Historia de las bandas instrumentales de Valdivia (1880-1950).

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HISTORIA DE LAS BANDAS INSTRUMENTALES DE VALDIVIA (1880-1950) JAIME HERNANDEZ OJEDA

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Proyecto financiado por el Fondo para el Fomento de la Música Nacional 2007, del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes

Historia de las Bandas Instrumentales de Valdivia (1880-1950) de Jaime Hernández Ojeda, se terminó de imprimir en Valdivia en los talleres de Imprenta América, teléfono 56-63-212003, Valdivia, iamerica@entelchile.net para ARTE SONORO AUSTRAL EDICIONES Avda. Simpson #421, Barrio Estación, Valdivia Código Postal 509000 artesonoroaustral@yahoo.com 1ª Edición 1.000 ejemplares Incluye CD © Jaime Hernández Ojeda, 2008. R.P.I. ISBN Diseño, composición y diagramación: Enrique Carmona www.elministerio.cl Registro de investigación fotográfica: Edmundo Cofré

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A Carmelita Ojeda Leveque Por su amor a la justicia, su espĂ­ritu solidario y su ejemplo de lo que es la dignidad y el honor, palabras ya olvidadas en este siglo que comienza... A la memoria de mi padre, Heriberto HernĂĄndez Trejos, profundo amante de la mĂşsica.

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Agradecimientos Agradezco muy profundamente la colaboración brindada por las siguientes personas e instituciones: Ana Jaramillo, por su información, y por lograr el apoyo de Cervecería Kunstmann al resurgimiento de la Banda Eleuterio Ramírez de Collico. Boris Borneck Bielefeldt, por su valiosa contribución de reproducciones fotográficas de su colección particular. Carmelita Ojeda Leveque, por su voluntad de compartir sus inestimables recuerdos y su siempre sorprendente lucidez y memoria crítica. Club Musical Eleuterio Ramírez de Collico, Valdivia. Eternamente agradecido de sus socios por su permanente amabilidad y la gentileza de permitirme compartir sus repasos y autorizarme a grabar sus retretas para el disco que acompaña esta publicación. En especial, mis sinceros agradecimientos a los señores Víctor Villagrán (Presidente), Fernando Garcinuño (Director Musical), y a los Músicos señores: Carlos Linares Martínez (principal responsable de la reorganización de la banda en el año 2003), Carlos Tolhuysen, Belarmino Cid, Luis Delgado G., Pedro Huala y todos los demás integrantes actuales de la Banda. Finalmente, mis agradecimientos a su actual presidenta, señora Coralia Kutchartt Soto. Edmundo Cofré, quien realizó pacientemente la reproducción de la mayor parte de las imágenes de la prensa consultada. Eduardo Vidal Mancilla, Pdte. Club Musical y Cultural El Copihue de Pto. Octay, por su hospitalidad y colaboración para grabar las retretas de El Copihue para el disco que acompaña esta publicación. Ernesto Guarda Carrasco por sus datos históricos y amabilidad. Francisco Bilbao y Jimena Rosenkranz, por su amable cooperación en la digitalización y envío de material gráfico desde la Sección Periódicos y Microformatos de la Biblioteca Nacional de Chile.

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Héctor Colin Carillanca, último Director de la Banda Instrumental del Regimiento Caupolicán, Guarnición de Valdivia, por entregarnos su valiosa información sobre la particular historia de esta fundamental Banda. Leonardo Mancini por compartir sus conocimientos de la historia valdiviana. Leonor Adán Alfaro, Directora del Museo Histórico y Antropológico Maurice van de Maele de la UACh, por permitir la publicación de algunas imágenes del Archivo Fotográfico. Bernardo Berger, Alcalde de la I. Municipalidad de Valdivia, por su cooperación para el lanzamiento de esta publicación en la Plaza de la República y Ricardo Olearte del Archivo de Diarios de la I. Municipalidad de Valdivia. Ricardo Montes, por compartir sus recuerdos sobre la Escuela Hogar que fundara su padre don Eduardo Montes quien creó el famoso Orfeón de la misma. Ricardo Scheihing por su dedicación a descubrir la historia documental de la 4a Cía. de Bomberos de Valdivia y al voluntario Andrés Pantoja, por su amabilidad en la entrega de información. Roberto Kunstmann, por compartir sus recuerdos sobre la Banda de Collico y su histórica relación con la sociedad industrial molinera de su familia. Sergio Ulloa Guarda, por compartir sus recuerdos e historia del Club Musical Obrero. Especiales agradecimientos para José Manuel Izquierdo por su inestimable voluntad de compartir valiosa información y reflexión respecto de la historia y aporte de las bandas instrumentales al desarrollo de la música en Valdivia.

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Prólogo Muchas veces, cuando se publican libros como el que tiene usted en sus manos, puede uno preguntarse, cuál es el objetivo de rescatar algo que nos parece, en perspectiva, tan muerto. “Pero si las bandas ya ni suenan en la plaza”, podrían decir, demostrando evidentemente que no han ido a la plaza a sentarse a mediodía en el último tiempo. Y quizás esa tarde vayan al coliseo a ver un partido de básquetbol contra Osorno y, como cualquier otro valdiviano, comiencen a corear “Val-di-via” entre frase y frase de la marcha Erica, que por años popularizó la banda del Regimiento Caupolicán. Quizás lo piensen dos veces, y se den cuenta que algún hijo o amigo toca en la banda de la Escuela No1, o en el Club Musical Eleuterio Ramírez, y de pronto, como por arte de magia, aparece el recuerdo imborrable: los señores uniformados tocando junto al río, en el malecón, los niños corriendo bajo el atento ojo de las madres, los perros ladrando y la marcha con ritmo de cumbia con que la banda abandonaba el lugar, hacia otro punto del universo, como si las bandas viajaran de un lugar a otro eternamente, tocando retretas por los kioscos del mundo. Valdivia le debe mucho a sus bandas, más de lo que supondríamos en un primer momento. Mantuvieron unidos a nuestros primeros bomberos; en sus paseos por Mancera o Angachilla se tomaron importantes decisiones que afectaron a comunidades, sindicatos y agrupaciones por igual. Nuestras bandas animaron fiestas y bailes, cuando no existía, como bien señala Jaime, ni la radio, ni la electricidad ni mucho menos. Eran tiempos en que, para hacer música, para disfrutar de la música, había que trabajar por ella, y trabajar duro. El autor nos recuerda que, tras la larga jornada laboral, se hacían hasta dos ensayos por semana, e incluso en los tiempos previos a grandes presentaciones, los “repasos” podían ser mucho más seguidos. Este trabajo rescata por primera vez información puntual sobre la que fue la mayor actividad musical en la ciudad antes del año 1940. Aparecen algunas bandas recordadas, como el Jägerchor o el Club Musical Obrero, pero con nuevas informaciones y fotografías, que permiten no sólo acercarse más a su composición humana, sino también a su organización particular. Pero también aparecen algunas de las que sólo se conocía, y si acaso, el nombre, como la banda de Niebla. A través de la hilación de entrevistas, recortes de periódico y fuentes bibliográficas, podemos adentrarnos en el contexto que vivía Valdivia, en su edad de oro, cuando, por medio de las fábricas y las casas comerciales, todo era

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posible. Y esto es un factor no menor, pues mientras en el resto de Chile las bandas ocupaban un lugar promoviendo la imagen republicana de estado-nación, como muy bien se muestra en este libro, en Valdivia las bandas promovían sobre todo el orgullo de ser valdiviano, de ser parte de algo especial, de una ciudad especial. La música es difícil, se pierde en el tiempo y aquellos que más alegría y espíritu imparten a una comunidad, los músicos, son olvidados junto a ella, aunque hayan dedicado su vida a este trabajo. Tantos que “se la han jugado” por sus bandas y, a través de ellas, por sus ciudades. Este trabajo es sólo una punta de Iceberg, un granito de arena, con el enorme valor de demarcar con tanta profusión, cuanto hemos olvidado como valdivianos de nuestro propio patrimonio histórico, musical y humano. ¿Acaso no merece tener su nombre en una calle cada uno de los músicos que, pese a no tener ni casa muchas veces, se mantuvo junto a su banda animando a la gente para el terremoto? También, por primera vez, se reconoce el justo lugar de las bandas alemanas en la perduración del espíritu germano en Chile, más allá del paso de las generaciones. Aunque sólo fuera por eso, no podemos olvidar el lugar de las bandas en la historia de Valdivia. “Nuestro tiempo es norteamericano, y por tanto, carente de memoria histórica. Es por esto que la juventud de hoy conoce el esfuerzo de sus antepasados sólo, y sólo a veces, por oído. Se aprovechan de los frutos recogidos, pero no se preguntan: de dónde vino, cómo sucedió.” Así señala Kurt Bauer en su prólogo a la historia del colegio alemán de Valdivia, escrita por los mismos años que sonaban estas bandas. La memoria es débil, frágil, y no debe jamás dejarse al arbitrio de los vientos. Sólo esfuerzos como el de este trabajo permiten que nuestra historia, nuestra identidad, no se pierda. Sino, puede pasarle como a la música, y perderse con la leve brisa del tiempo.

José Manuel Izquierdo König Musicólogo Universidad Católica de Chile Valdivia, enero de 2008

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Presentación El objetivo principal de esta publicación es dar luces sobre un aspecto de la evolución de la música en su contexto histórico y social directo de nuestra ciudad. Nos referimos por supuesto al desarrollo histórico de las instituciones sociales denominadas Clubes o Bandas Musicales, un aspecto de nuestro patrimonio cultural intangible, que aun cuando posee una vasta historia, aún más larga que el periodo bajo estudio, es un tema en general desconocido para la gran mayoría de la sociedad actual, especialmente las nuevas generaciones. Es por ello que ésta no es una publicación dedicada a especialistas, sino a todas aquellas personas interesadas en conocer acerca de la historia del desarrollo de nuestra cultura local, particularmente de la música instrumental y su interacción con el medio social y cultural de las distintas décadas que abordamos en nuestra investigación, desde 1880 a 1950. Pero más allá de las fechas o de los detalles técnicos, lo que nos interesa en particular es poder transportar al lector/auditor de este libro y disco al pasado de nuestra ciudad... para conocer, interpretar y comprender de una manera más emocional y cercana, aunque no por ello superficial, la forma de vida de una ciudad y un territorio habitados y atravesados por la participación e interacción histórica de múltiples grupos culturales, representados por las vidas cotidianas de numerosas personas que han formado parte fundamental de nuestra historia como país. Nos interesa sobremanera hacer sentir al lector que aquel edificio que se nombra, aquel personaje cuyo nombre es hoy el de una calle valdiviana, aquellas instituciones como las Sociedades Mutualistas o las Compañías de Bomberos, son parte de un pasado que nos pertenece y que ha dejado una huella indeleble que nos sigue hasta nuestros días. No compartimos aquí aquella idea de dejar en el pasado lo que ocurrió en el pasado, así como tampoco aquello de que todo tiempo pasado fue mejor... En nuestra opinión, al abordar una investigación sobre cualquier aspecto del pasado y elaborar un texto para difundir sus resultados, lo que buscamos es generar un acercamiento a la reflexión y comprensión sobre cómo hemos llegado a ser lo que somos hoy. La reconstrucción del pasado con una reflexión profunda sobre sus significados, con una lectura crítica respecto de las diferencias y similitudes de los problemas a que se ven enfrentados los seres humanos en variadas épocas y circunstancias, y especialmente, de sus formas de resolverlos, es una instancia de aprendizaje antropológico, un

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aprendizaje sobre cómo enfrentar los desafíos de la vida y el mundo concreto que nos rodea, sobre el entendimiento entre seres humanos de culturas diferentes que interactúan en una misma época y territorio, y muy especialmente sobre las infinitas posibilidades de imaginarse sentidos y formas para la vida propia y en comunidad. La memoria colectiva acerca del pasado en un desafío constructivo realizado siempre desde el tiempo presente, nuestro presente. Hablar de la historia, de “nuestra” historia o la historia de nuestra ciudad, o nuestro país, es un esfuerzo que conlleva la reconstrucción de un pasado imaginario con sus restos materiales e inmateriales interpretados a la luz de nuestras teorías científicas, orientaciones ideológicas y políticas. La historia de las bandas instrumentales es parte de todo este proceso. “Esta” historia social de las bandas instrumentales se orienta a conocer y describir su desarrollo e importancia dentro de los contextos socioculturales y temporales en que participaron. Al hablar de estas bandas y clubes musicales intentaremos dar luces sobre un mundo cotidiano, un contexto social y cultural en el cual se imbrica su evolución junto a la manifestación de muchas otras expresiones sociales, culturales y políticas... “Pues es indiscutible que los hechos históricos generales, además de las particularidades étnicas, geográficas y sociales de una comunidad humana, en determinado momento de su evolución, imprimen un sello inconfundible y especifico a las manifestaciones contemporáneas de su arte, incluyendo a la música, así como a la de su folklore ,en las diversas especies. El siglo XIX en Chile, especialmente en sus primeras décadas, está preñado de acontecimientos y cambios violentos, definitivos y trascendentes que no podían menos que influir en el plan musical, pero como en este recién debía comenzarse por iniciar una verdadera historia, que sólo contaba con balbuceos anteriores, mal podía producirse un exacto paralelo en el proceso simultáneo de cambios históricos, con auténtico sentido de real “transformación” y “evolución” también de la música chilena. Sin embargo, el proceso clave y formidable del momento tuvo que influir en los destinos de esa música, pues aquel fue nada menos que el paso de la Colonia a la República, en varias etapas, con lo cual se generaba el nacimiento de una conciencia nacional en el territorio recién liberado de la tutela hispánica”. (Claro, 1973)

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De este modo, este trabajo pretende visitar el pasado en su diario vivir, donde se bosquejarán algunos aspectos de la vida cotidiana de una ciudad como Valdivia y su gente, en un viaje imaginario y azaroso, dentro de un extenso periodo de 70 años de historia. Durante este gran lapsus de historia ocurrieron por supuesto numerosos acontecimientos a nivel local e internacional que afectaron notablemente nuestro devenir como nación republicana. Numerosos presidentes y sistemas de organización del Estado, profundas reformas y cambios constitucionales (del sistema de gobierno presidencialista al parlamentarista; constitución de 1925), notable incremento de la población, incluyendo la incorporación de oleadas de inmigrantes; guerras y revoluciones (Guerra del Pacífico; Pacificación de la Araucanía; Guerra Civil de 1891; revolución de la República Socialista, 1932); grandes transformaciones en los sistemas productivos y rápido desarrollo tecnológico; fuertes procesos migratorios internos (del campo a la ciudad); grandes movimientos obreros y populares (sociedades mutualistas y gremialismo); profundos conflictos sociales (movimiento obrero, huelgas y matanzas); nacimiento de nuevas corrientes de pensamiento político; y muchos otros de carácter local, nacional e internacional, como la crisis económica de 1929, la del salitre y, por supuesto, las dos guerras mundiales... Todos estos acontecimientos enmarcaron el desarrollo, auge, apogeo y desaparición de la mayoría de las bandas instrumentales, así como también, de las personas que las integraron. Aclaramos, por lo tanto, que dado que nuestro objetivo no es resumir aquí tan prolongado periodo de tiempo, los datos e imágenes que se encontrarán en este texto son solamente elementos simbólicos que intentan representar tan sólo por un instante algunos sencillos aspectos que ayuden al lector, a imaginarse cómo era aquella vida cotidiana de entresiglos, pero esta vez, al son de la retreta de la banda en el kiosco de la plaza... Las Bandas Instrumentales Las Bandas Instrumentales1 son una organización social y artística compuesta por una cantidad variable de músicos, la que habitualmente oscila entre 12 y 25, quienes en conjunto y siempre guiados por un director musical, ejecutan varios instrumentos, tanto de viento como de percusión. Existen 1 Para conocer más y escuchar varios de estos instrumentos puede visitar el siguiente sitio de la Internet: www.corazonistas.com/haro/recursos/instrumentos/index.htm

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bandas instrumentales militares y civiles, y tal como su nombre lo indica, no incluyen cantantes solistas ni coros, sino sólo instrumentos. Más específicamente en las bandas instrumentales se ejecutan bombo, platillo, tambor, caja, maracas, timbales, triangulo, trompeta, clarinete, flauta traversa, trompa, saxofón alto y tenor, bugle2, flautín, trompetas; cornos; altos; barítonos primero y segundo; trombón, bajos, contrabajos, tuba, lira y otros...pero nunca instrumentos de cuerdas, ya que en ese caso pasaría a denominarse orquesta. “Una banda musical o Banda de Música es una formación realizada a partir de instrumentos de viento y de percusión. Su estructura es similar a la de las orquestas, siendo el instrumento principal el clarinete, en lugar del violín. Tipos de Banda de Música Banda Municipal de Música: Reciben subvención total o parcial de parte de alguna institución local (Ayuntamiento) Banda Sinfónica: Son aquellas bandas que contienen además de vientos, algunos instrumentos de cuerda, como el violoncello, contrabajo o piano. Nunca podrían tener ni violines ni violas, porque pasarían a convertirse a una orquesta. Banda de Música Militar Banda de Música Civil (www.es.wikipedia.org/wiki/Instrumentos_de_viento) Según el diccionario de la Real Academia Española una banda musical es: 6. f. Conjunto de tambores y cornetas, o de músicos que pertenecen a institutos armados de a pie, o de trompetas que sirven en cuerpos montados del Ejército. A veces la banda comprende toda clase de instrumentos de viento. 7. f. Conjunto de instrumentistas, con o sin cantantes, que interpreta alguna forma de música popular.3 2 Ejemplos sonoros y de notación musical en http://bands.army.mil/music/bugle 3 www.wordreference.com/es/en/frames.asp?es=banda visitado el 12.08.07)

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Orquestas: Orquesta Sinfónica: compuesta por músicos que ejecutan diversos instrumentos de cuerdas, percusión y vientos de madera y metal que trabajan permanentemente en la misma y reciben un sueldo por ello. Orquesta Filarmónica: compuesta por músicos que ejecutan diversos instrumentos de cuerdas, percusión y vientos de madera y metal que trabajan ad honorem, es decir, “por amor al arte...musical”, sin gozar de sueldo, pero ayudados por la comunidad que los acoge.4 Las bandas instrumentales del contexto y periodo a que nos referiremos, es decir, entre 1880 y 1950, estaban conformadas exclusivamente por hombres, quienes casi en su totalidad poseían una ocupación profesional u oficio a la cual le dedican la mayor parte de su tiempo, dedicándose a la actividad musical sólo luego de cumplir con esos otros roles. Así, en las bandas instrumentales militares sus integrantes tenían una serie de obligaciones propias de la vida militar, con sus responsabilidades y cargos en la jerarquía correspondiente, a la cual se sumaba como actividad central su profesionalización y práctica musical de forma permanente. Posteriormente, surgirán las bandas instrumentales civiles, conformadas por dos tipos sociales claramente diferenciados: A) Las Bandas Alemanas: conformadas por inmigrantes alemanes en Valdivia, estaban integradas por industriales, comerciantes, profesionales, bomberos, maestros y empleados de oficios varios. Provenientes de las bandas formadas por las Primera y Cuarta Compañías de Bomberos, de las que se independizarán formalmente para generar sus propias instituciones sociales con estamentos y personalidad jurídica propia. Pero en la práctica, siempre ambos tipos de instituciones permanecerán, muy vinculadas, puesto que varios de los colonos cumplirán los roles de músicos y bomberos al mismo tiempo. B) Las Bandas Obreras: conformadas por obreros con oficios de distintos rubros, tales como zapateros, sastres, empleados de ferrocarriles y otras fábricas locales de harina, cerveza, mueblerías, curtidurías y otras, incluyendo carniceros, pescadores y otros. Todos ellos conformarán sus propios clubes musicales y bandas instrumentales1 apoyados por una compleja red social integrada por mecenas, sociedades 4 Definición entregada por Héctor Colin Carillanca, último Director Musical de la Banda del Regimiento Caupolicán.

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mutualistas, comercio e industrias, agrupaciones gremiales y políticas, las esposas de los socios con sus incontables beneficios pro obtención de fondos para adquisición de nuevo instrumental para la banda, mejoramientos de sus sedes y otros objetivos similares. Esta diferenciación se verá reflejada además, en los artículos y espacios dedicados a las bandas en la prensa local, reproduciendo las históricas distinciones sociales entre colonos alemanes y obreros. Es así que los artículos dedicados a las bandas alemanas ocupan espacios destacados en la mayoría de las oportunidades, junto a una cobertura bastante exhaustiva de parte de los reporteros, las que en algunos casos incluirán fotografías (seguramente cedidas por las propias bandas, ya que las fotografías no eran muy accesibles por su alto costo, especialmente en el siglo XIX). Este tratamiento distintivo se debe en parte a que dentro de las instituciones musicales alemanas existían socios escogidos para dedicarse exclusivamente a representar sus intereses ante la prensa del momento. Por otra parte, en ocasiones los responsables de los artículos participaban además de sus reuniones sociales y celebraciones, invitados por cada club. En el caso de las bandas obreras, aunque también existían artículos dedicados en exclusiva, especialmente a sus aniversarios, éstos lo eran en menor número y extensión, ocupando una sección especial, denominada en el caso del diario El Correo de Valdivia, “Vida Obrera”, la cual era distintiva de la denominada “Vida Social”, la que hacía referencia a los eventos sociales de los grupos de mayor influencia en la sociedad.5 Es así que de algunas bandas, como la del Club Musical Miraflores, sólo encontramos algunas citaciones a reunión de sus socios o invitaciones a algún beneficio pro banda, pero de la del Club Musical de Niebla con suerte hemos encontrado dos referencias en un prolongado período de tiempo de varios años. Normalmente, estos grupos de músicos se reunirán al menos dos veces cada semana luego de sus jornadas laborales u ocupaciones cotidianas a ensayar en conjunto el repertorio escogido para su presentación en público, denominada retreta o tocata y que se efectuaba normalmente al final de cada semana. Ir a ensayar se denominaba ir a repaso, lo que se realizaba en un local especialmente destinado para ello o arrendado temporalmente por la Banda, dependiendo de las condiciones económicas de la misma. Las bandas alemanas eran albergadas por clubes sociales como el Club Alemán Plaza y el Club Alemán de la Unión; las bandas obreras, en cambio, con el tiempo y mucho esfuerzo, adquirían su propia sede social donde contaban con un salón de baile donde poder realizar 5 Este hecho representa una distinción social clara no sólo de la época bajo estudio sino que perdura hasta el día de hoy en nuestra sociedad, donde los grupos hegemónicos que detentan el poder son mostrados por los medios como los principales y más importantes protagonistas de la historia.

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sus ensayos y retretas, además de poder realizar sus reuniones periódicas. También solían realizar beneficios o arrendarlos a otras instituciones para reunir algo de dinero para las necesidades instrumentales o de mantención de la Banda y la sede social. Nacimiento de las bandas en Valdivia Respecto del surgimiento de las bandas instrumentales civiles en Valdivia, podemos mencionar tres factores estrechamente relacionados en su contexto histórico, a saber: la influencia del ambiente patriótico y las bandas militares; la notable afición a la música de los inmigrantes alemanes y su necesidad de construcción de su propia identidad cultural; El surgimiento de nuevos grupos y organizaciones sociales obreras con similar necesidad de construcción de identidad social y cultural propia. Tal como observamos en el resto del país, en el proceso de nacimiento de las bandas instrumentales civiles en Valdivia a fines del siglo XIX existe una importante influencia del ambiente patriótico y de la estrecha relación cívico-militar propia de nuestra historia como República. Este espíritu patriota apoyará en primer lugar el desarrollo, popularidad y extensión de las primeras bandas militares, cuyo objetivo original era la comunicación en el campo de batalla y apoyar la moral de los soldados en sus campañas y ejercicios militares en la búsqueda de nuestra independencia, pero que también jugarán un papel preponderante en tiempos de paz en la difusión de la música marcial, y luego de la popular, al interior de muchos pueblos y ciudades de nuestro país, fomentando el gusto por la música y sentando una base para la posterior creación de bandas civiles. Transcurridos los sucesos de la guerra por nuestra independencia de la monarquía española (última batalla, Chiloé 1826), y otros más recientes como la Guerra del Pacífico6 (1879-1884), la consolidación del Estado-Nación republicano incluirá grandes celebraciones del Aniversario Patrio y de las Glorias del Ejército, donde la banda militar tendrá un rol preponderante en la animación de tales eventos sociales de carácter absolutamente popular, utilizando los grandes espacios públicos como calles y plazas por donde desfilarán representantes de variadas instituciones civiles y militares en honor a la Patria y todo su simbolismo, al ritmo de himnos y marchas interpretadas por las bandas de cada guarnición. 6 www.guerradelpacifico.cl

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“La música militar, como representación sonora del estado-nación, con todo su poderío y sentido patrio, llenaba de orgullo a las masas, generando un público deseoso de escuchar a las bandas, que fueron las primeras y más abundantes agrupaciones instrumentales existentes en el país.” (González y Rolle, 2003)

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Por otra parte, a todo lo anterior se sumará la gran influencia de los inmigrantes alemanes como un elemento identitario cultural propio de la región austral, resultante de su sistemática actividad musical y de la necesidad de distinción social y cultural propia de los colonos alemanes, avecindados en Valdivia a partir de mediados del siglo XIX, con un marcado arraigo de sus tradiciones culturales (que por supuesto incluyen la afición a la música desde hace siglos) pero enmarcados en otro contexto cultural al cual están recién incorporándose (la naciente República de Chile, independizada sólo hace unos pocos años: Toma de Valdivia en 1820). De este modo, en Valdivia surgirán dos bandas instrumentales de origen alemán: el Musikverein7 Jaegerchor (1884) y el Musikverein Concordia (1905). La primera, estaba integrada por colonos pertenecientes a la élite social y económica de la época, los que tendían a mantenerse relativamente aislados de los chilenos; la segunda banda, estaba integrada por colonos con tal vez menor influencia y poder adquisitivo, pero con la clara intención de integrarse a la sociedad chilena. Esta distinción entre bandas proviene también de la establecida entre las Compañías de Bomberos desde donde surgen ambas bandas, a saber, la Jaegerchor se desprende de los músicos provenientes de la 1a Compañía de Bomberos; y la Concordia, de la incipiente banda de la 4a Cía. de Bomberos. Ambas bandas se desligan, aunque solo formalmente, de estas instituciones bomberiles, conformando los clubes musicales (Musikverein) como organizaciones sociales independientes con estatutos, reglamentos y personalidad jurídica propia. Un elemento sustancial a considerar en este proceso de nacimiento de estas bandas es que la tradición musical alemana tiene un fuerte arraigo entre los colonos. A manera de ejemplo, podemos citar un coro organizado por Luis Metzdorff en el Hermann, el velero en que viajaban los primeros emigrantes de Hamburgo a Valdivia.(Grossbach, 2000 citado por Guarda, 2001). “La música, con el canto, constituye la manifestación artística más cultivada”... su cultivo en casa – Hausmusik – es parte de la vida diaria; no son infrecuentes los conjuntos musicales de miembros de una misma familia: doña Luisa Holzapfel forma parte de una orquesta con jóvenes Henzi y Saelzer; los Bischoff von Stillfried forman otra, y durante los veraneos, en 1900, en San Carlos, embarcan un piano en un vapor, de allí lo traslada a un bote y desde éste...a la casa de veraneo, todos los años” (Guarda, 2001: pág. 625)

7 Su traducción es Club Musical o literalmente, Club de Música (Musik: música; Verein: Club). Nota del autor.

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Un tercer aspecto que influye sobre el surgimiento de las bandas instrumentales civiles, es la necesidad de construcción social de identidades culturales dentro de la emergente sociedad civil chilena y republicana de fines del s. XIX y comienzos del s. XX. En dicho contexto histórico, se vuelve sumamente importante la búsqueda y apertura de nuevos espacios de diversión e interacción social, así como la creación de lazos de solidaridad grupal y el reforzamiento de los elementos identitarios de los nuevos y diversos grupos sociales, en Valdivia tanto de obreros como de inmigrantes. Estos mismos elementos son los que continuarán demarcando a su vez las distinciones sociales entre los diversos grupos socioculturales al interior de la misma ciudad por más de 50 años. En el aspecto transversal de la educación podemos mencionar la cooperación de personal de las bandas militares en la instrucción de niños y jóvenes pertenecientes a escuelas o brigadas de scouts no sólo de Valdivia sino también de localidades como Máfil, San José de la Mariquina, Corral, Paillaco o Río Bueno. Por otra parte, existieron numerosas sociedades filarmónicas donde los adultos interesados podían aprender a ejecutar algunos instrumentos, nociones de lectura y notación musical, además de los clubes de baile amenizados por orquestas, bailarines o pianistas de prestigio. En el mismo campo educacional, también es notable la gran influencia de la incorporación y masificación del estudio de la música en los establecimientos educacionales a partir de la influencia directa de José Abelardo Núñez en el desarrollo y evolución de las escuelas normales, donde cada profesor debía aprender a ejecutar un instrumento para luego enseñar música a los niños. Ello se tradujo en la creación de bandas escolares en numerosos establecimientos a lo largo de todo el país, muchas de las cuales perduran hasta el día de hoy. Incluso, varios de los niños que pertenecieron a estas bandas, o los que estudiaron pedagogía en la Escuela Normal Camilo Henríquez de Valdivia, posteriormente llegarían a ser músicos profesionales, e incluso algunos integrarían la orquesta Sinfónica de Chile.8 Estas condicionantes hacen que en Valdivia surjan numerosas bandas militares y civiles. En primera instancia, aparece la Banda del Batallón Cívico de Valdivia o Stadtkapelle, del cual tenemos noticia ya en 18659 y que fuera dirigido a su llegada por el prestigioso y más importante músico valdiviano 8 Músicos como Genaro Burgos Ríos y Hugo Muñoz Sepúlveda, comenzaron sus carreras en dicha escuela, prosiguiendo su carrera profesional en el Conservatorio de la Universidad Austral de Chile, la Universidad de Chile, la universidad Católica de Chile, la Orquesta Sinfónica de Chile y otras institucion· 9 El Semanario, 25.11.1865.

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de la época, el inmigrante alemán don Guillermo Frick. También existen antecedentes muy limitados, sobre la actividad de una Banda del Batallón Miraflores (foto batallones cívico y Miraflores). Luego, en 1884 y 1905, surgen dos bandas civiles por influencia directa de los colonos alemanes (radicados en la zona aproximadamente desde 1850) bajo el alero de la 1a y 4a Compañías de Bomberos de la ciudad. Paralelamente, a partir de 1901, surgirán varias otras bandas civiles y populares que serán apoyadas por las sociedades mutualistas y obreras, además de la comunidad en general. También existirá en forma paralela, la banda militar proveniente del regimiento Caupolicán, la cual se funda en 1906, pero que llegará a tener una enorme popularidad en la década de 1930, realizando retretas en la Plaza de la República al menos una vez por semana, donde demostraba su destacada calidad musical. “La interpretación de instrumentos de banda estaba al alcance de sectores sociales amplios, generando un movimiento de orfeones municipales, de inmigrantes y de federaciones obreras, fomentándose no sólo la instrucción musical entre sus miembros, sino que la solidaridad y la colaboración entre ellos. La banda resultaba muy apropiada para hacer música al aire libre y atraer a una amplia audiencia en una época desprovista de sistemas de amplificación, participando activamente en las recepciones y homenajes a las celebridades políticas, militares y artísticas que visitaban las ciudades chilenas, creando un apropiado ambiente festivo y triunfalista. Finalmente, esta agrupación...servía para interpretar música militar, religiosa y profana, de concierto, y para animar grandes y pequeños bailes, lo que le permitió tener una amplia presencia e influencia desde comienzos del siglo XIX hasta avanzado el siglo XX. De este modo, la banda ha desempeñado un importante papel como generadora de espacios de sociabilidad urbana y como mediadora del repertorio clásico y de géneros populares europeos y americanos.” (González y Rolle, 2003)

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Contexto Histórico10 Estamos en el año 1880... En Valdivia no existen ni la electricidad, ni la radio, ni el cine, aún cuando el desarrollo industrial y técnico de la ciudad es aventajado y muy superior a varias ciudades del mismo periodo dentro y fuera de Chile. La población de Valdivia es de aproximadamente 5.000 habitantes.11 La ciudad ahora cuenta con algunas calles cubiertas en parte con durmientes de Pellín (madera imputrefactible de Nothofagus oblicua) para evitar el barro y sus negativas consecuencias en una de las ciudades, hasta el día de hoy, más lluviosas del mundo. La gente se moviliza a pié, a caballo, en carreta y los mas pudientes en elegantes carruajes. 10 Como ya dijimos en la presentación, los antecedentes aquí señalados sólo pretenden ayudar a contextualizar de manera muy general el fenómeno sociocultural de las bandas en el entendido de que los lectores poseen los condimentos básicos de la historia de nuestro país o que lo pueden encontrar en las variadas y prestigiosas publicaciones que existen al respecto. Sugerimos revisar obras de autores como Gabriel Salazar; Leopoldo Castedo; Gabriel Guarda; Gonzalo Vial Correa; Carlos Aliaga; y otros, que se pueden consultar en nuestra bibliografía al final de este texto. 11 Según Guarda, 2001, los habitantes de Valdivia son en 1854 / 2.506; en 1868 / 3.100; en 1875 / 3.872; en 1885 / 5.680; en 1895 / 8.060; en 1907 / 15.229; en 1920 / 26.854 y en 1930 / 34.293.

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Valdivia ha cumplido ya 328 años de vida desde que fuera fundada por los conquistadores españoles en 1552, momento desde el cual fueron despojando lentamente a los mapuche de sus territorios ancestrales y de su autonomía como pueblo y etnia claramente diferenciados. Mas al norte, hace ya un par de décadas que se lleva a cabo el autodenominado proceso de “Pacificación de la Araucanía” (1860-1881), eufemístico nombre para un violento proceso de sometimiento, aniquilación, usurpación y “reducción” de parte de un Estado contra una minoría étnica, la misma que unos 60 años antes le ayudara a obtener su independencia de la monarquía española. El Estado chileno ha impulsado desde 1850 un proceso de colonización del sur de Chile (actuales IXa, Xa y XIVa regiones) con alemanes que buscan mejores expectativas de vida ya que su país sufre los efectos de una crisis social, política y económica considerable, con hambrunas y otras formas terribles de violencia. Luego del fracaso de la revolución de 1848, más de un millón de alemanes salen de su país entre 1850 y 1859 en busca de mejores oportunidades para sus familias, dirigiéndose gran parte de ellos a EEUU, Brasil y Argentina (Steenbuck, 2001). Una minoría de ellos se dirige a Valdivia. Pero los pocos industriales, comerciantes, profesionales y oficiales que comenzaron a llegar a esta ciudad, en tan sólo alrededor de 30 años, han contribuido enormemente a su desarrollo económico y cultural...llegando a ocupar consecuentemente los lugares mas distinguidos de la sociedad de la época. Sin embargo, todo este progreso no estuvo exento de conflictos sociales, culturales y políticos entre los diversos grupos culturales que coexisten durante la época en la región, algunos de los cuales incluso se arrastran hasta el día de hoy en varias localidades del sur de nuestro país. De hecho, los conflictos por los terrenos comienzan desde la misma llegada de los primeros colonos alemanes, como consecuencia de la desorganización del Estado y efecto de los estafadores y especuladores que pretenden aprovecharse de dicha situación en desmedro de los inmigrantes recién llegados y que por supuesto desconocen el contexto en el cual se encuentran inmersos. Aún así, a pesar de estos inconvenientes iniciales, se impone todo un proceso de industrialización y crecimiento económico, desarrollo social, arquitectónico y cultural que se expande y profundiza con una rapidez asombrosa, la que deviene en una dinámica económica y social muy importante, con un notable aumento de necesidad y especialización de la mano de obra, así como de las organizaciones e instituciones sociales locales.

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Para el año 1900, la conectividad en nuestro país estaba dada por la vía marítima con sus importantes puertos como Iquique, Valparaíso y Corral, con cientos de embarcaciones surcando los mares en viajes interoceánicos con propulsión a vapor. Por vía terrestre, las ferrovías están en construcción desde mitad del siglo XIX. Es así que durante el mandato del Presidente José Manuel Balmaceda se construyen más de 1.000 Km. de vías férreas para la incipiente Empresa de Ferrocarriles del Estado,

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incluyendo obras de ingeniería que marcarían un hito en Latinoamérica: la construcción viaducto del Malleco, hasta hoy el puente más elevado de Chile. Las inversiones del Estado se concentraron en numerosas áreas estratégicas para el desarrollo de la Nación. La pujanza económica de la época se vio fuertemente respaldada por la explotación de las minas de salitre ubicadas en los territorios anexados a Chile luego de la Guerra del Pacífico12 (1879-1884). Sin embargo, a pesar de progreso y de la impresionante visión de futuro del Pdte. Balmaceda, en 1891 se produce un grave conflicto político, social y económico que lleva a la nación a una guerra civil, con evidente ingerencia de los intereses privados ingleses que manejaban y usufructuaban del 70% de la explotación de la minas del salitre que se vieron afectados por la política del Presidente Balmaceda, quien una vez terminado su mandato decide suicidarse en Argentina (Núñez, 2003).

Dentro de este complejo escenario histórico que incluye un notable desarrollo económico ligado a una actividad industrial muy vinculada a la colonia alemana, existe en forma paralela el surgimiento de grupos sociales de extracción popular junto a una incipiente clase media y media alta de burguesía “chilena”. Todos estos grupos humanos generan sus propias redes sociales, participando de diversos status dentro de la estructura y formas de producción de la época, tanto en el espacio urbano, como rural, en ambientes públicos y privados. 12 Para mayor información www.guerradelpacifico.cl

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El desarrollo tecnológico y productivo permite un notable incremento poblacional al tiempo que genera una especialización de la mano de obra. Ello involucra reformas educacionales y la adaptación permanente de los grupos sociales al cambiante escenario movilizado por la fluctuación económica y la evolución de la política local, nacional e internacional. Paradójicamente, en nuestro país, a pesar del explosivo desarrollo económico de fines de siglo XIX y comienzos del XX, la brecha social y económica entre ricos y pobres en vez de disminuir aumentaba, generándose graves desmedros de la calidad de vida de las clases populares y su consecuente descontento. Se produjo un efecto migratorio de las zonas rurales a la ciudad, con el consiguiente aumento de la población urbana y, lamentablemente, el empeoramiento generalizado de la calidad de vida de los más pobres. Ello produjo inicialmente todo un movimiento de organizaciones gremiales y obreras que buscaban el mejoramiento de dichas condiciones sociales y económicas de sus integrantes.

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Esta problemática situación generó todo un movimiento social que se denominó en su conjunto la cuestión social: “La cuestión social, sin embargo, como hemos reiterado no estribaba solo en la emergencia de la protesta popular, sino que encontraba sus causas más profundas en el deterioro de las condiciones de vida de los sectores populares y en la indolencia e incapacidad del régimen social y político vigente para abordar estos problemas”.13 Sólo por nombrar las huelgas más impactantes, tanto por su elevado número de organizaciones y participantes, como por su violentísimo resultado (Huelga marítima, Valparaíso, 1903; de la carne, Santiago, 1905; Antofagasta, 1906; Iquique, 1907)... La protesta obrera y popular de 1903-1907 fue quizás la manifestación más aguda de que en el país las cosas no marchaban bien. Y hubo muchas voces—además de las que se expresaron como huelgas y estallidos populares—que denunciaron y llamaron la atención sobre la situación que se vivía al cambiar el siglo. Recabarren, por ejemplo, saltó a la palestra con motivo del Centenario para decir que había pocos motivos para las fiestas entre los sectores populares, y el doctor Julio Valdés Cange, en agudas cartas dirigidas al Presidente de la República de estos mismos años, puso todos los puntos sobre las íes: En Chile la distancia entre ricos y pobres se hacía cada vez más insoportable.” 14

13 Mario Garcés Durán, Crisis social y motines populares en el 1900, Santiago, LOM Ediciones, 2003, Pág. 116. 14 Garcés, op.cit., Pág. 82.

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Inmerso en todo este movimiento social nacieron las Sociedades Mutualistas que buscaban la práctica organizada de ayuda solidaria y sistemática entre todos sus socios en función del bien común. Y al alero de estas instituciones y de su espíritu, también surgieron entre otras inquietudes, la preocupación por la adquisición de conocimientos, cultura y entretenimiento. La famosa Sociedad de la Igualdad nacida en Santiago, liderada entre otros por Francisco Bilbao, aún cuando fue finalmente reprimida hasta su desaparición por el gobierno de Manuel Montt, tuvo un fuerte impacto en varias ciudades que luego emularon sus ideales en nuevas organizaciones sociales, aunque en general ya desvinculadas de la lucha político partidista propiamente tal. Un ejemplo de ello son las mencionadas Sociedades Mutualistas, de las cuales en Valdivia todavía existe la famosa S.M. La Fraternidad, fundada el 05.04.1885 como Club de Artesanos y que actualmente tiene su sede en calle Arauco, en el centro de la ciudad.

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En un plano más general del estado de desarrollo de la provincia y la ciudad de Valdivia revisemos este Baedecker, una especie de Guía Turística publicada en el contexto del Centenario (1910), por lo que tiene un sesgo bastante evidente: “Provincia de Valdivia Creada el 30 de Agosto de 1826. Tiene una superficie de 21,637 km2 y cuenta con una población de 118,277 habitantes. Se encuentra encerrada entre los Andes y el mar, su territorio es quebrado y montañoso hacia el oriente donde la cordillera muestra algunas alturas notables. Al centro se extiende el valle agrícola que en esta provincia es muy vasto y abundantemente regado, encerrando dentro de sus límites, cinco de los mayores ríos de Chile, navegables en una gran extensión especialmente el Valdivia en cuyas orillas está situada la ciudad de su nombre y por el cual entran naves de regular calado. Posee también algunos lagos como son el Villarrica, cuya parte sur le pertenece. La bahia de Corral es la más importante para el comercio y el puerto de tráfico de una estensa zona. El clima de Valdivia, aunque templado y saludable es el más lluvioso de Chile. La vegetación alcanza en esta zona una exhuberancia y esplendidez extraordinaria. En las extensas selvas que cubren todo el territorio no dedicado a cultivos los árboles de las más diversas especies crecen apretados, entre sí en un suelo tapizado de helechos y ahornados con lucidas guirnaldas que le hacen los copihues. La ganadería, la labranza de maderas y la labor de las innumerables fábricas con que cuenta, constituyen las principales fuentes de riqueza para Valdivia. La minería es abundante en plata, cobre y especialmente fierro. Los pobladores de Valdivia son laboriosos, á lo cual ha contribuido el noble ejemplo de la numerosa colonia alemana establecida en esta región á mediados del siglo pasado, cuando aún la mayor parte de este rico territorio estaba habitado por las últimas tribus araucanas. Hoy constituye Valdivia una de las más bellas y prósperas regiones del país. Se construye actualmente un ferrocarril particular que unirá la provincia con la República Argentina. Se divide en dos departamentos: Valdivia y La Unión.

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Valdivia Puerto fluvial, capital de la provincia y del departamento de su nombre, situada a orillas del río Valdivia en la confluencia del Cruces con el Calle-Calle, á 12 metros sobre el mar con 15.299 habitantes. Correos.—Jiros, Encomiendas, valores, Cobranzas.—Telégrafos.—Del Estado, Comercial.— Consulados.—Alemania, Argentina, Austria-Hungría, Bélgica, Bolivia, España, Estados Unidos de Norte América, Francia, Gran Bretaña, Holanda, Italia, Perú, Panamá, Suecia.—Prensa.-<<El Mercurio>>, <<El Comercio>>, Valdivia Deustche Zeitung (Alemán), <<La Divisa>>,

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<<La Industria Valdiviana>>.—Clubs.—Club Central, Club de la Unión, Club Alemán, Club Unión (Alemán), Club Musical Obrero.—Bancos.—Banco de Chile, Banco Alemán Transatlántico, Banco de Chile y Alemania.—Baños.—Genoveva, Winter.—Fotografía.—Fernando Valk.—Hoteles.—Hotel Beca, calle Toro; Hotel France, Toro esq. Chacabuco; Hotel Colón, calle Picarte; Hotel Lavasse, Plaza de Armas esquina Toro.—Agencia de vapores.—Existen de todas las compañías del Pacífico. Valdivia fue fundada en 1552 por don Pedro de Valdivia primer gobernador de Chile. Sus casas estan edificadas en un terreno algo accidentado y sus calles forman manzanas desiguales en tamaño y forma. En la parte del poniente, á una cuadra del río, posee una Plaza á la cual desembocan ocho calles y que da frente á su iglesia parroquial, Intendencia y demás oficinas públicas. En Valdivia se encuentran las mejores industrias del país. Cuenta, además, con varios astilleros sobre el río, uno de ellos, el de Behrens (calle Canelos) ha adquirido mucho auje y al cual el Gobierno de Chile ha encargado varios trabajos de importancia. El comercio menor es activísimo lo cual da á la ciudad una extraordinaria animación. Frente á la ciudad y al lado opuesto del río se encuentra la Isla de la Teja, asiento de la famosa fábrica de cerveza Sociedad Anwandter Hnos. y otras de muchos diversos productos. Los alrededores de Valdivia son en extremo pintorescos y abundan sitios de paseo como Angachilla, Estero Cau-Cau, Canelos, Manzanito, etc. Las excursiones más frecuentes son las que se hacen en vapor por el río y son verdaderamente encantadoras. Surcan las vías fluviales centenares de vaporcitos y embarcaciones que dan al río una gran animación. Frente á la población el Calle-Calle semeja un canal veneciano de gran efecto. Uno de los principales paseos fluviales es el puerto de Corral del cual hablaremos en breve. Valdivia cuneta con toda clase de servicios públicos posee Oficina de vacuna, Caja de ahorros, Corte de Apelaciones, etc.

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Es el asiento de la VI zona de Obras Públicas y de la IV Sección de los Ferrocarriles del Estado. Existen numerosas sociedades: de Empleados de Comercio, de Foot-Ball, de Tiro al Blanco, de regatas y de varios gremios obreros. Funciona en ella una Cámara de Comercio. Su locomoción se hace en coches de posta. Un terrible incendio ocurrido en Marzo de 1909 consumió 30 manzanas de edificios públicos y particulares y la mayor parte de sus casa comerciales perjudicando enormemente su progreso, pero ya, debido al tradicional esfuerzo y actividad de sus habitantes se reconstruye con una rapidez asombrosa y dentro de poco tiempo la veremos resurjir con mejores y más espléndidas construcciones y llena de negocios bien surtidos é instalados con lujo. Está unida á la red ferrocarrilera del sur por un ramal de 30 K. que empalma en la estación de Antilhue. Dista de Osorno 148 kilómetros. En la calle Picarte cerca de la estación y en la de Canelos, en la ciudad misma existen dos antiguos pequeños torreones levantados por los españoles durante la conquista para defenderse del ataque de los indios.”15

15 Baedeker de la República de Chile, 1910. Guía turística descriptiva de Chile, editada con motivo del centenario de la República, sin datos sobre su autor.

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Instituciones sociales El desarrollo industrial, económico, cultural y social alcanzado en Valdivia a fines del siglo XIX y comienzos del s. XX tiene un claro reflejo en la cantidad y calidad (por su organización, duración y número de miembros y colaboradores) de organizaciones sociales fundadas en la ciudad, muy considerables en proporción a la cantidad de habitantes de la ciudad. Un ejemplo de este crecimiento económico esta representado por los agentes consulares fueron constituyéndose desde 1834 (Francia), siguiéndole numerosos consulados a raíz del proceso de colonización alemana de la zona: Bremen, 1851; Hamburgo, 1853; Federación Norte de Alemania, 1868; Imperio Alemán, 1871; Imperio Austro-Húngaro, 1864; Argentina, 1896; Inglaterra, Estados Unidos, Panamá, Perú, Bolivia, y Bélgica, 1907; Holanda e Italia, 1909; Suiza, España, México y Venezuela, 1919. Respecto de los Clubes Sociales existe un impresionante número: Club Alemán (fundado en 1853, actualmente Club de la Unión; Club del Progreso (1862); Club de la Unión (1863); Club Valdivia (1882); Club Central (1912); Club Alemán Unión (1880); Club Colon (s/f elige directiva en 1895). Centro Español (1911); Algunas de estas entidades se fusionarán con el tiempo, pero recordemos que en Valdivia en 1907 sólo hay 18.600 habitantes, por lo que su número es proporcionalmente muy significativo. Existen además otros clubes como el Club Militar Alemán (1903); Liga Naval Alemana (1913); Club Chileno (1902); Club Social Chiloé (1903); Club Italiano (1904); Club de la Democracia (1911). “Caso único en el país, la ciudad cuenta aun con dos entidades femeninas, el Club de Señoras, activo en 1890, anterior en más de dos décadas al fundado en Santiago por doña Delia Matte de Izquierdo en 1916, y el Frauenverein o Tabea Verein (1901) (Guarda, 2001, págs.645-653). Pero además de los clubes alemanes que albergarán al Musikverein Jaegerchor y Musikverein Concordia, las instituciones sociales con la categoría de sociedades mutualistas nos interesan muy particularmente, ya que estarán muy ligadas al surgimiento de las bandas instrumentales obreras, cooperándose mutuamente entre varias de ellas. Debido al progresivo desarrollo social y económico de la ciudad, surgieron numerosas organizaciones como sociedades mutualistas, gremios y sindicatos de oficios tales como estibadores y desestibadores; panaderos; zapateros; albañiles; pescadores; artesanos; tipógrafos; choferes, empleados de comercio y otros...

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Seguimos con el listado mencionando la fundación de la Sociedad Protectora de Empleados de Comercio (1911); S. M. La Fraternidad (1885, activa en la actualidad); Sociedad Alemana de Socorros Mutuos (1886); Club La Esperanza (Miraflores; 1897); Sociedad de Ahorro y Protección Mutua de Nuestra Sra. de la Merced (1902). Sociedad de Tipógrafos Juan Gutenberg (1905). Sociedad de Beneficencia Unión Obrera (1908); Sociedad de Capitanes y Maquinistas de Vapores Fluviales de Valdivia (1909); Sociedad El Porvenir (comerciantes del Mercado, 1911); Sociedad Gremio de Pescadores de Corral (1911); Sociedad Protección de Obreros (1913); Sociedad Protección de Carpinteros El Círculo Obrero de San José (1913); Sociedad Anfión Muñoz (1913); Sociedad de Pescadores de la Isla del Rey (1914); Sociedad de Obreras (1914); Sociedad Mutualista Igualdad (1916); Sociedad José Manuel Balmaceda (1916); Sociedad La Aurora (femenina, 1917); Sociedad La Unión y Protección (de señoras, 1921); Sin fechas de su fundación se mencionan como activas la Sociedad Española de Socorros Mutuos; Club Collico de Socorros Mutuos; Sociedad de Obreros del Carmen (1912); Unión Gremio de Panaderos; Unión de Fundidores; Carpinteros y Ebanistas; Protección Mutua de Empaquetadores de Comercio y el Centro de Normalistas (1919). (Guarda, 2001: págs. 653-654). Esta impresionante cantidad de instituciones sociales son un claro reflejo de la capacidad organizativa y la fuerza de los movimientos sociales liderados por una enorme cantidad de obreros especializados que lograron generar y mantener estas organizaciones en función de sus objetivos humanitarios de solidaridad, lazos fraternales y de conciencia y acción social, tanto a nivel local como nacional al integrarse a los congresos obreros y a la Federación Mutualista Nacional con sus capítulos regionales. “La práctica asociativa de los artesanos y de los primeros núcleos obreros, en el último cuarto de siglo XIX, permitió a una importante sector de trabajadores chilenos—el Congreso Social Obrero en 1900 declara contar con unos 10.000 adherentes—romper su aislamiento, hacer una experiencia práctica de democracia social y encarar exitosamente al menos parte de sus problemas más urgentes de previsión, salud y educación. Organizarse en función de sus intereses propios, por otra parte, le fue dando inevitablemente un cierto “sentido de clase” a su movimiento, sea por la oposición que ellos representaban respecto de las prácticas de la élite, sea por las iniciativas y esfuerzos propios que debían desplegar para alcanzar sus objetivos de mejoramiento económico y social.”(Garcés, 2003)

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Por otra parte, en un plano de análisis transversal e interpretativo: “Las sociedades de socorro mutuo, como ha indicado A. Illanes, a través de su práctica lograron “expresar un acto conciente de autonomía social organizativa...; generar desde allí una identidad popular, capaz de reconocerse y autolegitimarse; desplegar desde sus asociados una importante capacidad organizativa parta hacer funcionar la práctica social del ahorro, la prestación de salud y la protección familiar y social de los asociados”16

En Valdivia todas estas condiciones de desarrollo económico y social tuvieron sus propias formas de expresión y desenvolvimiento, que en muchos casos difirió en parte de los graves problemas de la capital y otras regiones, o por lo menos de la manera de afrontarlos. Es en este contexto social, histórico y cultural donde surgen las bandas obreras que forman parte de este estudio. Pero también lo es respecto del nacimiento y evolución de las bandas alemanas. Las bandas entonces no sólo contribuyeron al evidente desarrollo artístico y cultural de los valdivianos sino también, y principalmente, a la definición de las identidades socioculturales de los diversos grupos que coexistieron en la ciudad, pero principalmente, representan en su conjunto los ideales de una incipiente conciencia e identidad nacional. Los Clubes Musicales y las Bandas Instrumentales Podríamos hablar de sinónimos para el caso particular que nos ocupa, ya que en estricto rigor los conceptos de Club Musical o Banda Instrumental refieren a organizaciones sociales y culturales de similares características muy ligadas unas a otras. Esto significa que detrás de cada Banda Instrumental encontramos una imbricada organización social, que posee estatutos que la rigen estrictamente, con una directiva elegida por los socios con derecho a voto cada cierto tiempo y que cuenta con el apoyo de muchas personas además de los músicos, quienes son sólo la cara visible de cada Club Musical. En estos clubes, además de los músicos propiamente tales, existían variadas categorías de socios pertenecientes a cada organización “habían socios honorarios, que eran “los ricos” que cooperaban ·

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una vez al año con las sociedades; otros socios pasivos, que también daban su apoyo, pero no eran músicos; y los activos, (que eran) los que tocaban... 17 Las bandas instrumentales tocaban sus retretas (tocatas) en diversas ocasiones y escenarios, aun cuando el más reconocible y tradicional es el llamado “kiosco” u odeón18 ubicado generalmente al centro de la principal plaza de cada ciudad. Los primeros fueron construidos principalmente de madera. Luego se incorporó el fierro forjado, latón y posteriormente el cemento. En Valdivia existieron varios kioscos en los paseos públicos como la Costanera y otros más cercanos a los barrios de donde provenían las bandas. Es así que a ambos costados del Puente Pedro de Valdivia, que comunica la ciudad con la Isla Teja, existió un kiosco para las retretas de las bandas entre las décadas de 1920 a 1940.19 También existieron kioscos en la costanera de Collico donde la Banda del Club Musical Eleuterio Ramírez efectuaba sus retretas, generalmente los días domingo. En el barrio Miraflores también existió un kiosco, así como en el barrio de la Estación. El anterior kiosco de la Plaza de la República, ubicada en el centro de Valdivia, era en realidad un carrousel que en 1873 fue “traído de Francia, más un tabladillo para la música.”20 Según la señora Coralia Kutchartt Soto, su padre Germán le contaba que este carrousel efectivamente giraba mientras la banda de turno tocaba su retreta allá por 1912 ó 1915... Éste había sido restaurado luego del Gran Incendio de 1909, pero sólo duraría unos pocos años más hasta que fue reemplazado por el actual que encontramos en la Plaza. Actualmente en Valdivia, existen dos kioscos en relativo buen estado: el de la Plaza de la República, construido con posterioridad a 1920 y restaurado junto con ocasión de la última remodelación de la Plaza en 1996?; y el de la Plazuela Berlín, que es de cemento y está ubicado en la unión de las calles Picarte con Ecuador, al inicio del Barrio Estación de Valdivia, y que data del año 1935 aproximadamente21, que cuenta además con un diseño acústico especial. Pero las bandas tocaban sus distintos repertorios en variadas ocasiones y lugares, no sólo en los kioscos sino también en clubes, quintas familiares, fábricas, paseos, y muchas veces recorriendo las calles de la ciudad. Cada Banda tenía que ensayar en forma permanente, por lo tanto algunas tenían 17 Carmela Ojeda Leveque, entrevistada por el autor en Valdivia el 13.10.07 18 Odeón: (Del lat. od_um, y este del gr. ______). 19. m. Arqueol. Teatro cubierto destinado en Grecia a los espectáculos musicales. www.wordreference.com/es/en/frames.asp?es=ode%F3n 20 Según información aportada por el músico y profesor señor Leonardo Mancini entrevistado por el autor el 06.09.2007. 21 Guarda, G. 2001: Nueva Historia de Valdivia, pág. 570.

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una sede donde “ir a repaso” tal como menciona Carmela Ojeda Leveque22, que le llamaba su padre David Ojeda a los ensayos de la banda El Progreso. Los ensayos se realizaban varios días a la semana y las presentaciones o retretas de cada banda también se realizaban al menos una vez a la semana. Por ejemplo, la banda del Caupolicán, según recuerda don Héctor Colin Carillanca23 “tocaba los días martes, juevesysábadoenlatardeyeldíadomingolabandatocaba entre 11:30 y 13:00 hrs... y en la noche nuevamente tocaba de 19:00 a 20:30 hrs., mire que tocaba harto... y esto era invierno y verano, no era el puro verano... El repertorio en general de las bandas incluía normalmente marchas europeas y nacionales; algo de música “docta” y por supuesto, música popular, como tonadas, valses, polcas, paso doble, tangos, boleros, fox trot, y otros estilos que las bandas iban incorporando a su repertorio según sus posibilidades, intereses, y la moda de cada época. Las Bandas Instrumentales de Valdivia Listado cronológico y clasificación de las bandas según sus integrantes Nombre

Tipología

Periodo de funcionamiento

Banda del Batallón Cívico de Valdivia

¿Intendencia ?

De 1850 a 1875 aprox.

Musikverein Jaegerchor

Banda Instrumental Alemana Formada casi exclusivamente por colonos alemanes y sus descendientes

22 de febrero de 1884 a 1938

Club Musical Obrero de Valdivia

Banda Instrumental Obrera

31 de marzo de 1901 a década de 1980

22 Dato aportado por la señora Coralia Kutchartt Soto quien trabaja desde hace varios años en el Departamento de Obras de la I. Municipalidad de Valdivia. Actualmente es la Presidenta del Club Musical Eleuterio Ramírez de Collico. 23 Testigo de época. Su padre David Ojeda Ruiz, nacido el año 1881 fue músico entre otros oficios, como panadero y zapatero. Tocaba un instrumento de viento llamado contrabajo. Perteneció a la Banda del Club Musical El Progreso.

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Club Musical Valdivia

Sin datos; solo sabemos que es “Presidido por Rosendo Landeras” (Guarda, 2001)

Musikverein Concordia

Banda Instrumental Alemana. 1o de enero de 1905 a 1938 Formada mayoritariamente por colonos alemanes más algunos chilenos

Banda del Caupolicán

Banda Instrumental Militar del 23 de mayo de 1906 a 1968 Regimiento Caupolicán de la IV División de Ejército de Valdivia

Club Musical “El Progreso”

Banda Instrumental Obrera

26 de febrero de 1916 hasta mediados de los años ’30.

Club Musical “Ferrocarril”

Banda Instrumental Obrera y “gremial”. Sólo conformada por empleados y obreros de la Empresa de Ferrocarriles del Estado (EFE) Banda Instrumental Obrera

12 de Octubre de 1917 activa aún en 1924

Club Musical Miraflores

Noviembre de 1902

28 de Septiembre de 1919 a 1928

Club Musical Eleuterio Ramírez de Collico

Banda Instrumental Obrera. Actualmente 15 de agosto de 1926 a 1974. cuenta con varios músicos Reactivada desde 2003. Única Banda ex - uniformados de las FFAA Civil En actividad hasta la fecha.

Banda Instrumental de la Escuela-Hogar

Banda Infantil

Febrero de 1933 hasta 1955 aprox.

Club Musical Niebla

Banda Instrumental Civil de pescadores

22 de Marzo de 1920. Activa aún en 1956.

Deutsche Musikverein Valdivia Efímera unión de últimos integrantes de las bandas Jaegerchor y Concordia

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1938-39 a 1943


Musikverein Jaegerchor o Club Musical“Coro de Cazadores” (1884) Esta es la primera agrupación musical que puede considerarse como una Banda Instrumental de carácter civil, integrada exclusivamente por colonos alemanes a fines del siglo XIX. El Jaegerchor (a veces denominado Jaeger Corps) o Coro de Cazadores no era exactamente un coro ni un grupo de cazadores sino una banda instrumental compuesta por alrededor de 20 a 25 músicos. Este Club Musical nació al alero de la 1a Compañía de Bomberos “Germania” (actualmente ubicada en la Isla Teja, a un costado del Parque Saval) en el año 1884, proveniente de la banda de músicos que la misma compañía había organizado unos años antes, institucionalizándose de esta manera como una organización autónoma, pero íntimamente relacionada con la compañía puesto que muchos de los músicos que la integraban eran a su vez bomberos. Esto generaría situaciones anecdóticas que se repetirán en otras bandas del sur de Chile, situaciones en que los músicos saldrían corriendo directamente del ensayo...al incendio.

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El Jaegerchor estaba compuesto por colonos alemanes de diferentes profesiones y ocupaciones, pero en su mayoría pertenecían a la élite social de Valdivia, de familias acomodadas y con un consolidado poder económico e influencia social, política y cultural. Ello permitió una adecuada y pronta adquisición de su instrumental, además de la contribución del bagaje cultural y artístico propio de cada socio a la calidad musical de la banda. “Esta institución fue fundada el 22 de febrero de 1884. Sus socios fundadores fueron los señores Arnulfo Anwandter, Ricardo Körner, Hermann Pausenberger, Oscar Anwandter, Theodor Körner, Omar v. Stillfried, Theodor Pausenberger, Georg Martin, Max v. Stillfrid (sic) y Georg Saelzer. Su primer presidente fué don Oscar Anwandter. Cuenta actualmente (1920) con 24 socios activos (los músicos propiamente tales) y 107 pasivos (colaboradores). Su capital es de $5.000. El <<Jaegercorps>> (sic) es una de las mejores bandas alemanas que existen en el país. Esto que podría parecer una exageración de nuestra parte, queda reconocido con solo haber tenido ocasión de escuchar sus armoniosos acordes en alguna de las notables audiciones que da.”24 (Aranda et al. 1920)

El Musikverein Jaegerchor significó un precedente en la ciudad respecto de la posibilidad concreta de organizar y mantener una banda instrumental civil de calidad en la ciudad. Es anecdótico e interesante el comentario de José Manuel Izquierdo respecto del surgimiento de esta banda: “Hay una crisis bien clara el año 1886 en que a alguien se le ocurre mandar una carta al diario La Verdad (conocido por sus polémicas) donde se dice que a los alemanes no les gusta la música… porque nunca van a la retreta y cómo puede ser, entonces para qué piden la banda del Batallón Cívico, si nunca nadie va a escucharla… Y un alemán contesta, pero a través del diario alemán, que eso es una falacia, que todo el mundo sabe que a los alemanes les gusta la música y que el problema es el horario de la retreta: que ellos comen a una hora y la retreta es a la misma hora, entonces, los chilenos que comen más temprano, ellos pueden ir a la retreta, pero los alemanes no, entonces que había que cambiar el horario de la retreta, en un punto intermedio Pero a partir de entonces las bandas alemanas como que se independizan, especialmente este Coro de Cazadores (Jaegerchor), de los bomberos y de toda otra cosa para dedicarse a hacer su propia música (porque la Primera Compañía tenía su banda desde un buen tiempo antes, 1870 aproximadamente), y creo que este hecho influyó profundamente en los cambios por venir, especialmente en la desunión de los alemanes con la banda del Batallón Cívico.” 24 Último Director Musical de la Banda del Regimiento Caupolicán.

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“en 1880 arriba el maestro Cesar Cardillo, director de una banda francesa, a prestar sus servicios a la Jaegerchor, conjunto creado bajo la dirección de Eduardo Springmüller; con flamante instrumental traído de Alemania, en 1911 le llega de allí otro eximio director, Alberto Zornow... Fallecido (Oscar Anwandter) al año siguiente (1885), lo hereda P. Sönksen y luego Guillermo Frick Asenjo, S Karstaedt, 1890-’93, Emilio Volkmann, 1893 a 1894, y Jorge Saelzer, J. Cardillo, Otto Dörmer, hasta 1910; de 19120 al 1913 Max Longino y Alberto Zornow.” (Guarda, 2001: págs. 634 y 627)

Lugar de ensayo y retretas tradicionales El Jaegerchor realizaba sus ensayos y presentaciones en el Club Alemán Plaza de Valdivia, ubicado a un costado de la Plaza de la República, donde actualmente se encuentra el edificio Prales (calle Maipú). Aunque no encontramos referencias a ninguna retreta específica en el kiosco de la Plaza de la República, sabemos de su destacada participación en los desfiles de las celebraciones de las fiestas patrias de la ciudad, en las fiestas de la primavera, en las además de las mencionadas “audiciones” que ofrecía en el mismo Club Alemán. Don Roberto Kunstmann25 recuerda que “había otra banda alemana el Jaegerchor, en la que participaba don Otto Stolzenbach activamente en ella y también tocaban para las fiestas de la Kermesse alemana, en otras ocasiones de fiestas patrióticas, esa se deshizo después...es una tradición alemana (la de las bandas) yo creo que en cualquier lugarcito o pueblo chico tienen sus músicos...yo he asistido en Alemania en actos en pueblos chicos y hay que ver la alegría de la gente cuando estas bandas llegan y hacen sus desfiles... Como institución independiente tenía además de sus propios estatutos, reglamentos y personalidad jurídica, un uniforme especial y un estandarte que identificaba a este Club Musical. Sus actividades, por supuesto, estaban muy relacionadas con la colonia alemana y sus distintas celebraciones, fiestas, aniversarios y funerales. Durante sus más de 50 años de existencia, el Musikverein Jaegerchor tuvo varios directores y profesores traídos especialmente desde Alemania con dicho objetivo. Su instrumental también fue encargado a Alemania, así como gran parte del repertorio habitual de la banda, que interpretaba marchas militares alemanas y chilenas, música tradicional alemana y algunas canciones famosas de la época. 25 Los paréntesis son nuestros.

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El Jaegerchor, en desfile en Plaza de la República, Valdivia, ca. 1899. (23.5 x 17 c; albúmina). Museo Histórico y Antropológico Maurice van de Maele, Valdivia. Nótese el banderín del Club Musical enarbolado al extremo inferior izquierdo de la imagen.

El Jaegerchor participó además de varias de las grandes concentraciones de bandas alemanas que hubo en Valdivia y otras ciudades del sur (Osorno, 1926-27; Pto Varas, 198-29; Valdivia, 1930-31; y Pto. Octay, 1932) entre los años 1924 y 1932.

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El Jaegerchor llegaría a cumplir y superar sus bodas de oro, es decir, fue una banda que estuvo en actividad por más de 50 años al servicio de la comunidad. Contribuyó especialmente a la difusión del conocimiento de la música alemana tradicional de su país entre los colonos alemanes, sus descendientes y chilenos. Es así como el 22 de Febrero de 1934, la 4a Compañía de Bomberos expresa en sus Actas que se le envía “Un saludo al Musikverein “Jaegerchor” por sus 50 años.” Durante sus últimos años se fusionaría con los también últimos integrantes de la otra banda Alemana de que hablaremos más adelante, el Musikverein Concordia, con la cual conformarán un efímero Deutsche Musikverein Valdivia, 26 entre 1938 y 1943 aproximadamente.

La celebración del 42.o aniversario del Club Jaegerchor sus asociados conmemora con gran entusiasmo el dia de su fundacion – comida en el Club Aleman Derroche de alegría que reina durante esta manifestación.-- Su primer y actual Directorio.— Los asistentes a la fiesta de anoche Con gran entusiasmo fue celebrado ayer por sus socios el 42.o aniversario del Club Musical Jaegerchor, prestigiosa institución formada en nuestra ciudad por elementos descendientes de alemanes, que desde la fundación de este Club han trabajado con gran interés por su engrandecimiento hasta llegar a colocarla en una situación de especial preponderancia entre sus congéneres. Hacer una reseña minuciosa de este Club, desde su fundación a nuestros días, sería para nosotros una

satisfacción, pero el espacio que disponemos nos priva de dar satisfacción a este deseo, viéndonos obligados a dar a conocer a nuestros lectores los nombres de sus socios fundadores, que se recuerdan con gran cariño dentro de la institución y que fueron los señores Oscar Anwandter, Jorge Martin, Ricardo Korner; Max y Omar Stillfried; Enrique Pfeiffer y otros, siendo su primer director el señor Eduardo Springmueller El actual directorio esta compuesto por los señores: presidente, Otto Stolzenbach; vice, Arnoldo Lunecke; secretario, Carlos Schneider; tesorero, Federico Finsterbuch, siendo su director maestro señor Roberto Mahler.

26 El musicólogo José Manuel Izquierdo entrevistado por el autor el 27.10.07 en Valdivia.

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Este Club, que cuenta en la actualidad con un respetable número de socios, entre otras fiestas con que conmemoró su 42.o aniversario, ofreció una comida anoche en los salones del Club Alemán, a la cual asistieron las siguientes personas: Otto Stolzenbach, Federico Finsterbusch, Teodoro Lunecke, Bernardo Stolzenbach, Otto von Stillfried, Carlos Schneider, Carlos Fritz, Antonio Volcke,

Bruno Hoerll, Teodoro 2.o Herrmann, Enrique Lampert, Carlos Oelckers, Enrique Werkmeister, Julio Lampert, E. Petersen, Edirado Schlegel, Hellmuth Fischer, Guillermo 2.o Becker y Bernardo Wortmann. Las horas se deslizaron en un ambiente de franca simpatía, blindándose entusiastamente por el progreso de la institución y asociados”. 27

Club Musical Obrero (1901) Este Club Musical es el primero de carácter obrero y popular que surge en Valdivia.28 Tal como su nombre lo indica, estaba compuesto por obreros, provenientes de varias fábricas, surgiendo por iniciativa de Mariano Zúñiga (antiguo operario de la prestigiosa fábrica de zapatos Rudloff) con el auspicio de la Agrupación Demócrata de Valdivia (gracias a la donación del senador Herbel en vísperas de las elecciones de 1900) y luego, de la solicitud de donaciones a particulares. Fue fundado el 31 de marzo de 1901: “En esos años se formaron varias instituciones que se nominaron sociedades mutualistas que no era otro el propósito de ayudarse mutuamente- el Musical Obrero se incorporo a esta organización y así lograron conseguir los instrumentos y llegaron a formar una buena banda de músicos. En 104 años tuvieron muchos logros como sacar Personalidad Jurídica, comprar un sitio donde levantaron su sede que fue de gran prestigio donde se realizaban Bailes de Gala, con un piano que tocaban muchos músicos de prestigio como don Armando Palacios, etc. En el año 1940 el entonces presidente don Pedro Oyarzún compraba para El Musical un retazo de tierra para ampliar la sede, y con mucho esfuerzo, lograron una sede con un salón de 22 mts de largo por 16 de ancho, un salón donde los hombres se ponían guantes blancos para bailar,con su banda formaron una orquesta con los arriendos del salón los fondos los utilizaron en mejoramiento de la sede – instrumentos y uniformes para los músicos.”29 27 Testigo de época muy ligado a la empresa familiar del Molino Collico. 28 Club Musical Alemán Valdivia. Según datos aportados por el musicólogo José Manuel Izquierdo. 29 E Correo de Valdivia, 23 III 1926.

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La Banda del Club en 1906. Primera fila: Leopoldo Vargas, José del C. Ampuero, Domingo Enchelmeyer, Julio Silva, Agustín Castelblanco, Belisario Vidal, Adolfo Hutt, Antonio Lara y J. del Tránsito Césped. Segunda Fila: Ismael Díaz, Eugenio Cárdenas, Mariano Zúñiga, Guillermo Püschel, Juan Mancilla, Juan de la Rosa y Reinaldo Góngora. Tercera fila: Antonio Sánchez, Alberto Feliú y Rudecindo Villegas. Diario El Correo de Valdivia, 31.03.1926. Reproducción fotográfica de Edmundo Cofré.

Fue una banda muy popular, ya que durante muchos años estuvo muy relacionada con las organizaciones obreras como las sociedades mutualistas, los sindicatos, las industrias y agrupaciones de beneficencia. De hecho, su sede estaba ubicada precisamente en el popular barrio Beneficencia, ubicado cerca del centro de Valdivia a un costado del Parque Harnecker, donde también se organizaban bailes animados por pianistas, los que atraían a otras personas provenientes de otros barrios. Pero el lugar de ensayo

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de la banda, o Musical Obrero como también se le llamaba, fue durante más de 80 años el mismo, ubicado en uno de los entonces intrincados pasajes del Barrio Beneficencia. Era allí donde los músicos solían realizar retretas, en su misma sede o en una Plazuela del lugar, pero también recorrían el barrio tocando, seguidos por una parvada de niños deslumbrados por los sones o los brillos de los vientos de la banda. Así lo recuerda la señora Elsa Ruiz: “los días domingo, sábado o cuando estaba bonito, la banda realizaba caminatas tocando por el barrio... y a veces tocaban en la Plazuela o en la media luna del Parque Harnecker...Todos sus integrantes eran de aquí del barrio Beneficencia; algunos trabajaban en el Molino Collico, otros en la fábrica Masil de Las Ánimas (ahora Gomasil); la zapatería Rudloff y Weiss.”

La sede del Club Musical Obrero se utilizó desde un comienzo para la realización de eventos que buscaban financiar las actividades propias del Club, tales como la adquisición o reparación del instrumental, adquisición de accesorios como atriles, fundas u otros, además de la mantención o ampliación de la propia sede, entre otros. Pero su sede no sólo servía para los repasos o ensayos, sino también para la realización de clases de baile, donde un profesor destacado invitaba a la comunidad a través de avisos en el diario para aprender los bailes clásicos o los que estaban de moda en esos momentos. En otras ocasiones, el Salón de la sede se arrendaba o facilitaba para la realización de bailes de beneficencia organizados por las innumerables instituciones que por esos días existieron en Valdivia. Nos referimos a un prolongado período de tiempo, ya que el Club Musical Obrero estuvo en actividad desde 1901 hasta fines de los años 80, y su sede estuvo ubicada siempre en el mismo lugar otorgado en comodato por la municipalidad por un periodo de 100 años según comentan los vecinos del sector.

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29 E Correo de Valdivia, 23 III 1926.

El Club Musical Obrero tambiĂŠn realizaba viajes a localidades cercanas donde amenizaba eventos sociales en fechas importantes con las fiestas patrias o la navidad:

Foto el club musical obrero pasara la pascua en la union

Foto A niebla:en la tarde de ayer El Correo de Valdivia, 05.12.1924

Por orden superior cito a... El Correo de Valdivia, 12.10.1927

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Veamos lo que dice El Correo de Valdivia para su 25o aniversario:

Las Festividades Conmemorativas del 25.o aniversario de la fundación del Club Musical Obrero

en sesión del 17 de marzo de 1900, que los 1000 pesos obsequiados por el señor Herbel deban dedicarse a la compra de un instrumental para formar la proyectada banda.

se inician hoy.-- una reseña de la vida de esta institucion. texto del acta de fundacion.—el programa de esta noche

El señor Agüero, encontrando difícil el sostenimiento de una banda de músicos en vista de que elementos preparados en el arte musical y con instrumentos nuevos había fracasado, propuso que los 1000 pesos se votaran para la adquisición de una imprenta; pero tres días después, en vista de la tenacidad del señor Zúñiga, se formó una mayoría para dar 300 pesos a la banda, que luego se aumento a 700 con el beneplácito del presidente, señor Zoilo Agüero.

Hoy, cumple 25 años de existencia el Club Musical Obrero, fundado el 31 de marzo de 1901. En 1899, aún latente la disolución del Club Musical que hacía poco tiempo había recibido de Alemania un excelente instrumental, don Mariano Zúñiga lanzó la idea entre los más antiguos operarios de la Fábrica de don Luis Rudloff, de que los obreros valdivianos debían tener una banda obrera para probar su actividad y constancia. Aceptada la idea se suscribió un acta, comprometiéndose sus adherentes a costear su instrumento, con una cuota mensual de 10 pesos. Durante algunos meses, algunos de los asociados cumplieron este compromiso, y cuando ya se veía venir un fracaso, se acercaron las elecciones de 1900, presentándose a senador don Max Herbel? Quien regalo 1000 pesos a la Agrupación Demócrata de Valdivia, cuyo presidente y tesorero eran los ciudadanos Zoilo Agüero y Mariano Zúñiga. El señor Zúñiga propuso en la Agrupación Demócrata

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Con estos trescientos pesos, el señor Agüero se lanzó a solicitar erogaciones en el vecindario. Pronto llegó el instrumental y el 31 de Marzo de 1901, a las 2 de la tarde, en el local arrendado por la Agrupación Demócrata, de propiedad de don José María Riquelme, se reunían las 15 personas que se mencionan en el acta que, con motivo del tal acontecimiento, el primer secretario don Alberto Feliú, estampara en el libro, y que dice: “A 31 de Marzo de 1901, a las 2 de la tarde se reunieron los señores Mariano Zúñiga, Antonio Lara, Agustín Castelblanco, Benito Mancilla, Alberto Feliú, Antonio Sánchez, Juan de la Rosa, Eduardo Espinoza, Rudecindo Villegas, Ismael Díaz, José del C. Ampuero, Adolfo Hutt, Eugenio Cárdenas y Belisario Vidal.


“Se nombró por votación secreta un presidente y un secretario provisorios, recayendo los cargos en don Agustín Castelblanco y don Alberto Feliú respectivamente, quienes dieron las gracias por la distinción”.

de la banda para algún acto cívico.

“Se dio principio a la elección del directorio, resultando electo como presidente don Agustín Castelblanco; como tesorero a don Antonio Lara y como secretario don Alberto Feliú”. “El señor presidente consultó a la sala el nombramiento de director de la banda, si aceptaría gustosa al profesor don Julio Silva R., el que fue aceptado por aclamación. “Con esto se dio por terminada la sesión, siendo las 4 de la tarde”.En dicha acta no se menciona especialmente el nombre de la nueva institución, pero una hoja al frente del acta se encabeza con el de “Club Musical Obrero”. En el transcurso de estos 25 años han servido a la presidencia de la institución los señores: Agustín Castelblanco: 5 años; José del C. Ampuero, 6 años; Ismael Díaz, 7 años; Antonio 2.o Flores, 3 años; Federico Ojeda, 2 años; Bernardo González, 1 año; y Juan B. Medina, 1 año. Los directores de la banda, señores Julio Silva R., Eliseo Manzo y Genaro Márquez, y los subdirectores señores Federico Ojeda M., y Nicomedes Fuentes, han prestado la mayor atención por las instituciones del bien público, y las autoridades locales han sido igualmente atendidas cuando han pedido el concurso

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Los obstáculos, sinsabores y demás contratiempos experimentados en esta larga labor por el cultivo del bello arte, se ven hoy recompensados. Y entre esa legión de paladines del esfuerzo y de la ayuda, se levanta la figura respetable del más incansable propulsor de su progreso, señor Mariano Zúñiga. La idea de su fundador, y de su esfuerzo y la de los demás fundadores y sostenedores, ha producido sus frutos. La sociedad ha allegado su concurso,desinteresadamente, tanto en la ciudad como fuera de ella y ha secundado, además, los propósito altruistas de todas nuestras instituciones de beneficencia. Por cierto, en este cuarto de siglo la muerte ha tenido también su participación: en el transcurso de los veinticinco años, le han rendido tributo los socios activos, señores: Adolfo Hutt; Luis Arens, Tomás Alva, Pedro Freire, Juan Castillo, Valentín Pobrete, Román Herrera, David 2.o PNNssing?, Antonio Lara, Faustino Agüero, Gregorio Pino?, Leopoldo NN, Julio Silva, Eduardo Alvarado. La Velada de Esta Noche Como ya hemos informado, con motivo de este aniversario tendrá lugar esta noche una interesante velada literario-musical en los salones de la institución, calle Beaucheff, a las 9.30 PM., sujeta al siguiente programa: 1.o América Suchi, marcha por la banda. 2.o Discurso por el vicepresidente Bernardo González.


3.o Declamación por el señor Arturo Cárdenas. 4.o Star, pieza por la orquesta. 5.o Primera parte de la comedia “El Pavo”, con el siguiente reparto: Fancano, señor Ricardo Carrasco; Esteban, señor Luis A. Ochoa; Simpliciano, señor Onofre Obando; Forastero, señor Humberto Miranda; Andrés, señor Arturo Cárdenas; Alcalde, señor Juan García A.; Testigo, señor Guillermo Müller; Secretario, señor N.N. Compañía Cantante. 6.o Gran Vals por la banda. 7.o Repartición de premios a los socios activos. 8.o Canto con acopañamiento de guitarra, señor R. Carrasco. 9.o Alten, Zeiten, potpourrí por la banda. 10.o Segunda parte de la comedia. 11.o Margarita, pieza por la orquesta. 12.o Tabuco, canto por el señor Tancredo A. Fuchslocher. 13.o Pieza por la banda. Las festividades se proseguirán el sábado y Domingo próximos y de ellas informaremos oportunamente.

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Club Musical Obrero recibió ayer una lira Brillantes contornos alcanzó ayer la ceremonia en al cual el regidor de la Municipalidad de Valdivia, señor Roberto Fernández Muñoz, hizo entrega de una lira al Club Musical Obrero, en representación del donante, el ex Diputado por la provincia, don Nolasco Cárdenas. Con este motivo se pronunciaron emotivos y conceptuosos discursos a través de los cuales pudo observarse el cariño con que se recuerda en Valdivia al señor Cárdenas, quien prestó señalados servicios a la provincia. ECV 16.08.1951


Musikverein Concordia / Club Musical Concordia (1905) Este Club Musical tiene su origen en la banda instrumental de la 4a Compañía de Bomberos de Valdivia siendo fundado como institución independiente el día 1o de enero de 1905. Durante muchos años tuvo una activa y destacada participación en las actividades culturales de la ciudad, teniendo como sede principal el Club Alemán Unión (denominado Club de la Unión desde la 2a Guerra Mundial). Tiene su origen en la banda instrumental creada el 10 de Diciembre de 1896 al interior de la 4a Compañía de Bomberos de Valdivia, adquiriendo un valioso instrumental en Alemania. “Valdivia Junio 8 de 1897 Al Directorio General del Cuerpo de Bomberos de Valdivia Con la presente i mas para cumplir con un simple deber, nos permitimos poner en conocimiento de ese respetable Directorio que con fecha 31 de Marzo del año en curso se constituyó en el seno de la Compañía de Bomberos No 4 “Valdivia”, de esta, una banda musical titulada Orfeón de la Compañía Voluntaria No 4, la cual estará siempre dispuesta a ayudar i dar más lucidez a los actos distinguidos del Servicio correspondientes al Cuerpo de Bomberos de ésta, en general. Por la oficialidad de la voluntaria Compañía de Bomberos No 4 “Valdivia” Adolfo Scheihing. Secretario. “

Este mismo aviso se envió en alemán al “Jäger Chor”, al “Orchester Verein” y al Musikverein “Concordia”. El nombre de la banda en alemán era “Musik Kapelle der freiwilligen Feuewehrcompagnie No4”30 Tal como ocurría con el Jaegerchor, en el Concordia sus socios también eran músicos y bomberos al mismo tiempo. La 4a Compañía de Bomberos y el Musikverein Concordia estaban integrados por colonos alemanes de oficios varios. Citamos la información transcrita y traducida por Ricardo Scheihing desde las Actas de la 4a Compañía de Bomberos “Carlos Anwandter” de Valdivia en 189531: 30 Guarda, 2001; pág.634: “En 1899 son los operarios de la fábrica Rudloff quienes fundan una Banda Obrera”. El Correo de Valdivia del 30.05.1936 da por disuelta una banda de 1899… 31 Historia · Obrero. Entrevistado por el autor 03 X 2007.

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1898 Banda Musical de la 4a Cía de Bomberos “Carlos Anwandter” de Valdivia. Colección particular de Boris Borneck.

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“A continuación encontramos esta interesante lista de voluntarios con su nacionalidad y oficio. Ciertamente en sus orígenes esta Compañía fue integrada por los “alemanes” que eran del grupo de inmigrantes “artesanos”. Se encontró la siguiente lista de voluntarios de la Cuarta en 1895. Lo interesante es que señala en muchos casos su nacionalidad y oficio: La mayoría eran modestos gringos artesanos: MIEMBROS ACTIVOS DE LA 4o COMPAÑÍA DE BOMBEROS A AGOSTO DE 1895, SU NOMBRE, FECHA DE INCORPORACIÓN, NACIONALIDAD I PROFESIÓN U OFICIO DE CADA UNO(los espacios en blanco se deben a lo ilegible de algunas partes del Libro Copiado) Nombre Carlos Schmidt NN ilegible Gustavo Scheihing Christian Scheihing Christian Alberto Deppe Alberto? Alberto? Enrique Valk Federico Frick Carlos Haussmann Fernando Eimbcke Edmundo Eimbcke Juan Crass Otto Lenk Teófilo Wilhelm Carlos Wilhelm Fernando Hörz Federico Riedemann Enrique Carlos Schneider Santiago

incorporación Agosto 1877 Marzo 1877 1877 Marzo 1877 Marzo 1877 Abril 1877 Agosto 1877 Abril 1882 1890 1890 Marzo 1884 20 Junio 1884 5 Enero 1884 Septiembre 1883 1889 1886 Noviembre 1885 Junio 1891 Febrero 1885 Abril 1894 Abril 1894 Abril 1894 Abril 1894 Agosto 1884

nacionalidad Chileno Chileno Chileno Chileno Chileno Chileno Chileno Chileno Chileno Chileno Chileno Chileno Chileno Chileno Chileno Chileno Chileno Chileno Chileno Chileno Chileno Chileno Alemán Chileno

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oficio comerciante Calderero Mueblista Carpintero Propietario vapor Zapatero Curtidor Comerciante Comerciante Comerciante Fotógrafo Profesor? Sastre? Cervecero Comerciante Sastre Fundidor Hojalatero Herrero Gásfiter Fabrica de ladrillos Herrero Fundidor Mecánico Curtidor


Federico Schneider Otto Westermann

Septiembre 1882 Mayo 1888 15 Febrero 1880 Carlos? Stegmaier Marzo 1884 Enero 20 de 1881 Eduardo Fausig Marzo 1890 Enrique Kropp 6 Febrero 1891 Carlos Magenkurt 24 Septiembre 1894 Enrique Peters 1 Marzo 1894 Martín Tampe 1 Diciembre 1894 Ernesto Sigler 1 Abril 1894 Enrique Schwabe 1 Julio 1892 Guillermo Oettinger 1 Octubre 1893 Carlos Bräuning 1 Marzo 1894 Otto Bräuning 1 Marzo 1891 Martín Schwenke 4 Septiembre 1894 Guillermo Rieger 24 Septiembre 1894 Melchor Westermann 24 Septiembre 1894 Jorje Hase 4 Septiembre 1894 Guillermo Blase 24 Septiembre 1894 Federico Kühlenwind 24 Septiembre 1894 Guillermo Liewald 24 Septiembre 1894 German Yahnke 24 Septiembre 1894 Carlos Böhmwald 1 Febrero 1895 Juan Westermayer 7 Marzo 1895 Jermán Pabst 7 Marzo 1895 Adolfo Bergen 7 Marzo 1895 Jermán Borneck 7 Marzo 1895 Enrique Lühr 24 Mayo 1895 Federico Wenderoth 24 Mayo 1895 Teodoro Schaaf 24 Mayo 1895 Manfred Landsberger 24 Mayo 1895 Juan Fischer 2 Junio 1895 Guillermo Fischer 2 Junio 1895 Carlos Cumming 2 Junio 1895

Chileno Chileno Chileno Chileno Chileno Austriaco Chileno Alemán Chileno Chileno Chileno Chileno Chileno Chileno Chileno Alemán Chileno alemán Alemán Alemán Chileno Chileno Chileno Chileno Chileno Chileno Chileno Chileno Chileno Chileno Alemán Chileno Chileno Alemán

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Panadero Sastre Zapatero Capitán de vaporcito Sastre Zapatero Comerc empleado Mueblista carpintero Cabrero calderero Sastre Carpintero Mueblista Maestro maquina aserrar Carpintero Cervecero empleado Hojalatero Boticario Droguista Carnicero Carnicero Curtidor Cabrero calderero Carnicero Zapatero Sastre Comerc empleado Comerc empleado Comerc empleado Comerc empleado Comerc empleado Comerc empleado Mayordomo Curtidor Mueblista Sastre Curtidor


Justi Kober Francisco Alt Otto Wendler Enrique König Ricardo Ribbeck Guillermo Gimpel Alberto Münzenmaier Leopoldo Wenzel Otto Schmidt José Wistuba Eugenio Delphin

25 Junio 1895 25 Junio 1 Julio 1895 1 Julio 1895 1 Julio 1895 1 Julio 1895 1 Julio 1895 1 Julio 1895 1 Julio 1895 1 Julio 1895 1 Julio 1895

Alemán Austriaco Chileno Chileno Chileno Chileno Chileno Chileno Chileno Chileno Austriaco

Litógrafo Cervecero Fondero Fabricante ladrillos Cervecero Carnicero Agricultor Agricultor Comerciante Fundidor mecánico Curtidor

Son 71 voluntarios. 3 Austriacos, 9 Alemanes y 59 Chilenos. El personal de la Compañía cuenta por el momento de 72 miembros activos incluyendo 7 honorarios.” En general todas las bandas realizaban paseos, ya sea para sus aniversarios, los de alguna compañía de bomberos, o de los empleados de alguna fábrica. Tal como lo establecen las actas de 1895 de la 4a Cía. de Bomberos: - 15 Diciembre: La Cuarta efectúa un excelente paseo a “Las Mulatas” Se invita al “Musiverein Concordia” en su Director don Javier Arnulfo Anwandter. Se invita también al paseo al club de canto “Cuartet” en la persona de don Eberhardt Balke. Se invita al redactor del diario “Deutschen Zeitung Valdivia” Sr. Julius Lampert - Se había solicitado autorización al Sr. Comandante del Cuerpo don Carlos Bischof. El paseo será donde el Sr. B. Münzenmaier. “La oficialidad de nuestra Compañía tendrá el mayor cuidado que marche todo en el mejor orden posible i se tendrá cuidado de no volver demasiado tarde de vuelta de dicho paseo; la salida del cuartel pensamos hacerla a las 10 A.M.”

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Paseo de la Banda Instrumental Concordia, Isla de Mancera, Comuna de Corral, XIV RegiĂłn de los RĂ­os, 1906 (22.7 x 15.7: Sales de Plata); Centro Cultural El Austral, Valdivia.

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La Concordia participaba en diversos eventos y actos públicos como la celebración de las Fiestas Patrias o los “paseos de antorchas” generalmente en la Plaza de la República. Así queda establecido en la prensa de la época y también en las mismas Acta de la 4a Cía... “1898 - 2 Septiembre: En carta al Intendente y Comandante General de Armas de la Provincia de Valdivia don Juan Serrano se ofrece el Orfeón de la Cuarta Voluntaria No 4 “Valdivia” para realzar los actos de conmemoración de la Independencia de Chile. - Domingo 18 Septiembre: 19 Hrs. Tocata en la Plaza y paseo de antorchas. Es esos años, estas tocatas y paseo de antorchas eran grandes acontecimientos sociales en los que participaba toda la ciudadanía. La banda de la Compañía cobraba a la Alcaldía Municipal por cada una de las piezas musicales interpretadas. Es así como una factura por 11 piezas de música de banda era de $ 20.- Y se especificaba que eran las siguientes canciones: ∙ Polka “La Gazelle” ∙ Polka « Ciel Etoile » ∙ Polca « Cecilia » ∙ Polka « Nedji » ∙ Vals “L’Hirandelli” ∙ Schotish “Gilberdi” ∙ Schotish “La Sylphide” ∙ Pasodoble “Le Patriarchs” ∙ Pasodoble « Le Festival » “ Pasodoble « Lamancan » ∙ Pasodoble « Château dun »

En el año 1905 la banda de la 4a Compañía de Bomberos se formaliza como una institución autónoma, con sus propios estatutos, reglamento y personalidad jurídica. Prontamente confeccionarán su propio estandarte y uniformes para los músicos. Revisemos nuevamente las Actas de la 4a Cía.:

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“1905 - Se formaliza la fundación de la Banda “Concordia”, a iniciativa de la Cuarta con sede en el Club alemán Unión, con 120 socios y presidida por Conrado Zülch voluntario de la 4o que años después sería su Director y siempre con numerosos músicos voluntarios de la Cuarta.”

Su participación en la comunidad estuvo siempre ligada a las actividades de la Compañía de Bomberos que e dio origen, ya que muchos de sus integrantes continuaban siendo voluntarios de dicha compañía. Así lo vemos en este registro: “1912 - El programa de celebración de los 35 años de la Compañía incluye un almuerzo en el Hotel Haussmann. El 6 de Julio se hará una Fiesta en el Club Alemán y se invitará a fundadores a los cuales se les entregará un diploma de reconocimiento. Se invitará también al Directorio General, a los Directores y Capitanes de las otras Compañías y a la Banda “Concordia”.

Quince años más tarde la Concordia está en pleno funcionamiento y actividad social. Se destaca en esta publicación: “CLUB MUSICAL CONCORDIA Fue fundado el 1o de enero de 1905. Publicamos enseguida la nómina de los socios fundadores: Son éstos los señores Carlos G. Fischer, Carlos Boehmwald, Justo Westermann, Germán Boehmvald, Conrado Zülch, Eduardo Classing, Guillermo Wenzel, Federico Bräuning, Teodoro Fiegelist, Adolfo Pabst, Enrique Kösig y Antonio Westermann. Actualmente (1920) tiene 25 socios activos (músicos) y 80 pasivos (colaboradores). Funciona en el Club Alemán Unión. Su primer Directorio fue el siguiente: Presidente don Carlos Boehmwald; Tesorero, don Justo Westermann; Secretario, don Germán Boehmwald; Director (musical), don Carlos G. Fischer” (Aranda et al. 1920)

En el año 1923 renueva su instrumental, cuyo detalle observamos en las Actas de la 4o Cía.: 1923 - La Banda “Concordia” recibe flamante instrumental de Alemania.- La banda estaba integrada por los siguientes 20 instrumentos (y músicos)32 : Flautín (Roberto Bolte) Dos clarinetes (Hugo 32 Actas de la 4ª Compañía de Bomberos de Valdivia, por R. Scheihing: gringospobres.blogspot.com/2006_01_01_gringospobres_archive.html”

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Sagner, Erico Liebert, Herbert Borneck) Dos trompetas primeras (Enrique Zülch y David 2o Melo) Dos trompetas segundas (Luis T. Horn) Bugle (Federico Bräuning) Cornos primero y segundo (Luis Delanoy y Ricardo Osbar) Altos primero y segundo(Conrado Zülch; Otto Zülch y Ewaldo Bräuning) Barítonos primero y segundo (Carlos Böhmwald y Hugo Neumann) Trombón (Eduardo Killmer) Dos bajos (Adolfo Pabst y Roberto Koenig) Dos contrabajos (Guillermo Wenzel y Arturo Ketz) Tambor(Alberto Schultz) Bombo(Pablo Hein) Lira (Alberto Zornow)

En 1930, el Musikverein Concordia cumple sus bodas de plata, celebrando en grande sus 25 años de ininterrumpida actividad. Pero también le tocará participar de los funerales del primer mártir de la 4a Cía de Bomberos: - 18 de Abril. Fallece trágicamente don Heriberto Clasing Ketz, en acto de servicio como bombero. (Mártir). El accidente en el incendio de calle Chacabuco se produjo cerca de la medianoche. En circunstancias que el Tte. Clasing apagaba brazas con un pitón y se removían escombros, se desprendió desde lo alto un pesado trozo de chimenea que dio de lleno sobre la cabeza del oficial, hundiendo el casco y provocando la fulminante caída de este, inconsciente y envuelta la cabeza y cara en sangre. Llevado de inmediato al hospital San Juan de Dios ingresó a Pabellón donde 4 cirujanos (entre ellos el médico de la Compañía Dr. Holzapfel hicieron denodados esfuerzos por salvarle la vida. Salió de pabellón en condiciones críticas. Su fallecimiento se produjo a las 03:55 de este día 18 Abril 1934. Los imponentes funerales se efectuaron el día siguiente Jueves 19 Abril a las 17:00 hrs. partiendo el cortejo desde su casa habitación. Asistió todo el Cuerpo de Bomberos y la banda del Regimiento.

Las Concentraciones de Bandas Instrumentales en Valdivia y otras ciudades del sur de Chile El Musikverein Concordia junto al Musikverein Jaegerchor formaron parte de todo un fenómeno cultural acaecido en el sur de nuestro país. La cantidad e influencia sociocultural de las bandas alemanas formadas en el sur e Chile durante los siglos XIX y XX fue bastante alta, sobretodo si consideramos el contexto histórico y de desarrollo del cual formaron parte junto a otras manifestaciones culturales tanto del medio urbano como rural. Un ejemplo de su importancia en este sentido lo refleja la organización de las grandes concentraciones de bandas ocurridas a partir de 1924, tanto en Valdivia

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como otras ciudades del sur de Chile. En ellas llegaron a participar más de 8 bandas y más de 160 músicos, que durante alrededor de 4 días se reunían para interpretar retretas, compartir experiencias y realizar acuerdos y establecer lazos de cooperación mutua.

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Realmente debe haber sido muy impactante este fenómeno, provocando una verdadera revolución en cada ciudad donde se repitió este encuentro durante al menos otras 4 ocasiones 33. Un ejemplo tangible del impacto cultural de estas concentraciones fue que las bandas obreras de la ciudad quisieron, y posteriormente lograron, emular estos encuentros culturales en Valdivia. Así se aprecia en esta carta publicada el mismo día que se iniciaba la primera gran concentración de bandas alemanas en Valdivia, enviada al diario El Correo de Valdivia por el entonces presidente del Club Musical El Progreso:

porque nuestras instituciones musicales permanece distanciadas. De las bandas alemanas podemois sacar un bello ejemplo de su perfecta unión. ¿Y entre los artistas obreros no se pudiera hacer lo mismo? Creo señor presidente, que con doble razón y con fines no menos importantes para eñ desarrollo y prestigio de los clubes de la región Sur del país. Desde luego contaríamos con nuestras bandas de Valdivia, una de Corral, una de Niebla, una o dos de La Unión, una de Río Bueno, dos de Osorno y una de Puerto Montt, con un total 199 a 200 músicos. Finalmente digo, colega presidente, que una vez que estudie detenidamente este asunto, se puede realizar una reunión preliminar en la ciudad que se fije para lo que cada club nombraría sus delegados y entre ellos nombrar el comité que se encargaría de llevar a cabo la reunión general de bandas obreras. Ahí también se fijaría la ciudad, etc., etc.>>

200 músico de bandas obreras harían una concentración se contaría con el concurso de 10 bandas desde Valdivia a Puerto Montt

Una circular enviada a las Instituciones obreromusicales con este objeto Se ha lanzado la idea de organizar una concentración de las bandas obreras musiclaes de la región para una fecha que sería acordada próximamente. Con este motivo don Roberto de la Rosa ha enviado la siguiente circular a las insituciones musiclaes de la región: <<Distinguido señor y colega: Creo que no se habrá escapado a Ud., la importancia que tendría para los músicos obreros de la región, reunirse en una concentración amistosa en que no se haga cuestión de la competencia musical, sino que únicamente para solidarizarse entre los clubes musicales, para fomentar en forma más amplia el arte y desterrar los egoísmos que tal vez sean la causa

El Correo de Valdivia, confirmar fecha

33 Fuente: http://gringospobres.blogspot.com/2006_01_01_gringospobres_archive.html

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Banda Instrumental del Regimiento Caupolican (1906) La Banda Instrumental del Regimiento Caupolicán fue fundada en Valdivia el 23 de mayo de 1906. Esta banda militar marcó todo un precedente en cuanto a popularidad, ya que además de su excelente calidad musical, tocó incontables retretas en la Plaza de la República durante muchísimos años, varios días a la semana. De hecho, los repertorios de cada retreta eran publicados por los diarios de la época, lo que permite apreciar su continuidad y su enorme contribución a la difusión de la música internacional en este alejado rincón austral de nuestro país. La profusa actividad de la banda del Regimiento queda establecida en los numerosos artículos de la prensa, donde se le menciona participando en las celebraciones de las fiestas y conmemoraciones patrias del Día de la Independencia, del Día de las Glorias del Ejército, del 21 de Mayo, Día de la Raza, y otros aniversarios locales como la celebración de la semana valdiviana, la conmemoración de la llegada de los colonos alemanes, etc.; pero también vemos a la banda en eventos populares como las fiestas de la primavera, los grandes eventos deportivos, los funerales de personalidades o autoridades locales, pero por sobretodo, su fundamental contribución al entretenimiento e intercambio cultural en Valdivia, fueron sus innumerables retretas en los paseo públicos de la ciudad, como la Plaza de la República o la costanera, donde sistemáticamente se ejecutaban marchas, partes de piezas de reconocidos autores europeos y, especialmente, temas populares de cada época en que le tocó participar del desarrollo musical de la ciudad. Al tocar estas piezas y temas populares contribuía al intercambio cultural puesto que daba a conocer y difundía estilos musicales clásicos, nuevos, de autores nacionales y extranjeros como el vals, el tango, el bolero, el shymmi, el fox-trot y otros.

Desde el 14 la Banda del Regimiento tocará sus retretas en las noches Sólo los Martes tocará en el Malecón de 6.30 a 8 de la tarde

Desde mañana la banda del Regimiento Caupolicán empezará a ejecutar sus retretas en las noches de 9 a 11, en lugar de 6.30 a 8 de la tarde como se hacía actualmente. A este respecto la Comandancia General de Armas dictó, con fecha de ayer, la siguiente orden de plaza:

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<<Tocatas.—Desde el Domingo 14 del presente, las tocatas que la banda del Regimiento Caupolicán ejecuta en la Plaza de la República quedarán sometidas al siguiente horario de verano. 1) Domingos y días festivos en el local de costumbre, de 11 a 12 de la Mañana. 2) Jueves, Sábados, Domingos y días festivos, en la Plaza, de 9 a 11 de la noche. 3) Martes, en el malecón, de 6.30 a 8 de la tarde>> El Correo de Valdivia, confirmar fecha.


Retretas de la Caupolicán Pero veamos lo que nos cuenta el último director de la banda del Caupolicán, suboficial señor Héctor Colin Carillanca: “Y como le digo, completamos la dotación de la banda en ese tiempo y el mayor estaba más contento...apenas se fueron los músicos que jubilaron y entramos los reemplazos...la dotación era de 25 músicos, casi siempre fue de 25. Si el que llegó a tener más músicos en la banda fui yo, con músicos agregados de la banda de la Escuela Hogar (de los mismos que incluso les había enseñado yo) y la de Collico; si muchos de los músicos de éstos que hay actualmente (en la Eleuterio Ramírez), el mismo (Víctor) Villagrán, él estuvo conmigo y yo lo contraté a él, cuando me pidieron formar una nueva banda con los músicos que quedaron del Caupolicán... Mas o menos desde el año ‘30 que la banda ya estaba tocando en la plaza...tocaba los días martes, jueves y sábado en la tarde y el día domingo la banda tocaba entre 11:30 y Una... y en

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la noche nuevamente tocaba de 7 a ocho y media, mire que tocaba harto... y esto era invierno y verano, no era el puro verano... Nosotros sí...yo tenía preparado a lo menos 3 conciertos que los daba en Valdivia, siempre, en Corral, la Unión, Río Bueno, Futrono, Paillaco, o donde fuera... Cuando fui a Osorno a tocar un concierto, por ejemplo, que me lo pidió el General para el aniversario de la ciudad de Osorno, fui a hacer un concierto en la Plaza, tuvieron que instalar un tremendo proscenio para la banda, y yo no era más que mi banda, pero con los agregados tenía una banda de 36 músicos... pero la retreta era una cosa sagrada en la Plaza para nosotros...”

Repertorio “Generalmente mantuve la música selecta: alemana, italiana, francesa, española, las más conocidas...trozos de ópera, música de Wagner, Verdi, Schubert, Rossini; las marchas clásicas y la música popular..me daba el trabajo en ese tiempo, bueno era entusiasta... empecé a sacar del disco, hacía los arreglos del disco y los pasaba a mi banda...y de la banda misma los sacaba para mi orquesta, que dirigí durante 20 años, se llamaba Fenisval que coexistió con la de Johnny May, esa era orquesta de espectáculo aunque también tocaban sentados...no eran tan espectáculo como nosotros...si el espectáculo34 le saque la copia de las orquestas de Santiago, como la Huambalí, por ejemplo...de por ahí, después vino Ritmo y Juventud, también y otras más...pero el espectáculo lo hice en una ocasión que hubo un casamiento en el Casino Militar acá... llega el ayudante medio encachao y me dijo: mira Colin, este mismo espectáculo de aquí, mañana Domingo hazlo en la Plaza...bueno era traspasar como quien dice lo que tocábamos nosotros (en la orquesta) a la banda completa...lo hicimos...y sabe ud. que (el ayudante) le dijo a la señora del General: vaya a ver la banda a la Plaza el Domingo...y la señora le dijo al General “vamos a dar una vuelta a la Plaza a escuchar la banda...” Así es que estábamos haciendo el espectáculo cuando de repente los músicos me hacían señas para que mire para atrás...qué pasaba?...estaba el General con uno de sus nietos escuchando y mirando el espectáculo...el día lunes a primera hora me llama a su oficina el General. Me dijo, “mire Colin... me gustó mucho lo que hicieron en la Plaza esta vez...ustedes no tocan nunca así ¿por qué no lo habían hecho?” Bueno, le dije, es que como Banda Militar no lo acostumbrábamos a hacer...y a mí se me ocurrió hacerlo así esta vez...”bueno, me dijo, si eso es lo que le gusta a la ciudadanía, sígalo haciendo”... ¡estábamos autorizados! Y generalmente lo seguimos haciendo...y sabe usted que después, de todas las guarniciones y hasta en el Ejército en Santiago, supieron que nosotros estábamos haciendo eso aquí, y ya ellos también comenzaron a entrar al movimiento...y de ahí salió que hasta el Orfeón de Carabineros se mueve...pero eso salió de aquí de Valdivia...eso fue más o menos del año 1955 en adelante. 34 Baeza et al., 1978: pág. 113: Detalle de Músicos.

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Pero nosotros tocábamos mucho y respetábamos mucho el horario que teníamos, nosotros no podíamos corrernos un día domingo de nuestro programa... o si la banda no llegaba a tocar el general preguntaba al tiro ¿qué pasa con la banda?...respetaba mucho a la ciudadanía. Pero esa era una costumbre de Valdivia...También tocábamos en el kiosco de la Plazuela Berlín, en algún día de la semana y también solíamos ir a tocar a la costanera, habían unos kioscos ahí antes del terremoto (22.05.1960), creo que eran tres. Bueno, esos estaban hechos para que tocaran las bandas, yo creo que estaban justamente para las bandas alemanas, si los alemanes hicieron harto por la música instrumental en ese tiempo... Bueno y yo tuve mucho que ver con la música que acompañaba en ese tiempo a la Boga, eran famosos los bogadores valdivianos...y se hicieron grandes campeonatos nacionales aquí en Valdivia...y la banda del Caupolicán estaba ahí...y cuando me llené de gloria con eso, fue cuando fuimos a tocar al básquetbol...a mí me tocó amenizar el (campeonato de) básquetbol mundial que hubo en Valdivia y (cuando fue) una sede del Básquetbol Americano. Nosotros tocamos mucho, y de eso tengo mucho orgullo; y este año me premiaron a mí del básquetbol, tengo una medalla de oro. Cuando los grandes equipos se juntaban en el campeonatos de Provincia del Sur se llamaban los campeonatos que había en ese tiempo; estaba Temuco, Concepción, Valdivia y Osorno...eran los grandes del sur, a eso íbamos nosotros y era toda una fiesta. Ahí tocábamos música popular, partíamos con unas marchas, y ahí se hizo famosa la marcha Erica...si se enojaban mucho con nosotros los osorninos y la gente de Concepción, porque tocaba la casualidad que cuando ganaba Valdivia a estos dos pueblos, nosotros los estábamos apoyando musicalmente...y era bonito! Si yo hacía cantar al pueblo, porque venía gente de La Unión, Río Bueno, Panguipulli, venían a esta fiesta del básquetbol y bueno, yo los hacía cantar...la misma marcha Erica la entonaban ellos, Camino de Luna y otras cosas tipo cumbias...y cuando vinieron los colombianos, los venezolanos, los cubanos ¡uff! cantaban todo lo que les tocábamos nosotros, porque yo escogía la música de ellos... ¡Viera cómo gozaban esos jugadores! El Regimiento Caupolicán desde que llegó fue muy querido por la ciudadanía y era la única unidad militar que estaba aquí... La calidad de la banda en sus mejores tiempos incluyo verdaderos conciertos sinfónicos, tal como recordaba el señor Colin, donde se invitaba a otros músicos (cuerdas) para conformar una orquesta que ejecutaba piezas de reconocida dificultad, de famosos compositores como Schubert, Beethoven, Rossini o Wagner. Al decir de José Manuel Izquierdo “La banda del Caupolicán tiene algo interesante para mi gusto como evolución de banda, que no la tiene hasta donde he visto

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ninguna banda en Chile: que es una banda que tuvo muchas vertientes por decirlo así. Por ejemplo, la banda del Caupolicán animó películas más de una vez, acompañó películas, cosa que no era común...y que aunque eso fuera común, lo más extraño de todo, y que Roberto Mahler dirigió varias veces y me parece mucho que antes de Roberto Mahler también más de alguien la dirigió, era que hacía conciertos sinfónicos, y tomaban algunos músicos que eran violinistas, que se yo, cuerdas, las cuerdas las integraban y hacían estos conciertos sinfónicos con obras “pesadas” del repertorio, obviamente obras melódicas, cortas y famosas: oberturas de Wagner o qué se yo, pero obras difíciles. Me acuerdo de haber visto revistas del repertorio que tienen algunas cosas que son difíciles, bien difíciles de tocar. Entonces me parece que la banda del Caupolicán tiene que haber sido una banda, por lo menos, una banda de excelencia, porque hay cosas que son muy difíciles como la 2a Rapsodia de Listz..”

El accidente del Lago Llanquihue Sin embargo, uno de los hechos que marcó para siempre la vida de la banda del Caupolicán fue la tragedia ocurrida en el Lago Llanquihue el 28 de febrero de 1931. En esa fecha se encontraban de visita en el sur de nuestro país los entonces príncipes de Inglaterra Eduardo de Gales y su hermano Jorge de Windsor (más tarde, los reyes Eduardo VII y Jorge VI, respectivamente)35. La gira de los príncipes, incluía ese día una visita a la ciudad de Pto. Octay. Los 19 músicos de la banda militar del Caupolicán formaban parte de la comisión organizada para la ocasión, y se aprestaron a comenzar una retreta en honor a los ilustres visitantes. Sin embargo... Dejemos que don Héctor Colin nos cuente: “Efectivamente esa es uno de los recuerdos que más nos marca la historia a nosotros los caupolicanes infantes. Más o menos me acuerdo yo, en esos tiempos tenía unos 7 años, sin embargo hoy ya a los 85 años que voy a tener, me acuerdo que en ese tiempo como niño me llamo mucho la atención ese suceso... La tragedia fue muy impactante...me entere por el diario, porque no teníamos la televisión ni la radio...pero fue muy comentado en todo el sur de Chile y llego hasta la capital misma...esto fue el 28 de febrero del año 1931. Dicen que estos señores príncipes llegaron cansados del viaje que hicieron de Santiago mismo para acá, cualquiera llega cansado, son casi mil kilómetros y bueno en ese tiempo, los medios de 35 Según Baeza et al. Se realizaron 5 concentraciones similares de bandas alemanas en Valdivia del 6 al 8 de diciembre de 1924; Osorno, del 31.12.1926 al 02.1.1927; Pto Varas, del 29.12.1928 al 01.01.1929; Valdivia a fines de 1930; y Pto Octay, a fines de 1932.

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transporte no tenían la comodidad de ahora... y los caminos que había por ese lado...eran pura tierra. Pero estos caballeros quisieron conocer este lugar... (cerca de Pto. Octay).” “A esa hora de la noche...trataron de agradar a las visitas con la música de la banda, así que ellos empezaron a tocar, pero los príncipes estaban muy cansados así es que le agradecieron al oficial que andaba a cargo, pero le pidieron que por favor le ordenaran retirarse no más, porque ellos querían dormir...a pesar de que ellos eran jóvenes, ellos querían descansar... y en este retiro parece que hubo un mal entendido entre un barquito y una lancha que venía... Parece que era una lancha la que debía ir a buscarlos pero no llegó, entonces zarparon en otro barquito no más. Y en eso, igual vino la lancha y ahí se produjo un choque y el hundimiento en que los músicos cayeron al agua... dicen que a esa hora de las 10 o 10 y 1⁄2 de la noche había mucha neblina, entonces la gente nuestra que se estaba ahogando ahí no hallaba para donde nadar, para salir y salvarse... si no estaban tan lejos de la orilla, pero era un lugar que no conocían... sólo algunos se salvaron... Además de los 12 caupolicanes murió un civil que había cooperado con el salvataje de los músicos... Ese fue el desastre que en esa época marcó al Caupolicán con todo lo que era la unidad militar, sus familiares y todo, porque fu,e bueno un desastre humanamente hablando muy triste, como lo que pasó con esta gente allá en Antuco, que no son guerras, no son combates ni nada sino que son desastres por la naturaleza; lo mismo que le paso a la banda del Chacabuco...que no hace mucho usted sabe que murieron también casi todos los de la banda...también iban a celebrar un aniversario de un pueblo, parece que de Cañete o de esa zona y en una vuelta que dio la micro se fue puente abajo...murió casi toda la banda también...” “Lo único que me acuerdo del diario el Correo de Valdivia de la época es que fue apoteósico el homenaje que se le rindió a estos músicos en su sepultación aquí en Valdivia, fue apoteósico porque nunca había sucedido aquí algo parecido. Y la gente quería mucho a su banda, si siempre se llamo así, el pueblo de Valdivia hablaba de nuestra banda, mi banda, qué se yo...y después también llegaron las condolencias desde Inglaterra lamentando mucho la situación.”

En este accidente murieron las siguientes personas: Vicesargento Primero, Luis Núñez Laso; Sargentos Segundos: Carlos Riffo, Julio Meza, Alfredo Albarracín; Cabos Primeros: Eliseo Manso36, Matías López; Cabo Segundo: Enrique Bastidas; Soldados: Teófilo Soto, Luis Carrasco; Agregados: Raúl Casas, Oscar Palma y Luis Marchant. 36 Espectáculo· y hagan reír y entusiasmen a la gente con sus gracias.

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Como decía, yo lo supe a la edad de 7 años, y de todas maneras de ahí me quedó el recuerdo... y desde el año 2000 que empezamos a ir (a Pto. Octay) todos los años el 28 de febrero, un grupo de los ex músicos y miembros del Caupolicán e incluso nos ha acompañado la gente del Regimiento Arauco...el año pasado estuvimos con una unidad de formación y la banda del Regimiento Arauco y se hizo un acto de carácter militar, bien bonito. También hacemos un acto religioso en la parroquia del lugar y cuando vamos al sitio del suceso en lancha, nos acompaña un pastor evangélico también. O sea la gente mira estas cosas con mucho respeto. Este acto se hace al finalizar la semana de Pto. Octay.

Pero pronto la banda del Caupolicán superaría esta tragedia y se reorganizaría con el apoyo del Ejército, las autoridades y de la ciudadanía.

En el curso de este mes el <<Caupolicán>> tendrá su banda completa Hay más de 200 músicos interesados por pertenecer a la banda del Regimiento.—El Director General de Bandas del Ejército está seleccionando el personal en Santiago.—Una noticia grata para la ciudad Una noticia grata para la ciudad la que obtuvimos ayer de labios del Comandante del Regimiento Caupolicán, don Arturo Espinoza Mujica, a cuya gentileza debemos la primicia de esta información. El Director General de Bandas, señor Casanova Vicuña, está empeñado actualmente en la selección de los músicos que contratará el Regimiento Caupolicán para completar la dotación de banda,

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incompleta desde la tragedia del lago Llanquihue. Sabemos que hay más de doscientos músicos interesados en formar parte de la banda de nuestro Regimiento, considerada como una de las mejores bandas militares del país. La selección se hará con estricta severidad y justicia, armonizando las condiciones técnicas y los antecedentes de conducta de los candidatos. Es posible que el nombramiento del personal seleccionado quede extendido en el curso de la próxima semana, constituyéndose la banda en forma definitiva a fines del presente mes para reiniciar cuanto antes las acostumbradas tocatas en nuestros paseos públicos. Como decimos, la noticia que entregamos hoy a nuestros lectores no puede ser más grata, considerando el afecto que siente la ciudad por el Regimiento Caupolicán. El Correo de Valdivia, 16.04.1931


Un año después...

Foto la banda militar ha recibido la primera cuota de la subvencion municipal El Correo de Valdivia, 02.02.1932

Luego de esta tragedia, la banda se reorganizó superando el momento para luego continuar siendo más popular aún, retomando sus retretas en los paseos públicos y su activa participación en la vida social y cultural de la ciudad. En el año 1954 participaron junto al Club Musical Obrero y el Orfeón Infantil en el homenaje otorgado por las bandas instrumentales de Valdivia a la Universidad Austral en el día de su inauguración, teniendo siempre el apoyo y afecto de la ciudadanía valdiviana. La Banda del Caupolicán continuó otorgando su música a la ciudad hasta que el Regimiento Caupolicán fue trasladado a Porvenir, en el extremo sur de nuestro país, por una reestructuración del Ejército a fines de la década de 1960. Hoy en día existe en Valdivia como única banda instrumental militar, la Banda de la Guarnición de Valdivia. Club Musical El Progreso (1916) Este Club Musical fue el segundo Club formado por obreros en Valdivia y la cuarta banda instrumental civil de la ciudad. Fue fundado el 26 de febrero de 1916 por un grupo de obreros dedicados a diversos oficios, entre los que se encontraban zapateros, carniceros y otros. Con una fuerte vinculación y compromiso con entidades afines a los intereses sociales de la época, tales como las Sociedades Mutualistas Obreras, organismos gremiales y otras instituciones de beneficencia, esta banda participaba en variados “beneficios” y eventos solidarios y populares como la celebración del Día de los Trabajadores, el 1o de mayo de cada año.

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No fue nada fácil la tarea de estos hombres de intentar organizar y mantener una banda musical que logre un buen nivel artístico. Desde lo más esencial como la adquisición de Instrumental de calidad (importado de Alemania), y por supuesto, pasando por el aprendizaje y dedicación a la práctica musical en horas extra a sus respectivas ocupaciones, la organización del grupo, conseguir un director musical y profesores calificados, conseguir un local para ir a repaso, confeccionar uniformes y tantos otros detalles que se requiere atender para poder crear y mantener una buena banda musical. Los lazos sociales y emocionales que se crean a partir de la pertenencia a un grupo como un club musical se extienden más allá del banda propiamente tal, abarcando a los que se llamarán socios pasivos o contribuyentes, es decir, quienes apoyan económicamente al Club, además de las familias de los músicos que por supuesto también colaboraban de diversas maneras al mejoramiento de la banda, ya sea organizando y llevando a efecto eventos para beneficio de la misma o cooperando con trabajo directo al confeccionar un estandarte o los uniformes y su mantención. Según Carmela Ojeda Leveque, “de los socios que tenían siempre las bandas obreras...habían socios honorarios, que eran los ricos que cooperaban una vez al año con las sociedades; otros socios pasivos, que también daban su apoyo pero no eran músicos; y los activos, los que tocaban...y cuando fue esa concentración grande de bandas que yo experimenté...entonces pasaron un libro de oro que le llaman , de tapas de oro, letras no mas que le ponen, libro de tapas de oro...en todo el comercio para que coopere, las industrias, que cooperen para ese evento...y cooperaron... si en ese tiempo la gente cooperaba...y estuvieron como cuatro días en Valdivia las bandas. Hacían retretas en el kiosco de la plaza y a los socios honorarios también le daban su serenata...bonito, claro me acuerdo que a don Eduardo Clasing37 que tenia panadería en la esquina de Anfión Muñoz con Arauco, esa familia tenía una gran panadería, le fueron a tocar una serenata al señor Clasing, el caballero ya estaba enfermo de diabetes así que estaba en silla de ruedas, pero lo sacaron a la calle cuando sintieron la banda... para darle su homenaje porque el era socio honorario...

37 Información del músico y profesor valdiviano Ernesto Guarda Carrasco.

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Él era el padre de Heriberto Clasing, el bombero cuyo nombre lleva hoy una calle en Las Ánimas. Sigue el relato de Carmela Ojeda donde apreciaremos la unidad de los temas y escenarios comunes que resumen el contexto histórico y social en el cual se imbrica gran parte de los aspectos centrales de la evolución de las bandas: “A ese hijo lo mandaron a estudiar para dentista, se recibió de dentista y le habían comprado todo para su clínica ya para que se instale en Valdivia... y para desgracia no tocan a incendio y la familia era muy, cómo te dijera, era entusiasta con el cuerpo de bomberos porque tenían en la casa...había un espacio grande para el lado de Anfión Muñoz me acuerdo, donde guardaban los carros, de la 4a Compañía era él (Heriberto), y toda la familia era bombero, hasta la señorita, la hija única, ella era la que salía pegando con el carro, manejándolo y los hermanos iban atrás...y tocan a incendio y va él también...con tan mala suerte que le cae una muralla y se muere...no alcanzó a estrenar su clínica...parece que ese incendio fue en (la calle) Chacabuco. Yo no sé si ahí hay una plaquita todavía...es esa casa antigua que hay ahí...el caso es que en un incendio le cayó un pedazo de muro en la cabeza...eran muy dije esos gringuitos...así es que le fueron a hacer ese homenaje al papá del bombero Clasing...se juntaron varias bandas en esa concentración...de aquí de Valdivia eran como 5: era el Eleuterio Ramírez de Collico, el Club Musical Obrero que tiene su sede ahí en Beauchef, El Progreso, que era donde estaba mi papá... y de Corral vino la Arturo Prat y la de Niebla (de los hermanos Perán). También habían otras bandas de Río Bueno, de La Unión (La Concordia parece que era de la Unión), también de los alemanes fue La Concordia de aquí (de Valdivia), de Lanco también, pero los nombres no me acuerdo, pero se juntaron más de diez bandas...de Loncoche también vino una, en Loncoche también había una banda obrera...fíjate que tantos años ha y yo me acuerdo que estuvieron alojados en mi casa esos de Loncoche, porque el que era presidente de la banda de Loncoche había sido muy amigo del hermano de mi mamá...y se recordaba de él porque mi tío le enseñó a músico porque mi mamá tuvo todos sus hermanos músicos (los Leveque): en La Unión, el tío Miguel, ese tocaba en la banda de La Unión; y el otro, que se murió en Santiago, el hermano mayor de mi mamá, ese fundó la banda de La Unión. Ese tocaba clarinete, componía también música, se llamaba Rafael Leveque...debe haber sido por ahí por 1914-15, si yo todavía no nacía en esa época...Ése se fue jovencito para la Unión decía mi mamá, aprendió a tipógrafo, y todos trabajaron en imprenta, eso es lo curioso, que les gustó ese trabajo, todos eran tipógrafos que le llamaban antes...los tipógrafos, esos se amanecían en los Diarios arreglando las páginas de los diarios, en unos tipitos...yo los conocí porque el tío Moisés tuvo después una imprenta chiquita en su casa, unos tipitos de plomo, chiquititos eran cada letra y esos tenían que juntarlos y formar las páginas de los diarios...amanecían...amanecían los tipógrafos...y sin pecar de un

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error porque el diario les salía mal...entonces esa gente se preparaba para el castellano, porque tenían que tener buena ortografía...en unas prensas grandes ponían eso y ahí lanzaban la máquina e imprimían todos el diario...el trabajo era muy sacrificado porque se amanecían, si yo me acuerdo que mi mamá esperaba a su hermano con otros jóvenes que trabajaban en las imprentas, con café calentito en el invierno...que llegaban a las 6 de la mañana, con todo el frío en los inviernos, a tomarse un café con aguardiente para calentar el cuerpo...amanecían en los diarios, toda la noche trabajan ahí y al venir el día salían pegando... Ese tío que te cuento de La Unión, ese trabajo con imprenta después y saco un diario en la Unión, parece que se llamaba La Tribuna. Después se enfermaron, la señora primero, después se enfermó él...murieron jóvenes, pero tuvieron dos hijos que quedaron huérfanos, pero dejaron una propiedad en La Unión y dejaron también un poco de dinero. Cuando murió mi tío Rafael, mi papá tuvo que ir a Santiago en esos años a hablar con un parlamentario que había sido amigo de mi tío Rafael y amigo de toda la familia de mi mamá...había un caballero que se llamaba don Nolasco Cárdenas Avendaño38, ese señor fue diputado de la República... y ese señor quedo comisionado para sepultarlo allá cuando murió, porque en esos años ir a Santiago era como ir a Europa...entonces nadie podía llegar y partir...y el caballero ese se encargó de los funerales del tío. Y cuando murió, nombraron a un tutor para esos niños, fue el tío Miguel que estaba todavía en La Unión, ese quedo de tutor de los dos chicos...uno murió joven, Orlando, alcanzó a estar en mi casa, cuando nosotras estábamos en el liceo estuvo Orlando unos cinco años viviendo con nosotros, porque salió medio disparatero...entonces sabe lo que pasaba, que el tío Miguel, cuando salía con las bandas, lo llevaba a él y se acostumbro a andar en eso y no a estudiar...entonces cuando llego a la casa mi mama le dijo “Hijo ¿tu no sabes una profesión, no sabes nada, por qué? Cuando el papá les dejó dinero para que se hubieran educado...”—Y es que ya no hay nada po tía le dijo...todo se lo comieron”. Es que el tío Miguel tenía muchos hijos y se le fue la plata en la alimentación...ya esos años había pobreza (1922-1923). Y el menor, ese alcanzó a educarse...lo vino a buscar el tío Manuel (Leveque) que tenía imprenta en Osorno (Imp. Cervantes), estaba bien puesto...y ese lo educó. Terminó sus Humanidades y se vino acá a Valdivia a la que fue Escuela Industrial abajo (Miraflores) a estudiar Curtiembre, con otro joven de Osorno que era Weimann, de los Weimann de Osorno, el Alejandro, ese fue compañero del Hugo... Bueno, ese era mi tío Manuel...si a todos los hermanos de mi mamá les gustó el trabajo de imprenta y por otro lado, la música... El tío Miguel tocaba también acordeón y mi tío Rafael también tocaba acordeón... 38 Eliseo M· cal El Progreso, integrado por obreros de Valdivia y del cual hablaremos más adelante.

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Hoy cumple nueve años el Club Musical El Progreso Una institución que ha sabido progresar

Hoy hacen 9 años que nació a la vida el Club Musical El Progreso, mediante la feliz iniciativa de don J. Roberto de la Rosa primero, y de don J. F. Álvarez, después. Ruda y penosa ha sido la lucha de los miembros de este Club durante este lapso, pero siempre se ha mantenido y llega a sus nueve años de vida después de haber cumplido con el programa para el que fué creado. En el año que se inicia, los miembros activos de El Progreso se proponen llevar a la práctica un nuevo programa de trabajo relacionado con la música y la sociabilidad. De sus fundadores en el servicio activo se encuentra hoy los señores Roberto de la Rosa, J. Felizardo Álvarez, Dámaso Ruiz y Teófilo García, los que serán premiados por años de servicios el Domingo 8 de marzo, como igualmente los que han cumplido cinco años: señores David Ojeda y Isidro Pangui. Cuenta este Club con un lucido uniforme y un buen instrumental. El personal con el que actualmente cuenta la banda El Progreso es el siguiente: J. Roberto de la Rosa, David Ojeda, J. Felizardo Álvarez, Teófilo García, Carlos López, Isidro Pangui, J. Gustavo García de la Rosa, Dámaso Ruiz, Fernando Molina, Asendino Barría, Matías

Rigel, Anselmo Portales, Sixto Ramírez, Adrián 2.o Muñoz, J. del T. Céspedes, Jacinto 2.o Leal, L. Lara y Luis Héctor de la Rosa. Además de los nombrados se encuentran en el seno de esta institución con carácter de miembros honorarios, los señores Juan J. Mancilla y Antonio Núñez. La importante sesión de hoy Hoy Viernes a las 9 de la noche, en el local de costumbre, celebrará este organismo musical, según acuerdo tomado en la última junta, una importante asamblea. Los puntos que figuran en tabla son los siguientes: · Acuerdos pendientes; · Conmemoración del 9º aniversario; · Curso de aprendizaje; · Estandarte; · Temas varios; y · Cambio de directorio. La mesa directiva de esta colectividad nos ha pedido encarecer la mayor asistencia debido a que será la última sesión amplia y además ser los puntos citados de mucha importancia. El Correo de Valdivia, 22 III 1923.

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La última junta del Club Musical El Progreso Se verificó el Viernes 31.— Hermoso regalo al Club.— Aceptación de socios.— Otros detalles El Viernes ppdo., en la noche se constituyeron en sesión general los componentes de este Club Musical, para nombrar, según el artículo 10o de los estatutos, miembro honorario de la institución al señor Antonio Núñez, por haber obsequiado un asta, un terciado y una linda cinta tricolor para el estandarte que los miembros del Club Musical El Progreso harán confeccionar en breve. Después de proclamar al señor Núñez como miembro honorario, a la vez que porta-estandarte, se acordó inaugurar oficialmente el nuevo uniforme, el segundo o cuarto Domingo del presente mes con una manifestación campestre a la que concurrirán socios activos y pasivos, haciéndose al mismo tiempo

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en ella, el reparto de premios a que tienen derecho por años de servicio a los siguientes señores: J. Roberto de la Rosa y J. Felizardo Álvarez, iniciadores y fundadores; Teófilo García, fundador; Juan José Mancilla, David Ojeda y Adrián Muñoz, por haber cumplido cinco años de servicios. Finalmente se aceptaron como socios contribuyentes a los señores Antonio Pérez, Eulogio Vallejos, Justiniano Casanova, José Arévalo, Juan de D. Mancilla, José L. Ulloa, Florencio Oliva S. y Francisco Mena. Señoras Clara Díaz de Vallejos, Adelaida Muñoz de Núñez, Lastenia Urrutia, Francisca Miranda de M. y Zoraida Álvarez de G. La entrega del obsequio de que se hace mención más arriba, se realizó el Domingo con la ceremonia correspondiente, sirviéndose acto seguido unas onces en los salones del Club a la que concurrió, aparte de la banda, el socio honorario señor Núñez y un buen número de miembros contribuyentes. El Correo de Valdivia, 04 XI 1924.


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El paseo del Club Musical El Progreso Discursos.—Reparto de premios.—Un obsequio

Como estaba anunciado, el Domingo, a pesar del tiempo lluvioso se realizó el paseo que los miembros activos y pasivos de este club y señoras tenían preparado al balneario Niebla donde el señor Juan Álvarez, quien atendió a los visitantes en forma esmerada. El viaje se efectuó a bardo del vapor “Yungay” cedido galantemente por el señor Carlos Haverbeck. Durante el trayecto la banda del Club ejecutó escogidas piezas musicales. Llegados a la casa mencionada los paseantes tomaron colocación en varias mesas arregladas profusamente. A la hora conveniente ofreció la manifestación don David Ojeda, jefe de la comisión, quien hizo la historia del Club, haciendo resaltar los nombres del iniciador de la banda don J. R. de la Rosa y de los fundadores señores Felizardo Álvarez, Dámaso Ruiz

Rosas y Teófilo García. Siguieron en el uso de la palabra, don Carlos López (presidente) haciendo entrega a la vez de los premios a los señores de que ya se había dado cuenta en este diario, mereciendo los agraciados especiales felicitaciones. Acto seguido, la señora del director doña Mercedes de de la Rosa, hizo entrega al Club, como un homenage al 10o aniversario de un artístico cuadro en el que dentro de una linda lira aparecía el retrato de su esposo: fue muy felicitada. Hablaron a continuación los señores J. Roberto de la Rosa, Dámaso Ruiz, Teófilo García, Adrián Muñoz, Carlos Fetlig y el invitado corraleño don Vicente Barrientos, siendo todos muy felices en sus improvisaciones. Durante la manifestación, se vitoreó a la prensa local. El regreso se hizo dentro de un buen orden y cultura, más o menos a las 3 de la mañana. El Correo de Valdivia, 17 III 1926.

“Después de un largo periodo de receso, este Club vuelve a sus actividades el año 1939, siendo su local de reunión, la casa habitación de don Remigio Montero, en la población Rodas, Barrio Las Ánimas.” 39

39 Nacido en Corral en 1878. Diputado entre 1912 y 1934 , perteneció al Partido Democrático Nacional, “que en su época representaba la avanzada social, ideología que mejor interpretaba a los trabajadores” abogando siempre por la causa social, apoyando como miembro contribuyente a numerosas instituciones sociales y obreras como el Club Musical Obrero de Valdivia; Sociedad de Zapateros Manuel Rodríguez; Socio Honorario de “La Fraternidad”, de “La Esperanza”, de “La Protección de Obreros” y de la Sociedad de empaquetadores de Comercio” entre otras. En 1932 formó parte de la primera Republica Socialista de América que duró muy poco tiempo en nuestro país. http://biografias.bcn.cl/pags/biografias/detalle_par.php?id=1018”

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Club Musical Ferrocarril (1917) El Club Musical Ferrocarril fue fundado en Valdivia el 12 de octubre de 1917. La banda estaba compuesta por varios empleados y obreros de la Empresa de Ferrocarriles del Estado, que en ese entonces contaba con una gran cobertura a lo largo y ancho del país, siendo una de las principales formas de conectividad a nivel nacional. En este momento, ya existen en Valdivia las bandas alemanas del Musikverein Jaegerchor y Musikverein Concordia; la del Club Musical Obrero, del Regimiento Caupolicán y del Club Musical El Progreso, también obrera. En este escenario surge la banda del Ferrocarril, la que estará presente durante varios años acompañando las actividades sociales dentro y fuera de la ciudad.

El personal de la banda en 1924. El Correo de Valdivia, 12.10.1924

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Por supuesto que el centro de actividades de esta banda fue el Barrio Estación, además de su participación en actos oficiales de ciudad y la Empresa de Ferrocarriles del Estado.

Foto aviso de retreta en al estacion BN Aviso aparecido en diario El Correo de Valdivia 03.03.1923

La banda Ferrocarril a Cunco Hoy partirá a Cunco la banda El Ferrocarril, institución que irá a este pueblo con el fin de tomar parte en las festividades patrias. El Correo de Valdivia 19.09.1924

El 5o Aniversario del Club Musical Ferrocarril 40

Algunos ligeros datos históricos sobre su organización.—El Directorio Fundador y el Directorio actual. El Club Musical <<Ferrocarril>> cumple hoy el 5o aniversario de su fundación.

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El 12 de Octubre del año 17, reunidos alrededor de 60 operarios y 18 empleados de la Empresa de los Ferrocarriles del Estado, acordaron la organización de una nueva institución. Cambiadas las ideas al respecto, se le dio el nombre de <<Club Musical Ferrocarril>>. Su primer directorio quedo constituído en la forma que anotamos: Presidente don Alberto Escobar; Vice don Antonio Sánchez. Secretario don Luis Hofmeister. Pro-Secretario don Carlos Rivera.


Tesorero don Dalmiro cañas. Pro-Tesorero don Mardoqueo Villar. Directores: señores Amador Riveros, Alberto Tiznado, Roberto Moncada, Rosamel Arraigada, Luciano Barra y Federico Palacios. Comisión Revisora de Cuentas: señores Juan Damec, Antonio Balladares y Eliseo arraigada. Se puede decir que <El Ferrocarril> nació en un lugar muy reducido pero muy entusiasta, con elementos materiales cuya exigüidad parece ahora inverosímil. El instrumental fue adquirido con erogaciones obtenidas entre el Comercio y vecindario de los Barrios Estación, Collico y Crucero. Actualmente cuenta con un magnífico instrumental que pertenecía al Musikverein Concordia de esta ciudad. El Directorio actual de esta institución es el siguiente:

Presidente don Roberto Moncada. Vice don Eliseo Arraigada Secretario don Cárlos Rivera. Pro Secretario don Fidel Rodas. Tesorero don Sandalio Ríos Pro Tesorero don Sandalio Arroyo. Directores: señores Federico Palacios, Abdón Muñoz; Arturo Montes, Cecilio Vallejos, José Zapata y Andrés Olivera. Comisión Revisora de Cuentas señores Agustín Piracés y Jorge González. Como Director de Banda actúa con bastante acierto el señor Luis A. Núñez, notándose visiblemente el adelanto que alcanza la banda bajo su hábil dirección artística. El Club cuenta hoy con inmensos socios activos y de 30 a 40 socios contribuyentes siendo un término medio personas particulares. El Correo de Valdivia, 12.10.1922

Al igual que otras bandas, la del Ferrocarril también formaba parte de los funerales, especialmente de gente relacionada a la gran familia ferroviaria:

Funerales de un antiguo servidor ferroviario

IV zona. Las distintas reparticiones las vimos allí representadas por numerosos delegados. A las 17:30 se puso en marcha el cortejo fúnebre, saliendo desde la casa habitación de la familia Gutiérrez hacia el cementerio nuevo, en el siguiente orden: Carroza mortuoria, cubierta de hermosas coronas, familia doliente, jefes superiores de la zona, delegaciones de las numerosas oficinas y una larga columna de acompañantes. Durante el trayecto, la banda <<El Ferrocarril>> que también formaba a la cabeza del acompañamiento, ejecutó sentidas marchas fúnebres.

Se efectúan ayer tarde con toda solemnidad.—El cortejo fúnebre

Con especial lucidéz se efectuaron ayer en la tarde los funerales del conductor ayudante de trenes de carga, don Bernardo Gutiérrez. En verdad fue este un acto que ha dejado de manifiesto las especiales simpatías con que contaba el extinto en todos los círculos ferroviarios de la

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A la hora de la sepultación depositaron numerosas coronas sobre la urna, los delegados que iban en representación de las oficinas ferroviarias y algunos particulares amigos del extinto. En la puerta de la necrópolis despidieron el duelo los señores Dionisio Gutiérrez y German Aguilera.

La familia Gutiérrez nos ha rogado expresar sus agradecimientos más expresivos a las personas que se dignaron enviar coronas y acompañar los restos del extinto hasta el cementerio. El Correo de Valdivia 27.02.1923

EL CLUB MUSICAL FERROCARRIL CUMPLE HOY SIETE AÑOS DE VIDA Breve reseña de sus Actividades.—El Primer Directorio que guió los Pasos de la institución. Las Festividades Conmemorativas de este Aniversario se Han Postergado

El Club Musical Ferrocarril cumple hoy su séptimo aniversario. Su Fundacion Esta institución fue fundada el 12 de octubre de 1917, siendo auspiciada la primera reunión por los señores Federico Palacios y Alberto Escobar. A esta reunión asistieron numerosos empleados y obreros ferroviarios, echando las bases de esta colectividad musical. Su Primer Directorio Presidente, don Alfredo Escobar. Vicepresidente, don Antonio Sánchez. Secretario, don Luis Hoffmeister. Prosecretario, don Carlos Rivera. Tesorero, don Dalmiro Cañas. Sub, don Mardoqueo Vixar(¿). Directores, señores: Amador Riveros. Alberto Tiznado, Roberto Moncada, Luciano Barra y Federico Palacios. Comisión revisora de Cuentas, señores Eliseo Arraigada, Juan Dumee y Antonio Balladares.

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Los Maestros que han Dirigido La Banda Organizada sólidamente la institución, fué contratado para dirigir la banda el maestro don Juan Angel Parra, hoy fallecido, a cuya labor debe gran parte del progreso alcanzado por esta banda. Fue la muerte del señor Parra una pérdida dolorosa para la institución; pero a pesar de ello, se siguió en la tarea comenzada. Actualmente dirige la banda don Luis A. Núñez, que ha sabido desarrollar una labor brillantísima. Los Presidentes Los siete directorios que han actuado al frente de la institución, han sabido desarrollar su misión en forma brillante y activa, motivo por el cual en varios periodos han sido reelegidos algunos de sus miembros. Han sido presidentes de la institución los siguientes señores: Don Alberto Escobar, 3 años. Don Amador Riveros, 1 año. Don Roberto Moncada, 1 año. Don Eliseo Arraigada, 2 años.


Hoy día al cumplir los siete años de vida esta institución es presidida por el incansable y entusiasta miembro activo y fundador, don Eliseo Arraigada. EL DIRECTORIO ACTUAL E Directorio actual es formado por las siguientes personas: Presidente, don Eliseo Arraigada. Vicepresidente, don Mateo Torres. Secretario, don Segundo Pineda. Pro, don Luis Ríos. Tesorero, don Carlos Rivera. Sub, don Arturo Montes. Directores señores: Luis Concha, Federico Cárcamo, Manuel Cofré, Rudecindo Villegas y Víctor Contreras. Comisión

Revisora de Cuentas, señores: Cecilio Vallejos y Pedro P. Parada. Director de la Banda, don Luis A. Núñez. Este directorio se ha desempeñado estos últimos tiempos en robustecer cada vez más la institución y ha trabajado incansablemente en pro de su adelanto. La superioridad de la Empresa de los Ferrocarriles, deseando colaborar a estos fines ha contribuido en forma generosa y efectiva para su sostenimiento. El Club cuenta con un instrumental de primer orden, con un espacioso salón y enseres para el estudio. El Correo de Valdivia, 12.10.1924

Club Musical Miraflores (1919) Es muy poco lo que sabemos sobre la existencia de este Club Musical, ya que además de casi no existir registros ni documentos, fue de muy corta duración en comparación a numerosas otras bandas. Luego de muchos y variados esfuerzos, el Club Musical Miraflores fue fundado el 28 de septiembre del año 1919, en el barrio del mismo nombre. También existió un Comité Femenino Pro-Banda Miraflores, el que realizó numerosas actividades para juntar fondos y así ayudar a hacer frente a los gastos que involucraba formar y mantener una banda instrumental (instrumentos; profesores; sala de ensayos; uniformes y otros varios). Por este motivo, las señoras, hijas y amigas de los músicos y futuros integrantes de la banda hacían empanadas y otras comidas que vendían en beneficio del Club, organizaban veladas artísticas y culturales, bailes y cualquier otro medio que estuviera a su alcance con dicho objetivo. Estas actividades se realizarían durante muchos meses antes de llegar a poder concretar la adquisición del instrumental y comenzar a tocar la música de la época. En el diario El Correo de Valdivia del 28 de septiembre de 1924 aparece un artículo relativo al quinto aniversario del Club Musical, donde se reseña brevemente su historia y además se detalla su primera y actual directiva:

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Hoy cumple 5 años de vida el Club Musical Miraflores

Breve reseña de sus actividades desde su fundación.—Su primer directorios y el actual.—La fiesta de anoche en su celebración.—Otros detalles

El 28 de Septiembre de 1919, en los salones de la Sociedad Protectora de Obreros, un grupo de obreros amantes del arte musical, se reunió con objeto de echar las bases de un Club. Así fue como se organizó el Club Musical Miraflores, institución que hoy día goza de todo prestigio y simpatías entre las colectividades obreras y el público en general. Llega el Club Musical Miraflores a su quinto año de vida social fortalecido cada vez más por el entusiasmo de sus socios y por la fé inquebrantable que tienen sus directores en la labor que les cabe desarrollar dentro de la cultura obrera. Su primer directorio lo constituyeron las siguientes personas: Presidente, señor Pedro Córdova. Vice-presidente, señor Francisco Cárdenas. Secretario, señor Juan C. Pérez. Pro, señor Juan González. Tesorero, señor Bernardo Mora. Pro, señor Juan B. Mena. Directores, señores Gabriel Miranda, Honorindo Mena y Alfredo Gómez.

Director de la banda, señor Benito C. Mena. Director de estudiantina, señor Pedro Córdova. Con motivo de su quinto aniversario, los socios celebraron anoche una fiesta, en la que reinó una franca y alegre camaradería. Hoy continúan los festejos con un almuerzo donde participarán todos los socios y personas especialmente invitadas. El Correo de Valdivia, 28.09.1924

Foto E. Cofre Club Musical Miraflores: se cita encarecidamente...

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aviso comité pro-banda Miraflores Chile Austral 25.02.1926


Club Musical Niebla (1920) De este Club Musical lamentablemente casi no tenemos información. Sabemos que fue fundado en dicha localidad el 22 de marzo de 1920 y se encuentra activo aún el 31 de diciembre del año 1930. Por información etnográfica se recuerda una Banda de Pescadores de Niebla activa en el año 1956. Aún cuando seguramente cumplió una década como institución social y artística, no podemos precisar mayor información respecto de sus características particulares como banda. Solamente podemos mencionar que tres testigos de época la mencionan como una banda formada por pescadores de Niebla, localidad costera ubicada a 17 km de Valdivia, tradicional destino turístico de la zona desde hace muchos años. Durante el periodo estudiado en esta investigación (1880-1950) la única forma de llegar al balneario era vía embarcación a vapor. Luego construyen un camino al cual se accede vía trasbordador desde el sector de Las Mulatas. Recién en el año 1982 se construirá un puente y camino adecuados. Mencionamos este factor de aislamiento debido a que a pesar de no tener mayores antecedentes respecto de esta banda, queremos llamar la atención respecto de la inquietud de sus integrantes para organizar una institución de esta complejidad y además mantenerse durante al meno 10 años durante el periodo ya mencionado; y en el caso de que el Club Musical Niebla sea la misma banda que menciona el señor Mancini, su duración se extendería a más de 35 años de vida como institución. ¿Qué hace que un grupo de pescadores llegue a realizar esta impresionante empresa? Los comentarios respecto a esta banda recopilados vía etnográfica con la Señora Carmela Ojeda Leveque nos confirman que la banda estaba liderada por los hermanos Perán y que su actividad principal era ser pescadores. Su padre, David Ojeda, integrante de la Banda del Club Musical El Progreso era amigo de ellos y bromeando decía que “venían tocando los cholos Perán”...eran unos morenitos gorditos los caballeros...se recuerda la señora Carmela. Además nos confirma su participación en una Concentración de Bandas por el año 1930 en Valdivia. El señor Roberto Kunstmann, que trabajó durante muchos años en la empresa de su familia, el Molino de Harinas Collico, también recuerda a la Banda de Niebla, aunque como de regular calidad en comparación al nivel de las valdivianas: “cuando éramos niños íbamos a Niebla en verano, mis padres tenían casa allá... y (había) un par de músicos en Niebla... pero tocaban...uhhh...llegaba a doler...

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Pero también el señor Leonardo Mancini recuerda, existió una Banda de Pescadores de Niebla, la “que participaba de todas las cosas que se hacían en niebla tanto civiles como de orden patriótico y religioso. Esa banda contó con el apoyo del Presidente Ibáñez (1952-1958)... cerca del año ‘56. Incluso vino a Niebla (en aquel tiempo era raro que viniera un Presidente a provincia)... Esa banda contó con la venia del Presidente Ibáñez y gracias a eso tuvo una excelente dotación instrumental y fue una muy buena banda de aficionados, la Banda de Pescadores de Niebla. Pero incluso estuve buscando en el diario y no lo encontré citado en ninguna parte...”

En el diario El Correo de Valdivia se le menciona el 23 de Marzo de 1926:

NIEBLA

El Club Musical “Niebla” cumplió seis años de vida. Ayer Cumplió seis años de vida el Club Musical “Niebla” del balnearios del mismo nombre. Durante este lapso de tiempo esta joven institución ha desarrollado una lucida labor, notándose en su seno un progreso evidente, merced al entusiasmo y esfuerzo gastados por sus dirigentes y sus miembros todos. Con ocasión de su cumpleaños esta entidad social celebró anteayer una sesión solemne, en la que se rememoró con la ceremonia de estilo este acontecimiento: en seguida se eligió el nuevo directorio, quedando formado como sigue:

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Presidente honorario, señor Antonio Volke. Socio honorario, señor Luis G. de la Rosa. Presidente efectivo, señor Ramón Téllez. Vicepresidente, señor Enrique Perán. Tesorero, señor José Díaz. Protesorero, señor Lucas Aguila. Secretario, señor Antonio Cerón. Prosecretario, señor Rafael Cerón. Directores, señores Benjamín Barría y Juan Blot. Director de la Banda, señor Jenaro Márquez. Subdirector, señor José N. Fuentes. Una vez elegido este directorio, se procedió a dar lectura a las correspondencias enviadas por el Club Musical obrero y por el Club Musical Miraflores. Ambas instituciones dan a conocer sus nuevos directorios. Se acordó, finalmente, contestar estas notas, felicitándolos y deseándoles un brillante provenir en su noble misión.


Y todavía en 1930 la banda aparece en la prensa local:

El Correo de Valdivia, 31.12.1930 Club Musical Eleuterio Ramírez de Collico (1926) Esta banda instrumental es la única banda valdiviana que hoy continúa activa luego de un receso entre los años 1974 y 2003. Fue fundada el 15 de agosto de 1926 a alero de Sociedad de Socorros Mutuos Collico y desde esa fecha ocupa como sede el mismo local, una casona ubicada en la calle 21 de Mayo no 131, en el tradicional barrio de Collico, en Valdivia. Así lo recuerda Víctor Villagrán, músico activo de la Eleuterio Ramírez: Antes era para el barrio no mas la banda...solamente por ejemplo cuando Kunstmann estaba de aniversario, la impregnadora de madera, la Masisa, la papelera, incluso yo alcancé a ir a la papelera de Huellelhue, iban para las fiestas patrias a inaugurar cueca a Huellelhue por ejemplo, iban inaugurar cueca en Collico...y el instrumental era lo que dejaron los alemanes, les ponían “huachipato”, porque ya no aguantaban más soldaduras, los huachipatos todos parchados...incluso Kunstmann y don Otto Stolzenbach regalaron unos instrumentos que los trajeron de Alemania... pero con ese instrumental que dejaron la primera banda de los alemanes (Jaegerchor) se formó la banda. Según el papá de Tolhuysen, ellos tocaban en la Plaza, pero ellos no pedían permiso sino que se embarcaban no mas en las góndolas41...iban un día domingo cualquiera y se ponían a tocar en la Plaza, ahí se juntaba gente...ahora en el barrio tocaban para estas fiestas (patrias), inauguraban las ramadas como te dije yo

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y hacían una tocata por el barrio...y amenizaban las fiestas de las industrias...y los paseos en barco, o sea como se llaman...los faluchos (vapores)... ahí tocaba la banda... por ejemplo, Kustmann con su familia iban por ejemplo a Niebla o a Corral y ahí contrataban a la banda...pero eso no ocurre ya, porque esas tradiciones pasaron ya... tocaban de ida pero de vuelta ya no podían tocar ya porque venían cargados (enfiestados)...

El CMER desde sus inicios fue apoyado por varios mecenas...tal como recuerda Roberto Kunstmann: La banda Eleuterio Ramírez de Collico se inició en sus tiempos con el apoyo de la empresa Molino Collico, de los vecinos, mi papá Eduardo Kunstmann, mi tío Víctor Kunstmann, don Ricardo Weber que fue un impulsor, después la familia Stolzenbach de Collico que ayudaron mucho... y uno de los primeros (integrantes) fue don Juan Seemann, un alemán que se quedó en Chile después de la 1a Guerra Mundial, venía como tripulante de un barco...requisaron el barco y ahí se quedaron muchos alemanes en Chile, entre ellos este caballero Juan Seemann, que trabajó muchos años aquí en la empresa, en la destilería de alcoholes, en la fábrica de levaduras.

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Él fue uno de los impulsores; me recuerdo también don Ananías Zapata, que también fue empleado aquí durante muchísimos años, empezó como niño de 14 años ya a trabajar acá y lentamente iba subiendo en sus puestos hasta llegar a Jefe de Mantención; bueno, de la banda Eleuterio Ramírez yo me acuerdo cuando niños, la banda venía para los cumpleaños de don Víctor Kunstmann, Ricardo Weber, mi abuelita Paulina Münich, venía a hacerle una retreta para los cumpleaños de cada persona...entonces se conversaba después con los papás, etc. y les tenían sándwiches ya preparados, nocierto, su traguito también...y nosotros como niños gozábamos la música...y esto me recuerda que hace dos años cuando yo cumplí como casado los 60 años, la banda llegó a mi casa también, y estaba toda la familia, mis consuegros, etc. así que pasamos un rato muy agradable con los músicos. Yo sé que la Cervecera Valdivia (Kunstmann) los apoya muchísimo... yo de vez en cuando también un poco, porque hay que mantener esa tradición; la banda hoy día está muy, muy bien organizada, toca fantásticamente bien y creo que en el verano también hacen sus retretas en la Plaza de la República y para el Bierfest es la banda oficial de la fiesta...y ahí empezó don Juan Tolhuysen, que fue empleado aquí., vendedor de la empresa, como dirigente , como músico y hoy día hay un hijo ahí que es militar...Esa es la tradición de la banda de Collico.

Como vemos, los integrantes de la banda eran obreros que vivían en el barrio, los cuales con mucho esfuerzo lograron sacar a delante la banda:

El Club “Eleuterio Ramírez”, orgullo de Collico, demuestra que los obreros de Valdivia pueden alternar la música y el trabajo.42 Sin saber música, se organizaron hace 15 años, estudiaron y llegaron a formar la Banda que es hoy un ejemplo

Valdivia es una ciudad que pude estar orgullosa de sus obreros. Numerosas instituciones culturales en que ellos participan, o que ellos han formado tras años de esfuerzos, son una demostración concreta de que nuestros hombres de trabajo pueden sobreponerse a los hábitos que, en numerosas ciudades van minando nuestra raza.

cultura que, como el Club Musical “Eleuterio Ramírez”, de Collico, desarrollan constantemente una actividad que produce magníficos frutos. Este Club, cuyo aniversario se celebrará hoy con unas sencillas once, fue fundado hace justamente 15 años a iniciativa de los señores Carlos Olave, Bonifacio Pérez y Constancio Ovalle. Una reunión efectuada en el Liceo de Hombres dio forma al deseo unánime de contar con una organización musical encargada de difundir la cultura.

En 1926 De ahí la importancia de estas agrupaciones de

42 Diario El Correo de Valdivia 12.10.192242 Diario El Correo de Valdivia 12.10.1922

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El Directorio que entonces se eligió logró reunir más o menos dos mil pesos, que fueron destinados a adquirir el instrumental de la Banda, el que fue recibido a fines de año siguiente. Se Inaugura La Banda Lo curioso era que todos los obreros que habían ingresado al Club no tenían conocimientos de música, pero contaban con un profesor el señor Luis Silva, que supo enseñarles los conocimientos necesarios. Y así fue como gracias al entusiasmo de músicos y profesores, la Banda podía presentarse el 21 de Mayo de 1928 recorriendo las cales de Collico al son de las primeras piezas estudiadas. Los Primeros Uniformes Ese mismo año, el Directorio, merced a activas

gestiones, logró adquirir los primeros uniformes. El que actualmente usan los componentes de la Banda, fue comprado hace tres años. Es preciso recalcar que la institución ha encontrado siempre la generosa cooperación del público que ha prestado su ayuda según su situación económica. El Único de la Vieja Guardia El único músico que formó en las filas del año 26 y que hoy cumple sus 15 años junto con el Club, es el señor Pedro González, que recibe hoy su premio a causa de su entusiasmo y constancia ejemplares. El Directorio actual está compuesto por los señores Ananías Zapata, Guillermo Ovando, Juan Seemann, Javier Tisnado, Pascual Muñoz, Manuel Barría, Custodio Robles, Guillermo Langermann y Eleuterio Carrillo.

VEINTE AÑOS DINAMIZANDO EL AMBIENTE CON SUS ARMONÍAS CUMPLE HOY CLUB MUSICAL E. RAMÍREZ 43 El conjunto ha logrado desarrollar una amplia y simpática jornada

Veinte años abundantes en laureles legítimos y en obra social sana y constructiva cumple hoy el Club Musical “Eleuterio Ramírez” de nuestra ciudad. Su papel en el ambiente musical y cultural popular valdiviano ha sido brillante. Y muy parejo, sin vacilaciones ni decadencias esporádicas. Hoy, a la vuelta de sus veinte años, tiene el Club Musical “Eleuterio Ramírez”el mismo afán dinámicamente batallador y el espléndido haz de juveniles ilusiones que iluminan los veinte años en la especie humana.

Gran afan de Cooperación Siempre los bronces espléndidos de esta Banda formada por elementos obreros y por empleados del Barrio Collico han resonado con aires de fiesta en el apartado barrio, llevándole un sonoro mensaje espiritual para alejarlo de la opaca melancolía característica. Asimismo, el afán de cooperación de este conjunto, uno de los más disciplinados en su género, se ha manifestado prácticamente para cuanta organización social, cultural o gremial se lo haya solicitado.

42 Diario El Correo de Valdivia 12.10.192242 Diario El Correo de Valdivia 12.10.1922

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Fue en el Año 1926 Fue en el año 1926 cuando el Teniente de Carabineros del Retén de Collico, señor Carlos Olave y el vecino profesor de de la escuela del barrio, señor Constancio Ovalle, lanzaron la iniciativa de fundar una banda en el barrio, tomando en consideración el espíritu de unidad y el acentuado entusiasmo de que ya habían dado evidentes demostraciones los vecinos de este populoso sector de la ciudad. Fue así como se procedió a fundar la Banda Musical, dándosele el nombre de Club Musical “Eleuterio Ramírez”.

tiempo. Está viejo. Sin embargo, hoy se tiene ya un proyecto destinado a dotar al Barrio de un kiosco moderno, que llenaría ampliamente dos finalidades, pues la parte baja serviría para salón de ensayos.

El Primer Directorio El Primero directorio de la organización quedó conformado de la siguiente manera: Presidente, señor Carlos Olave; Vicepresidente, señor Constancio Ovalle; Secretario, señor Enrique Parada; Tesorero, señor Sixto Romero; Directores, señores Bonifacio Pérez y Antonio Maldonado. Se realizó una intensa campaña para iniciar inmediatamente los trabajos para dar forma real a la organización destacándose por su generosidad y espíritu de colaboración los señores Ricardo Weber, Eduardo Kunstmann, Juan Pries y la señora Paulina vda. de Kunstmann. El instrumental fue adquirido en Alemania por la firma Kunstmann. El Kiosco Para la construcción del kiosco que tendría la Banda para sus tocatas se demostró una vez más la comprensiva cooperación del vecindario. Hoy todavía existe el kiosco. Testigo de los primeros afanes del conjunto. Hoy ya conoce el paso del

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Presidentes que ha tenido De todos los presidentes que la Banda ha tenido a través de sus veinte años de existencia, cabe destacar los nombres de los socios señores Otto Stolzenbach, Juan Seemann, Guillermo Obando y Ananías Zapata, quienes han influido poderosamente para conducir al Club por la senda progresista en la cual se encuentra hoy ubicado. Su Primera Actuación La primera actuación en público del Club Musical que hoy cumple su vigésimo aniversario, fue el 21 de mayo de 1928, tomando parte en las festividades patrias de dicha fecha. Después, la trayectoria de la Banda ha sido ejemplarmente espléndida. Le valió muchas felicitaciones y muchos triunfos, como asimismo, premios en concurso de bandas. Al comienzo, la Banda fue conducida por la dinámica batuta del señor Luis A. Silva. En los últimos años, la dirección del conjunto ha estado a cargo del señor Juan Tolhuysen. Los cooperadores de esta institución sería muy largo de enumerarlos, pero sói ha quedado de manifiesto la sobresaliente cooperación pecuniaria de la firma Kunstmann, firma Stolzenbach y don Víctor Kunstmann, que en la actualidad son los principales sostenedores de la institución. Los socios honorarios de la Banda son los siguientes: presidentes honorarios señores Víctor Kunstmann


y Otto Stolzenbach; socios honorarios señores Juan Pries, Manuel Angulo, Constancio Ovalle, Juan Seemann, Alberto Stolzenbach, Manuel Sepúlveda, Luis A. Silva, Rodolfo Guedelhoefer y Luis Silva O. El Directorio saliente está formado por las siguientes personas: presidente, Humberto Toledo. Vicepresidente, Manuel Barría; secretario, Esteban Zapata; tesorero, Francisco Pérez, directores los señores Oscar Ruiz y Zacarías Zapata.

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Las festividades para conmemorar el vigésimo aniversario, consisten en el bautizo solemne de su estandarte en a Parroquia de Collico en la mañana a las 10 horas y a continuación se ofrecerá un vermouth de honor a las autoridades de Valdivia y personalidades de Collico en el local del Sindicato Kunstmann.


Carlos Tolhuysen, hijo de Juan Tolhuysen, actual miembro de la banda como lo fue su padre, recuerda: Al estar bajo el alero de la firma Kunstmann, la empresa todos los años organizaba paseos a Niebla para todos los operarios (y sus familias)...Al remolcador Collico 44 le adosaban una lancha al costado y la banda amenizaba todos esos paseos...eso duró hasta el terreno del año ’60...El Collico formaba parte de gran la flota de remolcadores que había en Valdivia en aquellos años, porque caminos no habían...el puente Pedro de Valdivia es del año ’54, por lo tanto, todos los productos de la parte suroeste, vale decir, Pichoy, Pto. Las Vigas, Cayumapu, Tralcao, que eran zonas trigueras, se transportaban por vía fluvial; y donde los vapores de los distintos amadores como Oettinger, Prochelle y otros, con sus vapores como el Venus, el Teja, el Orión, el Mercurio, me acuerdo yo del San Pedro, vapor carbonero que venia de las minas de Catamutun con carbón hacia las distintas empresas que usaban en ese tiempo el carbón acá.

Club Musical Eleuterio Ramírez celebró brillantemente sus bodas de plata, ayer 45 Gran solemnidad revistieron los actos con los cuales el Club Musical “Eleuterio Ramírez” de Collico, celebró en el día de ayer sus veinticinco años de existencia. La entidad recibió conceptuosas notas de felicitación que demuestran el cariño con que se le distingue en nuestra ciudad, especialmente en el populoso barrio Collico, que ha hecho de este suceso un gran acontecimiento. La retreta efectuada en la mañana de ayer, contó con la asistencia de numeroso público, que premió con calurosos aplausos esta presentación del excelente conjunto instrumental.

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El Nuevo Directorio Recientemente se efectuó el cambio de directorio del Club. Las personas que ocuparán los diferentes cargos en el periodo 1951-1952, son las siguientes: Presidente, señor Juan F. Tolhuysen (reelegido). Vicepresidente, señor René Hernández M. (reelegido). Pro secretario, señor Zacarías Zapata. Tesorero, señor Pascual Muñoz (reelegido). Pro Tesorero, señor Alberto Silva. Directores, señores Juan Tolhuysen, Oscar Ruiz y Daniel Fierro. Comisión revisora de cuentas, señores Orlando Oyarzún, Roberto Boettcher y Pedro 2o González. Guarda útiles, señor Luis H. Hernández. Recaudadora, señora Julia Mena.46


Club Musical Arturo Prat de Corral De las bandas de la costa Valdiviana existió, además de la del Club Musical Niebla, la de este Club Musical Arturo Prat del Puerto de Corral. Aún cuando no tenemos mayor referencia, queremos al menos dejar aquí constancia de su existencia entre las décadas de 1920 y 1930 en la puerta de entrada a la ciudad de Valdivia, conocida como la Perla del Sur. También es recordada por la señora Carmela Ojeda Leveque como una banda activa en las concentraciones de bandas de los años ’30 en Valdivia.

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Aquí vemos un aviso publicado en El Correo de Valdivia el 12.04.1931 que anuncia una retreta de la banda y su repertorio:

Banda de la Escuela hogar de Angachilla (1933) Esta banda instrumental infantil fue muy reconocida en Valdivia, contando siempre con el apoyo la ciudadanía. La escuela hogar es un ejemplo representativo de lo que fueron las escuelas normales en nuestro país. Una escuela donde los niños y jóvenes no sólo aprendían contenidos sino que experimentaban el descubrimiento del mundo a través de la acción y la conciencia social. La escuela era además un internado, por lo que cientos de niños tenían en ella la posibilidad real de crecer y desarrollarse en un ambiente austero pero solidario, en donde además de aprender los conocimientos generales y básicos, se aprendía a cultivar la tierra, a criar animales, a organizar la alimentación o la limpieza de la casa y la escuela, todo ello enfrentando diariamente los desafíos propios de la convivencia en comunidad en una especie de sociedad autárquica. En este ambiente prácticamente rural, su director junto a otros profesores normalistas, impulsó la enseñanza de la música entre los niños, lo que les llevó a la posterior creación de una banda instrumental.

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Relación con las escuelas normales y su función difusora de la música “De no poca importancia fue el impulso que la música nacional tuvo, hacia fines del siglo XIX con la mayor abundancia y calidad de la enseñanza musical especializada, tanto en los establecimientos privados como en los estatales, agregada a los programas de las escuelas primarias. Esto ya se adoptó en el Congreso pedagógico de 1889, gracias a los esfuerzos de don José Abelardo Núñez. Así, las escuelas normales prepararon también a los futuros profesores de música. Estos agregaron igualmente sus esfuerzos a los surgidos de otros campos de acción especializada, para contribuir al notable desarrollo que el arte musical adquiere en Chile en el siglo XX, convirtiendo a este país en uno de los más adelantados de América Latina en este plano de la cultura”. (Claro, 1974)

La banda estaba conformada exclusivamente por alumnos de la escuela, quienes aprendían música como una forma de cultivar no sólo el arte sino el espíritu, La mayor parte de estos niños venían de las zonas rurales y de hogares mal constituidos, en situación de riesgo social, muchos de ellos con serios problemas sociales y económicos. Esta escuela significó para muchos una posibilidad real y única de mejorar sus condiciones objetivas de calidad de vida, tanto en términos prácticos como sicológicos y afectivos. La escuela dependía del Ministerio de Educación en ese tiempo porque era fiscal, se llamaba escuela hogar infantil no 11 de Valdivia. Esa escuela en principio fue una escuela especial en el sentido de que allí llegaban niños en situación irregular...en una situación que incluso eran enviados por tribunales... tengo entendido que mi padre cambio un poco el sistema. Cuando él llegó esa escuela era como un reformatorio...pero el lo transformo en escuela en el sentido de que aunque los chicos eran de situación irregular, todo el mundo participaba de las actividades que la escuela tenia: había actividades agrícolas, actividades como el caso de la banda y de hecho muchos de los que estudiamos ahí participábamos de todas las actividades que la escuela tenia. En ese entonces había clases de agricultura, formación, coro, la banda... En ese entonces había unos 200 alumnos internos... más los del barrio. La escuela estaba ubicada en Angachilla, lo que hoy se llama (la calle) Schneider, a unos 2 y 1⁄2 kms del centro de Valdivia. Mi padre cuando iba al centro se iba a pié. En la escuela había un carretón que lo dejaba en Schneider con Picarte, donde ahora está el Liceo Técnico. Normalmente la escuela se autofinanciaba en algunas cosas...había una huerta grande y se vendían esos

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productos; también se trabajaba en apicultura y en la escuela había una maquina estampadora las celdas de las abejas...entonces muchos apicultores de la zona iban a la escuela para que le estamparan la cera...y eso también le generaba recursos a la escuela. Junto con ello habían muchas cosas que también se hacían allá... como algunos muebles... me acuerdo que había un taller de carpintería. A la escuela también en un principio le ayudaba una sociedad que se llamaba Sociedad Colonia Infantil... Ya después se transformo en la escuela hogar con ciertos trabajos... una escuela en que todos nos hacíamos participes de lo que teníamos: había una quinta con manzanas, habían animales como una yunta de bueyes para la parte de la agricultura, dos o tres caballos, entre ellos el del carretón; teníamos un par de vacas de donde se obtenía la leche para los alumnos...en realidad, esos eran los medios con que contábamos... Todos teníamos algo que hacer y un trabajo que armar... algunos le daban comida a las gallinas, otros... se hacían turnos para hacer determinadas cosas, de tal manera que todos teníamos una responsabilidad... Estaba el internado que contaba con sus dormitorios, la sala de estar...y el pabellón escuela, que se pasaba todo el huerto y que se llegaba a lo que es hoy en día la escuela Angachilla...los alumnos del internado, los dueños de casa, eran muy celosos de su propiedad privada...aunque entre nosotros podíamos ir a robar manzanas, ir a cocer castañas, pero hay del que viniera de fuera a robar las manzanas nuestras...eso si que era terrible, porque a mi padre le llegaban a avisar, papito le decían algunos, papito andan robando.. y partían los 100 o 200 detrás del pobre que llegaba (a robar)... y aparte que cuando ya se lo llevaban a mi padre ya venía bastante “acariciado” por no decir otra cosa (machucado)... estamos hablando de a fines de los años 30. Mi padre era Profesor normalista de Victoria y mi madre profesora de la normal de Angol. Ambos se vinieron y empezaron la escuela. Todos los profesores normalistas tenían dentro de sus currículo la formación musical... y en eso entonces, a todos se les exigía a los alumnos que al salir de la normal, debían salir tocando un instrumento... en la escuela de acá el instrumento era el violín y mi padre tocaba violín...de allí le viene la parte musical. Y mi padre también perteneció a una orquesta, lo que ahora llaman bandas, porque en ese tiempo los tocadiscos o fonógrafos eran muy costosos así que lo que más se hacía en las fiestas era contratar a un grupo de músicos para amenizar la fiesta... esto era antes de venirse aquí, eso fue antes, en Temuco y según me contaba, en la orquesta había un muy buen pianista, el señor Barragán, a quien lo contrataban para amenizar en los cines, porque en ese tiempo las películas eran mudas, entonces la idea era que el caballero miraba la película y mientras tanto tocaba el piano, entonces si se veía que el protagonista andaba corriendo tenía que acelerar el ritmo de la música... y si andaba asustado o escondido, había que poner una música más lenta, o sea la música apropiada a la imagen, entonces por eso le cancelaban a este tío mío que no alcance a conocer... Evidentemente la función social del músico ha cambiado... Una de las cosas primordiales de la escuela y que se desarrolló aquí Valdivia fue la creación de la banda... a la gente le interesaba mucho sobretodo por aparte de la banda y la parte agrícola...Mi padre tenía muy

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buenos contactos con la gente el ejército, por este mismo asunto de la banda y otras cosas mas...entonces hay muchos chicos que cuando hicieron su servicio militar hicieron el curso de tractorista...entonces con ese curso de tractorista podían trabajar...y muchos chicos salían de la escuela y entraban a hacer el servicio militar...La mayor parte de los chicos venía de Curiñanco, Corral, de la Isla del Rey, de Chumpullo, de la salida sur de Valdivia... Por ahí por el año 47, hubo un incendio en la escuela y se quemo la escuela entera... Era una casa grande según vi una vez una foto, un caserón como de 3 ó 4 pisos donde estaba la casa del director, la escuela , el internado, era una de esas casas inmensas que había entonces... y se que era en los años 40 y tanto porque mi madre me contaba después que ella se preocupó de salvar a los chicos de la escuela... y se había olvidado de su hijo, que era mi hermano, era la guagua...hasta que se acordó y partió corriendo para arriba y no se preocupe le dijeron los mismos chicos de la escuela lo habían sacado a mi hermano y lo tenían ahí debajo de un arbolito por allá... y según lo que me decían, ellos salieron con lo puesto, si mi padre andaba en pijama con una bata, y de hecho vino en bata a avisar, creo que en ese tiempo se llamaba la Dirección de Educación... no me acuerdo cómo se llamaba, la cosa es que vino ¡en bata a avisar que se había quemado la escuela! o sea no es como ahora que uno llama por teléfono, llama a los bomberos...la casa se quemo completa 47 y ahí se reedifico lo que era la escuela después: el local escolar, mas allá del huerto; se construyeron el internado, los pabellones, la ropería... En ese tiempo muchos de los niños andaban descalzos... normalmente los chicos andaban descalzos, en invierno y en verano, no se resfriaba ninguno... obviamente para salir si salían con zapatos, tenían su par de zapatos para el día domingo y las salidas...nosotros mismos hacíamos el aseo de la sala, las salas se aireaban y había turno de semanero... había una señora que confeccionaba los overoles, una señora costurera de por ahí del barrio, se compraba una mezclilla de color azul. Ella también confeccionaba la ropa interior de los chicos, allí justamente cobra en vida lo que se habla de los “calzoncillos Collico” porque en realidad, eran (hechos) de bolsas de harina...”

(es decir, las bolsas de harina eran de tela de algodón. Y el Molino Collico, es el mismo que se menciona en relación al apoyo a la banda Eleuterio Ramírez del tradicional barrio de Collico).

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ADDITUM: Club Musical y Cultural “El Copihue”48 1921 – 2004: 83 Años de Vida Musical “En el verano-otoño de 1921 un grupo de vecinos de Puerto Octay, discurrieron la idea de crear una Banda instrumental. Se tenía como antecedente un Club Musical que funcionaba en la Parroquia con el nombre de “Santa Cecilia”, dirigido por el padre Juan Mellwig.El 24 de julio de 1921, en el entonces “Club Alemán” de Pto. Octay, se realizó la reunión oficial destinada a fundar el Club Musical, asistiendo los vecinos: Juan Appel, Baldovino Martin, Teodoro Schmidt, Roberto Klagges, Egon Martin, Evaldo Kahler, Alfonso Alt, Antonio Schmidt y Roberto Opitz. En la oportunidad se eligió un Directorio provisorio integrado por: Juan Appel, Presidente; Baldovino Martin, Secretario; Egon Martin, Tesorero. Los primeros acuerdos consistieron en la contratación de un Director Artístico y que todas las personas que firmaran el registro de socios, antes del 18 de septiembre del mismo año, serían consideradas como fundadores, número que llegó a la cantidad de 63 miembros, fijándose la suma de $2 mensuales como cuota. El Primer Director Musical de la institución fue el maestro Marimán, militar de dotación del Regimiento de Pto. Montt, quien se desempeñó por un breve período, para contratar posteriormente al Profesor Agustín Gallo, quien inició sus actividades el 1 de Mayo de 1922 con los 8 socios activos que contaba el Club. Dentro de las primeras actividades musicales desarrolladas por la institución destacaban: Retretas en las giras de candidatos a parlamentarios; en las procesiones; cumpleaños y fiestas oficiales; dirigiéndose en múltiples oportunidades a otras localidades, debiendo incluso utilizar caballos para llegar a los lugares más apartados. El Club se financiaba con donaciones que recibía de diferentes sectores, suplementando sus ingresos con veladas y bazares a beneficio. De esta forma, fueron adquiriendo el instrumental necesario, completándolo en el año 1928 con una importación efectuada desde Alemania.

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El 17 de septiembre de 1924 el Club inaugura un kiosco que construyó en el centro de la Plaza de Armas de Octay, lugar donde ofrecía habitualmente sus retretas dominicales e incluso 2 semanales. Entre 1924 y 1933 la institución se destaca por sus presentaciones en las distintas Concentraciones de Bandas Civiles de la zona sur. El promedio de músicos era de 15 integrantes y los instrumentos más utilizados: el pistón, trombón, barítono, profundo, contrabajo, clarinete, quinta, caja, bombo y platillos. En el año 1974 participa de la fundación e integra la Asociación de Clubes musicales, Bandas civiles de la Xa. Región, creada en la ciudad de Pto. Varas y presidida por el Profesor Emilio Luppi Gallardo. En la actualidad la institución cuenta con 48 músicos activos, 1 Escuela de Músicos y 2 Orquestas espectáculo. Su Director Musical es el Profesor Aquiles Vidal Mancilla y el Directorio está integrado por los Sres: Eduardo Vidal Mancilla, Presidente; Fabricio Vidal Vargas, Secretario; Rodrigo de la Guarda, Tesorero; Yhonny Vásquez Aro, Director; y Mauricio Henríquez Cárcamo, Director. A 83 años de su creación, los sones musicales del “Copihue” resuenan con el brillo y entusiasmo de sus primeras notas...”

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Archivos Consultados Archivo Fotográfico Museo Histórico y Antropológico Maurice van de Maele, Universidad Austral de Chile, Valdivia. Colección Periódicos y Microformatos de la Biblioteca Nacional de Chile Archivo de Diarios de la I. Municipalidad de Valdivia. Archivos particulares.

Bibliografía Alfonso, José A., 1900. Un viaje a Valdivia. La civilización alemana en Chile. Santiago de Chile: Imprenta Moderna. Alvarado, Margarita; Matthews, Mariana, 2006. Rodolfo Knittel: fotógrafo y viajero en el sur de Chile. Santiago de Chile: Pehuén Editores, Colección Relatos del ojo y la cámara. Fotografía patrimonial chilena. Álvarez Caselli, Pedro. 2004. Historia del diseño gráfico en Chile. Santiago: Gobierno de Chile y Escuela de Diseño de la P.U.C de Chile. Aranda, Diego; Llarena, José Ma; La Colonia Alemana en Chile. Santiago de Chile. Págs. 385-386 Tenajo, Rafael. 1920. Attali, Jacques. 1995. Ruidos. Ensayo sobre la economía política de la música. Ana Maria Palos trad. México: siglo XXI. Baeza, I; Montecinos, S.; Garay, A.; Apuntes documentados para una historia de la música en Valdivia. Tesis para optar al Wohlwend, L.; 1978. título de Profesor de Estado en Educación Musical. Universidad Austral de Chile, Valdivia. La influencia de Guillermo Frick en la historia musical valdiviana. Santiago de Chile: Re vista Musical Chilena. Jul 1999, vol.53, no.192, p.116-117. Blancpain, Jean Pierre.1985. Los alemanes en Chile (1816-1945). Bonnefoy, Josiane, Paule Edwards La radio en Chile. Historia, modelos, perspectivas. Santiago: CENECA. y Maria Cristina Lasagni. 1988. Bravo Elizondo, Pedro. 1986. Cultura y teatro obreros en Chile. 1900-1930. Madrid: Ediciones Michay. Carrasco, Eduardo. 2002. Autorretrato. Nuevas conversaciones con Matta. Santiago: LOM Ediciones. Castillo, Eduardo. 2006. Puño y Letra. Movimiento Social y comunicación gráfica en Chile. Santiago: Ocho Libros Editores. Claro, Samuel y Urrutia, J. 1973. Historia de la música en Chile, Santiago: Editorial Orbe. Chanan, Michael. 1995. Repeated Takes. A Short History Of Recording And Its Effects On Music. Londres: Verso. Cooke, Mervin. 2002. Music for silent films en The New Grove Dictionary of Music Online. Laura Macy ed. www.grovemusic com Fernández, Enrique.2003. Estado y sociedad en Chile 1891-1931. El Estado excluyente, la lógica estatal oligárquica y la formación de la sociedad. Santiago: LOM Ediciones. Frick, Guillermo, 1892-1904. Valdivianische Musik, Litografía Luis Köber, Valdivia, IV Vols. Barraza, Vladimir. 1999.

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Gallegos, Luis et al. s/f Victoria: los inicios de una ciudad 1881-1900. Victoria: Imprenta Regional. Garcés, Mario. 2003. Crisis social y motines populares en el 1900. Santiago: LOM Ediciones. González, Juan P. y C. Rolle. 2000. Música popular urbana como vehículo de la memoria en Memoria para un nuevo siglo. Mario Garcés et al. Compiladores. Santiago: LOM:313-321 González, Juan P. 2005. Clásicos de la Música Popular Chilena 1900-1960 SCD 2a Edición. Ediciones de la Universidad Católica de Chile. González, Juan P.; Rolle, C. 2005. Historia social de la música popular en Chile, 1890-1950. Ediciones Universidad Católica de Chile y Casa de las Américas. Santiago de Chile. Grez, Sergio. 2007. Los anarquistas y el movimiento obrero. La alborada de “la Idea” en Chile, 1893-1915. Santiago: LOM Ediciones. Guarda, Gabriel, O.S.B. 1990. Guillermo Frick, el más chileno de los alemanes. BAChH no101. Guarda, Gabriel, O.S.B. 2001. La Nueva Historia de Valdivia. Ediciones de la Universidad Católica de Chile. Santiago de Chile. Gutiérrez, Adolfo y Sonia Pinto. La cultura chilena 1850-1920. Manifestaciones folclóricas y populares. Santiago: 1996. FONDART. Hoerll, Alberto. 1910. Lorente, P. G. sf. Marinello, Juan Domingo. 2006. Martí, Joseph. Menanteau, Álvaro. 2003. Millas, Hernán. 1993. Pereira Salas, Eugenio. 1957. Plath, Oreste. 1997. Rinde, Stefan. 2002. Ruiz, Agustín. 2001. Salazar, Gabriel. 2003. Salazar, Gabriel. 2006. Steenbuck, Ulrike. 2001.

Los alemanes en Chile. Valdivia: Imprenta Comercio. Los alemanes en Chile en su primer centenario. Resumen histórico de las provincias del Sur de Chile. Santiago de Chile: Liga Chileno Alemana Coré. Santiago: Ediciones B Chile S.A. Más allá del arte. La música como generadora de realidades sociales. Sant Cugat del Vallès, España: Deriva Editorial. Historia del jazz en Chile. Santiago: Ocho libros editores. Habráse visto. Santiago: Editorial Andrés Bello. Historia de la música en Chile (1850-1900). Santiago: Publicaciones de la Universidad de Chile. El Santiago que se fue. Santiago: Grijalbo. Cultura de masas. Reforma y nacionalismo en Chile 1910-1931. Santiago: DIBAM. Organilleros de Chile: de la marginalidad al patrimonio. Apuntes para la historia social del oficio. Resonancias, 9: 55-86. Historia de la acumulación capitalista en Chile (Apuntes de clase). Santiago: LOM Ediciones. Ser niño “huacho” en la historia de Chile (siglo XIX). Santiago: LOM Ediciones. Carl Anwandter y la Colonia Alemana de Valdivia en Desde Hamburgo a Corral, diario de viaje de Carl Anwandter a bordo del velero Hermann. Santiago: Universidad Austral de Chile y Editorial Pehuén.

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También hemos revisado y seleccionado algunos artículos digitales provenientes de la Internet. Algunos de los sitios visitados son los siguientes: www.memoriachilena.cl www.dibam.cl www.elciudadano.cl www.scielo.cl www.udechile.cl www.musicologia.uchile.cl www.pilleux.cl/genealogia/Alemanes/F/Fiegelist/BibliografiaFiegelist.PDF www.grovemusic.com” www.grovemusic.com

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