JOSE JOAQUIN SALAZAR FRANCO (CHEGUACO)
EL CERCADO, SU GENTE Y SU CERÁMICA LA ARTESANÍA DEL BARRO EN MARGARITA
TACARIGUA DE MARGARITA ESTADO NUEVA ESPARTA AÑO 1973 Ediciones dela Fundación Cultural Neoespartana Cortesía de FONDENE.
DEDICATORIA: Dedico este pequeño trabajo al pueblo y gente de El Cercado, como una demostración del profundo afecto que por ellos he sentido. José Joaquín Salazar Franco (Cheguaco).
Tacarigua de Margarita, año de 1973..
A MANERA DE PRESENTACIÓN Con gran entusiasmo y sobrado interés, me he puesto, robándole tiempo al tiempo, a escribir esta semblanza de uno de los pueblos más típicos y característicos de Margarita .El Cercado, o "El Cercao"' es la máxima expresión de nuestro acervo tradicional margariteño. En él, existe pura, una artesanía peculiar, tan primitiva y añeja como el mismo barro que la origina. A pesar de estar en pleno corazón de La Margarita Turística y tan al contacto con las corrientes exóticas que nos visitan, su idiosincrasia sigue resplandeciendo como un rayo de luz en la penumbra, sin que las llamadas avanzadas civilizadoras hayan podido, hasta el presente, desvirtuar sus tradiciones ni corromper su ancestro. La cerámica de El Cercado, ha recorrido triunfalmente por todos los rincones y vericuetos de El Caribe y de Costa Firme, con el emblema de Margarita patentizado en ella, como embajadora de Buena Voluntad y los hijos de ese pueblo han hecho, a sabiendas o no, todo lo que tendríamos que hacer los margariteños para defender nuestra cultura y mantenerla altiva y digna frente a los embates traicioneros del tiempo y de la ignominiosa ignorancia. El Cercado, merece que se le haga un estudio bien pormenorizado acerca de sus orígenes, su tradición y manera de actuar, para tratar de averiguar desde cuando arranca la industria artesanal que allí se practica casi tan rústica y tan original como en los mismos tiempos prehistóricos, y no reducirnos a una escueta semblanza como ésta, que aunque escrita con objetividad, no es obra acabada, a pesar del cariño que le he puesto para realizarla. En tal sentido, pido a ese noble pueblo y a su gente, excusas múltiples por la pequeñez de este volumen y por los deslices que involuntariamente en él pudiese haber, asegurándoles que de producirse los del último caso, jamás han sido mal intencionados ni con ánimo de ofender sino más bien producto del más sano deseo de cancelar en parte una deuda de agradecimiento que hace muchos años con ellos dejé contraída. Pero consciente estoy, por experiencia propia, que El Cercado, el legendario pueblo de Francisco López y sus congéneres de ayer y de hoy merecen mucho más que lo que en estas humildes cuartillas le estamos ofreciendo. Pero por ahora ya esto es algo y acatando la vieja sentencia popular: "algo siempre es algo"... El Autor Tacarigua de Margarita: año de 1973.
EL CERCADO, SU GENTE Y SU CERÁMICA
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(La artesanía del barro en Margarita).
UBICACIÓN El “Cercado" o "El Cercao" (oficialmente Caserío Francisco López), es una pequeña comunidad margariteña, que acuna en su seno un poco más de medio millar de almas (518 habitantes: 229 varones - 289 hembras en 125 viviendas, según datos del último censo. Año 1971); típica y laboriosa por excelencia, de hombres labriegos y mujeres alfareras en casi su totalidad, fieles exponentes de la raza autóctona que nos dio origen. Pueblo asentado al pie de la falda septentrional del cerro o montaña de "Guaitoroco", aferrado a vivir de una industria tan antiquísima como sus mitos sus tradiciones, sus costumbres y sus leyendas, dentro de las cuales se debate denodadamente por mantener su existencia y conservar su idiosincrasia; distante de Santa Ana del Norte poco más o menos a 1.250 pasos humanos (1 km.) hacia el Sur franco, que equivale a decir, como tratando de copiar a los antepasados: "a escaso un grito de persona grande en calma chicha" (*), y en medio de la vía que va a “El Maco” o Caserío Bolívar y se bifurca hacia las vegas de "El Alto del Gallego" o Caserío Carantoña.
CATEGORÍA Actualmente es conocido en la División Político Territorial de esta Entidad Federal, como Caserío Francisco López, jurisdicción del Municipio Mata del Distrito Gómez del Estado Nueva Esparta, queriendo así rememorar con ello, el nombre de uno de sus hijos más destacados en la esta Emancipadora; pero el pueblo en sí o los demás moradores de la Isla, se han resistido a aceptar voluntaria y resignadamente este apelativo con que se le designó en el año de 1.915 por Decreto Ejecutivo del General Juan Alberto Ramírez, Presidente del Estado, a fin de honrar a los héroes de la nacionalidad, para continuar llamándolo tal como de antaño: "El Cercado" o "El Cercao". (*) Se decía que el grito de persona grande, podía recorrer fácilmente hasta un cuarto de legua a favor del viento..
ORIGEN Presúmese que fue uno de los asientos donde el Gobernador de la Isla, Don Bernardo de Vargas Machuca -que se desempeñó con tal autoridad entre los años de 1608 al 1614- mandó, por disposición Oficial, a reconcentrar en pequeñas comunidades a los aborígenes de Margarita, que se llamaban Guaiqueríes y que se habían dispersado por las cumbres de las serranías a raíz de la entrada de los españoles a sus predios; derivándose, quizás, de su cercanía con el pueblo de “El Norte" (Villa del Norte y más tarde Santa Ana) el nombre de "El Cercado", con que empezarían a distinguirlo los vecinos de dicha población, vocablo que con el andar del tiempo vendría a degenerar en: "El Cercao". Entre los datos más antiguos acerca de la existencia de esta comunidad, conseguimos el que da Rodrigo de Fuenti-Dueña, actuando como testigo en una pesquisa secreta hecha en la Villa del Espíritu Santo de esta Isla de Margarita, el jueves 11 de setiembre de 1533, cuando dice: "... e asimismo sabe porque lo a oydo muy publicamente a todos los mas vezinos desta ysla quel dicho Juan Xuares va e embia muchas veses al pueblo que se dyze los Olleros e les toma toda uanta losa tienen syn les pagar ninguna cosa por ello e los embia a vender e rrescatar a la tierra firme teniendolo los mismos yndios e faziendo la dicha losa para su sustentamiento e para contrabtar (sic) con ello con los Yndios de la tierra firme lo cual faze e les toma contra su voluntad de que los dichos yndios quedaron muy descontentos e desabridos del e que lo demas contenido en la pregunta no lo sabe”. También el testigo Martín Lópes en la misma pesquisa entre otras cosas dice: "... e que asimismo el dicho don Francisco oro guanín en esta Ysla dé los naturales della segun es publico e notorio entre los christianos e los yndios e que doña Ysabel casica dixo a este testígo como avia dado al don Francisco dos aguilas que pesaron hasta cient pesos de oro de guanín poco más o menos e asimismo oyo decir a los yndios del pueblo de los olleros como avian dado al dicho don Francisco mucho numero de canarios de guanín e segund lo que este testigo vio e los yndios señalavan con las manos le peresce que avian mas de trezientos pesos de oro del dicho guanin e que no sabe ni aoydo decir sy el dicho don Francisco lo quinto o no e que lo demas qontenido en la pregunta no lo sabe". ( Tomado de "Visión Documental de Margarita" pags. 50, 51 y 77. Autor Manuel Pinto C.)..
Por lo expuesto se desprende en forma casi irrebatible, que el pueblo de los Olleros es el mismo que conocemos en la actualidad como “El Cercado" o "El Cercao". Asimismo podemos afirmar, que el documento más viejo que hemos podido observar donde aparece escrito el nombre de El Cercado, data del 3 de octubre de 1689, y el cual en parte dice: "... Pedro Mazar de Ugas, sirujano de esta ciudad, Corregidor y de la Infantería de los de esta Isla, y, vecino de ella en atención a dhos. mis servicios y que adelante los continuaré pido a su S. M. se sirva darme título de propiedad de un terreno en el sitio de la Vanda del Norte, al pie del cerro del Cercado, que linda por la parte Norte, con tierras del Capitán Alonzo de Lugo y por la parte del poniente con camino Real queba a los Pedregales y Macanao y por la parte del Sur con sitio del Capitán Franco. García de Bicuña y por la parte del Oriente con la Casería de Guaiqueríes de dho. Cercado ... " (Tomado del documento de propiedad del sitio de hato de Pedro Mazar de Ugas).
INDEPENDENCIA En la Gesta Emancipadora, tuvieron destacada participación los "mestizos" del poblado indígena de “El Cercado"; de manera preponderante, el mozalbete FRANCISCO LÓPEZ, prisionero en reclutamiento ordenado por los realistas después de la pérdida de la Primera República en el año de 1812, cuando apenas frisaba entre los 14 o 15 años de edad y llevado a una especie de Campo de Concentración que tenían en La Ciudad (La Asunción), donde fue condenado a purgar pena de trabajo forzado por su amor a la libertad, en obras que allí se construían para servicio de los vasallos del Rey, de donde supo evadirse sigilosamente y ocultarse en las montañas del sur (Guaitoroco), que conocía palmo a palmo y donde se mantuvo oculto durante algún tiempo, para luego incorporarse al ejército de liberación tan pronto como se le presentó la primera oportunidad, y a quien se le atribuye haber dado muerte por sus propios medios, como para vengar las ofensas recibidas durante su cautiverio, al realista Carbetón, uno de los lugartenientes del temible Cobián, Comandante de las tropas monárquicas en la Villa del Norte, bestia humana que dejó perpetuado su nombre a través de las crueldades en el pueblo margariteño como sinónimo de crueldad, bellaquerías y bandolerismo..
POST-INDEPENDENCIA Después de las luchas independistas, de este pueblo, han hecho su segundo lar muchos margariteños destacados, entre ellos el Coronel Santiago Romero Rodríguez, quien fundó hogar en él y formó familia. Y de los nativos, entre otros, han descollado en distintas épocas y aspectos: Celestino Vargas, casado en primeras nupcias con una hija del prócer Francisco López, devoto ferviente del "Gran Poder de Dios" al que dedicaba anualmente festividades solemnísimas, muy concurridas por personas de todos los rincones de la Isla, hasta donde iban las cercadeñas en su comercio cotidiano, lo que dio origen a que algunos llegaran a decir en son de broma: "El Gran Poder de Celestino Vargas"; Antero Patiño maestro del bandolín; el Capitán Aureliano Gómez; Don Román Morao, Don Manuel Ríos y otros tantos que sería largo enumerar.
CARACTERÍSTICAS El pueblo se destaca principalmente por su afán y constancia al trabajo enaltecedor, de donde derivan su sustento diario. Todavía en "El Cercado", obsérvanse casi perfectos, a pesar del tiempo transcurrido, los rasgos característicos y peculiares de la raza primitiva, en muchos ejemplares de los habitantes que lo pueblan, siendo para ellos un orgullo y una honra exhibirlos públicamente. La sumisión del indio, la rebeldía del negro y la altivez del blanco, allí como si se conjugaron más que en ninguna otra parte de la Isla para formar una nueva raza. Las costumbres autóctonas y los hechos ancestrales casi subsisten en su verdadera originalidad y esencia, siendo dignos que se estudiasen por personas expertas, su forma y manera de vivir..
CONCEPTOS El Sociólogo y Antropólogo, venezolano Miguel Acosta Saignes, en un estudio hecho acerca de la cerámica de la localidad de El Cercado, en el año 1963, entre otras cosas dice: " ... Se trata de un poblado cercano a Santa Ana, donde tradicionalmente se ha trabajado el barro. Es característica de la Isla de Margarita, la división del trabajo por los pueblos y éste es de alfareras, como allí mismo se denominan". "El trabajo usual consiste en fabricar durante la semana, media docena de floreros grandes, media docena de tinajones y una docena de aripos, etc. etc ....... Debe sobreentenderse que dichas cantidades son por cada familia.
DEDICACIÓN Desde tiempos inmemoriales, su población femenina en especial, se ha dedicado eminentemente al trabajo de la "loza" (cerámica), aunque uno que otro hombre también la ha practicado pero en menor escala y de manera esporádica, ya que su ocupación específica y tradicional ha sido la labranza de la tierra, el cultivo de los colmeneros y la cría de "ganado de patio" (1), ocupaciones éstas que últimamente han disminuido en gran cuantía. En el presente, pese a todo el adelanto de la industria, aunque con menos frecuencia que de antaño, se siguen viendo en fila india, caravanas de mujeres, de todas las edades y condiciones, portando sobre sus espaldas, -con el cuerpo inclinado hacia adelante a fin de equilibrar el peso descomunal de la carga, y como pagando una penitencia-, los voluminosos mapires, sacos y "bojotes" repletos de barro, desde el cerro de "La Cruz" situado al Norte de Santa Ana, hasta sus residencias en "El Cercado", para la fabricación de los utensilios que medianamente le han de proporcionar las maneras de subsistir. El automóvil se ha encargado, en los últimos tiempos, de aliviarles un poco esta anormal situación. (1) Se ha distinguido en estas regiones, tradicionalmente, como "ganado de patio", los vacunos que se crían mediante el sistema de pastoreo a la cabuya, es decir, atados a un largo mecate, que va de una naricera de metal en forma de ocho, pendiente de un orificio expresamente hecho en el cartílago interior o tabique nasal del animal, hasta una estaca o arbusto donde se amarra. Esto no le impide al ganado para comer, pero evita que pueda halar con mucha fuerza..
INDUSTRIA Su industria es primitiva. En el mayor porcentaje casera y rústica en cuanto a su elaboración. Podremos tildarla, sin temor a equivocaciones, de Pre-colombina con muy pocas transformaciones y escasas variaciones. La elaboración de la "loza", como suelen denominarla, es minuciosa, complicada, algo difícil de detallar pormenorizadamente, envuelta en mitos, llena de consejas, repleta de creencias y predicciones, como: que la revientan de "Mal de Ojos" los envidiosos, que los intrigantes les echan a perder las manos a quienes mejor las elaboran que no pueden fabricarse ni quemarse el día de tal o cual Santo, Santa o Divinidad o fecha de Guardar, ni por mujeres indispuestas, lo que contrarrestan con el uso de amuletos y la práctica de santiguados, sortilegios y ensalmos. Además está llena de formalidades que vienen transmitiéndose el generación en generación los miembros de las distintas familias, como un secreto personal o parte tácita de la fabricación.
ACOPIO DE MATERIALES Empiezan por descubrir la "veta" de "barro bueno" e irla siguiendo minuciosamente a punta de machete hasta formar con su extracción continuada, largas galerías o "joyos" (hoyos) que en muchas ocasiones han cobrado víctimas por sus derrumbes, debido a la inseguridad e imprecauciones con que se actúa. Continúan con la selección de terrones en tres clases diferentes, reconocidos por medios tradicionales e intuición y pericia propia; siguen con el llenaje de mapires sacos, bolsas, "bojotes" y cuantos implementos pueden ser aptos y disponibles para el transporte, que se lleva a cabo a puro cuerpo, como bestias humanas, hasta un rincón de las casas, donde parsimoniosamente van después pisándolo (machacándolo) con una "mano de piedra", preferiblemente de las destinadas, hasta no hace mucho tiempo, en las moliendas de maíz para más tarde cernirlo usando un rallo (hoja (la lata con perforaciones hechas con un clavo) sentadas en el suelo y recogiendo el producto cernido hacia la parte más cercana a su cuerpo, hasta quedar muchas veces prácticamente enterradas hasta las caderas. Después de cernido el barro triturado mezclan los polvos para luego proceder a mojarlo con agua preferentemente de pozo o de río, que contenga poca salinidad siguiendo el amasado (compactación del barro) formando "bollos" o pelotas disponibles al almacenaje para finalmente empezar con ellos la fabricación de los objetos destinados al consumo..
MATERIAL El material utilizado con mayor preferencia es una clase de tierra gredosa, pero no la de color negro subido, sino otra que más bien es grisácea, y la que por su suavidad, el campesino margariteño, la distingue como: piedra, tierra o barro de jabón; también dos variedades de arcilla semi-arenosa, que las alfareras distinguen con el nombre de "ligas" y que revuelven con la primera para el trabajo de la cerámica y por último el "barniz", recogido por los alrededores del riachuelo de Tacarigua, y con el cual colorean o embadurnan algunas piezas. El término usado corrientemente por las alfareras para barnizar, es "lustriar" (lustrar). Y en tal sentido, se les escucha decir con mucha frecuencia "estamos lustriando para quemar".
ELABORACIÓN Es toda una compleja y complicada actividad artesanal -cual el de las abejas en la elaboración de sus panales o el de los yares (variedad de avispas) en la construcción de sus "casimbas" (cazuelitas y tinajitas diminutas)-. Consiste primeramente en la manera, rutinaria y tradicional, de ir colocando pacientemente -sin ayuda de tornos- pero con una habilidad y paciencia asombrosa y una precisión extraordinaria, sobre un aripo o tiesto viejo, montado sobre una laja (piedra plana), pedazos de barro humedecido asentados con la piedra de pisar hasta convertirlos en una torta; luego irle pegando uno sobre otra, con sapiencia de artífices, "cintas" del mismo material debidamente adelgazados entre las manos en forma cilíndrica, sobre los empates previamente remojados, esto con el propósito de ir formando las paredes y moldeando la estructura de las piezas deseadas, a merced de prudentes rotaciones del asiento-base, hasta su conclusión definitiva. Después se seguirá emparejando o asentando, con un pedazo de totuma que denominan "pitara" el barro fresco del lado exterior de las piezas formadas, para luego ponerlas a asolear hasta el otro día, buscando su endurecimiento; más tarde, -ya endurecidas un poco- rasparlas por fuera con un objeto cortante -hojalata doblada o cuchillo-, alisarlas con una piedra pequeña y lisa, con preferencia de las que arroja el mar, a la cual llaman "alisador" y más tarde barnizar las que sean necesarias o así lo ameriten (no todas se barnizan), con una especie de barro fino, rojizo y gelatinoso, formado con las sedimentaciones que arrastran algunas quebradas en los tiempos de lluvias, y dejarlas acondicionadas para llevarlas a los hornos o quemaderos..El comienzo de la primera parte de la pieza se denomina "urdir" y la terminación se conoce como "remate". En los objetos grandes se urde un día y se remata en otro. Los
cilindros de barro adelgazados se conocen como "cintas" y se necesitan más de una para un borde. En algunas piezas los bordes son lisos y en otras dentados, también los hay sencillos y dobles. La "loza" terminada pero sin secar la llaman verde, seca pero sin hornear se le distingue como cruda, y la horneada la denominan "quemada" El residuo de barro, especie de brea, que se desprende de la "emparejada" o "asentada" con la pitara, la distinguen como "guatepitara".
INSTRUMENTAL Para el trabajo de la "loza" (cerámica), es imprescindible el siguiente instrumental: Machete, para extraer el barro. Mapire, saco y "bojote" para transportarlo. Piedra redondeada y lisa, para pisar y asentar el barro. Cernidor, para cernir el material. Laja, para montar el asiento. Aripo o tiesto viejo, para el molde o asiento de la "loza" Ceniza, para echar en el molde, a fin de que no se queden las piezas pegadas a él. Pedazo de "totuma" (pitara) para asentar o emparejar el barro húmedo a los costados de la pieza. Envase con agua, para ir mojando los empates. Raspador (hojalata doblada o cuchillo), para raspar la "loza fresca". Piedra pequeña para alisar la "loza" después del raspado, Horqueta, para atizar el horno. Etc., etc....
LOS QUEMADEROS U HORNOS Son sitios preparados al frente o al fondo de las viviendas, al aire libre. Empiezan por ir "arrumando" (acomodando) el material disponible para la quema, uno sobre otro y metiendo los pequeños dentro de los más grandes en perfecta yuxtaposición, de la manera más cuidadosa y, experimentada, hasta formar un montón de aspecto piramidal, para después irlo revistiendo totalmente por sus contornos con todo el material combustible: leña gruesa y delgada, palancas y conchas de cocos, etc.. etc., que crean convenientes; hecho esto, proceden a "prenderle" candela para que el fuego intenso las temple y les dé la coloración rojiza de barro cocido que
regularmente presentan. Es curioso y por demás divertido, ver las personas encargadas de este trabajo de horneros, cuando van magistralmente atizando con una larga horqueta de un lado y otro, de aquí y de allá, la pira encendida, tratando de aprovechar a su favor la más tenue migaja de viento; y a este respecto silban de vez en cuando para que el viento -según su tradicional creencia-, no deje de soplar y la quema se efectúe más rápida y con mayor perfección. Y se llega a contar, como para exhibir la máxima demostración de su pericia, que entre docenas de piezas que se queman, al producirse algunas detonaciones peculiares, saben cuál objeto se les ha dañado, averiado o roto, como generalmente dicen.
MERCADEO Con el noble y sano propósito de expender su mercancía, las mujeres de "El Cercado", ayer más que hoy, recorrían los distintos caminos de la Isla, con su voluminosa carga de frágil "loza" sobre su cabeza erguida, con "bojotes" contentivos del mismo material colgando de sus hombros y manos; de pies descalzos como para asegurar mejor el paso y aminorar los riesgos al tropezón y a la caída, que más de una vez les hicieron rodar por tierra el castillo de sus ilusiones y dejar sin ración a las criaturas que la aguardaban al retorno, entrada la noche. Así andaban desde Pampatar y Manzanillo hasta El Valle de Pedrogonzález, Macanao, Punta de Piedras y San Antonio, La Asunción y Tacarigua, etc, etc, es decir de Norte a Sur, de Este a Oeste y Centro de la Margarita Heroica, en un heroísmo más de recorrido cotidiano, como embajadoras de su pueblo y de su arte. Hoy el automóvil les ha amainado un poco el caminar distante pero nunca hasta llegar a su exterminación total, pues todavía se logra ver una que otra cercadeña cumpliendo la tradicional misión, por calles y callejones de pueblos y ciudades. También iba la "loza" fuera de las costas del Estado: Costa Firme, Carúpano, el Territorio Delta-Amacuro, Anzoátegui y la misma capital de la República eran mercados donde tenía gran demanda la "loza" margariteña, para uso doméstico y de juguetería, pues esta era otra especialidad muy característica y de un gran sentido social y humano, fabricar las especies diminutas para deleite de la chiquillería, que simulaban con sus propios utensilios los quehaceres hogareños de los mayores.
LAS PIEZAS Eran y son variadísimas, y se cuenta que cada familia tenía su estilo diferente, llegando a reconocer las piezas de su elaboración en cualquier parte y diferenciarlas como si se tratase de un auténtico derecho de propiedad debidamente legalizado, sin admisión a plagios ni imitaciones ni competencias desleales: Hay aripos, anafes, alcancías, budares, bateas, cazuelas, canarines, cachimbos, floreros, hormigueras, hormas, jarros, lebrillos, múcuras, pailas, platos, platoepié, pocillos, pimpinas, tinajas, tínajones, topias (piedras de fogón), tiestos, tapas, sartenes, etc. etc....
ARIPO Torta de barro cocido, similar a un disco de más o menos dos "cuartas" (*) y media (1/2 mt.) de ancho, con una ligera concavidad hacia el centro y bordes gruesos, lisos y totalmente acabados. Embadurnado por su parte cóncava con grasa de gallina o hígado de cazón, se utiliza
para cocinar las arepas, cachapas y telas; tapadas con el plotoepié y puesto sobre las topias o 3 piedras de fogón, con fuego de leña. Había por lo regular grandes, usados para fabricar casabes de aripo; medianos, para arepas, etc. y pequeños para otros usos. Ahora ha aparecido una especie pequeñísima que se usa para decorarlos y adornar casas o salones. El tizne que se le pega o reúne por debajo era utilizado por los curanderos, mezclado con cebo de carnero y ceniza para ponerlo en las inflamaciones, especialmente en las paperas (parotiditis). También mezclado con manteca de cerdo servía para embadurnar la cara y otras partes del cuerpo de los disfrazados a objeto de camuflar su fisonomía. Cuando se quería hacer resaltar el color negro de una cosa, se decía: "estaba como un fondo de aripo". También era frecuente escuchar en boca del pueblo, coplas como éstas: “tiéndame la arepa grande/ aunque se quiebre el aripo/ el aguacero está cerca/ y tengo el conuco limpio”. --------(*) La cuarta es la medida equivalente a la distancia que hay entre las puntas de los dedos meñique y pulgar totalmente abiertos..
ANAFE Hornillo portátil de barro cocido, compuesto de dos piezas unidas, la de abajo cilíndrica con un hueco u oído y un pie redondo y la parte de arriba muy ensanchada, con una parrilla del mismo material en el fondo. Se utiliza para cocinar, calentar planchas, etc. etc., poniendo en la parte superior carbones encendidos y el oído hacia el viento. En muchas ocasiones, se veía echarle viento por el oído con un cartón o un sombrero para avivar la brasa. Era muy frecuente encontrarlo utilizado por las empanaderas o vendedoras de café y cacao en las festividades patronales, galleras o velorios de canto..
ALCANCÍA Vasija pequeña de barro cocido para guardar ahorros. Se fabricaban de diferentes formas y tamaños, pero las más generalizadas eran las similares al coco, con una pequeña ranura para ir acomodando las monedas. Era muy corriente decir, para demostrar la inseguridad de una cosa: “está o estaba más en peligro que alcancía de pobre"; o "a fulano le caparon la alcancía", cuando a una persona le robaban la plata..
BUDARE O BUDAR Torta de barro cocido, similar a un disco de más o menos cinco cuartas de ancha (1 mt.), más grueso que el aripo y totalmente plano, con bordes acabados. Se utiliza colocado sobre la "hornalla" (*) y con fuego intenso, para tender (fabricar) cazabe y "barriga de viejas" (cazabe pequeño con almidón y papelón). Corrientemente se decía: "métanle leña a la hornalla para que se caliente el budare" o "está más caliente que un budare". (*) Hornalla, horno de barro levantado sobre el piso y terminado en el budare; es más ancho en su extremo inferior que en el superior, con un oído en su base, por donde le meten material combustible, (leña, bagazo, etc.) para que se caliente el budare..
BATEA Recipiente de barro cocido, utilizado para lavar, similar a la batea de madera, aunque por lo regular más pequeña. Se fabricaban redondas y alargadas. También se usaban para echar maíz caliente, amasar la masa, o recoger la estopa de coco rallada. Con mucha frecuencia se oía decir en forma despectiva: "batea de barro no es para ropa blanca" o “quedó como ropa blanca lavada en batea de barro".
CAZUELA Vasija de barro cocido, para guisar o cocinar. Su conformación es semejante a la mitad de una esfera, con dos o más protuberancias o aletillas en los bordes, para facilitar su movilización. Existen de diferentes tamaños, desde la pequeña de hacer café, cacao o cocinar leche, pasando por la mediana de la preparación de las comidas en la casa, hasta las grandes de sancochos conuqueros para peonadas y de calentar (sancochar) el maíz pilado. En las casas, por lo regular, siempre se tenían dos cazuelas, una para los sancochos de carne y otra para los de pescado; y se dice, que en Jueves Santo, las volteaban boca abajo dentro de la cocina, hasta el Sábado de Gloria, que las volvían a enderezar. Cuando se averiaban eran aprovechadas para llenarlas de tierra y sembrar cebollín, hierbabuena, romero, toronjina y otras hierbas aromáticas. Frecuentemente se comentaba, que, cuando llovía durante los matrimonios era porque los novios habían comido mucho en cazuelas. 0 para comparar las aptitudes de los hijos con respecto a las de los progenitores comentaban: "los tiestos no salen a las cazuelas". Y al dedo índice le llamaban corrientemente "lambe cazuela". Cuentan que antiguamente, cuando moría alguna persona pobre de solemnidad, que no llevaba urna ni cajón, para protegerle la cara de la tierra, se la tapaban con una cazuela puesta boca abajo. Que igualmente se usó este procedimiento en la época del cólera y la viruela brava, que asolaron a Margarita en los años de 1854 y 1863, respectivamente, debido a que no daba tiempo a hacer otra cosa, por la cantidad de muertos. Había la creencia, que la leche y el cacao cocido en cazuela, tenían mejor sabor..
CANARÍN Cazuela mediana, más alta que las corrientes y más delgada. Se utilizaba especialmente para hacer los cocimientos o mejunjes (bebedizos) a las mujeres, durante la cuarentena postnatal. Quien no lo poseía, era normal y corriente que lo pidiera prestado a la vecina, que lo cedía voluntariamente como un gesto de honor. Los canarines regularmente tenían el borde hacia adentro, lo que les hacía reducir una poco la boca..
CACHIMBO Pieza de barro cocido utilizado para fumar; compuesto de dos partes, un recipiente pequeño, cónico, o envase donde se coloca el "tabaco en hoja" hecho picadillo, con una brasa encima, y un tubito delgadísimo del mismo material, de más o menos 3 pulgadas (*), anexo a su parte inferior, para inhalarlo fuertemente con la boca y llenar los “cachetes" de humo y luego irlo expulsando paulatinamente. Era corriente pedir una "cachimbá", que equivalía a consumir todo el tabaco del envase, o una "jumará", que consistía en una sola "chupada" (inhalación). Con mucha frecuencia se escuchaba decir, como, para resaltar las tropelías de alguna persona: "era más malo que tabaco verde en cachimbo" y para enrostrarle a alguien su desaseo: "estás más gediondo (hediondo) que palo e'cachimbo". En la copla popular quedó patentizado en unos versos, que dicen: "Allá arriba en aquel cerro/ donde llaman tingo tingo/ las gallinas pilan mai/ y los perros chupan cachimbo". (*)La pulgada, es la medida equivalente al tamaño de la primera falange del dedo pulgar..
FLORERO Pieza de barro cocido, de forma acampanada, colocado a la inversa de ésta, con un pie o pata circular de una o dos pulgadas de alto, en su parte inferior, que lo hace no tocar directamente el suelo; bordes dentados y con uno o varios agujeros en el fondo y es utilizado para jardinería, en el mantenimiento de matas de adorno no muy grandes. Se fabrican en diferentes tamaños y a algunos le ponen por fuera alegorías del mismo material al capricho de las ceramistas. En las mesas de centro de las salas de recibo, se ponen algunos floreros pequeñísimos con ramos de flores, pero carentes de agujeros en el fondo..
HORMIGUERAS Objeto de barro cocido, fabricado en dos mitades, con una ranura de una a dos pulgadas (2 a 5 cms.) de ancho en el centro. Es colocada y empatada con mezcla, barro o cemento, alrededor del tronco de los ĂĄrboles, a objeto de mantener la ranura llena de agua y evitar el pase de las hormigas, en especial la variedad conocida como bachaco, hacia el follaje de los mismos Existen de diferentes tamaĂąos y, formas..
HORMA Objeto de barro cocido, de forma cónica abierta en la parte más ancha y con un pequeño orificio en la más angosta o punta, que se tapa o se destapa cuando el caso lo amerita. Destinada a la fabricación de papelón. Llenas de papelón caliente, se van colocando paradas de punta, en espacios plenos de ceniza o arena cernida y previamente acondicionada, a objeto de que se solidifique el producto, para vaciarlas. Antiguamente se fabricaban las hormas de más o menos una tercia (*) (28 cms.), pero el andar del tiempo las ha ido reduciendo en tamaño, hasta quedar ahora en casi un "jeme" (18 cms.) Es muy propio de la gente del campo decir, una horma de tirón, cuando el papelón no llegó a punto y se quedó elástico dentro del envase; entonces, para extraerlo, es necesario que las personas soplen fuertemente con la boca bien adherida del agujero de la horma, a fin de que se valla desprendiendo paulatinamente. (*)La tercia, es la tercera parte de la "vara natural" y se mide partiendo de la punta del dedo meñique, pasando la mano por todos sus bordes hasta la punta del pulgar, a diferencia de la "cuarta", que va directamente del Meñique al pulgar completamente abiertos y del "jeme", que es la máxima distancia entre el pulgar y el índice. La "vara natural", es la medida que resulta de la punta de los dedos índice y, pulgar unidos hasta el centro del cuello, sin encogimiento del brazo..
JARRO Envase de barro cocido, pequeño o mediano, en forma de jarra, de cuello y boca ancha, con una asa; el pequeño es utilizado para echar café después de colado y el grande para otros diversificados menesteres. Era corriente oír decir, a propósito de burlar a una persona de boca desproporcionada: "fulano o fulana tenía o tiene la boca como un jarro” o simplemente: "es boca de jarro"..
LEBRILLO Pieza de barro cocido, no muy grande, mĂĄs ancho en los bordes que en la base, con pata del mismo material o el fondo plano, similar a una ponchera corriente y utilizado preferentemente para lavarse las manos, sin que esto implique, que se les den otros usos domĂŠsticos..
MÚCURA O MÚCARA Envase de barro cocido, semi-redondo, con cuello corto y boca angosta, fácil para ponerle tapón. Destinada a transportar agua de partes distantes. Las mujeres han acostumbrado siempre cargarla en la cabeza, sobre un rodillo, que les ayuda a amortiguar el peso, mientras que los hombres, han preferido cargarla en el hombro. Algunos le dicen "múcura" y otros "múcara", y en las ya viejas y en desuso se pegan "guanotos" variedad de abejas, que producen miel en cantidad mayor a la corriente. Para profetizar lo que podía suceder a una muchacha alborotada (coqueta), solían decir los pueblerinos: "zutanita como si va a romper la múcura antes de llegar al pozo", y en otros casos, parodiando al refranero, comentaban: "tanto va y viene la mucura hasta que la rompen". No hace tantos años se hizo muy popular una canción que decía: "la múcura está en el suelo/ mamá no puedo con ella"..
PAILA Pieza de barro cocido, que semeja a una campana grande puesta boca arriba, sin pata y con el fondo plano, de borde grueso y dos, cuatro, seis o más protuberancias o aletillas, que regularmente llaman orejas, bajo el borde, colocadas según el tamaño, y que ayudan a su movilización. Las pailas son utilizadas para recoger agua en las casas, y en los conucos para darle de beber al ganado; las hay medianas y grandes. En tiempos pasados fueron usadas con mucha frecuencia en las moliendas de caña, para recoger melazas y guarapo. También se encontraban muy a menudo en las tenerías caseras, enterradas en el suelo hasta el borde, para curtir cueros, La paila era indispensable para preparar en ellas la cal con que blanquear y dar lechada a las casas de bahareque. Entre la gente de pueblo se hizo inmortal una copla que decía: "el que se roba una paila/ o una piedra de amolar/ no se puede llamar ladrón/ sino guapo para cargar"..
PLATO Pieza de barro cocido, de forma circular pero con una concavidad más profunda que la del aripo y el fondo algo plano, de bordes gruesos, lisos y totalmente rematados, similar al plato corriente, utilizado para servir la comida u otros manjares. Los hay de diferentes tamaños y, estilos: desde el unipersonal, pasando por el mediano para dos o cuatro personas, basta el "conuquero" donde podían o pueden comer 6, 8 o más individuos. Estos eran los utilizados para comer los cayaperos, que fabricaban las casas de bahareque. Sentados en el suelo y a mano y diente devoraban cuanta carne de chivo o de res les echaban dentro del plato. Con frecuencia se escuchaba decir, usando un tono burlesco, para referirse a las clases sociales: "más vale plato de barro lleno que de loza vacío"; "estaba como plato de barro en mesa de rico", “plato de barro no es pa´mesa" y, a una que otra persona, se le escuchaba comentar: "negro cuando no rompe el plato, derrama el caldo"....
PLATOEPIÉ O PLATO DE PIÉ Utensilio de barro cocido, similar al plato, pero con la concavidad más profunda y una especie de mango o rueda, de más o menos dos "pulgadas"(*) de alto y del mismo material, puesto en lo más convexo con el fin de manipularlo mejor. Se utiliza corrientemente para tapar las arepas y telas sobre el aripo, con el fin de que se cocinen mejor. Hay una superstición, que el platoepié, a falta de escoba, puesto boca arriba y con un poco de sal dentro, ahuyenta a los intrusos y fastidiosos que llegan a las casas. (*)La "pulgada", es la medida resultante del tamaño de la primera falange del dedo pulgar..
POCILLO Utensilio de barro cocido, parecido a la taza pequeña, pero más cilíndrico y de fondo recto, casi siempre con tina o dos asas. Utilizado preferentemente para tomar café, leche, cacao o cualquier otro cocimiento similar En muchas habitaciones lo mantenían en el fogón de la cocina, para echar las monedas sencillas. Cuenta la tradición, que el Libertador Simón Bolívar, en uno de sus viajes a Margarita, pernoctó en el pueblo de Tacarigua y en la mañana tomó café en un pocillo con dos asas, de barro cercadeño..
PIMPINA Especie de tinaja grande, de barro cocido, de cuello alto y delgado, con boca mediana y un pico en el borde, con tina asa del cuello al hombro y en la mayoría de los casos decorada con altos y bajos relieves del mismo material. Utilizábase especialmente para conservar agua de tomar aunque en muchas oportunidades la destinaban para guardar granos seleccionados para semilla. Era frecuente escuchar en boca del pueblo, la copia que decía: "el que bebe agua en pimpina/ y se enamora en tierra ajena/ no sabe si el agua es mala/ o si la mujer es buena". Esta pieza ha desaparecido casi en su totalidad hasta el extremo de ser para muchos desconocida su existencia. Por lo general, en las pimpinas grandes ponían dos cuellos, uno a cada lado de los hombros y el asa en la parte superior del depósito..
TINAJA Vasija de barro cocido, generalmente más ancha por el medio que por el fondo, donde lleva una especie de pequeño pie circular del mismo material; las hay de cuello mediano y delgado y de cuello corto y ancho y boca regular; con asas y sin asas; lisas o con decoraciones en alto bajo relieves del mismo material, al capricho de quienes las fabrican sin un patrón pre-trazado. Utilízase con mucha frecuencia para poner agita de tomar en la mesa y mantenerla fresca. No es recomendable revestirla con mezcla ni con cemento para evitar sus filtraciones, sino más bien con una capa debilísima de brea de guamache. Las hay de diferentes tamaños, pequeñas, medianas y grandes y hasta diminutas para juguete de la chiquillería. Muy a menudo son aprovechadas para fabricar piñatas caseras y al averiarse, para cultivar colmenas. En los tiempos remotos y a falta de botijuelas, las usaban para enterrar dinero y preservarle de los saqueadores. En muchas ocasiones y hablando de tesoros ocultos, se ha llegado a comentar “fulano se sacó una tinaja de morocotas, en un entierro"..
TINAJÓN Vasija tosca de barro cocido, semejante a la mitad inferior de una tinaja gigante, con el fondo liso y recto. Algunos tienen un cuello y boca ancha y otros simplemente un borde grueso y pronunciado hacia afuera, formando la boca. Usase principalmente para almacenar el agua que habrá de utilizarse en los oficios domésticos Los hay de diferentes, tamaños y estilos; desde el pequeño montado en horquetas de tres puntas, con el agua de tomar, hasta los grandes colocados en los tinajeros debajo de la piedra de] destilador. En la mayoría de las casas margariteñas, se encontraban los tinajones puestos en hileras bajo los aleros, dispuestos al recibir el agua de la lluvia. Miguel Otero Silva en sus poesías lo llamó "la tinaja grande"; y ha sido inspiración de otros poetas, en cantares como éste: "el tinajón de mi abuela se rompió/ del Cercao se lo trajo la vecina/ y lo tenía en el rincón de la cocina/ en una horqueta que su viejo le cortó"....
TOPIAS 0 PIEDRAS DE FOGÓN Especie de cilindro, de barro cocido, de más o menos una "tercia" (mts. 0,28) de alto y, una "cuarta" (mts. 0,21) de ancho, tapado totalmente por uno de sus extremos de manera redondeada; con mayor frecuencia se usa el término "piedras de fogón por ser utilizadas en disposición triangular, para montar sobre ellas el aripo, meterles leña por los dos espacios laterales y por la base ponerle el arrimador con las brasas, para dorar las arepas. A menudo, entre la gente del pueblo se dice: "están o estaban como piedras de fogón", para referirse a personas que actuaban en posición similar a los objetos citados..
TIESTO Cualidad de batea mediana, de barro cocido, regularmente de paredes y bordes gruesos y ordinarios. Los hay circulares y alargados y son utilizados preferentemente para dar de comer a marranos y de beber a aves de corral. Tambi茅n se distinguen con esta denominaci贸n los pedazos de cualquier pieza al romperse..
TAPAS Torta de barro cocido similar a un disco, con una ligerĂsima concavidad, y un pequeĂąo maruto o una asa del mismo material en el centro de la pieza, utilizada para tapar canarines, cazuelas, tinajas, tinajones, pimpinas y otros recipientes. La tapa casi siempre la entregan junto con el objeto donde la habrĂĄn de utilizar, pero sin descartar la posibilidad de poderla adquirir separadamente y, destinarla a otros menesteres..
SARTÉN Utensilio de barro cocido, de forma circular, como el plato peque fĂo y un mango largo del mismo material. Utilizado preferentemente para freĂr..
GENERALIDADES La mayoría de las piezas, que constituían la artesanía del barro cocido o alfarería, se elaboraban en especies diminutas, destinadas a servir de juguete a la chiquillería de dentro y fuera de la Isla, de manera muy especial el anafe, al cual se le fabricaban hasta sus planchas del mismo material, y se vendían a menudo en Fiestas Patronales de manera muy especial en las de la Virgen del Valle. Era frecuente ver niños y niñas imitando a los adultos en los quehaceres cotidianos, utilizando pequeñísimos objetos de cerámica margariteña. No solo en "El Cercado" se producían estos utensilios de barro cocido, sino también en El Poblado de Porlamar (hoy Caserío Francisco Fajardo), aunque se decía, que la "loza" cercadeña era más consistente para el uso doméstico. Por lo regular, dedicábanse en El Poblado; más que todo, a la fabricación de artículos de juguetería y ornamentación, como: tinajitas, cesticas, cazuelitas, platicos, floreritos, pocillitos, alcancías y cuanto su ingeniosa mentalidad los hacía crear en formas y figuras reales o de fantasía, las cuales adornaban y pintaban a sus propios caprichos. Lamentablemente, esta actividad ha desaparecido totalmente, hasta el extremo de no quedar ni someros vestigios de lo que fue ni de lo que se producía. Valdría la pena tratar de reivindicarla y ponerla nuevamente en actividad, para bien de la colectividad misma. En los últimos tiempos se han introducido una gran cantidad de piezas y modelos, que nada tienen que ver con las tradicionales fabricadas en Margarita, y que si acaso han reportado algún beneficio económico a las alfareras o al comercio en general, desdicen mucho de nuestra cultura aborigen, de nuestra tradición artesanal y de nuestra idiosincrasia como comunidad autóctono y como pueblo creador. Esperamos que los procedimientos "navegaos", como vinieron, se vayan y que en nada ni nada contribuyan a desvalorizar nuestra prosapia. "El Cercao" o "El Cercado" o Caserío Francisco López, es muy conocido nacionalmente por la producción de sus piezas de barro cocido o alfarería, que vienen elaborando desde épocas inmemoriales por rutinarios y anticuados procedimientos, pero gracias al esfuerzo creador, y a la evolución del tiempo, actualmente cuenta con un Centro Comunal de Capacitación Artesanal, que ha introducido el Torno y el Horno de Calefacción y que corno escuela que es, contribuirá a mejorar y a facilitar la elaboración de las piezas, sin necesidad de que se desvirtúe su origen, y su idiosincrasia. FIN