CASTILLO DE PUテ前ENROSTRO DOMINGO IZQUIERDO MEDINA
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INDICE: -PORQUE SE HICIERON-COMO ERAN-FUNCIONES-PARTES-TÉCNICAS DE DEFENSA Y ATAQUE-
CASTILLO DE PUÑOENROSTRO (SESEÑA)
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ILUSTRACION
Desde pintores
la de
Asociación Seseña
de
junto
artesanos al
y
maestro,
profesor e historiador Domingo Izquierdo Medina , nos complace pasear al
lector
por los castillos, sin olvidarnos el recorrido histórico que tiene el castillo ubicado en Seseña “Puñoenrostro”
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Se hacían castillos para defender una tierra recién conquistada, un puerto de mar o de montaña, un puente importante, unas minas, un cruce de caminos muy transitado, etc. Al mismo tiempo que una guarnición de soldados, apostados en estas torres o murallas, protegía de bandoleros a comerciantes y transeúntes, también cobraban un impuesto, bien en dinero, o bien reteniendo una pequeña cantidad de la mercancía: grano, pieles, miel, metales, tejidos, ganado, etc. nace de esta manera el impuesto de aduanas que recibe diversos nombres, reducidos genéricamente a dos: impuesto de portazgo (por pasar las puertas de una ciudad, atracar en un puerto de mar, cruzar un puerto o “puerta de montaña”), y el impuesto de pontazgo (por pasar un puente). Famoso el pueblo de Puente del Arzobispo, por donde pasaban miles de ovejas de la Mesta, por la cuales se recaudaba una gran cantidad de dinero. Se llama del arzobispo porque desde la Edad Media estuvo en poder del arzobispo Toledo.
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-Cómo eran-
Como podemos observar, no todos los castillos son iguales ni en su forma ni en su tamaño. Unos eran construidos en zonas de gran altitud, como el de Mora de Toledo; otros en llanos, como el de Guadamur, Torrejón de Velasco, Polán, etc.; otros en cortados o escarpes, como el castillo de Casasola (cerca de Titulcia), el de Oreja (Cerca de Aranjuez). A algunos de ellos no se les puede llamar propiamente castillos, ya que son simples torres de tres, cuatro metros de ancho o diámetro. Tampoco se pueden llamar castillos a las torres que se levantan en las puertas que cruzan las murallas que encierran las villas o ciudades. Toledo es el ejemplo más característico de España en este aspecto (puerta de Bisagra, puerta del Cambrón, etc.). Muchas torres situadas en las puertas se remontan a tiempos romanos. En Yepes tenemos otro magnífico ejemplo. En Illescas también queda una torre-puerta, la llamada Torre de Ugena.
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-FuncionesTodas estas diferencias en tamaños y formas tienen una explicación lógica. Allí donde encontramos un gran castillo, es porque se debatía o solventaba algún asunto importante. Pongamos como ejemplo el de Consuegra y el de Calatrava la Nueva. Ambos, se encuentran en las vías más importantes que enlazaban Toledo con Córdoba. Toledo y Córdoba en el S.XI, fueron los dos enclaves o focos militares más importantes de España. Toledo en manos de los cristianos, conquistado por Alfonso en el 1085 y Córdoba, por ser la antigua capital de los Califas, y por esta fecha capital del Reino de Córdoba. Las rutas más importantes que conectan Andalucía con el centro de España, cruzan la Mancha y por lo tanto, es aquí, donde localizamos los grandes castillos. Es fácil deducir que su misión fue la de contener a los ejércitos almorávides y almohades que partían de Andalucía con el objetivo de recuperar Toledo. Ejércitos que necesitaban utilizar las antiguas y esplendidas calzadas romanas, ya que con ellos venia todo un complejo aparto infraestructural: carros de intendencia cargado de víveres, tiendas de campaña, armamento; fuerzas auxiliares de hombres, que no eran soldados precisamente, sino herreros, zapadores o expertos en derribar murallas, cocineros, sanitarios, etc. Todo este volumen de personal y equipamiento no podía transitar ni desenvolverse por los estrechos pasos que cierran los Montes de Toledo y Ciudad Real (Puerto del Milagro, Marchés, Guadalerzas). No sólo no disponían de calzadas romanas anteriores y anchas sino que se convertían en peligrosas porque se prestaban a posibles emboscadas. Deducimos por lo tanto que los castillos situados en las vías de La Mancha, hoy día carreteras nacionales, tuvieron la doble misión de defenderse de las ofensivas moras y, a la vez, contraatacar avanzar reconquistando territorios. Los soldados y mandos cristianos debían de ser enérgicos, duros, convencidos ideológicamente de su misión, disciplinados. Estas cualidades las reúnen las “Ordenes militares” de Calatrava. Santiago, San Juan. Se trataba de órdenes religioso-militares. Su misión era la guerra y cumplir su reglamento religioso. No podían entretenerse en las labores comunes agrícolas, ganaderas, industriales-artesanas. Estas, las realzaban las poblaciones de campesinos que vivían dentro de las murallas de los castillos que iban quedando por detrás en la retaguardia. Estos castillos de retaguardia aportaban víveres y utillaje a los de vanguardia o primera línea. Encontramos pues, dos tipos de castillos: Unos que albergaban una población productiva, y otros, eminentemente bélicos. Las diferencias constructivas se deben notar como es lógico. Los ARRABALES o zona donde vivía la población llana (puebla), eran típicos de los castillos en 13 retaguardia. Disponían de una larga muralla de protección. Según crecía la población, se hacia un segundo arrabal con otra muralla.
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-PartesLos acuartelados en un castillo sabían que podían ser atacados o asediados El asediado es un ataque donde no se recurre a la fuerza, simplemente trata de lograr la rendición de los asediados por falta de víveres y de agua. La obtención del agua supuso una preocupación que originó muy variadas soluciones para obtenerla: perforación de profundos pozos, galerías subterráneas de captación de aguas subsuperficiales, recogida de agua de lluvia y su almacenamiento en cisternas o aljibes. Si junto al castillo pasaba un rio o arroyo, se hacia una muralla con túnel interior que partiendo del primero llegaba al segundo sin correr peligro ni exponerse a los asediadores. A esta muralla de acceso se la llama BARBACANA. Las cisternas estaban pintadas de rojo y enfoscada con gruesas capas de cal. El rojo de hierro u oligisto y la cal ayudaban a desinfectar el agua. Como no se conocían técnicas para conservar la carne se tenía animales vivos en patios. Estos patios o espacios exteriores se situaban en la puerta de entrada. La torre que defendía esta puerta se la llama ALBACAR, palabra que viene del árabe-andaluz albaquarah, o “puerta de vacas”. Dicha torre se adelantaba o proyectaba al exterior para dar más cabida a los defensores convirtiéndose en una amplia bad-bacará o puerta (bad) de vacas (bacará). Con el tiempo evolucionó dicha palabra por cambios de las consonantes y acabó en BARBACANA. A la torre se le llama también TORRE ALBARRANA. Las distintas denominaciones obedecen a que confluyen en el mismo espacio funciones semánticas y lingüísticas con las construcciones materiales asimilándose ambas. Todas las puertas eran reforzadas arquitectónicamente ya que eran las zonas más frágiles y vulnerables, de ahí, la necesidad de invertir en ella mayor esfuerzo constructivo u otro tipo de solución estratégica. …………………………………. Desde hace unos 8.000 años hasta hoy, en Oriente Medio (Irán, Irak) y América, las entradas de las viviendas de los poblados se situaban en las azoteas. Se accedían a ellas mediante una escalera de mano, pasando de casa a casa sus habitaciones. Por la noche y en momentos de peligro, la escalera se izaba. En la Edad Media se recupera este hábito, y vemos que muchas puertas de las TORRES DEL HOMENAJE, torres pequeñas, torres-campanarios de iglesias rurales, se encuentran en alto, accediendo a ellas mediante una escalera de mano o pasando previamente por una muralla o barbacana. En la ilustración (figura nº 1) vemos con más claridad
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Detalles sobre este tema Información adicional y ejemplos Cuál es la relación entre el tema y la
audiencia
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En la ilustración (figura nº 1) vemos con más claridad la solución que dieron los cristianos que tomaron una pequeña torre construida por los árabes. En un principio sólo existía la torre principal vivienda. La puerta estaba en alto y se subía a ella por una escalera de mano. Al pasar dicha torre a manos de los cristianos, construyeron un muro o barbacana con una pequeña torre albarrana de inicio en la entrada. Para entrar en la torre principal había que pasar por la puerta A para llegar a la B. La torre grande no tenia puertas a nivel del suelo. La entrada en la habitación inferior del nivel del suelo, se hacía desde la habitación superior a través de un agujero en el techo llamado BUHEDERA.
Muchas de las torres pequeñas y barbacanas han desaparecido ya que se construían de piedras unidas por adobe, e incluso en algunas ocasiones sólo con adobe en la parte superior. La TORRE DEL HOMENAJE del castillo de Seseña tiene la entrada en alto, abierta sobre la muralla que la rodea. Los atacantes, si querían entrar en esta torre-vivienda del señor del castillo o del alcaide que la gobernaba, debían derrotar primero a los soldados defensores en lo alto de la muralla. La TORRE DEL HOMENAJE era la vivienda esencial de los personajes importantes del castillo. Se llama de homenaje porque en ella celebraba el acto de aceptación del nuevo Rey que subía al trono. El dueño del castillo, en este lugar, delante del nuevo Rey o de unos delegados suyos, le reconocía en un acto protocolario, como su nuevo monarca al que le obedecería, serviría y sería fiel. Las torres del homenaje eran el último reducto para defenderse la guarnición en caso de que el resto del castillo fuese tomado. De aquí que para llegar hasta ella los atacantes, encontraran todo tipo de dificultades. Dentro de las torres del homenaje las escaleras estaban embutidas dentro de los muros o en uno de los TUBOS o torretas esquineras (de las esquinas). Los demás cubos eran macizos para dar solidez y resistencia a estas torres. El sentido o dirección de estas escaleras en subida, es de izquierda a derecha. En el caso de que los atacantes hubieran logrado penetrar en la torre y tuvieran que subir la escalera, tenían que llevar el arma en la mano izquierda, al contrario del defensor que le permitía tenerla en la mano derecha ofreciéndole gran ventaja.
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-Técnicas de defensa y ataqueEn un gran castillo se aplicaban todos los inventos posibles para dificultar la entrada de los atacantes: fosos de agua o sin ella, puentes levadizos, varias murallas defensivas rectas o con espolones y salientes, entradas en codo o zigzag, etc. En las puertas de entrada al recinto amurallado se aplicaba toda invención poliorcética (arte y técnicas defensivas) posible. Las voluminosas TORRES ALBARRANAS de las puertas de entrada, tenían varias puertas consecutivas de rejas que se levantaban o bajaban como los telones de los teatros. En el caso de que los atacantes lograran penetrar en la torre albarrana, los defensores hacían caer dos puertas o rejas levadizas (que se elevan), quedando enjaulados los atacantes y produciendo el pánico entre ellos, ya que desde unas aberturas o BUHEDERAS en el techo se les arrojaba agua o aceite hirviendo. Otras de las opciones de los atacantes, viendo que doblegar la resistencia ofrecida en las puertas suponía un alto coste en vidas, se dirigían a tratar de abatir partes de la muralla donde no estaba reforzada con torres, bien con proyectiles de piedra lanzados con catapultas, arremetiendo con arietes o socavando túneles debajo de los muros para que estos cedieran y se desplomaran. Mediante el asalto desde TORRES MOVILES de madera aproximadas a los muros del castillo, se tenía una gran ventaja sobre los defensores (así fue como tomó Aníbal la ciudad de Sagunto y la famosa Masada por los romanos). Dichas torres móviles se construían al pie de las murallas en momentos previos al ataque ya que no podían ser elevadas desde abajo por su envergadura. Para aproximarse a un muro, abrir una brecha en él con picos y barrenas, o con un ariete con cabeza de carnero metálico, los zapadores tenían que protegerse con un parapeto portátil. Este escudo sobre ruedas se llamaba MANTELETE.
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Las catapultas fueron empleadas ya en la Edad Antigua en el ámbito Sirio y Griego. Los romanos perfeccionaron el sistema de lanzamiento de torsión. Podían catapultar piedras de 75 Kg a unos 200 metros. Los griegos empleaban bolas de fibras vegetales embadurnadas con betún y resinas de pino destiladas a las que encendían y lanzaban (“fuego griego”). Todo invento ofensivo tenía una repuesta defensiva, y viceversa. Para desviar los impactos frontales de las piedras lanzadas, se hicieron torreones circulares o poligonales en las murallas. Para evitar que se acercaran a las mismas se hicieron ventanas o saeteras en la parte inferior. Desde estas saeteras se disparaban dardos o flechas; sin embargo, las saeteras abiertas en los muros les quitaban resistencia y es a través de ellas, por donde los zapadores comenzaban a perforarlos. Si los atacantes se acercaban mucho a las murallas, los defensores, tenían que asomarse entre las almenas para poder dispararlos o lanzarlos piedras. Ello suponía asomarse abiertamente y exponerse a los disparos de los atacantes. Se inventó a colocación las BUHEDERAS o CADAHAISOS. Especio de balcón hueco o parapeto sobresaliente del muro que permitía actuar sin arriesgarse. Con la invención de los cañones de pólvora, capaces de disparar bolas de hierro contra los muros desde larga distancia, los castillos se hicieron más vulnerables, se convirtieron prácticamente en castillos de papel. Todo el panorama poliercético cambió radicalmente. No obstante, hasta que el invento no fue más eficaz al incorporarse en los proyectiles cargas de pólvora detonante, los castillos seguían utilizándose como reducto defensivo. Las saeteras (ventanas por donde se disparaban saetas, venablos o flechas) se convirtieron en troneras por donde asomaban los cañones de los defensores. Estas ventanas o troneras toman forma horizontal abierta para poder girar el cañón a derecha e izquierda.
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Comentarios e ilustraciones DOMINGO IZQUIERDO MEDINA
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Castillo de pu単o en rostro
POR DOMINGO IZQUIERDO MEDINA 25
CASTILLO DE PUÑOENROSTRO (SESEÑA)
Este castillo no se sitúa en una zona de gran elevación, ni en un abrupto cortado o escarpe de un rio o arroyo; tampoco controla vías comerciales o ganaderas importantes; ni vigila puertos de montaña o puentes con el objetivo de cobrar impuestos de paso. En la fecha que fue construido, tal y como hoy se nos presenta (hacia el 1400), no quedaban reductos musulmanes en toda la península excepto el Reino de Granada. Por lo tanto no fue erigido para confrontarse con los Islámicos, en afán de reconquista. La propia situación de catillo, fácilmente accesible, descarta la posibilidad de que se utilizara de baluarte defensivo en épocas de contienda. ¿Qué función desempeño por lo tanto? Para responder a esta pregunta debemos analizar la situación social, política y económica de los distintos agentes que incidieron en la zona sur de Madrid, enmarcada por los ríos Tajo y Jarama, a lo largo de los siglos XIII, XIV y XV. Pongámonos en escena. El protagonista de las archidiócesis, con colonos-agricultores a los que obligaban a pagar el impuesto de diezmas (de cada diez pates que produjeran, una era para la iglesia) o primicias (los primeros productos o primicias del año era también para la iglesia), así como de los reyes y señores que cobraban el doceavo (de la producción una doceava parte era para el detentador), es clave en este asunto. La gran batalla dada en Las Navas de Tolosa (Ciudad Real) en 1212 se inclino favorablemente hacia el lado de las fuerzas cristianas. En esta batalla ambos bandos se jugaron la ocupación de la mitad-sur de la península. Después de esta, abatido el grueso del ejército almohade, la reconquista del sur de España fue prácticamente un paseo. Esta victoria tan importante de los ejércitos cristianos, tuvo, entre otras, una consecuencia económico-social muy importante: los campesinos que quisieran cultivar las tierras reconquistadas, quedaron libres de impuestos, ya que era arriesgados asentarse en estas tierras por el riesgo de una posible reacción musulmana procedente del Norte de África Las tierras conquistadas fueron repartidas entre los nobles laicos o eclesiásticos, órdenes militares, familiares directos del rey, conventos y por supuesto entre el rey y sus sucesores. Pero estas tierras tenían escaso valor sin una producción agrícola importante. Por lo tanto, y ante esta situación, el protagonismo lo adquieren los humildes villanos que día tras día empiezan a trabajar estas tierras en beneficio propio (mínimo) y de sus señores. Estos nobles hicieron todo lo posible para atraer campesinos a sus tierras para que las trabajasen. La consecuencia de todo esto fue una masiva migración de castellanos hacia el sur de la península. Aún así los documentos que citan la situación poblacional entre los años 1350 y 1420 es seriamente negativa en el sur de Madrid; ¡estaba prácticamente deshabitado! Ante esta extraña situación demográfica, cabe preguntarse: ¿Por qué siendo esta zona de las más productivas agrícolamente, estaba despoblada? ¿Fue realmente así?
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Existen indicios de que las ofertas que se proponía a los agricultores para que repoblasen las zonas reconquistadas al sur del Tajo y Guadiana eran los suficientemente atractivas para que abandonasen los lugares del centro peninsular donde estaban instalados. Ante esta situación los nobles segovianos piden permiso al rey para trasladar granjeros a la Sagra Oriental. Por otro lado reclaman tierras pertenecientes al Concejo de Madrid. Uno de sus objetivos consistía en crear una franja geográfica que se extendiera hacia el Tajo-Jarama, para el tránsito y pasto del ganado. Esto implicaba crear una red de cañadas, cordeles, sendas y coladas; zonas de descanso para los animales y pastores; y abrevaderos puntuales. El Rey Fernando III accedió ante estas peticiones. Se forman por lo tanto, en estas zonas del sur de la meseta, comunidades de pobladores y unidades geográficas bajo la jurisdicción de los Concejos de Ávila y Segovia. Los SEXMOS de Valdemoro, Casarrubios y otros en la parte occidental de Toledo. Estos sexmos aludidos, fueron agrupaciones de seis aldeas, siendo una de ellas la cabeza con representación jurisdiccional. A Valdemoro le tocó la representación de la agrupación de los lugares de Chinchón, Bayona (Titulcia), Valdelaguna, Villaconejos, Seseña, Ciempozuelos y San Martin de la Vega. Este sexmo pertenecía al concejo de Segovia, privilegio concedido por Alfonso VIII en 1190. El sexmo abarcaba una superficie de unos 350 kilómetros cuadrados; extensión que alcanzaba los limites de Órdenes militares como la de Calatrava y Santiago, que se extendían al sur del Tajo. Estas órdenes tenían un poder económico y militar muy superior al Concejo de Segovia, por lo que nunca consintieron que se introdujeran en sus dominios. Al quedar delimitadas las áreas de influencia entre ambas entidades, el Concejo de Segovia fija su termino de poder territorial en Seseña y Chinchón. De esta manera cobra mayor sentido la interpretación de la presencia del Castillo de Puñoenrostro, una vez que a partir de 1400, y debido a la creación de este sexmo, comienza a repoblarse con colonos el ángulo que delimitan los ríos Tajo y Jarama.
….. ....………………………………….. Los documentos históricos no reflejan claramente que Rey concedió el castillo de Seseña a D. Diego Arias Dávila, Conde de Puñoenrostro. Existen referencias que aproximan este acontecimiento hacia la figura del Juan II o Enrique IV. La cuestión es que en la primera mitad del siglo XV, un pariente de los “Dávila” (familia noble del concejo de Ávila) con cargos y poderes en Segovia ostenta un título de Conde-propietario de un castillo en Seseña dotado de alfoz o término.
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Estas reseñas históricas son contradecidas con la aparición de documentos en los archivos de los Marqueses de Casasola, donde consta que la Orden de Calatrava el 8 de enero de 1463, cambió a D. Diego Arias Dávila, el despoblado de Puñoenrostro por un juro de 600 ovejas anuales en el puerto de Villaharta. Es decir, la Orden, se quedaba con los impuestos que debían pagar los pastores por la aduana de Villaharta a cambio de unos bienes de tierras en el despoblado de Puñoenrostro, incluyendo con seguridad el castillo. El gran historiador, Conde de Cedillo, afirma que Seseña era exenta del castillo y de su dueño D. Diego Dávila, pues pertenecía al sexmo de Valdemoro. Es un tanto complicado analizar la armonía de interrelaciones existentes entre las dos jurisdicciones: La del Conde de Puñoenrostro y la de Seseña representada por Valdemoro. La corta distancia que las separa y la necesidad tanto del Conde como de Seseña de explotar las muy productivas veguillas del arroyo Fuente de Seseña, suponía una convivencia bastante difícil. El mantenimiento del personal militar y auxiliar del castillo exigía cultivo de cereales, vid y huertas; prados en las zonas húmedas de la veguilla, fuentes de agua potable, fustes de árboles, terrenos de caza en los carrizales inundados del arroyo, etc. Las numerosas salinillas de los cortados del Jarama, Valle de Don Gabriel (Albañales), Valdelahuesa y Alijares, en el arroyo de Vallegrande, aunque producían poca sal, pudieron ser motivo de competencia entre ambas jurisdicciones. Las cañadas principales pasaban plenamente por el núcleo de Seseña y Puñoenrostro. Precisamente el castillo se sitúa al pie de una de las más importantes que se dirigían a los vados y puentes de madera o barcas de la casa del Conde, Alhóndiga. Todas estas infraestructuras daban los suficientes beneficios como para que el territorio que las tuviera se convirtiera en Condado; esto implica la concesión del título de Conde de Puñoenrostro a D. Diego Arias Dávila. El Condado de Puñoenrostro aparece en contadas ocasiones en las documentaciones medievales y modernas, pero existen reseñas de que pudiera extenderse hasta Torrejón de Velasco, donde está constatada la presencia de los Condes de Puñoenrostro.
Terminamos con un comentario referente a la proveniencia de la palabra Conde. Esta tiene sus raíces en “Comes”, personas de íntima confianza de los Reyes que figuraban en su comitiva. A estas personas, los Reyes les solían conceder un pequeño señorío o territorio unificado geográficamente.
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