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El Pleno convertido en fuente de información La objetividad en la información se convirtió, en el plano teórico, en la razón de ser de muchos debates y posiciones filosóficas; al mismo tiempo, en lo práctico, es el objetivo a perseguir, lo que define la profesionalidad de un comunicador. Tanto medios de comunicación como periodistas se autodefinen como “independientes y objetivos”, sin embargo, cabe preguntarse ¿es posible lograrlo? Por Belkis Sánchez C. Licenciada en Comunicación Social Responsable de noticias en TVL
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esde la filosofía, la respuesta de pensadores como Kant, Habermas o Heidegger, es considerar a la subjetividad como constructora del objeto, por tanto, la objetividad es para los tres, el resultado de una “actividad positivante, manipuladora en sentido amplio”1. Es decir, la realidad y su complejidad no dependen del objeto, sino del sujeto, cargado de subjetividades, conocimientos, valores y prejuicios. Por ello, cuando una persona o un comunicador pretende simplemente narrar o redactar una noticia, no lo puede hacer por fuera de sus concepciones o nociones respecto de la vida, sociedad, derecho o justicia, incluso, influenciado por circunstancias irracionales como su fe, credo religioso o emociones circunstanciales; desde este punto de vista deontológico resultaría imposible o simplemente inhumana. Desde el punto de vista de la comunicación, autores como Edgar Morín, señalan que “todo concepto remite no sólo al objeto concebido, sino al sujeto conceptuador”2, por ello, la objetividad en la comunicación no sólo sería imposible sino, como señala María José Ruiz, indeseable. “En otras palabras, debe eludirse 1
RUIZ, María José, La objetividad: ¿imposible? Digamos más bien indeseable. Comunication&Society Universidad de Navarra, Facultad de Comunicación, https:// www.unav.es/fcom/communication-society/es/articulo.php?art_id=244, consultado el 1 de mayo de 2017, a las 23:29 horas 2 MORÍN, Edgar, El método. La naturaleza de la naturaleza. Cátedra, Madrid, 1977, p. 23.
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la absolutización de la noticia en su condición de objeto abstracto y recuperar su vinculación radical a la persona, verdadera protagonista – como decimos – de la praxis comunicativa. El saber escuchar – atender a lo otro respetándolo en cuanto tal – imperará así sobre el saber hacer característico del mecanismo tecnocrático hoy día vigente”3. Es precisamente ese “saber escuchar” el ejercicio que hacemos en cada Sesión del Pleno de la Asamblea Nacional. No pretendemos interpretar objetivamente, sino transmitir y abonar transparencia en la información que genera el máximo órgano de decisión de la Asamblea Nacional del Ecuador. Tratándose de una Función del Estado, constituida por posiciones ideológicas diversas, el solo hecho de transmitir de manera íntegra cada una de las intervenciones de los legisladores, independientemente de su bandera política o criterios respecto al trámite de una u otra ley, da cuenta de la mencionada transparencia, sin que por ello, dejemos de resaltar la personalidad del legislador, la provincia de la que proviene, la fuerza política que representa, buscando que el ser humano no quede sepultado por la noticia que se revela, el dato que reseña o la polémica que pudiese generar. Un reto informativo Seguir de cerca cada sesión, sin duda alguna, constituye un reto narrativo para detallar el ambiente y emociones que se generan; tratar de ir más alla del lente de la cámara o las voces. A veces, para que quienes nos siguen por radio, entiendan, de alguna manera dramatizamos la información para que los debates puedan ser de interés de la audiencia. Y es que la audiencia, con la excepción de ciertos momentos construidos como relevantes mediáticamente, no encontraría atractivo al engancharse al dial de la radio o al canal de televisión por horas, para seguir con atención el debate legislativo, a menos que tal discusión sea sobre un tema de su exclusivo interés. Lo cierto es que estamos desde esa trinchera conscientes del aporte y servicio que como medio de comunicación público brindamos a la ciudadanía. A través de los medios legislativos pretendemos que los asuntos que constituían preocupación de las élites o fuerzas políticas se conviertan en materia de 3
RUIZ, María José, trabajo citado
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interés ciudadano. Por ello, apoyados en el poder de las redes, procuramos que los receptores, sean espectadores u oyentes, paulatinamente se involucren y participen en los procesos comunicacionales, es decir, convirtamos a la información vertical en una estrecha relación. La experiencia es enriquecedora en el ámbito profesional, en la medida en que se convierte en una escuela de aprendizaje, formación y especialización, en una de las tantas formas de periodismo que no se aprende en las aulas universitarias sino solo en el día a día de la Asamblea Nacional, en este caso, el periodismo legislativo. LA FRASE “No todas las jornadas son sencillas, hay unas largas y extenuantes, otras en las que los temas de debate resultan altamente técnicos, todas ellas demandan de la atención y responsabilidad para sintetizar lo expuesto por quienes intervienen con precisión.”
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Nancy Monteros y Belkis Sánchez, en una de las transmisiones de las sesiones del Pleno, en la Cabina de Cristal.
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