DELEGACIÓN ARZOBISPAL PARA LA PASTORAL FAMILIAR
BENDICIÓN DE LOS NIÑOS NACIDOS EN EL AÑO 2013 FEBRERO 2 DE 2014
Propósito: Presentar a los sacerdotes de la Arquidiócesis de Medellín, un modelo de bendición a modo de guía, para que en la Fiesta de la Presentación de Jesús en el templo, la celebren en la Eucaristía que consideren conveniente con los niños nacidos durante el año 2013. Presentación: Con el ánimo de resaltar el valor de la vida humana y de acompañar a los padres de familia, como Iglesia familia de Dios, la Arquidiócesis de Medellín, en su fiesta patronal de Nuestra Señora de la Candelaria, entrega este modelo de bendición para los niños, con el fin de realizarlo en su comunidad parroquial en la Eucaristía que consideren conveniente. Se trata de invitar a todos los padres de familia que tuvieron un hijo durante el periodo 2013, para que se acerquen al templo, a ejemplo de la Sagrada Familia de Nazaret, y reciban por parte del sacerdote la bendición como signo de alegría y Buena Noticia para la Comunidad. A continuación presentamos este modelo que consta de: • Comentario al lucernario • Comentarios de la Eucaristía. - Inicial - Lecturas - Peticiones • Bendición a los niños. Esperamos que todos los sacerdotes realicen este rito de bendición en sus Comunidades Parroquiales, u otro que consideren apropiado, resaltando la vida, que nace como luz que alegra la familia, Comunidad de Vida y Amor. Comentario al lucernario: Hermanos: ¡Cristo es la luz del mundo! Dejémonos iluminar por ÉL, que alegra y da vida a nuestras familias. Que esta luz que encendemos sea memoria agradecida y gozosa de la luz de Cristo Resucitado, que desde nuestro bautismo acompaña nuestro camino como discípulos misioneros. Comentario inicial: Así como José y María presentaron al Niño Jesús en el templo, cumpliendo con la tradición y las costumbres propias de su tiempo, también nosotros como familia de Dios, nos presentamos en la casa del Señor, para celebrar la Eucaristía y darle gracias por los niños que nacieron en el año 2013. Nos unimos a la alegría de estas familias y le damos la bienvenida a estos niños, para que juntos sigamos construyendo el Reino de Dios. Comentario a las lecturas: Las lecturas nos llevan a experimentar la alegría de la familia frente al ser que nace, como símbolo de la alianza que da cuenta que Dios sigue esperando y confiando en el ser humano. Escuchemos con atención la Palabra del Señor, para que así como
María y José presentaron a Jesús en el templo, así también nosotros recibamos la luz de Jesús en nuestros hogares, siendo portadores del amor y el cuidado, a fin de que nuestros hijos puedan ser una bendición para la sociedad. Oración universal: Presidente: En esta Fiesta de la Presentación del Señor, fiesta de luz y de gracia, presentemos confiadamente al Dios de la vida nuestras súplicas, seguros de que, como familia eclesial, seremos escuchados y atendidos. R/ Dios de amor, escúchanos. Pidamos al Señor por la Iglesia, familia de Dios, para que todos los que la conformamos podamos reconocer su presencia en medio de nosotros. Por los gobernantes, para que Dios sea la luz en sus vidas y de esa manera puedan guiar y servir a sus hermanos. Por las familias que viven su compromiso matrimonial, para que sigan perseverando en el esfuerzo constante de ser comunidad de vida y amor. Por los niños que hoy están presentes, para que con el cuidado y el amor de sus padres y hermanos, sean un testimonio de esperanza para la Iglesia y la sociedad. Pidamos por las familias con dificultades, para que seas tú Señor la luz que vuelva a sus hogares y les permitas volver a ser una comunidad de vida y amor. Presidente: Atiende oh Padre, benigno nuestras súplicas y haz que te presentemos siempre un corazón dócil y puro. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén. Después de la oración post-comunión: Bendición a los niños: Presidente:
Señor, Dios nuestro, que de la boca de los niños has sacado la alabanza de tu Nombre, mira con bondad a estos niños que la fe de la Iglesia encomienda a tu providencia y, así como tu Hijo, nacido de la Virgen, al recibir con agrado a los niños, los abrazaba y los bendecía, y nos los puso como ejemplo, así también, Padre, derrama sobre ellos tu bendición, para que, cuando lleguen a mayores, por su buena conducta entre los hombres, y con la fuerza del Espíritu Santo, sean testigos de Cristo ante el mundo y enseñen y defiendan la fe que profesan. Por Jesucristo, nuestro Señor. R. Amén.
Después de la oración de bendición, el ministro puede rociar a los niños con agua bendita, diciendo, según las circunstancias: Que esta agua nos recuerde nuestro bautismo en Cristo, que nos redimió con su muerte y resurrección. El ministro concluye el rito, diciendo: Jesús, el Señor, que amó a los niños, os bendiga y os guarde en su amor. Todos responden: Amén. Presidente: Y la bendición de Dios todopoderoso…