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Vivenciar la fe en actos o celebraciones litúrgicas, escuelas de educación familiar, convivencias
Se ha publicado el calendario de las celebraciones litúrgicas presididas por el Santo Padre en abril y mayo de 2022: desde el viaje a Malta hasta la Pascua y la misa de canonización de varios Beatos, el 15 de mayo, entre ellos Charles de Foucauld. Dos meses intensos para el Papa Francisco, que entre abril y mayo estará también inmerso en el 36º viaje apostólico de su Pontificado. Los días 2 y 3 de abril estará en Malta, donde se reunirá con las autoridades civiles, los refugiados y la población de la isla. También se detendrá en la gruta de San Pablo, en la basílica del mismo nombre, que conmemora el naufragio del apóstol.
Una semana después de su regreso, el 10 de abril, Domingo de Ramos, el Papa celebrará una misa en la Plaza de San Pedro a las 10.00 de la mañana. El 14 de abril, Jueves Santo, Francisco celebrará la Misa Crismal en la Basílica Vaticana a las 9.30 de la mañana. La novedad, en cambio, tiene que ver con el Viernes Santo, ya que además de la representación de la “Passio” del Señor en la Basílica de San Pedro a las 17:00 horas, el Vía Crucis tendrá lugar a partir de las 21:15 horas en el Coliseo.
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El Vía Crucis de la pandemia Durante dos años, debido a la emergencia sanitaria del coronavirus, se ha celebrado en la Plaza de San Pedro. Recordamos que las meditaciones del Vía Crucis 2020 fueron elaboradas por cinco reclusos de la cárcel de “Due Palazzi” en Padua, una familia que había perdido a un ser querido por homicidio, la hija de un condenado a cadena perpetua, un educador de la cárcel, un juez de libertad condicional, la madre de un recluso, un catequista, un fraile voluntario, un policía de la cárcel y un sacerdote acusado y finalmente absuelto por los tribunales tras ocho años de juicio ordinario.
Recomendaciones para los obispos en las celebraciones de Semana Santa 2022
A través de una nota la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos ofrece a los obispos y Conferencias Episcopales una serie de orientaciones para las celebraciones de la Semana Santa de este año 2022: invitan al respeto prudente de las normativas de la pandemia aplicadas en cada país y a rezar por Ucrania.
La Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos ha ofrecido a lo largo de los últimos años marcados por la pandemia, algunas orientaciones que ayuden a los Obispos (en su tarea de evaluar las situaciones concretas y de proveer al bien espiritual de pastores) y a los fieles a vivir la Semana Santa, centro de todo el año litúrgico.
En vista de la actual disminución de la pandemia, que varía según cada país, la Congregación ha enviado nuevamente una nota a los Obispos y Conferencias Episcopales ofreciendo una serie de recomendaciones para las celebraciones de la Semana Santa de este año 2022:
“La experiencia que han adquirido las Conferencias Episcopales en los últimos años permite ciertamente afrontar las diversas situaciones del modo más adecuado, vigilando que siempre sean observadas las normas rituales contenidas en los libros litúrgicos”, se lee en la nota firmada por Monseñor Arthur Roche, Prefecto de la Congregación y por Monseñor Vittorio Francesco Viola, Arzobispo Secretario.
“Por tanto, sólo nos permitimos invitar a todos a la prudencia, evitando gestos y comportamientos que podrían conllevar
riesgos. Toda valoración y decisión deberá hacerse siempre de acuerdo con la Conferencia Episcopal, que tendrá en cuenta las normas que las autoridades civiles competentes dispondrán en los distintos países”.
El Papa visita la gruta donde vivió y predicó San Pablo en Malta
Para empezar el segundo día de su viaje a Malta, el Papa se desplazó a la ciudad de Rabat para visitar la Gruta de San Pablo, donde se cree que el apóstol vivió y predicó durante tres meses tras naufragar cuando iba de camino a Roma.
El Papa Francisco entró en la basílica que se encuentra en la cima de la gruta, antes de descender al mismo lugar que también visitaron el Papa emérito Benedicto XIV y San Juan Pablo II. El Papa encendió una vela ante la estatua de San Pablo, y rezó para que el espíritu de acogida que tuvieron los isleños con el santo, continúe con los migrantes que llegan a las costas de la isla.
No había tiempo para discusiones, para juicios, para análisis y cálculos. Era el momento de echar una mano. Dejaron sus trabajos e hicieron exactamente eso. En varias ocasiones rezaba en silencio, después dejó un mensaje en el registro de visitas. El Papa se dirigió a la basílica, donde ofreció una bendición a los allí reunidos, y saludó a varios discapacitados y ancianos.
Volvió a la plaza que está en frente de la basílica para ir a la ciudad de Floriana y celebrar la misa.