos verticales estamos utilizando ladrillos calados y/o bloques perforados, que por su baja capacidad de almacenamiento térmico, evitan la acumulación de calor en la envolvente del edificio. Las cubiertas las proyectamos inclinadas y pintadas con colores claros, para acumular menor radiación y evitar ganancia térmica a través de los techos.
La cubierta juega un papel determinante en el diseño, pues debe proteger no solo de la radiación y de la lluvia sino que además debe direccionar y elevar la presión de los vientos hacia el interior para disipar la humedad y permitir que el exceso de calor acumulado en el interior sea evacuado. Debe ser sombrilla, paraguas, abanico y chimenea. La primera condición conlleva grandes aleros que bloqueen los tendidos ángulos de incidencia solar, la segunda deriva en superficies importantes para captación de agua y rápidas pendientes de evacuación. Los últimos dos a elevarla a un nivel suficiente y adecuado de viento más fresco y más rápido (sin obstáculos). A pesar de tener alta conductividad térmica, la cubierta metálica permite resolver de mejor forma esas condiciones. Por ésta razón, se propone del tipo ventilada. Está compuesta por dos capas y cámara de aire entre ellas. La capa exterior metálica, de color claro, lo suficientemente reflectívo, y la inferior en un tejido de fibra natural extraído de la palma de moriche que tiene el doble papel de ser tamiz bioclimático (luz y calor) y enriquecer visualmente el área social de las terrazas. La necesidad de tener espacios interiores fluidos y flexibles para favorecer la circulación del aire con los otros espacios internos y el exterior, obliga que los muros desaparezcan cuando es posible o a que tengan aperturas totales en sus paramentos. Estamos proponiendo cerramientos ligeros, que permitan el paso del aire, con sistemas móviles que permitan disponer de espacios iluminados y el paso del aire simultáneamente y/o proteger de la lluvia, y dispositivos perforados como puerta ventanas con angeos, y celosías y/o muros calados fabricados con las arcillas del lugar, que proporcionan la protección de la radiación y permiten la libre circulación del aire. La labor climática de los materiales en una edificación sin aire acondicionado y funcionando con ventilación natural en un clima cálido-húmedo como el de la zona, es minimizar el calentamiento solar durante el día y maximizar la tasa de enfriamiento al final de la tarde y en la noche. Una reducción significativa de la temperatura interior por debajo de la exterior es impráctica en estos lugares debido a la necesidad de ventilación diurna y la indisponibilidad de una amplitud diaria grande. Esta circunstancia sugiere una envolvente de resistencia térmica mediana, en correspondencia con el impacto esperado de la radiación solar en las paredes y el techo. Siguiendo la lógica de las edificaciones vernáculas de la zona, hemos decidido construir con materiales livianos (perfiles metálicos), debido al rápido enfriamiento que se produce en ellos al caer la noche cuando disminuye el viento. Las edificaciones de elevada masa térmica se enfrían más lentamente durante la noche, lo que puede producir malestar térmico y dificultad para dormir.
Finalmente, para desarrollar el proyecto de arquitectura del paisaje hemos tomado en cuenta los siguientes criterios climáticos generales:
1- MINIMIZAR la obstrucción del viento en el sitio de la edificación, especialmente en frente de las ventanas. 2- PROVEER sombras alrededor de la edificación y en los sitios de permanencia de las personas en los parques públicos. Creemos que un cuadro de jardín con césped y flores en combinación con árboles de tronco alto y copa amplia constituye la mejor opción paisajista para este lugar. En el parque hemos evitado las superficies duras extensas y, en cambio, le hemos dado preferencia al césped y las plantas, ya que disminuyen la reflexión de radiación hacia los edificios al absorber una buena proporción de ésta. Con el fin de no obstruir el paso de la brisa, hemos previsto la siembra de árboles de tronco alto y follaje extendido como Samanes, Mangos, Almendros, Cañofistol y Araguaney. Los árboles de tronco alto y copa grande son además los más efectivos para sombrear los muros perimetrales pero sobre todo los techos de los pabellones. Donde ha sido necesario hemos previsto el uso de pérgolas con plantas, pues producen un sombreado efectivo sin bloquear el viento. En cualquier caso, hemos evitado la presencia de árboles bajos y arbusto frente a las aperturas de los cerramientos de los pabellones. Hemos inundado con un sistema de canales y lagunas las áreas del parque más propensas a la formación de pantanos durante la temporada de lluvias (marzo-noviembre) De esta manera le otorgamos a los visitantes del lugar, de manera permanente, un elemento de gran valor paisajístico y muy apreciado por las personas como son los cuerpos de agua. Estos se podrán usar todo el año de manera recreativa –nadar, navegar, pesca recreativa, etc.-, al tiempo que evitamos una inundación no planificada que hasta por 9 meses al año podría inhabilitar grandes porciones del parque para su uso.
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evitar radiación / forma y orientación
reducción de calor / inrterior
Estructuras metálicas y arcillas del lugar. El sistema Constructivo utilizado tiene como premisas, las establecidas en el aparte de las bases del concurso, las recomendaciones del estudio de suelos, y las que surgen a partir de las decisiones del modelo urbanístico-arquitectónico que proponemos.
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La concepción de los procesos constructivos tiene dos grandes capítulos. El primero que trata sobre las edificaciones que forman parte del programa arquitectónico y que hemos convenido en llamar pabellones, y el segundo que trata sobre la techumbre que proporciona sombra. Los pabellones. En las bases del concurso se indica que es importante considerar que en el lugar existe escasez de materiales para la construcción tradicional. Para atender a este llamado hemos restringido la utilización del concreto exclusivamente a la construcción de la cimentación -que está conformada por zapatas aisladas y pedestales que elevan las edificaciones en procura de mantener en lo posible el terreno intactoy a la construcción de las placas aéreas de contra-piso, de entrepiso.
reducción de calor / orientación
Para disminuir los altos costos por transporte de material se utilizará la arcilla de la región en la construcción de ladrillos, de bloques calados y de adoquines de piso, mediante la implementación de hornos alimentados por gas natural. Además se utilizará en la construcción de muros de contención mediante el sistema de tierra armada. Las estructuras metálicas son, por lo general, más ligeras que las realizadas con otros materiales; esto supone una disminución
reducción de calor / emplazamiento
significativa en las dimensiones de la cimentación, y por lo tanto menores costos para transportar arena gravilla y cemento. Para enfrentar el desafío de los altos costos de mano de obra, la totalidad de la estructura principal, (columnas, vigas de amarre inferiores y superiores y la estructura de los entrepisos) llegará al sitio de la obra, completamente cortada, pre-ensamblada y resoldada desde los centros de producción en Bogotá o Villavicencio. Las láminas de stell-deck utilizadas en los entrepisos y las láminas de fibrocemento para muros de cerramiento y divisiones, llegarán cortadas y numeradas de acuerdo a los planos de despiece. Las puertas-ventanas llegarán listas para su montaje. Las redes eléctricas de cableado estructurado y domótica utilizarán el sistema pre-ensamblado de última tecnología; la mano de obra in-situ solo será necesaria para la acomodación y atornillado de las piezas. Hemos pensado en una solución constructiva eficiente y rápida. La construcción por pabellones permite construirlos todos al mismo tiempo, mediante la implementación de frentes de trabajo paralelos; la construcción de los pabellones pre-ensamblados en los centros de producción, permite su rápida colocación. En términos de calidad constructiva y sostenibilidad, la construcción de los pabellones utilizando estructuras metálicas garantiza la seguridad frente a las fuerzas de la naturaleza, el bienestar de los usuarios, los bajos costos de mantenimiento, la vida útil ilimitada, la posibilidad
reducción de calor / tipología
de trabajar grandes luces y entrepisos livianos, la reducción en los tiempos de alquiler de equipo de entarimado y la utilización de la tubería estructural para canalizar redes. Cuando termina la vida útil del edificio, la estructura metálica de acero puede ser desmontada y posteriormente utilizada en nuevos usos o ser reaprovechada con un fácil reciclaje. En atención a lo señalado en el estudio de suelos de hacer edificaciones de máximo dos pisos y hasta nueve (9) metros de altura, la gran mayoría de las edificaciones que proponemos son de un piso. Sólo en el Centro Comercial y el Centro Empresarial se diseñaron edificaciones en dos pisos, ninguna edificación supera los nueve metros de altura. También adoptamos la recomendación expresada en las bases de pensar la cimentación conformada por zapatas aisladas. No se adopta la recomendación de pensar una cimentación corrida para muros, por ir en contravía de la premisa establecida en las bases del concurso en el numeral 1.1.1 y 1.1.2. Los muros de cerramiento y divisorios se apoyan en la losa aérea de contra piso, sin tocar el terreno. Se adopta la recomendación de proyectar placas de contrapiso de tipo aéreo, teniendo en cuenta que el suelo posee un potencial de expansión crítico que arruinaría las placas de contra piso construidas sobre el suelo. Como consecuencia del modelo urbanístico y arquitectónico que hemos proyectado, se han establecido las siguientes premisas técnicas y constructivas.
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Los pórticos en estructura metálica se apoyan a la cimentación mediante doble platina, una anclada al concreto del pedestal que contiene los espárragos de 5/8” y otra pre-ensamblada a la columna que tiene perforaciones y se acopla con tuercas.
La cubierta tipo sándwich llegara cortada e identificada de acuerdo a los planos de despiece; está cubierta tiene como característica la ausencia de tejas en algunas partes, para mejorar la evacuación del calor acumulado hacia el ambiente.
La placa de contra-piso sobre lámina colaborante de stell-deck, será allanada con helicóptero, logrando así una superficie tersa, fácil de mantener y evitando el costo de materiales, transporte y mano de obra de acabados de piso.
El cielorraso será construido mediante guayas, tensores y tapices fabricados en palma de moriche por artesanos de la región, utilizando técnicas ancestrales, que permitirá el tamizado de la luz propio de las sombras que producen los morichales.
Los muros calados, que permiten la generación de corrientes de viento que refrigeren los pabellones, serán construidos con la arcilla presente en los suelos de la región. Las terrazas verdes propuestas contribuyen a lograr una temperatura confortable en los pabellones, y son a la vez espacios públicos para el goce de los usuarios del centro cívico. Se utilizarán ventanas en aluminio con anjeo sin vidrios, que permiten espacios muy ventilados.
El cerramiento lateral que utiliza el mismo tipo de estructura metálica plegada, se enfoca en el manejo de la luz y del confort térmico, y se resuelve como una piel que otorga identidad a los volúmenes, dibujando siluetas mediante perforaciones de diversos calibres en laminas de acero de 1.5 mm, de temas relativos a la Orinoquía.
La Techumbre. Para la cimentación de la estructura de techumbre, se adoptó la recomendación de las bases del concurso de hacer zapatas aisladas y se complementa con la construcción de pedestales que permitirán la colocación de la estructura metálica. 80
Para el adecuado manejo de las aguas, se proyectó su captación desde las techumbres mediante canales y bajantes de aguas lluvias que conducirán a desarenadores, que conducirán a su vez a dos sistemas diferentes, uno al sistema de tanques subterráneos que reutilizando el agua lluvia, la elevara a tanques altos mediante pequeñas bombas y por gravedad a las baterías sanitarias; otro al sistema de atarjeas y canales superficiales en la terraza alta que bajan por gravedad, alimentan los cuerpos de agua en la parte media y baja del lote y finalmente se devuelven al gran morichal.
evitar radiación / tipología
Las aguas lluvias que caen directamente al suelo, transitan por debajo de las edificaciones, alimentan los cuerpos de agua en la parte media y baja del lote y finalmente también se devuelven al gran morichal. Del modelo urbanístico y arquitectónico proyectado se desprenden las siguientes premisas técnico-constructivas: Se adoptó el sistema de Pórticos en estructura metálica denominado “Estructuras Plegadas”, que consiste en que cada uno de los planos de la cubierta constituye una enorme viga que enlaza las columnas, alcanzado luces hasta de cuarenta y cinco metros. Al igual que en los pabellones, la totalidad de la estructura principal, (columnas, vigas plegadas de cubierta, tensores y platinas), llegará al sitio de la obra completamente cortada, pre ensamblada y resoldada desde los centros de producción, Bogotá o Villavicencio.
evitar radiación / interior
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