Arquitecturas del Sur Nº 39

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[AS] arquitecturas del sur nº 39

>RECTOR: HÉCTOR GAETE FERES

>DECANO FACULTAD DE ARQUITECTURA, CONSTRUCCIÓN Y DISEÑO: PATRICIO MORGADO URIBE

>DIRECTOR DEPARTAMENTO DISEÑO Y TEORÍA DE LA ARQUITECTURA: GONZALO CERDA Brintrup

>EDITOR: HERNÁN ASCUI FERNÁNDEZ / Departamento Diseño y Teoría de la Arquitectura, Universidad del Bío-Bío, Concepción, Chile. / hascui@ubiobio.cl

>DIRECCIÓN DE ARTE Y DISEÑO: NICOLÁS SÁEZ GUTIÉRREZ / Departamento Diseño y Teoría de la Arquitectura, Universidad del Bío-Bío, Concepción, Chile. / nsaez@ubiobio.cl

>EDICIÓN DE CONTENIDO: MARÍA DOLORES MUÑOZ REBOLLEDO / Departamento Diseño y Teoría de la Arquitectura, Universidad del Bío-Bío, Concepción, Chile. / mdmunoz@ubiobio.cl

>PRODUCCIÓN EDITORIAL: CLAUDIO ARANEDA GUTIÉRREZ / Departamento Diseño y Teoría de la Arquitectura, Universidad del Bío-Bío, Concepción, Chile. / madpro@ubiobio.cl HERNÁN BARRÍA CHATEAU / Departamento Diseño y Teoría de la Arquitectura, Universidad del Bío-Bío, Concepción, Chile. / hbarria@ubiobio.cl ROBERTO BURDILES ALLIENDE / Departamento Diseño y Teoría de la Arquitectura, Universidad del Bío-Bío, Concepción, Chile. / rburdile@ubiobio.cl GONZALO CERDA Brintrup / Departamento Diseño y Teoría de la Arquitectura, Universidad del Bío-Bío, Concepción, Chile. / gcerda@ubiobio.cl RODRIGO GARCIA ALVARADO / Departamento Diseño y Teoría de la Arquitectura, Universidad del Bío-Bío, Concepción, Chile. / rgarcia@ubiobio.cl

>CONSEJO EDITORIAL: ROBERTO GOYCOOLEA / Escuela Técnica Superior de Arquitectura y Geodesia, Universidad de Alcalá, Madrid, ESPAÑA RAMÓN GUTIÉRREZ / Centro de Documentación de Arquitectura Latinoamericana CEDODAL, Buenos Aires, Argentina JORGE HARRIS / Departamento Diseño y Teoría de la Arquitectura, Universidad del Bío-Bío, Concepción, Chile JOSÉ KÓS / Facultad de Arquitectura y Urbanismo, Universidad Federal de Río de Janeiro, Brasil PATRICIA MÉNDEZ / Centro de Documentación de Arquitectura Latinoamericana CEDODAL, Buenos Aires, ARGENTINA FERNANDO LARA / Escuela de Arquitectura, Universidad de Texas, Austin, Texas, USA LILIANA LOLICH / Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas, Bariloche, ARGENTINA MAURICIO PINILLA / Facultad de Arquitectura y Diseño, Universidad de los Andes, Bogotá, COLOMBIA

MAX AGUIRRE / Facultad de Arquitectura y Urbanismo,Universidad de Chile, Santiago, Chile SILVIA ARANGO / Escuela de Arquitectura y Urbanismo, Universidad Nacional de Colombia, Bogotá, Colombia CARMEN AROZTEGUI / Escuela de Arquitectura Universidad Federal de Minas Gerais, Belo Horizonte, Minas Gerais, BRASIL IVÁN CARTES / Facultad de Arquitectura, Construcción y Diseño,Universidad del BíoBío, Concepción, Chile MARIA CRISTINA SCHICCHI/ Programa de Postgrados en Urbanismo, Pontificia Universidad Católica de Campinas, Campinas, São Paulo, BRASIL HUMBERTO ELIASH / Facultad de Arquitectura y Urbanismo,Universidad de Chile, Santiago, Chile JANE ESPINA / Facultad de Arquitectura y Diseño, Universidad de Zulia, Maracaibo, Venezuela JORGE FIORI / Architectural, Association School of Architecture, Londres, Inglaterra

>TRADUCCIONES: JOANNA SARAH COGHILL

>COLABORACIÓN GRÁFICA: Diego Triviño / guillermo zúñiga / Francisco Cáceres

>IMAGEN PORTADA Y CONTRAPORTADA: Diagrama que forma parte de la presentación “Protofenómeno Urbano” de Claudio Araneda que se encuentra en la sección “Trabajo en Progreso” del presente número. Edición: Arquitecturas del Sur. (página 6-13)

>VENTAS: GUSTAVO ROSSI TORRES grossi@ubiobio.cl TEL.(56-41)2731612 Revista [AS] indexada en Avery Index administrado por la Universidad de Columbia, E.E.U.U y LATINDEX (Sistema Regional de Información en Linea para Revistas Científicas de America Latina, el Caribe, España y Portugal). Además la revista está incluida en las bases de datos de EBSCO Electronic Journals Service y forma parte de ARLA, Asociación de Revistas Latinoamericanas de Arquitectura.

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EDITORIAL [AS] 39

Vivir el espacio público Living in public space

TRABAJO EN PROGRESO / WORK IN PROGRESS Protofenómeno Urbano. Rudimentos Analíticos Para una Aproximación Fenoménica al Estudio de la Percepción de Personas en el Espacio UrbanO

Urban Protophenomenon.Analytical Rudiments for a Phenomenological Approach to the Study of the Perception of People in Urban Space Claudio Araneda

Germán Rodríguez Arias y el Cine Central de Chillán (1945). Una historia del exilio catalán en Chile

Germán Rodríguez Arias and Chillán’s Cine Central (1945). A story of exile from Catalonia in Chile David Caralt

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ARTICLES

ARTÍCULOS

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Estéticas relacionales y prácticas interactivas en la ciudad contemporánea

Aesthetic of relations and interactive practices in the contemporary city Daniele Mancini

ESPACIO PÚBLICO INFORMAL. Apreciaciones sobre la infraestructura y los espacios de uso colectivo en el campamento de Pudeto Bajo de Ancud. INFORMAL PUBLIC SPACE . Observations on the communal infrastructure and space in the squatter settlement of Pudeto Bajo in Ancud. Cristian Silva

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PRÁCTICA REFLEXIVA RECÍPROCA PARA EL DISEÑO AMBIENTAL DEL ESPACIO PÚBLICO

RECIPROCAL REFLECTIVE PRACTICE FOR THE ENVIRONMENTAL DESIGN OF PUBLIC SPACES Alexander González / Ader García / Jorge Salazar

Momentos Móviles. Los lugares móviles y la nueva construcción del espacio público Mobile Moments. Mobile places and the new building of public space Paola Jirón / Luis Iturra

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INSTRUCCIONES PARA PUBLICAR

SUBMISSION GUIDELINES

ISLAS EN LA CIUDAD: HÁBITAT Y ESPACIO PÚBLICO EN EL CORREGIMIENTO CURUNDU DE PANAMÁ ISLANDS IN THE CITY: HABITAT AND PUBLIC SPACE IN THE CURUNDÚ DISTRICT OF PANAMA Mônica de Souza / Gonzalo Cerda

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Editorial Arquitecturas del Sur.

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Vivir el espacio público.

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Vivir el espacio público.

Una de las principales funciones del espacio público es canalizar e intensificar la vida de las ciudades. Es en estos lugares donde se revelan y se hacen evidentes las costumbres, los ritos y la cultura de nuestros pueblos latinoamericanos. Considerando la importancia del espacio público, este número reúne artículos que buscan contribuir a la disciplina de la arquitectura reconociendo que constituye un soporte activo de los lugares destinados al encuentro y desarrollo de las personas en cuanto ciudadanos.

los desplazamientos, cada vez más largos y demorosos que realizan los habitantes de las grandes urbes. La apropiación espontánea de este espacio disponible que se mueve de un lugar a otro, comienza a cargarse de nuevos significados, donde los usuarios, se relacionan, comen, duermen, leen o simplemente contemplan el entorno. En otro contexto, Daniele Mancini estudia las posibilidades que tiene la arquitectura contemporánea para actuar en conjunto como un gran soporte interactivo sobre el espacio público, aprovechando los avances de la tecnología y las comunicaciones en cuanto a la capacidad de construir pieles sensibles capaces de proyectar contenidos o almacenar datos relacionados con el comportamiento de sus usuarios o del ambiente.

Las obras de arquitectura que se levantan al interior de la ciudad, tienen el deber ineludible de contribuir a consolidar y mejorar la calidad del espacio público. En estas debería perdurar la voluntad original de enriquecer la interacción entre los habitantes de una ciudad sin importar los cambios de uso que la arquitectura pueda tener con el paso del tiempo. Esto es lo que sucede con el Cine Central de Chillán, edificio proyectado por el arquitecto catalán Germán Rodríguez Arias y que cómo indica David Caralt “cumplió un importante rol social en la vida de los chillanejos” en una ciudad que venía recuperándose del terremoto de 1939. Caralt ahonda en las particularidades de la historia de este arquitecto exiliado en Chile entre los años 1939 y 1957 y vinculado a Pablo Neruda por su colaboración en sus conocidas casas de Isla Negra y Santiago.

Pero más allá de las fronteras de la ciudad planificada, se levantan y construyen formas de espacio público que responden a otras necesidades y requerimientos, asociados a mecanismos y estrategias de sobrevivencia en lugares alejados de los grandes polos de desarrollo y la industrialización. Es lo que ocurre con los campamentos australes como Pudeto Bajo, en Ancud, caso de estudio de la investigación de Cristián Silva que busca esclarecer las características del espacio público presente al interior de estos asentamientos.

Cualquier intervención orientada a mejorar la calidad del espacio público debiera considerar que es precisamente en estos lugares donde las personas esperan desarrollar sus ritos cotidianos a través de una forma “adecuada” de relacionarse con las particularidades de su clima y sus costumbres. Cómo una manera de garantizar una arquitectura “ajustada a la realidad climática, social y humana de la ciudad”, Alexander González, Ader García y Jorge Salazar buscan instalar la idea de “la práctica reflexiva recíproca para el diseño ambiental del espacio público” basado en el fortalecimiento del valor teórico, conceptual e instrumental de la arquitectura y el intercambio de conocimiento transdisciplinar.

En estos asentamientos informales o también denominados barrios pobres, el espacio público está especialmente ligado a las formas de vida de sus habitantes, por cuanto son ellos mismos quienes los conciben, y quienes más tarde mantienen un plan de mejoramiento constante y permanente en el tiempo, en busca de mejorar su calidad de vida. El caso del Corregimiento de Curundú analizado por Mônica de Souza y Gonzalo Cerda en Panamá, confirma que estos lugares constituyen fuentes de conocimiento de relevancia para quienes hoy día están planificando la ciudad, y que tal vez el objeto de estudio del urbanista no sea esta ciudad construida sino que directamente las formas de vida de sus habitantes, tesis que sustenta el trabajo que introduce este número y que moviliza a Claudio Araneda por las calles de Concepción en busca de un registro implacable que le permita levantar una radiografía precisa de las formas de ocupación del espacio público.

Sin embargo en la ciudad contemporánea, el espacio público va más allá de los límites de las plazas y los parques. A través de la investigación de Paola Jirón y Luis Iturra, que se centra en examinar distintas experiencias de movilidad al interior de la ciudad de Santiago, es posible visualizar nuevas categorías de espacio público que subyacen en

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Editorial Arquitecturas del Sur.

Living in public space.

In a different context, David Mancini studies the possibility that contemporary architecture could act as a larger interactive framework for public space, using the advances in technology and communications to build sensitive skins able to project or store data about their users or environmental behaviour.

Works of architecture built within the city have an inescapable duty to help consolidate and improve the quality of public space. The original intention to enrich the interaction between inhabitants in a city must hold firm despite possible future changes in a building’s use. This has been the case for the Cine Central in Chillán, a building designed by the Catalan architect Germán Rodríguez Arias, which, as David Caralt affirms, “fulfilled a significant social role in the life of the inhabitants of the city”, a city then still recovering from the major earthquake of 1939. Caralt explores the particularities of this architect’s life, exiled in Chile between 1939 and 1957 and linked to Pablo Neruda through his collaboration in the poet’s well-known houses in the Isla Negra and Santiago.

However, beyond the frontiers of the planned city, other forms of public space are built, responding to other needs and requirements associated with survival mechanisms and strategies in places far from the big poles of development and industrialisation. Such is the case of the squatter neighbourhoods like Pudeto Bajo, in Ancud, in the south of Chile, the case study examined in Cristián Silva’s research work which seeks to clarify the characteristics of public space within such settlements. In these informal settlements, also known as ‘poor neighbourhoods’, public space is particularly strongly connected with the life of the inhabitants, since it is they themselves who conceive such spaces and subsequently maintain and constantly seek to improve them in order to raise their quality of living. The case study Corregimiento de Curundú, analysed by Mônica de Souza and Gonzalo Cerda in Panamá, confirms how these places constitute relevant sources of knowledge for those responsible for urban planning today. In this sense, perhaps an urbanist’s object of study is not the built city but more directly the ways of life of the inhabitants; this is the thesis sustaining the introductory article in this issue by Claudio Araneda that keeps him moving through the streets of Concepción in search of a way to create a precise radiography of the patterns of use of public space.

Any intervention aimed at improving the quality of public space must take into account that it is here that people wish to develop their daily routines through creating an appropriate relationship with the particular climate and customs of the place. As one way of ensuring architecture is “suited to the climatic, social and human reality of the city”, Alexander González, Ader García and Jorge Salazar seek to establish the idea of “reciprocal reflective practice for the environmental design of public space” based on strengthening the theoretical, conceptual and instrumental value of architecture and the interchange of knowledge across the different disciplines. However, in the contemporary city, public space extends beyond the limits of the plazas and the parks. The research work of Paola Jirón and Luis Iturra, focused on examining different experiences of mobility within the city of Santiago, permits the visualisation of new categories of public space underlying the ever longer and more time-consuming journeys made by the inhabitants of big urban centres. The

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Vivir el espacio público.

spontaneous appropriation of available space in such journeys becomes laden with new meaning wherever people relate to each other, eat, sleep, read or simply contemplate their surroundings.

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The main function of public space is to channel and intensify life in the cities. Here, the customs, rites and culture of the Latin American peoples are revealed and made evident. In view of the importance of public space, this issue brings together articles that seek to contribute to architecture, in recognition that this discipline actively supports those places destined to encounters between citizens and their development.


Claudio Araneda.

TRABAJO EN PROGRESO / WORK IN PROGRESS

Protofenómeno Urbano.

Rudimentos Analíticos Para una Aproximación Fenoménica al Estudio de la Percepción de Personas en el Espacio Urbano1 / Urban Protophenomenon.Analytical Rudiments for a Phenomenological Approach to the Study of the Perception of People in Urban Space1

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Protofenómeno Urbano

CLAUDIO ARANEDA2

Introducción El argumento central de este proyecto entronca con la crítica fundamental realizada por Bill Hillier a la tendencia histórica y atávica del urbanismo a la prescripción dogmática y a la consecuente escasez de herramientas que posibiliten una aproximación analítica al estudio del fenómeno urbano. Entronca también con la crítica de Ratti al trabajo de Hillier respecto al salto de fe implícito en las predicciones de Space Syntax basadas en los resultados obtenidos mediante el ‘mapa axial’.5 Con todo, difiere con

Goethe- padre la protofenomenologia, eslabón perdido de la fenomenología y genio tutelar de esta investigaciónafirmaba que “las hipótesis no son sino canciones de cuna con las cuales el profesor envía a sus alumnos a dormir.” (Del Solar, 1993). En efecto, para Goethe lo gravitante en ciencia fue siempre, por sobre todo, el establecimiento de un lazo reverente y contemplativo con un objeto de estudio claramente diferenciado. Por esta vía- que al tiempo que erradica toda especulación, hace de la hipótesis un instrumento de investigación relativamente redundante- Goethe inauguró la ciencia de los fenómenos primordiales o de los protofenómenos, logro cuyas profundas consecuencias recién comienzan a ser cabal y objetivamente evaluadas por el establishment científico moderno.3

ambos, así como con toda la fructífera línea de exploración digital que esta última crítica abrió, en cuanto a objeto de estudio. Postula que, salvo contadas excepciones, la atención en análisis urbano ha estado puesta con casi total exclusividad en la dimensión espacial de la traza urbana con casi total exclusión de la ‘vida’ que en él se desarrolla. Vida, entendida como las relaciones humanas sensorial/ cognitivas basales implícitas en la experiencia urbana.

Dos siglos más tarde, vía los estudios pioneros de Kevin Lynch (1960) y Jane Jacobs (1961), el urbanismo contemporáneo comienza a ser permeado de forma creciente y sistemática por lo que de forma genérica bien podría denominarse ‘impulso fenomenológico’.4 Esto dicho, desde entonces y a la fecha, los frentes de avanzada en la exploración fenoménica de la ciudad se han caracterizado por su proceder intrínsecamente arqueológico. Es decir, se han abocado al estudio de la ciudad- habitada o en ruinas- desde un punto de vista exclusivamente estructural/espacial. Este impulso alcanzó su ápice durante la última mitad del siglo pasado con el trabajo de Bill Hillier (1996) y el Space Syntax Lab en la University of Central London (UCL) y, más recientemente, con el trabajo de Carlo Ratti y el Senseable Lab en el Massachusetts Institute of Technology (MIT), quien aplicando tecnologías DEM (Digital Elevation Model) acercó el trabajo de Hillier a sus últimas consecuencias lógicas; a saber, la aplicación del análisis sintáctico espacial en tres dimensiones (Ratti 2004, 2005).

Objeto y Objetivo La investigación busca complementar la predominancia estructuralista en los estudios urbanos asistidos por medios digitales con una aproximación igualmente fenoménica aplicada esta vez al estudio de nuestra percepción de aquella otra estructura o manifestación espacial altamente diferenciada en la ciudad: el ser humano. Así, el trabajo rescata y reivindica además el impulso urbano que gatillado por el arquitecto/urbanista alemán Herman Maertens (1884), vía el advenimiento y desarrollo de la Proxemia (Hall, 1969, 1973, 1976), encontró su expresión teórica más refinada en el trabajo del arquitecto/urbanista Chileno Jaime Garretón (1975).6

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Object and Objective This research seeks to complement the structuralistic predominance in urban studies with the aid of digital media with an equally phenomenological approach but applied to the study our perception of that other highly differentiated structure or spatial manifestation in the city: the human being. In doing so, the study also recovers and revindicates the urban impulse triggered by the German architecturbanist Herman Maertens (1884) and that via the arrival and development of Proxemia (Hall, 1969, 1973, 1976) reached its most refined expression in the work of the Chilean architect-urbanist Jaime Garretón (1975).6

[1] El trabajo que aquí se introduce constituye una de las principales líneas de investigación derivadas de los estudios doctorales del autor. Concretamente, de sus estudios seminales sobre el protofenómeno urbano. Lo que en dicha instancia fue desarrollado a nivel de rudimento analítico, entra actualmente en una nueva etapa de desarrollo como proyecto FONDECYT de iniciación en investigación (11110450). / The work here introduced constitutes one the main avenues of research derived from the author´s doctoral studies; concretely, from his seminal studies of the urban protophenomenon. What was then developed at a level of analytical rudiment currently enters a new stage of development as a FONDECYT research project (11110450). [2] PhD Architectural Association. Docente e investigador Departamento de Diseño y Teoría de la Arquitectura, Universidad del Bío-Bío, Concepción, Chile. / PhD Architectural Association. Tutor and Researcher Department of the Design and Theory of Architecture, Universidad del Bío-Bío, Concepción, Chile. [3] En efecto, lo verdaderamente revolucionario y subversivo de la ciencia Goetheana es que contiene en forma de germen- en occidenteel desarrollo de todo aquello que la ciencia positivista descartó por poco científico, meditación o imaginación sensorio/exacta como herramienta de exploración científica incluída. Ver Seamon, D and Zajonc, A. (eds.), 1998. / The truly revolutionary and subversive aspect of Goethean science lies in the fact that it contains the seeds for the development of all that western positivist science rejected as unscientific, meditation and sensorial/exact imagination as a tool of scientific exploration included. See Seamon, D and Zajonc, A. (eds.), 1998. [4] Esto dicho, la fenomenología como la muletilla literaria que impera en la academia contemporánea deriva fundamentalmente del trabajo de Edmund Husserl quien, desde el establishment filosófico, instrumentalizó y dio nombre a una práctica que ya habia sido ampliamente avanzada por Goethe, compatriota al que sin embargo circunvaló. Omisión que a la larga significó el advenimiento de la fenomenología trascendental y con ella, el fracaso del proyecto Husserliano. Para un recuento acabado de este episodio en la historia de la filosofía ver Varela, F et al., 1993. / That said, ‘phenomenology’ understood as the literary crutch of the contemporary academic world, derives fundamentally from the work of Edmund Husserl who, from within the philosophical establishment, formalized and gave name to a practice already well developed by Goethe, a fellow countryman who he nevertheless bypassed. This omission led, in the long run, to the advent of transcendental phenomenology and, with it, the failure of the Husserlian project. For a full account of this episode in the history of philosophy see Varela, F et al., 1993. [5] Análisis topológico bidimensional de una determinada área urbana basado en la identificación de la menor cantidad de líneas posibles. Líneas, entendidas no como segmentos definidos entre intersecciones de calles sino que entre quiebres en la continuidad espacial y visual del espacio urbano. / Two-dimensional topographic analysis of a determined urban area based on identification of the least possible number of lines. Lines are understood not as defined segments between street intersections but as breaks in the spatial and visual continuity of the urban space. [6] Lo hemos dicho antes y lo volvemos a repetir. Nuestros estudios a la fecha han confirmado que la ‘Teoría Cibernética de la Ciudad y su Sistema’ publicada en 1975 por Garretón constituye la primera teoría urbana verdaderamente general. Que aun no haya sido traducida al idioma inglés, de momento, no puede sino ser considerado como un desafortunado hecho para la producción de conocimiento en el área tanto en academia como en la profesión. / We have said it before and will say it again: our studies to date have confirmed that the ‘Cybernetic Theory of the City and its System’ published in 1975 by Garretón constitutes the first truly general urban theory. The unfortunate fact that this text has not yet been translated into English must be considered a loss to the production of knowledge in both academic and professional global spheres.

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Protofenómeno Urbano

Two centuries later, via the pioneering work of Kevin Lynch (1960) and Jane Jacobs (1961), contemporary urbanism began to be increasingly and systematically permeated by what could be generically termed ‘the phenomenological impulse’.4 That said, since then, progress in phenomenological exploration of the city has been characterised by its intrinsically archaeological approach. This is to say, they have focused on the study of the city –be it inhabited or in ruins- from an exclusively structural/spatial viewpoint. This impulse reached its apex in the second half of the last century with the work of Bill Hillier (1996) and the Space Syntax Lab in the University of Central London (UCL) and, more recently, with the work of Carlo Ratti and the Senseable Lab in the Massachusetts Institute of Technology (MIT) who, with the application of DEM (Digital Elevation Model) technology, took Hillier’s work to its final logical consequences; namely, the application of space syntax analysis in three dimensions (Ratti 2004, 2005).

The central argument of this project connects with Bill Hillier’s fundamental criticism of the historical atavistic urban trend towards dogmatic prescription and the consequent scarcity of tools for an analytical approach to studying urban phenomena. It also connects with Ratti’s criticism of Hillier’s work regarding the leap of faith implicit in the predictions of Space Syntax based on the results obtained by means of the ‘axial map’.5 However, it differs from both these views- and indeed from the whole line of fruitful digital exploration opened up by the latter criticism- in the chosen object of study. It argues that, with a few exceptions, urban analysis has paid attention almost exclusively to the spatial dimension of the urban layout, while totally ignoring the ‘life’ that unfolds there. ‘Life’ understood as the basal human sensorial/cognitive relationships implicit in urban experience.

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Goethe – father of protophenomenology, phenomenology’s missing link and tutelary genius of this research– believed that “hypotheses are lullabies with which the teacher soothes his pupils to sleep”. (Del Solar, 1993). Indeed, for Goethe the key issue in science was always, above all, the establishment of a reverent and contemplative relationship with a clearly differentiated object of study. Taking this route – which as well as eliminating all speculation turns the hypothesis into a relatively redundant research tool – Goethe inaugurated the science of primordial phenomena or protophenomena, an achievement the profound consequences of which are only recently being fully and objectively assessed by the modern scientific establishment.3

Claudio Araneda.

Introduction


Claudio Araneda.

Caso y Método

Hipótesis.

En su estado más elemental, la estrategia metodológica es la simpleza misma. Por medio de viajes urbanos realizamos un registro fílmico a lo largo de cada calle comprendida en el área a analizar. En este caso piloto, en la ciudad de Concepción, Chile.7 Exportando imágenes, obtenemos

Así y todo, sostenemos que su verdadera importancia no radica en permitir obtener información de lo que hay en la ciudad sino que, más trascendente aun, de lo que debe haber en la ciudad. En efecto, Goethe no obstante, esta aproximación a los estudios urbanos lleva implícita una hipótesis; una no menos arriesgada que aquella enconada creencia que dicta que el objeto de estudio propio del urbanista es la ciudad ya construida. Reza como sigue: el objeto de estudio propio del urbanista no puede ser ni es el espacio urbano existente; fósil o cristalización de un pensar y accionar pretéritos y potencialmente anacrónicos. Este sería, de acuerdo a este estudio, el fenómeno urbano, nuestro ‘objetivo’. El objeto de estudio propio del urbanista es el ‘protofenómeno urbano’ o ‘ciudadano arquetípico’ (Araneda 2009, 2010). Esto es, la totalidad del complejo cognitivo/sensorio en estado comunicativo directo con otros tales complejos cognitivo/sensorios. Circunlocución académica para referirnos a uno de los más enigmáticos, desconocidos y subestimados fenómenos de la experiencia humana conocido vulgarmente como comunicación cara a cara: la percepción de otros seres humanos. En efecto, a nivel cualitativo, esta investigación permitirá sentar las bases para una exploración fenoménico/visual de cada una de las esferas comunicativas constituyentes del fenómeno comunicación cara a cara.

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Protofenómeno Urbano

luego un registro fotográfico de intensidad variable. Es decir, ‘n’ número de tomas por tramo, ‘n’ número de viajes por día, etc. Dispuestos en formato de filmstrip por cada calle recorrida, este registro arroja como resultado bruto un estado general del comportamiento de nuestro campo visual.8 Aplicando gráfica vectorial simple, transformamos en superficie coloreada todos los cuerpos humanos capturados en cada registro o still. A nivel cuantitativo, este registro permite comenzar a estudiar los patrones de comportamiento de nuestro campo visual obteniéndose, en términos porcentuales, el promedio de ‘información en forma de seres humanos’ durante nuestros recorridos por la ciudad.9 Este tipo de registro tiene la cualidad de revelar de forma inmediata, sin preámbulo, las tendencias de concentración de gente en el espacio urbano estudiado. Es decir, revela ipso facto donde en la ciudad tiende a haber y donde a no haber gente.10 Así, mientras el análisis sintáctico/espacial revela las calles con mayor probabilidad de ser transitadas, esta aproximación revela cuales son las calles que, de forma efectiva, están siendo más transitadas.11 De este modo, comenzando por el estudio en primera persona de una realidad que en el proceso de análisis sintáctico/espacial permanece en estado de especulación pura hasta que los resultados del mapa axial son corroborados con la realidad in situ, resulta evidente, aun en estado rudimentario, hasta qué punto esta aproximación minimiza el riesgo inherente en las predicciones sintáctico/espaciales. Esto pues, dicho simple, nuestros estudios comienzan donde los estudios sintáctico/espaciales terminan.12

De este giro epistemológico, argumentamos, dependería la posibilidad de relevar para siempre los estudios urbanos del paradigma prescriptivo/dogmático arrastrado desde la tratadística clásica. La posibilidad de re-descubrir, por la vía de la experiencia, lo que desde Vitruvio y su tratado- el Moisés y los mandamientos del urbanismo y la arquitectura respectivamente- ha permanecido ya por siglos en estado de dogma o revelación: la fuente original del conocimiento urbano.

[7] En este y en todos los casos de ciudades cuya trama está basada en un damero clásico, recorridos a pie en línea recta a lo largo y ancho del área a estudiar con cámara a nivel de observador. / In this and all the cases of cities whose layout is based on a classic checkerboard, with routes walked on foot in straight lines along the length and width of the area under study and with camera at observer height. [8] Campo visual en el sentido Gibsoniano: tal como la pintura renacentista y más tarde la fotografía, todo aquello percibido por nuestra retina con independencia del nivel de agudeza (acuity) visual. Ver Gibson J, 1950. / ‘Visual field’ in the Gibsonian sense: as with Renaissance painting and later with photography, all that is perceived by our retina independently of the level of visual acuity. See Gibson J, 1950. [9] Tres son los tipos fundamentales de información estudiables por esta vía: información en forma de seres humanos, información en forma de arquitectura urbana (fachadas, suelo, mobiliario, etc.), información en forma de naturaleza (arboles, cielo, etc.). El proyecto contempla un sondeo de todas ellas con énfasis en la primera. / There are three fundamental kinds of information to be gathered and studied in this way: Information in the shape of human beings, information in the shape of urban architecture (facades, ground, urban furniture, etc.) and information in the shape of nature (trees, sky, etc.). The project contemplates a first approach to all these with emphasis on the first. [10] Ratti se ha aproximado a esto por una vía abstracta y limitada: la del rastreo de señales electromagnéticas emitidas por teléfonos móviles. Si bien útil, argumentamos que las implicancias de una y otra difieren no solo cuantitativamente sino que por sobre todo, cualitativamente / Ratti has approached this in a limited and abstract way by tracing electromagnetic signals from mobile phones. Although this is useful, we argue that the differences between this and our approach are not just quantitative but above all qualitative. [11] El proyecto busca complementar este registro con uno panorámico de altura que revele índices de ‘densidad efectiva’. Es decir, cantidad discreta de personas presente en el espacio urbano en cualquier momento determinado de nuestro recorrido por la ciudad. Este registro aun se encuentra etapa experimental y no descarta la utilización de tecnología satelital. / The project seeks to complement this record with a high-level panoramic view to reveal the índices of ‘effective density’, i.e. the discrete quantity of people present in the urban space at any determined moment of our route through the city. This record is still at the experimental stage and does not rule out the use of satellite technology. [12] El estudio exacto de patrones de movimiento requiere de una aproximación distinta donde el rastreo utilizado por Ratti si puede jugar un rol fundamental / The exact study of movement patterns requires a different approach where the tracing used by Ratti could play a fundamental role.

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At its most elementary, the methodological strategy is simplicity itself. By means of pedestrian urban journeys, we film a video record along the length of each street within the area of analysis; in this pilot case, the city of Concepción, Chile.7 By exporting images we then obtain a photographic

In fact, Goethe notwithstanding, this approach to urban studies carries an implicit hypothesis; one no less daring than that deeply embedded belief that claims that the urbanist’s object of study is the built city. It reads as follows: the urbanist’s own object of study neither is nor can ever be the existing urban space, the fossil or crystallisation of a past and potentially anachronic way of thinking and acting. According to this study, this would be the urban phenomenon, our ‘objective’. The urbanist’s object of study is the ‘urban protophenomenon’ or ‘archetypical citizen’ (Araneda 2009, 2010), i.e., the whole cognitive/sensorial complex in a direct communicative state with other such cognitive/sensorial complexes - an academic circumlocution referring to one of the most enigmatic, unknown and underestimated phenomena of human experience commonly known as face-to-face communication: the perception of other human beings. In fact, at a qualitative level, this research lays the foundations for a phenomenological/visual exploration of each of the communicative spheres constituting the phenomenon of face-to-face communication.

record of variable intensity; i.e., ‘n’ photographs per route, ‘n’ journeys per day, etc. When laid out in filmstrip format for each street involved, this record provides an initial, if rather crude impression of the general state of the behaviour of our visual field.8 By applying simple vector graphics we proceed to transform all the human figures captured in each still into coloured surfaces. At a quantitative level, this record enables us to begin to study the patterns of behaviour of our visual field, thus obtaining average percentages of ‘information in the shape of human beings’ during our walks through the city.9

This kind of record has the advantage of revealing, immediately and directly, the concentration of people in the urban space studied. That is, it reveals ipso facto where in the city the people tend to be or not to be.10 Thus, while syntactic/spatial analysis reveals which streets are most likely to be busy, this approach demonstrates which streets are effectively the busiest.11 In this way, starting with a firsthand study of a reality that in the syntactic/spatial process of analysis remains at a purely speculative level until the results of the axial map are corroborated in situ, it becomes evident, even at a rudimentary level, to what degree this approach minimises the risk inherent in the syntactic/spatial predictions. This because, put simply, our studies begin where the syntactic/spatial studies leave off.12

This epistemological turn, we argue, is imperative if what we wish is to relieve once and for all the urban studies of the prescriptive/dogmatic paradigm dragged along since the classical treaties. Also, imperative if what we wish is to rediscover by means of experience what in Vitruvius and his treatise– architecture´s ‘Moses’ and ‘commandments’ respectively- has remained for centuries in a state of dogma or revelation; namely, the original source of urban knowledge.

Claudio Araneda.

Hypothesis

Protofenómeno Urbano

Case and Method

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Barros

Figura 1 Plano casco urbano de la ciudad de Concepción con ejemplo de viaje urbano por calle Barros Arana, entre calles Paicavi y Arturo Prat. Edición: Arquitecturas del Sur. / Plan of the city center with example of urban journey along Barros Arana street, between Paicaví and Arturo Prat. Edition: Arquitecturas del Sur.

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PROCESO DE SUPERPOSICIÓN PROGRESIVA QUE revela TRES TIPOS PRIMORDIALES DE INFORMACIÓN EN FORMATO FRAME. / Process of progressive superposition that reveals 3 types of primordial information. Frame format.

Claudio Araneda.

Frame con información en forma de personas. / Frame segment 6 with information in the shape of people.

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/ Frame with information A personas. in the shape of people.

Frame Tramo 6. / Frame segment 6.

Frame con información en forma de

Frame con información en forma de personas y espacio urbano. / Frame with information in the shape of people and of urban space.

B

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personas, espacio urbano y C denaturaleza. / Frame with information

Frame con información en forma

in the shape of people, urban space and nature.

Figura 2 Los tres tipos de información en formato frame. Edición: Arquitecturas del Sur. / The three kinds of information in frame format. Edition: Arquitecturas del Sur.

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PROCESO DE ABSTRACCIÓN PROGRESIVA DE INFORMACIÓN EN FORMA DE PERSONAS EN FORMATO FRAME. / Process of progressive abstraction of information in the shape of people. Frame format.

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Diagrama resultante con información en forma de persona. / Resultant diagram of segment 6 with information in the shape of people.

Protofenómeno Urbano

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PROCESO DE SUPERPOSICIÓN PROGRESIVA QUE revela TRES TIPOS PRIMORDIALES DE INFORMACIÓN EN FORMATO Filmstrip. / Process of progressive superposition that reveals 3 types of primordial information. Filmstrip format.

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PROCESO DE ABSTRACCIÓN PROGRESIVA DE INFORMACIÓN EN FORMA DE PERSONAS EN FORMATO Filmstrip. / Process of progressive abstraction of information in the shape of people. Filmstrip format.

Protofenómeno Urbano

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Figura 3 Los tres tipos de información en formato filmstrip. Viaje urbano por calle Barros Arana, registro de intensidad de una toma por tramo. Edición: Arquitecturas del Sur. / The three kinds of information in filmstrip format. Urban journey along Barros Arana street, record of intensity one frame per segment. Edition: Arquitecturas del Sur.

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David Caralt Germán Rodríguez Arias y el Cine Central de Chillán (1945). Una historia del exilio catalán en Chile. [AS] Arquitecturas del Sur, 2011, Nº 39, p. 14-27

Figura 0 Germán Rodríguez Arias en una caricatura de Santiago Ontañón del café Miraflores, lugar mítico del exilio en Santiago, en la esquina de las calles Merced y Monjitas. Fuente: Centro Cultural de España, Santiago de Chile.

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David Caralt

Una historia del exilio catalán en Chile

Germán Rodríguez Arias and Chillán’s Cine Central (1945) A story of exile from Catalonia in Chile1 David Caralt2 RESUMEN El arquitecto catalán Germán Rodríguez Arias (Barcelona, 1902-1987) sigue siendo un personaje bastante desconocido en la historia de la arquitectura chilena a pesar de que su nombre aparece vinculado al de Pablo Neruda, con quien colaboró en el diseño de sus famosas casas en Isla Negra y Santiago. Entre el volumen de obra que dejó el arquitecto durante su exilio chileno, entre 1939 y 1957 -de valor desigual ciertamente-, encontramos sólo una obra fuera del ámbito de Santiago, localizada en la ciudad de Chillán. El edificio del Cine Central (1945) cumplió un importante papel social en la vida de los chillanejos en una ciudad que empezaba a recuperarse del terremoto sufrido a principios de 1939, y, a pesar de la amalgama de nuevos usos introducidos, se mantiene fiel a su espíritu original. El presente artículo reivindica la figura de Rodríguez Arias y su aportación a la historia de la arquitectura chilena, explica su llegada a Chile y los motivos del encargo del Cine Central en base a una aproximación desde lo específico de la “arquitectura del exilio”. La parte final del texto se concentra en el discurrir del edificio y su estado actual de conservación. Palabras clave: Germán Rodríguez Arias, Arquitecturas del exilio, Exilio catalán en Chile, Cine Central de Chillán (1945).

ABSTRACT The Catalan architect Germán Rodríguez Arias (Barcelona, 1902-1987) is still fairly unknown in the history of Chilean architecture despite his name being linked to Pablo Neruda, with whom he collaborated in the design of his famous houses in Isla Negra and Santiago. Of all the volume of work the architect left from his years of exile in Chile between 1939 and 1957 – of variable architectural value to be sure – only one was built outside the reaches of Santiago, in the city of Chillán. The Cine Central building (1945) played an important role in the social life of the citizens of Chillán, a city just beginning to recover from the earthquake in early 1939, and in spite of the amalgam of new uses it has been put to, it has remained faithful to its original spirit. This paper vindicates the figure of Rodríguez Arias and his contribution to the history of Chilean architecture, explains his arrival in Chile and the motives for asking him to design the Cine Central based on the specific idea of “architecture in exile”. The final part of the text focuses on an exploration of the building and its current state of conservation. Keywords: Germán Rodríguez Arias, Architecture in exile, Exile from Catalonia in Chile, Chillán’s Cine Central (1945).

[1] El presente artículo está basado en la investigación “Germán Rodríguez Arias: Arquitectura y diseño del exilio catalán en Chile (1940-1957)” financiado por el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes (CoNCA) de la Generalitat de Catalunya el año 2010.

Artículo recibido el 29 de octubre y aceptado el 20 de diciembre 2011. [2] Académico Facultad de Arquitectura y Arte, Universidad del Desarrollo, Concepción, Chile. dcaralt@udd.cl

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Germán Rodríguez Arias y el Cine Central de Chillán (1945)1.

Germán Rodríguez Arias y el Cine Central de Chillán (1945). Una historia del exilio catalán en Chile.

Secuencia: Viaje mínimo de David Caralt, de su biblioteca al escritorio Fotos: Verónica Esparza


David Caralt

Introducción

Quien visite las casas que Germán Rodríguez Arias proyectó para el poeta Pablo Neruda en Isla Negra (19431945) y Santiago (1952-1956) puede tener la sensación que en aquellas viviendas el arquitecto ha sido borrado o, como mínimo, disminuido por la fuerte personalidad del poeta, y al mismo tiempo entrever una fuerte presencia de su diseño personal –más libre de interferencias por decirlo así- en cierto mobiliario que ambienta los interiores. En la base del presente trabajo está el interés por conocer más a fondo cómo se desarrolló la actividad del arquitecto durante el exilio y qué relaciones mantuvo, tanto con la comunidad catalana y española refugiada como con los arquitectos modernos chilenos, desde su arribada, dramáticamente el día 25 de diciembre (Navidad) de 1939, hasta 1957, año en que se estableció en Ibiza. La presencia de Rodríguez Arias en el exilio chileno es conocida a partir de la citada relación con Neruda. El mismo Colegio de Arquitectos de Cataluña, en Barcelona, les dedicó una exposición en 2006. Pero aquí los esfuerzos se han dirigido al resto de sus trabajos, menos amables en este sentido, del arquitecto en relación al ambiente chileno así como su estado actual de conservación.

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Germán Rodríguez Arias y el Cine Central de Chillán (1945). Una historia del exilio catalán en Chile.

Figura 1 Portada del diario La Discusión, 5 de abril de 1945. Fuente: Fondo GRA. AHCOAC.

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David Caralt

continuación de la vida –tal y como la conocemos-. Es por eso que hay que delegar el recuerdo y la trasmisión de la información objetiva a quienes estén dispuestos a vivir con el riesgo de una memoria, un riesgo que consiste en que aquél en quien vive el recuerdo atrae con poderoso magnetismo la cólera todos aquellos que sólo pueden continuar viviendo en el olvido.

En junio de 2007 se inauguró en Madrid la exposición “Arquitecturas desplazadas: arquitecturas del exilio español”, una muestra que recogía las vivencias y la obra de una cincuentena de arquitectos que se vieron obligados a vivir exiliados a raíz de la Guerra Civil. A través de proyectos y maquetas pero también de pasaportes, correspondencia o fotografías de la vida cotidiana, la exposición, comisariada por el arquitecto venezolano Henry Vicente, reconstruía la experiencia del exilio de toda una generación de jóvenes arquitectos con voluntad de renovar el panorama arquitectónico del país, las carreras y aspiraciones de los cuales quedaron truncadas y siguieron, a partir de entonces, múltiples direcciones (figura 3).

Por fortuna, la corriente subterránea de la historia, que corre en paralelo a la historia contada por los vencedores, eructa con fuerza cuando menos lo esperamos, y “Arquitecturas desplazadas” coincidió por aquellas fechas con los esfuerzos empleados por el crítico literario y escritor Julià Guillamon a la hora de recuperar la literatura catalana del exilio y contextualizarla adecuadamente. Si los intelectuales y escritores catalanes se vieron ante el drama implícito de la supervivencia de la lengua y la cultura, los arquitectos tuvieron que enfrentarse a menudo al hecho de tener que adaptar la arquitectura a las condiciones, no siempre favorables, de otras geografías y contextos culturales.

La muestra, que itineró por Argentina y Venezuela, tuvo amplia cobertura mediática y tan buena acogida por parte de la crítica que algunos se preguntaron cómo podía ser que un tema de semejante importancia, arquitectónica, cultural y política, hubiera tenido que esperar tanto tiempo para ser explicado de manera convincente. El tema nos lleva a pensar en lo innato de la capacidad humana para reprimir todo recuerdo que pudiera, supuestamente, estorbar la

Una “arquitectura desplazada”, en primer lugar, por el inmediato desplazamiento físico que provoca el exilio: a partir de un cierto momento la arquitectura surge en

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El desplazamiento de la arquitectura

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Figura 2 Estado actual del edificio. Calle Constitución esquina 5 de abril, Chillán. Foto: Hernán Ascui.


David Caralt Germán Rodríguez Arias y el Cine Central de Chillán (1945). Una historia del exilio catalán en Chile. [AS] Arquitecturas del Sur, 2011, Nº 39, p. 14-27

Figura 3 Arquitectos españoles exiliados durante la guerra civil. En el recuadro rojo Germán Rodríguez Arias. Fuente: Arquitecturas desplazadas

Figura 4 Cubierta y páginas interiores de “Chile os acoge”, una cartilla destinada a los refugiados con informaciones básicas del país. Fue una iniciativa de Pablo Neruda con diseño de Mauricio Amster. Fuente: J. Guillamon

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Arquitecturas del exilio

El exilio como objeto de investigación histórica tiene que inscribirse, como mínimo, en dos historias nacionales: el país que expulsa las personas y el que las recibe. En un contexto global, la arquitectura ya no es un producto cristalino perfectamente acabado de una cultura y una sociedad determinadas, si no un proceso de trasvase, transfusión e intercambio continuo de experiencias. Y es en este sentido, como reclama Henry Vicente, que hace falta una aproximación al tema más abierta, una aproximación que privilegie el conjunto más que no el objeto arquitectónico en sí mismo; el desenfoque y el detalle aparentemente insignificante en vez del panorama o la plenitud visual, el cruce de lecturas transversales y las relaciones interpersonales y sobretodo, la contemplación de una vez por todas de una autoría de los trabajos más discreta y compartida, en lugar de esa heroicidad triunfante del talento individual a la cual tanto nos hemos acostumbrado (Vicente, 2007: 17-18)

Germán Rodríguez Arias y Chile (1939-1957)

Desde que se tituló en la Escuela de Barcelona en 1926, Rodríguez Arias empezó a ejercer, desde el año siguiente, una arquitectura declaradamente vanguardista. Socio fundador y miembro activo del GATCPAC3, es autor de dos de las obras más relevantes de la vanguardia arquitectónica catalana del momento de efervescencia política, social y cultural previo a la guerra: los edificios de viviendas de la Vía Augusta (1931) y los de la calle París (1931-1934) (figura 5). Seducido desde su primera visita en 1929 por la belleza intemporal del paisaje de las Islas Baleares, Rodríguez Arias utilizó las fotografías que tomó de las iglesias de Ibiza y Formentera, tanto para ilustrar los artículos de la revista A. C. como de compañeras inseparables en su exilio, y las guardó como un tesoro hasta sus últimos días. Es a través de estas imágenes, que reflejan la mirada moderna sobre un paraíso próximo, que la cultura mediterránea fue traducida de diversas formas por arquitectos como Josep Lluís Sert, Josep Torres Clavé, Antoni Bonet o el mismo Rodríguez Arias, y alcanzó uno de los discursos más poderosos del racionalismo catalán (Álvarez, 2007: 115). La casa que construyó en Ibiza en 1935, o la que diseñó para él mismo en la isla a su vuelta del exilio, son modelos ejemplares.

Arturo Sáenz de la Calzada, uno de los primeros estudiosos de la arquitectura del exilio, habla de un “espléndido regalo que España hizo al mundo a expensas de una gravísima e irreparable mutilación de su propia sustancia esencial” (Vicente, 2007: 11). Un “regalo”, se entiende, que la Guerra Civil hizo al mundo exportando lo mejor de la República. Los grandes beneficiados de estos “regalos” –si puede decirse de este modo- fueron los principales países de acogida (y por eso justos merecedores): Méjico, Venezuela y Chile entre ellos (figura 4). A menudo, los arquitectos que habían sido desterrados ensayaron la vuelta a su querido país, e incluso sufrieron lo que se ha calificado como una especie de “exilio interior” o “último exilio” (Vicente, 2007: 12). Esta forma de exilio inesperada se produce en aquella persona que vuelve a casa mucho tiempo después, pero su país ha cambiado tanto que ya no lo siente como propio. La persona ansía volver porqué siempre se había sentido un extranjero y sin embargo ahora es un extranjero en su propio hogar. La experiencia del exilio puede provocar un desgarro interior insalvable.

Cuando estalló la Guerra Civil, Rodríguez Arias formó parte del grupo impulsor del Sindicato de Arquitectos de Cataluña. En 1938, fue nombrado oficial del ejército y tuvo la misión de destruir los puentes para frenar el avance del ejército franquista. En julio de 1940 la dictadura del general Franco publicó una ficha a través del Colegio de Arquitectos de Cataluña con una lista de los nombres de los colegiados “susceptibles de ser sancionados por sus responsabilidades durante la guerra”. Entre ellos, encontramos a Germán Rodríguez Arias en el número

[3] GATCPAC responde a la siglas de: Grupo de Artistas y Técnicos Catalanes para el Progreso de la Arquitectura Contemporánea

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David Caralt Germán Rodríguez Arias y el Cine Central de Chillán (1945). Una historia del exilio catalán en Chile.

Rodríguez Arias no queda lejos, aquí. A pesar de la numerosa comunidad catalana exiliada en Chile, fuente primordial de sus encargos, y a pesar del cliente de lujo que significaba Pablo Neruda, el arquitecto siempre tuvo en mente la vuelta a casa, a su paraíso ibicenco. Las fotografías de la arquitectura vernácula de Ibiza y Menorca que llevaba siempre consigo nos hablan de este sentimiento. Pero la Ibiza que él conoció en los años treinta –la misma que fascinó a Walter Benjamin y Le Cobusier, cada uno a su manera- no es la que se encontró (y sufrió) en su regreso, presa de una salvaje especulación inmobiliaria (vinculada al plan económico franquista denominado, un tanto cínicamente, “desarrollismo”).

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otro territorio, lejos de su origen. Y en segundo lugar, una “arquitectura desplazada” porque la actividad arquitectónica queda relegada a un segundo plano ante las precarias condiciones del exilio y las necesidades de subsistencia que los refugiados deben atender en primera instancia (Vicente, 2007: 10). ¿Qué arquitectura concreta resulta del hecho de existir en un espacio impregnado por la nostalgia, el extrañamiento y la clausura del exilio?


David Caralt Germán Rodríguez Arias y el Cine Central de Chillán (1945). Una historia del exilio catalán en Chile. [AS] Arquitecturas del Sur, 2011, Nº 39, p. 14-27

Figura 5 Germán Rodríguez Arias, estado actual del edificio de viviendas para su familia en el nº 41 de la Vía Augusta, Barcelona, 1931.

Figura 6 Tetera y fotografías de arquitectura vernácula mediterránea de Rodríguez Arias con las que llegó a Chile en 1939 y que conservó hasta sus últimos días. Fuente: Isla Negra, illa blanca.

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Después de estarse en un campo de refugiados francés, Rodríguez Arias consiguió subir a bordo de un barco, indeterminado hasta el momento –pero no el Formosa como se pensaba-, camino a Chile, donde llegaría con treinta y siete años, justamente el día 25 de diciembre de 1939, día de Navidad, sólo con una tetera y las queridas fotografías ibicencas (Caralt, 2011: 12) (figura 6).

Actualidad del Rodríguez Arias chileno

El Rodríguez Arias chileno es un arquitecto desarraigado, sin demasiadas pretensiones, dañado emocionalmente y entregado por completo al gusto del cliente salvo escasa excepción. Vivió siempre solitario y practicó retiros más o menos prolongados a su cabaña de Farellones (figura 5). Sus obras de entonces, la mayoría domésticas, denotan un carácter desdibujado –seguramente como el del mismo arquitecto-. Quizás fruto de esta falta de raíces en suelo chileno, Rodríguez Arias tenía una propensión irresistible por la movilidad y el desplazamiento. Cristian Aguadé explica la afición de su amigo arquitecto por la planificación de excursiones exóticas y viajes más o menos aventureros a lugares poco turísticos, desde una gira en ferrocarril de Antofagasta a Bolivia y Sucre hasta un viaje en coche desde Méjico a Chile acompañando un jinete argentino con quien se acababa de conocer en el consulado mejicano (Aguadé, 2008: 120).

En Santiago estableció en seguida contactos con la comunidad catalana: el grupo de Sabadell –los escritores Joan Oliver y Francesc Trabal-, Cristian Aguadé y Roser Bru, o Xavier Benguerel. A pesar de demostrar un bagaje suficientemente importante y destacado de obra construida en Barcelona, vio con perplejidad que no podía revalidar el título de arquitecto en Chile, lo cual le impidió desarrollar la profesión de manera independiente, forzado a presentar los planos “oficiales” con la firma de arquitectos locales. Se asoció y compartió estudio con Fernando Etcheverría Barrio, arquitecto madrileño también exiliado, una figura antagónica a él en todos los sentidos pero alianza estratégica, al fin y al cabo, para recoger los encargos provenientes de la comunidad española refugiada (Guillamon, 2008: 242; Caralt, 2011: 143-144).

De los 54 expedientes chilenos que se conservan en el archivo del arquitecto –exceptuando los 5 relativos a Neruda-, 13 quedaron en proyecto. De las 36 obras ejecutadas, pues, 10 han desaparecido o son irreconocibles. Se conserva, por lo tanto, poco menos de la tercera parte de su trabajo, pero hay que subrayar que éste puede rescatarse para la historia de la arquitectura chilena. El análisis crítico, que aquí no tenemos espacio de exponer (Caralt, 2011: 131-147), lo justifica al menos para el Cine Central de Chillán (1945), la casa para Francisco Zabala (1946) –conservada milagrosamente en Providencia entre altas torres de viviendas gracias a un propietario sensible-, los Laboratorios Benguerel (1950), el refugio para Pere Pruna en Farellones (1954) y, sin duda, los diseños de mobiliario para Muebles Sur que, confiemos, seguirán fabricándose y perpetuaran entre nosotros, lo sepamos o no, su memoria (figura 7 y 8).

La producción arquitectónica de Rodríguez Arias en Chile está constituida mayoritariamente por viviendas unifamiliares que presentan un lenguaje a los antípodas de la primera arquitectura moderna desarrollada en Barcelona. Se trata, en casi todos los casos, de un estilo con vagas referencias vernáculas o neocoloniales descafeinadas que hacen difícil averiguar la distinción de la autoría, ya sea del arquitecto catalán, sea del madrileño. Dejando de lado la colaboración en los diseños de las casas para Neruda, los proyectos de Rodríguez Arias más logrados son los encargos que realizó en solitario: del máximo interés resulta el edificio de los Laboratorios Benguerel (1950), con una fachada compuesta por una gran obertura resuelta a base de una celosía de lamas o brisoleils; también merecen atención ciertos diseños de refugios de montaña en Farellones (1950-1954), o el Cine Central de Chillán (1945). Pero donde sobresalió el talento de Rodríguez Arias fue en el diseño de mobiliario, síntesis de inspiración popular –destilado de las lecciones de arte y arquitectura ibicencay gusto moderno. Desde el año 1942 trabajó con Cristian Aguadé y Claudi Tarragó en la fundación de Muebles Sur, empresa que se consolidó rápidamente alrededor de los diseños del arquitecto y consiguió un éxito que continua todavía hoy, gracias a la brillante gestión de Aguadé, lo cual debemos considerar el principal legado (“regalo”) que el arquitecto dejó (“regaló”) a Chile.

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David Caralt Germán Rodríguez Arias y el Cine Central de Chillán (1945). Una historia del exilio catalán en Chile.

Durante el exilio, el catalán no se relacionó con sus colegas chilenos que podían mantener posturas o intenciones similares, arquitectos introductores de la modernidad arquitectónica en Chile como Sergio Larraín, Juan Martínez, Jorge Aguirre Silva, Enrique Gebhard, Juan Borchers o Emilio Duhart, por citar sólo algunos. Tal actitud nos habla seguramente de la posición de Rodríguez Arias hacia el exilio como una estación de paso, una experiencia lo más efímera posible con un principio y un final claros, a la espera del ansiado regreso a casa cuanto antes mejor.

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cincuenta y uno de un listado con un centenar de colegas más: “RODRIGUEZ ARIAS, German – Antecedentes izquierdistas. Huido al extranjero. Pertenecía al GATPAC [sic]”. I dos años después, el Boletín Oficial del Estado lo depuraba al lado de muchos amigos y colegas a través de la “Orden de 9 de julio de 1942, por la que se imponen las sanciones que se indican a los arquitectos que se mencionan”: […] CUARTO.- A los arquitectos... Germán Rodríguez Arias, […] suspensión total en el ejercicio público y privado de la profesión en todo el territorio Nacional, sus posesiones y Protectorado” (AD, 2007: 268).


David Caralt Germán Rodríguez Arias y el Cine Central de Chillán (1945). Una historia del exilio catalán en Chile. [AS] Arquitecturas del Sur, 2011, Nº 39, p. 14-27

Figura 7 (arriba) Germán Rodríguez Arias en Farellones y en Santiago de Chile, 1955. Fuente: C. Aguadé y Arquitecturas desplazadas. / (al centro) Edificio de los Laboratorios Benguerel, Santiago de Chile (ca. 1950). Fuente: J. Guillamon. Casa Zabala, Providencia, Santiago de Chile (1946). Foto: David Caralt. / (abajo) Butaca Isla Negra, expuesta en la Estación Mapocho durante la 4ª Bienal de Diseño, y Butaca Panamá en Farellones, propiedad de Jaume Puntí. Fotos: David Caralt.

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David Caralt

Central, su único trabajo de fuera del área metropolitana, vino de la mano de su compañero Albert Vives. Esta pista es corroborada por el dato revelador contenido en la licencia de obras del proyecto, conservada entre los papeles personales del arquitecto: “La obra será ejecutada por Alberto Vives, domiciliado en la calle Purén nº 315, en calidad de Constructor y Contratista matriculado bajo el nº 42 del Registro de Consultores…” (Fondo GRA, AHCOAC) (figura 9).

El 24 de enero de 1939, Chillán sufrió uno de los terremotos más fuertes del país, dejando la mayor cantidad de fallecidos por un sismo en la historia de Chile, y sólo una veintena de casas en pie (A. Cerda, 1990: 23). El fundador de Muebles Sur, Cristián Aguadé, explica en sus memorias que su amigo constructor, Albert Vives, también refugiado de la colonia catalana, se fue a trabajar en la reconstrucción de la ciudad: “Albert Vives, aquel constructor compadre de Rodríguez Arias, con quien se habían conocido en el cuerpo de ingenieros que volaba puentes en la retirada para retardar el avance del enemigo. Al llegar a Chile se fue a reconstruir la ciudad de Chillán, destruida por un terremoto que había producido treinta mil muertos” (Aguadé, 2009: 234) 4.

El proceso de reconstrucción de la ciudad fue casi inmediato después del sismo, y la denominada “Corporación de Reconstrucción y Auxilio” empezó a operar en Chillán de forma efectiva a finales de 1939 (A. Cerda, 1990: 64) El rumor de la potencial venida de Le Corbusier al país para redactar los planes de Chillán y Concepción alentó al grupo de jóvenes chilenos modernos que, reunidos bajo la entonces dicha “Asociación de Arquitectos”, entreveían la posibilidad real de convertir Chillán en una auténtica

El testimonio de Aguadé nos permitiría especular que el encargo a Rodríguez Arias para proyectar el Teatro

[4] Cito la edición catalana, pero las memorias fueron publicadas en español al mismo tiempo por la Editorial Catalonia de Santiago con el título: “Lucha inconclusa. Memorias de un catalán exiliado en Chile”.

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Germán Rodríguez Arias y el Cine Central de Chillán (1945). Una historia del exilio catalán en Chile.

El Cine Central de Chillán (1945)

[AS] Arquitecturas del Sur, 2011, Nº 39, p. 14-27

Figura 8 Piscina del Club Barcelona y Refugio para Pere Pruna, Farellones (1954) en la actualidad. Foto: David Caralt.


David Caralt Germán Rodríguez Arias y el Cine Central de Chillán (1945). Una historia del exilio catalán en Chile. [AS] Arquitecturas del Sur, 2011, Nº 39, p. 14-27

Figura 9 Licencia de obras del edificio, Chillán, 8 de julio de 1944. Fuente: Fondo GRA. AHCOAC.

ciudad funcional ejemplar. Arquitectos como José Rossetti, Roberto Dávila, Santiago Aguirre, Jorge Aguirre, Enrique Gebhard, Inés Frey o Waldo Parraguez, aportaron su talento y compromiso, o aún el recién titulado Orestes Depetris, quien elaboró un elenco de criterios de estandarización (A. Cerda, 1990: 65-67).

y aquí, por tratarse de Chillán, también por el arquitecto chillanejo Luís Harding, quien sería el supervisor de las obras. El edificio fue inaugurado el día 5 de abril por la tarde, por tal de hacer coincidir esta fecha con la del nombre de una de las calles donde se emplaza.

Respecto a los proyectos destinados a los edificios públicos, que en muchos casos sirvieron para consolidar una imagen de manzana monolítica, se usaron ciertos elementos repetitivos como por ejemplo ventanas en ojo de buey, un aumento de altura para remarcar los volúmenes de acceso o vanos de gran verticalidad, detrás de los cuales se ubicaban los núcleos de escaleras, rellenos con ladrillo de vidrio (A. Cerda, 1990: 83).

El diario regional La Discusión del día 5 de abril de 1945 lo publicaba en portada y anunciaba la programación de películas y conciertos en sesiones de matinee, vespertina y nocturna (figura 10). La invitación decía así: “Abasolo, Vallejo y Cía., propietarios y empresarios del Teatro Central, saludan a Ud. y familia y le invitan a un vermouth para el día 5 de abril, a las 6.30 de la tarde, celebrando la inauguración de nuestro Teatro, que empieza a trabajar mañana en vespertina y noche. También nos es grato comunicarle que le deleitaremos con hermosos cortos musicales y en colores. En esta forma hacemos una demostración de la calidad de sonido y proyección de nuestro equipo sonoro, como también de las condiciones acústicas de nuestro Teatro. La presente invitación servirá de entrada y es intransferible. Nuestro empleador le atenderá en la puerta de entrada” (Fondo GRA, AHCOAC). El edificio está situado en pleno centro de la ciudad, a una

En el caso del edificio del Cine, se trataba de una iniciativa privada proveniente de los empresarios españoles Abasolo y Vallejo. A pesar de que en la licencia está inscrito como “edificio nuevo para Teatro y Renta”, y que fue anunciado como “Gran Teatro Central”, los chillanejos pasaron a denominarlo Cine Central, seguramente para no confundirlo con el Teatro Municipal, muy próximo el uno del otro. De la misma manera que en todos los proyectos iniciales del arquitecto catalán, la obra está firmada por Ester Duran,

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David Caralt

cuadra de la Plaza de Armas, y conforma la esquina de la calle Constitución con 5 de abril. La fachada principal a la calle Constitución tiene un frente de veintiocho metros, mientras la fachada proyectada para la calle 5 abril se alargaba hasta los casi sesenta metros. Se trata de un edificio de envergadura, el mayor que proyectó Rodríguez Arias en Chile, con una sugerente mezcla de usos: cine-teatro, locales comerciales y viviendas. Un dibujo en perspectiva del proyecto muestra el volumen de la gran caja escénica encintada por un zócalo de locales comerciales, de menor altura, sobre los cuales se ubican las viviendas al final de la calle 5 de abril. Sin embargo, en 1945 sólo se había construido el edificio del cine con sus accesos laterales, y quedaba por completar toda la esquina y el tramo de la calle 5 de abril.

y los locales, presenta un paño vertical completado con ladrillo de vidrio según los criterios propuestos por Depetris (figura 11). El cuerpo que conforma la esquina, completado probablemente en los años cincuenta, mantuvo el criterio original del proyecto, esto es, prolongarse a la altura constante de sólo dos pisos desde la calle Constitución y a todo lo largo de la 5 de abril, suavizando la esquina haciéndola curva. Así también el detalle de la losa del voladizo, que en la fachada principal funciona como balcón para después convertirse en un alero que gira, acompaña y recorre toda la calle 5 de abril (figura 2). El Cine Central sufrió un período de decadencia y quedó en desuso hasta mediados de los ochenta, cuando, después de un proyecto de reforma, se convirtió en una galería comercial en planta baja, y una copistería y una casa de apuestas en el segundo piso. El espacio fue aprovechado al máximo, e incluso el rellano de la escalera principal de acceso al segundo nivel alberga en la actualidad un taller mínimo de reparación de cámaras fotográficas. Estos nuevos usos, comerciales, se han traducido en una gran cantidad de reclamos publicitarios en forma de letras luminosas y carteles aquí y allá, o antenas parabólicas que, como ruido visual, afectan la fachada principal del edificio.

La fachada del edificio muestra unas oberturas horizontales en tres niveles. El primer nivel tiene un amplio balcón con un pequeño alero sobre las puertas; el segundo, con tres oberturas, es rematado por un alero en curva más acusada sobre la proyección del balcón; finalmente, el tercer nivel, cuyo plano de fachada se curva ligeramente hacia la calle, abre una ventana longitudinal. Una banderola saliente en perpendicular complementa la composición del alzado. El cuerpo del núcleo de escaleras, de menor altura como solución de escalonado transitivo entre el volumen del cine

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Germán Rodríguez Arias y el Cine Central de Chillán (1945). Una historia del exilio catalán en Chile.

Anuncio del entonces dicho “Teatro Central” en La Discusión, sábado 7 de abril, 1945. Fuente: Fondo GRA. AHCOAC.

[AS] Arquitecturas del Sur, 2011, Nº 39, p. 14-27

Figura 10


David Caralt Germán Rodríguez Arias y el Cine Central de Chillán (1945). Una historia del exilio catalán en Chile. [AS] Arquitecturas del Sur, 2011, Nº 39, p. 14-27

Figura 11 (arriba izq.) Detalle del estado actual, en evidente deterioro, del paño con ladrillo de vidrio. Foto: David Caralt. / (arriba der.) Ruido visual. Detalle del estado actual de la fachada. Foto: Hernán Ascui. / (al centro y abajo izq.) Imágenes del estado actual del edificio. Fotos: Hernán Ascui. / (abajo der.) Entrada al Night club. Fotos: Hernán Ascui

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Fuentes documentales

Fondo GRA, AHCOAC: Fondo Germán Rodríguez Arias. Archivo Histórico del Colegio de Arquitectos de Cataluña, Barcelona.

David Caralt

De hecho, el estado actual de conservación del inmueble deja mucho que desear: ventanas rotas o inexistentes, ladrillos de vidrio quebrados o barandillas oxidadas, muestran la degradación del edificio.

Conclusiones Entrevista a Cristian Aguadé por el autor (06 de diciembre 2010, en Caralt, 2011: p. 120-127). He aquí un ejemplo de los avatares en la vida de un edificio que va de cine a galería comercial y casa de apuestas, de momento. El Cine Central nos muestra el caso de un debate candente que en el mundo del patrimonio se enfrenta a menudo, el de la introducción de nuevos usos, adecuados o no, en una estructura existente obsoleta de su función original. Iglesias convertidas en galerías y centros de arte; fábricas y vapores textiles transformados en bibliotecas, centros cívicos, viviendas o restaurantes; estaciones de tren que devienen museos o espacios expositivos, serían sólo algunos ejemplos. Y también es habitual el caso de la gran sala de cine que, ubicada en el centro de la ciudad, pierde clientela y decae debido a las salas multicines, emplazadas en la periferia, dentro de un extenso centro comercial.

Arquitecturas Desplazadas: Arquitecturas del exilio español (VICENTE, Henry, Dir.). Madrid: Ministerio de Vivienda, 2007. ALVAREZ, Fernando. El exilio español en el cono sur. En: Arquitecturas Desplazadas… p. 113-130.

Terminemos. Al final de la galería hay un “Night club”, un mundo de fantasía y de ilusión, de brumas y de espectáculo, de música y baile que abre sus puertas en la oscuridad de la tarde noche (figura 14). La ubicación del local se corresponde con la que antiguamente alojaba la platea y la pantalla del cine. En efecto, esta sutil correspondencia, íntima e inesperada, doble memoria, mágica, como una señal de buen agüero nos indica que el espíritu del Cine Central sigue vivo. Mientras lo siga no debemos temer su desaparición y quien sabe si algún día podremos volver a ver ahí una buena obra de ficción –teatral, sinfónica o fílmica- como las que todavía cada noche siguen teniendo lugar.

CARALT, David. Germán Rodríguez Arias: Arquitectura y diseño del exilio catalán en Chile (1940-1957): (trabajo inédito), 2011. CERDA BRINTRUP, Alejandro. El surgimiento de la arquitectura moderna en Chillán después del terremoto de 1939. Concepción: Editorial Universidad del Bío-Bío, 1990. GUILLAMON, Julià. El dia revolt. Literatura catalana de l’exili. Barcelona: Empúries, 2008. Isla Negra, illa Blanca [vídeo documental]. Guión y dirección de Bonaventura Durall. Barcelona: Nanouk Films: 2005 VICENTE, Henry. Exilios Arquitectónicos. En: Arquitecturas Desplazadas… p. 9-28.

Nota final: Quiero agradecer el entusiasmo y amable disposición que en todo momento, Hernán Ascui, editor de la revista, ha mostrado por la publicación del presente artículo.

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AGUADÉ, Cristian. Memòries d’un català de Xile. Una història de l’exili del 39. Barcelona: Empúries, 2009. (Traducción castellana: Lucha inconclusa. Memorias de un catalán exiliado a Chile. Santiago de Chile: Editorial Catalonia, 2009).

Germán Rodríguez Arias y el Cine Central de Chillán (1945). Una historia del exilio catalán en Chile.

Bibliografía


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Figura 0

Umbrales en la Plaza San Nicolás, Barranquilla, Colombia. Foto: Carlos Cruz Ortiz.

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Práctica Reflexiva Recíproca para el diseño ambiental del espacio público

Alexander González, Ader García, Jorge Salazar


PRÁCTICA REFLEXIVA RECÍPROCA PARA EL1 DISEÑO AMBIENTAL DEL ESPACIO PÚBLICO

Alexander González, Ader García, Jorge Salazar

Secuencia: Secuencia de texturas desde la casa de Alenxander hasta la Universidad Fotos: Hanna González M.

RECIPROCAL REFLECTIVE PRACTICE FOR THE ENVIRONMENTAL DESIGN OF PUBLIC SPACES1

La práctica de la arquitectura se debe constituir como un ejercicio de crecimiento profesional continuo, donde el aprendizaje y las competencias propias del diseño, se deben fortalecer con procesos de actualización y autoevaluación, para posicionar a los arquitectos como líderes del proceso de transformación de las ciudades, generando propuestas factibles para responder al paradigma del desarrollo sostenible. En este sentido, la Práctica Reflexiva con Acción Recíproca en el diseño, permite el fortalecimiento teórico, conceptual e instrumental de la arquitectura, necesarios para enfrentar los retos que se imponen en la consolidación del ambiente construido sostenible. Para ilustrar las posibilidades y los resultados de un ejercicio de práctica reflexiva recíproca, se presenta el Proyecto de Rehabilitación del Centro Histórico de Barranquilla, Colombia, en donde los análisis ambientales y métodos de evaluación aplicados durante el proceso de diseño, permitieron el desarrollo de una propuesta con una imagen urbana unificada y ajustada a la realidad climática, social y humana de la ciudad, resaltando sus valores históricos, culturales y ecológicos. La propuesta final del proyecto integra un trabajo transdisciplinar, que avala y garantiza la toma de decisiones frente al proyecto en sus aspectos formales, estéticos, constructivos y técnicos, soportada en una metodología de Práctica Reflexiva Recíproca. Palabras clave: Práctica Reflexiva Recíproca, Diseño Ambiental, Espacio Público, Ergonomía, Transdisciplinariedad.

ABSTRACT Architectural practice must provide ongoing professional growth, where design knowledge and abilities are strengthened through updating and self-assessment processes in order to place architects in leadership roles in urban transformation while generating feasible proposals that respond to the sustainable development paradigm. In this sense, Reflective Practice with Reciprocal Action in design strengthens architecture theoretically, conceptually and instrumentally - all necessary factors to face the challenges of consolidating a sustainable built environment. The Rehabilitation Project for the Historical Centre of Barranquilla, Colombia serves to illustrate the possibilities and results of an exercise in reciprocal reflective practice. In this case study, environmental analysis and assessment methods applied during the design process enabled the development of a proposal with a unified urban image adjusted to the climatic, social and human reality of the city while highlighting its historical, cultural and ecological values. The final proposal integrates a cross-disciplinary approach that endorses and guarantees decision-making in formal, aesthetic, constructive and technical aspects of the project, sustained by the methodology of Reciprocal Reflective Practice. Keywords: Reciprocal Reflective Practice, Environmental Design, Public Spaces, Ergonomics, Cross-Disciplinary Action [1] Este artículo está basado en la Investigación de Construcción de Índices Ambientales Código: 192A-12/07-41 Desarrollado en el Laboratorio de Estudios y Experimentación Técnica LEET y financiado por el CIDI de la Universidad Pontificia Bolivariana de Medellín, además de la experiencia profesional de los autores con la Consultora PVG Arquitectos Ltda., en proyectos como Plaza de la Libertad en Medellín, Edificio de Laboratorios UNINORTE Barranquilla y la Recuperación del Centro Histórico de la ciudad de Barranquilla en temas de Diseño Sostenible, Arquitectura

Bioclimática, Eficiencia Energética y Ergonomía. Artículo recibido el 6 de Junio y aceptado el 15 de Julio 2011. [2] Académico Universidad Pontificia Bolivariana Medellín. bioclimarq@yahoo.com [3] Académico Universidad Nacional de Colombia Sede Medellín. aagarcia@unal.edu.co [4] Académico Universidad Nacional de Colombia. Sede Medellín. PVG Arquitectos Ltda., Medellín – Colombia. jhsalaza@unal.edu. co

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RESUMEN

Práctica Reflexiva Recíproca para el diseño ambiental del espacio público

Alexander González2 / Ader García3 / Jorge Salazar4


Alexander González, Ader García, Jorge Salazar

1 INTRODUCCIÓN. La arquitectura frente al paradigma de la Sostenibilidad

Práctica Reflexiva Recíproca para el diseño ambiental del espacio público

La historia de la arquitectura se puede sintetizar desde su origen como una práctica de construcción sin teoría, cuyo objetivo principal fue cumplir con la función de refugio frente a un entorno ambiental agreste, luego la arquitectura se desarrolló como valor cultural mediante la incorporación de la práctica artística y se configuró finalmente con la tecnología, para el desarrollo de proyectos que buscan satisfacer las necesidades del hábitat humano. Esta evolución cargada de siglos de historia y discusiones epistemológicas acerca de la noción de arquitectura, presenta en la actualidad una dualidad contradictoria en cuanto a su función social: existe una crisis en la arquitectura como profesión y disciplina, al proyectarse a la sociedad con una imagen y función netamente formalista y esteticista, pero al mismo tiempo se reconoce el diseño arquitectónico como un proceso creativo con múltiples factores y elementos de interacción e interdependientes para responder a diversos e impredecibles fenómenos sociales, culturales y ambientales, conservando la identidad del contexto espacio-temporal donde suceden (MOSQUERA, 2009). Cuando no se incorpora la aplicación directa del conocimiento científico en el ejercicio del diseño, la arquitectura se convierte en una exploración intuitiva y sin fundamento, que termina por debilitar el papel del arquitecto frente a la sociedad, como profesional competente para la resolución de problemas técnicos (GÓMEZ, 2007), generándose mayor interés y valor profesional por las propuestas formales y estéticas, amparando la disciplina en el paradigma de la arquitectura como arte. Sin embargo, la arquitectura tampoco puede valorarse y desarrollarse completamente, bajo una racionalidad técnica como epistemología de su práctica, porque la competencia profesional del arquitecto no se orienta necesariamente a la resolución de problemas instrumentales, como sucede en la ingeniería o las ciencias exactas (SCHÖN, 1983), porque el desarrollo del hábitat humano involucra complejidades, desde lo psicológico, lo sensorial, lo afectivo, lo cultural y lo ambiental, entre otras.

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Esta dualidad del panorama de la arquitectura con relación a la sociedad contemporánea, es más compleja frente al paradigma del desarrollo sostenible, si se considera que la industria de la construcción es la responsable del consumo de más del 50% de los recursos naturales y energéticos del planeta, concentrando la población en centros urbanos (EDWARDS, 2006). En este contexto se plantea una postura profesional que define la arquitectura como el Diseño de Relaciones entre el medio ambiente y las personas para lograr bienestar, seguridad y funcionalidad, garantizando además que la calidad ambiental, la eficiencia energética, las exploraciones estéticas y la factibilidad técnica y económica, se desarrollen explícitamente en todos los proyectos (GARCÍA et al, 2006). Para esto es necesario profundizar en aspectos técnicos y científicos relacionados con la ecología, la energía, la tecnología y

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2 MARCO TEÓRICO. Arquitectura como Práctica Reflexiva

Bajo consideraciones metodológicas, el desarrollo de un proyecto urbano o arquitectónico, parte de una práctica efectiva que considera el conocimiento y el arte propios de las disciplinas de diseño, sin embargo, en cada nuevo proyecto se presentan situaciones de singularidad, incertidumbre y conflicto, que los profesionales enfrentan mediante una práctica reflexiva o una “reflexión en la acción”, que obliga a pensar en el objeto de diseño, mientras se desarrolla su propio diseño, (SCHÖN, 1983). Pero para lograr la integración de otros conocimientos y disciplinas, conviene considerar la extensión del concepto de Reflexión en la Acción: “el marco educativo en el que se desenvuelve habitualmente un taller de diseño es el de un Prácticum Reflexivo. Los estudiantes aprenden en estos talleres principalmente a través de la acción con la ayuda de un tutor. Su prácticum es reflexivo en dos sentidos: se pretende ayudar a los estudiantes a llegar a ser capaces de algún tipo de reflexión en la acción, y, cuando las cosas funcionan así, ello implica un diálogo entre el tutor y el alumno que adopta la forma de una reflexión en la acción recíproca” (SCHÖN, 1992:10). Si se considera que un equipo de arquitectos asume teóricamente el rol de alumnos del taller de diseño, con capacidad para generar una reflexión en la acción, gracias a su experiencia profesional, el rol de

La Reflexión en la Acción Recíproca es la evolución de los procesos de consultoría convencionales, que se contratan a expertos en temas específicos del proyecto, se orienta a un mayor nivel de interacción con el proceso de diseño aplicando una metodología de taller abierto transdisciplinar, que permite además de la revisión de temas puntuales de su conocimiento, la transversalidad con el proyecto y con las otras áreas de consultoría técnica, siempre coordinados por el equipo de diseño responsable del concepto general del proyecto urbano o arquitectónico.

Figura 1 Práctica Efectiva de la Arquitectura / Práctica Reflexiva con Acción Recíproca

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Alexander González, Ader García, Jorge Salazar

Aunque la Práctica Reflexiva es un ejercicio habitual en muchas oficinas de arquitectura, la Reflexión con Acción Recíproca, no es tan común, por ser un método de trabajo profesional transdisciplinar, el cual garantiza un proceso constante de actualización y autoevaluación para los arquitectos, además de lograr mayor fundamentación científica y técnica en sus proyectos, sin desvirtuar las posibilidades estéticas y formalistas de la arquitectura. Por esta razón, abrir los procesos de diseño y someter la toma de decisiones arquitectónicas a un taller reflexivo de proyecto, es una estrategia que permite eliminar la dualidad manifiesta entre el formalismo y la capacidad técnica de la arquitectura, mediante la Reflexión en la Acción Recíproca como epistemología de su práctica profesional, para generar la retroalimentación de los procesos de diseño y enriquecer el ejercicio de la arquitectura, mediante el fortalecimiento teórico, conceptual e instrumental, en el desarrollo de proyectos con los niveles de eficiencia y complejidad necesarios en la actualidad, impuestos por el paradigma del desarrollo sostenible.

Práctica Reflexiva Recíproca para el diseño ambiental del espacio público

tutor puede ser asumido por los consultores y expertos de otras áreas del conocimiento. Ellos aportarán su análisis, experticia y puntos de vista sobre el proyecto al diálogo con los arquitectos, para generar la reflexión en la acción recíproca, durante un taller de diseño que funcionaría efectivamente como un “Prácticum Reflexivo”. (Fig. 1)

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el medio ambiente, e integrar saberes de otras áreas del conocimiento, que permitan abordar la reflexión y la práctica profesional adecuadas para el desarrollo del ambiente construido, innovando en técnicas de construcción, gestión de materiales y residuos, uso racional de los recursos naturales, gestión sociocultural, ética profesional y corresponsabilidad de cada obra con su entorno local.


Alexander González, Ader García, Jorge Salazar Práctica Reflexiva Recíproca para el diseño ambiental del espacio público [AS] Arquitecturas del Sur, 2011, Nº 39, p. 28-43

3 DE LA PRÁCTICA EFECTIVA A LA REFLEXIÓN EN LA ACCIÓN RECIPROCA

En este contexto se promovió bajo la coordinación de la Sociedad Colombiana de Arquitectos, el concurso nacional para la Recuperación del Espacio Público del Centro Histórico de Barranquilla, patrocinado por el Ministerio de Cultura, el Fondo Nacional de Desarrollo FONADE, la Alcaldía Distrital de Barranquilla y la Empresa de Desarrollo Urbano EDUBAR. El objetivo del concurso fue lograr una intervención arquitectónica y urbanística integral de las 5 plazas con mayor valor patrimonial en el centro histórico de la ciudad. El primer puesto de este concurso, fue obtenido por la Empresa OPUS Oficina de Proyectos Urbanos5, con

Un ejemplo común de Práctica Efectiva es el Concurso de Ideas o Proyectos de Arquitectura. En este escenario profesional se presenta la posibilidad de acceder a proyectos de diversa índole, bajo la expectativa de que éstos se definen por méritos como: capacidad profesional, experiencia y calidad arquitectónica. Los alcances del concurso de arquitectura generalmente se limitan a la entrega de información básica de los proyectos y se considera en muchos casos, que el premio del concurso es la obtención del contrato para el desarrollo técnico y definitivo del proyecto, por esta razón muchas oficinas de arquitectura participan en concursos aplicando una Práctica Efectiva, que limita los recursos, el tiempo y la participación de consultores o expertos en el desarrollo del concurso. Sin embargo, lograr una Reflexión en la Acción Recíproca desde la fase de concurso, además de fortalecer la propuesta de diseño, puede garantizar que el desarrollo del proyecto se ejecutará siguiendo el mismo proceso de trabajo transdisciplinar, como se presenta a continuación con el Proyecto para la Recuperación del Centro Histórico de Barranquilla. 3.1

la asesoría ambiental de PVG Arquitectos Ltda., el diseño Paisajístico del Jardín Botánico de Medellín y un equipo transdisciplinar de profesionales vinculados a la industria de la construcción. 3.2 Base conceptual para el desarrollo del proyecto El proyecto para la Recuperación del Espacio Público del Centro Histórico de Barranquilla, se desarrolló mediante la metodología de Reflexión en la Acción Recíproca, en taller de diseño abierto integrando los consultores técnicos, bajo la dirección de los arquitectos de OPUS. Este proceso se inició con la definición conceptual del proyecto, a partir de fundamentos teóricos, proyectuales y técnicos, que permitieron a través de metáforas, referencias históricas y representaciones plásticas, conformar una imagen asociada a la tradición histórica y cultural de la ciudad, con base en 8 directrices que fueron aplicadas a todo el conjunto:

El concurso

La recuperación del Centro Histórico de la Ciudad de Barranquilla es una importante intervención urbana, promovida por el Ministerio de Cultura de Colombia, a través de la Dirección de Patrimonio, con la implementación del Plan Nacional de Recuperación de Centros Históricos, para recuperar, revitalizar y conservar los centros históricos urbanos como una apuesta hacia la sostenibilidad futura de las ciudades. Este plan contó con la cooperación técnica del Banco Interamericano del Desarrollo (BID) y sus resultados permitieron la formulación del Plan Especial de Patrimonio para el Centro Histórico de Barranquilla, expedido por Resolución No. 0756 de junio de 2005. Los espacios urbanos que conforman el Plan de Recuperación del Centro Histórico de Barranquilla son: la Plaza de San Nicolás, el Conjunto San José, la Plaza de San Roque, la Plaza del Hospital y el Paseo de las Palmas, espacios con gran valor cultural, que representan el alma de la antigua ciudad de Barranquilla. (Fig. 2).

1 Recuperar el paisaje como patrimonio, resignificando el agua de los caños, del río y el mar, factores naturales del origen de Barranquilla. 2 Destacar el patrimonio arquitectónico, al hacer evidente los fragmentos existentes de los diferentes períodos de la arquitectura en el entorno de las plazas. 3 Reconocer las vocaciones de los lugares y los habitantes, determinando acentos, contextos, potenciando usos y hábitos existentes, en donde el ciudadano es el protagonista de cada espacio. 4 Generar un sistema de componentes, para los 5 espacios urbanos, logrando con esto minimizar los costos, construir una imagen compacta del Centro Histórico y servir de soporte para la cultura y la vegetación:

Actualmente el Centro Histórico de la ciudad de Barranquilla presenta una situación de deterioro, tras décadas sin intervención en la infraestructura vial, las edificaciones públicas y los servicios urbanos, situación que trajo como consecuencia la pérdida de la plusvalía del centro de la ciudad, incidencias negativas en la vida cotidiana de sus habitantes, subvaloración del patrimonio tangible e intangible y un ambiente construido con una imagen de informalidad, inseguridad y baja salubridad (Fig. 3 y 4).

a Umbrales: sistemas de sombra urbana que albergan los módulos de venta formalizada en el Lugar. b Planchones: plataformas en madera sobre estanques de agua, destinados al uso urbano y apropiación del lugar para eventos culturales o la estancia contemplativa de las plazas.

[5] www.opusestudio.com

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Localización de las 5 plazas en el Centro Histórico de Barranquilla, Colombia. (Fuente: OPUS Oficina de Proyectos Urbanos)

Figura 3

Estado de la Plaza San Nicolás hasta 2009. (Fuente: OPUS Oficina de Proyectos Urbanos)

Figura 4

Ocupación ilegal del espacio público en la Plaza San Nicolás. (Fuente: OPUS Oficina de Proyectos Urbanos)

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Alexander González, Ader García, Jorge Salazar Práctica Reflexiva Recíproca para el diseño ambiental del espacio público

Figura 2

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N


Alexander González, Ader García, Jorge Salazar [AS] Arquitecturas del Sur, 2011, Nº 39, p. 28-43

Práctica Reflexiva Recíproca para el diseño ambiental del espacio público

Figuras 5 Propuesta Plaza San Nicolás. (Fuente: OPUS Oficina de Proyectos Urbanos)

Figura 6

Plaza San José. (Fuente: OPUS Oficina de proyectos Urbanos)

Figura 7

Plaza San Roque. (Fuente: OPUS Oficina de proyectos Urbanos)

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5 Hacer visibles los procesos naturales del agua, en sus diferentes temporalidades de lluvia y días secos.

Uno de los principales factores de la Práctica Reflexiva en la Acción Recíproca aplicados en el desarrollo de este proyecto fue su análisis ambiental. Diseñar bajo premisas de calidad ambiental es un compromiso de la arquitectura, que debe apoyarse en evaluaciones cuantitativas y cualitativas de factores humanos y climáticos, para establecer pautas de bienestar y eficiencia energética, garantizando así, una correcta apropiación del espacio público, con la toma de decisiones acerca de la distribución del espacio, los materiales y la disposición del mobiliario urbano. La base científica y teórica que soporta los estudios ambientales aplicados en este proyecto corresponde con investigaciones y desarrollos profesionales hechos por los autores de este artículo desde 2001, en temas de análisis ambiental, bioclimatismo urbano, eficiencia energética, sostenibilidad, ergonomía y antropometría6.

6 Análisis bioclimático, con estudios de control solar, ventilación natural, sombra urbana, condiciones climáticas y ambientales relacionadas con el habitante y su apropiación del espacio público. 7 Ergonomía y accesibilidad, con análisis de antropometría dinámica sobre los objetos de mobiliario urbano. 8 Paisajismo, recuperar y promover la flora en vía de extinción con especies endémicas y adaptadas al entorno ambiental de Barranquilla, aportando a su conservación y al aumento de la fauna dentro de la ciudad.

La totalidad del análisis ambiental se integró al desarrollo del proyecto en los talleres de diseño, permitiendo la discusión abierta y el cruce de información con los demás equipos técnicos, constituyendo un ejemplo puntual de la participación de un equipo de consultores especializado en la Reflexión en la Acción Recíproca descrita en este artículo. Este proceso partió del estudio de las preexistencias ambientales de Barranquilla y la construcción del perfil microclimático de cada plaza, el desarrollo de análisis cuantitativos de radiación solar para el diseño de sombras urbanas, apoyo al sistema de paisajismo y silvicultura urbana, estudios de ventilación natural para el aprovechamiento de las corrientes de aire, análisis detallados de ergonomía y diseño universal aplicado a las bancas y los módulos de comercio.

Estas directrices constituyeron la base de La Reflexión en la Acción propuesta para el desarrollo del Prácticum Reflexivo o taller de diseño abierto, coordinado por OPUS, con una agenda programada semanalmente, con talleres de 2 horas, donde se establecieron las metas de cada sesión de trabajo y la información necesaria para la integración de saberes. Al final de cada sesión de trabajo se determinaron las tareas para el desarrollo de trabajo individual, donde cada equipo desarrolló los análisis y estudios puntuales de sus tareas específicas. La Reflexión en la Acción Recíproca sucedió cuando los diversos equipos de consultoría aportaron al desarrollo del proyecto los resultados de sus análisis técnicos, desde diversos conocimientos y especialidades, perfeccionando cada uno de los elementos propuestos por el equipo de diseño y revisando la interacción posible entre ellos mismos en su disposición final, en cada una de las plazas, mediante revisiones que involucraron la materialidad de los elementos, sistemas constructivos, desempeño ambiental, resistencia y durabilidad, mantenimiento, presupuesto de obra y desarrollo progresivo por etapas, entre otros. Con esta metodología, el diseño de cada una de las 5 plazas fue optimizado en tiempos y operación, desarrollando la propuesta de forma integral en un periodo de 5 meses,

3.3.1 Análisis Ambientales

de

Preexistencias

Las preexistencias ambientales son las condiciones climáticas y atmosféricas particulares a cada lugar, determinan la habitabilidad y el confort de las personas en espacios urbano-arquitectónicos, condicionando la respuesta espacial, formal y material de cada proyecto. Según datos del IDEAM7 (Tabla 1), consultados durante el

[6] Estas investigaciones se desarrollan en el Laboratorio de Estudios y Experimentación Técnica en Arquitectura (LEET-FAUPB) de la Universidad Pontificia Bolivariana de Medellín y en el Grupo de Investigación en Energía, Medio Ambiente, Arquitectura y Tecnología – EMATde la Universidad Nacional de Colombia Sede Medellín. [7] IDEAM: Instituto de Estudios Ambientales de Colombia. www.ideam.gov.co

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Alexander González, Ader García, Jorge Salazar

3.3 El Análisis Ambiental del Proyecto como Factor Recíproco en la Práctica Reflexiva

Práctica Reflexiva Recíproca para el diseño ambiental del espacio público

entre enero y junio de 2009. Con la aplicación del método de Reflexión con Acción Recíproca, el proyecto fue evaluado desde su escala general de urbanismo, hasta el detalle constructivo de piezas menores como puntos de venta, lámparas y muebles urbanos, en todas las dimensiones ambientales, técnicas, constructivas, operativas, estéticas y funcionales posibles. (Fig. 5, 6 y 7)

[AS] Arquitecturas del Sur, 2011, Nº 39, p. 28-43

c Edificios Calzas: intervenciones en fachadas y edificaciones del entorno de las plazas, sobre aquellos espacios sin valor patrimonial, recuperados para actividades públicas y sociales. d Bancas Canoa: sistema de mobiliario que hace referencia a la relación histórica de la ciudad con el rio Magdalena. e Silvicultura y Paisajismo: diseño de zonas verdes, jardines y árboles con especies endémicas, muchas de ellas en vía de extinción.


Alexander González, Ader García, Jorge Salazar Práctica Reflexiva Recíproca para el diseño ambiental del espacio público [AS] Arquitecturas del Sur, 2011, Nº 39, p. 28-43

Tabla 1

Datos Ambientales de Barranquilla. (Fuente: IDEAM. Colombia)

Los diagnósticos solares permitieron definir la localización de los demás componentes urbanos en cada plaza, como los estanques de infiltración, los planchones, los umbrales, las ventas estacionarias y en general el manejo de taludes y superficies blandas para control del albedo sobre los planos expuestos al sol. (Fig. 8, 9 y 10)

primer semestre de 2009, las condiciones climáticas de la ciudad de Barranquilla determinan un clima Tropical Cálido Húmedo, con la influencia de vientos cargados de brisas marinas. Estas condiciones ambientales determinan que la respuesta en el diseño urbano debía considerar estrategias pasivas de control higrotérmico del espacio público, mediante la combinación de sombra y viento. La radiación solar directa sobre las superficies urbanas, se controló con sombras pasivas, vegetación y materiales que permiten mejorar las condiciones de albedo de pavimentos y texturas que evitan reflejos molestos por brillo solar. Entretanto, las corrientes de aire se aprovecharon en función de la velocidad y la dirección de los vientos predominantes en cada plaza, favoreciendo su cruce por las zonas de permanencia para las personas. 3.3.2 Análisis Paisajismo

de

Radiación

Solar

3.4 Diseño de Arquitectónicos

Sombras

en

Umbrales

El diseño de las sombras en los Umbrales Arquitectónicos fue desarrollado mediante el análisis de piezas de forma triangular con una base de 1,50 m por 4,50 m de altura. Para cada triángulo se definió un entramado de listones de madera de 12 cm de altura por 5 cm de espesor. Con este prediseño se definieron 4 grupos de sombra diferenciados por la disposición de los listones de madera: • Grupo 1: Listones de madera dispuestos con una inclinación de 30° con respecto a la base del triángulo y separados 15 cm.

y

Los análisis de radiación solar del proyecto se desarrollaron con modelaciones digitales, que cuantifican la incidencia del sol sobre el espacio público en cada plaza, utilizando el software UrbanHelios8. Con este estudio se visualizó y cuantificó la forma en que se distribuyen las sombras en el espacio público, para posicionar el amoblamiento correspondiente, las zonas con arborización, los umbrales y los jardines de la propuesta de paisajismo. Dadas las condiciones climáticas de Barranquilla, se determinó como estrategia de diseño obtener valores en Horas de Sombra Diaria (HSD), lo más altos posible en las horas de la tarde, en aquellas zonas donde interesaba fomentar una mayor apropiación del espacio público. Los valores de HSD fueron agrupados en cinco escalas, según la siguiente clasificación de rangos: rojo entre 0,0 y 1,0 HSD, naranja entre 1,0 y 1,5 HSD, amarillo entre 1,5 y 2,5 HSD, verde entre 2,5 y 3,5 HSD gris más de 3,5 HSD.

• Grupo 2: Listones de madera dispuestos paralelamente a la base del triángulo y separados 15 cm. • Grupo 3: Listones de madera dispuestos con una inclinación de 150° con respecto a la base del triángulo y separados 15 cm. • Grupo 4: Listones de madera dispuestos paralelamente a la base del triángulo y separados 10 cm Las variables que presentan alta incidencia en el desempeño de control solar correspondieron con la orientación de los triángulos y la inclinación en que se disponen sobre la armadura general del umbral arquitectónico. Las orientaciones evaluadas con respecto a los puntos cardinales indican las direcciones en las que podrían ser dispuestos los triángulos con las tramas de madera, para generar figuras geométricas a través de la

[8] Urban Helios 12, Software de Análisis solar desarrollado para PVG Arquitectos Ltda, por Jorge Hernán Salazar, sobre un sistema de análisis en LISP con plataforma CAD.

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Alexander González, Ader García, Jorge Salazar Figura 10 Planta de Silvicultura y Paisajismo Plaza San Nicolás. (Fuente: Opus Oficina de Proyectos Urbanos)

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Figura 9 Análisis de Sombra Urbana Periodo de la Tarde entre 12:00 y 17:00 Horas. Plaza San Nicolás. (Fuente PVG Arquitectos Ltda.)

Práctica Reflexiva Recíproca para el diseño ambiental del espacio público

Figura 8 Análisis de Sombra Urbana Periodo de la Mañana entre 07:00 y 12:00 Horas. Plaza San Nicolás. (Fuente PVG Arquitectos Ltda.)


Alexander González, Ader García, Jorge Salazar [AS] Arquitecturas del Sur, 2011, Nº 39, p. 28-43

Práctica Reflexiva Recíproca para el diseño ambiental del espacio público

Figura 11 Matriz de diseño. Eficiencia control solar por orientación e inclinación de piezas. (Fuente: PVG Arquitectos Ltda.)

combinación de los 4 grupos presentes en este análisis. La inclinación de 20° sobre la horizontal se presenta como la mínima óptima para la generación de sombras por el entramado de los listones de madera, considerando que inclinaciones mayores aumentarían la eficiencia del control solar. Con este sistema de evaluación se desarrolló una matriz para el diseño básico de los umbrales, de acuerdo con el desempeño de cada grupo, sus orientaciones y su localización en cada plaza, considerando la sombra proyectada sobre las bancas y los módulos de venta. (Fig. 11)

perfiles aerodinámicos de cada plaza, utilizando una mesa de flujo laminar con agua y tinta para los trazados de las corrientes de aire. Este proceso permitió la modelación y el análisis cualitativo del viento urbano que llega a cada plaza, redireccionado por las manzanas construidas del entorno, para evaluar su distribución e interacción con el espacio público, puntualmente en aquellas zonas donde se encuentran los sitios de estancia para las personas. Las condiciones de viento evaluadas sobre los diseños finales permitieron establecer que más del 70% del área urbana de cada Plaza, presentará condiciones favorables para los usuarios del espacio público, por efectos de sombra y viento durante todo el día. En cuanto a la condición de estancia bajo los umbrales y sobre los planchones, se presenta una correcta condición de sombra por arborización y pérgolas de madera, logrando áreas cubiertas y ventiladas hasta en un 80%, con condiciones favorables durante todo el día. (Fig. 12)

Los porcentajes de eficiencia global (EG%) cuantifican el factor de control de radiación solar, con relación a un plano horizontal localizado sobre el ecuador terrestre, que recibiría en teoría un 100% de ganancia solar, en ausencia de nubosidad (Salazar, 1994). En este sentido, la latitud de Barranquilla, las orientaciones definidas, la inclinación y las tramas de listones de madera, aportan sombras que interfieren con la ganancia en radiación del plano horizontal, dispuesto bajo los umbrales arquitectónicos, donde la mayor eficiencia en control solar corresponde con menores valores de EG% obtenidos. Por esta razón en la matriz se descalificaron aquellos desempeños cercanos o superiores al 40 %, generando para el diseño del umbral alternativas de posicionamiento de piezas triangulares con las tramas de madera, logrando la mejor eficiencia en control solar del umbral, a lo largo del año y en diferentes horas del día. (Fig. 13) 3.5

3.6

Ergonomía y Bienestar Humano

Durante el desarrollo del proyecto se revisaron aspectos de accesibilidad, seguridad y ergonomía en cada una de las plazas que conforman el conjunto urbano, bajo premisas normativas y de diseño universal que permitieran a la población hacer uso cómodo y seguro del espacio público para el tránsito y la estancia. Este análisis se desarrolló minuciosamente con el manejo de planos de piso, escalas, rampas, mobiliario urbano, iluminación y señalética. Los estudios de ergonomía en las bancas y puestos de ventas, fueron desarrollados considerando los parámetros antropométricos de la población laboral colombiana. Un aspecto relevante para las evaluaciones ergonómicas aplicadas al diseño de bancas y mobiliario del espacio público, está relacionado con la antropometría dinámica, en donde se verifican los alcances y las diferentes

Ventilación Natural

Según el IDEAM, las velocidades promedio del viento en Barranquilla son de 3,9 m/s, con una dirección predominante del Norte. Con esta información se construyó un modelo físico a escala para evaluar los

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Alexander González, Ader García, Jorge Salazar Figura 13 Modelo Digital de Umbrales y obra Umbrales en la Plaza San Nicolás. Foto: Carlos Cruz Ortiz. (Fuente: OPUS Oficina de Proyectos Urbanos)

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Práctica Reflexiva Recíproca para el diseño ambiental del espacio público

Figura 12 Estudios de Viento en las horas de la mañana y tarde en la Plaza San Nicolás. (Fuente: PVG Arquitectos Ltda.)


Alexander González, Ader García, Jorge Salazar Práctica Reflexiva Recíproca para el diseño ambiental del espacio público

posturas que asumen las personas cuando interactúan con un objeto. (Fig. 15 y 16)

Los módulos de venta fueron analizados bajo parámetros de apropiación, cuidado y mantenimiento, como parte de los derechos y deberes de los ciudadanos, por un lado los dueños de estos módulos y por el otro de los usuarios que se acercan a ellos para obtener algún servicio. Esta reflexión permitió orientar las decisiones políticas de la municipalidad para la definición de los tipos de productos que se pueden vender, los horarios de funcionamiento, los programas de aseo público, vigilancia y requisitos de sanidad. En este sentido se hicieron recomendaciones generales acerca de la forma de utilización de los módulos de venta, su diseño material y su operatividad frente a la posibilidad de exponer mercancía, de acuerdo al tipo de productos que se ofrecen y cuidando de aspectos de seguridad y control para obtener la mejor interrelación posible entre espacio urbano, venteros y usuarios del espacio público. (Fig. 14)

Estas evaluaciones dinámicas permitieron analizar diferentes condiciones de uso del sistema de bancas y mobiliario en general, se definieron tamaños y áreas aferentes para determinar modulaciones y diferentes configuraciones de uso social y personal. Todas las opciones de bancas fueron evaluadas en el contexto medioambiental de cada plaza, considerando diferentes alternativas con respecto a las superficies expuestas o no a la intemperie, para establecer muebles correctos y amables con los usuarios. Entre los aspectos evaluados se destacan además consideraciones físicas y mecánicas para la generación de bancas con una importante resistencia al uso, cuidando de presentar una propuesta estética, técnica, factible y durable para el proyecto. (Fig. 18 y 19)

Figura 14 Módulo de ventas. (Fuente: OPUS Oficina de Proyectos Urbanos)

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Figura 15 Estudios de Apropiación y posibles posturas. (Fuente: PVG Arquitectos Ltda.)

Figura 16 Análisis Antropométrico y dinámico de bancas en el espacio público. (Fuente: PVG Arquitectos Ltda.)

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Alexander González, Ader García, Jorge Salazar Figuras 18 y 19 Urbanos)

Proyecto de Bancas Canoa en Plaza San Nicolas. Foto: Carlos Cruz Ortiz. (Fuente: Opus Oficina de Proyectos

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Práctica Reflexiva Recíproca para el diseño ambiental del espacio público

Figura 17 Modelo digital proyecto de Bancas Canoa. (Fuente: Opus Oficina de Proyectos Urbanos)


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Figuras 20 y 21 Proyectos Urbanos)

Umbrales en Plaza San Nicolás terminados en Febrero de 2011. Fotos: Carlos Cruz Ortiz (Fuente: OPUS Oficina de

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Práctica Reflexiva Recíproca para el diseño ambiental del espacio público

Alexander González, Ader García, Jorge Salazar


BIBLIOGRAFÍA

La práctica reflexiva aplicada como taller profesional es la experiencia habitual en las oficinas de diseño y es justamente el origen de los talleres de formación de arquitectos a nivel universitario. Sin embargo, lo que no es tan común a nivel profesional es la documentación y el análisis de los procesos de diseño y la autoevaluación en el crecimiento, competencias y calidad de los profesionales, por la suma de experiencia y la actualización de sus conocimientos. Los arquitectos por lo general documentan sólo los resultados y publican aquellos proyectos que han obtenido premios o han generado interés por parte del público especializado en revistas de diseño y arquitectura, presentando un gran contenido de imágenes y una información técnica que no alcanza a revelar los detalles metodológicos de la práctica reflexiva, y más si esta cuenta con una acción recíproca por el apoyo de consultores de otras disciplinas y áreas de conocimiento.

EDWARDS, Briam. Guía Básica de la Sostenibilidad. 2a Edición. Barcelona: Editorial Gustavo Gili SA. 2006. GARCIA, Ader. GONZÁLEZ, Alexander. SALAZAR, Jorge. Labor Cero: Arquitectura a la medida. Medellín: Argos S.A 2006 MOSQUERA, Jemay. Epistemología y didáctica del proceso de enseñanza-aprendizaje en arquitectura y diseño industrial. Revista Científica Guillermo de Ockham, 2009, Vol 7. N° 2. p 33-49.

Alexander González, Ader García, Jorge Salazar

CONCLUSIONES

GÓMEZ, Gabriel. Los Arquitectos y la Investigación Científica. PALAPA Revista de Investigación Científica en Arquitectura, 2007. N° 001. p.3

Esta condición se refleja a su vez en la poca actualización que tiene la práctica reflexiva en los talleres de formación de arquitectura a nivel universitario, pues la posibilidad de integrar la reflexión recíproca aún no se ajusta al modelo curricular de muchas facultades de diseño, donde la formación de arquitectos en el taller de proyectos, sigue siendo liderada por profesores de diseño que replican en la universidad la práctica efectiva de sus oficinas privadas. La integralidad de los diseños, asumida desde una perspectiva transdisciplinar, constituye la base metodológica para la reflexión en la acción recíproca hacia el desarrollo de propuestas urbanas y arquitectónicas. La propuesta que se consolida actualmente con la ejecución e inauguración en febrero de 2011 de la Plaza San Nicolás, como proyecto piloto de los 5 proyectos urbanos, que conforman todo el plan de recuperación del centro histórico de Barranquilla, ya permite verificar la eficiencia del desempeño ambiental y la apuesta por una positiva apropiación y valoración del espacio público por parte de la ciudadanía.

SCHÖN, Donald. La Formación de Profesionales Reflexivos: Hacia un Nuevo Diseño de la Enseñanza y el Aprendizaje en las Profesiones. Barcelona: Editorial Paidós Ibérica S.A. 1992. SALAZAR, Jorge. Protección Solar en Edificaciones. Envigado: PELDAR S.A. 1994.

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Los retos de diseño urbano, arquitectónico y ambiental, asumidos por el equipo de profesionales vinculados a este proyecto dan cuenta de una propuesta de espacio público, que responde a un gran número de inquietudes técnicas, sociales, patrimoniales, económicas y climáticas, ajustadas a la realidad de la ciudad de Barranquilla, que no dejan al azar, la toma de decisiones formales, estéticas y materiales del proyecto, fundamentando su desarrollo, construcción y perspectivas de apropiación, en análisis técnicos y científicos.

Práctica Reflexiva Recíproca para el diseño ambiental del espacio público

SCHÖN, Donald. The Reflective Practitioner. Nueva York: Editorial Basic Books. 1983

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Figura 0

Despedida en la escalera de combinación desde la línea 5 a línea 1 en el metro de Santiago. Foto: Luis Iturra.

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Momentos Móviles. Los lugares móviles y la nueva construcción del espacio público

Paola Jirón, Luis Iturra


Paola Jirón, Luis Iturra

Momentos Móviles.

Los lugares móviles y la nueva construcción del espacio público1

Mobile Moments. Mobile places and the new building of public space1 Paola Jirón2 / Luis Iturra3 RESUMEN Teniendo en cuenta el actual proceso de globalización, para algunos los lugares han perdido su carácter distintivo, convirtiéndose en espacios unificados y sin esencia. Sin embargo, precisamente a la luz del proceso de globalización actual, de la forma en que cada sociedad y cada ciudad interactúa localmente con este proceso, y de la inevitable movilidad cotidiana de los habitantes urbanos por las ciudades contemporáneas, es posible repensar la noción de espacio público a partir del concepto de lugar. Esto debido a que el lugar cobra un nuevo sentido al vincularse con el inexorable vuelco desde un espacio fijo con significado, a un espacio móvil con múltiples significados simultáneos. Este artículo se adentra en la reconceptualización del concepto de lugar al presentar la idea de lugares móviles dentro de la práctica de la movilidad cotidiana urbana. Esto se examina por medio de un recuento etnográfico de lugarización en movimiento y es acompañado por imágenes fotográficas que muestran la apropiación del espacio temporal de movilidad de los habitantes urbanos de Santiago de Chile. El trabajo fue elaborado a partir de seguimientos etnográficos de viajeros urbanos en la ciudad de Santiago en el marco del Proyecto de Investigación FONDECYT Nº 1090198 “Movilidad Cotidiana Urbana y Exclusión Social Urbana en Santiago de Chile”. Palabras clave: lugar, movilidad cotidiana urbana, prácticas sociales, lugarización móvil

Momentos Móviles. Los lugares móviles y la nueva construcción del espacio público

Secuencia: Camino a despedida de investigadora en el centro de Santiago. Punto de partida, INVI Facultad de Arquietctura y Urbanismo, Universidad de Chile. Punto de llegada, Bar y Restaurante “Las Tejas” Fotos: Ruth Garrido, desconocidos en el trayecto y Susana Cortés.

In the current globalisation process, some feel that places have lost their distinctiveness and become unified spaces lacking essence. However, it is thanks to this current process of globalisation and the way in which each society and city interacts with it locally and the inevitable daily mobility of urban inhabitants in contemporary cities that it has become possible to rethink the notion of public space based on a new understanding of place. Place takes on new meaning when linked to the inexorable shift from fixed space with meaning, to a mobile space with multiple and simultaneous meanings. This paper delves into thereconceptualisation of place by introducing the idea of mobile places within the practice of urban daily mobility. This is examined through an ethnographic account of mobile place-making accompanied by photographic images that show the appropriation of times and spaces on the move by urban dwellers in Santiago. The research is based on ethnographic work of urban travellers in the city of Santiago within the FONDECYT Research Project No.1090198 “Urban Daily Mobility and Social Exclusion in Santiago de Chile”

Keywords: Place, urban daily mobility, social practices, mobile place-making

[1] Este artículo está basado en el Proyecto FONDECYT Nº 1090198 “Movilidad Cotidiana Urbana y Exclusión Social Urbana en Santiago de Chile” (2009-2012) financiado por CONICYT, Chile. www.santiagosemueve.com Artículo recibido el 29 de Junio y aceptado el 30 de Agosto 2011.

[2] Académica, Instituto de la Vivienda, Facultad de Arquitectura y Urbanismo, Universidad de Chile. pjiron@uchile.cl [3] Académico, Facultad de Arquitectura y Urbanismo, Universidad de Chile. me@luis.iturra.com

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ABSTRACT


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Introducción

Momentos Móviles. Los lugares móviles y la nueva construcción del espacio público

Teniendo en cuenta el actual proceso de globalización, para algunos los lugares pierden su carácter distintivo y se convierten en espacios unificados y sin esencia, así, el proceso de lugarización pierde su significado y sus características desaparecen (Harvey 1996); otros insisten en que el lugar continúa siendo un elemento constituyente de la vida social y de los cambios históricos (Gieryn 2000; Cresswell 2001; Sheller y Urry 2006). Según Savage et al (2005), la creación de lugares sigue siendo importante, sin embargo, este proceso se torna complejo en las ciudades contemporáneas. Esto en relación a la forma en que algunos autores como Castells (1996; 2000; 2005) ven el espacio y la ciudad, como redes y flujo, redes que funcionan como estructuras versátiles que se conectan en nodos (en un sistema de ciudades globales y dentro de ciudades en áreas urbanas). Para el autor las redes se vuelven procesos en vez de lugares, y son caracterizados por la dominación estructural de los espacios de flujos. Sin embargo, y muy por el contrario, autores como Massey sostiene que si la organización social del espacio cambia y altera las ideas actuales sobre lugar, este concepto debería replantearse por completo (Massey 1994: 1995) y entenderse como la localización en el tiempo de conjuntos particulares de relaciones sociales y espacios de actividad (Massey 1995).

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La multiplicidad de cambios de velocidad, formas y encuentros en el tiempo y en el espacio generan lo que Massey (2005; 2007) denomina acontecimientos, una constelación de trayectorias y procesos múltiples que no son necesariamente coherentes. Este acontecimiento de lugar necesita ser discutido y, además, plantea el desafío sobre la forma en que los encuentros con otras personas (o cosas) se llevan a cabo y sobre cómo se originan las actividades en conjunto (Massey 2005). Este acontecimiento no se puede predeterminar o anticipar, se da a medida que se desarrolla y son relaciones que suceden en el tiempo y en el espacio. Este artículo se adentra en esta reconceptualización al presentar la idea de la creación de lugares móviles dentro de la práctica de movilidad cotidiana urbana. Esto es posible al examinar las experiencias de movilidad de los habitantes urbanos de Santiago de Chile. Siguiendo esta premisa, se analizan las experiencias de movilidad cotidiana de transeúntes urbanos en diversos sectores de la ciudad, y se presenta la idea de lugarización móvil, específicamente las nociones de lugares móviles y lugares transientes, así como los elementos que dan forma a estas ideas.

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Paola Jirón, Luis Iturra

La dicotomía, solapamiento, similitud y yuxtaposición entre los conceptos de lugar, espacio y tiempo ha sido un tema importante de discusión en el amplio campo de la geografía y de los estudios urbanos. El lugar siempre hace referencia a una localización física, a un escenario material y a un significado que involucra la apropiación y transformación del espacio y el entorno, el cual es inseparable de la reproducción y transformación de la sociedad en el tiempo y en el espacio. En este sentido progresivo, el lugar es un espacio abierto, permeable y en continua construcción que se constituye mediante prácticas sociales reiteradas, las que construyen y reconstruyen el lugar a diario. De acuerdo a Cresswell, los lugares nunca están completos, terminados o delimitados, están siempre deviniendo, siempre en proceso (Cresswell 2001). Los lugares hacen referencia a relaciones, al emplazamiento [desplazamiento o reemplazo] de personas, materiales, imágenes, y a los sistemas diferenciadores que se establecen (Sheller y Urry 2006). El lugar es el contexto en el cual se desarrollan las prácticas sociales, así como el producto de estas prácticas, de esta manera, la relación entre lugares y prácticas sociales, en particular aquellas que se desarrollan a diario, son de suma importancia dentro de la vida urbana contemporánea.

Los lugares transientes, la segunda forma de lugar generada en la movilidad, hacen referencia a aquellos espacios fijos que son de importancia para las personas al momento de moverse a través de ellos. Estos no son lugares de permanencia, sino lugares de tránsito y transición, y sin importar la cantidad de tiempo que se permanece en ellos, y sin embargo son apropiados o significados. Estos lugares varían en tipo, forma y posibilidades de permanencia y en ocasiones se les considera como espacios públicos o lugares de uso público. Algunos de estos sitios más estudiados incluyen mercados (Cresswell 2006), paraderos de buses, estaciones de servicio (Normark 2006; Sabbagh 2006), aeropuertos, parques y calles (Duneier 1999). Estos lugares han sido considerados como “no-lugares” (Augé 1995); esto quiere decir espacios “construidos en relación a determinados propósitos (transporte, tránsito, comercio, ocio)” (Kaufmann 2002:94). Augé no utiliza este término peyorativamente, sino más bien de un modo descriptivo para determinar un tipo de lugar que introduce un nuevo sentido de identidad delgada o abstracta (Augé 1995). Por otro lado, lugares como strip centers, new towns, el estilo arquitectónico internacional, o los paisajes turísticos, entre otros, son una forma en que el ‘no lugar’ ocurre en tiempos actuales (Agnew 2005:88). No obstante, en esta investigación se develan que estos no-lugares no son estáticos, y la carencia de lugar, tal como lo sugiere Agnew (2005), queda a discreción de las personas, ya que los centros comerciales, mercados o paraderos de buses no son solamente objetos que aparecen en el camino, sino estructuras que tienen significados importantes dentro de las experiencias cotidianas de las personas. Los lugares transientes entonces son espacios fijos a través de los cuales ocurre movilidad intensa, y son dotados de importancia por conveniencia, ocio, distracción, socialización y recreación (Jiron 2010a). Estas experiencias de lugarización en movimiento tienden a tener consecuencias en la vida de las personas, ofreciendo la posibilidad de ampliar, restringir o aislar lugares mientras se construyen5.

Por otro lado, la movilidad caracteriza al modo de vivir moderno, ya sea a través de los viajes y el turismo, la migración, la movilidad residencial o la movilidad cotidiana urbana. Precisamente, esta última práctica ha ganado notoria importancia y es el objetivo principal de la investigación en que se basa este artículo 4. La movilidad, al ser comprendida como un movimiento socialmente producido, implica dar un significado a la práctica de desplazarse de un punto a otro y sugiere la posibilidad de apropiación y transformación de lugares en movimiento, generando lugares móviles y lugares transientes (Jirón 2008). El primer término se refiere a aquellos lugares que las personas dan importancia al momento de viajar en ellos: automóviles, buses, trenes o metros. En el campo del transporte y de la planificación urbana, el tiempo utilizado en estos medios de movilización es generalmente considerado como tiempo muerto (Jain 2006; Urry 2006) y sus intervenciones apuntan a disminuir los tiempos de viaje y a mejorar las conexiones al hacerlas más eficientes.

[4] Proyecto FONDECYT Nº 1090198 “Movilidad Cotidiana Urbana y Exclusion Social Urbana en Santiago de Chile” www.santiagosemueve.com [5] Para más información sobre la ampliación de lugares móviles y confinamiento, ver Jirón (2010c)

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Momentos Móviles. Los lugares móviles y la nueva construcción del espacio público

Los lugares móviles son aquellos lugares que las personas se apropian para reflexionar o contemplar, socializar, hacer amistades, sentirse independientes, distraerse o evadirse, entre otros, al momento de moverse. Como se podrá apreciar a continuación, distintas personas experiencian el tiempo de viaje de manera diferente, sin embargo, no todas las experiencias son consideradas como tiempos muertos, por el contrario, para la mayoría de los involucrados el tiempo que se destina en los distintos medios de transporte son cruciales para su existencia cotidiana.

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Lugarizacion en Movimiento


Paola Jirón, Luis Iturra Momentos Móviles. Los lugares móviles y la nueva construcción del espacio público [AS] Arquitecturas del Sur, 2011, Nº 39, p. 44-57

Lugares móviles y lugares transientes

Lugares móviles

Un aspecto que explica la importancia de la movilidad es la gran influencia que tiene en la vida cotidiana de las personas, puesto que sus vidas no se detienen al moverse. El tiempo que se utiliza en desplazarse no se “desperdicia” (Jain 2006), ya que diversas situaciones ocurren en los momentos móviles y en los espacios en que las personas se mueven. A pesar de que la movilidad se ha catalogado como algo físico, también puede ser virtual o imaginaria (Sheller y Urry 2006; Szerszynski y Urry 2006), y el uso de aparatos tales como televisores, Internet o teléfonos móviles ofrece la posibilidad de estar presente en más de un lugar al mismo tiempo. Estos avances tecnológicos le otorgan gran importancia al manejo de la distancia por parte de las personas. De esta forma, las opciones de presencia se han ampliado a tres: co-presencia, la cual elimina la distancia; movilidad, la cual ocurre durante el desplazamiento; y la telecomunicación, la cual transfiere información desmaterializada (Bourdin 2003). Sin embargo, a pesar de las constantes innovaciones tecnológicas, el estar físicamente presente aun es imprescindible dentro de la vida cotidiana actual y los viajes físicos son todavía requisito para realizar las conexiones necesarias. Según Urry (2004), el viaje físico y virtual transforma la naturaleza y la necesidad de co-presencia, de este modo, el viaje virtual es un complemento del viaje físico, el que a su vez se deriva en co-presencia. El mismo autor (Urry 2003) afirma que es poco probable que las comunicaciones virtuales alteren la importancia de los encuentros personales o la conexión cara a cara, y por consiguiente, la necesidad de observar cómo se dan estas instancias de conexión y encuentro.

La Micro y El Metro: lugares para sentirse cómodo En medio del agitado estilo de vida contemporáneo, la confianza que otorgan tanto la micro como el Metro a sus viajeros los ha convertido en lugares donde se puede estar cómodo pese a la incomodidad del viaje y realizar actividades habitualmente reservadas al ámbito privado como dormir (Figura 1), leer o trabajar (Figura 2) y comer (Figura 3), tal como se percibe en el relato de Edison. Edison tiene 47 años, está casado y tiene dos hijas de 18 y 20 años. Vive en la población La Bandera en San Ramón, una comuna peri-central en el sur de la ciudad de Santiago. Edison trabaja como obrero, concretamente como limpiador de estructuras en una empresa de metales pesados cerca de El Salto, en el norte de la ciudad, por lo que sobre todo en las tardes, viaja sumamente cansado, y aprovecha su viaje para dormir. Su viaje cotidiano en micro-metro-micro es rutinario, y se repite a la ida y a la vuelta, sin embargo a la vuelta, logra sentarse en el metro e intenta dormir. Para mejorar su experiencia, viste de buzo y jockey para andar más cómodo, cuando llega a su trabajo se cambia y se pone su atuendo de fábrica, con casco. Sale por la mañana temprano, un poco pasado las seis de la mañana para aprovechar el metro sin tanta gente , “parecen sardinas, es inhumano. Así es que por ningún motivo me subo al metro por la mañana a la hora peak”. Camina hasta el paradero, donde no hay señalética “no es, pero es un paradero” comenta algo irónico. Ya a esa hora se ha congregado un número importante de gente en la esquina de Esperanza con Almirante Latorre. Pese a que tiene la Intermodal La Cisterna cerca, prefiere tomar el recorrido expreso ya que se va sentado hasta Los Héroes y aprovecha de disfrutar un poco el viaje. Se queda mirando la calle, se nota que son generalmente los mismos pasajeros, algunos se conocen, un caballero mientras avanza por la máquina saluda a la única señora que va sentada, que va tomándose un yogurt. Al sentarse, Edison cierra la ventana

A continuación se presentan distintas formas que emplean los habitantes de Santiago para apropiarse de los diversos lugares móviles y transientes6. El trabajo fue elaborado a partir de seguimiento etnográfico de viajeros urbanos en la ciudad de Santiago en el marco del proyecto de investigación. A partir de los relatos de viaje se puede constatar las diversas formas en que los viajeros dan significado a estos momentos móviles, según diversos espacios. En el presente trabajo se muestran imágenes que ilustran estos procesos de lugarización otorgándoles mayor profundidad, utilizando parte del material etnográfico, que da cuenta de las experiencias de viaje de los habitantes de Santiago. En este sentido el material que aquí se expone se divide en dos: material fotográfico7 utilizado como texto para poder develar visualmente la apropiación del espacio en movimiento, y material etnográfico que contextualiza la experiencia del viaje expresada en relatos. En primer lugar se presenta el vagón del metro como lugar móvil. Posteriormente se introducen andenes y escaleras del metro así como la calle y el paradero como lugares transientes.

“si bien no hace tanto frio, la corriente de aire es otra cosa a esta hora de la mañana”. Edison saca un audífono conectado a su celular y se lo pasa por debajo del polerón para ponérselo en la oreja derecha. Dice que prefiere escuchar radio que quedarse dormido, a la ida le gusta ir despierto mirando por la ventana al mismo tiempo que escucha las noticias y conversaciones en la radio…

[6] Para mayor informacion sobre la metodologia de trabajo ver Jiron (2010b) [7] Este material corresponde al trabajo de terreno levantado durante el desarrollo del proyecto de investigacion y el trabajo de tesis del Magister en Habitat Residencial “La ciudad tejida” de Luis Iturra. (Iturra, 2011)

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Figura 1 Dormir en el viaje plantea la construcción de un espacio personal al interior del vagon del metro, el cuerpo delimita la intimidad. Foto: Luis Iturra.


Paola Jirón, Luis Iturra

Al dejarse llevar por el cansancio, Edison revela una rutina complicada para los viajeros en Santiago, el tener jornadas laborales difíciles, que los dejan rendidos al final del día. Pero también revelan que pese a la dificultad del viaje y a no tener muchas más opciones, sienten la suficiente confianza para poder dormir y apropiarse de un espacio concurrido y público. Como en este caso, la posibilidad de apropiarse el espacio micro o metro es variado, y puede ser durmiendo, descansando, leyendo, comiendo o simplemente observando.

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Momentos Móviles. Los lugares móviles y la nueva construcción del espacio público

A la vuelta Edison me envía una mirada de aprobación. Me quedo detrás de él y me aprieto contra la ventana, la cantidad de gente que entra al tren me obliga ha hacerlo. Un poco más al fondo una señora va leyendo el diario, mientras que un caballero va con los ojos pegados al suelo, en tanto la joven de lentes que va frente a Edison abraza su bolso y parka y cierra los ojos, atrás, un joven que va con ella apoya su brazo en la pared y pone su cabeza sobre ella. Edison apoya la cabeza en la ventana y poco a poco comienza a dejarse llevar por el cansancio, hasta cerrar los ojos definitivamente hasta casi el final del viaje.

Figura 2 Trabajar o leer durante el viaje, requiere un distanciamiento respecto a los otros que permita realizar esta actividad. Foto: Luis Iturra.

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Figura 3 Comer durante el viaje en metro, pone a prueba la distancia respecto a los otros, se mezclan olores y miradas en la proximidad. Foto: Luis Iturra.


Los andenes del Metro: un lugar para la intimidad

El paradero presente y el paradero ausente

En los andenes de las estaciones de Metro, ocurren encuentros íntimos en estos espacios destinados a la espera de los diferentes trenes, transformándolos en lugares que la gente apropia aprovechando para despedirse intensamente o saludarse. (Figura 4).

La espera es también un momento móvil, con posibilidades de apropiación por sus usuarios, dependiendo de las actividades que se pueden desarrollar es ese tiempo espacio. Para los habitantes de Santiago, esperar el transporte público en el paradero se torna en una instancia para comprar, ‘vitrinear’, donde se pueden obtener las noticias del día o la comida que acompañará el viaje, así como también algún elemento adecuado para el sol, la lluvia, o el frío (Figura 5).

A las seis y treinta Edison llega al Metro Los Héroes. Bajamos al andén, aún hay poca gente pero están los mismos de siempre. Edison señala un espacio detrás de la muralla que separa el andén de las escaleras, me cuenta que en ese lugar todos los días se para una pareja a despedirse, pero es un poco más tarde, hoy que vamos temprano no la alcanzamos a ver, pero vemos otras.

A diferencia de la mañana con Edison, ahora salimos a Einstein, que ahora es un barrio lleno de comercio y gente transitando hacia todos lados, saliendo de la farmacia

Figura 4 Algunos momentos de intimidad requieren el buscar la separación de la masa de personas que viajan en el metro. Foto: Luis Iturra.

Figura 5 Los paraderos pueden construirse a partir de la relacion comercial que delimita los espacios de desplazamiento. Material fotográfico proyecto Fondecyt Nº1090198

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Lugares transientes

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personas, marcan el tiempo y el espacio, y los viajeros se reconocen con los demás que esperan. Edison cuenta que “somos cerca de quince personas en el paradero, detrás de éste, hay un negocio blanco de decoración, mientras que en al esquina se alcanza a ver una panadería bastante grande”.

Por el contrario, el paradero puede tornarse en un espacio construido sólo por la suma de cuerpos en espera (Figura 6). Sin embargo, estos cuerpos son significativos para las

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Figura 6 Cuando la infaestructura material del paradero no existe, la sumatoria de los otros que esperan indica la posición. Material fotográfico proyecto Fondecyt Nº1090198

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Cruz Verde, entrando a la distribuidora de sopaipillas, al Ekono a la Caja de Compensación Los Héroes entre otras. Afuera de la entrada al metro una señora con delantal azul y un caballero venden pastelitos a 200 pesos en un carro blanco, tienen apiladas varias bandejas y a su alrededor hay tres personas comprando. También hay un carro de sopaipillas con un grupo de hombres alrededor. Atrás del paradero hay otro grupo de hombres rodeando un puesto de sopaipillas, este es un carro de supermercado.

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La Calle La calle es el espacio público por esencia, es el lugar de las posibilidades, donde encontrar a otros iguales, distintos y semejantes aumenta la posibilidad de ser ciudadanos. Por medio de la conversación, la observación, la distracción, es en la calle donde, de manera fugaz y momentánea, el acontecimiento de lugar sucede cotidianamente (Figura 7).

Elia tiene 29 años y también vive en Santiago Centro, “Todos los días en la esquina de San Francisco con Alonso de Ovalle, “decido por donde me voy, si directo o por Paris” En esta ocasión decide continuar por Alonso de Ovalle, pero a veces prefiere Paris, esta ruta le distrae, conoce a los guardias del estacionamiento del Serviu, que se encuentra a unos metros de la esquina Alonso de Ovalle con Serrano “como los conozco, a veces me quedo conversando y me atraso”. (…) Al llegar a Serrano se encuentra con gente a quienes saluda con un “hola! ¿Cómo estas?”, acompañado de una sonrisa. “Por eso evito esta calle, me quedo conversando y ando con los tiempos justos, en cambio cuando me voy por Paris nunca me encuentro con nadie”.

“su paso es siempre el mismo. Camina erguida. Sin mirar hacia los lados, sin detener su vista en los demás, sujetando su cartera negra. Atribuye su actitud al hecho de que ve pacientes todo el día, lo que hace que “le dé lata” ver más gente. La caminata, y sobre todo la caminata hacia danza, es su momento de estar sola, de “autocuidado” en medio de una rutina que incluye ver cerca de trece pacientes por día”.

Figura 7 La calle, espacio donde el acontecimiento de lugar sucede cotidianamente, de manera fugaz y momentánea. Material fotográfico proyecto Fondecyt Nº1090198

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Para Sofía, que tiene 27 años y vive en Santiago Centro,

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Conclusiones

A juicio de Agnew, los humanistas consideran que los lugares “están entrelazados entre sí a través del espacio gracias al movimiento y a los vínculos que generan lugares como una constelación cambiante de compromisos humanos, capacidades y estrategias” (Agnew 2005:90). Si bien esta afirmación es cierta, la movilidad no es solamente la unión entre lugares, ya que estos se crean en movimiento y a través de la movilidad. Este artículo mostró que el moverse, o las rutinas de movilidad repetidas, crean lugares móviles que son importantes para las personas. Por ejemplo, el Metro proporciona un espacio de comodidad donde es posible ver a distintos tipos de personas y donde las personas se distraen, se encuentran o reflexionan. A la luz del proceso de globalización actual, de la forma en que cada sociedad y cada ciudad interactúan localmente con este proceso, y del inevitable movimiento cotidiano de los habitantes urbanos por las ciudades contemporáneas, es que se plantea una nueva forma de entender el espacio público. Los espacios públicos que hoy cobran sentido se vinculan claramente con el concepto de lugar y su inexorable vuelco desde un espacio fijo con significado, a un espacio móvil con múltiples significados simultáneos. Al encontrarse el concepto de lugar en proceso de replanteamiento, considerándose como la localización de un conjunto de relaciones sociales y espacios de actividades que se intersectan entre sí en el tiempo, esta reformulación obliga a repensar el espacio público hoy. Figura 8 El viaje de Edison. Material fotográfico proyecto Fondecyt Nº1090198

El presente trabajo intenta avanzar en la discusión sobre la re-conceptualización del lugar, introduciendo la idea de lugares móviles en el marco de la práctica de movilidad cotidiana urbana. Esto implica que los espacios públicos de hoy son también los espacios en movimiento, estos incluyen metros, buses, trenes o espacios con mucha circulación como paraderos o estacionamientos. En este intento, este trabajo examina la lugarización en movimiento, y presenta la idea de espacios públicos en movimiento a partir del proceso de lugarización móvil, específicamente planteando las nociones de lugares móviles y lugares transientes, y los elementos que hacen posible esta lugarización móvil.

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Este artículo proporciona elementos para develar la forma en que la creación de lugares móviles es posible dentro de las prácticas de movilidad cotidiana. Este proceso se manifiesta de dos maneras: a través de lugares móviles o a través de lugares transientes. Evidentemente, estos lugares no son experimentados de la misma forma por los viajeros urbanos, ya que la experiencia que cada persona obtiene de los espacios urbanos es distinta. De esta manera, el Metro, el automóvil o el autobús no tienen el mismo significado para todos y la experiencia de entrar a una estación, esperar el bus o caminar por la calle, no genera el mismo sentido de apropiación. Sin embargo, la posibilidad de sentirse identificado con estos espacios existe, por lo tanto, las prácticas de moverse dentro de ellos enriquecen las experiencias urbanas volviéndolas irreemplazables, es por esto que estas prácticas espaciales merecen ser analizadas.


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Figura 9 El viaje de Sofía. Material fotográfico proyecto Fondecyt Nº1090198

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Daniele Mancini Estéticas relacionales y prácticas interactivas en la ciudad contemporánea [AS] Arquitecturas del Sur, 2011, Nº 39, p. 58-71

Figura 0 Roma.

Souvenir de voyage, instalación interactiva realizada por UNPACKED, backstage, Casa dell’architettura, Roma, 2004. Fuente: IED

La sala de exposición de la Casa dell’Architettura de Roma fue aparejada con luces al neón cuyo color podía cambiar. Cada luz de neón representaba la historia de un viaje de un arquitecto romano en una capital europea. Los visitantes de la exposición podían acercarse al neón y tocarlo para escuchar la historia mediante unos altavoces. Al ser tocado, el neón cambiaba de color. Las palabras claves son: Evocative, interactivity, narrative.

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Estéticas relacionales y prácticas interactivas en la ciudad contemporánea1 Relational aesthetics and interactive practices in the contemporary city1 Daniele Mancini2 RESUMEN El paisaje urbano contemporáneo es territorio privilegiado para la experimentación en el campo de las instalaciones interactivas. La ciudad parece así recubrirse de una piel sensible, aunque invisible y temporal. Es una ciudad reactiva, capaz de percibir, conectar en red, almacenar múltiples estímulos del entorno natural, y también de generar, en tiempo real, una respuesta que a menudo desborda en una comunicación sinestésica, emocional, casi irracional. La idea central es que la práctica de proyecto interactivo, a través de sus horizontes sensoriales y operativos, es una herramienta con la que se puede revelar e interpretar algunas de las aporías que la arquitectura de la ciudad elaboradas respecto a la relación entre modernidad y contemporaneidad. Por ejemplo la estética sustractiva de la modernidad (less is more) con sus obras ligeras y casi-transparentes se está transformando, gracias a la inmaterialidad de lo digital, en una estética de la desaparición, como sostiene Paul Virilio (Virilio, 1989), y en una estética de las relaciones. Palabras clave: Sensible, interaccion, Tiempo Real, Invisible, Relacional

Estéticas relacionales y prácticas interactivas en la ciudad contemporánea

Secuencia: Fotografías de las manos del autor en movimiento. Fotos: Daniele Mancini

The contemporary urban landscape is an emerging territory for experimentation in the field of interactive installations. The city seems to be coated by a sensitive yet invisible and reactive skin able to perceive, decode, connect and store multiple stimuli received from the natural environment. Its real time reactions often belong to an emotional, synaesthesic and almost irrational communication realm. The practice of interactive design, through its operative and sense horizons, is an appropriate tool to detect and interpret some of the many contradictions of our Contemporary urban condition in its struggle with a still strong Modern vision of the world: for example the subtractive aesthetic of modernity (less is more) has been transformed by the immateriality of the digital realm into an aesthetic of disappearance (Paul Virilio) and into an aesthetic of relations. Keywords: Sensible, Interaction, Real-Time, Invisible, Relational

[1] Este artículo está basado en la investigación teórica y artística en el espacio urbano, desarrollada por el autor del mismo. Daniele Mancini ha trabajado en la planificación y realización de proyectos con el colectivo de la plataforma creativa URBAN FIELDS de la cual es fundador, director artístico y proyectista; con los colaboradores del estudio de arquitectura y design UNPACKED, del cual es cofundador y proyectista junto a su partner Irene Rinaldi; con CICCIO

Group, del que fue fundador y proyectista. Urban Fields. Aesthetic experiments for urban appropriation - http://urbanfields.wordpress. com / UNPACKED - http://www.unpacked.it / CICCIO Group - http:// www.unpacked.it/ciccioproject/ Artículo recibido el 2 de Julio y aceptado el 27 de septiembre 2011. [2] Facultad de Arquitectura de Roma “La Sapienza”, Italia. d.mancini@unpacked.it

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ABSTRACT


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La Ciudad Sensible

“Light City es la ciudad en aparejamiento, es decir, la ciudad invadida por las modificaciones inestables, ambiguas y temporales de los aparejamientos que, con su experimentación incesante, modifica de manera significativa el paisaje metropolitano, fértil territorio de confrontación entre lo Moderno y lo Contemporáneo”. (Altarelli, 2008: p.3)

Estéticas relacionales y prácticas interactivas en la ciudad contemporánea

El paisaje urbano contemporáneo es un territorio privilegiado para la experimentación sobre emergentes códigos de expresión interactiva, donde arquitectos, artistas y creativos de la comunicación planifican y realizan instalaciones participativas y multisensoriales. Estas instalaciones habitualmente duran el tiempo de una performance, pero pueden persistir en el tiempo si vienen insertadas en lo construido. Es la ciudad en aparejamiento, una ciudad ligera, mudable, de alguna manera "débil" respecto a la ciudad de piedra, que sin embargo produce modificaciones "fuertes" tanto en términos de lenguajes expresivos como de percepción del espacio.3 En esta ciudad, cada superficie urbana se convierte en soporte de proyección y membrana sensible. El ambiente se vuelve reactivo, percibe la presencia humana y queda en la escucha, aprovechando cada oportunidad para provocar, estimular o sugerir reacciones en el usuario que entra a dialogar con una inteligencia programada pero adaptable mediante los sentidos.

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“La torre de los vientos” de Toyo Ito se ilumina ante el ruido y los factores atmosféricos; la fachada del “IMA” en París de Jean Nouvel filtra la luz solar a través de un sistema de diafragmas automáticos; la superficie píxel del Kunsthaus de Graz con la que se puede interactuar en tiempo real utilizando el móvil; la fachada “Hyposurface” de DeCOi refleja, a través de ondulaciones metálicas en su superficie electromecánica, la intensidad de la actividad humana en el interior de un lugar remoto; escaparates donde los flaneur posmodernos pueden personalizar las características de una prenda antes de comprarla; superficies, como stargate, que meten en comunicación un determinado lugar de Roma con otro de New York, realizando una sorprendente contigüidad espacio-temporal (telecontigüidad); medios de transporte (tranvías, buses) cuyos vidrios actúan como soportes de informaciones georeferenciadas, avisando la presencia de un determinado servicio (restaurante, correos) en el barrio que se está cruzando; medios de comunicación portátiles (teléfonos móviles, navegadores, PDA) cuyas pantallas muestran seductores mensajes publicitarios personalizados o informaciones históricas sobre los lugares que se están visitando. La instalación “Under Scan” de Rafael Lozano Hemmer establece un diálogo con las sombras de las personas que

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“Sky Ear” de Usman Haque: una alfombra voladora hecha de globos de helio que según va captando el viento de las ondas electromagnéticas varia de color como la aurora boreal; el vapor que sale de las chimeneas de los incineradores, iluminado por adecuados dispositivos láser, se convierte en soporte comunicativo de las instalaciones críticas de HeHe; la nube de la arquitectura inmaterial de Diller+Scofidio, muda y se adapta a las condiciones atmosféricas; los rayos urbanos luminosos de Alzado, la instalación de Rafael Lozano Hemmer, traduce mensajes enviados por sms o internet en escenográficos códigos morse. La ciudad parece así recubrirse de una piel sensible, invisible y reactiva, capaz no solamente de percibir, conectar en red y almacenar múltiples estímulos del entorno natural, sino también de generar, en tiempo real, una respuesta que a menudo desborda en una comunicación sinestésica, emocional, casi irracional. Es la ciudad como sistema de ambientes sensibles, una ciudad tamagochi, que exige ser objeto de decisiones y viene ensalzada por nuestras emociones. Una ciudad invisible, escondida, durmiente, (in)discreta, que se activa cuando percibe sobre ella una acción. Una ciudad en la que la estética de la visión se

En ese texto la Ciudad Sensible viene descifrada según tres trayectorias de interpretación que describen sus peculiaridades: la Ciudad Sensible como ciudad Invisible de los flujos inmateriales y de la miniaturización; la Ciudad Sensible como ciudad de Estéticas Relacionales y participativas; la Ciudad Sensible como Ciudad del Tiempo Real o sea ciudad del cálculo y de la comunicación instantánea.

[3] "Light City, que hace referencia a la figura de la sinécdoque, ve el tema del aparejamiento y de las instalaciones como óptica particular de observación, comenzando del presupuesto que la ciudad moderna, y la contemporánea en particular, en sus formas, usos y consumos, costumbres y comportamientos, son expresiones de una “ciudad en aparejamiento”. El término aparejamiento actúa como elemento de dirección estética, es decir en clave de lenguaje. Aparejar es la herramienta para comunicar, transmitir, meter en muestra. A la vez representa un principio teleológico que trae alimento, de forma positiva, de sus características de ligereza, temporalidad, movilidad e inestabilidad. La ciudad en aparejamiento por lo tanto configura una manera antipolar respeto a los valores y a los tonos áulicos de la memoria, de larga duración, de la estabilidad representada por la ciudad histórica y la arquitectura de la ciudad de piedra." (Altarelli, 2006, p.13) [4] Studio Azzurro es un colectivo de artistas italianos que, con sus numerosas instalaciones audiovisuales definidas "ambientes sensibles", ha explorado el mecanismo interactivo recreando entornos capaces de detectar las elecciones de los visitantes a través de "interfaces naturales" (sin la mediación de un soporte) y de reaccionar de manera coherente con las proyecciones y los sonidos. (http://www. studioazzurro.com/) [5] Ciudad subtitulada, ciudad hipertexto, semiósfera urbana, son expresiones que describen las condiciones amplificadas de la ciudad gracias a las tecnologías interactivas y de telecomunicación. La ciudad realmente subtitulada es como una película: existen aplicaciones para smartphone con las cuales es suficiente dirigir la cámara del móvil hacía un edificio para que resulten en la pantalla informaciones sobre el precio de los pisos en venta o en alquiler. O por ejemplo apuntando a un monumento se reciben informaciones históricas. En este sentido la ciudad es un hipertexto a escala urbana, una recolección de links para navegar con los dispositivos de conexión remota e inteligentes como los smartphone. Ciudad como Semiósfera, entendida como "dimensión de significados" que pueden ser manipulados independientemente del valor tangible y visible de sus artefactos: los links y las informaciones referidas por los smartphone envuelven la ciudad real de piedra.

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confunde con una estética de las relaciones, desplazando la atención de “cómo y donde” vienen visualizadas las imágenes, a “cómo y en cuánto tiempo” se experimenta una situación, es decir, el evento interactivo. Es, además, una ciudad interfaz, cuya acción relacional genera diálogo entre distintos ámbitos, conjugando fenómenos que pertenecen a diferentes esferas perceptivas. Es decir, una ciudad subtitulada, un hipertexto, una especie de semiósfera urbana5, en la que cada individuo, cada objeto, superficie, fachada, cada monumento o entorno equipado con tecnologías de sensores, de actuadores, de dispositivos de localización e individuación y de los que conectan al layer de los networks informáticos, contextualiza y hace que el diálogo entre individuos sea más significativo, dando lugar a comunidades multidimensionales y ambientes, bien sean reales o virtuales. Pero también una ciudad que sabe extender las capacidades cognitivas u operativas de sus habitantes a través de dispositivos de telepresencia, de ubicuidad y de control a distancia. Incluso, una ciudad escenario, donde la escenografía interactiva transforma los espectadores en actores y directores de su propio reality show. Sobretodo una ciudad que no deja de ser laboratorio de prácticas transdisciplinares, generadoras de nuevos horizontes, que a veces enfrentan de manera crítica la relación problemática entre la hiper-comunicación tecnológica y lo cotidiano, y otras veces elaboran escenarios interactivos más confortantes (o disimulados?) fagocitados por el consumo de maravillas, es decir, las fachadas píxel y cualquiera de sus variantes.

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atraviesan los espacios abiertos en lugares de encuentro; en el caso de “Body Movies” un espacio urbano se transforma en una especie de radio magnificada donde aquellos que pasan, con su interacción, sintonizan el dispositivo en diferentes frecuencias; en los probadores virtuales del Prada Store, diseñados por Rem Koohlaas con IDEO, los visitantes están atendidos por una vendedora virtual que conoce tallas, medidas y preferencias del usuario/cliente; los ambientes inmersivos de Studio Azzurro exploran las potencialidades narrativas y relacionales de los espacios mediados por las tecnologías, los llamados “ambientes sensibles”4; instalaciones interactivas de los museos de cultura material o del imaginario científico, donde es necesario tocar, construir, y modificar para entender un determinado fenómeno o para activar una memoria intrínseca a los artefactos manipulados.


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Figura 1 y 2 House Like Myself: a minimum space of existence, instalación urbana realizada por URBAN FIELDS, Roma, 2008. Foto: Daniele Mancini.

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Proyecto de una instalación interactiva urbana inflable, House Like Myself es un espacio mínimo de existencia, un espacio absoluto en forma de toro, una arquitectura de grado zero. Fué realizada en un día utilizando 100 metros cuadrados de hojas de plástico delgadas, 200 metros de cinta adhesiva, y la participación de 20 personas, con un costo total de 400 euros. El objeto urbano fue colocado bajo el viaducto de Corso Francia en Roma, cerca del Auditorium de Renzo Piano. El tráfico de vehículos fue percibido por un sistema tecnológico miniaturizado insertado en el objeto inflable. La iluminación de House like Myself cambiaba según la variación de tráfico: la ciudad se vuelve sensible y entra a dialogar con el contexto. Las palabras claves son: simple tech, self construction, the more with the less, interactivity.

Figura 3 Bazaar, instalación urbana realizada por Daniele Mancini y Francesca Sassaroli, Fiera delle Idee, Torino, 2004. Foto: Daniele Mancini. Realización de un espacio relacional adaptable para la Feria de las Ideas de Turín, un evento en el que 150 jóvenes empresarios exponían su start-up. Es un gran recinto realizado en una sola noche utilizando simple tecnología de andamios de obras. Los jóvenes empresarios a su vez adaptaron el espacio asignado utilizando un kit de elementos base. Las palabras clave del proyecto son: D-I-Y Do-It-Yourself, Indeterminacy, Relational, Adaptable.

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Figura 4 In Giro Imus Nocte et Consumimur Igni, instalación urbana realizada por CICCIO Group, Ivrea, 2004. Foto: Walter Aprile. Esta imagen se refiere a un proyecto que consistía en un establecimiento de vivienda radical a realizar a lo largo del río de Pescara en Italia. El discurso se centraba en el tema del vivir en la época contemporánea invadida por tecnologías digitales. La idea fue de imaginar cápsulas de vivienda inflables y fáciles de transportar. Cada una de estas cápsulas neumáticas, además de satisfacer la necesidad primaria de la protección, estaba equipada de un sistema de wi-fi que permitía estar perfectamente conectado con los networks informáticos. Imaginábamos una dimensión urbana totalmente nómada donde lo importante no era el contexto sino el recorrido para ir de un punto de acceso a otro. En lugar de presentar unas tablas de proyecto, entregamos fotografías de un prototipo que funcionaba. En ese caso la Ciudad Sensible está entendida como pura infraestructura de ondas electromagnéticas, un mar invisible donde navegar con herramientas de conexión remota.

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arte contemporáneo a través de experiencias que, en vez de detenerse en los valores estéticos de la obra, se han demorado en las implicaciones conceptuales y sociales del gesto artístico. Si se pasa "del objeto al sujeto", la tensión creativa viene dirigida a la puesta en escena de un evento en el que los visitantes de la obra están invitados a participar, o mejor dicho, la obra son ellos mismos. Como dijo Duchamp: "c'est le regardeur qui fait le tableau " . Se pasa del pensamiento sistemático, que ha remplazado al hombre por la máquina, a la "digitalización" que ha vuelto necesaria la atomización de la realidad, llegando así a cumplir el proceso de desmaterialización total del objeto transformándolo en evanescentes flujos de información y energía. El dispositivo interactivo se convierte en una especie de amplificador que evidencia el fenómeno de la participación y de la implicación del espectador/autor. En resumen, un montaje interactivo no "pone en escena" un espectáculo que implica una mirada estupefacta, pasiva,

“Por supuesto, "relacional" no es mi termino. Lo leí en los estudios sobre el cerebro de Maturana y Varela y la misma palabra ha sido utilizada desde los '60 para indicar bases de datos de referencias cruzadas. Los grande artistas brasileños Lygia Clark y Hélio Oiticica, precursores del arte electrónico, utilizaron ese término en los '60 para indicar objetos e instalaciones activadas por los usuarios. "Relacional" tiene una calidad más horizontal, más conectiva: los eventos ocurren en los campos de actividad que pueden tener resonancias en varios lugares en la web. La palabra "relacional" aleja de esta experiencia discreta, personalizada e individualizada de la interactividad, que no me gusta”. (Hemmer, 2003: p.139)

El paisaje urbano mediado por las tecnologías interactivas resulta, en síntesis, capaz de: sentir a través de sensores, activarse mediante actuadores, proyectar contenidos sobre superficies, almacenar datos acerca de los operaciones de los usuarios, adaptarse mediante una consistente capacidad de cálculo a situaciones externas imprevisibles y mutables, y finalmente, conectarse remotamente a los networks informáticos que conectan el dominio de lo real con lo virtual. La práctica de proyecto interactivo, a través de sus horizontes sensoriales y operativos, es una herramienta con la que se puede revelar e interpretar alguna aporía que la arquitectura de la ciudad elabora respeto a la relación entre modernidad y contemporaneidad. Por ejemplo, la estética sustractiva (less is more) queda remplazada por la inmaterialidad de la dimensión digital en una estética de la "desaparición" 6 y en una estética de las "relaciones"7. Este fenómeno, además, puede colocarse en una mirada hermenéutica más amplia acerca de lo (pos)moderno: las macronarraciones que han dado lugar a un flujo evenemencial y discretizado de la historia, han determinado el éxito de la individualidad, de la identidad atómica y personal, en contraposición a la identidad colectiva (Lyotard, 1979: p.5). Por lo tanto la superficie, las máscaras, los vestidos, son los lugares donde se desarrolla la exteriorización del propio interior. Por un lado, esta "crisis del objeto" ha sido claramente registrada por el

anestesiada. Más bien, pone en acción un drama en el que se requiere la participación del visitante. La "epifanía", la manifestación, no viene presentada per se, sino que requiere ser buscada: la narración de un objeto conocido, tanto que éste sea real como si es intangible, queda remplazada por la narración de un sujeto, único o múltiple. Por lo tanto, el montaje interactivo, ligero, que muda, penetra, se adapta e involucra puede ser entendido como una película sensible que recubre la ciudad y en la que sedimentan y toman forma algunas cuestiones de nuestra modernidad líquida e hiperconectada: la relación entre espacio real y espacio virtual que produce ambigua ubicuidad, el exceso sinestésico de la comunicación de masa, el acontecimiento simultáneo y ubicuo de una pluralidad de eventos interconectados, el involuntario régimen de control al que estamos sometidos debido al uso cada vez más extendido de dispositivos portátiles de localización (GSM, o un simple móvil), la insostenible omnipresencia e inmaterialidad de los campos electromagnéticos.

[6] Virilio, en los años '80, atribuye a las nuevas tecnologías digitales la desmaterialización de la realidad y sobretodo la de-realización de la experiencia, es decir, una percepción destacada de la realidad (Virilio, 1984). En 1985 Jean-François Lyotard organiza, en el Beaubourg, una exposición por el título "Les immatériaux" donde se muestran diferentes formas de lo 'inmaterial': luz, energía, calculadores, imágenes microscópicas de fibras artificiales, datos financiarios, ecc. En el año 2000 Zygmut Bauman sintetiza en la expresión "Liquid Modernity" la condición posmoderna actual de nuestra sociedad haciendo referencia al manifiesto del partido comunista, donde se prefigura una modernidad en la que "all that is solid melts into the air": "Los cuerpos sólidos que han sido sometidos a la disolución, y que se están derritiendo en este momento de modernidad fluida, son los vínculos que transforman las elecciones individuales en proyectos y acciones colectivas: las estructuras de comunicación y coordinación entre las políticas de vida individuales por un lado, y las acciones políticas colectivas por el otro. (Bauman, 2000: p.11) [7] "Comencé a escribir Estética Relacional en 1995 con el objetivo de encontrar un punto de encuentro entre los artistas de mi generación que más me interesaban, desde Pierre Huyghe a Maurizio Cattelan pasando por Gabriel Orozco, Dominique Gonzalez-Foerster, Rirkrit Tiravanija, Vanessa Beecroft, y Liam Gillick […] Buscando el denominador común de repente se me ocurrió que había una nueva estructura temática para encuadrar las obras de estos artistas. Me di cuenta que cada una de ellas, sin excepción, se refería al ámbito interhumano: relaciones entre personas, comunidades, individuos, grupos, social networks, interactividad, etcétera" (Bourriaud, 2002: p.7)

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Interacciones

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Figura 5 Souvenir de voyage, instalación interactiva realizada por UNPACKED, backstage, Casa dell'architettura, Roma, 2004. Foto: Irene Rinaldi.

Figura 6 Floating City, instalación urbana realizada por URBAN FIELDS, Roma, 2009. Foto: Daniele Mancini. La imagen está tomada de un workshop organizado con estudiantes de la Facultad de Arquitectura de Roma La Sapienza. Es la imagen que de manera metafórica invoca la idea de una ciudad en aparejamiento, ciudad en continua preparación, ligera, cambiante, temporal, hecha de cápsulas inflables y translúcidas. Es la ciudad en construcción de la contemporaneidad digital que se contrapone a la ciudad fuerte y figurativa de la modernidad mecánica.

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invisibles, de amplitud y longitud diferentes. Analizando los diagramas del espectro electromagnético se puede ver que la parte extrasensorial, es decir, aquella que nuestros sentidos no son capaces de convertir en estímulos nerviosos producidos por la vista, el oído y la sensación de calor o frío, es increíblemente compleja y cubre una extensión enorme de frecuencias. No obstante nuestros órganos de sentido no son capaces de percibir esta realidad, el conjunto de las radiaciones electromagnéticas definidas por el Hertzian Space9 no es de considerar como

Ciudad invisible

“No hemos meditado lo suficiente sobre las profundas causas de la evolución general de la tecnología: la miniaturización, reducir a nada o a casi nada la dimensión de cada aparato, no solamente implica el proveer el organismo con piezas de sustitución, sino también de crear en el interior del individuo una competencia parasensible, un desdoblamiento del ser al mundo”. (Virilio, 1989: p.13)

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puro hecho nocional, sino más bien como realidad física tridimensional. Sobretodo, a diferencia del ciberespacio que de manera metafórica distribuye en el espacio la actividad virtual que se desarrolla en los ordenadores en todo el mundo, el Hertzian Space es real, verdadero, tangible, porque interactúa invisiblemente y de manera peculiar con nuestro cuerpo y con el mundo físico que nos rodea, dando vida a paisajes muy diferentes entre ellos, con sombras o puntos de mayor intensidad, describibles con mapas, por así decir, electrogeográficos10.

“Estas razones justifican que consideremos que la "fluidez" o la "liquidez" son metáforas adecuadas para aprehender la naturaleza de la fase actual (en muchos sentidos “nueva”) de la historia de la modernidad”. (Bauman, 2006: p.27)

Una ciudad difusa, abstracta, ligera, impalpable, pero también sensual, que se contrapone a la ciudad localizada, figurativa, pesada, matérica y jerárquica de la modernidad11. Por un lado, el objeto se convierte en una superficie de mediación, un interfaz que dialoga conectando entre sí a los individuos y su medio ambiente. Así pues, es la piel del edificio la que domina la escena urbana; su dimensión fluida e imposible de agarrar se evidencia mediante restituciones sinestéticas que involucran el plano de los sentidos y la percepción del aura. Por otro lado, entrevemos el escenario de una ecología híbrida, donde la arquitectura se entiende como organismo artificial capaz de facilitar los procesos de intercambio de energía entre hombre y naturaleza. Hay por lo tanto un organismo sensible que percibe y pone a disposición del habitante los medios necesarios para interpretar la artificial naturaleza de los flujos de información. Y también un organismo adaptable, un entorno interactivo que, a través de una inteligencia invisible y miniaturizada, responde a la indeterminable mutabilidad del ambiente que le rodea.

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[8] “Las señales de radio de las que estamos rodeados se han vuelto cada vez más variadas y sofisticadas. El paisaje artificial de las radiofrecuencias hoy día llega a todas partes […] El reto es trazar un mapa de este territorio” (Mitchell, 2005: p.94-99). Para un acercamiento crítico al tema de los paisajes electromagnéticos cfr. (Dunne, Raby, 2001) [9] "Los sueños de los objetos electrónicos están hechos por radiación electromagnética. Estos sueños irradian desde el objeto hacia fuera, creando un nuevo entorno invisible pero físico que llamamos espacio hertziano. Es aquí donde los secretos de los objetos electrónicos vienen desvelados, secretos no solamente porque raramente los percibimos, sino también porque estamos justo empezando a entenderlos." (Dunne, Raby, 2001: pag.8) [10] Es interesante mencionar aquí el proyecto “WiFi Camera Obscura”, de Usman Haque y Adam Somlai-Fisher. De manera parecida a lo que pasa en la cámara obscura de la ilustración, donde emerge solo la energía visible por los ojos (la luz), los dos artistas realizan una especie de cámara obscura de la era electrónica que puede filtrar únicamente frecuencias relativas a la energía emitida por las redes WiFi que invaden cada vez más los espacios públicos y privados de la ciudad. A través de un proceso oportuno de transducción, éste dispositivo puede "fotografiar" en tiempo real los incesantes cambios de flujos electromagnéticos sintonizados en la frecuencia de 2.4 GHz. La devolución gráfica está hecha por una superposición de imágenes pixeladas monocromas, en la que cada imagen se refiere a una red WiFi específica. (http://wificamera.propositions.org.uk/). De alcance conceptual mucho más vasto es el otro proyecto de Usman Haque: “SkyEar”. Una nube de globos de helio capta las ondas electromagnéticas de la ciudad y las visualiza como si fuesen una especie de aurora boreal eléctrica urbana, con la cual es posible interactuar a través de los teléfonos móviles. (www.haque.co.uk/skyear/) [11] “Ya no se trata de catedrales fuertes y concentradas de la vieja modernidad, sino de procesos cognoscitivos articulados, transformaciones ambientales reversibles, sistemas de red invisibles y ubicuas. Es una modernidad que utiliza energía débil y difusa, que ya no produce el ruido de las máquinas, sino que se mueve por fuerzas parecidas a las que desarrollan las estrellas, la luna y los planetas, que cada noche levantan los océanos de nuestro mundo, sin producir el más mínimo ruido" (Branzi, 2006: p. 125)

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“Arquitectura menos compositiva y más enzimática, es decir arquitectura capaz de insertarse en los procesos de transformación del territorio sin predisponer de códigos figurativos externos sino de calidades ambientales internas, dispersas en el territorio en lugar de estar encerradas en el perímetro del edificio". (Branzi, 2006: p.6)

La Ciudad Invisible es la ciudad inmaterial donde flujos de información que saturan el aire metropolitano de energía líquida, energía lista para ser "activada" por membranas sensibles y reactivas, aportan visibilidad a su estética y sensualidad con restituciones sinestéticas. Una ciudad donde ondas electromagnéticas8 dibujan una compleja geografía sin forma, transportando información y energía por el éter planetario. A lo largo de un siglo, el espectro de las emisiones electromagnéticas en las que estamos naturalmente inmersos se ha ido enriqueciendo y especializando paralelamente a los progresos en el uso de la energía eléctrica y de las telecomunicaciones. Es sabido que cada objeto eléctrico de utilización común, desde el horno microondas al ordenador, desde la cuchilla eléctrica a la televisión, irradia un campo de ondas electromagnéticas

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Figura 7 The Gardener, instalación interactiva realizada por UNPACKED, Roma, 2010. Foto: Daniele Mancini. Estas imágenes ilustran una de las numerosas instalaciones interactivas realizadas para el proyecto de investigación titulado Interactive Shop Project. El proyecto tiene como objetivo reflexionar sobre el tema del consumo, del llamado shopping, y del entretenimiento como generadores de creatividad y modificación del paisaje metropolitano a través de intervenciones experimentales, efímeras, ligeras, inmateriales e interactivas. Cada instalación prevé una interacción natural, intuitiva, con el escaparate por parte del flaneur contemporáneo. Cada gesto en la realidad produce una reacción en la dimensión virtual, proyectiva, gracias a unos dispositivos digitales miniaturizados. En este caso, regar un vaso real genera el nacimiento y crecimiento de vegetación digital que se desarrolla de forma siempre diferente gracias a unos algoritmos generativos. Las palabras claves son: interactivity, green village, real vs virtual, generative, shopping.

Figura 8 Under Control, instalación interactiva realizada por UNPACKED, Roma, 2010. Foto:Sabrina Fasano. Esta instalación, que forma parte del proyecto Interactive Shop Project, consta de un ojo retroproyectado sobre una superficie translúcida que sigue a los transeúntes. Es un intento de meter en relieve el tema del control en los espacios urbanos contemporáneos. Las palabras claves son: remote control, interactive, sensitive.

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“La palabra arte aparece hoy sólo como un resto semántico de esos relatos, cuya definición más precisa sería ésta: el arte es una actividad que consiste en producir relaciones con el mundo con la ayuda de signos, formas, gestos u objetos”. (Bourriaud, 1998: p.13)

Daniele Mancini

privado o potenciado, repetidamente, de su memoria y de sus valores intrínsecos, convirtiéndose en un ‘antimonumento’ que no representa el poder sino las relaciones que se injertan entra las personas y las interconexiones narrativas con otros ‘anti-monumentos’14. Una ciudad

Ciudad Relacional

“El espectáculo no es un conjunto de imágenes, sino una relación social entre personas, mediatizada por imágenes”. (Debord, 1967(2001: p.45))

Si esto ocurre conscientemente, es decir, cuando se utilizan plataformas de social tagging que permiten registrar psicogeografías urbanas personales por medio de sms y videomensajes15, el fenómeno es testigo de la confianza del hombre en el progreso de la tecnología. Por contra si, como las migas de Pulgarcito, estas huellas vienen disimuladamente reveladas y manipuladas, entonces la ciudad relacional se convierte en ciudad control-remoto: nos fichan, catalogan, interceptan y nos seducen con mensajes promocionales personalizados que coinciden perfectamente con nuestros gustos y estilo de vida16. Por esta razón, las acciones de sabotaje, liberación y reapropiación de la dimensión lúdica del tiempo libre personal sustraído al supercontrol, se llevan a cabo en forma de guerrilla urbana (en el sentido de subversivas acciones de disidencia) por hack-tivistas que promueven el acceso libre, el uso y la distribución gratuita del conocimiento considerado open source.

La Contemporaneidad asiste a la desmaterialización del objeto, que viene miniaturizado y hecho invisible por los procesos de digitalización: se pasa de una estética del objeto (visible y objetivo) a una estética de la experiencia (invisible, que se siente desde el interior: estética ambiental, inclusiva, participativa, narrativa)12 en el que la forma sigue a la ficción (form follows ficition) o sea, donde no hay distinción entre lo real y lo simulado. La Ciudad de la Relaciones es un playground a escala planetaria, donde se realizan prácticas colaborativas y participativas de networking social pasando de manera indiferente de planos reales a territorios virtuales, puesto que están íntimamente conectados por el ubicuo layer de las tecnologías informáticas13. Es un lugar que está siendo

[12] "Por lo tanto podemos hablar de sistemas reactivos que, como una segunda piel, se sobreponen a otros sistemas y desarrollan una acción principalmente relacional: generan diálogo, conjugan diferencias, activan memorias. […] En dicho contexto histórico la investigación artística podría […] jugar un papel esencial en revelar elementos de estética relacional. O sea, sondar la consecuencia implícita en el desplazamiento del objeto (elemento fundamental en la estética tradicional) en el momento de diálogo, y hallar en su dimensión los elementos de significado y juicio" (Rosa, 2003: p.40) [13] Por ejemplo el proyecto “Amodal Suspension” de Rafael Lozano Hemmer permitió a los usuarios remotos en todo el mundo colaborar por internet en la creación de espectáculos de luz de laser. (http://www.lozano-hemmer.com/amodal_suspension.php ) [14] Rafael Lozano Hemmer define Arquitectura Relacional como "la actualización tecnológica de entornos urbanos con memoria ajena, es decir, alternativa". Sus instalaciones consisten sustancialmente en intervenciones en amplia escala que permiten a los participantes locales o remotos transformar de manera participativa los edificios o el paisaje urbano con elementos audiovisuales que modifican su carácter narrativo, la memoria en substancia. Por ejemplo, una faja de fuerte luz proyectada sobre una fachada histórica priva al edificio de sus caracteres evocativos, lo decontextualiza para recontextualizarlo dentro de un escenario interactivo y narrativo totalmente diferente, nuevo, ajeno, como por ejemplo el teatro de sombras chinas. Sus eventos relacionales transforman el espacio urbano que llega a ser un mise-enscène de "edificios subtitulados" que dialogan de forma inédita e inesperada con el contexto y los participantes. Tomase como ejemplo la instalación Two Origins (http://www.lozano-hemmer.com/two_origins.php) que transforma el emblemático “Place du Capitole” de Tolosa proyectando sobre ello el famoso manuscrito del Siglo XIII llamado "Libro de los Dos Origenes". El texto resulta compresible solo cuando las personas que pasan paran e intentan leer y entender el contenido de la proyección. [15] Por ejemplo el proyecto colectivo “Yellow Arrow” (http://yellowarrow.net/ ), proyecto de arte público global que relaciona social networks, smartphone y espacios urbanos a través del tagging real de los lugares. [16] "Bucles electrónicos de retroalimentación y códigos de barras facilitan que las empresas reciban continuamente información puesta al día sobre las compras que hacen los clientes, con perfiles detallados y precisos sobre el estilo de vida de los consumidores, su alimentación preferida, su guardarropa, el estado de su salud, sus gustos y forma de empleo del tiempo libre y el tipo de viajes que prefiere." (Rifkin, 2000: p.135)

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repositorio, un catálogo de piedra que de forma hipertextual indexa informaciones acumuladas por una multitud de Ulises, nómadas y tecnólogos, constantemente en tránsito y siempre dispuestos a dejar huellas de su pasaje.

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5 Ciudad en Tiempo Real: instantaneidad, extensión, amplificación

su realidad física es portador de información que puede ser evocada, hallada, utilizada o almacenada, publicada y agregada de forma participativa por parte de los usuarios que la viven. Todo esto, de manera instantánea. Por lo tanto cada emergencia llega a ser el índice de un archivo de muchas dimensiones que duplica la realidad real: la realidad virtual. Entendida de esta manera ya no es la hiperrealistica representación digital de un universo paralelo, sino más bien un sistema organizado que se asemeja a Internet, en el que cada objeto y cada individuo, como si fuesen la dirección de un sitio Web, dispone de informaciones organizadas por varios usuarios. En resumen, todo lo que es "Internet de la Cosas", es decir, una dimensión informativa relacionada con la realidad en escala 10:1, o 100:1, o 1000:1, con un factor que se incrementa en el tiempo, donde paradójicamente lo virtual domina lo real, y lo real sólo es el índice espacial a veces ambulante de una cantidad de información superior a los componentes de la realidad verdadera. Sin embargo, las "Cosas"19, que dicho modelo de interpretación toma en

“En el momento de Sputnik, el planeta se convirtió en un teatro global en el que no quedan espectadores sino únicamente actores”. (McLuhan, 1974: p.48) “En aquel Imperio, el arte de la cartografía logró tal perfección que el mapa de una sola provincia ocupaba toda una Ciudad, y el Mapa del Imperio, toda una Provincia. Con el tiempo, estos Mapas Desmesurados no satisficieron y los colegios de cartógrafos levantaron un mapa del Imperio, que tenía el Tamaño del Imperio y coincidía puntualmente con él. Menos adictas al estudio de la cartografía, las generaciones siguientes entendieron que ese dilatado mapa era inútil y no sin impiedad lo entregaron a las inclemencias del Sol y los Inviernos. En los Desiertos del Oeste perduran despedazadas ruinas del mapa, habitadas por Animales y por mendigos; en todo el País no hay otra reliquia de las Disciplinas Geográficas. Suárez Miranda: Viajes de varones prudentes, libro cuarto, cap. XLV, Lérida, 1658”. (Borges, 1953(1984: p.1254))

consideración, no pueden ser consideradas meras 'puertas' de comunicación pasivas hacia el ciberespacio (gracias a la inserción de dispositivos tecnológicos miniaturizados, estas "cosas" llegan a ser sensibles, es decir que pueden percibir las variaciones del entorno, pueden dialogar con otros objetos y elaborar en un tiempo infinitesimal los datos almacenados). Así pues, cada acción emprendida en su superficie tiene correspondencia en la realidad duplicada y viceversa, de manera no trivial, cada acción generada en su simulacro virtual genera un efecto en la realidad física que ya se habrá convertido en realidad híbrida. Parece pues, que se va cerrando un círculo: la casi sincronía de las comunicaciones remotas, la capacidad de elaborar y visualizar instantáneamente una elevada cantidad de datos, y la difusividad de los dispositivos tecnológicos que consiguen que lo real dialogue con lo virtual, convergen en el dispositivo interactivo resolviendo la tensión moderna hacía la simultaneidad de la mirada (el espacio) y la simultaneidad de la comunicación (el tiempo). Es decir, la extensión del cuerpo sensible obra más allá de los límites epidérmicos20. En conclusión, si la Ciudad Sensible, como progresiva y múltiple extensión de nuestro cuerpo ubicuo, es, por un lado, una ocasión para explorar la ilusoria duplicidad implícita en lo digital, por otro lado presagia la posibilidad de un universo híbrido y sostenible, en el que lo artificial y lo natural se entrelazan en intercambios mutuos y progresivos.

El dispositivo interactivo ubicuo, mediante la manipulación del tiempo (comunicación sincrónica/asincrónica), remodula los conceptos de contigüidad (telecontigüidad), de presencia (telepresencia, ubicuidad), de participación (hipervoyeurismo), de control (remote control) y de representación espacial (1:1 mapping), ampliando las capacidades cognitivas y operativas del hombre. Los espacios y los ambientes sensibles permiten una relación comunicativa a distancia entre personas y cosas, eliminando los tiempos de espera. Eso tiene obvias consecuencias de contracción temporal y espacial: la telecontigüidad, o sea, la duplicación de un mismo evento que ocurre simultáneamente en varios lugares17. Teniendo en cuenta la capacidad de almacenar como también de conectar a la red los dispositivos sensibles, la ciudad se transforma desde un sistema espacial de proporciones y relaciones métricas, en un acumulador de informaciones georeferenciales y cronosensibles que ya no puede ser descrita por una cartografía bidimensional, sino que necesita un sistema hipertextual representado por estructuras reticulares dinámicas de nudos, es decir, una especie de mirada sinóptica interactiva sobre el espacio y el tiempo inextricablemente entrelazados18. En dicha ciudad cada edificio, cada objeto, cada elemento que constituye

[17] "Estamos descubriendo, entonces, que la comunicación síncrona en realidad es un caso límite de comunicación asíncrona" en el que por límite se entiende el nivel de "simultaneidad" (tiempo real) con los cuales los dispositivos de comunicación consiguen ponerse en contacto (Mitchell, 1996: p.7). [18] La historia de la civilización está marcada por precisas etapas de progresiva investigación de simultaneidad. Por una parte está la investigación de la mirada simultánea hacia el espacio donde la verticalización gradual de la mirada en búsqueda de una perspectiva externa termina con el lanzamiento de satélites en el espacio (Sputnik 1, 1957), pasando por la celebre estetización panorámica del espacio urbano logrado con la Tour Eiffel (Barthes, 1993-1995: p. 412). Por la otra está la búsqueda de simultaneidad en las comunicaciones, que se afina hasta transportar imágenes de color a través del éter. [19] Internet of things, pervasive computing, ubiquitous computing, calm technology, things that think everyware, pervasive Internet, internet of things: expresiones que se refieren a la difusividad de los dispositivos inteligentes que van conquistando cada rincón de nuestra vida cotidiana. Mark Weiser, desde 1988 en Xerox PARC, fue el primero en confrontarse con los temas de Ubiquitous Computing. La referencia literaria más visionaria sobre el tema de la ubicuidad es la distopía descrita por Philip K. Dick en Ubik (1969). [20] La modernidad industrial encontró su forma líquida en Forme Uniche della Continuità nello Spazio de Boccioni: cuánto más aumenta el ritmo de velocidad de la fábrica, mayor es la sucesión de acciones que persisten en la retina, produciendo una ilusión de movimiento: el mecanismo cinematográfico. Así mismo, el punto de vista cambia rápidamente debido a la velocidad creciente de los medios de locomoción. Se produce entonces la impresión de grabar dicha experiencia representando contemporáneamente múltiples miradas en un mismo lienzo, o deteniendo las alteraciones en fluidas “Formas Únicas”. En cambio, la contemporaneidad viene confrontada con la medida del tiempo en GigaHertz, millones de pulsaciones por segundo de un "corazón" de cuarzo. La potencia de cálculo de los actuales dispositivos digitales tiende al infinito, o sea, podría manipular de forma instantánea todos los átomos que componen la realidad: es el mito de Matrix.

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Daniele Mancini Esta instalación, que forma parte del Interactive Shop Project, consta de una flor que se abre y se cierra al acercarse o alejarse de los pasantes. La flor existe, sobrevive, crece en su dimensión virtual, únicamente con la participación de los pasantes que a su vez, idealmente, cuidan de ella. Es la ciudad que "quiere" establecer un diálogo con la dimensión humana. Es la ciudad tamagochi.

Figura 10 Human based pixel screen, performance urbana realizada por, Roma, 2008. Foto: Daniele Mancini. En ocasión de una manifestación contra los recortes a la educación por parte del Gobierno Italiano en el 2008, UNPACKED implicó unos sesenta estudiantes para realizar una especie de mega pantalla urbana en el que los píxeles no fueron representados por la luz sino por las personas mismas. Fueron distribuidos unos folletos con un número de teléfono móvil al que enviar sms. La mega pantalla humana habría visualizado el mensaje enviado. El lugar donde se desempeño la performance fue Piazza di Spagna. La palabras clave son: simple tech, social screen, relational, irony, intuitive interactivity.

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From the bud to flower, instalación interactiva realizada por UNPACKED, secuencia, Roma, 2011. Foto: Daniele

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Figura 9 Mancini.


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En ocasión del evento Fuori Salone durante la semana de la moda en Milan, involucramos los transeúntes en una acción de apropiación del espacio urbano empaquetando totalmente una calle central. En este caso la ciudad sensible es la ciudad-participación pero también la ciudad de la reacción y del activismo.

ALTARELLI, Lucio. Light City. La città in allestimento. Roma: Meltemi, 2008

Daniele Mancini

BIBLIOGRAFÍA

Figura 11 Pop stick Milan, performance urbana realizada por URBAN FIELDS con FRESH PARIS, Milan, 2009. Foto: Daniele Mancini.

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Figura 12 y 13 Blowing in the wind, performance urbana realizada por URBAN FIELDS, detalle, Roma, 2009. Foto: Daniele Mancini. El 21 de septiembre de 1969 fue organizando en el centro histórico de la ciudad de Como, un evento extraordinario llamado "Campo Urbano. Intervenciones estéticas en la dimensión colectiva urbana", que vio involucrados creativos de varias disciplinas entre los cuales Bruno Munari, Ugo La Pietra, Enrico Baj, Gianni Colombo, Gianni Pettena, Dadamaino, Ugo Mulas, Giuseppe Chiari. El objetivo fue llevar el 'pensar' el arte, la arquitectura, el design, y la musica, entre la gente a través de intervenciones radicales participativas que incluyesen la colectividad justo en aquellos espacios donde vivía cotidianamente. Fue memorable la performance de Bruno Munari que, de manera menos política que otros, tenía la pretensión de visualizar el aire de Piazza Duomo invitando la población a doblar y cortar trozos de papel y a tirarlos de la torre. El 21 de septiembre del 2009 el colectivo URBAN FIELDS realizó una serie de performances involucrando a los habitantes de una zona de Roma con el objetivo de conmemorar la simplicidad liberatoria y casi paradójica del acto creativo de Munari. En este caso la Ciudad Sensible se ha de entender como espacio de relaciones.

DUNNE, Anthony, RABY, Fyona. Design Noir: The Secret Life of Electronic Object. Basel, Boston, Berlin: Birkhauser, 2001 LYOTARD, Jean-François. La Condition postmoderne : rapport sur le savoir. Paris: Minuit, 1979 LOZANO-HEMMER, Rafael, “Alien Relationships From Public Space. A winding dialog with Rafael LozanoHemmer”, interview by Alex Adriaansens and Joke Brouwer. in Joke Brouwer, Arjen Mulder (edited by ). Transurbanism. V2/Publishing. Nai Publishing. Rotterdam: 2002, p.139 MC LUHAN, Marshal. Understanding Media, New York: McGraw Hill,1964 MC LUHAN, Marshal, At the moment of Sputnik the planet became a global theater in which there are no spectators but only actors en Journal of Communication, Volume 24, Issue 1, pages 48–58, March 1974

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Figura 0

Campamento de Pudeto Bajo . Foto: C. Silva.

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Espacio PĂşblico Informal. Apreciaciones sobre la infraestructura y los espacios de uso colectivo en el campamento de Pudeto Bajo de Ancud.

Cristian Silva


Cristian Silva

INFORMAL PUBLIC SPACE . Observations on the communal infrastructure and space in the squatter settlement of Pudeto Bajo in Ancud.1 Cristian Silva2 RESUMEN Una dimensión de los espacios públicos poco abordada, es la presente en los asentamientos urbanos informales, campamentos o barriadas. Aquí, el espacio público se presenta como un lugar socialmente compartido pero además, como una infraestructura funcional a los mecanismos de sobrevivencia. En el caso del campamento de Pudeto Bajo en Ancud se puede apreciar claramente la dimensión operativa de estos espacios públicos vinculados a las actividades laborales u oficios, tales como la pesca artesanal, accesos compartidos a las viviendas, lugares de acopio de materias primas o herramientas de pesca o como simples patios de juego o traspaso. Al mismo tiempo los espacios públicos de mayor escala se presentan en los bordes, como fronteras entre el campamento y la ciudad actuando como amortiguadores de una relación urbana muchas veces compleja e incluso conflictiva. El rol de estas categorías espaciales es fundamental para el desarrollo del asentamiento: por una parte los espacios públicos interiores vinculados al trabajo evita la generación de espacios en desuso y abandono, y por otra parte los espacios públicos de frontera median la tensión inherente entre las formas de producción urbana informal y la ciudad formal o planificada. Palabras clave: Espacio público informal, espacios colectivos, campamentos, infraestructura, espacios de trabajo.

ABSTRACT One little-addressed dimension of public space is that found in informal urban settlements, squatter settlements or slums. Here, public space is not only a socially shared place but also provides the functional infrastructure for survival mechanisms. In the settlement of Pudeto Bajo in Ancud the operational dimension of these public spaces linked to work activities or occupations -such as fishing, shared access to dwellings, storage of raw materials or fishing implements or just as playgrounds or simply places to play in or pass through- can be clearly appreciated. At the same time the larger-scale public spaces are at the edges, frontiers between the squatter settlement and the city, acting as buffers for often complex and even conflictive urban relationships. The role of these spatial categories is essential for the development of the settlement: on the one hand, indoor public spaces linked to work avoid the generation of unused and abandoned spaces, while on the other hand, public frontier spaces mediate to lessen the inherent tension between the informal aspects of urban production and the formal or planned city. Keywords: Informal public space, collective space, urban squatter settlements, infrastructure, workplaces.

[1] Artículo basado en la investigación Titulada Morfología de lo indeterminado, estructuras espaciales transitorias. Asentamientos humanos de origen espontáneo al interior de la ciudad planificada: el caso del campamento de Pudeto bajo en Ancud y las claves socio - espaciales de su consolidación. Proyecto DIULA N°00505F. Año: 2005-2010. Institución Patrocinante: Universidad de los Lagos.

Artículo recibido el 9 de Julio 2010 y aceptado el 15 de Julio 2011. [2] Académico del Departamento de Planificación y Ordenamiento Territorial Universidad Tecnológica Metropolitana, Santiago. Chile cristian.silva@utem.cl

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ESPACIO PÚBLICO INFORMAL.

Apreciaciones sobre la infraestructura y los espacios de uso colectivo en el campamento de Pudeto Bajo de Ancud.1

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Secuencia: Desde la estación de metro Bellas Artes hasta el patio de mi departamento en calle Mosqueto, Santiago. Fotos: Marcela Arancibia Cruz.


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Campamentos australes urbanos: semejanzas genéricas.

y y

campamentos diferencias

Los campamentos urbanos en Chile han sido estudiados desde distintas perspectivas, habiendo un cierto consenso de que se trataría de los efectos resultantes de la industrialización y en definitiva, de las imperfecciones del actual modelo de desarrollo. Como establece De Mattos, la terciarización de la economía más la aparición de nuevos procesos de transformación productiva han definido un sostenido aumento de la población urbana en los últimos 20 años correspondiendo una parte significativa de dicho aumento, a ocupaciones informales. Esto evidencia en parte el contraste entre el modelo de desarrollo y la presencia de elementos y formas de ocupación al margen de la institucionalidad (De Mattos. 2002) Aún así, la generación de asentamientos informales no es exclusiva del periodo post industrial. Para Harvey, se trataría de un comportamiento inherente a modelos de desarrollo basados en componentes de desigualdad necesarios para el funcionamiento de sistemas productivos capitalistas. (Harvey, 1998: 164-197). Esta consideración explica por una parte la frecuencia histórica del fenómeno así como también las razones que lo detonan. Estas razones son recurrentes y se basan en el mejoramiento de las expectativas de vida vinculadas a las oportunidades de empleo e integración. Las reacciones de las instituciones del Estado en general se basan en el saneamiento de los terrenos y la dotación de infraestructura sanitaria que supla las necesidades básicas, o por otra parte, se erradica a la población al localizarse en áreas de riesgo. La constante de estas medidas es la reacción frente a hechos consumados y en ausencia de coordinación intersectorial, lo que provoca externalidades negativas tanto sociales y económicas (medio ambiente, economía, infraestructura, por mencionar algunas).

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En el caso de la creación de nuevas viviendas de calidad, los habitantes de los campamentos tienen la posibilidad de acceder a la vivienda de estándares mínimos con ayuda del Estado. Esto requiere que la población sea clasificada a objeto de orientar con eficacia la asignación de los subsidios. Sin embargo, hay casos comprobados en que los instrumentos son vulnerados y se oculta la real capacidad de subsistencia o endeudamiento de la población, lo que concentra las asignaciones hacia el tramo más vulnerable. Dicha anomalía queda en evidencia luego de un tiempo al comprobar sendas ampliaciones de los inmuebles o en algunos casos inclusive, la puesta en alquiler de las viviendas para irse a vivir a otros barrios con mejores localizaciones. (MINVU, 2009)

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Para relevar esto último se está orientando la definición de “pobreza urbana” clásicamente asociada a los bienes de primera necesidad, a una definición que permita incorporar y medir aspectos cualitativos de la calidad de vida. Términos como exclusión social, vulnerabilidad y seguridad humana (Arriagada, 2000) vendrían a complementar una visión del problema al tiempo que lo instrumentalizan en función de la aplicación de medidas. Esto ha permitido revisar la erradicación y radicación como mecanismos únicos de solución al problema.

Caso de estudio: Campamento de Pudeto Bajo en la ciudad de Ancud. Chiloé.

Uno de los casos que ilustra esta necesidad de ampliar el marco de definición de la pobreza urbana y los asentamientos informales, es el caso del campamento de Pudeto Bajo 3 de la ciudad de Ancud al sur de Chile. Se trata de un agrupamiento de casi 110 años de antigüedad y que surge originalmente como una caleta de pescadores artesanales a las afueras de la ciudad. A la fecha, se encuentra emplazado en torno a la cuenca natural de un estero del mismo nombre y ha sido incorporado a la regulación como asentamiento precario.

Existen instrumentos complementarios más abarcantes, orientados a abordar los fenómenos de desigualdad y justicia distributiva en un sistema interrelacionado y complejo de componentes de calidad de vida. Algunos de ellos se basan en la premisa de que un mejoramiento en las condiciones culturales de los habitantes aparejado de un mejoramiento de los elementos físicos del hábitat podría acercarse a una lógica más sistémica de integración con resultados favorables de mediano y largo plazo. Aspectos como la participación en actividades juveniles, integración a actividades deportivas y espacios públicos han sido las apuestas actuales con que se ha intentado consolidar la normalización de los barrios desfavorecidos. (Goytre, 2009: 55)

Su condición original como Caleta de pescadores no sólo condiciona la forma de ocupación del sector, sino que además la manera en como se ordena y estructura socialmente abarcando toda la infraestructura y los espacios de uso colectivo. Esta situación define distinciones notables en el uso de los espacios públicos y el rol que cumplen dentro del conjunto, así como las relaciones que se establecen con el resto de la ciudad. En un emplazamiento geográfico complejo topográficamente y con una actividad pesquera centenaria, que incluye extracción de Pelillo y secado del mismo para su posterior distribución, el campamento ha logrado sostenerse en el tiempo aún estando emplazado en una zona de restricción por inundación. Esto, que resulta determinante en la normativa regulatoria, es insistentemente discutido por los pobladores quienes han pasado gran parte de su cotidianeidad vinculados al mar, y para quienes el contacto con el agua forma parte de expresiones de vida culturalmente aceptadas y compartidas. (Figura 1 y 2)

Esta mirada sistémica del fenómeno lleva a revisar aspectos estructurales más complejos, como la escala de los asentamientos, la definición de los indicadores de pobreza y factores contextuales que consideran los aspectos físicos y culturales de la pobreza en Chile. Esto deriva en la necesidad de diversificar los diagnósticos del problema, dado que actualmente existen notorias diferencias de origen, diferencias entre las periferias metropolitanas y las periferias de las ciudades de tamaño medio en que se relocalizan estos asentamientos, diferenciaciones de los aspectos paisajísticos y físico-espaciales y proximidad

[3] Si bien este asentamiento es en esencia una Caleta de Pescadores, cabe consignar que se usará la denominación “Campamento” en consonancia a la nomenclatura con que hoy día se encuentra consignado bajo la definición del SERVIU y que inscribe al asentamiento dentro de la lista de sectores sujetos a erradicación.

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de servicios. Todo lo anterior diferencia los escenarios de oportunidad e integración así como también componentes diferenciadoras de identidad y calidad de vida. (Silva, 2003:185)

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Si bien existe una distinción entre lo que es un campamentos de lo que es un asentamiento informal (SERVIU. Chile. 2005), cuestión que permite aclarar las medidas a tomar para cada caso, los impactos más fuertes están relacionadas con la localización de los nuevos conjuntos habitacionales y la alta concentración de pobreza en territorios urbanos determinados.


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Figura 1 Plano de la ciudad de Ancud. En amarillo el área edificada del campamento de Pudeto Bajo. Plano base Plan Regulador Comunal de Ancud. I. Municipalidad de Ancud 2002. Fuente:I. Municipalidad de Ancud. Edición: Arquitecturas del Sur

Emplazado históricamente al fondo de una entrante de agua que penetra desde el río Pudeto hacia el interior, este cauce de agua permite el acceso y salida de algunas embarcaciones menores, la aparición de pequeños muelles, patios de trabajo y espacios para el guardado de herramientas, así como notorios humedales laterales que rodean al asentamiento generando y que generan una distancia física con la ciudad. Por estos sectores del humedal, actualmente pasan calles que conectan con otros barrios y lugares y en donde se da el acceso al comercio y prestación de servicios de los pobladores del campamento.

frente a la imposibilidad de sanear por completo el sector producto de las inundaciones periódicas, los organismos públicos han tomado la medida definitiva (una vez más) de erradicar el asentamiento. (Figura 3 y 4) Las veces que se han gestionado las erradicaciones, las soluciones han versado en la entrega de viviendas nuevas en sectores seguros. Los pobladores se han desplazado a sus nuevos barrios y han habitado las viviendas nuevas por periodos determinados para finalmente devolverse al campamento. Lo que es aún más critico, es que se han desarrollado arriendos informales en las viviendas nuevas entregadas por el Estado lo que ha informalizado aún mas la economía local. Paralelamente, el vaciamiento parcial del sector en que se emplaza el campamento ha despertado la expectativa de la “toma” de los terrenos a nuevos pobladores, que han ido allegándose como nuevos vecinos informales al lugar aumentando lenta pero progresivamente la densidad del asentamiento.

Producto de lo que actualmente se consigna como “zona de restricción por inundación” en el plan regulador comunal, el campamento de Pudeto Bajo ha estado sujeto a varios intentos de saneamiento de los terrenos en el animo de mejorar las condiciones físicas del sector. Al mismo tiempo, se han procedido a tramitar infructuosas erradicaciones apoyadas en mecanismos de incentivo para pobladores con actividad productiva vigente. Esto ha generado un paisaje hibrido entre radicaciones e intentos de erradicaciones, dado que en algunas áreas se han desarrollado subdivisiones prediales, dotación de infraestructuras sanitarias o tramitación de ampliaciones a las viviendas. Finalmente y

Las razones que explican en parte esta situación, dicen relación con que las nuevas viviendas entregadas se han localizado distanciadas del mar y la actividad pesquera como fuente de trabajo principal. Si bien en el nuevo barrio

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Figura 2 Plano de identificaci贸n de sectores. Plano base Plan Regulador Comunal de Ancud. I. Municipalidad de Ancud. 2002. Edici贸n: Arquitecturas del Sur.

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Figura 3 Imagen interior del campamento. Se pueden apreciar las áreas inundadas. Foto: C. Silva.

Figura 4 Imagen del aviso de prohibición a la construcción y declaración de zona de erradicación. Foto: C. Silva.

los habitantes obtienen viviendas de calidad, al mismo tiempo pierden su principal medio de subsistencia. (Figura 5)

En ese sentido es evidente que la vivienda como hecho único o aislado no contrapesa las virtudes de contar con un entorno de oportunidades vinculado a las formas de vida mas arraigadas. Hablamos concretamente de todo lo demás que no es vivienda y que incluye variables de origen (historia), específica ubicación en contacto con el mar (localización) y espacios e infraestructura de uso colectivo que complementan la subsistencia en tanto capital y plataformas de trabajo (infraestructura y know-how). Esto último, se verifica al comprobar que todo espacio público se hace más rentable socialmente en la medida en que es utilitario a las actividades laborales locales.

A ello hay que agregarle que los espacios públicos funcionales a los oficios han sido sustituidos por plazas de encuentros y similares, que no colaboran con las actividades de subsistencia. Por el contrario, en el campamento si bien tienen viviendas de pésima calidad y emplazadas en una zona de restricción, cuentan con la histórica proximidad al mar como su fuente de trabajo y además con una estructura de barrio reforzada producto de la serie de espacios públicos e infraestructuras habilitadas para el mejor desempeño de las actividades laborales (canales de circulación, pasajes, muelles de amarre de embarcaciones, patios de trabajo, patios de acopio de materiales de pesca y productos del mar, puestos de venta y distribución, puestos de venta comercial, etc) entregando seguridad y un entramado compacto y diverso en que se desenvuelve la vida cotidiana.

Espacio público tradicional, espacios colectivos y espacios de frontera en el campamento de Pudeto bajo.

Considerando la resistencia de los pobladores a la erradicación, se puede inferir que la ausencia de una localización e infraestructuras favorables a los mecanismos de subsistencia, predomina al momento de decidir donde y como vivir, aún con los riesgos que supone una eventual inundación de la zona como es este caso. Cabe señalar además que los fenómenos geográficos operan con tiempos distintos a los tiempos requeridos para el diario vivir; Las inundaciones son esporádicas y con fluctuaciones de décadas, mientras que la pesca artesanal y las ventas comerciales minoristas, son diarias.(Figura 6)

A diferencia de los espacios públicos tradicionales, los espacios públicos de los campamentos están asociados a las actividades de subsistencia, atribuyéndoles funciones complementarias a las tradicionalmente orientadas al esparcimiento y recreación. A pesar de la aleatoriedad en la estructura urbana de estos asentamientos, históricamente los espacios exteriores han sido utilizados en función del trabajo y por ende, capitalizados como un equipamiento irreductible para las familias y el barrio. Esto nos indica que el rol de

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que el trabajo forzado o ligado a mecanismos culturales de subsistencia. En la actualidad la definición de lo público resalta a partir de la privatización de la ciudad. El espacio público y su importancia ha cobrado matices que han obligado a distinguir el régimen de propiedad de su condición espacial y de uso. Hemos logrado diferenciar el espacio público del espacio de “propiedad” pública asumiendo connotaciones distintas a la hora de comprenderse como parte de la ciudad. Son estas expresiones diferenciadas sobre la propiedad del espacio público las que trastocan esta asociación casi indisoluble entre espacio público y propiedad pública. Esta disociación, por ejemplo, suele darse en sectores en que el espacio público es de propiedad pública, pero termina siendo privatizado por grupos social y culturalmente excluyentes.

Para el campamento de Pudeto, los espacios colectivos interiores se caracterizan por contener patios de trabajo (invernaderos de secado de algas, guardado de herramientas), lugares de crianza de animales o cultivo de hortalizas, acopio de herramientas y enseres de pesca así como lugares de reparación y fabricación de embarcaciones menores. Además se pueden apreciar áreas de venta de productos industriales (materiales de construcción, maderas o repuestos para vehículos) y patios que sirven de acceso compartidos a las viviendas. Estos lugares son indispensables para el funcionamiento de las familias lo que ha llevado incluso al reconocimiento del embarcadero principal como una infraestructura urbana formal y en conformidad con las normas vigentes para su funcionamiento, lo que expone la naturaleza ambigua del asentamiento porque por una parte se declara su erradicación por ser informal, y por otra parte se han logrado regularizar algunas infraestructuras importantes, así como redes sanitarias y de agua potable. (Figura 0708-09-10)

Esta tensión que se desarrolla entre la tendencia privatizadora de los espacios urbanos y la defensa de los espacios públicos asociados a un régimen también público, requiere de la necesidad de revisar las definiciones, usos y componentes de estos lugares. Uno de estos aspectos se condice con la transformación de la producción y ocupación de los espacios urbanos que han dado pie a la expresión de nuevas formas de urbanidad y de relaciones entre el espacio público y privado acorde con las necesidades de la ciudad contemporánea. Nuevas demandas y requerimientos, muchas veces contradictorios y conflictivos se expresan, superponen y conviven junto a las tradicionales necesidades de encuentro, intercambio

Esta dimensión funcional orientada al trabajo, es controversial respecto a las definiciones heredadas de espacio público de los modelos helénicos. En estos últimos, tendemos a asumir que dichos lugares mantienen como función esencial el encuentro ciudadano, el esparcimiento, el ocio y la exposición de los asuntos de orden público, mas

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los espacios públicos en estos casos ha sido funcional a la subsistencia y que se trataría de una dimensión históricamente desarrollada. (Knapp. 1992:113)

Figura 6 Imagen del muelle donde se dejan las embarcaciones menores utilizadas para labores de pesca artesanal. Foto: C. Silva.

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Figura 5 Imagen de las viviendas entregadas por el SERVIU Regional a los pobladores de los campamentos en Ancud. Foto: C. Silva.


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Figura 7: Patio interior de reparación y construcción de embarcaciones. / Figura 8: Patio interior común de invernaderos para el almacenaje y secado de pelillo. / Figura 9: Pasaje interior del campamento en que se muestran las instalaciones sanitarias precarias y las redes de agua potable. / Figura 10: Patio de ventas de productos de hormigón. / Fotos: C. Silva.

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Aquí se producen los principales contrapuntos al cambio de mirada. Por una parte existe una tendencia que plantea que los espacios públicos tradicionales (homólogos del ágora griega o de las cafeterías del primer modernismo en Londres y en París) han entrado en competencia y desequilibrio con los espacios de consumo masivo, generando un discurso generalizado sobre la pérdida, que contrapone la actual degradación del espacio público con épocas y lugares dorados. Este discurso habla nostálgicamente de estos espacios como lugares anteriormente vitales para la democracia, en los que supuestamente se desarrolló un discurso público cohesivo y que culmina inevitablemente con la crisis de los elementos esenciales de la ciudad. (Crawford, 2001:33)

En el campamento de Pudeto Bajo estos espacios colectivos están determinados por la pesca artesanal y los oficios locales, incluyendo patios de acopio y secado de productos marinos, entre otros. Esta es una condición que se acepta como parte de los códigos de convivencia en donde la conciencia por lo colectivo deambula desde la indeferencia por lo público hasta la conciencia de aquello como parte fundamental de los mecanismos de subsistencia. (Figura 11-12-13)

Marc Augé ha sido aún mas enfático al expresar que la frontera entre lo público y lo privado se ha diluido e incluso ha desaparecido, y sobre todo, que el espacio público se ha convertido en buena medida en un espacio de consumo, aludiendo al hecho de que la opinión ciudadana se expresa sobre cuestiones políticas del mismo modo en que reacciona frente a la aparición de un nuevo producto de mercado. (Augé, 2001: 7)

Según De Solá Morales, ambas categorías (público y colectivo) estarían abiertas a las actividades públicas, marcando la diferencia efectiva entre uso y propiedad, lo que implica que los espacios de uso colectivo no necesariamente podrían ser de propiedad pública, sino que pueden estar bajo el control y la administración privada. El problema consiste entonces en limitar la definición del espacio público a la propiedad pública, considerando que los espacios de uso colectivo forman parte esencial de nuestra vida cívica y comunitaria. Esta situación según De Solá Morales, se exalta en las categorías de espacios urbanos barrocos y disfrazados de lenguajes y materiales de moda y es por ello que plantea que el trabajo concentrado en los espacios tradicionalmente públicos es insuficiente en el diseño urbano y puede llevar a una hipertrofia de la ciudad tradicional, llegando incluso a descuidar o expulsar ciertas formas de vida colectiva en donde lo importante, es continuar reforzando las componentes estimulantes y fundamentales del tejido urbano. Agrega que la riqueza civil y arquitectónica, urbanística y morfológica de una ciudad es la de sus espacios colectivos y los lugares donde la vida cotidiana se desarrolla, se representa y se recuerda, marcando la eventual complejidad de los espacios públicos absorbidos por usos particulares, o espacios privados que adquieren un uso colectivos (De Solá Morales. 1994:41)

Esto explicaría en parte la desprotección en que cayeron muchos de los espacios públicos tradicionales generados a partir de gruesas argumentaciones dentro del marco clásico de concepción del mismo y que finalmente se expresan en la práctica en forma de retazos, no lugares, áreas desoladas de compleja apropiación o simplemente espacios abandonados. Considerando esta implacable evidencia, es que la subsistencia de los espacios públicos tradicionales resulta ficticia y sobre cargada de dispositivos de control, seguridad y la vigilancia como una manera de hacerlos realmente operativos e integrales sin perder su tradicional condición, lo que no deja de detonar cierto alarme ante la pérdida de cualquier espacio urbano tradicionalmente entendido como verdaderamente democrático. Asumiendo la tendencia privatizadora de lo público, para algunos la percepción de pérdida se origina en las definiciones muy limitadas de los conceptos de espacio y de público que derivan de la insistencia por la unidad, el deseo por las categorías fijas de espacio y tiempo y nociones de lo público y lo privado rígidamente concebidas. Al buscar un espacio público único y omniabarcante, se acaba confundiendo el espacio público monumental con la totalidad de los espacios públicos. (Crawford. 2001:36)

Crawford por su parte revela la presencia de múltiples actividades en un mismo espacio. Esta situación estaría re definiendo constantemente lo público y lo privado a través del valor de la experiencia vivida. Ilustrando este punto, hace mención a los lugares triviales y comunes, lugares vacíos, aceras, jardines delanteros de las casas, parques y aparcamientos, que son reivindicados como espacios con nuevos usos y significados por los pobres, los recién inmigrados, los vagabundos e incluso la clase media. Estos

Si bien las perspectivas anteriormente señaladas describen la transformación del espacio público tradicional con un sesgo pesimista, también existen manifestaciones

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que apuestan por reconocer en la transformación una flexibilidad conceptual que permita incorporar la condición de privatización de la propiedad como un factor que no inhabilita el uso público de los espacios urbanos. Esta flexibilización en la concepción del espacio público, no reconoce como únicos referentes a las plazas o calles, sino que tiende a ubicarse en estados intermedios precisamente entre lo público y lo privado, acogiendo situaciones ambiguas o indeterminadas, con las consecuentes dificultades que esto supone en la conceptualización arquitectónica. Una avanzada en esta línea es el ejercicio que propone De Solá Morales cuando marca el distingo entre espacios públicos y espacios colectivos, sin aludir al régimen de propiedad que los sustenta como hecho urbano.

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y movilidad desarrollada en los espacios públicos. Temas recurrentes son la relevancia de las actividades de consumo, los paisajes del marketing, la seguridad, la velocidad de los estímulos, la simultaneidad de acontecimientos y la mixtura de usos como condiciones inherentes a este tipo de espacios públicos activados y dinámicos. (Pérez – Gómez, 1996:68)


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Figura 11: Vista exterior del acceso compartido a un conjunto de cuatro viviendas / Figura 12: Vista exterior del patio común de reparación de vehículos / Figura 13: Pasaje de acceso común a patios y viviendas / Fotos: C. Silva.

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Los campamentos urbanos si bien obedecen a un patrón de origen común asociado a condiciones económicas, presentan distinciones contextuales que obligan a mirar con mayor detalle sus particularidades de origen, el uso del territorio y el rol que juegan sus espacios colectivos en la consolidación de redes de vecindad, oportunidades de desarrollo y vinculación con la ciudad. Esto deriva en la necesidad de especificar mas la naturaleza de los campamentos, evitando con ello la estandarización del fenómeno así como de las respuestas y soluciones.

Lo particular de dicha mirada, es que nuevamente se releva la idea de que el espacio público no sólo son las plazas o calles, sino que además son aquellos lugares que se encuentran en los intersticios entre lo comercial y lo doméstico. Son espacios que contienen en si las condiciones de ser tanto privados como públicos. Se puede agregar entonces, que la mixtura de espacios públicos posibles es tanta como lugares intersticiales existen, y que las condiciones particulares de ciertos barrios han generado un abanico de nuevos espacios de socialización que han resultado mas efectivos en tanto intercambio, apropiación y formación de identidad, incluso mas que los espacios públicos tradicionales y diseñados bajo los preceptos tradicionales, impulsados por las Instituciones para tales efectos. (Crawford, 2001:37)

Asimismo, la expresión de la pobreza urbana en contextos regionales no es homologable a la pobreza urbana resultante de fuertes procesos de industrialización y en contextos multi productivos. Las diferencias en la estructura urbana de los campamentos difieren entre sí, así como el tamaño, rol, uso y consolidación de los espacios, particularmente los de uso colectivo y que como hemos visto en el caso del campamento de Pudeto Bajo, presentan fuertes componentes de utilidad para la subsistencia. En este caso, esta subsistencia se expresa a través de dos condiciones urbanas. En primer lugar, una vinculación de origen a economías territoriales y marinas más que a las urbanas y por ende, una estructura espacial ligada a los espacios públicos notoriamente más desarrollados que las mismas viviendas (la población no subsiste gracias a la calidad de la vivienda, sino que gracias a la utilidad de sus espacios públicos). En segundo lugar, la presencia de espacios de frontera que vienen a cumplir un rol mediador entre el campamento y la ciudad, tales como humedales, actividades complejas y calles. Estos espacios mediadores impiden el contacto directo entre campamento y ciudad y además promueven la ubicación de actividades de interés para la ciudad aportando al funcionamiento de la economía local (muelles y embarcaderos, maestranzas, patios de acopio de vehículos, talleres mecánicos, ventas de materiales de construcción, alimentos, entre otros)

Esta relación de lo público como una situación intersticial y la propiedad de los elementos físicos que definen un lugar, se sostiene sobre comportamientos que deambulan en los límites de lo socialmente permitido y que se desencadenan por circunstancias particulares que definen el evento de apropiación o intercambio como una prioridad superior al hecho físico y contractual que lo sostiene. Esto hace que la temporalidad sea un factor de apropiación y que la condición pasajera de estos actos urbanos se manifieste en espacios o territorios urbanos intersticiales. Por otra parte podemos distinguir una categoría de espacio colectivo no interior y que deja físicamente distanciado al campamento de la ciudad. Se trata de un espacio circundante definido por fuertes pendientes y áreas de humedales generando un gran cinturón perimetral. Esto define una frontera permite minimizar las fricciones con la ciudad en tanto no se tocan físicamente, derivando en una autonomía de tejidos que permite bajar la tensión entre ambas y de los actores involucrados en su desarrollo. En estos espacios se dan situaciones de interés para la ciudad a partir de actividades tales como ventas de alimentos, materiales de construcción o servicios de reparación automotriz, entre otras. (Figura 14-15)

En los espacios públicos, las condiciones funcionales de los mismos se aproximan a las definiciones de Crawford o De Solá Morales en tanto espacios colectivos e intersticiales que proveen de operatividad a la apropiación y generación de bienestar, por sobre la misma vivienda o espacios privados exclusivos. Se puede observar también, que el equilibrio logrado por la interdependencia entre las oportunidades que brinda la ciudad y las que brinda el territorio, generan economías de escala saludables que no tensionan la calidad de vida de las áreas aledañas (seguridad, salud, oferta de equipamientos, etc) lo que se manifiesta en la ocupación de los espacios públicos interiores y los de frontera, en que se ubican las actividades que sirven tanto dentro como fuera del campamento.

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Conclusiones y alcances: Hacia procesos morfológicos integrados.

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lugares entretejidos de la trama de la vida cotidiana revelarían una lógica alternativa del espacio público tradicional, como escenarios intersticiales que expresan nuevas formas de identidad, prácticas cotidianas y morfologías no tradicionales, más cercanas a la indeterminación dada por usos no predeterminados. En esta misma línea, Ther expone la necesidad de mirar los entramados de la vida cotidiana a partir de sus relaciones complejas como parte de un sistema de un sistema interconectado de lugares e intersticios siendo estos últimos visibles incluso a escala territorial, amplificando el fenómeno anterior (Ther, 2006). En estos casos, nos referimos a áreas completas que se presentan como territorios informales pero utilitarios a operaciones establecidas y formales.


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Figura 14: Acercamiento al área del humedal. / Figura 15: Área baldía de separación entre la ciudad y el asentamiento. / Fotos: C. Silva.

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BIBLIOGRAFIA

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Estas nuevas dimensiones de lo público de los campamentos, dejan de manifiesto la relevancia de las infraestructuras funcionales al empleo por sobre la vivienda. Se trata no sólo de lugares destinados al ocio y esparcimiento (como propone el espacio público tradicional y que traducidos en plazas o canchas de juego en muchos casos terminan abandonadas o transformadas en nuevos focos de inseguridad), sino que de espacios funcionales a la subsistencia y por tanto esenciales para la participación y cuidado colectivo por toda la población.

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Revisar la posibilidad de incorporar a la regulación actual un régimen de distribución colectiva de las infraestructuras y espacios públicos, complementa la solución a la pobreza urbana basadas en la vivienda como objeto aislado agregando el espacio público como un resultante normativo y de apropiación forzada. Esto permite evaluar la necesidad de incorporar el espacio público de dimensiones funcionales a las economías locales y a escalas apropiadas. Esto último, sería un signo concreto en la promoción de lugares orientados a la valorización de los barrios y tejidos urbanos en el tiempo, mas que la insistencia romántica de un obsoleto sentido de comunidad basado en preceptos estáticos de identidad impracticables al alero de las nuevas expresiones de lo colectivo y lo humano. (Lootsma, 1998: 12)

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Figura 0

Circulaciones peatonales en Curundú. Foto: Mônica de Souza.

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Islas en la Ciudad: Hábitat y Espacio Público. en el corregimiento Curundu de Panamá

Mônica de Souza, Gonzalo Cerda


ISLAS EN LA CIUDAD:

HÁBITAT Y ESPACIO PÚBLICO EN EL CORREGIMIENTO CURUNDU DE PANAMÁ1 ISLANDS IN THE CITY: HABITAT AND PUBLIC SPACE IN THE CURUNDÚ DISTRICT OF PANAMA1 Mônica de Souza2 / Gonzalo Cerda3 RESUMEN El objetivo principal de este artículo es reflexionar acerca de los cambios, organización y continuidad de la producción del espacio urbano, considerando las peculiaridades e involucrando condiciones de vida y hábitat de la población de los barrios pobres. En esa perspectiva, se analiza el fenómeno de segregación urbana, responsable por modificar las relaciones sociales, haciendo que sus habitantes creen, produzcan y reproduzcan nuevas y viejas formas de vivir y relacionarse con los espacios donde habitan. Para este articulo traemos como ejemplo una de las áreas del Corregimiento de Curundú, ubicado en la Ciudad de Panamá, lugar conocido por sus estigmas de violencia y pobreza. En ese contexto, el artículo muestra la experiencia pedagógica desarrollada en la Escuela de Arquitectura y Diseño de América Latina y El Caribe-ISTHMUS, en Panamá, presentando los proyectos realizados por los estudiantes en el Barrio Curundú. Palabras clave: barriada, espacio público, hábitat popular, vivienda, Panamá.

Mônica de Souza, Gonzalo Cerda Islas en la Ciudad: Hábitat y Espacio Público. en el corregimiento Curundu de Panamá

Secuencia: Gonzalo Cerda y Mónica De Souza trabajando en el Departamento de Diseño y Teoría de la Arquitectura de la Universidad del Bío-Bío Fotos: Hernán Ascui

The main objective of this paper is to reflect on the changes, organization and continuity of production of urban space, considering the peculiarities and realities of living conditions and habitat of the population of the poorer neighborhoods. From this perspective, it examines the phenomenon of urban segregation, responsible for modifying social relations, making its residents believe, produce and reproduce new and old ways of living in and interacting with the spaces they inhabit. One of the areas of Curundú Corregimiento, located in Panama City, is used as a case study, a notorious area stigmatized for its violence and poverty. In this context, the article presents the pedagogical experience developed in the Escuela de Arquitectura y Diseño de América Latina y El Caribe-ISTHMUS, Panamá, showing the projects carried out by students in the Curundú district. Keywords: slum settlement, public space, popular habitat, housing, Panama.

[1] Artículo basado en la experiencia pedagógica dirigida por los autores como profesores invitados de la Escuela de Arquitectura y Diseño para Latinoamérica y El Caribe ISTHMUS de Panamá el año 2010 en el contexto del Plan Curundú iniciado por el Ministerio de Vivienda de Panamá MIVI. Artículo recibido el 17 de Agosto y aceptado 26 Agosto 2011

[2] Doctoranda, DAU Doctorado en Arquitectura y Urbanismo Universidad del Bío-Bío en Concepción-Chile. monica.vs@uol. com.br [3] Académico Depto. Diseño y Teoría de la Arquitectura. Universidad del Bío-Bío, Concepción, Chile. gcerda@ubiobio.cl

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ABSTRACT


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Figura 1 y 2 Corregimiento de Curundú, Panamá. Fotos: Gonzalo Cerda.

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Mônica de Souza, Gonzalo Cerda


Curundú nació en detrimento de la subdivisión de tierras privadas de propiedad de la familia Díaz, Fábrega y Bloise; sobre una faja de tierra de 1,12 km² (o 113 hectáreas), ubicado al Noroeste del Canal, factor que lo coloca geográficamente en un área con dos realidades bien distintas: una próspera y otra no. En ese territorio está el aeropuerto, Mall Albrook, instituciones, comercio y servicios diversos, áreas valoradas por el mercado inmobiliario. Conforme Samudio Jr. (Samudio (et. alt),1993: 33), los pobladores que forman ese territorio son panameños de Darién, pequeños grupos indígenas de Emberás, Kunas, inmigrantes da Colombia, Republica Dominicana, Jamaicanos, entre otros. Todo indica que las primeras ocupaciones del barrio de Curundú surgieron en 1932 debido la falta de políticas públicas sociales y de viviendas dirigida a los estratos más pobres de la población capitalina. Décadas más tarde, en noviembre de 1971 nació oficialmente el Corregimiento Curundú, parte del antiguo Barrio Calidonia. En 1978, cuando la población se había duplicado en ese corregimiento, el gobierno creó la primera etapa del Proyecto de Renovación Urbana iniciada en el denominado sector M, donde surgieron siete edificios multifamiliares con 168 y luego 228 unidades de vivienda con nueve edificios en la segunda etapa. Las nuevas construcciones en palafito proliferarán en torno a los edificios multifamiliares, configurándose como un nuevo paisaje urbano ya antes de los años 70 5 (Samudio (et. alt),1993: 33).

Islas en la Ciudad: Hábitat y Espacio Público. en el corregimiento Curundu de Panamá

El territorio de Curundú es uno de los trece Corregimientos 4 de la Ciudad de Panamá. De los 1.388.357 habitantes de la capital (según datos censitarios de 2000), 19.019 vivían en Curundú; 22.632 eran habitantes de Chorrillo y 6.928 vivían en San Felipe, considerados unos de los lugares más pobres de la capital.

Mônica de Souza, Gonzalo Cerda

Presentación: El Corregimiento Curundú (Fig. 1 y 2)

[4] Conforme datos estadísticos, según Samudio Jr. (et alt): El Corregimiento de Curundú, constituye parte del Distrito de Panamá desde 1975, colinda con los corregimientos urbanos de Calidónia, Bela Vista, Bethania y Ancón, formado por parte de los corregimientos con una alta densidad poblacional, o sea, 3,3% del total de los habitantes del distrito de Panamá. [5] Al igual que en los barrios: Llano Bonito, Cabo Verde, Hollywood, Curundú Centro.

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En el año de 2009, el nuevo Gobierno de Panamá presentó el Proyecto de Ordenamiento y Transformación Urbana para Curundú desarrollada por el Ministerio de Viviendas (MIVI), con la promesa de beneficiar 5 mil familias. El proyecto fue licitado y ganado por la empresa brasileña Norberto Odebrecht.


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1 Aspectos de la constitución urbana de la ciudad

2 La conformación del espacio público y su uso

Históricamente, la formación de las ciudades de Latinoamérica, especialmente, ha creado áreas con altos niveles de desigualdades socio-territoriales 6. En el caso de la Ciudad de Panamá7 las diferencias sociales y territoriales son provenientes, inicialmente, del tipo de colonización y, posteriormente, de haber asumido el papel del tránsito en el comercio mundial través de su Canal (Ayala,s/f). Para Ayala Montero, esto representa un triste trazo en la historia del país, que sigue, después de cien años de independencia con la misma pobreza de la época de la unión a Colombia.

Mike Davis10, en su libro “Planet of Slums”, dice haber cerca de 200 mil favelas (barriadas, slums), cuya población varía de algunas centenas a más de 1 millón de personas en cada una de ellas. En Panamá, la inversión en sectores urbanos en la Cinta Costera y otras áreas donde vive la clase más rica, es millones de veces superior a la de los barrios pobres, lo que ha transformado a este país en un lugar de contrastes enormes. Aún así en el interior de esos lugares poco favorecidos hay una riqueza cultural y arquitectónica que nos puede enseñar mucho respecto de la sabiduría popular en crear viviendas adaptadas a las condiciones geográficas, geológicas y climáticas, sin necesidad de perder sus orígenes culturales.

En la construcción del Canal de Panamá 8 por los norteamericanos, fueron contratados en 1905 más de 19.500 obreros conformados, principalmente, por trabajadores de la construcción, del comercio, servicio y transporte. Estos trabajadores eran provenientes del propio Panamá, Europa, Asia y el Caribe (chinos, norteamericanos, dominicanos, jamaicanos). Con el Canal ya construido y, consecuentemente con la reducción de vacantes, la baja cantidad de industrias manufactureras capaces de atender la demanda de trabajo, además de la falta de políticas públicas en el sector urbano y social, generaron desempleo y empobrecimiento de las personas, las que se vieron obligadas cambiar para otras áreas en donde vivir, con un sueldo reducido o sin él.

A primera vista, Curundú es una barriada que trae todos los estigmas del lugar, ya que efectivamente allí existe violencia, desempleo, narcotraficantes, alcohólicos, huérfanos, gente muy pobre habitando donde no hay siquiera saneamiento básico (agua potable, alcantarillado) o cualquier equipamiento de infra-estructura urbana entre otras faltas. Sin embargo, aunque Curundú no tenga en su paisaje características de la arquitectura y del urbanismo “idealizados” en el mundo occidental – como de la ciudad legal11 donde viven las clases medias y ricas –, hay una conformación muy peculiar compuesta por casas de palafitos y callejuelas de madera que nos refieren a la tradición, las historias, costumbres y necesidades de una población que ha producido espacios peculiares que no deberían escapar de nuestra mirada y sensibilidad. (Fig. 3 y 4)

En las ciudades de medio y gran tamaño la manifestación de esa situación de espoliación9 y exclusión social de la infraestructura urbana y servicios (recreación, salud, educación, casas, etc) se manifiesta de variados modos: escasez de transportes colectivos, precariedad de vida, viviendas de mala calidad construidas por la propia gente, construcciones ilegales y apropiación de terrenos. En estos casos, la participación del Estado es fundamental no solo por las cuestiones obvias de mejoría de la calidad de vida y distribución justa de los beneficios de lo social y urbano para toda la gente, sino por el impulso que inyecta en el espacio urbano. Ese factor es lo que hará valorar la tierra de manera diferencial. Tal acción parecerá como actor importante en el proceso de especulación inmobiliaria y segregación social (Kowarick, 2000: 23). Mientras el Gobierno crea proyectos de desarrollo urbano en algunas áreas y leyes de uso de suelo favorables para determinado grupo de intereses, promueve la conurbación urbana y las direcciones preferenciales de crecimiento de la ciudad, otros espacios urgentes de mejorías son olvidados.

En el barrio de Curundú los espacios públicos y privados se mezclan y callejuelas, aceras, balcones y terrazas asumen un uso singular. De igual modo existen allí espacios públicos como calles, senderos peatonales, bares, pequeños comercios, etc., esenciales para la vida de la gente de los barrios. En la mirada de Jane Jacobs (Jacobs,1993), esos elementos toman forma de ojos de seguridad en los espacios públicos, es decir que la confianza entre las personas es fruto de innumerables y pequeños contactos nacidos de la vida cotidiana, como llevar los hijos a la escuela, caminar por la calle, frecuentar las mismas tiendas, compartir actividades comunes, de ir a la iglesia, al trabajo caminando o en bus, entre otras cosas.

[6] Para Harvey, por ejemplo: “el capitalismo es capaz de crear nuevas oportunidades para la acumulación, es útil en elaborar nuevos niveles de demandas, crear nuevos deseos y necesidades de consumo; incidir en el estímulo de crecimiento poblacional y expansión geográfica” (Harvey, 2005:41- 48). [7] Conforme datos del Censo de 2010, hay en Panamá cerca de 3.322.576 habitantes. En 2000 el total era de 2.839.177 habitantes. [8] “En 1880 se inician los trabajos para la construcción de un Canal en el Istmo de Panamá por la Compagnie Universelle du Canal Interoceanique obra a la que serian integrados un nuevo contingente de trabajadores nacionales pero principalmente extranjeros, entre otros factores, porque los constructores del ferrocarril de 1850-55 habían regresado a sus países o estaban muy viejos para las labores requeridas.” (Ayala, s/f: 540) [9] Según Kowarick, “ la espoliación urbana es la suma de extorsión que opera a través de la inexistencia o precariedad de servicios de consumo colectivo, que juntamente al acceso a la tierra y la vivienda son presentados como socialmente necesarios en relación a los niveles de subsistencia, y qye aguzan aún más la dilapidación realizada en el ámbito de las relaciones de trabajo. (Kowarick, 1993: 62). [10] En la versión brasileña publicó ese libro en 2006 con el título “Planeta Favela”, el mismo año del original publicado en Londres. (Davis, 2006: 200-201). [11] El concepto de ciudad legal y ilegal ha sido largamente debatido desde los años 80. En ese contexto, Ermínia Maricato dice que la situación de legalidad en una ciudad es una condición de excepción y no una regla. (Maricato, 2000).

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Figura 3 y 4 Restaurante comunitario y comercio popular, Curundú. Fotos: Mônica de Souza. Islas en la Ciudad: Hábitat y Espacio Público. en el corregimiento Curundu de Panamá

Mônica de Souza, Gonzalo Cerda


Mônica de Souza, Gonzalo Cerda Islas en la Ciudad: Hábitat y Espacio Público. en el corregimiento Curundu de Panamá [AS] Arquitecturas del Sur, 2011, Nº 39, p. 86-99

Figura 5 y 6 Trama de laberinto, Curundú. Fotos: Gonzalo Cerda.

Figura 7 y 8 Cocina comunitaria, Curundú. Fotos: Mônica de Souza.

3 Los aspectos urbanos arquitectónicos de Curundú

el acontecer urbano se produce en espacios públicos perfectamente configurados, en que se esfuman los límites de lo arquitectónico y de lo urbano.

y

La trama de laberinto – el espacio intersticial (Fig. 5 y 6)

Espacios sociales (Fig. 7 y 8)

Una de las cualidades espaciales que provoca esta traza urbana intersticial es la sorpresa, desarrollándose una intensa red de callejuelas peatonales de no más de 2 metros de ancho, que cada ciertos tramos se abren a espacios más abiertos y de uso más colectivo del barrio, en algunos casos con un programa más definido como cancha de multiuso deportivo, una cocina comunitaria, o simplemente, claros espaciales que acogen una intensa vida de encuentros y relaciones urbanas12. Los hitos de

Los espacios públicos del barrio Curundú presentan una expresión íntima, como si fuera un extensión espacial de la propia casa, un patio trasero donde es posible organizar eventos, mirar a los niños jugando en seguridad. El barrio de Curundú es rico en espacios sociales. La vida colectiva es intensa y se manifiesta de las más diversas maneras, no solo en los espacios más abiertos como la cancha multiuso, sino también en una infinidad de otros asociados a la vida cotidiana y económica del asentamiento.

orientación se encuentran en la memoria de los habitantes de Curundú. Memoria colectiva que ha permitido hacer a cada morador su propio mapa urbano del barrio. Se trata entonces de una traza llena de imprevistos, donde el paisaje urbano sorprende y jamás se repite. Así, Curundú, es un ejemplo de cómo la diversidad espacial y urbana otorgan identidad y sentido de pertenencia a un barrio.

Uno de los más significativos es el de la cocinería comunitaria. Se trata de una gran cubierta en la que trabajan los habitantes del barrio cocinando “bollos" y "tamales" de maíz y también la fruta "pixbae", productos que posteriormente son comercializados por vendedores ambulantes en la gran mayoría de los accesos de supermercados de la Ciudad de Panamá. Las condiciones de trabajo son mínimas y precarias, a ejemplo de la mayoría de los trabajos informales, sin embargo, ese lugar representa uno de los espacios sociales más importantes de Curundú, entregando una gran lección de economía solidaria organizada en un espacio de trabajo colectivo.

Conformación del espacio público La trama de laberinto está asociada a una cierta condición espacial: esta es que las callejuelas y pasadizos se encuentran configuradas por las propias viviendas. Esta simple pero fundamental condición representa otra de las mayores lecciones urbanas de Curundú, por cuanto

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Existe una economía local hacia el interior del barrio con sus propios códigos y lógica. Pequeños negocios de barrio que venden productos básicos, bebidas gaseosas, caramelos, espacios construidos la mayoría de ellos como la extensión de la propia vivienda13. Uno de los más interesantes es la cocina-restaurante colectiva, que a precio mínimo, vende un tazón de sopa o “sancocho” panameño - un cocido con yuca y maíz -a la hora del almuerzo. Las instalaciones son mínimas, una simple cubierta de zinc, sin embargo localizada en el corazón de barrio, constituyendo otro de los espacios colectivos característicos y más significativos de la trama.

las terrazas. Prácticamente todas las viviendas resuelven espacialmente la relación interior-exterior a través de una terraza cubierta. El uso de ella debemos asociarla al trópico húmedo, es decir unas condiciones de alta humedad y temperatura, en que resulta mucho más grato permanecer en espacios exteriores14 cubiertos en donde sea posible la llegada de la brisa y el frescor. La terraza como espacio público intermedio acoge la vida cotidiana de los habitantes, el juego de los niños, la conversación de las vecinas, las labores domésticas como lavar, cocinar, comer, etc. De ese modo, la terraza se convierte en el corazón de la casa, su espacio más significativo.

La vivienda: las terrazas – espacios intermedios para el trópico húmedo (Fig. 9 y 10)

Estrategias vernaculares de acondicionamiento ambiental (Fig. 11 y 12)

Uno de los elementos arquitectónicos y espaciales más característicos y significativos de las viviendas de Curundú es el de los espacios intermedios. Nunca la relación interior-exterior se produce directa, y siempre existe un espacio intermedio entre ambos, lo que ocurre a través de

En Curundú no existe aire acondicionado. ¿Cómo resolver entonces el problema de la adaptación a las condiciones climáticas extremas del trópico húmedo?: A través de tramas y celosías. La ventilación natural cruzada se torna de ese modo en una estrategia bioclimática fundamental

[12] La presencia del Estero Curundú, antiguamente sin canalización lo que provocaba las permanentes inundaciones del sector, hizo que desde sus comienzos estas circulaciones peatonales fueran elevadas, con pasillos originalmente de madera y en la actualidad de hormigón armado. Las circulaciones vehiculares prácticamente no existen o se encuentran solo en la periferia de la trama. [13] Garantizar el sustento de la familia y engañar las condiciones de desempleo por medio de un pequeño comercio en un cuarto improvisado en la parte delantera de la casa es una práctica muy común en los barrios pobres en muchas partes del mundo. [14] Muchas veces las condiciones mínimas de confort del interior de la casa, o los propios problemas familiares hacen que los espacios externos sean mejores que los interiores.

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Figura 11 y 12 Ventilaciones cruzadas y celosías, Curundú. Fotos: Mônica de Souza.

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Figura 9 y 10 Terrazas, espacios intermedios, Curundú. Fotos: Mônica de Souza.


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Figura 13 y 14 Palafitos y subsuelo, Curundú. Fotos: Gonzalo Cerda.

Figura 15 y 16 El color en el trópico, Curundú. Fotos: Gonzalo Cerda.

para resolver dicha interrogante, y nos encontraremos con las más variadas e ingeniosas formas de producir circulaciones de viento cruzadas, especialmente a través de celosías, tramas reticuladas, mallas metálicas, enrejados de madera y una infinidad de otros recursos vernaculares que nos hablan de una profunda sabiduría popular y ancestral con que los pueblos del Caribe y Las Antillas tradicionalmente han sabido enfrentar los rigores del trópico húmedo. Esto ha caracterizado su arquitectura, constituyendo hoy uno de sus acervos culturales más ricos y preciados. En medio de la selva urbana de hormigón, vidrio espejo, aire acondicionado y su asociado consumo energético desmesurado, Curundú nos entrega como lección la simple y ancestral práctica de la ventilación cruzada, a través de tramas y celosías de magnífica factura, en que los artesanos, especialmente los de la madera, han demostrado su virtuosismo, creatividad y fantasía.

espontáneo de intenso uso doméstico que caracteriza y cualifica el espacio público de Curundú. Palafitos de madera Las viviendas de Curundú son principalmente de madera. Sin embargo, se trata de un hábitat popular en el que se ha dado un uso a la madera como material de construcción sin los actuales estándares que ha alcanzado la arquitectura contemporánea en madera. No existe por consiguiente las apropiadas aislaciones termo-acústicas, la protección a la pudrición ni los tratamientos que se da contemporáneamente a la madera como material constructivo. Con lo que nos encontramos en Curundú en cambio, es con un uso popular de la madera, en que ella aparece mezclada con otros materiales, especialmente el zinc en planchas, y en las más diversas formas, entabladas, en placas, en entramados estructurales a la vista propios de su condición de palafitos, en celosías, en balaustradas, etc. Con todo, se trata por consiguiente de una materialidad liviana, que se levanta del piso y se adapta a las condiciones topográficas del lugar.

El “mundo” del subsuelo (Fig. 13 y 14) El que el área urbana en donde se instaló desde sus inicios el barrio de Curundú fuera una zona inundable, determinó que todas las viviendas se levantaran del suelo entre 2 a 3 metros. Se trata por tanto de palafitos en tierra, preparados en todo momento para una posible inundación. En la actualidad eso no ocurre, pero la condición palafítica original se mantiene. Esto ha dado lugar a un uso intenso de los espacios bajo la vivienda, generando una trama de ricos aconteceres público-privados. Con la idea original de levantarse del suelo para producir la necesaria aislación de la humedad y la inundación, se ha generado un espacio

El color en el trópico húmedo (Fig. 15, 16 y 17) Uno de los elementos característicos de la arquitectura y la cultura tradicional caribeña es el uso del color. Debemos considerar el uso del color en la arquitectura del Caribe y Las Antillas no solo como un asunto decorativo, sino fundamentalmente un asunto cultural (Flores, 2009).

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social de Curundú. De ese modo y en el contexto del Plan Curundú iniciado por el Ministerio de Vivienda de Panamá, se programaron reuniones con el MIVI, cuyos profesionales explicaron a alumnos y profesores el plan urbano a desarrollar, efectuando posteriormente visitas al sitio las que fueron acompañadas por funcionarios del ministerio y dirigentes vecinales del barrio, lo que permitió observar de cerca tanto la propuesta del gobierno como la realidad de la gente y sus perspectivas futuras, la peculiaridad del espacio y sus habitantes.

Este se encuentra enraizado en la tradición popular y de este modo podemos encontrarlo tanto en la arquitectura vernacular más ancestral, pasando por la arquitectura Decó de las décadas de 1920 y 1930, hasta en las propuestas arquitectónicas más contemporáneas. El caso de Curundú no escapa a esta regla y de ese modo la expresión pictórica popular se manifiesta con intensidad en el barrio. Entablados coloreados, la alternancia de franjas de distintos tonos, balaustradas pintadas, marcos coloreados y los más ingeniosos modos de pintar, dan cuenta en Curundú de una cultura popular colorida que se mantiene en el tiempo, aportando cualidades de identidad a la comunidad, además de expresar a través del color, el delicado cuidado con que son tratadas esas precarias construcciones. El uso del color está asociado asimismo a otro elemento identitario muy característico de la cultura del Caribe y Las Antillas cual es el trabajo de las maderas en filigranas, recortadas y talladas, todo parte de una artesanía popular presente en la arquitectura del barrio.

La propuesta pedagógica fue desarrollada en forma paralela en dos talleres de distinto nivel, los que a partir de un proyecto real, pudieron experimentar y desarrollar el tema Rehabilitación del Espacio Público de Curundú, cada uno a su nivel, con proyectos arquitectónicos y urbanos para el barrio. Metodológicamente se optó por aceptar el planteamiento urbano del MIVI, dejando a cada estudiante la libertad para plantear sus propios programas y problemáticas arquitectónicas como así también libertad para cuestionar la propuesta oficial. Pedagógicamente este fue un asunto fundamental, puesto que la discusión sobre el proyecto planteado permitió a los estudiantes cuestionarse sobre su pertinencia, criticar y contraproponer, generándose un amplio espacio de discusión y debate sobre asuntos fundamentales para una arquitectura apropiada en el trópico húmedo, para el espacio público y para el barrio de Curundú, lo que se tradujo en propuestas arquitectónicas, algunas de las cuales se presentan a continuación:

Curundú, experiencia pedagógica

Como profesores invitados de la Escuela de Arquitectura y Diseño para Latinoamérica y El Caribe ISTHMUS de Panamá el año 2010, estimamos que sería de interés para el proceso formativo de los estudiantes promover su acercamiento a la realidad urbano-arquitectónica y

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Figura 17 El color en el trópico, Curundú. Fotos: Gonzalo Cerda.


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PROYECTO CONJUNTO DE VIVIENDAS / CURUNDÚ Alumna : Ana Raquel García (Nivel intermedio) Profesora :Mónica de Souza La propuesta destaca por: • Curundú. • • lugar. • cruzadas. • • vivienda. •

Plantea una relectura de la vivienda tradicional de Espacios de uso bajo la vivienda (palafitos). Creación de espacios público-privados propios del Control térmico y energético a través de ventilaciones Uso de terrazas: públicas, privadas y mixtas. Posibilidades de ampliación y transformación de la La vivienda como espacio de trabajo.

PROYECTO CONJUNTO DE VIVIENDAS / CURUNDÚ Alumna :Zaira Gutierrez (Nivel intermedio) Profesora:Mónica de Souza La propuesta destaca por: • La posibilidad de incorporar espacios de trabajo dentro de la vivienda (vida doméstica y trabajo integrado). • Vigilancia: el juego de los niños cerca de sus padres. • Continuidad y reproducción de uso de espacios tradicionales: colgaderos de ropas, terrazas comunes, otros. • Espacio interior flexible con posibilidades de ampliación.

PROYECTO CONJUNTO DE VIVIENDAS / CURUNDÚ. Alumno: Michel Eskinazi (Nivel superior) Profesor: Gonzalo Cerda B La propuesta destaca por: • El uso de espacios intermedios contemporáneos en concordancia por aquellos tradicionales del lugar. • Conformación del espacio público y comunitario. • Trabajo de un módulo replicable y modificable. • Uso de celosías y sombreaderos.

PROYECTO BIBLIOTECA y TALLERES / CURUNDÚ Alumna: Alexandra Mulino (Nivel superior) Profesor:Gonzalo Cerda B La propuesta destaca por: • Su concepción como biblioteca-taller. • Plaza cubierta: genera un gran espacio público central articulador del programa. Espacio social. • Gran cubierta como espacio de sombra. • Circulación y aceleración del viento para producir frescor.

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Figura 18 Fotografías y modelaciones propuestas. Fuente: Alumnos Escuela de Arquitectura y Diseño de Ámerica Latina y El Caribe-ISTHMUS.


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Figura 19 Palafitos de madera en Curundú. Fotos: Mônica de Souza.

Consideraciones finales

Delante de todas esas preguntas, Curundú plantea respuestas a problemáticas urbanas, arquitectónicas y ambientales que constituyen, paradojalmente, verdaderas lecciones para la ciudad contemporánea. Una de ellas es la relacionada con el uso y la configuración del espacio público, el que va a lograr una mayor vitalidad e intensidad urbana, en la medida que sea capaz de acoger con mayor plenitud la trama de aconteceres sociales de la comunidad a la que sirve, con espacios públicos bien configurados que promuevan la intimidad de la vida colectiva.

El caso analizado nos ha permitido mostrar algo sobre la realidad de las ciudades de América Latina. De ese modo, consideramos oportuno presentar como ejemplo, algunos aspectos de la constitución territorial de la Ciudad de Panamá, y en especial las perspectivas, dinámicas y peculiaridades del Corregimiento de Curundú por cargar estigmas de insalubridad, violencia y pobreza por un lado, y de otro, por guardar en su interior una riqueza inconmensurable tanto desde el punto de vista arquitectónico como humano, características desconocidas por la mayoría de los habitantes de la ciudad.

En Curundú, la relación de lo público y lo privado nunca es brusca, es gradual, no se sale del interior al exterior en forma abrupta. Claves son allí las terrazas cubiertas, espacios intermedios en donde se produce una intensa vida privada y pública al mismo tiempo, en las que se vivencia la vida en comunidad. No hay fractura aquí entre lo público y lo privado, y el pasaje o la callejuela se cuida y se mantiene limpio porque hace parte de la propia casa. Curundú brinda también una gran enseñanza sobre las estrategias vernaculares de control climático y ambiental, tan preciadas hoy en día. Ventilaciones cruzadas, celosías, tramas de madera en donde los artesanos locales han desplegado ingenio y colorido. Todos esos elementos constituyen un patrimonio cultural que ha otorgado carácter e identidad al barrio, ligándose de ese modo con la tradición constructiva y cultural del Caribe y Las Antillas. En la medida que un barrio sea capaz de promover las expresiones locales de sus habitantes estará aportando a la vida cultural de la ciudad.

Sin duda, hay muchas más ganancias que pérdidas cuando nuestro contacto con la ciudad ocurre de manera más empírica y vivencial, y en este sentido el barrio Curundú nos abrió un abanico de posibilidades de aprendizaje sobre la dimensión de la ciudad, lo que nos hizo reflexionar más sobre la pluralidad que constituye una ciudad. Frente a esta realidad, los cuestionamientos se multiplicaron acerca de ¿en qué ciudad vivimos y quien son sus habitantes?, ¿porqué tantos contrastes socioespaciales?, ¿quienes son los actores responsables por la constitución y transformación de los espacios urbanos?, ¿cuáles son los desafíos que debemos enfrentar para conseguir ciudades más justas, donde las relaciones sociales, de trabajo y con la naturaleza sean posibles? acerca de ¿cual es el papel de los arquitectos y urbanistas en la construcción y transformación de la ciudad? como así también, ¿cuales son las otras disciplinas que podríamos aliar a la arquitectura y el urbanismo que nos puedan ayudar a pensar mejor sobre la totalidad de la ciudad?

La trama intersticial y espontánea, representada en Curundú por una intensa y laberíntica red de callejuelas elevadas, nos refiere de igual modo a la necesidad de la variedad. Hoy

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Mônica de Souza, Gonzalo Cerda

Bibliografía

AYALA M, Carlos. El caso de Panamá – las organizaciones sindicales centroamericanas como actores del sistema de relaciones laborales. Ciudad de Panamá. s/f, disponible en: http://www.binal.ac.pa BORJA, Jordi. Revolución y contrarrevolución en la ciudad global: las expectativas frustradas por la globalización de nuestras ciudades. EURE (Santiago), Dic. 2007, vol.33, nº.100, p.35-50. www.scielo.cl/pdf/eure/v33n100/art03.pdf DAVIS, Mike. Planeta Favela. São Paulo: Boitempi, 2006. FLORES Sasso, Virginia. PUC República Dominicana 12º Seminario Internacional de Forum UNESCO Universidad y Patrimonio. Hanoi, Vietnam 5-10 abril 2009.

Islas en la Ciudad: Hábitat y Espacio Público. en el corregimiento Curundu de Panamá

en que la ciudad planificada crece en forma monótona, en extensión y baja densidad, la lección que esta barriada nos deja es que resulta fundamental para conseguir una ciudad más significativa ampliar los horizontes a la diversidad. Resulta imperativo hoy romper el círculo vicioso del mero lucro especulativo como motor del gigantismo urbano de nuestras ciudades Latinoamericanas, para crear y recrear espacios más originales, sustentables y humanizados. En estos tiempos que vivimos, la segregación social del espacio urbano llega a proporciones gigantescas, en que el acceso a la oferta urbana (infraestructura, instituciones públicas, etc) para los habitantes de la ciudad resulta cada vez más difícil, proliferando los guetos y aumentando los bordes periféricos, crece la vulnerabilidad social y la incerteza del futuro, se pierden las referencias y la identidad, se acumulan retóricas políticas y urbanas basadas en el modelo ideal de las clases hegemónicas, las que escapan de la realidad de la mayoría de los habitantes.“Es decir las esperanzas generadas por la revolución urbana se frustran y el malestar urbano es una dimensión contradictoria de la vida urbana actual” (Borja, 2007: 7).

JACOBS, Jane. The death and life of great american cities. Nova York: Rondon House, 1993.

HARVEY, David. Espaços de Esperança. 2ª Edición. São Paulo: Edições Loyola, 2006.

La importancia que se otorga a la vida pública en los pasajes y callejuelas de Curundú , el sentido de vecindad, el respeto mutuo, la solidadaridad y el entendimiento de la identidad del lugar y del personas, nos confirma la idea que la vida en comunidad no se encuentra en los condominios cerrados de las clases ricas, sino que sobrevive en las periferias, en las barriadas. Y, tal vez, en esos lugares estigmatizados esté la clave para entender el sentido de vivir en sociedad y abandonar definitivamente la arquitectura vanal y estandarizada que nos impone la economía global.

KOWARICK, Lucio. Escritos Urbanos. São Paulo: Editora 34, 2000. MARICATO, Erminia. Conhecer para resolver a cidade ilegal. Disponible en http://www.usp.br/fau/depprojeto/ labhab/biblioteca/textos/maricato_conhecercidadeilegal. pdf SAMUDIO, Jr, D. (et. alt). Curundu: estudio socio económico y cultural de las familias que residen en la comunidad urbana de Curundú. Ciudad de Panamá: Editor Fundación Techo, 1993.

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[AS] Arquitecturas del Sur, 2011, Nº 39, p. 86-99

HARVEY, David. A produção capitalista do espaço. 2ª Edición. São Paulo: Annablume, 2005.


INSTRUCCIONES PARA PUBLICAR

en archivos independientes en formato JPG o TIFF y tener una resolución mínima de 300 dpi. Arquitecturas del Sur pone especial preocupación en el tratamiento del material visual que se publica, por lo cual el contenido y la calidad visual de las imágenes es un factor de gran importancia en la evaluación del artículo y su resolución deberá permitir la adecuada reproducción.

ASPECTOS GENERALES POLÍTICA EDITORIAL Arquitecturas del Sur es una revista universitaria semestral que publica artículos de investigación que den cuenta de una contribución concreta al campo del conocimiento de la arquitectura y disciplinas afines y reunidos a partir de temáticas anuales. Cada número se introduce con un “trabajo en proceso” liderado por un académico del Departamento de Diseño y Teoría de la Arquitectura que pretende abrir nuevos caminos en la investigación y la documentación de la arquitectura del Sur de Chile.

TABLAS Las tablas incluyen información adicional que amplía lo que se dice en el texto como cuadros de datos o tablas estadísticas. Se enumerarán correlativamente con cifras arábicas al interior del texto en el lugar que les corresponda aludiendo a ellos según el siguiente ejemplo: (Tabla 2). Debajo de cada tabla se indicará Tabla Nº y luego el título junto con la fuente de la información, todo en minúsculas.

SISTEMA DE ARBITRAJE Y SELECCIÓN DE ARTÍCULOS La revista posee una convocatoria abierta que define las líneas temáticas de los próximos números. Los artículos deben ser originales e inéditos, y no estar postulados para publicación simultáneamente en otras revistas u órganos editoriales.El envío de manuscritos presupone, por parte de los autores, el conocimiento y aceptación de estas instrucciones así como de las normas editoriales. Los autores cederán a Arquitecturas del Sur los derechos de comunicación pública de su manuscrito para su difusión y explotación a través de Intranet, Internet y cualquier portal que escoja el editor, para consulta on line de su contenido y su extracto, para su impresión en papel y/o para su descarga y archivo, todo ello en los términos y condiciones que consten en la web donde se halle alojada la obra. Por otro lado, Arquitecturas del Sur autoriza a los autores de los trabajos publicados en la revista a que ofrezcan en sus webs personales o en cualquier repositorio de acceso abierto una copia de esos trabajos una vez publicados. Junto con esa copia ha de incluirse siempre una mención específica de Arquitecturas del Sur, citando el año y el número de la revista en que fue publicado el artículo y añadiendo, además, el enlace a la web/webs de Arquitecturas del Sur. Los trabajos recibidos son objeto de una evaluación preliminar por parte del comité editorial. Una vez establecida la pertinencia de los artículos con el interés temático de cada número, estos son sometidos a un arbitraje externo conformado por investigadores especialistas del área para una evaluación definitiva que plantea tres categorías:

FIGURAS Los gráficos, mapas y fotografías se denominarán figuras. Se enumerarán correlativamente con cifras arábicas al interior del texto en el lugar que les corresponda aludiendo a ellas según el siguiente ejemplo: (Figura 2). Debajo de cada figura se indicará Figura Nº y luego el título junto con la fuente de la información o autor de la fotografía, todo en minúsculas. 4. CITAS Y REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS Tanto las citas textuales como las referencias bibliográficas deben detallarse en el texto, especificando autor, año de publicación, y número de página (Alder, 2007: 61) NOTAS Las notas serán las imprescindibles y se situarán al final de cada página. En ellas se puede aludir a la bibliografía en forma abreviada: autor, año y número de página. BIBLIOGRAFÍA La bibliografía deberá aparecer completa al final del artículo, ordenada alfabéticamente y, para cada autor, en orden cronológico, de más antiguo a más reciente. Las referencias bibliográficas se ajustarán a la norma ISO 690 que se puede abreviar en los siguientes ejemplos: A. LIBROS Y MONOGRAFÍAS: MORALES, José Ricardo. Arquitectónica: Sobre la idea y el sentido de la arquitectura. 2º Edición. Santiago: Editorial Universitaria, 1999.

(A) Publicarse (B) Publicarse condicionado a (C) No publicarse. Los autores deberán considerar las observaciones de los evaluadores y del Comité Editorial de la Revista que pueden solicitar correcciones, tanto formales como de contenido. En caso que los autores omitan las indicaciones realizadas en la evaluación sin una justificación adecuada, el artículo será rechazado.

B. CAPÍTULOS DE LIBROS Y MONOGRAFÍAS: PÉREZ, Fernando. Christian De Groote: Entre el rigor y la Poética. En: MUÑOZ, María Dolores, Premios Nacionales de Arquitectura Chile. Concepción: Ediciones Universidad del Bío-Bío, 2000, p.182187.

INSTRUCCIONES PARA EL TEXTO

C. ARTÍCULOS DE PUBLICACIONES EN SERIE: ALDER, Caroline. Agua y experiencia espiritual. Revista AS Arquitecturas del Sur, 2007, Nº 33, p. 58-67.

1. TÍTULO Debe ser conciso e informativo, considerando que con frecuencia es empleado para índices de materias e incluir una traducción al inglés inmediatamente debajo de la versión en español. Se señalarán todos los autores que hayan participado directamente en la ejecución del trabajo. Se indicarán títulos profesionales y de postgrado, y su filiación institucional indicando ciudad y país.

D. TEXTO ELECTRÓNICO: FREITAS FUAO, F. (2008, junio), Arquitetura e criatividade, Arquiteturarevista, v. 4 n° 1, consulta el 19 de diciembre del 2008, disponible en: http://www.arquiteturarevista.unisinos.br/pdf/39.pdf

2. RESUMEN O ABSTRACT El resumen debe estar escrito en español e inglés y no debe superar las 150 palabras. Debe incluir 5 palabras clave y sintetizar los objetivos del trabajo las hipótesis formuladas y las conclusiones más importantes, poniendo énfasis en las aportaciones originales.

NÚMEROS 2012: TEMA: ARQUITECTURA Y RITO

3. TEXTO Se utilizará un estilo claro y correcto poniendo especial atención en la ortografía y la puntuación.Los artículos deben estar escritos en español con letra Arial Nº 8 a espacio sencillo y no superar las 4000 palabras. En el caso de los artículos debe estructurarse según las siguientes secciones: Introducción, métodos, resultados, conclusiones y referencias bibliográficas. Además del texto sólo existirán tablas y figuras. Deberán ser enviadas

N° 41 (AGOSTO) N° 42 (DICIEMBRE)

CONTACTO:

Hernán Ascui Fernández - Editor Teléfono: (56-41) 2731409 - hascui@ubiobio.cl

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