LA SALAMANDRA DEL FUEGO
Jaime Falc贸n
AAS La salamanda de fuego Jaime Falc贸n 2011漏 todos los derechos reservados Ilustraci贸n de portada Alvaro Arrosamena Editado por AAS Sweden en G枚teborg, Suecia en setiembre de 2011
Índice
Cap 1……………………………………………………………………………………………………página 1 Cap 2……………………………………………………………………………………………………página 8 Cap 3……………………………………………………………………………………………………página 12 Cap 4……………………………………………………………………………………………………página 16 Cap 5……………………………………………………………………………………………………página 19 Cap 6……………………………………………………………………………………………………página 22 Cap 7……………………………………………………………………………………………………página 24 Cap 8……………………………………………………………………………………………………página 27 Cap 9……………………………………………………………………………………………………página 30 Cap 10…………………………………………………………………………………………………..página 33 Cap 11…………………………………………………………………………………………………..página 36 Cap 12…………………………………………………………………………………………………..página 40 Cap 13………………………………………………………………………………………………..…página 46 Cap 14……………………………………………………………………………………………….….página 48 Cap 15…………………………………………………………………………………………….…….página 51 Cap 16………………………………………………………………………………………….……….página 54 Cap 17………………………………………………………………………………………….……….página 59 Cap 18…………………………………………………………………………………………….…….página 65 Cap 19……………………………………………………………………………………………….….página 68 Cap 20…………………………………………………………………………………………….…….página 75 Cap 21………………………………………………………………………………………….….……página 79 Cap 22…………………………………………………………………………………………….…….página 82 Cap 23………………………………………………………………………………………….….……página 86 Cap 24………………………………………………………………………………………………..…página 92 Cap 25…………………………………………………………………………………………….….…página 97 Cap 26………………………………………………………………………………………..…………página 101 Cap 27…………………………………………………………………………………………………..página 106 .
A Isabella Magdalena A Vendela Lovisa
LA SALAMANDRA DEL FUEGO
CAPITULO PRIMERO Alonso de Paris había recibido su nombre en una iniciación de misterios mayores. Durante muchas existencias los maestros de la hermandad blanca le habían ido adiestrando poco a poco en el sendero de lo oculto. Alonso de Paris había abandonado la isla de Arran, en Escocia, en un viejo buque que su amigo el anciano pescador Jòshua O`brain le había alquilado por algunos días. O`brain mismo conducía el viejo bote por el brazo de mar de Clyde del North Channel. Alonso de Paris había pensado que lo mejor sería trasladarse por medio de las aguas hacia la Isle of Man y continuar después rumbo a Liverpool para de allí tomar el avión hacia Hamburg y continuar después para Düsseldorf. Alonso de Paris había ido a la isla de Arran para buscar un paquete que contenía el original de la Mona Lisa. El paquete tendría que ser enviado después a su maestro Eastwood W. Goethe. La pintura de la Mona Lisa que se exhibía en el museo del Louvre, en Paris, era una obra falsa. De la verdadera pintura de la Mona Lisa se desconocía casi todo. Solo unos cuantos iniciados del bien y unos cuantos iniciados del mal conocían la verdad sobre ella. En torno al original se tejía toda una complicada historia escondida en acontecimientos misteriosos y leyendas bordadas con los hilos de lo desconocido. Eastwood W. Goethe poseía la piedra filosofal. Eastwood W, como Alonso de Paris le llamaba, le había dicho que Leonardo Da Vinci había pintado la Mona Lisa bajo su propia dirección. Leonardo había sido obligado a trasladarse a Francia y ponerse bajo la protección del rey Frans I para escapar a la persecución que el clan negro de Andragón Mill había desatado en su contra. Da Vinci había pintado la misteriosa tela durante ocho años. Alonso de Paris recordaba que Eastwood W.Goethe le había revelado el verdadero significado de las dos palabras Mona Lisa.
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Mona Lisa, le dijo manteniendo la respiración, quiere decir : Madre Omnipresente Nuit Adorada, Luz, Isis, Apiádate (de nosotros). Alonso de Paris recibió un golpe de luz en toda su constitución psíquica y supo en ese instante de revelación que las cosas habían cambiado totalmente para él. Sintió, también, que su vida se deslizaría siempre por el sendero de los sacrificios y nada de eso le amedrentó. Alonso de Paris había estado en Paris cuando la Mona Lisa fué robada del museo del Louvre el 21 de agosto de 1911. En 1913, dos años mas tarde, la pintura sería recuperada en Italia y devuelta al Louvre. Alonso de Paris, se trasladó hacia Florencia para tratar de recuperar la Mona Lisa pero no pudo apoderarse de la pintura ni pudo hacer mucho contra la fuerza maléfica de Andragón Mill, uno de los terribles jefes del clan negro, quien había robado la Mona Lisa para llevarse la obra hacia la dimensión negra. Para lograrlo tendría que reconvertir los poderes de luz, con que el cuadro estaba revestido, y convertirlos en poderes del mal. Para eso se necesitaba una iniciación del mal y un sacrificio. En Florencia, Alonso de Paris se reencontró con Shakuntala K. que era maga blanca y que había jugado un papel muy importante en Myanmar, Burma, en la dinastía de Anawratha. En los círculos de sabiduría se afirmaba que Shakuntala K. había nacido durante la primera raza divinal sobre la Tierra; su edad era desconocida. Gracias a las artes mágicas de Shakuntala K. , Anawratha pudo vencer a su hermano Sokka-te que le disputaba en ese entonces el poder. Anawratha edificó ciudades, construyó sistemas de riego, implantó la cosecha del arroz, buscó fuentes de agua excavando pozos por todas partes y logró incrementar el bienestar de su pueblo. También construyó pagodas y conventos. Este es el inicio del Buddhismo en Burma. Shakuntala K había ayudado a levantar esa atmósfera y había apoyado al rey Anawratha que transformó a Burma en el lapso de unos cuantos intensivos años de trabajo y sacrificios. Andragón Mill intentaba apresar a Shakuntala K. Para sacrificarla y cargar con los poderes del mal la pintura de la Mona Lisa. Alonso de Paris estaba conciente de todo esto. Cuando el barco cruzaba el Irish Sea Alonso de Paris pensó en Francois Legend, el maestro inmediato a quien él acudía frecuentemente para pedir sus consejos. Tan pronto como llegase a Hamburg, continuaría para Düsseldorf. Después se trasladaría hacia Paris y le conectaría allá; junto con él, después, se reunirían con el gran maestro Eastwood W. Goethe, para recibir, quizá, más información. Francois Legend conocía en la práctica todo el magisterio de los elementos y era maestro de los misterios del fuego y los misterios de los tattwas. Francois Legend había recibido su iniciación en el Egipto de los faraones iluminados quienes habían llegado de la Atlántida cuando este continente había sido tragado por el mar de las aguas del océano Atlántico. Francois Legend había alcanzado los grados de iniciación que le permitían el acceso al Anklad; es decir al paraíso divinal de conciencia superlativa en donde los adeptos de la hermandad blanca extraen todos los conocimientos para luchar eficazmente contra el mal. ”Nuit, - le había dicho Eastwood W. Goethe – 2
es la madre original de la creación”. ”Recuerda que la novena esfera es el sanctum regnum”. Francois Legend había trabajado en los fondos terribles de la novena esfera donde el iniciado debe hacer frente a todos los más horripilantes demonios de los que uno pueda tener idea. Allí los había vencido a todos con la ayuda y la asistencia de la madre bendita Nuit; Isis, en otras palabras. Francois Legend era uno de los hijos mas queridos de la madre Isis. No hay que olvidar que en los sótanos de las catedrales góticas se reverenciaban a las figuras de las vírgenes negras : la madre Isis negra. Estas vírgenes negras, para el que sabía, eran la significación de la materia prima con la cual el adepto tenía que empezar a trabajar en su laboratorio alquímico. El Barco había llegado a Liverpool y Alonso de Paris se dirigió antes que nada al correo para enviar el paquete hacia Düseldorf bajo el nombre de Johannes Brandt, que era el nombre que el maestro Eastwood W. Goethe usaba en su vida cotidiana. El gran maestro de misterios mayores Eastwood W. Goethe cambiaba de forma física cuando lo requería; también poseía el don de las lenguas y hablaba perfectamente todas las lenguas de la Tierra. Conservaba el impecable conocimiento sobre el latín, el griego antiguo, la lengua sagrada egipcia, la lengua hebrea, el persa antiguo, el chino y la lengua sánscrita. Dominaba, también, las lenguas de las civilizaciones desaparecidas de la Atlántida, la Lemuria, la civilización de la raza Andrógina y la lengua de la primera raza Divinal en el planeta. Cuando Eastwood W. Goethe se veía en gran peligro aumentaba o disminúa de tamaño también. Su sabiduría era inacabable y sorprendente. Se decía que Eastwood W. Goethe hablaba la lengua de la Luz, que es la lengua con la cual la parte femenina del Innombrable dió vida a toda la creación. Alonso de Paris disfrutaba ver al gran maestro aparecer y desaparecer a voluntad. Alonso de Paris entró a una pequeña agencia de viajes y reservó un boleto turístico de avión para Düsseldorf. ”No hay viaje para Dusseldorf hoy. Podría usted esperar para mañana?” – le contestó amablemente la hermosa joven. ”Ningún problema. A qué hora partiría mañana?” ”A las once de la mañana. Tomará usted este vuelo?” ”Sí” – contestó Alonso de Paris – ”Me parece muy bien. Podría usted recomendarme un hotel?” ”Claro- dijo la joven – , El Spirit of St Louis está a cien metros de aquí, en esta
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misma calle” ”Muchas gracias. Podría usted enviarme un coche a recogerme a las nueve de la mañana?” ”Con mucho gusto señor de Paris. El auto estará esperándole en la puerta del hotel a las nueve en punto de la mañana” Alonso de Paris pagó en efectivo con dólares americanos y salio de la pequeña agencia de viajes. Miró hacia todos lados y a rápido golpe de ojo vió un restaurante . Entró al restaurante indio y pidió cordero con curry y una cerveza lager. Media hora después se dirigió rumbo al Spirit of St Louis. Le dieron un single room que daba a la calle. Alonso de Paris se quedó dormido en un abrir y cerrar de ojos. Despertó a las siete de la mañana y se duchó. Bajó al restaurancillo del hotel y pidió un par de Soft-boiled eggs, té y un par de tostadas. Subió las escaleras y entró a su cuarto. Tuvo tiempo para afeitarse y cepillarse los dientes. Movió el estómago y se enjabonó las manos. Abrió la puerta y empezó a bajar las escaleras. El taxi llegó puntualmente. Estaba en marcha hacia el aeropuerto. Eastwood W. Goethe había envíado a Alonso de Paris hacia la isla de Arran a buscar el cuadro de la Mona Lisa para despistar a Andragón Mill, uno de los jefes del clan negro. Ni Alonso de Paris estaba enterado de la finalidad de los pasos que el gran maestro Eastwood W. Goethe estaba tomando. ”Estamos enfrentándonos a un enemigo muy poderoso. Hasta lo que dejemos de hacer es importante. En Düsseldorf te encontrarás con Francois Legend. La inteligencia fina y matemática de Legend es una parte muy importante en este peligroso juego”, le dijo el maestro Goethe a su discípulo iniciado Alonso de Paris. Francois Legend era considerado el mejor Chess-player del mundo misterioso y escondido. Cuando él jugaba con los maestros iniciados en la cuarta dimensión completaban entonces el tablero original con diferentes Chess-board que se colocaban encima, debajo y a los cuatro lados del tablero inicial. La jugada que se hacía en el primer tablero repercutía en cada uno de los otros tableros y
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los tableros de abajo y de arriba ; entonces era muy difícil mantenerse en la defensa y en el ataque en las futuras consecuencias de la jugada inicial. Era casi imposible poder vencer a Francois Legend. Eastwood W. Goethe había podido llegar a la mente maléfica de Andragón Mill porque éste, en sus desplaces y movimientos, dejaba al desnudo tácticas dirigidas a mutilar a su oponente. La estrategia de Andragón Mill estaba sustentada en la base del mal y la destrucción definitiva. Eastwood W. Goethe usaba las armas del bien para defenderse y sorprender a Andragón Mill que siempre se encontraba un paso atrás cada vez que usaba a sus peones para lograr ganar terreno en la lucha. ”Al enemigo se le vence mostrándole siempre nuestra debilidad”, solía decir el maestro Eastwood W. Goethe. Alonso de Paris trataba de no olvidar esto jamás. El avión haría escala en Hamburg, primero. Alonso de Paris descendió del avión para estirar el cuerpo. Se dirigió al bar y pidió una botella de agua mineral Perrier y un sandwich de pavo y queso acompañado de una pequeña ensalada de legumbres, tomate, cebolla roja y aceite de oliva. En la mesilla de su lado izquierdo había una mujer como de unos veinticinco años de edad con un sombrero negro y un sobretodo que dejaba entrever un vestido largo y elegante. Su cuerpo era proporcionado y despedía un magnetismo difícil de eludir. Sus ojos color violeta resaltaban en su piel casi color de aceituna verde. Ella le miró y le sonrió. Alonso de Paris rerspondió con una pequeña inclinación de cabeza y ella cruzó las piernas. Alonso de Paris se encaminó al avión nuevamente. Habían pasado casi tres horas. Se sentó y preguntó por el Times. De pronto sintió una fuerza concentrada en él. Miró hacia atrás y vió a la mujer que había estado sentada en el bar. La mujer estaba parada tratando de colocar una pequeña maleta en la parte superior del asiento. La maleta resbaló y cayó al piso. Alonso de Paris acudió en ayuda de la mujer y levantando la maleta la colocó debajo del asiento. ”Thank you”, le dijo ella, mostrando una dentadura blanca y finísima. ”You are welcome”, contestó firmemente Alonso de Paris. ”Va usted para Düsseldorf también?”, le preguntó ella. ”Si”, contestó Alonso de Paris. Por lo demás, mi nombre es Alonso de Paris. ”Me llamo Jannina Behram”, dijo ella y volvió a sonreir. Alonso de Paris regresó a su asiento pues la Stewardess estaba pidiéndole a los 5
pasajeros que tomaran asiento y que abrocharan sus cinturones de seguridad. Lo que Alonso de Paris no sabía es que Jannina Behram era descendiente directa del famoso asesino Behram , - miembro de la secta india Thug -que durante cinco años había ahorcado con un lienzo a más de mil personas. Jannina Behram no usaba el lienzo para matar a sus víctimas, sino un veneno mortal que llevaba en el anillo de su mano izquierda. Debajo del diamante había una pequeña cavidad que contenía algunas gotas del eficaz veneno. En cada uno de los lados del anillo estaba grabada la estrella de cinco puntas con dos de las puntas hacia arriba. Pero Alonso de Paris no notó los grabados.
Dentro de unos cuantos minutos el avión descendería en Düsseldorf. La Stewardess llegó hasta Alonso de Paris y le dijo que alguien le llamaba desde Düsseldorf. La stewardess le dió el teléfono portátil. ”Hello! Hello!”, gritó Alonso de Paris. ”Hello, Alonso. Es Mr. Chess”, contestó Francois Legend, para cubrir su verdadera identidad. ”Mr Chess. How are you?”. ”Very well”, replicó Francois Legend. ”I won´t wait for you at the airport. Te esperaré en La Casa de los Espejos”, dijo Francois Legend. A las ocho de la noche , O.K.? ”A esa hora estaré allí”, contestó Alonso de Paris. Alonso de Paris entregó el teléfono portátil a la sterwardess. La casa de los espejos era el nombre que los dos le daban a un pequeño restaurante situado cerca del Rhin. El dueño era un italiano emigrado de Venezia. Al restaurante le llamaban La Casa de los Espejos porque los faroles se reflejaban en el río y daban la impresión de ser espejos. El avión estaba aterrizando y Alonso de Paris tomó su pequeña maleta que había depositado debajo de su asiento. Al pasar a su lado, Jannina Behram le agradeció por su pequeña ayuda. ”Si llegara a quedarse en Dusseldorf por algunos días me gustaría invitarlo 6
a mi Castillo”, le dijo ella. Jannina Behram le extendió una tarjeta con su nombre, su dirección y sus números de teléfonos. Alonso de Paris le miró a los ojos color violeta y no pudo resistir la tentaciónde decirle que si las circunstancias se lo permitieran trataría de hacerse un poco de tiempo. Ella le extendió la mano y desapareció. El, también, se encaminó lentamente hacia la salida. Pasó por el control de pasaportes y poco después pidió un taxi rumbo al hotel Marburg . Eran exactamente las siete y cinco de la noche. Le alcanzaría el tiempo justo para ducharse y cambiarse de ropa.
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CAPITULO SEGUNDO
Grenville, el Duque California, había tenido la tela de la Mona Lisa durante veinticuatro horas. Para que nadie pudiera sospechar que él, al fin, se había apoderado de la poderosa reliquia, la envió a Bucaramanga, Colombia, con Alfredo Rojas, el Tiburón. El Tiburón Rojas era uno de los alumnos más Despiadados que Grenville California tenía. El abuelo del Tiburón Rojas había sido Teófilo Rojas que desde 1948 a 1963, había matado, sin ayuda de nadie, a más de tres mil personas. El Tiburón Rojas fué seleccionado por el propio Grenville, el Duque California. La tela le fué entregada al Tiburón Rojas en Paris. El Duque Grenville había escogido al Tiburón Rojas porque éste era un alumno recién ingresado al Clan de la hermandad negra. Lo que Grenville California no sabía es que Alonso de Paris yá estaba sobre la pista de la tela y que en el hotel Dijon, en la madrugada, con ayuda de Shakuntala K. y sus artes mágicas y sorprendentes había hecho adormecer al Tiburón Rojas. Mientras el Tiburón Rojas dormía Alonso de Paris envió la tela hacia la isla de Arran, en Escocia, haciendo lo que el maestro Eastwood W. Goethe le había ordenado. En el lugar de la tela, Shakuntala K. y Alonso de Paris, habían dejado una copia exacta muy difícil de verificar como falsa. El Tiburón Rojas había tomado el avión para Bogotá y había sido trasladado después hacia Bucaramanga donde escondió la tela en un Banco cuyo gerente tenía contactos con los militares corruptos del país. Cuando Grenville California, el Duque, llegó a Bucaramanga y observó la tela, estalló en alaridos de rabia y ansias de venganza. Fué allí cuando Grenville California se decidió por formar su frente de ataque y a la cabeza de él colocó a Andragón Mill. Andragón Mill estaba convencido que con la tela de la Mona Lisa en su poder la edad de las tinieblas sería una realidad sobre la tierra. Las fuerzas negras amenazaban con apoderarse del poder para dirigir los asuntos financieros y políticos del planeta. Cuando Andragón Mill nació se produjo un momento de obscuridad y se desató una terrible tormenta que duró varias horas. El sol fué cubierto por espesas nubes negras. A las dos semanas de haber nacido, Andragón Mill empezó a balbucear sus primeras palabras y cuatro días después hablaba con bastante propiedad. Andragón Mill poseía una inteligencia sutilmente maligna y eso fué lo que hizo que Grenville California le diera plena libertad para dirigir las operaciones para poder asi recuperar la tela. Lo primero que Andragón Mill hizo fué mandar en busca de Lee X. Zhong. Xian Zhong, el bandido chino, del siglo XVII, junto con su banda de criminales, asesinó, en 8
solo tres años, a cuarenta millones de personas. Lee X. Zhong era descendiente directo de Xian Zhong. Alonso de Paris estaba pensando en Jannina Behram. Tomó la tarjeta en su manos y empezó a jugar con ella. La enmarcó entre su dedo índice y su dedo pulgar de la mano derecha y se concentró en ella como el maestro Eastwood W. Goethe le había enseñado. De la tarjeta empezaron a salir palabras que fueron después formando frases con sentido : ”Alonso de Paris no sabe que soy una discípula de Grenville California y de Andragón Mill. Esta noche, después que él se haya encontrado con Francois Legend, vendrá hacia mí y entonces le haré sucumbir después de haber gozado con él las delicias del amor negro”. Alonso de Paris sintió una fuerte descarga eléctrica por todo el cuerpo. Cerró los ojos y vió a Jannina levantando la tapa del anillo y virtiendo cuatro gotas de veneno en la copa de vino en donde ella había escanciado de la botella de Château Lafite. Se vió a si mismo yaciendo en el lecho mientras Jannina Behram cantaba canciones que tenían que ver con las potestades negras y su reino de poder inmisericorde. Salió del hotel Marburg y tomó un taxi que le llevó a La Casa de los Espejos. Francois Legend le estaba esperando sentado en una mesa que estaba cerca del barandal que daba al río Rhin. Uniendo las yemas de los dedos de las dos manos saludó al maestro Francois Legend al tiempo que hacía una respetuosa reverencia. ”Hola Alonso, como marchan las cosas” – le dijo. ”He visto en el astral lo que podría suceder. Jannina Behram intentará asesinarme. Es la primera vez que las cosas se me revelan con toda claridad”.
”Eso quiere decir que estás siendo protegido por fuerzas formidables”, dijo Francois Legend. ”Seguro que sí”, contestó Alonso de Paris. ”Al grano, entonces”, replicó el maestro Legend. ”La tela que has envíado de Liverpool para Duseldorf es falsa, también”. 9
”Esto sí que es una sorpresa”, dijo Alonso de Paris, sonriendo. ”El maestro Eastwood W. Goethe considera que nuestra tarea debe concentrarse en engañar una y otra vez al Duque Andragón Mill y a su jefe el Duque Grenville California. Ellos esperan una respuesta y reciben otra. Ellos reciben falsa información que es verdadera, pero ellos no lo saben. No puedo extenderrme más pues las entidades malignas contra las que luchamos tienen armas que no deben despreciarse ni hacerse de lado. Supongo que llamarás a Jannina y supongo que ella te invitará a su Castillo”. Francois Legend sacó una botellita azul de su bolsillo y se la entregó a Alonso de Paris. ”Cuando vayas camino al castillo de Jannina tomarás un sorbo de este líquido. El veneno de Jannina no surtirá efecto, pero tu caerás muerto por unos cuantos minutos solamente . Jannina saldrá del Castillo como un rayo para darle la buena nueva a Andragón Mill y al Duque Grenville California. Cuando ella haya salido, tú recibirás un llamado directo al corazón
del maestro Eastwood W. Goethe y entonces despertarás y abandonarás también el Castillo. Yó te estaré esperando afuera. En el Ferrari llegaremos rápidamente a Hamburg. El maestro Eastwood W. Goethe está viviendo ahora en el Alcázar de la condesa de Rattenberg. La condesa de Rattenberg es un nombre ficticio que Shakuntala K usa. Lo que Shakuntala K hace es que se transforma
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en la bellísima condesa de Rattenberg y participa en toda clase de actividades de beneficiencia . Esto lo sabemos el maestro Eastwood W. Goethe, yó, la propia Shakuntala K. y tú. Cuando se veía en verdadero peligro, Shakuntala K. pedía ayuda a los tres grandes magos –Vishnú, Shiva y Brahma – que le habían siempre instruído desde los tiempos que se pierden en la obscuridad de las eras. Los tres grandes mestros aparecían inmediatamente .Shakuntala había absorbido la sabiduría del abismo. Al igual que Heraklés, ella había matado al León, había dado muerte a la Hidra, había capturado al cerdo salvaje, había apresado a la Cierva enigmática, había limpiado los establos de la suciedad insoportable, había cazado con sus flechas a los Pájaros Antropófagos, había capturado al Toro de la isla misteriosa, había sacado del valle de la muerte a los Caballos Caníbales, había robado el cinturón de Hyppolyte, la Reina de las Amazonas indomables, se había apropiado del ganado del gigante Gerión, había ido en búsqueda de las manzanas de las Hespérides y las había obtenido, había descendido a los infiernos en caza del perro Cerbero y lo había capturado; en fin, en toda Shakuntala K. brillaban las doce partes resplandecientes del ser. El maestro sabía que Shakuntala K. podría transportarse a las estrellas entrando por los canales de la cuarta dimensión, donde solo los que tienen las doce facultades despiertas del ser pueden entrar.
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CAPITULO TERCERO
Alonso de Paris tomó el teléfono y llamó para el Castillo de Jannine Behram. Jannina levantó el auricular y sus ojos fueron invadidos por el fuego letal de la alegría falsa del mal. ”Alonso, qué alegría. Casi había perdido las esperanzas de verle. Estaba escuchando a Paganini”, dijo ella. ”Estaré en el Castillo como a las doce de la noche, le parece bien?”. ”Me parece de maravillas. Alonso, usted es muy bienvenido”, finalizó Jannina.
Alonso de Paris salió de la Casa de los Espejos solo. Permaneció parado en la calle solo unos cuantos minutos. Tomó un taxi y le dió la dirección del Castillo al taxista. ”Llegar allá nos tomará algo asi como quince minutos solamente”, le dijo el taxista. Alonso de Paris permaneció callado. Iba pensando en su muerte . No era la
primera vez que pasaba al otro mundo y regresaba. Alonso de Paris sabía que la obligación de todo iniciado fiel a la madre era la de obedecer sin jamás dudar. El que duda cae, pensó. Recordó al sabio Ireneo Filaleteo : ”alcanzar la verdad nos ha costado una labor larga y pesada; hemos pasado interminables noches en vela, incontables sudores y penas. Uno debe de saber con certeza que sin trabajo y esfuerzo no se puede llevar a cabo nada”. Quedó refortalecido. Al llegar a la calle de Los Dragones pagó al taxista y subió unas escaleras anchas y pronunciadas. El Castillo era imponente. Había en el jardin interior, que separaba a las escaleras de la puerta de entrada, una gran cantidad de árboles de Datura Arbórea. Pensó en las semillas que los malvados magos negros 12
usaban para lograr sus crímenes y supo que estaba enfrentándose a una gran hechicera negra. Iba a tocar el timbre cuando Jannina le abrió la puerta. ”Señor de Paris, le habia estado esperando!”. Ella se abalanzó sobre él y le puso las manos en los hombros. El la tomó suavemente por las muñecas. Jannina le extendió una botella Château Lafite y un saca corcho de metal con un fauno en la parte superior. Alonso de Paris vió en la etiqueta el año de producción : 1787; abrió la botella y la colocó sobre la mesa hecha de cristal puro. Las patas de la mesa eran cuatro serpientes y sobre sus cabezas se apoyaba la plancha de cristal donde estaba grabada la Diosa Kali. Notó que en la etiqueta de la botella habían dos inciales: T y J . Jannina le dijo que esa botella había pertenecido al presidente Thomas Jefferson. Jannina levantó las dos copas de cristal de Murano y él escanció el rojo líquido. Alonso de Paris se disculpó y preguntó por el Toilette: ”A la izquierda, a unos cuantos pasos de aquí”. Alonso de Paris desapareció de la sala de estar. Frente al lavamanos abrió la llave y se lavó la cara. Empezó a recitar de memoria la conjuración del mago Salomón que siempre le protegía cuando se encontraba en peligro. Regresó a la sala de estar. Jannina había yá vertido cuatro gotas del veneno en la copa de Alonso de Paris. En las Galias, la Diosa Isis, era adorada en infinidad de templos edificados en honor a Ella. Le habían erigido altares por todos lados también . Los habitantes de la isla de la Cité decidieron cambiarle el nombre a la isla y entonces eligieron el nombre de Para-Isis, semejante a Isis ó segun la madre Isis. Desde ese día se llamaron parisinos. Los padres de Alonso de Paris, para protegerlo, escogieron el nombre de Alonso de Paris para él. Alonso
sabía esto y por eso se sentía muy bien protegido por la madre Isis. Ninguna clase de peligro le causaba temor. La madre Isis era no solo la protectora de la ciudad de Paris sino, personalmente, de él; de manera que Alonso de Paris era uno de los hijos preferidos de la gran madre Isis. ”Qué planes tiene usted para el futuro, Alonso?”, le preguntó Jannina. ”Para el futuro?. Es muy difícil saber lo que va a pasar en el futuro. No podría ni siquiera responder a lo que está sucediendo ahora o lo que va a suceder 13
dentro de unos doce o trece minutos”, le contestó Alonso de Paris. ”Quise decir si usted piensa viajar hacia alguna parte. A mi lo que más me gusta es desplazarme por todas partes. Tengo países y ciudades predilectas: Salamanca en España, Tenochtitlan, en México, Berlín, en Alemania, Moscú, en Rusia. Qué ciudades prefiere usted?”. Alonso de Paris sabía que Jannina estaba tratando de sacarle información sobre los futuros acontecimientos y prefirió no darse por aludido: ”En virtud de mi trabajo estoy obligado a sujetarme a un esquema. Voy hacia donde me envíen. Una vez en el lugar, trato de involucrarme en toda su cultura. Yó, madame Jannina, no trato de buscar, me sujeto a lo que las circunstancias quieran proporcionarme”, dijo Alonso de Paris. ”Yó, por mi parte, busco todo el tiempo y no creo que pueda cansarme de hacerlo. Soy una verdadera buscadora”. ”Yo no tengo tiempo para buscar pues mi trabajo me absorbe completamente”. ”Quiero brindar por usted, Alonso; espero que esta noche sea el principio de una gran amistad entre nosotros: salud , entonces!”. ”Salud!”, dijo Alonso. Alonso de Paris sintió que un pequeño calorcillo se deslizaba por su garganta y se sintió un poquillo cansado. Observó las líneas del rostro de Jannina y empezó a perder el control sobre lo que estaba pasando. Se recostó en el sofá de cuero negro y sintió que traspasaba un tunel interminable. Jannina levantó el teléfono y marcó el número de Andragón Mill: ”Voy a lo de usted inmediatamente. Tengo el cuerpo de Alonso de Paris en el 14
Castillo. A mi regreso, dentro de dos horas más o menos, me desharé del cadáver”. Jannina tomó su capa y salió precipitadamente del Castillo.
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CAPITULO CUARTO
Francois Legend había estado esperando en las afueras del Castillo de Jannina. De pronto la vió salir precipitadamente de allí y ella entró a su coche, un Jaguar XJ 220, del año 1994. Jannina desapareció por las sombras de los edificios y los árboles. Francois Legend entró al Castillo . La puerta principal se abrió automáticamente. Alonso de Paris yacía en la ancha cama Rococó. Tal como Francois Legend le había dicho, Alonso de Paris empezó a oir el llamado del maestro Eastwood W. Goethe. Las palabras sonaban lejanas pero poco a poco iban cobrando más fuerza : ”Alonso, despierta y levántate!” Alonso de Paris abrió los ojos y vió al maestro Francois Legend. ”Cuánto tiempo ha pasado, maestro?”, preguntó Alonso de Paris. ”No mucho tiempo; apresúrate que tenemos que salir de aquí. El mayordomo puede llegar en cualquier momento. Ahora mismo partimos para Hamburg”, respondió Francois Legend. Escucharon unos pasos apresurados. El mayordomo estaba parado en la puerta de la recámara y se abalanzó como una bestia enfurecida sobre Francois Legend. Este levantó la mano derecha y dijo algunas extrañas palabras. El mayordomo Quedó paralizado. ”Vamos, Alonso, no tenemos tiempo que perder. No te preocupes que el mayordomo no recordará nada de lo que ha pasado en la última media hora”,
dijo Francois Legend. Abandonaron el Castillo y en unos cuantos minutos estaban en camino hacia 16
Hamburg. El Ferrari devoraba los kilómetros. En unas cuantas horas habían llegado al puerto de Hamburg.. ”Hacia dónde vamos?”, preguntó Alonso de Paris. ”Hacia Steinstrasse. Kloster Wall está cerca de allí”, contestó Francois Legend. Al arribar a Kloster Wall se abrió una puerta de una gran pared. Entraron al local con el coche. Sintieron una gran alegría al ver al maestro Eastwood W. Goethe. Francois Legend y Alonso de Paris unieron sus dos manos e hicieron una sagrada reverencia. El maestro Eastwood W. Goethe respondió de la misma manera. ”He recibido la tela, Alonso; fué difícil el viaje entre Arran y Liverpool?”. ”No, maestro, todo sucedió como usted lo supuso”. ”Y tu muerte?”, preguntó otra vez el maestro Eastwood W. Goethe. ”Recuerdo un dolor terrible en el pecho y el estómago. Después le pregunté al maestro Francois Legend por el tiempo que había pasado”. ”El mayordomo no recordará nada de la última media hora maestro”, dijo Francois Legend. Descendieron por una escaleras y caminaron un largo trecho. Llegaron al ZolKanal. Allí tomaron un bote a motor italiano y enfilaron rumbo al harbour abierto. Shakuntala K. salió de uno de los camarotes e hizo una graciosa genuflexión. ”Buenas noches!”, exclamó Shakuntala K. ”Buenas noches Shakuntala”, exclamaron los tres al unísono. Shakuntala miró fijamente a Alonso de Paris y le dijo: 17
”De Lübeck , tú yó nos dirigiremos hacia Berlín. El maestro Eastwood W. Goethe y el maestro Francois Legend continurán en el bote”. Alonso de Paris sintió una gran alegría. Era evidente que la amistad que los unía era un lazo muy fuerte y bastante difícil de explicar. Shakuntala K. veía a Alonso de Paris como un discípulo querido. Ella trataba siempre de enseñarle lo más que pudiera. Alonso de Paris respetaba a Shakuntala K. y hacía lo que ella le indicaba. Además, la presencia de Shakuntala K. era al mismo tiempo una fuente inextinguible de sabiduría y un remanso de paz donde su corazón se sentía siempre satisfecho. Shakuntala K. y Alonso de Paris tomarían el avión hacia Berlín.. Pero esta noche la pasarían en Lübeck. Decidieron tomar una recámara doble. En el hotel Bamburg Shakuntala K. le había dicho al empleado de registro : ”Ein Doppelzimmer”. Alonso de Paris tradujo para sí rápidamente: A double room. Dejaron sus dos maletines en el cuarto 507 y bajaron al restaurante a comer algo. Como ya era muy tarde el restaurante estaba cerrado. Una de las muchachas que trabajaba en el bar les dijo que ella podría hacerles unos emparedados y que se los llevaría al cuarto. Alonso pidió un par de cervezas de Kulmbach. ”Dormiremos hasta que despertemos”, le dijo Shakuntala K. ”Como Vuestra Majestad ordene”, replicó Alonso de Paris.
Comieron los emparedados y bebieron las cervezas. Se dieron un abrazo y cayeron dormidos como dos niños cansados y satisfechos.
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CAPITULO QUINTO Las cabezas principales del clan negro, Andragón Mill y Grenville, el Duque California, planeaban todas sus operaciones en la cuarta dimensión negativa y en la tercera dimensión, pues sabían que ellos nunca podían tener acceso a la cuarta dimensión positiva en donde Eastwood W. Goethe y Francois Legend se desplazaban con entera libertad. La ventaja que éstos últimos poseían sobre el clan negro, es que ellos sí podían entrar a la cuarta dimensión negativa. Andragón Mill había viajado por la cuarta vertical – que los magos negros usaban como medio natural para transportarse de un lado hacia otro - desde Bucaramanga hasta Paris. Esta vez habían escogido el restaurante Lucas Carton, que estaba en La plaza de la Madeleine. A Grenville California le gustaba el pato Alpicius y a Andragón Mill le fascinaba la liebre á la royal. Pidieron una botella Château Mouton – Rothschild del año 1970. ”Este es un buen Premier Grand Cru”, dijo Andragón Mill. ”Después pediré un Château Latour”, respondió Grenville California. ”No hay mejor ciudad que Paris para comer y para beberse un buen vino. Aquí podría yó quedarme a vivir los próximos cien años”, dijo Andragón Mill. ”Cuál será nuestra próxima jugada?”, preguntó Grenville California.
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”Juntaremos a Lee X. Zhong, al Tiburón Rojas y a Jannina. Esta vez atacaremos sin misericordia. Fuerza bruta, pues”, dijo Andragón Mill. ”Yo también llegué a la misma conclusión!”, dijo Granville California. Y añadió: ”El eslabón más debil de ellos es Alonso de Paris. Yó se, ahora, que Legend y Goethe estuvieron detrás de él en lo de Jannina. Jannina había hecho todo a la perfección. Cómo pudo descubrir Alonso de Paris que Jannina había vertido el veneno en su copa? Y, sobre todo, cómo pudo Alonso de Paris resistir el poder mortal del veneno?”. ”El fin de ellos era hacernos perder el tiempo”, añadió Andragón Mill. ”Alonso y Francois partieron hacia Hamburgo, pero dónde están Eastwood W. Goethe y Shakuntala K.?”.
Despues de haber bebido el Château Latour, Grenville California pagó con la tarjeta American Express. Al abandonar el restaurante Lucas Carton, tomaron la Rue Royal y llegaron a la Place de la Concorde. Se encaminaron hacia Des Champs Elisées, pero Andragón Mill se arrepintió y dijo que lo mejor es que enfilaran rumbo al Bd Saint Germain pasando por el Pont de la Concorde. Por aquí llegarían al Quartier Latin. En el Boulevard Saint Germain se separaron. Andragón Mill se perdió en la Place P. Claudel, que quedaba no muy lejos de donde estaba y Grenville California continuó hasta la Rue Saint Jacques. Le dijo a Andragón Mill que iría hacia la Place de la Sorbonne. ”Mañana a la misma hora!”, gritó Grenville California. ”Y en el mismo sitio”, le contestó Andragón Mill. ”Tenemos tiempo de sobra”, finalizó Grenville California. Una vez en la Place P. Claudel, Andragón Mill entró a un edificio viejo. Bajo unas escalerillas y abrió una puerta de hierro. Jannina le estaba esperando. ”Me moría por verte”, le dijo Jannina. 20
”Y yó por estar contigo”, respondió Andragón Mill. Jannina se desprendió de la blusa y sus senos pequeños, pero bien formados, latían en ritmos acompasados y rápidos. Andragón Mill la observaba y sus ojos le impulsaban a continuar. Jannina se quitó la larga falda y quedó casi desnuda. Dió de vueltas y con los dedos pulgares de las dos manos se deshizo de sus bragas y las arrojó al aire. Al darse de vuelta para quedar enfrente de Andragón Mill, se tapó la parte delantera del sexo. De un golpe levantó las manos y entonces apareció un enorme pene. Andragón Mill lanzó la camisa y los pantalones hacia el sofá de cuero. Su torax era proporcionado y normal. Cuando se volteó hacia Jannina, se introdujo el dedo índice de la mano izquierda en la vulva. Andragón Mill carecía de pene. La verdad es que Jannina y Andragón eran hermafroditas y practicaban el sexo como los vampiros infernales lo han hecho siempre. La segunda raza del planeta se degeneró en virtud de haber desarrollado el sexo doble contra natura. Jannina y Andragón Mill eran sobrevivientes de una raza que luchó desde los inicios contra los designios divinos. Andragón y Jannina hicieron el amor como lo hacen las fieras cuando se acoplan. Sus alaridos de bestias heridas en agonía rompían el silencio de la atmósfera. Las horas transcurrieron hasta que los primeros rayos de sol aparecieron en el horizonte de la ciudad vencida.
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CAPITULO
SEXTO
Grenville California había llegado a la Place de La Sorbonne. Tomo su teléfono móbil y marcó un número: ”Pensé que tal vez no estuvieras en casa”, dijo Grenville de California con voz femenina. Y añadió: ”En treinta segundos estoy contigo”. El Duque Grenville California atravesó un pequeño túnel antes de llegar al jardin. En ese transcurso de tiempo se transformó en una mujer bellísima. El Tiburón Rojas abrió la puerta y se quedó mirándola durante unos segundos. Los dos cayeron en un largo abrazo. ”Cuándo llegaste?”, le preguntó Magdalena Van Der Waals; es decir, el Duque Grenville California. ”Esta mañana”, le contestó el Tiburón Rojas. Magdalena Van Der Waals le miró a los ojos y no pudiendo contenerse más le besó apasionadamente en los labios. El Tiburón Rojas le acarició las nalgas con las dos manos y le fué sacando el vestido. Magdalena Van Der Waals le desabotonó la camisa. El Tiburón Rojas se quitó apresuradamente el pantalón y Magdalena Van Der Waals arrojó sus zapatillas y sus medias al piso. Cayeron a la cama como dos serpientes enroscadas. El Tiburón Rojas apagó la pequeña lámpara. Magdalena Van Der Waals le susurró al oído: ”Hacía tanto tiempo”. El Tiburón Rojas le dijo en voz baja: ”no hables más”. Grenville California había sacado a flote su parte femenina y el Tiburón Rojas se deleitaba en aplacar los deseos antidiluvianos de ella ó de él; pero todo daba lo mismo, pues este momento era el momento de la pasión desenfrenada y había que vivirla hasta sus últimas consecuencias. 22
”Bésame, bésame, mi amor”, gritó quedamente Magdalena Van Der Waals, mientras le chupaba y le daba pequeños mordiscos al pene del Tiburón Rojas. El Tiburón gemía como un león en brama. Magdalena Van Der Waals se había prendido del Tiburón Rojas desde el día en que le vió bailar en Le Balajo, donde los jóvenes que llegan allí lo hacen solo para dejar correr el tiempo mientras danzan sin mostrar ningún cansancio. Magdalena Van Der Waals y el Tiburón Rojas vivían en el desenfreno de una pasión que no ofrecía límites y en ello el tiempo se delizaba sin que ellos lo notaran. Después del orgasmo, el Tiburón Rojas quedó tendido en la cama y pocos instantes después cayó en un profundo sueño. Magdalena Van Der Waals se vistió con toda calma: En la almohada de al lado dejó veinte mil dólares y una pequeña nota: I hope you will remember me until we meet again.
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CAPITULO SEPTIMO
Shakuntala K. y Alonso de Paris se levantaron cerca de las once de la mañana. ”Buenos días, Sakuntala”, dijo Alonso. ”Buenos días, Alonso”, respondió Shakuntala. ”Hemos dormido como dos niños cansados, no te parece?”, le preguntó Alonso de Paris. ”Verdaderamente. Tenía tiempo que no dormía tanto”, dijo Shakuntala K. ”Qué me puedes decir sobre Andragón Mill y sobre Grenville California, el Duque?; quién de ellos es el jefe?”, le preguntó Alonso de Paris. ”Bueno, contesto a tu segunda pregunta primero : los dos son jefes. Ellos están unidos por la sangre que corre en sus venas. La dinastia de ellos tiene sus raíces en la segunda raza del planeta, la raza Andrógina. Los dos son Andróginos, pero han ido degenerándose al transcurrir de los milenios. Son magos negros muy peligrosos. Andragón Mill, a las dos semanas de haber nacido, empezó a hablar. Cuando Andragón lo desea, se convierte en mujer, con sexo femenino, pero sin senos. Algunas veces aparece como hombre completo y con sexo masculino. Es verdaderamente desconcertante. Grenville California, el Duque, posee todas los fórmulas de magia negra que existen. Conoce los rituales que se han perdido en las obscuridades de las eras; en eso es un experto del mal. Es muy difícil
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vencerlos en una contienda. Sin embargo, la fuerza del bien está con nosotros gracias al maestro Eastwood W. Goethe. Partiremos primero para Berlín y después iremos a Paris, a la Île de la Cité; es decir, nos encontraremos en la Catedral de Notre Dame que, como tú sabes, es la Iglesia creada en honor de la Madre Isis. Shakuntala K.y Alonso de Paris tomaron una ducha y se vistieron; bajaron, después, al pequeño restaurante del hotel para meterse algo al estómago. Faltaban quince minutos para la una de la tarde. El sol brillaba esplendoroso y ellos se sentían felices. ”Qué te parece si en lugar de desayunar tomamos un lunch?”, dijo Shakuntala K. ”Me parece muy bien”, contestó Alonso de Paris. Los dos pidieron cordero, patatas fritas y una ensalada de tomates con cebolla roja y aceite de oliva , pimienta negra y sal. Alonso de Paris pidió para él una agua mineral sin gas. ”Una agua mineral para mí, también”, gritó Shakuntala K. a la mesera. Shakuntala K. le dijo a Alonso de Paris que bien podrían hacer el viaje hacia Berlín en coche. Alonso pensó que lo mejor sería tomar el avión. ”O.K. , tomaremos el avión”, dijo Shakuntala K. Se dirigieron a la Strasse des 17 juni. Entraron en una agencia de viajes y lograron conseguir dos boletos de primera clase para Berlín en la noche. Desde la misma agencia de viajes reservaron una habitación doble para esa misma noche en el exclusivo hotel Adlon. ”Esta noche iremos al Quasimodo Club para escuchar jazz”, dijo Shakuntala K. ”Podríamos leer el Berlin – Program , el Zitty o el Checkpoint. Allí encontraremos todo lo que pasa en Berlín, estás de acuerdo?, preguntó Alonso de Paris.
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”De acuerdo, Alonso, yó estoy de acuerdo contigo en todo. Tú sabes que yó no te niego absolutamente nada”, respondió Shakuntala K. ”Absolutamente todo?”, le preguntó Alonso de Paris con una sonrisa a flor de boca. ”Bueno, casi; tú me entiendes”, respondió sonriendo Shakuntala K.
Eran las siete de la noche y ellos estaban abordando el avión que los conduciría hacía Berlín en más ó menos una hora. Al llegar a Berlín tomaron un taxi para el hotel Adlon. Volvieron a tomar una ducha y partieron para el Quasimodo Club en otro taxi. Esa noche tocaba un grupo desconocido de Polonia.
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CAPITULO
OCTAVO
Castigada por la inmutable y perfecta Ley que la parte femenina del Innombrable había erigido en el momento de la Creación, Magdalena Van Der Waals estaba condenada por todas las eternidades a permanecer estéril. Cuando la parte masculina de ella florecía; es decir, cuando ella era el Duque Grenville California, no podía tener tampoco descendencia. Cuando la parte femenina de él revivía; es decir, cuando él se transformaba en Magdalena Van Der Waals, tampoco podía tener descendencia. Contra esta Ley ni él ni ella podían hacer absolútamente nada. Pero cuando estaban en la cuarta dimensión negativa las cosas eran diferentes y les favorecían. Allí tenían dominio sobre la cuestión de la descendencia que en la tercera dimensión les era negada. El Duque Grenville California tenía una inmensa familia de magos negros. Magdalena Van Der Waals tenía hijos e hijas y todos ellos formaban parte del Clan negro. Pero ahora estaban obligados a entrar a la tercera dimensión pues en esta dimensión se iba a dilucidar la lucha final. De lo que se trataba era de apoderarse de la tela de la Mona Lisa, pero ésta no aparecía por ninguna parte y pese a las excelencias de sus poderosas artes, no habían logrado ubicar, pese a todos sus esfuerzos, el lugar donde la tela pudiera estar. El Duque Grenville California y Andragón Mill habían acordado un momento de tregua con el maestro Eastwood Goethe y con el maestro Francois Legend. En la comunicación a través del mail habían quedado de acuerdo en tener una Rendez – Vous en la Place du Louvre , a las diez de la mañana, el día 27 de Febrero. Cuando el maestro Eastwood W. Goethe, el maestro Francois Legend, Shakuntala K. y Alonso de Paris llegaban a la Plaza, el Clan del mal estaba yá esperándoles: allí estaban – portando todos ellos abrigos negros Armani – el Duque Grenville California, Andragón Mill, Jannina, el Tiburón Rojas y Lee X. Zhong. Andragón Mill tomó la palabra antes que nadie : ”Estamos dispuestos a hacer serias concesiones”, dijo enérgicamente. El maestro Francois Legend penetró en su verdadera personalidad. Lo que él vió fué un dragón viviendo orgías macabras donde se sacrificaban fetos sanguinolentos que iban a parar como alimento suculento a la mesa de los invitados. Sobre la mesa del festín había serpientes, arañas, sapos, súcubos e íncubos envueltos en una batalla imposible de imaginarse. 27
”De qué clase de concesiones habla usted, señor Andragón Mill? – contestó el maestro Francois Legend. El turno lo tomó esta vez el Duque Grenville California: ”Lo que nosotros queremos es la Mona Lisa. Pagaremos lo que ustedes consideren que sea justo”. ”Pero nosotros no sabemos tampoco el lugar donde la Mona Lisa está”, respondió el maestro Eastwood W. Goethe. ”La Mona Lisa me fué quitada de las manos camino a Bucamaranga. Tú recuerdas eso, nó Alonso de Paris”? , dijo el Tiburón Rojas.
Shakuntala K, que, hasta esos momentos, había permanecido callada, dijo con voz pausada y firme : ”Esa Mona Lisa resultó ser falsa”. Lee X. Zhong hizo un movimiento de manos y en ellas aparecieron dos candelabros de metal. En las puntas de los candelabros aparecieron dos velas negras encendidas. En la cintura de Lee X. Zhong pendía una espada de guarda negra . En su hombro izquierdo un gato negro inmutable les miraba. Lee X. Zhong tomó su espada y trazó un círculo alrededor de él, pero no lo cerró, sino que dejó una abertura para poder salir. Lee X. Zhong estaba iniciando un evocación goética; es decir, una evocación negra de pacto con el mal. El maestro Eastwood W. Goethe unió los dedos pulgar, meñique y anular de la mano derecha en un triángulo de poder; dejó el dedo medio y el índice elevados hacia lo alto. Dijo unas palabras que esclarecieron al cielo y los efectos de la evocación negra de Lee X. Zhong quedaron anulados. Este dió un paso atrás y frunció el ceño. No obstante, se negó a decir o hacer algo. Jannina miró firmemente a Alonso de Paris y le dijo: ”Lo del veneno fué una broma. Podíamos empezar nuevamente? Alonso sonrió levemente y le contestó:
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”Nunca pensé que hubiéramos empezado alguna vez” ”Cual es el precio que ustedes piden?”, preguntó Andragón Mill. ”Todos ustedes deben retornar a la dimensión negra y la Mona Lisa se queda en poder de la hermandad blanca”, dijo calmadamente el maestro Eastwood W. Goethe. ”Eso es imposible”, respondió el Duque Grenville California. ”Imposible es lo que ustedes piden”, dijo el maestro Francois Legend. ”Damas y Caballeros, el Rendez-Vous ha finalizado. No podemos llegar a ningún acuerdo”, finalizó Andragón Mill.
El Clan del mal se retiró de la Place du Louvre. Los siniestros tomaron la Rue de Louvre hasta llegar a la Rue Ètienne Marcel y allí desaparecieron. La Hermandad Blanca se encaminó a la Ìle de la Cité, directamente a la Sagrada Catedral Notre Dame. Todo el grupo entró a la Catedral y tomando la nave central se arrodillaron frente el altar mayor. Notre Dame es el corazón de Paris, de Francia y de todos los iniciados , magos y maestros blancos del planeta. Arrodillados frente a la Virgen, permanecieron asi siete horas. Ellos sabían que lo que ellos estaban haciendo era pedir fuerzas a la madre Divina para poder continuar la lucha y salir victoriosos de una batalla que no ofrecía ni descanso ni treguas de ninguna índole. De pronto una luz que no era de este mundo los iluminó a todos y ellos se sintieron fuertes y vigorosos y, sobre todo, protegidos contra todos los ataques del mal en todas las dimensiones existentes, las blancas y las negras. Ese instante quedaría grabado en sus corazones por la fuerza avasalladora del bien y por sus leyes inquebrantables. Al terminar de orar y meditar y a una señal del maestro Eastwood W. Goethe siguieron a éste hasta la parte trasera de la Catedral. Pasando por varios pasadizos secretos llegaron a una escalera de caracol y descendieron por ella. Pasaron por nuevos corredores y pasillos y llegaron hasta una sala redonda donde, en el centro de ella, había una estatua de oro puro, a tamaño natural, de la Sagrada Virgen Madre.
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CAPITULO NOVENO El Clan de la hermandad negra estaba reunido en la Rue de Paris, bastante cerca del Cimetiere sud de Clichy. La luna estaba en caída y ellos tenían listos los preparativos para realizar una operación infernal que les ayudaría a descubrir el lugar donde la tela de la Mona Lisa estaba. Faltaban unos minutos para la media noche. ”La Misa de Satán nos indicará el lugar exacto de la Mona Lisa”, les dijo el mago infernal goético Andragón Mill. ”Todo está en su sitio, maestro”, señaló Jannina. Lee X. Zhong indicó que el Tiburón Rojas había llegado con el niño ciego que habían secuestrado en el Cimetiere de Montmartre. ”El niño nos dijo que se llama Michel, como el ángel. Michel no tiene ni madre ni padre y duerme donde le sorprende la noche ó el cansancio. Come de lo que le dan y no odia a nadie; es el adivino perfecto”, redondeó Lee. ”Además tiene siete años”, dijo el Tiburón Rojas En la pared principal – que daba al sur - de la sala, había una estatua que era la imagen de Satán. Frente a la imagen de Satán habían colocado una cruz invertida. Como sacerdote hechicero estaba oficiando el Duque Grenville California. El Duque tenía cubierta la cabeza con un gorro negro y llevaba una capa negra. Sus uñas estaban pintadas de color negro. Le habían pintado en el rostro una cruz invertida negra. El Duque consagró dos hostias : una era negra y la otra era blanca. El Duque se colocó en el centro de la sala y a su alrededor estaban Andragón, Jannina, el Tiburón Rojas y Lee X. Zhong. Con un pedazo de carbón el Duque empezó a trazar en el suelo un gran círculo. Dentro del círculo dibujó un triángulo y en la base del triángulo dos cruces invertidas; entre las dos cruces el símbolo de la cruz de SanAndres, pero invertida también, la cruz tenía la letra P de Pedro invertida. A los dos lados de la parte superior del triángulo colocó dos candeleros negros y los encendió. Alrededor de la línea que formaba el círculo puso cuatro imágenes que representaban a los cuatro demonios a invocar : una calavera, unos cuernos de 30
macho cabrío, una cabeza de gato negro, que el sacrificó allí mismo y un vampiro al que atravesó un cuchillo en el pecho y que dejó clavado en la base de madera donde estaba dibujado el círculo. Fuera del círculo y detrás de cada imágen había escrito cuatro nombres de cuatro demonios poderosos. Dibujó una media luna en la parte superior del triángulo y debajo de ella dibujó tres círculos pequeños sostenidos todos por una cruz invertida. El Duque Grenville California dijo una misa negra en el lenguaje de la raza Andrógina y que solo Andragón Mill entendió. El niño fué conducido ante el altar por el Tiburón Rojas. Allí estaba Lee X. Zhong esperando con una espada de guardas negras. Cuando El Duque hubo dicho la última palabra la hostia blanca le fué introducida al niño en la boca. El niño fué degollado frente al altar por el brazo poderoso de Lee X. Zhong. El Tiburón Rojas apresó la cabeza en el aire y la colocó sobre la hostia negra que había antes depositado en una mesa. Sobre la mesa ardían dos velas negras que habían depositado en dos candelabros negros. El Duque Grenville California hizo la primera pregunta a la cabeza del niño Michel. ”Dónde está la tela de la Mona Lisa?, contéstame” La cabeza abrió los ojos y el color gris de sus ojos arrojó unos rayos rojizos : ”La tela de la Mona Lisa está guardada en las catacumbas de una iglesia en Paris" ”En qué iglesia?”, preguntó nuevamente el Duque Grenville California. ”No me está permitido decirlo. Quiero decirlo, pero no puedo”, gimió la cabeza.
La voz de la cabeza se iba apagando y Grenville California hizo una pregunta más: ”En qué calle se encuentra la iglesia?”. ”Se encuentra en una nave que viaja por el río Seine”. La cabeza soltó un alarido estremecedor : ”los cascos del caballo de la muerte han llegado al mundo y están en Paris. Los tiempos del fin están entre nosotros”. El Duque Grenville California hizo desesperados esfuerzos para hacer hablar a la cabeza pero no pudo conseguir nada. 31
”Esa nave que viaja por el Seine es la catedral de Notre Dame”, exclamó alegremente Andragón Mill. ”Al fin hemos encontrado el sitio donde la Mona Lisa se encuentra”. ”Abran una botella de Champagne de Christian Pol Roger”, gritó El Duque Grenville California.
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CAPITULO DECIMO
Los cuatro guerreros de la hermandad blanca estaban frente a la estatua de oro de la madre Isis en la cámara oculta de la catedral de Notre Dame de Paris. El maestro Eastwood W. Goethe se dirigió a Shakuntala K : ”Shakuntala, inicia el ritual, hija mía”, expresó Eastwood W. Goethe. Shakuntala K. trazó –partiendo de la estatua de la madre Isis – la estrella de cinco puntas con un pedazo de carbón. Cada una de las restantes puntas de la pentalfa fueron siendo ocupadas por los maestros de la hermandad blanca : Alonso de Paris se colocó en la punta de abajo, dando el rostro a la Virgen Madre; en el lado izquierdo de la punta de abajo, se colocó el maestro Francois Legend, también dando el rostro a la Virgen Soberana: en la punta de arriba, hacia el lado derecho de Shakuntala, se colocó el gran maestro Eastwood W. Goethe. La punta de arriba, a la izquierda de Shakuntala quedó vacía. Shakuntala entró entonces al centro de la estrella y desde allí invocó a los grandes maestros Vishnu, Shiva y Brahma en el lenguaje desconocido de la primera raza divinal en la tierra. Con la mano derecha en lo alto, trazó en el aire la estrella entrelazada del gran mago Salomón, los rituales del gran maestro Saint Germain y los rituales ya olvidados de la primera Deidad, Brahmã, el primogénito de Krishna. Al instante aparecieron los tres grandes maestros y tomaron lugar entre los maestros Alonso de Paris, Francois Legend y Eastwood W. Goethe Shakuntala K. pidió a la Madre Inmanifestada Prakriti asistirla; luego pidió a la Madre Isis ayudarla, rindió sus respetos a la madre Hekate, soberana de los infiernos y de la muerte, que es la otra parte de la Madre Isis; pidió también la asistencia de la Madre Artífice de nuestro cuerpo y por último rogó a la Maga Elemental, de quien también somos deudores, toda su ayuda. Toda la sala se llenó de una luz jamás conocida, era de color amarillo - rojiza, con pequeñas llamaradas azules y verdes ó los dos colores combinados. Una niña brotó de la nada y descendió hasta caer en el lugar de la punta vacía de la pentalfa sagrada. La niña tendría unos cuatro años de edad. En sus manos llevaba un ramo de rosas y su risa finísima caía al corazón y al alma de todos los presentes. Alonso de Paris estaba estremecido de alegría, el maestro Francois Legend abría los ojos y sonreía muy conmovido mientras el gran maestro Eastwood W. Goethe sostenía sus manos entrelazadas sobre el corazón. La niña depositó una rosa en las manos de todos 33
ellos y dijo : ”La Virgen Madre nunca olvida a sus hijos amados”. Shakuntala usó esta vez la voz de Alonso de Paris: ”Madre nuestra, hoy estamos en verdadero peligro y nuestras fuerzas parecen fenecer ante el mal. Còmo defendernos? Asístanos, madre divina, ahora más que nunca necesitamos de vuestro apoyo!”. ”Vosotros sabéis que el mal no puede tener acceso a la catedral de la Madre Sacrosanta”, respondió la niña Diosa. La voz de Shakuntala pareció ser la del maestro Francois legend : ”Hay alguien, entre ellos, que pueda entrar al recinto de la Sagrada Madre?” ”Ninguno de los antidiluvianos. Solo hay uno, y ustedes saben quien es”, dijo la niña. En ese instante las figuras de Vishnu, Shiva y Brahma se desvanecieron. La niña desplegó sus pequeñas alitas y levantó el vuelo hacia las alturas hasta desaparecer. Su risa retumbaba y formaba un alegre eco en las paredes de la sala. Todos permanecieron en sus lugares sin moverse. Shakuntala cantaba una oración de agradecimiento y respeto. Arrodillándose Shakuntala K.hizó el signo de la cruz. Todos hicieron el signo de la cruz y se arrodillaron. La primera en levantarse fué Shakuntala K.
”Hay que inmovilizar al Tiburón Rojas”, dijo el maestro Eastwood W,. Goethe. ”Tengo una idea”, dijo Alonso de Paris. ”Tienes razón”, contestó el maestro Francois Legend , cortándole la frase a Alonso de Paris, pues ya la había leído en la mente de éste, y añadió : ”Es la hora en que la Condesa de Rattenberg intervenga en la vida del Tiburón Rojas”. 34
”Shakuntala, puedes hacer lo que creas más conveniente”, expresó el maestro Eastwood W.Goethe. Shakuntala puso sus dedos índices en sus sienes y dijo : ”Tengo que pensar un plan junto con Alonso”. Alonso de Paris sonrió, pues no había nada más que le gustara tanto como trabajar al lado de Shakuntala K.
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CAPITULO DECIMO PRIMERO El Tiburón Rojas necesitaba comprar un poco de ropa y fué directamente a la rue du Faubourg Saint-Honoré , a la casa Lanvin Hommes. Ascendió al quinto piso y en el Ateljé se decidió por mandarse hacer ese mismo día tres trajes veraniegos: uno de color blanco, otro azul claro y el tercero de un color gris muy ténue. Encontró un par de sombreros Panamá y unas cuantas corbatas de seda diseñadas por Rateau. Adquirió, también, unas camisas y unas playeras de colores diversos y llamativos. Estaba por abandonar la casa de confección cuando recordó que necesitaría también zapatos de tiempo libre y zapatos para salir en la noche. Pagó con la tarjeta American Express y en la calle , con una maleta en cada mano, tomó un taxi para irse al Left Saint Germain Hôtel en la rue de l`Ancienne-Comédie. El Tiburón Rojas vivía como millonario pues el dinero le era proporcionado en grandes cantidades por Magdalena Van Der Waals, de manera que la cuestión económica no le preocupaba absolútamente nada. El Tiburón Rojas pensó acostarse muy temprano esa noche pues al día siguiente partiría para Miami, Florida ; el Duque Grenville California le había entregado los boletos de primera clase Paris-Miami. Como a eso de las diez de la noche salió a la calle y entró al jazz club Le Petit Journal, en el Boulevard Saint-Michel. Tomó un vodka tonic y abandonó el club a las doce y media de la noche. Durmió hasta las diez de la mañana ; pidió que le llevaran el desayuno a la habitación: dos tostadas, yogurth de fresas y un té japonés sin leche. Tomó una ducha, se vistió y preparó su maleta. Llevaría una maleta pequeña para las cosas de la Toilette. Eran las tres de la tarde y el Tiburón Rojas estaba yá sentado en su lugar. El Avión Concorde levantó el vuelo. En tres horas estaría en New York desde donde partiría, en compañía de su primo Eduardo Quintero Rojas, lo más pronto posible hacia Miami. Su primo Eduardo Quintero vivía del trafique de drogas y estaba conectado con toda la mala calaña en Miami. El Tiburón Rojas le preguntó : ”Necesito diez tipos que no le tengan miedo a nada”. ”Eso es asunto fácil”, dijo Eduardo Quintero Rojas. ”Pero los necesito para yá. Tienes que conocerlos muy bien y ellos te tienen que obedecer en todo. Es eso posible?”, preguntó el Tiburón Rojas.
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”Ya está listo, primo, una llamadita por teléfono y eso es todo”, respondió Eduardo Quintero Rojas. ”Préstame tu teléfono celular”, dijo Eduardo Quintero Rojas. ”Es tuyo, primocho”, contestó el Tiburón Rojas. Eduardo Quintero Rojas marcó un número: ”Hola Gobernador, aquí Eddy, estoy en New York , hoy llegaré a tus terrenos de la costa de la Floresta”. Nos vemos hoy a las once de la noche en La Caída”, dijo Eduardo Quintero Rojas. El Tiburón Rojas y Eduardo Quintero Rojas tomaron el avión de New York hacia Miami y llegaron después de las ocho de la noche. ”Vamos al Depa que tengo acá, Tiburón”, dijo Eduardo Quintero Rojas. ”Nó, al depa nó, mejor alquilamos un departamento por un día. Asi no te registra nadie y estamos libres de sombra, no te parece?”, preguntó el Tiburón Rojas. ”Como quieras, mi sangre”, contestó Eduardo Quintero Rojas.
Eduardo Quintero Rojas le ordenó al taxista que fueran hacia La Caída. El taxista, que era gente de confianza de Eduardo Quintero Rojas, les esperaría afuera. Allí pidieron dos rones con coca cola y esperaron por el Gobernador. Como a los diez minutos de haber llegado, apareció el Gobernador. Era un Tipo de constitución física muy fuerte; tenía la piel bronceada y se peinaba hacia atrás, como Valentino. Llevaba una chaqueta blanca Armani y un pantalón azul marino, zapatos blancos y una camisa de colores con una víbora amarilla en la parte izquierda del pecho. ”Bienvenido amigo Rojas, yá Eduardo me ha hablado muchísimo de usted. Quiero que usted sepa que estamos para servirlo en lo que usted desee y
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mande. Le ofrezco una casa totalmente en orden y vacía. Cuánto tiempo estará usted por acá?, preguntó el Gobernador. ”Solo esta noche. Pero eso si, le acepto la invitación de la casa. Muchas gracias, amigo Gobernador. Por cierto, como se llama usted? , preguntó el Tiburón Rojas. ”Mario López González”, contestó el Gobernador. ”Vamos a romper el hielo; me rompe el hígado esta cosa de hablarle de usted, no es cierto?, dijo el Tiburón Rojas. ”Uuhh, me viene de peras!”, exclamó el Gobernador. ”Qué quieres tomar?”, preguntó el Tiburón Rojas. Y el Gobernador Mario López González le contestó: ”Un tequila con limón y sal”. Eduardo Quintero Rojas chasqueó los dedos medio y pulgar y el mesero llegó como un tiro a la mesa: ”Qué desean los señores?”, preguntó. ”Una botella de Tequila Sauza. No se olvide traer limones y sal”, dijo Mario López González. A los cinco minutos, el mesero estaba de vuelta con todo lo pedido. ”De aquí a la eternidad”, dijo Mario López González. ”Eso me gusta”, contestó el Tiburón Rojas. ”En esa me anoto”, acotó Eduardo Quintero Rojas. Los tres amigos se tomaron la botella de tequila en un abrir y cerrar de ojos y acordaron irse a la casa que Mario López González le había ofrecido 38
al Tiburón Rojas. Sentados en la sala el Tiburón Rojas dejó que su primo Eduardo Quintero Rojas tomara las riendas. ”Gobernador, mi primo necesita diez tipos templados a morir. Ustedes partirían para Europa esta semana. Nada se ha olvidado en los preparativos : casa, comida, ropa, dinero, armas, transporte, etc. , etc, etc”, dijo Eduardo Quintero Rojas. ”Ya me las había olido. En este mismo instante salgo para seleccionar a la gente y en dos días estaremos en Europa. Me puedes decir en cual ciudad nos encontraremos después?”, preguntó Mario López González. ”En Paris, Mario, en Paris”, contestó el Tiburón Rojas. ”Yo, tu primo Eduardo y ocho hombres de los míos, con eso nos basta” , dijo Mario López González. ”Yó parto mañana Miércoles para Paris. Ustedes parten el Sábado; es decir, dos días después que yó, en tres grupos : dos grupos de tres hombres y un grupo de cuatro. Mi primo Eduardo paga todo. En Paris cerraremos cuentas”, finalizó el Tiburón Rojas. ”De acuerdo, en Paris cerraremos cuentas”, dijo Mario López González. Eduardo Quintero Rojas y Mario López González abandonaron la mansión. Primero sacaron las maletas del taxi, que todavía estaba esperando y después partieron en el mismo taxi para ir a seleccionar a la gente que llevarían a Paris. El Tiburón Rojas se metió al baño a ducharse y estuvo allí una media hora más ó menos. Se echó en la inmensa cama y antes de quedarse dormido pensó que ya tenía todo listo y que mañana mismo estaría de regreso en Paris. También pensó en Magdalena Van Der Waals.
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CAPITULO DECIMO SEGUNDO Shakuntala K. y Alonso de Paris estaban instalados en el hotel Lutétia, situado en la playa oeste del Seine. A Shakuntala K. le encantaba el nombre Lutétia, como se denominaba a la ciudad de Paris antes. El hotel Lutétia es un punto de encuentro de los intelectuales, los políticos y la gente dedicada al arte y a la moda. La arquitectura del edificico estaba orientada hacia el arte Deco. Alonso de Paris le había sugerido tomar una copa en el bar del hotel : Le Lutéce, y a Shakuntala K. le había venido bien la sugestión. ”El Tiburón Rojas ha estado yá en Miami, adónde ha ido a seleccionar gente de la peor clase. Èl llega hoy Jueves a Paris. El grupo de los malvados llegará el sábado. Entre sus tropas de asalto cuentan, en primer lugar, con el primo del Tiburón Rojas, Eduardo Quintero Rojas y un tipo deleznable a quien apodan el Gobernador: Mario López González ; los demás son peores que lo mas inaudito que te puedas imaginar. Debemos estar preparados”, dijo Shakuntala K. ”Nosotros sabemos que ninguno de los otros cuatro puede entrar a la Catedral de Notre Dame. Yo considero que no tendremos problemas para neutralizarlos : son solo bestias humanas”, contestó Alonso de Paris ”Bestias humanas, es cierto; pero hay que estar siempre preparados para las sorpresas. Cuando uno baja la guardia suceden entonces cosas inimaginables. Si desde un punto estratégico solamente, vemos los dos problemas fundamentales, estos se reducen al ataque contra la Catedral y a la defensa 40
de la Catedral. Después está el objetivo : la Mona Lisa. Cuáles son los puntos fuertes de ellos y cuáles son los puntos débiles de nosotros? Ellos pueden introducirse a la Ìle de la Cité por tierra, por agua y por aire. Podría existir la posibilidad de que Grenville de California y Andragón Mill los introdujeran por accesos tetradimensionales?, preguntó Shakuntala K. ”Por la dimensión tetra no pueden entrar; eso les está vedado. Yo me remito a la Ley y nada más que a la Ley, Shakuntala”, respondió Alonso de Paris. ”Es lógico suponer que ellos intentarán entrar por tierra; si quisieran hacerlo por agua perderían mucha capacidad de acción en el ataque. Mira, Alonso, ellos pueden entrar por el Boulevard Saint Michel, por la rue Saint Jacques, por el Boulevard Sebastopol y por el Quai des Gesvres. Esos son cuatro puntos fuertes y, al mismo tiempo, cuatro puntos débiles”, dijo Shakuntala K. ”Yó creo que nosotros debemos concentrar todas nuestras fuerzas en la Mona Lisa, Shakuntala, pues ese el el principal objetivo”, le contestó Alonso de Paris. ”En fin, todavía hay tiempo. Tú y yó tenemos la noche de hoy y el dia y la noche de mañana para seguir pensando sobre esto. Qué quisieras tomar, Alonso?, le preguntó Shakuntala K. ”Qué te parece si tomamos una botella de Château Pichon Longeville, es un buen Cru de Pauillac”, contestó Alonso de Paris. ”Me parece bien”, dijo Shakuntala K.
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A los pocos instantes de haber ordenado, el maître regresó con la botella de vino y dos copas limpísimas. El Maître abrió la botella y sirvió primero a Shakuntala K ; después llenó hasta menos de la mitad la copa de Alonso de Paris. ”Esperemos media hora”, dijo Alonso de Paris. ”Tenemos que tomar muy en cuenta la Île Saint Louis. Está detrás de Notre Dame”, aseguró Shakuntala K. ”Podría ser, pero yo sigo insistiendo en lo mismo : el objetivo es La Mona Lisa”, recalcó Alonso de Paris. Había pasado la media hora y Alonso de Paris y Shakuntala K. dejaron que el vino hablara por ellos. Shakuntala K. le relató, entonces, a Alonso de Paris las leyendas desconocidas sobre las eras de la raza divinal, cuando el pecado no se conocía, ni el crímen, ni el engaño, ni el mal. La inocencia lo dominaba todo y la raza estaba dedicada al arte y a la recolección de los frutos que la Tierra les daba y los hombres vivían en paz con todos sus semejantes y con todos los animales del aire, la tierra y el mar. Los grandes maestros trasmitían los conocimietnos y la sabiduría del bien y todos vivían en el amor de unos hacia los otros y en el amor a la naturaleza y a toda la creación. Los seres de entonces se transportaban de uno hacia otro lado con solo desearlo. La raza, entonces, era bellísima, pues la palabra degeneración se desconocía. Alonso de Paris estaba electrizado y con lágrimas en los ojos escuchaba los relatos divinales extraordinarios de Shakuntala K. Shakuntala K. dijo que era hora de irse a la cama. ”Espera una hora más Shakuntala, por favor, dime cómo era el amor entre el hombre y la mujer?”, preguntó angustiado Alonso de Paris. ”El hombre y la mujer sabían desde niños con quien pasarían sus vidas; desde temprana edad sabían cuál era la mujer que les pertenecía y sabían, también, a cual mujer pertenecían. Pero ese sentimiento no era un sentimiento de posesión, sino un conocimiento divinal, me entiendes?”, le dijo Shakuntala K. 42
”Y la muerte?. Cuántos años vivían?”, preguntó Alonso de Paris otra vez. ”Los seres de entonces vivían miles de años y no había límite. Morían cuando se habían ganado el derecho a ir hacia otras dimensiones más avanzadas. Celebraban una gran fiesta en donde todos los seres del planeta participaban y bebían una bebida hecha a base de miel de abeja. Claro, a la bebida se le hacía una ceremonia mágica para transformarla en algo más potente. La muerte no asustaba a nadie, pues a la muerte había que merecerla. Hoy en día la muerte viene a tí porque no la mereces. Todo ha cambiado. Estamos en un momento de gran peligro. En esos tiempos divinales, al morir, iba uno hacia la dimensión del bien absoluto donde uno se encontraría muy cerca del comienzo. El comienzo no tiene que ver con nada de lo que tú conozcas. Estar en el comienzo es como estar en un instante donde tú, como espectador, tienes el privilegio de ver el instante de la creación permanentemente. De allí no quisieras moverte jamás. Cuando alguien moría, todos se alegraban por el que se iba . El amor entre el hombre y la mujer, ó entre la mujer y el hombre no estaba revestido del egoísmo ni del engaño. Ni la mujer ni el hombre hubieran cometido el delito de adulterio, pues esto era una imposibilidad. Eso no estaba incluído entre los planes de la Creación. Los planes de la creación eran de tal limpieza que vivir era verdaderamente un privilegio y no una desgracia, como en estos tiermpos, por ejemplo. No existía lo que nosotros conocemos como el tiempo. Este es el mundo de la
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tercera dimensión, por eso el tiempo existe. En la cuarta dimensión, el tiempo no existe; allí lo que existe es la eternidad, pero con un poco de menos culpa. En la quinta dimensión hay menos culpa y, en la sexta, la culpa casi no existe. En la dimensión séptima la culpa ha sido borrada totalmente. Bueno, en los tiempos Divinales de la primera raza los seres vivían en una eternidad que podría decirse que era anterior a la séptima dimensión. Te das cuenta que grandeza?” ”En el interior de la manzana hay una semilla que lleva la vida y que puede hacer aparecer millones de semillas y millones de frutos; para eso necesita morir. La carne de la manzana puede ser alimento de alguien. La cáscara de la manzana le da belleza a la manzana. Fuera de la manzana alguien la puede comer o la puede mordisquear y después lanzarla a cualquier parte a que se pudra. Ese alguien puede vivir bien o mal hasta que muera. Antes de él hubo un padre y una madre y antes de ellos descendientes que se pierden en las eras idas. Todo está relacionado con todo”. Shakuntala guardó unos segundos de silencio y continuó : ”En esas eras divinales sabíamos todo sobre todo y no sufríamos. Hoy nadie sabe nada y todos sufren”, termino Shakuntala K. Alonso de Paris escanció el resto de la botella de vino en los dos vasos y dijo a Shakuntala K : Maestra Shakuntala K. , muchas gracias. Una última pregunta : ”què significa la letra K?”.
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”La letra K. significa Krishna”, dijo Shakuntala y sus ojos despidieron llamaradas de amor absoluto e hicieron que Alonso de Paris amara más a Shakuntala Krishna. Alonso de Paris y Shakuntala K. abandonaron el bar Le Lutèce y se dirigieron a sus respectivas habitaciones. Al día siguiente habían planeado alquilar un coche y visitar Le Château de Versailles.
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CAPITULO DECIMO TERCERO Lee X. Zhong había entrado a la vida por primera vez en Lantian tomando la figura de un Homo Erectus hace más de un millón y medio de años. De allí había emigrado hacia lo que ahora conocemos con el nombre de Zhoukodjan, no muy lejos de Beijing. Después de arduos años de entrenamiento en las artes negras partió hacia los Himalayas para buscar las fuentes de la doctrina del mal. Se refugió en el Tibet e ingresó en una de las escuelas negras de Tantra. Lee X. Zhong deseaba desarrollar la cola de Satán. Los magos negros practicantes del Asura Samphata de ahora son viejos discípulos de la escuela negra a la que Lee X. Zhong pertenece. Las técnicas están basadas en un principio de reabsorción del licor seminal derramado en ceremonias negras de una malignidad psíquica inimaginable. Esta técnica es una combinación de las fuerzas mentales y las fuerzas sexuales para abrir las puertas de entrada al mal en la personalidad del practicante. El que es iniciado no puede jamás abandonar èsta terrible senda: su vida ha sido reabsorbida para el mal y èl - ó ella - estarán dedicados a servirle bajo todas las circunstancias durante esta vida y todas las demás vidas hasta desaparecer finalmente como substancia pulverizada en el olvido absoluto. Lee X. Zhong estaría dedicado a dirigir los grupos de choque tácticos en y alrededor de la Catedral de Notre Dame. Lee X. Zhong había alquilado cuatro diferentes pisos: uno en la rue Vernet, que desembocaba en el Arc De Triumphe; el segundo piso se encontraba en la Avenue Marceau y tambien iba a dar al Arc De Triumphe. El tercer piso lo consiguió en la Avenue Klèber. El último piso estaba del otro lado de la Avenue Des Champs Èlysées, en la rue Washington. Los encuentros se llevaban a cabo en la rue Washington. El grupo estaría concentrado allí, de quince días a un mes, pero el día de la operación no se había revelado ni nadie, tampoco, hablaba sobre ello; sobre eso se guardaba un negro silencio. Lee X. Zhong había determinado que la operación se realizaría después del séptimo día de la luna llena; es decir, cuando la luna estuviera en caída. El primer día Lee X. Zhong habló sobre las armas que usarían : tres de ellos – su acción sería revelada cinco minutos antes del ataque final - usarían 3 pistolas Beretta 9 2F de 9 mm , 3 sub-ametralladoras Ingram Mac 10 de 9 mm, con un cargador de 45 balas. Tres de ellos, que irían disfrazados de peregrinos, usarían solo sub-ametralladoras Mini – UZI de 9 mm 46
y cada uno de ellos llevaría cien cartuchos y dos cuchillos. Los tres que usaran los trajes de Pierrots, portarían pistolas SIG- Sauer P 226 de 9 mm y cinco granadas cada uno más dos cuchillos. Dos de ellos subirían al techo del Hôtel Dieu y se apostarían desde allí para controlar uno de los lados de Notre Dame que da al Quai de l`hôtel de Ville. Ellos tendrían a su disposición cuatro rifles franceses Fr. F 2 de 7.62 mm con un alcance de 800 metros. También llevarían consigo dos rifles rusos Dragunov Sniper de 7,62 mm , con un alcance de más de 800 metros. En tres días todos tendrían que saber usar todos los tipos de armas involucradas en la operación. Todos ellos eran profesionales y Lee X. Zhong supo, desde el primer instante, que todos ellos cumplirían con su plan. Lee X. Zhong le dijo al Tiburón Rojas. ”Con esta gente se puede marchar. De dónde los sacaste?”. ”Un poco de todos lados”, contestó el Tiburón Rojas. ”Tiburón – exclamó Lee X. Zhong – llevádnos a un buen lugar donde podamos comer bien”. ”Lee X. Zhong, les voy a llevar a un restaurante marrocano , Mansouria. Comeremos cordero con Cous Cous y cebolla con mermelada. Es delicioso”, dijo alegremente el Tiburón Rojas.
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CAPITULO DECIMO CUARTO El maestro Eatswood W. Goethe y el maestro Francois Legend se habían trasladado por la cuarta dimensión positiva hacia la isla de Delos, en Grecia, para volver a revivir la vieja historia de Zeus y Leto. Ellos volvieron a verlo todo : Hera, celosa de Leto, intentó cortar todas las posibilidades a ésta para que pudiera encontrar un sitio donde estar en paz y poder tener a su hijo Apolo y a su hermana gemela Artemisa. En esos tiempos la isla de Delos flotaba en el mar y las corrientes marinas la trasladaban de un lado hacia otro. Al recibir los habitantes de Delos a Leto fueron castigados por la ira de Hera que hizo fijar la isla a un sitio permanente e impidió que siguiera flotando en libertad por el mar. Leto tuvo a su hijo Apolo a quien le fueron dadas las virtudes de contagiador de la enfermedad de la muerte repentina; también le fueron concedidos los poderes de la luz, la sabiduría, la poesía y la facultad de la predicción. Apolo era, pues, un Dios. Apolo regía sobre la agricultura, el ganado y la Naturaleza. Apolo fundó el oráculo de Pythia en Delfi y el oráculo de Delos donde èl nació. ”Què conclusiones sacas de esto?”, le preguntó el maestro Eastwood W. Goethe al maestro Francois Legend. ”Tres conclusiones : una, la enfermedad de la muerte repentina, dos, la sacerdotiza Pythia en Delfi y, tres, el Oráculo de Delos”, contestó el maestro Francois Legend. ”Pero nosotros estamos impedidos de parar la marcha de los acontecimientos. Tampoco podemos cambiarlos. Lo ùnico que podemos seguir es seguir combatiendo”, dijo el maestro Eastwood W. Goethe. ”Neptuno, con su tridente fijó la isla de Delos en el fondo del mar. Leto permaneció en la montaña Kynthos durante nueve días y nueve Noches y tuvo a Apolo y a sus hermana gemela Artemisa, la Diosa
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Cazadora”, dijo el maestro Francois Legend. ”Alli tenemos algo muy valioso: fijar la isla en el fondo del mar. Si cambiamos esto por fijar al Duque Grenville California en el fondo del río Seine, por lo menos durante nueve días y nueve noches, algo podemos lograr, no es verdad”?, preguntó el maestro Eastwood W. Goethe al maestro Francois Legend. ”Qué hacemos ahora?”, dijo el maestro Francois Legend. ”Pidamos asistencia al Dios Apolo”, contestó el maestro Eastwood W. Goethe. Los maestros bajaron a Delfi para consultar con la Sacerdotiza Pythia. ”Podríamos hablar con el gran maestro divinal Apolo?”, le preguntó el maestro Francois Legend. La sacerdotiza Pythia se arrodilló en el altar del templo y dijo : ”Oh Apolo todopoderoso, los maestros Eastwood y Francois quieren hablar con usted”. Sonaron truenos que chocaron retumbando en las paredes del templo. Brillò una luz intensísima y entonces apareciò un joven con arco, carcaj y una lira. Era indudable que el Dios poseía una presencia firme y determinada. ”Yó se lo que ustedes desean. Les voy a conceder dos cosas: la primera será que ustedes pueden fulminar al mal personificado con estas flechas y este arco. Les doy un líquido que tiene la virtud de hacer dormir para siempre a las víctimas, aunque ustedes se conforman solo con nueve días y nueve noches. La segunda, es que tocando las cuerdas de esta Lira,
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ustedes pueden transmitir la enfermedad que causa la muerte instantánea”, dijo finalmente el Dios y desapareció en el sol del templo. El arco, con el carcaj cargado de flechas y la Lira estaban flotando en el aire. El maestro Francois Legend tomó el arco y el carcaj; el maestro Eastwood W.Goethe cogió la preciosa Lira en sus manos y la guardó cuidadosamente en su bolso de seda. ”Volvamos a Paris”, dijo el maestro Eastwood W. Goethe. ”Volvamos”, contestó el maestro Francois Legend. Eran las doce del día. Los maestros aparecieron en sus respectivos cuartos del hotel L`Atelier Montparnasse, a unos cuantos pasos del Boulevard de Montparnasse.
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CAPITULO DECIMO QUINTO
El Duque Grenville California y Andragón Mill tomaron la vía negra de la cuarta dimensión para trasladarse al continente de la Atlántida. Entraron a un palacio hecho con el metal oricalco, que es muy parecido al oro, pero que no guarda las mismas propiedades de éste. Unas doncellas desnudas les estaban esperando en las escaleras. A la entrada del templo del mal habían dos dragones antidiluvianos que olían a las visitas y esto les bastaba para devorarlas o para permitirles el ingreso al palacio. Los dragones poseían la inteligencia del mal y servían solamente al mal. Uno de los dragones diò un salto que le situó frente a una gran campana. El gran dragón dió un coletazo a la campana y el badajo de esta, al repicar contra el metal, lanzó sonidos largos que daban la impresión de ser quejidos. Las campanas habían sido fundidas con víctimas humanas en una ceremonia diabólica que haría recordar a todos lo que el sonido de ellas significaba. Las grandes puertas de metal dorado se abrieron y Grenville California y Andragón Mill entraron a una inmensa sala redonda. A sala estaba rodeada por doce columnas negras y dando las espaldas a cada columna había un enano en cada una de ellas. Los enanos portaban un anillo en la mano izquierda. Andragón Mill supo inmediatamente que cada uno de los anillos contenía una fuerza negra de enorme poder. En la cintura de ellos se vislumbraban cuchillos soldados a las guardas de plata con piedras preciosas engarzadas en ellas. Los rostros de los enanos estaban encubiertos con máscaras de piedra. En el centro de la gran sala había un círculo con dos medias lunas. Las medias lunas se abrieron hacia los lados y del círculo emergió una plataforma que se fué elevando por sobre el nivel del piso. Apareció un joven con una capa roja y unos pantalones negros. La camisa era negra y roja. Llevaba un casco con un cuerno a cada lado. En su brazo izquierdo se enrollaba una serpiente negra que lengüeteaba hacia todos lados sin cesar. En la mano derecha tenía enroscada otra serpiente. Las serpientes lanzaban llamaradas de fuego y sus ojos brillaban lanzando destellos hacia todas partes. El joven les dió la bienvenida, pero lo hizo con una voz femenina determinante : ”Este es el lugar del poder. Solo los que poseen la espada de poder pueden entrar”, exclamó el joven. ”Gran Maestro Kastra – Khan, tus discípulos te saludan; que el gran poder 51
sea contigo!”, repondió Grenville California. ”Vuestros conocimientos son requeridos hoy más que nunca! , necesitamos de Vuestros consejos para lograr apoderarnos de la tela de Notre Dame!”, gritó Andragón Mill. ”Nuestros enemigos serán sorprendidos”, dijo con voz precisa Kastra Khan. Y añadió : ”Necesitamos hacer dobles falsos de nosotros mismos. En la doblez está el engaño”. La figura de Kastra-Khan se multiplicó cientos de veces, y cada una de ellas hizo la misma pregunta al mismo tiempo : ”quién soy yó?”. Se formó un remolino y todos los Kastra-Khan cambiaron de lugar. Ni Grenville California ni Andragón Mill sabían, pese a todo su poder, quién era el KastraKhan original. Entonces, no pudiendo contenerse por la soberbia que lo dominaba, Andragón Mill gritó : ”Qué gran arma, maestro Kastra-Khan, quién podrá saber donde está la verdad ahora?” ”Es la serpiente negra, Yuga Danda, la que posee este poder”, repondió Kastra-Khan. Por la parte superior de la serpiente Yuga Danda brotaron un par de alas negras con círculos rojos. La serpiente voló por los aires y se enroscó en el brazo izquierdo de Grenville California; después se fué empequeñeciendo hasta queda grabada en el pecho de él. ”Yuga Danda será quien te proteja, gran Duque”, dijo Kastra-Khan y luego añadió : ”La otra serpiente, Maga Danda, te pertenece a tí, Andragón. Con ella puedes romper los hechizos de los hombres y de los magos y magas, pero 52
no los hechizos de los Dioses; eso no nos está permitido. Pero si atraemos a los magos Eastwood , Francois, Shakuntala y Alonso a la dimensión negra, entonces nuestro hechizo tendrá todo el poder. Recuerden que nosotros no podemos ingresar a las dimensiones blancas pero ellos si pueden introducirse en las dimensiones negras. Ellos tienen menos poder aquí y son, por lo tanto, muy débiles”, finalizó asi Kastra-Khan. La víbora que había sido dada a Andragón Mill se introdujo en la guarda de su espada. Andragón acarició la guarda de su espada e hizo una reverencia de reconocimiento. Grenville California se inclinó ante Kastra-Khan también. Salieron del templo negro de Kastra-Khan con los corazones más ennegrecidos y también convencidos que ahora sería casi imposible vencerlos. Los dos saltaron hacia adelante y desaparecieron como cuando una burbuja de jabón revienta en el aire y se diluye ante nuestros ojos. Detrás de ellos sonó una risa interminable y cascajosa.
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CAPITULO DECIMO SEXTO
Shakuntala K. y Alonso de Paris habían llegado a las doce del día al Château de Versailles. A las diez de la mañana habían ido a una rental car y habían tomado un coche deportivo Corvette. Les había tomado cincuenta y cinco minutos llegar a Versailles, pues Shakuntala K quiso tomar el volante. ”No tenemos prisa. Pues, bien, te decía que al mal siempre hay que rechazarlo. Entre más lo rechaces mas odio anidará en su corazón. El odio es temerario pero hace perder la luz de la sabiduría. El mal posee el conocimiento del mal. Digamos que nosotros estamos inmersos en la tarea de la sabiduría del bien. Entre el conocimiento del mal y la sabiduría del bien hay diferencias esenciales : a quién sirven, cómo sirven y dónde sirven? : el conocimiento del mal sirve al mal y le sirve usando todo los recursos negros; va hacia cualquier parte para conseguir sus propósitos y está seguro que nada ni nadie puede detenerla. La sabiduría del bien, por el contrario, sirve solo a la Virgen Inmortal que es la parte femenina del Innombrable. Le sirve usando las armas del bien y va a todos lados para poder realizar los propósitos ineludibles de la Virgen Madre. Nosotros podemos estar en el mismo infierno, pero con nosotros está siempre el inmenso poder de la Madre Soberana. Aunque estemos en una extrema posición de debilidad Ella siempre nos asistirá. Recuerda esto, Alfonso, recuérdalo siempre”, dijo
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Shakuntala K. mirándole a los ojos y penetrando con esa dulce mirada al corazón de Alonso de Paris. Luego añadió : ”cuando te encuentres en peligro abre entonces tu corazón y piensa en mí. Pide por mi ayuda, pídeme la ayuda y yó te asistiré inmediatamente. Esta sabiduría entrará a tí cuando el instante llegue”. Alonso de Paris avanzaba mucho cada vez que escuchaba a Shakuntala K. Un pensamiento llegó a su corazón y él lo soltó : ”Y si pido a la Madre Emperatriz?” ”Recuerda, Alonso, que nuestra Sagrada Madre lo es todo. El sendero más corto para la resolución de todos los problemas es el que tú encuentras entre la Madre Divina y tú. La Madre Celestial lo sabe todo. Ella siempre sorprende a todos y lo hace usando la sabiduría de quien ha creado todo y es la responsable de que todas las leyes de la creación funcionen y sean de naturaleza perfecta”. Habían llegado a Versailles. Shakuntala le dijo entonces : ”En los tiempos de Luis XIV, yó vivía aquí”. ”En el siglo XVII?”, preguntò Alonso de Paris. ”Exactamente”, respondió Shakuntala K. y esperó por Alonso para que éste le abriera la puerta del Corvette. Alonso de Paris abrió la portezuela del vehículo y ofreció su brazo derecho a Shakuntala K. ”Iremos primero a los pisos del norte y después a los pisos del sur”, dijo Shakuntala K. 55
”Yo tengo curiosidad por ver el salón de ópera creado por el arquitecto Gabriel”, le comentó Alonso de Paris. Hubo silencio. Después de haber recorrido partes del Château de Versailles salieron a los jardines. Shakuntala continuó en su larga reflexión: ”En los tiempos de las viejas dinastías egipcias fuí hija del Faraon Tuntankhamon y su esposa soberana Ankesamon. Ellos eran iniciados en los misterios de la Virgen Soberana y yó, aún siendo una niña, les asistía en los rituales sagrados relacionados con los misterios supremos. Tu no puedes encontrar esto en los libros de historia; solo los grandes maestros iniciados lo saben y ellos callan ante todos, pues el silencio es la suprema expresión de la sabiduría. Detrás de las murallas imbatibles del silencio está la verdad”, dijo Shakuntala K. Y luego continuó : ”En los tiempos de Amenofis el IV, mejor conocido como Akenaton, vivió a su lado una de las mujeres más extraordinarias que el mundo ha conocido : la reina soberana Nefertiti. Ellos poseían el conocimiento sagrado y lo ejercían. La sabiduría de la Soberana Nefertiti saldrá a la luz del día y entonces todos sabrán que quien estaba detrás de ella era la Madre Divina. También la Madre Celestial estaba detrás de toda la sabiduría del Faraón Tutankhamon y su pareja perfecta, la reina Ankesamon. Detrás de la sabiduría de los maestros Eastwood W. Goethe y Francois Legend está también la Madre Emperatriz de la creación. Detrás de lo que tú consideras mi sabiduría, Alonso, vive la Madre Ùnica. En la vida
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común y corriente los seres comunes y corrientes, aman extraordinariamente a sus madres comunes y corrientes, no es verdad?; pues bien, nosotros amamos a la Madre Soberana del Todo, más que a nadie ni a nada, no es verdad?”, le preguntó Shakuntala K. ”Es verdad”, respondió Alonso de Paris; y añadió : ”eso nadie lo puede explicar pero todos lo entienden”. ”Mi maestro Saint Germain dice que desgraciado es aquel que abusa de los dones del cielo para servir a sus pasiones, y añade: la mano poderosa que somete a los elementos, lo romperá como a una frágil caña. No bastará una eternidad de tormentos para expiar sus culpas”. El maestro Saint Germain dice otras cosas sorprendentes cuando hace una pregunta a un iniciado sobre las pruebas de su misión. El maestro se responde a sí mismo después de haber hecho la pregunta : mis únicos testigos son los prodigios (que él hace) y mis defensores?, pregunta otra vez; nuevamente responde: una vida limpia, mis virtudes, un corazón puro. En su libro capital, La S. T. , el maestro dice : judica judicium et redime me. Propteo eloquium tuun vivifica me. Es decir; juzga tú mis actos y redímeme. Que viva yo gracias a tu sabia elocuencia”. Esto es una conversación con su parte divinal, que es lo mismo que decir que el maestro Saint Germain conversa con la Madre Divina. Después, el maestro dice algo que yó practico eternamente: Bonum est sperare in domino quam considere in principibus; vale decir, es siempre mejor confiar en el Señor 57
que en los poderosos. Entiendes, Alonso, porque yó siempre confio en las fuerzas extraordinarias del bien?”, le preguntó Shakuntala K. ”Si, Shakuntala, cuando tu hablas, yó lo entiendo todo”, contestó Alonso de Paris. Shakuntala K. – pensando en el maestro Saint Germain - le dice : ”el fin de tus obras se acerca, toma la espada de poder y golpea a la serpiente”. Shakuntala K. le toma de los hombros y le sacude suavemente : ”Ahora mismo iremos al Chãteau de Saint Germain - en - Laye. Tomamos la carretera A-13 y en media hora estaremos allá. En la terraza del siglo XVI, en una de sus columnas, existe un lugar que guarda la espada del Maestro Saint Germain. Te has hecho acreedor a esa espada Alonso de Paris. Recuerda: ”toma la espada de poder y golpea a la serpiente”. Por las mejillas de Alonso de Paris rodaron dos lágrimas. Esta vez Alonso de Paris miró a Shakuntala K. con los ojos del corazón. A su vez, por los ojos de Shakuntala K. estaban corriendo milenios de sabiduría y Alonso de Paris estaba aprendiendo a la velocidad de la luz. Shakuntala K. esperó al lado de la puerta izquierda del Corvette y Alonso de Paris abrió la puertecilla. Estaban camino hacia el Château de Saint Germain – en – Laye. Cuando llegaron a la terraza Shakuntala K. hizo girar con las manos la parte superior de una de las columnillas y entonces ésta se abrió mostrando una caja larga de madera: Shakuntala K. la tomó en sus manos y la abrió : una espada de oro puro apareció ante sus ojos. Alonso de Paris sintió que la espada le estaba hablando y a él le pareció escuchar la voz del maestro saint Germain diciéndole : ”a la sola vista de esta espada, las fuerzas del mal huyen despavoridas”.
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CAPITULO DECIMO SEPTIMO
Habían pasado siete días completos y Lee X. Zhong había seguido entrenando a la gente que el Tiburón Rojas había ido a buscar a Miami. Eduardo Quintero Rojas, el primo del Tiburón, y el Gobernador Mario López González tenían pleno control sobre sus panas con los cuales tomarían por asalto las catacumbas de la Catedral de Notre Dame de Paris. Ellos se habían encontrado en Miami y desde abajo habían ido acumulando crímenes y dinero sin importarles los medios usados para lograrlo. Entre ellos estaba Javier, un colombiano que había trabajado como marinero durante tres años y luego se había cansado. Javier nació en el puerto de Barranquilla, en el Caribe. Federico; su niñez había transcurrido en las calles del puerto de Valparaíso, en Chile, donde había sido abandonado por su madre cuando él no tenía ni siquiera seis años de edad. Gardel, el argentino, que había recibido el sobre nombre porque siempre cantaba los tangos más famosos de Gardel. Gardel había visto la luz en el puerto de Río Gallegos, en la parte extrema del sur de la Argentina, cerca del estrecho de Magallanes. Francisco, el boliviano, que desde niño, al llegar a la Paz había comerciado en en los barrios duros con la cocaína para lograr sobrevivir. Francisco era indio Aimará.Brincadeira, el brasileño de Porto Alegre, que era duro para gastarel dinero pero que siempre estaba en todas las fiestas y los vaciles. La gente del grupo lo jodía enviándole a los laburos mas peligrosos y más arriesgados. Pero Brincadeira se las arreglaba siempre. Metélo, el macedonio, a quien le llamaban Sacàlo también. Metélo hablaba una gran cantidad de idiomas y el español lo había aprendido gracias al dominio perfecto que tenía sobre el italiano. Metélo decía que sus antepasados provenían de Albania, pero que él era macedonio hasta las cachas. Mac Kinley, el texano, que estaba dedicado a la compra y venta de acciones en el grupo y a quien el grupo debía los èxitos económicos mas sobresalientes. Mac Kinley sostenía que ellos tenían que mantener sus recursos en dos frentes: el ilegal y el legal.Arturo, el venezolano, a quien apodaban el Pipirigüevo, porque él siempre opinaba, sobre quien se discutiera, que el tipo en cuestión era un Pipirigüevo. Arturo era músico y estaba a cargo de la sección económica junto con Mac Kinley. Arturo había vivido en New York y su inglés era el inglés de la raza. El grupo estaba constituído por personalidades extrañas a quienes el vicio del juego, el sexo , la cocaína, y el dinero volvían locos. Ellos solo consumían la yerba y la coca y no se metían con los productos hechos a base de la química pues eso, según Arturo, jodía la cabeza y nosotros tenemos que funcionar con la cabeza clara y en toda potencia. Pero Mario López 59
González tenía el control sobre todo y para él, como buen Barcelonés, lo más importante era el dinero y nada más que el dinero, señores, y después de eso no me jodan más. Lee X. Zhong había determinado la fecha de asalto a Notre Dame: ”dentro de una semana, cuando la luna esté en caída, a las nueve de la noche, pues a esa hora la completa obscuridad de las sombras caen con más fuerza”. Andragón Mill y Grenville California estaban presentes y no podían ocultar su complacencia y su orgullo al ver la sincronización del conjunto de la gente llegada de Miami. Sin embargo, tenían que poner en claro ciertas cosas, como Andragón Mill había expresado : ”Señores, es bueno que yó les aclare algunos puntos. Ni Grenville California, ni Jannina, ni Lee X. Zhong ni yó podemos entrar a la catedral de Notre Dame, eso no nos está permitido; de manera que ustedes, todos, estarán bajo el mando de la Triada formada por el Tiburón Rojas, Eduardo Quintero Rojas y Mario López González”. Andragón Mill chasqueó los dedos de la mano y apareció un plano de la Îla de la Cité en una gran pantalla blanca. Allí estaba la Catedral de Notre Dame de Paris. El Duque Grenville California añadió: ”Por el Boulevard Saint Michel entrará un grupo encabezado por el Tiburón Rojas. Javier, Federico y Gardel irán con él. Para darles el apoyo necesario Andragón Mill permanecerá en en el Quai de Montebello. Por el Quai de l`hotel de Ville, entrará el segundo grupo que estará bajo el mando de Mario López González. Con Mario irán Francisco y Brincadeira. Yó, Grenville California estaré en el Hotel de Ville pues la ayuda poderosa viene de parte de Andragón Mill, de Jannina y de mi parte. Metélo y Mac Kinley entrarán a la Ìle de la Cité, por la Ìle Saint Louis. Jannina estará en el Quai de la
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Tournelle. Arturo subirá al techo del Hotel Dieu, pues desde allí cubre gran parte de la catedral de Notre Dame”. El Duque Grenville California, desabotonándose la camisa, gritó: ” èsta es Yuga Danda, la serpiente negra.” Hubo silencio, pues la gente de Miami no entendía nada. Lo único que veían es que en pecho de Grenville de California había una serpiente grabada. Apenas habían transcurridos algunos instantes cuando todos vieron que la pequeña serpiente empezó a moverse y a crecer de tamaño. Suspendida en el aire, la serpiente desplegó sus negras alas donde todos veían una gran cantidad de círculos rojos. La serpiente Yuga Danda se enroscó en el brazo izquierdo de Grenville California. ”Ahora observen”, dijo Grenville de California. La figura de Grenville de California empezó a multiplicarse en una forma acelerada hasta el punto en que nadie podía saber donde estaba el verdadero Grenville. Arturo dijo : ”carajo, que coños es esto, este tipo no es ningún pipirigüevo!”. Andragón Mill se colocó al lado de Grenville California. Andragón portaba su espada negra en la parte derecha de la cintura. Con la mano izquierda levantó la espada al aire; después la volteó para que todos pudieran ver : de las guardas de la espada surgió otra serpiente que voló por los aires y por sobre las cabezas de todos. ”Con estas dos serpientes se pueden romper los hechizos de los hombres, las magas y los magos. Lo único que ellas no pueden romper son las órdenes de los Dioses: Nosotros estamos en batalla contra los maestros de la Logia Blanca y contra los semidioses”. Se dejaron escapar, entonces, aullidos casi animalescos de las gargantas de todos. El ché Gardel exclamó: ”Quienes son estos tipos ché?
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El gobernador, Mario López González, miraba a Grenville de California, a Andragón Mill, a Jannina y le comentó a Eduardo Quintero Rojas: ”Al lado de ellos podemos conquistar el mundo” El Tiburón Rojas, que había escuchado el comentario, le dijo : ”De eso es de lo que se trata, Mario. Todo está a punto para iniciar la conquista total”. Metélo, el macedonio, junto con el texano Mac Kinley pensaban en el dinero que harían. Brincadeira se veía como el jefe de todo el Brasil. Javier le decía a Arturo que los dos países sí serían suyos ahora. Federico, el chileno, junto con Francisco, el indio aimará comentaban los planes financieros en que se veían Inmiscuidos. Jannina se colocó al lado de Grenville California y de Andragón y dijo: ”El mundo nos está esperando. Con nosotros vosotros vaís a aprender cosas jamás imaginadas y jamás soñadas”. Jannina levantó a lo alto la mano izquierda y de la nada empezaron a aparecer pàjaros de largos picos y garras enormes. Los pájaros eran más grandes que ella y se distinguían del resto debido a su color negro intenso. Jannina bajó la mano y los pájaros desaparecieron. Jannina dió un salto hacia arriba y voló por los aires; suspendida allá arriba con otro movimiento de sus manos levantó al caribeño Arturo hasta donde ella estaba. Arturo se sujetó a ella tratando de mantenerse en calma y, sobre todo, tratando de mostrar un valor a prueba de todo para no quedar mal ante sus panas. Arturo pensó que esta gente se las sabía todas y entonces cantó un pedazo de su melodía predilecta: ”no estaba muerto, andaba de parranda!”. Todos se carcajearon hasta doblarse. ”Bájame chica, que la vaina está formidable allá abajo”!, le pidió Arturo. Los dos fueron bajando lentamente hasta llegar al piso. Jannina 62
pronunció unas palabras inteligibles y entonces Arturo vió que de la nada aparecía otro Arturo, igualito a él, y otro más y otro más, seis figuras semejantes a Arturo. Arturo exclamó: ”Ahora me voy a divertir y a vivir más que los demás!”. Jannina pronunció una sentencia: ”Estos siete Arturos tienen vida propia, pero uno solo es el Arturo que todos conocemos. Es muy difícil saber cuál de ellos es el auténtico. Estos siete Arturos van a subir al techo del Hôtel Dieu y con rifles de largo alcance vigilarán la media parte de Notre dame que dá al Quai de l`Hôtel de Ville; asi controlaremos esos muelles”. Luego añadió : ”No olviden nunca que nosotros no podemos entrar a la catedral de Notre Dame, pero ustedes si. Tienen que apoderarse de la tela de la Mona Lisa. Ló más importante es que la tela salga de la Catedral; ya del resto nos encargaremos nosotros”, dijo Jannina con voz fría y con palabras bien sopesadas. Todos entendieron el verdadero alcance de la situación. ”Ahora vayan a divertirse y a disfrutar del Paris nocturno. Todos pueden irse ahora, menos Mario López González, con el que quisiera hablar unas palabras”, dijo Jannina. Mario López González fué directamente hacia ella y Jannina engarzó su brazo izquierdo con el brazo derecho de èl. Jannina le miró a los ojos y le dijo : ”Ven conmigo que te voy a enseñar algunos sitios que tú nunca has
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visto”. Jannina abrió la puerta y entonces condujo a Mario López González hacia la calle; después se dirigieron lentamente hacia la la Avenue Des Champs Elysees.
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CAPITULO DECIMO OCTAVO La Condesa de Rattenberg, Artemisa Geissler Steinhausen (que era el el nombre y el título que Shakuntala K.usaba para ponerse a resguardo de todos sus enemigos) había arribado a Paris y los periódicos mostraban una fotografía de ella y de su secretario en el aeropuerto de Orly. Su secretario, Damian de Villiers, contestaba todas las preguntas que los periodistas hacían a la Condesa de Rattenberg. Aparcado enfrente de la entrada principal les esperaba una limousine blanca. La Condesa de Rattenberg y su secretario particular, Damian de Villiers, partieron hacia el centro de Paris. El chofer era un negro inmenso (en realidad, el maestro Eastwood W. Goethe) que portaba un largo saco blanco indú Hugo Boss que le llegaba casi hasta las rodillas y un pantalón blanco. Los zapatos eran de cuero blanco Fratelli Rossetti. La Condesa de Rattenberg le indicó al chofer que le llevara al Select Hôtel que se encuentra en la Place de la Sorbonne. Los planes de la Hermandad Blanca estaban sincronizados a la idea de estar cerca del Tiburón Rojas que tenía su escondite secreto justamente en la Place de la Sorbonne y, no muy lejos de allí, poder controlar también a Jannina que habitaba en un edificio viejo en la Place Claudel. La Condesa de Rattenberg sabía que el Tiburón Rojas, a menudo, solía asistir al Club Le Queen, un sitio gay situado en la Avenue Des Champs Elysees. Como la princesa iba compañada de su apuesto secretario Damian de Villiers y de su gigantesco chofer, Tabor, que era digno de admirarse, no tuvo problemas para entrar. Los tres se estacionaron en el bar principal. A la una en punto de la mañana apareció el Tiburón Rojas que había llegado sin compañía. Tabor se encaminó hacia el Tiburón que se había colocado en la punta izquierda de la barra. Tabor llevaba una botella de Champagne Veuve Clicquot. El Tiburón quedó sorprendido al enterarse que era la Condesa de Rattenberg la que le había enviado la botella. Inclinando la cabeza le agradeció el obsequio a la Condesa que a, a su vez, también hizo una pequeña reverencia. No habían pasado algunos minutos cuando la Condesa de Rattenberg y su compañìa recibieron una botella de Moët & Chandon. El Tiburón Rojas, no pudiendo resistir los impulsos de hablar con la bellísima mujer, se dirigió hacia donde ella y le dijo: ” Mi nombre es Marco Antonio Rojas. Con quién tengo el gusto?. ”Soy la Condesa de Rattenberg, Artemisa Geissler Steinhausen. Estoy en Paris porque esta ciudad me proporciona deleites que ninguna otra ciudad ofrece. Y
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usted?, preguntó la Condesa de Rattenberg; es decir, Shakuntala K. ”Yó?, bueno, què le puedo decir? .Yo especulo con acciones en la Bolsa de Valores. También hago incursiones esporádicas en los negocios del oro y la propiedad. Paris es una ciudad donde uno puede vivir sin muchas preocupaciones, nò le parece? , le preguntó el Tiburón Marco Antonio Rojas. ”Si, tiene usted razón. Las preocupaciones no son para una ciudad como Paris. Estará usted mucho tiempo por acá”?, dijo la Condesa de Rattenberg ”Vivo prácticamente aquí. A veces hago viajes esporádicos para checar mis negocios en el continente y, especialmente en América”, respondió el Tiburón Rojas. ”Ahora que usted hace mención al continente americano; podría usted recomendarme a alguien que me pudiera asistir en la compra de alguna propiedad veraniega? Estoy interesada en la costa del Golfo de México”, le preguntó la Condesa de Rattenberg, Artemisa Geissler Steinhausen. El Tiburón pensó que como él tendrìa que moverse entre Europa y Miami podría conseguirle alguna residencia a la Condesa de Rattenberg allá y, a la vez, podría tener también la oportunidad de establecer vínculos mas cercanos con ella. ”Estoy pensando en Miami”, contestò Marco Antonio Rojas. Y le vino a la mente que el nada romántico nombre Tiburón no tenía lugar ni sentido en una relación con esta exquisita y bellísima dama de la nobleza europea.
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La Condesa de Rattenberg, Artemisa Geissler Steinhausen, tomó entonces la iniciativa, pues otra oportunidad como ésta era bastante difícil de presentarse. Recordó que ella no tenía tiempo que desperdiciar y le dijo: ”Qué pena!, dentro de dos días parto para Miami justamente para tratar de encontrar lo que hace tiempo he buscado”. El Tiburón Rojas encontró, al fin, la oportunidad de atacar, pues esa era su verdadera naturaleza: ”Qué extraordinaria coincidencia!, yó parto mañana para Miami. Si usted me lo permite puedo contactar a la gente de allá y entonces, pasado mañana, podríamos encontrarnos: para ese entonces tendría yó todo arreglado; es decir, le tendrìa preparada un serie de residencias que visitar”. ”Que suerte de haberle encontrado; sería mucha molestia pedirle que me espere en el aeropuerto?, le inquirió la Condesa de Rattenberg. ”De ninguna manera; sería una gran privilegio”, contestó el Tiburón Rojas. La Condesa de Rattenberg, Artemisa Geissler Steinhausen, le extendió la mano derecha y el Tiburón Rojas, nada tardió, se la besò con mucha delizadeza. ”Hasta pasado mañana, Marco Antonio”, le dijo la Condesa de Rattenberg. ”Hasta pasado mañana”, le contestó el Tiburón Rojas.
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CAPITULO DECIMO NOVENO Jannina quería enseñarle Paris de noche al Gobernador, Mario López González. Se fueron caminando lentamente por Le Champs Elysees, rumbo a la Place de la Concorde y de allí, pensó ella, les sería facil atravesar por el Ponte de la Concorde hacia el Bouleverd Saint Germain y llegar al corazón del Quartier Latin. Jannina había pensado que esa noche conservaria su cuerpo femenino para disfrutar de su parte femenina junto con Mario López González. Llegaron hasta el Boulevard Saint Michel y Jannina le dijo que pasarían a un lugarcito que ella tenía en la Place P. Claudel, en el Quartier Latin, donde se cambiaría de ropa y depuès irían al Boulevard Saint Michel, al Club Le Petit Journal para escuchar un poco de Jazz. ”Te gusta el jazz, Mario?, le preguntó Jannina. ”El jazz es americano. Es, tal vez, lo único que los americanos pueden ufanarse de tener”, respondió Mario López González . ”El jazz es negro”, replicó rápidamente Jannina. ”Es cierto”, pero los negros lo inventaron en Estados Unidos. ”Lo que hace al jazz, jazz, es su alma negra, no es verdad, Mario?, afirmó y respondió, al mismo tiempo Jannina. ”Lo importante es que a mi me gusta. Es jazz es una combinación de la esclavitud con el confort del tiempo libre de la plata capitalista. Estados Unidos es un lugar donde alguien cualquiera gusta de la música, la consume y paga bien por escucharla. Esa pequeña relación hace que el escuchador se convierta en receptor. Al comentar su afición ó su amor lo trasmite. El jazz transmite no solo un sentimiento; como el tango, el jazz contagia al escucha 68
en enfermo de un gusto estético complicado. El jazz se comunica sin palabras”, dijo Mario López González. ”El jazz es anarquía. La gente que más gusta del jazz es gente que está relacionada con la filosofía de la libertad sin barreras. Con el Jazz, los negros se liberan”, replicó Jannina. ”Liberan su alma, no su cuerpo”, dijo Mario López González. ”Si, es verdad, pero el cuerpo sufre las consecuencias de esa liberación de todas formas”, respondió Jannina. Llegaron al fin al piso que Jannina tenía en la Place P. Claudel. Entraron al pisillo y Mario exclamó: ”Es como si estuviéramos en la Edad Media, Jannina”. ”Estamos en la Edad Media, Mario y hoy te pido complacerme. Estarías dispuesto?, le preguntó Jannina. ”Claro que sí, Janninita!, le contestó Mario López González. Jannina se quitó los pantalones Gucci. La chaqueta Dolce & Gabbana y la blusa Versace volaron por los aires. Los Levi`s de Mario siguieron el mismo camino, lo mismo que la playera y el saco Kalvin Klein. Mario admiraba la perfección del cuerpo de Jannina y ella se deleitaba en la recia y simétrica figura de Mario López González. Cayeron a la cama y Mario la penetró como había penetrado los instantes misteriosos que la vida puso delante de él sin que jamás pudiera saber por qué. Mario se hundió en la fuerza de esa mujer que le absorbía – como él mismo lo pensó – hasta el alma y de pronto, sintió que algo muy fuerte se había clavado en toda su naturaleza psíquica; allí supo que nunca podría liberarse de esa fascinante condición. El acto pasional se fué convirtiendo en una ceremonia sin contornos definidos, pero su fuerza devastadora estaba enmedio de ellos y Mario quedó convencido que esa mujer poseía misteriosos conocimientos que no podían explicarse sino solamente aceptarse, y por eso disfrutó aún más de ella. Hicieron el amor muchas veces. 69
Sin decir nada, ella se levantó y fué al baño donde tomó una ligera ducha. Al salir le dió un beso en la punta de la nariz y en la punta del Dick a Mario y le dijo: ”Toma una ducha y vístete que nos vamos a Le Petit Journal”. Mario, antes de entrar al baño, le mordisqueó suavemente los senos y le dió una pequeña palmada en el traserito.
Marco Antonio Rojas, el Tiburón, estaba esperando por la Condesa de Rattenberg, Artemisa Geissler Steinhausen, en el aeropuerto de Miami. Eran casi las siete de la noche y el avión que llegaba de Paris estaba aterrizando El Tiburón Rojas esperó cincuenta minutos y, al fin , a una distancia de sesenta ó setenta metros, vislumbró a la Condesa de Rattenberg que le hacía señales con su sombrero blanco, agitándolo hacia los lados. El Tiburón Rojas levantó los dos brazos a lo alto y gritó: ”Artemisa ; aquí!”. La Condesa de Rattenberg corrió hacia donde estaba el Tiburón Rojas y le abrazó cordialmente. Con ella venía Damián de Villiers. ”Mi secretario Damián irá hacia otro hotel cercano al mío. Yo estoy a tu disposición Marco Antonio”, le dijo la Condesa de Rattenberg. Damián de Villiers saludó al Tiburón Rojas y le dijo a la Condesa que él se iría al hotel y que al día siguiente le hablaría por teléfono por si ella necesitara de sus servicios. ”Hasta mañana, Damián”, le dijo la Condesa de Rattenberg. Como secretario de la Condesa de Rattenberg Damián de Villiers usaba de una personalidad servicial y efectiva. Se peinaba hacia atrás y con la raya hacia el lado derecho. Usaba solo ropa de Giorgio Armani ó de Hugo Boss Sus zapatos eran siempre de Fratelli Rossetti pues, según él, no habia mejores zapatos que estos en todo el mundo. ”Me podría acompañar hacia mi hotel, Marco Antonio?”, le preguntó la 70
Condesa de Rattenberg. ”He alquilado un coche deportivo”, respondió el Tiburón Rojas. El Tiburón tomó la pequeña maleta de la Condesa y ella se quedó con el necessaire donde llevaba las cosas del toilette. Cuando llegaron al coche el Tiburón Rojas arrojó la maleta al asiento trasero. El Tiburón llevaba un pantalón blanco Kalvin Klein con rayas azules muy ténues. La chaqueta azul ténue Giorgio Armani le quedaba justa. Marco Antonio Rojas había elegido para esa especial ocasión zapatos Philippe Model. Fueron al hotel La Fayette, como la Condesa de Rattenberg lo había deseado. Subieron a la habitación preferida de la Condesa de Rattenberg, Artemisa Geissler Steinhausen: era la suite que el hotel tenía reservada de por vida para ella. La Condesa de Rattenberg era la propietaria del hotel. De esto, el Tiburón Rojas se percató inmediatamente al ver como la Condesa, con su sola presencia, dominaba todo y todos le complacían. ”Es suyo el hotel, Condesa?”, le preguntó. ”Si, Marco Antonio, es mío. Pero como usted comprenderá es bastante incómodo vivir en un hotel largo tiempo”, respondió la Condesa de Rattenberg” Eso es verdad. Yo prefiero alquilar una casa por el tiempo que necesite”, exclamó el Tiburón Rojas. Una vez que hubieran dejado las maletas en la suite, la Condesa le pidió a Marco Antonio Rojas, que le esperara en el bar Montmartre del hotel. ”En veinte minutos estaré allá”, expresó la Condesa de Rattenberg. Mientras la Condesa se duchaba y cambiaba de ropa, el Tiburón ya estaba sentado en el bar donde pidió un ron con cocacola, pero al segundo se arrepintió y pidió una Caipiriña, pues pensó que ante la belleza y la elegancia de la Condesa él no podía comportarse como un carnívoro inculto. Pasada una media hora llegó la Condesa. Marco Antonio Rojas le preguntó: ”Que desea usted tomar?”.
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La Condesa para aligerar la atmósfera le respondió: ”Lo mismo que usted, Marco Antonio, me encanta la Caipiriña”. El Tiburón Rojas se sintió verdaderamente bien. Tuve razón, pensó y le ordenó al camarero que trajera otra Caipiriña más. ”Yo no conozco muy bien Miami, Condesa, pero tengo algunos amigos importantes en todo el estado. Ayer, estuve charlando con Mr. Newman y juntos pudimos hacer una selección de siete estupendas residencias. Todas están próximas a la costa”, le explicó el Tiburón Rojas. El Tiburón Rojas pagó en efectivo y salieron del bar del hotel para ver las residencias veraniegas. A la tercera residencia la Condesa de Rattenberg se decidió por poner punto final a la búsqueda. ”Me quedo con esta, Marco Antonio. Su amigo, podría tener los papeles listos para mañana?, preguntó la Condesa de Rattenberg. ”Eso lo arreglamos ahora”, respondió el Tiburón Rojas. Marco Antonio Rojas tomó su teléfono celular y arregló la cuestión de la compra para el día siguiente. ”Todo está listo Artemisa”,- le dijo – y le besó la mano izquierda sin despegar la mirada de los ojos extrañamente bellos de la Condesa. ”Y ahora a divertirnos, Marco Antonio”. Marco Antonio Rojas y Artemisa Geissler Steinhausen, la Condesa de Rattenberg, tomaron la carretera costera; nadie de los dos dijo nada, pero las cosas se estaban desarrollando de acuerdo a los planes específicos de los dos. Por una parte, Marco Antonio Rojas estaba pensando que yá tenía aprisionada a la Condesa en su red. Esta mujer ya es mía, se dijo, y será una de mis mejores conquistas. Por la otra parte, la Condesa sabía que el Marco Antonio Rojas, el Tiburón, le iría a proporcionar toda la información sobre la batalla final; pero sobre esto Marco Antonio Rojas no tenía ni siquiera la más 72
mínima sospecha. Mientras Marco Antonio Rojas pensaba en la pasión, el preámbulo de ella y la cama, la Condesa de Rattenberg estaba totalmente concentrada en la gran batalla final en donde ella desempeñaría uno de los papeles más importantes. Los dos siguieron tomando Caipiriña tras Caipiriña y ninguno de los dos daba marcha atrás. Luego cambiaron la Caipiriña por vodka tonic; como a las dos de la madrugada Marco Antonio Rojas pensó que era hora de asestar el golpe maestro. ”Artemisa, estoy loco por usted”, le dijo ”Yó también por tí, Marco Antonio”, le tuteó la Condesa de Rattenberg para romper el hielo. ”Adónde vamos ahora?”, le preguntó Marco Antonio. ”Al bar Monmartre del hotel La Fayette, Marco Antonio”, le contestó ella. Pidieron un taxi que les llevó al hotel La Fayette. Fueron directamente al pasillo que les conduciría hacia el bar Montmartre. Al entrar al bar la Condesa sumió a Marco Antonio Rojas en un profundo sueño. Marco Antonio le relató que ”el ataque final a la catedral de Notre Dame se llevaría a cabo el día trece de este mes con gente traída de Miami y entrenada por Lee X. Zhong. Andragón Mill y Grenville California tenían dos serpientes; la de Andragón está en las guardas de su espada y la de Grenville California está grabada en su pecho. Las dos serpientes tienen poderes extraordinarios. Nosotros atacaremos por tierra y seremos muchos. Nuestra misión es apoderarnos de la Mona Lisa”. Allí terminó el relato. Cuando volvió en sí, Marco Antonio Rojas estaba sentado en el bar Montmartre del hotel La Fayette, pero no recordaba nada de la última media hora que había pasado con la Condesa de Rattenberg. Una fuerza misteriosa le empujaba a irse para su escondite. ”Perdóneme, Marco Antonio, pero tenía que hacer unas llamadas urgentes. Hablé con mi secretario y él vendrá mañana para finalizar la compra de la residencia. También hablé a Paris con mi chofer, Tabor, para que me vaya a buscar a Orly. He demorado mucho ?”, le preguntó la Condesa. No sabiendo que contestar, Marco Antonio Rojas eligió el camino de la mentira decorosa. 73
”No. Estaba pensando en que mañana tengo que ir a ver a Mr Newman, de manera que es hora de irse a dormir”, contestó el Tiburón Rojas. Al Tiburón Rojas no le interesaba más que irse a dormir. Ni la belleza de la Condesa hacía mella en él ahora. Marco Antonio Rojas miró a la Condesa de Rattenberg y se despidió de ella: ”Buenas noches, Condesa, espero encontrarla en Paris nuevamente”, dijo con voz cansada el Tiburón Rojas. ”Buenas noches, Marco Antonio y gracias por todo. Yó esperaba que se quedaría hasta un poco más tarde”, dijo la Condesa. ”Yó también, pero el deber me llama”, contestó el Tiburón Rojas. La Condesa de Rattenberg; es decir, Shakuntala K. regresó rápidamente a la suite donde Alonso de Paris le estaba esperando.
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CAPITULO VIGESIMO
Shakuntala K. y Alonso de Paris habían viajado a la quinta dimensión para encontrarse con los maestros Eastwood W. Goethe y Francois Legend. El sitio de la Rendez-vous era un viejo palacio similar a la catedral gótica de Notre Dame de Paris. ”En esta catedral, los magos Grenville California y Andragón Mill no tienen ninguna posibilidad ni de entrar ni de poder escuchar lo que aqui hablemos”, dijo el maestro Eastwood W. Goethe. ”Los magos del mal se han preparado concientemente y tienen la seguridad de apoderarse de la tela sacrosanta: la Mona Lisa”, expresó el maestro Francois Legend. ”El día del asalto será el 13 de este mes, con luna en caída, a las doce de la noche”. ”Ellos son muchos, pero la Madre Poderosa está con nosotros. En esta batalla se deciden muchas cosas. El mal va contra los designios de la Bienamada. Nosotros somos los combatientes de la primera fila en la batalla final”, dijo Shakuntala K., y luego agregó : ”Lord Krishna derrotó al mal una y otra vez con el poder mágico de su magnífica e inigualable sabiduría. Las serpientes Yuga Danda y Maga Danda, a pesar de todo su poder, no pueden compararse en sabiduría al poder mágico de nuestra Madre Soberana”, finalizó, asi, su discurso Shakuntala K. 75
”Venimos a la Catedrál de Nuestra Madre para fortalecernos. La duda derrota a quien la expresa”, gritó Alonso de Paris.
Alonso de Paris tomó luego la espada del maestro Saint Germain en sus manos e hizo el signo de la cruz en el aire y con la voz vibrante que Saint Germain le había dado, dijo : ”Este es el conjuro de los Cuatro : Caput Mortuum! Imperet tibi dominus per vivum et devotun serpenten Cherub! Imperet tibi dominus per Adam Jot - Chavah! Aquila errans! Imperet tibi dominus per alas Tauri! Dominus Tetragrámmaton per Angelum et Leonem! Michael! Gabriel! Raphael! Anael! Fluat Udor per spiritum Elohim! Maneat Terra per Adam – Iot – Chavavh! Fiat Firmamentum per Iahuvehu – Sebaoth! Fiat Judicium per ignem in virtute Michael! Angel de ojos muertos! Obedece o disípate por la virtud de esta agua santa Toro alado! Trabaja y retorna a la tierra si no quieres perecer por el poder de esta espada! Àguila encadenada! Obedece ante este signo o retírate ante este soplo! Serpiente movible! Arrástrate a mis pies o será atormentada por el fuego sagrado! Evapórate con los perfumes que yo hago arder! Que el agua vuelva al agua! Que el fuego arda y permanezca! Que el aire circule! Que la Tierra caiga sobre la Tierra por el poder del pantáculo sagrado, la estrella de cinco puntas! La estrella matutina! 76
En el nombre del pentagrama que está escrito en la cruz de luz que no es del mundo! Amén! Amén! Amén!
Terminó la conjuración haciendo el signo de la cruz en el aire con la espada del maestro Saint Germain que Shakuntala le diera. Alonso de Paris se había convertido en un Demiurgo de los principios. En el aire aparecieron silfos, ondinas, salamandras, gnomos, los genios del éter y de los tattwas. Todos circulaban alrededor de los cuatro maestros, pues a Alonso de Paris le había sido dada la gran espada de los maestros inmortales. Alonso, recordó, entonces, las palabras de los maestros: el más pequeño será el mayor. La música encantadora de las esferas resonaba en las paredes de la Catedral de la Madre : de la nada apareció la estrella de cinco puntas en oro puro, incrustada en una plancha de mármol blanco impecable. Alonso de Paris pensó en las estatuas de Micheangelo Buonarotti. En la Catedral se mezclaban los olores sagrados del alcanfor, el incienso, el azufre, los áloes y la mirra, la resina blanca y el ámbar gris. En el oro, todos sintieron en sus corazones el símbolo de la vida y la luz. Para no temer a la muerte, Alonso de Paris quemaba mirra, que es el símbolo de la obscuridad de la noche y de la muerte. Alonso quemaba el incienso para no olvidar la Divinidad conciliadora de los dos principios : el bien y el mal deben conciliarse. Entonces aparecieron los Àngeles Michael, Gabriel, Raphael, Anael, Samael, Zadkiel y Oriphiel. Siete Àngeles de un poder terriblemente inigualable. Todos ellos eran blancos como la nieve. Al mismo tiempo levantaron las manos y esparcieron su bendición sobre las cabezas y los cuerpos de los cuatro maestros. El Àngel Michael, con una voz jamás escuchada, expresó : Que la Madre os proteja y os brinde el poderío de sus perfectas soluciones! Que Nuestra Madre Divina esté siempre con Vosotros! Que la Luz de Nuestra Madre Esplendorosa os asista eternamente! Todos los Àngeles exclamaron entonces: ”Asi sea! Asi sea! Asi sea!”.
Un remolino de luz los levantó por los aires de la Catedral y los siete Àngeles Maestros fueron conducidos a un túnel de luz donde volaron a una velocidad
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vertiginosa hasta desaparecer en unos segundos de la C谩mara oculta de la Madre de la Catedral de Notre Dame. Detr谩s de ellos qued贸 un olor a bendici贸n.
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CAPITULO VIGESIMO PRIMERO Eduardo Quintero Rojas, el primo del Tiburón Marco Antonio Rojas, había estado esperando por el Gobernador, Mario López González, desde que vió a éste salir del edificio de entrenamiento en la calle Washington acompañado de Jannina. Ellos acostumbraban convivir inténsamente en Miami y Eduardo Quintero Rojas sentía una malsana curiosidad por enterarse de lo que estaba sucediendo entre el Gobernador y Jannina. Tan pronto como Mario llegó, Eduardo le abordó: ”Cuéntame, mi pana, cómo te fué en la caza?”, le preguntó directamente a Mario López González . ”A uno nunca le pueden salir mal las cosas. Lo que uno ve eso es de uno. La minita es deliciosa y te advierto que yó no hice ni una sola movida; en todo momento fué ella la que tomó la iniciativa”, le contestó Mario López González. ”Y en la cama qué, salió vencido? , preguntó Eduardo. ”Eso nunca!; lo peor que me puede ir es que la empate. Pero te digo que aquí fué empate. La mujer es una verdadera guerrera”, dijo Mario. ”No me venga con cuentos, Mario; usted sabe que entre nosotros no hay secretos, asi que pónga las cartas sobre la mesa!”, le inquirió Eduardo. ”Le cuento la firme, maestrin, a esta mina no hay cómo ganarle”, dijo Mario. ”OK; pero pasando a otra cosa, el momento se está acercando y hay que estar en forma para no meter la pata. Usted sabe que a mi siempre me gusta ganarla”, 79
le dijo Eduardo. ”Yo no creo que nos vaya a ir mal. Vió usted cómo se las manejan nuestros jefes? Mira, mi pana, de aquí solo nos queda ir para arriba; no hay ningún otro camino”, le contestó Mario. Eduardo Quintero Rojas le rindió los pormenores de lo último: ”Estuve hablando con los otros y todos están calientísimos por entrar al horno. Javier Salamanca, el colombiano, dice que después de esto él regresa para Colombia. Federico Malatesta, el chileno, piensa ir primero a Chile y después arrancaría para Italia a pasarse unas buenas vacaciones, pues quiere encontrar a sus antepasados. Gardel, que en realidad se llama Víctor Cobos, no regresa más a Río Gallegos y se queda en Estados Unidos, pero cambia de lugar y se nos va para New York. Francisco Rodríguez, el indio Aimará si quiere regresar a Bolivia. El Brincaderira, Augusto Coto, se quisiera trasladar para Porto Alegre nuevamente, pero con poder. Metélo Milutinovic, el macedonio se queda en Miami. El texano Mac Kinley compraría un pequeño rancho en California. Arturo Villatranca, el venezolano, anda con una minita sueca y quiere emigrar para Suecia; la mina lo trae herido”. Y usted, mi pana, qué haría usted?”, le preguntó Eduardo. ”Yó?, la verdad es que no lo sé. Europa me gusta mucho, pero la vida me gusta más. Le voy a confesar algo, Eduardo, yó en verdad quisiera abrir una cadena de mercados alimenticios especializados en la venta de aves, animales , pescados y
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mariscos; todo de primera calidad. Empezaría aquí en Paris, y luego abriría mercados similares por toda Francia, Italia, Holanda, Bélgica, Luxemburgo, Suiza, Austria, Alemania, Mónaco, Gran Bretaña, Escocia, Irlanda, Suecia, Noruega, Finlandia, Rusia, etc. , etc. También, al mismo tiempo, me gustaría abrir una cadena de hoteles exclusivos para millonarios con toda la clase de servicios y la mejor comida del mundo. Traer cocineros de Brasil, Japón, México, la India, China, Thailandia, etc ; para sacarle la plata a todos los turistas, Qué le parece”?, le confesó Mario López González. ”Cóño, mi pana, esto es verdaderamente cojonudo. Si usted me acepta como socio yó me apunto en esa. La idea es buenísima. Todos sueño es bueno, aunque no se realice; si no es en esta vida, pues entonces será en la otra. Me deja usted frío de pies a cabeza”, dijo Eduardo y extendió la mano para firmar con ese saludo un pacto en el cual los dos acordaban ser socios hasta la muerte.
Mario López González había encontrado eco a sus sueños y esta vez no los abandonaría, pues algo en su interior le estaba diciendo que las cosas ahora si saldrían como deben siempre salir pues los últimos acontecimientos venían parados y en orden. Lo que Mario López González no sabía es que esas palabras eran del mal y el mal siempre busca engañar.
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CAPITULO VIGESIMO SEGUNDO Shakuntala K. había ido con Alonso de Paris al Palais du Louvre. Parada frente a la tela de la Mona Lisa, Shakuntala inició un exordio: ”Esta tela, aunque magistralmente pintada, es una copia. No obstante, podemos observar aqui algunos puntos que casi todos soslayan : primero, la serena sonrisa de la Madona está despojada de la cosa sexual de la que todo el mundo es tan aficionado. Esta apacible sonrisa es la sonrisa del amor que la Madre esparce entre todos sus hijos sin distingos de ninguna índole. La Madre no hace diferencias, pues para ella todos somos iguales: negros , blancos, amarillos , cobrizos, mestizos, indígenas, pobres, ricos, sanos, enfermos, niños, jóvenes, adultos, hombres, mujeres, viejos, ciegos, mutilados, los que poseen la inteligencia o los que han sido despojados de ella. Pero la Madre ama especialmente a los hijos que le entregan sus vidas, sus energías y sus obras; por ellos la Madre vela eternamente”. ”Y de Leonardo, que me puedes decir?”, preguntó Alonso de Paris. ”Leonardo Da Vinci nace en el año 1452. Si nos basamos en los estudios de la Cábala, esta cifra nos remite al número doce. Leonardo nació yá con las doce facultades del Ser en él. Por eso es que él, desde la edad infantil, mostraba ya las capacidades y los conocimientos de un Iniciado. No debemos 82
olvidar que Leonardo se formó él solo como ingeniero, arquitecto, escultor, científico, investigador, inventor, médico, anatomista, dibujante, iniciador de técnicas asombrosas que hoy en día dejan pensando a la gran mayoría. Muchas de las técnicas que Leonardo inventó han sido copiadas por los artistas posteriores. Muchas de las técnicas de hoy en día han sido desarrolladas basándose en el trabajo de Leonardo”, respondió Shakuntala K. ”Podrías volver a la Mona Lisa?” , preguntó nuevamente Alonso de Paris. ”La mujer de la tela de Leonardo que muchos identifican con distintas personas de la vida real nos refleja que, ( de acuerdo al axioma de los maestros: donde muchos están en desacuerdo, allí está la mentira ) ella no existe como tal. Tengamos en cuenta que Mona Lisa significa : Madre Omnipresente Nuit Adorada Luz, Isis, Apiádate de nosotros ) Mona Lisa es la Madre Universal, la Luz inolvidable, el nombre de la materia prima de la que todo, absolutamente todo, está hecho, por eso todos sienten un amor inexpresable dentro de sí”, dijo Shakuntala K., y continuó: ”El sendero se encuentra entre un paisaje brusco, difícil y lleno de rocas y piedras ásperas; este es la senda difícil intrincada y tortuosa de la vida. Cualquiera puede perderse en cualquier momento. La apacibilidad de la Madre nos enseña a mostrar la tranquilidad del Buddha a quien nada ni nadie puede perturbar. La Madre es imperturbable. La Madre nos muestra el sendero : los hijos de la Madre tienen que ser imperturbables. Al que cae
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no le queda otra alternativa que la de levantarse. En la vida real todas las madres levantan a sus hijos cuando caen y se hacen daño. La Madre de todos nos ayuda siempre a continuar por el sendero aunque éste sea duro e insoportable. Entre más dura la marcha hacia adelante, más ayuda recibiremos de la Madre”. , dijo Shakuntala K. ”Por qué se dan las batallas, Shakuntala Krishna?”, preguntó Alonso de Paris. ”Las batallas son las pruebas para que tú vayas perfeccionando tus verdaderas inclinaciones y tus capacidades. Todo está en relación a lo que tú recibiste en el momento de nacer. Hagas lo que hagas, la corriente siempre te lleva hacia donde ella se inclina; con esto quiero decir que, por ejemplo, tus padres desean, de acuerdo a ellos, algo bueno para tí; pero para tí la Madre tiene reservado un sendero que no tiene semejanzas con otros senderos. Tus amigos marchan hacia una parte y les sigues, pero ese sendero no es el tuyo. Muchas mujeres se casan con los hombres elegidos por los padres y la elección resulta un fracaso. Esas pobres mujeres viven sufriendo y aborreciendo a sus maridos. Ellas no miraron hacia sus mundos internos para preguntarse qué camino tomar, no tuvieron ese tipo de ayuda inicial; sin embargo, en un momento determinado de sus vidas, cuando todo entró en crisis total, ellas rompen con todas las ataduras y se van al fondo. Pero del fondo siempre se resurge. Caer al fondo es llegar a un sitio donde tienes que pensar en ti primero para poder levantarte con más fuerzas que antes. El que llega al fondo ha perdido muchas cosas, pero no se ha perdido a sí mismo. La Madre nunca nos abandona. Cuando estamos en el fondo 84
la Madre nos asiste mejor que nunca, pues el amor de ella hacia nosotros contiene toda su invulnerable potencia. Cuando resurgimos del fondo estamos muy despiertos y muy vivos, vemos las cosas de otra manera. Se nos puede mentir, pero ya no se nos puede engañar”. Con esto, Shakuntala puso punto final, en espera de otra ocasión mejor, a la visita al Palais du Louvre. Cuando salieron del Palais du Louvre tomaron la rue de Louvre y llegaron a La Bourse de Commerce, donde Shakuntala K. tenía que cerrar algunas operaciones bursátiles. ”Qué te parece si vamos a Le Relais Louis XIII en la Rue des Grands Augustins: de aquí nos queda cerca; pasamos por la Île de la Cité a través del Pont Neuf y ya estamos allá?”, dijo Alonso de Paris. ”Me parece muy buena idea. Hoy tengo ganas de comer algo por el estilo”, contestó Shakuntala K. Caminaron de regreso a la Rue de Louvre hasta llegar al Quai du Louvre; de allí se dirigieron hacia el Pont Neuf y atravesaron la Place du Pont Neuf y arribaron finalmente al Quai des Grands Augustins; la Rue des Grands Augustins estaba a la vista.
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CAPITULO VIGESIMO TERCERO La arquitectura del restaurante Le Relais Louis XIII estaba basada en una combinación del Renacimiento y la Edad Media.. La comida allí era, tomando en cuenta los precios exhorbitantes de Paris, barata y bastante variada, pero conservando siempre la calidad y la fineza del buen arte culinario. El Chef de Cuisine, que estaba conversando con uno de los clientes, al ver entrar a Shakuntala K. y Alonso de Paris, sin que se lo pudiera explicar, fué dirigido por una fuerza poderosa hacia ellos y les ofreció una de las mejores mesas. ”Qué nos recomienda usted?”, dijo Alonso de Paris. ”El filete de Vaca hecho a la manera de Aquitaine es delicioso. La Langosta de Bretagne es tambien muy exquisita”. ”A mí déme la langosta”, respondió Alonso de Paris. ”A mí también”, dijo Shakuntala K. ”Que vino desearían tomar?”, preguntó el Chef de Cuisine. ”Lo dejamos a su elección”, le respondió Shakuntala K. ”Muy bien, y gracias por la confianza depositada en mi persona. Tengo por allí una buena botella de Château Mouton Rothschild, que es un Premier Grand Cru del año 1970. Les encantará”, dijo el Chef de Cuisine, mostrando una gran sonrisa. ”No muy lejos de aquí, del otro lado de la Île de la Cité, entre la rue Beau y la Rue du Temple, hay una calle pequeña, la Rue de Montmorency. Allí , en el restaurante Nicolas Flamel, vivió el maestro con su esposa Perrenelle.
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Te voy a llevar alguna vez a ese sitio”, le dijo Shakuntala K. Los maestros lo saben casi todo, pero hay maestros que, por virtud de haber vivido más, están enterados de muchas cosas que algunos otros maestros ignoran.
Shakuntala K. tenía una edad que ningun otro de los grandes maestros podría calcular. Alonso de Paris, a pesar de poseer una edad milenaria estaba aprendiendo todo el tiempo y había cosas de las que no estaba enterado; cosas prácticas, las referidas a determinadas personas en determinadas circunstancias. Alonso de Paris podía leer la personalidad de cualquiera y para eso le bastaba ver su aura. Si alguien le pedía mayores datos, entonces Alonso de Paris leía las líneas de las manos y las líneas de los pies mas las líneas del rostro de esa persona y llegaba por ese camino a conclusiones asombrosas que dejaban a los testigos sin respiración. Shakuntala K, por el contrario, sabía las cosas porque las sabía, su ser substraía de la biblioteca de la vida cualquier tipo de dato que se le demandara: cuándo, dónde, por qué, bajo qué circunstancias, cómo, etc. Ella lo sabía todo y no había ningún secreto para ella al cual ella no pudiera llegar; solo le bastaba proponérselo. Alonso de Paris solía estar siempre con ella pues cada día al lado de Shakuntala K. era la oportunidad única de llenarse de conocimientos sobre los misterios indescifrables de la vida y de la muerte, sobre los mundos internos, los otros mundos, la ocasión de visitarlos y de entrevitarse con sus habitantes y con otros maestros más avanzados y con mayor sabiduría , pues le planteaban la posibilidad de encontrar soluciones a problemas irresolubles como, por ejemplo, ”la distancia más corta entre dos dimensiones lejanas está en tu ser y nó en tu saber”, lo que le causaba estados de alegría indescriptibles. Alonso veía en Shakuntala a la Madre Perfecta y estaba dispuesto a proseguir en su marcha para alcanzar el nivel del Ser de ella. ”En diferentes partes de nuestra dimensión hay puertas de entrada y de salida hacia los mundos internos. Por allí se llega más rápido a cualquier nebulosa. Viajando por la cuarta dimensión se llega más rápido. Yó se, Alonso, que tu dominas ésta técnica de viaje. Si te hablo asi es para que cuando tu estés con tus discípulos nunca olvides esto. Nuestra tarea consiste en dar sabiduría y no cerrarle las puertas a nadie que tenga interés y que persista en esta lucha. Te voy a decir cuáles son esas puertas : en Francia, en la Bretagne, hay una de 87
esas puertas; en los Pirineos hay puertecillas. En Egipto existen varias entradas, pero no las voy a especificar. En los Himalayas hay hoyos blancos que nos conducen hacia todos los sitios más lejanos que alguien cualquiera pueda imaginar. En México, en Coatzacoalcos, existe una entrada muy especial. Yo suelo viajar por allí, pues las distancias se acortan de una forma única. En Puebla, también en México, suceden cosas que no tienen nada que ver con la Lógica formal. En el Mato Grosso, Brasil, cerca de Cuiabá, existe un caracol espacial con una fuerza inimaginable. En el océano Pacífico, muy pegado a Muroroa, y cerca del trópico de Capricornio, entre Muroroa y Tonga puede uno viajar hasta la estrella Sirio, que es algo asi como la Capital de nuestra Galaxia. Tus discípulos tienen que estar casi diluídos en la fé sin dudas, la fé del que sabe que las cosas son ciertas aunque los demás no crean en ellas, la fé que nuestra Madre Soberana, Alfonso, deposita en nuestros corazones antes del momento de nacer, unos segundos antes de que entremos a este mundo y demos nuestro primer alarido”, dijo Shakuntala K. Alonso de Paris la miró con ese amor con que nosotros miramos a nuestra Madre y a nuestros hijos. Shakuntala K. le estaba hablando con la edad de las eras perdidas en el olvido empolvado por la trampa del tiempo. Alonso de Paris la besó en las manos y le dijo, sin decir nada, lo que los seres de las leyendas inmemoriales han dicho a sus madres en parecidas circunstancias. El tiempo se había detenido; ellos hablaban y todo su alrededor estaba quieto y en silencio. La noche era apacible y una brisa bienhechora empezó a soplar desde la calle. Alonso de Paris escuchó las voces del silencio encadenado a ellos y un amor que jamás había sentido le entró por la piel y todos sus orificios y le empujó a eternizar ese inigualable momento. Alonso de Paris 88
veía a Shakuntala Krishna como a su propia Madre que a través de todas las edades le había siempre protegido con la savia inmortal de la sabiduría. Shakuntala Krishna era eterna. Shakuntala empezó a hablar: ”Cuando las tempestades del orígen cruzaban los cielos y hacían vibrar de amor con sus sonidos estremecedores las selvas y los ríos, los mares y las montañas, los hielos y los desiertos, yó veía yá todo eso. Había sido envíada por las Divinidades de las Residencias del Bien y mi tarea era la de aplacar la soberanía de los elementos que jugaban entre si al expresarse con toda la fuerza de su libertad. Los maestros del Bien me pidieron que aplacara los elementos como si estuviera dominando el mismo bien en mí para volverlo todavía más apacible. La Filosofía se aprende cuando tu te arrojas a tu interior para responder a todas las preguntas trascendentales que se asomen en tu corazón. Si no eres un maestro realizado y estás en camino hacia la cumbre de la sabiduría te encuentras en peligro todavía : el bien puede transformarse en mal; entonces esa caída tiene peligros casi irremediables pues es muy difícil retornar a las Residencias de las Bondades. Si, por el contrario, tú eres malo y siempre has sido malo y todos los demás te han considerado malo y lo siguen haciendo, el Bien te acecha y te persigue sin descanso; si llegara atraparte entonces serás para siempre su discípulo, pues su dulzura tiene sabores desconocidos y sus deleites no dejan nunca de estremecerte y de asombrarte. Los encantos mágicos de la serena naturaleza del Bien rompen todas las cadenas de la esclavitud. Los dones que el Bien te ofrece son el diario alimento de la inmortalidad : la música, la tragedia, el amor, la elocuencia de la palabra, la historia, la 89
astronomía, la comedia, la danza y la poesía. Quien se apropia de ellas mira la vida y su eterno transcurrir desde las estrellas. Este es el don de Melchisedek, el Señor del Mundo, este es el regalo de Sanat Kumara, el amo de las Nueve Iniciaciones. El fuego consumidor de las verdades no puede expresarse ni en la mentira, ni en la imperfección, ni en la ignorancia ni en la debilidad ; tampoco puede expresarse en la carencia de las virtudes del alma, ni en el olvido de sí. Para llegar a ser dueño de tí mismo tienes que encender las hogueras de la sabiduría en tu interior. Las gentes del mundo transitan por él como caminantes extenuados sin voluntad ni miras; no existe la mágica voluntad en sus actos; van por el mundo desprovistos del amor en que toda búsqueda debe estar cimentada. La Swastica Levógira es la marcha del grupo sin voluntad; la rueda gira y no hay conocimiento para hacerla parar, ella debe seguir girando aunque nosotros sepamos - en nuestro lejano interior - que su giro nos llevará a las desgracias y a un final sin luz; despojado uno de la conciencia y la sabiduría continúa uno en la fila que nos lleva al sacrificio. En el otro lado, palpita con toda intensidad la Swastica Dextrógira. Esa es la marcha de aquel que no pierde el tiempo y camina sin dejarse entretener por las mentiras que la vida coloca en tu transcurrir para engañarte y para extraviarte. La marcha de la Swastica Dextrógira es la del hombre conciente, la del guerrero que sigue su camino y hace un lado el camino de los demás pues ellos no le pertenecen. En este camino va uno contra todos, por eso es que es tan difícil y casi todos terminan
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abandonándolo; en este camino va uno contra el tiempo; el curso de uno no está dictado por las ciegas e ignorantes objecciones de los otros. Este sendero es solo uno y cada cual debe seguir los dictados de su conciencia. El interior de uno habla y hay que hacer lo que él te diga : está uno en el mundo y uno sufre las experiencias de él, pero uno no pertenece a él. La Swastica Levógira tiene su orígen en el mal y su fuerza ciega e inmisericorde hace cautivas a sus víctimas; no les dá la libertad ni les otorga la sabiduría. La Swastica Dextrógira, por el contrario, se origina en el Bien que no quiere retenerte como esclavo, sino que se complace en tu libertad y en tus anhelos insaciables de conocimiento y el rechazo conciente de las fuerzas de naturaleza negativa”.
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CAPITULO VIGESIMO CUARTO Grenville California estaba en los sótanos de su escondite que casi nadie, a excepción de Jannina y Andragón Mill, conocían. El Duque Grenville California quería conocer todos los secretos de la serpiente Yuga Danda y pensó que si se aislaba unos días con ella podría arrancarle los poderes que se ocultaban en ella. Hizo la invocación de la serpiente negra y esperó por su aparición. La serpiente Yuga Danda empezó a moverse lentamente y a crecer hasta sobrepasar la estatura de Grenville California. Parada en su cola la serpiente le preguntó : ”Qué desea mi amo?. ”Deseo saber de dónde has obtenido todos tus poderes. Puedes, acaso, trasmitírmelos?, preguntó Grenville California. ”Mis poderes los he obtenido cometiendo el mal. Cada cual es dueño de sus propios poderes; ellos no pueden transmitirse. Sin embargo, como mi amo posee la eficacia de la naturaleza del mal, puedo transferírselos”, contestó la serpiente negra: Todos los círculos rojos de su piel vibraban y daban la impresión de deslizarse hacia todos lados para cambiar de lugar. La serpiente moviendo sus fauces y babeando continuó : ”Que todos mis poderes negros pasen al mago Grenville California!,. Que toda la maldad de mi interior se asiente en su naturaleza binaria! Que la parte femenina de Grenville California reciba las eficacias impredecibles del engaño! Que la parte masculina de Grenville California herede la habilidad del ataque y toda mi fuerza! Cúmplase todo esto en el nombre
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del señor de las potestades negras! Que toda la naturaleza andrógina de Grenville California tenga desde este instante poder sobre el control de la vida de los demás! Caiga derrotado el bien para todas las eternidades! ”, dijo la serpiente negra Yuga Danda.
Grenville California estaba satisfecho, pero él deseaba que la serpiente Yuga Danda le diera la figura de uno de los demonios más temidos. La serpiente Yuga Danda le dió entonces la figura y forma del Basilisco, que es el ser que simboliza los siete aborrecibles pecados capitales. En Grenville California entraron aullando, uno tras otro, la ira, la gula, la codicia, la pereza, la lujuria, el orgullo y la envidia, todos expresándose en su máxima capacidad. Allí, la serpiente Yuga Danda le dió también potestad sobre los doce Arcontes del mal que tienen sus mazmorras en la obscuridad tenebrosa de las regiones del castigo. Grenville California volvió a tomar la figura humana del Duque, pero en ese lapso de tiempo Grenville California se había vuelto más perverso y más peligroso. La serpiente Yuga Danda le entregó también todos los poderes de Kal- Daba- Khan y sus cuarenta y nueve demonios puestos a su servicio para asistirle en todas sus acciones maléficas. El demonio Kal – Daba – Khan arribó al momento y hablando por sus dos fauces gritó : ”Todo el poder negro está en el caos del mal. Id hacia allá si ansías aumentar tus habilidades!” ”Deseo también esas habilidades del mal!”, dijo Grenville California. ”Toma la cuarta dimensión negativa y transpórtate hacia tus destinos!”, le contestó la serpiente Yuga Danda. ”Conducidme hacia allá, Kal – Daba – Khan!”, le ordenó Grenville California. El demonio Kal – Daba - Khan hizo un conjuro y los dos fueron tragados por una ráfaga de viento aullante.
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Kal - Daba – Khan y Grenville California llegaron a un castillo de la Edad Media. El ambiente era sombrío y la temperatura oscilaba para abajo y para arriba; durante algunos instantes hacía un frío terrible y después de algunos minutos el aire quemaba la piel. Grenville California, no obstante, se sentía a sus anchas. Entraron a una sala de techo alto. En la parte izquierda había una mesa llena de comensales que estaban en medio de un ruidoso festín con pedazos de carne de animales y piernas gigantescas asándose en fuegos ardiendo por todos lados. Había una gran cantidad de botellas que contenían una especie de líquido negruzco. El que estaba sentado a la cabeza de la larga mesa se tragaba el líquido de las botellas sin hacer pausas. No había ni platos , ni vasos, ni tenedores. Regados por toda la mesa había solo pedazos de carne. Tampoco había ni frutas ni legumbres. Alguien gritó : ”Tenemos visitas!” Kal – Daba – Khan dijo que había traído al Duque Grenville California para que le dieran una ayuda. Les explicó que el conflicto de la Logia Negra allá en la Tierra había adquirido proporciones gigantescas y que el Clan negro necesitaba de algunas armas invencibles. ”No armas de guerra, precísamente, sino armas de defensa disuasiva”, dijo Kal – Daba – Khan. ”Estamos a punto de empezar la batalla final contra Eastwood W. Goethe, Francois Legend, Shakuntala K. y Alonso de Paris. Todos ellos son magos de la Buena hermandad!”, recalcó Grenville California. Daar – Von – Khandam, el jefe de todos ellos, tomó la palabra y dijo: ”Son los viejos magos de Notre Dame. Esta batalla, mi socio, Grenville California, no es nada fácil. Eastwood W. Goethe es el mas hábil de todos ellos. El golpe más certero hay que dirigirlo hacia él, después todo lo demás caerá en su sitio. Hay que procurarse la ayuda de Amruthi, La Negra, Arconte de los veintidos demonios destructores : todos los asesinos entran al escenario de la vida gracias a ellos. Estos demonios son los organizadores de
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los conflictos, las tensiones, las guerras , los crímenes jamás resueltos y los homicidios deleznables. Amruthi, La Negra, sirve para distraer el punto de enfoque ; eso te dará tiempo para desarmar la estrategia del enemigo”, sentenció Daar – Von – Khandam. ”Podrías traer a La Negra?, preguntó Grenville California. ”Negra, – gritó Daar-Von-Khandam – te necesitamos!” ”La Negra apareció dando un gran salto desde la mesa de los comensales hasta quedar entre Grenville California y Daar-Von-Khandam. La Negra Amruthi había saltado cerca de veinte metros sin hacer esfuerzo alguno. ”Grenville California!, he oído hablar de tus proezas muchas veces”, dijo La Negra Amruthi. ”Yo también he oído hablar de tu poder, Amruthi”, contestó Grenville California. ”Se que Eastwood W. Goethe te está dando muchos dolores de cuernos”, dijo Amritha nuevamente. ”No es asi exactamente, pero necesito estar cien por ciento seguro. Esta vez se deciden cosas muy importantes para nosotros. Uno : es imprescindible derrotar a Eastwood W. Goethe. Dos : es imprescindible que la tela de la Mona Lisa pase a nuestro poder”, contestó Grenville California. ”Ahora mismo pongo a tu disposición a los veintidos demonios destructores. Todos ellos se irán contigo y serán parte de tu frente de ataque”, afirmó La Negra Amruthi, y después agregó: ”Yó también iré contigo”. 95
Grenville California lanzó un grito de alegría y abrazó y besó en la boca a La Negra Amruthi. ”El festejo lo dejamos para el final de la batalla”, exclamó ella. ”En marcha, entonces!”, ordenó Grenville California. La Negra, Amruthi, los veintidos demonios destructores, Kal-Daba-Khan y Grenville California cerraron sus capas hacia adelante y después de un terrible conjuro formaron un tunel negro por el cual iniciaron el viaje de de regreso hacia la Tierra para llegar finalmente al escondrijo secreto del Duque. La hora se estaba acercando.
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CAPITULO VIGESIMO QUINTO
El cielo se estaba obscureciendo y las nubes negras lo cubrieron todo. Los relámpagos caían como chicotazos dejando sus estelas de luz surcar el espacio. La noche bramaba. La lluvia, menuda al principio, empezó a caer lentamente pero en unos cuantos minutos se convirtió en un verdadero torrencial. La gente había desaparecido y las calles estaban casi desiertas: iban a dar las diez de la noche y la luna no se veía. Era el día doce de octubre y esta fecha sería recordada por muchos. Lee X. Zhong había pronosticado que el signo Escorpión les daba un buen margen de seguridad; la luna estaba en caída y ellos habían podido juntar un variado número de posibilidades de victoria. El día anterior, Grenville California y Andragón Mill habían reunido a todos sus discípulos y a todos los demonios en la calle Washington para re-estructurar el ataque final contra la Hermandad Blanca. Allí estaban Grenville California, el Duque, Jannina Behram, Andragón Mill, Lee X. Zhong, Marco Antonio Rojas, El Tiburón y su gente cercana : su primo Eduardo Quintero Rojas, el Gobernador Mario López González, el colombiano Javier Salamanca, el chileno Federico Malatesta, Victor Cobos, a quien el grupo llamaba Gardel, el indio aimará Francisco Rodríguez, el brasileño Augusto Coto, más conocido como Brincadeira, el macedonio Metélo, el texano Mac Kinley y, finalmente, el venezolano Arturo Villatranca. Grenville California tenía la asistencia de la serpiente negra Yuga Danda que le había dado al Duque los doce Arcontes del mal, que eran demonios de una gran maldad y un gran conocimiento en las artes del mal. Estaba también presente el Demonio Kal-Daba-Khan y sus cuarenta y nueve guerreros de la muerte. Al lado de ellos había llegado la demonio Amruthi y sus veintidos demonios destructores. Andragón Mill tenía a la serpiente Maga Danda. ”Tenemos que reconsiderar la estrategia anterior. Algunas cosas serán como las habíamos planeado primero; otras nó, pues ahora las condiciones han cambiado bastante y tenemos que sacar el mayor provecho de ellas”, dijo Andragón Mill. Escuchen, ésta es la estrategia final. El Duque Grenville 97
California tomó la palabra entonces: ”Javier Salamanca y Federico Malatesta se disfrazarán de peregrinos. Llevarán sus armas en una maleta en la que habrá ropa. Las armas serán pasadas a la invisiblidad pues Yuga Danda las hará desaparecer. De manera que los peregrinos serán insospechables. Salamanca y Malatesta formarán parte de un grupo de peregrinos que viene de Santiago de Compostela a rendirle su tributo a la señora de Notre Dame”. ”Tres de ustedes, Gardel, Francisco y Brincadeira serán transportados en un helicóptero directamente al techo de la Catedral de Notre Dame”. ”Arturo Villatranca será reproducido seis veces más; con él serán siete ”Arturos” que subirán al techo del Hõtel Dieu”. ”Metélo y Mac Kinley vendrán con credenciales de agentes del servicio secreto del FBI. Para ellos no habrá problemas. Mac Kinley dirá que el FBI ha sido consultado por la policía francesa solicitándoles ayudarles en la amenaza de un complot contra el grupo de peregrinos de Santiago de Compostela. Ustedes hablarán solamente en inglés”. ”Eduardo Quintero Rojas y Mario López González coordinarán el ataque desde dos diferentes frentes. Eduardo Quintero Rojas entrará por el Boulevard Saint Michel acompañados por la Negra Amruthi y sus 22 demonios destructores que se ubicarán en el Quai de Montebello y el Quai de la Tournelle”. ”Mario López González entrará por la Île Saint Louis y contará con el apoyo
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de Kal-Daba-Khan y sus cuarenta y nueve demonios. Kal-Daba-Khan se quedará en la Île Saint Louis y en el Pont Saint Louis”. ”Jannina Behram y Andragón Mill entrarán por la Rue Saint Jaques y continuarán hasta la Rue de la Cité, a un costado del Hõtel Dieu”. ”El Tiburón Marco Antonio Rojas irá con los doce Arcontes del mal y cubrirán el Quai de Gesvres y el Quai de l`Hõtel de Ville. Con ellos estará Lee X. Zhong”. ”La tela de la Mona Lisa debe caer esta vez en nuestras manos. El Tiburón Rojas, su primo Eduardo Quintero Rojas y Mario López González serán los directamente responsables. Cualquier de ellos puede entrar a la cámara escondida donde la tela está resguardada. Una vez logrado esto saldrán con la tela y se dirigirán hacia la Île Saint Louis donde un helicóptero estará esperando. En el helicóptero estaré yó y algunos demonios que seremos reproducciones exactas de algunos de los principales generales de la NATO”. ”Yo le pido a Metélo y a Mac Kinley que apoyen al Tiburón, a Eduardo y a Mario. Hay millones de dólares esperando por cada uno de ustedes si la operación tiene éxito. Aparte de esto, una mansión veraniega en el lugar que la deseen , un bote y un ferrari Testa Rosa que será cambiado por un coche nuevo cada dos años; todo esto de por vida”. Todo el grupo estaba seguro del triunfo. En los rostros de los humanos podía leerse una determinación bien medida y en los rostros de los demonios 99
había una maldad suprema expresada en cada línea de sus formas físicas y en todos sus movimientos. Nadie sabía que el Duque Grenville California estaba mintiendo otra vez, pues no quería que nadie se enterara de sus planes finales. El conservaría estos planes solamente para él y para nadie más.
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CAPITULO VIGESIMO SEXTO
Shakuntala Krishna, Alonso de Paris, Eastwood W. Goethe y Francois Legend habían sido obligados a refugiarse en la cámara oculta de la Madre de Notre Dame. Con ellos estaban el semi - Dios Brahma, el gran mago y maestro Salomón y el gran mago y maestro Saint Germain. Alonso de Paris estaba callado, pensando que todas sus vidas anteriores habían transcurrido siempre en el filo del peligro. Le vino a la mente una ocasión en que tuvo que combatir en tres frentes a la vez; recordó con toda claridez que en el instante preciso del final, cuando él creyó que ya que no podía dar un segundo más de energías, la Madre se dirigió entonces a él desde su corazón y le dijo que la obligación de sus hijos era darlo todo sin preocuparse del resultado de los acontecimientos. La lucha no termina nunca, hijo mío; en cualquier parte del universo en el que tú te encuentres siempre te la verás con la decisión de luchar o de dejar de hacerlo. Los verdaderos hijos míos optan por proseguir el combate, suceda lo que suceda. Al hijo mío que lucha y que no se deja vencer yó le doy más fuerzas, y si mi hijo, con todo en contra, cree que él va a vencer, yó entonces cambio todas las marcas de las circunstancias y le doy la victoria. Esas últimas palabras resonaban en su cabeza con la fuerza de una melodía apacible que sonaba a través de tiempo y de un espacio en alguna otra parte vividos. Estoy en la Tierra de mi madre, se dijo, y era verdad, pues sintió su corazón lleno de una valentía sin temor ante cualquier clase de peligro. Antes de volver a conectarse con los otros, miró primero a la estatua de oro puro que semejaba a la Madre de Notre Dame. Después vió el sereno rostro de Shakuntala Krishna y se tranquilizó: ”mientras yó esté con Shakuntala Krishna nada malo me puede pasar”, pensó. ”Amigos míos, dijo el maestro Eastwood W.Goethe, ha llegado el día que habíamos estado esperando hace tanto tiempo y hay que cubrirse con el valor puro de los héroes. Con nosotros está no solamente la valentía ó el conocimiento, sino también la sabiduría inmortal de la verdadera vida. Mientras yó estoy hablando con ustedes es el Innombrable quien verdaderamente habla
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con ustedes, mientras nosotros pensamos en las soluciones a que nos expone el peligro es nuestra Madre la que piensa todo eso en nuestro lugar. Hoy nosotros no somos nosotros, aunque lo seamos. Y es mejor que nosotros no seamos nosotros, sino Ella; asi el enemigo tendrá que combatir contra Ella y, en poca escala, contra nosotros también”. Shakuntala Krishna dió unos pasos hacia la Madre Absoluta y vió que la estatua de oro abría los ojos y le incitaba agotar todo lo que había en su corazón. Shakuntala Krishna se sintió fortalecida y supo que ese día sería difícil, agotador y muy largo. Vió serenamente los ojos de todos ellos enfrente de la Madre Bienhechora. La tela de la Mona Lisa apareció en el aire y balanceándose por sus extremos cayó sobre los brazos extendidos de Shakuntala Krishna. Todos se dieron cuenta que la Madre del universo quería que fuera Shakuntala Krishna la protectora de la Mona Lisa, y entonces una leve sonrisa floreció en los labios de ellos, pues no había dudas que Shakuntala Krishna era la protectora perfecta de la obra de la Madre. Los labios de la estatua de oro se abrieron y entonces todos le oyeron decir: ”Shakuntala Krishna, desde este momento te es concedida la potestad sobre la obra sagrada de Leonardo. No temas, pues las fuerzas eternas del Bien están contigo. Deposito la tela en tus labios, para que nadie sepa que ella está allí; asi que cuando las palabras salgan de tí el mundo quedará encantado y nadie podrá resistir el poder misterioso que se esconde en tus palabras. Recuerda, hija mía: ”en el principio era el verbo y el verbo era con Dios”; recuerda estas palabras que son todavía un gran enigma para la vida”. Shakuntala se inclinó ante la Madre y vió que la tela se enrollaba sobre sí misma guiada por una energía propia. La tela se fué empequeñeciendo y desapareció en los labios de Shakuntala Krishna. En sus labios quedó
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sellado el pacto de la Madre con ella y de ella con la Madre. Se escucharon en el aire voces angélicas que daban a la pequeña ceremonia la aprobación de las Potestades Divinas. Entonces Shakuntala Krishna fué obligada – y ella lo notó – a hablar: ”Maestros, amigos, hermanos, hijos; Vosotros sois todo esto para mi pequeña persona. Hoy día siento que mi corazón y mi alma se han robustecido hacia las alturas inalcanzables, y aquí estoy ; os agradezco a todos por la confianza y el amor que me habéis profesado desde tiempos inmemoriales. Os agradezco, Madre Eterna, por el don y la responsabilidad con que me habéis distinguido. La muerte no es absoluta y si esta llegara a mí esta noche, bienvenida entonces, pues son las circuntancias del Bien las que la rodean y las que la determinan. Por orden Vuestra, Madre Mía, yo obedezco todo lo que me mandéis hacer: conmigo han encarnado el poder y el verbo, ahora lo siento en mis universos interiores”. El maestro Francois Legend tomó la mano derecha de Shakuntala Krishna y todos los demás hicieron lo mismo hasta formar un círculo. Todos sintieron entonces la presencia de la una fuerza terrible que jamás antes habían experimentado. Las energías transcurrían del semi-Dios Brahma al maestro Salomón, de éste al maestro Saint Germain y de él hacia el maestro Eastwood W. Goethe y de él hacia el maestro Francois Legend y de él hacia Alonso de Paris que cerraba el círculo enlazando su mano con la mano de Shakuntala Krishna. Alonso de Paris sintió en su interior que mucha de la sabiduría de Shakuntala Krishna le estaba siendo concedida en esos instantes. Sintió la presencia del amor traspasarle el corazón y el alma y continuarle por todos los órganos físicos; sintió la fuerza de la sangre circular por todo su organismo; vió todas sus vidas anteriores y su muerte, muchas veces repetida, de héroe inmortal. Se vió entrando y saliendo del mundo y entrando y saliendo de otros mundos más avanzados que éste y menos avanzados que éste. Entró a túneles hechos con círculos interminables de luz y de sabiduría comprensibles para 103
aquellos que han llegado a la Madre. Alonso de Paris había, al fin, obtenido la cita con la Madre y había sido admitido en el círculo eterno de los Hijos de la Esperanza y el Bien. El semi-Dios Brahma miraba a Shakuntala Krishna con los ojos de aquel que ve el principio en su principio y le daba a su hija todo el poder de sus edades y todo el conocimiento de sus inmortales esfuerzos en las bibliotecas de la madre naturaleza abriéndose eternamente para que sus hijos pudieran leer la solución a las leyendas y a los mitos y a las hazañas olvidadas de los inmortales. Todo era un eterno presente y el semi-Dios Brahma sonrió como suele hacerlo siempre el que se ve obligado a presenciar los poderes milagrosos de la Madre Eterna. El maestro Saint Germain miró a Shakuntala Krishna y a través de su mirada le concedió la fuente eterna de todos sus poderes. El maestro Salomón dijo algunas palabras en la incomprensible lengua de la luz, pero todos le comprendieron. Todos ellos eran parte del círculo solar absoluto y habían sido galardonados con los dones excelsos de los hijos de la eternidad. Shakuntala sintió que toda la magia del maestro Salomón había entrado no solo a su naturaleza física sino también a todos los estadios de su naturaleza psíquica de este mundo y de todos los otros mundos; es decir la naturaleza verdadera de Shakuntala Krishna en las otras Shakuntalas Krishnas de las otras dimensiones de la creación. La verdad había llegado a ella y ella estaba en posesión de los enigmas imperecederos de la verdad absoluta. EL maestro Salomón desenvainó su espada de poder que relucía con la luz de las estrellas. El maestro Saint Germain hizo lo mismo. EL semi-Dios Brahma sacó el disco de fuego que El siempre usaba en sus luchas contra el mal. El maestro Eastwood W. Goethe desenvainó su espada de fuego y Francois Legend, su discípulo preferido, le imitó en el ejemplo. Alonso de Paris vió como la espada que Saint Germain le había concedido aparecía en sus manos: ”Soy el menor de todos ellos, pensó, pero me siento igual que ellos”. Todos estaban preparados para la batalla. Permanecieron en el círculo hasta que el reloj se acercó a las doce de la noche. Faltaban exactamente quince minutos para las doce de la noche. La lluvia no había amainado y los truenos y los relámpagos rompían como latigazos de luz el cielo. Cada uno de ellos tomó su puesto. Sonaron las doce de la noche en el corazón de todos ellos. Nada pasaba. Lo primero que se vió fueron las hélices de un helicóptero dando vueltas por encima de la Île de la Cité. Era difícil imaginar que alguien pudiera atreverse a volar bajo la terrible tormenta. Victor Cobos; es decir, Gardel, acompañado de Francisco Rodríguez, el indio aimará y Augusto Coto, el Brincadeira, descendieron a través de unas cuerdas y fueron dejados en el techo de la Catedral de Notre Dame. Los tres desaparecieron en la obscuridad y aguardarían escondidos hasta que se les diera la hora de atacar. Después de haberlos dejado allí, el helicóptero sobrevoló el Hôtel Dieu y dejó a Arturo
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Villatranca y a sus seis dobles, de manera que en el techo del Hôtel Dieu había siete Arturos Villatranca muy bien pertrechados con sus armas. El Tiburón Marco Antonio Rojas y Lee X. Zhong llegaron con sus maletas al Hôtel de Ville donde pasarían esperando en una suite. En sus maletas iban escondidos los doce Arcontes del mal transformados en escarabajos. Eduardo Quintero Rojas, la demonio Amruthi, La Negra, y sus veintidos demonios destructores entraron por el Boulevard Saint Michel. Eduardo Quintero Rojas llevaba en su bolso a la Negra Amruthi y a sus veintidos demonios destructores convertidos en cucarachas. Eduardo Quintero Rojas era solo un hombre caminando bajo la lluvia y nadie podría pensar que con él iban armas vueltas invisibles por la serpiente Yuga Danda más los demonios acompañantes convertidos en insectos. Las cucarachas se metieron en todos los recovecos del Quai Montebello y el Quai de la Tournelle. Mario López González entró a la Île Saint Louis con el demonio mayor Kal-Daba-Khan y sus cuarenta y nueve demonios. Mario López González llevaba un bolso en las espaldas y en el bolso guardaba al gran demonio Kal-Daba-Khan y sus cuarenta y nueve demonios convertidos en ratas por el poder de la serpiente Maga Danda que Andragón Mill tenía en las guardas de su espada. Mario López González tenía un espacioso departamento en la Rue de Saint Louis, de la Île Saint Louis, desde donde podría controlar todo Notre Dame. Las ratas, dirigidas por una rata mayor, que era Kal-Daba-Khan, corrieron a esconderse debajo del Pont Saint Louis. Jannina y Andragón Mill se convirtieron en dos gatos negros y se desaparecieron por los techos de la Rue Saint Jacques. El macedonio Metélo y el texano Mac Kinley esperarían hasta la mañana del dia siguiente donde llegarían con credenciales de agentes especiales del FBI. El Duque Grenville California esperaría desde un piso que había comprado en el Quai de Montebello, precísamente frente a la Catedral de Notre Dame.
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CAPITULO VIGESIMO SEPTIMO
La tormenta no se aquietó durante toda la noche. La lluvia caía como si el cielo estuviera triste y expresara su aflicción a través de la furia de la lluvia pues la noche había sido obligada a entrar en los pozos obscuros de los preámbulos de la muerte. Las horas se habían deslizado lentamente hasta las doce del día y nada había sucedido, excepto el vuelo del helicóptero en medio de la tormenta a las doce de la noche exactamente doce horas atrás. Faltaban treinta segundos para las doce del día y todo estaba normal. El Duque Grenville California le indica a la serpiente negra Yuga Danda que inicie la batalla final. Lo primero que Yuga Danda hace es inmovilizar a todo Paris para que nadie advierta lo que va a suceder. Todo Paris ha caído en un sueño del que tardará horas en despertar. La Madre Celestial y Bondadosa estaba ya consciente de lo que iba a pasar e insta a Shakuntala Krishna que inicie la ceremonia de protección de toda la Île de la Cité y que ninguna piedra quede en peligro, pues la serpiente del mal, Yuga Danda, está en camino de transportarla con todo y sus cimientos a la séptima dimensión negativa. Yuga Danda ordena a las entidades superiores del mal ponerse a trabajar para cubrir, con árboles parecidos al metal, toda la catedral de Notre Dame. Los árboles de metal crecen con la rapidez demoníaca del mal y hacen desaparecer entre sus ramas y hojas toda la catedral. En ese exacto momento Grenville California ordena a todos atacar y Arturo Villatranca y sus dobles empiezan a disparar sobre la gente que se encuentra en la Place du Parvis Notre Dame (la plaza del atrio). El terror se despliega por todas partes y la gente cae herida o simplemente, presa del miedo y la desesperación, se deja caer para de alguna manera tratar de cubrirse de los disparos y poder salvar el pellejo. Mientras todo este fúnebre plan empieza a cobrar vida, la Madre Bienamada y Shakuntala Krishna dejan que la serpiente del mal, Yuga Danda, y el Duque Grenville California prosigan con sus planes y crean que éstos continuarán por su curso normal. Victor Cobos; es decir, Gardel, junto con Francisco Rodríguez, el indio aimará y Augusto Coto (Brincadeira) descienden por una cuerdas al piso de la nave central de la Catedral y empiezan a disparar contra todos y contra todo. Las granadas lanzadas hacen volar en pedazos parte del mobiliario y los tesoros y las reliquias sagradas siguen el mismo camino. Los sacerdotes caen, también, abatidos y la gente trata de escapar por donde encuentre una salida pero ésta no existe. Los siete Arturo Villatranca recibieron la orden de bajar del techo del Hôtel Dieu y cubrir todo un flanco de Notre Dame. La Île de la Cité se empieza a poner en marcha en su viaje hacia la séptima dimensión negativa, el 106
lugar en donde todos los malvados de todos los sistemas solares viven y salen de allí para nunca más volver a tomar la forma humana. En realidad ese es el destino que le aguarda a la Catedral de Notre Dame y a la Mona Lisa. Todas las cucarachas, las ratas y los escarabajos vuelven a tomar su forma demoníaca. Todos los demonios vuelan por los aires y el festín de carne humana es una ceremonia negra que hiela el corazón de las víctimas inocentes. Marco Antonio Rojas, Lee X. Zhong y sus doce Arcontes del mal entran a la Île de la Cité por el Pont Saint Louis. Mientras todo esto sucede, Yuga Danda, Grenville California, Andragón Mill, la Negra Amruthi, Kal-Daba-Khan y Maga Danda celebran, entre risas tenebrosas y carcajadas horripilantes, el viaje de toda la Île de la Cité por el tunel negro hacia la séptima dimensión negativa, allí donde la muerte ’ transcurre en un no morir eterno, sintiendo que todo el tiempo se muere. La Île de la Cité está por llegar al destino donde la potestad astuta y desalmada del mal tiene su morada eterna. El ser que nunca duerme y nunca muere está esperando siempre por más víctimas que devorar. Eduardo Quintero Rojas, que había iniciado sus hostilidades del Boulevard Saint Michel, y que había ocupado el Quai Montebello y el Quai de la Tournelle, había llegado yá a las puertas de Notre Dame acompañado de un doble de la serpiente negra Maga Danda. Jannina y Andragón Mill estaban esperando por ver caer derrotados a los magos blancos de Notre Dame. Con ellos estaba la Negra Amruthi. Todos estaban concentrados en las puertas de la Cámara secreta y donde ellos esperaban encontrar la reliquia sagrada de la Mona Lisa. Mario López González que había entrado por la Place Saint Michel a la Île de la Cité, en compañía de Kal-DabaKhan y sus cuarenta y nueve demonios, estaba ya dentro de Notre Dame. Allí encontraron al macedonio Metélo y al texano Mac Kinley que con sus credenciales de agentes secretos se reían hasta doblarse por el desgaste de energías que esto les causaba. El Duque Grenville California, toma entonces la palabra: ”Todo ha salido como Yuga Danda y yó lo hemos calculado. Yó estaba obligado a cambiar radicalmente todos los planes para no ponernos al descubierto. El grupo de Eastwood W. Goethe es muy hábil, pero nosotros los hemos derrotado. La Mona Lisa es, por fin, nuestra. Vamos hacia el destino que le espera a todos los que combaten al lado del Bien”.
Entre escombros, restos de reliquias, cuadros destrozados, estatuas rotas y cadáveres mutilados y sanguinolentos, todos celebraban en una gran fiesta el 107
resultado de los acontecimientos. Kal-Daba-Khan hizo aparecer de la nada una mesa con manjares, vino negro y carne de animales antidiluvianos. Pero sobre la mesa no había ni pan, ni frutas ni legumbres, pues esos son alimentos de la Hermandad Blanca. En la cámara secreta, Eastwood W. Goethe había estado de acuerdo con todos en no contra-atacar. ”Nos limitaremos a permanecer en la Cámara hasta que el momento oportuno llegue. La Hermandad del Bien tiene prohibido matar; nosotros no podemos ni siquiera matar al mal”, dijo Eastwood W. Goethe.
Pocos minutos antes de que la Île de la Cité arribe a la plaza de la mansión del mal en la séptima dimensión negativa, el círculo de fuego de la Hermandad Blanca inicia la misa trascendental del fuego. Shakuntala Krishna entra a la estatua de oro y se convierte en la misma Madre Eterna y se diluye en Ella. Alonso de Paris desaparece y entra a la madre por su garganta. El maestro Eastwood W. Goethe entra en los brazos de la Madre y desaparece en Ella. El maestro Francois Legend entra en los órganos internos de la Madre y se extingue en Ella. El semi-Dios Brahma penetra en la cabeza de la Madre y se esfuma en Ella. El Mago Salomón entra a las piernas y a los pies de la Madre y se desvanece en Ella. El maestro Conde de Saint Germain se oculta en toda la parte posterior de la Madre Eterna. Shakuntala Krishna sale entonces del cuerpo de la Madre y vuelve entrar a Ella, pero esta vez desaparece en el mismo corazón de la Madre Bienamada. La estatua de oro adquiere vida . La puerta de la cámara secreta vuela en pedazos y todos los demonios infernales entran volando y gritando enloquecidos para tratar de despedazar a la Hermandad Blanca de Notre Dame. En cuestión de minutos la Île de la Cité está por arribar a la séptima dimensión negativa; es decir, los seres del mal pueden yá entrar al territorio prohibido pues se encuentran en el territorio del mal. De los labios de la Madre Bienechora salen palabras que ni las serpientes del mal entienden. La estatua de oro de la Madre Eterna cobra vida e irradia rayos de fuego que no permiten casi verla. Todos los demonios tratán de llegar hacia Ella pero nadie puede lograrlo; es como si una pared invisible los rechazara. Las serpientes negras del mal Yuga Danda y Maga Danda hacen esfuerzos demoníacos por lograr sus objetivos pero tampoco pueden llegar a nada. La forma de la Madre Eterna empieza a cambiar y se va convirtiendo en una Salamandra entre el Fuego: es la 108
Salamandra del fuego. Grenville California no puede usar los poderes de la serpiente negra Yuga Danda. Todo el poder de la demonio Amruthi y sus veintidos demonios destructores es vano. Kal-Daba-Khan y sus cuarenta y nueve demonios guerreros de la muerte fracasan en todas sus tentativas. Andragón Mill, Jannina, Lee X. Zhong están perplejos y sin capacidad de ataque. EL tunel negro del tiempo estalla en diminutos pedazos y en su lugar aparece un esplendoroso tunel de luz; es la luz que no proviene de ningún sol, sino luz que proviene del corazón de la Salamandra del Fuego y quien introduce La Île de la Cité en el tunel de luz . La Île de la Cité y todos los que se encuentran en ella inician el viaje hacia el lado opuesto; es decir, hacia la dimensión una positiva, allá donde la Ley es solamente una y donde el mal no existe ni se conoce. Ahora es La Salamandra del Fuego la que continúa con la misa sagradísima y entonces aparecen siete ángeles de luz purísima que cantan la melodía del principio, cuando el universo fué creado en una ceremonia perdida en la memoria de las edades idas. Los árboles de metal se empiezan a fundir en cuestión de minutos. Todos los muertos de la catedral recobran la vida. El Duque Grenville California, Andragón Mill, Jannina, Lee X. Zhong, Marco Antonio Rojas, el Tiburón, su primo Eduardo Quintero Rojas, el gobernador Mario López González, la serpiente Yuga Danda, la serpiente Maga Danda, la Negra Amruthi, Kal-Daba-Khan, Javier Salamanca, Federico Malatesta, el indio aimará Francisco Rodríguez, Augusto Coto, el Brincadeira, Metélo, Mac Kinley y Arturo Villatranca , todos ellos se convierten en niños de una belleza indescriptible, en niños puros . Todos ellos son perdonados, pero ahora vivirán en las residencias del Bien y estarán obligados a servir a la Madre y al Innombrable. Todo esto sucedió en el momento en que la Île de la Cite penetró en la dimensión uno, donde la materia, tal cual nosotros la conocemos, no existe, ni los deseos, ni los pecados, ni la maldad, ni los esfuerzos por convertirse en alguien existen tampoco. La luz lo inunda todo y todos son invadidos por un sueño placentero y extraordinario. La île de la Cité regresa a Paris y toda la ciudad recobra su movimiento. La vida transcurre normalmente y la gente parece no haber advertido nada. Alonso de Paris y Shakuntala Krishna está parados frente a la entrada principal de la Catedral de Notre Dame, símbolo del amor de los siglos por la Madre Absoluta. Tomándose de las manos, Alonso de Paris y Shakuntala Krishna vuelan hacia los cielos y se pierden en la alturas camino hacia el sol.
FIN
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